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Conferencia

Realizado por:
de Berlín
Aldo 14/03/2023
Roly,
Valverde
Borda

La rivalidades entre Francia y Bélgica por el


Congo y el creciente interés de los comerciantes
alemanes por el África central, impulsaron al
canciller alemán Bismarck a celebrar una
conferencia internacional en Berlín entre 1884 y
1885.
la libertad de comercio y de navegación por los
ríos Níger y Congo.
La prohibición de la esclavitud.
El reconocimiento del Estado libre del Congo como
una colonia a título personal del rey de Bélgica,
Leopoldo II

A apertura del canal de Suez en 1869 abrió


una nueva y más efectiva ruta hacia Oriente,
volviendo una prioridad estratégica el
control de Egipto y sus regiones adyacentes,
sobre todo para Gran Bretaña, dado ello que
facilitaba el tráfico con la India. Egipto
todavía era una provincia del Imperio
Otomano, aunque se había convertido
virtualmente en independiente y además
dominaba Sudán, que llegaba hasta el norte
de la actual Uganda.

En 1878 Leopoldo II contrató a Henry Stanley


para que firmara tratados con los jefes de
tribus alrededor del río Congo. Francia
respondió enviando a Brazza para que hiciera
otro tanto con los jefes tribales en la
región de las orilla del Alto Congo. Pero
Portugal tenía conexiones con el Congo que
databan defines del siglo quince, cuando
estableció relaciones diplomáticas con el
rey del Congo. En ese momento, para frenar a
Francia y Bélgica

La conferencia de Berlín comenzó el 15 de noviembre


de 1884 y finalizó el 25 de febrero de 1885.
Participaron catorce naciones: Alemania, Austria-
Hungría, Bélgica, Dinamarca, España, Gran Bretaña,
Holanda, Italia, Noruega, Portugal, Rusia, Suecia,
Turquía y Estados Unidos. El objetivo fue regular
la actividad europea en África, para los cual se
determinaron “esferas de influencia” en las áreas
donde las potencias europeas estaban ya
establecidas, en lugar de límites exactos y
definitivos.

En 1890, cuando las resistencias africanas van menguando y la ocupación de los


invasores es inexorable, Gran Bretaña y Alemania firman un segundo tratado. En
este tratado, que se denominó tratado de Heligoland, se extendieron las líneas
demarcadas en el tratado anterior, desde el este hasta el oeste cruzando el lago
Victoria, lo que confirmó a Uganda como esfera de influencia británica. Alemania
también cedió su reclamo sobre Witu y aceptó que Zanzíbar pasara a ser un
protectorado británico, a cambio de que Gran Bretaña cediera la isla de Heligoland
en el mar del norte.

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