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1.

El callejón del beso

En la ciudad de Guanajuato hay un misterioso callejón al que todos los visitantes del lugar quieren acudir.

Existe una leyenda en torno a este lugar, transmitida de generación en generación, que lo convierte en un sitio
emblemático. Quienes acuden allí suelen ir acompañados de sus parejas para fotografiarse y besarse en el
tercer escalón del callejón.

Con esta tradición, los enamorados pretenden asegurar su felicidad unos cuantos años. Es un lugar que, gracias
a la leyenda, se ha convertido en todo un símbolo del amor.

Cuenta la leyenda que Carmen era una joven hermosa y cariñosa que vivía con su intransigente padre. Carlos
era un apuesto galán humilde dedicado a cumplir con su trabajo.

Un día, por casualidad, Carmen y Carlos se conocieron y entre ellos surgió un lazo indestructible. Desde
entonces, el joven se situaba bajo el balcón de la casa de Carmen, quien le respondía siempre con una sonrisa.
Así pasaron semanas hasta que, más tarde, iniciaron una conversación.

Pasó el tiempo y los jóvenes planeaban un futuro juntos. Cuando menos lo esperaban, el padre de la joven se
enteró de sus encuentros. Entonces, amenazó a su hija con recluirse en un convento. A pesar de esto, Carmen y
Carlos decidieron continuar con la relación en secreto.

Carlos alquiló una habitación situada frente a la casa de su amada, donde podría hablar con ella de balcón a
balcón. Un día, el padre de la joven les pilló besándose desde el balcón y, lleno de furia, clavó una daga a su hija
y le quitó la vida. Desde entonces se conoce este lugar como Callejón del Beso.

2. La Llorona

Esta leyenda, de origen prehispánico, es una de las más conocidas en México. Aunque se desconoce dónde se
originó ni cuándo, este personaje se ha convertido en un espectro muy importante en la identidad cultural de
Hispanoamérica.

La Llorona cuenta con diferentes versiones y se ha transmitido de generación en generación, muchas veces, con
la intención de que los niños obedezcan a sus padres.

Dice la leyenda que hace muchos años aparecía en Xochimilco la figura de una mujer vestida de blanco, la cual
cruzaba las calles de la ciudad mientras lamentaba: ¡Ay, mis hijos!

Los habitantes de la ciudad decían que se trataba de una pobre mujer que había sufrido por un hombre que la
había abandonado. Entonces decidió ahogar a sus hijos en un río y, arrepentida, intentó quitarse ella la vida.
Pronto fue apodada como la Llorona.

Dicen que, a día de hoy, el espectro sigue apareciendo por las noches y recorre la ciudad con su vestimenta
blanca. Aún hoy se puede oír su desgarrador lamento.

3. Sac Nicté

Esta antigua leyenda maya de temática amorosa se origina a partir de la factura de la legendaria alianza de los
estados mayas de Uxmal, Chichén Itzá y Mayapán.
El poeta e historiador mexicano Antonio Mediz Bolio difundió esta leyenda en su libro La Tierra del Faisán y del
Venado (1922) con el nombre Chichén-Itzá y la princesa Sac-Nicté.

Dice la leyenda qeu Sac-Nicté era una antigua princesa cuando Mayapán, Uxmal y Chichén Itzá conviven como
las grandes urbes de la cultura maya. Era una época en la que sus reyes habían hecho un pacto de paz y no
existían los ejércitos. Cuando Canek tuvo 3 veces 7 años se convirtió en rey de Chichén Itzá y vió por primera vez
a la princesa Sac Nicté teniendo ella apenas 3 veces 5 años. Desde ese momento, ambos supieron que sus vidas
estarían destinadas a estar juntos por la eternidad. En cambio, Sac-Nicté había sido destinada por su padre, rey
de Mayapán, para ser esposa de Ulil, un sub heredero del reino de Uxmal.

Faltando solo 37 días para la boda, un mensajero de Mayapán citó al príncipe Canek para invitarlo a la boda, a lo
que respondió que no faltaría. Esa misma noche un enano viejo visitó a Canek y le susurró: “la flor blanca te
espera entre las hojas verdes”, ¿vas a dejar que otro la arranque? Justo después, el enano desapareció.

En Uxmal todo se preparaba para la boda, la ciudad entera había sido decorada para la gran ocasión. Justo
cuando Sac-Nicté estaba a punto de contraer matrimonio, Canek apareció con sus guerreros y se llevó a la
princesa frente a la mirada de todos, dejando al príncipe Ulil plantado.

Este hecho terminó con la paz y Uxmal y Mayapán se unieron en guerra en contra de Chichén Itzá. Antes de que
la guerra estallara, los habitantes del Chichén Itzá partieron una noche con la luz de la luna para salvar su
ciudad. Cuando llegaron los enemigos de Uxmal y Mayapán se encontraron la ciudad de Chichén Itzá vacía, la
cual decidieron incendiar. Desde entonces la ciudad quedó abandonada hasta nuestros días.

4. La dama enlutada

La dama enlutada es una leyenda urbana de principios del siglo XIX muy conocida de la ciudad de Guadalajara,
capital de Jalisco.

Al parecer, la historia fue transmitida por los serenos, quienes vigilaban las calles durante las noches mientras
los habitantes de la ciudad permanecían en sus hogares.

Cuenta esta leyenda que, al casi caer la medianoche, algunas personas fueron testigo de cómo un espectro
femenino salió de la Catedral y puso rumbo hacia el norte de la ciudad. La mujer vestía de negro y, cuando llegó
frente al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, atravesaba la calle y después desaparecía.

Esa noche, la enlutada cosechó varias muertes. Aquellos que la persiguieron fueron sus víctimas cuando
escuchaban su tenebroso grito.

5. La china Hilaria

Esta leyenda tiene su origen en Aguascalientes, en el barrio del Encino, allí surge la historia de obsesión que da
pie a una expresión utilizada usualmente en el lenguaje coloquial mexicano.

Cuenta la leyenda que, en la calle de la Alegría, hace muchos años vivió Hilaria Macías, conocida por todos como
china Hilaria, ya que tenía el cabello muy rizado y hermoso.

Con el tiempo un hombre poco recomendable, conocido como el Chamuco, se enamoró de Hilaria. Esta no quiso
corresponderle ya que sentía cierto rechazo, no solo a su aspecto, sino también a su personalidad. El cambio, el
Chamuco insistía, primero con modestia, después con palabras soeces.
Hilaria comenzó a sentir miedo y decidió visitar al cura para que hablara con Chamuco. El padrecito le dijo al
hombre que pidiera a Hilaria uno de sus rizos afirmando: “Si consigues alisarlo, en unos 15 días, te
corresponderá”.

Chamuco siguió las recomendaciones del cura y, pasadas dos semanas, harto de querer enderezar el rizo, acudió
a la magia negra. Asistió a un brujo que invocó al Diablo. Este le pidió su alma como recompensa y el Chamuco
aceptó. Tras días y días de trabajo no pudo hacer nada.

Chamuco reclamó al diablo su falta de seriedad y este, enojado, se fue. Desde entonces, Chamuco quedo loco
andando por las calles del encino atormentado. Cada vez que alguien le preguntaba cómo estaba, solo
respondía: “De la china Hilaria”.

6. Leyenda de la flor de cempasúchil

En el Día de Muertos la flor cempasúchil se convierte en un componente fundamental. Esta flor cuyo nombre
proviene del náhualt “cempoalxochitl” y significa “flor de veinte pétalos” se ha convertido en todo un símbolo
de la ofrenda de este día tan importante.

Se dice que el olor de los pétalos marca el camino que tienen que recorrer las almas de los difuntos hacia su
ofrenda en el mundo de los vivos. Esta leyenda de temática amorosa trata de explicar cuál es el origen de esta
flor tan especial.

Dice la leyenda que hace mucho tiempo existieron una niña llamada Xóchitl y un niño llamado Huitzilin.

Ambos crecieron juntos y pasaron mucho tiempo unidos durante la infancia, incluso, iniciaron una historia de
amor durante la juventud. Un día, decidieron subir a lo alto de una colina, allí donde el sol deslumbraba con
fuerza, pues sabían que allí moraba el Dios del Sol. Su intención era pedirle a Tonatiuh que les diera la bendición
para poder seguir unidos. El Dios sol acepto y bendijo su amor.

Pronto, la tragedia llegó a ellos cuando Huitzilin fue enviado a participar en una batalla para defender a su
pueblo y tuvo que separarse de Xóchitl.

Pasó un tiempo y Xóchitl se enteró de que su amado había fallecido en el conflicto. La muchacha sintió tanto
dolor que le pidió a Tonatiuh unirse con su amado en la eternidad. El Dios del Sol, al ver a la joven tan apenada,
decidió convertirla en una hermosa flor. Así que lanzó un rayo dorado sobre ella, entonces, creció en la tierra un
botón que permaneció cerrado durante mucho tiempo.

Un día, apareció un colibrí atraído por el aroma de la flor y se posó sobre sus hojas. Fue entonces que la flor se
abrió y mostró su color amarillo, como el mismo sol. La flor había reconocido a su amado Huitzilin, el cual ahora
tenía forma de colibrí.

Cuenta la leyenda que mientras exista la flor de cempasúchil y haya colibríes, el amor de Xóchitl y Huitzilin vivirá
por siempre.

7. El autobús fantasma

Esta leyenda urbana tiene su origen en la ciudad de Toluca. Se trata de una historia aterradora basada en un
episodio real que tuvo lugar durante los años ochenta del siglo XX, cuando un autobús que transitaba por una
carretera nocturna jamás llegó a su destino. El misterioso suceso dio pie a diferentes versiones sobre los
acontecimientos que hoy en día se siguen transmitiendo.

Cuenta la leyenda que, en una vieja y peligrosa carretera que unía Toluca con Ixtapan de la Sal, un autobús
circulaba de madrugada de Ixtapan de la Sal hacia Toluca.

Todo iba bien hasta que comenzó a llover, momento en que el autobús tenía que tomar curvas muy peligrosas y
pasar por un puente en el que solo cabe un vehículo.

De repente, los viajeros se asustaron al ver que el autobús había tomado más velocidad. El conductor se percató
de que los frenos estaban fallando. Pronto, en una de las curvas, el autobús se precipitó al vacío dejando
víctimas y sin sobrevivientes. El autobús número 40 se incendió y jamás llegó a su destino.

Dice la leyenda que desde entonces, si transitas por esa carretera durante la madrugada e intentas subirte a un
autobús, posiblemente sea el número 40. Si subes al autobús, no deberás hablar en ningún momento. Antes de
bajar, jamás deberás mirar hacia atrás en el autobús. Si lo haces no sobrevivirás.

8. La leyenda de los volcanes

Conocidos como “el Popo” y “la mujer dormida”, los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl han dado lugar a
diferentes leyendas, especialmente relacionadas con su origen.

En esta antigua leyenda maya el amor y la desgracia de los enamorados son la causa del nacimiento de los
volcanes. Se trata de una historia que, con el tiempo, ha dado pie a creaciones como El idilio de los volcanes del
poeta peruano José Santos Chocano.

Dice una antigua leyenda que los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, de los más altos de México, representan
a una doncella y un joven guerrero Tlaxcaltecas. Iztaccíhuatl era la princesa más bella y se enamoró del guerrero
Popocatépetl, uno de los más valientes de su pueblo.

Antes de partir a la guerra en la que los Tlaxcaltecas se encontraban inmersos frente a los aztecas, el joven
guerrero pidió la mano de la doncella Iztaccíhuatl. El cacique le concedió su deseo, a cambio de que volviera
sano y salvo del conflicto.

Mientras Iztaccihuatl esperaba el regreso de su amado, un rival de Popocatépetl engañó a la joven y le dijo que
el muchacho había fallecido en la guerra. Entonces, la princesa murió de tristeza en poco tiempo.

Cuando Popocatépetl regresó victoriosos del combate, recibió la mala noticia. Durante días y noches el joven
vagó por la ciudad pensando cómo podía honrar el gran amor que se habían tenido. Así fue como ordenó
construir una gran tumba bajo el sol amontonando 10 cerros para levantar una enorme montaña.

Entonces, tomó el cuerpo de la princesa y la recostó en la cima de la montaña. Allí, la besó por última vez para
después, con una antorcha humeante en la mano, arrodillarse a velar por su sueño eternamente.

Desde entonces permanecen juntos uno frente a otro y, con el tiempo, la nieve cubrió sus cuerpos
convirtiéndolos en dos enormes volcanes.
9. Camécuaro, el lago de lágrimas

En el Parque Nacional de Camécuaro, en Michoacán, existe un lago cuyo origen ha supuesto el surgimiento de
distintas leyendas. Esta es originaria de la cultura purépecha, cuyos miembros consideraban los lagos como algo
sagrado. En ella se descubre el origen de este precioso lago de agua cristalina, cuyo nombre significa “lugar de la
amargura oculta”.

Dice una antigua leyenda que Huanita, princesa purépecha, se enamoró de Tangáxhuan, sobrino del fundador
del Imperio Purépecha. Un día, Candó, un sacerdote, la secuestró y la recluyó en una yácata. Se dice que la
princesa lloró tanto que sus lágrimas formaron un lago. De ahí que Cameruco signifique “lugar de la amargura
oculta”.

Pronto Tangáxhuan, al enterarse de la noticia, fue al lugar donde estaba Huanita. Cuando vió a Candó le lanzó
una flecha con su arco. La flecha se clavó en un sabino, el cual se partió y de allí se formó un manantial de agua
verde.

Cuentan que las personas que se introducen en el lago de Camécuaro ven aparecer en sus aguas la figura de una
mujer que intenta que se queden con ella para siempre.

10. Leyenda de la casa de las brujas

Esta leyenda surge de una vivienda situada en la ciudad de Guanajuato, cuya construcción data del año 1895.
Actualmente forma parte de un hotel, pero los rumores sobre ruidos por las noches siguen persistiendo y
despertando la curiosidad de aquellos interesados en fenómenos paranormales.

Cuenta la leyenda que el dueño de esta casa ubicada en Guanajuato vivía allí con su pequeña hija Susan cuando
lo mandaron a la cárcel por cometer un delito.

Así, la niña quedó con sus tías, las cuales no la trataron nada bien. Las mujeres la encerraron en un sótano y no
le proporcionaban alimentos. Días después, los vecinos aseguraban escuchar lamentos cuando fue hallado el
cuerpo sin vida de la joven.

Se dice que en las noches de luna llena la casa se vuelve terrorífica, quienes transitan por ahí aseguran ver a una
joven asomándose por una de las ventanas.

11. La novia del mar

Esta leyenda tiene su origen en Campeche, en la península de Yucatán. Se trata de una historia de esperanza y
anhelo de un amor perdido. En la ciudad de Campeche se puede ver una escultura de una mujer que espera en
el Malecón, se trata de una figura que esconde detrás la siguiente leyenda.

Dice la leyenda que hace muchos años vivía en la ciudad de Campeche una hermosa mujer que solía pasear por
la costa para ver las enormes embarcaciones que llegaban al puerto.

Una tarde, durante sus paseos, la joven quedó asombrada de un marinero y se enamoró perdidamente de él.
Pronto, los encuentros eran frecuentes y se volvieron inseparables. Dicen que el mar sintió celos al ver que la
joven ya no visitaba cada día la costa, ni tocaba el agua con sus dedos. Entonces, un día que el marinero zarpó,
el mar transformó sus celos en ira y decidió separarlos para siempre. Su furia creó una enorme tormenta que
hundió el barco donde viajaba el marinero. El joven nunca más regresó.

Desde aquel momento la mujer espera cada tarde en la playa. Siempre se verá en el malecón de Campeche,
mirando hacia el mar.

12. La mulata de Córdoba

Se trata de una leyenda de la época Virreinal de México originaria del Estado de Veracruz, es una figura que
forma parte del folclore mexicano contemporáneo. Esta leyenda, cuya temática se centra en la brujería y
superstición, cuenta con diferentes versiones.

Aunque no existen evidencias de la existencia de esta mujer, su figura ha intrigado a investigadores y estudiosos
a través de los siglos. También la leyenda ha sido la base de obras como la ópera homónima estrenada en 1948
de Xavier Villaurrutia y Agustín Lazo, también cuenta con versiones cinematográficas.

Cuenta la leyenda que, allá por el siglo XVII se fundó la ciudad de Córdoba. Allí llegó sola una mujer mulata muy
hermosa. Todos los hombres quedaban prendados con ella a su paso. Pronto, su presencia en la ciudad
comenzó a tener reacciones contrapuestas. Algunos la rechazaban, los supersticiosos decían que tenía un pacto
con el diablo; que tenía poderes mágicos que le permitían estar en dos lugares al mismo tiempo.

Otros la veneraban porque decían que era una virtuosa en las artes de la medicina y era capaz de curar solo con
hierbas.

Ante todos los rumores que se fraguaron, la Santa Inquisición no tardó en apresarla y enviarla al presidio de San
Juan de Ulúa acusada de brujería. Allí esperaría al día de su muerte en la hoguera. En su celda, encontró un
trozo de carbón y empezó a dibujar con todo lujo de detalles un barco en la pared. Una noche, mientras el
carcelero de turno dormía, desapareció en la nave. Al día siguiente, se encontraron al carcelero con la razón
perdida aferrado a la reja del calabozo vacío.

13. Popchón y Xulubchon

Esta leyenda originaria el pueblo tzotzil, que habita en Chiapas, y es transmitida por los tzotziles de San Pedro
Chenalhó. Esta historia trata de dar explicación, entre otras cosas, a la causa de la lluvia en el planeta.

Cuenta la leyenda que, hace muchos años, los antiguos tzotziles predominaban en la región central y centro
norte de Chiapas. Allí vivían felices, ya que tenían los suficientes recursos hídricos para nutrirse, bañarse y
cultivar productos como el maíz y el frijol. También saciar la sed de sus animales.

En cambio, no siempre había reinado la prosperidad allí, dice la leyenda que existió una enorme serpiente
acuática: Popchón. Este reptil tapó con su gran cabeza el cauce del río Grijalva, en el Cañon del Sumidero, esto
provocó una creciente que inundó poblaciones cercanas.

Ante esta situación los vayijeltik , espíritus animales protectores de los tzotziles, unieron fuerzas para derrotar a
Popchón, pero no pudieron. Después, recurrieron a la X´ob, alma del maíz, quien sí pudo acabar con la
serpiente. Esto hizo que el agua del río siguiera su curso.

En este lugar, se dice, también había otra serpiente enemiga Xulubchón, quien se encargó de dividir montañas y
cerros para que pasaran los arroyos. Xulubchón alteraba el cauce de ríos e invocaba tormentas para limpiar las
aguas de los afluentes. Aunque, esta serpiente no tuvo un mal final ya que, según la leyenda, era la encargada
de traer la lluvia al planeta.

14. El árbol del amor

Esta leyenda del siglo XIX tiene su origen en la ciudad Zacatecas y se trata de una historia que perdura entre las
generaciones zacatecanas. La historia data de los años de ocupación francesa y la Guerra de Reforma, y surge en
torno al lugar que hoy se conoce como Plaza Miguel Auza.

Cuenta la leyenda que entorno a 1860 vivía una joven llamada Oralia en una casa señorial. Era una joven que
contagiaba a todos su alegría de vivir. Juan era un humilde joven que se había enamorado en silencio de Oralia y
soñaba con mejorar su situación laboral, pues sentía que su condición lo alejaba de la muchacha.

Por las tardes, cuando Juan salía de la mina se convertía en aguador, e iba a toda prisa para entregarle el agua a
Oralia. Con ella, la joven regaba las plantas de su jardín, especialmente un árbol al que cuidaba con esmero.

Pronto, la muchacha también empezó a enamorarse de Juan. En cambio, había otro joven interesado en Oralia,
Philippe Rondé.

Con el paso del tiempo Oralia se sentía confundida, ya que no podía decidirse por ninguno de los dos. Entonces,
debía tomar una decisión.

La muchacha se sintió tan triste que rompió a llorar y se dirigió a su jardín. Allí un árbol que había sembrado
hace años y que Juan había regado ya estaba muy grande. Oralia se sentó bajo su sombra y siguió llorando. Sus
lágrimas regaban la tierra.

Pronto, las ramas del árbol se posaron en el regazo de la joven y empezaron a caer gotas de agua. Eran las
lágrimas del árbol, que pronto se convirtieron en flores blancas. Entonces Oralia se decidió: debía quedarse con
Juan.

Al día siguiente, Philippe Rondé le dijo a Oralia que debía volver a su país. La muchacha se sintió aliviada. Esa
misma tarde, la muchacha fue a buscar a Juan a quién abrazó y besó.

Desde entonces, todos los enamorados zacatecanos querían sellar su afecto bajo aquel árbol que, con el paso
del tiempo, fue talado.

15. La isla de las muñecas

El origen de esta leyenda urbana de Xochimilco es relativamente reciente ya que data de la década de los 50 del
siglo XX.

La isla de las Muñecas, situada en los canales de Xochimilco, se ha convertido en una atracción turística para
curiosos y visitantes de la zona. Es un sitio tan aterrador como misterioso que impresiona a quienes ven un lugar
repleto de muñecas de todo tipo.

Dice la leyenda que, allá por los años 50, un hombre llamado Julián Santana decidió recolectar todas las
muñecas que aparecían en la zona del canal, después de que una joven muriera allí ahogada.
El hombre decía que había oído los lamentos de la muchacha y, desde entonces, decidió colocar allí las muñecas
o partes de ellas que iba encontrando como supuesto símbolo de paz y protección, a fin de espantar a los
espíritus malignos.

16. La leyenda de la fundación de Tenochtitlán

Del período prehispánico, aún permanecen relatos como este que tratan de dar una explicación a la llegada de
los aztecas al sitio donde fundaron la ciudad de Tenochtitlán. Este lugar, donde ahora se encuentra ubicada la
Ciudad de México, ha dado lugar a diferentes narraciones que mezclan lo histórico con lo legendario.

Cuenta la leyenda que, hace muchos años, los pobladores de la mítica ciudad de Aztlán iniciaron una misión
encomendada por el dios Huitzilopochtli: encontrar un águila posada sobre un nopal. Entonces, hallarían el lugar
donde debían fundar un nuevo pueblo donde vivir.

Los habitantes anduvieron durante años y se convirtieron en peregrinos.

Un día, en los alrededores del lago Texcoco encontraron la señal que les había dicho su dios. Esta se encontraba
en mitad del lago. El águila, que estaba situada en un nopal, extendió sus enormes alas.

En ese lugar, que les proporcionaría agua y alimento, fue donde fundaron una nueva ciudad, la de Tenochtitlán.
Pronto, se convirtió en uno de los lugares más importantes y una de las ciudades más pobladas de la época.

17. La leyenda del murciélago

En Oaxaca, México, permanece este antiguo mito que transmite una importante lección acerca de las
consecuencias del orgullo y la soberbia.

Esta historia de animales trata de dar una explicación a la apariencia actual de los murciélagos, unos mamíferos
que suelen llamar mucho la atención de los más pequeños.

Dice la historia que, hace mucho tiempo, el murciélago era el ave más hermosa de la naturaleza.

El murciélago, al ver que otros pájaros tenían plumas, decidió subir al cielo para pedirle al Creador que llenara
su cuerpo de un hermoso plumaje. En cambio, el Creador no tenía para darle plumas y le solicitó que bajara y le
reclamara una pluma a cada pájaro.

De nuevo en la tierra, el murciélago solo seleccionaba a las aves con las plumas más hermosas. Así, de un
momento a otro, había llenado su cuerpo de plumas de diferentes colores y formas.

Desde ese momento, el murciélago presumía delante de todos de sus plumas y creía que era superior al resto
de pájaros. Incluso, los humillaba.

El Creador percibió la actitud orgullosa que el murciélago había tomado y decidió arrebatarle las plumas.
Mientras aleteaba, su plumaje se desprendía de su piel. Así, todos los pájaros presenciaron una lluvia de plumas
de colores.

Desde entonces, el murciélago no tiene plumas y hace vida en las cuevas para no acordarse de los colores que
tuvo y ya no.
18. El enano de Uxmal

En el municipio de Santa Elena, en el estado de Yucatán, se ubica un importante yacimiento arqueológico de la


cultura maya: la antigua ciudad Uxmal u Óoxmáal.

Esta leyenda maya trata de dar una explicación sobre el origen de algunas de las construcciones ubicadas allí,
como “La Pirámide del Adivino”. Al mismo tiempo, contiene una enseñanza acerca de las diferencias y los
prejuicios.

Cuenta la leyenda que, durante el imperio de Uxmal, en la ciudad de Kabah, vivió una anciana hechicera que
cuidaba de un huevo que había encontrado. Tanto lo protegió que, un buen día, nació un niño de él.

El niño era muy pequeño y la mujer lo cuidó como suyo. Pasado un tiempo, el niño no crecía y, al salirle barba, la
hechicera descubrió que era un enano.

La anciana pasaba horas y horas custodiando un caldero. Un día, el enano quiso descubrir qué había allí dentro.
Pronto, halló en su interior un instrumento llamado Tunkul y, al tocarlo, el sonido se escuchó por toda la ciudad.
Incluso en el palacio del rey de Uxmal.

Según una vieja profecía, al sonar el Tunkul, el mandatario de turno tenía que dejar el poder en manos de quien
tocara el instrumento.

El rey mandó a encontrar al responsable. Pronto, sus sirvientes llevaron al niño al palacio.

Una vez allí, el rey no podía creer que aquel pequeño niño fuera el próximo aspirante a gobernar. Por ello, le
ordenó hacer tres pruebas para demostrar su valía con el objetivo de derrotarlo.

El joven consiguió superar con éxito todas las pruebas y fue proclamado rey. Desde su posición, mandó a
construir el conocido templo de “la casa del gobernador” y un hogar para su madre llamado “la casa de la
anciana madre” y “el templo del adivino”. Estas construcciones se pueden apreciar en el complejo de Uxmal.

19. Leyenda de los volcanes

El Iztaccíhuatl y Popocatépetl son dos de los volcanes más altos de México. Estas imponentes montañas han sido
protagonistas de mitos como este, que se transmitió de generación en generación para dar una explicación a su
origen y a su forma.

Según esta historia, el amor fue la semilla de la que brotaron lo hoy se conoce como los volcanes de Izta y Popo.

Narra la leyenda que una princesa llamada Iztaccíhuatl se enamoró del valeroso guerrero Popocatépetl.

Un día el joven muchacho tuvo que partir a la guerra, pero antes le pidió matrimonio a su amada.

Iztaccíhuatl esperaba ansiosa el regreso de Popocatépetl, pero, un enemigo del joven la engañó diciendo que su
amado había muerto en la batalla. A los pocos días, Iztaccíhuatl murió de la pena.

Después de un tiempo, Popocatépetl volvió de la guerra y se enteró de la tragedia. Entonces, el muchacho


decidió levantar una enorme montaña para honrar a su amada. En la cima, depositó el cuerpo de la joven y le
dio su último beso.
Dicen que, desde entonces, estos enamorados permanecen allí. La nieve cubrió sus cuerpos dando lugar a los
volcanes de Popocatépetl e Iztaccíhuatl.

20. La leyenda del pavo real

De la cultura maya aún se conservan narraciones como esta, donde los protagonistas son los animales, y que
contiene una explicación sobre la belleza de los pavos reales.

Además, esta historia permite reflexionar acerca de las consecuencias de la vanidad y de no cumplir las
promesas.

Cuenta la leyenda que, tiempo atrás, las aves eran muy distintas a las que conocemos ahora.

A cada rato, las aves discutían porque cada una de ellas se creía más importante que las demás.

Itzmná, el dios maya de la sabiduría, decidió convocar a las aves para decidir quién sería la próxima en gobernar.
En el encuentro, las aves comenzaron a exaltar cada uno de sus atributos, en relación con su canto y su plumaje.

Xkokolch, en ruiseñor, presumió de su dulce canto. Mientras, Cutz, el pavo montés, alardeó de su carácter y
rigidez. Por su parte, Chac-Dzibdzid, el cardenal, destacó su bello plumaje.

El pavo real, que también estaba presente, no hablaba, sino que escuchaba con envidia y recelo al resto de aves.

En aquel tiempo, el pavo real no era atractivo, solo tenía plumas feas y un cuerpo grande. Por eso, decidió ir a
visitar a su amigo, un pequeño pájaro que no había estado presente en el encuentro. El pavo real le pidió sus
bellas plumas para verse más elegante y ganarle al resto de aves. A cambio, le prometió compartir el poder con
él.

El pequeño pájaro accedió y le prestó sus plumas. Pronto, empezó a emerger un hermoso plumaje en el cuerpo
del pavo real.

Días más tarde, tuvo lugar el gran concurso en el que se elegiría quién ocuparía el puesto. El pavo real
sorprendió a todos con su apariencia y fue nombrado gobernador. Sin embargo, no cumplió con la promesa que
le había hecho al pequeño pájaro, quien se había quedado desnudo.

Cuando el dios Itzmná se enteró de lo sucedido, decidió castigar al pavo real: le permitió quedarse con el bello
plumaje, pero le dio un canto desagradable que causa risa a todos. Por eso, ahora, el pavo hace así:
— ¡gluglú!

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