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Expediente México, Distrito Federal, a siete de diciembre de mil novecientos noventa y ocho.- Visto el escrito pre-
RA-28-98 sentado ante la Oficialía de Partes de esta Comisión Federal de Competencia el día primero de octubre
del año en curso, por medio del cual el C. Luis Arturo Coronado, en su carácter de apoderado legal de la
empresa Farmacia Guadalajara, S.A. de C.V., interpuso recurso de reconsideración en contra de la reso-
lución de fecha veinte de agosto del presente año, dictada en el expediente IO-22-97.- Con fundamento
en los artículos 1º, 2º, 3º, 23, 24, fracciones III y IX, 25 y 39 de la Ley Federal de Competencia Econó-
mica, 52 del Reglamento de la Ley Federal de Competencia Económica, así como 8, fracciones I y III, 13
y 14 fracción VIII del Reglamento Interior de la Comisión Federal de Competencia, el Pleno resuelve
conforme a los siguientes:
RESULTANDOS
Primero. Con fecha veintitrés de abril del año próximo pasado, esta Comisión Federal de Competencia
(CFC) emitió un acuerdo por virtud del cual dio inicio a la investigación de oficio número IO-22-97, a fin
de acreditar la presunta negativa por parte de Farmacia Guadalajara, S.A. de C.V. (Farmacia Guadalajara),
de permitir el acceso a una de sus sucursales al personal de la empresa Integra Mercadotecnia, S.A. de
C.V. (Integra), conducta que podría constituir una práctica monopólica violatoria de la Ley Federal de
Competencia Económica (LFCE).
Segundo. En sesión celebrada el veinte de agosto del año en curso, el Pleno de esta CFC emitió la
resolución concerniente a la investigación de oficio mencionada en el punto inmediato anterior, misma
que fue notificada a la recurrente el día cuatro de septiembre siguiente, cuyos puntos resolutivos al efecto
se transcriben:
Dentro del término de treinta días hábiles, contados a partir de la fecha en que surta efectos
la notificación de la presente resolución, el interesado deberá exhibir ante esta Comisión
Federal de Competencia el correspondiente recibo de pago de la multa impuesta, misma que
deberá ser enterada en la Tesorería de la Federación.
CONSIDERANDOS
Primero. Esta CFC cuenta con facultades para conocer y resolver los recursos de reconsideración que se
interpongan en contra de las resoluciones emitidas por esta autoridad, en términos de lo dispuesto por los
artículos 39 de la LFCE, 52 de su Reglamento y 14, fracción VIII, del Reglamento Interior de la CFC.
Segundo. Por lo que toca al primer y tercer agravio hecho valer por el recurrente, los mismos se analizan
conjuntamente por su íntima relación. En su primer agravio la hoy recurrente manifiesta que se inició la
investigación de oficio número IO-22-97 a consecuencia de una consulta presentada por Integra el día
once de noviembre de mil novecientos noventa y seis, acompañada de una certificación de hechos como
elemento probatorio, sosteniendo que ésta es la base de la resolución impugnada. Asimismo, afirma que
dicha certificación no puede ser considerada como un elemento probatorio pleno ya que contiene irregu-
laridades. Por otro lado, en su tercer agravio, la recurrente alega que al no haberse demostrado plenamen-
te los elementos referidos en los artículos 10 fracción V, 11, 12 y 13 de la LFCE, su representada no
incurrió en una práctica monopólica relativa.
Al respecto, cabe manifestar que los agravios en comento no contienen elementos que desvirtúen las
conclusiones vertidas al respecto en la resolución correspondiente. Cabe mencionar que en términos del
artículo 39 de la LFCE, el recurso de reconsideración debe contener la expresión de agravios que a juicio
del recurrente genera en su perjuicio la resolución impugnada.
Lo anterior es uno de los requisitos esenciales para la procedencia del recurso de reconsideración, toda
vez que su ausencia impide a la autoridad analizar los motivos por los cuales el recurrente estima que la
resolución que se combate adolece de vicios de legalidad por una carente o indebida aplicación de la
norma jurídica al caso concreto.
La expresión de agravios consiste en las consideraciones jurídicas del promovente tendientes a eviden-
ciar que un determinado acto de autoridad le para un perjuicio o menoscabo en sus derechos, por la
ilegalidad con que éste es emitido. Con la ausencia de expresión de agravios, debe decirse que faltan
elementos para reconsiderar la resolución emitida por el Pleno de esta CFC, por ausencia de impugna-
ción jurídica, respecto de los razonamientos vertidos por esta autoridad en dicha resolución.
En el caso concreto, los puntos que manifiesta el recurrente como agravios no contienen razonamientos
tendientes a formar una convicción en el sentido que la actuación de esta autoridad hubiere adolecido de
vicios de legalidad, que hicieran procedente su reconsideración, sino que es una reiteración de los argu-
mentos aducidos en sus escritos presentados en el expediente administrativo IO-22-97.
Por otro lado sobra decir que de ser cierto el argumento de la recurrente, en el sentido de que la persona
que negó la información a Integra no tenía la representación legal de la empresa y que por consiguiente,
los efectos de ese acto no pueden atribuirse a su representada, se llegaría al absurdo de pensar que para
que los actos llevados a cabo por los empleados (incluso los empleados de intendencia) vinculen a las
empresas en las que laboran, todos y cada uno de ellos deberían acreditar que son sus representantes
legales. Así, por ejemplo, las cajeras de los supermercados necesitarían contar con la representación
legal de la empresa para la cual laboran para poder recibir dinero a su nombre y entregar mercancías.
Además, por lo que hace al argumento de la recurrente en el sentido de que la certificación de hechos se
realizó en un establecimiento de Farmacia Guadalajara que no es su domicilio legal, y que la certifica-
ción se realizó con personas físicas sin ser representantes legales de las sociedades Integra y Farmacia
Guadalajara y, por tanto, le causa agravio a su representada al desconocer diversas disposiciones relacio-
nadas con la persona moral, debe establecerse que lo anterior resulta irrelevante, en virtud de que el
hecho de dar fe en un lugar físico en donde realiza operaciones comerciales Farmacia Guadalajara, tal
como lo acepta la recurrente en fojas 16 y 17 en su recurso, constituyó un indicio que motivó el inicio de
la investigación de oficio, y la existencia de la práctica se acreditó durante el procedimiento con los
elementos de prueba como son, entre otros, los escritos, actas de comparecencia, contestación al empla-
zamiento y alegatos, que obran en el expediente IO-22-97.
Por último, la recurrente argumenta que el mercado relevante que se le atribuye a Farmacia Guadalajara
debe considerarse únicamente en razón de shampoos, desodorantes, productos dermatológicos y abarro-
tes, toda vez que en la certificación de hechos sólo se indicaron dichos productos. Además, señala que de
los diversos elementos de prueba que integran el expediente IO-22-97, no se desprende que la empresa
que representa tenga poder sustancial en la comercialización de los productos antes mencionados, toda
vez que ese tipo de productos no es exclusivo de un giro de farmacia o superfarmacia, sino que lo es
también de las grandes cadenas comerciales.
El argumento de la ocursante resulta a todas luces infundado y gratuito, debido a que el mercado relevan-
te se determinó en la investigación de oficio seguida por esta CFC y quedó definido en el oficio de
presunta responsabilidad, en el cual se vertieron todas aquellas consideraciones que tomó en cuenta esta
autoridad al definirlo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 12 de la LFCE. En este sentido, se
definió el mercado relevante como el de la comercialización de la información de mercado necesaria
para determinar las preferencias y hábitos de consumo de quienes adquieren productos en las
superfarmacias de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. A este respecto, se tienen por reproducidas las
consideraciones vertidas en la foja 13 de la resolución impugnada. En este orden de ideas, la recurrente
confunde el concepto de mercado relevante en su argumento, debido a que la citada determinación se
realizó con base en todos y cada uno de los elementos obtenidos durante la primera etapa de la investiga-
ción y no así conforme al contenido de la aludida fe de hechos. A ese respecto, se reitera que ésta
únicamente sirvió como indicio para iniciar una investigación de oficio dentro de las facultades que la
LFCE le confiere a esta autoridad, con el objeto de verificar que se cumpla con las disposiciones de la
propia ley.
Al respecto, se tiene por reproducidas las manifestaciones vertidas en el punto inmediato anterior por lo
que hace a los representante legales.
Por lo que hace a los demás argumentos, es importante mencionar que Integra cumplió con los requisitos
exigidos por Farmacia Guadalajara en cuanto a la solicitud de información, toda vez que el C. Juan
Manuel Arrubarrena, en su carácter de representante legal de Integra, expresamente solicitó apoyo para
que el personal de su representada pudiera visitar mensualmente las farmacias de aquélla con el objeto de
obtener información acerca de sus productos y, sin embargo, no obtuvo respuesta, hecho que fue acepta-
do por Farmacia Guadalajara. A ese respecto se tienen por reproducidas las consideraciones vertidas en
las fojas 5, 6, 7, 8, 9, 15 y 16 de la resolución recurrida.
Cuarto. La recurrente argumenta en el cuarto agravio que esta CFC, al imponer la sanción a Farmacia
Guadalajara, lo hizo sin atender a lo dispuesto por el artículo 36 de la LFCE. Lo anterior lo sustenta con
las siguientes argumentaciones:
1º Gravedad: afirmar que la conducta imputada a Farmacia Guadalajara revestía el carácter de grave
por consistir aquélla en una omisión, por ser la LFCE una ley reglamentaria de un precepto constitu-
cional y por ser la conducta de carácter intencional, no son suficientes para actualizar la gravedad en
dicha conducta, toda vez que la gravedad en la comisión de una infracción debe consistir en que se
trate de una conducta extraordinaria, esto es, que por sí misma la conducta demuestre que la persona
a quien se le atribuye ha llevado a cabo conductas que salgan del marco legal, es decir, sean trascen-
dentes, y que por ello se afecte el orden jurídico.
En relación con lo anterior, debe decirse que lo alegado por la recurrente no combate la motivación de
la multa, en virtud de que el carácter de trascendencia y de afectación al orden jurídico fueron elemen-
tos que esta CFC tomó en consideración para la calificación de grave a la multa, tal como se puede
observar en las fojas 26 y 27 de la resolución que se impugna, por lo que se tienen por reproducidas las
consideraciones hechas en las mismas. En otras palabras, esta autoridad determinó la gravedad de la
conducta de Farmacia Guadalajara en que la misma infringió un ordenamiento reglamentario del
artículo 28 constitucional, cuya observancia es de orden público e interés social, consistiendo dicha
conducta en una denegación de trato por la cual Farmacia Guadalajara impidió a Integra el acceso a la
información que ésta requiere para cumplir con sus funciones de servicios de auditoría e investiga-
ción, desplazándola indebidamente y, consecuentemente, impidió la libre competencia en el mercado
en comento.
2º Daño causado: la recurrente sostiene que las consideraciones vertidas por esta CFC por lo que hace
al daño causado a Integra son argumentos gratuitos, dado que no existe ningún elemento de prueba
que lo demuestre.
Por lo que se refiere a los citados numerales 2º y 3º, se reitera que la expresión de agravios consiste en
las consideraciones jurídicas del promovente tendientes a evidenciar que un determinado acto de
autoridad le para un perjuicio o menoscabo en sus derechos, por la ilegalidad con que éste es emitido.
En el caso en concreto, las alegaciones de la promovente, en el sentido de que los argumentos vertidos
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por esta autoridad sobre el daño causado a Integra son gratuitos y que del cuerpo de la resolución
impugnada se desprende que no se tomaron en consideración los indicios de intencionalidad, carecen
del razonamiento destinado a demostrar que esta autoridad incurrió en ilegalidad en sus actuaciones,
debido a que dichos aspectos se tomaron en cuenta en la resolución de mérito y la recurrente no vierte
razonamiento alguno destinado a probar que esta autoridad incurrió en una actuación ilegal, lo que
trae como consecuencia que no se pueda reconsiderar la resolución emitida por el Pleno de esta CFC
por ausencia de impugnación jurídica.
4º Participación del infractor en los mercados y el tamaño del mercado afectado: manifiesta la
promovente que los argumentos esgrimidos por esta CFC en relación con la participación del infractor
y tamaño del mercado afectado resultan insuficientes y no son idóneos para acreditar dichos aspectos.
Sostiene lo anterior afirmando que el documento denominado Directorio 92 carece de valor probato-
rio, toda vez que se ofreció como prueba en copia simple sin certificar.
A lo anterior, cabe aclarar que la recurrente incurre en error al intentar combatir los aspectos de
participación del infractor y tamaño del mercado, habida cuenta que, en primer lugar esta CFC, al
valorar dichos aspectos, no se basó únicamente en el documento denominado Directorio 97 de la
Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, como erróneamente lo pretende
alegar la recurrente, sino que tomó en consideración los demás autos que obran en el expediente
administrativo IO-22-97 y, en segundo lugar, de haber sido la intención de la recurrente objetar dicha
prueba, lo debió hacer en el momento legal oportuno, tal como lo dispone el artículo 33, fracciones II
y III, de la LFCE, así como el capítulo respectivo de pruebas del Código Federal de Procedimientos
Civiles de aplicación supletoria en la materia.
5º Duración de la práctica: la promovente alega que las solicitudes de información presentadas por
Integra a Farmacia Guadalajara no fueron dirigidas al representante legal de ésta, por lo que las mis-
mas carecen de efectos jurídicos con relación a Farmacia Guadalajara.
En relación con lo anterior, se tienen por reproducidas las argumentaciones vertidas en la presente
resolución por lo que hace a los representantes legales.
Lo arriba argumentado carece de lógica al pretender alegar que la multa impuesta por esta CFC a su
representada, por el equivalente a la cantidad de 22,500 veces el salario mínimo, es una cantidad muy
por encima del mínimo que es de un salario mínimo. Lo anterior, en virtud de que la multa máxima
que esta autoridad puede imponer a un agente económico por la comisión de una práctica monopólica
relativa es por el equivalente a 225,000 veces el salario mínimo general vigente para el Distrito Fede-
ral, por lo que la multa impuesta a la ocursante equivale al diez porciento del máximo. En este orden
de ideas, es ilógico intentar argumentar que la sanción impuesta a Integra, por el equivalente al diez
por ciento de la multa máxima, esté muy por encima del mínimo.
Por otro lado, los activos de las empresas son indicativos de la capacidad económica, toda vez que los
mismos implican que las sociedades son propietarias de bienes y derechos, lo cual resulta un hecho
independiente de la solvencia de éstas.
En este orden de ideas, tomando en consideración que, por un lado, los activos de las empresas son
indicativos de capacidad económica y, por el otro, esta CFC expresó las razones con base en las cuales
impuso una multa proporcional a la capacidad económica de Farmacia Guadalajara, dentro de los límites
mínimo y máximo de la sanción como lo disponen los artículos 35 y 36 de la LFCE, la misma es legal.
Sustenta lo arriba manifestado la tesis jurisprudencial y jurisprudencia que son del tenor literal siguiente:
Resulta insostenible lo argumentado por la recurrente, en virtud de que los citados preceptos constitucio-
nales no contienen la obligación que aquélla pretende alegar. Aunado a lo anterior, los artículos 279 y
310 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria en la materia, disponen que
las copias certificadas de las actuaciones de las autoridades serán autorizadas por el secretario y se
notificará la resolución respectiva entregando copias autorizadas de la misma, requisitos que cumple
plenamente esta CFC. A este respecto, el artículo 23, fracción XI, del Reglamento Interior de la CFC
faculta al Secretario Ejecutivo de ésta para expedir copias certificadas.
Segundo. Se confirma en cada uno de sus términos la resolución mencionada en el resolutivo inmediato
anterior.
Así lo resolvió el Pleno de la Comisión Federal de Competencia por unanimidad de votos, en sesión
ordinaria de fecha tres de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, con la presencia del Director
General de Concentraciones en ausencia del Secretario Ejecutivo de conformidad con lo dispuesto en el
oficio número PRES-101-(777)-98-076 de fecha veintiséis de noviembre del año en curso, quien da fe
con fundamento en el artículo 29 de la Ley Federal de Competencia Económica, así como 8º, fracción
III, y 23, fracciones I, IV y XVIII, del Reglamento Interior de la Comisión Federal de Competencia.
El Presidente de la Comisión Federal de Competencia, Fernando Sánchez Ugarte.- Rúbrica.- Los Comi-
sionados: Javier B. Aguilar Alvarez de Alba, Pascual García Alba Iduñate, Fernando Heftye Etienne y
Adalberto García Rocha.- Rúbricas. El Director General de Concentraciones, Alvaro Sánchez González.-
Rúbrica.
7 de diciembre de 1998.
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