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Don
Arbolón
Había una vez un colegio que se llamaba 'Los Árboles'. ¿Sabéis por qué? Pues
porque tenía su patio lleno de árboles. Los había chiquitos, también medianos,
grandes... y había uno que era enorme, un viejo árbol que estaba justo en
mitad del patio. Se llamaba Don Arbolón y ocupaba aquel espacio desde
mucho antes de que se construyera el colegio.
Don Arbolón quería mucho a todos los niños que habían pasado por aquel
colegio y los niños le querían mucho a él. Bajo su sombra los pequeños
descansaban, merendaban, jugaban a los cromos... ¡Hasta se contaban sus
secretos más grandes! Y Don Arbolón, impasivo, siempre acariciaba con la
sombra de sus ramas a aquellos niños que tanta compañía le hacían y tanto
confiaban en él.
Los niños, muy contentos, rodearon nuevamente con sus manos a Don
Arbolón y con mucha alegría cantaron:
FIN
Cuento enviado por Lidia (Barcelona, España) para su hijo Alejandro.
¡Seguro que os han encantado el cuento de Arbolón! ¿Verdad? Qué suerte para
los niños de este colegio tener un árbol tan querido en su recreo. Seguro que
estos alumnos tienen una conexión muy especial con todos los seres
vivos de la naturaleza.
Para comprobar que tu hijo o hija ha comprendido y ha prestado atención a la
lectura, a continuación te proponemos algunas preguntas de comprensión
lectora que te pueden ayudar. Trata de adaptarlas a la edad y conocimiento de
tu pequeño para que no le parezcan demasiado fáciles o complicadas.
La tortuga Roqui estaba muy disgustada con el erizo Púa. Cuando los dos
estaban en la cola de los columpios, Roqui pensó que Púa le había pinchado
aposta con una de sus espinas y luego no había respetado su turno y se le
había colado.
En realidad, el pobre erizo había tropezado con una piedra, se había
apoyado en Roqui para no caer y había vuelto a la fila sin fijarse bien en cuál
era su sitio. El erizo Púa tampoco se dio cuenta de que le había hecho daño a
la tortuga.
- ¿Sabéis lo que me ha hecho Púa? ¡Me ha clavado una espina en la pata para
adelantarse en la cola!
Y así lo hizo la tortuga, que estaba muy enfadada. Cada vez que se le acercaba
Púa, se escondía en su caparazón, dejando al erizo desconcertado.
Entonces el burrito Galileo dispuesto a buscar una solución entre sus dos
amigos, los reunió debajo del olivo del patio y le preguntó a Roqui:
- Los distintos cuentos infantiles son una herramienta muy útil para que los
niños aprendan de una manera práctica a identificar las emociones
o diferencia las buenas de las malas actitudes. A través de los personajes
(también de los poemas, de las obras de teatro, de las leyendas, de las
fábulas...) les resulta más sencillo aproximarse a los distintos conceptos de los
que aprender.
¿Sabías que pedir perdón también tiene beneficios para quien lo dice? Según
se explica en el estudio 'Educar en el perdón' de Inés Serrano para la
Universidad CEU San Pablo, disminuye la depresión y la ansiedad, nos hace
sentir una mayor satisfacción y gratitud, promueve las relaciones sociales
positivas. Incluso, aumenta nuestra calidad de vida por ser más felices. De
ahí, la importancia de enseñar a los niños a perdonar.
El sol y la luna
hablan de la Tierra,
la ven muy cansada
y parece enferma.
Su cielo está gris,
no es azul, ni claro,
su mar está sucio
y los peces pálidos.
Promete a los astros
cuidar de la Tierra,
ahorrar, reciclar,
siempre protegerla.
¿Os ha gustado esta poesía y el mensaje que transmitía? Si ya has leído este
poema infantil con tus hijos y quieres asegurarte de que lo hayan
comprendido perfectamente puedes con el las siguientes actividades de
comprensión lectora:
Otra propuesta que podéis hacer con los niños, en este caso con los más
mayores, es buscar verbos y decir en qué tiempo verbal están conjugados. Por
ejemplo: ahorrar en infinitivo.
3. Pinta tu dibujo
Para los más pequeños, una actividad que les va a encantar y que te va a
permitir comprobar si han estado atentos a la historia y si han captado el
mensaje es hacerlo a través de un dibujo.