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Cuento corto sobre el respeto a la naturaleza.

Don
Arbolón

Había una vez un colegio que se llamaba 'Los Árboles'. ¿Sabéis por qué? Pues
porque tenía su patio lleno de árboles. Los había chiquitos, también medianos,
grandes... y había uno que era enorme, un viejo árbol que estaba justo en
mitad del patio. Se llamaba Don Arbolón y ocupaba aquel espacio desde
mucho antes de que se construyera el colegio.

Don Arbolón quería mucho a todos los niños que habían pasado por aquel
colegio y los niños le querían mucho a él. Bajo su sombra los pequeños
descansaban, merendaban, jugaban a los cromos... ¡Hasta se contaban sus
secretos más grandes! Y Don Arbolón, impasivo, siempre acariciaba con la
sombra de sus ramas a aquellos niños que tanta compañía le hacían y tanto
confiaban en él.

Un día Don Arbolón apareció enfermo. Tenía un gran agujero en su tronco y


había perdido todas sus hojas. Los maestros del colegio, preocupados,
llamaron corriendo a unos jardineros, quienes con muy poco amor a la
naturaleza y solo con ganas de ganar dinero, llegaron al colegio. ¡Ni tan
siquiera se preocuparon por Don Arbolón! Al verlo tan viejecito propusieron
arrancarlo y plantar en su lugar muchos árboles jóvenes.

Los niños cuando oyeron aquello, sin premeditarlo, se levantaron de golpe y,


cogiéndose de sus manitas, rodearon a Don Arbolón al tiempo que cantaban:

- Don Arbolón no se va del colegio... Don Arbolón se queda aquí... porque


todos los niños... queremos mucho a Don Arbolón.

Los maestros inmediatamente echaron a aquellos jardineros y llamaron a un


viejo jardinero bondadoso que vino muy deprisa con una gran maleta. Cuando
vio a Don Arbolón, le tomó la temperatura, la presión, le miró la garganta... Y al
ratito dijo:
- Necesito tierra para prepararle su medicación.

Los niños corriendo fueron a por tierra y en un gran cubo se la trajeron. El


viejo jardinero mezcló con la tierra jarabe en gotitas y unos polvos que
extendió por todo el suelo que rodeaba a Don Arbolón, dándole unas
cariñosas palmaditas en su tronco al marchar.

Todos se fueron a casa preocupados por Don Arbolón y cuando llegaron al día


siguiente ¡sorpresa!, Don Arbolón ya no tenía aquel enorme agujero en su
tronco y todas las hojas habían vuelto a brotar en sus ramas.

Los niños, muy contentos, rodearon nuevamente con sus manos a Don
Arbolón y con mucha alegría cantaron:

- Don Arbolón ya no está malito... Don Arbolón se ha curado ya... Todos los


niños, queremos mucho a Don Arbolón...

Don Arbolón sonrió a su manera, haciendo un simpático movimiento con


todas sus ramas. El sol que iluminaba el patio del colegio brilló con mucha más
intensidad, participando de aquella alegría que inundó aquella mañana el
colegio 'Los Árboles'.

FIN
Cuento enviado por Lidia (Barcelona, España) para su hijo Alejandro.

Y si tú o algún familiar o amigo escribe cuentos infantiles, no dejéis de


enviárnoslo a: ¡CUÉNTANOS UN CUENTO!

Preguntas para la comprensión de texto de los niños

¡Seguro que os han encantado el cuento de Arbolón! ¿Verdad? Qué suerte para
los niños de este colegio tener un árbol tan querido en su recreo. Seguro que
estos alumnos tienen una conexión muy especial con todos los seres
vivos de la naturaleza.
Para comprobar que tu hijo o hija ha comprendido y ha prestado atención a la
lectura, a continuación te proponemos algunas preguntas de comprensión
lectora que te pueden ayudar. Trata de adaptarlas a la edad y conocimiento de
tu pequeño para que no le parezcan demasiado fáciles o complicadas.

1. ¿Por qué el colegio se llamaba Los Árboles?

2. ¿Quién era Don Arbolón?

3. ¿Qué le ocurrió a Arbolón que entristeció a todos los niños?

4. ¿Qué hicieron los profesores?

5. ¿Consiguió el jardinero bondadoso ayudar a Don Arbolón?

6. ¿Qué has aprendido de este cuento?

7. ¿Por qué debemos respetar y cuidar de la naturaleza?

Enseñar a los niños a respetar y cuidar la naturaleza


Fábula moderna para niños sobre la empatía y los
enfados

La tortuga Roqui estaba muy disgustada con el erizo Púa. Cuando los dos
estaban en la cola de los columpios, Roqui pensó que Púa le había pinchado
aposta con una de sus espinas y luego no había respetado su turno y se le
había colado.
En realidad, el pobre erizo había tropezado con una piedra, se había
apoyado en Roqui para no caer y había vuelto a la fila sin fijarse bien en cuál
era su sitio. El erizo Púa tampoco se dio cuenta de que le había hecho daño a
la tortuga.

Roqui estaba enfadadísima, pero en vez de hablarlo directamente con Púa, se


lo contó a la ardilla Cascabel, al ratón Boliche y al burro Galileo.

- ¿Sabéis lo que me ha hecho Púa? ¡Me ha clavado una espina en la pata para
adelantarse en la cola!

- ¡Qué malo y qué abusón! - dijeron Cascabel y Boliche.

Galileo, más prudente, añadió:

- A lo mejor lo ha hecho sin querer.

- ¡Claro que no! - gruñó Roqui - ¡Hoy no pienso hablarle!

Y así lo hizo la tortuga, que estaba muy enfadada. Cada vez que se le acercaba
Púa, se escondía en su caparazón, dejando al erizo desconcertado.

- ¿Qué le pasa a Roqui conmigo?

- Tú sabrás... - le contestó Cascabel.

Entonces el burrito Galileo dispuesto a buscar una solución entre sus dos
amigos, los reunió debajo del olivo del patio y le preguntó a Roqui:

- ¿Por qué te has peleado con Púa?

- Porque me ha pinchado para adelantar un puesto en los columpios.

- ¿Ha sido así? - preguntó Galileo al erizo.


- ¡Nooo, no lo he hecho aposta! Es que he dado un traspiés. Ahora me doy
cuenta de que he pasado a los columpios antes que tú, pero fue sin querer. Si
además te he hecho daño, lo siento el doble.

A Roqui se le pasó el enfado al ver lo que en realidad había pasado y volvió a


ser amiga de Púa. Después, le aclaró el malentendido a Cascabel y a Boliche.

Moraleja: Antes de enfadarte, escucha a la otra parte.

Ejercicios de comprensión lectora basados en este


cuento infantil

Descubre si tu hijo ha entendido la fábula de El enfado de Roqui con estas


sencillas preguntas de comprensión lectora. Una buena comprensión lectora
es primordial para ayudar a tu hijo a aficionarse a la lectura.

1. Preguntas de comprensión lectora sobre el cuento de Roqui

- ¿Por qué se enfadó la tortuga Roqui?

- ¿A quién se lo contó Roqui?

- ¿Quién les ayudó a arreglar el problema?

- ¿Qué había pasado? ¿Por qué Púa había pinchado a Roqui?

- ¿Cómo se solucionó el problema?

2. Describe con tres adjetivos a los personajes


Pídele a tu hijo o hija que utilice algunos adjetivos que conozca para describir a
los protagonistas del cuento según lo que habéis leído sobre ellos. Este es un
ejercicio que sirve para evaluar la comprensión lectora del niño o niña, pero
también su imaginación y su vocabulario.
3. Imagina un final alternativo
¿Qué habría pasado si Galileo no hubiera intentado resolver el conflicto? ¿Y si
Roqui no hubiera perdonado a Púa y siguiera enfadada? Propón a tu hijo o tu
hija que invente un final alternativo a esta historia. Con esta actividad
conseguiremos estimular la creatividad y la expresión oral o escrita.

4. Y tú, ¿qué habrías hecho?


Esta fábula moderna habla a los niños sobre la empatía. Por eso, te
proponemos un ejercicio para que tu hijo se ponga en la piel de los
personajes. Pregúntale qué habría hecho él/ella si fuera Roqui, si fuera Púa o si
fuera Cascabel o Galileo.

Cómo fomentar la empatía de los niños y enseñarles


a pedir perdón

A través de la fábula de la tortuga Roqui podemos trabajar distintos tipos de


aprendizajes con los niños. Podemos enseñarles a ponerse en la piel de otros,
para comprender su punto de vista desde la empatía; como la tortuga Roqui,
que aprendió que antes de enfadarse tenía que escuchar a Púa. Pero, igual
que Púa, también podemos enseñarles que hay que aceptar nuestros errores,
aprender de ellos y pedir perdón, si hemos causado algún daño.

Para todo ello, a continuación te enseñamos una serie de consejos:

- La mejor forma de educar a los niños en valores es utilizar nuestro ejemplo.


Esto significa que los padres debemos ser empáticos y pedir perdón (también
a los hijos) para que los niños aprendan a reconocer las situaciones en las que
deben hacerlo.

- Para tener empatía, debemos enseñar a los niños a reconocer las


emociones propias y ajenas. De ahí, la importancia de proporcionarle
una educación emocional completa desde que son pequeños.

- Debemos explicar a los niños que, aunque no nos guste equivocarnos,


podemos aprender mucho de nuestros errores. Para que lo vean de una
manera más sencilla, podemos explicarles una experiencia propia. Por
ejemplo: 'El otro día, iba despistada andando por casa y rompí un jarrón. ¡Ya sé
que tengo que prestar más atención cuando esté por casa!'.

- Los distintos cuentos infantiles son una herramienta muy útil para que los
niños aprendan de una manera práctica a identificar las emociones
o diferencia las buenas de las malas actitudes. A través de los personajes
(también de los poemas, de las obras de teatro, de las leyendas, de las
fábulas...) les resulta más sencillo aproximarse a los distintos conceptos de los
que aprender.

- Cuando hacemos algo mal o herimos a alguien, debemos pedir perdón y


tratar de reparar nuestro daño. Por eso, es necesario enseñar a los niños a
decir lo siento o pedir perdón. Sin embargo, no tiene sentido obligar a los
niños a pedir disculpas, ya que si no lo hacen de corazón, no aprenderán a
hacerlo.

¿Sabías que pedir perdón también tiene beneficios para quien lo dice? Según
se explica en el estudio 'Educar en el perdón' de Inés Serrano para la
Universidad CEU San Pablo, disminuye la depresión y la ansiedad, nos hace
sentir una mayor satisfacción y gratitud, promueve las relaciones sociales
positivas. Incluso, aumenta nuestra calidad de vida por ser más felices. De
ahí, la importancia de enseñar a los niños a perdonar.

Poema para niños sobre el respeto a la naturaleza -


La Tierra está enferma

El sol y la luna
hablan de la Tierra,
la ven muy cansada
y parece enferma.
Su cielo está gris,
no es azul, ni claro,
su mar está sucio
y los peces pálidos.

Los ríos sin agua,


los campos muy secos
y se talan árboles
en pos del progreso.

Los osos no hibernan,


las aves no emigran,
bla, bla, bla, siguen
mientras que la miran.

Muy callado un niño


los escucha hablar,
no sabía nada,
¡él quiere ayudar!

Promete a los astros
cuidar de la Tierra,
ahorrar, reciclar,
siempre protegerla.

Actividades de comprensión lectora para niños sobre


el poema

¿Os ha gustado esta poesía y el mensaje que transmitía? Si ya has leído este
poema infantil con tus hijos y quieres asegurarte de que lo hayan
comprendido perfectamente puedes con el las siguientes actividades de
comprensión lectora:

1. El juego de las preguntas


- ¿Sobre quién trata el poema?
- ¿Qué le ocurre a la tierra?
- ¿Por qué crees que le ocurre eso?
- ¿Qué puedes hacer tu para cuidarla?

2. En busca del verbo perdido

Otra propuesta que podéis hacer con los niños, en este caso con los más
mayores, es buscar verbos y decir en qué tiempo verbal están conjugados. Por
ejemplo: ahorrar en infinitivo.

3. Pinta tu dibujo

Para los más pequeños, una actividad que les va a encantar y que te va a
permitir comprobar si han estado atentos a la historia y si han captado el
mensaje es hacerlo a través de un dibujo.

Cuentos para niños sobre la importancia de cuidar la

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