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JURISPRUDENCIA RELACIONADA (ART.

470 Nº 1)

1. La esencia de la apropiación indebida se explica a partir de la conjunción de dos elementos que, según
el tenor literal del artículo 470, Nº 1º, del Código Penal, deben integrarlo: por un lado, la existencia previa de
un título que hubiera motivado la recepción de la cosa por parte del sujeto activo y que le hubiere impuesto,
simultáneamente, la obligación de devolverla o aplicarla (entrega, según el texto legal) a un determinado fin; y,
en segundo lugar, la verificación, por parte de este mismo sujeto de un comportamiento de contenido
apropiatorio sobre dicho objeto recibido.

Corte Suprema, 17/11/2010, Rol: 1752-2009, Cita online: CL/JUR/11996/2010

2. La existencia del ilícito penal de que se trata, gira en torno a cuatro requisitos esenciales, a saber:

a) recepción por parte del sujeto activo, en virtud de un título precario, de dineros, efectos o cualquiera otra
cosa mueble, respecto de los cuales el sujeto pasivo ha efectuado voluntariamente un acto de disposición
patrimonial.

b) obligación del receptor de entregar o devolver los efectos recibidos en carácter de tenedor fiduciario.

c) realización por parte del agente de actos representativos de apropiación o distracción que el título no
autoriza, infringiendo de este modo las obligaciones de devolver lo recibido o destinarlo a los fines específicos
convenidos.

d) perjuicio patrimonial del sujeto pasivo.

Corte Suprema, 25/06/2009, Rol: 3797-2008, Cita online: CL/JUR/10369/2009

3. El tipo penal, así como en la apropiación indebida de dinero y demás cosas fungibles del artículo 471
Nº 1 del Código Penal, el ánimo de apropiación típico se encuentra situado a nivel de la conducta exterior del
agente, en donde se manifiesta la intención de no proceder a la devolución o integro de los dineros distraídos,
esto es, un acto de disposición o de voluntad que exterioriza el animus rem sibi habendi, vale decir, cuando el
agente inequívocamente encamina su accionar a no devolver o enterar similar cantidad de dinero a la que se
le entregó o retuvo por mandato legal.

Corte Suprema, 31/07/2008, Rol: 4613-2007, Cita online: CL/JUR/7988/2008

4. Según lo previsto en los artículos 470 Nº 1 en relación con el artículo 467 inciso final del Código Penal, y
de la construcción general establecida por el legislador, el delito de apropiación indebida, calificación jurídica
propuesta por el ente persecutor para el conjunto de hechos reprochados según el auto de apertura, requiere
para su configuración que el sujeto activo —en este caso la acusada— en perjuicio de otro se apropiare o
distrajere dinero, efectos o cualquiera otra cosa mueble que hubiere recibido en depósito, comisión o
administración, o por otro título que produzca obligación de entregarla o devolverla. Como explica el profesor
Mario Garrido Montt, en la apropiación indebida el objeto material de la acción (dinero, efectos o cosa mueble)
se encuentra ya en manos del agente, en virtud de un negocio jurídico válido y preexistente; el abuso de su
parte radica en que con posterioridad se apropia unilateralmente de ese bien e infringe la obligación de
restituirlo, causando así un perjuicio al sujeto pasivo... el delito se caracteriza entonces porque el agente, con
voluntad unilateral, altera la tenencia legítima que inicialmente tenía sobre la cosa, transformándola en una
propiedad ilegítima al incorporarla dolosamente a su patrimonio, con clara violación de la confianza que
normalmente respalda esa clase de negocios o acuerdos (Derecho Penal, Tomo IV, parte especial, Editorial
Jurídica de Chile, tercera edición, pág. 363).

Corte Suprema, 08/04/2008, Rol: 1393-2008, Cita online: CL/JUR/5822/2008

Fallos en el mismo sentido:

— Corte Suprema, 26/06/2008, Rol: 6467-2007, Cita online: CL/JUR/6781/2008


— Corte Suprema, 18/08/2004, Rol: 3281-2004, Cita online: CL/JUR/4955/2004

5. En efecto, se trata de una relación contractual, ajena al orden punitivo, de carácter civil, no susceptible
de configurar el delito de apropiación ilícita, en primer lugar, porque no se ha determinado el objeto material
del supuesto ilícito penal y, en segundo lugar, porque no ha existido perjuicio para el querellante, toda vez que
la obligación de entregar o devolver que pesa sobre el querellado puede recaer sobre otras tantas de la
misma especie y calidad, y no ha habido requerimiento previo para la determinación de las especies
efectivamente empleadas en la obra encomendada y la consecuente devolución de las supuestamente
sustraídas, de manera tal que no ha nacido la obligación de devolver especie alguna por parte del querellado.

Corte Suprema, 08/04/2008, Rol: 6869-2007, Cita online: CL/JUR/7335/2008

6. En relación a las etapas del delito de apropiación indebida, éste supone la existencia de dos fases
distintas. En la primera fase el hechor actúa en forma correcta recibiendo bienes o efectos en depósito,
comisión o administración y/o en virtud de cualquier otro título, que produzca la obligación de devolverlos o
entregarlos. En la segunda fase, con la concurrencia de dolo específico, se desarrolla la actividad delictiva
propiamente dicha, con la evidente finalidad de apropiarse de la especie, con el abuso de confianza y de la
lealtad.

Corte Suprema, 24/01/2007, Rol: 4856-2005, Cita online: CL/JUR/3892/2007

7. No cabe duda que en nuestro derecho penal positivo la apropiación indebida constituye un atentado en
contra de la propiedad, por lo demás nuestro Código Penal lo ubica, precisamente entre los delitos que la
afectan, y consiste en que una persona se queda para sí cosas ajenas sin cumplir algún deber jurídico que le
impone la obligación de entregarlas o devolverlas, es por ello que la mayoría de los autores consideran que el
bien jurídico protegido es el derecho real de dominio y debe importar una merma real del patrimonio del sujeto
pasivo. De esta suerte, sujeto activo de este delito resulta ser aquella persona no dueña de una cosa que no
cumple su obligación de entregarla o, devolverla ejerciendo sobre ella derechos que importan verdaderos
actos de dominio (forma de apropiación) o bien dándole un uso o destino perjudicial diferente al que se le ha
asignado (forma de distracción), será sujeto pasivo del mismo, entonces, quien resulta ser titular "del derecho,
que autoriza a exigir del obligado el cumplimiento de la obligación de restituir a su debido tiempo o de hacer
un uso determinado de la cosa ajena" (según definición de Ernesto Ure recordada por don Sergio Politoff
en El Delito de Apropiación Indebida,  Nascimento, 1957, pág. 64).

Que, en definitiva, es parecer de estos sentenciadores que el derecho de retención que la ley concede al
arrendador para garantizar el pago de la renta por parte de su arrendatario, debidamente declarado mediante
sentencia judicial ejecutoriada, y que comprende bienes muebles de propiedad de este último, sólo confiere
acciones civiles para los efectos de su persecución y realización, con la preferencia legal de segunda clase.
No constituye, por su propia naturaleza jurídica, título que produzca obligación para el arrendatario de
entregar o devolver las especies retenidas, como tampoco recepción de ellas en calidad de depósito, comisión
o administración, como lo exige el tipo penal del Nº 1º del artículo 470 del Código Penal, de suerte que no
concurren los elementos que tipifican el delito de apropiación indebida, como lo han estimado acertadamente,
y conforme a derecho, los jueces del fondo. Del mismo modo, los alcances y aplicación que hicieron de la
norma del artículo 1942 del inciso 2º del Código Civil han sido los apropiados en derecho.

Corte Suprema, 07/06/2006, Rol: 3763-2003, Cita online: CL/JUR/6311/2006

8. Lo característico del delito de apropiación indebida consiste en que al ejecutarlo el autor tiene ya la cosa
consigo, porque ésta le ha sido entregada por el propietario o tenedor legítimo y, por consiguiente, no necesita
"sustraerla", como en el caso del hurto, ni tampoco "hacérsela dar sirviéndose de un engaño", como ocurre en
la estafa. El delito se perfecciona cuando el sujeto, que ya la tenía en su poder pero con obligación de
entregarla o devolverla, se niega a cumplir con ese deber, sea porque no quiere hacerlo, sea porque se ha
puesto en la imposibilidad de realizarlo.

Corte Suprema, 07/10/2004, Rol: 4425-2002, Cita online: CL/JUR/2453/2004

9. Los títulos traslaticios de dominio no permiten la configuración del delito de apropiación indebida.
Corte Suprema, 13/07/1987, Rol: 2896, Cita online: CL/JUR/302/1987

10. El solo hecho de ser las especies muebles cuya apropiación se imputa al querellado documentos de
índole tributaria, no transforma necesariamente a esta conducta en alguno de los delitos a que alude el juez a
quo  en la resolución impugnada, y que se encuentran tipificados en el Código Tributario.

Corte de Apelaciones de San  Miguel, 14/08/2012, Rol: 1019-2012,

Cita online: CL/JUR/ 4578/2012

11. Se agota con la concurrencia copulativa de los comprendidos en el artículo 470 Nº 1 del Código Penal,
esto es, la recepción de dinero, efectos o cualquiera otra cosa mueble, a título de depósito, comisión o
administración, o a otro título que produzca la obligación de devolverlos, es decir, a título de mera tenencia, no
obstante ello, se apropian de las mismas o incurren en distracción. En otras palabras, se comportan a su
respecto como señor y dueño de tales cosas, perjudicando, así, a otro u otros, situación que es la que, en
concepto de esta Corte, se ha producido en autos.

Corte de Apelaciones de Talca, 31/07/2012, Rol: 277-2012,

Cita online: CL/JUR/2657/2012

12. El agente tenía sobre los dineros recibidos la obligación de entregarlos a su dueño y, al no hacerlo,
incumple su deber y se aparta de los términos de la relación jurídica que legitimaba su tenencia, sabiendo que
tales dineros no le pertenecían y que debía entregarlos en forma inmediata a su propietario, quien además se
los requirió expresamente. En consecuencia, contrario a lo sostenido en el recurso, los hechos asentados
configuran los presupuestos típicos de la mencionada figura criminal (delito de apropiación indebida)
(considerando 6º).

Corte de Apelaciones de Santiago, 13/12/2011, Rol: 2069-2011,

Cita online: CL/JUR/8933/2011

13. Cuando la cosa a que se refiere el artículo 470 Nº 1 del Código Penal es fungible, como es el dinero, la
apropiación indebida no puede verificarse sino frente a la negativa de restituir un valor equivalente. En este
caso, hubo una disposición de dinero por parte de la acusada y si bien no hubo una negativa a restituir, a
través del proceso puede apreciarse que eludió tal obligación.

Corte Apelaciones de San Miguel, 30/04/2009, Rol: 110-2009,

Cita online: CL/JUR/8303/2009

14. No es indispensable para que se configure el referido delito que el dinero necesariamente deba haber
sido entregado directamente por el ofendido, puesto que éste puede haberlo recibido de terceros, en virtud de
un mandato, contrato que lo obliga a entregar lo recibido al mandante. De otro lado, además, cabe tener
presente que el mandato para el cobro es un título apto para originar eventualmente el delito de apropiación
indebida, sin que obste a ello que previamente no se haya rendido cuenta civil del mandato, ya que tal
requisito de rendición de cuenta no es indispensable para perseguir la responsabilidad criminal del mandatario
que se ha apropiado de los dineros percibidos a cuenta del mandante, alterando de esta manera la naturaleza
inicialmente civil de la relación, cayendo en el campo de la ley penal.

Corte Apelaciones de Santiago, 7/10/2008, Rol: 182-2007,

Cita online: CL/JUR/6115/2008

15. El delito de apropiación indebida, tipificado en el artículo 470 Nº 1 del Código Penal, supone que el
agente tenga en su poder el objeto material y que este objeto sea ajeno, pero además se requiere que exista
"apropiación", concepto este último que supone la integración de un elemento material u objetivo (la acción de
disponer del objeto material) con uno psíquico o subjetivo (el ánimo de hacerlo como si fuese propio). Sin
embargo y tal como señala Sergio Politoff Lifschitz en su obra El Delito de Apropiación Indebida, nueva
edición, actualizada y prologada por Manuel de Rivacoba y Rivacoba, ese animus  requiere de una
exteriorización material, el cual se pone de manifiesto al momento de hacerse exigible la obligación de
restituir, sin que el deudor cumpla con ello. En palabras de Politoff, la inactividad del deudor pasa a tener una
significación "material", en todo equivalente al hacer positivo, como lo sería la constituida por actos de
disposición material y jurídica, presentándose una forma de apropiación de carácter "omisivo".

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 29/04/2008, Rol: 1950-2006,

Cita online: CL/JUR/1006/2008

16. La ley requiere que la cosa se haya recibido por un título que produzca la obligación de entregarla o
devolverla, rasgo que diferencia esencialmente la apropiación indebida de otros a tentados contra la
propiedad, como el hurto o la estafa, porque la entrega de la cosa ha tenido lugar por un acto voluntario y
válido. El título no debe ser translaticio de dominio, porque la entrega a virtud de dicho título o no engendra
obligación alguna o sólo genera una obligación de pago o contraprestación, pero no de entrega o devolución.

En la apropiación indebida es imprescindible examinar la naturaleza del título. Los títulos a que se refiere el
artículo 470 Nº 1, que supone la entrega de la cosa, materialmente, pero con reconocimiento de dominio
ajeno, confieren la mera tenencia de la misma, de conformidad con la definición del artículo 714 del Código
Civil. El propietario ha constituido al hechor en mero tenedor de la cosa, no en poseedor.

Corte de Apelaciones de Concepción, 20/11/2007, Rol: 219-2006,

Cita online: CL/JUR/6997/2007

17. Que el artículo 470 Nº 1 inciso primero del Código Penal sanciona a los que en perjuicio de otro "se
apropiaren o distrajeren dinero, efectos o cualquiera otra cosa mueble que hubieren recibido en depósito,
comisión o administración, o por otro título que produzca obligación de entregarla o devolverla". Como se
aprecia del precepto transcrito, el empleo de la locución "recibido" —forma verbal que denota la acción de
tener una cosa—, permite concluir que para configurar el delito de apropiación indebida es indispensable que
el sujeto activo detente los bienes muebles y que el sujeto pasivo se los hubiere entregado voluntariamente,
sea para un destino determinado (mandato) o bien con la posibilidad de devolverlos (comodato), según sea el
título de detentación. Sin entrega previa no puede haber apropiación indebida.

Corte de Apelaciones de Santiago, 17/08/2007, Rol: 14736-2003,

Cita online: CL/JUR/6733/2007

18. Que en el mismo orden de cosas, esta Corte comparte asimismo el criterio de mayoría sustentado por
la Quinta Sala de la Iltma. Corte de Santiago, en fallo pronunciado el catorce/06/dos mil cuatro, en los autos
Rol Nº 15.169-04, confirmado por la Excma. Corte Suprema, en el que se señala que en los casos como el de
la especie "(...) lo impago no es consecuencia del incumplimiento de obligaciones de índole civil —cual es la
previsión del artículo XXV de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre—, sino que de la
omisión de enterar dineros ajenos que nunca ingresaron al patrimonio del empleador y que continúan siendo
de dominio de los trabajadores, hecho que, además —y porque la omisión de enterar no es deuda— tal
apropiación ha dado lugar al tipo penal del artículo 19 inciso final del citado D.L. Nº 3.500".

Corte de Apelaciones de Copiapó, 26/11/2005, Rol: 139-2005,

Cita online: CL/JUR/7006/2005

19. Que a este respecto, cabe asimismo hacer mención a la sentencia dictada por la Excma. Corte
Suprema con fecha tres/02/dos mil cinco, en autos Rol Nº 551-05, en cuanto refiere que "efectivamente, el
Pacto de San José de Costa Rica en su artículo 7º Nº 7 dispone que nadie puede ser detenido por deuda,
pero, indudablemente, dicha Convención Internacional pretende impedir que por acuerdo de voluntades entre
acreedor y deudor, este último pueda ser privado de libertad, cuestión que no se produce tratándose de la
retención y pago de las cotizaciones previsionales de los trabajadores cuyos montos nunca han ingresado al
patrimonio del empleador, sino que simplemente éste ha tenido la calidad de diputado para el pago. Los
dineros han permanecido en su poder en calidad de depositario, por lo tanto, la distracción de los fondos, más
allá de significar una deuda con los dependientes, constituye un ilícito penal, previsto en el artículo 19 inciso
final del Decreto Ley Nº 3.500".

Corte de Apelaciones de Copiapó, 26/11/2005, Rol: 139-2005,

Cita online: CL/JUR/7006/2005

20. Que, cabe señalar, además, que en la especie, no se aprecia una vulneración al Pacto de San José de
Costa Rica, pues estando vigente el mismo, en el año 1993, se dictó la Ley Nº 19.260, que agregó el inciso
final al actual artículo 19 del D.L. Nº 3.500 y artículo 13 de la señalada Ley Nº 17.322, estableciendo un delito
con las penas previstas en el artículo 467 del Código Penal, al que con perjuicio del trabajador, se apropiare o
sustrajere el dinero proveniente de las cotizaciones, en consonancia con el artículo 19 Nº 18 de la
Constitución Política de la República, en orden a que el Estado debe supervigilar el adecuado ejercicio del
derecho a la seguridad social.

Corte de Apelaciones de Copiapó, 26/11/2005, Rol: 139-2005,

Cita online: CL/JUR/7006/2005

21. Quedando de manifiesto en el proceso que los dineros supuestamente apropiados no han sido
recibidos por la Sociedad que representa el querellado, de parte de la querellante, en depósito, comisión o
administración o por otro título que produzca obligación de entregarlos, ello sólo importa un incumplimiento
contractual, debiendo descartarse la comisión de este delito.

Corte Apelaciones de Santiago, 30/01/2004, Rol: 1973-2004,

Cita online: CL/JUR/4387/2004

22. No hay ánimo de apropiación indebida si el chofer de taxi se ausenta tres días a beber en otra localidad
y no cedió el automóvil a ningún título. Este hecho es irresponsable, pero carente de ánimo de apropiación y,
por ende, no constitutivo de delito penal.

Corte de Apelaciones de Rancagua, 4/07/2003, Rol: 214690,

Cita online: CL/JUR/5541/2003

23. El administrador de un local comercial que tiene las llaves de la caja de fondos del mismo, no comete
apropiación indebida cuando retira de esa caja los dineros que allí se contienen, dado que no existe la entrega
fiduciaria propia de ese delito. En consecuencia, su conducta debe ser considerada como un hurto, si bien
agravada por el abuso de confianza del artículo 12 número 7 del Código Penal.

Corte de Apelaciones de Santiago, 19/08/1999, Rol: 34157-1998,

Cita online: CL/JUR/1507/1999


JURISPRUDENCIA RELACIONADA

1. La esencia de la apropiación indebida se explica a partir de la conjunción de dos elementos que, según
el tenor literal del artículo 470, Nº 1º, del Código Penal, deben integrarlo: por un lado, la existencia previa de
un título que hubiera motivado la recepción de la cosa por parte del sujeto activo y que le hubiere impuesto,
simultáneamente, la obligación de devolverla o aplicarla (entrega, según el texto legal) a un determinado fin; y,
en segundo lugar, la verificación, por parte de este mismo sujeto de un comportamiento de contenido
apropiatorio sobre dicho objeto recibido.

Corte Suprema, 17/11/2010, Rol Nº  1752-2009, Cita online: CL/JUR/11996/2010

2. La existencia del ilícito penal de que se trata, gira en torno a cuatro requisitos esenciales, a saber:

a) Recepción por parte del sujeto activo, en virtud de un título precario, de dineros, efectos o cualquiera
otra cosa mueble, respecto de los cuales el sujeto pasivo ha efectuado voluntariamente un acto de disposición
patrimonial.

b) Obligación del receptor de entregar o devolver los efectos recibidos en carácter de tenedor fiduciario.

c) Realización por parte del agente de actos representativos de apropiación o distracción que el título no
autoriza, infringiendo de este modo las obligaciones de devolver lo recibido o destinarlo a los fines específicos
convenidos.

d) Perjuicio patrimonial del sujeto pasivo.

Corte Suprema, 25/06/2009, Rol Nº  3797-2008, Cita online: CL/JUR/10369/2009

3. El tipo penal, así como en la apropiación indebida de dinero y demás cosas fungibles del artículo 471
Nº 1 del Código Penal, el ánimo de apropiación típico se encuentra situado a nivel de la conducta exterior del
agente, en donde se manifiesta la intención de no proceder a la devolución o integro de los dineros distraídos,
esto es, un acto de disposición o de voluntad que exterioriza el animus rem sibi habendi, vale decir, cuando el
agente inequívocamente encamina su accionar a no devolver o enterar similar cantidad de dinero a la que se
le entregó o retuvo por mandato legal.

Corte Suprema, 31/07/2008, Rol Nº  4613-2007, Cita online: CL/JUR/7988/2008

4. Según lo previsto en los artículos 470 Nº 1 en relación con el artículo 467 inciso final del Código Penal, y
de la construcción general establecida por el legislador, el delito de apropiación indebida, calificación jurídica
propuesta por el ente persecutor para el conjunto de hechos reprochados según el auto de apertura, requiere
para su configuración que el sujeto activo —en este caso la acusada— en perjuicio de otro se apropiare o
distrajere dinero, efectos o cualquiera otra cosa mueble que hubiere recibido en depósito, comisión o
administración, o por otro título que produzca obligación de entregarla o devolverla. Como explica el profesor
Mario Garrido Montt, en la apropiación indebida el objeto material de la acción (dinero, efectos o cosa mueble)
se encuentra ya en manos del agente, en virtud de un negocio jurídico válido y preexistente; el abuso de su
parte radica en que con posterioridad se apropia unilateralmente de ese bien e infringe la obligación de
restituirlo, causando así un perjuicio al sujeto pasivo... el delito se caracteriza entonces porque el agente, con
voluntad unilateral, altera la tenencia legítima que inicialmente tenía sobre la cosa, transformándola en una
propiedad ilegítima al incorporarla dolosamente a su patrimonio, con clara violación de la confianza que
normalmente respalda esa clase de negocios o acuerdos (Derecho Penal, Tomo IV, Parte Especial, Editorial
Jurídica de Chile, tercera edición, pág. 363).

Corte Suprema, 8/04/2008, Rol Nº  1393-2008, Cita online: CL/JUR/5822/2008

Fallos en el mismo sentido:


— Corte Suprema, 26/06/2008, Rol Nº  6467-2007,

Cita online: CL/JUR/6781/2008

— Corte Suprema, 18/08/2004, Rol Nº  3281-2004,

Cita online: CL/JUR/4955/2004

5. En efecto, se trata de una relación contractual, ajena al orden punitivo, de carácter civil, no susceptible
de configurar el delito de apropiación ilícita, en primer lugar, porque no se ha determinado el objeto material
del supuesto ilícito penal y, en segundo lugar, porque no ha existido perjuicio para el querellante, toda vez que
la obligación de entregar o devolver que pesa sobre el querellado puede recaer sobre otras tantas de la
misma especie y calidad, y no ha habido requerimiento previo para la determinación de las especies
efectivamente empleadas en la obra encomendada
y la consecuente devolución de las supuestamente sustraídas, de manera tal que no ha nacido la obligación
de devolver especie alguna por parte del querellado.

Corte Suprema, 8/04/2008, Rol Nº  6869-2007, Cita online: CL/JUR/7335/2008

6. En relación a las etapas del delito de apropiación indebida, éste supone la existencia de dos fases
distintas. En la primera fase el hechor actúa en forma correcta recibiendo bienes o efectos en depósito,
comisión o administración y/o en virtud de cualquier otro título, que produzca la obligación de devolverlos o
entregarlos. En la segunda fase, con la concurrencia de dolo específico, se desarrolla la actividad delictiva
propiamente dicha, con la evidente finalidad de apropiarse de la especie, con el abuso de confianza y de la
lealtad.

Corte Suprema, 24/01/2007, Rol Nº  4856-2005, Cita online: CL/JUR/3892/2007

7. No cabe duda de que en nuestro derecho penal positivo la apropiación indebida constituye un atentado
en contra de la propiedad, por lo demás nuestro Código Penal lo ubica, precisamente entre los delitos que la
afectan, y consiste en que una persona se queda para sí cosas ajenas sin cumplir algún deber jurídico que le
impone la obligación de entregarlas o devolverlas, es por ello que la mayoría de los autores consideran que el
bien jurídico protegido es el derecho real de dominio y debe importar una merma real del patrimonio del sujeto
pasivo. De esta suerte, sujeto activo de este delito resulta ser aquella persona no dueña de una cosa que no
cumple su obligación de entregarla o, devolverla ejerciendo sobre ella derechos que importan verdaderos
actos de dominio (forma de apropiación) o bien dándole un uso o destino perjudicial diferente al que se le ha
asignado (forma de distracción), será sujeto pasivo del mismo, entonces, quien resulta ser titular "del derecho,
que autoriza a exigir del obligado el cumplimiento de la obligación de restituir a su debido tiempo o de hacer
un uso determinado de la cosa ajena" (según definición de Ernesto Ure recordada por don Sergio Politoff
en El Delito de Apropiación Indebida,  Nascimento, 1957, pág. 64).

Que, en definitiva, es parecer de estos sentenciadores que el derecho de retención que la ley concede al
arrendador para garantizar el pago de la renta por parte de su arrendatario, debidamente declarado mediante
sentencia judicial ejecutoriada, y que comprende bienes muebles de propiedad de este último, sólo confiere
acciones civiles para los efectos de su persecución y realización, con la preferencia legal de segunda clase.
No constituye, por su propia naturaleza jurídica, título que produzca obligación para el arrendatario de
entregar o devolver las especies retenidas, como tampoco
recepción de ellas en calidad de depósito, comisión o administración, como lo exige el tipo penal del Nº  1º del
artículo 470 del Código Penal, de suerte que no concurren los elementos que tipifican el delito de apropiación
indebida, como lo han estimado acertadamente, y conforme a derecho, los jueces del fondo. Del mismo modo,
los alcances y aplicación que hicieron de la norma del artículo 1942 del inciso 2º del Código Civil han sido los
apropiados en derecho.

Corte Suprema, 7/06/2006, Rol Nº  3763-2003, Cita online: CL/JUR/6311/2006

8. Lo característico del delito de apropiación indebida consiste en que al ejecutarlo el autor tiene ya la cosa
consigo, porque ésta le ha sido entregada por el propietario o tenedor legítimo y, por consiguiente, no necesita
"sustraerla", como en el caso del hurto, ni tampoco "hacérsela dar sirviéndose de un engaño", como ocurre en
la estafa. El delito se perfecciona cuando el sujeto, que ya la tenía en su poder pero con obligación de
entregarla o devolverla, se niega a cumplir con ese deber, sea porque no quiere hacerlo, sea porque se ha
puesto en la imposibilidad de realizarlo.

Corte Suprema, 7/10/2004, Rol Nº  4425-2002, Cita online: CL/JUR/2453/2004

9. El solo hecho de ser las especies muebles cuya apropiación se imputa al querellado documentos de
índole tributaria, no transforma necesariamente a esta conducta en alguno de los delitos a que alude el juez a
quo  en la resolución impugnada, y que se encuentran tipificados en el Código Tributario.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 14/08/2012, Rol Nº 1019-2012,

Cita online: CL/JUR/ 4578/2012

10. Se agota con la concurrencia copulativa de los comprendidos en el artículo 470 Nº 1 del Código Penal,
esto es, la recepción de dinero, efectos o cualquiera otra cosa mueble, a título de depósito, comisión o
administración, o a otro título que produzca la obligación de devolverlos, es decir, a título de mera tenencia, no
obstante ello, se apropian de las mismas o incurren en distracción. En otras palabras, se comportan a su
respecto como señor y dueño de tales cosas, perjudicando, así, a otro u otros, situación que es la que, en
concepto de esta Corte, se ha producido en autos.

Corte de Apelaciones de Talca, 31/07/2012, Rol Nº 277-2012,

Cita online: CL/JUR/2657/2012

11. El agente tenía sobre los dineros recibidos la obligación de entregarlos a su dueño y, al no hacerlo,
incumple su deber y se aparta de los términos de la relación jurídica que legitimaba su tenencia, sabiendo que
tales dineros no le pertenecían y que debía entregarlos en forma inmediata a su propietario, quien además se
los requirió expresamente. En consecuencia, contrario a lo sostenido en el recurso, los hechos asentados
configuran los presupuestos típicos de la mencionada figura criminal (delito de apropiación indebida)
(considerando 6º).

Corte de Apelaciones de Santiago, 13/12/2011, Rol Nº 2069-2011,

Cita online: CL/JUR/8933/2011

12. Cuando la cosa a que se refiere el artículo 470 Nº 1 del Código Penal es fungible, como es el dinero, la
apropiación indebida no puede verificarse sino frente a la negativa de restituir un valor equivalente. En este
caso, hubo una disposición de dinero por parte de la acusada y si bien no hubo una negativa a restituir, a
través del proceso puede apreciarse que eludió tal obligación.

Corte de Apelaciones de San Miguel, 30/04/2009, Rol Nº 110-2009,

Cita online: CL/JUR/8303/2009

13. No es indispensable para que se configure el referido delito que el dinero necesariamente deba haber
sido entregado directamente por el ofendido, puesto que éste puede haberlo recibido de terceros, en virtud de
un mandato, contrato que lo obliga a entregar lo recibido al mandante. De otro lado, además, cabe tener
presente que el mandato para el cobro es un título apto para originar eventualmente el delito de apropiación
indebida, sin que obste a ello que previamente no se haya rendido cuenta civil del mandato, ya que tal
requisito de rendición de cuenta no es indispensable para perseguir la responsabilidad criminal del mandatario
que se ha apropiado de los dineros percibidos a cuenta del mandante, alterando de esta manera la naturaleza
inicialmente civil de la relación, cayendo en el campo de la ley penal.

Corte de Apelaciones de Santiago, 7/10/2008, Rol Nº 182-2007,

Cita online: CL/JUR/6115/2008


14. El delito de apropiación indebida, tipificado en el artículo 470 Nº 1 del Código Penal, supone que el
agente tenga en su poder el objeto material y que este objeto sea ajeno, pero además se requiere que exista
"apropiación", concepto este último que supone la integración de un elemento material u objetivo (la acción de
disponer del objeto material) con uno psíquico o subjetivo (el ánimo de hacerlo como si fuese propio). Sin
embargo y tal como señala Sergio Politoff Lifschitz en su obra El Delito de Apropiación Indebida, nueva
edición, actualizada y prologada por Manuel de Rivacoba y Rivacoba, ese animus requiere de una
exteriorización material, el cual se pone de manifiesto al momento de hacerse exigible la obligación de
restituir, sin que el deudor cumpla con ello. En palabras de Politoff, la inactividad del deudor pasa a tener una
significación "material", en todo equivalente al hacer positivo, como lo sería la constituida por actos de
disposición material y jurídica, presentándose una forma de apropiación de carácter "omisivo".

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 29/04/2008, Rol Nº 1950-2006,

Cita online: CL/JUR/1006/2008

15. La ley requiere que la cosa se haya recibido por un título que produzca la obligación de entregarla o
devolverla, rasgo que diferencia esencialmente la apropiación indebida de otros atentados contra la
propiedad, como el hurto o la estafa, porque la entrega de la cosa ha tenido lugar por un acto voluntario y
válido. El título no debe ser translaticio de dominio, porque la entrega a virtud de dicho título o no engendra
obligación alguna o sólo genera una obligación de pago o contraprestación, pero no de entrega o devolución.

En la apropiación indebida es imprescindible examinar la naturaleza del título. Los títulos a que se refiere el
artículo 470 Nº 1, que supone la entrega de la cosa, materialmente, pero con reconocimiento de dominio
ajeno, confieren la mera tenencia de la misma, de conformidad con la definición del artículo 714 del Código
Civil. El propietario ha constituido al hechor en mero tenedor de la cosa, no en poseedor.

Corte de Apelaciones de Concepción, 20/11/2007, Rol Nº 219-2006,

Cita online: CL/JUR/6997/2007

16. Que el artículo 470 Nº 1 inciso primero del Código Penal sanciona a los que en perjuicio de otro "se
apropiaren o distrajeren dinero, efectos o cualquiera otra cosa mueble que hubieren recibido en depósito,
comisión o administración, o por otro título que produzca obligación de entregarla o devolverla". Como se
aprecia del precepto transcrito, el empleo de la locución "recibido" —forma verbal que denota la acción de
tener una cosa—, permite concluir que para configurar el delito de apropiación indebida es indispensable que
el sujeto activo detente los bienes muebles y que el sujeto pasivo se los hubiere entregado voluntariamente,
sea para un destino determinado (mandato) o bien con la posibilidad de devolverlos (comodato), según sea el
título de detentación. Sin entrega previa no puede haber apropiación indebida.

Corte de Apelaciones de Santiago, 17/08/2007, Rol Nº 14736-2003,

Cita online: CL/JUR/6733/2007

17. Que en el mismo orden de cosas, esta Corte comparte asimismo el criterio de mayoría sustentado por
la Quinta Sala de la Iltma. Corte de Santiago, en fallo pronunciado el 14/06/2004, en los autos Rol Nº 15169-
04, confirmado por la Excma. Corte Suprema, en el que se señala que en los casos como el de la especie
"(...) lo impago no es consecuencia del incumplimiento de obligaciones de índole civil —cual es la previsión
del artículo XXV de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre—, sino que de la omisión
de enterar dineros ajenos que nunca ingresaron al patrimonio del empleador y que continúan siendo de
dominio de los trabajadores, hecho que, además —y porque la omisión de enterar no es deuda— tal
apropiación ha dado lugar al tipo penal del artículo 19 inciso final del citado D.L. Nº 3.500".

Corte de Apelaciones de Copiapó, 26/11/2005, Rol Nº 139-2005,

Cita online: CL/JUR/7006/2005

18. Que a este respecto, cabe asimismo hacer mención a la sentencia dictada por la Excma. Corte
Suprema con fecha 3/02/2005, en autos Rol Nº 551-05, en cuanto refiere que "efectivamente, el Pacto de San
José de Costa Rica en su artículo 7º Nº 7 dispone que nadie puede ser detenido por deuda, pero,
indudablemente, dicha Convención Internacional pretende impedir que por acuerdo de voluntades entre
acreedor y deudor, este último pueda ser privado de libertad, cuestión que no se produce tratándose de la
retención y pago de las cotizaciones previsionales de los trabajadores cuyos montos nunca han ingresado al
patrimonio del empleador, sino que simplemente éste ha tenido la calidad de diputado para el pago. Los
dineros han permanecido en su poder en calidad de depositario, por lo tanto, la distracción de los fondos, más
allá de significar una deuda con los dependientes, constituye un ilícito penal, previsto en el artículo 19 inciso
final del Decreto Ley Nº 3.500".

Corte de Apelaciones de Copiapó, 26/11/2005, Rol Nº 139-2005,

Cita online: CL/JUR/7006/2005

19. Que, cabe señalar, además, que en la especie, no se aprecia una vulneración al Pacto de San José de
Costa Rica, pues estando vigente el mismo, en el año 1993, se dictó la Ley Nº 19.260, que agregó el inciso
final al actual artículo 19 del D.L. Nº 3.500 y artículo 13 de la señalada Ley Nº 17.322, estableciendo un delito
con las penas previstas en el artículo 467 del Código Penal, al que con perjuicio del trabajador, se apropiare o
sustrajere el dinero proveniente de las cotizaciones, en consonancia con el artículo 19 Nº 18 de la
Constitución Política de la República, en orden a que el Estado debe supervigilar el adecuado ejercicio del
derecho a la seguridad social.

Corte de Apelaciones de Copiapó, 26/11/2005, Rol Nº 139-2005,

Cita online: CL/JUR/7006/2005

20. Quedando de manifiesto en el proceso que los dineros supuestamente apropiados no han sido
recibidos por la Sociedad que representa el querellado, de parte de la querellante, en depósito, comisión o
administración o por otro título que produzca obligación de entregarlos, ello sólo importa un incumplimiento
contractual, debiendo descartarse la comisión de este delito.

Corte de Apelaciones de Santiago, 30/01/2004, Rol Nº 1973-2004,

Cita online: CL/JUR/4387/2004

21. No hay ánimo de apropiación indebida si el chofer de taxi se ausenta tres días a beber en otra localidad
y no cedió el automóvil a ningún título. Este hecho es irresponsable, pero carente de ánimo de apropiación y,
por ende, no constitutivo de delito penal.

Corte de Apelaciones de Rancagua, 4/07/2003, Rol Nº 214690,

Cita online: CL/JUR/5541/2003

22. En la especie, la prueba rendida en el juicio es unívoca en cuanto a demostrar que los bienes
señalados por el fiscal en su acusación y que fueron transferidos en virtud del mandato otorgado, no eran de
dominio exclusivo de la víctima sino también pertenecían al inculpado, es decir, eran comunes a víctima y
encausado, por lo que el dinero que de su venta se obtuvo, no pertenecía exclusivamente a la afectada. En
ese contexto, y teniendo en cuenta que uno de los elementos del tipo penal de la apropiación indebida, es que
el objeto material del delito debe ser una cosa mueble y ajena, es lícito que los jueces del fondo se pregunten
si aquel requisito concurría. Resulta ilustrativo que en el delito de hurto, también delito contra la propiedad, se
discute si los bienes que se tienen en comunidad pueden ser considerados ajenos. Claro está que en el caso
de los inmuebles, no puede haber hurto de las cosas tenidas en copropiedad. Respecto de las cosas
corporales muebles, la tendencia tradicional niega la posibilidad de la concurrencia del delito de hurto entre
comuneros, por estimar que las cosas así tenidas no son ajenas, otra tendencia sostiene que si
la copropiedad se mantiene indivisa, no podría un comunero cometer el delito, porque en la especie la cosa
mueble no tendría el carácter de ajena respecto de ninguno de ellos. Lo anterior puede perfectamente ser
aplicable al caso sub lite. En consecuencia, en la sentencia recurrida los jueces absuelven al inculpado no
porque en esencia falte la rendición de cuentas derivada del mandato, sino porque el ente persecutor penal no
logró acreditar en su integridad los elementos del delito, como es, que las cosas apropiadas indebidamente
sean ajenas. De esta forma no puede entenderse, como lo pretende el Ministerio Público y recurrente, que los
razonamientos efectuados por los jueces del fondo sean contrarios a derecho (considerandos 6º a 9º de la
sentencia de la Corte de Apelaciones).

Corte de Apelaciones de Rancagua, 2/03/2016, Rol Nº 43-2016,

Cita online: CL/JUR/2048/2016

JURISPRUDENCIA RELACIONADA

1. Que, sobre el segundo motivo de impugnación elegido por el


querellante particular, los sentenciadores se extendieron sobre el
análisis jurídico de la figura delictiva de la apropiación indebida,
razonando en el sentido que uno de los principales problemas de esta
figura es cómo establecer una frontera nítida entre lo que es
incumplimiento civil de las obligaciones contractuales y el fraude
penal. Deben concurrir, por mandato del artículo 470 Nº 1 del Código
Penal, por un lado, la existencia previa de un título que hubiera
motivado la recepción de la cosa por parte del sujeto activo y que le
hubiere impuesto, simultáneamente, la obligación de devolverla o
aplicarla a un determinado fin; y, en segundo lugar, la verificación, por
parte de este mismo sujeto de un comportamiento de contenido
apropiatorio sobre dicho objeto recibido. Citan doctrina y jurisprudencia
para concluir que el artículo 470 Nº 1 del Código Penal, exige que el
autor se apropie, incorpore a su dominio, especies muebles ajenas
que se recibieron por un título de mera tenencia, existiendo dolo de
apropiación, de transformar el título de mera tenencia en dominio.
Agregan que, aún si se tuvieran por ciertas las proposiciones fácticas
sostenidas por el acusador, cabe tener presente lo dispuesto en el
artículo 2156 del Código Civil, el que señala que el mandatario que
usa para fines propios el dinero recibido por su mandante debe
pagarle intereses corrientes. En doctrina se señala que si bien es
cierto que el mandatario debe aplicar el dinero entregado por su
mandante al cumplimiento del encargo (que es el objeto del mandato),
no puede llegarse al extremo de concluir que lo dispuesto en el
artículo 2156 del Código Civil constituye una demostración de que el
dinero entregado no se recibió en dominio por el mandato.
Fundamentan que para Stichkin, "la|: obligaciones del mandatario
pueden reducirse fundamentalmente a dos: ejecutar el encargo que se
le ha confiado con la diligencia de un buen padre de familia, y rendir
cuentas de su cometido" (Stitchkin Branover, David, El Mandato Civil,
Editorial Jurídica de Chile, Quinta Edición Actualizada, 2008, pág. 255)
y concluyen que en nuestra jurisprudencia podemos encontrar casos
en los que se observa la ausencia de una declaración de voluntad del
mandante sobre la prohibición de celebrar actos o contratos por el
mandatario consigo mismo, siendo conocida esta actuación como
"autocontrato", el cual por regla general, se entiende permitido si es
que nada se dijo al respecto, y que se debe entender prohibido en los
casos en que la ley lo señala expresamente artículos 2144 y 2145 del
Código Civil y el del artículo 271 del Código de Comercio. En la
aplicación concreta de tal doctrina al caso que decidieron, los jueces
del fondo aseveran que el comportamiento del encartado no se realizó
a espaldas del Directorio mandante, en razón a que se realizaron
diversas auditorías durante el período en que el encartado cumplió las
funciones de Gerente General del Club Deportivo La Araucana.
Agregan a lo dicho que además se planteó como supuesto de hecho
plausible el conocimiento que el órgano directivo tuvo respecto de la
concesión de bonos en relación al acusado. Por lo demás, la
extralimitación de los poderes conferidos, de verificarse, acarrea
consecuencias en el orden civil, y se sanciona con la nulidad relativa
del acto o la responsabilidad civil del titular como una manera de
restablecer el equilibrio en una relación de confianza. Por ello, lo que
se encuentra detrás de la sanción de nulidad a la falta de autorización
del autocontrato en el mandato, es la idea de que no existe realmente
un tercero cuyos intereses deban ser protegidos. Y como corolario de
lo que exponen como motivo sustancial para desechar la concurrencia
del delito de apropiación indebida, tuvieron presente que los intereses
pueden tener por causa el uso o la mora (que es el estado jurídico en
que puede hallarse el deudor como consecuencia del incumplimiento o
retardo imputable culpable en el cumplimiento de una obligación,
seguido del requerimiento expreso o tácito del acreedor como
consecuencia del cual se agrava la responsabilidad del deudor) cable
concluir que sea que el inciso 1º del artículo 2156 del Código Civil
establezca la obligación del mandatario de pagar intereses a favor del
mandante por haber usado el dinero recibido (uso que el mandato
hubiere autorizado), sea que al no haber estado autorizado el
mandatario para efectuar tal uso. En este caso, dichos intereses
constituyen una sanción civil, de manera que no puede concluirse de
ello que el dinero que al mandatario se le dio no fue recibido en
propiedad por éste (considerando 7º de sentencia de Corte de
Apelaciones).
Corte de Apelaciones de Santiago, 9/02/2018, Rol Nº 90-2018,

Cita online: CL/JUR/706/2018

2. La existencia del ilícito penal de que se trata, gira en torno a


cuatro requisitos esenciales, a saber:

a) Recepción por parte del sujeto activo, en virtud de un título


precario, de dineros, efectos o cualquiera otra cosa mueble, respecto
de los cuales el sujeto pasivo ha efectuado voluntariamente un acto de
disposición patrimonial.

b) Obligación del receptor de entregar o devolver los efectos


recibidos en carácter de tenedor fiduciario.

c) Realización por parte del agente de actos representativos de


apropiación o distracción que el título no autoriza, infringiendo de este
modo las obligaciones de devolver lo recibido o destinarlo a los fines
específicos convenidos.

d) Perjuicio patrimonial del sujeto pasivo.

Corte Suprema, 25/06/2009, Rol Nº 3797-2008,

Cita online: CL/JUR/10369/2009

3. El tipo penal, así como en la apropiación indebida de dinero y


demás cosas fungibles del artículo 471 Nº 1 del Código Penal, el
ánimo de apropiación típico se encuentra situado a nivel de la
conducta exterior del agente, en donde se manifiesta la intención de
no proceder a la devolución o integro de los dineros distraídos, esto
es, un acto de disposición o de voluntad que exterioriza el animus rem
sibi habendi, vale decir, cuando el agente inequívocamente encamina
su accionar a no devolver o enterar similar cantidad de dinero a la que
se le entregó o retuvo por mandato legal.

Corte Suprema, 31/07/2008, Rol Nº 4613-2007,

Cita online: CL/JUR/7988/2008


4. Según lo previsto en los artículos 470 Nº 1 en relación con el
artículo 467 inciso final del Código Penal, y de la construcción general
establecida por el legislador, el delito de apropiación indebida,
calificación jurídica propuesta por el ente persecutor para el conjunto
de hechos reprochados según el auto de apertura, requiere para su
configuración que el sujeto activo —en este caso la acusada— en
perjuicio de otro se apropiare o distrajere dinero, efectos o cualquiera
otra cosa mueble que hubiere recibido en depósito, comisión o
administración, o por otro título que produzca obligación de entregarla
o devolverla. Como explica el profesor Mario Garrido Montt, en la
apropiación indebida el objeto material de la acción (dinero, efectos o
cosa mueble) se encuentra ya en manos del agente, en virtud de un
negocio jurídico válido y preexistente; el abuso de su parte radica en
que con posterioridad se apropia unilateralmente de ese bien e infringe
la obligación de restituirlo, causando así un perjuicio al sujeto pasivo...
el delito se caracteriza entonces porque el agente, con voluntad
unilateral, altera la tenencia legítima que inicialmente tenía sobre la
cosa, transformándola en una propiedad ilegítima al incorporarla
dolosamente a su patrimonio, con clara violación de la confianza que
normalmente respalda esa clase de negocios o acuerdos (Derecho
Penal, Tomo IV, Parte Especial, Editorial Jurídica de Chile, tercera
edición, pág. 363).

Corte Suprema, 8/04/2008, Rol Nº 1393-2008,

Cita online: CL/JUR/5822/2008

Fallos en el mismo sentido:

— Corte Suprema, 26/06/2008, Rol Nº 6467-2007,

Cita online: CL/JUR/6781/2008

— Corte Suprema, 18/08/2004, Rol Nº 3281-2004,

Cita online: CL/JUR/4955/2004

5. No cabe duda de que en nuestro derecho penal positivo la


apropiación indebida constituye un atentado en contra de la propiedad,
por lo demás nuestro Código Penal lo ubica, precisamente entre los
delitos que la afectan, y consiste en que una persona se queda para sí
cosas ajenas sin cumplir algún deber jurídico que le impone la
obligación de entregarlas o devolverlas, es por ello que la mayoría de
los autores consideran que el bien jurídico protegido es el derecho real
de dominio y debe importar una merma real del patrimonio del sujeto
pasivo. De esta suerte, sujeto activo de este delito resulta ser aquella
persona no dueña de una cosa que no cumple su obligación de
entregarla o, devolverla ejerciendo sobre ella derechos que importan
verdaderos actos de dominio (forma de apropiación) o bien dándole un
uso o destino perjudicial diferente al que se le ha asignado (forma de
distracción), será sujeto pasivo del mismo, entonces, quien resulta ser
titular "del derecho, que autoriza a exigir del obligado el cumplimiento
de la obligación de restituir a su debido tiempo o de hacer un uso
determinado de la cosa ajena" (según definición de Ernesto Ure
recordada por don Sergio Politoff en El Delito de Apropiación
Indebida, Nascimento, 1957, pág. 64).

Que, en definitiva, es parecer de estos sentenciadores que el


derecho de retención que la ley concede al arrendador para garantizar
el pago de la renta por parte de su arrendatario, debidamente
declarado mediante sentencia judicial ejecutoriada, y que comprende
bienes muebles de propiedad de este último, sólo confiere acciones
civiles para los efectos de su persecución y realización, con la
preferencia legal de segunda clase. No constituye, por su propia
naturaleza jurídica, título que produzca obligación para el arrendatario
de entregar o devolver las especies retenidas, como tampoco
recepción de ellas en calidad de depósito, comisión o administración,
como lo exige el tipo penal del Nº 1º del artículo 470 del Código Penal,
de suerte que no concurren los elementos que tipifican el delito de
apropiación indebida, como lo han estimado acertadamente, y
conforme a derecho, los jueces del fondo. Del mismo modo, los
alcances y aplicación que hicieron de la norma del artículo 1942 del
inciso 2º del Código Civil han sido los apropiados en derecho.

Corte Suprema, 7/06/2006, Rol Nº 3763-2003,

Cita online: CL/JUR/6311/2006

6. El delito de apropiación indebida, tipificado en el artículo 470 Nº 1


del Código Penal, supone que el agente tenga en su poder el objeto
material y que este objeto sea ajeno, pero además se requiere que
exista "apropiación", concepto este último que supone la integración
de un elemento material u objetivo (la acción de disponer del objeto
material) con uno psíquico o subjetivo (el ánimo de hacerlo como si
fuese propio). Sin embargo y tal como señala Sergio Politoff Lifschitz
en su obra El Delito de Apropiación Indebida, nueva edición,
actualizada y prologada por Manuel de Rivacoba y Rivacoba,
ese animus requiere de una exteriorización material, el cual se pone
de manifiesto al momento de hacerse exigible la obligación de restituir,
sin que el deudor cumpla con ello. En palabras de Politoff, la
inactividad del deudor pasa a tener una significación "material", en
todo equivalente al hacer positivo, como lo sería la constituida por
actos de disposición material y jurídica, presentándose una forma de
apropiación de carácter "omisivo".

Corte de Apelaciones de Valparaíso, 29/04/2008, Rol Nº 1950-2006,

Cita online: CL/JUR/1006/2008

7. La ley requiere que la cosa se haya recibido por un título que


produzca la obligación de entregarla o devolverla, rasgo que diferencia
esencialmente la apropiación indebida de otros atentados contra la
propiedad, como el hurto o la estafa, porque la entrega de la cosa ha
tenido lugar por un acto voluntario y válido. El título no debe ser
translaticio de dominio, porque la entrega a virtud de dicho título o no
engendra obligación alguna o sólo genera una obligación de pago o
contraprestación, pero no de entrega o devolución.

En la apropiación indebida es imprescindible examinar la naturaleza


del título. Los títulos a que se refiere el artículo 470 Nº 1, que supone
la entrega de la cosa, materialmente, pero con reconocimiento de
dominio ajeno, confieren la mera tenencia de la misma, de
conformidad con la definición del artículo 714 del Código Civil. El
propietario ha constituido al hechor en mero tenedor de la cosa, no en
poseedor.

Corte de Apelaciones de Concepción, 20/11/2007, Rol Nº 219-2006,

Cita online: CL/JUR/6997/2007

8. Que en el mismo orden de cosas, esta Corte comparte asimismo


el criterio de mayoría sustentado por la Quinta Sala de la Iltma. Corte
de Santiago, en fallo pronunciado el 14/06/2004, en los autos Rol
Nº 15169-04, confirmado por la Excma. Corte Suprema, en el que se
señala que en los casos como el de la especie "(...) lo impago no es
consecuencia del incumplimiento de obligaciones de índole civil —cual
es la previsión del artículo XXV de la Declaración Americana de
Derechos y Deberes del Hombre—, sino que de la omisión de enterar
dineros ajenos que nunca ingresaron al patrimonio del empleador y
que continúan siendo de dominio de los trabajadores, hecho que,
además —y porque la omisión de enterar no es deuda— tal
apropiación ha dado lugar al tipo penal del artículo 19 inciso final del
citado D.L. Nº 3.500".

Corte de Apelaciones de Copiapó, 26/11/2005, Rol Nº 139-2005,

Cita online: CL/JUR/7006/2005

9. Que a este respecto, cabe asimismo hacer mención a la sentencia


dictada por la Excma. Corte Suprema con fecha 3.02.2005, en autos
rol Nº 551-05, en cuanto refiere que "efectivamente, el Pacto de San
José de Costa Rica en su artículo 7º Nº 7 dispone que nadie puede ser
detenido por deuda, pero, indudablemente, dicha Convención
Internacional pretende impedir que por acuerdo de voluntades entre
acreedor y deudor, este último pueda ser privado de libertad, cuestión
que no se produce tratándose de la retención y pago de las
cotizaciones previsionales de los trabajadores cuyos montos nunca
han ingresado al patrimonio del empleador, sino que simplemente éste
ha tenido la calidad de diputado para el pago. Los dineros han
permanecido en su poder en calidad de depositario, por lo tanto, la
distracción de los fondos, más allá de significar una deuda con los
dependientes, constituye un ilícito penal, previsto en el artículo 19
inciso final del Decreto Ley Nº 3.500".

Corte de Apelaciones de Copiapó, 26/11/2005, Rol Nº 139-2005,

Cita online: CL/JUR/7006/2005

10. Que el razonamiento precedentemente transcrito no adolece de


error de derecho alguno. En efecto, es correcta la afirmación del juez
de que no es suficiente, para tener por establecido el delito objeto de
la acusación, el que el imputado hubiese llenado un documento
previamente firmado en blanco por el querellante, sino que es
menester determinar cuáles fueron las instrucciones para el lleno del
mismo, única forma de concluir si existió o no abuso de parte del
imputado; en tanto si se demuestra cuáles fueron éstas se podrá
concluir si existió aquel abuso y el subsecuente perjuicio para el
querellante. Como tal extremo no fue establecido, el juez no podía dar
por acreditada la existencia del delito, correspondiendo en
consecuencia la absolución del querellando.

Corte de Apelaciones de Santiago, 14/06/2012, Rol Nº 1035-2012,

Cita online: CL/JUR/1190/2012

11. Llenar cheques por cifras que están al margen de las


instrucciones del girador constituye un abuso de la firma en blanco en
los términos de este tipo penal.

Corte de Apelaciones de Punta Arenas, 11/08/2000, Rol Nº 70924,

Cita online: CL/JUR/1305/2000

12. En efecto, la cuestión referente a la propiedad del dinero aludido


carece de la importancia que se le atribuye. El error deriva de que se
razona sobre la base de que el perjuicio requerido por el delito de
defraudación a que se refiere el artículo 470 Nº 8 del Código Penal es
de carácter económico y requiere, por consiguiente, una disminución
del patrimonio de la víctima. Ello no es así pues, el concepto de
perjuicio es jurídico y no económico, si bien se agrega que de todas
formas debe exigirse al menos que sea apreciable en dinero
(considerando 5º).

Corte Suprema, 26/07/2004, Rol Nº 1466-2003,

Cita online: CL/JUR/2/2004

13. De lo antedicho se desprende que lo relevante para los efectos


de la tipicidad del delito de defraudación es la disposición patrimonial
perjudicial, aspecto que en la especie se encuentra satisfecho con la
dictación, sobre la base de la acreditación de una circunstancia falsa
como lo era la pretendida calidad de exonerada política de las
acusadas, de las resoluciones que declararon tal calidad,
concediéndoles una pensión no contributiva de por vida con efecto
desde la data de los referidos actos administrativos. La conclusión que
precede se ve reafirmada por el tenor de las resoluciones que
conceden las pensiones no contributivas acorde lo preceptuado en la
Ley Nº 19.234, cuando señalan que el mayor gasto fiscal que
represente lo dispuesto se financiará con transferencias del ítem que
describen, de la partida del Tesoro Público del presupuesto vigente, lo
que da cuenta que lo fundamental de la conducta que se pesquisa es
el acto de disposición patrimonial que se produce a partir del engaño,
como es el reconocimiento de una condición de la que las acusadas
carecen —exonerada política— como elemento determinante para la
concesión de la pensión en comento, por cuanto éste es el título
originario de la prestación indebida y que da pie a la disposición
patrimonial a través de la adopción de las providencias para el
financiamiento de las pensiones otorgadas. De esta manera, la
circunstancia que mes a mes las acusadas percibieran el pago
periódico de tal beneficio no tiene capacidad de modificar el momento
en que el perjuicio se ha consumado, por cuanto la actividad de las
acusadas tendente a crear el error y la disposición patrimonial en
comento se agotó con la presentación de los antecedentes falsos que
crearon la equivocada percepción de concurrir en ellas las calidades
habilitantes que se precisan para considerarlas beneficiarias de las
prestaciones que consagra la Ley Nº 19.234 (considerandos 8º y 9º de
la sentencia de la Corte Suprema).

Corte Suprema, 23/08/2015, Rol Nº 37118-2016,

Cita online: CL/JUR/5927/2016

Fallo en el mismo sentido:

— Corte Suprema, 3/04/2017, Rol Nº 8498-2017,

Cita online: CL/JUR/1362/2017

14. Si bien la doctrina especializada en la materia distingue entre los


delitos permanentes y los de ejecución instantánea sobre la base de
analizar el tiempo que requiere la consumación del hecho típico,
expresa también que con ella no se atiende a la duración de los
preparativos o de los actos conducentes a la plena realización del
hecho, sino solamente al instante en que éste queda completo, para lo
cual hay que atender a la descripción típica que la ley proporciona. Así
entonces, la mantención o subsistencia de la conducta típica plena
sólo puede darse en los tipos que emplean un verbo denotativo de una
conducta susceptible de duración, en la cual la violación jurídica
subsiste por voluntad del sujeto activo —Eduardo Novoa Monreal—, lo
que no ha ocurrido. De esta manera, la circunstancia que los efectos
dañosos de un delito subsistan después de la consumación no influye
para determinar si corresponde a la clase de los instantáneos o a la de
los permanentes; al menos, tratándose de delitos patrimoniales,
representa el agotamiento del ilícito (considerando 9º de la sentencia
de la Corte Suprema).

Corte Suprema, 3/04/2017, Rol Nº 8498-2017,

Cita online: CL/JUR/1362/2017

Fallo en el mismo sentido:

— Corte Suprema, 23/08/2015, Rol Nº 37118-2016,

Cita online: CL/JUR/5927/2016

15. La conducta típica fue completamente realizada por el sujeto


activo al obtener del Estado una resolución que le otorgaba una
pensión mensual y vitalicia a contar del 1.11.1998, resolución que data
del 8.04.2003: desde ese momento empezó a percibir el dinero y se
consumó el ilícito penal. Como dice la doctrina —Novoa Monreal—,
"cuando un ser humano realiza totalmente el hecho tipificado por la ley
penal, hallándose presentes todos los requisitos previstos en la
descripción, el hecho típico está consumado''. En la especie, si el
acusado el 8.04.2003 obtuvo fraudulentamente del Estado una
pensión mensual y vitalicia y empezó a recibir el dinero, pues fue en
ese momento en que se consumó el delito y las posteriores pensiones
son precisamente el resultado de su conducta consumada, de suerte
que no puede entenderse que el delito se fue renovando mes a mes,
en la medida que se le pagaba la pensión que por medios espurios
obtuvo del Estado. Cierto es que el tipo penal emplea una forma del
verbo "obtener", o sea, exige un desplazamiento patrimonial del
Estado al agente en virtud del fraude de éste, mas ello ocurrió en el
año 2003, como se dijo, siendo las demás mensualidades las
persistentes consecuencias de su ilícito obrar. Así, si el delito se
consumó el 8.04.2003, pues desde esa data debe computarse el plazo
de prescripción del delito de acuerdo con lo que regula el artículo 95
del Código Penal y, como dicho lapso es de cinco años, tanto al año
2011 —época en que se inició esta causa— como al 15.10.2015, data
del procesamiento, tal ilícito está prescrito o, en los términos del
Código precitado, la acción penal se encuentra extinguida por este
medio (considerandos 4º y 6º de la sentencia de la Corte de
Apelaciones).

Corte de Apelaciones de Santiago, 15/02/2017, Rol Nº 1224-2016,

Cita online: CL/JUR/515/2017

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