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La escisión del Yo y

Fetichismo
Andrea Vallejo
Concepto <<Desmentida>> en relación a reacciones de niños al notar
la distinción anatómica entre los sexos. Implica una escisión en el Yo
del sujeto.

El Fetiche - diagnostico subsidiario


Aquel objeto que el sujeto vio antes de ver que la mujer no tiene falo,

Fetichismo
esta castrada
la imagen angustia tanto que no puede aceptarlo

(1927) el sujeto reniega puesto si la mujer no tiene pene seguro el


podría perderlo
lleva la mirada a otro lugar y encuentra el objeto ''sustituto''
El objeto fetiche tapara la imagen de la castración - tapa la falta

El fetiche no produce malestar - ''rara vez lo sienten como un síntoma


que provoque padecimiento''
''Brillo en la nariz''
''El «brillo {Glanz} en la nariz» era en verdad una «mirada en la nariz» {«glance», «mirada»); en
consecuencia, el fetiche era la nariz, a la que por lo demás él prestaba a voluntad esa particular luz
brillante que otros no podían percibir.''

El fetiche es el sustituto del falo de la mujer (la madre) en el que el sujeto ha creído y al que no
quiere renunciar.

El fetiche perdura como el signo del triunfo sobre la amenaza de castración y de la protección contra
ella.

La necesidad de escenificar la castración que el desconoce. ''La mujer ha conservado su pene, y el


padre ha castrado a la mujer.
''Pruebas de la bi-escindida actitud del fetichista frente al problema de la
castración de la mujer. Es en la construcción del fetiche mismo donde han
encontrado cabida tanto la desmentida como la aseveración de la castración.''

El Fetiche equivale a una figuración de la castración. ''Cuando se ha


desarrollado una fuerte identificación padre; el fetichista desempeña entonces
el papel del padre, a quien el niño, en efecto, había atribuido la castración de la
mujer''
La escisión del Yo en el proceso defensivo
Indagación del Yo y su comportamiento en circunstancias difíciles, la noción de <<Desmentida>> y la idea de que
ella da por resultado una <<escisión>> del yo.

El yo del niño se encuentra al servicio de una exigencia pulsional hacia satisfacer. Tiene una vivencia que le enseña
que seguir con la satisfacción tendrá de resultado un peligro real-objetivo difícil de soportar.

Desmentir la realidad objetiva,


Reconocer el peligro real,
convencerse razón para tener
inclinarse ante él y renunciar a
miedo, a fin de perservar en la
la satisfacción pulsional
satifacción
Rechaza la realidad objetiva con ayuda de Reconoce el peligro de la realidad objetiva, asume la
mecanismos y no se deja prohibir nada. angustia ante él como un síntoma de padecer y luego
busca defenderse de él.

El niño no hace ninguna y hace las 2, equivale a lo mismo.


Será un conflicto entre la exigencia de la pulsión y el veto de la realidad objetiva.
La pulsión tiene permitido retener la satisfacción y a la realidad objetiva se le ha tributado el debido respeto. El
resultado será la desgarradura el el Yo.
El niño entre 3 -4 años conoce los genitales femeninos por seducción de una niña mayor que él. Lo lleva
a la incitación sexual recibida por masturbación, lo encuentra la niñera y amenaza con la castración.

El niño teme a la castración, le causa mucha impresión la posibilidad de la castración y rehúsa la


creencia > lo reniega - le cuesta la posible separación de esa parte del cuerpo apreciada para él

El niño anteriormente había visto los genitales femeninos, pero fue más la repugnancia y no había
motivos para que se le impusiera la posibilidad de castración - ''Lo que ahí falta, luego ha de venir, el
miembro ya le crecerá mas tarde''.

Entonces la amenaza despierta el recuerdo de la percepción que se tuvo por inofensiva y encuentra en
ella la temida corroboración. El niño piensa saber por que la niña no mostraba pene y llega el temor a
que pueda pasarle lo mismo, la castración.

Como resultado - obediencia total o al menos parcial, no llevándose la mano a los genitales
nuevamente. Que renuncie en todo o en parte a satisfacer a la pulsión. > el paciente se crea un
sustituto del pene echado de menos en la mujer, un fetiche.

Con esto el desmiente la realidad objetiva pero salva a su propio pene.


Si no esta obligado a reconocer que la mujer había perdido su pene, perdía credibilidad de la amenaza y
ya no teme por su pene y puede continuar su masturbación.

El paciente ha emprendido un desplazamiento, no ha alucinado un pene donde no lo hay, ni ha


contradicho su percepción, ha transferido el significado del pene a otra parte del cuerpo, ese
desplazamiento solo afecto al cuerpo de la mujer. Nada de su propio pene se modificó.
Freud S. (1979) El Fetichismo Vol. XIX O. C. Ed. Amorrortu Argentina.

Freud S. (1979) La escisión del yo en el proceso de defensa. Vol. XXIII.


O. C. Amorrortu. Argentina.

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