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UCALP - Lic.

En Filosofía a distancia
Introducción al trabajo intelectual
Profesor: Farncisco Fernández Ruiz
Alumna: Nucera, Magalí
Propuesta de Trabajo N 4
El existencialismo es un humanismo
Jean-Paul Sartre

El filósofo Jean-Paul Sartre (1905-1980) ha sido uno de los intelectuales más influyentes
en el pensamiento occidental del siglo XX. Desde muy joven emprendió una crítica a los
valores y tradiciones de la clase social a la que él mismo pertenecía, la burguesía. Ya en
sus primeros textos filosóficos, La imaginación (1936) y Bosquejo de una teoría de las
emociones (1939), se percibe una originalidad de pensamiento que le conduce al
existencialismo, cuyas tesis desarrollará en El ser y la Nada (1943) y El existencialismo es
un humanismo (1946). Su producción comprende tanto el ensayo filosófico, político y
literario como el teatro y la narrativa. Sartre fue un hombre profundamente
comprometido con su tiempo, lo que le llevó también a dirigir Les Temps Modernes, La
Cause du peuple y Libération. En 1964 se le otorgó el Premio Nobel de literatura, que
rechazó.
La obra que nos ocupa presenta de forma muy clara la tesis que Jean-Paul Sartre lleva
adelante en un período complejo a nivel mundial y que pone de manifiesto su más
ferviente pensamiento acerca de cómo piensa al hombre al ser humano, en las
condiciones de su contexto y frente a las circunstancias que a este le acontecen a partir de
considerar que él mismo se proyecta a partir de su propia existencia. El existencialismo es
un humanismo es un texto taquigráfico, apenas retocado por Sartre, de una conferencia
que dio en París en el año 1945, la cual fue a petición del Club Maintenant, creado tras la
Liberación por Jacques Calmy y Marc Beigbeder con un fin de “animación” literaria, la cual
se publica un año después. A partir de aquí cabe una pregunta, que bien se puede ver al
iniciar la lectura de esta obra, ¿en su primera parte llamada situación de conferencia
escrita por su hija Arlette Elkaim-Sartre “por qué tiene interés el autor del El ser y la nada
en convencer del humanismo de su doctrina?” (pp. 9), pues bien, su escrito ha suscitado
varias controversias, réplicas, hostilidades, adhesiones, etc., que todavía hoy se
desconocen. Estas críticas expresadas no, solamente por los intelectuales sino también
por los cristianos, que además de su ateísmo, le reprochaban a Sartre el ser materialista, y
por los comunistas el no serlo, lo llevó, como bien lo dirá su hija, a “(…) presentar al
público una idea coherente y más exacta de su filosofía por lo que Sartre aceptó dar esta
conferencia” (pp.12). En esta conferencia, el autor querrá, al menos, en el punto que se
encuentra de su investigación filosófica, convencer a los marxistas del PC de que ésta no
contradice la concepción marxista de la determinación del hombre por lo económico. “El
hombre no es libre y está encadenado desde el mismo punto de vista” (pp. 14), lo cual
también escribirá en Materialismo y Revolución, allí explicará más tranquilamente sus
divergencias con los comunistas.
En este sentido El existencialismo es un humanismo es una obra que nos presenta y nos
acerca con vasta claridad el pensamiento Sartreano y que expone sus principales ideas. El
filósofo expone al iniciar las críticas que se le han hecho al existencialismo argumentando
fervientemente sus visión sobre éstas y ampliando su pensamiento, para ello Sartre da
una visión técnica del mundo con la necesidad de dejar en claro desde dónde parte al
sostener su idea del existencialismo diferenciando analógicamente la idea entre esencia y
existencia propiamente dicho, en palabras de Sartre “(…) la esencia –es decir, el conjunto
de fórmulas y de cualidades que permiten producirlos y definirlo- precede a la existencia; y
así está determinada la presencia frente a mí de tal o cual abrecartas, de tal cual libro.
Tenemos aquí una visión técnica del mundo, en el cual se puede decir que la producción
precede a la existencia” (pp. 28), a partir de aquí el autor de esta obra se va a encauzar en
poder dar cuenta del propio pensamiento existencialista exponiendo las principales
cuestiones que giran en torno a él, y lo hará primordialmente a través de su concepción
existencialista del hombre, el hombre para Sartre primeramente “(…) empieza por existir,
se encuentra, surge en el mundo, y después se define, (…) el hombre no es otra cosa que lo
que él se hace” (pp. 31) este punto es el primer principio del existencialismo, con lo que
luego se profundizará en el sustento de que este, es decir el hombre, es el proyecto de sí
mismo, dirá Sartre “(…) será ante todo lo que haya proyectado ser” (pp.32), y aquí nos
encontramos con el primer paso del existencialismo, ya que el hombre es plenamente
responsable de su existencia, lo que nos lleva a pensar la responsabilidad emergida a
partir de la elección que este hace para él, que no es sino más que la elección de elegirse y
por ello elegir a todos a los hombres, pue este, en esta elección, el hombre se
compromete con toda la humanidad y así asume la responsabilidad no sólo por él sino por
todos, lo que justamente, lo conduce a la angustia, pero ¿en qué sentido aquí angustia?
Para Sartre, y con claridad lo deja expuesto en esta obra, la angustia no es más que el
saberse responsable no solo por él sino por todos, y como bien lo dice el autor “(…) es una
angustia simple, que conocen todos aquellos que han tenido responsabilidades” (pp. 39).
Pues, entonces, ante esto deviene la idea de libertad, el hombre es libertad, este “(…)
está condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo y, sin embargo,
por otro lado, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que
hace” (pp.43), en este sentido el hombre debe inventar al hombre, ya que este a su vez es
historia y comprende la historia de él mismo, debido esto a que las cosas serán como el
hombre haya decidido que sean, pues este es lo que hace, no es nada más que su vida.
Queda claro hasta aquí que para Sartre el ser humano es, a partir de su propia existencia,
pero además para esta existencia es indispensable el otro, en tanto que no obstante sólo
de mí, individualmente sino de toda la humanidad en tanto condición universal, humana,
pero no advierte en esto la posibilidad de que haya una esencia universal de cada hombre,
sino que existe una universalidad humana de condición.
A lo largo de esta obra se puede observar con ahínco el pensamiento existencialista, la
necesidad propia del autor de explicar, a las masas, su pensamiento y la raíz de este frente
a lo que concibe como existencialismo, y que resulta primordial poder dar cuenta de esta
amplitud en su pensamiento que no hace más, justamente que posicionar al hombre
como único responsable de su humanidad, de su condición humana, que lo sitúa
históricamente y lo compromete con la misma. En palabras de Arlette Elkahim-Sartre y
donde encuentro un punto fuerte de concordancia diré: “ El existencialismo es un
humanismo es pues una escrito de circunstancias que (…) permite captar el primerísimo
momento, (…) íntimamente conflictivo, de un viraje decisivo de su vida intelectual. (…) Las
objeciones a su obra, que él intenta inventariar en esta conferencia, con ser confusas y
hostiles (…) provocarán en la audiencia, aún hoy en día ciertas controversias, que han sido
suscitadas en su momento, pero que aún siguen vigentes y el pensamiento de Sartre, el
existencialismo continua siendo parte de debates filosóficos, que buscan amalgamar el
sentido optimista de esta corriente filosófica, que adopta una mirada profunda del ser del
hombre, alejada por completo de la contemplación divina de la existencia humana, y que
por esto mismo, hoy, se reconstruye y re significa su sentido existencial
Nucera, María Magalí, Profesora en Historia por el ISFDyT N 57 ext. Cobo, Diplomada en
Historia Latinoamericana Contemporánea por UNDAV, docente en ISFD N 98, ISFDyT N
215, EES N 1 Lezama, EES Municipal N 1 Chascomús.

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