Cristian Daniel

Nilupú García
MAESTRÍA EN DERECHO
PENAL – UNIVERSIDAD
NACIONAL DE PIURA.
EL PECULADO EN LA LEGISLACIÓN
PENAL PERUANA
Análisis - Resumen
 EL PECULADO EN LA LEGISLACIÓN PENAL PERUANA.
1. Aspectos esenciales del artículo 387 del Código Penal Peruano: el
peculado doloso por apropiación y utilización.

Evolución legislativa:

Se exponen en este primer acápite, los aspectos esenciales del delito de

peculado, iniciándose por el desarrollo legislativo. Resulta importante, a fin de
situarnos en un contexto histórico-normativo, saber que el actual texto
normativo que subyace bajo el artículo 387 del Código Penal (en adelante CP),
que regula y sanciona el delito de Peculado doloso y culposo, fue objeto -
durante las últimas décadas- de varias modificaciones, en concreto de cinco.

Así, para diferenciar cuáles fueron los cambios en concreto, el actual Código
Penal de 1991, regulaba primigeniamente el delito de peculado de la siguiente
manera:

Art. 387.- Peculado.

“El funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier

forma, para sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción,
administración o custodia le estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de la libertad no menor de dos ni mayor de
ocho años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la
sustracción de caudales o efectos será reprimido con pena privativa de
libertad no mayor de dos años o con prestación de servicio comunitario
de veinte a cuarenta jornadas”.

Esta redacción típica fue la inicial en la regulación del peculado, la misma que
se mantuvo así hasta el año 1993. Nótese que, si comparamos dicha redacción
con la que se encuentra vigente (es decir la del 2021), vemos que casi la mayor
parte de la misma se mantiene igual, con la diferencia que se han añadido las
agravantes ahora conocidas, así como el quántum de la pena. Vemos que los
verbos rectores son los mismos, así como la alusión al término “por razón de su
cargo”; de igual manera sucede con el peculado culposo, donde lo único que
cambió fue el tema de la pena y algunas agravantes que se aumentaron. Por
razones didácticas, me permito hacer un cuadro comparativo de ambas
regulaciones normativas, es decir la primigenia y la vigente. Así se tiene lo
siguiente:

1
 Comparación de redacción típica del delito de Peculado
Código Penal de 1991 (redacción inicial)
Artículo 387.- Peculado
“El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma,
para sí o para otro, caudales o efectos
cuya percepción, administración o
custodia le estén confiados por razón
de su cargo, será reprimido con pena
privativa de la libertad no menor de dos
ni mayor de ocho años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a
que se efectúe por otra persona la
sustracción de caudales o efectos será
reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de dos años o con prestación
de servicio comunitario de veinte a
cuarenta jornadas”.
2
Texto actual vigente (2021)
Artículo 387.- Peculado doloso y culposo.
 El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o
para otro, caudales o efectos cuya percepción,
administración o custodia le estén confiados
por razón de su cargo, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de cuatro
ni mayor de ocho años; inhabilitación a que se
refieren los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36, de
cinco a veinte años, y, con ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días-multa.
 La pena será privativa de libertad no menor
de ocho ni mayor de quince años;
inhabilitación a que se refieren los incisos 1, 2
y 8 del artículo 36, de naturaleza perpetua, y,
con trescientos sesenta y cinco a setecientos
treinta días-multa, cuando ocurra cualquiera
de los siguientes supuestos:
1.- El agente actúe como integrante de una
organización criminal, como persona vinculada
o actúe por encargo de ella.
2.- Los caudales o efectos estuvieran
destinados a fines asistenciales o a programas
de apoyo o inclusión social o de desarrollo.
3.- El agente se aproveche de una situación
de calamidad pública o emergencia sanitaria,
o la comisión del delito comprometa la
defensa, seguridad o soberanía nacional.
4.- El valor de lo apropiado o utilizado
sobrepase diez unidades impositivas
tributarias.
 Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años y
con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye
circunstancia agravante si los caudales o
efectos estuvieran destinados a fines
asistenciales o a programas de apoyo o
inclusión social. En estos casos, la pena
privativa de libertad será no menor de tres ni
mayor de cinco años y con ciento cincuenta a
doscientos treinta días-multa."
El camino para llegar a la actual redacción típica del delito materia de análisis,
fue largo y tuvo algunos problemas de aplicación práctica e interpretación. A
continuación, echaremos un vistazo breve al contenido de las modificaciones
efectuadas por el legislador al artículo 387 del CP.

Primera modificación: Ley N° 26198.

Así, veremos en la primera modificación sufrida en 1993 a través de la Ley N°

26198, que el primer cambio instaurado fue la incorporación de la agravante
constituida por los caudales o efectos públicos destinados a fines asistenciales
o programas de apoyo social. Esta agravante se aplicó a las dos modalidades
de peculado, es decir al doloso y al culposo, sancionándose con una pena de 4
a 10 años para el primer caso y de 3 a 5 años para el segundo caso. Se grafica
de la siguiente manera.

Comparación de redacción típica del delito de Peculado

Código Penal de 1991 (redacción inicial)
Artículo 387.- Peculado
“El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí
o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de la libertad
no menor de dos ni mayor de ocho años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años
o con prestación de servicio comunitario de
veinte a cuarenta jornadas”.
Modificación con la Ley N° 26198 (1993)
Artículo 387.- Peculado
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o
para otro, caudales o efectos cuya percepción,
administración o custodia le estén confiados
por razón de su cargo, será reprimido con
pena privativa de la libertad no menor de dos
ni mayor de ocho años.
Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a
fines asistenciales o a programas de apoyo
social. En estos casos, la pena privativa de la
libertad será no menor de cuatro ni mayor de
diez años.

Si el agente, por culpa, da ocasión a que

se efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años o
con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye
circunstancia agravante si los caudales o
efectos estuvieran destinados a fines
asistenciales o a programas de apoyo social.
En estos casos, la pena privativa de libertad
será no menor de tres ni mayor de cinco años.

3
Segunda modificación: Ley N° 29703.

La segunda modificación al artículo 387 sucedió después de 18 años, esto es

en el 2011, mediante la Ley N° 27903. A través de esta Ley el legislador
introdujo en la modalidad dolosa, la frase “o consiente que un tercero se
apropie o utilice caudales”, además de aumentar por primera vez el extremo
mínimo del tipo base del peculado doloso, de 2 años a 4 años. Asimismo, se
introdujo la agravante en la pena, cuando lo apropiado o utilizado sobrepase
las 10 unidades Impositivas Tributarias (UIT). De igual modo se aumentó la
pena establecida para la agravante de los bienes destinados para fines
asistenciales. Respecto al peculado culposo, este no sufrió ninguna
modificación.

Comparación de redacción típica del delito de Peculado

Modificación con la Ley N° 26198 (1993)
Artículo 387.- Peculado
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí
o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de la libertad no
menor de dos ni mayor de ocho años.
Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a
fines asistenciales o a programas de apoyo
social. En estos casos, la pena privativa de
la libertad será no menor de cuatro ni mayor
de diez años.
Modificación con la Ley N° 29703 (2011)
Artículo 387.- Peculado
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza en cualquier forma, o
consiente que un tercero se apropie o utilice
caudales o efectos públicos, cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho años.
Cuando el valor de lo apropiado o utilizado
sobrepase diez unidades impositivas
tributarias, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de ocho ni mayor de
doce años.

Si el agente, por culpa, da ocasión a que Si los caudales o efectos,

se efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años o
con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye
circunstancia agravante si los caudales o
efectos estuvieran destinados a fines
asistenciales o a programas de apoyo social.
En estos casos, la pena privativa de libertad
independientemente de su valor, estuvieran
destinados a fines asistenciales o a
programas de apoyo social, la pena privativa
de libertad será no menor de ocho ni mayor
de doce años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos, será reprimido con pena

4
 privativa de libertad no mayor de dos años o
será no menor de tres ni mayor de cinco con prestación de servicios comunitarios de
años. veinte a cuarenta jornadas. Si los caudales o
efectos, independientemente de su valor,
estuvieran destinados a fines asistenciales o
a programas de desarrollo o apoyo social, la
pena privativa de libertad será no menor de
tres ni mayor de cinco años.

Tercera modificación: Ley N° 29758.

Pasó más de un mes y medio, para que el 21 de julio de 2011, se diera la

tercera modificación mediante la Ley N° 29758. En esta oportunidad, el
legislador suprimió en la modalidad dolosa del peculado la frase “o consiente
que un tercero se apropie o utilice caudales”. Este fue el único cambio
sustancial en la redacción, lo demás se mantuvo igual.

Comparación de redacción típica del delito de Peculado

Modificación con la Ley N° 29703 (2011)
Artículo 387.- Peculado
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza en cualquier forma, o
consiente que un tercero se apropie o utilice
caudales o efectos públicos, cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho años.
Cuando el valor de lo apropiado o utilizado
sobrepase diez unidades impositivas
tributarias, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de ocho ni mayor de
doce años.
Si los caudales o efectos,
independientemente de su valor, estuvieran
destinados a fines asistenciales o a
programas de apoyo social, la pena privativa
de libertad será no menor de ocho ni mayor
de doce años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años o
con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Si los caudales o
Modificación con la Ley N° 29758 (2011)
Artículo 387.- Peculado
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí
o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho años.
Cuando el valor de lo apropiado o utilizado
sobrepase diez unidades impositivas
tributarias, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de ocho ni mayor de
doce años.
Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a
fines asistenciales o a programas de apoyo
social. En estos casos, la pena privativa de
libertad será no menor de ocho ni mayor de
doce años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años o
con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye
circunstancia agravante si los caudales o

5
 efectos, independientemente de su valor,
estuvieran destinados a fines asistenciales o
a programas de desarrollo o apoyo social, la
pena privativa de libertad será no menor de
tres ni mayor de cinco años.
efectos estuvieran destinados a fines
asistenciales o a programas de apoyo social.
En estos casos, la pena privativa de libertad
será no menor de tres ni mayor de cinco
años

Cuarta modificación: Ley N° 30111.

En el año 2013, se produciría la cuarta modificación al artículo 387, mediante la

Ley N° 30111. Aquí, se apreciaría por primera vez la incorporación de penas
pecuniarias en adición a la pena privativa de libertad. Así, se incorporaron
penas de días-multa para ambas modalidades de peculado, así como para las
agravantes antes mencionadas, que van desde los ciento cincuenta (150) hasta
los setecientos treinta (730) días-multa.

Comparación de redacción típica del delito de Peculado

Modificación con la Ley N° 29758 (2011)
Artículo 387.- Peculado
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí
o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho años.
Cuando el valor de lo apropiado o utilizado
sobrepase diez unidades impositivas
tributarias, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de ocho ni mayor de
doce años.
Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a
fines asistenciales o a programas de apoyo
social. En estos casos, la pena privativa de
libertad será no menor de ocho ni mayor de
doce años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años o
con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye
circunstancia agravante si los caudales o
efectos estuvieran destinados a fines
Modificación con la Ley N° 30111 (2013)
Artículo 387.- Peculado
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí
o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho años y
con ciento ochenta a trescientos sesenta y
cinco días-multa.
Cuando el valor de lo apropiado o utilizado
sobrepase diez unidades impositivas
tributarias, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de ocho ni mayor de
doce años y con trescientos sesenta y cinco
a setecientos treinta días-multa.
Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a
fines asistenciales o a programas de apoyo
social. En estos casos, la pena privativa de
libertad será no menor de ocho ni mayor de
doce años y con trescientos sesenta y cinco
a setecientos treinta días-multa.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años y

6
 asistenciales o a programas de apoyo social.
En estos casos, la pena privativa de libertad
será no menor de tres ni mayor de cinco
años
Quinta modificación: Decreto Legislativo N° 1243.
La quinta modificación vendría en el año 2016, con el Decreto Legislativo N°
1243. Con ella el legislador introdujo las penas de inhabilitación para aquellos
funcionarios públicos que cometiesen peculado.
Comparación de redacción típica del delito de Peculado
Modificación con la Ley N° 30111 (2013)
Artículo 387.- Peculado
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí
o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho años y
con ciento ochenta a trescientos sesenta y
cinco días-multa.
Cuando el valor de lo apropiado o utilizado
sobrepase diez unidades impositivas
tributarias, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de ocho ni mayor de
doce años y con trescientos sesenta y cinco
a setecientos treinta días-multa.
Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a
fines asistenciales o a programas de apoyo
social. En estos casos, la pena privativa de
libertad será no menor de ocho ni mayor de
doce años y con trescientos sesenta y cinco
a setecientos treinta días-multa.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años y
con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye
7
con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye
circunstancia agravante si los caudales o
efectos estuvieran destinados a fines
asistenciales o a programas de apoyo social.
En estos casos, la pena privativa de libertad
será no menor de tres ni mayor de cinco
años y con ciento cincuenta a doscientos
treinta días-multa.
Modificación con el DL. N° 1243 (2016)
Artículo 387.- Peculado
El funcionario o servidor público que se
apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí
o para otro, caudales o efectos cuya
percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho
años;inhabilitación, según corresponda,
conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo
36 ; y, con ciento ochenta a trescientos
sesenta y cinco días-multa.
Cuando el valor de lo apropiado o utilizado
sobrepase diez unidades impositivas
tributarias, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de ocho ni mayor de
doce años;inhabilitación, según
corresponda, conforme a los incisos 1, 2
y 8 del artículo 36; y, con trescientos
sesenta y cinco a setecientos treinta días-
multa.
Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a
fines asistenciales o a programas de apoyo o
inclusión social. En estos casos, la pena
privativa de libertad será no menor de ocho
ni mayor de doce años;inhabilitación,
según corresponda, conforme a los
incisos 1, 2 y 8 del artículo 36 ; y, con
trescientos sesenta y cinco a setecientos
 circunstancia agravante si los caudales o
efectos estuvieran destinados a fines
asistenciales o a programas de apoyo social.
En estos casos, la pena privativa de libertad
será no menor de tres ni mayor de cinco
años y con ciento cincuenta a doscientos
treinta días-multa.
treinta días-multa.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se
efectúe por otra persona la sustracción de
caudales o efectos, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años y
con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye
circunstancia agravante si los caudales o
efectos estuvieran destinados a fines
asistenciales o a programas de apoyo o
inclusión social. En estos casos, la pena
privativa de libertad será no menor de tres ni
mayor de cinco años y con ciento cincuenta
a doscientos treinta días-multa.

Sexta modificación: Ley N° 31178.

La sexta y última modificatoria se ha produjo recientemente hace dos años, en

el 2021 con la Ley N° 31178. Esta Ley introdujo dos nuevas agravantes a las
ya conocidas, constituidas por los actuales incisos 1 y 3 del artículo 387, que
agrava la pena desde los ocho hasta los quince años de pena privativa de
libertad al funcionario o servidor público que actúe como integrante de una
organización criminal o cuando se aproveche de una situación de calamidad
pública o emergencia sanitaria. Debido a que ya se reprodujo el actual artículo
en el primer gráfico no resulta necesario volver a reproducirlo.

2. Tipicidad objetiva.
2.1. Sujetos.

Como resulta obvio, el delito de peculado al tratarse de un delito especial de

infracción de deber, el sujeto activo siempre será el funcionario o servidor
público. Esta identificación del sujeto activo, no revestiría mayores problemas,
de no ser por los términos “percepción”, “administración” o “custodia” y “por
razón del cargo” que se encuentran en la redacción del tipo penal. Esto nos
lleva a considerar que no basta con la sola cualidad de funcionario o servidor
público para cometer este delito, sino que adicional a ello, se necesita que
dicho funcionario o servidor público tenga las funciones de percepción,
administración o custodia de los caudales y efectos públicos que se le asignen
por razón del cargo, es decir de acuerdo al cargo que desempeñe.

8
Como bien lo afirma Rojas Vargas, “la norma penal ha restringido el círculo de
autores de modo que ser funcionario o servidor público no es suficiente
condición de tipicidad para que se realice el delito”. 1 A dichas funciones que
tiene el funcionario, se les suele denominar relación funcionarial específica.
Recuérdese que dentro del mundo de la administración pública existe el deber
general de preservar el correcto y regular funcionamiento de la misma, sin
embargo, algunos tipos penales se encuentran orientados a proteger un deber
o función en especial de carácter específico, como sucede con el Peculado.
Respecto del sujeto pasivo, evidentemente estamos ante un delito cuyo único
perjudicado es el Estado, pues es el único titular de los caudales y efectos de
los que se apropia o utiliza el funcionario público.

2.2. Conducta Típica.

El delito de peculado se configura a través de la comisión de dos modalidades

delictivas guiadas por los verbos rectores “apropiar” y “utilizar”. Para fines
académicos, se procede a analizar cada conducta por separado.

Peculado por Apropiación: el peculado por apropiación importa que el

funcionario o servidor público -desde la esfera de la administración pública- y
aprovechando la denominada vinculación funcional que tiene con los caudales
o efectos públicos que le han sido confiados por razón del cargo, se apropie,
adueñe o haga suyos los mismos, de tal manera que se comporte como si
fueran suyos, trasladándolos a su esfera personal. La apropiación puede darse
para el propio funcionario o para un tercero, que puede ser otro funcionario o
un extraño a la administración pública.

Conforme a lo esbozado por el autor de la lectura, la doctrina hace la distinción

entre “apoderamiento” y “sustracción”, sin embargo, conviene en manifestar
que la conducta del funcionario no está orientada a sustraer, pues este debido
a la vinculación funcional, ya tiene poder de disposición de los caudales o
efectos, pero no una disposición en el entendido de que puede hacer lo que le
plazca con ellos, evidentemente se trata de una disposición legal, que el propio
cargo lo obliga a cumplir. Entonces a partir de ese poder de disposición es que
se desvía de lo que debe cumplir y se apropia de ellos para su beneficio
1
Rojas Vargas, Fidel. Manual Operativo de los Delitos contra la Administración Pública.
Editorial Nomos y Thesis, primera edición, 2019, p. 240.

9
personal o para otro. Rojas Vargas, señala que “apropiarse es hacer suyo
caudales o efectos que pertenecen al Estado, apartándolos de la esfera
funcional de la administración pública y colocándolos en situación de disponer
de los mismos”.2

Conforme lo establece el artículo 387, la apropiación puede darse de cualquier

forma, de manera que deja abierta cualquier posibilidad que emplee el
funcionario para apropiarse o utilizar los caudales o efectos públicos. La
manera más común o conocida de apropiación es la que se hace de manera
directa, sin embargo, esta -como bien lo afirma Salinas Siccha- puede recaer
tanto en actos materiales de incorporación, como en actos de disposición
inmediata (venta, alquiler, préstamo, donaciones, etc.) 3

Peculado por utilización: El peculado por utilización, consiste en aquel acto

de usar, disfrutar o aprovechar de los caudales o efectos públicos en beneficio
propio o de un tercero, pero sin el propósito de apoderarse del bien. Lo que
realmente importante es que el agente se sirva del bien público. Claro está que
esta modalidad no puede ser de aplicación para ciertos bienes como, por
ejemplo, el dinero en efectivo de la caja de una Municipalidad. Así, por ejemplo,
sin un funcionario “utiliza” parte del dinero de dicha caja para pagar un
préstamo personal con el fin de devolverlo sin que nadie note su ausencia y
devolución, no podría equipararse su conducta en la modalidad de utilización,
ya que al disponer del dinero para otros fines ya lo está trasladando a su esfera
personal y por ende se está apropiando del mismo, con lo que su conducta
estaría ya consumada, sin importar si posteriormente lo devuelva. Por el
contrario, si un funcionario usa un bien para un fin personal, claro está que el
uso lo hace momentáneamente con la intención de aprovecharse de el, más no
para apropiarse de el.

Este parecer ha sido afirmado por la Corte Suprema de Justicia de la República

en el Recurso de Nulidad N° 3632-2004- Arequipa, en el cual se argumentó
que “la modalidad de peculado por distracción o utilización implica una
separación del bien de la esfera pública y una aplicación privada temporal del

2
Ídem, P. 408.
3
Salinas Siccha, Emérito Ramiro. Delitos contra la Administración Pública, editorial Iustitia,
2019, pág. 409.

10
mismo sin consumirlo para regresarlo luego a la esfera pública, lo que no es
posible tratándose de dinero”. Asimismo, la misma Corte Suprema, en el
Acuerdo Plenario N° 04-2005/CJ-116 del 30 de setiembre del 2005, ha fijado
como precedente vinculante que, en el peculado por utilización, utilizar se
refiere al aprovecharse de las bondades que permite el bien (caudal o efecto),
sin tener el propósito final de apoderarse para sí o para un tercero.

Cabe precisar, que esta modalidad de peculado por utilización, no debe

confundirse con el tipo penal de peculado de uso, regulado en el artículo 388
del CP, pues en el primer supuesto el agente usa efectos o caudales públicos,
mientras que, en el segundo supuesto, el agente usa vehículos, máquinas o
cualquier otro instrumento de trabajo perteneciente a la administración pública.

2.3. El carácter público de los bienes que administra o custodia el

funcionario público.

Los caudales o efectos públicos deben pertenecer o estar bajo la

administración pública destinados a los fines propio del Estado. En
consecuencia, los bienes pertenecientes a un organismo internacional, por
ejemplo, no constituyen bienes del Estado, por lo tanto, no comete peculado,
sino otro delito común el funcionario que se apropia en razón de estar
administrándolos.4

3. Tipicidad subjetiva.

En su vertiente dolosa, el peculado requiere del conocimiento y voluntad en el

actuar del funcionario o servidor público. En primer lugar, que actúe con
conocimiento de que está infringiendo el deber especial de custodia y
administración sin ninguna justificación de por medio, y en segundo lugar, que
tenga la voluntad de hacerlo.

4
Salinas Siccha, Emérito Ramiro. Delitos contra la Administración Pública, editorial Iustitia,
2019, pág. 425.

11
 CONCLUSIONES REFLEXIVAS

1. La vinculación funcional, como elemento objetivo que debe tener todo

funcionario o servidor público, para con los caudales o efectos públicos,
constituye un requisito fundamental para poder imputar responsabilidad
penal al agente por un delito de peculado.

2. Es una exageración que el legislador haya equiparado la figura del

peculado doloso por apropiación con la figura del peculado doloso por
utilización y sancionarlo con la misma pena, pues no es lo mismo
apropiarse de los bienes de la Administración Pública que el solo usarlo
para luego ser devueltos y continúen siendo de la administración
pública.

12
 BIBLIOGRAFÍA

1. Salinas Siccha, Ramiro Emérito. Delitos Contra la Administración

Pública, editorial Iustitia, 2019 quinta edición.

2. Rojas Vargas, Fidel. Manual Operativo de los Delitos Contra la

Administración Pública cometidos por funcionarios públicos. Editorial
Nomos y Thesis, 2016.

13