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Como consecuencia de ese proceso, propondremos que comience a reflexionar cuál será
la materia comercial que estudiará a lo largo de la asignatura, como también si la
diferencia entro lo público y lo privado sigue siendo tan categórico en nuestros días.
Aspiramos que en esta primera unidad comience a adquirir los conocimientos iniciales
para ingresar en el Derecho privado, a raíz de la interdependencia que presentan derecho
y economía, y el modo en que la materia legal interviene no solo en las decisiones
1
empresariales, sino también en la vida cotidiana de cualquier individuo, cuestiones que
serán de necesario conocimiento en la praxis profesional que desarrolle en el futuro.
Objetivos
Contenidos
2. Las normas.
8. Derecho y economía.
2
9. Orden público económico.
Bibliografía Obligatoria.
Ø Constitución Nacional.
3
EL DERECHO
FUENTES NORMAS
5. Jurisprudencia obligatoria.
6. Decisión de tribunales y
organizaciones internacionales.
Constitucionalización del
1. La doctrina derecho privado-
Materiales
2. La jurisprudencia no
obligatoria
Derecho Privado
(Civil, Comercial,
Derecho internacional
privado)
Derecho y Economía
-Orden público
económico-
4
1. EL DERECHO Y LAS FUENTES DEL
DERECHO
Si nos detuviéramos a pensar en los actos que realizamos en nuestra vida cotidiana,
observaríamos que el derecho atraviesa nuestra existencia, aun cuando la presencia del
mismo no nos resulte demasiado perceptible.
Nuestra vida familiar, en sociedad, en la relación con otras personas el derecho siempre
está presente.
Por ello es importante comenzar a dilucidar que entendemos por Derecho, ¿Qué es el
Derecho?
En el campo de la conducta humana social hay reglas, de la misma manera que sucede en
otro campos (como por ej. las leyes físicas), que nos indican que un comportamiento es
“conforme a derecho”. En el campo del derecho llamamos a esas reglas “normas
jurídicas”, aquellas que sirven para dirigir nuestro comportamiento de modo que sea
justo, legítimo, y –para cuando ha dejado de serlo procurar su vuelta a lo que debe ser.
Los romanos llamaban JUS a lo que consideraban lícito (tal como lo declaran las leyes, las
costumbres o los magistrados) y lo contrario era la INJURIA (lo ilícito). No obstante,
utilizaron la palabra JUS tanto en sentido objetivo (jus civile –derecho civil, o jus naturale –
derecho natural) como subjetivo (derecho comercii –derecho de comerciar).
A partir del siglo IV de la era cristiana se comenzó a utilizar para señalar el conjunto de
normas religiosas que orientaban la conducta humana por el camino recto la palabra
DIRECTUM (dirigir: guiar, conducir). Esta palabra se extendió luego para referirse a todas
las normas que se imponían sobre la conducta del hombre.
5
De este modo aparece lo que conocemos como derecho en sentido objetivo, es decir
aquellos conjuntos de principios, preceptos y reglas a que están sometidas las relaciones
humanas en toda sociedad civil y a cuya observancia pueden ser compelidos los individuos
por la fuerza[2]. Dicho de otro modo, el derecho desde esta perspectiva, es regulación de
las relaciones sociales, es la ley que previendo conductas reiteradas de los integrantes de
cierta comunidad, tiende a encauzar dicho comportamiento al cumplimiento de fines y a
la obtención de intereses políticamente preestablecidos, los cuales, en definitiva son los
elementos que cohesionan al grupo social referenciado.
Queda claro entonces que no puede haber un derecho subjetivo (derecho o facultad) sin
un derecho objetivo (derecho-norma) que lo reconozca u otorgue.
Vemos entonces que la finalidad primordial del derecho es dotar al entramado social de
reglas que aseguren una pacífica convivencia entre sus miembros.
6
Los autores del Código Civil y Comercial en los fundamentos del Proyecto, anticipan que
no es función dar una definición de lo que es el Derecho, pese a utilizar la palabra Derecho
en el Capítulo I.[4]
Varios autores coinciden con la idea de no dar un concepto “porque el Derecho es una
construcción cultural, doctrinaria que las distintas doctrinas y momentos culturales van
construyendo de una manera u otra”.[5]
Pero también no podemos dejar de reconocer que el Derecho termina siendo en gran
medida lo que los Jueces dicen lo que es. Porque son los jueces quienes tienen la
jurisdicción o la facultad de “decir el derecho” como veremos en el art. 3 del CCyC.
El derecho en una parte importante será dicho y hecho por las partes (por las personas), y
en otra parte importante será dicho y hecho por los jueces. El juez va a decir, y al decir va
a hacer, porque decir es una manera de hacer el derecho.[7]
El Código Civil y Comercial que veremos durante toda la materia, distingue el Derecho de
La Ley.
7
trata solo de la ley, sino de todas las demás fuentes: doctrina, costumbres. Asimismo, el
Código recepta disposiciones contempladas en la Constitución y en los tratados
internacionales, y contempla no solo las reglas determinadas, sino también los principios y
los valores.”[9]
Dicho esto, es oportuno que abordemos la temática de las fuentes del derecho, ya que el
derecho como expresamos no está constituido solo por normas o leyes.
Las fuentes del derecho “son criterios a los que se recurre en el proceso de creación
normativo en búsqueda de objetividad”[10].
Podemos distinguir dos tipos de fuentes: las formales que resultan obligatorias conforme
a una norma de reconocimiento y las materiales que carecen de obligatoriedad pero fijan
el contenido del Derecho.
b) Los usos, prácticas y costumbres, solo cuando las leyes o los interesados se refieran a ellas
y no sean contrarias a derecho (por ej. en un contrato), o cuando existe un vacío legal es
decir la situación no está reglada legamente.
La costumbre es una conducta colectiva, que está constituida por una serie de actos que
se ejecutan de modo generalizado, con un alto grado de uniformidad, identificables y
predictibles, que se practican con la conciencia de la obligatoriedad y cuya violación causa
una sanción social.[11]
Los usos o prácticas también son conductas, pero por el contrario no gozan de esa
generalidad colectiva, aunque pueden resultar obligatorias a las partes que lo practican
(muy usual en contratos comerciales).
8
consecuencia de la operatividad directamente reconocida por el art. 75 inc. 22 de la
Constitución Nacional de los tratados de derechos humanos y de los tratados de
integración (como sucede con el tratado de Asunción creadora del MERCOSUR).
2. LAS NORMAS
Existen diversas categorías de reglas y normas. Así, tenemos las leyes naturales que
indican regularidad e implican que dados ciertos presupuestos, necesariamente se dan
ciertas consecuencias. Son leyes de causalidad.
A diferencia de éstas, las reglas deontológicas (moral, buenas costumbres, ética, derecho)
incursionan en la libertad del hombre como causa eficiente del obrar. Y acá podemos
distinguir entre aquellas normas que tienen una finalidad en relación al perfeccionamiento
de la persona humana (religiosas, morales) y otras que persiguen el bien común en las
relaciones entre los hombres (las jurídicas). No se debe perder de vista que estas últimas
traducen un precepto moral (derecho de alimentos, obediencia a los padres, reparar el
daño causado, etc.), una ley social (lo que una sociedad en un período determinado
estipula como lo permitido, lo ordenado y lo prohibido) o una regla técnica (contenido de
una escritura pública, la ordenanza municipal que establece la cantidad de piso permitidos
para edificar, etc.).
La norma jurídica se diferencia de la norma moral o ética, que indica lo que es bueno y lo
que es malo. Moralmente se responde ante Dios (si es creyente) o ante la conciencia (si se
es ateo). Pero jurídicamente se responde también ante la comunidad, la cual actuará
mediante el derecho con la coactividad, es decir la posibilidad de ser compelido a cumplir
por la fuerza pública.
9
Vayamos a un ejemplo:
Por Derecho Natural se entiende a aquellas normas y principios generales que surgen de
la naturaleza humana misma (de allí lo “natural”) y como tales anteriores a todo derecho
positivo concreto, además de universales en el espacio e inmutables en el tiempo (como
por ejemplo el respeto a la vida, a la dignidad de la personas, a las libertad, etc.). El
Derecho positivo y el Derecho natural se relacionan, se complementan y se necesitan
mutuamente.
El derecho natural necesita del derecho positivo para que organice la comunidad y provea
de normas que establezcan sanciones para quien infringe principios jurídicos naturales. De
lo contrario se corre el riesgo de que los derechos naturales del hombre no sean
debidamente protegidos. Como Ejemplo podemos citar los tratados internacionales sobre
derechos humanos, la convención sobre los derechos del niño y demás tratados de
jerarquía constitucional que ud. ya habrá visto en la Asignatura Derecho público.
Sin llegar a profundizar sobre las distintas teorías, es cierto que existen posturas que
niegan el derecho natural (positivismo jurídico), aunque reconocen la existencia de reglas
supremas de la moral relacionadas con las acciones humanas o reconocen la existencia de
normas culturales elaboradas a través del tiempo y respecto de las cuales los Estados
deben adecuarse.
10
De igual manera otra teoría entiende que el Derecho tiene una dimensión tridimensional.
Es un conjunto de normas, pero también tiene una dimensión sociológica y otra axiológica
(vinculada con los principios y valores).
En relación a lo antes dicho, debemos señalar que la creación del derecho en su calidad de
ordenamiento omnicomprensivo, corresponde al Estado.
Como dijimos anteriormente, el Derecho es un sistema, pero ello no quiere decir que
todas las normas de ese sistema tengan la misma jerarquía.
11
3. CONTENIDO DE LAS NORMAS
12
Ahora bien. No podemos soslayar la estructura de la norma en la que encontramos:
4. APLICACIÓN, OBLIGATORIEDAD,
VIGENCIA Y EFICACIA TEMPORAL DE
LAS NORMAS
Lea detenidamente el art. 4 del CCyC, verá que allí se establece la obligatoriedad de ley
obliga para todos, ello no es más que una derivación del principio constitucional de
igualdad ante la ley que Ud. ya ha visto en la asignatura Derecho Público. La noción de
obligatoriedad se refiere a lo que la normativa establece, sea esto una prohibición, una
permisión o un mandato.[14]
Ahora bien, analicemos el segundo interrogante. Lea el art. 5 del CCyC para comprender la
vigencia temporal.
El comienzo de vigencia de una ley conforme a ese artículo que acaba de leer la podremos
graficar así:
13
La publicación Oficial (aquella que se realiza en el Boletín Oficial) hace que la ley sea
conocida, lo cual es necesario para que sea aplicada por los ciudadanos. Ahora, eso no
significa que para cumplir la ley los ciudadanos deban efectivamente haber leído la
publicación, ya que la obligatoriedad es independiente, se funda en la norma de
reconocimiento y no en la publicidad (puede haber leyes no publicadas o secretas que
también son obligatorias).[15]
Asimismo es interesante detenernos en el modo de contar los intervalos del derecho para
establecer cómo se computan los plazos por días, meses, años y horas (art. 6 CCyC). Este
artículo es una suerte de norma supletoria o subsidiaria que funciona cuando las leyes o
las partes (en un contrato por ejemplo) no establecen un modo diferente de computar los
plazos.
Después de la lectura del art. 6 del CCyC podrá observar que los plazos pueden estar
fijados:
14
En meses y Se computan de fecha a fecha. Si el Ej.: el 31 de marzo se fija un plazo de
años mes del vencimiento no tuviera día 1 mes. Ese plazo vence el 30 de abril.
equivalente al inicial del cómputo, se
Si el plazo fuere de un año, el plazo
entiende que el plazo expira el
vencería el 31 de marzo del año
último día de ese mes.
siguiente.
Vencen a las hora 24 del día de
vencimiento.
En horas Comienza a correr desde la hora Ej.: a las 9hs. Se fija un plazo de 6
siguiente horas, el plazo vence a las 15 hs.
Hasta el momento hemos aprendido a quienes se aplica la ley, desde cuando se aplica y
como contamos los intervalos en el derecho.
Regla general Aplicación inmediata de la ley Ello significa que la nueva ley se aplica:
después de haber sido
1. a las relaciones y situaciones jurídicas
sancionada.
que se constituyan en el futuro;
15
Excepción Las leyes supletorias No son aplicables a los contratos en
curso de ejecución, salvo las normas más
favorables al consumidor en las
relaciones de consumo.
Repasemos algunos conceptos que darán claridad al artículo leído. Cuando se habla de
“relación jurídica” nos referimos al vínculo jurídico que se establece entre dos o más
personas, por su propia voluntad y de la cual nacen derechos y deberes (el ejemplo más
concreto son los contratos). Mientras que cuando decimos “situación jurídica”, nos
referimos a la posición que ocupa un sujeto frente a una norma general (los derechos y
deberes surgen de la ley).[16]
Puede suceder como pasó con la entrada en vigencia del Código Civil y comercial en al año
2015, que la ley empiece a regir durante una relación ya constituida (por ejemplo, un
contrato) o a la situación (por ejemplo, el matrimonio) en el estado en que se encontraba
al tiempo en el que la ley nueva es sancionada, pasando a regir los tramos de su desarrollo
aún no cumplidos.
Los cumplidos, en cambio, están regidos por la ley vigente al tiempo en que se
desarrollaron. El nuevo ordenamiento no se proyecta atrás en el tiempo, ni altera el
alcance jurídico de las situaciones y las consecuencias de los hechos y actos realizados y
agotados en su momento bajo un determinado dispositivo legal. El efecto inmediato no es
inconstitucional y no afecta derechos constitucionales amparados, siempre que la
aplicación de la nueva norma afecte solo los hechos aún no acaecidos de una relación o
situación jurídica constituida bajo el imperio de la ley antigua.[17]
16
extinguida, o a efectos ya cumplidos bajo la ley anterior. Como es una excepción solo la
propia ley puede establecer su retroactividad, pero nunca puede afectar derechos
amparados por garantías constitucionales.
17
partes de ese sistema forman una unidad coherente por lo que la interpretación de
una norma no debe alterar el equilibrio del conjunto.
Una cuestión importante en la cual innova el Código Civil y Comercial (art. 2 CCyC) es
establecer reglas de interpretación de la ley, que no es más que el modo que debe
comprenderse “la significación” de la norma que se interpreta, especialmente cuando ello
es necesario para resolver un caso.
Menciona en segundo lugar a la “finalidad” relacionada con los objetivos y valores que se
plantea alcanzar la norma. Esos objetivos y valores los podemos encontrar en la propia
norma, como así también en los fundamentos expuestos por lo parlamentarios al
momento de ser sancionada.
Otro elemento para interpretar son los principios. Dice el Dr. Lorenzetti: “Los principios
son normas abiertas, indeterminadas, que obligan a cumplir un mandato en la mayor
medida posible y compatible con otros principios competitivos; por eso se dice que son
mandatos de optimización, en su aplicación se busca el nivel óptimo mediante un juicio de
ponderación”[18]. Es decir los principios se comparan con otros principios y se ponderan
para elegir uno u otro.
Los principios a diferencia de las reglas, son indeterminados porque no tienen un supuesto
de hecho específico que permita subsumir el hecho en el derecho y así deducir una
solución. Como ejemplo podemos citar el “principio de buena fe” del art. 9 del CCyC, pero
no es el único, los encontraremos en diferentes partes del Código y lo mencionaremos en
cada temática que se aborde.
18
Por último se menciona a los “valores Jurídicos” en general contienen una idea o
referencia valorativa. Siguiendo a Lorenzetti, “el valor expresa una juicio comparativo
(compara un valor con otro), y en ello se diferencia del principio (mandato de
optimización, manda hacer algo en la mayor medida posible).[19]
A título de ejemplos podemos mencionar algunos valores que normalmente son citados
en las leyes o en la propia Constitución Nacional: “bienestar general”, “solidaridad”,
“afianzar la justicia”, etc.
Estas reglas de interpretación, conjuntamente con el sistema de fuentes del art. 1, y el art.
3 – deber de resolver de los jueces- conforman las reglas básicas de la decisión Jurídica. El
art. 3 del CCyC establece una obligación dirigida a los jueces, la obligación de decidir a
través de una decisión razonablemente fundada. Son los jueces (o también árbitros) los
que deben resolver usando la “jurisdicción” que no es más que la facultad y la obligación
de interpretar las normas, aplicarlas y resolver los conflictos que se plantean ante sus
estrados.
Los jueces fundan sus sentencias, aplicando las normas que regulan las situaciones
conflictivas a través de la deducción de las reglas. Cuando ello no es posible, su
discrecionalidad es limitada a través de la utilización de principios y valores y de la
razonabilidad de su decisión.
El art. 3 exige que la resolución se razonablemente fundada, ello implicar dar razones
suficientes y conducentes a la resolución del litigio, y que no sea una decisión que solo
refleje de la voluntad del Juez. Lo opuesto a una decisión razonable, es lo que llamamos
decisión arbitraria.
Previo a ingresar en las próximas unidades al estudio del Derecho Privado, es importante
referirnos ahora a dos grandes categorías en el estudio del Derecho, El PÚBLICO y el
PRIVADO, sirviéndonos esto para diferenciar las normas de carácter público, de aquéllas
de carácter privado. El Derecho Privado –se ha sostenido- es la rama del Derecho que se
ocupa preferentemente de las relaciones entre particulares, satisfaciendo el interés de los
19
mismos, a su vez, el Derecho Público es la parte del ordenamiento jurídico que regula las
relaciones de los ciudadanos con los poderes públicos y de estos entre sí.
Decía el Dr. Lorenzetti en los Fundamentos del Proyecto del Código Civil y Comercial: “La
mayoría de los códigos existentes se basan en una división tajante entre el derecho
público y privado. El Anteproyecto, en cambio, toma muy en cuenta los tratados en
general, en particular los de Derechos Humanos, y los derechos reconocidos en todo el
bloque de constitucionalidad. En este aspecto innova profundamente al receptar la
constitucionalización del derecho privado y establece una comunidad de principios entre
la Constitución, el derecho público y el derecho privado, ampliamente reclamada por la
mayoría de la doctrina jurídica argentina. Esta decisión se ve claramente en casi todos los
campos: la protección de la persona humana a través de los derechos fundamentales, los
derechos de incidencia colectiva, la tutela del niño, de las personas con capacidades
diferentes, de la mujer, de los consumidores, de los bienes ambientales y muchos otros
aspectos. Puede afirmarse que existe una reconstrucción de la coherencia del sistema de
derechos humanos con el derecho privado”.[20]
20
A partir esta distinción encontraremos ámbitos o ramas concernientes básicamente al
Derecho Público, como el Constitucional y Administrativo, o al Privado como el Civil,
Comercial, etc.
El Derecho Privado tiene un ámbito bastante amplio. Se ocupa de regular la vida de las
personas aún antes de su nacimiento (concepción) y hasta más allá de su muerte (a través
del derecho sucesorio por ejemplo) regulando las vicisitudes que el individuo pueda
encarnar al integrarse al grupo natural familia y luego a la sociedad, poniendo especial
atención a la normativización de las relaciones económico sociales.
7. EL DERECHO COMERCIAL EN EL
CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA
NACIÓN
La ley 26994 (sanción del NCCYC) ha derogado expresamente el Código de Comercio y ha
unificado en un solo Código la materia Civil y Comercial (o por lo menos en su título). En
esta unificación han desparecido institutos típicamente comerciales (como por ej. El
estatuto del comerciante, la regulación sobre auxiliares de comercio) y se han incorporado
otros que antes no existían. Asimismo, muchas de la leyes que regulan institutos
comerciales y que formaban parte de la legislación complementaria del Código de
Comercio anterior, hoy mantienen su vigencia (con algunas modificaciones) y se
incorporan como legislación complementaria del nuevo Código Civil y Comercial. Esto
ocurre con la ley de sociedades 19.550, la ley de leasing 25.248, la ley 26.005 de
consorcios de cooperación, la ley 24.441 de fideicomiso, entre otras.
El NCCYC incorpora alguna de las materias comerciales y unifica las obligaciones y los
contratos en lo que hace a su tratamiento. En este orden de ideas se regula la
contabilidad, la rendición de cuentas, la representación, los contratos comerciales típicos,
21
las reglas de interpretación y al valor del uso y la costumbre en forma similar a como lo
regulaba el Código de Comercio. Se incorporan además contratos comerciales atípicos y
los bancarios. Asimismo regula de manera general los títulos de crédito regulando el
contrato de arbitraje y los de consumo. Asimismo queda subsistente la regulación
particular de varios títulos valores: cheques, letras de cambio y pagaré, acciones,
debentures, warrants, etc. declarando la subsidiariedad de las normas del NCCYC a
aquellas.
Sigue siendo válido sostener que entre el derecho civil y el derecho comercial todavía
pueden encontrarse diferencias, y que es importante destacar que las instituciones que el
derecho civil rige son mucho más estables que aquellas que rige el derecho comercial,
pues responden a exigencias y necesidades fundamentales que nacen en el seno de la
propia comunidad. Porque entendemos que el derecho mercantil regula las relaciones
económicas privadas de los hombres que refieren a la producción, la circulación y el
consumo de la riqueza y porque el crédito aparece como un valor jurídico a proteger,
aceptamos las razones que fundamentan la movilidad, falta de solemnidad y sencillez de
la norma mercantil[22].
Sin llegar a formular una conclusión absoluta, gran parte de la doctrina comercialista
sostiene que la unificación es solo formal y parcial.
Es así que Junyent Bas expresa: “En este sentido, y tal como lo señalan con acierto
prestigiosos juristas (2), aun en el marco de una unificación legislativa, la Constitución
Nacional preserva al derecho comercial como una categoría distinta del derecho civil, lo
que constituye no solamente una cuestión que hace a su autonomía científica, sino
fundamentalmente que nace de la realidad social y que a la postre es reconocido por la
propia ley de aprobación del Código Único cuando establece en su art.5 la plena vigencia
de las leyes que integran el Código de Comercio y que no han sido derogadas
expresamente pues, reglan aspectos muy específicos del comercio y del mercado en un
mundo globalizado”[23].
22
Restará saber si la materia mercantil (cuya delimitación de la civil se encuentra disuelta
por la unificación) es solo aquella que se encuentra regulada en leyes especiales en las
cuales se incluyen institutos históricamente del derecho comercial (quedando dispersa y
descodificada) o si en realidad son parte de un subsistema del derecho privado
comprensivo del derecho civil y del derecho comercial.
De tal modo, la íntima conexión entre el Derecho mercantil y los factores económicos y
político-sociales de cada momento histórico relativizan y a la vez fortalecen, según el caso,
el contenido de la materia mercantil, porque al evolucionar y al transformarse aquellos
factores, ha ido evolucionando y transformándose el contenido de esta disciplina. Estos
fenómenos producidos por los cambiantes factores económicos y político-sociales,
explican la «relatividad» del contenido de esta disciplina.[24]
Etcheverry [25] de algún modo delimita la materia del moderno derecho comercial, que se
extiende en los siguientes campos:
b) el derecho de los negocios, que abarca los contratos comerciales, en especial las
relaciones en masa propio de los contratos de distribución, de las redes de contratación
conexa, y de la comercialización, verbigracia: concesión, agencia, etc.;
c) los estatutos especiales para cada área de determinada actividad, como los contratos
bancarios, el ámbito de los seguros, y la colocación de productos en el mercado, en
donde la mercantilidad converge con el derecho del consumidor.
8. DERECHO Y ECONOMÍA
23
La toma de decisiones en la labor profesional deberá tener en cuenta que las opciones
económicas, como fenómeno de la realidad, necesariamente implicarán la actuación de
una norma o conjunto de normas de muy variado origen: civil, mercantil, societario,
tributario, financiero, previsional, laboral etc.
Luce acertada la definición que propone el Dr. Farina cuando expresa: “Derecho
Económico es el conjunto de normas que rigen la organización de la economía por los
poderes públicos y regulan las actividades económicas de las personas privadas y del
Estado, a fin de dar cumplimiento a la política económica puesta en práctica por el Estado,
como poder político, conforme a la ideología adoptada al respecto.”[27]
Le sugerimos que vuelva a leer y recordar los Arts. 9 a 12, 14, 17, 20, 26 y 75 incs. 1 y 11
de la C.N. que ya ha estudiado en Derecho Administrativo y Público, que entre otras
normas integran el contenido del orden público económico argentino.
No menos importantes son los organismos supranacionales con quienes nuestro país es
parte conforme tratados internacionales y que sin lugar a dudas tienen notable influencia
en la vida económica de un país.
Le aconsejamos revise estos organismos y descubra la función que tiene cada uno de ellos
en el orden político económico internacional.
25
Trataremos de abordar sintéticamente algunas normas de Derecho internacional privado
que se han incorporado en el Código tratando de resolver problemas de variada
complejidad que se presentan en las relaciones privadas (civil y negocial)
internacionalizadas.
26
a- Qué Tribunales deben intervenir y llevar adelante el litigio (problema de la jurisdicción
aplicable) y
b- qué derecho o legislación es aplicable para resolver o dar solución legal a ese litigio
(problema de la legislación aplicable).
Para dar solución a estos dos aspectos aparece el Derecho Internacional Privado.
Por su lado el Art. 2595 establece pautas para la aplicación del derecho extranjero –
cuando este es aplicable- por el juez local. Recepta –también- el principio de no aplicación
del derecho extranjero cuando la solución conduce a una incompatibilidad con el orden
público argentino (ART. 2600).
En materia de Jurisdicción aplicable, el CCyC a partir del art. 2601 establece algunas
pautas para determinar cuando un Juez argentino puede ser competente para resolver un
litigio.
27
a) No debe existir un tratado internacional que establezca reglas de atribución de
jurisdicción a un tribunal extranjero;
b) No debe existir un acuerdo de partes (siempre que sea materia disponible por la partes)
para acudir a un Tribunal extranjero.
c) Que las normas argentinas (CCyC y demás leyes) determinen la jurisdicción del Juez
argentino.
En materia comercial es tal vez más usual que las partes elijan, por ej.
Contractualmente la jurisdicción a la que van a acudir en caso de conflicto, que puede ser
a favor de jueces extranjeros o árbitros.
Los límites al ejercicio de esta facultad están impuestos por la norma que exige que:
a. no se trate de supuestos en los que los jueces argentinos tengan jurisdicción exclusiva
(tanto en virtud de lo dispuesto en el art. 2609 CCyC como por leyes especiales);
b. la prórroga no se encuentre prohibida por ley (ej. Los casos del contrato de consumo
que expresamente prohíbe esta opción, art. 2654 CCyC).
Más allá de las reglas existentes, en materia contractual es importante analizar en cada
caso concreto y de manera estratégica la inserción de cláusulas de elección de foro que
nos permitan una mayor previsibilidad ante la posibilidad del surgimiento de diversos
conflictos.
28
Hasta aquí hemos desarrollado la primera unidad que nos permitió introducirnos en el
Derecho Privado. En las próximas unidades comenzaremos a analizar distintas
instituciones del Derecho privado.
[2] Barbero Omar. Introducción al Derecho privado. Ed. Juris. Año 2004. Pág. 2.
[3] Barbero Omar. Introducción al Derecho privado. Ed. Juris. Año 2004. Pág. 5.
[5] Conferencia del Dr. Miguel Ángel Ciuro Caldani, sobre el Título Preliminar. Colegio de Abogados
de Rosario, 26/03/2015. Video se puede ver en www.colabro.org.ar .
[6] Gordillo, Agustín. Introducción al Derecho. Ed. Fundación de Derecho Administrativo, Buenos
Aires Año 2000. El libro se puede consultar en www.gordillo.com
[7] Conferencia del Dr. Miguel Ángel Ciuro Caldani, sobre el Título Preliminar. Colegio de Abogados
de Rosario, 26/03/2015. www.colabro.org.ar
[8] Rossati, Horacio D. El Código civil y Comercial desde el Derecho Constitucional. Ed. Rubinzal
Culzoni, 1ª ed. Revisada. Año 2016.
[9] Lorenzetti Ricardo L. Código Civil y Comercial de la Nación comentado. 1ª Ed. Rubinzal Culzoni.
2014 Tomo I pág. 25.
[10] Lorenzetti Ricardo L. Ob. Cit. Tomo I pág. 28 (haciendo referencia a Cueto Rúa).
[12] Barbero Omar. Introducción al Derecho privado. Ed. Juris. Año 2004. Pág 6.
[13] Rossati, Horacio D. El Código civil y Comercial desde el Derecho Constitucional. Ed. Rubinzal
Culzoni, 1ª ed. Revisada. Año 2016. Pág. 38.
[14] Lorenzetti Ricardo L. Director. Código Civil y Comercial de la Nación comentado. 1ª Ed.
Rubinzal Culzoni. 2014. Tomo I pag. 43.
29
[16] Código Civil y Comercial de la Nación comentado. Ley 26.994. Sistema argentino de
información Jurídica. Directores Marisa Herrera- Gustavo Caramelo- Sebastián Picasso. Tomo I pág.
24.
[17] Código Civil y Comercial de la Nación comentado. Ley 26.994. Sistema argentino de
información Jurídica. Directores Marisa Herrera- Gustavo Caramelo- Sebastián Picasso. Tomo I pag.
26.
[18] Lorenzetti Ricardo L. Código Civil y Comercial de la Nación comentado. 1ª Ed. Rubinzal Culzoni.
2014, Tomo I pág. 37.
[20] LORENZETTI, Ricardo L., Aspectos valorativos y principios preliminares del Anteproyecto de
Código Civil y Comercial de la Nación, LL 2012-C, págs. 581 y sgtes.
[21] Alegre Marcelo. A propósito de la Reforma al Código Civil. Duguit y la Constitucionalización del
derecho privado. Publicado en www.derecho.uba.ar/publicaciones/.
[22] Cultraro Gustavo. El Nuevo Código Civil y Comercial y la materia mercantil. Ed. Albremática.
ElDial.com - DC1E23. Publicado el 03/11/2014.
[23] Junyent Bas francisco. Hacia una nueva conceptualización de la comercialidad en el Proyecto
de Código Civil y Comercial. Microjuris 29-may-2013. Publicación online en MJ-DOC-6258-AR |
MJD6258.
[24] Junyent Bas francisco. Hacia una nueva conceptualización de la comercialidad en el Proyecto
de Código Civil y Comercial. Microjuris 29-may-2013. Publicación online en MJ-DOC-6258-AR |
MJD6258.
[25] Etcheverry, Raúl A.: Contratos asociativos, negocios de colaboración y consorcios. Ed. Astrea,
Buenos Aires, 2005, p. 88.
[27] Farina, Juan F. contrato comerciales Modernos”, pág. 43 Ed. Astrea Buenos Aires, 1997.
[28] Iñiguez, Marcelo. El Derecho Internacional Privado en el Código civil y Comercial. Publicado en
www.nuevocodigocivil.com.
[29] Dreyzin de Klor, Adriana. A propósito de los principios y las fuentes de las normas de
derecho internacional privado en el Nuevo Código Civil y Comercial. Publicado en
www.nuevocodigocivil.com.
30