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Plan de la obra
Contrato
CONTRATO DE OREA PÚBUCA
CAPf:ruLO XV
188. 1mpugnaclOn
.• ..................................... .
971
189. Proc.e~~ientos impugnativos. La impngnación de la
CAPÍTULO XVI medlclon ......................................... . 974
EL CERTIFICADO DE OBRA PúBLICA 190. Rectificación ejecutoria del certificado defectuoso ... . 977
191. Oportunidad de la certificación ejecutoria .......... . 981
174. Naturaleza jurídica del certificado de obra pública 923 192. Percepción del crédito de la administración comitente 981
175. El certificado como acto coligado .................. . 928 193. Mora en la certificación. El amparo por mora ....... . 984
176. Provisionalidad de la certificación. Efectos .......... . 928 194. El c~rtifíc~do. de obra pública como objeto de diversas
177. La reserva por intereses ........................... . 932 relaCIOnes ¡undlCas ................................ . 987
178. Clases de certificados ............................. . 935 195. Cesión de créditos ................................ . 988
a) De obras ...................................... . 935 196. Compensación de crédítos y cesión de) certificado ... . 991
b) Provisional de mayores costos ................... . 938 197. Prenda del ceHifieado ............................ . 992
e) Certificado definitivo de variación de costos ..... . 939 198. Usufructo ........................................ . 995
d) Certificado de acopio de materiales ............. . 939
e) Certificados de anticipos ....................... . 942
f) Certificado final ............................... . 943
g) Certificado en descubierto ...................... . 944 CAPiTuLO XVIlI
h) Certificaciones varias ........................... . 944
945 LA MORA DE LA ADMINISTRACIÓ;-'¡ COMITENTE
179. Estructura ........................................ .
180. Elementos del certificado en cuanto acto administrativo 951
952 199. Mora en el procedimiento de certificación y pago .. . 999
181. Elemento snbjetivo. Competencia .................. .
200. Exigibilidad de la certificación. Mora automática .. . 1006
182. Causa. Imperumentos a la emisión de la certíficaci6n 952
201. Consecuencias de la mOra ........................ . 1Q09
a) Presupuestos positivos .......................... . 954 202. Consecuencias matel'Íales. Disminución o paralización
1. Mediatamente .............................. . 954 del ritmo de los trabajos ........................ . 1011
2. Inmeruatamente ............................ . 954 203. Consecuencias económicas, Intereses moratorios .... . 1019
b) Presupuestos negativos ......................... . 955 204. Consecuencias económicas. Actualización monetaria ,. 1024
183. Objeto ........................................... . 959 205. Ambito de aplicación subjetivo ................... . 1024
184. La forma ......................................... . 960 200. Ambito de aplicación objetivo ................... .. 1026
185. Finalidad ........................................ . 962 207. Ámbito de aplicación temporal ................... . 1031
208. Cómputos de los plazos .......................... . 1037
209. Método de actualización y cálculo de intereses ..... . 1042
210. Procedimiento ................................... . 1044
CAPÍTuLo XVII 211. Actualización de la actualización .................. . 1047
212. Opción por intereses. Imputación del pago ......... . 1052
Bl':GIMEN JURíDICO DEL CERTIFICADO
DE OBRA PúBLICA 213. Consecuencias económicas. Dallos y perjuicios derivados
de la mora ...................................... . 1054
186. Efectos jurídicos; características ................... . 965 214. Otras consecuencias de la mora. La cuestión del "des.
187. Defectos del certificado ........................... . 968 agio~" , ... , ... , ........ , .. , ...................... . 1058
670 CoNTRATO DE OBRA PÚBLICA tNDlCE GENERAL 871
§ 165. EL PRECIO
1 Rubino, ab, cit, L'appalto, p. 176: "La causa delfappalto sta apM
puoto "in questo scambio di un'opera o di un servizio, come risllltato di un
Jav01'o, con un cO'rrlspettjvo'~, También Cianflone, ob. clL, Vappalto ... , p.
269, y en p. 213 destaca qúe la regla genentl consiste en que "ji wrrispettl-
\0 deve cúnsistire ín denaro",
2 Escoja, ob. cir., Tramdo integraL. '. t. 11, p. un, quien cita la con~
for:roidEl.{l Wn la calificación de conmutativo respecto del contrato en estudio,
de Fiorini Diez, Matienhoff y Mo, además de la suya propia, y la opinión
j
cuanto, en rea 1 a J '1 1 '0 en su valor nomina, pero no haya ocurrido una verdadera puja, p. ej., por no haber concu-
1 d t 'nado es so o e precl
pública, o e erIm d d á de distintas alternativas que rrido otros oferentes-, que fue aquel que incidi6 para que su oferta
no en su valor real, el que eP':n er., de los trabajos y será de- fuese calificada como la más conveniente y en razón del cual se
podrán producirse durante la eJec~clO~ confección del certificado celebr6 el acuerdo de voluntades.
terminado recién en el momento e Así el precio del contrato -el nominal, o básico contractnal-
final de cierre de cuentas. l ' plO de la equivalencia variará para mantener intangible la remuneraci6n comprometida,
Es que en realidad, rO!'aque ~"~Cl or las razones que se Es que aquel precio es sólo un dato referencial, un modo de eX-
real mencionado en el paragr~fo ~nterlo:a~¡¡~los siguientes, el ver- presar, en un momento dado, el valor comparativo de la prestación
irán desarrollando en los paragra oSb Y 'bl'ca se adecua más al del administrado que resultó adjudicatario. El verdadero precio,
dadero precio en el contrato de o fa pu. lla prestación efectiva- es decir la expresión numérica definitiva de la remuneración del
concepto de valor destinado a 'f~omPóensadle un determinado monto contratista, será aquella que resulte de la certificación de los tra-
. t d que a la identl IcaCl n 1
mente eJecu a a, d los criterios utilizados por a bajos ejecutados -por los distintos conceptos que más adelante se
de medios de pago, de ~cuer ~ con I llamadas "obligaciones de analizarán-, sometidos a corrección hasta la emisión de la certifi-
doctrina civilista par~ dlsbdngudll' a ,~: como tuve ocasi6n de SOS- cación final.
valor" de las "obhgaclones e mero . Intangibilidad de la remuneración o equivalencia real de las
tener en otra oportunidad 1. d . d mientras que el precio prestaciones san formas de expresar el alcance del especial régimen
'ominal es etermlna o~ 1
Pero, si e1 preCIO n . e' ecutada la remuneración de conmutativo -sin perjuiciQ de pertenecer a una relación jurídica
real dependerá de. la efectiVa obra ~ licar ;1
criterio de la igual- de justicia distributiva- del contrato de obra pública, que nO pue-
contratista, es deCIr la lesuJt~ntedd;anfe el procedimiento de selec- de ser analizado sin tener en cuenta el sentido último del proce-
dad proporcional y comparallva u dimiento de selección del contratista, según fue desarrollado en ca-
pítulos anteriores,
. d Obligaciones. t. l. p. 47.
6 Borda, ob. Cit., Trata D ••• , 1 Derecho Administrativo, el análisis efec~
Ver también. en el campo de 1t e- Y ""tualiüJ.Own en las deudas
José Luis en 11 eres <> Q 50 § 167. MODALIDADES DE DETERMINACIÓN DEL PR>:C1O
tuado por Damca T,orr~,s..
-- "
E' .. ola de Derecho Administrativo • n z . ~
de la administl'acivn. Re~~ta ~~~n donde se realiza una interesante cntica
Madrid, abril/junio de 19 • p, . ' deudfis de valor. La determinación del precio del contrato está sometida a cier-
a la distinción entre deudas .de'd~mcd' ~DS may(}'res cestos en la obra púbtíca
1 Barra, La naturaleza ¡un ~~ !~,.,""" tas modalidades de índole técnica -con alenna relevancia iurírlica-·
EL PREG!O. MODALIDADES. PROCEDIl\.flENTO 879
CONTRATO DE OBRA PÚBLlCA
878
l. Por unidad simple. En este caso se fija un precio por uni-
.distintos métodos de valorar la fon";a-
que hacen referenc~ d
l~s b' medir y contabilizar los trabalos
ción misma del precIO e a 0 la Y1 if' arse bajo la denominación
dades o piezas determinadas de la obra, sin que se convenga el
número de unidades totales que deben ser ejecutadas, por 10 cual,
ejecutados, métodos que sue1en e. as SiC como lo establece el mI. 1639 del C6d. Civ. " ... el contrato puede
. d . temas de cofltratacl 6n . 1 resolverse por una y otra parte, concluida que sean las parles de-
genérica e SIS . 1 od lidades suelen clasificarse en as
En nuestro medio ta es m .~ de medida. b) a¡uste alzado sígntUlas, pagándose la parte concluida". En realidad este sistema
categorías principales 1e'-t~ d:~~ también la c¿mbinaci6n de dís-
s610 excepcionalmente será aplicado en el contrato de obra pública,
donde lo habitual -salvo supuesto de trabajos menores, generalmen-
y c) co.sto y costas, a ,:nI
~ n es también la clasificaci6n que han
tingtuosl'dsolSl~s~Sgi~~~~6~í n~cio~~es
te referidos a ciertas Iareas de reparación de obras ya existentes- .
y provinciales en materia de obra será la existencia de un compromiso tendiente a la obtención de
se dif'" lQ
una obra completa y apta para su destino final.
pública, con muy ligeras mo lcaClones .
necesano proteger al contl ~hS, rimada sobre el costo de la riesgo que será trasladado, seguramente, al monto mismo del pre-
casos de falta de certeza, ,S1d:;e:':e~~~Íso asegurado del costo, En cio básico, Pero ésta es ya una cuestión comercial, muchas veces
obl'a- mediante el slstema " e parte de su natu- influida por el grado de competencia que existe en orden a obte-
, b 'b!' dicha protecclOU S ner un detenninado contrato, que en si misma nO afecta a la esen~
el contrato de o l'a pu!Ca , t el método de costo y cos-
"d'lea, de a
raleza lun hl que
, preclsamen e, to- a lo que en reaI'd l ad cía del sistema, Sin perjuicio de ello, lo cierto es que con el mé-
no es el que más se parece -en su, concep d POI todo del costo y costas, ambas partes eliminan esta incidencia del
t~ del contrato en estu lo,
ocurre en el sistema rernuneratono. . e uiere utihzar esta riesgo: el contratista porque todos los costos serán pagados por la
ello s~, aplicaci6u se ha~e m!~i~I':C;~:de~~r:nin;'clon, siquiera bá- comitente; y esta última porque, si bien asume tales costos) elimina
En " p 'estas en supra, t, Il, G p, , '6 1 la que debe mantenerse intangible por su calidad de derecho pa-
relativa, por las razones e"p~, d 1 traslado del "lea de elecncl n a trimonial constitucionalmente protegido, Lo realmente intangible
ajuste alzado, Sin em bar o,
aplicación de la regla gene;a t e
fi
por
comitente aun en el con falo, uc 01' delta ambigüedad de. as l es, entonces, aquella relación comparativa que estableció la Admi-
nistración en el momento de adjudicar, entre todas 135 ofertas pre-
pueden ocurrir supuest~s en os t qd ~ ~engan margen de aplicaCIón, sentadas y en su examen o consideración frente a las exigencias
'tu'ciones las diferenCIas apun a a 'mas' severo el ries~o que del pliegó y a las circunstancias exteriores -precios de mercado
sI n > • 'ernprc sera '
En definitiva, por lo VlstO" SI 1 c~ntrato por ajnste ahado que de los insumos, condiciones de terreno conocídas o supuestas, etc,-,
, 'd sobre el constructO! en e que objetivamente se tomaron en cuenta para otorgarle una base
mel e costas
en el contrato por costo y . homogénea a aquella comparación de oferta" "'Por ello -siguió
diciendo la Corte en el fallo citado- si se modificara la cláusula
(de variación de costos) o se adoptara otro criterio de reajuste,
§ 168, EL PAGO
existiría violación de la igualdad que debe regir el procedimiento,
en perjuicio de la adjudicataria, respecto de 135 demás firmas ofe-
rinei )al obligación de la A~minis-
No cabe duda de que la p 11 t el pago del preCIO con, rentes) que presu~uestaron conforme COn las previsiones contrac-
fectuar puntua men e , e' 6n tuales a precios superiores". Por supuesto que, como se verá más
traci6n comitente es e . ontraprestación por la elecu 1
venido con e; contratista, c~m~e \a obra terminada, Debe enten- adelante, en muchas ocasiones el mantenimiento de esta igualdad
del trabajo publico y entlega f 1 ago del precio en cuanto comparativa exigirá la modificación de djstintas estipulaciones con~
derse que esta obligación se re lere a P 'ón integral e intangible tractuales, dado que no s610 se debe tenel' en cuenta que los otros
onda a la remunelaCl , . proponentes ofertaron precios superiores, sino que la adjudicataria
éste signifique 0, resp, derecho, es decir, el precio báSiCO con,
a que el contratlsta tl~n", uido or el juego de circunstanciaS que l)l'csupuestó un precio ilúeI"ior en Unf( determinada -relación; que
tractual adicionado O dlSmlO 1 d PI b 'a considerada en referencla es la que no debe modificarse, salvo circunstancias imputables al
. . 1 valor fea e a o 1 , mismo conh'atista.
van a detenmna! ~ , 1 ' al se celebr6 el contrato, ,
a aquel valor baSlco 1'01 e cu, de Justicia de la Nac16n Basta por ahora retener esta idea acerca del verdadero alcance
' 1 1, Corte Suprema 'tu n
En este sen t le o " 1 l' 1 de real'uste constl ye de la obligación de pago de la comitente para ser susceptible de
"1 f ta más a c auSu a , 1
tiene dicho que a o er tado en tal forma, representa pala e .saldar el precio, en tanto que remuneración, de] contrato,
el precio del trabalo que, sac 'ileter patrimonial potegido por el
adjudicatario un derec~o, e ~~:' En realidad, como fue visto en
art, 17 de la Cons t , ~ac¡o;a djudicación _comparativamente de-
supra, § 166, es f
v~ o~ ;e~ de l'€Conocimiento de variación de
finido- el que m s, e 1 g de variación y na sólo por la eontem-
§ 169, Er. l'ROCEDJM1El\'1Xl CONTI1ACTUAL
PROVISrONAL o DEFlNl1'IVO DE LOS FAGOS
y EL CARÁCTER
I
las obras públicas en ocasiones duran varios años, Correlativamen-
diente". "1 nada in-
Es decir, la recepción definitiva -la provISlOna para te, la ejecución de los trabajos prometidos insume cuantiosos fon.
dos, De allí que, como se vio en los parágrafos anteriores, se plan-
tee como una necesidad, la finalU:iación de la obra púbUcOJ, puesto
1'1 Ob, cit., Traité élémen,alre de Droi!. Admlntslratl H ~ ~.o0L~ 6~~18.B que difícilmente la Administración encontrará un empresario que
la S. C. de Bs. As.> "RosieUo c/MuníClpahdad d e eriSSO. tenga disponibilidades suficientes para asumir la ejecución de los
I
> '
El procedimiento de certificación puede ser definido como aquel · En consecuencia de lo ex uesto s . "
conjunto de actos emanados de la Administración comitente con la Clón de la obra l)ública e p d' ,urge clalo que la certifica-
s un proce imient . T,
participación del contratista particular, destinados a inspeccionar, contrato que tiene peculiaridade . Jd' o :aulct,ensttco de este
reconocer y avaluar distintos presupuestos de hecho a los que el a satisfacer -entre otros- al Bn s d~ll lCas ~ h,nanClcras destinadas
régimen normativo)' contractual de la obra pública hace produch de los trabajos concertados. la contl1l1tldad y remuneración
efectos jurídicos en relación con el pago de la obra.
En efecto, es doctrina del art. 896 del Cód, Civ, que el hecho
¡uridico es aquel acontecimiento de la vida al que una norma hace
producir efectos jurídicos. En este caso la norma, integrada por § 171. NA TIJRAI.EZA ECOr;Ó:MICA
224, n, 36. P , p, 87~~ Fano cit:tdo por Moreno Gil, ob. elC.. Contratos administratioo$ ... ,
JS DUVél'gel', Mauricc, Finances pu.bliques, Presst:::S Universitaires, ans.
1968, p, 370,
, LlCA
EL PREClO. MODALlDADES. PROCED1M1ENTO 905
CO!'\TRATO DE ODI\A pUB
, 1 'das en el orden nacional, por 1'0nsabilida{/ al empresario, Para prodncir ese efecto liberatorio
d e. las limitaciones m.áxlll1as estab eel ~Ia obra aún Uo haya sido está previsto otro procedimiento distinto del certificatorio, Es el
,..,.' interese que , . de recepción de obra, especifico para el análisis de las calidades
el decL 2:348/16- sm que , ta 'urídico, Esto, claro esta, ng,e
cumplida desde el puuto bde V¡~e ~ontrutaci611 hubieren dLspuesto del trabajo realizado, que tiene naturaleza contradictoria. se des~
salvo el casO en que, las " a~,es a arán con el sistema de conce- pliega con posterioridad a la terminación de los trabajos y tiene
ue los trabaíos se hnauClaran Y P g ha visto, el pago no una estricta finalidad de gamotía de la Administración y de segu-
q 'bl' En este caso como se hr ridad de terceros. En efecto, si bien los certificados se emiten pre-
sión. de obra pu lea.. 1 ~d~iní5tradón sino que los o i~
está directamente a ca.l~o d~ : ~ eneralmente beneficiarios, actun.- via verificaci6n del presupuesto de hecho dado -1" ej" avance de
Hados son cierlos admnllstra o >'bgl' (v gr paffo por sistema de obras-, tal verificaeión es meramente contable y no constituye víncu-
"les o potencIa '1 es, de labraa 1'u!Ca" ", b
lo de aceptación de las porciones verificadas, Ello se debe, como
ea)'e contribuci6n de mejoras, etcetera), , 1 ' ten el ca- decimos, a 'fue por el principio de indivisibilidad de la obra, s610
P , tT do parcia es reVlS
b) Correlativamente, los cer 1 lea 1s agos parciales que en la verificación y mensura final y el proceso de recepción pueden
rácter de provísionales, en tanto qb ue os l' t 39 Quedan ambos, liberar al empresario de la responsabilidad por vicios y defectos
. l' lo son en t/efl(L c-uen a . í de cOllstrucción.
consecuenCia se rea izan 'f" var¡'aciones que produzca
, t las redl lcamones y
por tanto, sule os a ,( 'd d en la última etapa del pro- La verificación final) por tanto, consiste en un acto de inspec··
la medición final. En esa opO! 11m, a 'd 1 t 'a.bal'oS v se prac,
cedllniento cerh'f'lcat··
lieará la liquidacl n lila,
0110, s
e mednan to os os 1
'6 f' 1 A' tales pagos pareta e~
51,
'd " fique se documenta en e
;
, 1 s no son sino :.t
1 certificado I ción de la obra total terminada, dirigido a calificar su correspon-
dencia con las cláusulas contractuales, las reglas del alteo y con la
finalidad qne fue prometida a la comitente, Constituye así una
cuenta de tal liqUI ae\On ma"
de cierre de cuentas que se emIte a pos e110f1.
finítiva 4<), 'b'
t ' 'de la recepción de,
1 nee de las
I verdadera decla.ración de ciencia que conforma la base según la
cual la Administraci6n aceptará o no el (JI"'s entregado, Por esa
razón> tanto el de certificación como el de recepción son dos pro~
Cuando los certificados se emIten en ase a ava u conse~ cedimientos, pero de distinta naturaleza, En ambos esti vinculada
" 1 d b' _ los I)agos a cuenta que en s la Administración eu cuanto a su forma y contenido, y alIlbos tien-
obras --~cert1flC(J( os e O la . ,{ ún sea el sis-
cuencia se efectúen tienen distinta mtelrpretacIO~dsoege'l I'l"ccio de la den, complementariamente, a garantizar la consumaci6n del con-
'd S' se 1a convem J
trato (v,gr., perfecta ejecuci6n de la obra, y pago del precio),
terna de contratación .scogl o, ," r d ' ' 1 de obra implica un
, ¡ ad el certifica o palcla El procedimiento certificatorio supone una tarea de inspección
obl'a por aluste a Z 0, b f' do al contratar,
)ago a cuenta del monto alzado que se a 1 ) " , 'd d de durante la ejecución de los trabajos, conOce com.o antecedente los
1 .d
1
1 d precios u11itarws o Hn1 a " do<:umcntos administrativos y contables necesarios para el recono-
Si el sistema eleg o es e e e la medición final, en
,.L los pagos parciales serán a cuenta d cimiento de los trabajos -Fojas de Medici6n, Registros de Acopios,
1ned:1.t.W; 'd Estados de Avance de Obras, etc,- y U11 contradictorio entre las
relación con las unidades convem aS, f 'dad de los tra-
e) Es menester dejar aclarado que la con OrITn b'lidad del partes que se manifiesta en un sistema de impugnaciones y re::;er-
. 'to v la mISma res pansa 1 vas, que serán estudiados más adelante. .
bajos con el proyecto p.rev~s 'e~ el rocedimiento certificatorío.
conso'uctor, no son calIflCa as '~ i re'uz a~ acerca
El procedimiento de recepción supone, además de la verifica-
La expedici6n de tales documentos 110 JEuzga :-nbi~n) er~ todos los ciÓn final -no meramente la parcial durante la ejecución-, un acto
, d d 1 h' e]'ecutada, s mas > de juicio y una aprobación o nO sobre los aspectos técnico!>, jurí-
de la cailda e a o la ' n O libera de res-
"lisis cuantitativo de los trabaJOS, que dicos y financieros de la obra,
casos. un a n i;1
Entendiendo el contrato de obra pública COmo un gran proce-
dimiento que comienza can la exteriorizaei6n de la decisión polí-
1 construcción, Es~
l-.-laulIel, Detee¡10 de a
39 Del AocO, }'·hgllel. y POli S, tica de ejecutar la obra y culmina con la cancelaCión de las cuen-
ppría, Madl'ld, H)80, p'. 79 . tas con el empresario) tanto la certificaci6n como la recepci6n son
...... r,.~ .. ,,"'~ ,,1, {·¡t_ n, 27.
906 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA.
EL PRECro, MODALIDADES, PaOCEDIMIENTO
907
capltulos necesarios para la consecución del objeto final que todo fícientemente explicativo de lo h
el procedimiento tiene en común, "Oon el fin de resolver lo ' que asta a qU!' se 11 eva dicho 41:
En efecto, el ordenamiei'to normativo brinda al Estado una planteado, conviene empeza~assu aaceártladamente posible el problema
posición juddica que le permite celebrar contratos para alcanzar ' , , mm"nentes
C'plOS ' de, la na t ura l eza nd e'S's remontándo l '
la' t't . , nos a os prm-
sus propios cometidos públicos, y un poder de auto11ormación para la de las certificaciones de obr 1 ms! nClon de que se trata:
la regulación de los propios intereses -,-que son los de la comuni- para ello a su vez deb t as, en a contrataclón administrativa'
. ' , e enerse muy pres t )
dad-, condicionado todo ello a un procedimiento que está dado Clones SOn píezas integrantes d I ' en e que estas certifica~
e11 prenda de la eficacia y seriedad de la actividad administrativa tabIe propio de la contratación ~ m~camsmo pro.cedimental y con-
y que es, por tanto, imperativo, cOntratos de obras' pues b' encdlOn,da, refendo al pago de los
I len. recor croos t
Tal procedimiento, notoriamente señalado en la selección del l
reg a general de la contabilid~d 'bl' ¡' ad es e respecto, que es
cocontratista particulal', corno ya fue estudiado, no se agota en esta deben hacerse cuando quede jUS~~' !~a, 1a e que !os pagos sólo
instancia, Perdul'a más allá del acto de adjudicación y acompaña o de la obra; estos contratos son lca a ,a reahzaclOn del trabajo
toda la vida del contrato, Es un procedimiento compuesto de consiguiente la Adml' 't ' , condvenclOnes de resnltado y por
. ) ms raClon no ebería't bl' "
actos administrativos -técnicos, juddicos y contables- y actos del SinO Cuando el contratista h b' f es ar O 19ada al pago
contratista particular en que se manifiestan todas las contingencias o servicio, de fonua coro I~t lera e e,ctuado,la ejecución de la obra
de hecho y de derecho de la relación contractual administrativa, el primitivo pliego de C!di~i!" sahsfactolla; en este sentido, en
Tal conjunto de actos están dirigidos al cumplimiento de una .cti· Decreto de 18 de marzo de 1846es generales, aprobado por Real
vidad, con la única Hnalidad y un único efecto dominante: la con- febrero de 1852 la cont t ' , ,yen el Real Decreto de 27 de
~ ra aClOn se realizab '
sumación de las prestaciones concertadas en el contrato} es decir, a abonar al contratista al te"!l1l' 1 b a por cantidad alzada,
la ejecución según reglas del arte y normas contractuales, la ade- d' nar aora Los " "
ejan enunciados tuvieron que sucumbir . . pllnclplOS que se
cuación de la obra a las necesidades del bien COmún y el pago no tan ortodoxos pero COn a,:te el lnlperativo de otros
del precio correspectivo, Todos estos actos antecedentes (adjudi- rimos a los deri~dos de lasunnegcra?d sdenhddO pragmático; nos refe:
cación~ contrato, replanteo) certificaciones parciales, notas de la ins- po der contar COn COntratista di
eSl a es e la Admi Dl5 . t'lacIón
' de
pección de obra y del contratista, certificados, actas de recepción, todo en las grandes obras s 'blfuestos a colaborar cOn ella, sobre
ekétera) concurren a la formación del acto final que representa larga duración, para lo qu/~ue cas, de Ct'':tiosoS presupuestos y
la formal aceptación de la obra, la concretización definitiva de la pago, dando a estos contratos unaP~'::'~so raCClOnar y escalonar el
contabilizaciÓn y, por tanto, la cancelaciÓn de la remuneración derarlos corno de resultad '1 va vers¡ón, a base de consi·
debida al contratista particular, y abonados por separado,o~par~á~, susceptibles de ser medidos
Por lo tanto, es posible afirmar que el procedimiento certifica- ble la obra, desde el pun{o de ~,a arma: permaneciendo indivisi.
torio instrumenta la remuneración del contratista pa~ticu]ar) y Sus lidad contable, estimando u: ~!sm JurídICO, se admite la dívisibi-
distintas etapas parciales buscan mantener una fluida corriente eco· obra prestada existe q j, lnanClel amente, en cada parte de
nómica que le permita continuar en la ejecución de su obra, Las atender a las necesid:;e cump '~,iento parcial del contrato, Para
declaraciones de los certificados parciales y los pagos a cuenta se de 13 de marzo de 1903 s anttedbllchas, en el pliego de condiciones
conciben atenta la divisibilidad contable y financiera de la obra, v se es a Cce -en su art 37 ' d
una d e las épocas se fre 1 ]' , - que en ca a
no constituyen actos defínitivos, En consecuencia, no juzgan acer~ particulares de 1 J n os p legos de condiciones facultativas o
ca de la conformidad sobre la obra ejecutada en cada período, ni a contrata formar' l ' ,
relación valorada de Ias " d a e mgemero encargado una
impiden su rectificación en la secuela del procedimiento certifica- antelior "," y 'tomand eJ~c~ta as durante el período de tiempo
torio, Ello es así por cuanto su naturaleza económica es, estricta- o pOI ase la relación, expedirá el ingeniero
mente, la de nn auxilio financiero al contratista partícular,
Coincidiendo con lo dicho anteriormente, resulta de importan-
..,{a 1", lpf'tnr~ del si\!uiente precedente jurisprudencia] español, su- 41 Sentencia del la de octubre de 1980
ministraci6n Pública", Madrid ener _.' ~ p~blicadá en "Revista de Ad«
EL Pl\ECIO. MODALIDADES, PnOCEDIMIF.KTO 909
CON'WATO DE OBRA FÚBLlCA
90s no hubiera sido necesar"
la certificación de las obras ejecutadas'; por su parte, en el arto 36
~~~,;radta'd podrá verificar.:: ~e~;~:'g¿)a~a el cumplimiento de la
n a es o Tribunal,.' E . por las f'd
ción 1 . ,. "' , ,n 111terpret lSpuesto
., f . re en as
ciend a l¡unsprudencia tiene dicho qu ,~Clonb· lel de esta ordena-
del mismo Real Decreto de 1003 se consigna que 'losrespagos se ha-
dn en las épocas que fijan las condiciones porticula de la cou-
trata, por medio de libramientos exredidos en virtud de las certi-
, o a contratista durante 1
~
,e os a onos que se van h
tirlas en la continuac16n de os tra aJOs , eedores sin distinción en orden a la continuación de las obras, Hay que interpretar tam-
, , S onderá a to d os sus a c r , 1 bién que este beneficio se hace extensivo a los empleados admi-
este contratista re p d ' n pide que una vez sa -
de origen o naturaleza, Por tanto, na a fld 1 Ad~inistraci6n, el nistrativos del contratista, que trabajan exclusivamente para la obra
d ' 'onal por parte e a del caso, aun cuando hayan sido contratados para prestar sus ser-
dado el certifica O prov1S 1 d 'de la cuenta banca- I
¡
tercero acreedor embargue esos fon os, p, el" vidos en otras obras anteriores o las que la continúen, pero siem-
rla de sU deudor.
I pre el beneficio se limitará a los salarios devengados mientras dura
su afectación personal a la obra en la que el embargo se pretende,
Por las mismas razones, el beneficio de la inembargabilidad no al-
45 Entre otras. al.
1 ' 1 '
bién todas las eglS aClones ~ ,
ue siguen
'
'1 48, LOP de F ortIlOS,,;
a
l '
'."1 66 LOP de Mendoza; tanl~
proyec
~.
o.
,
CIMOP que esta bl e<.'e es te
. uladón loS proyectos naclOtH\ es
. 1
t canza a los acreedores por las llamadas cargas sociale, (obras so-
ciales, cajas de jubilaciones, etc,) siempre qHe sus créditos se re-
5'"
1 o,, ComClden ron esla leg \ d 1986 fieran al salario del dependiente en las condiciones de afectación
pdncipio en su ar, ) de 1984 {arto 62.), Y el texto aptO» o en
de reforma d~ 1977 (átL 64 " . 'as v de Presupuesto Y Hacienda de la Cá. antes indicadas,
po:' las comislOnes de Obr~s ~t1bhc '3' en "delante será citado comO Proyec~ La excepción al privilegio de la inembargabilidad también debe
filMO. de Diputados de la Naclon ~:;t. 5 be ihn' al ruto 41 de la ley de Contra-
to 1900). En el derecho con)pala Q Cíi ~e lamentadón _comentados por Ju~
tos del Estado española, y ;lyL 145 de su l,g 'o y '"mbién al art, 351 de la
\ predicarse en beneficio de quienes sean acreedores del contratista
por ", ' , servicios, trabajos o materiales " ,» prestados con relacibn
'tad en nota an en ( - " ' .
nsto Sánchez en € 1 j ugal' el o d' do ,'emitir a su comentano por directa a la obra, según lo establecido por la norma de la LNOP
, 'bli d ltalia corl'espon len d b"
ley de trabajOS ~\.\ C05 ~ e 751' Volviendo a nuestro país, las ley;s e O l,t~ comentada,
Cianflone
" ob. CLt.. p. 75t) a .
, . d B enos AIres y an a ' . S ' Fe (arts 47 Y .2, respecti
páblicas de las pr?Vmclas, e u. bilidad comentada, sino que adoptan el cn-
, En este caso existe la misma raz6n de afectación antes men-
'lamente) no admIten la lflembaq~a h f 'd la medida precautoria" para que cionada: el legislador parte del supuesto que estas obligaciones
tedo de emplazar al cont ra t1:ta, q~e s ~::~ na;e.~ibimiento de suspender la e1 e- deblan ser solventadas con los mismos fondos gue, ahora, son ma-
solucione la sitnación en ~Uln<-,e dUl '¡fSO] del plazo CDntractual? ]0 que> aden~s teria de embargo,
cm;¡ón de lo. úbnl, rnnntemendo e! C\ .. ' á seuuramente el contratish\, puede
, . 'etraSO en 1que EmCI.lHn:~ '0 ~ '1' '" nente La situación contemplada alcanza a toda clase de acreedores
de las sanClOUCS pm J t d' sposidones leg1s a ttvas, )US al
llevar a la rescisión contractua, s as l. d al iútel'és de la Administta- del contratista por prestaciones ctlmplidas en beneficio directo de
.t 327 no ahen en
criticadas por Mo, en ob . el., p. é "bli que puede verse perjudiCado por la obra, se trate de prestaciol1es de trabajo personal no dependien,
"'Ión comitente, por ende al ínter s pUb co" t"" una razón ajena a las dI'- te, lo que incluye el honorario de profesionales -p, ej" ingenieros,
"1:1 interrupci6n en 1a e}CCUCl
. '6n de .las o. , ras eren'Y"es la .... uc pretende evItar .
e1 leS~
. i 1 rato SüuaClon qu ':\
EL PRECIO, MODALIDADES, PROCEDIMIENTO 915
'nO.\. pÓnLlCA
CONTR<\TO DE OJ»V'>o
m . ara la contratacl'óy
n
de estos bienes lo que está impedido por la ley, sino su secuestro
h asesorado al contratIsta p teriales, ven- y ejecución, es decir, toda medida que suponga la indisponibilidad
abogados, que an , etc _ proveedores de ma, I crédito de esos bienes para las necesidades de la obra (art, 58, LOP de
ejecución de los tra~aJ~q'uipO~, 'de instalaciones -R', eJ'd e para el Formosa; y art. 00 de la nueva LOP de Salta, n9 6424), Por ello
I
1
dedores o locadores e
I Iquiler del obrador, o P ,
or el alquiler de V1Vlen as ,
incluso prestamistas, Slem-
por e ~ d la obra-, subeontrahstas, e íf o destino el solventar
cabría afirmar, de lego forenda en el orden nacional, que el em-
bargo de tales bienes es posible, siempre que uo se trate de bienes
persona e , ha a tenido como espec te n excluidos de cuyo destino sea el incorporarse definitivamente a la obra, como
pre que el crédIto Y b por consiguiente, queda 'tratísta sucederá con la mayoría de los materiales, pero no con los equipos
las inversiones en la, o ra , cabUidad los acreedores del con t l el y maquinarias, Es que, salvo el mencionado caso de los materia-
'6 la memb aro 1 d I empresa, a
;;:~d~o~,:;~ "qm'::t;:g~=s~a::r!~e~ ~:er~ c~t;aftui~~o:~~~did:~d
les a ser incorporados físicamente a la obra, por lo que no cabría
;: la posibilidad de su ejecución por parte del acreedor embargante,
esto e s~, " ó Y que no el embargo es s610 una medida precautoria que tiende a impedir
~Jt:tas obras que tieíf~e en I eí~~~~~rn de las oficinas centrales e que el bien salga del patrimonio del deudor en menoscabo de la
' o espec lCO, e
con un est In
d lad en garalltia del acreedor, Por ello, mientras que dicha medida pre-
la emprbesa, f~t?oéted:\a inembargabilidad, tal ~omol ens:;: r:g~alq~i~r cautoria se limite a su traba, sin importar desapoderamiento -sin
El ene lel d tro plUS a ca - perjuicio de los restantes e importantes efectos jurídicos que tie-
, 1 legislaciones e nues '" ortar la fe-
¡
la mayona de as 1 l' 'tes antes explicado;, sm lmp e se ne-, dicbo embargo en nada afectará a los intereses de la Admi-
d' dentro de os mu , 1 so la fecha en qu
~-
eré Ita, tal crédito fue asumido ~, ,me u , ' mucha justificación, nistracióo comitente, puesto que el bien embargado podrá seguir
cha en que Una disposición dlshnta, SIn , ndo señala, siendo utilizado en la obra hasta la finalización de' la necesidad
produjO la mora, 66 de la LOP mendoCIna, cua" o- de su empleo o la finalización de la obra, Distinta es la situación,
se encuentra en el a~, " d la inembargabilidad, que ", p obviamente, del dinero, pues su percepción por parte del contra-
luego de sentar el prmclplO ~ar o los acreedores por causa ~nte
g tista en orden a ser invertido en las necesidades de obra supone
drán sin embargo, ?btener" emMás adelante acuerda idéntica ~tua~
su salida del patrimonio, que es lo que el embargo busca evitar,
rior a la adjudicaCIón ;;¿ de los bienes prend~dos a los acr¡~ ~~:~ razón por la cual dicha medida no es admitida por el legislador
'1 ción en orden al secues ba a sido inscripta antes de la, a JU ste- en las condiciones analizadas. Pero en relación con otros bienes,
prendarios cuya prenda ~ecen los acreedores prendanos RO 1 se satisface el interés del acreedor sin perjudicar a la Administra-
ci6n, ventaja de la qu: cad 1 nte Realmente, esta e1<CepClO~, a
riores, CODlO se verá m s .a, e a '. ene razón de ser Y contra Ice ci6n, si se admite el embargo, pero no el secuestro del bien, por lo
ré imen de la inembargablhda,d no ~nalizado en los párrafos ante- menos basta que la comitente certifique que tal bien ya no es de
lo~ principiOs del sistema segun {o ontinuación de los trabajos ¿qué utilización necesaria en la obra, porque se concluyó con la etapa
riores, A los efectos de la n0d'a ~nterior a la adjudicación y uno del trabajo en que, 1" ej" esa maquinaría estaba comprometida;
porque puede ser reemplazado por otro existente en la obra, etc"
diferencia hay ent~e un ~cr~:d~r por cualquiera de ellos es s~s;oet'
tal como lo regtlla el ya citado art. 58 de la LOP de Formosa: "El
posterior, si el em argo ainconvenientes Y perjuiciOs para e, '~ ~
embargo sobre herramientas, útiles, instalaciones y equipos, afec-
tibIe de causar los mls;nt~or uiso evitar al consagrar el prmclplO
rés eneral que el legts a " q? , tados a la obra no impedirá Sil uso mientras se ejeL'11ten los tra-
gen:ral de la inembargabl:ld:d~l ríncipio al\ldido, hacen tambIén bajos a que están destinados",
Las razones que Ju.s:1flc~6 P, al no lo establezca expresa- Esta misma situaci6n es la que ocune respecto del acreedor
d 1 lemslacl n naClon 61 las prendaría, quien no podrá secuestrar "el objeto de la prenda hasta
que aun cuan o a b - , b bilidad alcance no s o a
nle~te, el beoeficiob de lala comlten me",' artga 1 contratista sino al embargo
e a ' '1'
la recepción definitiva de la obra", como lo dispone el act, 66 de
la LOP de Mendoza, norma que debería ser corregida permitiendo
sumas que debe a o~ar, etc coma lo establecen las legts aClO-
de materiales, maqumanas, " 'anales de reforma de la ley el secuestro del bien cuando éste va no sea de utilización nece-
.l'•' nes provinciales Y l?s dprboy~cto~t~:p~etarse que no es el embargo saria en la obra, o pueda ser reemplazado por otro bien existente
_ _ _ ~~ T:" _ _",,,,lll.'1<;¡n eena
Y"",":f'
" ~,<~"'-
dueño de la obr~) ~:= a la :Osibilidad de que el a~~~~ dirigir Sin embargo, la interpretaci6n más acorde con el régimen con·
citada, Es deror, estaciones afectadas a la obra, pret beneficia- tractual analizado indica que ambas garantías Se suman -indepen-
constructor, por pr Ad 'nistración comitente que se ha. omiso dientemente de ser objeto de devolución en diferentes momentos,
" contra la mi, 1 1 rmita esta aCOlón lo que no ocurre en todas las le¡;isladones, entre ellas, la nacional-
~o ~:o~ resultado de tal presta;iÓ~~b:d: p~r la comitente al em- respondiendo las dos a la finalidad garantizadora de la totalidad de
· las sumas efectlvamen e d 1 écrimen del embargo las obligaciones contractuales.
med10 a 'd dientemente e r ,,~--
presario constructor, ]Jl eePe'::' la ráctica, con idénticOs efectos. La ley 13.064 no se refirió expresamente al fondo de reparos,
antes estudiado, aunqu , P como sí lo hao hecho las legislaciones más modernas y los proyec-
tos de reforma de aquélla, sefialando su art. 46 que "lo, plie/!;os de
condiciones graduarán la impOsición y liberación de garantías co-
§ 173, FoNDO DE REPAROS
rrespondientes a las liquidaciones parciales de los trabajos», lo que
, una arantia contractual otor- habilitó a la constitución de tal fondo garantizador a través de un
El fondo de rep~ros es ~a.n1blé~e la .fdminístración c~tente, descuento del valor bruto de cada certificado que implique anti-
da or el contratista en avOr t talídad de sus obhgaClo- cipo de fondos en favor del contratista por trabajos efectivamente
~:egu~ndO el fiel cumplimiento ~~ ;:nd~ de reparos participa ~; ejecutados. con excepción de los certificados de acopio y de inte-
reses (según el texto del citado arto 62 de la LOP de Mendoza;
Des contractuales. Por 10 ,taDdto, ontrato" estudiada en supra, t, ,
1 "garantIa e c ' art. 68, LOP de Santa Fe; arto 54 de la LOP de Formosa; art, 53
la naturaleza de a .' a todos sus efectos.
, lon del proyecto CIMOP y de las legislaciones que lo siguen; y art•.
~ 128 donde cabe la renus t' d~ contrato asegura el curn-
57 y 58 de los actuales proyectos de reforma de la Ley Nácional,
iodria sostenerse que la g~r~~;ala obra mientras que el fondo
ya citados), Se trata entonces de gravar con esta garantla sólo
limiento de la ejecución mal:ednad de la mi,:na y su ejecuci6n en aquello que sea imputable al precio de la obra, y no ntros créditos
P ran tiza la ca 1 a en textos
de reparos ga Esta distinci6n puede encontrar apoyo la la "ga- del contratista como los relativos a intereses, actualización mone-
tiempo oportuno. d M daza que en su arto 29 reg 1 taria, gastos improductivos y otros daños y perjuicios, etcétera. Res-
coma el de la LOP e ~n 'contrato" a ser devuelta en ~ pecto del acopio (ver infra, Cap. XVI, § 178), .i bien este rubro
rantia mínima de cumplimlen~~i~~al de las ~bras -lo q~e fue c~~ integra el precio de la obra, su exclusiÓn del fondo de reparos
to de la recepc16n prO . 'ón onterior- mIentras q
roomen . . 1 d n la retnlS1 ... , f're- -en las legislaciones que así lo disponen- tiene como finalidad no
tkado en el lugar sena a 0 fe d de reparos, establece que ,~e e _ afectar el adelanto otorgado al contratista en orden a facilitarle
62 al regular e 1 on o d garantia. o
en su art., '6 definitiva en carácter e .' 1 marca la adquisición oportuna de los materiales a incorporar a la obra,
tendrá tt:'sta la re~e~; adelante, la recepci6n ptO,V~~:dose .ni sin perjuicio de que el valor resultante del acopio será, en defini-
........ ,... I:pUllll se v . ,_ 1_", ",h... tllO: \la
, LICA EL PRECIO, h10DALIDADES, PROCEDlMlENTO 921
CONTR.~TO DE annA pUB
92Q
tal valor de acopio La devolución del fondo de reparos, en el momento de su li-
d de reparos cuan d o e de
tiva, afectado ra,;o e~;o~ ~orrespondi~nte, certi~;C~:¡~n~: l:~:~eantes
<
, ¡CA
, la misma natura·
st casos Y otrOS ue " I
I a <lel contratista, En e o s ' <lel mayor costo uC as
cu P 't nte deber~ hacerse cargo I b por prute del
leza, la coml e 't I momento de ootizar a o ra
garantías, nO prevlS O a
actual contratista.
CAPÍTuLO XVI
de la denominada relación orgánica 2, la Administración verá actua- no se limita al reconocimiento de la deuda, En efecto, tal reL'O-
da su voluntad por sus agentes. La voluntad así expresada en el nacimiento es la consecuencia de una previa canstato{:wn del pre-
certificado reconDee la existencia de una deuda y por ello puede supaesto de hecho (v.gr., avance de obras, etc.) y de la valoraCión
ser concebido como un acto declarativo del derecho a percibir el de inexistencia de supuestos obstativos a la emisión o pago del
importe de los trabajos reconocidos. certificado. Sólo a consecuencia de esta constatación y esta valo-
Este acto declarativo DO constituye per se una orden de pago, raGión se reconDce la deuda. Por lo tanto, es un acto administra-
¡Ji siquiera una promesa de pago ell términos ejecutivoS. Es una tivo complejo Gn su contenido, es decir, puede ser cognoscitivo,
constancia de que se ha realizado una porción de obra, y un reco- va]orativo y volitivo a la vez 4,
nocimiento de deuda en consecuencia 3. La condición o plazo de El aspecto cognoscitivo del acto se vincula con el mecanismo
pago de estos certificados se halla prevista en los pliegos contrac- técnico y especializado de la inspección, mensura y .dirección de
tuales y, al vencimiento de los mismos, la Administración expide la obra. El valorativo, al suponer un juicio sobre la no existencia
el titulo ejecutivo de pago -según los casos, cheque o pagaré- o de elementos impeditivos del pago -sea en su integridad o en su
bien salda su obligación con dinero efectivo, oportunidad-, está subordinado a diversos institutos de la obra
No obstante, en los casOs en que no se pague con dinero en p6blíca, de variada natlUaleza ("congelamiento" de mayores costos,
efectivo, el certificado es el antecedente inmediato de la orden a art. 99, decr, 3112/61; suspensión del trámite de certificación y
promesa e¡ecutioo de pago. Tal orden o tal promesa deberá ser pago po]' no acreditar cumplimiento de las cargas fiscales, labo-
dada a favor del beneficiario del certificado de obra o de sus su- rales y previsionales, art. 36, ley 13.064; etcétera). Ambos aspec-
cesores en el derecho de cobro. De allí que constituye un ante- tos, como se verá más adelante, suelen reunir) positiva y negativa·
cedente mediato del pago sin el cual éste no ha de hacerse, Ello mente, los antecedentes de hecho y de derecho que justifican la
muestra la gran impoltancia económica de estos certifícados de emisión del certificado, es decir, representan la causa del mismo
obra pública. en c'Uanto acto admínistrativo,
Sin embargo, su contenido volitivo es complejo en cuanto que
Como ya fue visto (sl"]yra, Cap. XV, § 1(9), todos los ce:ttifi-
cados que se emiten durante la vigencia del contrato, salvo el fmal
I
I
i
final. SOn provisionales. Una vez expedidos no pueden ser modificados en SIl
MOnto, ni trabado su trámite de pago, eh sede administrativa, por ning\UUt cir~
cunstancia, salvo enor material evidente, De advertirse errores u omisiones en
los certificados. se.rán tenidos e.n cuenta en los siguientes, cualquiera sea so:
-que no responde a la obra ejecutada eH un mes. ?eterm',;'ado, naturaleza",
silla que reajusta las cuentas de la obra- sOn praVlslOnales . 8 Un interesante fallo del Tribunal Arbitral de Ja ley 12.910 mues~ra la
\ importancia de la cuestión, Se trata del fallo n Q 1872, del 14 de noviembre
de 1969. expedienre 4001/6,5, de ENTe!. q'le dice Jo siguiente:
<"Visto el dictamen del señor Asesor jurídico y previo estudio de 1;).5 ac~
S Este es el criterio unánime de nuesb~a 1egislación . Pueden citarse CO~ tuacioncs producidas, los señores miembros emiten el siguiente voto: La Co~
mO' ejemplos, f.'n el orden nacional, el art, 61 del Pliego Tipo .?e Bases ,Y. Con- misión Iiquídadora ley 12.918 practica a fs. 178 una liquidación en concepto
diciones del MOSP, ya citado. que c1alamente establece: Los <::ertlflcados de ma)'ote~ cOstos de materiales: sanitarios por el perlado comp¡endido entra
constítuiJán. en. tooos los casos, doctnncntos provisionales para pagos. a cuent~, el Jer. cuatrimestre de 195e~ y lQ de 19t34, cifra que 5wge del reAjuste de li~
sujetos a posteriOres rectificaciones) hasta tanto S€ produzca la liqlUdflclÓll ft~ quidacione:> practicadas anteriormente. Dicho criterio e'S aprob-.tdo por reso-
nal y tSsta sea aprobada por la autotidnd con1petente'~< . , lución n Q 505-1-ENTel dietada por el señor Interventor en la Empresa Naeional de
Es importante destacar que la norma citada SUb,.3ya que los ccrtlhci:tdos, Teleeonmnicaciones con fecha 10 de. julio de 1967 (fs. 179). Posteriormente,
"en todos Jos casos" serán considerados provisionales. lo qUe engloba a tod¡\s ¡lor resoIs. ll~ 136-I-ENTeV61 y 602-I-ENTeV68 (fs. 185 y 225) se le reco-
las categotias de <.,'ertiHcados que más adelante se enumerDl\ incluyendo, a los nocieron par el mismo concepto las sumas de treinta y hes rnü quinientos no~
de variaciones de costos~ que es con respecto a los cuales donde más diflC\l}ta~ venta y siete pesos moneda nacional ($ 33.591 1%} y cincuenta y seis mil no-
des e importancia práctica ha generado esta discusíón acerca de la naturaleza vecie.ntos once pesos moneda nacional ($ 56.9ll ll'}1t) l'espectivam€!Ylte con lo
Provisional o definitíva- de la certificación en la obra pública, Los proyec-
.... T~"" 'Ir T = c"'~=
,,;;;;...
e su reclamo. •
'
n lqm ar5e mtereses a. partir de la
sujetos a reajuste fueron acopi.dos (:o" anteriorida.d a lAs lechas tornadas en 4 P ) Notifíquese al contratista y oportunamente vuelva a la TI
con.<ider.ción a tal electo. Pero independientemente de la razón que pudiere de origen
Fd . a[ sus efectos . ",epartiCl'ón
asistir al comitente en virtud de esa circunstancia. -que la recurrente no desco~ (l/.tOfll!U~." ,eopoldo Ramiro Feroondex, RómtÚo Pedro Galmaríni y Néstor José
DOce perO contran'esta con otras argumentaciones ba.sadas en los perjuicioS que
la irregular conducción de la obra por el comirente le habria ocasionado-- cabe tuen extraerse las . .
,ecordar que los actos administtativos firmes, en vutlld de los cuales se ha.
Del fallo hanscl'ipto pu-'
a) El Tribunal está ad T nd slgmentes conclusiones;
creado derechos patriU10niales • lavor de la contratista y se lum cancelado las la certificación de obra públr~~e b)o (!a naturaleza de acto administrativo d
ohligaciones consiguientes a cargo de la ENTe1, no son revobables por el co~
mitente ''-per sen. Aun cuando se sostuviere que ellos se encuentran viciados
actual régimen del art 11 d
una f ]" . . .
l~ ,OIDO tal. somete a esta Oertific "
e a Ley de Pr d' , aClOD a
e¡
li eHor o por dolo, so nulidad deberá perseguirse por la vil! judicial, siendo
. e 1Z antICipación doctrina ' oee mllentos Adminiseraf
Sido todavia sancionada' e) Oua, ya que a la lecha del rallo la ley lvo;'_b~n
po~ 1
or
insusceptibles de revisión por la autoridad adminisuativa, En cuanto a la
slbllidad de contempiar esta situación por este Tribunal, arbitral, eS evidente "' :::'i6~ ;~'~e~~J~dad
cad d' .'
de acto' adminisr;;a;;':o:':ol:~V;:ion.l
esCOllore la t
oortiH~
no na la
dIe los
que tal temperamento resulta. inaceptable toda. vez que el proceso arbitra.l pre~
;' a para cada certif d . s, por O cual exige
..isto por la regla.mentación de la ley 12,910 declara firme:; e irl'evisibles las
s,on que la que afecta a la act al d
del fallo se, desprende "1- e e1 error
(jU u
.lca o, mcúniendo en
octnna
n
~
la mísma
t d "Petraca •, d) J,A:; 1a lCon
antes plenaria
fu
echu'a-
~,va extensión del campo de aplic.ción _ a,;ouu a o puede provenir de la exce-
•
liquidaoiones no impugnadas dentro del término fijado por el ",tienJo S" del
deO:. 11,511/41 (hoy arto 4" del decr, 3712/64), En virtud de lo expuesto
debe prosperar el agravio de la recurrente en este aspecto y en ron~ecuenci,l
e plazos- del sistema impllgnatotio d p r lo ,r::enos en cuanto a su régimen
nG~
C (:'J1 sede del Trihunal Arbitral e la certlllcaci6n de varÍ8Qión d
tiene otras :¿~l~::~ :S;;i:¿, ;;: !n:~:~~:óla rd:j~n e~ de:ció~ J~e i~:!:.&:
revoca.rse las resols. 505-ENTel de fecha 10 de luHo de 1961 y 383/C cursiva o d 1 ' • otros supuestos dist! t lo e rostos
del 3 de setiembre de '1984 (fs. 48) en cuanto n1odifiCll)'On las üquidaciones
anteriores antes citadas. Q:m respecto a la liqUidación de los períodos p¡j.\te- gImen los actos coligados,
~. ," __ ,. 1. . J",,'rt1'1> ,;;n fine se fiiru'Ol1 los precios
y y y y wy W' W w w w - -- ... - -"----
xv, § 167). En esta hipótesis, las partes han fijado los precios rio, que reglamente un procedimiento específico para la impugna-
de cada unidad técnica de estructura sin determinar las cantidades ción )' rectificación del defecto en cuestión (as!, deer. 3712/64).
de esa unidad que se ejecutarán. Como señala Spota, "existe. en- Se debe recordar que en toda hipótesis en la que el contratista
tonces, variabilidad del precio total y de las cantidades" 9. Cabe padezca un agravio en el curso del contrato -vigente el procedi-
aclarar: variabilidad del precio total en función de las cantidades miento contradual administrativo- sólo deberá acudirse al instituto
ejecutadas. El efecto de este tipo de contratación es que el vínculo de la reserva) si una norma expresa lo indica. En princípio~ la
puede concluirse todas las veces que se haya ~)ecutad~ la mudad omisión de tal reserva no producirá la caducidad del reclamo, que
prevista (v.gr., el metro cúbico de m~~postena; e.1 k!1ómetro de podrá intentarse al tiempo de la cCltificación final.
camino; etc. )'0. Ello supone una estab,lulad precarra del ~nb:áto, Por fin, el hecho de que la reserva aparezca exigida bajo pena
en cuanto éste puede extinguirse por voluntad de cualqmera de de caducidad en algunos casos, no puede sustentar su exigencia
las partes cada vez que se ha terminado y pagado una unidad de en otros no previstos. La caducidad es una sanción y no puede
obra (art. 1639, Cód. Civ.). ser aplicada por analogía. Además, en tal caso la omisión de una
Como vemos en este caso, salvo pacto en contrario) los pagos reserva tiene efectos abdicativos, y la intenci6n de renunciar debe
parciale .. serán definitivos en la medida en que coincidan con el ser expresa (arl. 874, Cód. Civ.).
avance de los trabajos. Por ello, tras cada pago pc;d~á la corru- El tema de la reserva suele traer complejos problemas, comO
tente desistir de la obra. En cambio, fuera de esta ¡upateSlS, abso- en el caso más frecuente de la mora de la Administración. En
lutamente excepcional en materia de obras públicas, ello .es impo- este caso, el agravio moratoria nada tiene que ver con la declara-
sible. sin perjuicio de la revocación unilateral ,por oportumdad, con ción certificatoria en sí, sino COn el trámite de emisión y pa¡;;o.
sus consecuencias patrimoniales, como se vera más adelante. ltsta Por ello, se ha sostenido que, al no relacionarse con una declara-
es otra raz6n más en abono de la provisoriedad de los pagos par- ción provisional, no cabe aplicar las consecuencias de la proviso-
ciales en la obra ~ública, lo que redunda en beneficio de la tesis riedad. Por consiguiente, sostiene e,ta tesis que no estará entonces
de la provisoriedad de los certificados. el contratista eximido de su obligación de reSCl'Var derechos, ya
La provisoriedad de los certificados parciales de obra pública que en todo lo que no sea rectificable en el CUl'$O del procedimien-
es amplia, produciendo sus efectos propios en todos los casos. Ta- to contradnal, el acto e, definitivo y se le aplica el art. 624 del
les efectos son, pnes: .. C6d. Civil: "El recibo del capital por el acreedor sin reserva algu-
a) La rectificabilícUul. e¡ecutoría de los defectos del cert>Ílcado, "" sobre los intereses, extingue la obligación del deudor respecto
en la sucesión del trámite certificatorio. de ellas".
b) La inidoneidad cancelativa de los pagos realizados hasta la Ésta parece una actitud excesiva. El art. 624 del C6d. Civ.
liquidación final, lo que reafirma su naturaleza de pagos en buena exige una conducta del acreedor de intereses en el momento de
cuenta. recibir un pago. Este pago ha de ser necesariamente el regulado
e) La inexistencia de carga reservativa para el contratista. en los arts. 724 y ss. del Cód. Civil. Esto es, el cumplimiento li-
beratorio del contenido oe la prestación de la comitente, Precisa-
~ 177. LA RESERVA POR INTERESES 11
mente, la provisorieclad de los cel'tifícados parciales se explica por
la finalidad de mantener al contratista en la corriente eeonómica
La inexistencia de carga reservativa antes mencio~ada cede
s6lo ante la disposición de una norma expresa en sentido contra-
la mora en el pago de los certificados emitidos durante el transcurso de la eje~
cución de los trabajOS, razones metodológicas toman convenient<e su trak'lmien-
1} Spota, ob. cit.. Tratado de Locación de obra, t. 1, 'P' 536.
t~ eu este punto, dado su estrecha vinculaciÓn con el problema de la natufa-
10 Spnta, oh cit., iL 538. . lcL'l jmídica de los t:el'tificados de obra pública,
11 Aun (;uando esta cUésti6n debería ser tratada al unf\hzar los efectos de
934 CONTRAl'O DE OBRA PÚBLICA EL CERTIFICADO DE OBRA PÚBLICA 935
que ¡lUce posible su empresa de obra. Y tiene por tanto la carac- clon del acreedor de mantener su derecho a aquéllos 13. En el
terística de admitir la divi8ibiliddd contabl.e y financiera de la obra, mismo sentido se ha pronunciado la doctrina nacional moderna 14
l,era manteniendo su natural indivi8ibilidad iurüuca. Antes de la La legislación extranjera, por lo demás, ha consagrado expre-
recepción de la obra, no se ha cumplido y conformado la presta- samente el principio acuñado por nuestra moderna jurisprudencia:
ción del contratista, y por lo tanto, como acuerda en general la Código Civil italiaoo de 1864, arto 1834; Códigos Civiles del Perú
doctrina, los pagos realizados antes de la certificación final son y Costa Rica, etcétera.
provisionales -en buena cuenta-, y por ello no cancelan la obli- En ese orden de ideas, dependerá de cuestíones de hecho es-
gación principal de la comitente. tablecer si la conducta del acreedor fue clara y diligente, sin que,
Por demás, la finalidad del arto 624 del Cód. Civ. demuestra para la validez de la reserva requerida, Se exijan formalidades es-
que sostener su aplicación a un recibo de capital que no es un peciales.
pago definitivo, es un exceso de celo del intérprete. En efecto, Por esO mismo, se ha resuelto que la reserva practicada en
tal finalidad es la de asegurar al deudor de capital e intereses una acta notarial separada del recibo del capital, y que se notificó al
conducta clara por parte de su a<..'rccdor a fin de que éste se vea deudor entregándole copia, es hábil para producir la reserva al
obligado a advertirle razonablemente que está efectuando, al pa- cobro de intereses 15,
gar, un pago parcial (v.gr., sólo el capital). De ese modo, la nor- En smtesis, no conesponde aplicar el arto 624 del Cód. Civ.
ma ordena la extinción de los intereses, si el acreedor nO manifiesta en la recepción de importes por el contratista de obra pública, sal-
claramente su voluntad de percibirlos oportunamente, lo que sig- vo que las bases contractuales prevean otra cosa, o que se trate
nifica que aquél tiene la carga -imperativo del propio interés- del pago de la suma reconocida en el certificado de liquidaci6n
de poner al deudor en la certidumbre de que además del pago del final o cierro de cuentas, que se emite a posteriorí de la recepción
capital, sigue aún debiendo los intereses. definitiva 16. Y aun en esa oportunidad, ha de estarse a las pautas
Si, en nuestro caso, el pago no es definitivo, las cuentas del jurisprudenciales señaladas para apreciar si, en el caso, la conducta
contrato no se han cancelado jurídicamente. Por consiguiente, no del deudor supone una efectiva renuncia de su crédito por los in-
se explica la carga reservativa que se pretende pesa sobre el acree- tereses.
dor. De otro modo, nO tendria relevancia sostener la teorla de
la provisoriedad del certificado parciaL
Para completar el análisis de la cuestión desde la perspectiva § 178. CLASEs DE CERTIFiCADOS
del arto 624 del Cód. Civ. puede afirmarse que esta norma, fun-
dada en el arto 1908 del Código francés de 1804, establece -según Los certificados de obra pública presentan diversas especies,
la última y predominante tendencia de los tribunales- una pre- según sean los presupuestos de hecho que reconocen y avalúan.
sunción legal iuns tantum, que puede ser desvirtuada por prueba
de que no ha mediado voluntad en el acreedor de remitir la deuda a) De obras, - Este certificado declara la cantidad de los tra-
de intereses. Incluso la jurisprudncia ha afirmado que, como la bajos realizados -presupuesto de hecho- en un período de ejecu-
renuncia no se presume (art. 874 del Cód. Civ,), la interpretaci6n
del alt. 624 citado debe ser restrictiva 12.
Así, la tendencia general radica en ver eu el ar!. de marras 13 CNCiv., Sala B, 22/8/74, "Gómez, Ramuna", ED, 1O~593. IlQ 7.
una presunción de la voluntad de renunciar al cobro de los inte- 14 Borda, ob. cit., Tratado . .. , Obligaciones, t, n, p. 425,
reses, que M funciona cuando ha sido clara e inequívoca la inien- 15 OICoro., Sala A, 17/3/B6,
16 Así: lo ha entendido la doctrina nacional (ver Diez, aL, cit., Derecho
administrativo, t, In I P, 240; Spota, oh, cit., Tratado .. . > t. JI, p. 406; Marien-
hoff, ob. cit" Tratado .. . , t, lII-A, p. 463 a 465) y numerosos fallos judiciale"
12 C¡"¡Com., S"la Bi 14/12/76, "Fanal S, A. elAsche:r Lev)/ y OhoS>~. ED, entre otros, CSN, :FuUos. 178~196; 194-24 Y precedentes adminish'atlvos, COmo
75-345. Plocuración de] Tesoro de la Nación, Dictámenes. 59-330; 67-5; 15~394,
936 CO;'¡TRATO DE OBRA PÚBLICA
EL CF..J\TIl"ICADQ DE OBRA PÚBLlCA
937
ClOn, generalmente mensual 17, y los vahía a los precios originales
del contrato, Estos precios originales del contrato, también llama- al óJgano certí~icante que, tras la medici6n de las cantidades cons-
dos precios básicos, constituyen términos de comparación, a los tnu as, se, aplrquen los precios unitarios a fin de detennil1Rr el
fines de medir en moneda la obra contratada, Como punto dc monto certifIcable 19,
referencia, entonces, servirá de base para el cómputo del costo real Esas relaciones de precios son indicativas a los fl'nes de la
de la obra, que será reconocido provisionalmente en cada certifi- mensura y tif' '6
ias d 1 ,cer !Cae! n mensual; y no alteran las consecuencias pro-
cado de mayores costos a lo largo de la ejecución de la obra (ver P, e sIStema de contrataci6n escogido v gr a¡'uste alzado o
supra, Cap, XV, ~ 166), ullJdad de medida 1!J, ' , "
A los efectos de la liquidación del valor de los trabajos eje- También puede pagarse la obra de otra forma: según el estado
cutados durante el período objeto de medición, cualqúiera sea el de adelanto de la misma As' ,
una ' '. 1, SI se tratara de la construccíón de
sistema de contratación empleado, el contratista suele tener la á c~retera, por hipótesIS, el primer certificado medirá y orde-
obligación de presentar con su oferta el análisis de sus precios por ~:;lo ~ pago del primer ítem c~nstructivo, p,ej" movimiento de
metro lineal o por unidad de obra IS, Con esa relación, se permite s, el segundo, de la base asfaltíca; y así, sucesivamente,
,En eS,tos casos, las mediciones se suelen hacer en forma global
y ploporCiOnal a los trabajos realizados 21,
En Dictámenes, 109-134, el Procurador de) Tesoro de la Nación señaló
, POf lo demás, es COmún que la certificación de obras previstas
que: "Es viable jurídicamente efectu3.1· la reserva que asegura el derecho a per- ;:lgm~ mente en el contrato se realice separadamente de las qne
cibir intereses por mora en el pago de Jos certificados, en el momento en que Lan SI o orden~da.. posteriormente y que son llamadas adicionales,
se efectúe la devolución de las sumas retenidas como fondo de reparo", fo,m~ de lrqUldar estos certificados dependerá del sistema de
También se expidió en el mismo sentido el Tribunal de Cuentrls de la condtrataCl6~ escogido por las partes, En consecuencia los certifi-
Nación, por resol. n Q 2511/81. La legislación de nuestro país es coincidente ca os parcrales de obra imp 1',
con esta doctrina y precedentes jmisprudenciales y administrativos. A:;i el art. t -,
lOn ," Icará n pagos a cuenta cuya' interpre-
65 del Pliego Tipo del MOSP: "'fro.rándose de pagos parCiales -se refiere al ""d val,lara conforme sea el sistema de contratación elegido SI'
pago de la certificación durante la ejecución de 10s tTabajos- subsistirá e] de~ se eterrmnó I ' d 1_ '
e precIO e '-l1 obra por ajuste alzado los pagos serán
recho a percibir intereses, aunque el beneficiario omitiese hacer en cada caso a cuenta del monto alzado t tI.. '
r~serva al respecto, extinguiéndose únicamente ese derecho, si la reserva no lie Ello sin e'" o o a que se ha fIjado en el contrato,
hjcíera en el acto de percibír el importe del certificado de liquídaciún final de , p rJUlCIO de que, como se ¡la sostenido antes la idea de
1<1 obra". De la misma manera, V.gr.~ el arL 51 de la LOP de Entre Ríos, En proClO f ell la obra pública sea esencialmente dinámic~, Esto es
c::lmbio es criticable el al't. 77 del Pliego Tipo de la Provinda de Formosa, que, s~ coón orma según múltiples elementos variables -sistema de va'
a' d' d la '
naol n de costos', ,',," estatal; dificultades-
en su párrafo final, textuatmente dice: "El pago del certificado parcial ylo fi-
nal. sin reserva en el mismo acto del contratista con respecto a los ínterese~,
U" V rlan, e cormtcnte
extingue la obligación de abonarlos. La reserva de intereses en el celtíficado
final s610 se entenderá referida a las smnas o montos que no eotrespondan a
certificados parciales anteriores''', &ta es una 'negac16n de la naturaleza mí.'i~
ma de procedimiento de certlficaci6n y pago, que contradice la. doctrina y jn- 1'<:,glamentario de la LOP de e t ' ¡ ,
ü~pmdencia que en forma casí unánime se ha desarrollado sobre el punto.
z:ado", "L d 1 a a.malca~ a refentse al sistema del "aJ'ust, 1.
• a Suma e os presupuestos a1Cla "' I d a ' o a
17 El art. 61 de] Pliego Tipo del MOSP establece en sus primeros pána~ puesto oficial de la obra que se contlai es p~ra ca Item sera el presu-
fos que: "Para la medíeión, liquidación de trabajOS, ampliaciones de obrns~ etc" eiecución de las mismas por nn prec' tILos PlOponentes deberán ofertar In
l"lJgirán las normas establecidas en la documentación contractual En los casos fOl'ma (porcentaj"e etc) q . k 10 Iota con, expresa exclusión de toda otra
, ' ue lmpllque a neceSIdad d '1 I
no previstos en dichas nOl'mas, 1a Repartieión resolverá lo pertinente dentro de al mencionado precio total, A los efectos de ' _ ,e ~~ ca en o p.8U llegar
to usual en la técrtiea de ia construcción, Los trabajos ejecutados de acuerdo determlnará el porcentaje de aument d,:á c:n tIflcaclOn, la Adnufllstmción
al oonh"ato, serán medidos o estimados en su adelanto por períodos mensuales,
'di "1 o o lsmmuclón que la ofe ¡- 1
]U ca sIgnI ique respedo del presupuesto ofici 1 j"' r ,1 que se az-
s,1.1vo especific-aclón en eontrado de las Cláusulas Especiales) con asistencia del todos y cada uno de los items de a '1" u, y ap lcara tal porcentaje ;3
19 D' b' ' que .
contratista ó su representante, y la inspecci6n consignará de inmediato sus l'e~ lez, o . CIt., Derecho adrninistratif;O t III 71
sultados ;¡ tos fines de la correspoudiente certificación'>, 20 Moreno Gil. Osear La red.si6n de >
Prec ¡
,p. ,
18 Así, por ejemplo. lo establece el arto 6 9" ine. a, ap. 2", del decr. 1697/74 tratioo, Civitas, Madrid, 1980, p. 39 v u. l1 os en la contrataCión admínis-
21 RA.,..,.; ~L _!~ _ .... " ' •
I • • • _ w _ _ -
samente prevista en los decrs. 1618 y 1619 de 1986, y art. 59 del cumplir con la principal prestación económica a SU cargo, toda vez
Proyecto de Ley de 1986. El arto 61 del mismo proyecto legisla- que la Administración reconOZCa un crédito a su contratista expe.
tivo regula de manera muy positiva el p,-ocedimiento y efectos de dirá el correspondiente certificado. Así, ante las hipótesis de
la certificación provisional, con importantes implicancias plocesales reconocimiento de gastos imprnductivos, pérdida por caso fortuito
que serán analizadas más adelante. Resulta de interés la U'anscrip- (art. 39), trabaíos adicionales (ar!. .30), reliquidación de mayores
ción de la norma proyectada en tanto es una buena muestra de costos congelados indebidamente, correcciones del sistema de va·
la evolución conceptual a la que se ha llegado en la materia: "Reali- riación de costos pactados, etc., su pago se tramitará conforme con
zada la recepción provisoria y a más tardar dentro de los treinta el certificado previo. Lo mismo ocurrirá con otros rubros sobre
(30) días corridos de operada la recepción definitiva de la obra, los que se baya pactado su pago por separado, como el avance de
la administración emitirá e] certificado final de cierre de cuentas fabdcación de determinados materiales o equipos a incorporar a la
incorporando en el mismo los reclamos que el contratista le hu- obra, etcétera 21.
biere comunicado fehacientemente y que la administración consi-
dere aceptables. Dentro de los treinta (30) d,as de notificado, el
contratista deberá aceptar el certificado o rechazarlo total ° par- § 179. ESTRUCTURA
cialmente, can lo que quedará agotada la via administrativa. En
caso de aceptación parcial se abonará al contratista las sumas re" a) Ya se ha calificado al certificado de obra pública como un
sultantes". verdadero acto adllÚnis!rativo. Como tal, constituye una declara·
ción productora de efectos jurídicos. Tal declaración es esencial-
mente "unilateral" en los términos del arto 946 del CM. Civil. Ello,
g) Certificado en descubierto. - Esta clase de certificaci6n por cuanto basta para formarla la voluntad de un solo sujeto de
constituye un ilicito administrativo. Supone un titulo emitido cuan- deredlO~ en el caso, ]a Administración comitente 28,
do ha sido agotado el crédito de la anualidad correspondiente. Como acto administrativo unilateral, pertenece a la categoría
En ese caso, se expide COIl cargo a postedores anualidades, vio" de aquellos que deben -en principio- ser expedidos ex officio por
landa el principio de certeza presupuestaria. La posibilidad de la Administración. Su emisión es una obligación de la Adminis-
estos certificados repugna la economía pública del contrato admi-
nistrativo, y la misma ley 1.3.064 advierte contra ellos al establecer
que "no podrá llamarse a licitación ni adjudicarse obra alguna ni 27 P. eL e~ a.t. 79 del ya citado Pliego 'fipo de la LOP de P"oxmosa:
efectuarse inversiones que no tengan crédito legar' (ar!. 79 ), Tal "Anticipo del sueldo anual complementario. A pedido del contratista la Ad~
minístración certificará con carácter de anticipo en toda obra que se encuentre
"crédito legal" puede comprender varias anualidades. Así, el ar!. en ejecución, el importe estimado del sueldo anual complementario a pagarse
10 del decr. ley 23.354/56 dispone: "Cuando la ejecución de una al personal ocupado en la misma y en proporción correspondiente a la.<; jorna-
obra deha realizarse en un período mayor de U11 año, se podrán les en eUa insumidos. Este certificado se otorgnnl en el mes inmediato ¡mte-
contratar o autorizar compromisos hasta el importe máximO fijado rlor al que corresponda efectuar el pago) y su importe será deducido de los
certificados de obras que se extiendan a partir del mes siguiente al de efectuf1~
por las leyes de crédito, pero no se ejecutará obra alguna sin que do aquél. Esta deducción podrá efcx;tuarse proporcionalmente hasta eu un
figure en el plan anual y su inversi6n no sobrepasará el importe máximo de cuatro (4) certificados consecutivos, actualizándose las retenciones
establecido en el mismo" 26. por los mismos índices que Se empleen para las liquidacione.s de los correspon~
dientes certificados.
"Si la obxa se concluyera. antes del término especificado. el anticipo se
h) Certificaciones varias. - Siendo el ce¡·tificado el instru- descontará en tallms cuotas como meses falten para la terminación del plazo;
mento en el que se manifiesta la voluntad del comitente estatal de
:1 si e110 no cubriese dicho anticipo, el mismo se cancelará en la certific<lción
{¡'nal o con cargo i\ cualquier otro crédito que existiera a lavor del contratista
con relación a la obra",
28 Madenhoff, ob, dt, t. n, p, 229, Para mayor precisión y adaraci6n
2. Diez, oh. cit, t. II1, p. 10. del tema, ver n. 1)9 1 de este mismo capítulo,
946 CONTRATO DE OBRA l'ÚBLICA EL CIa:lTIFrCADO DE OBRA PÚm.:rCA 947
tracióu, lo que tiene, entre otras} dos importantes consecuencias: del contratista interviene, También está el de toda la comunidad
1) Las observaciones y reclamos del contratista sobre la declara. interesada en .la ~jecuci~n y consumación de la obra, Por ello, y
ción ~",rtificatoria no eximen al comitente estatal de emitir el salvo la e:Klstencla de hechos impedientes absolutos" -que re.
certificado y pagarlo hasta la suma liquida reconocida por éste; quieren calificación legal~, más tarde o más temprano la Adminis-
2) En caso de que el contratista no cumpliere con sus cargas para trac;ón debe suplir las 0r:'ision~s, o, negligencias del contratista y
obtener la certificación, la Administración deberá certificar de ofi· certlflcarle, Todo esto sm pe'lUlCIO de las sanciones que even.
cio, sin que, obviamente, pueda el contratista reclamar suma al. tualmente pudieran corresponder,
guna por el atraso en la certificación y pago 1<), Excepcionalmen· No debe producir confusión sobre el carácter unilateral de la
te, si existieren "hechos impedientes de la certificaci6n", estable· declaración la circunstancia de que el certificado reconozca una
cid os por la ley -p, ej" art, 36, LNOP 30_ la Administraci6n verá deuda que -generalmente- se ha determinado con la colabora.
suspendida su obligación de certificar de oficio, cwn del contra~ista particular, En efecto, es corriente que Un pro-
El principio de oficialidad en el trámite certificatorio se ex- yecto de c,;rtiflcado, ,en, el que se detallan los trabajos medidos,
plica por el hecho de que, en la obra pública, no sólo el interés se los avalua y se hqUIda la suma total, sea presentado por el
contratista para su aprobación por la comitente,
De, ,hecho, al~?os Pliegos de Condiciones establecen que la
29 Así lo dispone el 3rt, 61, cuarto párrafo del Pliego Tipo del MOSP: cOnf,ecclon del certifIcado, O la presentación de la liquidación que
t'En caso de disconformidad de parte dd contratista, se extenderá. de todas
maneras el certificado con los resultados obtenidos por la inspecci6n, hacién-
le suve de base, estará a cargo del contratista, sin perjuicio de
dose tI posteriori, sí es que correspondiera, la rectificación pertinente O djfi- que se e"'la eu todos los casos la aprobación de la comitente para
¡lendo para la liquidación final el ajuste de las diferencias sobre las que no hu~ su eficacia, Tal aprobación, en estos casos, es el acto administra-
hiere ¡¡cueldo», La expedición de oficio procede aUn Cm'lndo el contratista tivo del que emanan los efectos propios del certificado 31,
haya dejado de cumplir las cargas u obligaciones que la documentación con- Estas actividades del contratista redundan en imperativo del
tractual hubiese puesto a su cargo para la emisión del certificado, lo que es
lógico teniendo en cuenta que el procedimiento de certificación, como ya fue propin interés, Esto es, San cargas contractuales o leaales que de
dicho, es parte del procedimiento de pago. y le corresponde a la deudora rea w n.o realizarse en término, no hacen decaer el derecho, Pero se ~ns.
lizar las tramitaciones necesarias para desobUgarse. Así se encuentra estable~ trtuyen en "hecho~ impedientes" de su reconocimiento oportuno,
cido en el art, 58 de la LOP de Catamarca: .... ,Si el contratista dejare de Por tal raz?n, la sIml~le ~emor,a en la certificación y pago, y sus
cumplír COn las obligaciones a su cargo para obtener la expedíci6n de cel'tifi-
L1l<iOS, éstos serán expedidos de oficio sin perjuicio de las ¡eSerVBS que fonnu w
co,nsecl.lenclas económlCo-fmancleras, no serán imputables a Ja co-
lare al tomar conocimiento de eHos. En este supuesto el contratista no tendrá mltente estatal, que no cargará ni responderá por ellas, En estos
derecho a los interesf'~<¡ previstos en el arto 53", casos en que el contratista se halla obligado a presentar el pro-
Esta última norma (art. 53) establece, asimismo, que las observaciones yec,? de cert~lcado a su comitente, la norma contractual que así
que el contratista formnlase sobre el certificado Id emitido, no eximirán a la
Administración de su obligación de pagar el valor efectivamente certificado, lo dlS,!,one rev~s~e la naturaleza de una habilita.ci6n para desplegar
en el plazo de pago fijado contractualmente, y agrega: "De resultar procedente una CIerta actiVIdad preparatoria de un acto administrativo (com-
el reclamo del contratista, éste tedrá derecho a percibir intereses sobre el sal- pletar en infra, § ,182, b), Si el, órgano competente aprueba el pro-
do, , . ". Intereses que se liquidarán de la misma forma qne en el supuesto de yecto del contratrsta, su contemdo se convierte en una declaraci6n
mora en el pago del certificado por su valor emitido"
30 "El contratista d.eberif m.antener al día el pago del personal qm em~
que vincula a la Administraci6n, Desde ese momento, comienzan
plee en la obra tj no podrá deducirle suma alguna que no responda al clImpli- a COrrer los plazos de pago del certificado, Si, por el contrario,
flltÍento de leyes O de resoluciones del" Poder Ejecutivo o del Poder Jodicial. y no es apro~ado el proyecto, habrá que estar a lo previsto en el
dará estricto cumplimiento a las disposiciones sobre legislación del trabaro tj a contrato. S, el rechazo es sustitutivo, la Administración emitirá la
las que en adelante Se impusieran. Sin perjuiciO de lo establecido en el un.
39, toda infracción al cumplimiento de estas obligaciones podrá considErarse declaración como cree que es correcto, sin perjuicio de las reservas
r¡egligencia grave a los efectos de la rescisión del COntrato por culpa del con~
tratista, y $fi todos los casos impedirá el trámite y el pago de los CErtíficado,S'
• ~ »
CON1'RAro DE OBRA PÓBLJCA
EL CERTIFICADO DE OBRA PÚBL1CA 949
948
, S' I rechazo es devolutivo, el contra- se deriva del reconocimiento de la deuda. Cuando, por haber eré.
que formule el contratis:a: ¡'erovecto constando €Il 61 las ohser- ditos y cargos al contratista, e; certificado no se linüta a reco~oc~r
tista deberá volver a enutlr e ~t ~ t 'Por esta raz6n, es menester una deuda, la Solucl6n no vana, En estos casos, slcmpl e se hqm.
vaciones formuladas por el COImt,1 en es' M fundado coro" todo acto dará un saldo positivo o negativo, que obligará a una sola parte
ha ' es devo u lVO- v¡;X ' d .. t ti
que el rec zo -SI f Le d Procedimientos A mllm ra . del contrato de obra pública, Si -como generalmente Ocurre- el
que traduce ?n jUic!.~")( co~~ \ /nu:va redacción del p,royecto, el saldo es positivo, la obligada es la Administración comit~nte, Si,
vos. art. 19 , me. f) . d ¿"'Techos respectIvos, en cambio, el saldo es negativo, el obligado es -excep?,?nalm.en-
' odr~ d . r reserva os sus '"' t
contratista p a ela h del proyecto redullda en un a raso te- el contratista partícular, En este supuesto, la AdmmlStracl6n,
Generalmente, el rec azo 1 an correctas no correspon- en ejercicio de su potestad de crear tmiwtel'almente vinculas ohli-
en el pago, ,1 S' 1as causas del ree 'd Si ell cambio,, e I con trat'15.ta
lazo er
"atorios ha determinado una deuda del contratrsta en [onua eJe-
derú indemnizar la de;nora ac~ecl ~', t~da dehel'á pagársele los ~utoria,' Tal ejecutoriedad será a la vez coactiva sobre el patrio
! tuviexa razón en SU l1qUldacwn plOJedc n '
r '6n que
intereses y actua lzaCl h
corrospon a .
d
b á
Jutivo el plazo de pago de er
monio del contratista, en el caso -las más de las veces frecuente-
En estos casos de rec aZO e v o , I R arti de qIle sea posible cobrar ese saldo acreedor favorable a la comi.
d Ja f eca
correr d -ese h en que el contratista , presente
f auld
a ep
oor - tente _ debitando las futuras certificaciones que se emitan o de las
r ción -el certificado conforme a las observacJOnes Orm a a~ p -
garalltías constituidas, De no ser esto posible, la Administración
tunamente por ésta. En principio, la fecha, de conformncl6n, del
a to
deberá ocurrir a los tribunales para satisfacer su crédito, por cuan.
proy"c , por parte del 6rgano o fUllcionano
f d autonzado, sera el
to la coacción ejecutoria sobre los bienes del administrado es ex-
die, a quo del plazo de pago del certi ka o ' . ' ,
En mérito a cstas consideracíones, la preparacIón. del certifI- cepcionaL y sólo puede materializarse previa declaración judicial
del derecho 32,
cado -como vulgarmente se la conoce- por el contrahsta n~ com-
porta un acto administr~tivo, sino s610 un trámIte prepara tono que Ello se explica por cuanto "la Constituci6n Nacional (arts. 19
la Administraci,\n hab,ltta a éste, a efectuar. 'd y 3.3) constituye un sistema material a favor del administrado y
Hasta su conformación, no hay acto válído -esto es- nacl. o . , .la función de disponer las medidas de coacci6n sobre personas
confomle al derecho, ni menos eficaz -es decir-, con fuerza cle- o bienes integra en nuestro régimen juddico, el contenido de la
funci6n judicial" 33.
cutoria, , l
En suma, esta tarea de colaboración del contratista, . genera - Hay que tener presente que, pese a su naturaleza unilateral,
mente explicada por su interés en !la demorar la expedICIón de el certificado es una declaración emitida como consecuencia de un
los certificados, no prodme al acto de ~eltificaei6n, ,Su bosquelo, contrato de obra pública. O sea que se expide en el seno de una
aun cuando sea aceptado por la Admimstraclón comitente, no, g,e- relaci6n bila.teral, POr ello, adquiere invariablemente el carácter
nera por si efectos juddicos ni obliga a ésta, S610 la expedlclO~ de una contraprestación de la Administración comitente, De alH
del certificado por la Administración, con la forma adecuada, obh· que, siendo su causa o antecedente, 1lll trabajo contratado, no es
ga a ésta desde su notificaciÓn al interesado, Se trata, por lo libre la Administración de revocarlo ad ntltum, ya que genera de-
tanto de un acto evidentemente unilateral que deternnna una· deu- rechos sub¡etivos de orden patrimonial a favor del contratista, Su
da, a~n en los casos en que esta detemlinaci6n sea rr:oyectrula por explicación jurídica está en el sinalagma, y su presupuesto fáctico,
el interesado, Tampoco empece a la naturaleza umlateral el h~. en el trabajo realizado. De alH que deba decirse que es el certi.
cho de que el contratista formule reservas al tiempo de la not~f, ficado de obra un acto administrativo unilateral emítido en apli.
caci6n del certificado, por razón de disconformídad. Esta unda· cación y consecuencia de Un contrato oneroso y bilateral,
toralidad del certificado de obra pública existe tanto en lo que
atañe a su formaciÓn -unilateralidad gen6tica- como en lo refe·
ridoa sus efectos propios -unilateralidad funciona!-. ya qne pone 32 Sobre las d¡ferel1CÍas entre lo~ COllccptos inrkhcos de "coacción" }' "eje~
a cargo de un solo sujeto de derecho la obhgacJOD de pago que Lutoriedad", ver Cassagne, ob. cit. 1 El acto administrativo, p, 3-40 y siguiente.s,
33 Cass;\gne, (.'ih1 nnt(!fÜll' TI '':1,;:10
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, t. JI,
34 Ver Marienhoff, ob. CIt.,
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p: 222. con .JcitaMU,.,
de ..Ranelk"ttl, en n. n
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Q
52.
S$W Q%&l
por el contratista, debido a reclamaciones SO/Jre mediciones u otras la certificación según su criterio, lo que será una hip6tesis rara vez
causas con motivo de la ejecuci6n de la obra, y ellas resultasen verificable, De todas maneras, para liberar a la Administl1lción
infundadas, o se interrumpiese la emisi6n o el trámite de los Cf:/'- de las consecuencias del retardo en la emisión del certifieado, la
tif!cados " otros documentos por actos del mismo, no tendrá de- presentación del contratista deberá ser infundada. Caso contrario,
recho al pago de intereses". . el contratista deberá ser compensado por las consecuencias de la
La norma debe ser descompuesta para su comprensIón. N O demora.
corresponden intereses moratorias -la norma ~a?a dice respe~to En la hipótesis b, el art. 48 priva de intereses moratorios al
de la actualización monetaria .. cuando: a) eXIstieren rec1amaCIO~
_¡ centratista que ha interrumpido el trámite certificatorio sin causa.
nes del contratista que demoran los pagos. En este caso, como Son estas "situaciones impedientes ~elativas", la demora en presen-
señala Diez hay que aplicar la norma con prudencia, "ya que es tar liquidaciones, facturas o comprobantes para determinar la de-
posible que' la demora no se deba solamente a la reclamación d~l claración certificatoria (proyecto de certificado; facturas de com-
contratista sino también a la tardanza en resolverla por la AdmI- pra de acopios; elevar mensualmente estados de obra, etc.). Si
nistración':.¡(J; b) por actos (u omisiones) del contratista que "in- ésta no puede de hecho emitirse sin esa carga previa del contra-
terrumpieren" (o paralizaren) los trámites de ~ertific~ciÓn. Al eS- tista, la Administ.raci6n no podrá actuar de oficio, salvo que pueda
tudiar la descomposici6n de la norma, es pOSIble af¡r~ar. para la procurarse por si los elementos necesarios para certificar.
hip6tesis a, que la discrepancia o reclamo no es en S1 n::1sma un Si, en cambio, la Administración puede suplir la falta per se,
hecho impediente de la celtificación, toda vez q,:e. por vlItud d~l ha de hacerlo, certificando en tiempo razonable, sin que deba su-
p,incipio de oficialidad la comitente deberá certifiCar la sum~ h- ma alguna en concepto de mora -que no existe, por falta de re-
quida que entiende legítima para recOnOcer a~ contratISta (eJecu- prochabilidad-, y sin perjuicio de las sanciones que le correspon-
toriedad ), sin perjuicio de las reservas que este p:,~da formular dan al renuente contratista.
en vista de la impugnación administratIva y ludIclal del acto. Las "situaciones impedientes en sentido absoluto", consisten
Tampoco las discrepancias sob1'e la m~dici6n -que s,:elen tene: un igualmente en cargas del contratista, pero calificadas legalmente en
trámite contradictorio específico y dlstmto del de ImpugnacI6n- forma expresa como obstáculos insalvables para la certificación. En
son "hechos impedientes" de la certificación, . Asimismo, no p~e estos casos, no se deberá certificar bajo ningún concepto, aun po-
den considerarse hechos de impedimento la eXlstencra de actuaero- niendo en peligro la continuidad de la ejecución de los trabajos,
nes generadas en retrasos en kl eiecución, pues la certifiL'lIción nO si el contratista no cumple con Sil carga previa, tal como es el caso
,-.
es el remedio o sanción contra esos Ietrasos, SiDO las multas, sus- del ya citado arto 36, LNOP.
,, pensiones, etc" sin perjuicio de que también se sancionen lo~ re~ La gravedad de la sanción se relaciona con el valor ¡urídico-
trasos con el congelamiento de mayores costos a la fecha de eJecu- político de la omisión del contratista respecto de su carga.
ción según contrato (ver supra, t. n, Cap. ~lV, ~ 153.1. :ampoco Aun cuando el ordenamiento jurídico de los contratos del Es-
pueden constituirse en "hechos impedwntes de certrfl~aclon opor- tado está primordialmente preocupado por la defensa del interés
Itrua las disputas sobre eventuales vicios de ~onstruccl6n detecta- público en la operación contractual, y a esta preocupación respon-
dos, que deben ser sancionados con la reparaCIón a ~r~o del cons- den todos los principios que juegan en la configuración del mo-
tructor, por si o por otro, lo que no excluye la reSCISlon culpable delo contractual exorbitante, es cierto también que en el actuar del
del contrato. Estado ha de estar siempre presente la inquietud por la protección
En definitiva, sólo podrán ser consideradas impedien~es de la social de los trabajadores afectados a la empresa ejecutora del con-
certificación aquellas tramitaciones generadas en ~e::amaclÜnes d~l trato. La disposición del art. 36, al erigir un incumplimiento de
contratista que le quiten a la comitente toda pOSIbIlIdad de emItir esta clase en "situación impediente absoluta" -sin perjuicio de otras
sanciones-, exige por vía legal al contratista el estricto cumpli-
miento de la legislaci6n social. Es una manifestaCiÓn de lo que
se ha da.do pn llamar . rch.mml~(lfl. o,¡()(';Al n... b POntrllta"ión arlmi-
958 CONTRATO DE OBRA P'ÚELlCA
EL CERTIFlCADO DE OBRA PÚBLICA 959
IÚstrativa" 41. Este "clausulado social" imperativo se manifiesta tam-
plimiento con su personal. Sin perjuicio de ello, COmo se verá en
bién en el 47 de la ley 13.064, al admitir -luego de consagrar el
el luga: oportuno, el incumplimiento por parte del contratista de
principio de inembargabilidad de las sumas certificadas- que pue-
sus oblIgaciones laborales o previsionales es causal de rescisión cul-
dan ejerC€r esa medida -cautelar o ejecutora- los acreedores que pable del contrato.
sean obreros empleados en la construcción (entre otros supuestos).
La calificación legal de un interés, que se antepone al de la
ejecución normal de la obra pública, es un acto de prudencia y § 183. OBJETO
política legislativa. Algunas disposiciones locales suelen dar el mis-
mo alcance, por análogas razones, a los incumplimientos en materia Si desde el punto de vist~ normológico la. causa es la hipótesis,
de tributos, de aportes a fondos de desempleo o retenciones de el objeto es la consecuenCIa Jurídica del acto. Concretamente lo
Colegios Profesionales. que éste certifica y decide 42. En el caso, decide o reconoce :ma
La citada norma del art. 36, LNOP, implica un poder de ve- deuda .que se constituye en el antecedente inmediato del pago al
rificación y compulsa del comitente, para G'Onstatar el normal cum- contratista partICular. Tal objeto se halla predeterminado estric-
plimiento de la legislación del trabajo. Algunas bases de contra- ta~ente en las pau~as le~ales y contractuales aplicables a la pres-
tación, con prolijidad, reglamentan un trámite por el cual el con- t~':lón de la A{~nllnlstraclón comitente. En pocas palabras, el cer-
tratista deberá acreditar el cumplimiento de las dichas obligaciones, ~flcado deterlll1na una suma a la que se hace acreedor el contra-
periódicamente. La renuencia en hacerlo originará el impedimen- tIsta e,? forma cierta, llquida y exigible.
to certificatorio previsto en la ley. AS! como la causo presupone un procedimiento certificatorio
Es de destacar que la norma no solamente crea un "impedi- prevIO a la emisiÓn del acto, el ob¡eto implica un trámite .olldono
mento certificatorio", sino también un "impedimento 801",torio", al postenor a su notificación.
mencionar que se paralizarán también los pagos de los certifica- Por otra parte, no debemos olvidar que todo el procedimiento
dos emitidos. Es una disposición que sugiere serios reparos, por de certificación y pago de la obra pública es sólo declarativo del
los graves problemas prácticos que podrla llegar a originar la apli- derecho del contratista a ser remunerado. Este derecho es generado
cación de esta nOrma a un certificado presentado al cobro por un cada vez que se produce un sacrificio económico en ejecución del
tercero adquirente. wntrato .celebrado, per? sól? se realiza con el pago a cuenta, a
En realidad, no se justifica la solnción del art. 36. Ante la posteriori de cada certifIcaCión. Tal carácter declarativo implica
preocupación por el interés social, el Estado ha de propender más el derecho del con~r~?sta a ser remnnerado por encima de cual-
eficazmente al cumplimiento de las obligaciones laborales pendien- qUIer defecto u omlSlOn en el procedimiento certificatorio.
tes si, tras la verificación de un incumplimiento, procede a descon- Hemos de definir que el ob¡eto del acto-certificado coincide
tar su importe de la próxima certificación, poni<:ndo esa suma " con la presta~ión principal del comitente: el pago del precio de la
disposición de los interesados. Puede asimismo retener el pago del ob,r~. De alh q~e las causas inmediatas sean el cantrato sinalag-
importe debido al personal, si el certificado no ha sido negociado. ~~tico que los vmcula, y la realización de los presupuestos espe-
Se tratará en el caso de un verdadero embargo originado en un CIficos de hecho que el certificado reconoce verificados (avance
acto administrativo, en favor de un acreedor enumerado en el art. de obras, etcétera).
47, ley 13.064. Esta solución puede arrojar mejores resultados, ya Sintetiza~do. la correlación entre cama y objeto en el certifica-
que el procedimiento de la detención del trámite certificatorio sue- do de obra pub.hea, diremos que aquélla se define COn la existencia
le redundar en un agravamiento de la situación económica del COIY <le trabajOS v~r~~Icados, valores o fndices correctores pactados (ins-
tralista, que en nada soluciona el problema de fondo del incum- mediCIon, avalúo). En cambio, el objeto se concreta a
reconocer tales antecedentes y a decidir en conseenencia que debe
42 Cassa n
I,
1!
, EL CERTIFICADO DE OBRA PÚBLICA 961
í CONTRATO DE OBBA PÚBLICA
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de las retenciones por garantía analizadas en supra, Cap. XV.
173.
§ 184. LA FORMA
cont~niendo las firmas y ~utorizaciones necesarias para su valídez;
p. ej., el número de coplas a emitirse y características del e¡em-
piar negociable que será. entregado al contratista-, en el que ha
de observalse la redacclOn por escrito. La circunstanciación del
lugar de emisión generalmente será el lugar de asiento del comitente.
La voluntad de la comitente estatal debe exteriorizarse según La fech~ del acto, que deberá ser la misma en todos los ejemplares
pautas frecuentemente preestablecidas, ya en el contrato, ya en las d~l certifICado,. a fin de evitar que se entregue al contratista un
reglas internas del ente emisor del certificado. En el ámbito na- ejemplar q?e llene una fecha anterior a la que consta en el docu-
donal, el arto 8° de la ley 19.549 brinda pautas de criterio en lo mento ongmal, lo que lo perjudica cuando -de mediar atraso en
atinente a la forma, escríturiedad, circunstanciación y firma. De- los pagos- los intereses se liquidan en base a este último 43.
bemos aqni aclarar qne el certificado en si no es más que el ins- También el acto deberá contener las firmas y aprobaciones ne-
trumento escrito -v.gr., documento- a través del cual se expresa cesanas pa~a su validez y exigibilidad (v.gr., visto de Tesorería
la voluntad de la comitente estatal. Vale decir que el querer ad- de la comItente). Igualmente, deberá observarse el númerO ,u
ministrativo es el contenido y el certificado es su continente. c:'P'as a emitirse, cuidando de que se entregue al contratista el
Los certificados se suelen extender en formularios norrrwliza- Bjemplar negOCIable.
dos, que generalmente son planillas en las que consta la obra de Por lo demás, debe ser extendido el certificado a nombre del
que se trata, la empresa contratista, el monto del contrato, el nú- c,ontratista, individualizar la obra, su monto de ejecución, el período
merO y clase del certificado, la medición efectnada, el periodo al (lue se certIfIca, el nomhre de lo. comitente, la imput.aci6n presu-
que corresponde, los valores que ajusta, y el saldo que se reconoce. puestaria correspondiente, los datos de la licitación -si la hnbo-
Las formas del certificado deben observarse en tndos sus as-
~. el c?,"trato suscripto. Hace a la "motivación" -que integra la
pectos; así: forma. del acto, a la vez que expresa la "cansa" y la "finalidad"
a) En el proceso de integración de la voluntad de la comiten-
del ;",smo-# "."" correcta descripción de ws ítem-¡ de obra, su
te estatal, al inspeccionar y labrar las fojas de medición. Este pro-
o~l:w -por umdades de medida y cálculo total-., la clara enun-
ceso de integración de la voluntad certificatoria p~esupone un trá-
claclón de las deducciones que hubiere (fondo de reparos multas
mite de verificación y medición -de los presupuestos de hecho
etc.), y la expresión del saldo resultante. Por fin, el ce~ificado:
susceptibles de tales actos- a cargo del comitente estatal. Esta
e~ general, debe estar firmado por el inspector de obra, el contra-
obligación le viene impuesta por la ley, y la perfecta satisfacción
ruta o su rcpres~ntante tée~ico -salvo que se negare a hacerlo y
de las exigencias de procedimiento, forma y contenido son garantía
cuando es expedIdo de ofICIO por negligencia del contratista en la
de la ejecución y pago de las obras, scgún las condiciones pac-
tadas.
La mensura suele estar a cargo del funcionario inspector de
~ .43 Avila. José M" Prescripción de los intereses de certtficadc
'ReVISta ConstJ'l,.lcci.ones de la Cámara Argentina {le la Constrllcci:n""enn:;~:
obra, que deberá inscribir sus cálculos en el Libro de Mediciones
y en el Registro de Contabilidad, si se ha previsto su existencia. de 1962, nO 177, p. 68. ' r
Tales actuaciones, que deben ser hechas en el lugar de la obra, 44 Cassagne. ob. cit.¡ ps. 212 a 214,
~ ~ "1 ' • _ ...l _~~ ..... ~~"'""~<:lI.Y>...... .-1",,1 Q (1'pnt,p !lrtrniniJ;:~
962 CONTRATO DE OBlIA PÚllLICA EL CERTIFICADO DE OBRA PÚBLlCA 963
preparaci6n del proyecto-, y eventualmente, por la autoridad pre- En este sentido, remunerar equitativamente al contratista par-
supuestaria del comitente, v.gr., Tesorería -para materializar la ticular supone retribuir su sacrificio en aras de la comunidad -arto
necesaria intervención financiera de un documento que liquida una 16, Cons!. Nac.- y dar a los dineros públicos un destino que be-
deuda pública, y la autoridad técnica-, v.gr" Departamentos de neficie a tod~s.!os habitantes de la Nación, ya que la obra pública
infraestructura, o ingeniería, o construcciones, etcétera, es, por deflnlcIon mlsma, nn Instrumento de la realización del fin
El e¡emplar negociable del certifícado de obra pública es una del Estado, que es el de promover al bienestar general en todas
copia válida para reclamar el cobro de su importe, que es entre- sus formas (Preámbulo de la Constitución Nacional).
gada al contratista, Jl;ste podrá desconfiar el documento a terceros Si la antes expuesta puede calificarse como finalidad mediata,
--<>esión, prenda, etc,~, procediendo a percibir su monto por ade- lmes en definitiva coincide con la exclusiva razón de actuación del
lantado, sin aguardar a la fecha de pago. Este ejemplar debe ex- Estado en sentido lato, la certificaci6n en el contrato administrati-
tenderse en un único formulario especialmente indicado para ese vo encuentra su finalidad inmediata en la definición legal y con-
efecto, a fin de evitar que sea descontado más de una vez un úni- tractual que cada tipo dc certificado tiene establecida, a los efec-
CO derecho de cobro, tos de mensurar, acreditar, liquidar y habilitar para el pago de
e) Pero la «fonna" también abarca a los requisitos de publicó- acuerdo con lo analizado en supra, § 178.
cfud necesarios para la vigencia del certificado", es decir, su efi- :este es el elemento finalídad que, como esencial al acto admi.
cacia respecto del contratista y de terceros sucesores en su dere· nistrativo, se encuentra establecido en el arto 79 , ap. f, de la ley
cho de cobro, Tales requisitos se observan con la "notificación" al 19.549 de Procedimientos Administrativos: "Habrá de curnpUrse
contratista del acto contenido en el certificado. La regla en nues- con la finalidad que resulte de 1M normas que otorgan 1M facuIta-
tro sistema es la de la notificación personal y fehaciente, que suele des pertinentes del órgano emisor, sin poder perseguir encub/M-
estar taxativamente estipulada en las bases de la contratación, Ge- tamente otros fines, públicos o privad"S, dístíntos de ws que jus-
neralmente, el Representante Técnico del contratista (ver supra, tifican el acto, su causa y objeto, , ,".
t. II, Cap, XII, § 133) es quien se halla autorizado para recibir el Así, entonces, el certificado no podrá acreditar otros elemen.
acto, produciendo desde ese instante los efectos de l~ notificaci6~ tos que los que estIictamente responden a su tipicidad, conforme
al contratista, sea éste empresa unipersonal o colectiva, La eXI- con la legíslaciÓn y la documentación contractual concreta. Esta
gencia de la notificación al contratista en persona o al represen- ~stricta relación entre el contenido del certificado y su dato nor-
tante técnico reviste el carácter de "forma esencial y rígida" 46. mativo -disposición legal, reglamentaria o contractual que autori-
Con la notificación, el certificado -o, más correctamente, el za su emisión- toma inválidas a ciertas prácticas que, por distin-
acto administrativo que éste instrumenta- adquiere eficacia. Esto :as razone~ :-generalmente de índole presupuestaria~ encubren ba-
es, comienza a produir sus efectos propios, pudiendo decirse que )0 un certifIcado a rubros que no podrían haber sido reconocidos
desde entonces existe para el contratista particular, con un muy en la certificación pertinente; aSÍ, p. ej., una medici6n excesiva en
peculiar régimen de estabilidad, el certificado de obra a los efectos de compensar una liquidación
de variaciones de costos no certificable hasta tanto se resuelva su
procedencia.
§ 185. FINALIDAD
Deho advertirse que la limitación legal impuesta por el citado
art, 79, Ley de Procedimientos Administrativos, es independiente
Como todo acto administrativo, la finalidad mediata del cer- de la procedencia o improcedencia del reclamo del contratista, de
tificado de obra pública no puede ser sino la de distribuir el bien su razón jurídica y hasta de su conveniencia a los efectos de la
común. n?rmal continuación de los trabajos, evitando conflictos que pu-
dieran demorarlos. La norma citada establece claramente que el
45 Ibid" p. 204. acto no puede perseguir siquiera "fines públicos" distintos -tam-
46 Ibid" p, 211. poco habla la norma de contradíctoríos, de manera que su aplica-
CONTRATO DE OBRA PÚBLICA
964
" . aún más severa- a los previstos en la norma que autoriza
ClOndies Es que más allá de las situaciones concretas, el le-
su etad o" , « d 1 I'd d en
'¡slador uiso asegurar la vigencia del pnnclplO e ega I a
~l actnarqde la Administración pública, lo qu~ ,s~pone una mayo~
re ularidad del procedimiento y mejores, pos,blhdades ,de contra,
as~ecto de especial irnrortancia, si se qUIere, en cuestiOnes patn-
moniales como las aqUl anahzadas, ,,
De manera que, además de la grave responsablhd~d del fun-
, 'o ue a sabiendas ° por negligencia culpable, sIga la con- CAPITuLo XVII
(;lolltanvedqad'a por la lev el certificado será insanablemente nulo,
d uc a
1aquel
,' 'ó
hab 'litará a la Administración a su correcet n en 1,as SI'guien' RÉGIMEN JURlDICO DEL CERTIFICADO
, «'dqee'l
tes etapas de la secuencia certificatoria, Sin perjUICIO e u > ~ DE OBRA PÚBLICA
I e to de complicidad del administrado constructor, esta con-
~u~~!~:ba ser notificada al Registro de Contratistas -lo que a~~~
la osibilidad de sanciones que pueden llegar basta la excl us, .
§ 186, EFEctoS JUJÚDlCOS: CARACfERíSTICAS
detregistro por tiempo determinado- Y puede dar lugar, tamblen,
a la resolución del contrato por culpa del constructor, El certificado de obra pública reconoce una deuda de la Ad-
ministración en favor del contratista, Es el antecedente inmediato
de la orden ejecutiva de pago que libra la Administración a favor
de quien aparece legitimado a la fecha de pago del certificado (v.
gr,: contratista o tercero<, sucesores en su derecho de cobro), Es,
por tanto, el antecedente mediato del pago efectivo que se ha or-
denado,
A partir de la notificación del acto -certificado- al interesa-
"
do, éste es válido y eficaz, y se halla perfeccionado, produciendo
plenamente sus efectos jurídicos propios, Recordemos que, en bue-
na doctrina, válido es aquel acto administrativo nacido conforme
con el ordenamiento positivo vigente; eficaz, en cambio, es el acto
que puede ser inmediatamente puesto en práctica, Por ello, la
validez del acto se refiere a la coexistencia, al momento de su emi-
sión, de elementos regulares; y la eficacia se relaciona con la "eje-
cutoriedad", que -junto con la presunciÓn de legitimidad- es uno
de los caracteres del acto administrativo 1
1 Cassagne. ob. cit., p. 321. Boquera Oliver, ob. cit.. Estudios .. " p. 242,
explica que en la doctrina el término ejecutoriedad es empleado (ion dos dife-
rentes sígníficaciones; "como posibílidad de ejecución forzosa i' como facultad
o prerrogativa" .. , "de crear unilaterslment<! e impon~ obligaciones y even-
tualmente derechos ti cargo O en beneficio de terceros", Y seña:a: "La impe-
r¡.¡tividad, la posihifid;td de creuC'Mn e imposición unilateral de efectos jurídiCOS,
\¡
l RÉGIMEN JURÍDICO DEL CElITIFICAllO DE OBRA pÚBLICA 967
~~ C ONTI\ATO DE OBRA rÍ113L1CA.
966
ti ¡ , en un sentido formal, el certifi- certificado en el que se declaran y valúan los trabajos del contra-
En raZón de tales caracteres, 1 ,,'d,'to del beneficiario, tista particular, Se trata de un antecedente de la contraprestaciÓn
'bl d "trumentar e cr de un trabajo, que no puede válidamente Ser emitido a tItulo pre-
cado es susceptl e e lfiS 'nstrum ento exigido por el ordena-
quien tiene de~de entonces el ~ la suma debida que se baila cer- cario.
miento normatIvO para, redama te la declaración de un derecho La Corte Suprema de Justicia ha L'Onfundido en algún caso la
tificada 2, Es, pues, tecmcamen , es SU causa fuente nO es otra estabilidad o no del acto administrativo, según trasunte actividad
subjetivo, de origen contractu:l -~~lic~- conectado con el presu- reglada o discrecional, declarando que ésta siempre da lugar a ac,
q ue el mismo contrato'f ded ob (aacoplO p , nce de obras etcétera). tos esencialmente precarios, y aquélla, en camhio, es la generado-
a va '
!,uesto de hecho c~rtl lca o .. d' ese derecho subjetivo en un ra de actos estables 3,
La AdministraCIón ha reconoCl o declaración certifica En absoluto existe tal correspondencia, ya que la estabilidad
" ' 'Ctllado Esto es, su b'
acto ad'fl1mstral1vO vm , de hecho que no pueden ser o leto o no del acto depende de la naturaleza del interés que el acto re-
un conjunto de antecedentes, 1 La comitente na se mueve con conoce y no de la índole vinculada o discrecional de la actividad
de apreciación libre o dlscreclO na , d rollo de criterios extraju- por la cual se lo emite, Si es un interés valorado mínimamente
libertad a1 c-ertl'f",car, no lo hace
o '
1en esar
o a opo unl'dad . Por el eontrano,
rt
,
por el orden normativo) ya sea por su in1portancía intrínseca o por
r¡dicos corno la convemenCia b· es espec!fieamente reglado la situación juddica con la que se lo relaciona y compara, el orden
11 ' lada por lo que su orar 1
se h a a vine,. "Obras Públicas v complementarias-, Y por ,e normativo no provcerá de defensas eficaces para su protección, Si,
por la ley -'v,gr., de , 1 I oroÍtente estatal con el contral1s- en camhio, es un interés valorado máximamente por el orden nor-
contrato público que VIDCU a a e mativo, éste proveerá a su titular el poder jurldico de reclamar
ta particular. , d t er minada en todos sus ele- la estabilidad del derecho que la satisface, y sustitutivamente, el
Esta actividad, por tanto, esta e I con la que debe coin- resarcimiento debido, De allí que, por principio, la estabilidad de
legal v contract ua -,
mentos por una norma - ~ f' !'d d un acto administrativo sea siempre impropia, pues no impide la
b'eto forma y ma' a ,
cidir en su causa, o 1 ' 1 za del derecho que nace es estable, revocación o anulación del acto, bajo indemnizaciÓn previa,
Por otra parte, la natura e , I derecho reconocido en un El certificado de obra púhlica reconoce un sacrificio econó-
no precana. , No podrá ser precarIO e
mico -trabajos, acopios, etc.- y declara una contraprestación. El
interés del contratista partícular en esa contraprestación es máxi,
. ' 'uris tal1tutn de legalidad, se denomina ej6~
mamente valorado por el ordenamiento normativo, por varias ra~
cuando descansa en una presunclém 1 1 texto la ejecutorledad del certi~ zones. Entre ellas ¡ a) por el hecho de ser la locaciÓn de obra pú-
cutoriedad". ~,onforme con 10 ext.'~:~oe e:er:chos ~n favor del contratista, arn- hlica un contrato sinalagmático; b) por el hecho de permitir, me-
Heado se maruhesta en la d~laracl1 'ti ídad que si bien no descansa en. una
g1
parados en aquella presunc16n, ~e e . m ue~ encuentra Sil base e11: ~l X?lSI1l0 diante el cobro al contratista, la continuación de la obra; e) por la
(:l'cación unilateral ~e ~a AdUllrusltraclón,it~te recibe la misma sigmficación y circunstancia de que la construcción de obra es una colaboración
L'ontrato de obra puhhd:l, para a rom voluntaria del administrado contratista a la realización de los fínes
erectos. LOP de Formosa: "A los efectos de esta de la Administración, por lo que se le debe retribuir so pena de
Z Así lo establece el art, 53 de la . t d crédito que expidiere la
tif· d todo lÚstrume n o e , Ji .. caer en el instituto de la carga pública -que se contradice con la
ley se entenderá por ce, lca o f del contrato de obra pub ca, en un
n
'dnn'nlS'traci6n al conuatista., con mo 1'\l¡o
.. .
d 1 anO rl El proyecto 1978,
los e eetos e pe.... . li!' 1 de contrato- o lisa y llanamente en la confiscación, que
titulo O docurnento legdirnatoflo, a ocu a (':Orreetamente de no.ca lea.1 o ,ll.,estra Constitución Nacional repudia en su art, 17, Por estas ra-
en el orden nacional, en su arto 57:~ ~ puede llevar a confUSl6nr- Sin!)
(1 e "instrumento de crédito" -expreslo~d qu , Administración", aclarando que el derecho del contratista reconocido en el certificado es es-
1
shnplemente de "instrtlIDento que ~X-~l! ~mbién arto 85, LOP de Salta). y no puede ser revocado oc! nutum por la Administración,
"carece del carácter de título dlif~'éd~\O cJtificado 'como el "ulstrumento qu,;
El ""t 57 del p,Oyecto 1986 c, lea d 1 ""ntrato • los efectos del pago,
...,.. . ." n motivo e 0vV I d · ti
emita la AdmimstraclOr:':.' 00 'd la orden y trasuüsible por en oso , nO • " "'Elena Cal'man de Cantan e/Estado Nacional". Ti'nllm 17~ ':t71 " ~'1A
C:F<f>¡:¡la también que sera extendl o a
CONTRATO DE OEItA PÓ13LICA RÉGIMEN JURÍDICO DEL CEf\'lTI'lCADO DE OBRA PÚBLICA 969
968
'bl'
Por lo demás, la certificación de la ob ra pu lca es
actividad re- en sentido }Jropio) sino de defectos. Con ello no se establece una
glada contractual y legalmente, .6 d \ diferencia sustancial en la entidad de la irregularidad del acto, si-
Incluso no se concibe que pued<l proceder una revo~acl. n en no sólo una distinción verhal de finalidad puramente didáctica,
'd d ~ 'to O convenwnCla au :f:sta es la siguiente: el certificado de obra pública, salvo el final
certificado por razones de OpOItUlll a ) roen d' . t Ad~
con la debida indemnización (art. 18, Ley de Prace ImJen ~s 'd de cierre de cuentas) es provisi01U11, en tanto que es antecedente
mínístrativos) nues ello contradice su naturaleza, SU dcon em 0, del acto consecuente, que es el citado ¡íMI de cierre de cuentas.
> ¡: . ' d deuda expresa a eH una Este acto antecedente tiene un sistema peculiar de rectifica·
en tanto reconoce la eXIstencla e ~na .
suma de dinero en favor del contratiSta parhcuktr. d ción en caso de defecto, que se manifiesta en las excepciones a los
Precisamente la indemnización pecuniaria del art. 18, Ley le arts, 17 )' 18, Ley de Procedimientos Administrativos, perrnitiendú
) ,.' f 'bl en sU contentd o con a la rectificación ejecutoria en sede administrativa, SÍn distinguir la
procedimientos AdmlmstratlVOS, es ungl e.. 1 ' deu.
'>Testación que el certificado avalúa, el certIfIcado dee ata utna d gravedad del defecto.
¡' . '6 b'é on lo que e"l ema ,e
da en dinero ,v la indenlfllzacl n. taro 1 n, e bsurdo lÓgICO Por ello, y para reservar la expresión vido pala el acto defi-
V ¡un-
la revocación indemnizada devlene en un a .- nitivo -fiMI de cierre de cuentas,-, se utilizad la voz defectos al
dico', á t ble de los
aludir a los certificados provisionales, Ha de quedar entendido
Cuadra advertir) sin embargo, que el car cter es, a er de aqu! en más, entonces, que si el acto es definitivo, su patologia
efectos jurídicos del certificado de obra pública nada tIe~e que , \ se manifiesta en vicios. cuyas. consecuencias se regulan directamen-
con la roviJoried"d de los certificados parclilles, En e ccto, e~ ~_ te pOI' los arts, 17 y 18, Ley de Procedimientos Administrativos
' P a la rectificabilidad ejecutoria de los defectos de ce~;¡f -sin excepcione~,,~ y por las demás normas referidas a los actos
se re f lere ' 1 ' por la ""VI-
cacI , en el mismo trámite, certificatorIO,
'ón y se exp lea cancelatonos definitivos (ej,: art. 624, Cód, Civ,), En cambio, si su
d l b ' bl' ca para mantener
'bil'J • ..1 contnble y jinanC18fa e a o ra pU 1 , 1 carácter es provisional. sus irregularidades son defectos~ que son
sI 1W"-" , • m'! sufragal' os
al contratista en una corriente economlC~ que ¡:~~d ~~ es atnbuto rectificables ejecutanamente por la Administración comitente sin
costosos trabajos, Aquélla. en. cambIo - a. e~t~ 1. ~.(1 'contra ne que deba acudir, sino por excepción, a los tribunales (diferencia
de todo certificado -sea provlSipnal o defImtlvO- se r po o; con el régimen de los aIts, 17 y 18, Ley de Procedimientos Admi-
noapro1)tSDnea,. 'd el .."'110 a "fecarie(lad
r ' en el sentido
• de .que,á l' e nistrativos), Claro está, la intervención de los jueces s! proceden;
las razones expresadas, la declaración certific~tona no es Jam s r ~ por impugnaciones del conh'atista -que carece del privilegio eje-
vocable sin causa por la Administración comItente, cutorio en todos Jos casos-, si previamente no ha sido atendido en
sus reclamos por el comitente estatal que es, por naturaleza, el pri·
mer ¡uez del contrato,
§ 187, DEFECTOS DEL CERTIFICADO Los defectos -o vicíos- que pueden afectar a la certificación
provisional se encuentran vinculados CDn los elementos analizados
t diado el certificado de obra pública en su' naturaleza, pro-
Es u en supra, §§ 180 a 185,
f t . 'd'cos cabe ahora
cedimíento, estructura, elementos y e ee os ]un 1 , ' Asl, pueden presentarse defectos en el elemento subietivo, co-
meditar sobre la patología del acto, , mo la falta de competencia del órgano emisor del certificado, O
Efectivamente, los defectos del certificado dan .l~g~, a sUllm- defecto en la causa, como una medición inconecta o una err6nea
)ti tUlCión por el ~graviado y a la consiguiente rect,(icacwn de, ~c· interpretación del sistema de variaci6n de costos pactado, Los
~o,g Ante todo, cabe aclarar que no se habla en el caso de meros defectos en el ob¡eto se refieren exclusivamente al error -en exce-
so o defecto- de la declaración que reconoce uno importante a fa-
vor del contratista.
R b 'l;dad del E,-
4 Ver el tema, in extenso, en Barra, Rodolf~ ~ .;:~~: ~e In-forma;áo Pero se pueden analizar los defectos del certificado no s610 en
b
todo por revoc(lci6n tlfl.ilaterc:l d-e sus (U)tos Y con, fa 1986 fJ 92 ,orrlptl !:l ':H<' nlo'""n""+ .... ~ ~---
l.p.ifi51lativa", Senado Fedefrtl, BrhsiHa. octnbre-dldem re , n· , .
970 CON'I'RATO DE OBRA PÚBLICA RÉGIM'EN JUlÚDICO DEL CEI\'I1FlCADO l>E OBRA PÚllL!C,\. 971
arriba, sino también en relación COn la índole del agravio que el en la generalidad de los Pliegos de contrataciÓn de los comitentes
certificado defectuoso origina. del sector público. Además, el procedimiento en cuanto garantia
Podemos hablar así de defectos de oportunidad y defectos de par~ ,los t~rceros y regla de eficacia y seriedad para la Aduúnis.
contenido del certificado, trac~on, eXIge de hecho que se certifiquen por separado el capital
a) En el primer caso, se trata de los atrasos en el trámite cero debIdo y los accesonos por mora ~que deben ser liquidados a la
tificatorio, ya que si emitido en término, la Administración luego fecha de su efectivo pago (ver decr. 2611(76).
demora su 'pago, ello nada tiene que ver con la declaracíón certi· e) Por lo demás, los certificados de obra pueden tener defeco
ficatoria en sí. tos de forma que, sm suponer un atraso en la expedición o un pago
Estos atrasos en el trámite pueden referirse tanto a la inspec· excesivo o parcial, agravian al contratista. Tal es el caso del certi.
cú5n y tJlin'ificación tardías de la obra, a demoras en la confección ficado emitido en favor del contratista eqlJivocado. Aquí existe un
de la declmación, o en retardos en la notificación al interesado. error en la declarací6n 'lue afecta la forma del acto, No se trata,
Como el plazo de pago -o el de emisión de la orden ejecutiva de 1;0r tanto de un defecto en el suieto, por cuanto el contratista par.
pago- se cuenta generalmente desde la expedición del certificado, bcular no concurre a la formaciÓn del acto.certificado,
todo atraso en este sentido implicará un pago demorado. Este pa· Tam~ién puede o~urrir que, por un error material, se entregue
go demorado, por causa del retardo en la certificación, sin embar· al contratina una COp1.a no negociable del certificado. En ese caso
go, deberá ser resarcido por la Administración comitente conforme no podrá descontarlo económicamente por ninguna de las figuras
a las reglas aplicables a la mora en los pagos, según se expondrá que más adelante se verán,
en ¡nfro, C.p. XVIII, §§ 199 Y 200. En estos cas~s: existiendo un defe;to de la declaración origi.
b) También puede tener el certificado de obra pública defeco nado en la Adrnllustraclón, ésta debera soportar las consecuencias
tos de contenido, Éstos implican un pago cuantitativamente erra,· que su incumplimiento acarrea. .Por ejemplo, la mora habida hasta
do, en más -en perjuicio de la comitente estatal-, o en menos, en que fue posible la percepción efectiva del crédito por parte del
perjuicio del contratista particular. En este último caso, el daño contratista.
se resume en un atraso en el pago de los conceptos na reconocidos
en el certificado defectuoso.
Tales errOres pueden referirse, por ejemplo, a la medición de § 188. IMPUGNACIÓN
las obras O acopios, al avalúO de los trabajos O al cálculo aritmético
de la liquidaciÓn. Ejemplificando, puede medirse de más o de me· Según se ha visto, los certificados emitidos como consecuencia
nos, o equivocarse en la aplicacú5n de los precios previstos origina. de la ejecución de un contrato de obr. pública tienen la naturaleza
riamente al celebrar el contrato, Estos errores suelen ser manifies· de ~ctos administrativos por lo que, como regla general, serán sus.
tos, o de fácil dilucidación, Más inconvenientes suelen plantear ?ep~~les de los mIsmos medios de impugnación administrativa ,Y
las discrepancias en la aplicaciÓn o interpretación del sistema de judlClal que los que se encuentran regulados en las respectivas re.
variaciÓn de costos pactados, lo que se analizará en ocasiÓn del es- ~ulaciones de procedimientos y de proceso í udicial.administra.
tudio integral del instituto de la variación de costos. tlvo.
También pueden los certificados omitir los accesorios -actuali- , Tal es la regl~ general, que puede recibir excepciones estable.
zación y/o intereses- de las sumas debidas. Cuando la Adminis· cldas para determmados efectos en las mismas normas contractua.
tración paga un certificado con demoras, tal pago es necesariamente les -generalmente en los pliegos de condiciones generales- o en
parcial, pues no cancela sino el capital debido. quedando pen- las ley~ ~specificas que regulan el contrato, que podrán establecer
dientes los accesorios por mora, que se certificarán por separado. proce.d1mwlltos espeCIales, con instancias revisoras determinadas y
El contratista está obligado a recibir el capital y los accesorios se· tambIén con plazos de impugnación específicos. Naturalmente,
paradamente, aun cuando tales cancelaciones constituyan pagos salvo disposición expresa en contrario, la existencia de estos proce.
'f"Inrf'Ính'!Ji (p:Y("f'.n"ifm ~l ;¡rt 742 c'niL c'iv). F:llo está a~d nrevÍsto dimientos e:F:np('il:tlp~ nn citT..... a:{,..,., ... ~ ~~ _! __
!__ .. ;
972 CON'l'RATO DE OBRA PÚBLICA
RÉGIMEN JURÍDICO DEL C.ERTI""CA"c, DE
~ 1. vv OBRA PÚBLICA 973
CIOJ) O derogación de los principios generales que reglan al proce- embargo, como bien señala Fioríni 5 1 " " -d d
dimiento administrativo en general y al recursivo en particular, ca· oue
"
se 1 'f ' a ngnrosl a preclusoria"
sue e malll estar en la cadu .d d d 1 d
mo por ejemplo en el orden nacional, los principios establecidos debe ser juzgada con 'usticia el ~, e e:echo al reclamo,
en el arl. 19 de la ley 19.549, o normas como las de los títs. III, V tratista podrá "expon~r 'á y razo~abllidad. ASI, siempre el con-
Y VI del decr. 1759/12, o, siempre a título de ejemplo, lo dispuesto 'd' r zones o cIrcunstancias prob d -
PI leron la interposición del r .1 d' a as que ¡m-
en los arls, 713 y 77 del mismo decr. reglamentario de la Ley de ee amo en chIdo tiempo"
que en materia de plazos de caduc'd d " ' puesto
Procedimientos Administrativos, no d e COnSl eral' razones y P' b I " a
' d no se trata de fa r mas, 81-.
También cabe recordar que, dentro del procedimiento contrac- ante la existencia de un cOlltra~~: a~ que no r;ueden "desaparecer
tual, y en particular, el procedimiento certificatorio, los certifica- caducidad son susce!}tible' d . n ot~as pa abras, los plazos de
s e suSpe nSlOl1 o interrupción ú
dos pertenecen a la categoría de actos coligados (supra, Cap, XVI, pautas de justicia y razonabilidad e l , , " seg n
§ 175, Y t. 1, Cal), IV, § 24), lo que debe ser tenido en cuenta a dos de afectación al jnterés públÍ ~a u;das, 'lsegun los dlstmtos gra-
los fines de la consideración de los efectos emergentes de la im- ca. Or ti tuno cabe señalar que
pugnación o, en su caso, de la falta de impugnación de los certifi-
cados provisionales --es decir todos aquellos anteriores a la certi- 5 Ob, cit., p, 731.
ficación final de cierre de cuentas- frente a la posibilidad de ejer- tiEste problema será trah.do má
eer tal actividad impugnatoria contra el certificado final y no en tica que huce al cantencwso de la ob:a e~~~t~nso al analizar toda la problemá-
ocasión de los provisionales, siempre que los vicios o defectos de del contencioso de los contratos admiru t' /'01 que, no es más qUe una parte
p:ocesal administrativo. s la 1VOS, palte~ a su vez, del der€c.ho
estos últimos sean susceptibles de ser subsanados en aquella oca-
sión final y no exista una disposición expresa que obligue a recu- . Sin perjuicio de la remisión efectuada .
ClQ en telacíón COn el tema u"'tad l' con esponde aquí -por SU importan~
rrir en ocasión de la emisión de la certificación provisional. . .. o en e texto-- hacer br f
comentano acerca de dos deCisiones Ul'is d n . una eve re ereneia y
Por ello, cabe analizar qué pasa en el certificado final cuando das .como contradictorias -salvo Ieal~ndpru e c~ale'S que p.ueden ser califiGl-
grahva, que ambos fallos adun'''' ' o un esfuerzQ de mterpretación :ínte~
se ha impugnado lUlO parcial anterÍor. . ' u n a n - a pesar de '
pr.unero d,e dIos es la deCÍSión de la eSL ser C!Sl contemporáneas, El
Si el contratista impugna el certificado parcial, instando la lu- Hlpotecano NaCional", sobre/ordinario d~\l'2~nd autos. Mevopal S. A. e/Banco
risdicción administrativa o judicial y obtiene un pronunciamiento Corte se planteó si jos actoS" 'ud d e novIembre de 1985. Allí la
....ml Os urante y po 's' d I '
Un contrato administrativo lo ' f r 1 wn e a eJecucíón de
t rib
'{ue queda firme, 110 podrá impugnar un certificado final por las gados, se -encuentran alca~zaJo;~e ~q~t econ identificados corno actos oolí-
mísmas causas, ya que habrá recaido sobre la cuestIón el efecto dlas hábiles judiciales que estableceOí r 2Z:: de caducidad de noventa (90)
de la cosa juzgada, '{ue impide la reiteración de la controversia so- d~míenros Administrativos), a eIe~tose d: ~?~ ]~, ley 19,5~9 (Ley de Proce-
bre el certificado_ cia1 de dichos actos. La Co~·te sefiaJó ~e.a ,,~l1claw)n de l~ .lmpugnaCión judí-
laterales, referentes a la celebración ~ '.,.os actos ~~mJJlí5trativos, aun uni-
Este principio, característico del procedimiento contractual ad· administrativo en principio d' El}ecUC~Odn o modlficacUm de un COntrato
ministrotioo, puede sufrir ciertas excepciones: a)' Si los pliegos in- t-. ' " no plie en COOSJ erarse -en f
, 'sJ d
uaCCWn del contrato al cual acceden en c . orma fU a a. Con abs-
dican explícitamente la caducidad del derecho sustancial -facul- g3cí0l1CS emergentes de aquél 1 uanto ~etermlll<ln los derechos u obli-
riel conhato, ajenas por ende' PIar o que se ngen por ídénticas pautas a las
tad jurídica de reclamar- en caso de omisión de la reseTVa; b) o
si se trata de situaciones que) por ser distintas al procedimiento
j~ ley .~9.549 Y al s'istema de in~u;:::ónc:[e:plado e::
los u:ts., ~, y ~ de
);n!taclon contraria llevada a que duran . ~t. 25 y agu::go; La. mter-
certificatorio, requieren la emísión temporánea de una denuncia, emisión por la Administración d '
." . . .
1 t:,
la relaclOn contractual y frente a h
e ella qUler acto unilate <11 1 d ' , •
v.gr., de las causas de un atraso no culpable en el ritmo de la obra, Vlera que InIClar, en cada caso un 'u' . T • e a m1111strado tu-
IÍft Un dispendio jUdsdiccional inu;it~~O contra su ~otratante, Elfo significa-
para evitar penalidades o el congelamiento de los mayores costos; eSpú'Hu de colaboración que debe ._: y plOvOcana un resentimiento en el
o para impugnar órdenes de servicio impuestas al contratista por CHta el contmto ... ". "eXlS r entre la Administración y quien eje-
la Dirección de la Obra. Todas estas situaciones, siempre explícitas Más allá de In l'tlzón práctica apuntada en 1 ,]. ,
en las Bases de Contratación, obedecen a la necesidad de una cierta :parece claro que la Corre está esbozando un . e ti ~uno paado transcripbJ,
te¡ se ha dado el} llamar la doc>-'na d I a fmmulaclón de 10 que en el tex-
"/ - 1 _ _ : __ .~ ... !.!. ... ..:1 .... ",..,.... .. ~" ul e os ac 1
RÉGIMEN JUl'ÚDICO DEL CERTIFICADO DE OBRA PÚSLlCA 9'15
CoNTRATO DE OBRA pÚBLICA
974
mo el mero errOr aritmético en el cAlculo de la liquidación (v.gr.,
. 'ó O lIleras obj·eciones.- que el contratista plantee
una suma incorrecta), Igualmente> una suma correcta] pero com-
Ia Impugnacl n - d .' "de
o d"
con respecto a I cer tiflea o ,., no cximírán a la A mmIstraclOn
1 puesta de sumandos equivocados puede ser considerada mero
la obligación de pago de los mismos (certificados) has~ ~ s~~; error material en el caso de los certificados de obra, si se hubieran
Hquida certificada ... ", como bien lo aclara el art. 89 e a aplic.ado erradamente los valores de origen que figuraban en d
de Salta. contrato.
Estos casos deben sel' resueltos -por la aplicación supletoria
LA IMPUGNACIÓN
autorizada por el dceL 9101/72, y en homenaje al principio del in-
§ 189. PROCEDIMIENTOS IMPUGNA'I1VOS. formalismo del procedírniento administrativo- conforme lo dispo-
DE LA MEDICIÓN
ne el arto 101 del Reglamento de la Ley de Procedimientos Admi-
nistrativos: "En cualquier momento podrán rectificarse los errores
La impugnaci6n del certifimdo, en sn causa, (orma u obj~to, materiales o de hecho y los aritméticos, siempre que la enmíeooo
inicia el Uer rectificatorio del mismo. El orden:'n:uento nonnatlv~ r.o altere lo sustancial del acto o decisi6n". En defloitiva, esta so-
. un procedimiento específico para las distintas hipóteSIS .. Es luci6n está autorizad. por la misma provisionalidad del certificado
preve d' . to que permiten
conveniente recordar que todos estos proce muen, S, y la posibilidad de su rectificación en los actos consecueotes del
im u nar un certificado provisorin de obra púbhca, deben .e?te~,. procedimiento certificatorio. Así, también está resuelta la cuestión
ddseg correlacionados en el "procedimiento contractual admlmstra- en algunas leyes provinciales de obra pública (LOP 6351 de la pro-
tivo" analizado en suflra, t. I, Cap. IV. vincia de Entre Rlos, art. 6f)).
Los casos de impugnación de la certificación son, en general, b) Los errores formales no tienen Un procedirrúento de impug-
los siguientes: 'd d 1 li nación específico previsto. Tales son los errores en la designación
o} La disconformidad en la materialidad o contem o e. a - del beneficiario, o en la entrega de copia. no negociable. Estos de-
uidación de la variaci6n de costos -ya s;'" de costos de ob,a, de fectos, si no correspondiera considerarlos como qWlridos por el 6r-
;copiOS, O actualización del aoticipo- segun lo regulado en la ley gano emisor, también deberán ser subsanados por la vía del arto
12.910 y en el decr. 3772/64. 101, Reglamento de la Ley de Procedimientos Administrativos. En
Distinto es el caso de simples íncorrecciones materiales> CQ- caso contrario, los certificados asi afectados deberán ser impugna-
1: dos pOI" las vías recursivas ordinarias,
e} Si existieren discrepancias en la medición de las ohras -te-
rna que corresponde ser considerado aqui, por cuanto la medición
-" 1 1 C1lmara r\acíonal de Apelacicmes en lo Contencioso AdministrativO integra el procedimiento de certificación-, es frecuente que los Plie-
s
s~s :ai , e: autos "Petracca e Hijos S, A. C. 1. F. L c/Esta~o ~aciona1 -" Ente
~:árqtrico Mundial 18'" sen,tó 1a siguJe~te doctrina leg~l: La :Pfna~g~~:
gos Generales estahlezcan las condiciones de tramitación de los re·
Jos actos administrativos prevIstos en los lné$, a y b. del ar~. 3 d 'ó1a
.2
dictados duxante la ejecución de un contrato de la AdIDI~lstraell n']a d 1
:tá su'cta
ciamos.
La actuación mensuratorla es un trámite previo y necesario res·
1 1 "nstituido por su art, 25"; es decir, están sometidas a p zo e ca~ pecto de la certificación y puede generar serias polémicas. Se de·
~u~;:d de noventa (90) días hábiles judiciales contados a partirm: d : ~~~ sarrolla con la coparticipación de contratista e inspector de obra,
tincaeión. por regla general¡ del acto que causa estado,
doctrina plenaria contradire la jurisprudencia sentada por a.
AS\ fOh dite 1 en
el
en un contradictorio ahreviado en el qne el inspector levanta pe-
CáSO 1
~evopa. ,t ro Y 1 ~ de la lectura de los votos donde
a bién OI supuesto contradice a la doctrma e os ac-
los distintos
~os coligaJ~s, S~no::~af~nd&ron su decisión, podría interpretarse que ,el ple~
riódicamente un acta, llamada Fofa de medición, con la que se des ..
cribe el estado de aVance de las obras.
~uer~s s~Pr~fi:e: ~s actos definitivos y íinales, cuesti6n que, tsin Pleriudl~~~i~: El contratista, suele estar previsto, debe suscribír esa acta pu-
merecer 'ó
tina ROlaraCl n expresa, P n
od la conducimos nuevamen e a a
l.me 1 ntr dicción más severa
diendo hacerlo con reservas.
La medici6n puede generar situaciones conflictivas. Para elu-
: . ~l:~c~~~~!if:sd~~:d:~va~~::m;;:.
. es~t;ro~l~tl:a ~~~:~_ estudiada al cidarlas se deben distioguir entre aquellas partes o estructuras de
RÉcIME~~ JURÍDlCO DEL CERTIFICADO DE 013M PÚBUCA 911
CoNTRATO DE OBRA PÚBLICA.
916
tod~ el ri~or de la caducidad, si no cumple con las fonnalidades
obra que por sus car.oterlsticas materiales no puedan ser objeto de mre strwto en plazos por lo general brevisimos. Todo ello sue-
de nueva medición, y aquellas que si lo pennilen, l~ esconder la posibilidad de un verdadero despojo: el no recono-
En el primer caso, una discrepancia sobre la medición es una cmuento de obras ejecutadas según contrato.
situación grave. J<:s necesario que el contratista reserve siempre En definitiva, cabe insistir que el instituto de la reserv
diligentemente su disconformidad, ya que el natural avance de la matetia. de mediciones, está dirigido a sustentar una ulterío:' i~~
obra ha de cubrir las partes en cuestión, convirtiendo su agravio en pug~ac16n d~ un ce:ti~ica.do, parcial de obra, que permita al con-
irreparable, si no lo advierte a tiempo 7 y si los hechos debatido; tral1sta acudn a la lnnsdlcclón -administrativa o judicial- in ¡ti-
no quedasen acreditados para el futuro, p,ej., con un acta notarial nere contractus.
de constatación, ulla pericia técnica~ etcétera. En consecuencia} la De al¡¡ que, si no reserva en término, no decaiga su derecho
ejecución de los trabajos deberá paralizarse hasta tanto la situación de fondo a una reclamación sobre la certificación final.
fáctica quede debidamente acreditada, sin perjuicio de la posterior Po~ d,emás, ,Y aun fuera de plazos, se podrá denunciar sjem re
solución de la controversia por la vi. que corresponde, l~ómedlClOn erronea, lo que en principio obligará a la Adminisfra-
En el segundo caso, cuando los hechos pueden ser constatados el n CO~lt~nte a n;cibir tal denuncia y resolverla, por analo ía con
en el futuro, la reserva nO tiene un carácter tan imprescindible, ~l a,;t. 1, ,:;:'~, ~a~r, ,~
de la ley 19,549, Por encima del p~ncipio
En efecto, cualquier discrepancia en la medición será por na- e se~fJf¡ d ¡ur.d.ea que sustenta la brevedad de ciertos Plazos
turaleza rectificable en la secuencia certificatoria, Y al realizarse pro",:d~ental:", está el principio de ¡mUcía que impide un mi-
la medición final __ generalmente con la recepci6n provisoria de la q?ecumento sm causa del Estado -al no pagar una obra mal e -
obra.- todo defecto o exceso será corregido. Si asi no fuese, exis· dld," Y no reclamada en término-; y agravia la regla de verdad : -
tiria un trabajo que ha enriquecido a la Administración y que no t~rtl a la que debe ajustarse, en materia de hechos --la medición
ha sido considerado. ] a ob ra son hechos- la Administración,
Para evitar estos problemas, el contratista ha de ser diligente
en la colaboración que preste para la medici6n de las obras, y la
Inspección ha de medir cuidadosamente todos los trabajos, aun § 190. RECrlFICAClÓN EJECUTORIA lJFJ. CERTIFiCADO
aquellos que por no haber sido ordenados por el comitente, 110 de- DEFECTUOSO
ban sor pagados al constructor (art. 31, LNOP) ,
Como consecuencia de lo expuesto, se puede afirmar que, si ., P~ra cox;oprender las, peculiaridades del $istema de rectifica-
las bases de contratación han impnesto el instituto de la reserva en cIon eJecutona de un cer!JÍicado -es decir de ofl'c'o o 1 "
Adminístr" _ , 1 P r a plOpla
materia de medición de obra, bajo pena de caducidad de los recla- . aClOD comltente- es menester repasar antes si bien sólo
sum,anamente, el régimen general de revocación del ~cto adminís-
l
Admi~:;:~a~~~q;~~d
ticulares impu nan c a nulllstrattvo definitivo que los r-
dó reformada por ley 21.686, es confusa, Jo que será objeto de aná-
1759/72), y lag acto definitivo (tit. VIII, 1:,1'.
mo cualquier acto de esa dase ( t e1~evocar o anular también co-
lisis al estudiar el contencioso de la obra pública,
b) Si el acto adolece de nulidad relativa -vicio subsanable,
que al certificado final se le al~ s, y 18, ley 19,549), Es decir
de impugooci6n y revocación d:r ;~:o ~ana,m~nte .el sistema general
o que na ha llegado a impedir la existencia de sus elementos esen-
ciales-, una vez notificado sólo podrá impedirse su subsistencia
Si se trata de Un certificado ~lll1strativo antes descripto,
d la pr~",slOnal, la situaci6n cambia,
en sede judicial, según surge de lo dispuesto en el primer párrafo
del arto 18, Ley de Procedimientos Administativos. En la mayoría Como ya fue adelantado
de los casos, si un acto administrativo genera derechos subjetivos ~ rectificables en Jas pr~~tnaesc Cra~'Fnes. son provisionales, es de-
nnpone oerteza ¡'urid!-- l d 1 er 1.!Cacwues hasta la final que
lo hace al tiempo de ser notificado al interesado. De alli que -las .«A> a a ee aracl6n 'f' '
más de las veces- el siste1l14 no vade ante un vicio de nulidad ab- ced imiento contractual admin' trat' certl lcatoria. En el pro-
un régimen distinto del d I lS 1 ¡Va, el acto provisional presenta
soluta o uno de nulidad relativa, Con la notificaciÓn del acto, se
ponen en cabeza del interesado derechos subjetivos que desde ese pre, ?ueden rectifícarse suse e:ce:';' 19;r~ y su reglamento, Siem-
raciOtl) aunque en sí mí o e ectos en una nueva decla-
momento y como tales, se estlÍn cumpliendo, Ello equivale a de-
subjetivos de cobro, y s~os ge~,:"en ,-~como lo hacen- derechos
cir que, desde tal notificación, ya no se podrá revocar el acto eje-
notificados.. e incluso cobrad~~o~~S1~nabdad subsiste, aunque estén
cutoriamen.te, cuestión liquidan, s Importes que los certificados en
Es más, casi no corresponderla hablar de 'revocación efecutoria
antes de la notificación, Ello, porque antes de ese momento, el fue e:xplícado
. .ca unYa "pago" con lo qUé1 una d I ' provisional nunca impli
ec aractón
acto admillistrot >oo nO existe, es sólo un proyecta de acto, un acto a s a canees d el art 725 d 1 C6d C -
interno de la Administración. y el instituto de la revocación es pro- . carrea en beneÍício del contratista un:" ., e ,ivil. Sólo
pio de la adminÚltraclón exterM, no de la ínter"",
'.c. ello, no hay obstáculos de or ~nt,CtpO en buena cuenta",
Excepcionalmente, la revocación ejecutoria en sede adminis- " la repetí<:i6n de lo pagad den loglCo para la rectificación
.' sede administrativa o en exceso, por ejemplo~· en la pro-
trativa procede en los supuestos del 2Q párrafo del arto 18, ley
19,549, Asi, cabrá la revocación del acto viciado ya notificado, "i Como fue dIcho ' . arriba si se I
el administrado conocía el vicio; o sí la revocación 10 favorece sin ;pn~vi,¡io¡,al,~s más
el régimen de 1 le
'
es apbcara a Jos certificados
ejecutmiamente tras su : t'~, 19,?~9, no podrían ser rectifica-
causar perjuiciO a ter~'€ros, además del casO en que el acto otorga o 1 lcaClOn. Sin embargo, como se
_ ,., _ .. __ ,~ ~~n,1p 10 revocabilidad es un efecto
-----
f
I
¡
fectuosa, p. ej., si concreta multas, etc., ento~c.es la declaracwn de los trabajos~, sí el contratista no cumple con su carga previa.
por la que la comitente la liquida -para habIlitar la com~nsa Esta clase de impedimentos requiere calificación legal expresa (v.
cíón~ si es posible.- no tiene que ser necesanarnente u~~ proxlffio gr., art. 47, ley 13,(]64 referido al cumplimiento de las llamadas
certificado. Como consecuencia de ello, la compensaclOll p~cde "cláusulas sociales" del contrato), según ya se ha visto.
operarse de pleno derecho, desde que ambas deudas coexiSten En otro supuesto, se está ante situaciones impedientes en sen·
(art. 818, Cód. Civ.). No se requiere esperar al momento. del pa- tido relativo, por las que, sí bien existe un cierto incumplimiento
go del pró"~1no certificado, pues el derecho. , de las obbg~clOnes
1 pnmer
no
pago
de una carga por palte del contratista ~que demora la certifica-
10 exige, pudiendo operarse 1a compensaclOn con e .. oión-, igualmente prevalece el principio de oficialidad en la ac·
que ocurra, siempre que no medie transferencia del certificado. tuación certificatoria. Por ello, y en interés de la continuidad en
Si el contratista cede su certificado, antes de que sea hqmdado el la ejecución del contrato, la Administraci6n deberá proceder en un
crédito que la Administración podría compensarle, el terc~ro nO tiempo razonable a certificar de oficio, sin perjuicio de las respon-
puede verse afectado en modo alguno. En efecto, el certificado sabilidades que puedan reclamarse al contratista renuente (asi, p.
ha ingresado en un nuevo patrimonio que no ,.espond e por las o~h ej., LOP de Entre Ríos, art. 56 in fíne).
gaciones del contratista, por lo que no es poslb~e la. compensaCión. Obviamente, en este caso en el que la certificación se ha de-
Si el contratista cede tras notifícársele la hq~ld.acló? del crédito morado por culpa del contratista, no cabe reconocerle a éste suma
que la Administración tiene contra él, debe dlstmg?us e : 1). Si d alguna en concepto de indemnización moratoria.
deudm- comitente, ha aceptado expresamente la cest6n, el1~ lillph- Pero puede ocurrir que, cumplidos diHgentemente todos los
ca una' . a oponer compensaclO
l'enUnCla "n al cesionariO'
. ' 2) Si no .ha ~ recaudos por parte del contratista, la Administración no expida el
mediado tal aceptación, las reglas civiles permiten la ~ompensaclOn certificado. En ese caso, hay mora en la certifi(Jación. Si el cer-
que, por demás, no debería sorprender al tercero, Si el cede?te, tificado debe confeccionarse en base a un proyecto elaborado por
contratista, ha sido notificado por el comitente del crédito que este el contratista, el tema que ahora nos ocupa pone en evidencia la
tiene contra aquél, y que afecta -total O parcl~lmente- el cob;o palmaria necesidad de que la Administración esté sujeta a un pla-
del certificado; 3) Si el crédito emerge de una s.ltnac~?n o lelaclOn zo breve, pero razonable para conformar O rechazar el proyecto.
jurídica a¡ena al contrato de obra pública en elecuCion, corno he- y si no se pronuncia en ese plazo, deberla tenerse por confol1uado
mos visto la Administraci6n no puede cobrarse con Cal go a las el proyecto tácitamente. De lo contrario, si no hubiera un plazo
certificaci~nes de éste. Se apHca aquí, analógicarne?te, la regla de conformación O rechazo del proyecto presentado podrá ocurrir
del art. 47, LNOP (supra, Cap. XV, ~ l72), lo que lmphca , a la una gran demora no justificada, la que, de todas maneras, seni. so-
vez, que la compensación si podrá efectuarse sobre el saldo del cer- lucionable por la vía que más adelante se explicará_
tificado final de cierre de cuentas. De manera que la mora en la certificación ha de suponer -en
todos los casos-, la existencia de un plazo, sea para certificar -ex-
pirado el cual, se entra en mora-, sea para rechazar el proyecto
§ 193. MORA EN LA CERTIFiCACiÓN. EL AMPARO del contratista, vencido el cual se tiene por certificadas las cnentas
pon MOllA. que éste presentó.
Tal solución obedece ceñidamente a lo que puede calificarse
Se ha visto antes (supra, Cap. XVI, § l82) que pueden existir como el principio de correlación entre la e¡ecuci6n y la certifica-
situaciones impedientes de la certificación. Se refioren éstas a CIer- ción. Si los períodos de ejecución son improrrogables ~salvo au·
tas conductas o hechos que debe cumplir el propio contr~bsta .?O- sencia de culpa en el contratista-, también lo son los períodos de
mo un imperativo de su propio interés en obtener la certlf¡caclO~. certificación. El mayor número de leyes locales disponen el prin-
Alguna de ellas conforman un impediment? abs~¡~to. de la certIfi- cipio de la certificación men"ual. En consecuencia, cada mes .de-
cación eH el sentido de que no se debera certIflcal baJO ningún
j
berá efectuarse una certificación de los DreSUDuestos de hecho ve-
986 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA RÉGIMEN JURÍDICO DEL CERTIFJCADO DE OBRA PÚBLICA 987
rifícados, de manera que se produce una "sucesi6n correlativa" de procesal de la certificación y la calidad de acto administrativo del
períodos mensuales entre la ejecucí6n y la cerlificacúín. Ello Con· mismo certificado- que las demoras en emitir y entregar el certifi-
duce, pues, a un nuevo aspecto de la períodicidad mensual certi- cado, as! como también la demora en realizar cualquiera de las aC-
ficatoria. !l:sta significa que, p. ej., los presupuestos certificables tuaciones anteriores a su emisión, encuentra protección y solución
verificados en enero deben ser certificados en febrero, y los de fe- a través de la vía de la acción judicial de amparo por mOra de la
brero} en marzo; y aSÍ, sucesivamente. Administración, regulada por el art. 28 de la LNPA.
Sí la Administración, sin culpa del contratista, desarregla esa De esta manera, una vez vencido el plazo previsto nOl'mativo
sucesirín correlativa de perÚJdos mensuales, certificará en mara. o contractualmente, o aquel que resulte razonable según las cir-
Tal es la correlación, que se conecta asiInismo con el princi- cunstancias del caso, el contratista podrá accionar por la vía antes
pio de "contemporaneidad en la ejecución-certificación', en mate- citada con el objeto de obtener una sentencia por la cual se ordene
ria de "variación de costos" 9. Así, el principio de contemporanei- a la Administración comitente al cumplimiento, dentro del plazo
dad impone que sean los valores del mes de ejecu(,'Íón de los tra- razonable que fijará el juez de la causa, de las tramitaciones de-
bajos los que se consideren al certificar la variación de costos en moradas; o la misma emisión y entrega del certificado; o bien la
la obra pública; en consecuencia, bay contemporaneidad entre el e"pedición del acto administrativo por el cual la comitente mani-
mes de ejecución y el mes del cual se toman los valores para cer- fieste Su razón y decisión de no certificar (lo que abrirá al con-
tificar el costo real del trabajo ejecutado. tratista otras vías procesales en las que ejercerá otro tipo de pre-
Pero interesa principalmente aquí, no la contemporaneidad en- tC'usiones) .
tre "mes de ejecución y valor certificado", sino la correlación que Está claro que las partes pueden prever un plazo de certifica-
debe también existir entre "ejecuci6n y G-ertíficaci6n". En este ca- ción y una correlación entre ejecución '1 certificación que no sea la
so, deben certificarse, en principio, todos los supuestos certificables expresada aquí. Pero éste ha de ser invariablemente el principio
verificados en el mes inmediato anterior (correlación presupuesto supletorio y la regla lógica a la que debieran adaptarse las normas
certificable-certificación) . y bases de contratación vigentes.
Sin pe'íuicio de ello, es posible interrelacionar el principio de
"correlación" con el de "contemporaneidad". Así, todo trabajo de-
berá certificarse en el mes inmediato siguiente (correlación) a los § 194. EL CERTIFICADO DE OBRA PÚBLICA COMO OBJETO
oolores del mes de su ejecución (contemporaneidad). DE DIVERSAS RELACIONES JUIÚDlCAS
Como se verá más adelante (ínfra, Cap. XVIII, § 2(0), la mo·
ra en la emisión del certificado será asimilable, desde el punto de Establecida anteriormente la naturaleza jurídica del certificado
vista de sus efectos económicos y sus consecuencias jurídicas, a la de obra pública, en cualquiera de sus tipos o clases, como un acto
mora en el pago del valor certificado. administrativo declarativo de un derecho creditorio, sUTge la cues-
No obstante ello, y sin perjuicio de las reparaciones económi- tión relativa a los negocios jurídicos de que puede ser objeto.
cas que correspondan, el contratista tiene derecho a que el certifi- Naturalmente, se trata de negocios jurídicos entre el adminis·
cado sea emitido y le sea entregado en plazo, fundamentalmente trado constructor y terceros, ya que, entre las partes contratantes,
por la variedad de negociaciones jurldicas --eOil un importante con- la certificación de los trabajos públicos y de los créditos que de
teuido económÍCo- que podrá establecer a partir de la posesión de ellos emergen tiene la significación jurídica que ha sido estudiada
ese instrumento, según se analiza en ínfra, Cap. XVII, § 194. en los parágrafos anteriores.
Por ello, es posible afirmar -.. teniendo en cuenta la naturaleza En rigor de verdad, no es el certificado, en tanto que instru·
mento, el que puede ser objeto de relaciones jurídicas, sino el de·
recho cuya existencia declara el acto administrativo instrumentado
9 Barra, RodaJfo C' I Contemporaneidad en la ejecución y certificaci6n de O formalizado en ese certificado.
I¡)JI tllll:l!il'(P.~ r.nrffM RD. 7li_21 L Se trata, entonces, de un derecho patrimonial, y como tal pue·
988 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA
¡ RÉGlll-lEN JURÍD1CO DEL CEllTIlflCAno DE OBRA PÚBLICA 989
¡
quiere de la escritura pública (ver supra, t. JI, Cap. XII, § 122),
puede incorporal' el derecho admIlllstrahvo. , . . , por ]0 que mal pueden necesitar de ese tipo de instrumentación
La misma naturaleza de este derecho patnmomaI. lll~tIUm~n~ los actos que de él emanan y Son su consecuencia} dentro de la
tado en el certificado de obra pública, hace que las relaCIOnes JU- seríe causal de los actos coligados. Esta consideración es impor-
rídicas más frecueutes a las que puede ser objeto, sean las que se r tante a los efectos de la aplicaci6n al Caso de lo dispuesto en los
estud¡arán en los parágrafos siguientes, 3rts. 1456, cesión por endoso, y 1457, efectos de la entrega del
títnJo, del Cód. Civil. Ello no obsta a que en el concreto contrato
de obra se ha)'a exigido la escritura pública para la formalización
§ 195, CRsróN DE CRÉDITOS de la cesión, y Sl1 notificación al deudor cedido. La omisión de
la escritlll'a pÓblica, en este caso, hará inoponible la cesión al co-
La pn\ctica ha consagrado la cesión del crédito que e,n el ce1;' mitente, deudor cedido, sin perjuicio de las relaciolles entre ceden-
te y cesionario 12,
tificado se declara regulada por los arts, 1434 y ss. del Cad. ClVl
Es éste el supuesto en que se trasmite el der~cho al cobro d ei Otra de las características de la figura es que el cedente -a
importe certificado, requiriéndose la entrega del trtulo o copra ne- la sazón, contratista- debe la evicci6n del crédito y a la vez res-
gociable 10. , . .' .
ponde por la existencia y la legitimidad del crédito cedido,
La cesión es un contrato formaL, que requIere f~l 111a escnta La transmisión del dominio sobre el crédito no se opera res-
pecto de terceros, Silla desde la notificación al deudor cedido. Así,
baJO 1 a d (art " 1454 C6d. Civ.). Esta'f mstrmnenta-
, pella de nu l'd ., de la
ción no precisa de la escritura pública~ pues la ccrtt lcaClOn , si se OInitiera tal comllnicación, el pago que el comitente hiciera
obra pública, en tanto que acto administrativo, no puede ser aSl~ al contratista que figura en el certificado como beneficiario ori-
ginal del mismo es correcto y libera al deudor. De allí que, en la
práctica, la diligencia de notificación al ente es una carga que asu-
me el cesionario, generalmente una entidad financiera,
10 El arL 9l dt: la LOP de Salta, establece en este sentid:d:'~odo ~ed!l
ficado puede ser cedido a te}(;{~ro:; vflliéndosee~:ran~~!fí~~¡Ó~r~~ l~m~:~~.ti~~n Esta notíficaci6n al deudor cedido, si es realizada por el ce-
para la cesión de papeles no endosables, pr ] 1 t '6n" Sobre los dente, no requiere formalidad especial. En la práctica, en cam-
'om tente de acuerdo con lo establecido por a re~ a~nen aCl : . .,
cíecios de 1: transmisión de los certificados de obra p~bhca y su .dIStinClon .. oon
bio, es usual que se exija la notificaci6n por acta notarial, como
:1 endoso d~ los títulos valor .s úti! considerar l. sigmente .dOC~',I~.
d,:! ;;:~~~: garantía en favor de] cesionario y por ser un medio seguro para
HuI Supremo español, transcriptü en "llevista de AdmmIstraCl?n u lea. .
.gosto 1986, n Q llO, p. 182, ,.. d b
"Cualquieut que sea la naturaleza jurídica de las cem!tcacu;¡¡¡es 13 ,0 r~
11 Cassague, Juan C., oh. cit., Derecho administrativo, t. II, ps, 311 a 315,
derioodas de la contratuci6li adminm:ratit:a, fj aun uce~~and() que ~ :~tm De Io expuesto por el autor citado, en lo que aquí se coincide. cabe concluir
caso pese a ser legítimamente endosadas a terce~o, Plu~en ,serl eq~l~~a,.:{., 0cat; que el instrumento que contiene al acto administrativo puede ser calificado CO~
,
los titulos calMes, en su propIo . sent'do
I ; con desmncu aown tiC a TelU{; "'~
rtJo un "documento públíoo", pero no un "insbumento público" COn los efectos
sal subyacente, de modo que al endosatario pueden oponérse~ la.s ~cepcianes probatorios propios de esos documentos calificados pOr el art, 979, inc. 29, CM.
derit.Y1da.s de dicha r-elación causaL~ es evidellte que~ en P~1t~Pi~, e:z~n d~ Civil.
f','Cor una presunción de al1tenticidad en orden a 5ue re! elan a l' . f e Vj~, 12 Cabe señalar que algunas legislaciones; {,"{}mo la LOP de Formosa en
desarrollo !I eiectlcíón de las obras pactadas que, etertamente, p~~ ser d s"
. . u att. 53, ved:¡m expresamente la trnnsmisibilidad del certificado por la vía
tIJada mediaflte la rmíctica de la oportuna rueb~ui:iden:":cen d;n:~~~~~~ del endoso, La tendencia actual parece ser, en c-ambiO, la admisión de la ce-
(le que taJes certilícaciooos no resporulen a a re . o, :,i.:m por endoso, tal como lo hace el arL 51 del proyecto SETOP de 1977 en
cÍad en todo caso, sin pel-juieio de las consecuenCIas dlmanantes ~,e tra~rs,e
de ~{¿nos de 'buena cuenta' y de las reservas pactadas a )a recepclOn deftru-
el orden nacionat aun cuando, con ¡'szón. aclara qu-e el certificado no es un
tjv~"
tttulo de crédito. El proyecto de 1984 exige la ~otificacíón a la Administra ..
CUlO ('()nlit"'n'i> .,~ , ... n l~ •• , _ •.
990 CoNTRA'rO DE OBRA PUIlLICA RÉGIMEN JUIÚDICO DEL CERTIFICADO DE OBRA P(;'BLICA 991
que el deudor cedido pueda a ciencia cierta notificarse de un acto que lo protege según el atl. 47 de la ",ley 13.004, y sus semejantes
serio y saber, en consecuencia, a quién .~ebe pagar oportunam.e~te. provmclales (ver supra, Cap. XV, § 1.2), En efeeto, una vez no-
Con frecuencia, las bases de contrataclOn eXIgen que la notIfIca- tificada la cesión, el monto certificado ha ingresado en un nuevo
ción sea hecha pOr acto público, aun cuando no requieran de tal patrimonio y es embargable (arg. a contrario sensu del art. 1465
requisito para la formalización de la cesión en sí misma. . Cód. CiY,), ya que desaparee'C la finalidad de la nOrma (art. 47;
La cesión del crédito debidamente notificada produce Impor- LNOP) en el momento en que se asegura al contratista la per-
tantes efedos juridicos. Modifica la posición del sujeto activo de cepCIón adelantada del importe del certificado cedido.
b obligación, que ahora es el cesi~nario, único .habilitado para Es que la inembargabilidad, conforme con su finalidad es un
exigir el pago de la deuda. Ademas, la sustItucIón pe.rfceta de privilegio meramente personal del contratista de obra públic~, y co-
acreedor permite al deudor acumular contra el ceSlonano las eX- mo tal no se transfiere al cesionario con la cesiÓn (art. 1458, Cód.
cepciones al pago procedentes contra éste y las que procedIeran con- Civ.).
tra el cedente, generalmente vinculadas c'On el contrato de obra
pública, pero no podrá oponer la compensación que pudiera de- § 1M. COMPENSACIÓN DE CRÉDlTOS y CESIÓN
ducir contra el cedente, si hubiera aceptado expresamente la ceSIón DEL CERTIFlCA.DQ
(art. 1474, Cód. Civ.), salvo reserva expresa en ese acto y siempre
que tal reserva sea de conocimiento del cesionario. .Cabe analizar más profundamente el problema del epígrafe, por
.' En realidad, la excepción de compensación n~ d~biera poder sus Importantes consecuencias jurídicas y económicas .
ser nunca opuesta al cesionario, por razones de Jushc~a matenal Como se ha visto en el parágrafo anterior, no será posible la
referidas a la peculiar virtualidad jurídica de los cerbf,cados pro- compensación si la cesión del certificado fue aceptada por la co-
visionales. mItente. estatal (art. 1474, Cód. Civ.) antes de que fuera liquidado
Es que, en el caso del contrato de obra pública, esa compen- el créd,tO que la Administración comitente tiene contra el contra-
sación sólo crea daño y a nadie beneficia, Es un verdadero acto tista cedente. Tal aceptación implica una renuncia tácita al de-
antifuncional (art. 107Í, Cód. Civ.). y ello porque, a mérito del recho de hacer valer la excepción de compensación que se tenía
procedimiento certificatorio, el comitente puede cobrar su crédito contra el ""dente,. Si no ha habido aceptación -acto expreso del
descargindolo en la próxima certificación, debidamente ajustado, o de~dor cedldo~-, SlilO sólo la 1lOtitlcaci6n de la cesión, la compen-
bien sobre las garantías otor gadas por el contratista. saclón . es proc~dent~. En estos casos, es obligación del contratista
En cambio, la compensación sorprenderá las más de las yeces ad~ertlT al ceslonano ~cerca de las condiciones en que efectúa la
a un tercero adquirente onerosa y de buena fe, que no ha de co- ces~ón, ya que el crédIto es susceptible de ser objeto de compen-
brar lo legítimamente esperado a la vista del documento, pues, saCIón .por '.'~ de~dor al momento del pago. No tiene por qué la
aunque se encuentre advertido de tal posibilidad. en razón de la Ac:mIJllstraclo~, SI ha notificado a su contratista la liquidación del
reserva puesta por el deudor cedido, nada puede hacer para for- credito que trene co~tra éste, P?sponer la compensación porque
zar al constructor en orden al cumplimiento del contrato de obra el cedente no fue dIligente en mformar al cesionario sobre las
pública. Así, esta posibilidad de compensación sólo ímpo~ibilit~ incidencias del crédito cedido.
la cesión del certificado de obra, o incrementa su costo, sm utr- Sin embargc, la Administración no suele obrar con tanta dili-
Iidad para la estructura económica del contrato de obra póblica. gencia: las más de las veces pretende descontar o compensar cré-
Por lo demás, si el crédito de la Comitente se produjo después dit?S no liquidados sino. !msta el momento del pago del certificado,
de la notificación de la cesión, no es compensable contra el cer- o hquldados tras su ceSIon. Por ello, la práctica comercial ha idea-
tificado cedido. Obviamente es así ya que no coinciden en nin- do remedios para las sorpresas que al tercero le causan estas con-
gún instante el deudor del Estado por un título, contratista, con ductas.
su acreedor por otro. cesionario. .. Así, el tercero cesionario suele descontar de su valor nominal
A la vez. la cesión del crédito extingue la inembargabIlldad una cierta cantina" mlp m .... .,. ....... .., ..... ~- ------- . • "
RÉGI~rEN JURÍDICO DEL CERTIFICADO DE OBRA PÚBLICA 993
CoNTRATO DE QEBA PÚBLICA
992
respecto ningún acto de disposición. En consecuencia, el acreedor
Jensaciones que, a su vez, éste puede sufrir ~el deudor comitcnt~ prendario no puede ceder a su vez el crédito -sólo puede ceder
;1 momento del pago. Esta práctica, improp.amel,;te l~amada pOI
bancos y entidades financieras "aforo de certificado, eVIdencIa que
el derecho prendario- ni puede permutarlo, ni donarlo, ni cons-
tituir sobre él derecho real de usufructo.
la Administración suele no pagar en los estrictos. términos de la En cuanto a la forma del contrato de prenda, el requisito de
l
d ecaraCl '6 certl'fl'catoria aduciendo multas, rechÍleaclOnes O des- la fecha cierta corno condición de oponibilidad frente a terceros
n I 1" t'
cUentos que pueden sorprender a terc~r,os en la re aClor: con la~~ (a1'1. 3217, C6d. Civ_), exigida relativamente en materia comercial,
tual de obra (v.gr., cesionario del eertlfIcado) .. Par~ eVItar o
liar el efecto de tales sorpresas) el tercero, ceSIOnanO le .ator
';"0 aconseja la fórmula del acto público. Sin embargo, y a diferencia
j
con la cesión del crédito, entre las partes no se requiere la obser-
descuenta al contratista, cedente} un cierto valor que funCiOna co- vación de forma escrita. Además, la cesión de créditos queda en,
mo provisión para afrontar imprevistos y que se le entrega luego tre partes perfeccionada COn el solo intercambio de voluntades
al contratista, si no ha habido ni~guna sorpresa en el cobro: En representado en un instrumento} por lo que es un contrato con~
cambio si la Administración pago de menos, el aforo cubl e/se sensual. En cambio, la prenda emerge de un acuerdo de volun-
descuer'ltO. Sin embargo, es una solución el:~eble, ya que el a oro tades que s6lo se perfecciona con la entrega de la cosa (arts. 3204,
-generalmente del 10 % del valor del cerhÍlcado- puede ser su- 3205 Y 3206, Cód. Civ.), en el caso, con la entrega del título donde
perado fácilmente por el descuento o la retención del ente deudO!' consta el crédito (arl. 3209, Cód. Civ.). Por lo tanto es un con-
al momento del pago. .' . . h _ trato real.
Finalmente, cabe reiterar que, SI el cred¡t~ eOIOIlente . a ca Desde otro ángulo, la cesión es un pacto principal, y la prenda
menzado a existir después de la cesión del cerhÍlcado, 110 PI acede es, en cambio, un pacto accesorio de garantía; con ello varían no-
la compensación, pues falta la identidad entre los sUletos de la toriamente las posibles causales de extinción del derecho del cesio-
. ma' la Administración le debe al cesionario, y a su vez su deu' nario y del acreedor pignoraticio,
mIS
dor es , el contratista (art. 826, Cód . C'IV..
) En otras palabras.' .al
También es distinta la comunicación que la ley ordena prac-
notificar la transferencia, se le está comunicando a la AdmUll~~ ticar ante el deudor del crédito negociado, según se trate de pren-
Iración que expidu oportunamente la orden de pago a. favor d da o de cesión del certificado. El arto 1459 del Cód. Civ. exige
cesíonal'ío~ quiell se convierte en nuevo acreedor. POI ~o tanto. la notificación de la cesión, esto es, de la nueva situaciÓn jurídica
surge un ere'd'to
1
a)'ello al patrimonio personal
. ',
del contrallsta, que del sujeto activo de la obligación cedida; en cambio, el arto 3209
na debe responder de las obligaciones naCIdas tras la ceslon. exige que lo que sea notificado sea el contrato mismo de prenda,
el que debe mencionar el crédito y circunstanciarlo exhaustiva-
mente. Esto es importante, ya que de este modo es poco probable
~ 197. PRENDA DE: CERTIFICADO que existan estipulaciones entre el contralista y su acreedor pren-
dario que no le sean oponibles al deudor comitente, tras la noti-
Luego de la cesÍón la figura negocial más usada en la práctica ficación a éste del contrato de prenda. En cambio, al no requerir
es la prenda de certifwados. Atraídas las partes por las ventajas el arto 1459 la notificación del contrato de cesión, bien puede ocu-
fiscales que puede presentar, se suele celebrar ::na prend~ sobre rrir que existan cláusulas no comunicadas o inoponibles ante el
el crédito certificado, en garantía de una operaclO n comerCIal que deudor comitente.
reneral1nente consiste en un mutuo bancan?, , ~, El acreedor prendario retiene su derecho real de cobro hasla
g As! la preuda de certificados de obra pubhca es regulada pOi que haya sido satisfecho de su crédito, intereses y expensas (art.
la volu;tad de las partes, el Cód. de Corn., arts. 580 y ss., y el 3229, Cód. Civ.), correspondiendo al contratista el derecho por el
Cód. Civ., arts. 3204 y siguientes. . excedente de esos importes. Los derechos de cobro, su alcance
La posición del acreedor prendario en este caso es mny dls- y modalidad, suelen establecerse en el contrato de prenda.
t'nta de la del cesionario del certificado. Por lo pronto, no es el En la práctica, la prenda es un sistema ágil de cohro de las
1 . . . " ,.. _ 1_ ~ .. '" ~",A m' • .fí lpcritimac10 nafa elercer a su
n';'~ ,
.[l.l!AilMEN ]'L""RIDICO DEL CER'1lFICADO DE OBRA :PÚBLICA 995
CON'l1\ATO 013 OBRA PÚBLICA
994
Pero el ~ismo art.) ~n su primera parte, confiOTe un deber de pro--
sumas que se han adelantado al contratista, Generalmente el mon- cura en mterés delmstituyente de la prenda (v,gr., el contratista),
to de esas sumas adelantadas resulta de deducir del importe del ya que el aereedO!' debe cuidar y conservar su derecho y, en lo
certificado prendado el interés que corresponde al tiempo que res- excedente de éste, el derecho del dueño del crédito, Esta norma
ta para su pago, Sí el certificado no se paga .oportunamente, ha- pu~de ser variada por las partes, adjuntÁndole una cláusula limi-
brt. fallado la previsi6n hecha por el contratiSta y su mutuante tatIVa o, r:un,itoria por su violaci6n, o una dispensa autorizada por
acerca del tiempo de devoluci6n del mutuo, con lo que el derecho el benefl~,ano de ella -el contratista- siempre que no trasunte una
del acreedor prendario se extenderá ahora a los intereses pactados cxoneracl6n del doJo,
para compensar la mora acaecida, Las partes suelen excluir toda responsabilidad del acreedor
Generalmente, el régimen de mOra estipulado en la prenda r:rendario en la tutela de los derechos del contratista, Si ello ha
se gobierna según las tasas de interés ~ig~ntes para oper~ciOI;es SI~O notiflcado, al comunicárselo cOn el contrato de prenda al co·
de descuento de certificados de obra publica, La actual,zaclOn, nutente está. claro que éste nO puede pretender ignorar esa situa-
según el indice del INDEC mayorista nivel general, con más el c~ón, SI, p, eh el acreedor prendario, al momento del cobro, no hi·
5 % anual vencido, es la compensaciÓn que rige la mora en el pa- Clere reserva de los intereses debid", (art. 624, Cód, Civ,), En
go de certificados (ley 21,392, arts, 29 y 39 ), De esa manera, si este caso, tal reserva, en cuanto se refiere a un derecho que sólo
el significado económico de la tasa pactada po; las partes es me- puede .conservar el directo interesado, no puede hacerla sino el
nOr que la indemnización de la ley 21,392, eXlstrrá un excedente contratIsta, Está claro que deberá ser diligente el contrat' ta
al momento del cobro, que deberá ser entregado al contratista, Si e~a co?servaci6n de derechos, Lo aconsejable es que com;rez~;
por el contrario, la compensación, de ,esa ley, suma menos que la Slmultaneamente ~on el acreedor prendario y formule su reserva
tasa financiera, la prenda no habra satJsfecho mtegramente al acree- en el acto del :~Clbo, ya, sea en este documento o en uno por se·
dor prendarío, que tendrá entonces un crédito contra el contra- parado, Ta:nbwn debera considerarse suficiente, si realiza su re-
tista por la diferencia, crédito que ser~ quirograf,ario, pues ha de- serva postenormente, pero el mi,mo dla, De allí en más d
saparecido el asiento real de la garantla prendana, d ' d ' ' epen·
era e cuestlOnes de hecho la validez de una reserva de intereses
Nada de esto interesa en la cesión del certificado, pues el con- hecha postenormente,
tratista ha vendido su crédito, y si éste resulta económicamente Pero, volviendo al tema inicial, ante la finalidad del art 624,
más significativo que lo esperado para el cesionario, a él le. apro- que busca obhgar al acreedor a advertir a su deudor que realiza
vecha, De 10 contrario, el cesionario también soportará la diferen- un pago parCIal, deberá prevalecer en el criterio la razonabilidad
cia en menos -salvo que se deba a falta de existencia O legitimi- y no la formalidad de la reserva practicada, Tanto más cuanto la
dad del crédito-, todo lo cual no es sino una versión del viejo ada- ProcuracIÓn del Tesoro ha dictaminado l3 que el Estado "bue .
gio re8 perit et crescít domino, elre de f ami'1'" , ' n pa
la y organo creador y regulador del derecho no de-
Otra diferencia esencial estriba en que siendo la prenda un be ~mpara~se en él para exigir el estricto cumplimiento de 'las obli-
derecho real accesorio de garantia, su función' lógica primordial gaCIOnes, SI ha mediado buena fe de su contraparte,
consiste en constituir una alternativa de cobro, pero sin obligar di·
rectameute al acreedor prendario a la excusi6n, Sin embargo, es
lógico que eu la relación prendaria se aneje una relación de pro, § 198, USUFRUCTO
curación en el propio interés del acreedor prendario, Esto es, un
mandato accesorio al derecho de prenda por el que el acreedor
puede gestionar el cobro de su crédito prendado directamente, sin Otra figura en la que Se puede ubicar la negociación de un
que tenga que exhibir poder general o especial de su deudor para certificado de obra pública es la del usufructo. Por este medio,
ello (ar!, 587, 2do, párrafo, C6d, Com,),
La prowratio in re stla de origen legal que consagra el art.
13 Dictámenes, 83-180.
~R7 2ilo. nárrafo, Cód, Com" está prevista en interés del acreedor,
996 CoNTRATO DE OBRA PÚBLICA
RÉGIMEN JURÍDICO DEL CERTIFlCADO DE OBRA rÓBLlCA
997
frecuente en otros países un tercero al contrato de obra posee el
5
pagando por adelantado el precio del mismo. Ese pago adelan- met qute édstedhubdiera dispuesto, p. ej., arreglos de pago con et~~~
1 en e eu or el certificado.
tado encubre, económicamente, un descuento del certificado. Son
muchas las diferencias -al menos teóricas- que esta figura pre-
senta respecto de las estudiadas anteriormente:
a) No requiere la celebración de forma escrita alguna, bastan-
do la entrega del título en que consta el crédito y la notificación
al deudor (arts. 2838 y 2875, C6d. Civ.); esto plantea una dife·
rencia tanto con la cesión como con la prenda, ya que si bien esta
última tampoco requiere contrato escrito, sí lo exige cuando se
prenda un crédito, ya que es el contrato el que debe ser notificado
al deudor de la obligación pignorada (art. 3209, Clid. Civ.).
b) Una distinción interesante finca en que el usufructuario
puede presentarse al cobro extrajudicial del crédito, pero si debiera
acudir a la vía judicial para exigirlo, precisa el concurso del nudo
propietario o contratista (art. 2875). Esta especial disposición del
C6digo de Vélez Sarsfield exige la integración procesal de un litis
consorcio activo necesario para la acción judicial por cobro de cer-
tificado de obra pública dado en usufructo. Pero tal requisito se
limita a la acción judicial, por lo que las instancias administra-
tivas, previas a ella, podrán ser seguidas por el usufl1lctuario sin
requerir la citación del contratista.
e) Por lo demás, hay diversos matices, como la fianza previa
(art. 2851); la carga tributaria que pone sobre el usufructuario
el art. 2894 y que no pesa sobre el acreedor prendario; la obliga-
ción que tiene el usufructuario de efectuar el cobro del crédito
y que en el caso del acreedor fIlendario es sólo una facultad; la
limitación del usufructuario para percibir en pago una cosa dis-
tinta de la debida, ni novar la obligación, ni compensar, ni re-
mitir) ni dar esperas o quitas, etc.; en cambio, el acreedor pren·
CAPÍTULO XVIII
cia del contratista o su representante y la Inspección consignará tias jurídicas) según lo examinado en los capítulos precedentes, no
de inmediato sus resultados a los fines de la correspondiente cer, c!' obstáculo a que resulte exigible por el contratista constructor la
tificación". emisión y pago de los certificados, confmme con las condiciones
"Las formalidades y detalles del instrumento en que conste el pactadas en la documentación contractual.
resultado del estado de las obras, se ajustarán a lo establecido en Debe recordarse que la emisión de la certificación es expre-
las Cláusulas Especiales". si6n de un procedimiento que permite, al menos en lo que hace
"El contratista deberá presentar la documentación necesaria a la certificaci6n b{lsica, verificar el estado de avance de las obras,
para poder efectivizar el cobro de SllS créditos contractuales (aco, así como tambiéll -y esto para todo tipo de certificación- la si-
pio, anticipo, obra, diferencia de costos y liquidación final), en los tuación presupuestaria del contrato, conforme a lo gastado y a lo
formularios y con las formalidades que se le exijan". que resta por gastar) su secuencia determinada por el ritmo de
"Los certificados de obra y sus correlativos de diferencias de avance de los trabajos, )' todo ello a valores actualizados según las
costos provisoríos, deberán ser presentados dentro de los (10) diez IJToyeccíones que es posible hacer a partir del sistema de reajuste
días de realizada v verificada la medición) en caso contrario, el contractnaL Por ello, la emisi6n de la certificación es de ínterés
retardo será incren;entado al plazo estipulado para el cobro de ta- para ambas partes contratantes. Por esta razón, las legislaciones
les documentos. Simultáneamente el contratista solicitará a la Co- de obra pública suelen establecer que la negligenda del contratis-
misión Liquidadora los valores o índices definitivos, salvo que co- ta en realizar las tramitaciones previas, que la documentaCÍón con-
rresponda aplicar los publicados por el INDEC". tractual ponga a su cargo para la emisión de certificación, no im-
Como se ve, el texto de esa reglamentación establece clara- pedirá 'lue la comitente emita el certificado que considere opor-
mente que el retardo en el td.mite de la certificación en si misma tuno y de acuerdo Con los datos y constancias que obren en su
será "incrementado" al plazo de pago, es decir, se lo considerará poder', todo ello según lo analizado en ""pra, Cap. XVI, § 182.
período de mora. Po!' consiguiente, no puede caber duda de que por su misma
importancia con relación a la nOrmal ejecuci6n del contrato, la
emisión del certificado es exigible por el contratista -a la vez qu"
~ 200. EXIGIBILIDAD DE LA CEIITIFICAClÓN.
su emisi6n es un deber de la Administración, incluso en su propio
MORA AUTOMÁTICA
interés-, además de que, como ya se ha visto! dicha elaboraci6n v
emisión del certificado fonna parte del procedimiento de pago ti,
El carácter provisional que tiene la certificación emitida du- pico del contrato de obra pública.
rante la eíecuci6n de los trabajos, cOn sus importantes consecuen- Po!' las mismas razones es también exigible el pago puntual
del ceHificado, de la categoría de que se trate. Sobre el punto
cabe reiterar que, al pagar cada certificación provisional, la comi-
unlerlOr. Cuanclo no se disponga del índice definitivo conespondíente a las fe- tente no está pagando una parte de la obra, que es indivisible,
chas de ap;icacióH. se aplicará el Índice provisorio O el último qne se h;¡He vi_
gente y se 10 tendrá por definitivo sin dar 1ugar a reajustes posteriores.
salvo que se admitan recepciones parciales, lo que constituye una
"d} Cuando el pago efectivo se realice con posterioridad a los treinta cuestión diferente. Tampoco, eu un sentido estricto, está pagando
(30) días corridos contados [\ l;lal-tir del pdU1el día del mes siguiente al que una parte del precio del contrato, ni una cuota del mismo) pues
fuewn ejecutados los trabajos. o igual lapso de la fecha de pr-esentación de las ello contradice a la naturaleza del contrato de obra pública según
facturas conformadas de provisión de matefiales destinados a obras públiea'\,
se tendrá pOl' mora el tiempo excedido, otorgando al contratista detecho de
percibir intereses mOlfltorios sobre los saldos actualizados de I"s: Jel1d.1s, con-
forme a la tasa anual que establezca la reglamentación. 4 Así, entre G~ms~ el 3rt. 61 de la LOP de Mendúza: "Si el contratista de-
"e) La Administración deberá cancelar el capital actualizado más los inh>, ja;'c de cumplir con las obligaciones a Su cargo, relativas a la emisión de los
reses devengados por aquél en el mismo acto, Si se efeclu3ran pagos p:n-ciali- certifk'.·rlos, (sto:; roJrán ser em:ltídos de oficio sin pel"juicio de las reservas que
zados se calentará el capital remanente y éste devengará los iutereses COlrespon- aquél formulare al tomar conocimiento de ello. Durante el lapso de lIemom
dientes hasta su cancelación total, .. que le sea imputable, el contratista no tendra derecho a los intereses" .".
LA MORA DE LA ADMINISTaACIóN COM1TENTE 1009
1008 CoNTRAro DE OBRA PÚDUCA
sino que está habilitada para exigir que aquél cumpla con el ritmo
lo examinado en supra, t. n, Cap. XIV, §§ 145 Y 146. Sólo se tru- de ejecución establecido en el plan de trabajos, bajo pena de im-
ta de adelantos a cuenta en favor del contratista, para permitirle posición de multas e, incluso, de la rescisión del contrato por cul-
la continuación normal de la ejecución de los trabajos, sin hacer pa del contratista moroso, aun cuando, insisto, éste pueda probar
pesar sobre él la enorme carga financiera que significaría ejecutar que se encuentra en condiciones de entregar la obra en término a
la obra con fondos propios, se entiende que también con fondos pesar del retardo en la ejecuci6n de los trabajos. Se trata, en de-
obtenidos del mercado financiero, hasta la total terminación de la finitiva, del juego normal del procedimiento contractual en el con-
misma, momento en el cual recibirá el total del precio del con· trato administrativo de obra pública.
trato, actualizado. Nótese que dicho sistema elevaría el precio de Cabe señalar, por último, que la mora es antomática, es decir
la obra en la exacta incidencia del costo financiero que debería se configura sin necesidad de interpelación previa y por el solo
soportar el contratista, sin perjuicio de las dificultades que ~or vencimiento del plazo establecido en el contrato para que se efec-
malmente existirfan para que una empresa constructora de medla~a túe la emisión del certificado o su pago, según los casos. Esto se
capacidad pudiese obtener los créditos suficientes del mercado fI· encuentra consagrado por el arto 48 de la LNOP y por sus sinúla-
nanciero. Esto obligaría a que el comitente públIco comprome- res provinciales, aun antes de la refOrma del arto 509 del Cód. Civ.
tiese como condición de la licitaci6n, avales en favor de su con- por la ley 17.111. A estos efectos, debe recordarse que, en el or-
trati~ta, o bien traería aparejado la imposibilidad para uoa gran den nacional, la omisión de fijar el plazo de pago de los certifica-
cantidad de empresas de mediana capacidad financiera y de cré- dos en la documentación contractual, carece de consecnencias en
dito, de participar en los procedimientos de cootrat.cí6~ de todo lo que hace al manteninúento del principio de mara automática,
un sector de trabajos públicos que requieran grandes ll1verSlOnes ya que tales plazos han sido establecidos con carácter general y
y prolongado tiempo de ejecución. Precisamente, esta estructura como máximos por el arto 59 del decr. 2348n6 5•
económica del contrato -que hace soportar al contratista la carga
de la financiación hasta, por lo menos, la terminación de los tra-
bajos- se ha reservado para el sistema de ejecución de los trabajos § 201. CoNSECUENC'JAS DE LA MORA
identificado cama concesión de obra pública, donde las expectatl-
vas económicas derivadas de la explotación comercial de la obra,
Por lo expuesto en el parágrafo preced~.nte, la mora de la Ad-
pernúten que se encaren proyectos de esta naturaleza (ver supra,
ministraci6n comitente en el procedimiento de certificación y pa-
t. 1, Caps. VI y VII).
En definitiva, lo expuesto no es más qne una consecuencia de
la estructura de los actos coligados, a la que cOmO se ha visto, 5 Dicha norma dispone: "Los pliegos de condiciones establecerán el plazo
pertenecen los certificados emitidos como consecuencia de la .eje- de pago de los certificados en días corridos a partir del primer dia subsiguiente
cución de una obra pública. Es que el acto colig~do no ~ólo t1en~ al mes, período O etapa de ejecución de los trabajOS previstos para la certifica-
efectos especiales en cuanto al régimen de su impugnabilldad, Sl- ción. Los plazos de pago no excederán de sesenta (60) días corridos para los
certificados de obra, de acopio y provisorios de variaciones de costos y ciento
110 también en cuanto al régimen de la exigibilidad y cumplimien-
veinte (120) días para los certificados definitivos de variaciones 'de costos y fi-
to del objeto principal del acto. En el caso en estudio, el contra· nal de obra". Debe destacarse que ésta es una disposición imperativa para
ti sta tiene derecho a que se cumpla el objeto del acto, pago de la todo el sector público, de acuerdo con 10 establecido en el arto 7Q del mismo
suma liquidada en el plazo pactado, sin perjuicio de que tal ob- deel,: "Las presentes dispOSiciones serán de aplicación obligatoria para las re~
particiones centrítll:zadas. descentralizadas, entidades autárquicas y empresas
jeto tenga su definición definitiva en el momento de la emisió? del del Estado Nacional"'. También es necesario remarcar que esta última expre~
acto consecuente final del procedimiento, en el caso, el certifICado sión ~'empresas del Estado Nacional" es comprcnsiva de la totalidad de las em-
final de cierre de cuentas. presas comerciales-industriales de propiedad del Estado Nacional cualqUiera
Por las núsmas razones, según lo estudiado en supra, t. Ir, Cap. sea su forma jurídica, ya que de lo confIado) la misma norma debeda distin-
guir las diferentes situaciones, distinción que, como es sabido, cuando la nor-
XIV, la administración conútente no se satisface con que el con- ma no lo hace, no le está autoti?ladn h",f:flflA ,,1 ín¡.J;..n ......f"" r<,.......,~ .,~ ~'" h~
t', tS1 pntrf~{1HP lJ.1 tnt!'lH(l!!'1M tl ... lo:l ....hrll ro .... ",1 T'\to ......... .¡:; ....... 1 ....... mh"t-....
lOlO CON'IRATO DE OBUA PÚBLICA LA MORA DE LA ADMINISTRACIÓN COMITENTE 10ll
go, provoca importantes alteraciones en la estructura económica En este capitulo estudiaremos las dos primeras categorios de
del contrato, creando cargas en cabeza del contratista que éste no consecuencias, reservando para el capítulo relativo a la extinción
tiene el deber de soportar. Nótese que esta situación de mora, en del contrato la última categoría enunciada.
especial cuando es prolongada y generalizada, afectando a un nú·
mero importante de certificados, altera la ecuación econ6mico·fi-
nanciéra del contrato. En definitiva, el ~'Ontratjsta no se hubiese ~ 2Q2. COt<sECUENctAS MATERIALES. D¡SMINUcrÓN
presenwdo al procedimiento de selección, o su precio y demás O PARALIZACIÓN DEL RITMO
condiciones de oferta hubiesen sido otros, de saber que la secuen- DE LO:; TRABAJOS
cia de pagos -en realidad, adelantos financíeros- iba a ser oh'a
distinta que la establecida en el pliego. En el § 199 se ha eslndiado la íntima relación que tiene la es-
Por esta razón, la legislación de obras públicas ha establecido. tructura económico-financiera del contrato can la materialidad mis.
en generat claras consecuencias derivadas de la situación de mOra
ma de la ejecnción de los trabajos. Por supuesto, en dicha estruc-
de la comitente, siempre en protección del contratísta afectado y
tura económico-financiera, es un elemento esencial el régimen de
en orden a asegurar la normal marcha de la ejecución de los tra-
bajos. pagos previsto en la documentaci6n contractual, es decir, el proce-
dimiento de certificación y pago.
Fundamenwlmente, las consecuencias derivadas de la situa-
ción de mOra en la Administración deudora pueden clasificarse co- Por ello, no puede sorprender que el efecto más directo e in-
mo sigue; mediato que se deriva de la situación de mora de la Administra-
a) Materiales, en cuanto habilitan al contratista a demorar el ción comitente sea la interrupción de los trabajos o, al menos, la
ritmo de ejecución de los trabajos, excusando, entonces, las posi- disminución de su ribno, siempre entendiendo que esto no es una
bles demoras en que pudo haber incurrido durante la situación de sanción en contra de la Administración morosa, sino una situacl6n
mora de la comítcnte, impuesta razonablemente por las circunstancias del Caso 7.
b) Económicas, ya que la mora hace comenzar, en favor de]
contratista afectado, el curso de los intereses moratorias y de la
actualización por la eventual depreciación monetaria, sin perjuicio 1 Juristo Sánchez, oh. cit., La e.¡ecuGión del contr(1to de obra pública, p.
del derecho a reclamar otros daños y perjuicios que la situaci6n 226, afirma que la suspensión motivada pOr la falta de pago de la Administra~
(,'ón "no es consecuencia del ejercicio de un derecho frente a la Adminístra~
de mora pudo haberle acarreado. d6n morOSa en el pago derivado de la leciprQddad de obligaciones,.. E'
e) Jurídicas 6, ya que habilita directa o indirectamente, según atto 144, RCE (Reg!arnento de Contrataciones del Estado) . .sólo reconOce
I
las legislaciones, a que el contratista declare la rescisión del con- fa pOSibilidad de qUe el conhatista solicite de la Administración la declaración
trato por culpa de la Administración morosa, con las consecuen- de suspensión temporal de las obras, C\laOOO la demora en el pago de las Cer~
tHicaciones Silperase el plazo de seis meses; pero la petición sólo puede sor
cias que esta rescisión puede traer aparejadas. concedida. si na hay razones de interés público que aconsejen la continuación
eh" la obra, Por tanto, la snspensión depende del criterio dJscrecionaJ de la
Administración y no eS consecuencia automática de la falta de pago". Es
Clt;rto que la suspensión o disminución del ritmo de los trabajos no es una COn~
visto~ el art 60 del Proyecto 1986 también establece nn plazo máxiIDQ p~U"a el bt:cuencia automática de la falta de pago, pues ello depende de las drcunstnn-
pago de la certificación. Dicha. norma contin{la diciendo: "Vencido dicho pla~ cjas y demosh"adones del caso, lo qlle importa también afirmar que nD es un
ZO. la administl'acióu incurrirá automáticamente en mora, salvo que el retardo derecho qUe nace en favor del COntratista en virtud de ]a aphcación de los
sea imputable al contratista, tanto para ID confección como para la emisión o principios derivados de la regla de Itt reciprocidad de l~s prestaciones, que en
el cobro del ce'rtificaclo", nnestl"O derecho Sé efH~tlentra consagrado en el arto 1204 del Cód. Civil.
6. N;:tturalmautc, todas las consecuencias derivadas de 'a mora de la kl~ Sin embargo, Ja suspensión o disminución del ritmo de los trabajos es un
ministración comitente son jurídiCas. con fflectos t:'~onómicos y materiales" La derecho del contratista de darse en e; caso las drcWlStancias que se ana}izan
chl.5ificación hecha en el texto, entonces, sólo es váHda fl 10$ efectos (le una en el texto, y de ninguna manera su reconocimiento es una prerrogativa dis.
D;ayor daridad metodológico. y exposítiva. crcdonal de 1:1 AdmínÍsfnl.ción, A la vez, la no aplicación de la rt!"l:t rip.l :Ht
1012 Cot.::TRATO DE OBRA PÚBLlCA
LA MORA DE LA ADl\,:f1NISTRACIÓN COMITENTE
1013
Lo afirmado en el párrafo anterior tiene importancia, pues
pernútirá realizar una correcta interpretación de un conjunto de En este punto, entonces, se hace ne' , .
tas normas que en el orden ' I cesan o analIzar las disUn-
normas, no siempre lo suficientemente claras y bien estructuradas, 'd'
Clona. as para regular la cuestiólL
naClOna y provinc' I h 'd
la • an SI O san-
que han sido sancionadas tanto en el ámbito nacional como en nu-
Sm duda la regulación má .,
merosas provincias, en orden a regular, precisamente, e1 régimen yecto CIMOP de 1970 s COl I octa es la establecida en el Pro-
de la interrupción o disminución del ritmo de los trabajos frente ' qne en su art 61 estable
d e los pagos de la Administraci6 "C d 1
1" ce, uan o a mara
a la demora en los pagos por parte de la comitente, previsto por el contratista 1 n eSlOne el presupuesto financiero
Si tal efecto material, la interrupción O disminución del ritmo tar se autorice la disml'n' ?óarad al obra, éste tendrá derecho a solici-
de los trabajos, no es una sanción -y no debe serlo, pues la prin- d ' uc¡ n e rItmo d 1 t b '
e plazo del contrato, acompañando 1 e os ra aJos, yampliación
cipal finalidad del legislador es que la obra pública se realice en caso la disminuci6n será ,¡"s pl uebas necesanas, En tal
el menor tiempo posible, aunque no a costa de un sacrificio espe- c.'onforme al procedimientoPqrouPeOdrCltona , a la incidencia del perjuicio
cial por parte del contratista- no toda mora en el procedimiento , " d
JtI1ClO e su derecho al cob d ' e ermme la reglamen tactOn " , Sin
, per-
de certificación y pago producirá, de manera automática, una a1- ro e UJtereses y gast' d
e 1 caso que la AdminlstraC¡'o'n I 'd os ¡mp¡'o uctivos, En
teraci6n en la secuencia de los trabajos, en alguna medida (y des- .
clar COn el contratista el manten' o conSl ere con . t d
, t d i ' vemen e, po rá acor·
de ya puede imaginarse la dificultad práctica de establecer esta tractual) mediante el recono' . Imlen o e ntmo de ejecución con-
· CImlento d e las mayo .
relación) proporcional o equivalente a la magnitud de la mora, en por dICho motivo se le originen", ' res erogaCiones que
plazo e importancia económica,
Como surge de la nOrma transcri t 1
Además, si esta cuestión debe ser de interpretación circuns- ra ser susceptible de hab,'l't 1 ' P a, a mora de la comitente, pa-
1 ar a mterrupci6n d' , "
tanciada, es decir, interpretada a la luz de los efectos reales que mo de los trabajos, debe ser de una ma' o IsrnmUClon del rit·
la mora es susceptible de causar sobre la economla del contrato y, contratista una efectiva altera " . fllItud tal que le provoque al
por ende, sobre la marcha de la ejecución de los trabajos, la mora ciera del contrato de ma cllon en a ecuaCIón económico. finan.
, nera ta que la c t' '6 d
en el procedimiento de certificaci6n y pago, na tiene por qué ser C?ruorme a lo planificado ori inalmente on muacI n ,e los trabajos
susceptible sólo de producir la consecuencia de interrupci6n o dis- glf por parte del contratist g 'f" no pueda reahzarse sin exi-
a un Sactl lCIO especial'
tr actua,l sin perjuicio de que 1
rr,inuci6n del ritmo de avance de la obra previsto en las normas , - ' ajeno a pacto COn-
respectivas, sino un efecto temporal, en el sentido indicado, ade- sible de soportar sin po ' en , ocaSIOnes, tal sacrificio sea impo-
presa, ner en pelIgrO la misma solvencia de la em-
cuado a la magnitud de la mora, En todo caso, lo establecido en
las regulaciones que tratan la materia deberán tomarse como una , Por ello, y producida la demostra " d
suerte de presunción furis tantum, a la manera de las indemniza· cl6n autorizará la disminu 'ó b Clan el caso, la Administra.
d el n -ca e tambié ' t
ciones tasadas, que admite prueba en contrario por parte del con- . e ser necesaria la interrupción tot 1 d 1 n m erpretar que pue-
tratista que pretenda que la mora de su cocontr.tante lo ha afec- forme la magnitud de la a e a marcha de la obra, con-
1os trabajos en una med'd. mora en el caso concr t di'
tado en una medida mayor que la establecida en las regulaciones ' e 0 - e rItmo de
comentadas, ra sobre las inversiones ~eca proporCIOnal a la incidencia de la mo.
d eI contrato, Claro está ' ue esanas para continua
en'
l'
r Con a ejecución
de pagos sobre el cual enqsu' r :x:~slOnes, la alteración del flujo
turado la ecuadón ec~n6 . PI" eVISl?Il, el contratista había estruc-
mlCO- mancmra contractu 1 d
1204 del Cód. Civil a estos supuestos no jmplica. que, frente a la morosidad un e1emento absolutament ' 'd' a, pue e no ser
d(' la Administración, ciertos incumplimientos del contratista -p. ej., los relati~ ya que puede ocurrir uee J~!,;:ente de la ejecución de la obra,
vos al plazo, cuando no corresponda otorgar la prórroga romo conSecuencia
de la mora de la comitente- no deban ser exceptuados de penalidades, pues
empresa o por otras q ,p ,magll1tud de los recursos de la
en cunstancIaS ésta d
no seda justo que la Administración incumplidora exija de su contratista una en el ritmo oricrinalme t ' pue a continuar la obra
conducta que ella misma no respeta. , 0- n e prevJsto Pero ' d d
Importará un sacrificio ecOllÓ' -
muy, rtu", : SIn u a, esto si_empre
A ... t..~_L
1014 CONTRATO DE OBRA PÚBUCA
LA MORA DE LA ADMINIST:RACrÓ.\t COMITENTE
1015
,, ' . 'bl ido en el último p~rrafu de la
la Adl1lÍnI:)lra<:fOl1, St:b'lUl lo estad ec . s esta solución será siem- ese caso, ])0 tendda más l·emedio que caer en una paralización (j
t·, cr'pta De lo as f Olma ¡ . ,.
disrninución de bocho del ¡jtmo de los trabajos, con la secuela de
Horma antes luns 1 . I 't nte la que segan sea
pre optativa para .l~ Administra~iOt~a c~~i:an~iera} podrá preferír otros conflictos que esta circunstancia es susceptible de produc~r.
el grado de su ,hhcultad eCOl~7 't de la obra, sin perjuicio Po!' tal razón se establece que la Administración deberá resolver
la interrllpción o dlSmmuCJ6n e _¿~ ~o 'tereses o actualización la petición del contratista dentro del plazo de treinta (30) días
del derecho del contratista a perc' lf, os 1m gastos improductivos corridos, interpretándose el silencio, vencido dícho plazo, como ne-
, 'panda y tam b len os , gativa, lo que le habilttará al contratista otros caminos para la so'
monetaria que cOlres C XIV § 161), adernas de '"
que devenglten (ver supra, t. JI)1 ap, do
.. , n contractua cuan
la interru[,c}ón o dísm i . Luis (ley 3744); Coníentes (ley 3(79), etcétera,
derecho a I a reSClSlO ! ' f' d 1 efecto, La regulación antes in-dlcada es derecho positivo en lluestro
' , d 1 trabaJ' os sHI)ere el hmlte ¡la o a
Huelon e os , 1" 'ón de esta normativa no de~ país en aquellas provincias cuyas leyes de obra pública han seguí-
b ' d para la al' ¡caCl , do las Hne"s del Proyecto CIMOP, como Misiones (ley 593); Entre
La prne a eXlg1 a , , 'd d de las demostracIones
be entenderse o exigirse con la ngulOt~ldaa l'udicial De acuerdo Ríos (ley 6351); Neuqnén (ley 687); Catamarca (ley 2730); San
' -, cualquier con len . . Luís (ley 3744); Corrientes (ley 3079); etcétera,
que se requen.nan en 1 .. 726] de la reglamentación del nnSlllO
COn lo establecldo en e alt· , 'o talmente indiciaria, a través de En cambio, otras regulaciones han seguido una metodología
I prueba es fuo d aro n
d i o económico.financH~ro seme) ~
t "ao distinta, tasando de una manera prefijada el porcentaje de lo adel!.
Proyec o) a .
estudios y demostrac~o:les .~ t P, ue tener en cuenta cuando dado sobre los valores actualizados del contrato y el tiempo de la
tes a I,os que la AdmlmstraclOn 1~~:~i!i~nto de selección, y llegó mora, a los efectos de habilitar, cuando se den esos supuestos mí-
estudio las ofertas dmante el p , 'de la propuesta presen- nimos, la disminución o interrupción de los trabajos,
1 .t • de la canvenlenClU
n la cone U510n acelCa t' 1 Ello no podría ser de otra Según lo ya expuesto, ésta no es la mejor solución, pues tal
1 hOTa es su contra 15 a. d t
lada por e que a l' d d 1 casos la efectiva cmoS ra. afectación de la marcha de los trabajos no debe Considerarse ca.
mane¡'a) pues) en la generallda _1~ dOSa será> de imposible cumpli- mo una consecuencia automática frente a detenninada situación de
d '
ción e slÍuaclOU
' e s como a amil,za , b
1 't aci6rt de quíe l"a e á
d 1
1
<
e deba esperar a a SI u 1 mora de la Administración, sino qnc es un hecho que debe de-
miento, sa VD que s,
empresa, con la para]¡zacl,
'6n de los trabajos por tal motivo,
"d or la ley, Por ello, la norma
° que, pender de las circunstancias concretas del caso, pudiendo ocurrir
que, ante tales circunstancías concretas, un contratista no deba ser
evidentemente, no es el fm Cl,nen o p . "Para solicitar la autorí- autorizado a alterar el plan de trabajos pactado, aun cuando se
, t citada dISpone que, , "
reglamentana a~ es" 'n de los trabajos y la ampltaclon hubiesen dado los supuestos de mara previstos en la legislación,
zación de dlsmmuclOn del ntJ ~ d en la siguiente forma: También puede suceder que la ecuación ~conómico-financiera con~
I tr lo se debera proce er
del plazo de con a , ,
'6 d I contraltsta conten r
d á la exposición que tJ'acttlú.~ .'le encuentre notablemente afectada por una situaCJ<Óll de
1) La presentacl n e ' d la previsión presupues. mOra que no llegue a los mínimos preestablecidos, circunstancia
1 ' , fínauciera "
acredite su eSlOn
de acuer o a
f' 'ó y de pagos y todo otro frente a la cual el contratista debería tener derecho a solicitar la
1 b ·áficos de cerh !Cael n J ' 1 modificación del plan de trabajos aprobado, Por ello es preferi-
taria para a ora, g¡
d ... '1
ue defermme a ac ti
t alídad y realidad de a
elemento e ¡UlelO q , " la Administraci6n, En la misma pro- ble el método del CIMOP, aun cuando pueda decirse que no le
eqUl otorga a la Administración pautas homogéneas de actuación que,
incidencia o que le , 7,ra " 'el reordenamiento del plan de
pondrá el plazo de amp laClOn 1 en realidad, en este tipo de casos, no las necesita,
trabajos, , ," , , el al', 2 de esa norma Como ya fue dicho, distintas legislaciones provinciales y re-
Es importante destacar, aSlflJ1~;n0' qule lión planteada, lo glamentación especial nacional establecen pautas tasadas para la
ta sol uClOn d e a cues autorización a la modificación de] plan de trabajos, ya sea por la
está instando a una pron , d 't ciones pues toda esta re.
, d' ble en este lipo e SI ua , paralización totaJ de la obra, o pardal en un determinado frente
que es In lspensa ¡ _ • 1 . 1a Administración incurriese en gran
o-ulación no tendna senb(do sll 1 dQl contratísta quien, en de trahajo, o la simple disminución de! ritmo de la marcha de los
demora
b en la teso 1nel'ó'II e ~. a I)et'"
1CI01 v , trabajas,
------_.~
tratar, Por ello} si estas circunstancias pueden ser demostradas por portar el monto, exceda de noventa días "el contratista tC1;<l~~n '~
el contratista se deberá admitir la misma solución que la estable·
r'lo derecho a paralizar los trabajos suspendiéndose el cómputo Pdei
c;da en el deer. 1186/81, ya que los valores alli establecidos no de- p azo contractual'~,
ben ser sino interpretados a título indicativo. De 10 contrario, por
vía reglamentaria, se estaria contradiciendo lo dispuesto en el arto También es importante señalar el caso de la ley mendocina
35 de la misma ley 13064, Y otras normas concordantes, como su que en su arto 6,5 acuerda al contratista el derecho a alterar el "t'
ur!. 39, lo que llevaría a la declaración de inconstttuctonalidad del ~~ de. los trabaJOS, previa intinlación por quince días a la Ad~i-
stracrón, por los porcentajes y plazos mínimos indicados en 1
decreto en cuestión, También cabe agregar que, en cualquier ca-
so, la dismiuucióu o interrupción del ritmo de los trabajos no obs- ~olma., No obstante ello, el dccr. 3951/84 permite que cuando 1:
ta a la aplicación de otras consecuencias derivadas de la mora de ~;,a~~~ de mo~a sea inferior a los valores establecido; en el ar;.
la Administración, que se estudian en este capítulo -actualización ;' ,,' ;m~as partes convengan la disminución del ritmo de
monetaria, intereses) daños y perjuicios, resCÍsíón contractual-) o 2ecuclOu e os trabajOS )' la ampliaci6n del plazo contractual
de consecuencias derivadas de la misma alteraci6n del plan de tra- ,J°chmo dse] ve esta. forma es una apertura al reconocimiento del de:
le o e contratIsta a no efect '.
bajos, corno la indemnización por gastos improductivos, . "bl f . uar mayores lIlverSIOnes que las 1'0-
SI ~s, rente a la mora de la Administración, aun cuando esa si-
Los mismos comentarios merecen las normas provinciales es-
tuaCIón de mora no alcallce 1 1 f" .
tructuradas en el punto) de manera similar q~e el ordenamiento I 1 . J ', . a os va ores IJados como nlÍnimos en
a egls aClün pertmente.
nacional, como la ley 43&'5 de la provincia de La Rioja, o el art. 95,
al'. f, de la LOP de Salta, que contempla, además, la posibilidad
de que la Administración acuerde con el contratista el manteni-
nliento del ritmo de los trabajos, a pesar de la situación de mora, § 203. CONSECl!ENClAS ECONÓMICAS. INTERESES
mediante el l'cconocitniento de los costos emergentes de la mora, MORATORlOS
es decir mediante la compensación del sacrificio especial -sin du-
da de orden financiero, o la postergación de inversiones en otros En la totalidad de las le '1 ' .
. l t' 1 gIS aClOnes, naCIOnal y provinciales
contratos,- que el contratista debe afrontar para continuar la obra le aAdlYa~ ~ conctrato de obra pública se establece que la mora d~
conforme al ritmo pactado. Esto demuestra que la alteración de la ' 1qUiera ' d e 1os certificados emi.
1m nl~7m contractuales, debidos a la situación de mora de la comi- tid mmlstraclOn en el pago d e cua
os como COnsecuenr"Í.::t ,4 ... 1,.., a;"' ...... ~;J.._ ..1_1
LA MORA DE lA ADMINISTRACIÓN COMlTEN'IE 1021
CONTRATO DE OBRA P1JELICA
1020
de cinco o siete días podía na tener significaci6n económica para
blica da derecho a la percepción de los intereses moratorias per- la del acreedor, pero si una demora de treinta y cinco O treinta y
siete días, Si el plazo de gracia de treinta dlas se mantenla aun
tinentes, 1 48 LNOP uc en S11 rc- después de superado el mismo, el acreedor perdla los intereses por
Así se encuentra regulado en e art. 1 q )
dacción original, le otorgaba a la Administración un pl~zo d: g~~ treinta días y recibía la exigua liquidaci6n de cinco O siete dlas, lo
cía de treinta dlas contados a partir de la mora, sm, qu - que era evidentemente un privilegio exagerado en favor de la Ad-
, ..nte el cual se devengaren intereses, Una de las cuestlOnes qu~ ministración morosa, De todas maneras, iusto eS recOnocer que la
esta norma suscitaba era la relativa a la manera de co~putar e apllcaci6n del art, 48 de la ley 13,064 se efectuó en el sentido aquí
lazo indicado, en días hábiles o corridos, aunque en r~ahdad ~un criticado, es decir tomando el plazo de gracia con un alcance ab-
~a debió resultar discutible que se trataba de treinta dlas co~"do;, soluto, lo que llevó incluso a la corruptela de considerar, de hecho
conforme con lo dispuesto en el art. 28 del Cód. Civ., según e fua, }' a veces hasta incluyéndolo expresamente en los pliegos, al plazo
si la nmma no aclara la manera en que ;,e com~utarár: los a7~~ y de treinta días como un tém1Íno que debía necesariamente sumar~
Or eUa misma fijados, éstos "comprenderan los dtaS f~s , pr ,e al plazo de pago contractuaL Es decir la Admíriistraci6n nUD-
~ipiO aplicable al caSO en estudio conforme con lo dlspu~sto, en ;1 Ca pagaba antes de esos treinta días, tanto es as! que terminó por
"st 29 del mismo C6d, Civ, y por tratarse de normas e com n incluírselo dentro del plazo de pago {:onuactuaL
'· '6 a todas las ramas del derecho, incorporadas en tal ca- La ley 21.392, que será analizada in extenso en el pr6~imo pa-
~p1IcaCI n , ' l' I
,?
rácter al "Titulo Preliminar" del Código ClVrl, en e hlu corres- l'ágrafo, entre otras virtudes tuvo la de reformar -an, 89 - el texto
ondiente al "modo de contar IDs intervalos del derecho , " del art, 48, LNOP, eliminando este plazo de gracia, con lo cual las
p Otro de los problemas que se planteaban con la interpretaclOn cuestiones antes analizadas perdieron actualidad, con excepción de
del art, 48, el~ su anterior redacción, era el alcance d~l plazo algunas provincias, donde la legislación de obras públicas mantie-
de gracia que dicha norma establecía, Estaba daro !lue SI la ~d ne una redacción similar al antes comentado viejo ar!. 48, LNOP.
ministración pagaba dentro de los primeros tremta dl~s de pro u· Tal es el caso de la LOP de Formosa que, con uO anacronismo sor-
cida la mora, se encontraba exceptuada del ~ago de mtereses p~~ prendente dado lo reciente de su sanción, le otorga a la Admk>is-
el la so de la mora efectivamente tr~nscurndo, Pero, de sup _ traci6n un plazo de gracia de quince días para el pago de las deu-
rarsePese perlado de treinta dlas, ¿los lntereses comenzaban a de? . das derivadas de la ejecución del contrato de obra pública, En
, tlr' d 1 dia 31 o bien a partír del primer dia de mora, realidad, en el caso de esta legislación provincial, el plazo de pago
vengarse a par e f ', '
Es evidente ue en aquella cuestión existió una con USlOn que un- de los certificados se prolonga por quince días, teniendo en cuen-
edla compr;nder la finalidad de la disposkión l~gal. Debe no· ta la redacci6n de su art. 56, que establece que "Vencidos los pla-
p 1 Ll':OP nunca quiso establecer una clausula de conve- zos indicados en el art, 52 (plazo contractual de pago) y más los
tarse que a 1 " 'ó ,1 lemslador
niencia financiera en favor de la Adnulllstracl n, pues e o- quince (15) días de gracia", la Administración incurrirá automá-
no artió, no podla hacerlo, del supuesto de la conduda morosa ticamente en mora, _,", lo que importa una regulaci6n todavía más
PI A"-' 't "n Lo que el legislador tuvo en cuenta es la criticable que la existente en el anterior arl. 48, LNOP,
d e a wulms raClO . +# h b'tualmenle no
eventual demora por razones de tramitaclon, que a 1 d Como ya fue expuesto en el Cap, XVI, § 177, Y por las razones
uede rolongarse más que uno~ pocos días, y que, en la ép'0ca ~ desarrolladas a lo largo de ese capítulo, la percepción del monto
~"nci6! de la ley -,baja ínflacion-, no tema una verdade.ta S!gro del certificado abonado en mora, sin dejar sentada reserva por los
ficación económica, Pero prolongada la mora más allá ,del pI:"," intereses, no hace perder al acreedor el derecho al cobro de los
de treinta dlas, ello muestra la conducta moros,.' podna decrrse mi,mos, derecho que se mantiene vivo hasta el momento del cer-
. ' t'" da de la comitente y que nada llene que ver con tificado final de cierre de cuentas, Como ya fue visto, este prin-
que lnjUS i n c a ) , 1 d '
razones de tramitad6n, Por ello, superado ,es," p ~~o e mora, no cipio fue sostenido en el orden nacional por la doctrina y la juris-
'alguna para beneficiar a la AdmimstraclOn con
1¡ay razon , una
d ex· prudencia, y se encuentra ratificado por el art. 65 del "Pliego Tipo"
cepci6n de intereses que, además, pierde hasta sU razon e ser del MOSP: "Tratándose de pagos pardales. subsistirá ~1 ':¡"rpeh"
11A pn ~ nllf"lh p.nn('~_ una demora
CONTRATO DE OBRA PÚBLICA
LA MORA DE LA ADMINISTRACIÓN COMITENTE 1023
1022
tereses a que hace referencia el art, 48 de la ley nO 13Jl64 según
a ercibir íntereses aunque el beneficiario ~ o~itiese hacer en caun.
ca;o reserva al respecto, extinguiéndose umcamente ese derecho las mismas que establece el Banco de la Naci6n Argentina para el
si 'la reserva no se hiciera en el acto de»percibir el importe del c~r débito de 10$ intereses correspondientes a los préstamos con cau-
ción de celtificados de obra, Tal criterio es plenamente proceden-
tificado de liquidación final de la obra, E~ la leglslac1ó; J:o;~~,:
te pues el contratista debe ser resarcido integralmente de las con-
cíal rige un principio semejante, con excepCl6n de la LbO t
ue comO se ha visto en el parágrafo 177, tam 1én e~ ~s e secuencias dañosas quc le produzca la mora de la admulistraci6n
:::;seact¿ ha establecido una regulación equivocada y anacro;lC~, comitente, Así rultonces, deben serle abonados los mismos intere-
, Cabe seftalar, por último, que la Procuración, del }'esoro e, a ses que el contratista, legal o hipotéticamente, tuvo que soportar
Naci6n ha admitido 9 la procedencia de la cap¡tahzaclOn de los m-
§ 205. ÁMIlITO DE AFLIC,C¡ÓN SUBJETIVO 00 lo, contrato" admini.stratiDos, ED, 62-727; p"""", para la futura ley _ a l
de obras p6bliws. ED, 73-863.
En los parágrafos que anteceden se ha hablado de la mora 11 Barra, Rodolfo c.. Acerca de la naturaleza. juridica de las sociedades
su certifica~ del Estado. ED, 67-801; Gestión emprestlridl V tlpicidad iuridica de los empre-
en el pago del precio _fundamentalmente a través de sas estatales} ED, 71~745. Vel supra) t, 1, cap. lI, § 13.
--
1026 CONTl\Aro DE OBRA. púnLICA
LA MORA DE LA AD.M:lNISTRAcrÓN COMITENTE
1027
I locaciones de obra exclusivamente vinculadas por el CÓ.~i
p~r~i~;;, que serían las ejecutadas por est~s empresas en atenCl n
Así, no guarda relación alguna con el régimen de la variación de
~ su ""rsonalidad juridica del derecho pnoodo. de costos establecido por las leyes 12.910, 15.285 Y 21.250, en apli-
caciÓn del principio de la intangibilidad de la remuneración del
r-
Se .,
funda la vínculaclOn entre Ia LAD y 1a LNOP d 1en1 las13604
men- contratista estatal. Es que el reconocimiento de la variación del
1 ] 0 49 B9 de la primera hacen e a ey . .
dones que os arts. . J Y ~ !aro al señalar que el costo de las obras mantiene inalterado el valor del precio del con.
S· bargo el arto 19 de la LAD es e _.1_ trato, y no los valores de las deudas que emergen de tal contrato.
m cm, r 1 " empresas del Estl««>,
régimen que ella establece ls~e ap lC~.:a as ,; ·~s decir sin distinci6n Recién cuando la variación de costos resulte certificada o factura-
cualquiera fuere su natura",za ¡un, ... , da, según el sistema que se adopte en el respectivo contrato, nace
entre públicas y privadas. 'd" Or la una deuda liquida del contratista privado.
El mismo artículo se refiere a las deudas c~ntral. ats, _
't" ) " Nótese que la variación del costo recién se devenga con la eje-
de lo iÓn de obra materwl O m e",c ua ... , cución del trabajo, conforme al plan de trabajos oportunamente
ejecución de. contratos . ,cae bra ivada locación de obra
sin distingUir entre. 10caClon ~e d~ t' I~n no I ! haga el intérprete. aprobado pOr la Administración, pero todavía es ilíquida y conti-
pública, 10 que.obhg~,a qd a Ise:n;:t 19 de la resol. H. 516177,
ue nuará siéndolo hasta que se emita el certificado de variación de
De manera smular esta re acta do , costos que, entre otras cosas, tiene por finalidad liquidar la varia-
primera reglamentaci6n de la LAD. entada se hacell ción de costos efectivamente devengada, independientemente de
En cuanto a las referencias que en la ley com , .. que, según lo ya visto, el trámite de emisión del certificado integre
d I LOP ellas no justifican la interpretación que aqUl ~e cr:l!ca. el procedimiento de pago del mismo, por lo que es computable a
e a, . d ha uerido distinguir las sItuacIOnes
Simplemente, el leg~sla ?r. qd 1 1 13 064 continúan sien- los efectos de determinación del plazo de pago de esa certificación.
I ertinente s diSpoSICiones e a ey . I Además de Hquida la deuda debe ser exigible, es decir debe ha-
en que as p . . ID 40 LA.D- O expresamente reformar e
do de aplieac16n -art'::.ar~ yB9 ' LAD- pero, obviamente, esto sólo
ber transcurrido el plazo contractualmente establecido para el pa-
go de la misma. Por consiguiente esta ley no contempla el proble.
art. 4B de la LNOP . 'os ue se encuentren regidos pOr la
tiene utilidad para los contrat q d' C"I ma que en otra oportunidad ha denominado como el de la "¡nde.
1 13064 Y no para 1os reg'-"" --l~dos por el Có IgO ,IVI. xaci6n sin mont' 12.
ey E' lógico que si la LAD busca resolver un proble,,?u J::..e es clo- 2) Para que resulte aplicable el régimen establecido en la LAD,
s . d b públicas o pttvau=- ce e- la Administración comitente tiene que haber incurrido en mara con
mÚll en todas las locaCIOnes "e o. ra -1 a de propiedad
bradus por la Administración Pública y ~~~:~:esd=be ser común, respecto al pago que corresponda.
del Estado, establezca un régImen as
. • . iD de practicar l as necesar
1 ue aclaracione~ v distinciones
I •
Tanto para las obras pretendidamente regidas por el Código
Civil. como para las obras públicas, la mOra se opera de manera
~:!~¿';~~ulta preciso hacer referencia a previsiones espeCIales con· automática, sin necesidad de interpelación previa al deudor -art.
tenidas en la LNOP. 509, Cód. Civ.; arto 48, LNOP-, salvo que la necesidad de interpe-
lación previa haya sido pactada expresamente o bien que se trate
del vencimiento de un plazo fijado judicialmente, si la acción judi-
~ 2D6. ÁMBITO DE APLICACIÓN OJ3]ETlVO cial quedó limitada a este aspecto. En cambio, si el acreedor acu-
muló las acciones de fijaci6n de plazo y de cumplimiento, " .. . el
Como 1o In. d'!Ca en su a.rt 19, la ley comentada . un-
establece"kz.. el'
d .. 3__ deudor quedará c01l8tituido en mora en In. fecho indicado por kz
de :t Uzació de los valores de las emu.hl'... por e sentencia para el cumplimiellto de In. obligaci6,," (art. 509, Cód.
régi17l81l ac tU! de" ~ Uín ,le obra material o Intelectual . .. ".
cución de contratos ooac d Ji '6 de
Hay aquí distintos limites al ámbito objetivo e ap caCI n
12 Bana, Rodo]fo c., La actualización por desvalori¡t"a.cidn monetaria tkl
la ~PPAr rlp nmntn RP. anlica sobre los valores de las deudas. precio contraciuol en los contrato.> admini8trativos, Contratos administratitJns
"Asociación Á'P'p,.¡t;n., ;¡~ l"'>._" __ , .'
1028 CON'l'RATO DE OBRA PÚBI..lCA LA MORA PE LA ADMINISTHAClóN COMITENTE 1029
Civ.). Debe recordarse que, de acuerdo con lo establecido en el constituyen operaciones de crédito con cláusulas de actualización
art. 59 del decr. 2348n6, el plazo de pago fue fijado en su límite de valores.
máximo para todos los contratos de obra del sector público en el De acuerdo con la resol. H. 516/77, luego ratificada por el arto
orden nacional, por lo que no puede darse el supuesto, en caso de l° del decr. 2611/78, la exclusión se limitará al monto efectiva-
omisión en la documentación contractual de establecer el plazo de mente negociado del certificado, mientras que "la parte no nego-
pago, de plantear la acción judicial de fijación de plazo, salvo que ciada" permanecerá comprendida "en el régimen de actualización
el contratista, siempre ante el sHencio de la documentación con- de la ley n9 21.392" (art. 19 in fine, decr. 2611/78).
tractual, pretenda que, por la naturaleza del caso, el plazo de pago I,a intención de esta norma es clara. Si el contratista negocia
debe ser inferior a los establecidos como máximos en la citada su certificado en alguna operación de crédito que le permite in-
norma reglamentaria. gresar el importe de ese certificado a su patrimonio, con deduc-
El arto 29 in fine de la LAD, en forma concordante con el arto ción del costo de la operación, obviamente, la mora de la Admi-
48. LNOP, exige que la mOra no sea imputable al contratista, lo nistraci6n no le producirá el perjuicio de la desvalorización mone-
que puede ocurrir por " ... reclamaciones sobre mediciones u otra, taria -que es lo que quiere remediar la LAD- sobre el importe
calMas con motivo de la efec11.ción de la obra y ellas resultasen in- efectivamente negociado.
fundeti<w o se interrumpiese la emisión o el trámite de los certifi- Establece el alto 19, LAD, siempre con referencia a los impor-
cados u otros documentos por actos del m;"mo (del contratÚita) . .. ". tes negociados, que sobre ellos "continuarán rigiendo las normas
Como el mismo art. 48 lo dice, la actitud del contratista debe ser pertinentes de lo. ley 13.064".
infundada, es decir contraría a derecho. De lo contrario, Una vez Ahora bien, en el supuesto de mora de la Administración, de
demostrada la razÓn del contratista, debe considerarse que la mora acuerdo cau el art. 19 del decr. 2611/78, sólo deberá abonarse al
de la comitente se produjo a la fecha del vencimiento del pago, contratista "los intereses moratorios establecidos por el art. 48 de
con todos sus efectos (ver supra, Cap. XVI, § 182). la ley 13.064", modificado por el art. 89 de la ley n9 21.392.
3) Como lo señala la LAD en el art. lQ, su régimen resulta En realidad, como se ha visto, la LAD remite a la LNOP, la
aplicable a las deudas contraídas por la Administración Pública que regula el régimen de la mora eu su art. 48. La reforma intro-
-en el sentido indicado en supra, § 205- como consecuencia de l. ducida a esa norma por el arto 89 de la LAD suprimió la palabra
ejecución de contratos de locación de obra material o intelectual. únicamente que lucía en su anterior redacción y que llaMa dado
De aquí que resulte de especial importancia delimitar con pie a interpretaciones que limitaban el efecto de la mora única-
precisión la naturaleza de "locación de obra" de un determinado mente al pago de los intereses del tipo fijado en dicho arto 48.
contrato, ya que los restantes L'Qntratos que celebra la Administra- Suprimida la palabra únÚ'4mente corresponde interpretar, so-
ción Pública o bien tienen su régimen especial -como es el caso bre lo que se volverá más adelante, que la mora de la Administra-
del contrato de suministro, a través de la ley 21.391- o quedan so- ción produce todos los efectos jorldicamente admisibles, no limi-
metidos a la apreciación judicial, en cada caso' concreto, Con res~ tados exclusivamente al pago de intereses.
pecto a la procedencia de la actualización monetaria sobre el mon- Así, si como consecuencia de la mOra de la comitente debe
to de las deudas abonadas en mora, correspondiendo entonces la abonar tasas de interés superiores a las previstas en el citado arto
remisión a lo expnesto en supra, t. I, Cap. IV, §§ 26, 27 Y 28. 48, o bien frente a un reclamo judicial o extrajudicial de su acree-
4) No todas las deudas emergentes de certificaciones, o de dar, debe hacerse cargo de la actualización monetaria de la deuda
distintas formas de instrumentación del crédito del contratista, se en mora, la Administraci6n comitente deberá responder en su exac-
encuentran alcanzadas por el régimen de actualización establecido ta medida de los perjuicios soportados por el contratista como con-
en la LAD. secuencia de la mora. La nueva redacción del ario 48, LNOP, ya
En el párrafo final de su arto 19 , esta ley excluye a "las deudas no da pie para interpretaciones limitativas y la remisión que a esa
emergentes de certificados que hayan sido ob/eto de cuak¡uier ti· norma hace al arto 19, LAD, no contiene, tampoco, ninguna res-
":¡p 't1pnf)/,,117r'¡nn nm- 'Harte ¡¡.el r;ontratista'~. salvo aquellas que
,...,fl tl'icci61l.
LA MORA. DE LA AOMINISTRACIÓN COMITENTE 1031
CONTRA'l'O DE OIlIlA PÚBLICA
1030
u otras de ~ualquier naturaleza> según tuvo ocasíón de díctaminar
De manera que la limitación contenida en el ar!. 19 del decr. la ProcuraClón del Tesoro de la N aClOn
.. 14 ,
2611/78~ deberá, en los casos concretos J atacarse por .inconstit.ucio~
nal, ya que en este punto el reglamento en cuestión ha restringido
derechos acordados por la ley reglamentada. § 207. ÁMBITO DE APLICACIÓN TEMPORAL
Por supuesto que sobre los importes abonados por el contra-
tista corno consecuencia de la mora de la comitente es aplicable
"~:~:f:chae ¿ctuali~a~i6n
El arto 69 , LAD, establece que el - ' d .
el régimen de actualización de la LAD, ya que se trata de deudas que ella regula se aplicará a las deudas
contratdas por la Administración por la ejecución de un contrato ta de plazo de pago estipulado contractualmente o vene',;"en-
de locaciÓn de ob!"a pública.
Tal es el casO de los intereses mora torios que deba abonar el
los quince (15) días de la. fecha de publicación" d:~;em~s:::r de
contratista a su acreedor. Si hay retardo por parte de la Adminis- Respecto de las deudas existentes -es decir ya e I
mento a te . d' d ' n mora a mo-
tración en saldar tales jnteTeses~ deberá afrontar su actualizad6n el que : b s ~n lea ,~- se actualizarán a partir de ese momento
dentro del régimen establecido por la LAD 13. ., .• e er consl erarse corno fecha de arranque de I '
En cuanto a las "deu.iJ.<u¡ emergentes de certificados incluídn. arto 7Q. con los efectos del art. 2Q' LAD ,segun
hzaclon - Id' a actua·
o !spuesto por el
en op61'aCiOM8 con cláusulas de aclWlli:zación de vawres" son al.
canzados por el régimen de actualizaci6n de la LAD, arto 1Q, con ¿Significa lo expuesto que hasta ese momento '
la sola exigencia de que el contratista notifique, acompañando las desde la fecha de publicación de la LAD- las 'cud -qumee dlas
la Ad . . ,¡ '6 u as en mora de
constancias probatorias pertinentes, a la comitente en ocasión de zación~nls nlCl n no eran susceptibles de recibir ninguna actuaH~
la presentaciÓn de la solicitud prevista en el arto 3° del deer.
Nótese que la LAD fue publicada el 28 d
2611/78. esa fecha nue t ' f ' e agosto de 1976. A
Corresponde destacar que, cualquiera sea la cláusula de ac- o 1 sdro p~18 su na ya muchos años de alta inflaciÓn y
tualización que haya pactado el contratista con su acreedor para P r o menos, os anos de super inflación. '
la negociaci6n del certificado. el método de actualización, com- Además, a esa fecha el inc ro 1" . , ,
prendido el tipo de indice y tasa de interés, al que se encontrará Administraci6n Pública se 'encontr:baP/~,en¡to cromcdo de nuestra
ch d d o av a agrava o por los he
obligada la Administración, es el establecido en la LAD.. sea ello os e or en general por todos conocidos' de manera que ex.,t;an
deuda ' .-
en perjuiciO O en benefício del contratista, sin perjuicio de lo que s en mora con una sorprendente antigüedad.
se señalará más adelante. Por otra parte, la tasa de interés admitida or el art 48 '
Debe señalarse, por último, que el art, 1Q in fine de la ley estaba muy lejos de cubrir al contratista de I p . , LNOP,
21.392 claramente se refiere a los efectos de su exclusión del régi- nómicas de la mora, as consecuenCias eco-
men de actualización monetaria, "a !as deud& '!1"ergentes de cer-
in' t"este cuadro de las circunstancias para compro b ar Ia esen-
cíal Baste
tificados que hayan sido ob¡eto de cualquier tipo de negociación JUS lela que representaría responder en forma positiva a 1
por parte de los controtístxzs. , . ", Como se ve, la calificaci6n de pregunta formulada más arriba, a
la leyes totalmente amplía, y abarca, éQIl10 ella lo establece, a
f E~ p~oblema ya había sido resuelto por la jurisprudencia del
"ctlalquíer típo de negGciación"~ es decir, prenda comercial, cesíón)
uaro e eral ,en, numerosos casos donde, haciendo referencia O no
a I~ LAD, unammemente se admitió la procedencia de J ctu Ji
13Bes.ulti\ aphcabl.:: la doctrina del siguiente fallo p1enario:, "Cuando se
zaClón por desvalorización monetaria, desde el momento ~~mo ad~
demanda el cobro de. "ima suma de dinero cOrrespondiente a intereses deven~
gados por un capital totalmente cancelado con anterioridad, relativo a certifi~
cados de obra. procede condenar en la sentencia al pago de intereseS sobre la 14 DfctómeMs 147.
181
; IRm b¡én dictamen del 1111l/1983, expediente
~.. _~~ • ..-" ,_._~,.. qO_Q'1~ "M. B, M. S. A. <:/Direcci6n Gral. de ó(),1R/Al. MOSP.
T
Sin embargo, fue una actitnd bastante frecnen!e de los distintos de octuaUzl1ción de las deudas que contraiga el Estado . ." emergen-
comitentes administrativos el no querer reCOnOcer la aplicación de la tes de la ejecución de un contrato de locación de obra.
LAD sobre este nuevo crédito del contratista, es decir sobre la ac- Operada la mora, ¿cuál es la deuda contraída, emergente de la
tnalízación e intereses de¡ados de pagar en tiempo oportuno. ejecución del contrato? Sin duda, el capital adeudado y sus acce-
De esta manera se burlaba la ley: de nada vale qnc se reconozca sorios. En realidad, el capital real adeudado y sus accesorios, puesto
la actualización de las deudas en mora) si esta actualización es abo~ que la actualizaciÓn no es un accesorio del capital, sino éste mismo
nada con moneda depreciada que, según el tiempo de la nueva mora, considerado a valares reales, conlorme al método establecido por el
puede importar la total pérdida de significación económica de la legislador.
misma. Si la deudora, si~p~e a posteríorí de la mora, abona el capital
En realidad, la soluci6n a este problema se encuentra en la mis- nommal 8111 '.u actuahzaCl6n e 1I1tereses, queda debiendo el importe
ma LAD. de estos dos ultImas conceptos que se han transformado en nna suma
Como se ha visto, la LAD establece en su art. 19 "un régimen líquida y exigible a partir del momento en que el capital nominal
es saldado.
Se reinicia a.,¡ el sistema de la LAD, en una mecánica que si
los valores de las dendas contraídas por el Estado, debe evitar que por tal bien puede convertirse en eterna, ello lo será por la exclusiva culpa
llormatividad queden los particulares fuera de la pl'Otccci6n debida, en situa- de la mala práctica administrativa.
ción de indefensión,
"Discutiéndose eH'estiOl1es de contenido estrictamente patrimonial) es apli- Por consiguiente, la aplicaci6n de la misma ley 21.392 trae el
cable el principio de la renunciabiIldad de las garantías constitucionales. remedio paTa la situaci6n contemplada en los párrafos anteriores.
~'Los decretos reglamentrtl'ios goza.n, corno todo acto gubernamental, de La cuestión fue aclarada por el deeL 2611/18. Éste, en su arto 59
una presunción de legitimidad que sólo puede caer ante una acabada com-
probación de invalidez.
fijó un plazo de pago de la actualizaCI6n e intereses -diez días há-
"La racionalidad de la reglamentación depende de su adecunción al fin biles contados desde la fecha de pago del capital original o desde
de la ley y no es paSible de tacha constitucional, en tanto no quepa hnpug- el reclamo del contratista, "el que fuera posterior" que si bien es
narla con base en su inequidad manifiesta, exagerado en su cuantía, permite a la Adminish'aci6n liquidar yaba.
"Los errores que comete pI voto disídente son muy evidentes: 1) el de w
método matemático del decreto, o bien la v/a de la reparación Este sistema se dio en llamar "desagio" por cuanto, según lo expre-
plena, que requiere la prueba de los daños según la regulación sado en la motivaci6n del mismo reglamento, tuvo como finalidad
procesal correspondiente. evitar una brusca transferencia de ingresos entre los operadores
económicos, en favor de quien había constituido una obligación
incorporando en su crédito. expresa o tácitamente, expectativas in-
§ 214. OTRAS CONSECUENCIAS DE LA MORA. flacionarias que, luego de la sanción del decr. 1096/85 y la imple-
LA CUESl1ÓN DEL "DES AGIO" mentación de la nueva política económica, se vieron d"'mentidas
por la realidad, al producirse a partir del 15 de junio de 1985 una
De acuerdo con lo establecido en el arto 513 del Cód. Civ., el también brusca desaceleración del proceso inflacionario: en cifras
deudor mOroso debe soportar las consecuencias de la pérdida o aproximadas, la reducciÓn fue del 30 % men.'ual al 2 % también
deterioro de la cosa debida, cuando esos hechos acaecen como mensual, y ello, de un dia para el otro, sin que haya exageración
resultado de un caso fortuito, siempre que este último haya ocu· en esta expresión.
rrido luego de operada la mora. El "desagio" iba también a repercutir en los contratos de obra
Esta disposición no deberla tener efectos prácticos tratándose pública, pues los pagos debidos por los distintos comitentes esta-
de la mora de la AdministraciÓn comitente en saldar los créditos tales en razón de la ejecución de sus contratos de obra pública,
derívados de un contrato de obra pública, habida cuenta que lo contratados con anterioridad a la vigencia del nuevo sistema, tam-
que debe es una suma de dinero -por tanto, imposible, en su va- bién se desagiaron según la escala aprobada par los distintos de-
lor constante, de sufrir pérdidas o deterioros- y que la LAD ya cretos que fueron sancionados al efecto.
protege al acreedor por las consecuencias de la depreciación mo- En realidad esta cuestión se encuentra ligada fundamental-
netaria. mente can el régimen de la variación de costos en la obra pública,
Sin embargo, la citada disposici6n legal ha cobrado importan- pues, en definitiva, la caída de la inflación, y consecuentemente,
cia COmO consecuencia de una curiosa situación generada a partir la calda de la tasa de interés en el mercado financiero, significó,
de la sanciÓn del decr. 1096/85, en especial con la tabla de con- de ordinario, una reducciÓn del costo financiero en beneficio del
versiÓn inaugurada por su art. 49 . constructor, y por lo tanto, componsable en favor de su comitente.
El citado decr. 1096/85 modificó el signo de la moneda de Por esta razón el tema será estudiado cOn ocasión del análisis ín-
curso legal en el país, declarando el cese del peso argentino ($a) tegral del régimen de variación de costos.
y la vigencia de la nueva denominación monetaria, el austral (A), Pero el problema tuvo también otra variante, interpretando
cOn una conversión de $a 1.000 por A 1. Sin embargo, en su rignrosamente la letra del arto 49 del decr. 1096/85 -"desagia"- a
art. 49 dispuso que las obligaciones de dar sumas de dinero expre- la "feeba del pagd' las comitentes estatales abonaron sus deudas
sadas en pesos argentinos deberán satisfacerse en australes, según en mora según la escala de conversión o desagio correspondiente
una conversiÓn establecida en la Escala de Conversión anexa al al dla de efectivo pago, de manera que cuanto más tarde pagaban,
decr. -y las sucesivas que fueron sancionándose también por vía es decir, cuanto más morosas eran, menas pagaban. Debe seña-
de decretos del Poder Ejecutivo Nacional- "según la paridad que larse que lo que en un primer momento se creyó era una inco-
corresponda a la fecha de pago". Este sistema de conversión fue rrección material en la redacción de la norma, luego se vio que
establecido de manera decreciente, de forma tal que a partir del no era aSÍ, pues fue ratificado y reglamentado en los varios de-
día 16 de junio de 1985, el posterior al primer dla de vigencia del cretos que siguieron al dictado del 1096/85, relativos a la aplica-
nuevo sistema, los $a 1.000 comenzaron a valer menos de A 1, ción del "desagid' al contrato de obra pública, tan nnmerosos que,
según nna escala decreciente día a día (que llegó a ser de $a. 1.000 además de ser un signo de una verdadera incontinencia reglamen-
== A 0,216646 para el 31/12/85 y todas las fechas posteriores, se- taría por parte de la Administración Pública, demuestran una real
gún el decr. 2264/85) siempre para las obligaciones de dinero con- situaci6n caótica en la concepción de todo el sistema.
traldas en pesos argentinos y de acuerdo con la "fecha de pago". Concretamente el art. 17 del decr. 1725/85 sancionó la proce-
1060 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA LA MORA DE LA ADMINISTRACIÓN COMlTENTE 1061
dencia del "desagio" para las "obligaciones en mora" en los con- conforme con su diligencia empresaria, con la posibilidad de bene-
tratos de obra pública; ¿cuál es la razón de la aplicación del des- ficiarse aún más -según lo analizado en el parágrafo anterior-
agio a las obligaciones en mora? que can el supuesto agio que enriquece a las sumas percibidas
El decI. 1125/85 -luego modificado por el decr. 1620/86, el tardiamente. En definitiva, el deudor debe hacerse cargo de su
que redujo la incidencia práctica del des agio- no aclara esas ra- propia torpeza, máxime considerando que se trata del sector pú-
zones, aunque puede suponerse que, tratándose de obligaciones blico, es decir el mismo que, haciendo esta afirmación con un
que, por efecto de la mora, se ven incrementadas al momento de criterio naturalmente más vinculado con la realidad económica que
su pago tardio con los intereses devengados o con la depreciación can las formas organizativas adoptadas por el Estado, generó la
monetaria calculada en base a la ley 21.392, esta tasa de interés o modificación de la situación económica y estableci6 la referida
el Índice de reajuste tienen incorporadas las expectativas inflacio- tabla de "des agio".
narias anteriores al decr. 1096/85, o bien, arrastran esas expecta- De todas maneras, si el acreedor, por las circunstancias apun-
tivas. Se trata siempre de evitar la transferencia injustificada de tadas, se beneficia realmente al percibir el pago tardio, éste será
ingresos en perjuicio del deudor y en beneficio del acreedor. un hecho a considerar en el caso de que pretenda, además, ejercer
Esta explicación económica, que puede ser cierta en determi- alguna acción resarcitoria por daños y periuicios, según lo anali-
nados casos y falsa en otros -en definitiva el error esencial del zado en el parágrafo anterior, situación que sin duda será tenida
sistema de "desagio" inaugurado con el decL 1096/85, por lo me- en cuenta por el Juez en la causa en el momento de valorar la
nos en lo que al contrato de obra pública se refiere, es su aplica- procedencia misma de la acción o el monto de la condena.
ción genérica e indiscriminada, con lo que puede provocar situa- Debe destacarse que la jurisprudencia ha rechazado la proce-
ciones de grave injusticia- es imposible de ser admitida juridica- dencia del des agio luego de ocurrida la mora del deudor, si bien
mente, pues excluye considerar los efectos de la mora, según el en casos no referidos al contrato de obra pública, pero cOn razones
régimen establecido por el ya citado art. 513 del C6d. Civil. válidas para cualquier tipo de relación juridica.
Debe notarse que el legislador ha querido estimular el cum- En especial cabe mencionar la doctrina sentada por la Corte
plimiento puntual de las obligaciones, con la finalidad de garan- Suprema de Justicia de la Nación 28, en su primer pronuncia-
tizar el buen orden de las relaciones juridicas y la paz social, ha-
ciendo pasible al deudor moroso de graves responsabilidades, en-
tre ellas asumir las consecuencias del caso fortuito posterior a la 28 CSN, in r6, "Tello, Roberto c/Provincia de Buenos Aires", 17/10/85,
mora. Si el deterioro o pérdida de la cosa debida no debe perju- causa originaría, donde también Se estableció la doctrina ya anunciada por los
tribunales inferiores en distintos pronunciamientos, de que el desagio no es
dicar al acreedor inocente, por la misma razón su acrecentamiento aplicable en las deudas de valor (en el caso, una indenmiz,lción pOI' causa
debe beneficiarlo, aun a costa del deudor, quien se vio colocado de expropiación). Otros pronunciamientos merecen ser cilados: "Gutman,
en esa situación por la sola razón de su incumplimiento culpable. "Raúl c/Merbaum, Mauricio", CNCiv., Saja D, 31/10/85, LL, 1986-D-108:
Podría sostenerse en contra de la anterior argumentación que "O:>rresponde sustraer del llamado 'desagio' a las obligaciones nominales en
pesos argentinos en caso de mora del deudor, ante la necesidad de asegurar
e! arto 892 del Cód. Civ. exonera al deudor por las consecuencias d debido resarcimiento frente al incumplimiento imputable.
gravosas del caso fortuito, a pesar de la mora, si la cosa debida "La momsidad del deudor abre las acciones de responsabilidad a favor
se hubiese perdido o deteriorado igual en manos de! acreedor, de del acreedor (art. 508, 509, 622, Cód. Civ.), 10 que supone la pOSibilidad
haber cumplido el primero con su obligación en término. Por ello, de obtener un adecuado resarcimiento por el incumplimiento imputable. Si
se juzga desvaliosa la conducta del deudor, no podría, insólitamente, benefi.
podría afirmarse, si el deudor hubiese cumplido en término, el ciarse con la aplicación de desagio de ninguna especie, p¡lra cuya aplicación
acreedor no se hubiera beneficiado con el supuesto mayor valor debería -paradójicamente- invocar su propia torpeza.
incorporado a su crédito como consecuencia de la modificación de "Si se desagia la deuda morosa, el acreedor no recibe 10 que se le debe,
las condiciones económicas. Pero este argumento es absolutamen- en abierta violación a lo dispuesto por el art. 740, del Cód. Civ., ni el p:tgo
te falso, pues, si el deudor hubiese cumplido en término con su puede reputarse íntegro, con sacrificio del arto 742 del citado Código"
"El elecr. 1096/85 se l"efiere a obligaciones Dact:::trln~ l"'l'\n "' .... .¡.,,-. •• ~~.":...1_...1
obligación, el acreedor hubiera dispuesto de esa suma de dinero
Comru:ro DE OBlIA PÚBLICA
LA MOllA DE LA ADMll'lSTBACIÓN COMITENTE 1063
1002
so se inició antes del decreto (1000!85) y vendó después, situa-
miento sobre el tema, donde sostuvo que el régimen de desagio
, t "las obligaciones a plaw, cuyo cur- ci6n que de ninguna manera puede encuadrarSe en el caso exa-
contempla lneqUlvocamen e a
CAPiTULO XIX
LA PRERROGATIVA MODIFICATORIA
5 Oh. cit., ps. 398 y 399. acla~-a el autor citado, aJ~ún beneficio para el gobierno (Administración) o
b Gon71tlez Pérez, Jesús. Indemnizacfón al controtlSÚJ en los supuestos de detnmento para el contratJsta es normalmente necesario en orden a fundamen-
resolución del contrato por suspensión temporal de las obras por plazo supeJ hu una enmienda a un contrato gubernamental
dor (J u» año, «Revista de Jo. Administración PúbHca", nO 103. Madrid. enero w
7 Oh. cit., Curso de derecho admini-strati15o, t. 1, p. 584.
abvil 1084, p, 2ZS: "TAl Administración Púb)¡¡;a, en cuanto sjrve a los intere- & 'Para el anállsis y 1a crítica de esta posición doctdnal, ver supra, t. 1,
ses generales (art, 103,1 de 10. Constitución} no puede renunciar a sus potes- Cap. r, § 6.
tades ni excluÍr Su libertad de acción en la gestión del bien común_ Entre 9 Ariño Ortiz, Gaspar, Teoría del eqUivalente económico en los contra~
estas potestades figura la de modificar los pactos concertados", De alguna tos administratioos, "Instituto de Estudios AdministrativQS", Mad!icl 1968, p.
manera éste eS el principio desarrollado pOr la Corte Suprema de los EE. UU. 226 y siguientes. '
en la "doctrina de fos derechos investidos" (vested ríghts) según la cual un < ~IO Mestre' Delgado, Juan Francisco, I~a pOSición singular de la Adminf.s-
oncial del gobierno no tiene autoridad para "donar" (gíve away) un derecho tr~lO? en la contratación admini8tratioo y la..t;¡ garantías de.1 contratista según
investido en favor del gobierno: "ln the absence of a statute specífical\y so la jW1sprtldencia contencioso-administratív{J reciente "Revista Espa.fío]a de De~
provicling no officec of tlre government has authorHy to give away oc surren- rec~o Administrativo", n>i) 47, ~'iJadrid, Julio/setiembre de 1985, p, 425 Y SS.,
der a right vested in 01' ¡lcquiroo by thc government undel a contraet» {W. defme el ins varitlndí como « . • • el poder que la Administración tierre de mO-
N0/11 Kevp.". nI.. ('\L GD1;ernment r.()tltri1rt~. H. 24: v 242 L POl" In t~mto dificar. nh",('f'H'n .."tp "'"., ,,;.. ~.,A -l"J .~,,~~!~ . J l ) ·
1070 CONTRATO DE OBRA PUBLICA
LA PRERROGATIVA MODIFICATORIA
1071
Coincido con los autores antes citados en cuanto destacan que y concretas relaciones jurídicas de distinta naturaleza en las que
el denominado ius voriondi DO es, en estricto sentido, un derecho interviene la Administración, entre ellas las contractuales.
de la Administración, al menos en un sentido absoluto, Por ello . , La pre]'rogat¡v~ es así una parte integrante de cada relación
es irrenunciable, aun cuando la modulación de su ejercicio pueda ¡undlca. admmlstrahva, no vive fuera de ellas, sino que las integra
estar libremente pactada por la Administración y su cocontratante. necesarl~ente, y no por voluntad de las partes sino por imperio
Sin embargo~ en un sentido relativo, la atribución modificatoria de las eXIgencias propIaS de la justicia distributiva.
es un derecho ejercitable, pero de naturaleza particular, en cuanto Por pertenecer al régimen específico que acompaña necesaria-
que es nacido de una prerrogativa que se encuentra necesaria~en ~ente a la Admin~stración sujeto de derecho, la prerrogativa es
te incorporada en la norma juddica y, por lo tanto, resulta. Irre- I~renunclable; por mtegrar también necesariamente la relación ju-
nunciable, Es derecho relativo por cuanto no puede prediCarse r~dlca, concreta en la que la Administración es parte, la prerroga-
sino en relaci6n con la estructura propia del régimen exorbitante tiva trene su propIO modulación según el tipo de relación de que
que el vinculo jurídico de justicia distributiva expresa sistemáti- se t]'at~ -relación contractual, contrato de obra pública- y, según
camente. las vana.ntes que pueden sel' introducidas por la voluntad de las
Para adarar mejor la cuestión, conviene recordar las distin~ par:es, .sIempre dentro de los límites que fija el ordenamiento y la
dones hechas en otra oportunidad 11, con referencia a las nociones aplrcaclón al caso de la Justicia distributiva,
de poder, pcrtestad y pre1'1'ogativa, conceptos que son de dis¡mil En cambio, la pot~stad se confunde con la noci6n de poder o,
utilidad dentro del sistema de derecho administrativo. en todo caso: lo espeCIfiCa en sus distintas variantes de ejercicio:
Muy sintéticamente puede aquí reiterarse que el término po- el poder es sIempre la causa formal del Estado, que se manifiesta
der expresa un principio político, ya que el poder es la causa, formal en la potestad .~e ordenar, reglamentar, juzgar, legislar, etcétera.
del Estado. Como tal el poder caracteriza al Estado, manifestán- En conduslOn, la prerrogativa modificatoria es connatural a
dose como un principio ordenador de los miembros q~e integ~an la relación contractual y adquiere, por su naturaleza, una especial
el cuerpo social y cuya finalidad es la realizaci6n del. bl€n c~mun, 1l11portanCla en ;1
contrato de obra pública, de manera que su es-
Su aplicación práctica en el orden coneret::: de la VIda so~;al se tudIO ,es un capItulo importante en el análisis del régimen de este
realiza por diversos medios, desde la sanClDn y promulgaclo~ de espeCIa] contrato administrativo,
la ley hasta el uso material de la fuerza, pasando por los distmtos , Como integrante del ré~imen, jurídico del contrato de obra pú-
cometidos del Estado moderno; servicio de salud, educacl6n, pres- bhca la prerrogativa modlf¡:ator~ puede definirse como aquella
taciones industriales, etcétera. El poder es, entonces, un principio que le pernllte a la AdmlmstraclOn modificar unilateralmente las
ontológico político que se realiza a través de medios jurídicos y condic~ones de ,Ci"cuci6n del trabajo público, con la debida com-
materiales, pensaclón econOffilca en favor del administrador constructor.
Es aquí donde adquiere su sentido el concer:to jurídico. d~ ~re-
1'1'ogativa, ya que ésta es precisamente uno de los medIOS ]undlcos
de aplicar el poder en la realidad concreta, que no es otra que la § 216, DISCREClONALIDAD DE EJERCICIO
relación jurídica administrativa o, mejor, cada una de las reales DE LA PRERROGATIVA MODWICi\.TORIA
al lavoro assunto) senza avere rlccvuto rordine per iscritto del Direttore dei ajeno a las partes, Por consiguiente, no es estrictamente Un hecho
lavori, nel quale ordine sia cHata la interven uta superiore appl'ovazione; in aleatorio, sinO algo que necesariamente va a ocurrir~ aunque depen~
difcrtto dell'approvazione, Yappaltatore non solo non puo pretendel'e alcun au~
mento di prezzo od índennita. ma e obbligato anche ad eseguire queUe rifor..
me che l'ammínistrazione ritenesse opportuno di ordínarc) o1tre al pagamento
~, ,'"
1076 CONrRATO DE OBRA FÚBLICA LA PB.ERROGATIVA MODIFlCATORIA 1077
diendo de la valoración que la Administración haga de las circuns- contractual que vincula a las partes, límites que, en algunos casos,
tancias. Es decir) sí la modificación es conveniente para asegurar se encuentran reglamentados normativa mente y según lo señala, a
el fin de interés público que la obra persigue y si la Administra- título de principio, la legislación española (ar!. 48 de la Ley de
ción considera apropiada la relación de costo utilidad que la eje- Bases de Contratos del Estado): "Una vez perfeccionado el con-
cución de tal modificación supone, entonces dispondrá la ejecución trato, la Administración sólo puede modificar los elementos que
de aquella variante, ejercerá su prerrogativa modificatoria. Si no lo integran dentro de los límites que establecen la presente Ley
lo hace, simplemente no estará cumpliendo con su obligación de y su Reglamento".
generar con los mejores medios posibles el bien común, lo que po- Es que la prerrogativa modificatoria no puede ejercerse, sin
drá provocar responsabilidades administrativas e incluso políticas, la autOfizacíón del contratista, en una medida O intensidad que
aun cuando no contractuales, pero de ninguna manera puede con- signifique alterar las bases mismas de la contratación, imponiendo
siderarse a estas conductas como aleatorias. Son simplemente vo- prestaciones que, de haber sido conocidas en el momento oportuuD,
luntarias, aunque dependiendo de las circunstancias del momento. hubieran desalentado al administrado en convertirse en contratista
Por lo expuesto, el ejercicio de la prerrogativa modíficatoria de la Administración O bien lo hubiesen impulsado a hacerlo en
afectará} necesariamente, la ecuación económico-financiera con~ condiciones sustancialmente diferentes.
tractual, pero su recomposición es un problema que hace al pago La prerrogativa modificatoria nD puede importar una reduc-
del precio del contrato, sin que reconozca naturaleza resarcitoria ción de la obra a su mínima expresión, en contra de las lícitas ex~
alguna 14. pectativas que el contratista tuvo al contratar~ como si se tratase
de una rescisión encubierta, como tampoco puede ampliar la obra
§ 218. LÍMITES DE LA PRERROGATIVA MODIFICATORlA
en un alcance que se encuentre fuera de la capacidad del contra-
tista. Tampoco puede alterar la calidad esencial de la obra, su
estabilidad, aptitud para cumplir con su finalidad, etcétera. Pero
Como el ejercicio de otrás prerrogativas administrativas deri-
no sólo estos límites están puestos en protección del contratista,
vadas del régimen de derecho público (régimen exorbitante) la
sino de la misma Administración, de manera que actúan aun cuan·
modificatoria no puede llevarse a cabo de una manera ilimitada.
do el contratista preste su confom1idad a la modificación. Así la
Cada prerrogativa encuentra su límite propio en la naturaleza de
Administración comitente nD podrá alterar la base licitatoria, de-
la relación jurídica en la que se ejerce o en algunos casos, en la
recho de oposición que puede eventualmente ser ejercido por los
naturaleza de la relación jurídica a que da origen, modificando
que fueron terceros oferentes, y sobre todo no podrá alterar la re-
una situación jurídica anterior del administrado. La prerrogativa
gla de la licitación previa, introduciendo una obra esencialmente
modificatoria encuentra sus !lmites en la naturaleza de la relación
nueva bajo la exCusa de una modificación dentro del esquema del
contrato vigente, ni contraríar tampoco los principios hacenda1es
14 Debe señala.rse que, en el derecho español. la misma legislación cla-
que fueron examinados en supra, t. 2, Cap. IX, §§ 77 Y 78.
sifica a la cuestión estudiada dentro de la categoría resal'citoria. Así el se~ As¡, entonces, los límites a la potencia modificatoria de la co-
gundo párrafo del art, 146 del ya citado Reglamento de C'..ontratos del Esta- mitente de lilla obra pública pueden clasificarse como siguen 1;:
do: "El ejercicio de esta prerrogativa (la modificatoria) llevará consígo In.
obligación", a cargo de la Admínisiración, de indclnniz!'n los daños y perjllÍ-
cios originados al "contratista en los términos establecidos en este Reglamen~
to". En cambio. la legisJación nacional habIa de "vrecío" (art. 38) lo mismo 15 1..'1 doctrina utiliza díslintos criterios clasificatorios. Ver al respecto,
que la provinCial (v. gr.. art. 50 LOP de Mendoxa -"nuevos precios"-, v Jurísro Sánchez. oh. cit., La elocución del contrato,. <, ps. 187 y $S., quien
<1rt. 46 d'('l Proyecto CIMOF, al igual que las legislaciones provinciales que a cita a Laubadere y su distinción entre limitaciones emanadas del Consejo de
dicho proyecto se atuvieron) sin peljuícios de la pwcooenda de ciertos dere~ Estado o del contenido de los plOpios couhatos; también a Carda de Ente~
chos índemnizatorios que nazcan CQmo efectos secundados del ejercicio del nía. quien habla de límites formales y materlnles, Sánchez acepta la dasífi~
tw ooriaooi. Pero el efecto principal es la modificación del precio del C011- cac16n de límites Clk'lntitativQs y (;unlitütlvos, que coineide pürdalmente con
trato en lo que corresponda. la utilizada en el texto,
1078 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA
LA PRERROGAnvA MODIFlCATOlUA
107
a) Inherentes al contrato: -límites cualitativos
-límites cuantitativos, su prestación se torne más gravosa de lo que aquél puede aceptaJ
- límites de procedimiento situación que en la práctica difícilmente ocurrirá ya que, de toda
b) Ajenos al contrato:
maneras, la COmitente se encuentra obligada a compensar al con
-limites presupuestarios,
tratista por todos los perjuicios que sus decisiones pueden gene
'do amPlio deberla señalarse que la carIe. Sín embargo) la cuestíón igualmente mantiene importancia
"!aturalmente, en un sentl I 'tente Alcrce su ius ';0-
. . ., íste en que a COffi1 -1 . pues el contratista podría preferir la ejecución del contrato en lo:
principal hmltaclon cons 'd d de interés público, Este pnn- términos planteados originalmente antes que verse envuelto en unf
riand; para satisfacer una neceSI a t tablect'do en nuestras le-
d tA e'presamen e es , I'ec1amación frente a su cocontratante, especialmente si se tient
cipio, aun cuan o no es d 1 turaleza misma de la cuestIón
vos de obra pública, ema~a. e ~,nade legalidad. Pero, en un sen-
d 1 Admtn.stracU)f¡
en Cuenta que puede sufrir una serie de perjuicios de difícil va,
loración económica o, aun, de dificil prueba en 10 que hace a su
y del pn~clplO e a,
¿ ,. •
d un límite, sino de un presupuesto para misma existencia, tal como los perjuicios derivados de la falta d,
tido estrIcto, no ~e bata. e, á exactamente, de un elemento
~el '~~d::"'¡c7:c~~ l:d~inistrativo
disposición de la capacidad empresaria para ejecutar otras obras
el ejercicio cnyo obi,eto '! codn- (v,gr., presentarse en nuevas liCitaciones), por estar dicha capa-
que hace • a:,a 1 den modificatoria, La Vl.olaclOn e
tenido es~ precIsam~nte~ la Ord 'nsfacer con el ejercicio de esta
cidad totalmente Ocupada o comprometida como consecuencia de
la modificación del contrato,
este requisito esenclill: busca~ o r:~sto por la ley que autorizó su
prerrogativa un fm dlshnto leun fin público, importará un su- Pero estas limitaciones a la prerrogativa modificatoria de la
ejercicio, aun ~uando se t::J:r en los ténnillOS de lo dispuesto por
Administración tienen Un campo de mayor importancia práctica en
la protección del interés público, que se vería seriamente compro-
puesto de deSViaCI6n de p d P cedimientos Administrativos, con
el art, 7°, inc. f, d~ ladL';; leta r~él acto por el cual se ejercitó la
metido si por la vía del ejercicio del ius varíandi pudiese convenir
l. consiguiente nul~da ~ sO u -así será en la realidad práctica de los hechos-- can su contratista,
prerrogativa modiÍlcatona. de manera directa, estipulaciones contraetuales que no pudieron
formar parte, en su momento, de las condiciones del procedimiento
de selecciÓn, o que se quisieron evadir, irregularmente, de las re-
§ 219. LiMITES CUALITATIVOS glas de la misma selección, especialmente, la del trato igualitario,
En este Caso la prerrogativa modificatoria, que s610 se justifica
.. ,It rafa anterior que la Administraci6n no por una razón de interés público, se estaría ejerciendo para con-
Ya Se
. dlJO
'tar en
su el paI g . mO dificatona en una .medida que trariar una finalidad, precisamente, de interés público, Como lo es
ed prerrogatrva
pu e eJe!er " ¡itativa de los comprOmIsos contrac- la que fundamenta a la regla del previo e imperativo procedimien_
signifique una alteraCIón cua ., uaHtativa aquella que alcance to de selección, lo que supone un claro caso de desviación de
tuales, entendie~o por altera~~; t~ansformillldolo en lino distinto poder.
a las notas esencIales del cO,ntr, nta al manifestar su aeuer-
1 artes tuvIeron en cue Otro aspecto importante de teller en cuenta, vinculado con el
de aquel que as p " ' ó n or lo demás, no se encuentra anterior, es la protecciÓn de los derechos de los terceros adminis-
do de voluntades, Esta. hml~~ ¿nfratísta; por el contrario, COmO
sólo planteada en b,;ne~clf ~ :ituciOlles del derecho administra-
trados que fueron oferentes en el procedimiento de selecci6n rela-
tivo al cOntrato que se pretenda modificar. POr lo expuesto antes,
ocurre con la mayona: e as 1~, e una adecuada protecdÓn de si la modificacíón importa alterar las bases licitatodas de manera
tivo, tiene su fu~dame?to t~r;,,~ e~ la defensa del interés público, que, si de haber sido expresadas las ahora nuevas condiciones en
los derechos del contratista c 'd a la situación de los tcrceros los pliegos que rigieron la licitación del caso, estos oferentes hu-
d 1 ne esidad de ConSI el r d 1
a la vez e l"a edo como oferentes en e1 p rocedimiento e se ec- biesen cotizado de distinta forma o hubiesen podido demostrar
que han par l()Ipa d cu a modificación se trata, que eran más aptos para ejecutar el contrato según sus nuevas
oión que dio vida al contral? t el tmitación tiende a evitar que condiciones, o bien demostrar que el que resultó adjudicatario no
En defensa del contratis a, a tenía, al momento rfA r.fpri-" ... 1_ ~_ ..."
1080 CoNTRA,:ro DE OBRA PÚBLICA
LA PJ.1ERROGATIV A MODlFIGA.TORIA,
1081
el contrato en dichas nuevas condiciones, tales oferentes se encuen~ Las principal,es modificaciones cualitativas susceptibles de vio-
tran agraviados en sus derechos emergentes de la relación jurídica lar. el límIte aqUl anahzado (sin intención de agotar los posibles
establecida con la Administración en virtud del mismo procedi- casos. q~e son, por naturaleza, heterogéneos y circunstanciales) son
miento de selección. Por consiguiente -y por las razones que se las sIgUlentes '. en el sujeto; en el plazo; en la metodología construc-
explican en infra. Cap. XX, § 231 a donde cabe la remisión-, es- hva; en el objeto; en el precio.
tos terceros administrados tendrán derecho a cuestionar la modi- La modificación en el sujeto ya fue estudiada en supra t 1
ficación planteada en contradicción con las reglas de la seleccio- Cap. III,. § 22, correspondiendo aquí insistir en que la ad';'is;6~
nabilidad del contratista 16. de la ceSIón del contrato o su subcontratación fuera de lo autori-
zado po: I?~ pliegos,. además de ser sufícient~mente motivada, no
deb;' .pelmltJr que se Il1troduzcan en el contrato quienes no estaban
16 NatuG'\Jmente este cuestionamjento tendrá que ejercitarse a través dl1 hab¡htados para ser oferentes en el procedimiento de selección res-
las vías impugnatorias administrativas Q judiciales, según corresponda. Quien pectlvo. Lo expuesto corresponde al cambio del sujeto construc-
impugne deberá demostrar. además de' su calidad de anterior oferente en el
procedimiento de selecci6n del caso, que en aquel procedimiento se eneontra~
tor, por cuanto. al comitente, salvo algún supuesto de excepción
ha en condicíones de res\lhar adjudicatario, de' no haber sido considerada la g~neralmente Yll1culado al cambio de jUlisdicción territorial del
oferta del actual contratista como fa mb conveniente. Cumplido este requi- rmsmo. -y,gr., un~ obra c~ntratada pOr un sujeto estatal nacional
sito, cabe preguntarse cuál será el contenido de la pretensión hecha valer por e~ ced,da a un sUjeto prOVIncial o municipal-, no provocará agra-
este tercero adminístrado en un proceso. administrativo o judicial, en el que
VIOS .;,n l~s derechos del con~ratista o de terceros ni tampoco en el
necesariamente deberá tomar parte el contratista, además de la Administra-
ci6n comprometida. Tal pretensión, entonces, será simplemente impugnatoria '~t~les pubhco,. ate~to la VIgencia del principio de la comunica-
del acto ad'miniSb'atlvo que decidió la modificaeión del contrato, con la pre- b,hdad de patnmomos estudiado en otra ocasión ".
tensi6n subsidiaría, para el supuesto en qUe! la cuestión se resuelva luego de La modificación en el plazo tiene vinculación con lo estudiado
que la modificaci<'m fue efectivamente llevada a la práetica. de una indemni- en s.upra, t. n, Cap. XIV y can el derecho del contratista a res.
zación dineraria por la pérdida de )a expe<.ütiva o clH\nce contractual que €l
juez deberá valorar prudencialmente. indemnización que estará a cargo de la ~mdl:, el contrato 1'01' culpa de la Administl'ación cuando la modi.
Administración comU'€ote, Cabe señalar que, de acuerdo con los principios IcaClOn taJ:to, en los p.lazos secuenciales como en 105 conclusivos~
J
generales, esta impugnací6n no trae aparejada necesariamente la suspensión supere el; hmlte a~tonzado normativamente, según se estndiará
de la eje'CUción de )a modificación o, en su caso, de la obra como tm todo, en. el capltulo relatlvo a la extinción del contrato. De todas ma.
salvo que se den los supuestos de excepción que justifican la procedencia
de la suspensi6n dél acto administrativo o la medida de no innovar judicial,
nel ~s¡. est~,á a cargo de los tel'ceros oferentes al controlar si tales
Por lo tanto, la admisión de este tipo de impugnaciones no afecta al interés mi; I lca~on~s se originan en razoncs objetivamente justificadas
público y sí lo protege. por cuanto los particulares, según estA demostrado . entro e as que cabe incluir, a estos efectos, la conducta ne-
pOr la experiencia, suelen ser más diligentes en la defensa de sus propios in- ghgentc de la comitente), o en la intención de alterar las bases
tereses que, en este caso, coinciden oon el común. La admisi6n de esta teo~ sobre las cuales se resolvió la adjudicación al contratista en cuestión
ría supone aceptar )0 expuesto en supra, t. 11, Cap, 1, ~ ':/2, acerca de los (11-
canees de los derechos de los oferentes en el procedimiento de selección y h dLa ?,OdlflC~ClÓ~ en el proyecto constructivo puede tener tras~
no distinción enh e interés legítimo y derecho subjetivo, El impugnan te, en cen en(!la por SI nusrna O resultar 1a causa o consecuencia de otros
la hipótesis aquí planteada. tiene un verdadero derecho al respeto de los prin-
eipios fundamentales del procedimiento de seleeción, derecho que no $e agota
en el momento de la adjudicación, pue'i tal procedimiento $e prolonga en d
tiempo al insertarse en Ja ejecución del contrato según la doctl'lna de los ac- trabajO n,o Ida hará por, ;nlera curiosidad sino porque tendrá sospechas d 1~
tos colilJ;ados. La posibilidad de eíercer esta aCcWn impugnatorla depende de guna entlda COn reJaclOn a lo octtrxido 1 '. e a
la adopción de nlgím mecanismo de publicidad de estos actos, que por OIT3 trato. En definitíva, todas estas incide~ci°as °n:;useonesta{¡ OCUlTlenfo,. en, el oon~
parte se corresponde con el sistema republicano de gobierno adoptado ,por hl demuestran el carácter de fund . ro s que a tetnahvas que
Coustitnción Nacional, 'el que, mientJ'flS no se instrumente (lo que no será tíene sohre todas las imWucion:;1~~1° d~:eech'o' .redla~)~nt dt~ ius(tkia distributiV,l
demasiado oomplicado en plena era informática) puede sustituirse con la sim~ eaI'. J,y' 2, ;.' Jas rernlSl.Oues
. . allí efedlladas),
mmlS l'a JVO ver SUP' (j, t 1
' , . •
pIe admisUm del acce..'\o del interesado, previa demostrflci.6n de su calidad' de 17 Ver Barra, Rodolfo e oh ·t Pri .. d
oferente. a 1:1.<; ilctnaciones. slmonkmdo Que el administrado aue se tome tal ps. 183 v 184. " . el" nctpU)S e Derecho Administratino,
1082 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA LA PRERR.OGATIVA ~rO})LFlCATORIA 1083
''111.
cambios, ya sea en la cantidad de obra a ejecutar, en el plazo, et- mente pueda consid?ral'se como un cambio de sistema de trabajo
cétera, Se trata aquí de no imponer al contratista una metodo- o empleo de maqumanas tolerable para el contratista, con una
logía constructiva ajena a su capacidad empresaria o que signifiq~e adecuada Compensación económica como lo establece el texto del
un mayor costo no siempre sencillo de demostIar y valorar, SIn CIMOP, sin que signifique la ejecución de un contrato sustan-
perjuicio de valer aquí también lo expuesto en cuanto a los dere- Cialmente d~erente del original. Dentro de este lhuite, la obligación
chos de los terceros anteriores oferentes. del contratista de acatar la orden modificatoria de la comitente
Este aspecto del ius variandi no se encuentra habituahnente es plena, c~nforme con lo regulado por la legislación respecti.
contemplado en la legislación de obras pú~licas, de manera que, va y perCIbIendo las compensaciones que más adelante se ana-
a diferencia de lo relativo al plazo y cantidad de obra, nO hay lizarán.
¡¡mites expresamente regulados en cuanto hasta q~é aJc~nces la Naturalmente, el objeto del contrato no puede ser modificado
Administración puede ejercer esta prerrogatIva modIfICatOrIa. Por en ]0 que hace a su misma individualización como cosa a cons-
supuesto que la ausencia de regulación legal ~o signjfic~ un. cer- truir (un edífic!o en lugar de, un puente, para poner un ejemplo
cenamiento absoluto de la prerrogativa, smo solo una eXIgencIa al exagerado) o bren con alteraclOnes de características tales que en
intérprete jur'idico, especialmente al juez, de valorarla con un . Cl'í~ la práctIca representen un cambio de la cosa, aun cuando ello s6lo
terio prudencial y circunstanciado. Sin embargo, ,alguna; legIsla- se refiera a su destino y no importe una mayor cantidad de obra
ciones traen una regulación expresa sobre la matena. ASl la LOP a ejecutar, p~ro si una distinta calidad de obra, como por ejemplo
de Mendoza, que en su art. 49 establece, en la parte pertinente, vanar el deslrno del edificio a construir de escuela a hospital, etcé-
lo siguiente; "Se le relevará de esta obligaci6~ (:" refIere a la t~r~, I?e todas maneras, en la gran mayorla de los casos, la mo-
obligación del contratista de aceptar las modifIcaCIOnes Impuestas d1flCaclOn en el objeto tendrá referencia a variaciones cuantitati~
por la comitente) "si las alteraciones implicaren la necesidad .de vas, que serán estudiadas en el parágrafo siguiente.
emplear maquinarias O sistemas de trabaJo" que no hublere~ SIdo Un importante supuesto de modificación en el objeto es aquel
necesarios para ejecutar la obra contratada, Una dlSposlClOn SI- que se presenta cuando el íos cariandi representa la supresión de
milar se encuentra en el art. 45, inc. b, de la LOP de Formosa; una p~rte de los trabajos que san sustanciales para el cumplimiento
"Que estas modificaciones no obliguen a emplear maquinarias o del objeto del contrato a que se ha obligado el coutratista según
sistemas de trabajo que excedan la capacidad técnica y disponible lo han est~díado Fernánde~ Croncnbold y Bianehí en un' impor-
de la empresa y que no hubiera sido necesario emplear para eje- tante trabajO que aquí se sIgue en sus lrneamientos principales 19.
cutar la obra contratada~> 18, Estas di"iposicioneSI se reitera, no El caso que se plantean los autores citados es cuando, por
deben ser interpretadas en el sentido de una prohibición absoluta, medIO de la supresIón de determinados ítems o rubros del conve-
sino como un límite que obligue a no superar lo que prudencial- nio se impide qu~.la obra p:oduzea el resultado querido por el
~ontrato, en defmltlva, se le Impide al contratista alcanzar la ca.
hdad de .la obr,a tenida en cuent~ al contratar. Tal es el supuesto
18 En algunos casos se trata a esta cuestión CQmo si fuese la definición de la elrrmnaclón de la eJecucion o instalación de determinados
de un adicional de obra, lo que no siempre será asÍ, Por ej. el tedo del art, 45 componentes vitales para la óptima calidad de la obra, que pueden
in fine del Proyecto Cn.;:OP (y de las legislaciones plOvinciales que lo sj~
guieron): "En los casos que para ejecutar los ttabajos precedentemente cita- comprometer tanto su seguridad como, en un caso menos extremo
dos (se l'enel'e a las modificaciones cuantitativas de la obra) se deban em- S~f rendimiento ! eficacia. También, cuando se suprime la realíza~
plear equipos que difieran manifiestamenle de los que bubieren sido necesa- Clon de deternunados ensayos que verifican la calidad de la obra
rios para realizar la obra contratada. se convendrán precios nuevos". Aquí y permiten corregir la existencia de posibles defectos, situaci6n
tambíén se deberá. tener la precaución de no sobrepasar el límite de lo razo-
nable ya que, de ]0 contralio, bajo Ja excusa de la definici6n de un ítem nue-
vo por la necesidad de emplear dístintos equipos, ge podria llegar a alterar
el precio del contrato de una manera tan sustancial. que se incurriría en las 19 F'emández CronenOOld. Luis ], y Bianchí, Alberto B.» fAl alteración
irregularidades ana1izadas en el texto. del contrato de obra pública y la reSCisiÓn del mismo, EV. 121-700.
IIIII....A..A........ • • • •
~~d¡¡: o~
235 a 237, las modificaco a cargo e J.nnuzú, oh. ci. L' A alt CI-
el contratista estaria disp011iendo sobre su patrimonio sin afectar la naturaleza: de ]a. abr'" I nes no debt.-'O. importar notables pp. ps.
•d' " C{jmo po,- ejempln l' IcaCIOl<eS de
al interés público ni a los derechos de terceroS, a, .neg~cml, en la economía estructuxaJ d ,;n e nudeo esencial de la volun-
En el derecho europeo, el estudio de las limitaciones de la ~ica lt~tegraCi6n entre las varias partes deel c.onnato n~nifestnda por la ar~
Administración comitente, en lo que hace al ejerciciO del ¡tlS va-
rittndi, transita mÁs sobre las limitaciones cuantitativas _donde es
~aturaleza ~e
as meas fundamentaJes d I '
la obra contra":', ~~~~e~~b~~ e¡e~utane extra~o: ~rr~
. optUi, tampoco deben se I
,,:abaje,
cesante. Claro está que este constreñimiento de los derechos del efecto sobre el precio del mismo) y sobre el valor del conjunto de
contratista rige sólo para el supuesto de las modificaciones mera- l~ obra, En definitiva, el art, 38 será aphcable a los contratos por
mente cuantitativas} pero no así cuando la variación, además de ajuste alzado SIempre que, lo que será la situación más general,
superar el limite del 20 % en más o en menos, es también cualita- puedan individualizarse rubros o sectores de la obra con su precio
tiva, lo que se analizará más adelante; el cual, en última instancia, podrá obtenerse por una relación por-
b) Para los contratos por unidad de medida, simple o en el centual con respecto al precio total 29.
conjunto, el art, 38 fija el mismo ¡¡mite del 20 % en más O menos
pero calculado sobre el valol' del item, cuyo exceso "dará al COfl-
29 Es importante transcliLir el aHieulado que sobre el tema contiene el
trati¡;ta el derecho '{He le confiere el 'lrt. 53". Proyecto de 1986 de reforma... de la Ley Nacional: "Att, 48. - Las modifica-
En realidad -y esto resuelve la cuestión anterior- ambas nor- ciones impuestas por decisión de la administración serán obligatorias para el
mas se encuentran interrelacionadas, de lnanera. que) si las modi~ contratista siempre que se ajusten a las siguientes condiciones:
Hcaciones previstas en el art, 38 importan en el total del contrato . »0) Que en conjunto y en forma acumulativa no superen el veinte por
CIento (20 %) en más o en menos, del monto total del contrato actualizado
-en el total de los costos o trabajos contratados, como dice el a la fecha de cada modificación;
a11, 30-, un aumento o reducción superior al 20 %, será de apli- , "b) Q~e estas modific~ciones no obliguen a e:r:nplear maquinarias, pres-
cación el art 3U y su remisión al art. 53, Claro que esta interpre- taCiones o Sistemas de trabajos que no hubiesen sido ofrecidos en la licitaciÓn
tación es válida para los contratos por unidad de medida en el por el mntratista .
..Art. 49. - En el ca.!lO de que las alteraciones cuantitativas impuestas en
conjunto, En la unidad de medida simple, en la que no se ha virtud del artículo anterior, únicas o sucesivas, superen en un írern en mis o
definido un total de contrato, la cuestión puede tener una mayor en menos el veinte por ciento (20 %) se convendrá para aquél un nuevo
complejidad, Sin embargo, si hay puntos de referencia p~ra va- precio,
lorar el conjunto de la obra deseada por las partes -por eJemplo, "En el caso de oontratos celebrados por unidad de medida, -el porcentaje
a través de la fijación de la cantidad de unidades, aun cuando no de variación se calculará independientemente para cada item modificado, 50-
hre la base de la cantidad prevista contractualmente. El nuevo precio sólo
exista una definición global de la obra- la interpretación expuesta $P apJical'á a la cautidad de trabajo que exceda del veinte por ciento (20:%)
tendrá plena vigencia. De no existir ninguna referencia a la obra a la prevista en ese ítem del contrato, entendiéndose COmo tal la que figura
en conjunto o a la cantidad de unidades, supuesto realmente ex- ('n el presupuesto contractual, y a la totalidad del íteIl} en caso de disminu-
cepcional y casi impracticable en la obra pública, deberá enten- cí6n, A tal efecto se adoptará como elemento de Ieferencia el oomputo y el
análisis de precios oontcnidos en la oferta.
derse que las partes han querido someterse integramente a lo dis- "En caso de partidas globales. éstas deherán ser discriminadas en los
puesto por el alt, 1639 del Cód, Civ" por lo que, si bien el art, 38 dist:tntos ítems que las integran mediante determinación de cómputos y apIí~
de la LNOP continuará teniendo plena aplicación en lo que hace cac~ón de precios individuales, que en su conjunto, totalicen el precio global
al importe de cada ítem, no será necesaria su integración con los cotizado, procediéndose en la forma que se indica para el sistema de ajuste
al~do,
3rts, :30 y 53, pues la cuestión queda resuelta con b aplicación del "En las obras que se contraten por el sistema de ajuste alzado cuando
mismo art 1639 del Cód, Civ" es decir, la posibilidad en cabeza estén definidos los precios conespondientes a los items a modificar ; el poi~
de ambas partes de resolver el contrato una vez ejecutadas las centaje de alteración del ítem no excediera. en más o en menos, del veinte
"partes designadas", por ciento (20 % J, se prorederá de la siguiente manct.R: el precio total del
ítem modificado será el contradual disminuido o aumentado según corre5~
A la vez, en los contratos por ajuste alzado, el art. 38 tendrá panda con el porcentaje que resultare de la modificación, El porcentaje de
aplicación en aquellos supuestos en los que se haya contratado alt.eración de cada ítem modificado se establecerá en base a dos cómputos: !';ll
por análisis de precios o individualizando distintos rubros de la prlmero. efectuado en base R los planos y especificaciones del proyecto de li w
obra, sobre los cuales existan referencias suficientes para estable- citación y el segundo, teniendo en cuenta ]05 planos y especificaciones de la
cer el valor de cada uno de ellos con independencia del precio modificaci6n proyectada,
"En caso de alteración mayor del veinte por ciento (20 %) se conven~
globaL En este caso, la decisión de la Administración de modi- drá un nuevo precio que se aplicará al excedente en caso de aumento y a la
ficar tales aspectos de la obra será valorada desde la doble pers-
:J~ ____ .'._~, ~,'" 1 ........ ,1" ",,,rl~ {+.t>"t'V'I ( .... ru'\ .:::n
,?€
!~~~~l~~_~d _~~~ ~~~:r? en caso disminución. En todos los casos !o~ pag~ por
1090 CoKTRATú DE OBRA PÚBLICA LA PRERROGATIVA MODlFICATOlUA 1091
Como ya se dijo, en la mayoría de los casos estará determi- recer, en principio, de trascendencia, pues el comitente pagará ín-
nado el valor de cada ítem según los datos que el contratista ha- tegramente l?s costos del con:,;ato y el honorario o ganancia pac-
brá declarado en el análisis de precios acompañado a su oferta (y tado, cualqUIera sea la ertenslOn de la obra y siempre que no se
que debió ser tenido en cuenta por la Administración al adjudicar) p:oduzca un aumento. de costos debido a la impericia o negligen-
en cumplimiento de lo dispuesto por el arto 23 del decr. 3772/64, Cia del constructor. Sm emhargo, tanto las limitaciones hacendales
reglamentaría de la ley 12.910: "A los efectos de la correcta apli- o presupuestarias de la Administración, como los derechos de los
cación de la ley, los oferentes, juntamente con su propuesta, de- terc?ros qu~ fueron oferentes en el respectivo procedimiento de se-
berán acompañar el análisis de precios de cada uno de los ítems leCCIón, oblJgan a considerar también aquí aplicables los aspectos
que componen la obra, cuando así lo establezcan los pliegos de VIstos precedentemente. Por supuesto que también cuenta la si-
condiciones, determinando al pie de cada ftem una tabla de por- tuación del contratista quien, sin perjuicio de ser justamente com-
centajes de incidencia de cada uno de los elementos intervínientes pensad.o p~r la Administración (lo que en definitiva ocurre en
en el costo», Si bien esta norma está orientada a la aplicación cualqUIer hpo de contrato de ohra pública) puede tener interés
del régimen de variación de costos, es evidente que los datos apor- de no verse comprometido con el contrato más allá de un cierto
tados por el citado «análisis de precios" serán de gran utilidad límite o, a~ revés y para el supuesto de reducciones, no baberse
para en el supuesto aquí estudiado; comprometido en un contrato que en definitiva resulta de una im-
e) Para los contratos por costo y costas este tema debeTÍa ca- portancia much? menor que la tenida en cuenta al ofertar y con-
trat:u-. De aqm que, adaptado a las particularidades de esta es-
peCIe contractual que muchas veccs se justifica por la dificultad
de contar con un proyecto y presupuesto definitivos en la eta
del momento de ejecución y medición. El plazo de obra se deberá modificar del pr0CE!dimiento de formación del contrato, aquellos principi~~
en función del volumen de los tra.bajos a ejecutar y del plazo que demande serán váhdos aun cuando no pueda, en el caso, considerarse el li_
11\ tramitación administrativa de aprobación, siempre que ésta hubiera origi~ mite. del 20 % en más O en menos. Pero, a falta de una limite
nado demoras cuantificables en los trabajos",
Como se ve esta proyectada regulación legal es la sustancialmente segui- precISO que determine la cuestión desde su aspecto cuantitativo
da en el texto. No debe llevar a confusión lo establecido en el art. 49, se- re~irán las razones antes expuestas y que establecen límites cuall:
gundo pánafo, cuando señala que en los contratos por unidad de medida "el tativos, pues, en definitiva, tampoco en este caso puede obligár-
porcentaje de variación se calculará independientemente para cada itero mo~ sele a~ contratista a ejecutar una obra sustancialmente distinta que
dificado", pues sólo está estableciendo una metodología para calcular la va~ la temda en cuenta al contratar "'.
riación del Ítem sín por eso indicar que las variaciones en los iteros, en Fll
conjunto, no deben tener relaci6n con el valor total de la obra. Por el con- .. La ley Nacion~l utiliza, en lo que hace al cómputo de lo mO-
trario, el arto 48, inc. a. está estableciendo el principio genera): "que en con- dIfICado, una terrnmología un tanto ambigua pero que no deberla
junto y en forma acumulativa no superen el 20 % . , ." el que es Hmíte de generar maY?,res problemas de interpretación. AsI, en el art. :JO
la obligación de acatamiento del contratista, en todos los casos, según 10 dís~ se reflere a aumentos o reduccioMS de costos o trabaios contra-
pone el art. 98 de1 mismo proyecto de ley: "El (:'()ntrausta tendrá derecho a
rescindir el contrato en los siguientes casos: .,.h) cuando las alteracioDes o
modificaciones del monto contractual previstas en el arto 48 excedan de las
condiciones y del porcentaje obliga.torio en él establecido ... ". 30 Lo expuesto no, excluye supuestos en los que la obra. a pesar de co-
Al respecto, la ;urispIudencia ha señalado: '''En el contrato de obra pú~ ~e.sponder a la cat,egona de costo y costas, fue licitada conforme a bases ob.-
blica por ajuste alzado~ celebrado conforme al arto 5~, inc. b, de la ley n~ Jetivas de referenCIa, existiendo en la dOcumentaci6n licitatoria datos acerca
13.064~ el costo estimativo y los precios unitarios tienen la utilidad de servir de la cantidad de obra a ejecutar. Este caso es el que prevé el art. 48 del
de regla pa.ra fijar el valor de los trabajos tldicionales y el saldo positivo o Proyecto ClMOP (como 1as legislaciones d't'! San Juan Catamarca Neuquén
negativo de las modificaciones introducidas al proyecto originario. Los au- Entre Rios, etc.) que establece: "En los contratos eel~brados por" el sistem;
mentos de trabajos se computan sólo en las cantidades que excedan de ]as de coste, ~ costas el porcentaje a que se refiere el art, 45 (20 % sobre el
que para el ítem respectivo figuran en el presupuesto (art. 38)", CNCont- mo~to báSlCO c~:mtra.ct;t;al) Se calculará sobre las cantidades de obra contrata-
adm. Fed.~ Saja IlI, "José Sueiro y Cía. e/Estado Nacional". 3/7/86, '''Ré- das. Igual disposlClOn se encuentra en el art. 49 in fine de la LOP d
C1;Yn"'.... ,.t", l Q Arfmhli ... f'ruf"/m Plihiíf":l"'" 1()()~19}L MendOl.a. e
T .... y ....... - - - - - -
con lo expresado en el parágrafo anterior, estas disposiciones del encuentran totalmente diferencindas. En el Caso de unidad de
arto 38 serán también aplicables a los contratos por ajuste alzado, rr;edida, la solución es similar a la contenida en la legislación na-
cuando en enos existan items o rubros o sectores de obra, valori- CIonal: p~r,o ~~ el contrato por aj~ste, alzado se precisa que si la
zados de manera separada con respecto al precio global de obra, modlflcaclon ... lmportase en algun ltem un aumento o disminu~
pues en estos casos, a los efectos de la modificación del precio, lo ción superior al 20 % del importe de dicho item los precios apli-
trascendente es la incidencia de las nuevas magnitudes de trabajo cables serán fijados por análisis y de común acuerdo entre las
sobre cada uno de esos sectores y no sobre el total de la obra ". part~s,. en la forma que se establezca en los pliegos de bases y
La distinción es importante, por cuanto en el contrato por condICIOnes. El porcentaje de la alteraci6n se establecerá sobre el
ajuste alzado que carezca de precios unitarios o discriminados:, cómputo e.special efectuado para el caso, en base a los planos y
cualquier variación de "costos O trabajos contratados" es de legí. espe~lflCaclOnes del proyecto que integra el cOntrato, con prescin.
timo abono en favor del contratista a quien se le saldará "el im- denCla de cualqmer otro cómputo que pudiera figurar en la docu-
porte del aumento" o soportará la reducción del precio, según la mentación". Un texto similar se encuentra en el urt. 51 de la le.
mee/mica que más adelante se indicará. En cambio, en los otros gislación mendocina, regulación que indica la necesidad de esta.
casos, dentro del ¡¡mite del 20 % no habrá modificación alguna blecer un. cómputo especial para determinar tanto la magnitud
de precios, es decir, el aumento de trabajo no será abonado al de la vanaClón de lo~ trabajos como la modificación del precio
contratista, pero tampoco le será afectado el precio del ítem en que aquélla trae aparejada ", lo que distingue la situación del su.
caso de disminución. Paradojalmente, en este punto, el contrato puesto de unidad de medida en el que tal cómputo especial no
res.ulta ex'gldo. Cabe seftalar también que ambos sistemas legis-
por ajuste alzado es más sensible a las variaciones que el caso
latl~os, . ~ dIferenCIa de la ausencia de previsi6n que existe en la
de la unidad de medida, lo que demuestra la relatividad de estas
leglSlaclOn naclOual, establecen que, si el ejercicio del íus variandi
categorías en el contrato de obra pública. Naturalmente, en el ge~era la creación, de un ítem nuevo) se dete:tminará el precio a
tipo contractual por costo y costas, los aumentos y reducciones ten- aplIcar por analogla con los precios contractuales o por análisis
drlm una incidencia directa sobre el precio, teniendo en cuenta de precios,
la mecánica de facturación de estos contratos, sin perjuicio del El nuevo precio se establecerá de común acuerdo entre las
derecho del contratista a oponerse " la modificación, por razones partes, según lo dispone el arto 38 de la LNOP. En caso de no
cuantitativas o cualitativas, según lo ya estudiado, arribarse a tal acuerdo, la norma autoriza a la Administración a
Las legislaciones prOvinciales son un poco más precisas en esta disponer que los trabajos de la totalidad del ítem disminuido o los
cuestión. Así, según el Proyecto C1MOP, y las legislaciones que excedentes del aumentado, se ejecuten por "administración" o por
lo siguen, las hipótesis de ajuste alzado y unidad de medid~ se terceros contratados al efecto. Naturalmente que no debe inter.
"debe formalizarse en documento administrativo ..... que la justifi- Para Cianflone, en ltalia, la exigencia de una orden escrita
que, describa y valore, según lo dispone ~I art. 150 del.Reglamen- en la que, además, se deje constancia de la aprobación superior
to de Contrataciones del Estado. Ademas, como requlSlto subje- de la modificación en cuestión, es requerida ad 8tlstantiam, lo que
tivo se exige la competencia del órgano que propone la modifica- excluye la posibilidad de que el contratista se valga de otros me-
ción, indicando así una tramitación más compleja que la prevIsta dios de prueba en orden a demostrar que los trabajos distintos a
en nuestras normas de obra pública 40. los pactados fueron ejecutados por disposición de la comitente 41.
Por supuesto, la decisión de modificar la obra debe provenir de un
órgano competente 4~, cuestión que plantea otros problemas que
40 Ibíd., p. 197, En ias ps. 202 Y 203, Jurlsto Sánchez reseña así el van a ser estudiados más adelante.
desarrollo del procedimíento, que considero útH transcrib~r: :'~Q Propuesta. del Naturalmente que, puede adelantarse ahora, la inexistencia de
dírector de la obra~ integrada por 'os documentos que jushnquen, descnoo,n una orden escrita es insuficiente para obstaculizar el derecho del
y valolen aquélla (cláusula 59, PCAG). Estos. d~cument?s .son la n~emona contratista al pago de su Cl"édito por la ejecución de obras no in-
(justificación). los planos y pliegos d~, prescn~clónes tecnl,c~s. part1Culal~s
(descripciÓn) y el presupuesto (valoraclon), pOlque, en ~efmlhva. se trala cluidas en la documentación contractual pero que fueron el resul.
de redactar nn proyecto que tendrá que ajustarse a las IDlsmas normas qur-. tado material e inevitable de circunstancias ocurridas durante la
rjgieron para el que es objeto de reforma (arts. 63 a 12, RCE). misma ejecución de los trabajos. En estos casos, la realidad y la
1>.2;9 A continuación, el proyecto debe ponerse de manifiesto al co~tr:l equidad se imponen sobre cualquier requisito formal, que es sin
tista. Es el llamado trámite de audiencia (cláusula 59 PCAG). que no tiene
duda lo sugerido por Montmerle en sus comentarios de los Cahiers
por objeto obtener un acuerdo con efecto vjnculante para las partes. sino sim-
plemente facilitar la tramitación del reformado. El con~atista puede hacer
las manifestaciones que le convengan sobre los aspectos tecnicos del proyectü
en los tres aspectos -ya indicados de la justificación, descripción y valoración.
Sus alegaciones sirven así para depml'u el proyecto reformado) pero no para punto de vista jurídico, pues -es preceptivo el informe de la Asesoría Jurídica,
dar su consentimiento pues el objeto o la materia de éste es algo todavía pro- según disponen los artS. 18. LeE y 51, RCE.
visionaL La Administración no le hace en este momento una oferta firme de "6 9 Además. hay casos en que el informe jurídico es todavía más depu·
modificación, sino que simplemente le informa de la existencia del. reformado rado, pues se hace intervenir al Consejo de Estado. De acuerdo oon los arts,
en tramitación, Bien es verdad que si en este momento el contratista ya ma- lB, LeE y 51, RCE. este Alto Cuerpo Consultivo debe emitir Su dictamen
nifiesta su voluntad de no aceptar la modificación, particularmente cuando en los contratos cuyo precio sea superior a 500 millones de pesetas y sean
puede rechazarla (arts. 52, LCE y 157, RCE), la Administración puede va~ objeto de una modificación que exceda de) 20 por 100 del precio del c'Onttato.
riar el curso de su decisión. esto es, puede transformar el expediente de mO- ~ir¡ Cuando ha de dictaminar el Consejo de Estado, el expediente de
dificación del proyecto por ótro de resolución del contrato, Pero aun con es- modificación talnbién debe ser informado previamente por el Consejo de' Obras
to, no puede considerarse este trámite de audiencia cómo el vehículo de' un Públicas y Urbanismo, El Reglamento de este Consejo) de 10 de noviembre
acuerdo de voluntades entre las partes, de C'drácter contractual y por tanto de 1979, pl"evé su informe en 'las modificaciones sustanciales de orden técni-
vinculante, co O económico' (art. 6<') y en 'los asuntos que se someten al dictamen de)
n3Q Oído el contratista, el proyecto se depura ahora dentro de la propi,a Consejo de Estado'.
Administración por medio del infol'me que debe emitir la oficina de superVl~ ....So? Corno la modificación de un proyecto afecta a obligaciones de la Ad-
sión de proyectos del Depal'tanlento ministerial correspondente. Este órgano ministración de carácter económico, con independencia de su alcance en ca-
tiene la misión) entre otras, de examinar las modificaciones de los proyectos, da caso concreto, eS necesario que el reformado quede físcali:l.ado por 1a
incluso en su compwbación aritmética, rccabar.do las aclaraciones, ampllado* lntervendón General de la Administración o de sus J.)e]egaciones en los Depar-
nes de datos o estudios, o rectificaciones que crea oportunas, y exigiendo la hlmentos miuisteriales. A estos órganos les corresponde la 'intervención críti-
subsanación o subsanando por sí nüsmo Jos defectos observados (art, 16, RCE). ca o previa de todo acto, documento o expediente susceptible de producir de-
"4<' Después de esta supervisión del proyecto reformado puede recaer )0 rechos u obligaciones de contenido económico' (art. 93, LCP),
que en la práctica suele denominarse aprobación técnica. ltsta corresponde "9<' Fiscalizada ia modificaci6n del proyecto, el 6rgano de contrataci6n
al jefe del Departamento o a la autoridad en quien haya delegado o descon- puede ya lesolver sohre su aprobación defiuitiva, la cual tendrá que ser notin
centrado esta facultad pues debe aplicarse en este punto la misma norma quc flcada al contratista que podrá consentir la modificación o interponer los r~
rige para la aprobaciÓn del proyecto en la fase de preparaciÓn del contrato cunos que procedan",
(art. 78, RCE). 41 Cianflone. oh. cit, ps. 590 y 591.
"5Q Seíluídamente el reformado es objeto de examen o estudio desde el 42 lbíd., p. 586.
1104 Col'rr:sA'ro DE OBRA PÚBLICA LA PRERROGATlVA MoDIFICATORIA 1105
des CÚlUS@S Admini8tratives Générale8 (arts. 184 y 1&'» cuando cI0n de una obra puede imponer. Así, puede plantearse el caso
afirma que la variación. en tanto que el derecho a obtener el reco- que la necesidad de la modificación se presente con relaciÓn al
nocimiento del valor respectívo, no debe necesariamente ser resul- mismo trabajo en eíecución material, en orden a corregir un de..
tado de lo establecido en una orden de servicio, pues existen casos fecto, normalmente de proyecto, que está afectando de manera
en que ella surge de la ejecución misma de los trabajos 43. inmediata la estabilidad total o parcial de lo construido. En lal
En nuestro derecho, la cuestión fue tratada tanto en el orden caso no resulta admisible que el c'Üntratista paralice la ejecución
nacional como en las legislaciones provinciales. La LNOP regula de los trabajos -es decir, la ejecuci6n de la modificación que evite
este tema en sus arts. 29 y 31. De ellos surge como primer'a con. el inminente daño a la obra- a la espera de la orden de la co-
clusión que el contratista no podrá ejecutar ningún trabajo que no mitente,
se ajuste estrictamente a lo pactado en el contrato que, COmo ya El interés público y las exigencias del principio de colabora-
se ha visto, se encuentra integrado por la documentación técnica ción entre las partes obligan a admitir cOmo de legítimo aboll(} la
que formó parte de la documentación licitatoría y por toda aquella modificación llevada a cabo por el constmclor a pesar de la ausen-
que, a posteriori, hayan convenido las partes, bajo pena de no re- cia de previa orden escrita 44.
conocérsele el importe correspondiente a esos trabajos. Aun cuan. Un problema más delicado es el relativo a la autoridad com-
do l~ norma no lo dice, pues por su redacción -arto 31- parece petente para decidir la modificación. Para la legislación mendo-
refenrse sólo a los aumentos y no a las reducciones de obra, en cina, por ejemplo, la decisión debe emanar de la misma autoridad
caso de reducción decidida unilateralmente por el contratista, se que "adjudicó la obra o encomendó los trabajos" (art. 49), para
tratará de un incumplimiento contractual que habilitará a la comi- luego, a través de la inspección de obra, efectuarse la notificación
tente a la aplicación de las penalidades pactadas e, incluso, a la al contratista por escrito "con transcripción o copia del respectivo
rescisión del contrato por culpa del contratista según lo establecido acto administrativo ... " (art. 40, ap. a).
en el artículo correspondiente. En este sentido -la necesidad de En el orden nacional, en cambio, según lo ya analizado en
orden escrita que justifique la modificación de los trabajos~ coin- supra, t. II, Cap. XII, ~ 132, la competencia la tiene el inspector
ciden la legislación nacional y las provinciales. de obra siempre que la misma Se ejerza dentro de los limites cuan-
POr supuesto que la norma es correcta, ya que la prenoga. titativos y cualitativos examinados más arriba. En realidad, la ley
tiva modificatoria reside en caheza de la Administración y no del 13.064 no se refiere expresamente al inspector de obra, sino que,
contratista particular, Debe notarse que aUn de tratarse de modi- tanto en el arto 29 como en el 31, utiliza la eXpresión "funcionario
ficaciones convenientes o inluso necesarias para la calidad de la autorizado". Sin embargo, hay suficientes razones para interpretar
obra, o su misma estabilidad, el problema tiene su hatamiento que tal funcionario es el inspector: a) El arto 28 se refiere al ins·
propio dentro del régimen de las responsabilidades por el proyec- pector designado por "la llutorilUuI competente"; b) El arto 29 (es
to y sus eventuales modificaciones, que, de acuerdo COn lo estu- decir, el inmediato siguiente) sienta el principio de la obligato-
diado en supra, t. I1, Cap. XIII, nO autoriza al contratista a efec- riedad para el contratista de acatar las modificaciones ordenadas
tuar modificaciones por sí, sino) por el contrario) a denunciar el por escrito emanadas de "funcionario autorizado", es decir, no uti-
vicio y suspender la ejecución de los trabajos, llegando incluso a liza la expresi6n autoridnd competente sino, cabe interpretar, de
la rescisión, en el supuesto que la Administración insista COn la alguien designado O investido con tal competencia, "autorizado",
realización de trabajos defectuosos.
Pero lo antes expuesto no debe ser interpretado en un sentido
absoluto que resultaría contrario a lo que la realidad de la ejecu- 44 En el derecho norteamericano se ha $eguidú un criterio menos severO,
admitiéndose el recup€ro del valor de los trabajos resultantes de la mooifica-
c'ón cuando ésta no le haya causado perjuicios al Gobíerno, aun ante la ausen~
da de orden escrita, Nash y Cibinlc, ob, cit., ps, 1191 y 1192. De todas ma-
43 Montmerle. Jacques, ob, cit., Passation et Exécution des Marchés de neras, el principio g<mer,al impone la necesidad de la orden escrita) ibíd.,
'tracaux Public$, n 16;1.
D. 1180.
1106 CONTRATO DE OBBA PÓ13LICA LA PBF..1\ROGATIV A MODIFICATORIA 1107
por la autoridad compelente; e) Esta interpretación queda ratifi- el contratista debe suponer suficientemente cumplidos al recibir la
cada por el texto del art. 31 que claramente distingue al órgano notificación de la orden de variación. Pero, ello na obsta a la apa-
que emite la orden modificatoria ("funcionario autorizado") del rición de dificultades prácticas que demoren la percepción de su
órgano que dispone el pago ("autoridad competente") precisamen- crédito con la secuela de inconvenientes que de ello se derivan.
te luego de comprobar la existencia de aquella orden del funcio- Por tal razón es preferible reservar la competencia para decidir la
nario autorizado; ]0 que indica que la orden no emana de la misma modificación a un órgano de mayor jerarquía, sin perjuicio de Jas
"autoridad competente". Ahora bien, ¿quién otro puede ser este estipulaciones que en contrarío pueda hacer la documentación con-
funcionario autorizado sino el inspector de obra, para coincidír, tractual o la válida delegación del ejercicio de tal competencia,
además, con lo dispuesto en el art. 28? Por supuesto que la Ad- debidamente notificada al contratista. Los proyectos modificato-
ministración comitente podrá designar a otro funcionario a los rios de la LNOP, cuando regulan toda esta materia, se refieren a
efectos de tomar estas decisiones y, eventualmente, distinguirlo la "administración" sin precisar cl órgano donde reside la compe-
también del fuucionario autorizado para notificarlas (que podría tencia modificatoria, lo que permite interpretar que aquél debe tra-
ser el inspector de obra a través de las órdenes de servicio), pero tarse del mismo órgano con competencia para la celebración del
ello debería estar expresamente notificado al contratista, caso con- contrato) salvo dísposiciól1 expresa en sentido contrario,
trario regirá el régimen general de la ley 13.064, resultando válidas Cumplidos estos requisitos, el contratista deberá atenerse a lo
las decisiones tomadas por el inspector de obra dentro de los lí- dispuesto en la orden modificatoria, sin perjuicio de sus derechos
mites, se reitera, cuantitativos y cualitativos que sitúan a la modi- en el supuesto que ésta exceda de los límites pertinentes, certifi-
ficación, en definitiva, dentro del mismo marco del contrato ori- cando y percibiendo el valor que corresponda de acuerdo con el
ginaL régimen habitual establecido en el contrato.
Si bien el sistema nacional es más ágil, debe preferirse la regu-
lación efectuada en el ejemplo citado de la provincia de Mendaza,
por cuanto otorga una mayor seguridad en el manejo presupuesta- § 224. ADICIONALEs
rio o hacendal del contrato. Así es que el mismo arl. 49 de la cita-
da legislación provincial obliga a que, con anterioridad a la decisión Si bien en la terminología práctica habitual se suele denomi·
de la modificación, deban cumplirse los requisitos del previo crédito nar con la expresión adicionales a todo trabajo nuevo COn relación
legal según lo establecido en el art, 9 de la misma ley. En reali- a los ténninos del contrato original, ya sea decidido unilateralmen-
dad, este requisito es también vigente para el ámbito nacional, de
te por la comitente o pactado por las partes contratantes, lo cierto
acuerdo con lo establecido en el art. 79 de la LNOP. ("No podrá
es que podría -con utilidad para la resolución de situaciones CoIl-
... eféctuarse í"1le~siofles que no tengan crédito legal. . . ") pero,
cretas que se planteen- reservarse la expresión adicionales pata
en este caso, en la medida que la Inspección ordene la modifica-
ción sin verificar el cumplimiento de este requisito previo -lo que toda modificación contractual que importe la ejecución de trabajos
no es probable que ocurra en el supuesto de exigirse que la mo- absolutamente ajenos a los previstos por el contrato, mientras que
dificación la disponga el mismo órgano competente para contra- aquellos decididos dentro del marco del ejercicio del ius variandi
tar-, el contratista deberá aguardar a que dicho "crédito leg"r deberlan ser considerados como modificaciones propiamente dichas
se encuentre aprobado para poder así percibir lo certificado en vir- alcanzados por los mismos términos de la relación contractual ori-
tud de los trabajos modificados. Por supuesto que aun en el caso ginal. Es decir, toda modificación que técnicamente, de acuerdo
que la partida presupuestaria previa no se encuentre aprobada, la con la naturaleza y finalidad de la obra, pueda considerarse como
orden de la inspección será válida para el contratista sin que ello contenida en la concepción original de la misma (si bien no pre-
le impida la percepción de su crédito, por cuanto el contratista vista y por tanto no pactada ni cotizada), es una variación re-
no debe ni puede verificar el cumplimiento por pade de la Admi- gulada por los arts. 30 y 38 de la LNOP y por sus similares pro-
nistraciÓn de estos requisitos de orden estrictamente internos y que vincíales. En cambio, si tal modificación p. .... fllfm::o :::1 lfl nhrél f\T'j_
LA PRERROGATIVA MODIFICA ToRlA uO\)
1108 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA
ginal, deberá ser calificada como obra nueva, COI1 los efectos que bHca permitiendo su contratación directa -cabe recordar que la
contratación directa es también un procedimiento de selección, ver
seguidamente se señalarán. supra, t. n, Cap. IX, § 87- "cuando los trabalos que resulten in-
La cuesti6n reviste importancia ya que, de tratarse de supues-
tos ya analizados de los arts. 30 y 38 (prerrogativa modifícatoria), dispensables en u'M, obra en curso de eíecución no hubiesen sido
aunque siempre dentro de los limites en que tal prerrogativa pue- previstos en el lJroyecto ni pudieran Incluirse en el contrato resT)ec·
de ser ejercida, la modificación no es más que una alternativa del tivo" y siempre que el inlporte de esos trabajos no supere a los va·
mismo contrato. As)¡ no habrá un nuevo acuerdo contractual, 5100 lores de una escala que en la misma norma se establece, vjnculan~
la mera puesta en vigencia de alternativas contenidas en el contra- do el costo original de la obra contratada con el valor de 1M obras
to original, que se realizarán conforme a una metodología que la "complementarias" y fijando un límite para estos últimos valores,
misma ley contempla, como incluida en aquellos términos contrac- superado el cual será necesario convocar a la licitación pública.
tuales. Por consiguiente, por no tratarse de un nuevo contrato, no Así queda entonces planteada la necesidad de distinguir los
será necesaria la implementaci6n del procedimiento previo de se- supuestos del art. 9\' de los casos contemplados en los am. 30 y 38,
lección de contratista para llevar a cabo los nuevos trabajos. habida cuenta qne, por definición, éstos, de ser ejecutados por el
Por el contrario} S1 se trata de una obra ajena al marco con~ mismo contratista. no requieren la formalizaci6n de ningún acuer~
tractual original, los principios estudiados en supra, t. n, Cap. VIII, do contractual 45 '
§§ 68, 70 Y 73, exigirán la realización de tal prooedimiento de se-
lección, bajo pena de nulidad del acto o convenio que decide la
ejecución de la obra llueva. , 45 Esta distinción tiene una enorme importancia a los efectos prácticos,
En el primer supuesto~ entonces, nos encontramos dentro de frente a una variada gama de situaciones y no s610 con relación a la cuestión
los límites del mismo contrato y así será aun cuando se supere la qne se analiza en el texto, S1 bien es la principal Así, por ejemplo. la a\l1fi~
cació~ de adicional ~nn relación a trab"jos no conhatados originalmente, y la
limitación cuantitativa del 20 % en lllás o en menos, siempre que necesIdad de formahzar SH acuerdo a través de una contratflción directa con
el contratista acepte tal modificación y no se transgredan los lími- 1."'1 contratista también originario, fue lo que llevó al Procurador del Tesoro de
tes cualitativos, según lo expuesto en los parágrafos anteriores. la Nación a aconsejar se deni.egue a la contratista solicitante el beneficio de
Siempre se tratará del mismo contrato, aunque modificado en una };:;. ley 16.819 eon relación al valor de los trabajos adicionales (ver supra, 1.
1I. Cap. X, § 105). Se trató, en el caso. de determinar S1 resultab..'l o no
ü
medida que, si se mantiene dentw del antes citado porcentnal, se- pro~ente extender 105 certificados necesarios para percibir Jos reintegros im-
rá de ejecución obligatoria para el contratista. En cambio, si lo POSItlVOS que contempla la ley nQ 16.189 ... a ¡as empreSllS adiudicatarlat
supera, necesitará de su acuerdo voluntario, sin perjuicio de la pre- de contrataciones directas,,:~ por trabajos adicionales que" ... hablíi'm side
rrogativa de la comitente de ordenar su ejecución por un tercero) coneeptuados, de conformidad u 10 expresado en los considerandos del acto
siempre que medie la disconformidad del contratista. Natnralmen- aprobatorio de la contratación directa, como una ampliación de 135 obras ~
trabajOS anteriormente adjudlL>ados a las mencíonadas empresas a través de b
te que si el poroentaje de la modificación es ta.n importante como licitaeión pública internacíonal ... ~' y por lo tanto pyetendídamente so1OOlid3
para hacer variar la concepción misma de la obra contratada, esta· a su mismo régimen, como si accedieran a ella, en especial en lo que respectl
remos en presencia de una modificación cualitativa que no podrá a los beneficios de la ley 16.189, Así, ei Procurador planteó " ... si la jnoh..
ser ejecutada sin la realización del previo procedimiento de se- serva~cia del requisito de la 'lidtac16n púhlica internacional' erigido por el
menCIonado cuerpo legal, autoriza a las adjudieatarias de las aludidas contra-
lección, aun mediando el expreso acuerdo del contratista, pues, taciones directas a gozar de los beneficíos previstos en el citado ordenamíeu-
como ya fue dioho, aqul se encnentran también en juego el interés to", concluyendo en el rechazo de la pretensión empresaria, entre otras razo-
público, la regularidad del procedimiento haoendal de la Adminis- nes atendiendo a .... ,que' las cireunstancias de que las referídas contrata·
traci6n, y los derechos de terceros que se verlan agraviados al no ciones hayan tenido por objeto ampliar o complementar la prestaci6n de obr<l~
concedérseles la oportunidad de competir para la obtención del ? trabai?s qne an~eriormente se acljudicamn mediante las licitaciones pública!
mternaclOnales, .., Es decir, qne el carácter de adicional del nuevo trabajo
contrato. gm:tera una desvinculación objetiva aunque relativa con respecto al contrate
Este problema se encuentra planteado por el arto 99 , inc. b, origínal, por lo que no puede el nuevo convenio encontrarse sometido a la to~
rlP 1. 1 NO!' ""P. exceDtúa del nrocedimiento de la licitación pú. talídad del régimen regulador del anterior. En cambio, podemos ",qtÚ agrpr
LA PRERROGATIVA MODIFICATORIA 1111
CONTRATO Dl" OBRA PÚBIJCA
1110
de su dktam~n el Procurador parece incluir un nuevo requisito>
La cuestión ha recibido interpretaciones en algunos aspectos c?mplernentano de los antedores, en orden a facilitar la diferen-
disímiles, Para la Procuraci6n del Tesoro dc la Naci6n 46 los dos
supuestos deben ser distinguidos, ya que el art, \,n contc,;"pb, dice
CIaCIón, el caso ,;m cuestión debe regularse por el art, 30 por no
~atarse de una ~bra, dmmta sino ~n complot.miento de la prin-
el Procurador, "el problema de los trabajos adICIOnales mlentras CIpal pata un mas eflClente y eCütiomico funcionamieTlto~'.
que el ar\, 30 (debe entenderse que también el 38, aunq~Ie no se En cambio para el Tribunal de Cuentas de la Nación 47 "ni la
mencione en el dictamen) «hace referencla a las alteracIOnes del necesIdad de los trabajos ni su posible imprevisibílidad constitu·
proyecto que produzcan aumentos o r~ducc.iones de costos o :ra~ yen parametros suflcientes para diferenciar ambos supuestos toda
baios contratados y que resultan obltgatonas para el contransta vez que esas caractenstIcas
" bien pueden considerarse comunes ' a
siempre que nO excedan el 20 % del valor total de las obras, ya que lo; mismos (se refiere a los supuestos del art. 9'i y del art, 30), La
en ese caso el art. 53, ine, u, faculta a aquél a rcscmdlr el contrato. bu~~ueda de sus notas distintivas deberá orientarse hacia la vincu-
Pero mediando acuerdo entre las partes no se transgrede el régimen laclOn de las tareas adicionales con la principaL Y entonces s'
de la ley 13.004 (se refiere a los requisitos previos a la contrata· 1os t ra b aJos
' a realizar exhiben directa relaci6n con la' obra de ,ori-l
ci6n) si' se realizan trabaíos de ese tipo que excedan el porcentaje gen? sea porque la modifican, aumentan o disminuyen. estarnos en
indicado", presencia del supuesto no¡mado por el art. 30, E~ ~mbio, cuan·
Quedan así diferenciados los términos adicionales y alteracio- do las tareas extras configuran un lodo distinto, aunque accesorio
nes concretamente según estas característ icas (aquí. el Procurador de aquélla, estamos frente al sustrato ideado por el inc, b, del art.
cita lo sostenido en una actuación anterior por el Servicio Nacio- 9Y de l~, Ley de Obras Públicas", Más adelante indica que la con·
nal de Arquitectura: corresponde la aplicaci6n ,del a~t. 9'i, i~c. b, fIguraclOn del supuesto del art. 30 exige que los trabajos modifica·
"cuando se trata de un trabajo lluevo que no tlene vmculaclOn al~ d?s HO t:~~dan concebirse en una "existencia disociada" de los ori-
guna con el proyecto primitivo que dio origen al contrato. prind- gm~les, ,51110 como, una labor exigida para el completamiento o
pal y que, por lo tanto, aun en el caso de haberse cons;derado satIsfaccIón de las frnalidades tenidas en mira al decidir su contra-
oportunamente, no se hubieran ~,ncluido en, la docum:~taclÜn para tación" (de la obra original).
la celebración de dicho contrato; en cambIO) la cueshon estará re~ . ?~izá pueda hacerse una síntesis de estas dos posiciones, sin
gida por el art, 30, si se trata de "trabaíos, necesarios para el buen per¡lllclO de s,eñalar que la distinción entre los supuestos de obras
funcionamiento, cornpletamiento Ylo mejOramIento del proyecto nueva~ -adlclO~ales propiamente díchos- y de alteraciones -pre-
contratado) razón por la cual surge la convenienci~ de sU altera- rr,ogatlva mod¡f¡catona,- ofrece una zona gris donde los criterios
ei6n", Para la aplicación del art, 9'i inc, b, se reqmeren dos caraC- dlf;,rencIadores son demasiado sutiles y frente a los que, en deH-
teristícas: a) la aparición imprevista del trabajo en cuestión~ y b) nItlva, habrá que est~l' a la solución prudente y equitativa que se
su falta de vinculación con el principal, de lo contrano estaremos adopte frente a las cIrcunstancias de cada supuesto concreto, En
frcnte a una alteraci6n regulada por el aT!. 30, pues no será una caso de d~da deberá optarse por la solución que sea más conforme
obra indispensable ni taIDpOco una obra imprevista, Hacia el final con el prrncIpIO del mantenimiento del contrato (lo que obliga a
entender que las nuevas situaciones deben resolverse dentro del
marc,o de) L'Qutrato, si~ recunir a una nueva contrataci6n) y que
-----
ga si se hubiese hatado de obras ejecutadas en virtud de la prerrogativa
re~Ulera la menor cantrdad de eXIgencias formales, Por tanto, ha-
;'odificatoria, y por tanto dentro del mismo marco contractual, se?ún lo qt1~ bra que mterpretarse que la necesidad de realizar nuevos trabajos
r
Se expone en el tex.to, quizá la solución hubiese tenido que ser dIferente. ': p~Iede dIsponerse en el ejercicio corriente de la prerrogativa IDO·
tIue siempre Se estarín. dentro del mismo contrato, con plenitud de sus condt.. dlflcatona de la Administración comitente
clones y régimen jurídko. El didamen citado es de fecha 2:4 de enero ~~
1986 y se elicnentfa publicado en "Régimen de la Adm¡nisb"ación Pública.
104-99, 47 Providenci,1 719/84, 12/9/84, "Régimen de la Administración Públ¡-
46 Dictamen dd 28/2/84, expediente 10.685/81, MOSP, "Régimen de la éa>J~ 81~105.
Arlminüdración pública", 77-69/14,
1112 CoNTRA ro DE OBRA PÚBLICA LA PRERROGATl,VA MQD1FlCATORH 1113
Así entonces se estará en presencia de un adicional (art. 99, justificaría la decisión de Su ejecuci6n. La expresión necesaria,
inc. b, LNOP) y no de una simple alteración (arts. 30 y 38, LNOP) en una interpretación no totalmente coincidente con las categorías
cuando: utilizadas en el derecho civil, implica útil y conveniente, nO mera-
1) Se trate de un 1rU!,!Of trabajo, lo que excluye las reduccio- mente suntuaria.
nes o supresiones de obra, aun cuando para la concreción de estas En cambio, el término indispensable supone un grado mayor
disminuciones deba ejecutarse un trabajo no pactado siempre que de necesidad. Sin los trabajos indispensables la obra no sólo no
en total (en el ítem o en el total de la obra, según el caso) exista mejorará en su calidad o funcionalidad, sino que no logrará la ca·
reducción cuantitativa de precio o cantidad de trabajo; Iidad o fnncionalidad originalmente requeridas o, peor, no se po-
2) Se trate de un trabajo abíetioomente nucoo, es decir que drá ejecutar, resultará ioservible o estará afectada por el peligro
no guarde relación necesaria con la anterior concepción de la obra. de ruina total o parcial.
Así, el nuevo trabajo debe resultar indispensable por una cir- Naturalmente que las modificaciones reguladas por los arts. 30
cunstancia sobreviniente, externa al contrato y ajena a las partes, y 38 también podrán ser indispensables. Pero no se podrá aplicar
sin guardar vinculación con aquella concepción original de la obra el arto 9" sin este último requisito, y ello es así no para diferenciar
frente a las circunstancias conocidas al contratar, este supuesto del caso del ejercicio normal del ius variarn:li, sino
En cambio, la cuestión podrá resolverse con el ejercicio de la p~rque es el que justIfica la excepción al llamado a Iicitaci6n pú-
prerrogativa modificatoria cuando: bhca que es, preCIsamente, lo que le interesa destacar a la norma
1) Se trate de reducciones o supresiones de trabajos o costos, citada.
en los términos ya analizados; . Lo expuesto. lleva a otra co.nsideración vinculada COn la apU-
2) Se trate de modificaciones que no importen aumentos de CaClOn del mencIonado arto 99 , me. b, de la LNOP. Esta norma
trabajos o costos superiores al 20 % contemplado por el arto 30, en tiene dos límites, uno "inferíOT" y otro "superior". El primero es
su remisi6n al arto 53, o por el art. 38, ya que corresponde inter- el que la distingue del ejercicio de la prerrogativa modificatoria
pretar que dentro de estos límites la comitente tiene plena libertad que permite, de no superarse ese límite, ordenar la modificación
de decidir la modificación en ejercido de su prerrogativa modifi- dentro del marco del contrato original, es decir, sin celebrar la
catoria, siempre que los trabajos sean necesarios y no superen, por contratación directa. Este límite "inferior" fue estudiado en los
otras razones, los límites cualitativos. Va implícito que si la mo- párrafos anteriores y se encuentra señalado por el art. 99, inc, b,
dificaci6n no importa ninguna variación cuantitativa, o una varia~ cuando establece que se recurrirá a la contratación directa, si los
ción intrascendente, la exclusión del arto 9", ine. b, no merece nin- nuevos trabajos no «pudieran incluirse en el contrato respectivo",
guna discusión; contrato que está necesariamente inlegrado, dentro de la relación
3) Se trate -cualquiera sea su incidencia cuantitativa, siem- jurídica, por la prerrogativa modificatoria (ver supra, § 215), re-
pre que no se superen los limiles cualitativos- de modificaciones glamentada por los arts. 30 y 38. Esta interpretación, cabe agre-
que, como han señalado la Procuración del Tesoro y el Tribunal gar, se encuentra confirmada por cl art. 16, inc. b, de la LOP de
de Cuentas, puedan considerarse comO simples variantes necesarias Mendoza que admite la contratación directa cuando "trabajos que
para mejorar la calidad o funcionalidad de la obra, reducir su pla- resulten indispensables en una obra en ejecuciÓn na hubiesen sido
zO de ejecución, hacer más conveniente su ritmo de certificación previstos en el proyecto, ni pndieran incluirse en el contrato res-
y pago, reducir costos, aprovechar innovaciones tecnológicas, co- pectivo de acuerdo con lo establecido en el Capítulo VIII ... ", ca-
rregir errores en el proyecto original, etcétera. pítulo donde se regula, precisamente, el ejercicio de la prerrogativa
Nótese que en el supuesto del ejercicio del im variarn:li, hemos modificatoria.
hablado de modificaciones necesarias, mientras que la LNOP en El límite "supetior" resulta del carácter indi.spensable del nue-
su ar!. 9?, inc. b, utiliza la expresión "indi.spensable". vo traba jo -que, naturalmente, tampoco debe haber sido previsto
Es que toda modificación que importe aumentos o reduccio- en el proyecto original, al igual que los casos de los arts. 30 y 38-
nes de costos O trabajos debe ser necesaria, de lo contrario no se Y de los valores o precios de la modificación. une no dphp.n l<nnf>_
1114 CONTRATO DE OBRA l'ÚBLICA LA PRERROGATIVA MOD.TFICATORIA 1115
rar los limites de la escala contenida en el citado arto 99 , ine. b. yor magnitud de pilotes exigida por las características del suelo no
Superados estos límites, que actóan de manera conjunta, la Adrní- conocidas al contratar, dificultad material imprevista, o la necesi-
nistraci6n deberá convocar a una licitación pública, dad de construir defensas especiales ante una inundación que ame-
El contexto del mismo art. 99 señala otra importante distin- naza la estabilidad de la obra en ejecuci6n -caso fortuito del arto
ción. Dicha norma se encuentra incluida dentro del arH.culado que 39- además de la urgencia que puede hasta exigir su ejecución
regula el procedimiento de selecci6n del contratista de obra públí- sin siquiera aviso previo a la comitente, se integran al provecto
ca. Por lo tanto hace al régimen de competencia para contratar, original de una manera ontológica (por necesidad del ser ~ismo
ya que si la Administraci6n conVOca a licitación póblica, natural- de la obra) mayor que el agregado de nuevas dependencias a un
mente) contratará con ta oferta más conveniente y no con nn ad- edificio para oficinas -lo que puede obligar a variar su diseño ar-
ministrado predeterminado. La aptitud de elegir en cabeza de la quitectóníco~ y la ejecución de nuevos tabiques divisorios? etc.-
Administración se mantiene también en el supuesto del art. 9'1, lnc. que se convierten en indispensables, p. ej., haber aumentado l.
b, ya que, primero éste no impone la contratación directa, sino só-
5
competencia del servicio administrativo que aUí funcionará, exi-
lo la permite, de manera que la Administraci6n podría optar por giendo mayor cantidad de personal, espacios para equipos de com-
llamar a una licitación pública aun cuando se encuentre dentro de putación) archivos, etc.) sin todo lo cual ese edi.ficio carecería de
los limites de la norma. Segundo, si bien decidída por la vía de funcionalidad. En los primeros e)enlplos el proyecto se ve integra-
la contrataCÍón directa, la Administración no se encuentra compe~ do con la respuesta dada a las necesidades irrumpidas por el he-
lída a contratar el adicional con su contratista actual, del contrato cho desconocido o sobreviniente; en el segundo caso (art. 99) el
original, sino que lo puede hacer con un tercero sin siquiera darle proyecto sólo se ve ampliado can un agregado que sólo circunstan-
al contratista la oportunidad de discutir las condidones de ejecu- CIalmente es indispensable,
ción de ese adicional. Como se dijo, esta distinción presenta muchas zonas grises,
Lo expuesto establece una impoliante diferencia con el régi- Pero puede afirmarse que todo hecho que pueda calificarse corno
men de los arts. 30 y 38, pero también impone una gran distinción un caso de "dificultad material imprevista" (según se verá en ¡nfTa,
con el caso <lel art. 39 y C011 el supuesto denominado «dificultades Cap. XXI) o resulte de ejecución urgente para proteger la estabi-
materiales im¡rreVÚltrts" (ver infra, Cap. XXI). lidad de la obra, provocado por los supuestos contemplados por el
En e-stos últimos casos, v.gr., nuevas obras derivadas de Ja ocu~ nr!. 39, so~ ajenos al ámbito del art. 9 Q , ¡ne. b, de la LNOP y, por
rrenda de un caso fortuito O de la aparición de una dificultad ma- n? . requenr contrataCión dIrecta, no admiten, tarnpoco, ni la posi-
teríal imprevista, la Administración las realizará con su contratista. lnlidad de la convocatoria a una licitación pública ni la contrata-
sin necesidad de celebrar un nuevo contrato, ya que también aquí ción con un tercero.
el nuevo trabajo podtá "incluirse en el contrato respectivo", segón Por último, cabe se¡'jalar que quedan fuera tanto del régimen
la tenninología del arl. 99 , inc. b, ya comentada. del af!. 9'? como del de los arts. 30, 38 Y también del 39, última-
Si bien los criterios de distinci6n surgírán más nítidos, aunque ~ellte citado, los supuestos de modificaciones o ampliaciones cuya
aquí también hay zonas grises, cuando se estudie en detalle el ré- eJecuclón resulta necesaria para corregir errores o faltas de previ-
gimen <le] caso fortuito y de la dificultad material imprevista, pue- sión de) contratista, ya sea cometidos durante la ejecución de los
de ya adelantarse que ambos supuestos ~los mencionados y el adi- trabajos (por operaciones materiales incorrectas, por una errÓnea
ciona] del arto 99_ tíenen en cOmún que se generan, como ya fue
interpretación ele los planos o proyectos, etc.) o al momento de
dicho, por circunstancias ajenas a las partes y extrañas al marco o ofertar en la etapa Iicitatoria.
concepci6n original del contrato, a la vez que se trata de trabajos
indispensables. Sin embargo, difieren porque los nuevos trabajos La ejecución de estos trabajos son obligatorios para el contra-
supuestos por el art. 39 no san técnicamente agregados al provecto tista y a su exclusivo costo, incluso sufriendo las pe11alidades por
original, sine que se confunden técnicamente COn aquél, es decir demoras derivadas de la necesidad de llevar a cabo tales trabajos.
se acoplan al mismo formando una unidad indisoluble. Así, la ma- Lo mísmo corresponde afirmar cuando se trata de un error ()
1116 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA LA lJ.RERROGA'I1VA MODIFICATORIA 1117
falta de previsiÓn evidente o manifiesta 48 en la documentación cOn- ~edimientos de excepción, entre ellos el ya analizado del ur!. 99,
trach.al (proyectos, planos, descripci6n de los trabajos, etc.) que lIlC,b, de la L~OP, ,:'" la. vez el contratista no se verá obligado a
el administrado tuvo la obligación de advertir y comunicar a la Ad- aceptar la modIflcaclon, 111 a11n dentro de los límites porcentuales
ministración, ya sea como oferente durante la etapa licitatoria o establecidos en los arts. 30 y 38 de la LNOP y los similares de las
bien como contratista durante el período de ejecución de los traba- legislaciones provincíales. -
jos, todo ello de acuerdo con los principios estudiados en supra, t. , , Más arríb~ se señaló que ,la posibilidad del ejercicio de la pre-
lI, Cap_ XIII, § 138. Iloga.tiva. modlflCatona se extmgue para la Adminish'ación con la
cuhn;nacIón de los trabajos, por tanto tal prerrogativa podrá ser
eJercItada, ?asta el momento de la celebración del acta de recep-
§ 225, OroRTU:-:lDAD DEL EJ>''RcrClO DE LA PllERROGATIVA CIón prOVISIOnal, o hasta cuando ésta debió baber sido formalizada
MODIFICATORIA en e~ supues~~ de mora de la Administración. Es que con la re:
cepclón proVIslOnal la obra pasa al poder de la comitente, es decir,
La prerrogativa modificatoria s610 puede ser ejercida por la ya s~le de la esfera del contratista quien ha concluido los trabajos
Administración comitente, salvo excepciones, dentro del plazo de eXIgIdos por el conlI'ato, restándole s610 un deber de garantía hasta
ejecución de los trabajos 49, el momento de la recepción definitiva, Como consecuencia de es-
Esta condición del ejercicio del íus variandi reviste importan- ta, última, las, partes deberán saldar sus cuentas recíprocas, siem-
cia tanto en lo que hace a la Administración como respecto d~J CO?- pIe con relaCIÓn, en 10 fundamentat a la secuencia certificatoria
tratista, Fuera de la oportunidad debida, 110 habrá mod.flcaclOn emitida durante la ejecución de los trabajos,
sino 11n nuevo contrato, el que debería celebrarse previa licitación Por ello, si bien a posteriOrí de la recepción provisional el con-
pública, salvo que cOlTesponda la aplicación de algunos de los pro. trat~ continúa vigente, 10 es sólo a los efectos de la garantía y la
hqUldacIón de las cuentas, y no para la realización de obras más
allá de 10 exigido por aquel deber de garantía, lo q11e nada tiene
48 Soble el particular, Yel' Rubino, ob. cit., L'applllto, ps. 401 y sigui:..n- que ver con pOSIbles modificaciones a los trabajos ya ejecutados,
tes. El autor distl1'l.gue las variaciones previsibles de las imprevisibles, seI1a;~ ~sta conclusión es lógica, si se toma en cuenta que, por estar fina-
Jando que el régimen de los arts. 1659~1661 del Q)d, Civ,> qne regulan las s.- hzados los tra~aJos, el c?ntratista retirará su personal y maquina.
tuadones de vaxiadón po, requerimiento del comitente, sólo se aplican ¡) las
variaciones im)!revisibles. Las previsibles son aquellas que están implk:ita~ nas y aprestara su capaCIdad empresaria para la ejecución de otros
mente contenidllS en el proyecto. aun cuando no hayan sido detalladas expr"'~ compromisos contractuales, para los que no puede esperar el trans-
samente y también aquellas pequei'ias modificacion{'~ que por se¡ su ejercicio curso de tod? el período de garantía, por plazos que suelen abarcar
habitual por parte de Jos dueños de las obras, el empl'csario tuvo que haberlas
previsto al contratar. No hay aqui verdadfif3s modificacior:es a lo pactado,
desde los selS meses hasta Jos dos años o más, según los casos 5D.
que se supone que tales trabajos fueron realmente pr~vtStos .por 1.as partes . Puede OClll;rír, sin embargo, que el contrato exija del contra.
¡Ii contratar. Por tanto, la situación no admite modificaCIón del preClO en be- lisia la eJecucion de otras prestaciones durante el período de ga-
neficio o en pCljuicio del empresa1"io. Las variacIones imprevisibles son aque-
Has "che non fanno palle del naturale, nonnale processo di completamento
den'opera all'aHo delta. sua esecnúone, e sono tali che da esse av¡ebbe potuto
anche pl'éscindersi, almeno se non fossero sopraggiunte cause. e:neme a impor- ~ Lo exp.n~sto en el texto es oportuno para señalar que aun antes de la
le" (p. 408). En este caso coneSponde también el xcconúclmlento mutuo de recepCIón proV1s[Q~~l, la comitente estaría vedada de ünPonel' variaciones que
la variación de precio, dentro de lo regulado en ]a legisladón citada. no guardasen relaclOTl Con el estado de avance de los trabajos y por consiguien-
49 Ve}', f3n España, Tnrista Sánchez, ob, dt., p. 200: "La modificación te co~ el lazonable compromiso del contratista de mantener su capacidad de
del proyecto está snjetu a unos límites ten.porales. El Hempo de la modifica- trabalo ~fec~(l:da ¡l esa ob!!\. L'na modificaciÓn excesiva en comparación eon
ción está acotado, de un ludo¡ porque debe ser anterior o previa a la realiu" aquel entena importarla un ejercicio irrazonable y abusivo por parte de ia
ción de hl obra objeto de aquélla; de otro, porque no puede ser postE>,J.'ior a comitente del i14S caNal?di, tomándolo inválido. Se tratará de un caso de ex-
la realizaciÓll de la obra que se quiere modificar 0, lnas exactamente, no pue- Ceso en el ejercicio de la p¡e:Togatíva, asimilable a los supuestos de transgre-
de llevarse a cabo si la obu! ya ha sido recibida po. :a Administración", sión n los límites cualit~tivn<> \10. ",..t"rl: ... ,·L,~
1118 CONTRATO DE OBRA l'ÚBLICA
LA PRERROGATlVA MODIF1CATOBIA 1119
l-antía;> como por ejemplo tareas de mantenimíento, pruebas de ren- Además, la Administración debe optar por el camino que mejor res.
dimiento, etcétera. En estos casos la comitente podrá ejercer el i1l-S panda al respeto de los principios fundamentales del procedimien-
va1"iandí, pero s610 respecto de esas tareas, de manera que los por· to de selección del contratista, esto es el pleno respeto de la com-
centajes establecidos como límites por la legislación de obras pú- pelencl.. Como la Administraci6n puede válidamente desistir de
blicas se deberán tener en cuenta respecto de estas obligaciones y la adjudicación, para explicitar la modificación prelendida a todos
en relación con el total del contrato, ello sin perjuicio del debido los oferentes en orden a que adapten sus ofertas 0, de no ser eHo
respeto por los Hmites cualitativos, cuestión de singular importan- posible, convocar a una nueva selección -podrá ser una contrata-
cia cuando se trata de pruebas o ensayos como ya se señaló más c~6n directa, por razones de llrgencia~ o una lícítación plivada, in-
arriba. vlta~do a tres de los mejores oferentes en el anterior procedimien.
Pero en condiciones normales, el derecho al ejercicio de la pre- to hCltatono-, debe elegir cnalquiera de estos caminos antes que
rrogativa modificatoria concluye con la recepción provisional, y no decidir una modificación de un contrato que todavía no nació.
es prorrogable ni aun mediante acuerdo de partes, en atencrón al
posible agravio al derecho de terceros de participar en el procedi-
miento de selección que se deberla convocar para llevar a cabo las
tareas que la Administración quiere ejecutar en la obra ya con-
cluida.
De la misma manera, la prerrogativa modificatoria no puede
ejercerse sino a partir de la celebración del contrato de obra pÍl.
blica a posteriori del acto de adjudicación. Con anterioridad a es-
te momento) si la Administración decidiera introducir modificacio~
nes al proyecto en base al cual se realizó el procedimiento de se·
lección, debe dar oportunidad a todos los oferentes de adaptar sus
ofertas a este nuevo proyecto, o versión modificada del anterior,
de lo contrario estará violando el principio del correcto tratamien-
to o igualdad, según lo analizado en supra, t. II, Cap. J, § 73.
Sobre este particular cabe preguntarse si tal modificación no
pnede ser válidamente introducida por la Administración durante
el lapso que media entre la adjudicación y la celebración del con·
trato, ya que, según lo analizado en supra, t. II, Cap. XI, § 118,
con la adjudicación se cierra el procedimiento de selección en la
medida que la Jicitante ya expresa, con ese acto) su deCisión acerca
de cuál de todas las presentadas es la oferta más conveniente. Sin
embargo, hay que recordar que el adjudicatario no es contratista
(supra, t. 1I, Cap. XII, ~ 122) Y que la administraci6n puede vi>·
lidamente desistir de la adjudicación, sin perjuicio de las ropara·
ciones debidas al adjudicatario, ya analizadas oportunamente. Por
ello, hasta qne 110 exista relación contractual la Administración no
pnede ejercer las prerrogativas acordadas por los arts. 30 y 38,
LNOP, porque, según lo visto en el § 215, el tus varial1di sólo se
puede ejercer en el mareo de una relación jurídica concreta, rela-
ción que, por no estar celebrado el contrato, todavía no ha nacido.
, :
LA INTANGIBILIDAD DE LA REMUNERACIóN
PACTADA
en este tipo de contrato, una significación muy especial y rigurosa. otra consideración. La noci6n del precio iusto quedó sustituida
Así, el empresario o locador asume el riesgo del costo de los por la idea del precio pactado, concepción necesaria, además, pa-
medios para alcanzar el resultado comprometido. Este resultado ra facHitar el desarrollo del naciente capitalismo liberal, donde el
no puede verse alterado por las circunstancias sobrevinient~: a la riesgo era la contrapartida obligada de la búsqueda del beneficio
contratación -o aun existentes al momento de la formahzaclOll del como único motor de la uc·t:ividad económica~ sin importar las con~
contrato, pero desconocidas para los contrayentes-, de manera que secuencias que esto podía traer sobre los más débiles o, en su caso,
el locador se encuentra obligado estrictamente a entregar la cosa sobre los desafortunados 3.
debida en el tiempo pactado, so pena de incurrir en incumplimien- En el contrato de locación de obra estos principios tuvieron
to contractual con las consecuencías establecidas en el mismo con~ ' otra razon
a demas, , de ser. Prímero~ como realidad económica) se'
trato o en la legislación reguladora de la citada figura ",:nvencio- supuso que el empresario debía asumir el riesgo de la empresa
naL Como contrapartida, el dueño de la obra o locatarlO se en- constructiVa, que él enfrentaba, con cierta ventaja sobre el dueño
. cuentra obligado a abonar el precio pactado, pero no más, pues de la obra, desde la posición de su expenencia empresaria, sus co-
ello surge de la estructura misma del contrato de locación de obra: nOCimientos técnicos y la imposibilidad del locatario (pensemos
obligación de resultado a eam bio de un precio cierto y determi- en la persona que simplemente encarga la construcción de su ca-
nado. sa) de llevar un control estricto de los costos de la obra, cuestión
La particularidad del contrato de locación ~e obra, en especi~l d~ gran importancia en .este contrato de larga duraci6n, de ejecu-
el celebrado bajo la modalidad del (LjtlSte alwdo, Impone que la aplI- ClOn compleja y donde mtervienen una gran variedad de factores,
cación del principio estudiado tenga una mayor severidad, en par- y costos de naturaleza diferente. Todo esto destaca al contrato de
ticular frente a la interpretación casuista, que en otras figuras con- locación de obra con perfiles bien definidos, en lo que al tema res-
tractuales. El resultado debe ser alcanzado cualesquiera sean las pecta, sobre la clásica compraventa, la locación de inmuebles, el
condiciones, aun cuando éstas tengan características configurado- contrato de mutuo o, incluso, el simple contrato de trabajo o el de
ras del caso fortnito o fuerza mayor. locación de servicios.
En definitiva, el empresario asumió el riesgo que, sin duda, Por otra parte, la naturaleza de obligación de resultado del
reflejó en el precio de la obra. Si no lo hizo así, o si I? hizo de co?trato d~ lo.cación ~;. obra lo hacía ,,;,ás susceptible a la aplica-
manera insuficiente, él debe cargar con sus consecuenCIas: es el Cion del prmciplO del nesgo y ventura : el lOcatario de la obra no
riesgo asumido, la ventura de un mayor O menor beneficio final. puede sino comprometerse a pagar un precio cierto, determinado
A lo más, y siempre conforme con el régimen general, el caso for- e invariable por la obtenci6n de un resultado también predefinido,
tuito podrá ser una circunstancia obstativa a la continuaci6n del Cómo se obtiene tal resultado, es una cuestión que interesa al loca-
contrato, sin responsabilidad para ambas partes, pero nunca una dor o empresario, :Él sabe, o debe saber, cómo lograr el resultado
posibilidad de modificar el precio pactado. can la menar inversión posible, siempre cumpliendo con las exigen-
Como se dijo antes, esta institución jurídica fue ti'ibutaria, es- cias de cantidad y calidad pactadas o que resulten de la naturaleza
pecialmente, de las concepciones filosóficas Iiberal~s e indívid:>a- de la obra, y de ahí que asuma el riesgo y la ventura de obtener
listas en boga durante el perlodo de la codiflCaclon napoleómca.
u~ mayor o menOr beneficio, o incluso soportar las pérdidas que de
La regla del contrato, ley de las partes, y del pacta sunt servanda
nmguna manera puede trasladar a su cocontratante quien, por lo
partía de considerar a la persona como un mero individuo aislado
demás, asumió también el riesgo de pagar por la obra terminada
do cualquier circunstancia social; era un reflejo del voluntaIÍsmo
roussoniano y de la consideración de los sujetos del acuerdo jurí-
dico como Ítbsoluta y realmente iguales, sin que ninguna regla
3 (ln excelente análisis llistórico sobre el PlIDClplO dJ;.J Riesgo y ventura
moral, más allá de las que directamente afectaban al orden pú-
i' sobre sus soportes ideol6gicos mctajurídioos puede encontrarse en Ariño Or-
blico, pudiese morigerar el contenido de una expresión de volun- tiz, Gaspar, ob, cit., Teoría del equivalente económico en los contratos admiM
tad que, como en el orden político, debía primar sobre cualquier nistrati-vos.
1124 CONTRATO DE OBRA PÚBl.ICA LA INTANGIB1LIDAD DE LA REMUNERACIÓN PACfADA 1125
un precio que contenía, o debía contener, un exceso de cobertura tuciones como el "abuso del derecho" (arts. 1071; 2513; Y 2514),
frente a aquellas posibles mayores inversiones que la ejecución de el vicio de la "lesión sub¡etiva" (art. 954), la teoría o instituto de
la obra, frente a determinadas circunstancias, hiciese necesarias. la "imprevISión" (alt. 1198) Y otras disposiciones que pelmiten, en
Estos principios fueron receptados por nuestro Código Civil el ~~cir d~ Llar;;bías', "la penetración de la equidad en el derecho
(así la original redacci6n del ar!. 1633) Y también, en nuestro país pOSI~;O vigente.. Tal es el ~ caso del art. 907 que permite la gra-
y en el derecho comparado, fue trasladado al campo de la contra- dnaclOn equrtattva de una rndemnizaci6n en favor de la víctima
tación administrativa, simplemente por no reconocerse a esta ca- de un. he?ho involuntario dañoso que, en principio, no admite in-
tegoría de contratos una sustantividad propia. En definitiva, no demmzacI6n alguna sal~o en ,la medida eu que el agente causante
habla por qué distinguir O construÍ! regímenes jurídicos diferentes del dan o se hubIese enrIqueCido como consecuencia del mismo he-
para instituciones que nO reconocian ninguna diferencia. ch~. Tambié~ el alt. 1069 permite una graduaci6n equitativa de
la mdemmz~clón, teniendo en cuenta la situaci6n patrimonial del
deudor, y SIempre que no haya mediado dolo en el responsable;
§ 227. LA QUIEIlRA REl.ATIVA DEl. PIltNCIPIO el arto 1316 bIS que autoriza al juez a efectuar un reajuste equita-
DEL "RIESGO Y VENTIJRA" tIVO de las resultas de la liquidación de la decisión de la sociedad
co~yugal; el arto 1638 que también autoriza al juez a reducir equi-
Este excesivo rigor no podía maotenerse, en especial frente a tatIvamente la indemnizaci6n debida al locador de la obra en el
las modernas concepciones del Estado Socia! de Derecho, que, con supuesto de resolución del contrato decidida sin causa por el loca-
distintos contenidos, fueron abriéndose paso entre las grandes trans- tano, en el contrato de locación de obra; y otros supuestos COmo
formaciones de todo orden que siguieron a las dos posguerras. el del arto 3477 en materia de colaci6n dentro del régimen succ-
Primero, a través de la labor de la jurisprudencia -en la tarea ,. solio.
de decir el derecho mediante el juego armÓnico de las virtudes de Pero fucra de estos supuestos de penetración de la idea de
la prudencia y la justicia, en definitiva, de la equidad- y luego, equidad el! la rigurosa estructura de las instituciones del derecho
con su recepción en los más modernos cuerpos de legislación civil, civil, las exccpcione~ al principio del "contrato ley de las partes" no
el derecho positivo fue receptando instituciones que, sin negar el tIene otras derogaCIOnes que las mencionadas más arriba (abuso
valor del principio del pacta sunt servando., necesario frente a la del derecho, 1~si6n en~rme, imprevisi6n) con la caractedstica que
magnitud y velocidad del tráfico jurídico y económico del mundo todas ~lla~ actuan en C1fcunstancias excepcionales, en supuestos ex-
moderno, reconocieron que la voluutad nO es absolutamente sobe- traordmanos que alteran la normal vida de la convención. Son
rana, que los iguales son sólo relativamente iguales (piénsese en el instituciones juddicas que tienen más relación con la patología del
moderno derecho del trabajo), que la moral.~y no sólo la vinculada contrato que COn su ordinaria ejecución. En esto.cW de salud el
con el orden público concebido a la manera decimon6nica- tiene contrato" en particular el contrato de locación de obra que es el
una fuerte incidencia sobre cada relación jurídica concreta y que, 5'~e aqur Interesa, se somete incondicionalmente al principio del
por tanto) es necesario estructurar mecanismos de respuesta para nesgo y ventura'.
corregir los desequilibrios que puedan afectar a esas relaciones ju-
rídicas concretas. No se trata de una vuelta al precio ¡mto. El
contrato continúa siendo un acuerdo de voluntades, y la medida § 228. EL INSTITUTO DE LA IMPREVISIÓN
de las prestaciones recíprocas es siempre el resultado de lo querido
por las partes, es decir, de la convenci6n misma. Pero ahora se Es. tradicional vi~cular este instituto de la imprevisión COn los
atiende a circunstancias en las cuales, sin culpa, lo querido por las correctIvos que permiten, en Ciertas circunstancias, disminuir el ri-
partes se ve notablemente distorsionado.
Así, como ya se ha tenido ocasi6n de adelantar en supra, t. 1,
Cap. 1, ~ 7, lIan quedado plasmados en nuestro Código Civil insti~ 4 Llambías, Jorge L oh, cH., Tratado... Parte General, apéndice d'J
actualizacIón.
1126 CoNTRATO DE OBRA PÚBLICA
LA INTANGIBILIDAD DE LA REMVNJ!RAcrÓN PACTADA
1127
goásrno del "riesgo y ventura", Por ello, y sin perjuicio de anali-
En efecto, según lo relata ÑlarienhoH 6 la aplicación orgánica
zar más adelante si realmente este instituto Heue la vigencia que
de la doctrina, sin perjuicio de anteriores decisiones aisladas, la
se le predica sobre los contratos administrativos, en particular el
realizó por primera vez el Consejo de Estado francés en el ya clá-
de obra públíca~ resulta conveniente efectuar un somero recorda-
sico caso del 24 de marzo de 1916, conocido con el nombre de Com-
tOlio de los orígenes y desarrollo de esta comúnmente conocida en
nuestro medio como "teoría de fa imprevisión",
pognie dI. Ga.z de Bordea."x, que concluyó con la condena al mu-
nicipio concedente del servicio a soportar parte del quebranto de
Explica Llambías 5 que si bien la teoría encuentra anteceden-
la concesíonal'ia originada en un extraordinario aumento del preció
tes en ciertas soluciones particulares respondidas por los juriscon-
del carbón, materia prima en el caso, como consecuencia de la pri~
sultos ,-omanos, aquélla es una creaci6n de los canonistas influidos nlera guerra mundial.
sobre todo por las enseñanzas de la fi1osofla escolástica, principal-
La teoría de la imprevisión fue siendo desarrollada jurispruden-
mente por la obra de Santo Tomás de Aquino. La doctrina fue
cíalmente en el resto del derecho europeo v también en nuestro
dcsarrollándose durante todo el transcurso de la alta Edad Medía
país, no sólo para relaciones regidas por el· derecho público sino,
e incluso más allá, pues, según lo explica Llambías, la doctrina ha-
y en fOrma más numerosa, en contrataciones de! derecho privado.
bía llegado a tenel' un desarrollo acabado en la obra de los juristas
En nuestro país, concretamente, la teoría tuvo recepción legislati-
italianos de füles del siglo XVI y comienzos del XVII. Pero ya
va, primero en el derecho público a través de la ley 12.910 (año
con las ideas individualistas y liberales, a las que se hizo referen-
1947) para el contrato de obra pública -que en la concepción del
cía más arriba, la cláusula rebus sio sUmtibus fue siendo abando-
legislador estuvo originalmente inspuada en la teoría de la impre-
nada, tanto es así que, dice Llambías, es vano buscarla en la obra
visión, aunque, como se verá más adelante~ configuró un régimen
de los grandes juristas franceses inmediatamente anteriores a la co-
sustancialmente distinto- y luego, de un modo genérico, gracias a
dificaci6n \', sin duda, esta teoría es la gran ausente del Código de
la modificación del arl. ]]98 del cód. Civ., establecid? por la ley
Napoleón.' Esta ausencia es notable durante todo d siglo XIX, 17.711 del año 1968,
época de auge de las ideas liben. les a ultranza, y reclén reaparece
No. es extraño que la teoría de la imprevisión haya renacido
hacia finales de ese siglo a través del pensamiento de Windscheid.
primero en el ámbito del derecho administrativo, Es que el de-
Es 5nteresante notar que, en sus orígenes, la teoría resultaba
recho privado se mantnvo influido por más tiempo por los pr¡nci-
de aplicaci6n a todo tipo de relaciones juddicas (siempre dentro
de los requisitos exigidos para ello l es decir sin ningún tipo de dis- pios inspiradores de la codificaci6n napoleónica (todavía lo está
sustancialmente) y alli, las exigeucias propias de la justicia conmu-
tinción entre el derecho público y el derecho plivado, lo que por
otra palte es natura~ ya que por entonces no se manifestaban estas tativa"condicionada por la necesidad de la seguridad en el tráfico
ramas del derecho COn la diferenciación que hoy conocernos. De jurídico, han siempre obligado 11 una cierta reticencia en la admi-
todas maneras, la teoría tenía su campo natural de aplicación en sión de causales de apartamiento de la voluutad declarada por las
partes.
las relaciones patrimoniales, especialmente aquellas qne ahora ubi-
camOs mis claramente en el ámbito del derecho privado. Pero en el derecho público (sin entrar a considerar todavía las
peculiaridades impuestas por la relación de íusticia distributiva l
Lo expuesto en el párrafo anterior interesa por el hecho signi-
juegan necesarÍam-ente atlas razones. Así, Marienhoff encuentra los
ficativo que, ya en su aplicación práctica y no como mero df'..sarro-
fundamentos de la aplícaci6n de la teoría de la imprevisión a la
110 dochinal, la teoria de la imprevisi6n renaci6 con toda su fuerza
contratación administrativa en la misma Constitución Nacional en
en el dcrecho público, dentro del marco de una determinada cate-
goda conh-actual, típica del derecho administrativo: los contratos
la igualdad de las cargas públicas consagradas por sn arl. y 16,
de concesión de servicio público. en la protección patrimonial que se deriva del arl. 17 de unestra
Ley Suprema 7.
s Ob. cit, Trattld?". Obligaciones, t. 1, ps. 259 a 261. 6 MtLtienhoff, ~igueJ, oh. cit" Tratado. ", t. III-A, ps. 509 y 510"
7 ¡bid., ps. 511 a 513.
1128 CONTRATO DE OBRA PUBLICA LA INTANGIBILIDAD DE LA REMUNERACIÓN PACTADA 1129
tener como resultado del contrato al término de la ejecución del No obstante ello, en el derecho privado, por lo menos, según
nljsmo, Se trata de un riesgo econ6mico, y así, en este sentído la regulación de nuestro ya citado arto 1198, la regla de la "me¡ora
meramente económico) todo contrato con prestaciones recípl'ocas es equitativd' de la prestación a cargo de la parte beneficiada por la
aleatorio. Pero este álea puramente económico permanece jurídi- situación de imprevisión, puede habilitar al juez a graduar el co-
camente irrelevante, ya que al derecho no le interesa aquel mayor rrectivo teniendo en cuenta, no s6lo la entidad del hecho imprevi-
beneficio o pérdida sino, según el tipo de contrato, sólo atiende a sible --es decir, su incidencia sobre el equilibrio prestacioual del
que la prestación se cumpla según la estructura de la relación ju- contrato- sino también considerando otros datos que hacen • l.
rídica y de la norma o conjunto de normas que la regula. No realidad material del negocio económico. Si quien alega ser víc-
obstante ello, el derecho puede limitar el Itlea económica, pero tírna de la situación de imprevisión continúa, a pesar de tal situa-
esto también lo hace desde una perspectiva jurídica, es decir en ci6n. recibiendo un notable beneficio económico COmo conS€cuen~
base a determinados criterios objetivos, o por la objetivación de cía del contrato, razones de equidad habilitarán al juez a graduar
ciertos requisitos subjetivos) como Ocurre en el caso de la teoría de aq~ella ",,:,e¡ora equitativa" de una manera tal que el instituto de
la imprevisión, pero siempre capaces de ser trasladados a un plano la lmprevlslón no Se transforme en una carga abusiva sohre la par-
objetivo por la nOrma jurídica. La limitación del álea, o más pro- te supuestamente beneficiada por el hecho imprevisible. Sin em-
piamente, del riesgo económico, pasa a formar parte de la estruc- bargo, ésta será sólo una situación excepcional y, en la práctica,
tura misma de la relación juddica, del ajuste de prestaciones, de de muy difícil prueba.
tal manera que, en el caso del instituto de la imprevisión, por ejem-
plo, la medida de las prestaciones seri\. la pactada por las partes
con el límite de lo que era razonablemente previsible al momento § 230. LA CUESTIÓN EN EL COh'TRATO ADMINISTRATIVO
del acuerdo de voluntades. Más allá de ese límite, las partes de-
berán corregír el contenido de sus prestaciones,. para lo cual la Pero e] contrato administrativo no debe transitar necesaliamen-
norma dará un dato abierto) la noción de reajuste equitativo de te por los mismos andariveles. Ya se ha visto que Rubino hablaba
nuestro arto 1198 del C6d. Civ., o pautas más estrictamente deter- de la conmutatividad del contrato de appallo. Ahora debemos ha-
minadas, como ocurre en el caso de legislaciones europeas al fijar blar de la "distributoriedad" del C011trato de obra pública, según
Ull porcentaje básico de deterioro de lo previsto, a partir del cual
los principios ya expuestos en sapra, t. 1, Cap. 1, ~§ 2 Y 3.
sólo puede hacerse jugar la corrección. De lo que se trata en definitiva es del reconocimiento de la
Pero, cabe insistir, al legislador no le interesa el mayor o menOr «sustantividad" del contrato administrativo (cuestión ya analizada
beneficio que puedan alcanzar las partes como resultado del cum- en supra, t. 1, Cap. 1, H 2 Y 6) Y a partir de allí analízar su régi-
plimiento del contrato. A"Í, aun con el correctivo, el contrato pue- men propio y específico, sin perjuicio de adoptar algunas solucio-
de continuar siendo desfavorable para la víctima de la situación de nes del derecho civil en la medida) y con l1.1s con:eCclones necesa-
imprevisión, para continuar con el mismo ejemplo, porque ya lo era rías, de aquel su régimen sustantivo.
en el momento inicíal, es decir sin que ocurriera el hecho imprevisi- Este camino nos debe condncir necesariamente al abandono
ble, O porque se tornó en desfavorable por la misma incapacidad o del principio del "riesgo y ventura" en el campo de los contratos
ineficiencia empresaIia de UIlO de los contratantes, independiente- adnllDlstratrvos, en partlcular el de obra. Dicho principio es hoy,
mente de la ocurrencia del hecho imprevisible. Se presenta asi una como muy bien lo calífica Ariño Ortiz 10, un verdadero contrasen-
amplia y heterogénea gama de circunstancias que incidirán sobre el tido.
resultado económico del contrato, vedadas a la intervención del le-
gislador, quien s610 puede intervenir frente a la aparición de situa-
ciones objetivas de distorsión ante las cuales, de haber sido cono- 10 Ob, cit" Temía del eq-uil.:alente económico .. . ~ ps. 194 a 198: «A mi
1~10do ~e ~et' (dice el autor Citado) sin embargo, tal constrllccíón (la perspec~
cidas en el momento de la celebración del contrato, dato subjetivo tiva pnvahsta del riesgo y venh:lU) váJjda para el contrato pl ivado, no es sn~
objetivable por la norma, éste no se hubiese \levado a cabo. iJciel1te para el administmtlvo. En éste, el pdllCípio de riesgo y ventura no
1132 CONTRATO DE OBRA l>ÚBLICA
1 LA
1 lNTANGlB1LIDAD DE LA REMUNERAClÓN PAGrADA 1133
La diferencia de régimen jmldico, al respecto, debe ser anali- Lo expuesto significa que si bien las partes -administración
zada desde dos vertientes: primero, desde la estructura de la rela- ?Omit~nte y admtnist~ado c~nstructor- intercambian bienes que son
ción jurídica; segundo, a partir de la génesis misma del contrato. mmedl.atamente proplOS, aSl, desde un punto de vista jurídico pa_
Luego deberá estudiarse c6mo esto ha qnedado plasmado en el tnmomal, la presencia de la Administración, Estado, en la relación
derecho positivo, tanto para eucontrarle su explicación cabal, como jurídica imp~ne nec~sariamente que en ella se encuentre en juego,
para verificar que aquellos principios fueron receptados por el le- se mter camble, el b'en común, ya que, como fue analizado en otra
gislador que, conciente o no de ello, no pudo más que legislar de parte, el Estado n~ puede tener otro fin -y por lo tanto no puede
acuerdo con la naturaleza de la relación jurídica que la realidad comprotneter JurídiCamente otra cosa- que el bien comÚn 11. Pero
-ya que, como se verá, en este campo muy precisamente, el legis- este. compromiso del bien común en la relación jurídica se hace
ladOr ha actuado en función de respuesta a las exigencias de la segun una determmada especie de naturaleza compleja: desde el
realidad- le fue exhibiendo. punto de VIsta de la Administración, la ejecución del contrato de
obra pública acrecen~ará el bien común por la incorporaciÓn de la
obra al nusmo, no solo desde un punto de vista meramente mate-
§ 231. LA ESTRUCTIlRA DE LA RELACIÓN JURIDICA rial, el valor económico de la obra, sino desde la visión de su fina-
lidad poHtí~: social, de salud, transporte, educación, defensa, etcé-
)10 corresponde repetir el análisis ya efectuado tendiente a de- tera. Tamblen desde la perspectiva de la Administración, el bien
mostrar que todas las relaciones jurídicas administrativas, y tam- común estará s~rvido por la contratación misma, porque a través
bién las contractuales, se conesponden COn la estructura, sentido de ella le permne, en el caso concreto, distribuir (función de re-
y finalidad de la relaci6n de justicia distributiva. parto) esa p~rte de la riqueza colectiva que significa el precio
Pero ¿qué trascendencia tieno lo antes afirmado sobre la con- de la obra, mmedlatamente en un determinado administrado el
creta estructura del contrato de obra pública, institución que es la contratista, y mediatamente en todos los que con él contratan: obre-
que ahora nos ocupa? ros, proveedores, subcontratistas, etcétera. La Administraci6n reali-
Debe recordarse que en esta relaci6n contractual, como en toda za el a~pecto di~tributivo del bien común al <M'ignar al contratista
relación jurídica administrativa, las prestaciones intercambiadas se la porclOn del miSmo que le corresponde, y a través del contratista,
vinculan con aquello que al sujeto administrado le corres'P0nde al poner en movimiento y circulación la riqueza colectiva. El acto
como carga o beneficio de su participación en el bien común 11. de contratar. una ~bra pública es distributivo necesariamente, ya
q~e la. A~,mmlStr~c16n realiza COn ello una asignación de recursos
- porclón del blen común- sobre los cuales, a díferencia de lo
que le Ocurre a un sujeto privado con sus bienes propios, no tiene
tiene un origen dogmático, sino poHtico y en concreto de naturalex,a finande*
ra, Es más, en el puro terreno dogmático, si el contrato administt8.tiw se una plena capacidad de disposición. Ya se ha visto al estudiar el
<.onstnl)*e -tal como hoy se hace- desde sus propios principios informadores procedimiento de selección del contratista, que la Administración
., no sobra Jos moJde.$ de la c.:oncepción civil ql.le anaDea de la codificación, el nO puede contratar COn el que quiere, sino con quien lo merece,
principio de riesgo y ventura es lill auténtico conh:asentid o que no responde a con la mejor oferta descubierta luego de haber efectuado un juicio
]a propia fl..'lturaleza del contmto administrativo de nuestros días", Señala el
de valor proporcionalmente comparativo.
autor más adelante, sugiriendo la concepdón del contrato fundado en la rela~
cián de justicia di6"tLibutiva~ que " ... desde 1a perspectiva del Derecho Admi~ Desde la posición del administrado contratista la cuestión es
nistlutívO. •• el sentido de ia equivalenCia de las prestaciones es distinto nI semejante, aunqlle desplegada según su campo contralio pel'O cohe-
del Ok!igo Civil» (p, 197). Y agrega: "Es. más, afinno que la actual concep- rente. El contratista va a participar de la parte del bien común
ción del contrato administrativo, conSh"uida desde Jos propios principios inma-
tientes a la institución, está, en cuanto a la equivalencia de las prestaciones,
que le cOlTesponde -el precio de la obra, la oportunidad de tra-
mucho más cerca de la concepción canónica que de la concepciÓn liberal e
individualista del wntrato en el siglo XIX" (ps. 197 y 198).
11 Barra, oh, cit., Prin.cipios de Derecho Administrativo, Caps. IV y VI. 12 lbid., Cap. L
1134 CON'ffiATO DE OBRA PÚBLlCA LA INTANGIBILIDAD DE LA BEMUNKRAClÓN llAcrADA 1135
bajo y de desarrollo empresario, que es la exp~ctativa que natu- a los valores originales, sino a la re1acióh proporcionalmente com~
rabnente tendrá una empresa constrl1ctOl'a-, aSlgnaCl6n a la que parativa original.
tiene derecho según aquella valoración p,roporcionalmente ,~ompa Es de notar que, para realizar lo anterior, no es necesario te~
ratlva que se efectuó durante el procedl,:,iento de sdecclOIl, A ner en cuenta el beneficio esperado por el contratista, el que se
este beneficio le conesponde una carga, siempre consIderada ~n encuentra implícito en la relación de comparación y depende de
relación a la participación en el bien común, qne es la elecuclón sus circunstancias personales, ni la previsibilidad o imprevisibilí~
de la obra en las condicione", comprometidas -aspecto conmuta- dad de determinadas variables económicas con incidencia sobre el
tivo de contrato, como "acto de aplicación" IL según la inversiÓn contrato, salvo exigencia explícita de las condiciones de selecci6n,
de costos que fue identifícada en todos sus elementos det~rnuna puesto que la relación proporcional de comparación se efectúa, in-
bies durante aquella valoraciÓn proporcionalmente comparatrva del cluso por necesidades prácticas de valoración, " un determinado
procedimiento de selecci6n, momento y s610 podrían tenerse en cuenta acontecimientos futuros
Ahora bien la citada valoración proporcionalmente compara- cuando éstos estuviesen o fuesen factibles de ser perfectamente
tiva fue efectuada primero y en forma explicita, con relaciÓn ~ los cuantificados al momento de ofertar y adjudicar,
demás oferentes en el procedimiento de selecclon, El adrr~,mstra De esta manera en el contrato administrativo también rige la
t
do fue beoefíclado C011 la adjudica(;:ón del contrato segun una regla del pacta sunt sMvanda, pero según la especie propia de la
determinada relación de comparaci6n, en este caso concreta y no justicia distributiva y en las condiciones de mutabilidad que se
virtual14 con las ofertas de los demás participantes en el proce- analizarán más adelante, As! entonces, no puede regír en este es-
rumient; Segundo, la relación propordonalmente comparativa se quema el pl'incipio del "riesgo y ventura", simplemente porque es
efectuó con las situaciones virtuales de los restantes mIembros de absolutamente contradictorio COn la estructura de la relaciÓn jur(-
la comunidad) no ya s6lo con relación a la ecuaciÓn costo precio diea, expresión de la justicia distributiva,
de la obra sino can Telación a la ecuación riqueza incorporada a Por lo tanto} en el contrato adm;nistrativo, no es necesario ob~
la obra, b~neficio social para el resto de los administrados, precio jetívizar determinados supuestos subjetivos, lo previsible o impre-
de la misma, visible, pues ellos no forman parte del núcleo del acuerdo de vo-
Si las condiciones en razón de las cuales la obra fue adjudi- luntades, que está fundado sobre bases totalmente objetivas, so
cada a ese determinado administrado se alteran, se quebrará tam- pena de resultar imposible su concreción material según un proce-
bién la relación de justicia distributiva en los dos planos ~ntes men- dimiento de selección válidamente llevado a cabo, Naturalmente,
cionados: la oferta del administrado que resultó contratista perde- estas reglas también tienen valor en los casos de falta efectiva de
rá la relación proporcional que tenía originalmente con respecto a ; ;- COl1culTencía en el procedimiento de selección -porque no hay
sus competidores concretos (no será tanto m~,s cara o ta~:o más otras ofertas, o en el caso de la contratación directa- ya que siem-
barata, como en el momento de la adjudicaclOll), y tamblen per- pre será aplicable el principio de la comparación Con relaciÓn m-
den\ la relaci6n virtual de comparaci6n con el resto de la comu- patética o virtual l',
nidad, ya que la obra tendrá, p, ej" una mayor riqneza incorpo-
rada que aquélla propordonalmente establecida con Telaci6n a la
inversión exigida,
§ 232, LA CENESIS DEL COIITRATO
En ambos casos se contradice a las exigencias de la justicia
distributiva, generándose una disfunción en el contrato que debe
ser corregida incorporándole los medios para que éste retorne, no En el parágrafo anterior se han desarrollado ciertos principios
que tratan de traducir o reflejar en el plano de la ciencia jurídica
lo que ocurre en la realidad econólIúca -en definítiva, el sustrae-
B ¡bid" P', 125 Y 126,
14 ¡bid" V'o 120 a 123, 15 ¡bid,
1136 CoNTRATO DE OBRA PÚBLICA LA INTANGIBILIDAD DE LA REMUNERAClÓN PAcrADA 1137
\
tum socioJógico- de estas especiales relaciones contracruales. ;ero ministrador, en la intención de la Administración pública, quien no
es necesario comprobar la coherencia entre la construcCIón Jun~lca puede, no debería contratar sin tener en cuenta sus efectos inme-
y lo que debe ser su soporte sociológico 16. Desde ya es posIble diatos (relación con el oferente contratista) y mediatos (efecto
afirmar que esta coherencia OCUrre perfectamente en el casO del económico expansivo del contrato, beneficio social por la naturaleza
contrato de obra pública. servicial de la obra a construir). Pero, seguramente, no será éste
Naturalmente lo afirmado no quiere decir que aquella estruc- un dato presente en la mente del administrado, tanto al momento
tura distributiva del contrato se deba encontrar necesariamente en de presentar su oferta como al contratar, quien concurrirá a este
la intención de las partes. Deberla sí estarlo en la mente del ad- procedimiento de contratación con la misma intencionalidad que si
se encontrase frente a una contraparte privada: buscará obtener
de su contratación el mayor beneficio con la menar inversión po-
16 Dice Guasp Delgado, Jaime, [..11 pretensión procesal, Cuadernos Civí- sible. Pero esle administrado sabe, eso sí, que está contratando
ras, Madrid, 1981, ps. 42 y 43: "Si observamos la relación permanente en según un régimen jurídico determinado, régimen que viene im-
que parecen ha.llarse las concretas necesidades sociales con los instrumentos puesto por la naturaleza del comitente, cuestión sobre la que se
jurídioos que las recogen, descubriremos, como Catacter~sUc~ constante, ql:e-
la foenla o figura jurldica aparece siempre como una S\1SbtuCl?~ de 1,3, ~tena
volverá más adelante. Además, la realidad de la relación econó-
sodal auténtica, que viene a transfundirse en una ConstnICCIO~ artiftclal del mica no viene tanto dada por lo que las partes quieren, sino por
legislador, desvaneciéndose en su pura ma.teria pítra quedar solo como mera lo que efectivamente hacen, o mejor, por los efectos necesarios que
forma creada. El derecho se acerca a la sociología siempre de la misma ma- se producirán COmo consecuencia de sus conductas condicionadas
nera; toma de ella los problemas cuya solución postula la com\mida~, estable-
ce un esquema de instituciones artificiales, en las que trata de reflejar o sus- y reglamentadas conforme con la naturaleza de su relación. Así, la
tituir 1as estructuras Y fnnciones puramente sociales del fenómeno, Y, una vez Administración no podrá dejar de realizar el bien cOmún a través de
realizada esta. labor de alqUimia, se despreocupa íntegrameute de aquella ma- esa concreta contratación de una obra pública (o bien realizar un
teria social para operar sólo con las nuevas formas creadas. La verdad es qur.: daño al bien común, por un error en la decisión, pero en todo caso
el derecho, para salvar a la sociología, no tiene más remedio que ~tarla.
"Cuando el derecho, v.gr.) se encuentra oon el problema social de ]a
la contratación tendrá necesarios efectos sobre el bien común) y el
unión natural de los sexos crea una fígura especifica llamada matrimonio, Y contratista (lo quiera o no, lo sepa o no), no podrá dejar de estar
monta en torno a ella todo el tratamiento jurídico de esta cuestión, desen.ten- participando, a través del juego de esa concreta contratación, de
diéndose de la reaHdad sOclológica que pueda seguir cOl'riendo por debajO o las cargas y beneficios que sobre el bien común le corresponden
al margen de esta. figura; cuando el derecho se encuentra con el fenón:eno clf.}
un ataque grave a los sentimientos básicos de la comunidad, que eX'lge una
reacci6n social especialmente intensa, crea la fígura del delito y, una vez
creada~ se desentiende de Jos ulteriores fenómenos sociales que no hayan que~
dado recogidos ¡j incorporados a su figura artificiaL En todo, caso ~ for~a nrentada, ejercitada e interpretada. según los elementos que ella misma pro-
jurídica se contrapone a la materia social; desde el punto de vlsta socl~lóglCO vee. Pero tal afirmación no puede llegar al absurdo, por su absolutizacitm,
J.. refleja o sustítuye, desde el punto de vista jurídico la descon?oo o 19noB. de negal· la realidad social de la que nace, realidad social a la que la COnstruc-
y el que coincida 13 materia social con la fmma jurídica no es un problema (·jón juxidica siempre deberá servir, adaptándose a sus cambios cuando ello
del jurista {aplicador del derecho). sino del legislador (creado\' del ordena~ sea necesario, O permaneciendo inmutable, cuando así sea requerido para man-
miento jurídico). tenerse fiel 11 la realidad social que la idea jurídica debe expresar. Así, para
"Una averiguaciÓn Íntegra de la esencia de un fenómeno jurídico exige seguir Con el ejemplo aportado por Guasp, en e) caso del matrimonio. cons-
s"ber, pues, a. qué realídacles sociales obedece, pero Un manejo Jurídico PU1~? trucción juridica, <>J. legislador o cualquier otro operador jurídíCQ no podrán
de los conceptos del derecho puede perfectamente desinteresarse de esta taren . ignorar la re:1acíón social que expresa, unión de seXOS~ adaptando la construc~
El análisis del autor es válido, pero incompleto. El jurista sólo en srnti~ ción jurídica a las circunstancias del momento -v.gr., derechos de la mujer
do figurado puede "matar~' la realidad soclológíca a la que se va a referir la casada- pero permaneciendo fíe! al núcleo central de la unión de sexos en el
instítución a crear. La« mata" en cuanto que a partir de eUa crea una nueva ser humano (finalidad procreadora, exclusividad, unión de sexos contrarios) íú-
realidad -de naturaleza juridica- que comienza a vivir por sí sola, o por lo disoJubllidad, etcétera).
menos -ya que nunca puede desligarse del todo de la realidad a la que, en Fuera de estos elementos extremos, DO cabe duda que para estudiar, apli-
definitiva SÍrve-- a vivir con una relativa autonomía. Con esto se quieTe de- Car o interpretar a la construcción jurídica matrimonio, el jurista podrá actll.lr
cír que, en princípiú, la construcci6n jurídica tendrá que ser aplicada J insten- con independencia de la realidad social. unión de sexos, que la supone.
CONTRATO DE OBRA PÚBLICA
LA lNTANClD1LIDAD DE LA RE,'\iUNEll"-.ClÓZ\ PACTADA 1139
1138
en su carácter de miembro de la comunidad en el status calificado, mlnistración pública en un proceso de seleccIón que, por la vía que
diferenciado, de empresa constructora. corresponda, haya llegado a su conocimiento y decisión.
Estos principios encuentran confirmación en 10 que ocurre du~ Objetividad y homogeneidad de los datos que también resul-
rante la etapa de selección del contratista. Nadie puede dudar del tan imprescindibles para el órgano responsable de realizar la se-
aspecto comparativo de la misma, ya que la Administración debe lección y resolver la adjudicación, pues, si su decisión liene que
adjudicar a la me¡or oferta, aspecto que desde ya supone una re- resultar objetiva (ver supra, t. 1, Cap. Xl, § 118) ¿cómo demos-
lación comparativa 17. trar que lo es frente a un universo de ofertas que carecen de pun-
Pero ¿cómo Se realiza tal comparación? Tomando en cuenta tos de referencia comunes? Naturalmente que en la misma situa-
exclusivamente el precio ofertado (aun cuando se consideren I~s ción se encuentra un administrador prívado, también sometído a
otros datos que la Administración debe tomar en cuenta -capacI- controles de sus administrados y también puesto frente al compro-
dad empresaria, técnica, solvencia, cte.-, el dato del precio sigue miso de elegir entre opciones diferentes. Pero aquí, quienes lo
teniendo especial relevancia, como es obvio) la comparación no han designado confían, además de su honestidad, en su capacidad
puede hacerse sino en base a datos obietivos y homogé~eos. de hombre de negocios, en su habilidad y experiencia comercial,
La razón de lo expuesto es fácil de comprender. Prunero hay en su prudencia para proteger los intereses de sus representados.
un interés de control de la gestión del órgano que resuelve la ad- De cualquier manera, se tratará de una cuestión de exclusivo in-
judicaci6n, es decir que decide cuál es la mejo!' oferta.. Este con- terés de las partes comprometidas, y no de una cuestión en la
trol se posibilita en grados determinantes cuanto más obJetlvos sean que quede comprometido el interés público. En el caso del admi-
los datos que el administrador adjudicante tuvo en cuenta. Por lo nistrador público aquellos principios uo pueden ser aplicados, o
mismo, el análisis de si la comparación entre las ofertas fue correc- por lo menos no pueden ser aplicados exclusivamente. La situa-
tamente efectuado sed tanto más posible cuanto más homogéneos ción del administrador pnblico es más delicada: debe actuar como
resulten los eleme~tos de las ofertas comparadas. Nótese que este un buen hombre de negocios, pero se encuentra presionado por
control no es sólo de los órganos de contralor de la misma Admi- intereses políticos (siempre presentes cuando se trata del Estado,
nistración pública -el órgano superior del competente para adju- ya que es de su propia naturaleza), influido por las demandas sec-
dicar, el Tribunal de Cuentas, etc.- sino también eventualmente, torIales, condicionado por el resultado de su gestión que no s6lo
se tratará de un control judiciaL Y será el juez, por carecer de debe dar un beneficio económico, sino también un resultado social
conocimientos técnicos, quien más precisará de elementos objetivos y politicamente útil. y a veces estas exiuencias sociales v polí-
y homogéneos cuando deba juzgar acerca de la conducta de la Ad- ticas hasta exclnyen el beneficio económic~, aun cuando s~ trate
de la actividad propia de una empreSa comercial O industrial de
propiedad del Estado. ¿Cómo controlar entonces la corrección de
17 Por supuesto que también en los contratos priva.dos las partes realizan su gestión si no se cuenta con datos objetivos y homogéneos con
una actividad comparativa, buscando a quien sea su mejor cocontratante. Pe- que confrontarlos?
ro ésta es sólo una actividad pSicológica, cualquiera sea su reflejQ en conductas
C'xteriores concretas: desde el ama de casa que recone distmtos puestos en el La objetividad y homogeneidad también es importante para
mercado buscando hortalizas de menor precio y mejor calidad hasta la gran el oferente que ve así acotados los límites de la concurrencia. Por
empresa que contrata sus obras o provisiones f\ havés de m:ca~jsmos licitafo- lo mismo, tales características interesan al erario público, ya que
ríos semejantes, en la forma, a los utilizados en el derecho publtco. Esta COíl-
ducta psicológica es, salvo excepciones especiales, intrascendente para el dere- al estar limitada la coucurrencia -no la de oferentes, sino la de los
cho, ya que la validez de las relaciones jurídicas no de~~de d~ la menOl' o elementos a considerar en la oferta- y, como se verá, disminuido
mayor habilidad del sujeto para reali7:Rr sus negocios jum"bcos, m tampoco de el riesgo, los valores ofertados tendrán qne ser inferiores, es decir
la intendonalidad por la que celebra tales negocios, Así, el ama de casa P,o-
drá comprade al pucsrero que le resulte simpático, y el gerente de una SoCle- aquel acotamiento de la concurrencia o competencia acrecentará,
dad anóuima contratar con \lna empresa a la que quiera beneficiar, contr¡üos por efecto contrario, la competencia en materIa de precio final
que serán válidos. sin perjuicio de los derechos de1 matido y de los diredores ofertado.
v !< ....rionlstas en cada C<'tSO,
CONTRATO DE OIlHA PÚBLICA
LA INTANG16lLIDAD DE LA REMUNERACIÓN PAGiADA 1141
1140
~jOS y el,~orrespondiente a la fecha de la licitación o contrataci6n
En síntesís, la estructura distributiva del contrato, su natura-
recta ... ; o, como más claramente lo establece el art 26 d 1
leza de derecho público, exigen esta presencia de datos objetivos
y homogéneos en las ofertas, es decir, de ofertas comparables. gl,a',llento a la LOP de Mendoza, "Se considerarán c~mo v~o;~
:-Iaturalmente que lo dicho no puede ser interpretado en un faSlC?S o de partida, para el cálculo de las variaciones de precios
o'. vigentes en plaz,a durante el mes anterior al de a ertura de l~
sentido absoluto. El verdadero porcentaje de beneficio esperado
por el oferente, las posibilidades de aprovechamiento del precio
ofertado que le brinda su estructura empresaria, su solvencia téc-
nica, su capacidad para obtener mejores precios (incluyendo con-
l
1
hCltaCl6n, contrataci6n o presentación de propuestas d~ precios ..
o el ap. g, del art." 19 del decr. 25.743-C-51 reglamentario d~'I'
~.~ de Córdoba: La Repartición adjuntará al legajo de la
aClOn, cuando ello se haga necesario, una lista de precios básicos
lici~
diciones de comercialización y financiaci6n) de parte de sus pro-
j que ,e~lIá para el estudio de las variaciones de costos a o de
1 l~ P g
veedores, etc., siempre quedarán en la esfera interna del oferente,
i los acoplOs conforme la metodologla estable 'd
incluyendo hasta su decisión empresaria de concurrir a esa licita- ticulares de condiciones". Cl a en os p legos par-
ción y de, eventualmente, ejecutar el contrato a pérdida.. Pero
aun estos interrogantes la Administración debe manejarlos de acuer-
~ El a~mi~strado ofertará entonces -de manera global o or
do a pautas o puntos de referencia objetivos. preclO umtar:o--- el valor que le resulte conveniente, según los aís-
La obtención de esta base comparativa de las ofertas se logra tIflt,OS mecanIsmos propios de la estructura empresaria y este valor
de dos maneras principales: el oferente debe cotizar su precio para sera com¿:~r~do con el cotizado por sus competidore~ pero siem-
ejecutar una obra de acuerdo a como está definida en la docu- pre tom o os como válidos a una determinada fecha'
1) .
mentaci6n licitatoria, y de acuerdo con lo que las condiciones del . e es~a manera hay otro riesgo que resulta eliminado de la
arte exijan. En consecuencia, nO deberá incluir en sU precio már- c.o~slderaClón del ofertante: el riesgo económico de la variación de
genes de protecci6n para afrontar otras alternativas técnicas de la 'a ores en el mercado (generalmente denominada álea económica)
obra (se entiende que aquellas que no dependan de su pericia y pues. toda variación le será reconocida independientemente d '
diligencia) o dificultades de tipo material normalmente identifica- prevmbllidad
'b'l'd d l ya q e l ' I e
u e SIStema exc uye, precisamente tal previ-su
das con la expresi6n áleas de eiecuci6n. Siendo esto así, y de ocu- sl 1 1 a • en a medida q ue no se pue d en tomar en cuenta ' otros
rrir tales circunstancias o áleas, no será el constructor quien deba valores .;teliaquell~s vigentes a la fecha determinada por la docu-
soportar el costo de ellas, pues de lo contrario se romperla en su mentacI n cltatona 0, en caso de ausencia de previsión ex resa
perjuiciO el principio de la igualdad proporcionalmente compara- al me~ anterior de la fecha de presentación de las ofertas ~ u~
tiva que la Administración tuvo en cuenta al adjudicar, según lo d.~be Imterpretarse que tal ha sido la intención de la Ad;Jnis~a
examinado en el parágrafo anterior. el ~ lcitante y el supuesto tenido en cuenta por los oferentes en
De la misma manera, salvo disposición expresa en contrario rozan de ser ésta la regla en materia de contrataciones pÚblicas.
de los pliegos, na debe incluir en su oferta expectativas de varia- d 1P~dsu~~esto que estos principios también juegan en beneficio
ciones económicas de mercado futuras con relaci6n a 'los costos de
los elementos concurrentes a la ejecución de la obra. Por ello, el
c~ t mm:s~~Cl6~~ comitente, ya que si los acontecimientos que
. n 19ur~n e a a "" elecuci6n o el álea económica producen una
oferente debe cotizar, y esto es lo que ocurre en la generalidad de d,smmucIÓn en los costos o inversiones de la obra ello deberá traer
los casos, con relación a valores existentes a una determinada fecha, aparejada una reducción del precio del contrato.'
del mes de la oferta, o del mes anterior, etc., pero siempre a un
momento objetivamente preestablecido. Así lo establece el deor.
3372/64 (en el orden nacional), que en sU ar!. 90 dispone que la
§ 233. LA '''TANG'BILIDAIl DE LA REMUNERACIÓN
variación de costos que se reconocerá euatrimestralmente (en la
actualidad lo es con una secuencia mensual) " ... se calculará apli-
En supra, Cap. XV, § 100, se efectuó la distinción entre el
cando a dichos elementos (iusumos reconocibles) las diferencias
concepto de precio y el concepto de remuneración en el contrato
de costos entre el cuatrimestre en que han sido certificados los tra-
J
1142 CoNTRATO DE OBRA PÚBLICA
1 LA INTANGIBILIDAD DE LA REMUNERACIÓN PACTADA
1143
de obra pública. El primero es la identificación nominal de la
contraprestación debida al contrati~ta, mient~'as . que la r~munera~
ción es el valor resultante de aplicar el cnteno de la 19ualdad
proporcional y comparativa, definida en el acto de ~djudicación, § 234. INTANCll'lJLlDAn DE LA REMUNERACIÓN
que deberá mantenerse intangible durant" t,oda la vIda del "':'?- Y MUTABlI.JDAD DEL CONTRATO
el prinCIpiO de 1" intangibilidad leud.." aplicación concreta debido contractual, lo, que no es sino una aplicación de aquel principio
a mutaciones externas al contrato y ajenas al ejercicio de la pre- de la mtanglbllrdad de la remuneración del contratista particular.
rrogativa modificatoria de la Administración, como ocurre con el En definitiva, el contrato administrativo, siempre tomando co-
supuesto de la variación en el mercado del precio de los insumos mo modelo la legislaci~n ~~lativa al contrato de obra pública, se
de la obra o, también, frente a otras circunstancias ajenas a las caractenza por una ubwaclOn del álea propia de la ejecución del
partes, COmo los acontecimientos configuradores del caso fortuito, contrato, en cabeza de la AdministraciÓn comitente,
del hecho del príncipe o el casa de las denominadas "dificultades Así en la LNOP e,~ prin,cipio em~na de su art. 39, según el cual
materiales imprevistas" (ver, infra, Cap, XXI), cuando se produzcan pérd"ÚJs, avenas o perjuicios que provengan
Lo expuesto ya nos está señalando una importante diferencia de culpa de los empleados de la Administraci6n o de fuerza ma-
con institutos afines, pero no estrictamente similares, del derecho yor o Ca.so fortuito, serán soportados por la Admi~istrací6n Pública",
privado, ya que mientras el principio de la intangibilidad juega ya Esta disposición ~~pone una gran diferencia con la regulación
sea en concordancia o bien de manera independiente a la muta- del COntrato de 10cac1On de obra privada, en particular, si lo com-
bilidad propia del contrato de obra pública, los correctivos de equi- paramos (:ún el contrato de locación de obra celebrado bajo el sis-
dad al rigorismo del principio del "riesgo y ventura" del derecho tema de ajuste alzado, según lo estudiado en supra, Cap, XV, § 167,
privado (supra, § 227) tienen su fuente lógica de desarrollo en adonde cabe la remisión,
razón de la inmutabilidad del contrato civil. , E~ el c~ntrato, de obra pública en cambio, cualquiera sea el
Sl,tana de e]CCUClOn, mcluso en el ajuste alzado, el álea está e.n
cabe::a ,de la Administración comitente, lo que es coherente con el
~ 235. LA DlSTRIBUc:rÓN DE RlESGOS EN EL CONTRATO
pnnclplO de la intangibilidad de la remuneración del contratista
DE OBRA PL"'BLICA particular y con la incidencia que sobre la economía contractual
generan las prerrogativas ya mencionadas en favor de la Adminis-
Una de las caracterlsticas principales de los contratos adminis- tra~ón dueña de la obra, sin perjuicio de los casos en que el acae-
trativos, que se encuentra especialmente regulada en la Ley de C~llllento del hecho inesperado produzca una disminución delpre-
Obras PÓblicas y en ciertos pliegos relativos a contratos de conce- ClO, esta vez, en beneficio de la misma AdministraciÓn comitente.
si6n de servicios póblícos o de concesión de obras públicas, es la De esta ~anera~ se busca, como con las otras instituciones que
que se refiere a la distribución de los riesgos 1& de la ejecución se están anahzando en este trabajo, lIlSntener dnrante toda la du-
"'í rac.iÓn de la ejecución del contrato, inalterada esa relación compa-
r~tiva que, sOb:e, la ~se de valores objetivos conocidos y horno-
la La cuestión se encuentra especialmente desarrollada en el derecho nor~ geneos, la Adrnmlstrac16n estableció entre todos los oferentes en el
teamericano, bajo la expresión risk allocation, lo que es conceptualmente eX- momento de decidir la adjudicación.
puesto POE Nasch y Clbinic, ob. cit, voL n. p. 1010, como sigue: "Determi-
nados hechos que ocunen durante la ejecución del contrato pueden incremen-
tar sustancialmente los costos de ejecución o tOTOar imposible dicha ejecución.
j
El mismo tipo de dificultarles pueden ser causadas por cuestiones que son
inherentes a la ejecución de los trabajos pero que no son conocidas por el con- . La impor~ancia de este te:na en el régimen de la contra.tación pública fe-
tratista hasta que él se encuentra con la dificultad o toma conciencia del sus- denll en ~os EE.UU. le hace afu-m.'u a Pugliesel oh cit., 1 contraffl, . ., p. 274
~ue. el mIsmo es la nave maestra del sistema: f< • • ,i problemi del rischio CO'i"~
1
tllndal incremento de costos. El proceso de determinar quién deberá sopor-
tar la carga del incremento de costo o de la no ejecud6n de tos trabajos es htmscono una deHe chiavi dI volta dell'intera diSciplina del sistema ».
generalmente denominada como 'ubicación del riesgo!". Los autores índican dícando, ade~s.. que los govemment contracts se caracterizan por '~~nte~~;
que en los contratos públicos se han desarrollado numerosas eláusulas de dis- ~na 1gra~ c~r:-ttda~, de c1áusutas tipo que, además de regular las prerrogativas
tribución de los riesgos (risk (/llocaticm techniques), a las que se hará referen- e ~ a nulllstra.clon comitente, estructuran la tras!Qcación (S'postamento) de
da más adelante. los nesgos y de la responsabilidad que de ellos se derivan (p. 265),
LA INTANGIBILIDAD DE LA nEMUNElIACIÓ~ l'ACTADA 1147
CoNTRATO pE OBRA PÚBLICA
1146
al momento de celebrar el acuerdo de voluntades. La base es en-
tOllCes la mera re1ación sina1agmática, objetivizada en ciertos e1e-
mentas, establecida entre las partes, pero sin injerencia de otros
§ 236, LA INTANGIBWDAD DE LA IlEMUNF,RACIÓN elementos extraños a ella, es decir sin vincularJos a la razÓn (fun-
DEL CO:t-.'TRATO y LA -rEoníA DE LA Th1PREVIS1ÓN damentalmente económica, en eJ caso) que justifica la elección y
calificación de una oferta como me;or con respecto a las restantes.
En supra § 228, siguiendo a Llamblas, se ha citado a la llama- En función de lo expuesto se entienden mejor las distinciones
da "teorla de' las bases del negocio jurídico" como ,fundamento del en Jos presupuestos inmediatos de ambas instituciones comparadas.
nst,'tuto de la imprevisión, Pero el mismo L1amblUs se ocupa de
"
"Señalar que la citada teoría de las bases d e 1 negoclO l UlI
"d,co exce- 2.
Así, en el caso de la teoría de la imprevisión tal cual se en-
, ' 'ó 19 cuentra reguJada por nuestro Código Civil en consonancia con la
de el imbito de la doctlina de 1a ImprevlSl n ,
I
sarios que las partes debíeron tener en cuenta _prevlslblemente- Cl6n. en los meses más afectadO'>, a casi el 50 % mensuaL Es de notal" que,
aunque la distincíÓn teóríca (inflaeión estructural e inflación eOYlIntUlal) pue-
da ser aceptada, se mantienen las dificultades de aplicación casuist.'l. Así, si
bíen hay una c(miente jurisprudenciaJ importante que califica al rodrigaxo cú-
19 Llambías y Alterini, ob, eit" Código Cicil anotado. t. IlI...A, p, 155,
1148 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA LA lNTANGIBlLIDAD DE LA REMUr-HillAC!6N PACl'ADA 1149
bos conceptos, es decir la absoluta falta de posibilidad de prever la presentaci6n de las ofertas ya pudieron ocurrÍr acontecimiclltos
el acontecimiento configurativo del hecho distorsionante del equi- que desactualizaron notablemente tales valores v mncho más, si
librio contractual o su inexistencia al momento de celebrar el COn- considerarnos el tiempo que debe transcurrir h;st~ el momento de
trato, NÓtese que si, en el caso del contrato de obra pública, la la adjudicació~ o de la firma del contrato, Sin embargo, el régi-
exigencia del procedimiento de selección es, p, ej" ofertar con va- men de ;anaClón de costos: aun por encima del sistema de reajnste
lores vigentes al mes anterior a la fecha de presentación de las que pudiera estar establecido en la documentación licitatoria ten-
propuestas~ en una economía inflacionaria e irregular como la nues M
I
drigazo) CNCom" Sala B, julio 28~982J en autos "Ringelheim. Julio y otros
c/CIGA1F S. A.", con nota critica de Alejandro Borda, Un peligroso preceden- . "En cuanto al l:égímen de aplicación de la teoría de la impre.
te i"ri..prudencio~ LL, 1983, C-214", vlSlon: cabe advcl'trr que el acaecimiento del hecho que disloca la
Todos estos problemas son ajenos al régimen de la variación de costos f~'1 ecuaCión contractual produce importantes efectos jurídicos:
I
el contrato de obra pública. ya que allí no se requíere In nota de la imprevísi-
bilidad. ni de 1a extl'aordinar.iedad ni siquiel'a, en estricto sentido. la nota d~ ,a), El deudor damnificado puede demandar judicialmente la
la sobreviniencia a la celebración del contrato, según se verá al estudiar en reSClSlon del contrato, demanda que será acogida por el juez en la
detalle el citarlo régimen de la variación de costos. medida que se compruebe la existencia de los supuestos fácticos
.. -
que justifican la acción. Así, el contrato dejará de tener efectos que la situación del deudor deje de ser desventajosa, "pues la teo-
para el futuro 22. j'ía de la imprevisiÓn no es un dispositivo que le permita a alguien
b) El acreedor podrá impedir la rescisión "ofreciend~ mejorar desligarse de los malos negocios, sino un remedio heroico que im-
equitativamente los efectos del contrato" (a~t. 1198 in fme, Cód. pide la grosera vulneración de la justicia" 24,
Cív.). Esta oferta será considerada por el Juez SIempre que rm- Cabe recordar que en el campo del derecho público, concre-
plique "una repartición equitativa del riesgo sobrevcmdo,. entre las tamente en el derecho administrativo, la moderna teoría de la im-
partes afectadas" 23, ya que la revisión del contrato no Importará previsión nació ante la necesidad de asegurar la prestación de ser·
vicios públicos otorgados por concesión a particulares.
En este sentido, el ya citado caso de la Compañía de Alum-
22 Debe destacarse que en la actualidad se está perfilando una corrienLe
brado de Burdeos, resuelto por el Consejo de Estado francés el
jurisprudencial, no uniforme, que admite (fuera de la it1r~ .~xpresa del al t 30 de marzo de 1916, se convirtió en el leading CMe que siguió
1198 del Cód. CiY.) la factibilidad de la demanda por tevJSl{lfl; del contrato, toda la evolución posterior del instituto de la imprevisión en el
en la que el actor reclama directamente la !,uma de dinero que entiende le :o~ ámbito del Derecbo Público.
nesponde para compensar la sítuac:16n de imptevísión de la que alega ser VLC~ Los principios que sentó el Consejo de Estado francés, en el
tima. As:i. p, ej., se ha dicho: "De letmirse los plesupuestos del art.. ~198> .2
parte del Cód, Civ., \a actora se habría hallado habilitad .. para. pehciOnar el importante fallo citado, son los siguientes:
reajuste y no solamente la resolución del contrato, Si bi~n de dicho prcc6pto 1) La continuidad del servicio público se garantiza y exige, a
parceiera surgir únicamente esta última. nli.el'Dattva. q uedándole al de~andado pesar de la mayor onerosidad que debe afrontar el contratista por
la posibilidad de ofrecer la mejora, dicha omisión de la ley no tendra may~; el cambjo imprevisible de las circunstancias de la contratación.
sentido habida cuenta de que quien puede lo más, ha de poder l0. menos .
CNFed. Cont.~adrn.> Sala 111, 4/11/80. en autos "Compañia In~~biharia -:ht. 2) El órgano jurisdiccional no puede modificar las cláusulas
tense S. A. c/ENTEL", LL, 1983·B~21B; también en el f,uer~ CiVIl es p~Slble y estipulaciones contractuales, ya que de hacerlo invadiría atribu-
encontrar fallos semejantes. así, CNCiv., Sala A, 7/7/83, Faicone, Rlcardo ciones de la administración activa. La modificación de los tér-
c/Mieres, Roberto", LL, 1983·D~98. . minos del contrato, en cambio, queda librada al acuerdo de volun.
En el fuew comercial parece imponerse In solución contrarIa: tades de COncedente y concesionario.
"El art. 1198 del Cód, Civ, prescl'ibe claram<'''tlte que el contratante qu:,:
esüme verse perjudicado por haberse tornado excesivamente onerosa su pl'es~ 3) Si el acuerdo no se produce, la entidad concedente debería
tacíón por un acontecimiento extraordinario e imprevisible puede demandar pagar al concesionario una indemnización por las consecuencias
Id. resoluci6n del contrato, correspondiendo sólo a la otra parte la facultad onerosas qlle debe soportar el concesionario en razón del cumpli-
de neutl'ahz.ar tal petición ofreciendo mejOl'ar equitai.ivamente los dectos dd miento del contrato. Dicha indemnización se limitará exclusiva-
contrato. mente al daño emergente -con total exclusión del lucro cesante-
~'Una comprensi(¡n cuidadosa del instituto de la impt"eYíSión indica qnf'¡
en razón de Stl naturaleza de remedio de excepción, su aplicación debe sold~ distribuido aquél entre concedente y concesionario, de modo tal
mente efectuarse stricti iUr1s, esto es, en las hipótesis, en las condicion~s v que la reparación no cubre tampoco la totalidad del daño emer-
sujeta a los efectos que específicamente estatuye la norma legal ;t~,e gohier na gente sufrido por el particular 13.
la resolución, implícitamente pueda también demandarse la reVlSlon. ".
'~I juez debe acatar la solución que acuerda el art, 1198 dd C6d. ClV., Por lo expuesto se destaca que, aun compartiendo idénticos
paw los supuestos de imprevisión conlractual. sin que le sea aomi~do> con el fundamentos -garantizar la efectiva realización de la justicia- los
pretexto de que otra solución sea más equitativa o razonable, modifH'ar el ~re~
i'epto en clara txansgresión de la ley y más aún quebrando el ordenamiento
jurídiCO de la República al asumir facultades que constitucionahnente corres~ 24 ¡bid.
ponden a otrO poder" (eNCom., Sala A, 31/8/8~. "Montoto, José M. c/Lu- 25 "Si bien es cierto que prodUCido el evento imprevisib:e dará lugar 1\
zuriaga de SiebeJ María Z:> ED 110~1l3; tambIén, entre ot.os, Sala C, en un desequilibrio financiero del contra.to, no es menos cierto que el cooontra~
autos "Coserco 5:11.. L. el Acr:osol Spray Internacional de Argentina'~, 16/8/83, tante n~ puéÍle pedir que se restablezca en su totalidad el equilib.d.o, ya que
LL~ 1983-D-451. Cabe señalar que el proyecto de "1ey de unificación de la ello dafIa origen a que la administración se hiciera cargo de to:lo el perjuicb
legislación ciyil y eOIlW1ciaf de la Nadón" reforma al arto 1198 del C6d. Civ. prodUCido, mientras que, por aplicaCión de la teoría de ia imprevisión la ad~
admiUendo la acción de "adecuaci6n"). ministración sólo ótorga una ayuda palcial". Manuel María Diez. Lo; malio~
23 Llambías, oh. cit., Tratado ... , Obligacfones, t, l. p. 253. res costos en fas obras públicas, '"Revista Argentína de Derecho .<\tlmínistratl-
CONTRATO DE OBRA PÚBLICA
LA INTANGIBILIDAD DE LA REMUNERACIÓN PACTADA 1153
1152
efectos de la teoría de la ímprevl,i6n difiereo al ser aplicada eo arl. 62 el siguiente principio general: "El contratista no podrá, bajo
uoa u otra rama del derecho y ello, atendiendo a la especial na- pretexto alguno de error u omisión de su parte, reclamar aumento
turaleza de los contratos administrativos (ya que la teoría no s6lo de los precios del contrato".
es aplicable en la concesi6n de servicio público), en la medida que De lal manera que sólo se admitía la correcci6n de las "equi-
éstos respondan a una finalidad de interés público, lo 'lu", torna vocaClOnes del presupuesto, en cuanto a la extensión o valor de las
inadmisible la rescisión contractnal, salvo supuestos excepCIOnales. obras" (art. 62) y la indemnización en caso de fuerza mayor, en-
De aquí que la aplicaci6n de la teoría de la imprevisi6n -en ~os
contratos de derecho público- se resuelva en un derecbo de m-
demnizaci6n en favor del contratista afectado, indemnización que ~tros, Rivero Jean, Droit _4.dministratif, Dalloz, París. 1977, ps. 128 y SS.; Wa~
no es plena sino parcial, atendiendo al principio del "riesgo L'Om- lIne, Maree!, Précis de Droü Aaministratij, Múntchrestein, París, 1009, ps,
partido" tal cOmO ocurre en la revisión por imprevisión de los con- 428 y 429; de Laballde\'e, André, Traité de Droit Administratif~ L.G,D,J" Pa-
rís, 1976, ps, 380 y siguientes.
tratos de derecho privado 26. En realidad la fundamentacíón del régimen de vurif1.l'.-'ÚÍn de costos en h
Pero lo expuesto precedentemente es propio de la primera teO"rÍa de la imprevisión es sustentada por la mayor parte de la doctrina na-
evolución de la cuestión en el marco de la contratación adminis· cional y ~h'anjera, Sin embal'go, hay ímportantes excepciones) romo es E'l
trativa, lo que llevó a un importante sector doctrinario 27 a man- C3S0 de.. Clanflonc, oh. cit., H 770 a 774. En el lugar citado, el autor luego
de resenar ]a regulación de la teor&a de la imprevisión en el art. 1664 del Có~
tener la invocaci6n de la doctrina de la imprevisión para supuestos
digo CivH italiano. afirma.: "Diversamente stanoo le cose per cuanto attiene
que tienen su autónoma solución en el derecho administrativo, de aWappalto di opere pubbliche", donde !re preScinde "cualquier consideración
lo cual es muestra importante la evolución que el tema experimen- de puwisibilidad o imprevisíbiJidad de las drcunstancias determinantes de V~:l_
tó en el caso del contrato de obra pública. riaciones en e1 costo de los factores de produccíón'~. Analizando la normativa
N
especial en materín. de "appalto di opere pubbliche Cianflone concluye en
qu.e ~a. revisión < del precio en. dicho contrato uno e~. '.' una aplicación del
pt'lllClplO ~e la soprevw,'4ienUl, ni está [nndada sobre lo imprevisible", Y el
§ 237. EVOLUCIÓN DE LA DOCTRINA EN EL CONTI1ATO ~utor realiza una explicación que es coincidente con la desarrollada en el texto:
DE OBRA pÚBLiCA ~~ nonostan:e la previ~ibilita dell'aumento (¡ prescindenda dalla imprevidi~
hIJita, !~ spec~e normat.lva cooc'€de la revisione dei prezzi, do accade perchA
essa ntlene plU convemente che la p,a. assuma iJ maggior onere effettivo
La Vle¡a LNOP nQ 775, del 20 de julio de 1876, atendiendo a che si dovesse verificare concretamente piuttosto che lascíare che íl rischio
los valores jurídicos que primaban en la época, establecia en su di possihili ~ume~ti futuri giochi s~mpre nelrofferta di preuo é che quindi
e~sa 10 sublsca In ogni caso. Cio, da una parte, risponde alta esiganza
dI assicurare la migliore spendita de' dena:ro pubhlico; dall'altrll alla esi-
vo»~ ni¡ 4, noviembre 1912. En igual sentido, Miguel S. Maricnhoff, Tratado genza. di assit...urare un adeguato roncorso ndIe gaJe per rappalto di opere
de derecho adminilitrati;;o. t. 11I-A, p. 504; también Benjam¡n Villegas Basavil- pubbliche e la tempestiva ultimazione di queste, E sostan~ia1mente 10 stesso
fo~am~t~ che, a a ~5e della disposizione che consentEt ]" acroUo da parte
Laso, Efectos jurídicos de la desvalorizaci6n de la moneda prodw..ida .p01' actos
de gobierno én !os contratos' de obra pública !J de stmvini,~tros, LL, serie A, L 1. dell amrrumstrazwne del danro alIe opere da forza maggiore (o. 343 ss,):
26 El reglamento de contrataciones del Estado, sancionado por decr. e cíoe la necessita di scongiurare il pericolo che la posizione delYappaltatore
pos~a diventare cirtica ai fini del tempestivo compimento den'opera. A cio si
5120/72, reglamentaTio del Cap. VI de in Ley de Contabilidad, en sus arts.
56 y 57 hace expresa aplicación de 10. teona de la imprevWí6n. La norma agg¡ungono poi motiví palesi di somma eqnítA e di buona f€de che hanno m-
(art, 56) mantiene el principio general de la in varia bilidad de los preciOS, doUo e jnducono JI Legislatore a derogare al principio dello. invatiabilítA il
salvo "cuando causaS extraordinadas o imprev¡stls modifíquen la economía cut rispetto porterebbe altrimenti alla OOnSegnenza della ricezJQue da p~te
del contrato", En tal caso se podrá, p:evio acuerdo de partes, reconocer las del~a pnbbhca amministrazíone di un' opera che ha un costo di gran lUllga su-
variaciones de costos "en la medida en que las causales imprevistas índdan perIore ai corrispettivo pagato",
en )05 mismos" (es decir que no se admite uua estricta L'Ompensacíón del ma- En .la ~ota n9 3. Cía~one hace esta importante precisí60. que por sí
yor costo, sino s610 de aquella parte afectada por el hecho imprevisible y ex- sola motivana a una reflexion mucho mayor: "La ratio della revisione dei
'p~ezzi ~> in alhi termjni~ beo diversa ne1rappaJto interprívllto e nell'appalto
traordinario) o dar por resc111dido el conhuto sÍn que ello acarree penalidades
di opere pubbliche, Nel primo e squisitamente giurldica; nel secondo 6 pre-
para el contratista. vnlenlamente polHica (in senso generico)".
27 Tiene en el punto gran influencia la doctrina francesa. Así, ent,xe
1154 CONTRATO DE OBl'l1), PÚBLICA
LA INTANGIBILIDAD DE Id\. REMuNERAClóN PActADA 1155
tendiendo por tal "sólo aquellas pérdidas que tengan causa directa
reglamentada por los decrs, 6927/61, 412l!64 Y 9599/64, amplió el
O indirecta en las autoridades públicas" (art. 60). También admi"
reconocimiento de las variaciones de costos al rubro "a11lOrUzacio-
tía la lev 775 la posibilidad de prorrogar proporcionalmente el tér-
nes de equipos". Además, por medio de los decrs. 3772/64, 1978/64,
mino d; cumplimiento del contrato si "por un obstáculo de cual"
4517/66, 7159/67 Y 7759/67, se fijó el régimen procedimental para
quier clase, independiente de la voluntad del contratista, no pu" obtener su reconocimiento en sede administrativa.
diese comenzar las obras en el tiempo fijado, o tuviese que sus-
pender las ... ~ (ar!. 30). . Con respecto a su inspiración en la teoría de la imprevisWn,
Así se agotaban las previsiones de la Ley de Obras Públ~~as la misma letra de la ley 12.910 (con su integración en el régimen
en favor del contratista colaborador del Estado. Esta sltuaclOn, complementario creado por los distintos decretos reglamentarios)
por lo demás, fue apoyada por una rigu:osa jurispr~dencia que, traicionó la voluntad del legislador, como seguidamente veremos.
aferrándose a la letra expresa de la ley, sólo [eConoclO el derecho
del contratista a ser indemnizado en aquellos supuestos en que era
clara la responsabílidad de la Administración por el mayor costo § 238, RÉGIMEN LEGAL DE LA VAl\IAC¡ÓS DE COSTOS:
de la obra. su DlFERENCtA CON LA I~(PREVISI6N CONTRAGruAL
que la ley admite el reconocimiento de la variaClOn de estos costos cargo del partícular. Es suficiente con que ocurra el mayor c08l;0,
{decr. 3772/64, art, lO} cuando, además de los causados por "actos cualquiera sea su entidad para generar el derecho a su recono-
de gobierno", encuentren su origen en "convenios generales" de los cimiento por parte del contratista, sin perjuicio de que los pliegos
que pudo ser parte el mismo contratista, según lo dispuesto por o contratos fijen un porcentual por debajo del cual no proceda
el arl. 19 de la ley 14,250, dicho reconocimiento y ello por razones de simplicidad acorde con
6) No corresponder a un rubro expresamente excluido en Jos la poca importancia económica de la variación 30.
pliegos o en el contrato. Cabe señalar que tal exclusión se acepta b) Efectos. - 1) Se garantiza la continuidad de la obra píl-
siempre que responda a razones de índole técnica o a la poca i.~ blica sin que ello cause perjuicio al palticular cocontratante, Sólo
portancia económica del rubro excluido, de acuerdo a los requlsl - se admite la rescisión contractual en el supuesto excepcional del
tos exigidos por la Procuración del Tesoro de la Nación para ad- art. 59 de la ley 12,910.
mitir este tipo de cláusulas. 2} Las cláusulas contractuales. en lo que hacen a su régimen
Sin perjuicio de lo ya expuesto, las diferencias que más se, des- económico financiero, pueden ser modificadas, tanto en sede admi-
tacan con la teoría de la imprevisión son las siguientes: a) No se nistrativa como judicial. conforme a las previsiones dc las leyes
requiere que el hecho sea imprevisible y extraordinario 19. b) No 12,910, 15.285 Y sus decrs, reglamentarios y complementarios. Cabe
importa la magnitud de la oncrosidad causada en la prestación a reiterar al respecto, que las leyes mencionadas han sido conside-
radas de orden público y por lo tanto de aplicación obligatoria para
la Administración centralizada v descentralizada.
29 Esta distinción tiene notable importancia en economías sometidas a
procesos inflacionarios constantes ya que, de ap~i;al' la t~o~ía -de la "imprevi-
De tal manera se han declarado -en numerosos fallos juris-
sión en los contratos de obra pública ron excluslOu del reglmen de mayores pruderrciales y dictámenes de la Procuración del Tesoro- ilegiti-
costos" Jos redan,os de H~conoc!miento de las variaciones de los costos care- mas las cláusulas excluyentes del régimen de mayores costos, salvo
cerían 'de suficiente fundamentación. Así se ha dicho que « . • • la deprecia- las que se refieran a rubros determinados v esto último siempre
ción monetaria en épocas de constante o progresivo envilecimiento económico
o de hecho de la moneda no resulta, por sí sola, una excusa de alteración dEJ que las circunstancias del contrato no exijan la aplicación del prin-
la base del uC'..gocio jurídico. Esto. porque tal fenómeno económico apareée cipio general.
como ordinario y en buena medida como previsib:e. El aumento de los prt:'~ 3) El reconocimiento de la variación de los costos na tiene
dos de los elementos constitutivos de una obra. tratándose de una empresa
de construcción o de productos a elaborar. tratándose de suministros que ten- carácter indemnizatorio, sino que importa una obligación estricta~
gan o no la nota de la locaci6n de obra. sigl\e una linea ascendente que Se
rige por factores que observ¡\n alguna "nmmalidad'. Lo extraordin~rio Y lo
imprevisible en esas circunstancias no aparece, Pero ello no e.<; aSl cuando
esOS precios sufren un incremento que escapa pOI ~n:pleto a t~a humanA
previSible y no simp!emente imprevisto y además extraordinario. pa,ra el ré-
previsión. En otros términos: un conhato de cu~pUmtento contin~a~~.,. o
de ejecución diferida,.. cuaooo se concierta en epocas de depreclllc~on mo~ gimen de varlaC'lones de costos en la obra p\'íblíca, sólo se exige la efectiva
netaria impone a las partes PI('V€J,' sus consecuencias para que no qUIebre 4?1 prooucci6n del mayOr costo, eualquiera sea su enudad (ver supra, i 236).
equilibrio de las reciprocas pl'estrtclones, No se está ante un supuesto de im- 30 Ratificando su ya posición tradicional en la ma.teria> recientemente la
previsión con~actual, pues nada ocurre de imprevisíbie Y de extraordinario. l'mcuraclón del Tesoro de la Nación dictaminó; "A ese respecto (se b:ató del
"El riesgo que existe en el contrato asume la condición de ser normal. Pe.:o reconúcirn.iento de variaciones de costos ocurrídas en SuiT.a, de interés en el
si la curva de crecimiento de 105 precios sufre un brusco salto que asume los cOntrato en particular) la Procmación del Tesoro ha sostenido que tal recono-
caracteres de lo impreVisible y lo extraordinario }a aplicación de la trona de cimiento se halla imperativamente establecido por dispOSiciones de orden pú~
la impreVisión contractual l"esulto. procedente" (Alberto G, Spota, lm,previs1Ón hlico (por lo que cuece da relevancia su fruta. de previsión en el contrato
oontractllal y deSt,'lfloriwcwn o depreciaci6n monetaria, en JA~ 196e-VI-252; como se alega" ,) contenit:as <2n las leyes 12.910 y 15.285, qne lo ordena~
también argumentos similares del mismo autor en Tema de la imprl?1)isiÓn respecto de los mayores costos que concurran a la realización de la obra. pú~
contracttull, su aplicaciÓn en épocas, de ínflaci6n monetaria, culpa del damni- btica~ sin efectuar salvedad alguna sobre su origen o forma de pago (Dictti~
ficado, LL. 140~453J4), De manera que, mientras para la teoría de la im- ':J('me8, 134:38; 15l:371 }", dktamen trarucripto íntegramente en "Régime!1
pH3'visi6n 'el hecho que I110tiva la l.esclsión o revisi¿n del conhato debe ser im- ¡,
(le la Administración Pública", 90-62 65,
1158 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA LA INTAKGIBIUDAD DE LA EEMUNERAClÓ~ PACTADA 1159
mente contractual, debiéndose considerar al contrato de obra públi- soro ha sostenido también que la aquí denominada doctrina de la
ca como integrado por las leyes 12.910 y 15.285. intangibilidad no supone la contradicción al principio de la igual-
4) Dicho reconocimiento es pleno, no siendo de aplicación al dad lidtatoria, al otorgarle al adjudicatario nn beneficio (la va-
rcspec'to el principio del riesgo compartido. riación de co~tos) que los demás oferentes no pudieron conocer.
Por lo demás, el reconocimiento de la variaci6n de los precios Por el contrano, el Procurador del Tesoro sOstuvo que en el régimen
en los contratos de obra pública está sometido a un régimen pro-
cedimental especial -normado fundamentalmente por los decrs.
1968/64, 3772/64 Y 7759/67- en perfecta adecuación a la natura- visible', Agrega asimismo que 'la magnitud de ese desequilibrio debe ser tal
leza de los reclamos formulados por esa vía, siendo éste un ele- Que fa prestación a cargo de una de las partes se torne excesivamente onerl)~
mento absolutamente desconocido en el ámbito de la teoría de la 5a ... debiendo existir en fOfma ineludible, un nexo de causalidad entre h
misma y los hechos extramdinarlos y de imposible previsión'.
imprevisión.
"Es decír, entonces, que de acuerdo a la doctrina del citado o:'ganismo
En definitiva, ésta es la interpretación que la Procuración del de control contable la aplicabilidad de los dects. 2875/75 y 2348/76 es~:\
Tesoro ha efectuado con relación al régimen de variación de pre- :mpeditada, únicamente. <t que 'las distorsiones signific,'1tivas' producíd~s en
cios en la obra pública (en particular COn relación a las condicio- Jos costos hayan tenido por origen hechos <extraordinarios' e <imprev~ib)es'"
Cualquier otra causa distorsionante -según ese criterio--- luuía inaplicable d:~
nes de aplicación de los dccrs. 2875/75 y 2348/76, que serán estu- cho l·égimen.
diados de manera paltícularizada más adelante), señalando el Pro- "Esta Procuración de] Tesoro reÍleradamente ba señalado (Dictámenes,
curador que: "En conclusión reitero que no comparto el criterio del 96:~7.; 26:497; l29:475, entre otros) que el área de competencia específica
Tribunal de Cuentas de la Nadón que adscribe exclusivamente den- d:l fr:bunal de Cu~ntas de la Nación no es la jurídica., s1no la financiera Pl)-
tro de la 'teorla de la imprevisión' al régimen de reconocimiento l'.:tmomal {arL EH. mes. b y p. de la Ley de Contabilidad) y por ende el
control y Vigilancia de todas las operaciones de esa Índo!e que realice tl
de variaciones de costos en la obra pública, ya que éste sólo exige Estado.
la efectiva producción del mayor costo, cualquiera sea su entidad. "En dictamen reciente. de fecha 16 de noviembre de 1983 (c\pedient'?
Es decir, que la aplicabilidad de dicho régimen no se supedita a n" 102.346/78 c/ngreg. EEAA n" 438,062; Ministerio de Obras y Servicios PÚ-
la consideración del hecho o acontecimiento extraordinario e im- hlicos) en ocasIÓn de una observación del Trihunal corl idéntico fundament'J
se expresó que si bien en Jos considerandos del decr. 2875/75 se alude a b
previsible~ sino que ]a recomposición equitativa del convenio se
Teoría de la ImpreVisión receptada por el art. 119B del Q'x:L Civ.> 00 debe
justifica e impone frente a 'cualesquiera otras causas que hayan pro- ütvidarse que también ¡;;e indica, prioritariamente, la exigencia del art. 611 [le
vocado las distorsiones (art. 19 in fine del decr. 2348176) no impu- la ley 12,910, que impone 'la inclusión en los contratos de obras públicas na-
tables al contratista'" 31. Es de destacar que la Procuración del Te- donales de regímenes que reconozcan. en forma equitativa las variaciones de
costos concurrentes a su realización' (considerando primero del dccr, 2875/15:.
"En esa oportunidad también se sostuvo {{tle si bien la exístCl1cia de he-
chos extraordinarios e imprevisibles pudo incidir en la sanción de los deers.
31 Dictamen del 31 de enem de 1984, expediente nQ 1395/81, (;/235/81 2815/75 y 2348/76, 'las normas dictadas han trascendido tales supuestos pa-
de la Subsecl'claria de Agrtcultura y Ganadería. A partir del párrafo n Q 3 ra proyectarse n todos los casos de comprobación de distorsiones significativas
de su dictamen, el Procul'fidor del Tesoro señaló: en lOS sistemas de liquidación de variaciones de costos>~ a estar a las propias
"Respeeto a Ja objeción de fondo formulada por el Tribunal de Cuentas de palabras del art. l? del decL 2875/75. 'Si, Ítn1camente, debiese surtir efecto
la Nación {fs. 52/54) en cuanto a la aplicabilidad al caso concreto de los dec::'s. tal régimen ante hecbos extraordimnios e imprevisibles, debería -estim()-
2875/75 y 2348/16, advierto que la misma teL'Qge la doctrina sustentada en un haberse incluido expre-..sameote esa circunstancia como requisito $.lne qua nOn
caso análogo al presente por el citado Tribunal y que diera lugar a Ja Providencia para su efectiva aplicación, 'o que no surge del prel.'epto',
n9 233/82, DeDS 2da, cuyn copia se acompaña a fs. 24/26. "Y a rontlnuación se indicó que a mayor abundamiento, el art IV' del
l'En esta última, el Tribunal de Cuentas sostuvo qne los decrs. 2875/75 deo!. 2348/76 preceptúa que 'la nueva mecánica de reconocimiento de varia~
y 2348/76, son 'receptivos de la Teoría de la Imprevisión ... y reconocen Cf)- dones de costos". deberá contemplar 1<15 distorsiones de los reconocimientos
mo fundnmt:mto teJeoJógicQ la lIecesidad de reparar las distol'siones significati- provenientes de las SIguientes causas: a) inequidad por fórmulas o métodos
vas que se pl'oduzCo:'1u en la hquidación de vmiaciones de costos en la obra de reajuste inadecuados ... '.
púbH~ y qne impol ten un;) grnve altemción de la ecuación contractual deri- "Asimismo, se seÍlaló que esta Procuradón del Tesoro SOShlVO (Dict(Íme~
vad,l de acontecimientos sobrevinicnte-s de C3racter 'extraordinario' e 'impre· ne,s. 130:243) que 'es indud¡'\ble que, romo toda norma contractual, las d;iu~
1150 CONTRATO DE OJlDA PÚBLICA LA INTANGIBILIDAD DE LA REMUNERACIÓN llACTADA 1161
de variación de costos se rnantiene esa igualdad según una cierta mientos con resultados sinri]ares" 32. Y, aSÍ; concluye el Procura-
Telación, ya que los demás oferentes, de haber resultado adjudica- dor del Tesoro el mismo dictamen: "Se vulnera el principio de
tarios, se hubiesen encontrado en circunstandas análogas a las que igualdad cuando en iguales circunstancias se admite para unos lo
motivan la petición (de reconocimiento de la variación de costos, que se prohíbe a otros; pero no en el presente supuesto, en que
en el caso, modificación del sistema conhactual de reajuste) de la la modificación de las fórmulas pudo haber sido solicitada por
contratista en concreto "y con derecho a formular iguales requeri- cualquiera de los oferentes que hubieren resultado adjudicatarios,
1 que se encontrasen en la posición de ... " la contratista en concreto.
Obviamente, hay aquí una formulación del principio de la igual-
sulas de variaciones de costos. deben ser objeto de una interpretación ~H1ZO~ dad proporcionalmente comparativa, resultando del procedimiento
nable:., haciendo prevalecer .. la común intención de las partes. sobre la apli~ de selección del contratista, o por lo menos, la doctrina esbozada
cación .. literal. del contrato' (Laubade¡'e, André, Ttaité théorique et practíqtJ.e por la Procuraci6n del Tesoro puede encontrar una correcta fun-
des CDntrats adminlstratifs~ París, 1956, t. H, p. 229). En las mismas oportu- damentación y desarrollo en aquel citado principio.
nidades {Dictámenes, 80:30 y llO:212} este organismo recordó que se ha re~
conocido también QllC, si a pesar de existir cláusulas de variaciones de prec.ios~
se modifican las circunstancias en que han de aplicarse. es decir que la apbcs n
ción de la cláusula de variaciones no ha jugado en los hechos en condiciones § 239. LA TEORÍA DE LA JMPI\EVIS¡ÓN EN EL DERECHO
normales conforme a la previsión de las partes, el contratista trene' derecho n
indemnización por el mayor costo operado ("conf. Laubadere. op. cit, t. 11, ADMINISTRATIVO
p. 303; Jeza. Gastón, T eorfa g(Jf1.Cfm de los contmtos de la administración. t.
V, ps. 270/271)'. Y allí se concluyó; 'En el pres8'Ilte caso y a estar a los in- Lo expuesto nO significa afirmar que la !coria de la imprevisión
formes técnicos ya citados, las circunstancias de hecho habrían sufrido mod~:i
caciones tales que justificarían plenamente el tratar de encontrar una soluclOn
no tenga campo de aplicación en el ámbito de los contratos admi-
que restablezca 1a ecuación económico financiera de los contratos en ejecu- nistrativos.
cíón~. En algunos casos, cama en el contrato de suministro, la teoría
uEn dictamen posterior y ante la observación legal formulada por el Tl'i~ de la imprevisión tiene una regulación especial, un tanto diferente
bunal de CUF.ntas de la NaciÓn al art, 3Q del decr, 2348/76 por el que se con- a la establecida en el ar!. 1198 del C6d. Civil.
validaron 105 actos y procedimientos dispuestos por las repartiCiones y empre-
sas del Estado que implicaban modificaciones contractuales o reglamentarias., Así, como ya fue visto, el inc. 56 del decr. 5720172, reglamen-
necesarias para restablecer la equida.d en el reconoc:ími'ento de las v.ariadones tario del arto 61 de la Ley de Contabilidad, estahlece que "los pre-
de costos impuesta pOt' Ja ley 12,910, este Organismo destacó que 'no se trat'\ cios correspondientes a la adjudicación, por nonna, serán invaria-
de convalidar hechos consumados al margen de alguna díspo..<¡ición legaJ, sino
dE' ratificar actos y procedimientos adoptados en cumplimiento y no en tram~ bles. No obstante, cuando causas extraordinarias e imprevisibles
gresión de la ley que oJ'denn contemplar la variación de los costos de la obra
pública -en forma equitativa (ut 6 9 , ley 12.910)' (Dictámenes, 140:128).
"Con recha 18 de diciembre de 1981, en expediente 4656n3Cde. 110
ce la Secretaría de Estado de Programación y Coordinación Económica, tam- quiera sea su entidad. Es decir, qlJe la apI1cabihdad de dicho régimen no se
bién se sostuvo que el principio rector en la materia lo constituye el art. 6'1 supedita a la consiJeracíón del hecho o acontecinriento extraordinario e im'pre~
de la ley 12.910 ya citado, y refiriéndose a los deerg. 3712/64, 2615/75 Y visibJe, sino que fa recomposición equitativa del convenio se justifica e impo-
2348/76, con respecto a este {tltimo Se ~efialó que su arto lQ impuso que se ne, frente a cualesqUiera otras causas q1-W hayan provocado las distorsiones' (art.
contemplen, además de las que enumera, cualesquiera otraS causas que haY,l~ IV in fine del decr. 2348/76) -no ímputables al contratista~'.
provocado las distorsioneS', Asimismo se mencionaron distintos fallos del Tn~ En b misma fecha y con e; mismo sentido la Procuración del Tesoro
buna1 Arbitral ley 1.2,910 y de la jurisprudencia, vinc1.1lados con el rég~men dictaminó en el expediente nQ 610/81 de la Junta NaCional de Granos. "Régi-
de los mayores costos, sustentados en iguales principios, y a los que breVltat~ men de la Adminisrración 'Pública". 73-82 a 84, Sobre el particular ver tam-
causa roe xemito (Dictámlmes, 159:533). bién el trahajo de Zabalaga, Osear Diego, Err6t1eo condicionamiento de la tX/-
"En conclusión reitero que no comparto el criterio del Ttlbunal de Cuen- riación de, costas a la teoría de la impreuW6n en la obra pÚblica, «Régimen
tas de la Nación que adscribe exclusivamente dentro de la "Teoría de la 1m- de la Administración Pública", 74-7.
previsión~ al régimen de reconocimiento de variaciones de costos en la obra 32 Dictamen ded 16 de noviembre de 1983, puh1icadó en "Régimen de
pública. Y;J {fU!? éste sólo exige la efectiva producciÓn del mayor costo, cual- 1.1 Adn:inistradún PúbHca'~, 74-72 a 18.
1162 CON'rnATO DE OBRA PÚELIC.4.. LA INTANGIElLIDAD DE LA REMUNERACIÓN PAGf/;,DA 1163
modifiquen la economía de] contrato, se podrá, por acuerdo de Además, debe señalarse que para aquella doctrina que acepta
partes; a) reconocer variaciones de costos en la medida en que la eXistenCia de contratos pnvados de la Administración, es decir
dichas causas incidan en los mismos; b) dar por rescindido el con- contratos celebrados por la Administración Pública u otros entes
trato sin penalidades". Como se ve la diferencia esencial respecto públicos estatales regidos por el derecho privado, la teoría de la
del arto 1198 del Cód. Civ., consiste en una inversión de la mecá- imprevisión tendrá entonces plena aplicación según lo regulado en
nica de aplicación de ese artículo: no hay demanda de rescisión, el ya citado art. 1198 del Cód. Civil.
sino una posibilidad de acuerdo de partes para mejorar la ecO no-
lllÍa del contrato y en caso de fracaso la rescisión del contrato sin
penalidades. § 240. VALOl\ACrÓN DEL SISTEMA
Es de notar que la ley 21.391 ha modificado esta regla del
decr. 5720172 para aquellos contratos en los que el plazo de entrega, Cabe preguntarse si el sistema que se ha desarrollado en los
o más exactamente el plazo pactado para la conformidad definitiva parágrafos anteriores es justo, o si con él no se está constituyendo
de la recepción del suministro, no exceda de cuarenta días desdc a la Administración contratante en una suerte de garante del buen
la fecha de la apertura de las ofertas. En estos casos se ba esta- negocio de su contratista.
blecido un régimen de variación de costos automático y de orden La justicia del sistema debe valorarse a la luz de la virtud de
público, sin necesidad de acreditar imprevisibilidad ni excesiva ooe- la justicia distributiva, despojándose de criterios privatistas (de jus-
rosidad, el que se basa en la compaxacióll de índices oficiales, se- ~lCl~ c~nmutattva) que suelen afectar al análisis juddico de las
gún la metodología establecida en la citada ley. mstJtuclOnes de derecbo público. Desde esta perspectiva el siste.
Pero, además de estas regulaciones específicas, en el campo ma es enteramente justo.
del derecho administrativo la teoría de la imprevisión tiene un Pero, la misma conclusión es procedente, si examinamos la'
papel que jugar en aquellos supuestos que no tengan solución por cuestión desde la visión de su realidad económica material.
la aplicación de los principios analizados a lo largo de este escrito. Todos los agentes económicos tienden a construir mecanismos
Asi, la teoría de la imprevisión será de importante aplicación de protección contra riesgos que puedan afectar a sus actividades
práctica en todos aquellos cOlltratos administrativos no legislados que se desarrollen en períodos más o menos prolongados.
y que por lo tanto esta problemática no tenga una solución ex- . Olvidándonos del contrato de seguro en sí mismo, puede apre-
presa en un texto legal. Pero aun en los contratos con regulación eJarse que en el seno de cada relación juddica de contenido patri-
legal expresa, la teoría de la imprevisión, cama instituto general del monial, o mejor, de actividades que suponen relaciones jurídicas
derecho, seguirá estando presente como medio de solucionar si~ presentes o futuras, existen tajes mecanismos de protección explf-
tuaciones de injusticia que afecten a la relación contractual, apli- citos o implicitos.
cable en el campo de los contratos administrativos, según las prin- El comerciante, por lo menos en un régimen de libertad de
cipios y reglas propias del derecho administrativo 33. precios, protegerá el valor de reposición de sus mercaderías a tra-
vés del mismo mecanismo de precios; el fabricante) COn la consti- pectativa de beneficio económico, ya que se ha beneficiado por
tución o eliminación de existencias~ según los casos; la persona SUM un precio menor como contrapartida de asumir un riesgo que,
jeta a relación de dependencia, a través del meeanismo de la ne- en la práctica, quizás no ocurra. Nótese que la no ocurrencia del
gociación colectiva de las condiciones salariales, o la negociación riesgo es relativamente habitual con respecto a los supuestos de
individual, o la huelga en el último extremo. Quienes contratan caso fortuito O dificultades materiales imprevistas, y si ello no es
incluirán en sus convenciones mecanismos de reajuste y, de todas asl con relación al régimen de variación de costos, es como con-
manel'as, como tales convenciones se encuentran, suje~s al régimen secuencia del crónico proceso inflacionario que padecemos. Pero
de la libre competencia, incluirán en el contenido de su prestación aun así el sistema descripto le permite a la Administración, como
(por ejemplo, en el precio) sobrevalores de resguardo contra acon- ya fue dicho, seleccionar a su contratista sin la incidencia distar-
tecimientos futuros. sionante de la inclusión en las cotizaciones de expectativas infla-
Naturalmente, nadie podrá pretender modificar lo ya convenido, cionarias, seguras en su ocurrencia pero imprecisables en su valo~
frente a circunstancias que debieron ser previstas al momento de racÍón económica.
celebrar la convención, pues ello significaría un grado mhimo de Así~ el correcto funcionamiento de todo el sístema, sin injus~
inseguridad jurldica con efectos pemiciosos sobre el tráfico co- tíeias para ninguna de las dos partes, radica en el regular y efi-
mercial. ciente desarrollo del procedimiento de selección, incluyendo muy
Pero el contratista de la Administración, en nuestro caso el de especialmente la redacción de los pliegos y sus fórmulas o meca-
obra pública, se encuentra en una situación diferente, en la medida nismos de reajuste, y luego, naturalmente, un tamhién correcto y
que determinadas bases de la negociación ya se encuentran deter- eficaz seguimiento del contrato por parte de la Administrac'Íón. El
minadas por la propia comitente de antemano. Ya se ha visto que nO hacerlo puede dar lugar a abusos por parte de los contratistas.
es en razón de estas bases que el régimen de la intangibilidad ad- pero esta culpa por omisión (cuando ello ocurra, lo que cabe su-
quiere una justificación práctica, amén de la razón conceptual o poner que no es muy frecuente) de la Administración, no puede
sustancial impuesta por las exigencias de la justicia distributiva. justificar la modificación de una institución que responde a la na-
En definitiva, se trata de una determinada regulación del riesgo turaleza de la relación jurldica sustancial establecida entre las par-
propio del contrato, de su disl,ibuCÍón O reparto, del acotamiento tes y que. en todo caso., introduciría una cuestión circunstancial y
y, de alguna manera, prevaloración de determinadas incógnitas del variable generadora de una inseguridad jurídica mayor que la que,
desarrollo futuro del contrato. erróneamente, se pretendiera evitar trasladando al eampo del de-
Esta prevalorací6n tiene una gran importancia económica, pues recho público regulacionesc que han sido construidas atendiendo
se encuentra necesariamente contenida en el precio ofertado por a la situación en que se encuentran las partes en uua relación de
las participantes en el procedimiento de seleccióu. A menor riesgo derecho privado.
menor precio, según una ley económica cognoscible a partir de los De todas maneras hay que recordar que el régimen jurídico
datos de Ja simple experiencia. Y Jo mismo deberá afinnarse que expuesto no supone la eliminación del riesgo empresario propio de
a un determinado conocimiento de la distribución de los riesgos, nuestra economía capitalista.
así será el reparto económico O equilibrio de las prestaciones de Sería muy ingenuo suponer que los únicos riesgos que debe
las partes contratantes. enfrentar un empresal'io de la construcción son los referidos en las
Este régimen jurídico peculiar (desde la óptica del derecho páginas anteriores. El empresario enfrenta riesgos de perjuicio
privado) que se ba esbozado en las páginas anteriores, no significa económico que se generan en la propia estructura de su empresa
una ausencia de contraprestación en perjuicio de la Adminístraci6n (ineficiencia, excesivos costos, gastos generales desproporcionados);
contratante. La asunción del riesgo supone para la Administración en su capacidad técnica (supongamos el riesgo de la ruina de la
una certeza de cotizaciones más baratas (por lo menos se encuen- obra); en su responsabilidad hacia terceros; cuestiones relativas al
tra en condiciones de exigirlas, siempre de acuerdo con las uatu- manejo de personal, relaciones COn el personal, sindicato, etcétera.
rales imposiciones del mercado) y por lo tauto le genera una ex- Se dan así un sinnúmero de factores heterogéneos que hacen al
1166 CONTRATO DE OfiRA PÚBLICA LA IN"TANGIB!LlDAD DE LA REMUNERACIÓN P AGrADA 1167
verdadero riesgo empresario, es decir, aquel que depende de he- Desde otro punto de vista, pero con un razonamiento en el que
chos que el empresario puede manejar, valorar, minimizar, etc., y luce su clásica virtud de la absoluta claridad, Carda de Enterría
no por factores ajenos a él, muchos de ellos de la propia respon- explicó esta particularidad del régimen de distribución de riesgos
sabilidad del Estado del cual la Administración contratante forma en el contrato administrativo en un texto cuya transcripcíón exime
parte. de cualquier otro comentario:
En el contrato de obra pública continúa presente el riesgo em- "En efeclo, el argumento concreto parte de considerar el ele-
presario (y también el riesgo de la Administración comitente, por vado volumen económico que con frecuencia implican los contratos
las mismas razones antes apuntadas) como en toda actividad ecO- de obras públicas; si los riesgos de destl1lcción fortuita de lo ya
nómica (en definitiva, como en toda actividad de la vida) pero, construido fuesen a cargo del contratista hasta el momento de la
el riesgo externo de ejecución es trasladado a la comitente, y el 'operis probatio' (recepción definitiva), se le afectaría una respon-
riesgo externo de las fluctuaciones de los valores de los insumos sabilidad potencial de una importancia extraordinaria que en mu-
de la obra queda neutralizado en beneficio potencial de amba. chos casos excedería con facilidad de la totalidad de su patrimonio;
partes contratantes, todo lo cual, natoralmente, tendxá que estar
reflejado en el precio cotizado en el momento de la presentación
de las ofertas en el procedimiento de selección de contratistas.\4, Hdad extracontractllal, ya que el agua y el aceite no pueden mezclarse. Así,
como se verá en Jos párrafos que se transcriben a continuación, el Tribunal no
atinó a citar nÍnguna norma de la ley de obras públicas para fundamentar S11
decisorio, explicitando así que nunca acertó a comprender la naturaleza d-,]
34 El quid de la distribuCión de los liesgos en el contrato de obra públi- instituto que tenía a examen.
ca no siempre es bien comprendido. Así, incluso en pmnunciamientos recien- Luego, en el párrafo inmediatamente siglliente de aquel párra.fo inicial,
tes se puede advertir la C-'I)nfusión que provoca la interpretación del contrato 1"\ sentencia establece:
de obra pública a través de cntetios más apropiados para el examen de rela- "El fundamento (lue sustenta la pretensión de la parte actora, está da.do
ciones jurídicas del Derecho civil. Como ejemplo puede citarse el pronuncia- por el principio relativo a la intangibilidad de la remuneración del contratista
l!liento de fecha 10 de maño de 1987 de la Sala 1 de la Cámara Nacional de frente a pOsibles modificaciones de las estipulaciones contractuales, derivadas
Apelaciones en lo Contencioso administrativo :Federat en autos "eobraen tanto de la propia administración comitente como de supuestos extraños a ella,
S. A. y Emp. Ing. Roberto Lazarte e/Yacimientos Petrolife'(os Fiscales". Se tntre otros, el 'hecho del príncipe' o actos de los poderes públicos, que se
trató de un caso en el que los actores planteaban una demanda destinada, en menciona en el escrito inicial, y de lo cual se extrae como conclusión que, con
lo sustancial, al reconocimiento de la variación de costos financieros que había excepción de aquella hipóteSis que atañe a la deficiente gestiÓn empresaria en
afectado a la remuneración pactada como consecuencia de variaciones impor~ la. ejecuci6n de la obra pública, la comitente debe siempre tornar a su cargo
tantes en la tasa de interés generada por las políticas de la autoridad monetaria todas las áleas del contrato, A mi modo de ver, la inteHgencia de tal afirma~
nacional. El Tribunal, que rechazó ]a demanda, parti6 de un error conceptual, dón. conducMa a sostener que la Administración de'bería garantizar al con~
confundiendo el encuadre jurídico de la acción, Ast. en lugar de un caso vin- trattsta todos fos trastornos que pudiera sufrir )a ecuación económica financie-
culado con el régímen de variación de costos, el Txibunal planteó su decisión ra. del contrato~ induso los riesgos propios, inherentes a toda actividad nego-
desde la óptica de la responsabilidad extracontractuai del Estado: "Sin per~ dar. vale decir! lo que se ba dado en llamar 'á1ea normal', en contraposición
juicio de las particulares consideraciones que con relación a. .. se habrán de del <¡Ílea anormal' definida como <el acontecimiento que frustra o excede de
fonnular más adelante, corresponde consignar que el problema controvertido todos los cálculos que las partes pudieron hacer en el mOmento de formalizar
se encuentra vinculado al supuesto de la eventual responsabiHdad del Estado tI contrato' (Marienhoff, Tratado de derecho administrativo, Bs. As., 1983, L
por su actividad legítima de norrnación general". De esta manera, el Tribu- IlI-A, p. 524).
nal quitó el caso de su órbita contractual para situarlo en el teneno exuacon- UNo comparto dicho eriterio, por cuanto como se ha puntualizado 'va eJe
tractual> donde, naturalmente. el juego de responsabilidades y cargas es dífe- Suyo que el álea normal' -determinante de perjuicios comunes u ordinarios-
rente. Con este presupuesto errado, el sentenciante vio nece:saria:rnente OSCu~ aun tratándose de resoluciones o disposiciones <generales~, queda a cargo ex~
recida su comprensión del problema. incurriendo en un segundo error que se elusivo del cocontratante, quien debe absOl'ber sus consecuencias; tal ocurriría
manifiesta en el traslado (aunque no explícito pero sin duda prJ.'>.sente. ya que mn una resolución de la. autoridad pública que únicamente torna más onerosa
de 10 contrario no hubiese tenido sentido la afirmación antes transcripta) de o difícil el cumplimiento de las obligaciones del contrato (op. cit., p, 482).
los principios de la responsabilidad mtracontractual del Estado por las conS€'- "Las circunstancias del caso de ninguna manera exceden dicha álea, an~
wencias de sus normas generales) a 13 situación de las partes en el contrato tes bien, se ubican dentro de ella, habida cuenta que, por una parte. no pue~
con lo cual ni siquie.ra pudo aplicar bien el régimen propio de la respomabr- de concebirse qUe frente a situaciones públicas y notorias de jnestabilidad eco-
1168 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA LA INTANGIBILIDAD DE LA REMUNERACIÓN pACTADA 1169
a la vez, las probabilidades de un siniestro aumentan a través de da, resulta según una simple valoración económica, pues la prima
los largos plazos de ejecución que se prevén en la hipótesis nor- de seguro, tanto sea expresa por una póliza pactada especialmente
mal de obras públicas importantes. El razonamiento no aboca por un tercer asegurador como si, sin esta póliza, representa sim-
ahora a proponer una liberación del contratista de tan grave carga plemente el precio en que el contratista evalúa la asunción de los
por algún motivo de equidad, sino que trata de valorar nudamente propios riesgos, será notoriamente más oneroso a la Administración
las consecuencias prácticas que, no para el contratista, sino para abonarla a través del precio de todos sus múltiples contratos que
la Administración, podría implicar una contratación sobre tal base. responder ella misma de los riesgos cuya cobertura busca el con-
y las consecuencias serían alternativamente: o una defección de tratista. Es decir, que cuando la Administración acepta responder
la oferta en las licitaciones, que quedarían en su mayoría desiertas ella misma de ciertos riesgos, libera al contratista de la necesidad
(al menos en ciertas épocas -guerras, agitaciones sociales-, o en de asegurarlos y, por tanto, descarga las cifras de licitación de una
las obras sobre ciertos terrenos más afectados por los riesgos de partida importante; lo que decimos es que este ahorro conseguido
terremoto o movimientos) 0, más razonablemente, la necesaria re- en los precios de las obras remunera sobradamente la carga econó-
percusión sobre las cifras ofrecidas por los contratistas de la prima mica que la Administración asume por el hecho de aceptar los
de seguro que cubriese tales riesgos. Ambas soluciones serían per- riesgos; y éste es un argumento que no es válido para el supuesto
judiciales para el servicio público, La primera, es obvio, La segun- normal contemplado por el Derecho Civil de contratos aislados, sino
que vale sólo, quizá, en el orden administrativo, donde el elevado
volumen económico de una contratación constante permite efecti-
nomlca como las que atravesaba el país al tiempo de los hechos, la políh-c:a fi-
vamente al dominus obtener el beneficio de su autoseguro según
nanciera del Banco Central alegada se rcpute impreviSible y susceptible de la ley actuarial de los grandes números" 35,
generar la responsabilidad estatal; y, por la otra, que dicha política en rigor
de verdad y, como lo apunta el letrado apoderado de la demandada, debe scr
soportada por la generalidad de la población repercutiendo en la totalidad :le
las relaciones jurídicas, sin que pueda válidamente esgrimirse en este caso par- § 241. LA CUESTIÓN EN LA CONCESIÓN DE OBRA PÚBLICA
ticular como incidiendo específicamente y de manera distinta.
"Si las -empresas accionantes aceptaron las estipulaciones contractuales, Por la naturaleza del sistema de ejecución, por concesión de
entre ob'as la alternativa de que Y. P. F. cancelara las facturas mediante pa-
garés, exteriorizando de esta forma su capacidad financiera para absorber la obra pública y su régimen remunerativo el problema aquí anali-
indisponibilidad de los fondos durante el período contenido cn cada documen-
to, y no pudiendo calificarse de extraordinario el evento que se aduce, las
agravaciones sustancialmente previsibles de aquello a que las partes no obliga-
l"Qn no pueden ser lugal' a resarcimiento alguno, ya que el principio sigue sien- equivocó, reitero, al no examinar la cuestión a la luz de la normativa relativa
do el cumplimiento estricto de lo pactado: pacta SUllt servando. (conf. Fallos, al instituto de la variación de precios en el contrato de obra pública, que era
301,525)", la propia del caso y que ofrece una solución totalmente diferente a la arriba-
Lo que el Tribunal no advirtió es que, en el régimen jurídico del conb'a- da por la sentencia. Cabe agregar que la cita de Marienboff hecha en la
to de obra pública, la distinción entre álea normal y álea an01"mal careCe de sentencia, también es desafortunada, ya que, además de la distinta interpreta-
sentido, ya que lo que se encuentra regulado por el art. 39 de la ley 13.064 ción que corresponde efectuar de las afirmaciones del autor al ubicarlas en el
(que se estudiará en detalle en el próximo capítulo) es uu sistema de distri- contexto total de su teoría general de los contratos adrninisb:ativos, precisa.-
bución de riesgos cuyo criterio diferenciador no pasa pOr tal calificación de mente los párrafos citados conesponden a un capítulo de tal teoría general, y
normal y anormal, sino por la imputabilidad del hecho dañoso al conb'atista no al estudio específico del conb'ato de obra pública, donde no se puede ol-
o a factores ajenos al mismo. En el primer caso, "el contratista deberá asumir vidar lo regulado por el citado art. 39 de la LNOP y, con mayor corrección
las consecuencias del daño, en el segundo caso tal carga le corresponderá a la para el caso concreto, lo dispuesto en la ley 12.910, 21.250, decrs. 2348/76,
administración comitente. Sorpl'ende, además, que a pesar de haber califica- 1619/86 y otras regulaciones relativas al régimen de la variación de precios que
do la sentencia a la situación como un supuesto de "hecho del príncipe", man- serán estudiadas más adelante.
tenga sus consecuencias en la esfera d"e responsabilidad del contratista cuando 35 Citado por Juristo Sánchez, ob. cit., p. 153 del artículo Riesgo y ven-
el arto 39 de la LNOP expresamente coloca ese riesgo (es decir, sus conse- tura y fUErza mayor en el contrato administrativo, "Revista de Administraci6n
cuencias económicas) en cabeza del comitente. Por lo demás, el Tribunal se Pública'~, n Q 2, ps. 98 y 99.
1110 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA
la misma tasa de peaje, o aumentar el plazo de concesión, o un § 242. CONCEl?TO. PIUNCll'lO GENERAL
aporte dinerario directo por parte del concedente, como también
una mezcla de cualquiera de estas soluciones. Las razones expuestas en el capítulo precedente permiten ais-
Pero, si bien el contrato de concesión de obra pública tiene, lar debidamente a los supuestos c'Omprendidos dentro del concepto
entonces, mecanismos propios de solución del problema, desde un técnico jurídico de "riesgo de ejecución". Superada ya la concep'
punto de vista conceptual la cuestión es la misma que para el con· ción distorsíonante (para el sistema del contrato administrativo)
trato de obra pública: plena vigencia del principio de intangibili- del "riesgo y ventura" y de la "aleatoriedad" de tales contratos, el
dad de la remuneraeÍón y el consecuente principio de la distribu- régimen de la distribución de riesgos entre las partes aparece asi
ción de riesgos, según se analizará en los capítulos siguientes. con perfiles más nítidos.
Hay que recordar que de acuerdo con lo establecido en el Desde esta perspectiva, se entiende por riesgo de ejecuClon a
ar!. 49 in fine de la ley 17.520, para la etapa de construcción (siem- todos aquellos supuestos que, originados en causas externas a las
pre en el contrato de concesión de obra pública) "deberán apli. partes contratantes, son susceptibles de producir alteraciones en el
carse las normas legales establecidas para el contra:to de obra púo ritmo de ejecución de los trabajos y/o en su plazo de terminación
blica en todo la que sea pertinente". Por ello, lo que se indicará y entrega (plazos secuenciales y plazos conclusivos, ver!. JI, Cap.
en los capítulos que siguen, en especial lo relativo a la proce· XIV, § 148) o bien (conjunta o independientemente) generan ulla
dencia de la ubicación del riesgo en cabeza del comitente, o los variación en los costos de ejecución de los trabajos.
casos en que ello no corresponde, y también en cuanto al. proce- Debe tratarse de acontecimientos externos a las partes, estric·
dimiento de denuncias y verificaciones, tienen plena aplicación tamente hablando, es decir acontecimientos originados fuera de sus
para el contrato de concesión de obra pública. ámbitos respectivos de decisión, controlo disposición. De lo con-
trario, nos encontraremos no frente a casos de riesgo de ejecución,
sino frente al riesgo empresario, si el hecho se origina en la acti·
vidad misma del empresario constructor, o frente al riesgo del co-
mitente, cuando taJes hechos encuentran su causa u origen en la
actividad o ámbito decisional del comitente público.
Como se adelantó en el § 240 la doctrina de la distribución de
riesgos entre las partes contratantes (como aplicación práctica del
principio de la intangibilidad de la remuneración del contrato en
1172 CONTRATO DE OBRA PÚBUCA RIESGOS DE EJECUCIÓN 1173
el marco de la relación de justicia distributiva) no supone la exi- dolo o la culpa aparecen en la conducta del locador durante la
míci6n de consecuencias para el contratista, cuando por sus propíos ejecución de los trabajos y durante toda la vida de la relación con-
hechos se generan dificultades en la ejecución de los trabajos O un tractual, es decir hasta la recepción definitiva de la obra y la
incremento de valor en el costo de los mismos, Por el contrario, contemporánea o posterior emisión del certificado firial de cierre
y como no podía ser de otra manera tratándosc de una actividad de cuentas,
con fin lucrativo dentro de) sistema económico capitalista; el cons- Pero el riesgo empresario no sólo se hace presente en aquellos
tructor asume su propio riesgo empresario, Éste se encuentra con- supuestos tan especiales como el dolo o la culpa, También, aun-
figurado primero, por todas las consecuencias de su conducta do- que aquí no se tratará de un reproche jurídico propiamente dicho,
losa o culposa, tanto cuando generen un daño en la Administración aparecerá en los casos generados en la misma actividad empresa-
comitente, sin alterar necesariamente el valor de los trabajos, corno ria, sin que deba mediar necesariamente imputación de dolo o
cuando produzcan un incremento en los costos de la obra. En el culpa. Se trata en este supuesto de una cantidad heterogénea de
primer caso, el contratista deberá responder por el daño producido, factores que tienen su origen y explicación en la gestión empresa-
según los principios generales de derecho e11 lo atinente a la rcs- rial del contratista, en los ámbitos sujetos a su exclusiva disposi-
ponsabilidad contractl1al. En el segl1ndo caso, deberá asumir los ción, v que produzcan un rendimiento económico del contrato des-
mayores costos que scan consecuencia de su conducta reprochable, favorable, El haber ofertado un l'recío excesivamente bajo, la erró·
careciendo de acción en orden a pretender su traslado a su CDCOn- nea consideración de las circunstancias del mercado al momento
tratante. Es difícil dar ejemplos concretos de los supuestos anali- de cotizar, la incorrecta disposición de los medios aptos para la
zados, pero sí puede señalarse que el dolo o culpa del contratista ejeCUCión de los trabajos, una excesiva incidencia de gastos ge-
deberá valorarse no s6lo en relación con la etapa de ejecuci6n del
nerales, mala gestión de StI departamento de compras, erroros de
contrato, sino también considerando el anterior periodo genético
jngeniería de proyecto, del renresentante técnico. en fin) un sin-
del mismo (ver supra, t. 1, Cap. IV, ~ 2,1) tal coma resulta de una
número de factores que, quizás. jmedan ser sintetizados bajo la
al'licacíón lógica y cOIrerente de la doctrina de los actos coligados.
expresión genérica y necesariamente vaga de jneficiencia empre-
Así, entonces, serán reprochables al empresario constructor, por saria.
ejemplo, los ocultamientos que pudiera haber efectuado durante el
En estos casos, si bien no podrá hablarse de daños producidos
procedimiento de selección del contratista, relativos a información
sobre su empresa, datos técnicos que deberia haber suministrado, a la Administración cocontratante, sí habrá mayores costos y me-
advertencias que debería haber efecruado la AdminJstración en re- nore, beneficios, que deberán ser cxclnsivamente soportados por el
lación cOn defectos en las condiciones de selección, planos, pro. contratista.
vectos. características del terreno o lu"ar de trabajo, etcHera. El De la misma manera, la Administración comitente deberá so-
mismo reproche corresponderá cuando tales u otras circUl)stancias r0rtar los mayores costos generados en su mala gestión contractual
tuvieron origen no en la intención deliberada de dañar a la Admi, y también estará obligada a responder por los daños producidos
nistración (o hien a un tercero oferente, para excluirlo O perjudi- al contratista por su dolo o culpa. Como va se ha visto, la Admi-
carlo en la competencia, con lo oue también daña a la Administra· nistradón será también responsable por las consecuencias econó-
ción al disminuir su capacidad valorativa), sino en la mera impe- micas derivadas del ejercicio de sus prerrogativas públicas y todo
ricia o negligencia en relación con aquellas capacidades que deben ello tanto en la etapa genética Como ejecutiva del contrato, hasta
suponerse presente en una empresa constructora que asume la grave la emisión del acto de recepción definitiva y del certificado final
responsabilidad de pretender ser contratista de la Administración de cierre de cuentas.
Pública, ofertando en un procedimiento de selección destinado a En consecuencia, la noción de "riesgo de ejecución" hace refe-
la formalización de un contrato calificado por su finalidad de in- rencia a círcunstancias exteriores a las partes contratantes, ajenas
terés público. Naturalmente, el mismo reproche cabe cuando el a su ámbito de disposición y, en la medida en que la conducta de
1174 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA. RIESGOS DE EJECUCIÓ'" 1175
las partes no pueda influir en su incidencia sobre el tiempo de "b) Caso fortuito O fuerza mayor, cuyos efectos el contratista no
ejecución de los trabajos o sobre el costo de los mismos, aumen· hubiere podido prever o evitar total o parcialmente.
tanda o disminuyendo su efecto dañoso. "c) Alteraciones imprevisibles de origen geológico, hidrológico
En supra, t. JI, Cap. XIV, § 155, se ha estudiado la incidencia y otras naturalezas análogas de carácter extraordinario que impidan
de este riesgo sobre los plazos secuenciales y conclusivos de los tra· al contratista la adopci6n de las medidas necesarias para prevenir
bajos y se ha visto que sus consecuencias se trasladan a la Adminis- sus efectos ... ~. 1.
tración comitente. De la misma manera, en el aspecto relativo a
la influencia del riesgo sobre la estructura económica del contrato,
concretamente sobre sus costos de ejecución o de garantía (en la
1 Con una redacción muy similar, el art. 46 de la LOP de Mendoza.
etapa que media entre la recepción provisional y la recepción defi· También el arto 39 del Proyecto CIMOP; "El c<iJ1tratísta será el único respon-
nitiva), el riesgo de ejecución es asumido por la Administración co- sable y nO tendrá derecho a indemnización alguna pOI destruceión, pérdid:t,
mitente. Debe quedar claro que al utilizar el término asumido se averías o perjuicios de materia.les de consumo o de aplicaCión, de equipos o
quiere significar que, aunque la palabra riesgo da idea de algo des· de elementos incorporados o a incorporar a la obra, debidos u originados par
su Cttlpa, por falta de medios () par errores que le sean imputables, Ll. ad-
favorable, el traslado a la comitente es pleno, es decir que también ministración responderá por Jos daños previstos en el párrafo anterior cuando
puede beneficiar a la Administración, si el hecho externo a las pal- Be originen O sean debidos a actos del poder público n originados en casos for-
tes genera una disminución en los costos de los trabajos. tuitos O de fuerza mayor., . ", De una manera tln tanto imperfecta hata la
Por consiguiente, el riesgo de ejecución en el contrato de obra cuestión el Proyecto de reformas a la ley n¡M.:1oual (1986), Su a't. 44 sienta
el principio de la l'esponsabilidad del contratlsta por las consecuenci;ts origi.-
pública es asumido por la Administración comitente. f:ste es el nadas por hechos que pertenecen a su pl'opia esfera de responsabilidad: "El
principio general que puede sufrir derogaciones pardales por expresa contratista será responsable por los daños y perjuicíos que origine a la Admi-
disposición normativa o también por expreso pacto entre las partes, n1stración por dolo, culpa o negligencia grave, La adminlshaci{m Teclamar.\
gastos improductivos cuando quede confOl'mada la figura legal corresponruen-
siempre que se encuentre claramente establecido en las condiciones tc'~, En este punto cahe criticar la calificación de grave a la causal de ne-
de selección del contratista -procedimiento genético- y no sea sus- gligencia, por cuanto cualquier conducta negligente (grave o no) debeTÍa ge-
cel,tible de alterar la estructura misma del contrato de obra pública, nerar la responsabHidad del contratista, ya que se encuentra en su ámMtu de
en una derogación sustancial del principio de la intangibilidad de dispOSición y es propia del riesgo empresario. El art. 45 no alcanza a definir
adecuadamente el ámbito de responsabilidad de la Administración: "El con-
la remuneración, tal como fue desarrollado en el capitulo precedente. tratista tendrá derecho a reclamar iudemnízacíón a la administración por los
Este principio general ha sido consagrado normativamente en daños y perjuicios provocados por paralizaciones tott1.les o parciales de obra,
cuando provengan de actos del poder públiCO o deriven de causas ímputables
las legislaciones más modernas en materia de obra pública, aun cuan·
11 la administración o de las decisiones de ésta, En el caso en que los danos
do no se lo formule siempre de una manera expresa. Así, la re· y perjuicios se origínen en causas extraordinarias) naturales o no, cuyos efec-
ciente LOP de Salta establece en sn art 65; "El contratista será el tos uo hayan podido prever las partes ní evitóH" el contratísID, la administración
único responsable y no tendrá derecho a indemnización alguna por sólo indemnizará la destr\lcción, pérdida o avería de los materiales o elemen-
tos oonstructívos acopiados en obra y no pagados. la obra ejecutada y no cer-
destrucción, pérdida o averla de materiales de consumo, de aplica- tificada, que se hubiere dañado, salvo que fuera rechazada por vicios con.~
ción, de elementos o de equipos incorporados o a incorporar a la rrucnvos o deficiencias en su calidad. Esta indemnizaci6n comprenderá, ade~
obra, debidos u originados por dolo, culpa, por falta de medios o más~ los gastos improductivos", Así redactada, la norma parece contemplar
por errOres que le fuesen imputables. El contratista será responsable sólo los supuestos de paralizaciones totales o pareiales de obra, respecto de
lo cual, a )a vez, resuha limitativa en su cJiterío indemniza torio. ya que es-
por los daños y perjuicios que origine a la Administración y a ter- taría excluyendo los materiares acopiados y trabajos ejecutados ya pagados
ceros por dolo, culpa o imprevisión. por la Administración. Sin embargo, cabe Ínterpfetar respecto de esto último,
"La Administración responderá por los daños previstos en el que al estar Jo abonado ya incorporado al patrimonio de la comitente, S11 pér~
dida o dm-h ucción a ella la perjudica. con lo que va implícito que el perjuicio
pálTafo anterior cuando se originaren o sean debido a: debe ser sopoxtado por la misma comiteute. En cuanto n lüs supuestos con~
"u) Actos de los poderes públicos. templados. ln limitación a 105 casos de paraJit..,"ciones es sólo aparente, pues
1176 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA RmSGOS DE EJECUCIÓN 1177
ED el art, 66 ratifica esta posición: "El contratista no tendrá tración en el contrato 3, Valga esta referencia para destacar cómo
derecho, hajo pretexto de errOr u omisión de su parte, a exigir la se ha desarrollado más simplemente el instituto aquí analizado en
modificación del precio u otras condiciones fijadas en el contrato», un sistema jurídico que fue afectado en su origen por la incorrecta
Como se ve, la., legislaciones de obra pública prefieren estruc-
turar el instituto legal analizado a partir de la responsabilidad del
contratista, Sin embargo, no puede afirmarse por ello que tal sea J Ibid., ps. 1010 y IOlI: "Events which occur durillg contract perfor-
mance may suhstantially increase the cost of performance ox make performan-
el nrincipio o regla de la distribución de riesQ'o entre las partes con- (;e impossible. The sarne type of ilifficulties rnay he causcd by rnatters which
tratantes. El principio es el de la intangibilidad de la remunera- are inherent in [he performance oE the work but which are not l'ecognized by
ción pactada, lo que hace que la Administración soporte los mayores the contractcu' until he encounters the difficulty Or Mooroes awure oí substaa-
costos, o se beneficie por los menores costos, derivados de hechos tial cost increases. The process al determining who should bear the burden
aienos al ámbito de rn¡mosición del contratista privado. of the increased éQsl ur the nonperforrnance 15 generaUy l'eferred to os .dsk
aHocation ..• Since l'isk ab'()(Altion 15 one oí the maj'or fundíans oi a contl'actl
En el derecho estadounidense, con mucho acierto, se denomina contmcang parties indude mauy provisious in the contract expressly allocating
a este instituto como "ubicación de los riesQ'os" (ri..k a!!ocation) ca- both general .:tnd spedfic xisks to one or the other party. This is especiallv
racterizándolo como el proceso de determinaciÓn de quien debe so- true witb GOvemment contl'rtcts which utilize numerous fisk aUocatíon tec}~~
niques.
portar el incremento de los costos o las consecuencias por la inte- "The most basic dsk allocation technique is the pricing al'rangernent re~
rrunción de los trabajos 2. Así. considerando dos tinos contractuales Hected in the contract type. In cost reimbursement conU·acts the Government
extremos, el "cost reimbursement contractO v el "firm fixed price accepts the }'isk of inC1CaSf'.d costs and nonperfotmance while in Cirro íixed
contract", se destaca que en el primero el gobierno aCepta el riesgo príce contracts the con tractor will bear these risks unJess he is in sorne way
l'el:teved of their burden.,. Fixed price contTacts contain a numool' of stall~
del inCremento de costos y de la intenunci6n de los trabajos, mien- dard danses wruch allocate specific tisks to the parties. These clauses are
tras Due en el se¡;!undo, el contratista debería sO¡:lOrtar estos riesgos dea.tt wüh in other chapters of this volu.me ... This Chapter explores the
a menos que se establezcan otras condiciones en el contrato. Sin methods nsed hy boards and courts to aHocate risks under fixed price contracts
embargo, se utilizan numerosas técnicas ("risk allocation techníques") ín the absence oí express agreements by the paTties , .. " (p. 1010),
~~Contract law is hased upon concepts uf good faith and fatI' dealing '"
a través de las cuales los tribunales administrativos o iudicíales ubi- 'EV€lY contract ímposes upon each party a duty oí and faír dealíng ir! its per-
can los ríes~os en los contratos a precio fijo, en ausencia de expre- formance ¡lud in its enforcemenf. In Government contract law, these eon~
sos acuerdos entre las partes contraventes. En este orden de ideas cepts haV€ been ma.uífested in the implied duties used to hold the Government
se parte del principio que el contrato es celebrado bajo los concep- lesponsíble for Tisks not cousidel'ed to have been hit!y assumed by the eonM
tos de la buena fe y del trato correcto (I?ood faí!h and faír deaUne), tractor ... The Govemment's implied duties, often referred to altematively
as implied W<trranties, m'ise out of the nature of the transactiOn and the role
reglas que en los contratos gubernamentales se manifiestan en los (lccupied by the Government.
deberes o garantías impHdtas asumidas por la Administración y que "This Section begins v.rith a consideration of the rnost commOn implied
la hacen responsable por riesgos que, en buena fe, no pueden ser duties irnposed upon tbe Government --those which deal with the descl'iption
oí the wark to be performed by the conb:actor. .tvlost oiten described as the
considerados como aSllmidos por el contratista, siendo esto asi por Government's hnplied warranty oE specifícations. these implied duties adse
la naturaleza de la transacci6n y por el rol ocupado por la Adminis- when the Government furnishes the speci!ications which define the work to
be pel'fonned [tnd are used by the contrador in computing his pl'ices... (p,
10ll ),
También ver el estudio efectuado por Pugliese, oh ciL, Cap. VI, donde
el principio del art 44. a contrario SC)'lStl, indica que cuando no corresponde señala que las más importantes cláusulas "standindJ> de los contratos de las
esa imputación de responsabilidad al constructor, sera la Administración quien Agencias Federales tienden a disciplinar los poderes unilaterales del contrat-
deba soportar las mayores, erogaciones generadas en cualquier tipa de evento ting offícer y In traslocación (spostamertto) del riesgo y de la responsabílid"d
no considerado en los supuestos de la norma. De cualquier manera sería de- que de él deriva (p. 265). Éste (el problema de la ubicación del riesgo) es
seable una redacción más clara del proyecto legislativo, siguiendo la linea de para Pugliese unu de las '1Iaves" de toda la diSciplina del sistema contractual
las legislaciones provinciales más mooernns. gubernamental (p. 274) al que, agl'ego yo, cube denominar sistema contrac-
2: Nash y Cibinic, ob, cit, vol U, p, 1010. tual de deret:ho público a tenor de lo que el miSlllO Pugliese expone en las
1178 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA RIESGOS DE EJECUCIÓN 1179
base doctrinaria del princIpIO de «riesgo y ventura", todavía enun- a hechos generados por acontecimientos encuadl'ables dentro del con·
ciado en ciertas legislaciones europeas 4. cepto del caso fortuito, del hecho del páncipe o la teoría de la im-
previsión. El -prindpio, por el contrario, es mucho más amplio, ya
que al formularlo en el sentido de ubicar en la órbita de responsa-
§ 243. DOCTRINA DE LAS DIFICULTADES MATERIALES bilidad de la comitente a todo el riesgo no generado en el ámbito
IMPREVISTAS de disposición del contratista, el régimen de distribuciÓn de riesgos
abarca una variada posibilidad de casos heterogéneos y difícilmente características ya analízadas) es importante diferenciarlo de los
enumerables en abstracto, distintos casos en que juega la citada intangibilidad para ayudar
Dentro de tales casos ocupa un lugar destacado, por su impor- a una mejor comprensión y tratamiento del problema,
tancia, la denominada doctrina de las sujeciones materiales impre- La propia denominación de esta figura jurídica indica que en·
vistas, o sujeciones imprevistas ("suj¿tions imprévues") según la ter· globa en sí a una variada gama de supuestos. Quizá por eso pue-
minología más habitual del derecho francés s, lo que incluye también da afirmarse que ella representa al mismo corazón o núcleo del
a la "sorpresa geológica" del derecho italiano 6 y las "differing site régimen de la distribución de riesgos. Pero es necesario tener en
conditions" de los norteamericanos 7 a las que nuestra doctrina de- eueuta que otros institutos que pertenecen al citado régimen de
nomina habitualmente como "dificultades materiales imprevistas"·. distribución de riesgos tienen una regulación legal precisa, así lo
Como lo define de Laubadere en el lugar antes citado, se trata referente al caso fortuito O también las variaciones de costos del
de dificultades materiales de un carácter absolutamente anormal, mercado, Por ello, para identificar a la figura de las dificultades
que no han podido razonablemente entrar dentro de las previsiones materiales imprevistas es necesario hacer un aná1isis por elimina-
de las partes al momento de la conclusiÓn del contrato y que ha- ción, de alguna manera residual, sin que ello obste al reconoci-
cen más onerOsa (cabe agregar que también podrán disminuir su miento de determinados caracteres definidores del instituto en es-
costo) la ejecuci6n de éste. tudio, según se verá más adelante 10,
Si bien este instituto se inserta dentro del régimen de distri-
Así, por de pronto cabe distinguir a las dificultades materiales
bución de riesgos (intangibilidad de la remuneración) en el con· imprevistas del caso fortuito. Éste será siempre un acontecimiento
trato de obra pública 9, por lo qne corresponde atribuirle todas las objetivamente sobreviniente a la constitución del compromiso con·
tractual, de un carácter absolutamente anormal, extraordinario que,
por estas propías características, no podía ser de niuguna manera
(tales como pérdidas, averías, perjuicios, etc.) y el caso, enteramente distinto,
de que aparezcan nuevos elementos, de hecho extraños al conb:ato. que afecten previsto por las partes al contratar. De la misma manera cabe
a la relación contractual y ,.:teten su curso (p. ej., modificaciones del proyec- excluir al hecho del príncipe, situación que es siempre comparable
to, paralización de las obms o ejecución de: ohras no previstas). En el primer al caso fortuito y reúne, prácticamente, sus mismos caracteres,
caso, es común acudir al principio general del riesgo y ventura para obligar al
contratista al cnmplimiento íntegro de su prestación, sin otla compensación
Tampoco cabe incluir dentro de esta figura a la variación de
que el precio pactado. En el segundo, muy al contrario, el riesgo nO pesa SO~ costos del mercado, ya que ésta se refiere al aumento de valor obje.
bre el contratista a todo evento y el ordenamiento regu!ar con detalle SUpUC:i- tivo de los insumos que afectan a la obra, mientras que las dificul·
tos de rescisión? indemnización o exoneración de responsabilidad que) sin mer- tades materiales imprevistas suponen un aumento del costo de los
ma de] interés público, restabJecen el equilibl'io del contrato y permiten :tI trabajos por su mayor dificultad de ejecución, aun cuando los va-
contratista opciones financieras en su interés".
5 André de Laubadere. Traité théMiqv6 et practique des contrats admi~
lores de mercado de los insnmos mantengan una absoluta situación
nistratifs, oh. cit., p. g~ U" 895. de estabilidad.
6 Matteo Mazzone, La sorpre.sa geologica negU apptdti e nelle cOnCess1o-
ni di opere pubblicl¡e. J. Sapi Edit.) Roma, 1982.
7 PugHese, ob, cit., p, 278; también Nash y Cihinic, oh cit, vol. 11, Cap,
19, p, 1260. <'The purpose of the changed conditions c1ause is thus tú take at least
8 Diez, ob. cit., t. llI~ p, 78; Marienhoff. ob. cit, t IlI-B, p, 564, sorne of the gamble on subsurface conditions out oi bidding, Bidders need
9 Los autores y jurisprudencia norteamericanos determinan, sin necesi- notwejgh the t'Ost and ease of making th€ir own borings against the risk of
dad de mayores explicaciones doctrinarias, que el fundamento de este tipo de enoountering an adverse suhsurface. and they need not consider how large a
"garantías implícitas" se encuenha en el mismo s¡stema licitfttorio y es ten- contingt,,>rH.:y should be added tú the bid to eover the ri5k. They wiU havc no
diente a evitar que la Administnlción asuma los costos de la "apuesta" del ofe- windfalls and no disasters, The Covernrnent benefits !roro more accurate bid-
rente acerc(ot de estas pOsibles futuras contingencias. para cargfll' sobre el comi~ diug. without infIation for risks which :may not eventuate, It pays ror difficuit
tente las consecuencias de estas contingencias sólo si ellas ocurren en la reali~ subsurface work only when it j5 encountered and Was not indicated ln the
dad, Nash y Cibinic, ob, cit., p. 1260, transcriben la siguiente d€cisión de lcgs",
la Court of Claims; 10 Ver al respecto de Laubadere, ob, cit. ps. 10 y n.
1182 CONTRATO DE OBRA PUBLICA fuESGOS DE EJECUCIÓN 1183
Por razones similares no cabe incluir dentro del tema en estu- Debe tratarse de circunstancias de carácter natural o artificial,
dio al denominado hecho tecnológico nuevo -una nueva tecnología por tanto no sólo corresponderá considerar las dificultades geoló-
consn:uctiva; maquinarias o materias primas más apropiadas y des- gicas sino también las características del terreno que son conse-
conoCIdas al momento de contratar, etc.- que pueden disminuir o cuencia de la acción del hombre ll. Así será tanto un caso de di-
lllcrementar los costos de la obra. El hecho tecnológico nuevo es, ficultad material imprevista un especial carácter rOcOSO del terreno
como el Caso fortuito o el hecho del príncipe, sobreviniente a la (cuando no debla ofrecer esa fenomenología) cuando, por ejemplo,
celebración del contrato y por tal razón adquiere especificidad en la construcción en zonas urbanas la presencia de pazos cíegos
frente a las dificultades materiales imprevistas. en un. cantidad notable y que provoquen una alteración en las ta-
Tampoco se trata de supuestos englobables dentro de la teoría rcas de preparación de los terrenos para la construcción 12. Por las
de la imprevisión, por carecer de aquella nota de la sobrevinien- características de este requisito, normalmente el problema se pre-
da y por otros motivos que se analizarán más adelante. sentará en las construcciones inmuebles, Pero la hipótesis de su
Por las .razones expuestas en parágrafos anteriores, deben que- acaecimiento en la construcción de cosa mueble no debe ser des-
dar necesanamente excluidos de esta clasificación todos los he- cartada, por lo menos en ese plano hipotético, aunque en la ma-
chos atribuibles a las partes, ya que en éstos no hay distribución yoría de los casos se tratará más de un supuesto de vicio en los
de riesgos sino atribuci6n de responsabilidad, Entre estos supues- materiales qne de dificultad material imprevista. Esta misma con-
tos (es decir, como diferenciado de las dificultades materiales im- sideración cabe ser efectuada respecto de la construcción inmueble,
previstas) corresponde considerar la responsabilidad por los vicios cuando la dificultad aparece no en el terreno o asentamiento de
de proyecto (ver supra, t. Il, Cap. XIII) aun cuando ciertos prin- la obra, sino en los materiales con que ésta se construye,
cipios de esta última figura jurídica serán útiles para la interpre- La diferencia entre las hipótesis de vicios y de dificultad ma-
tación de la que aquí nos interesa, cOmo se verá más adelante. terial imprevista estriba en que en la primera la circunstancia des-
En definitiva, se consideran difiéultades materiales imprevis- venta josa se origina en una irregularidad de la cosa afectada, un
tas a cualquier circunstancia de origen natural o artificial, existen~ defecto que, en sí mismo, no eonesponde a las propiedades natu-
te al momento de la presentación de las ofertas en los procedimien- rales de eSa cosa, En cambio, la dificultad material imprevista se
tos de selección de contratista (o al momento de las discusiones
contractuales, en el procedimiento de contratación directa) pcro
11 Puglies€, ob, cit" p, 426 explica que en el dereeho norteamericano h
jurídicamente oculto al conocimiento de las partes, que, sin impe- cláusula Differíng Sile Conditions no s610 se refiere a circunstancias físicas na~
dir el cumplimiento de la obligación, la dificulta, incidiendo sobre lurales, sino que la jurisprudencia la ha extendido <'anche eventi prodotti
el ritmo de ejecución de los trabajos y sobre los costos de la obra. rtall'uomo (man-made condítions) dl trasformazíone dei luoghL, ,~>. En con-
tra, Matienhoff, oh. cit., p, 565.
De todas formas, la pertenencia al mismo régimen global de 12 1.0 expuesto ocurrió durante la construcción de las autopistas urbanas
la distribución de riesgos y de la intangibilidad de la reúlUnera- 25 de Mayo y Perito Moreno. Por supuesto, la pOSibilidad de que las difi«
ci6n, hace que entre todas las figuras antes enumeradas exista una cuita des n~ateyiales imprevistas tengan su origen en hecho del hombre, es re w
comunidad básica de régimen jurídico, sin perjuicio de las distin- mota, y de ahí la yo cHada oposición de Maríenhoff a considerar tales hechc.s
denh-o de esta categoría ya que, en la mayoría de los casos, se tratará de su-
ciones que se irán destacando seguidamente. puestos errores en el proyecto imputables a la Admínistraci6n comitente por
el régimen de su propia culpa o negligencia y no por el juego de la. distribu-
ción de desgos, De todas manel'as hay supuestos, como el ya citado en el
eíemplo del texto y otrog, que permiten aceptar la inclusión del hecho del
§ 244, REQUISITOS
hombre dentro de la categoría aquí en estudio, Cabe destacar que en el de-
recho norteamericano la admisión de los hechos artificiales como supuestos de
u
. El análisis de la definición expuesta más arriba permitirá pre- "DifferÍng site conditjons se encuentra muy emparenta.da al caso del vicio del
CISar los requisitos de aplicación de este instituto jurídico típico !)royecto, pues es analizado como un caso de ~'misrepresentation", aun cuan-
do no necesariamente con atrjbllción de culpa a la comitente; ver PugHesc. oh,
del contrato de obra pública. d., p. 417.
1184 CoNTRATO DE OBRA PÚBLICA RrEscos DE EJECUCiÓN 1185
refiere a una característica normalmente inesperada de la cosa, te- del mismo. Por ello es normal en un grado absoluto, aunque en
niendo en cuenta unas determinadas circunstancias de lugar, pero relación con las circunstancias conocidas y esperadas, que taJes ca-
que en sí misma no es necesariamente ajena a su naturaleza, Ob- racterl.<,iícas reales del terreno puedan considerarse anormales,
viamente esta distinción es sólo válida en lo que se refiere a ma- Otro requisito importante del instituto en estudio es que tal
teriales a incorporar a la obra, y no así respecto de su lugar de característica del terreno sea existente 13 al momento de la instan-
asentamiento, siempre que éste sea natural, ya que el vicio del te- cia de presentación de las ofertas o en el inicio de las tratativas
rreno no puede sino tener las características que hemos atribuido contractuales, según el procedimiento de selección de que se trate,
a la dificultad material imprevista, confundiéndose ambas hipóte- Es que, precisamente, si en un grado absoluto el hecho en cuestión
sis en este caso, tal como lo hace el art. 46 in fine del Proyecto de es normal) debe tenerse en cuenta que su existencia era anterior
Ley Nacional de Obras Públicas en 1986, En el supuesto de los a aquellos momentos iniciales del procedimiento de contratación,
mateliales, en cambio, la dificultad material imprevista siempre incluso tratándose de circunstancias naturales, quizá con una an-
supondrá la traslaci6n del riesgo al comitente) mientras que, si se tigüedad de miles de años respecto de los citados momentos
trata de un caso de vicio, la cuestión deberá resolverse conforme iniciales, Si fuese un acontecimiento posterior, sobreviniente a la
con los principios estudiados en supra, t. II, Cap. XIII, § 140. presentación de las ofertas o al contrato, se tratana de un caso for-
Debe notarse, sobre el particular, que la confusión necesaria tuito, O de otrá circunstancia englobable en la teoría de la impre-
entre vicio del terreno y dificultad material imprevista tiene, en la visión, pero nunca de una dificultad material imprevista. Es este
obra pública, una importante consecuencia en lo relativo a la res· punto importante en la diferenciación de los institutos jurídicos
ponsabilidad por ruina total o parcial de la obra consagrada en el mencionados, representando un grave eITor >'\1 tratamiento indife-
art. 1646 del Cód. Civil. Según esta norma el constructor (tam- renciado, pretendiendo resolver los supuestos encuadrables en la
bién el director de obra y el proyectista, según las circunstancias) doctrina de las dificultades materiales imprevistas con principios
es responsable por la ruina de la obra si ésta es causada, entre propios de la teoría de la imprevisión, como ha ocurrido con cierta
otros factores, por "vicio del suelo". Sin embargo, dado que en la jurisprudencia 14.
obra pública el vicio del suelo o del emplazamiento es asimilable Sin embargo, lo expuesto no importa consagrar una irresponsa-
a la dificultad material imprevista, y ésta está siempre a cargo de bilidad absoluta en beneficio del contratista. El hecho será previo
la comitente, esta causal, en el caso extremo de la ruina total o al inicio del procedimiento de selección, pero tendrá virtualidad a
parcial de la obra, también traslada el liesgo al comitente, por lo efectos de la traslación del riesgo siempre que ello fuese ¡"Mica-
que el régimen de responsabilidad del art. 1646 del Cód. Cív" en mente oculto al conocimiento del contratista. Debe advertirse ya
el punto de estudio, no será aplicable en el contrato de obra pú- que si fue o, jurídicamente, pudo ser conocido por la Administra-
blica, sin perjuicio de la responsabilidad del constructor frente a ción comitente, y ésta no lo denunció en los pliegos, se tratará de
terceros, que seguirá subsistiendo conforme lo establece la norma un supuesto de culpa de la Administración, asimilable al vicio o
citada en las condiciones que se estudiarán oportunamente. . defeIC-to del proyecto y, por tanto, sometido al régimen ya estudiado
Cabe destacar que la dificultad material imprevista tiene un sobre el particular (ver supra, t. II, Cap, XIII),
carácter normal en un sentido absoluto, aun cuando, desde un pun- Se ha utilizado más arriba la expresión "juridícamente" oculto,
to de vista relativo, pueda calificarse de anormal. Lo expuesto con la intención de destacar que no se trata de una imposibílidad
significa que no es necesario para el juego de este instituto que
la caracteristica del terreno, centrando la atención en este supuesto
más habitual, sea absolutamente extraña a las posibilidades físicas 13 Pugliese, oh, cit., p, 425.
del mismo, Para poner un ejemplo exagerado, no se trata de en· 14 Así lo ha hecho la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires (",n
autos "Funova S. e, A. e/Dirección de Vialidad de la 'Provincia de Buenos
contrar una ciénaga en una montaña rocosa) sino símp]emente de Aires". encuadrando el caso dentro de la teoría de la imprevismn. ED, 83--622,
(conforme con las circunstancias) una falta de respuesta geológica con nota critica de Barra, RodaJfo e, La.> dificultades materiales imprevistas.
o hídrica del terreno a las caracteristicas que era dable esperar D,¡erencl'a con la tecrfa de la imprevisión,
1186 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA RIEsGOS DE E JEGUCIÓN 1187
material de conocimiento, Por el contrario, en la medida que el en los pliegos que el terreno tiene características especiales es,
hecho es preexistente, es siempre materialmente conocible, bastan- simplemente, porque no las tiene,
do para ello un estudio de las características y naturaleza del lu- POl' ello, las menciones en los pliegos relativas a que el ofe-
gar de emplazamiento de la obra que el conh'atista podía, teórica- rente, por el solo hecho de presentar la oferta, declara que conoce
mente, haber efectuado, al momento de preparar su oferta. Desde el terreno y se hace responsable por sus características y natura-
el punto de vista técnico, salvo casos realmente muy especiales, leza (u otras cláusulas similares) deben ser interpretadas conforme
estas investigaciones son posibles, dependiendo ello de dos faclores al principio de la buena fe contractual, dentro de los límites de lo
principales: el tiempo para hacerlo y el dinero para invertir en posible, conforme con las circunstancias del caso, El oferente está
ello, relativizando muchas veces este último factor al primero obligado a COnOcer las notas del terreno relativamente normales,
mencionado, ya que es factible que el poco tiempo pueda ser su- en el sentido antes analizado, lo que se valorará según la experien-
perado o reemplazado por una gran inversión de dinero en la in- cia general sobre el aspecto que pueda reputarse públicamente
vestigación, acelerando así su ejecución, conocido para una empresa constructora, incluso teniendo en cuen-
Sin embargo, lo expuesto en el párrafo anterior coloca la cues- ta su propia experiencia individiual por otras obras construidas en
tión en sus justos ¡¡mites. Es que, por una mera razón de sentido la zona. Se trard aquí de la simple consideraci6n de la doctrina
comÚn y buena fe, no puede pretenderse que el oferente invierta de los vicios aparentes y de los vicios ocultos, aplicable al caso
dinero en la preparación de su oferta para ejecutar tareas de una analógicamente. De aquí la similitud que guarda esta institución
significaci6n económica que, en ciertas ocasiones, puede hasta lle- con las cuestiones derivadas de los vicios o defectos del proyecto,
gar a significar un porcentaje importante sobre el valor de la mis- por lo que en ocasiones es estudiada conjuntamente 15_
ma obra a ejecutar conforme al contrato que se quiere celebrar.
Estos estudios suelen ser costosos~ complicados) a veces ajenos a la
J5 En este sentido se orienta el siguiente precedente de la Sala TII de
especialidad del constructor, demandan tiempo y una preparación la CNCont,-adm, Fed" 24/3/81, si bien con una confusión te'minológica .1
especial, tanto que habitualmente son realizados por la Administra- hacer referencia a "caso fortuito" en un supuesto de mejor identificaci6n L'Omo
ción COn anterioridad a la convocatoria de ofertas, a través de con- "dificultad material impTevisla~>;
tratos independientes, como el contrato de consultarla (ver supra, "Los casos fortuitos deben ser considerados en cada situación ooncreta
t. 1, Cap. IV, § 252), que requieren de su propio presupuesto y, para apreciar si existen o no los factores que hacell a su esencia y analizar
también si el comportamiento de las peuonas se adecuó a las circWlstanda:s.
naturalmente, se dirigen a empresas con una especialidad distinta Reviste en el caso ese carácter el hallazgo de dementos extraños al lecho flu~
a la especifica de la construcción, No puede exigirse que el ofe- vial a cuyo dragado estaba referida la obra, dado que se b·ata de un eXltrem'J
rente se embarque en un esfuerzo semejante, en especial teniendo que en concepto no hubiera podido ser determinado, aun en el supuesto de
etectuaTse una labor de buceo, que razonablemente no hubiera incluidO' la in~
en cuenta que ello será a puro riesgo, ya que tal oferente no puede dagación de lo oculto bajo el lecho barroso, dadas las limitaciorw.::s presupues~
tener ninguna certeza de que la Administración no sólo lo consi- tarias y de tiempo impuestas pOr la circunstancia de tratarse del estudio de
derará como el postulante ~'más conveniente'~, sino que concluirá una obra meramente posible -para quien se habría. de presentar a la respecti~
el procedimiento de selección contratando, ya que, como se ha va licitación- e-n la re-ducida etapa de que ai efecto dispuso. Corrobora 10
dicho la inexistencia en el caSQ de elementos indicatorios en cuanto a la pre,.
visto (supra, t. n, Cap. XI, § 117), la Administración poeMa desis- scncja. de materiales extraños> pese a los sondeos presentados en las especifica-
tir de la contratación extinguiendo el procedimiento sin adjudicar ciones técnícas de la obta. COmo parte integrante de ellas. En tales cltcuns~
a ninguna oferta y sin, en principio, estar obligada a resarcÍr a los tandas no cabe responsabilídad al contratistn por un hecho que, no previsto
oferentes. por la administración, tampocú pudo ser ~lvado por aquél de rnodú directo
f;Í por vía de estudios técnicos en el área, En este sentido debe admitirse que
Por otra parte, el oferente supone que la Administración con- atendiendo ~ la responsabilidad por las bases técnicas de] contrato (art, 40',
voca al procedimiento de selección sobre bases ciertas y serias, es l' parte, ley 13.004 -AáJa, VII, 404-) se Impone considerar que .1 exa-
men de] lecho fluvial que pudiera haber resultado exigible de la prudenCia del
decir debe suponer que la obra es realizable en las condiciones pro- contratista, no pudo pasar de una verificación que no hubiera conducido "
puestas por la misma Administraci6n y que si ella no ha advertido obtener evidencias del material extraño luego hallado masivamente.
1188 CONl'RATO DE OURA ptBLICA RIESGOS DE E JECUClÓN 1189
POI estas razones la misma denomínaci6n del instituto se re- Pero, en materia de locaci6n de obra, el legislador civil ha es·
fiere a dificultades imprevistlJ.!!, pero no imprevisible., resultando tablecido una regulación especial, sí bien no contradictoria Con lo
este matiz terminol6gico suficiente para comprender sus reales al· anteriormente expuesto. Así, el art. 1630 del mismo Código dispone
canees, de acuerdo COn las raZOnes apuntadas hasta aqui. que el locador asume las consecuencias de la destrucción de la obra
por caso fortuito, salvo las excepciones que la misma norma indica.
Naturalmente, cabe interpretar que, en ese supuesto de destrucción
§ 245. CASO "ORTUrro total, el contrato quedará extinguido, con los efectos establecidos en
el arto 513, es decir, sin responsabilidad patrimonial para el locador,
Tal como lo define el arto 514 del C6d. Civ., caso fortuito "es sin perjuicio de tener que soportar este la pérdida absoluta del
el que no ha podido preverse, o que previsto, no ha podido evi- precio del coutrato, por lo menos en relación con lo no percibido
tarse". Esta definición legal es plenamente aplicable en el ámbito al momento de la destrucci6n total.
del derecho administrativo y, en lo que aquí interesa, a las obli-
gaciones surgidas del contrato de obra pública.
Para el Código Civil, el caso fortuito tiene corno principal efec-
to liberar al deudor de los "daños e intereses que se originen al Luego, admite que el caso puede ser también analizado desde la perspectiva
acreedar por falta de cumplimiento de la obligooi6n" (art. 513), del Henar en el proyecto", aun cuando, Siguiendo a M¡trienhoff los distingue
pero sin dejar de reconocer en ambos institutos efectos similares. Con abun-
principio que es también aplicable al contrato de obra pública, til d.ante apoyO de citas doctrinarlas de Marienhoff, e) dictamen concluye admi-
como se verá al analizar lo referente a la extinción del contrato. tiendo la reelamación del contratista, indicando que "carecen de relevancia las
cláuslllas conh'actuales que pretenden eximir u. la Administración de responsa-
bilidad que legalmente le ha sido impuesta... Lo expuesto me remite al
análisis, finalmente, de la apreciación del grado de previsibilidad de aparición
"Una cláusula que declara no excluido el riesgo totál del contratista 'Por de roca en las excavaciones, que estimo, en la especie. debe ser valorada aten~
las diferencias que pudiera ellL'Onlrar en la composición del leeho fluvial cuyo diendo a las particularidades del caso~ ponderando la conducta de las partes .. :-.
dragado constituUt el trabajo adjudicado, no tuvo olro fin que referirse a las "La situación es idéntica en el derecho norteamericano, donde también se
diferencias menoreS que pudieran encontrarse en la composici6n de aquel le- b'ata, en orden a abaratar los costos del Gobíel'no. de no cargar al ofe:ente
cho, pero en modo alguno pudo entenderse como comprensiva del hallazgo de con los costos inherentes a un estudio~ habitualmente complejo, de las condi-
matexiales: extraños a su naturaleza (adoqUines de granito, tl01.oS de ellos, es- Clones del ten:eno, las que pn.eden ser conocidas, de antemano y¡ si ello \e
combros de demoliciones, restos sólidos diversos» qne alteraban de modo sus- resulta conveniente. por el mismo Gobierno, indicándolo así en las eondiciones
tancial los elementos mecánicos para afrontar los trabajOS (c.aractedstica:s de ce licitaci6n. As' surge del slgllíente texto de Nash y Cibinic, ob, dL, p.
la draga propUe!ita) y la metodología programada para ellos, elementos am- 1260,
bos que la administración había aprobado sin observarlos" ("Ho]ma Sudame- "One Df the majar risks of a constructlon project i50 the determination (lf
ricana S. A. c/Gobierno Nacional", LL) XLI, 1981, A-l, 646, nOS 4 y 5. the subsurface Dr physicaJ conditions which will be encountered. Unless a
La Procuración del Tesoro de la Nación en un importante dictatnen de] contractor has máde an exteflsive analysis of tbese conditions by means of
7 de mayo de 1984 ("Régimen de la Administración Pública", 83.56/64) tu- borings or otherwíse, he wDuld probably have to include a contingency to
vo ocasión de e:t:tenderse sobre el tema. Por de prooto, señaló a título <!e {,'Over unfavorable col1ditions ií he is required tú assurne the fnH ri$k. On
prinCipio liminar qUe "Es principio largamente admitido por nuestra doctrina the other hand, the Covernment norrnally has informatioo as to these condi-
y jurisprudencia administtativa la. prerrogativa que posee el contratista de obm tions at its disposal prior to soHciting hids en the oonstructt.on pYOject anO.
pÚblica de malltener la intangibihdad de su remuneración, frente a los dere- does not want each Cúnh'actOr to ínem the expense of making borings or Utl-
chos de que se encuentra investida la comitente. principio que goza, inclusive, derground investigations. Tbe Cover-nrncnt's response to this situation h;lS
de ]a garantía del derecho de propiedad amparado por el art. 17 dI! nuesh·a been to relieve its contractors of the risk of enoountedng 5ubsurlace or phy~
Const Nacional", Ya frente a las circunstancias del caso y en orden a valOl'ar skal conditíons wruch difrer !tom those indícated in the confHiCt or ordinarily
la posible imputación de responsabilidad por falta de previsión del eolltrat.is- enrountered. The meaDS of relieving the contractor of trus risk 15 by using a
ta, en un supuesto de <'dificultad material imprevista", la Procuración señaló: standard c1ause promistng an equitable adjustment in the event a different
"La capacidad técnica del contratista de obra pública impone también cono~ condition 15 encountered. Note that the clause sIso reUloves sorne risk from
cimientos especiales. pero no justifica el traslado de responsabilidad al empre~ the Government by providing for fin equltablé adjustrnent decreasing the pd-
'Iario que claramente el oroenamie'l1to pone a cargo de la ildministración~>. ce if the conditions are found to be better than expected".
1190 CONTRATO DE OBRA l'ÚllLICA RIESGOS DE EJECUCIÓN 1191
En el supuesto de destrucción parcial o de otros hechos que La legislaci6n de obra pública ha mantenido esta asímilaciÓn.
signifiquen un aumento de costos en la ejecución del contrato, pero Así lo hacen la LNOP en el arto 39; la ley 6021 de la Provincia de
no la imposibilidad de continuar Con su ejecución, el art. 1633, C6d. Buenos Aires (art. 38); el art. 38 del Proyecto CIMOP; art. 37 de
Civ., pone en cabeza del locador la obligación de soportar este la LOP de Formosa, etcétera. En todos estos casos, si bien las
perjuicio, salvo que corresponda aplicar el remedio previsto por el normas mel1CÍonan las expresiones "caso fortuítQ"1 y ~{fuerza mayor"',
arto 1198 para la denominada teotía de la imprevisión, esto es, en le otorgan a ambos supuestos una absoluta identidad de régimen
principio, la rescisi6n del contrato a menos que la contraparte acepo y efectos jurídicos. El Proyetco de reformas a la Ley Nacional de
te una mejora eqnitativa de las prestaciones a su cargo. En este 1986, con mejor criterio sistemático, evita mencionar a aquellas ex-
últímo caso; el riesgo, en concreto las consecuencias del acaeci- presiones, limitándose, en el ar!. 45, a referirse a las "causas extra-
miento del hecho dañoso, será equitativamente repartido entre am- ordinarias, naturales o no, cuyos efectos no hayan podido prever
bas partes contratantes. las partes ni evitar el contratista", si bien en el arto lOO, al regular
Ya se señaló que, de ser el hecho calificable cama caso fortuito las causales de extinción contractual, el proyecto menciona las "ra-
impidiente la continuación de la ejecución de la obligación, el zones de fuerza mayor o caso fortuito", lo que podría interpretarse
sistema en la obra pública es igual que en el derecho civil, siempre como un deliberado intento de reservar la calificación ordinaria del
en lo que hace a la extinción del contrato sin imputación de res- derecho civil sólo para el supuesto del CaSO fortuito extintivo de
ponsabilidad y por lo tanto sin cOnsecuencias económicas, más allá las obligaciones y no para los acontecimientos que sólo afectan
de la frustración del negocio, pata ambas contrayentes. el normal desarrollo del contrato y la estructura de costos prevista.
Sin embargo, en lo que hac" a la distribución del riesgo, ya En el régimen del contrato de obra pública el caso fortuito
sea frente a la extinción del contrato en relación con el precio de (no el extintivo del contrato) es un elemento que incide sobre el
la obra ejecutada o ante la posibilidad de continuar con el mismo sistema de distribución de riesgos entre las paltes contratantes. Co-
soportando el mayor costo derivado del acaecimiento de caso for- mo en relación COn las dificultades maleriales imprevistas, el proce-
tuito, el sistema en la obra pública es sustancialmente diferente en dimiento contractual de la obra pí,blíca sopbne la exigencia de
relación con la locación de obra civil. presupuestar la obra sin tener en cuenta la eventual ocurrencia
El primer supuesto, extinción del contrato, será estudiado en de alternativas que podría hacer variar su costo, aun cuando estas
el capítulo pertinente. Corresponde aqui, en cambio, detenernos alternativas no fuesen susceptibles de ser calificadas como impre-
en el caso del simple mayor costo generado por el caso fortuito visibles de acuerdo, al menos, con el rigorismo propio del derecho
que no impide la normal continuación de la ejecución de la obra, común lS. A la vez, este sistema contractual público requiere, ca-
sin perjuicio de sus alteraciones de ritmo y costo.
Se debe destacar que en nuestra legislación civil han quedado
asimilados los efectos del casa fortuito y la fuerza mayor 16 aun
18 Es útil transcribir el análisis efectuado por Llambías (oh. cit., ps. 234
cuando conceptualmente pudieran diferenciarse. Pero lo importan- y 235) en cuanto a la conceptualización y descripción del «'hecho imprevisi-
te es que frento a esta absoluta comunidad de efectos, la liberaciÓn ble" a los electos del art, 514 del Cód, Civ,:
del deudor, tal distinción se convierte en absolutamente ínúti\17. "Hecho imprevisible, - Esta calidad. contemplada en el arto 514 del
Código Civil, se refiere a la aptitud del deudor para prever el hecho que ohsta
al cumplimiento de la obligación, Será imprevisible el hecho mando supero
16 Llambías, ob. cit., Tratado de Derecho Civil, Obligaciones, t. 1, p. 234. la aptitud nOI'mal de previsión que sea dable exigirle al deudor, Por lo de-
17 lbid., ps. 232 y 233. Explica ~J autor que ~'lo 'fortuito~ es lo que pro- más la capacidad humana de previsión es limitada, y en cada easo debe exi~
viene del azar, o casualidad. que es la 'combinación de circunstancias que no girse en función de la naturaleza de la obligación y de las condiciones perso-
se pueden prever ni evitar y cuyas caUsas se ígnoran'. En cambio. la 'fuen'"u naJes del deudor. No se trata de imponer a éste un deber ilimitado de pre-
mayor' alude a la acción ajena, inconh'astable, que la voluntad del deudOl: no ver, ni de pedirle una dosis adivinatoria de lo que podría acontecer. Peto pa-
puede st1perar>~, Pero, juddicamente, esta distinción es inoficiosa, señaland., ra que el deudor quede exento de responsabilidad será menester que de su
Llambíns. con cito de Mnzeaud y Tune, que '-'para precisDr el lenguaje jurídk'Q parte haya act\lado empleando tüdas las precauciones ordiuarÍas, pues si así
se requiere no estalJlecer ChlsificacioDeS inútiles", no fuera habría. culpa de su parte.
1192 CONTRATO DE OBE-A PÚBLICA RIESGOS DE EJECUCIÓN 1193
mo ya fue dicho, de un procedimiento de comparación de ofertas nada la redacción ya mencionada en las legislaciones de obra pú"
homogéneas, sin inclusión por anticipado de riesgos eventuales, y blica, pero sin que ello contradiga el principio generaL
de ahí la exigencia de ofertar sobre valores de mercado objetivos, Los principios antes expuestos tienen una amplia recepción en
sin perjuicio de la incidencia de la capacidad empresaria sobre el la legislaci6n comparada, lo que demuestra que se u'ata de regu-
valor cotizado. laciones jurídicas que pertenecen a la eseucia del contrato de obra
Por ello, a diferencia de la locación de obra civil, el caso for- pública, Así, en España, Rafael Joristo Sáuchez efectúa un estudio
tuito aquí estudiado reside en cabeza de la Administración comi- comparativo del distinto tratamiento que la cuestión tiene en el
tente, tal como lo establecen unánimemente las legislaciones de obra derecho común en relaci6n COn el contrato que aqu¡ nos ocupa,
pública 19. señalando que en aquél el locador de la obra por "prometer el
Sin perjuicio de lo expuesto cabe aclarar que, conceptualmente, resultado de su actividad (la obra completa y terminada) ... debe
la incidencia del caso fortuito es sobre la remuneración del con- soportar los riesgos, .. " que afecten a dicha obra, de cónformidad
C011 lo dispuesto en los artículos 1589 y 1590 del Código Civil (de
trato, de manera que sólo impropiamente puede afinnarse que el
riesgo es asumido por la Administración, ya que si el hecho cali- redacción semejante a los antes citados de nuestra legislaci6n civil),
ficable como caso fortuito disminuye el valor de los costos de eje- En cambio, en el contrato de obra pública, los arts. 44 de la Ley
cución de los trabajos, esta circunstancia beneficiará a la Adminis- de Contratos del Estado y 132 de su reglamento " .. ,establecen una
tración, No obstante ello, lo cierto es que habitualmente este tipo derogación al sistema civil de asunci6n de riesgo, pues la Admi-
nistración tiene la obligación de indemnizar al contratista las pér-
de acontecimientos genera un costo económico en más de 10 presu-
didas, avedas o perjuicios ocasionados en las obras por algunos de
puestado y cotizado para la obra prevista, por lo que resulta ati·
los casos de fuerza mayor que dicho precepto enumera" 20 indican-
do más adelante 2' que no se debe considerar a esos casos de ma-
nera taxativa síno meramente enunciativa.
.... Los tribunales han decidido que no son imprevísibles los hechos que Del mismo modo, en Italia, el arto 348 de la ley de obras pú-
derivan de acontecimientos normafes, como la rotura de un caño subterráneo blicas establece el derecho del contlatista de ser compensado por
causada por la presión de1 tránsito en el lugar, el delTumbe del parapeto de los daños que le generen los hechos calificables como forza maggio-
UllA azotea provocado pOr una tormenta, la rotura de la dirección de un auto~
móvil o del eje de un vehículo, o el desprendimiento del aro de Ulla de sus re. Explica Cianflonc que la citada nOrma supone una derogación
luedaS. () la caída de un sifón de tm carro, Asimismo se ha estimado que Ja al principio del pericu!um reí a cargo del contratista, consagrado
hidrofobia de un perro es Un hecho previsible". por el art. 1673 del Código Civil, tratándose precisamente de uno
Debe eümpararse esta doctl'ina clvilista con lo dictaminado por la Pro-
curación del Tesoro de la Naci6n, Dictámenes, 130;21: "Al respecto esta Pro~ de los aspectos que más distinguen al appalto tra privati del appalto
<.:uraci6n ya ha establecido que <A falta de un texto expreso en la ley nQ 13.064, di opere pubbliche, Es importante destacar la argumentación efec-
que determine el concepto y alcance de la fuer7..a mayor, preciso es .r~cunjr tuada por el citado autor en cuanto a que tal diferencia encuentra
a los pl'indpios generales del derecho común en materia de obligaciones, sj
bien adaplándola a las disposiciones específicas de (Lquella ley ya que, en ri-
su justificación en el hecho que la AdministraciÓn tiene un poder
gor de verdad, no se bata en el caso de la verdadera teoría de la fuerza mA- de contralor muy especial sobre la ejecuciÓn del contrato, por lo
yor, la cual no da lugar a indemnizaci6n, si lIO que implica la absoluta impo- que no sería razonable que asumiera de antemano un sobrevalor en
Sibilidad de ejecutar la obligación, liberando al deudor del cumplimiento de el precio del contrato por la posible ocurrencia de hechos de por
la misma'. Lo que se persigue en realidad. con la norma del arto 391 es esta-
blecer 'una especie de garantía legal consistente en un derecho a ser indem- si eventuales e inciertos 22.
nizado en caso en que segtm los principios ge:nera1es solamente estaría exento
u
oc responsabilidad por incumplimiento de obligaciones " con cita de Bielsa.
R., Derecho administrativo, 5\\ ed' J t. 11, p. 358.
]9 Además de las nonnas nacÍona1 y provinciales ya citadas. cabe Aeña- 2f)Ob. cit., pS. 152 y 153.
la!', J). ej" los urts, 46 de la Lar de Mendoza y 65 de la LOP de Salta, enh'e 2' ¡bid., p. 155,
1.,$ más modemas. 22 Ob. cit., p,. 551 a 559.
1194 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA RIEsGOS DE EJECUCIÓN 1195
caClOn de inesperada, extraordinaria, irregular, que toda acción te- lado de responsabilidad a la Administración comitente, según lo
rrorista merece. establecido (de manera principista) por las normaS ya citadas. En
De la misma manera cabe encuadrar a los hechos violentos, el supuesto contrario, es decir cuando el conflicto colectivo se en-
aunque no armados, generados en tumultos, levantamientos popu- cuentre legalmente justificado, ello indicará la responsabilidad del
lares, huelgas, etc., que provoquen daños en las instalaciones de contratista y por lo tanto su obligación de asumir todas sus con-
la obra o la imposibilidad de su continuación normal. Sin per- secuencias dírectas e indirectas TI,
juicio de que la huelga merece un breve tratamiento por separado, Corresponde también preguntarse acerca del tratamiento que
cabe señalar que el traslado del riesgo a la comitente es indepen- debe darse cuando el caso fortuito afecta a los subcontratistas o
diente de la legitimidad del reclamo que origina la acción incon- proveedores del contratista, con repercusión sobre las obligaciones
trolable de la turba o, aun, de un grupo reducido de personas. Lo de aquél frente a la comitente o con directa incidencia sobre la
que interesa aqu! es eSa acción incontrolada, dado que, como en obra, lo que será habitual de acaecer el caso fortuito sobre los tra-
el caso del terrorismo, debe calificársele como imprevisible, irregu- bajos en ejecución por el subcontratista en la misma obra pública
lar, extraordinaria y, naturalmente, inevitable para el contratista. objeto del contrato principal. Debe reiterarse (ver supra, t. 1, Cap.
También deben ser incluidos dentro de la categoría del caso JII, § 22 Y t. Ir, Cap. XIII, § 140) que la relación del contratista
fortuito otros hechos delictivos 2b que, por sus curaclensticas, con sus subcontratistas y proveedores Se encuentra regida pOI' el
debau calificárselos como ¡uusuales (y por tanto ajenos al riesgo derecho común y es ajena a la Administración comitente. Tal si-
común que toda la población soporta respecto de ese tipo de he- tuación reconoce como excepción a los casos en que estos subcon-
chos) e inevitables para el contratista por superar cualquier me- tra!istas o proveedores Son nominados por la misma comitente, o
dida de protección ordinaria que un empresario diligente debe to- bien, ella tiene una pOsición determinante en la elección de los
mar en resguardo de los bienes de la empresa y, en el caso, de los mismos. En estos casos, como se ha visto en los lugares antes indi-
materiales y demás instalaciones de la obra. cados, las consecuencias del casO fortuito que pudiere haber afec-
Respecto de la huelga del personal del contratista, si ésta no tado a estos terceros será de traslado a la Administración comi-
da ocasión a hechos de violencia con daño a las instalaciones de tente. Pero, en el supuesto de prescindencia de la comitente (sin
las obras, lo que fue expuesto más arriba, salvo alguna situación perjuicio del control que pudiera efectuar, según las competencias
excepcional, ella s610 producirá una interrupción en la ejecuci6n habituales de la inspección de obra), las consecuencias del caso
de los trabajos con sus efectos sobre el plazo secuencial y conclu- fortuito que afecte a aquellos terceros (ahora si en sentido propio)
sivo, y los daños econórrúcos derivados de la prolongación de estos deberían (teóricamente) ser asumidas por el constructor de la ahra,
plazos. Sí la huelga es una mera situación fáctica y/o es decla- contratista de la Administración, sin perjuicio de las acciones que
rada ilegal por la autoridad competente, corresponde interpretar le correspondan contra sus cocontratantes de acuerdo a la ley del
que para el contratista es una situación ajena a su ámbito de res- contrato.
ponsabilidad, inevitable -en la medida que haya cumplido' con to- El principio antes expuesto debe ceder cuando, tratándose de
das las acciones legales para contrarrestarla y dentro del orden de trabajos sobre la obra efectuados por subcontratistas, el daño pro-
efectividad de estas acciones-, ertraordinaria e imp"evisible, pues ducido por el caso fortuito habría existido con la misma u otra in-
no puede considerarse que el contratista deba prever la conducta tensidad (yen la medida de ella), si los trabajos estuviesen siendo
ilegal de sus empleados. En estas condiciones se producirá el tras· ejecutados por el contratista principal. Otra importante excepción
al principio antes expuesto es que el caso fortuito sufrido por el
tercero, contratista del constructor (subcontratista o proveedor), es
lb Llambías, en p, 247, cita al robo ComO supuesto de caso fortuito, cuan- también un caso fortuito para aquél, pues para conceptualizar de-
do no pueda imputar:ce culpa algun.a al deudor en el cuidado de )a cósa, Po)'
la misma razÓn debería considerarse caso fortuito al hurto ya que) aUn Sin vio-
leuda, en ciertas ocasiones puede ocurrir íl pesar de la total diligencia de la
vliltima en e] cumplímiento de la Cül1duc!:'d que le era 8sperable, 27 Vec el análisis de U.mblas, oh. cit., ps. 244 a 241.
1198 CONTRATO DE OBRA pÚBLICA RIESGOS DE E JECUClÓN 1100
bidamente a este tipo de ¡,echo no interesa su relación directa o Quizá la cuestión no resulte tan complicada si se delimitan
indirecta sobre el sujeto de la relación jurídica principal, sino que acabadamente sus alcances. Por de pronto corresponde JÚirmar
le impida (en este caso que le ohstaculice, dificulte o encarezca) que el hecho del príncipe, para resultar ínvocable a los efectos del
su prestación, siempre que reúna los requisitos de imprevisibilidad, instituto de la distribución de riesgos, debe reunir los mismos ca-
extraordioariedad e inevitahilidad ya comentados. Difícilmente pue- raetetes que el caso fortuito, sin que interese demasiado que la
da imaginarse una situación que no encuadre en 10 antes expuesto, medida de la autoridad pública (ya que de eso se trata, como se
de maneta que puede afirmarse que todo caso fortuito que afecte verá enseguida) sea general o particularizada para el contrato de
al sub contratista o proveedor del contratista principal, lo es para obra pública en cuesti6n. ¿Acaso interesa que un caso fortuito
ése también, siempre, claro está, que tenga incidencia sobre los (v.gr., un terremoto) sea general o afecte sólo (por vía de hipó-
trabajos objeto del contrato principal ya que de lo contrario la cues- tesis, natura,lmente) a la obra en ejecución?
tión carecería de importancia a estos efectos. Por ello aquel bipo· La generalidad o particularidad de la medida de la autoridad
tético principio general antes enunciado Cs falso. Por el contrario, pública no establece ningún criterio de diferenciación a los efectos
s610 por excepción, en las condiciones antes examinadas, el caso que interesan al contrato de obra pública 31: siempre se produce
fortuito que afecte a los tcrceros cocontratantes del contratista prin- el traslado del riesgo al comitente, salvo los supu""ios de impu-
cipal, no será trasladable a la Administración comitente. Natural- tabilidad al contratista, de tratarse de un acontecimiento que debió
mente, en estos casos, el COntratista deberá cumplir, con extremo prever, que podía evitar o que estaba dentro del orden normal de
rigor, con todas las formalidades que le permitan a la Administra- las conductas públicas.
ción verificar la existencia del ¡,echo y sus consecuencias, lo que La anormalidad o extraordillariedad del acontecimiento tam-
será analizado en el parágrafo siguiente. bién exige un comentario especial. En el caso fortuito este punto
Finalmente cabe señalar que el incendio es otro supuesto de es discernible can relativa facilidad. Tratándose de acontecimien'
caso fortuito 28, siempre que concurran a su respecto todas las en- tos naturales, corresponderá analizar can qué frecuencia ellos ocu-
gencias legales, tanto cuando su origen se deba a un hecho natural rren en la zona en que los trabajos se están desarrollando, y, en
como artificial, es decir, provocado directa O indirectamente por el algunos casos para cierto tipo de acontecimientos, éstos siempre
hombre. serán caso fortuito (p. ej., el ya citado caso de un rayo que origina
un incendio, a pesar de las medidas apropiadas de seguridad to-
§ 247. HECHO DEL pmNClPE madas por el constructor). Lo mismo cabe señalar, "un cuando
con un grado mayor de dificultad, para los casos fortuitos de origen
En el derecho común el denominado hecho del príncipe es ha- artificial. Pero, ¿cuál es la conducta ordinaria del Estado y cuál
bituahnente considerado en forma conjunta con el caSo fortuito o, su comportamiento extraordinatio? Debe notarse que no se trata
más exactamente, cOmO un supuesto de caso fortuito 29. aquí de medidas de carácter económico susceptibles de aumentar
En el derecho adminisrativo, en cambio, la consideración de el precio de los insumas concurrentes a la ejecución de la obra,
este hecho exige una tratamiento diferenCiado, sin duda porque la c.omo una devaluaci6n de la moneda, un aumento en las tasas de
intervención de la Administración Pública en la relación jurídica interés, de existir un mercado financiero regulado, etc., pues, todo
le da al tema UI\ll peculiaridad muy especial, tanto que lo llevó ello (como también un incremento impositivo, que es otro supues-
a de Laubadere a sostener que "La Théorie du fait du prince est
rune de plus cnnfuses du droit des contrats administratifs ... " 30.
31 Como de Laubadere. ob. cít., ps. 36 y 37. quien critica a cierta iurü;~
prudencia de] CODsejo de Estado que, limitando la aplicación de la toorla del
2fI llambías, p. 249. hecho del príncipe a las medidas particulares, SOStiene que las medidas de
19 Llambías, p. 243. c,'U'ácter general sólo deben sel' encuadradas dentro del institutO' de la impre. .
lO Ob. cit., p. 24. visión cuando ello así corresponda según las circunstancias de] caso,
1200 CONTRATO DE OBRA PÚBLICA fuEscos DF- F-JF-CU~'I6N 1201
to típico) se encuentra considerado por el régimen de va,l'iación de la ejecución de la obra, o que requiere su proveedor para la fabri-
costos y no por el hecho del príncipe. caci6n del producto). Si estos servicios son prestados irregular-
Se trata de hechos de la autoridad pública que inciden en la mente (interrupciones del suministro, p. ej.,), no puede sostene.rsc
economía del contrato o en su ritn¡o de eie::ución por importar im~ lógica y justamente que el contratista debería haber previsto esa
pedimentos, dificultades, prohibiciones, etc., sin que supongan .un circunstancia porque ello es común en las l.~rrientes fonnas de pres-
aumento del valor de los insumos ~varíaci6n de costos~ o un un- tación del servicio. También aquí cabe suponer que el servicio
pedimento absoluto en el cumplimiento de la prestación (extin- debe ser prestado con la debida regularidad material y normativa,
ción del contrato l. sin aceptar situaciones fácticas que, además} también SOn inconmen~
Hay aqní una variada gama de hechos, de muy distinta natn- surables de antemano.
raleza, legítimos o ilegítimos, pero que no requieren. en estricto La autoridad publica generadora del acontecimiento calificable
sentido (de ahí su diferencia con el caso fortuito), la nota de la cOmo hecho del príncipe es cualquier sujeto que se encuentre ejer-
extraordinariedad. Basta con que no resulten conocidos, en su le- ciendo un cometido público 32 distinto a la propia comitente. Esta
galidad o regularidad (entendiendo por este término su conformi- exclusión corresponde, ya que de lo contrario se tratarla de un su-
dad con el ordenamiento juridico y con la forma de prestación de- puesto de culpa contractual, donde la responsabílídad de la comi-
bida de los servicios publicos), con anterioridad al establecimiento tente estaría basada en su propia conducta, sin necesidad de recu-
de la obligación. Así, si para importar una determinada materia rrir a la doctrina (de más dificultosa aplicación práctica) aquí ana-
prima., necesaria para la eíecuci6n de la obra, es precis? realizar un lizada.
cierto trámite administrativo, basta con conocer el tIempo legal- No importa que estas autoridades públicas pertenezcan a la
mente establecido o el tiempo razonable, si no estuviese previsto misma, jurisdicción. Pueden ser distintas provincias O municipios en
en alguna norma, para el desarrollo de tal tramitación. Si la Ad- relación con la Administración comitente. No se trata aquí de la
ministración competente demora más de aquellos parámetros ten;- comunidad de natnraleza y de personalidad predicable de todas
porales, se tratará de un hecho del príncipe, trasladable a la Adm,- la.s entidades estatales de una misma jurisdicción. La doctrina del
nistraci6n comitente, aun cuando tal comportamiento irregular de hecho del príncipe se fundamenta, en cambio, en el hecho del ejer-
aquella autoridad pública sea lo habitual, lo que ocurre en la ma- cicio de un cometido público, para lo cual el sujeto se encuentra
yoda de los casOs. Es que el contratista no puede ni debe prever investido del correspondiente poder, trátese de una persona pública
tal comportamiento irregular, el que, además, y precisamente por o privada. Habrá hecho del príncipe si éste está generado en la
ello, es inconmensurable, ya que ¿cómo saber el tiempo de la mora conducta de una empresa concesionaria de un servicio publico, siem-
administrativa, de la ineficiencia burocrática'! Lo lógico es que pre en el ámbito de la correspondiente delegación transestructural
el contratista se guíe por las pautas ya establecidas, por los com- (ver supra, t. l, § 39) o (por las mismas razones) cualquier hecho
portamientos normados o razonables, puesto que además ¿no cabe
esperar que la Administración se comporte como corresponde; no
es de suponer que lo hará? 32 Uambías, oh. cit, ps. 243 y 244. analiza el caso de las resoluciones
Lo mismo cabe afirmar respecto del cambio normativo, prohi- judiciales, concluyendo en que éstas na pueden dar lugar a la aplicaCión de
biendo lo que hasta el momento de la contratación estaba permi- la doctTina de! hecho del príncipe, pues de ordinario son declarativas y no
tido. Tal conducta se encuentra incluida dentro de l.s potestades constitutivas de derecho y son susceptibles de ser resistidas por el afectado
dentro de las condiciones del procedimiento judídaL En general, estas me~
ordinarias del Estado, en sentido lato, pero no es lógico suponer didas no pueden calificarse como imprevisibles y ajenas al deudor. ya que
que el contratista deba preverlo. En definitiva ¿qué tipo de cam- normalmente se originan en su propIa conducta, que da lugar a la acción ju-
bio normativo deberá prever: una prohibición absoluta o relativa, dicial promovida por un tercero O por el rniSlno coconrratante, Aclara l.lam~
por mucho O poco tiempo, etcétera? bias que puede ser un supuesto de "hecho del prínCipe21 cuando la resolu-
cIÓn ha. sido dictada sin audiencia del interesado, y especialmente cu.ando éste
El mismo criterio cabe aplicar respecto de la prestacíéll de los no ha dado motivo a la medida, v. gr" ~'e] embargo trabado en un juicio de
servicios públicos (v.gr., la energía que el contratista precisa para reivindicación incoado en hase a antecedentes desconoc¡dos~>.
1202 COXTRATO DE OBRA PÚBLICA RlEscos DE E JECUCIÓ" 1203
derivado de entes de autogesti6n administrativa, aun cuando deban minados materiales a incorporar en la obra, O a modificar el pro.
ser considerados personas privadas, yecto constructivo, O a utilizar una maquinaria especial, etc., síem~
En cambio, la comunidad de naturaleza. y personalidad sí inte- pre que esto no pudiera o debiera haber sido previsto por l'ls par-
resa a efectos de señalar que la Administración comitente no po. tes en la etapa de selección del contratista o al momento de la
dría invocar para su beneficio el hecho del prlncipe cuando el firma del contrato. Naturalmente, debe tratarse de un hec1w (la
mismo se origina en una Administración o "Poder" del Estado de nueva maquinaria O nuevos materiales) que se impone a las partes,
su misma jurisdicción 33. p, ej., hacer caer en desuso la tecnología existente hasta el mO-
mento. De lo contrario, es decir si las partes tuviesen opción de
continuar can el contrato conforme estaba previsto, la utilización
de la nueva tecnologla será consecuencia de un pacto contractual
§ 248. HECHO TECNOL6GICO NUEVO o del ejercicio de las prerrogativas modificatorias de la Adminis.
tración, cuando ello sea admisible, según lo estudiado en supra,
Es realmente discutible que a este supuesto le corresponda un Cap. XIX, §§ 218 a 220,
tratamiento separado del caso fortuito. ya que se trata de Un hecho En las condiciones expuestas, como en el caso fortuito, el he-
que, generado por el avance tecnológico, obliga a desechar deter. cho tecnológico nuevo se caracteriza por las notas de la imprevi·
sibilidad, si bien relativa, y de la irresistíbilídad, siendo, además,
ajeno a las partes. Sin embargo, como en el supuesto del hecho
33 Au~que, se trata de una relación contractual ajena a la obra pública, del príncipe estudiado en el parágrafo anterior, la diferencia con
resuJta de mteres lo l'esuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación el caso fortuito estriba en una valoración mucho menos severa de
e.n la caUSa HMartínez Suárez de Tinayre, Rosa el Argentina Televisara Color": la nota de la extraordinarledad, En definitiva, en especial en estos
Gel 20 de mayo de 1986, ED, 1l9~544. El resumen del fallo, en lo que aquí
interesa. dice 10 siguiente: momentos, si bien ciertos avances tecnológicos pueden resultar im·
"A la luz: del marco normativo consUtuido por la ley 20,105, Argentína previsibles para quien no se encuentra vinculado con las activida·
Televisora Color LS 82 Canal 7, S. A. aparece como el medio instrumental de des de investigación y desarrollo tecnológico, nada de lo nuevo en
que se vale el Estado, adoptando el tipo de 'sociedad anónima; (art. 2,1), ley este campo es realmente extraordinario.
cít.) para cumplir una finalidad que no resulta de trmegahle carácter público,
y si bien debe considerarse en principio sujeta al derecho privado (Jey de En consecuencia, y qnizás con la utilidad conceptual de la
s~ciedades) y no comprendida en las leyes de contabilidad, de obras públicas, identificación de una categoría específica, en nuestro país se ha
TI! de procedimientos administrativos, concurren elementos de innegable ca~ comenzado a estudiar este supuesto separadamente, como lo prueba
Iácter estatal, prinCipalmente en lo concerniente a la naturaleza de sus const¡~
tuyentes y a la imposibilidad de participación de capitales privados (art. l0,
la doctrina de la Procuración del Tesoro de la Nación citada en
misma ley), por lo que más allá del amplio grado de descentralización integra supra, t. 1, § 8,
la organización administrativa del Estado.
»Dada )a circunstancia de que Argentina Televisora ColOl' LS 82 Canal 7
S, A" forma parte de la organización administrativa del Estado. resulta im~
procedente la defensa opuesta por ella consistente en la <fuerza mayor' emer- talmente en cuanto al supuesto carácter ~imprevisible' de la medida adoptada"
gente del memorando proveniente del subsecretario de Comunicaciones que, (en el caso) se trataba del reclamo resarcitorio interpuesto por los espo.Il0S
al fijar con carácter obligatorio el tope de remuneraciones mensuales para el Tinayre contra ATC a raíz de la ruptura por parte de la sociedad estatal de
afio 1982 para 10s <actores, directores, productores, conductores, autores de prn~ los contratos celebrados t-'On miras a la realízaC:Íón y puesta en escena del pro-
gramas y cargo o función similar', en una suma muchas veces inferior a la grama de televisión "Almorzando con Mirtha Legrand").
establecida en los contratos objeto de la controversia. motivó su rescisión uni- En el mismo sentido, SC Buenos Aires, 15/5/84. "Rodríguez Gómez, Eu~
lateral. Eno importó~ en definitiva, la invocación de un 'hecho propio' insus~ genio c/Munkipalidad de Chascomús". ED, 110-368: "El acto del soberana
ceptible de exeluir la responsabilidad derivada de la l·uptura del contrato cele- O del príncipe podría ser argüido por el particular. pero nunca por una auto-
brado~ r.oá.Xime cuando dichos topes contractuales ya regían con bastante anteri(.... ridad -en el caso, la Munídpalidad- pertenedente al mismo orden jwídico
ridad a la celebración de Jos contratos a]udidos~ 10 que pone de manifiesto la que ]a autoridad -Província- que dictó el acto causante de la inejecución
ausencia de los elementos configurativús del 'hecho del príIlclpe>~ fundamcn~ contractual",
1204 COXTRATO DE OBRA PÚBLlCA RlESGOS DE EJECUCIÓN 1205
más, permitirá a la Administración comitente hacer valer sus dere- El término para efectuar estas denwldas, siempre muy breve,
chos cuando la nueva circunstancia suponga la posihilídad de una se encuentra establecido en la misma Legislación de Obra Pública, O
reducción del precio contractual, alternativa de la que carecería bien ésta remite a los pliegos contractuales a tal efecto. Así, el Pro-
en una interpretación literal de, p. ej., el arto 39 de la ley 13.064 34, yecto CIMOP (y las legislaciones que lo siguen, como la de San Juan
en su arto 33) establece que la denuncia deberá efectuarse "dentro
del plazo de veinticinco días corridos de producirse o podido conocer
§ 250. PnOCEDIM1ENTO el hecho o su influencia". Otras legislaciones COmo la de Juju)' )'
Mendoza establecen un plazo de diez días, pero con diferencias im-
La procedencia de la reclamación por variación de costos ocu- portantes, ya que para la primera se traca de uu término en días corri-
rrida como consecuencia de los hechos aquí analizados, o bien la dos (al no calificarlo en el texto legal) que se cuenta (en una ambi-
indemnización del perjuicio concreto cuando ello sea procedente gua expresión) "después del acontecimiento", En la ley mendo-
por no encontrarse modificada la entera estructura económico-fi- cina, en cambio, se aclara que se trata de días hábiles que corren
nancicra contractual, requiere que la cocontratante tenga la posi- a partir "del mes siguiente de producido O desde el momento en
bilidad de verificar los extremos fácticos que sustentan a tal recla- que xazonablemente hubiere podido conocerlos (el contratista)., .".
mación. ASÍ, será necesarío comprobar la existencia misma del La legislación nacional, en cambio, remite a los plazos y condicio-
hecho, su incidencia sobre los trabajos en ejecución O sobre los nes "que determine" los pliegos especio.les de cada obra" (art. 39),
elementos que el contratista tiene a disposición de la obra y su La denuncia no tiene prescripta ninguna formalidad especial,
valoración econ6mica, por lo que tratándose de una simple comunicación de obra, ésta
En realidad, la situación de las partes en el contrato debería deberá efectuarse mediante el comúnmente denominado "pedido
relativizar el rigorismo de cualquier procedimiento formal tendien- de empresa" (surrra, t. II, Cap. XII, § 134), Naturalmente, el con-
te a la realización de las mendonadas verificaciones, El contra- tenido esencial de la denuncia deberá estar referido a la existen-
tista se encuentra ejecutando la obra, de manera que nadie mejor cia del hecho dafioso y sus efectos materiales más destacados, por
que él sahrá acerca de la real existencia de tales extremos, argu- lo menos aquellos que puedan ser identificados en el breve plazo
mento que eS pertínente cuando la variación de costos es en bene- que para la denuncia está establecido en las legislaciones citadas,
fício de la AdminIstración, En el caso contrario, cuando la varia- También resultará. conveniente notificar en el mismo acto a la Ad-
ción o indemnización es reclamada por el contratista, lo señalado ministración acerca del procedimiento propuesto para comprobar
antes mantiene su vigencia, pues no hay que olvidar que la comi- los hechos denunciados y, eventualmente, para su valoración eco-
tente tiene Una presencia y control permanente sohre los trabajos nómica, si bien la ausencia de estos extremos no podrá pe.rjudicar
a través de la Inspección de obra (su.rrra, t. II, Cap. XII, ~ 132). los derechos del afectado, ya que le corresponde a la Administra-
De todas maneras, y considerando sólo la situación del contratista ci6n, por un genérico imperativo legal y por su propio interés in-
reclamante, es cierto que pueden ocurrir circunstancias de dificil mediato, actuar de oficio, actuación que es especialmente desta-
conocimiento por parte de la Inspección, lo que justifica la exigen- cable en este caso, ya que se encuentra dentro de la competencia
cia incorporada en las distintas legislaciones de obra pública de ordinaria de la inspección de obra. En el ya citado breve plazo
denunciar a la Administración la existencia del hecho que genera para efectuar la denuncia será habitualmente imposible arribar, si-
el perjuicio y, de ser posible, su valoraciÓn econórnica. quiera de manera aproximada, a una valuaci6n del daño) o) mucho
menos, a la propuesta de la renegociación del contrato, en el su-
puesto de que este mecanismo de reparación fuese necesario. por
34 En el cerecho de la contratación federal, en los Estados Unidos, ~e
utiliza la cláusuJa tipo del equitable adju..strMnt, que toma en cuenta el im~ ello, el contratista podrá efectuar este reclamo a po...teriori, según
pacto sobre los costos del contrato. del hecho calificable corno "riesgo", ajuste lo regula el art. 46 in fin" de la LOP de Mendoza, otorgando un
que en la actualidad es también autodzado para los fixed price GcIvemmen.t nuevo plazo de veinte días hábiles a partir de formulada la de-
Contracts , Nash y Cibinic, ob. cit., ps. 1358 a 1360. nuncia.
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La redacción del arto 39 de la LNOP ("Para tener derecho a del contratista, cuando la comitente conozca o deba conocer los he-
/as indemnizaciones ... el contratista deberá hacer /a rec/ama- chos por sí misma.
ción") es clara en cuanto a que la falta de denuncia en tiempo
oportuno hará caer el derecho del contratista a obtener la repara-
ción requerida. Esto es lógico conforme a la finalidad de la nor- § 251. EXCEPCIONES AL PRINCIPIO DE DISTRIBUCIÓN
37 ¡bid., p. 258.
38 ¡bid., p. 256.