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ÍNDICE
Ministerio público y organos auxiliares ................... 132 El urbanismo y su objeto: la ciudad ........................ 157
Tribunal de cuentas - Fiscalia de estado -.............. 136 Problemática general de la ciudad moderna .......... 160
Orden nacional ....................................................... 136 Soluciones orquestadas por la ciudad moderna ..... 160
Tribunal de cuentas ................................................ 136 Las encuestas y los análisis.................................... 162
Principios que deberan gobernar el funcionamiento Principios de un plan nacional de urbanismo ......... 164
de los entes de fiscalizacion externos .................... 138 Zonificación ............................................................. 168
Fiscalia de estado ................................................... 141 Zonificacion segun su uso....................................... 169
Programa vial .......................................................... 169
UNIDAD XII ............................................................ 143 Loteos y urbanizaciones ......................................... 169
Poder Judicial ......................................................... 143 Edificacion ............................................................... 170
Poder Judicial y Derecho Público Provincial .......... 143 Anexo I - Módulo complementario de urbanismo ... 199
Tribunal Superior o Corte de Justicia ..................... 147 Complemento del módulo de Derecho Público
El Urbanismo .......................................................... 151 Provincial y Municipal .............................................. 203
Concepto y su problemática ................................... 151
Derecho y urbanismo.............................................. 154
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REFERENCIAS DE ÍCONOS:
Actividad en el Foro.
Actividad Grupal.
Actividad Individual.
Atención.
Audio.
Glosario.
Sugerencia.
Video.
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Este conjunto armónico de normas jurídicas que solo tienen vigencia en cada uno de los es-
tados provinciales y municipales, promovieron doctrinas y jurisprudencia que solo son mate-
ria de estudio específico y sistemático de la asignatura que nos ocupa.
En síntesis, la organización federal de nuestro Estado Nacional define nuestro objeto de es-
tudio en orden a la armonía de tres estructuras políticas complejas que se manifiestan en un
orden jurídico institucional y en comportamientos sociales. Son el poder constituyente pro-
vincial y la autonomía municipal los que nos proporcionan el contorno dinámico de la estruc-
tura jurídica horizontal y vertical que desafía nuestra capacidad para interpretar e investigar
los múltiples fenómenos que presenta.
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UNIDAD I
INTRODUCCIÓN, OBJETO, MÉTODO, CONCEPTO, FUENTES
Preliminarmente es necesario advertir que por los contenidos específicos de nuestra
materia debemos recurrir a ensayos sobre los temas de este título, sin perjuicio de
nuestro criterio sobre el particular.
a) Problemática de las relaciones del estado Central con los estados Provinciales.
b) Teoría y Práctica de las instituciones provinciales.
c) Desenvolvimiento de las instituciones municipales.
d) Evolución y estructura de la Región.
e) El estatuto jurídico- institucional de las personas en el ámbito provincial.
f) El hombre y su entorno municipal, provincial y regional.
g) Facultades y límites de las autoridades provinciales y municipales.
h) Administración municipal.
i) Organización y funcionamiento de los municipios y de la Región.
I.2. MÉTODO
A continuación pasamos a detallar algunos de los métodos que la doctrina recomien-
da:
a) METODO HISTORICO-POLITICO
Caracterizable por su tendencia a combinar elementos políticos, los que surgen como
preponderantes, con otros propios de la historia que le sirven de soporte y corroboran
su contenido. Es el criterio seguido por Alberdi, al iniciar el ciclo de los cultores de la
materia en la Argentina.
b) METODO EXEGETICO
c) METODO JURIDICO-CIENTIFICO
e) METODO PLURALISTA
f) METODO ESTRUCTURALISTA:
Más allá de toda sutileza epistemológica podemos decir que método es:
Ha señalado Castorina de Tarquini que el método debe ser integral, de modo que aú-
ne enfoques histórico-institucionales, geográficos-espaciales, sociológicos, lógico-
jurídico y demás aspectos complementarios, cognoscitivos e interpretativos de la reali-
dad provincial. “Un método dúctil al punto de asumir en su propio comportamiento la
complejidad de su objeto”.
I.3.CONCEPTO
En la búsqueda de una idea globalizadora, no podemos dejar de citar los conceptos de
nuestros maestros y prestigiosos autores:
I.3.a. Para Alberdi el Derecho Público Provincial es “el sistema constitucional de pro-
vincia”, por otra parte decía que el Derecho Público Provincial era “el derecho consti-
tucional de las provincias y que se ocupa de las “instituciones de carácter constitucio-
nal”.
I.3.b. Para Linares Quintana el Derecho Público Provincial es “la rama del Derecho
Público que aborda el conocimiento de las instituciones provinciales y municipales en
el marco de un estado federal”.
I.3.c. Zavalía: “Podemos definir nuestra materia diciendo que es la rama del Derecho
Público que tiene por objeto:
I.3.d. Itúrrez: “El derecho Público Provincial es la parte del Derecho Público General
que se ocupa de la organización autonómica de la provincia dentro del Estado federal,
el deslinde de competencias y de las relaciones de poder entre ambas esferas de go-
bierno”.
I.3.e. Bas: “El Derecho Público Provincial es la rama de la ciencia jurídica que trata de
la organización del gobierno autonómico de las provincias dentro del estado federal
determinado, a la vez, los objetos, forma y condiciones en el ejercicio de la autoridad
local”.
I.3.f. Frías: “El Derecho Público Provincial es la parte del Derecho Público general que
se ocupa de la organización autonómica de la provincia, dentro del Estado federal, el
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I.3.g. “La joven escuela mendocina nos enseña que el Derecho Público Provincial ar-
gentino es el que dentro del D.P. nacional, tiene por objeto estudiar las acciones y re-
laciones entre los diversos órdenes jurídicos-políticos del Estado federal, regular su
dinámica, organizar su gobierno, reconocer y garantizar sus habitantes como sujeto
simultáneo de la Nación, provincias y municipio en régimen constitucional de libertad”.
I.4. FUENTES
Por su claridad y precisión siento la obligación de transcribir una elaboración de las
profesoras Ronchietto y Tarquini: “Esa realidad constituyente fruto del histórico proce-
so iniciado en 1810, es la realidad originaria que genera el Derecho Público Provincial,
su fuente inexcusable y primigenia, y esencial. La que en el texto expreso de 1853
será reconocida”.
A ella concluyen y de ella derivan todas las demás fuentes tanto materiales como for-
males. Ello es así porque el Derecho Público Provincial es, como lo indica el primer
término de su denominación, la ciencia práctica que tiene por fin imperar tales compor-
tamientos, ordenándolos jurídicamente al logro del bien común nacional, del que parti-
cipa el bien común provincial, en carácter del bien propio.
Por todo ello la historia constitucional es, por excelencia, la fuente magistral polícroma
encargada de consustanciarnos con el proceso de revelación de nuestro ser nacional,
asistir su realización y conquistar su plenitud.
Definida nuestra individualidad como “decidida vocación de vivir en común” nos inde-
pendizamos de España.
Proceso de afirmación que, fiel a su índole, puso en peligro nuestra existencia como
Nación, mostrando lección de la historia, tanto de ayer como de hoy, que cuando in-
tereses sectarios pretenden absolutizarse como fin de Estado, atentan contra el mismo
porque impiden la realización del Bien Común Político. Socavando, en consecuencia,
el fundamento de legitimidad de la autoridad gubernamental y la razonabilidad del or-
den jurídico-político que nutre la validez del ejercicio del poder.
Es argentina, por historia y sangre, la espiritual transparencia que nos obligó a instituir
el verbo reconocer, el cual, desgranado en el Preámbulo de la Constitución Nacional y
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Por todo ello, con la sanción de la suprema fuente formal nacional se concreta de mo-
do expreso escrito -no meramente positivo- la organización jurídica de la realidad his-
tórica de nuestro ser nacional.
Actividad Nº 1
I.5. EL FEDERALISMO
I.5.a. Origen y Desarrollo. Junto a la constitución escrita y al establecimiento de la for-
ma republicana de gobierno, esto es, no monárquica, un estado con un extenso te-
rritorio el federalismo es la aportación americana más importante a la teoría y la prác-
tica del Estado moderno.
En general los impulsos para una asociación federal suelen ser paralelos con aquellos
que tienden a crear una unidad nacional entre diversos estados hasta entonces sepa-
rados, prefiriéndose el tipo Federal al tipo Unitario. La unidad nacional se busca a tra-
vés de la diversidad de regiones.
Junto a la vecindad geográfica o mejor, geopolítica los siguientes requisitos tienen una
importancia decisiva:
Sin embargo el obstáculo de la gran extensión territorial puede hoy ser superado por
los modernos medios de comunicación y transporte. De todas formas la razón principal
para la preferencia de la organización Federal es la convicción de que a pesar de la
reconocida necesidad de unidad nacional, las tradiciones regionales operan contra la
fusión de Estados individuales en una organización estatal unitaria, siendo necesario
que las diferencias culturales de la diversas entidades se mantengan por medio de un
orden federal.
A esta altura de la exposición y por tratarse de una monografía realizada por una inte-
grante de nuestra cátedra, Dra. Adela Juárez Aldazábal, premiada con una mención
especial por parte del Instituto de Federalismo de la Academia Nacional de Derecho y
Ciencias Sociales de Córdoba, tengo la obligación de realizar una expresa remisión a
sus contenidos. De igual modo completa este punto la publicación de “El Federalismo
Dialógico” efectuada por el titular de cátedra en El Derecho Nº 8398 del 23-12-93.
P. J. Frías con un enfoque empírico propone como modelo posible una regla para ser
insertada en las constituciones. Dice así:” Las provincias en ejercicio de su autonomía:
a.- Prestarán los servicios territoriales divisibles que no hayan sido atribuidos a otra
jurisdicción.
b.- Podrán revisar los actos del interventor en cuanto se aparten de la legislación pre-
existente.
c.- Ejercerán en los establecimientos de utilidades nacionales los poderes provinciales
compatibles, que se intentarán acordar con el gobierno federal.
d.- Gestionarán en el área internacional sus intereses propios.
e.- Concertarán el cumplimiento de fines interjurisdiccionales no políticos, mediante las
relaciones gubernamentales, acuerdos y regiones en que sean parte.
f.- Se asociarán a sistemas de coparticipación impositiva.
g.- Negociarán su participación, según las modalidades que se convengan en todos
los órganos que gestionen poderes concurrentes o regímenes concertados, y en
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La mayoría de las provincias siguen casi fielmente las ideas sustentadas por la escue-
la cordobesa de derecho Público, es así como introducen la cláusula federal entre
otras disposiciones importantes.
Actividad Nº 2
1) Explique el concepto de federalismo.
5.d.1. Salta
Es el federalismo pactado, acordado, negociado que nace en 1958 y al que alude Pe-
dro J. Frías, no a manera de subordinación al gobierno federal, sino en convergencia
en aras del bien común. Son necesarias estas leyes convenio para poder hacer respe-
tar las autonomías provinciales. En las provincias tiene gran importancia la posibilidad
de concertar, no solo con el gobierno federal sino también con sus pares. Esta última
concertación no solo tiende a satisfacer intereses comunes sino también la cohesión
de ellas, para ejercer presión sobre el gobierno federal.
Este derecho intrafederal ha sido visto por muchos como un germen de la regionaliza-
ción del territorio.
3) Practicar en los lugares transferidos por compra o cesión al gobierno federal las
potestades provinciales, que no obstaculicen el cumplimiento del objetivo de la utili-
dad nacional de los mismos.
El problema se presenta con respecto a los lugares adquiridos por compra o cesión. Al
respecto nuestra Corte Suprema tiene dicho:
- Fallo 201-535 En este se dijo que la legislación exclusiva propia del Congreso Fede-
ral en los lugares adquiridos en las provincias para establecimientos de utilidad nacio-
nal, es la concerniente a la realización de la finalidad del establecimiento de que se
trata y las facultades legislativas y administrativas de la provincia en que la obra se
establece. Con la adquisición del lugar indispensable no quedan excluidos de este
último, sino en tanto y en cuanto su ejercicio interfiera con la realización de la finalidad
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de la obra nacional. Otro fallo se agrega en esta posición y otros establecen además
que la jurisdicción provincial depende de la normación nacional dictada al respecto de
la jurisdicción. Fallos posteriores se adhieren a la primera teoría. Pero el 1º de abril de
1986 en el caso ambos Palmeciani y Gennaro y Fernández S.A. Empresas Asociadas
y el 29 de abril del mismo año se sustenta nuevamente de que la aplicación de la juris-
dicción provincial se debe limitar únicamente a los casos en que su ejercicio no inter-
fiera con la satisfacción del propósito de interés público.
b- Doctrina: Bidart Campo sostiene 1º) la adquisición de estos lugares no es una fa-
cultad compartida entre estado federal y provincial debido a que no necesita consen-
timiento de su legislatura, por lo tanto no queda federalizada sino únicamente sujeta a
la legislación del Congreso, Dicha legislación es exclusiva al solo fin del establecimien-
to situado en el enclave de que se trata, subsistiendo la jurisdicción provincial en todo
lo que no afecte al mencionado fin federal.
Actividad Nº 3
La vida política argentina, vivió en sus orígenes cruentas luchas, donde el predominio
de Bs.As. se enfrentaba con los intereses de las provincias, las cuales a través de sus
caudillos, bregaban por un sistema basado en la igualdad, en la participación y sobre
todo en la integridad.
Recordando la frase de un importante jurista, que decía:” las Provincias son Estados
dentro de un gran Estado...”, intentaremos determinar su relación y participación en el
Estado Nacional, como así también en el orden internacional.
Hablan de forma de gobierno las constituciones de Santiago del Estero, La Rioja, Cór-
doba y Catamarca; mientras que a sistemas políticos, se refieren las constituciones de
San Juan, Salta, Jujuy, San Luis y Río Negro.
Es evidente, que a pesar de lo enunciado por las Cartas que continúan hablando de
formas de gobierno, existe un proceso de cambio, prefiriendo la expresión sistemas
políticos, la cual da una respuesta acabada sobre la manera o modalidad del ejercicio
del poder.
En efecto, con forma de gobierno solo nos referimos a la organización estática del po-
der y con sistemas políticos, a la constante actividad del poder en pro de un fin.
Una de las expresiones que se incorpora a las nuevas constituciones provinciales para
caracterizar su sistema político es la de “Democracia”.
Desde los clásicos griegos, pasando por la escolástica, la doctrina social de la Iglesia,
H. Heller, J. Maritain y los contemporáneos, la justicia como principio y como valor es
el crisol que determina y califica la armonía entre libertad e igualdad, y a la vez identi-
fica el sistema político.
Los sistemas políticos de las nuevas Constituciones Provinciales, permiten una mayor
participación del pueblo a través de formas semidirectas, tales como la iniciativa popu-
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Por último, también se habla de una participación social en tareas no estatales que se
realizan en interés de la comunidad (bomberos voluntarios, centro de salud, etc.) y de
una participación a través de tareas ciudadanas como formar partidos políticos, o ac-
tuar durante las elecciones, etc.
Por otra parte surge como forma de gobierno. Es el gobierno no monárquico ni perso-
nal.
La República es un sistema que está en armonía con la dignidad del hombre, con su
libertad y garantía que la aseguran. La tradición de la Revolución Norteamericana
busca la conciliación de colocar frenos técnico-jurídicos, por un lado, y socio-culturales
y políticos, por el otro. Entre los primeros tenemos la división de las funciones del go-
bierno y su control recíproco para evitar abusos de poder, la periodicidad de las fun-
ciones, la responsabilidad de los funcionarios por sus actos de gobierno y la publicidad
de dichos actos. Entre los últimos, tenemos que para acercarse a la República mixta
antigua, que permita al gobierno de todos y para todos no debe olvidarse a las mino-
rías político-social.
Por estas razones la República debe ser símbolo de control, de participación y de mo-
deración en el ejercicio del poder.
Las Constituciones Provinciales aceptan y afirman tal sistema al reconocer los princi-
pios republicanos ya expuestos, y al brindar protección a las minorías político-social
(niños, jóvenes, ancianos, aborígenes y discapacitados).
Por último cabe hacer referencia a la mención que hacen las Cartas Provinciales sobre
el sistema político descentralizado. Esto surge del reconocimiento de la autonomía
municipal en los aspectos políticos, administrativa, institucional, económica y financie-
ra. De la autonomía institucional se desprende la facultad que tienen los municipios de
dictar su propia Carta Orgánica Municipal cuando conformen agrupaciones sociales de
mayor número de personas.
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* Presta los servicios territoriales divisibles, que no hayan sido atribuidos a otra juris-
dicción.
* Las Constituciones de Santiago del Estero, Río Negro, Jujuy y La Rioja establecen
que la provincia podrá revisar los actos del interventor federal cumplidos como re-
presentante necesario de la provincia, en cuanto se aparten de la legislación preexis-
tente.
* Ejercerá en los establecimientos de utilidad los poderes provinciales compatibles,
que se entenderán acordados con el gobierno federal (Córdoba, Río Negro, Salta).
* Gestionará en el área institucional sus intereses propios, salvo la competencia fede-
ral. (Córdoba, La Rioja, Jujuy, Río Negro, San Juan).
* La Constitución de Córdoba, La Rioja, Jujuy, Río Negro, San Juan, San Luis dispo-
nen que concertarán en cumplimiento de fines interjurisdiccionales no políticos, me-
diante las relaciones gubernamentales, acuerdos y regiones en que sea parte.
* Las Constituciones de San Juan, La Rioja, Córdoba, Río Negro y Salta disponen que
las provincias se asociarán en sistemas de coparticipación impositiva y procurarán
compensar las repercusiones negativas de las políticas nacionales sobre sus recur-
sos.
* Las Provincias negociarán su participación, según las modalidades que se conven-
gan, en todo órgano que gestione poderes concurrentes o regímenes concertados, y
en las empresas interjurisdiccionales o del Estado Nacional que exploten recursos en
su territorio (Córdoba, La Rioja, Río Negro, Salta).
La Constitución de Córdoba, Jujuy, La Rioja, Río Negro, Salta, establecen que la cons-
titución no pierde vigencia, todos deben restablecerla y que los usurpadores sean san-
cionados (menos Santiago del Estero). También éstas dicen que los ciudadanos tie-
nen derecho a resistir la usurpación y que todo lo obrado por la fuerza es nulo.
En lo que se refiere a los cultos, estaba pendiente una transición en materia religiosa
cuando se iniciaron los debates constitucionales en Córdoba, La Rioja, Jujuy, Salta,
San Juan, San Luis y Santiago del Estero que coincidían con la doctrina del concilio de
Vaticano II.
gión era en todas las de cooperar en el sostenimiento del culto religioso con la excep-
ción de San Juan que no tenía norma y Córdoba que era confesional. La religión cató-
lica era la religión de la Provincia. Ninguna constitución imponía que el gobernador
perteneciera a la comunidad católica, aunque implícitamente surge de las Constitucio-
nes de Salta, La Rioja y Córdoba (el gobernador debería jurar por la Patria, Dios y los
Santos Evangélicos). También se estableció en las Constituciones de Jujuy, La Rioja y
Salta, que los gobernadores tenían facultades para Vice patronato en la presentación
de curas párrocos.
Es decir que en las provincias hay libertad e igualdad de cultos, a pesar de las refe-
rencias a la Iglesia Católica. Es así porque la cooperación al sostenimiento del culto,
repita la fórmula nacional, pero no tiene ningún contenido práctico en la provincia.
También hay otras declaraciones de orden moral y religioso, algunas, no todas, garan-
tizan la inviolabilidad de la vida desde la concepción, pero como la discriminación del
aborto es competencia nacional, la fórmula solo tendría importancia en su caso dentro
de las políticas de salud.
Actividad Nº 4
Terminología usada
Forma de Go- Sistemas Políti-
Constituciones
bierno cos
Santiago del Estero
La Rioja
Catamarca
Córdoba
San Juan
Salta
Jujuy
San Luis
Río Negro
- Democracia representativa.
- Soberanía.
- Igualdad.
- Referéndum.
- Representación funcional.
-República.
UNIDAD II
EL PODER CONSTITUYENTE PROVINCIAL
1º) escritas y
2º) no escritas; las escritas a su vez pueden ser:
a) flexibles, o
b) rígidas.
La Constitución flexible es aquella que puede ser modificada por el órgano ordinario
que sanciona la ley, la constitución rígida es aquella que para su modificación requiere
la actuación de un órgano distinto del que sanciona la ley o la del mismo órgano legis-
lativo, pero con ciertas exigencias o recaudos, diferentes de los requeridos por la ley
ordinaria.
Es originario cuando se ejerce en la etapa fundacional del Estado para darle naci-
miento y estructura, cuando se dicta por primera vez la norma fundamental. Tiene co-
mo titular al pueblo o la comunidad, porque es la colectividad toda la que debe proveer
a su organización política y jurídica en el momento de crearse el Estado. Es ilimitado,
lo que significa que no tiene límites de derecho positivo, no hay ninguna instancia su-
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perior que la condicione, pero no puede ser arbitrario porque deben estar presentes
principios de justicia y parámetros con fundamentos de derecho natural, como así
también el condicionamiento de la realidad social.
Planteada la necesidad de la reforma constitucional debe ser concretada por una con-
vención de constituyentes convocada al efecto, la cual debe someterse a los límites
que se fijó al declararse la necesidad de la reforma, límites que se fijan teniendo en
cuenta que la constitución contiene principios fundamentales que no pueden ser modi-
ficados sin alterar el espíritu o ideología que la anima.
II.3. PROCEDIMIENTO
El profesor Rodolfo Berardo en la obra de “Derecho Público Provincial” sostiene que
podrían concretarse en cinco los sistemas o procedimientos para las reformas de las
constituciones, aclarando que no todos ellos fueron conocidos en el régimen de Dere-
cho Público Provincial.
Nuestras provincias aplicaron este sistema desde 1810 hasta 1853, con una excep-
ción, la de la provincia de Santa Fe donde en 1819, Estanislao López dictó en nombre
del pueblo, la Constitución para ese estado provincial. Después de 1853 este sistema
siguió rigiendo durante cierto tiempo en alguna provincias, a pesar de que Juan María
Gutiérrez, ministro de la Confederación, recomendó por circular enviada a las provin-
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Actividad Nº 5
ASPECTOS CONCEPTO
Material
Formal
Originario
Poder
Constituyente
Derivado
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Es el empleado por algunas legislaturas para reformar uno o dos artículos. General-
mente se requieren los dos tercios de los votos de los miembros de la Legislatura y
luego la reforma es sometida a referéndum popular.
La Constitución de Río Negro autoriza este tipo de reforma para un sólo artículo y con
intervalo de dos años; en igual sentido se pronuncia la constitución de la Rioja (art.
162); San Juan (art. 277); San Luis (art. 287); la Constitución de la Provincia de Salta
no prevé este tipo de sistema de reforma.
San Juan - art.274 “La necesidad de la reforma se promoverá por iniciativa de cual-
quier legislador o del Poder Ejecutivo”. Otras constituciones prohíben la injerencia en
este aspecto del Partido Ejecutivo, por ejemplo la constitución de Córdoba art.197 “La
declaración de la necesidad de la reforma no puede ser iniciada por el Poder Ejecuti-
vo”.-
La declaración requiere ser aprobada por las dos terceras partes de los componentes
de cada Cámara en los sistemas bicamerales, o de la Cámara en las provincias de
sistema unicameral, dicha mayoría ha de computarse sobre la totalidad de diputados y
senadores, y no sobre los presentes en el acto de emitirse la declaración.
En los sistemas bicamerales el proyecto puede ser iniciado en cualquiera de las dos
cámaras, salvo que la constitución disponga lo contrario como ocurre en algunas cons-
tituciones.
II.5. INCONSTITUCIONALIDAD
En cuanto a los poderes de la Convención, son limitados en el sentido de que no po-
drá modificar otros artículos cuyas reformas han sido declaradas necesarias por la
legislatura. La Convención no tiene facultades para declarar por sí misma, la necesi-
dad de efectuar otras reformas que las señaladas en la ley o declaración de la legisla-
tura. Lógicamente la Convención puede no hacer lugar a las reformas propuesta por la
Legislatura. El fundamento es obvio: si la convención estuviera obligada a seguir el
espíritu de la Legislatura sería un organismo inútil, es decir que la declaración de re-
forma debe contener los artículos o tópicos sujetos a revisión, en una enumeración
taxativa, que fija los límites del poder constituyente derivado. En nuestro derecho pro-
vincial los textos han incorporado la exigencia de esa enunciación; así en la cons-
titución de Salta (art.178) “la declaración de la necesidad de la reforma fija las mate-
rias sobre las que ésta debe versar”;
- Jujuy art.96 “no podrá tratar otros asuntos que no fueren los establecidos en la de-
claración de la necesidad de la reforma...”,
- La Rioja art. 160 “La Convención no podrá incluir en la reforma otros puntos que los
expresados en la ley de convocatoria, pero no está obligada a modificar, suprimir o
complementar las disposiciones de la constitución, cuando considere que no existe
necesidad o conveniencia de la reforma”.
Las convenciones reformadoras están integradas por un solo cuerpo. Es una organi-
zación de tipo unicameral. En el momento de su constitución se elige su mesa directi-
va, compuesta por un presidente, doce vicepresidentes -primero y segundo- y un se-
cretario. Por el común, el presidente es facultado para designar las comisiones y para
funcionar adopta un reglamento.
Todas las constituciones provinciales determinan las condiciones necesarias para ser
elegido convencional, que son las mismas para ser elegido diputado. Los convencio-
nales son elegidos por el voto popular en la misma forma que los legisladores provin-
ciales.
Los privilegios son individuales y colectivos, es decir pertenecen a cada uno de las
convenciones o al cuerpo como tal. Entre estos últimos, cabe mencionar que la con-
vención es juez de las elecciones, títulos y derechos de los convencionales. Además
dicta su reglamento, y corrige a sus miembros por desorden de conducta en el ejerci-
cio de sus funciones.
Las convenciones tienen un plazo para cumplir su cometido. Este plazo lo establece la
ley en las provincias cuyas constituciones nada dicen sobre el particular. Otras provin-
cias fijan el plazo máximo en que debe expedirse la Convención. La Convención no
puede por sí misma prorrogar su mandato. Al respecto nuestra constitución en su art.
178 expresa "La declaración de necesidad de reforma determina un plazo de duración
de la convención”. Asimismo establece que en un caso de reforma total o parcial pue-
de solicitar prorroga; otras constituciones como la de Río Negro, prevén con precisión
el plazo en su art. 117 “La reforma total de la Constitución debe ser sancionada dentro
de los doscientos cuarenta días y la parcial dentro de los ciento cincuenta días; ambos
plazos a contar de la fecha de la primera reunión.
Actividad Nº 6
UNIDAD III
Las provincias son las unidades políticas que componen nuestra federación.
Con el nombre de provincias nuestra historia constitucional designa a los
estados miembros del estado Federal.
Los Estados Federales se componen de los tres elementos que integran a todo Esta-
do, a saber: Población, Territorio, Poder (Autonomía).
No obstante la pluralidad de las provincias, el Territorio del estado Federal es uno so-
lo. El principio de unidad territorial no tiende solamente a salvaguardar la unidad inte-
gral de la Federación, sino también a resguardar la territorialidad de cada provincia
que la integra.
1.- La tipología de los gobiernos provinciales debe ser coherente con la del gobierno
federal, conforme lo prescribe el art. 5 de la C.N.
2.- La competencia de los gobiernos provinciales debe tomar en cuenta la distribución
efectuada por la C.N. entre el estado federal y las provincias.
3.- Los gobernadores de provincia son agentes naturales del gobierno federal para
hacer cumplir la Constitución y las leyes del estado federal, según lo estipula el art.
110 C.N.
4.- Debe respetarse el art. 31 C.N.
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- Autonomía Provincial
“Es la facultad que detentan los estados miembros de un estado federal a los fines de
darse propias instituciones en el marco de su constitución estatal y reconociendo en
todos los casos la sujeción jurídica-natural que la obliga ante el estado central” (Zuc-
cherino).
Las provincias son autónomas pero no soberanas. Que son autónomas se desprende
de los arts. 5, 121, 122 de la C.N. y que son soberanas de los art. 5 y 31 de la C.N., y
ccdtes.
Para aludir a lo que significa autonomía provincial a veces se emplea la palabra “auto-
cefalía” que se define como la capacidad de una comunidad para darse sus propias
autoridades, sin intervención de una instancia ajena a su propia comunidad.
Por su parte Pedro J. Frías habla del gobierno autónomo o autonómico de las provin-
cias dentro del estado federal, como aquel que permite determinar la forma y condi-
ciones del ejercicio de la autoridad. La autonomía estudia la estructura del poder cons-
tituyente provincial, las competencias provinciales y no la división de poderes en razón
de que “el poder es uno solo” (Lowenstein).
Otros aspectos para tener en cuanta con respecto de las autonomías provinciales es
el mismo art. 121 C.N. cuando habla de que las provincias "conservan...“, de donde
surge que la C. N. reconoce la preexistencia de las provincias.
El art. 5 C.N. declara que el gobierno federal garantiza a cada provincia el ejercicio y
goce de sus instituciones, dicha garantía federal está condicionada a través de la rela-
ción de subordinación típica de los estados federales.
1.- Pacto Federal de 1831: Este pacto estatuye una suerte de embrión del instituto. El
art. 13 se refiere al supuesto de invasión interior efectuada por alguna provincia
ajena al pacto o de ataque exterior producidos por potencias extranjeras, todo ello
sobre alguna de las provincias signadas. En estos supuestos dispone el mismo ar-
tículo la ayuda por parte de las restantes firmas.
28
2.- Acuerdo de San Nicolás 1852: se ocupa del instituto con mayor técnica que el
anterior. El art. 14 contempla las figuras de hostilidad entre provincias y de suble-
vaciones internas dentro de las mismas, autorizando al director provisorio a resta-
blecer la paz y a sostener a las autoridades provinciales legítimamente constitui-
das.
3.- Proyecto de Alberdi de 1852: de neto corte centralizado su art. 5 disponía la in-
tervención federal sin requisitos de las autoridades de provincia, al solo fin de res-
taurar el orden perturbado por sedición.
4.- Constitución Nacional de 1853, art.6: mantuvo el criterio alberdiano el cual impli-
có un avasallamiento sobre las autonomías provinciales. “El gobierno federal inter-
viene en el territorio de cualquier provincia al solo efecto de restablecer el orden
público perturbado por la sedición, o por un ataque o peligro exterior”.
Esta intervención podría ser con o sin la requisición de las legislaturas provinciales.
5.- Constitución Nacional de 1860: Este texto implicó una serie de objeciones sobre
la C.N. de 1853:
5.1.- Abre el cambio a la arbitrariedad del poder central sobre los poderes provin-
ciales.
5.2.- El término “orden” impide determinar un objeto de la intervención federal.
5.3.- Se cuestiona la facultad del poder central de intervenir sin requisición.
b.- Por decisión del estado federal central a requisitoria de las autoridades provincia-
les:
1.- Ante sedición para ser sostenidas o restablecidas (es protectora).
2.- Ante invasión de otra provincia para ser sostenida o restablecida. (es protecto-
ra).
a.- Por derecho del estado federal central, llamada reconstructiva y represiva: En caso
de que el estado miembro no cumpliere con las obligaciones que dan el goce de la
garantía federal.
Decimos que es un acto ejecutivo del gobierno federal pues cumple la habilitación
operativa dispuesta a la constitución en razón de que el art. 6 le da esa operatividad,
pues no depende de reglamentación del Congreso.
1.- Intervención Federal Renovadora: está dirigida a cambiar a las autoridades provin-
ciales que hubieran producido o facilitado la subversión de la forma republicana en
el gobierno local.
2.- Intervención Federal Conservadora: está dirigida sostener en sus cargos a las au-
toridades provinciales cuando una invasión exterior necesita ser repelida, cuando
dichas autoridades hubieran sido dispuestas por sedición o cuando existiera inva-
sión de otras provincias.
3.- Intervención Federal Preventiva: Sólo puede ser dispuesta a requerimiento de las
autoridades locales en los casos de sedición o invasión inminentes, aun no produ-
cidas.
Zuccherino admite su raigambre política pero acepta también que el Poder Judicial lo
someta a revisión.
Bidart Campos y Linares Quintana lo tienen como facultad del Congreso, con la salve-
dad de que la dicte el Poder Ejecutivo en período de receso del Congreso, pero una
vez en funciones debe convalidar lo actuado por el ejecutivo.
Actualmente el inc.31 del art. 75 dispone: “la intervención federal a una provincia o a la
ciudad de Buenos Aires. Aprobar o revocar la intervención decretada, durante un re-
ceso. Por el Poder Ejecutivo”.
En caso de tratarse de una intervención en los tres poderes provinciales hace cesar al
gobernador y el interventor lo sustituye. La legislatura es disuelta por decreto del inter-
ventor y éste declara la caducidad de todos los mandatos de sus miembros. Por su
parte el Poder Judicial, también por decreto del interventor, es declarado en comisión,
con lo que se quita a los magistrados la garantía de la inamovilidad.
En cuanto a las atribuciones del interventor estas surgen de la ley que declara la
intervención. El comisionado debe ajustarse a las siguientes pautas:
Al reglar las atribuciones del Poder Legislativo señala las de anular, revisar o ratificar
toda disposición emanada de interventores federales que hayan producido afectación
de los destinos o del patrimonio provincial por un lapso mayor que el correspondiente
a sus mandatos.
Chaco art.6
Los actos producidos por el interventor solo se tendrán por validos si son conformes a
la Constitución y demás leyes provinciales.
Río Negro
Misiones
Declara la nulidad de los actos del interventor que no fueren de acuerdo a la constitu-
ción. Declara también que en caso de intervención del Poder Judicial se debe iniciar
acción de destitución de los magistrados de conformidad a los preceptos constitucio-
nales.
Jujuy
Salta
Actividad Nº 7
Concepto: .............................
Provincias ................................................
................................................
Elementos
Previa toda consideración, es preciso ver cómo se inserta esta facultad en el marco
jurídico fundamental de nuestra Constitución Nacional.
El art. 125, autoriza a las provincias a “celebrar tratados parciales para fines de admi-
nistración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común, con cono-
cimiento del Congreso Federal”...
El art. 126 excluye expresamente como materias de estos tratados, la política y todas
las facultades delegadas de la Nación.
Veremos el concepto, los ejemplos, las diferencias con otras figuras convencionales y
legales, su registro, su formación, su enmienda, nulidad, terminación y suspensión.
III.3.a. La Desfederalización
1.- al vivirse aisladamente en temas que por la magnitud de la escala o por otras cir-
cunstancias, exigían un sistema integral de competencia, no solo se habían usado
deficientemente, sino que en algunas áreas estaban pasando las provincias a no
ejercer las competencias, es decir, a renunciarlas.
2.- el gobierno central, ante la necesidad de hacer frente a situaciones nuevas, se
acostumbró a no asociar a las provincias o al municipio a sus competencias sino
directamente a sustituirlo, a desplazarlos. Esta situación fue a veces aceptada por
las provincias y a veces éstas se anticiparon a tal marginación.
34
3.- ocurrió también que la doctrina y los tratadistas acompañaron este proceso, es de-
cir, ante la falta de experiencia de los instrumentos de concertación que permiten
asociar competencias, la doctrina a veces atribuyó erróneamente, pero con la me-
jor intención, de dar instrumentos de gobierno al Congreso de la Nación y al Ejecu-
tivo central, ciertas competencias.
Pero a partir de 1956 y con mayor énfasis en 1966, se empezó a recurrir a los olvida-
dos tratados del viej oart. 107 (hoy art.125) de la Constitución; los tratados interprovin-
ciales, los convenios interjurisdiccionales.
Aclaremos que hay convenios interjurisdiccionales que son el género y una especie
particular que son los tratados interprovinciales.
Este federalismo regional tiene ahora la tensión necesaria porque se ha pasado a usar
con mucha naturalidad esos convenios interjurisdiccionales.
En este instrumento, sin perjuicio de que la Nación haga su proceso previo para mere-
cer la adhesión de las provincias, se nota un predominio más marcado de la adminis-
tración central. A pesar de ser un modelo auspicioso, con futuro, registra como ante-
cedentes negativos o peligrosos, el haber sido la reforma unilateral por parte del go-
bierno nacional, del sistema de coparticipación para suplir los aportes provinciales na-
cionales.
Esto fue un golpe profundo al sistema que fue advertido por muchas provincias (ej.:
Tucumán) porque se trataba de romper prácticamente el pacto, la situación bilateral
creada por la ley convenio, con una innovación unilateral del Ejecutivo central.
Sólo recientemente se han multiplicado en nuestro país los convenios entre órganos
administrativos y jurisdicciones políticas diversas, estipulado por la búsqueda de una
nueva escala para el planteamiento territorial y por la necesidad de coordinación pro-
pia del federalismo. El tratado interprovincial, restablecido así, es una real vigencia y
parece confundirse entre figuras convencionales muy variadas.
35
Frías define al tratado interprovincial diciendo que es “todo acuerdo en que dos o más
provincias regulan intereses comunes de naturaleza política, con conocimiento del
Congreso federal” Y los siguen siendo por extensión, siempre que se den esos extre-
mos, cualesquiera que sean la denominación, las partes y las materias de dichos con-
venios.
Las provincias pueden celebrar tratados siempre que no interfieran en la relación in-
ternacional del Estado federal: Los sujetos de derecho internacional no son las provin-
cias, sino los estados y en nuestro ordenamiento jurídico-político fundamental, los art.
75, 99 y ccdtes., ponen en manos del Congreso y del Poder Ejecutivo respec-
tivamente, la política exterior, por lo que no podría ser desarrollada por una o varias
provincias, sin el control de uno de estos órganos. Este control solo podrá ejercerlo el
Congreso cuando tome conocimiento del tratado y se pronuncie sobre el mismo, el
que a partir de ese momento será viable o no.
Según Bidart Campos, dicha facultad debe ejercerse con los siguientes límites:
* Los tratados parciales han de crear sobre materia que sea competencia provincial.
* Dichos tratados no pueden ser opuestos a otros en que sea parte el estado federal.
* No pueden contrariar la política exterior del gobierno federal.
Al decir que la provincia puede celebrar tratados con un Estado extranjero, no significa
que esta formalice el tratado, ya que el único representante de la unidad nacional es el
titular del Ejecutivo nacional en su calidad de Jefe de estado (art. 99 inc.1 de la C.N.).
La provincia puede, como dice Abad Hernando, realizar un pre convenio o el convenio
base, que será posteriormente formalizado por el gobierno federal.
Las provincias pueden celebrar tratados parciales dentro del marco de competencia
propia o concurrente: Presupuesto previo a la negociación es la detección del interés
común. Este puede tener por objeto una competencia a desarrollar en forma exclusiva
por las provincias o en forma concurrente con el gobierno federal.
El art. 125, ya mencionado, establece otras facultades que tienen las provincias, reite-
rando lo ya manifestado como competencia del Congreso nacional, en el art.75 inc.19,
la concurrencia de jurisdicciones deviene precisamente de la materia sobre la que re-
cae, habida cuenta de la identidad de fines entre el Gobierno federal y los gobiernos
locales.
Esta materia de promoción y desarrollo económico guarda estrecha relación con las
facultades exclusivas del Gobierno de la Nación que le han sido conferidas por la
Constitución. Por lo que la materia objeto de los tratados debe ser celosamente obser-
vada a fin de limitarla a aquellas que le competen a las provincias, evitando excluir a la
federación en el ejercicio de una facultad que le es propia.
tados ir en contra de las constituciones provinciales, sin incurrir en un vicio grave que
traería como consecuencia la nulidad de los mismos ya que se estaría ejerciendo, por
una vía no apta, el poder constituyente provincial, cuyo ejercicio está previsto con pro-
cedimientos especiales diversos a los de sanción ordinaria de las leyes. En el nuevo
derecho público provincial la Constitución de San Luis ratifica lo expuesto.
Esta advertencia debe ser tenida en cuenta especialmente en la redacción de los pro-
tocolos adicionales del convenio marco. Estos son en definitiva los verdaderos trata-
dos ya que los convenios-marco por lo general se limitan a ser expresión de deseo.
Algunos Convenios
Entre los más notorios cabe citar el que creó el Consejo Federal de Inversiones y va-
rios ligados a la administración de justicia y a procedimientos judiciales.
Los más numerosos parecen ser hoy los relativos a recursos hídricos. Otras fuentes
ricas en convenios es la de límites interprovinciales. Pero estos convenios no son tra-
tados, en el sentido del art. 125 de la C.N. ya que la doctrina más probable les atribuye
naturaleza política y deben ser aprobados por el congreso, el cual fija los límites entre
las provincias, conforme al art. 75 inc.15.
a. Acuerdo entre el gobierno federal o sus órganos y dos o más provincias a sus
agencias. Por regla general, dicho convenio no constituirá paralelamente un tratado
interprovincial, salvo que las provincias o sus agencias regulen entre sí intereses
comunes. Suele ocurrir que una pluralidad de provincias regule con el gobierno fe-
deral una materia pero no las provincias entre sí.
b. Regímenes de coordinación instituidos por la ley nacional con adhesión de las pro-
vincias. De esa adhesión pueden nacer obligaciones recíprocas entre las provin-
cias, pero no constituyen un tratado interprovincial, aún si en su origen ha mediado
negociación.
c. Regímenes de aplicación uniforme en virtud de adhesión provincial a una ley nacio-
nal. Aún menos puede asimilarse al tratado interprovincial la situación de uniformi-
dad pero sin coordinación, nacida de la adhesión de las provincias a una ley nacio-
nal.
d. Régimen de coordinación instituido por acuerdo entre dos o más provincias, o el
gobierno federal y una provincia con adhesión de otra. En esta hipótesis su natura-
37
Una quinta pauta es la que forma el tratado, su vigencia no suele tener norma expresa
pero se considera a la ratificación de las respectivas legislaturas y del Congreso si la
Nación fuere parte.
Según el profesor Ernesto Rey Caro, aunque el derecho interno y el derecho interna-
cional tienen diferente esferas de validez personal y materias, es posible constatar que
las instituciones del primero han influido notoriamente las del segundo. Así, por ejem-
plo, el derecho de las obligaciones contractuales se asimilaba al derecho de los trata-
dos internacionales. Pero no siempre esta influencia se manifestó en una misma di-
rección, sino que en no pocas áreas, ha sido el derecho internacional el que ha pro-
porcionado principios y normas que han sido aptas para regular instituciones y situa-
ciones del derecho interno. Esto se manifestó más en los estados con regímenes fede-
rales de gobierno en los que las unidades políticas (provincias, Estados, regiones) se
38
En el tema de los acuerdos o tratados, existe un gran similitud, al menos formal, entre
los tratados interprovinciales o los concertados entre las provincias y la Nación con los
convenios internacionales stricto sensu, en particular en lo referente al régimen de los
negociaciones, firma, entrada en vigor, enmiendo y modificaciones, etc.. No obstante
se señalan en los primeros falencias en algunos aspectos, tales como causales de
nulidad y régimen de terminación y suspensión de los acuerdos y solución de contro-
versias, ya que son pocos los instrumentos que establecen normas en esta materia,
sin perjuicio también de la ausencia de normas expresas del derecho público constitu-
cional o provincial para ser aplicadas por los órganos jurídicos en caso de conflictos.
Actividad Nº 8
UNIDAD IV
IV.1.a. Introducción
En lo que respecta a los temas dominio y jurisdicción, en primer lugar diremos que no
siempre coincide el titular del dominio con el titular de la jurisdicción. Esto se aprecia
con mayor nitidez en el Estado Federal donde convergen hacia los fines de la consti-
tución el gobierno central, las provincias y los municipios. Dicha convergencia no es
equivalente a subordinación de las provincias al gobierno federal pero este tiene la
misión de asegurar jerárquicamente esa convergencia.
Así vemos, que en cuanto a la diferencia de dominio nuestro código en su art. 2506
establece: “Como el derecho real en virtud del cual una cosa se encuentra sometida a
la voluntad y a la acción de una persona”. La jurisdicción es la suma de facultades
divisibles en diversas materias de gobierno. El dominio se ejerce sobre las cosas, la
jurisdicción sobre las relaciones. El dominio lleva necesariamente a la jurisdicción sin
que nada la limite o excluya, la jurisdicción no. Pero en última instancia, tiene más
cuota de poder la jurisdicción que el dominio y éste puede terminar por ser vaciado.
Por su parte la Corte Suprema ha descripto algunos ejemplos de esta dicotomía “do-
minio y jurisdicción no son conceptos equivalentes no correlativos, puede existir uno
sin el otro y viceversa. Así la jurisdicción sobre playas y riberas no importa el dominio
nacional sobre ellas; el dominio privado del estado general sobre bienes situados en
las provincias y sobre los cuales no ha fundado obras o establecimientos de utilidad
nacional, en éstos hay dominio y no jurisdicción.
La jurisdicción nace con el destino de orden nacional que se da a los terrenos obteni-
dos por compra o cesión.
Los ejemplos propuestos demuestran que hay caso en que independientemente del
dominio nacen interrelaciones o funciones que requieren otra competencia. Hoy se
multiplican las relaciones que se descubren o se establecen entre las cosas y éstas
reclaman una disciplina innovadora, un nuevo comportamiento donde nociones como
“escala, coordinación y planificación “no se sujetan a la órbita del dominio original. Es-
te fenómeno de aceleración de las interrelaciones, sumado al de las especializaciones
y planeamiento, provoca la creciente disolución del dominio y jurisdicción.
IV.1.b. Clasificación
- Bienes públicos del Estado general que forma la nación o de los estados particulares
de que ella se compone, según la distribución de poderes hecha por la Constitución.
- Bienes privados del estado general o de los estados particulares.
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Respecto de los bienes públicos, los particulares tienen el uso y goce de los mismos
pero sujeto dicho uso y goce, a las disposiciones legales y a las ordenanzas generales
y locales. Dichos bienes no pueden ser embargados sino adquiridos por prescripción y
son inenajenables salvo que sean desafectados previamente por ley del dominio pú-
blico.
Bielsa define la naturaleza y origen de los bienes públicos distinguiéndolos de los pri-
vados al fijar una serie de características que los individualiza de estos últimos.
Ellos son:
En cuanto a los bienes privados del Estado, éste al igual que los particulares, tiene la
propiedad y uso exclusivo de los mismos.
- Las tierras que no tengan otro dueño sin perjuicio del dominio público comunal.
- Los caminos, salvo que pertenezcan a la Nación, pero esta ejerce su jurisdicción con
o sin dominio, sobre el sistema troncal de caminos nacionales y sus obras comple-
mentarias.
- Las minas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos de interés científico.
- El mar argentino hasta 200 millas, con jurisdicción restringida a tres millas en concu-
rrencia con la Nación y sin los recursos naturales que éstas se atribuyen.
- Los mares interiores, bahías, ensenadas, puertos y ancladeros.
- Las playas de mar y las riveras internas de los ríos.
- Los ríos navegables con jurisdicción federal solo en cuanto a la navegación y comer-
cio interprovincial e internacional.
- Los ríos no navegables, considerando competente al gobierno federal en cuanto a la
contaminación de las aguas interprovinciales, pero no para regular su uso que debe
acordarse por tratado interprovincial, sin perjuicio de la jurisdicción de la Suprema
Corte en caso de conflicto.
- Los lagos navegables o no, si la provincia pertenece el lecho.
- El espacio aéreo excepto para las comunicaciones interprovinciales o internaciona-
les que son de jurisdicción federal.
En caso particular del dominio hídrico, el gobierno federal tiene poder concurrente con
las provincias para el desarrollo de los recursos de ese origen; la legislación vigente
autoriza también al gobierno federal a establecer su jurisdicción sobre las grandes
obras hidroeléctricas.
En cuanto al dominio público pluvial, la ley 17.711, declara comprendido entre los bie-
nes públicos, los ríos, sus cauces y demás aguas que corren por cauces naturales y
toda otra agua que tenga o adquirir la aptitud de satisfacer uso de interés general
comprendiéndose las aguas subterráneas.
a. En cuanto a los ríos navegables: dominio y jurisdicción de las provincias que atra-
viesan y jurisdicción federal e interprovincial.
b. En cuanto a los ríos no navegables: dominio y jurisdicción de las provincias que
atraviesan.
c. La constitución y operación por el gobierno federal de obras que directa o indirec-
tamente regulan las aguas interprovinciales, deben respetar los derechos preexis-
tentes de las provincias.
d. El acuerdo libremente pactado por las provincias para el aprovechamiento de un
sistema pluvial no puede ser reemplazado por ninguna intervención de la Nación
IV.2.a Concepto
La noción conceptual de “servicios públicos” es una de las más adecuadas para justifi-
car el carácter de “sus in fieri” atribuidos o reconocidos al Derecho Administrativo.
Esta es una noción de por sí, que resulta controvertida, donde es común encontrar
conceptos antagónicos cabe destacar tres direcciones en las que se puede orientar lo
que se considera como servicio público:
a. toda actividad del Estado cuyo cumplimiento debe estar asegurado, reglado y con-
trolado por los gobernantes.
b. cuando se considera como servicio toda actividad administrativa pública.
c. la que considera solo como público una parte de la administración pública.
1.- Orgánico.
2.- Funcional
En cambio el concepto funcional no considera en base a quién lo presta, sino que to-
ma en cuenta “la necesidad” que se tiende a satisfacer, ciertos caracteres. En nuestro
país comparten el criterio funcional Marihenhoff, Bielsa y Graca. Así que al referirnos
al elemento público no es quien lo presta al servicio sino a quién está destinado “servi-
cio para el público”. En Francia predomina el criterio orgánico, aunque el “Consejo de
Estado” acepta el criterio funcional.
Italia nos menciona a los servicios como “propios” e “impropios”, este último corres-
ponde a la actividad privada de los particulares. Arnaldo de Valles dice que hay más
diferencia cuantitativa que cualitativa.
Acá hay que distinguir entre servicios públicos y servicios sociales. Estos se realizan
para conseguir un desarrollo de la cultura, la salud pública y el desenvolvimiento de la
previsión. Para poder llevar a cabo esto se torna necesario crear o dotar a los órganos
administrativos de los elementos imprescindibles. En los servicios públicos la presta-
ción que se ofrece al usuario es de carácter material (suministros de energía eléctrica,
de agua corriente, teléfono, etc.). Cambia en los servicios sociales, se limita a la en-
trega de una suma de dinero. En otros casos se limita al cuidado de los enfermos, etc.
por lo tanto a veces se rige por un régimen jurídico distinto.
El servicio público hay que aclarar que no es simplemente un concepto jurídico sino
que es un hecho, una realidad.
IV.2.b. División
Los servicios públicos propios son los que presta el Estado directamente o por conce-
sionarios. Los servicios impropios aquellos que tienen de común con el propio la satis-
facción más o menos continua de necesidades colectivas, pero que el estado lo único
que realiza es su reglamentación. Al servicio virtual la administración impone en cier-
tas condiciones al particular que lo dirige la obligación de servicio público. Así mismo
se debe entender que no se corresponde aceptar el criterio de servicio público virtual
por que en caso de hacerlo la administración podría erigir en cualquier actividad priva-
da e imponerle la reglamentación que considere adecuada, máxime en nuestro país
donde los gobiernos son tan proclives de acuerdo a las circunstancias, de reglar lo que
es posible y hasta lo imposible.
Como dijimos el servicio público es colectivo, para la mayoría de los autores la necesi-
dad a satisfacer debe ser “colectiva” pero por esto no entienden a la población entera,
sino a la parte de esta que siente la necesidad para cuya satisfacción se creó el servi-
cio, adquiere la noción de generalidad haciéndolo extensivo al resto de las personas
que no tenían esta necesidad, no hasta que esta necesidad sea general sino que a su
vez sea consecuencia de la vida colectiva. A su vez estas necesidades o intereses
colectivos van a variar de acuerdo al tiempo y lugar, lo que condiciona a la sociedad
respectiva, según sus costumbres, hábitos culturales etc. No basta que se trate de
necesidad general sino de un interés general, por ejemplo el caso del Estado que a
través de un museo de arte pictórico satisface el interés general, y si bien se trata de
interés general, para que se constituya en servicio público debe ser un servicio público
propio, prestado ya sea directa o indirectamente por el estado, esto último a través de
concesionarios.
La nota que determina la existencia de este servicio sería: la satisfacción de esta ne-
cesidad, el fin determinante de la creación y la decisión en la autoridad pública en el
sentido de asumir la satisfacción de la respectiva necesidad.
43
IV.2.c. Elementos
Dentro de la crisis en que se encuentra la noción de servicio público surgen tres ele-
mentos:
La crítica más grave que se le hace es en cuanto al régimen jurídico especial del dere-
cho público, esto se debe a la aparición de los servicios públicos y parcialmente por el
derecho privado. Es así que Jeze en Francia nos dice que el interés particular debe
ceder ante el interés general por lo tanto la administración pública puede y debe ser-
virse de dos procedimientos del derecho público, la organización de un servicio es
modificable en todo momento, esta hace uso del poder de policía, potestad para ex-
propiar, atribución especial para fijar tarifas, pero cabe advertir que este concepto data
de cuando se tomaba al Estado como único prestador de servicio públicos.
Otros autores dicen que se puede regir del derecho público y por normas del derecho
privado. Silva Cimma dice: “será siempre el fin perseguido y no las normas a las que
se sujeta la acción del servicio, el que asigne esencia y revista a la noción de atributos
que nos preocupa”.
Hay servicio que fueron prestados monopólicamente por el Estado como el de correo
que lo presta ENCOTEL, pero que actualmente lo comparte con otras empresas, a
través de concesiones en el caso de OCASA y ANDREANI, en la parte postal y trans-
porte de cargas por lo tanto luego de haber hecho un análisis de los diversos elemen-
tos y facetas se puede definir al servicio público: es la prestación que efectúa la admi-
nistración en forma directa o indirecta para satisfacer una necesidad de interés gene-
ral. Todo servicio público tiene la característica de hallarse sujeto a la subsidiariedad
del estado, Schwartz nos enseña que en U.S.A. los servicios públicos de importancia
vital son colocados en una categoría especial en sus relaciones con la administración.
Nosotros sostenemos que el servicio público está destinado a satisfacer, una necesi-
dad colectiva individualmente sentida que el Estado está obligado satisfacer directa,
indirecta y subsidiariamente.
Los 1º se vinculan a la existencia física del individuo por Y: provisión de agua po-
table, servicio de farmacia, y también los que hacen a la vida colectiva como ser
policía de seguridad, comunicaciones etc.
44
En cambio los no esenciales, son los que no reman los precedentes condiciones res-
pecto al individuo o respecto al Estado: actividad cultural, por ejemplo teatros, bibliote-
cas.
El decreto del P.E.N. número 8946/62 art. 14 declara cuales son los servicio esencia-
les, lo cual se renueva durante la administración Menem que en setiembre de 1990
ante la huelga decide reglamentar y declara a su vez cuales son esenciales entre es-
tos servicios.
Otra clasificación los divide en propios e impropios. Los servicios propios son los
prestados por el estado, directamente por intermedio de sus órganos o indirectamente
a través de una entidad autárquica. Los servicios públicos impropios obligatorios son
los que debe prestar el Estado por su naturaleza, pero sujeto a la discrecionalidad es-
tatal.
Otra clasificación es aquella que toma en cuenta si la utilidad que ellos reportan es
genérica, para la población en general en cuyo caso son “indeterminados” o por el
contrario, la utilidad del servicio público es concreta y particular para determinada o
determinadas personas que se benefician individualmente con la prestación. En cuyo
caso son los usuarios “determinados”.
Por último una clasificación fundamental que es la que importa a nuestra materia es la
que divide en servicios públicos: Nacionales, Provinciales y Municipales.
Debe tenerse en cuenta las disposiciones referentes a los pactos preexistentes. Fallo
de la Corte Suprema de justicia de la Nación, tomo 256, pág. 588 y siguientes, que el
servicio público de teléfonos, que originariamente fue instalado para satisfacer las res-
pectivas comunicaciones dentro de una provincia, se convierte en “interprovincial”,
pasando entonces a la “jurisdicción nacional” si a posteriori la red se une a otra u otras
provincias.
Cabe destacar que se debe determinar cuál Poder de Estado - Ejecutivo o Legislativo -
tiene competencia para crear un servicio público. Esto depende del ordenamiento vi-
gente en cada país. Por ejemplo en Francia es competencia del Poder Ejecutivo según
la Constitución de 1958. En Chile en cambio es competencia del Parlamento.
En Argentina, ¿es competencia del Poder Ejecutivo o del Poder Legislativo? Cabe
distinguir si es creación de un servicio público para ser entregado en “consecuencia”
que apareje algún “privilegio” por ej.: monopolio, exclusividad, impositiva, tal creación
dependerá del Poder Legislativo, C. Nacional art. 75 inc.16. Y si la Constitución le atri-
buye expresamente la facultad de legislar sobre ciertas instituciones la creación de
tales servicios corresponderá al Poder legislativo. Si no reuniese las características
antes mencionadas en estos casos le correspondería la competencia de dictarlos al
Poder Ejecutivo. Cuando no haya un texto que determine claramente le corresponderá
al Poder Legislativo. Para sostener esto es que se basa en que la creación de un ser-
vicio público incide en la esfera de la acción de los particulares, afectando su libertad,
propiedad, industrias etc. también se deben tener en cuenta los medios valga la re-
45
Cuando hablamos de que debe ser creación del Poder Ejecutivo esto responde a que
por la especie no existiría restricción alguna a las libertades individuales, y además por
que dicha creación constituye una de los textos supuestos en que se mantiene la acti-
vidad administrativa del estado.
Respecto a la organización de un servicio público supone que este ya fue creado por
la autoridad correspondiente.
¿Qué autoridad es competente para organizar un servicio público? ¿El Poder Ejecuti-
vo o el Poder Legislativo?
Los dos primeros términos corresponden a cuando el Estado es el que presta estos
servicios, mientras que en el último sucede que estaba prestado por los administrado-
res para ser realizado por el Estado.
Otro modo de prestación de los servicios públicos se puede realizar a través de las
cooperativas, las cuales se caracterizan porque no son sociedades de especulación y
46
por qué su esencia tiene caracteres que logran profundizar los lazos de índole social.
Estos benefician a sus socios que son a su vez usuarios.
Se trata a través de esto, de suprimir a los intermediarios. Por ejemplo cerca de Salta
(capital), en Vaqueros municipio de la Caldera, funciona el centro de Usuarios de Agua
Potable, que gestionó ante el B.I.D, fondos para el tendido de agua corriente y de su
planta potabilizadora, agua para uso corriente, tratando en la actualidad de extender
sus servicios a otras áreas. Este es un caso palmario de cómo el Estado unido a una
sociedad sin fines de lucro puede lograr reales y efectivas prestaciones, menciono al
estado por que el Municipio fue el que dio el aval para los préstamos otorgados por el
B.I.D.
Hay veces que se puede encarar una gestión mixta, que nace de un contrato, que no
da lugar al nacimiento de una nueva persona jurídica, y coloca al particular en la situa-
ción del socio industrial.
Como opinión de los servicios públicos en las diferentes jurisdicciones podemos decir
finalmente que de un estado nacional que trató de prestar la mayor cantidad de servi-
cios y con muy pocas delegaciones en el ámbito provincial y municipal se está pasan-
do, gradualmente a una descentralización paulatina, lenta pero firme a través de la
entrega no solo a las provincias y municipios, que ya tenían un breve marco para la
prestación de estos, sino que el Estado en sus tres jurisdicciones, ya sea por circuns-
tancias históricas pero más por coyunturas económicas que hizo que el estado que
“todo lo puede” ya no pudiera más. Se presenta imperiosamente una necesidad de
que las autoridades se den por enteradas que el servicio público es para el bien colec-
tivo y no para las empresas que poseen la concesión de estos. Así mismo, en la Na-
ción, Provincias y Municipios se debe concientizar que el federalismo no debe guardar
como algo escrito en papel, sino en letra viva y tangible a través de la vida diaria. Por-
qué cabe reconocer que se ocultan fuertes intereses de índole político-cultural que
impiden una normal prestación de estos servicios
IV.2.e. Resumiendo
Actividad Nº 9
1) a) Elabore conceptos de dominio y jurisdicción.
b) A través de un ejemplo explique sus relaciones.
2) Elabore un cuadro sinóptico sobre las distintas clases de dominio.
3) Enumere el dominio y jurisdicción de las provincias.
4) Elabore un concepto de servicio público.
5) ¿Qué opina Ud. de la transferencia a particulares de los Servicios
Públicos?
6) Elabore un cuadro sinóptico con la clasificación de los servicios
públicos.
47
UNIDAD V
DECLARACIONES, DERECHOS Y
DEBERES INDIVIDUALES Y SOCIALES
Dice García Pelayo que la positivación Constitucional de los Derechos sociales es un
dato ya de la realidad, pero haciendo referencia histórica, la formulación más antigua
que se conoce de estos derechos se encuentra curiosamente, en el art. 22 y sobre
todo en el art. 21 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la
Constitución Francesa de fines del siglo XVIII. Allí se hacía referencia al Derecho a la
Instrucción, a la Asistencia Social y al Trabajo, con esto se deja entrever una tentativa
de Democracia Social y de República Igualitaria (Cascajo Castro).
Salvo este intento fallido existe un vacío en la historia del Constitucionalismo Social
hasta la Constitución de México de 1917, la Constitución de Weimar de 1919, donde
se manifiesta una nueva idea de Constitución, superando el Principio Individualista y
afirmando la Prioridad de lo Social. Dice Galgano: “La Constitución deja de ser sólo la
fuente suprema del Derecho Público, reguladora de la forma de gobierno y de las Ga-
rantías de Libertad de los ciudadanos respecto al Estado, para ser además, la Ley
Fundamental del Derecho Privado, con normas de orientación para la legislación ordi-
naria.” Así, el Constitucionalismo Social se erige como el intento superador de las con-
tradicciones y exceso del capitalismo Liberal y el positivismo del Estado de Derecho.
Mazziotti define a los Derechos Sociales como los derechos de cualquier ciudadano a
una directa o indirecta prestación positiva por parte de los poderes Públicos, en fun-
ción de la actuación del Principio de Igualdad.
Naturaleza - Teoría
Para Cesarini - Sforza éstos valen sólo como anticipación programática, casi ex-
perimentales de una realidad virtual.
La postura opuesta dada por Trocker establece que no son programáticos; prote-
gen intereses autónomos y jurídicamente relevantes que precisan la más com-
pleta tutela.
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En nuestra opinión que no agota la discusión, el derecho social se integra por normas
por las que el Estado realiza su función equilibradora y moderadora de las dispari-
dades sociales, asegurando la igualdad de oportunidades para acceder a la multiplici-
dad de ofertas laborales.
El Derecho Social ha sido tratado por ramas del derecho (laboral, administrativo, dere-
cho de la Seguridad social), pero presenta dificultades para tratarlo desde una pers-
pectiva constitucional que debería ser óptica natural de los mismos. Estas dificultades
se basan en:
- Una carencia de elaboración dogmática tan rica y detallada como la de los Derechos
Públicos Subjetivos.
- Carácter difuso de sus límites, la indeterminación de alguna de sus normas.
Nieto, establece que los Derechos Sociales pueden ser entendidos como “Certificados
de Garantías”: lo que para los Poderes Estatales es una norma jurídica que deben
cumplir, para los ciudadanos se convierte en Garantías de transformación, de esas
obligaciones jurídicas del estado de Derechos subjetivos del Individuo. Es la teoría de
la Doble Cara.
Conclusión
Así la Doctrina Alemana hace hincapié en ello y establece que, conjuntamente con la
Positivación, hay que prestar mayor atención al Derecho procesal Constitucional con
lo que quizás se atenúen las contraposiciones doctrinales entre Derecho Subjetivo-
Operativo y Norma Programática.
Derechos Individuales
Pasando a nuestra Constitución, de los términos empleados por ellas en cada una de
sus cláusulas, vemos que están destinados a enunciar y proteger los derechos indivi-
duales y deducidos, que se refieren tanto al orden Nacional como al Orden provincial.
El art. 14 de la Constitución Nacional dice que todos los habitantes de la Nación gozan
de los derechos en este texto enunciado. Las declaraciones, Derechos y Garantías
quedan, en definitiva, bajo el amparo de ella, que asegura a las Provincias, el ejercicio
de su Autonomía política si su Constitución está de acuerdo con los Principios, Decla-
raciones y Garantías de la Constitución Nacional (art.5). Por consiguiente, habría un
error si consideráramos que las disposiciones de la Constitución Nacional alcanzan
sólo a los poderes Públicos Nacionales.
En el art. 5 de la Constitución está dispuesto que las provincias dictan sus Constitu-
ciones locales bajo el Sistema Representativo, Republicano de acuerdo con los Princi-
pios, Declaraciones y Garantías de la primera; y ante esta prescripción, no sería expli-
cable un Derecho Público Provincial del resorte exclusivo del pueblo y autoridades
locales.
Todas las Constituciones Provinciales no solo han ratificado y reproducido las declara-
ciones y garantías de la Constitución Nacional, sino que las han completado y amplia-
do, enumerando muchas otras de interés general y conveniencia pública.
También debemos tener en cuenta los Tratados Internacionales en cuanto ellos han
reconocido derechos individuales. A tal efecto tienen trascendencia:
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- La convención Americana sobre los Derechos Humanos (pacto de San José de Cos-
ta Rica), receptado como derecho argentino por la ley 23054;
- Y el pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos que lo hizo por la ley
23313/86.
Antes de la reforma del `94, la obligatoriedad de estos Tratados derivaba de los art.31
y 5 de la Constitución Nacional, en consecuencia: las Provincias en ejercicio de sus
poderes constituyentes han sancionado sus respectivas Constituciones en armonía
con la Constitución Nacional y en sus partes dogmáticas incluyen Derechos, Decla-
raciones y Garantías.
Actividad Nº 10
Derecho de la Libertad
Pocos conceptos como la libertad han suscitado más ardientes decisiones ni ha sido
más profusamente comentado.
La libertad para algunos, consiste en la facultad que tiene el hombre por ser tal para
disponer a su arbitrio de su persona y de sus bienes sin limitación de ningún género.
Para otros, libertad tiene que entenderse como la facultad que tienen todos los hom-
bres de desenvolverse ejercitando sus derechos de un modo “consciente y autónomo”.
La libertad es política o civil: la primera es la facultad de gobernarse; la segunda es la
facultad de practicar los derechos que constituyen la personalidad y, que si bien no
nacen de la ley, ésta los garantiza. La primera es un medio, la segunda es un fin, es la
libertad misma. No es una facultad absoluta, de donde se deduce que los derechos
que la constituyen tampoco lo son. Tienen por límites derechos iguales pertenecientes
a los demás, individual y colectivamente considerados.
Mi libertad civil es idéntica a la de los otros miembros de la sociedad en que vivo, y tan
solo alcanza hasta donde empieza la ajena. Este concepto está expresado en la Cons-
titución Nacional en el art. 19 y es la cláusula que contiene la definición exacta y com-
pleta de la libertad civil.
51
Por lo demás, la libertad civil es obra de Dios Creador del hombre, y por lo tanto, tra-
yéndola consigo a la vida todos los seres racionales como atributo que les es inheren-
te, en ningún país civilizado puede ser suprimida o desconocida por las leyes.
La Corte Suprema de la Nación ha dicho: "Es necesario reconocer que existen dere-
chos privados en todos los gobiernos libres fuera del contralor del Estado. Un gobierno
que no reconozca tales derechos, y que mantenga la vida, la libertad y la propiedad de
los ciudadanos sujetas en todo tiempo a la absoluta disposición e ilimitada revisión,
aún de los más democráticos depositarios del poder es, al fin y al cabo, nada más que
un despotismo.
Bidart Campos sostiene que en fórmula privada y básica, la justicia exige dotar a la
persona de una esfera de libertad tan amplia como sea necesaria para desarrollar su
personalidad. Es el principio elemental del humanismo personalista.
Debemos destacar la diferencia que existe entre el derecho que algunos ordenamien-
tos jurídicos provisionales otorgan para defender la libertad y los que hablan del dere-
cho a la libertad. Si el hombre es libre por naturaleza esta situación debe ser jurídica-
mente protegida otorgándole un derecho innominado para que lo haga.
Las Constituciones que hablan del “Derecho a la Libertad” pueden dar lugar a que se
piense que es el Estado el que otorga este derecho a defenderla negando que sea
anterior y preexistente a él. En el caso de las Constituciones santiagueñas y jujeñas
que reconocen esta preexistencia, se entiende que son contradictorias pues se es libre
y por lo tanto el estado otorga al individuo el derecho a defender esa situación. En el
caso de Córdoba que no reconoce expresamente esta preexistencia, consideramos
que es riesgosa esta situación porque se estaría cediendo demasiado poder al estado.
Queremos entender que la libertad es un derecho de aplicación operativa y no de
aquellos para los que es imprescindible, la reglamentación legal.
En cuanto al área de intimidad, donde las acciones privadas de los hombres que no
ofendan a la moral, al orden público, ni perjudiquen a terceros, están exentos de la
autoridad de los Magistrados. (Salta art.12).
La Igualdad
sin otra condición que la idoneidad. La Igualdad es la base del impuesto y de las car-
gas públicas.
Según una definición sencilla del Estatuto Provisional de 1815, “La Igualdad consiste
en que la ley, bien sea preceptiva, penal o tuitiva es igual para todos y favorece igual-
mente al poderoso y al miserable para la conservación de sus derechos”.
La Corte Suprema por su parte, ha dicho que la igualdad ante la ley consiste en que
no se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a uno de los que se conoce
a otros en iguales circunstancias”.
Esta igualdad no es para la nivelación absoluta de los hombres lo cual sería una aspi-
ración quimérica sino su igualdad relativa, igualdad de oportunidades, propiciada por
una legislación tendiente a la protección en lo posible de las desigualdades naturales.
Deberán removerse los obstáculos de orden económico y social que limitando de he-
cho la libertad y la igualdad de los habitantes, impiden el pleno desarrollo de la perso-
na y la efectiva participación de todos los habitantes en la organización política, eco-
nómica y social de la provincia.
Quedan suprimidos todos los títulos y tratamientos honoríficos o de excepción para los
cuerpos, magistrados y funcionarios de la Provincia cualquiera sea su investidura”.
Los poderes públicos aseguran las condiciones para que la libertad y la igualdad de
las personas sean reales y efectivas, procurando remover los obstáculos que impidan
o dificulten su plenitud.
También aquí hay diferencia con las constituciones antiguas y modernas, las antiguas,
al reconocer el derecho, le han asignado los caracteres de inviolabilidad y también de
un individualismo propio de la época en que se sancionaran. Luego se reconoce la
fundación social de la propiedad. La Constitución de Salta establece en su art. 73 la
función social de la propiedad: "La propiedad privada es inviolable y nadie puede ser
privada de ella sino en virtud de sentencia fundada en ley".
Existe una constitución que vincula la expropiación con la función social de la tierra, es
el art. 40 de la constitución de Formosa que dice: "El estado por medio de una ley es-
pecial para cada caso y de acuerdo con el desarrollo de los planes económicos podrá
expropiar aquellos inmuebles que no cumplan con la función social que en esta consti-
tución se asigna a la tierra".
Las tierras urbanas y suburbanas podrán ser expropiadas para fomentar la construc-
ción de viviendas o fines útiles a la sociedad, de acuerdo a la ley que se dicte sobre la
materia.
54
Está contemplada en el art. 19. Para evitar arrestos y detenciones arbitrarias, las nue-
vas constituciones establecen una serie de requisitos formales para la detención o
privación de la libertad de las personas; dichos principios son:
Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan la moral o al or-
den público ni perjudiquen los derechos de terceros, están reservadas a Dios y exen-
tas de la autoridad de los magistrados.
Libertad de expresión
Libertad de prensa
La divergencia que plantea el art. 32 en cuanto a los delitos de prensa, sobre quien los
puede tipificar y pulir:
1) Una interpretación niega rotundamente que el Congreso pueda legislar en esta ma-
teria, como consecuencia tales delitos no pueden incluirse en el Código Penal y en
cada provincia hay competencia provincial para tipificarlos y ponerlos.
2) Otra interpretación sostiene que la prohibición dirigida al Congreso no inhibe su
competencia en esta materia, ya que aquella prohibición impide solamente restringir
la libertad de imprenta.
Por ende, como afirma Bidart Campos la inclusión de esos delitos en el Código Penal
hace que éste sea aplicado en todo el país.
La doctrina constitucional
cación, se entendió que esa libertad no es un derecho absoluto, sino sujeto a regula-
ción.
Resulta pertinente señalar que la libertad de Prensa se encuentra en las raíces mis-
mas del proceso constitucional argentino. Así, el Estatuto Provincial de 1811 del Supe-
rior Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata a nombre del Sr. Don Fer-
nando Vil, incorpora por su art. 4 el decreto de la libertad de imprenta en cuyo art.1,
estatuye "la libertad de publicar las ideas sin censura previa para castigar el abuso que
se haga de ella si ofenden derechos particulares, si comprometen la tranquilidad públi-
ca o la conservación de la religión Católica”. A partir de ese precedente todos los de-
más proyectos y normas constitucionales dictadas contuvieron el mismo principio:
Proyecto de la Constitución de la Sociedad patriótica de 1813, Estatuto Provisional de
1815, Reglamento Provisorio de 1817, la Constitución de 1819 y la Constitución de
1826.
Pérez Guilhou opina que debería incluirse dentro de la forma en que se expresan los
derechos o libertades, a los gestos, gráficos, fórmulas, símbolos e imágenes.
Libertad de Información:
José de Hierro dice que la libertad de expresión como concepto queda reducida al
derecho de exteriorizar por cualquier medio, pensamiento, idea, opinión y la distingue
de la libertad de difusión (Derecho a propagar o divulgar la expresión).
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- Libertad de acceso
- Libertad de comunicación.
En 1948 la Declaración Universal de los Derechos del Hombre en su art. 19, estable-
ció que: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión, este dere-
cho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de difundirlas sin limi-
taciones de fronteras por cualquier medio de expresión".
Las actividades que comprenden este derecho son según nuestra Constitución, la de
“Buscar, recibir y transmitir información. Las Constituciones de Santa Cruz y Jujuy ha-
blan de buscar, recibir o difundir información.
Anticipó en alguna medida la facultad abierta hoy a todo individuo a difundir sus opi-
niones. Dos afirmaciones lo justifican:
El derecho de réplica tomó forma como el derecho de toda persona a responder, con-
testar, aclarar o rectificar informaciones o publicaciones que afecten su reputación,
Bielsa considera que es el derecho a la defensa, a la verdad.
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Lo cierto es que se refieren a este derecho las Cartas de Neuquén, Santa Cruz, Chu-
but, Santa Fe, La Pampa, Formosa, San Luis, San Juan, Santiago del Estero, Cata-
marca, Río Negro y Salta. Algunas dejan librado exclusivamente al habitante o perso-
na la consideración o determinación de la existencia del agravio a su reputación pro-
ducto de una comunicación; es decir el ejercicio de este derecho queda librado a su
exclusivo arbitrio sin injerencia de la autoridad estatal, la que sólo debe facilitar, en
caso de serle requerida, la guía o vía para la publicación de la réplica, ejemplo Santa
Fe, Catamarca.
Otras han preferido objetivizar la apreciación sobre el perjuicio que puede causar una
información, dejándolo librado a la interpretación judicial. Así lo hace la constitución
Salteña al formular: "todo habitante que por causa de una información inexacta o
agraviante sufra perjuicio, tiene el derecho a efectuar gratuitamente por el mismo me-
dio de comunicación su rectificación o respuesta. En caso de negativa, el efecto puede
recurrir a la instancia judicial, la que deberá expedirse en trámite sumarísimo”.
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Para el caso del medio publicitario y su negativa, algunas Cartas provinciales remiten
directamente a la órbita judicial: es el caso de Salta, La Pampa, Santa Fe. Es curiosa
la limitación del texto sanjuanino que no otorga el derecho a réplica frente a la crítica
política, deportiva, literaria y artística en general, más la tucumana que lo niega total-
mente en forma expresa.
Como lo señala Bielsa, este derecho es un fundamento ético y moral que acentúa la
responsabilidad que importa toda opinión expuesta al público desde los medios de
comunicación social.
Es necesario dar medios legales y objetivos para defender, no sólo el derecho de ho-
nor y a la consideración pública, sino también el derecho a la verdad y a la fe pública.
La cuestión social considera que el Estado debe estructurar y promover un orden so-
cial justo que permita el acceso de todos los hombres a la educación, a la cultura, a
las fuentes de trabajo y de producción, que haga posible una distribución equitativa de
la riqueza y de bienes de producción y de consumo, en orden a la plena realización de
la persona.
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Actividad Nº 11
Educación
Libertad de enseñanza
A través de este principio se revelan las íntimas relaciones existentes entre la política
y la educación.
Atribuciones Legislativas
Concurrencia
Las variantes sociales, por el contrario, han llevado esta orientación hasta sus últimas
consecuencias propugnando que el estado titular del deber educativo, debe ser el úni-
co agente educador con exclusión de toda otra fuerza social y de los individuos.
Las constituciones provinciales receptan de diversos modos este principio, se los pue-
de agrupar:
Junto a la Constitución de San Juan ubicamos la de Entre Ríos, que en sus art. 201 y
202 califica a la educación como “obligación primordial del Estado”, la de Río Negro
etc.
Esta persistencia ideológica del Estado docente se debe en parte a las dirigencias
políticas locales, las cuales son las más llamadas a reconocer que se trata de un de-
recho-deber de la familia y la sociedad. Otra Constitución que se encuentra en la mis-
ma línea de Salta es la Cordobesa, que califica la educación como función social, ha-
biendo reconocido en el conjunto social la obligación educativa.
Fines y objetos no se distinguen con claridad en algunas normas y aún más se con-
funden con valoraciones deseos, etc., por lo tanto, debemos introducir algunas preci-
siones conceptuales previas.
Fernando Martínez Paz, sostiene que por finalidades deben entenderse aspiraciones
generales con respecto a la educación o política educacional, que se encuentran esta-
blecidas en las leyes fundamentales de un País y cuyo cumplimiento se prevé en un
futuro lejano o no, según las circunstancias y exigencias. Los objetivos se distinguen
de aquellas por ser “aspiraciones restringidas tanto por su carácter como su alcance.
En general se identifican con las tareas concretas y propias del proceso de enseñan-
za-aprendizaje.
Entendemos que en principio sólo son propios del tratamiento constitucional los fines
del sistema educativo, extendiéndose en el mejor de los casos hasta los objetivos que
hacen al sistema en general. Más allá se invade al terreno propio de la actividad legis-
lativa.
Los fines definen el sistema educativo deseado y contribuyen a orientar las conductas
de los diversos partícipes en el proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo tanto debe
precisarse a nivel constitucional. Los objetivos, por el contrario, por ser “fines interme-
dios”, escapan a la permanencia de aquéllos, siendo su mutabilidad y carácter instru-
mental lo que los convierten en materia propia de la legislación ordinaria. Los fines del
sistema educativo se elaboran a partir de una cierta concepción del hombre, su origen,
destino, interferencia, intersubjetividad, expresa o implícitamente tal concepción está
siempre presente a la hora de diseñar las estructuras educacionales.
Las constituciones provinciales se ocupan de precisar los fines en sus respectivas ju-
risdicciones. En la Constitución más antigua tales fines no se explicitan, sino que están
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Otras cartas por el contrario, se ocupan expresamente del tema, entre éstas, unas lo
hacen con claridad y sin exceder el marco de las finalidades y objetivos generales, por
ejemplo Salta, Jujuy y la Rioja estructuran con mayor claridad el tema de los fines
(art.47 de Salta).
Otras lo aportan con poca claridad y avanzan en sus enunciados hasta lo que es pro-
pio de la legislación ordinaria, prescribiendo, incluso, contenidos de enseñanza ej. San
Juan establece “La investigación científica y las normas del método científico” son es-
pecialmente considerados en los distintos niveles de enseñanza (art.74).
Existen otras cartas como por ej.: la de Río Negro que contienen normas o afirmacio-
nes que no configuran finalidades a alcanzar "la educación es un instrumento para la
liberación", art.62.
La cuestión salió a la luz en el Congreso Pedagógico donde las posiciones eran en-
frentadas; de un lado, aquellas convencidas de que la enseñanza religiosa constituye
un obstáculo al desarrollo autónomo y racional del individuo. Postulan la enseñanza de
la ciencia y la universalización del método como única garantía de libertad e indepen-
dencia del educando del otro lado, los que no concebían la formación integral del
hombre sin el expreso reconocimiento y el sistema educativo de su vocación trascen-
dente; la contraposición se revela en las constituciones provinciales, muchas guardan
silencio sobre el punto (Tucumán, Corrientes, Jujuy etc.) Otras prescriben la laicidad
del sistema educativo oficial por ej. Neuquén.
Otras reconocen el derecho de los padres a que sus hijos reciban educación religiosa
en las escuelas públicas, tal el caso de Salta, art.48. Vemos que se trata de tres cons-
tituciones -Salta, Catamarca y Córdoba- correspondientes al último ciclo de reforma
que ponen de manifiesto la aceptación del principio superador del pluralismo incorpo-
rando a sus normas el verdadero sentido de la libertad educativa.
Trabajo
El artículo 14 Bis de nuestra Constitución Nacional dice: “El trabajo, en todas sus for-
mas, goza de la protección de las leyes que asegurarán al trabajador...”
Condiciones de Trabajo:
Las prestaciones del servicio deben ser dignas y equitativas, esta pauta se vincula con
la dignidad de la persona y el valor de la justicia.
La remuneración:
Se desglosa en:
- Retribución justa.
- Salario mínimo, vital y móvil.
- Igual remuneración por igual tarea.
- Participación en las ganancias de la empresa.
Retribución Justa significa que permita la subsistencia del trabajador y su núcleo fami-
liar.
Libertad Sindical:
La competencia federal es indiscutible tanto para dictar las leyes como para dictar el
Código. Frente al artículo 121 y ccdtes. Hay que encarar un doble enfoque. En esa
norma se establece que las provincias no pueden dictar los códigos Civil, Penal, Co-
mercial, de Minería después de haberlos dictado el Congreso.
Mientras el congreso no dicta en forma codificada las normas sobre trabajo, las pro-
vincias no pueden legislar sobre materias legisladas por el Congreso pero sí sobre las
omitidas. Una vez que el Congreso regula en forma codificada la materia, las Provin-
cias abdican toda competencia legislativa tanto sobre las cuestiones incluidas en ese
código como sobre las omitidas.
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Policía de Trabajo:
Seguridad Social:
La tercera parte del art. 14 bis está dedicada a la seguridad social; es la protección de
los riesgos comunes, como enfermedad, vejez, etc. Incluye la asistencia social que
generalmente es gratuita para el beneficiario.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social que tendrán carácter de inte-
gral; ello quiere decir que las prestaciones quedan a cargo del estado.
El artículo 14 bis ordena que la ley establezca las jubilaciones y pensiones móviles.
Las jubilaciones se otorgan a una persona en razón de una actividad laboral cumplida
por ella, en relación de dependencia, las pensiones derivan de la jubilación a favor de
los causahabientes.
Actividad Nº 12
UNIDAD VI
DERECHOS POLITICOS
Empezamos afirmando que los denominados Derechos Políticos componen una cate-
goría no concisa. Nos parece que el deslinde entre derechos “civiles” y derechos “polí-
ticos” no puede llevarse a cabo exclusivamente por la finalidad que persigue el ejerci-
cio de unos y otros. Hay derechos civiles que sin dejar de ser tales y sin entrar en la
categoría de los políticos; pueden ejercerse a veces con un fin netamente político; por
ej.: el derecho de función y el derecho de petición llevan ocasionalmente; como propó-
sito único y entrañable, el de influir o gravitar políticamente en los órganos del poder;
tales son los casos de reunión para apoyar o criticar a los gobernantes de turno, o una
petición para demandar la renuncia del presidente de la República. En épocas preelec-
torales, numerosos derechos civiles son usados asimismo, con motivación y propósito
políticos.
De este modo el área de los derechos políticos se estrecha, pero adquiere una carac-
terización bien concisa que traza la línea divisoria frente a los derechos civiles.
DERECHOS CIVICOS
Son los que permiten al ciudadano (o a los naturales o extranjeros en el caso del de-
recho a adquirir la ciudadanía, o de no ser obligados los extranjeros a aceptarla) inter-
venir de modo indirecto en la formación del gobierno del Estado y de su voluntad polí-
tica.
Derecho de reunión
Una reunión política organizada entre sus miembros por una asociación política, reali-
zada en lugar abierto o cerrado al público implica siempre el ejercicio de un derecho
cívico.
Este derecho, que funciona como derecho civil cuando la petición tiene un alcance
exclusivamente personal (para la sola defensa de intereses particulares, sean jurídicos
o no), se convierte en cívico cuando la petición está dirigida a gestionar un interés pú-
blico (toda medida que beneficie a un sector o a toda la comunidad). La doctrina di-
siente acerca del carácter de este derecho, es civil para Bielsa y Bidart Campos y,
político para Joaquín V. González.
La Constitución Nacional formal no contiene normas sobre los partidos políticos, pero
no cabe duda de que la constitución material los contiene a través de las leyes o “esta-
tutos” sobre partidos políticos que tienen clara materia o contenido constitucional. No
obstante la laguna en la Constitución formal, el partido político encuentra una raíz en
normas expresas de la misma, cuál es la que reconoce el derecho de asociarse con
fines útiles.
Sin embargo el derecho de asociación política parece tener cabida en ámbitos más
amplios que los partidos políticos en sentido estricto ya que hablan de “partidos y mo-
vimientos” (C.Salta). Asimismo, la reciente constitución catamarqueña sostiene en su
art. 58 que: “El Estado auspicia su organización libre e integral mediante el sistema de
instituciones sociales económicas, políticas y culturales que el pueblo constituye para
participar en las decisiones y realizar la justicia social.
1) la familia;
2) los gremios;
3) las cooperativas y mutuales;
4) los colegios profesionales, y
5) las entidades intermedias de carácter social económico, profesio-
nal o cultural.”
Los caracteres que especifican a las asociaciones políticas están claramente puntuali-
zadas por algunas constituciones provinciales. La constitución de Chubut en su art.
242 afirma que la ley de partidos políticos se asentará sobre las siguientes bases: a)
sanción de una Carta Orgánica y plataforma electoral; b) Elección de sus autoridades
y candidatos por un sistema que permita la fiel expresión de la voluntad del afiliado; c)
Publicidad del origen y destino de los fondos.
En este sentido la Constitución de San Juan, en el art. 48, dice que los partidos políti-
cos, “(...) deben garantizar la democracia participativa en su desarrollo institucional.
Los partidos políticos contribuyen democráticamente a la formación de la voluntad po-
pular expresando el pluralismo político”.
EL SUFRAGIO
Otra base ideológica mucho más real y científica que la anterior, es la que considera
que el sufragio se funda y legitima en la necesidad y la justicia de dar a la comunidad
un medio o procedimiento organizado de expresión política.
Este último enfoque permite conceptuar al sufragio como una “técnica o procedimiento
institucionalizado mediante el cual el cuerpo electoral hace manifestaciones o expre-
siones políticas, con dos finalidades distintas:
1) elegir gobernantes o sea la designación de los titulares del poder (función electiva
del voto).
2) para la adopción de decisiones de cuestiones políticas ajenas a la elección de los
gobernantes, verbigracia la reforma constitucional, sanción o derogación de nor-
mas, revocación de la función asignada a los gobernantes, etc. (función deliberativa
del voto).
Naturaleza Jurídica
La naturaleza jurídica del sufragio ha dado lugar a controversias que han generado
diversas concepciones, entre ellas figuran:
El sufragio como derecho natural: Esta teoría imperó en los orígenes del constitu-
cionalismo y la sustentaron Montesquieu y Rousseau. Consideran que la soberanía
está repartida entre todos los electores por partes exactamente iguales y cada uno de
ellos tiene el derecho natural, es decir, inherente al hombre e inalienable, de sufragar
para participar en la formación de las leyes como manifestación de la voluntad gene-
ral. Esta teoría ha sido superada ya que actualmente se considera indiscutible que el
sufragio, por su calidad evidentemente política, debe ser necesariamente posterior a la
creación del Estado, debe surgir de la Constitución o de la ley, siendo imposible que
sea un derecho natural o innato del hombre.
El sufragio como derecho legal: Para esta teoría el sufragio es un derecho positivo o
legal pues nace de la constitución de cada Estado. No es, entonces, un derecho inna-
to, inherente al ciudadano, y anterior a la ley positiva.
El sufragio como deber legal: Según esta teoría, todo ciudadano que cumple los
requisitos constitucionales y legales tiene obligación de votar, para contribuir a la de-
signación de las autoridades y a la obtención del bien común. La importancia del acto
impide considerar que su ejercicio sea meramente facultado, es decir que cada ciuda-
dano lo realice o no, pues en el segundo supuesto quedaría sin manifestar la verdade-
ra voluntad popular que sólo puede expresarse mediante el sufragio.
El sufragio como función política: esta teoría considera que el sufragio es un dere-
cho de carácter político que la Constitución o la Ley asignan al ciudadano a los efectos
de habilitarlo para su participación en la actividad del Estado, o designando a los fun-
cionarios o decidiendo sobre determinadas cuestiones políticas.
a) León Duguit afirma que el elector desempeña una función pública estatal al deposi-
tar su voto en la urna; es considerado como un funcionario del Estado pues no ac-
túa por derecho propio sino en representación de la Nación, de allí surge la obliga-
toriedad del sufragio.
b) Germán Bidart Campos, contrariamente a lo sostenido por Duguit, afirma que la
naturaleza jurídica del sufragio consiste en ser una función política pero no estatal,
que ejerce cada hombre o ciudadano con derecho electoral activo. Esta postura es
la que ha recibido mayores adhesiones.
CLASIFICACIÓN
Sufragio universal
El carácter universal del voto es bastante elástico porque depende de la época en que
se considere, por ejemplo, a principios de siglo no se estimaba que el sufragio dejaría
de ser universal porque se excluyese a las mujeres del derecho de voto.
En el orden nacional, los derechos políticos de la mujer fueron acordados por la ley
13.010/1.947 y quedaron consagrados en la ley electoral 14.302/1.951. El Código
Electoral Nacional dispone en el art. 1º que el padrón electoral se forma con ciudada-
nos de uno u otro sexo.
Sufragio calificado
González Calderón es uno de los numerosos partidarios del voto calificado por ins-
trucción mínima, y argumenta que la justificación de su postura surge de la Constitu-
ción misma que en el art. 37, emplea la palabra “pueblo” en su sentido restringido, es
decir en el sentido de pueblo elector o cuerpo electoral y no como equivalente de la
totalidad del pueblo.
Sufragio igual
Sufragio reforzado
Nuestra ley electoral no admite el sufragio familiar. En Bélgica se aplicó desde 1893 a
1923. La Constitución de Portugal de 1933 lo admitía sólo para las elecciones comu-
nales. En nuestro país el diputado Cafferata presentó un proyecto de ley en 1938 a fin
de introducir el voto familiar, iniciativa que finalmente no prosperó.
El sistema que admite el sufragio familiar se llama “sufragio universal integral” porque
en esa forma el cuerpo electoral abarca a la casi totalidad de los habitantes. Si la so-
ciedad está constituida por familias, parece lógico que la representación electoral refle-
je esa realidad social. Además es de suponer que el voto del padre de familia ha de
ser más ponderable que el del voto aislado.
Sufragio público
Es público cuando el titular lo admite públicamente, es decir cuando los que presen-
cian su emisión conocen por quién ha votado el elector.
Sufragio secreto
Sufragio obligatorio
Sufragio facultativo
Sufragio directo
El sufragio es directo cuando el pueblo o integrantes del cuerpo electoral eligen a sus
representantes sin intermediarios (elección de diputados nacionales y provinciales).
Sufragio indirecto
Es indirecto cuando los ciudadanos votan por electores encargados de elegir a los
funcionarios públicos (elección de senadores, presidentes y vicepresidentes).
74
Actividad Nº 13
1) Principio de universalidad del sufragio: tienen derecho a sufragar todos los ciu-
dadanos de ambos sexos, nativos, por opción y naturalizados, desde los dieciocho
años cumplidos de edad, que no tengan ninguna de las inhabilitaciones previstas
por la ley (art.1º).
4) Carácter secreto del voto: el elector tiene derecho a guardar el secreto del voto
(art. 13º), es obligatorio durante todo el desarrollo del acto electoral. Ningún elector
puede comparecer al recinto de la mesa exhibiendo de modo alguno la boleta del
sufragio, ni formulando cualquier manifestación que importe violar tal secreto (art.
85º). La Constitución de la Provincia de Salta en el art. 54 establece que el voto es
“universal, secreto y obligatorio”, coincidiendo con los caracteres que a nivel nacio-
nal se le adjudican.
75
Artículo. 10º: El elector que se considere afectado en sus inmunidades, libertad o se-
guridad, o privado del ejercicio del sufragio podrá solicitar amparo por si, o por inter-
medio de cualquier persona en su nombre, por escrito o verbalmente, denunciando el
hecho al juez electoral o al magistrado más próximo o a cualquier funcionario nacional
o provincial, quien estaría obligado a adoptar urgentemente las medidas conducentes
para hacer cesar el impedimento, si fuere ilegal o arbitrario.
Artículo. 11º: El elector también puede pedir amparo al Juez electoral para que sea
entregado su documento cívico retenido indebidamente por un tercero.
Artículo 8º: Los que por razones de trabajo deban estar ocupados durante las horas
del acto electoral, tienen derecho a obtener una licencia especial de sus empleadores
con el objeto de concurrir a emitir el voto o desempeñar funciones en el comicio, sin
deducción alguna del salario ni ulterior recargo de horario.
76
3) Votos en blanco: Cuando el sobre estuviera vacío o con papel de cualquier color
sin inscripciones ni imagen alguna.
4) Votos recurridos: son aquellos cuya validez o nulidad fuere cuestionada por algún
fiscal presente en la mesa.
SISTEMAS ELECTORALES
Introducción
Una ley electoral perfecta que da a todos los candidatos las mismas oportunidades en
orden a una necesaria y justa representación política no ha sido aún descubierta, y las
posibilidades para que ello ocurra no han mejorado, debido a la existencia del electo-
rado en masas. Para que un sistema electoral sea imparcial y natural tendrá que evitar
cualquier ventaja indebida en favor del gobierno y del partido gubernamental. El defec-
to inherente a la mayor parte de las leyes electorales yace en el hecho de que ofrecen
a los grupos que denominan gobierno y parlamento, un instrumento cómodo para de-
formar a su favor el resultado de la elección. Justamente en la forma yace una de las
diferencias esenciales entre el sistema político autocrático y el sistema constitucional.
Pero, aún dentro del marco del Estado democrático constitucional, se ha convertido en
un dilema crítico la ley electoral “justa” y la forma de llevar a cabo el proceso electoral.
La Constitución Provincial en el art. 55 dice que “la ley establece el régimen electoral.
En caso de que la misma opte por el de mayoría, debe asegurar la representación
proporcional de las minorías” y en su cláusula transitoria décimo tercera dispone:
“Durante los próximos diez años a contar desde la sanción y promulgación de esta
Constitución, se aplica el sistema electoral proporcional, conforme a las siguientes
reglas:
a. El total de votos obtenidos por cada lista, que haya alcanzado el 5% como mínimo
de votos válidos emitidos, es dividido por (1) uno, por (2) dos, por (3) tres, y así su-
cesivamente hasta llegar al número de los cargos que se elijan.
b. Los cocientes resultantes con independencia de la lista de que provengan, son or-
denados de mayor a menor en igual número de los cargos a cubrir.
c. Si hay dos o más cocientes iguales, se los ordena en relación directa con el total de
votos obtenidos por las respectivas listas, y si han obtenido igual número de votos,
se practicará un sorteo.
d. A cada lista le corresponden tantos cargos como veces sus cocientes figuren en el
ordenamiento indicado en el inciso b.
Transcurrido el plazo de diez años puede dictarse por ley un nuevo sistema, en su
defecto continúa vigente el presente.
Sistema de lista completa a pluralidad de voto: En este sistema se adjudican todas las
bancas a un solo partido: el más votado.
Este sistema se llama de lista completa porque cada partido presenta su lista con tan-
tos candidatos como vacantes deben cubrirse y triunfa la lista que obtenía más votos
(a simple pluralidad de sufragio)
Este sistema estuvo en vigor en Argentina desde la primera ley electoral sancionada
en 1857 hasta 1902.
La falencia de este sistema radicó en que las minorías no tienen ninguna representa-
ción.
78
Sistema de lista incompleta y voto restringido: Fue establecido por le ley Sáenz Peña
en 1912 y utilizado hasta 1949 y en 1958.
Dentro de cada distrito cada lista partidaria postula candidatos para cubrir sólo los dos
tercios del número de vacantes a cubrir. La lista partidaria más votada impone los dos
tercios de sus candidatos, y la que le sigue impone el tercio restante.
Sistemas proporcionales:
Sistema de Cociente: Se suman los votos válidos de todos los partidos, y el resultado
se divide por el número de bancas que se deben cubrir.
Este primer cociente indica el número de votos que debe tener cada partido para lo-
grar representación. Se eliminan los partidos sin representación, en este caso el parti-
do E.
Luego se suman los votos válidos de todos los partidos que tienen representación, y el
resultado se divide por el número de bancas vacantes.
79
Este segundo cociente indica el número de votos que se requieren para adjudicarse
una banca. Después se dividen los votos válidos de cada partido por este segundo
cociente y el resultado (3º Cociente) indica las bancas que le corresponden
Sistema proporcional D`HONT: Fue adoptado por primera vez en Bélgica en 1899.
Es llamado también sistema de común divisor o cifra repartidora.
El sistema D`Hont funciona de la siguiente manera: El total de los votos obtenidos por
cada partido se divide sucesivamente por una, por dos, por tres, etc. hasta llegar al
total de los cargos que se deben elegir.
A B C D
1= 17.000 15.300 11.400 3.400
2= 8.500 7.650 5.700 1.700
3= 5.660 5.100 3.800 1.466
4= 4.250 3.825 2.850 850
Todos los cocientes obtenidos (cualquiera sea la lista a la que pertenezcan) se orde-
nan en forma decreciente hasta completar el número de cargos a elegir.
1º 17.000 (A)
2º 15.300 (B)
3º 11.400 (C)
4º 8.500 (A) Divisor común o cifra repartidora.
ción de los candidatos, para cubrir los cargos electivos públicos que se renuevan. Vale
decir que se vota por un partido a través de un candidato.
Actividad Nº 14
LEY DE LEMAS
El art. 84 de nuestra Constitución Provincial establece las garantías fundamentales del
hombre, fija la jerarquía legislativa y textualmente sostiene:
Ello nos obliga a analizar someramente dos aspectos fundamentales para comprender
la razón de ser de nuestra ley:
Finalmente, el art. 55 de la Constitución Provincial fija que debe ser la ley la que esta-
blezca el régimen electoral; y preocupado el Convencional Constituyente por la partici-
81
pación de todos los sectores, consigna como obligatorio que, en el caso de fijar como
régimen electoral el de “mayoría, debe asegurarse la representación proporcional de
las minorías”, lo que deja entrever la intención de inducir la fijación de un sistema lo
más participativo posible.
I) ESTRUCTURA DE LA LEY:
La ley se integra con 30 artículos divididos en 6 títulos
que se detallan a continuación:
DEFINICIÓN DE LEMA
Lema es una expresión lingüística que con fines exclusivamente electorales adopta un
partido político, alianza o frente electoral del partido.
DEFINICIÓN DE SUBLEMA
Es una especie que puede adoptar el género o lema o una fracción partidaria pertene-
ciente al lema, con el propósito de postular candidatos para cargos electivos provincia-
les y/o municipales y convencionales constituyentes.
SUB-LEMA
En caso de negatoria, el sub-lema contará con un plazo de 2 días hábiles para subsa-
narla ante el Tribunal Electoral.
POSTULACIÓN DE CANDIDATOS
Los cargos de Gobernador, Vice-Gobernador, Intendente, Senadores Provinciales,
(Art. 139 y 156 Inc.1º C.P.); elegidos por el voto directo del pueblo y a simple mayoría
de sufragios, computará el total de votos obtenidos por el Lema. A tal efecto, se acu-
mularán los votos obtenidos por los sub-lemas. A favor del Sub-Lema que hubiese
obtenido un mayor número de sufragios dentro del mismo Lema.
1 o más departamen-
tos del total de afilia- Para candidatos lista
Aval del 5%
dos registrados en el completa Municipal
o los departamentos
DECIMO TERCERA:
“Durante los próximos diez años, a contar desde la sanción y promulgación de esta
Constitución, se aplica el sistema electoral proporcional, conforme a las siguientes
reglas:
a) El total de votos obtenidos por cada lista, que haya alcanzado el 5% como mínimo
de los votos válidos emitidos. Es dividido por 1 (uno), Por 2 (dos), por 3 (tres), y así
sucesivamente hasta llegar al número de los cargos que se elijan.
b) Los cocientes resultantes, con independencia de la lista de que provengan, son
ordenados de mayor a menor en igual número de los cargos a cubrir.
c) Si hay dos o más cocientes iguales, se los ordena en relación directa con el total de
votos obtenidos por las respectivas listas y si han obtenido igual número de votos,
se practica un sorteo.
d) A cada lista le corresponden tantos cargos como veces sus cocientes figuren en el
ordenamiento indicado en el inc. b).
Transcurrido el plazo de diez años puede dictarse por la ley un nuevo sistema, en su
defecto, continúa vigente el presente.
Explicación: El candidato del Lema o partido rojo obtiene mayor cantidad de votos. El
lema o partido verde sumando los tres sublemas consiguió la mayoría de los votos y
es ganador. El candidato del sublema A es quien ocupará el cargo.
PARTIDO VERDE
Las cifras obtenidas se irán colocando de mayor a menor hasta el número de candida-
tos a elegir.
1º 420 (A)
2º 350 (B)
3º 210 (A)
Allí se puede apreciar que al sublema A le corresponden los lugares de 1º y 3º, al su-
blema B el 2º.
Escrutinio Final
1º 970 (verde)
2º 600 (rojo)
3º 485 (verde)
El lema o partido Verde obtuvo dos bancas. El Lema o partido Rojo obtuvieron una
banca. Es decir que cada lema logró el número de bancas que corresponden en pro-
porción directa al número de votos emitidos válidos que ha obtenido en la elección.
LA LEY
Artículo 1º: Institúyese como sistema electoral para la Provincia de Salta, el sistema
electoral del doble voto simultáneo basado en la conformación de LEMAS Y SUB-
LEMAS de acuerdo a las disposiciones de la presente ley.
Artículo 2º: Denomínase Lema a la expresión lingüística que, con fines exclusivamente
electorales, adopta un partido político, Alianza o Frente Electoral de partido.
Artículo 3º: Denomínase Sub-Lema a la expropiación que podrá adoptar una fracción
partidaria perteneciente a un Lema, con el propósito de postular candidatos para car-
gos electivos provinciales y/o municipales y convencionales constituyentes.
85
DE LA REGISTRACION Y RECONOCIMIENTO
Artículo 4º: cada partido político constituyente un Lema cuyo nombre se registra para
su identificación como tal.
El registro a que se refiere este artículo deberá efectuarse dentro de los treinta (30)
días de publicado el derecho de convocatoria a elecciones dictadas por el Poder Eje-
cutivo Provincial.
Efectuado el registro mencionado, el Tribunal Electoral deberá expedirse sobre su re-
conocimiento dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes.
El partido político deberá estar representado por autoridades, conforme a sus respec-
tivas Cartas Organizativas o Estados.
Artículo 5º: Para su reconocimiento los Sub-Lemas deberán registrarse ante el Tribu-
nal Electoral Provincial mediante la presentación de sus actas constitutivas, rubricadas
por no menos de cinco (5) afiliados al partidos como Lema registrado y cumplir las
siguientes condiciones:
Artículo 6º: El Lema pertenece al partido político que lo haya registrado. Es obligatorio
para los Sub-Lemas el uso del Lema al que pertenecen debiendo aquellos adecuar
sus postulados y/o programas electorales a los objetivos, fines y principios programáti-
cos del partido con Lema registrado al que pertenezcan.
Artículo 7º: En la hipótesis de que un partido político concerte una alianza con otro
partido, estas alianzas deberán registrar un nuevo Lema quedando sin efecto el Lema
de los partidos constitutivos del frente o Alianza Electoral.
86
Los Sub-Lemas de los partidos políticos integrantes del Frente o Alianza, sólo podrán
hacer uso del nuevo Lema adoptado y registrado por el partido con motivo de la con-
formación de la Alianza o Frente.
Artículo 8º: El acto de reconocimiento de Lemas emanados del tribunal Electoral res-
petará los antecedentes históricos y políticos que identifiquen tradicionalmente al Par-
tido o Frente Electoral.
Artículo 9º: Verificados los extremos a que se refieren los artículos precedentes, el
Tribunal Electoral Provincial procederá mediante auto fundado y dentro de los diez
(10) días hábiles siguientes a la registración, a reconocer o denegar la personalidad
solicitada por el Sub-Lema, el que se notificará a sus apoderados, y al del Lema al que
perteneciere. En caso de negatoria, el Sub-Lema contará con un plazo de dos (2) días
hábiles para subsanar las observaciones realizadas por el Tribunal Electoral.
DE LA POSTULACION DE CANDIDATOS
Artículo 10º: El instituto del doble voto simultáneo o de Lemas y Sub-Lemas será de
aplicación para la elección de Gobernador y Vice-Gobernador, Senadores y Diputados
provinciales y sus suplentes, Convencionales Constituyentes provinciales y sus su-
plantes, Intendente y Concejales municipales y sus suplentes
Artículo 11º: A los fines de los artículos 139 y 165 inc. 1 de la Constitución Provincial, y
para la elección de Senadores Provinciales, en la simple mayoría de sufragios reque-
ridos se computará el total de los votos obtenidos por los Sub-Lemas a favor del Sub-
Lema que hubiera obtenido un mayor número de sufragios dentro de un mismo Lema,
si los hubiere.
Artículo 13º: Desde la publicación de la convocatoria y hasta cincuenta (50) días antes
del acto eleccionario, los Sub-Lemas reconocidos por el Tribunal Electoral Provincial,
comunicarán el Lema al que pertenezcan las listas de candidatos que pretenden pos-
tular para que en el plazo de treinta y ocho horas se proceda a su proclamación públi-
ca: simultáneamente los sub-lemas registrarán ante el Tribunal Electoral la menciona-
da lista de candidatos. La lista de candidatos deberá ser acompañada con la acepta-
ción formal de los cargos por parte de los candidatos postulados, con indicación de
sus datos personales, residencia, y acreditar la candidatura de acuerdo a las disposi-
ciones de las Cartas Orgánicas partidarias.
Artículo 15º: Los candidatos de los Sub-Lemas deberán reunir las condiciones dentro
de las inhabilidades establecidas por la Constitución Provincial y las Leyes.
Artículo 19º: Cuando un Sub-Lema no oficializare lista de candidatos en todos los nive-
les o categorías de cargos y en el caso de aquel que, no presentando candidatos, pre-
tendiera incorporar a los de otros Sub-Lemas, podrá hacerlo en ambos casos, sola-
mente si cuenta con la autorización expresa de dicho Sub-Lema y de sus candidatos.
Artículo 21º: Los Sub-Lemas reconocidos que hubieran proclamado candidatos, some-
terán a la aprobación del Tribunal Electoral por lo menos treinta (30) días antes de la
elección, un número suficiente de modelos exactos de las boletas de sufragio destina-
das a ser utilizadas en los comicios.
Artículo 22º: El Tribunal Electoral verificará si entre los diversos tipos de modelos pre-
sentados y sellos distintivos empleados no existieren diferencias tipográficas que los
hagan inconfundibles entre sí a simple vista; en su caso, recabará de los representan-
tes de los Sub-Lemas la reforma inmediata de los modelos.
Artículo 23º: Cumplido esos trámites el Tribunal Electoral Provincial, convocará a los
apoderados de Lemas y Sub-Lemas, y oídos éstos, dictará resolución.
88
Artículo 24º: En los supuestos en que simultáneamente a la elección general para car-
gos provinciales, debieran elegirse Diputados Nacionales y/o Convencionales Consti-
tuyentes, Electores Nacionales para Presidente y Vice-Presidente, los Sub-Lemas de-
berán incorporar en boletas completas para su oficialización por la Junta Electoral Na-
cional, a los candidatos mencionados que hubieren sido designados por el Lema al
que pertenecen.
Artículo 25º: los Sub-Lemas podrán designar fiscales generales y de mesas para el
acto comicial, lo que acreditará su carácter mediante poder extendido por los respecti-
vos representantes.
Luego se confrontará el total de votos obtenidos por cada Lema a efectos de la adjudi-
cación de cargos según lo prescripto por los artículos 11 y 12 de la presente Ley.
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
Artículo 27º: El Poder Ejecutivo Provincial convocará a elecciones de Gobernador y
Vice-Gobernador con una antelación no menor a siete (7) meses a la conclusión del
periodo gubernativo.
Artículo 29º: Será de aplicación la Ley Nº 6444 en todo lo que se oponga a la presente
Ley y en forma supletoria del Código Electoral Nacional.
“Toda falta, acto de fraude, coacción, soborno, cohecho o intimidación, ejercido contra
los electores, antes, durante o después del acto electoral son considerados atentados
contra el derecho a la libertad electoral, y penado con prisión inconmutable.
La acción que nace de estos hechos es popular y se puede ejercer hasta un año des-
pués de haber sido cometido”.
89
Puede serlo cualquier elector, antes, durante o después del acto electoral.
Acto configurativo del delito: Puede tratarse de cualquier falta, acto de fraude, coac-
ción, soborno, cohecho o intimidación ejercido contra los electores.
El texto constitucional nos dice claramente que la acción que nace de estos delitos es
POPULAR, quiere decir que puede serlo cualquiera que tomara conocimiento de que
se han cometido los hechos mencionados configurativos del delito.
Prescripción de la acción.
La acción por delito electoral puede ser ejercida hasta un año después de haber sido
cometido.
Como puede observarse del primer aparato del artículo transcripto, el Tribunal electo-
ral está integrado por el Presidente de la Corte de Justicia que lo preside, y dos jueces
de dicha Corte, dos jueces de Primera Instancia, designados por sorteo.
Según lo interpretado en la explicación en clase por el Dr. Martínez, dicho profesor era
partidario de esta conformación de carácter judicial que debería dársele al mismo, por
90
considerar que las decisiones judiciales podrían estar más allá de cualquier contienda
política, permitiéndole tomar decisiones imparciales en lo que hace a su función fun-
damental, que está estrechamente unida con la actividad política y electoral. Pero nos
confiesa, que se ha sentido un poco desilusionado por cuanto no se ha logrado dicho
cometido en los últimos tiempos.
Actividad Nº 15
1) ¿Quiénes representan el Lema y el Sublema?
“El pueblo no gobierna ni delibera sino por medio de sus representantes y autoridades
creadas por la Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribu-
ye los derechos del pueblo y peticiones a nombre de éste, comete delito de sedición”.
Acepta pues la teoría del gobierno indirecto del pueblo, o sea por medio de sus repre-
sentantes.
Quiroga Lavié afirma que el Derecho a la consulta popular es el derecho del pueblo a
ser consultado en relación con decisiones políticas fundamentales (plebiscito), o con
medidas de tipo legislativo (referéndum), o con la conveniencia de revocar o no el
mandato que se le otorga (Recall) al decir de este auto, este derecho es uno de los
comprendidos en el sentido constitucional de la soberanía popular y de la forma repu-
blicana de gobierno. En los términos del art. 33 C.N. y lo que el art. 22 ha excluido,
son las representaciones populares espontáneas que puedan terminar en una sedi-
ción, pero no la convocatoria consultiva realizada por los mismos representantes po-
pulares como instrumento de legislación o de eficiencia política. La adopción de las
formas semidirectas de democracia, lejos de desvirtuar a la república representativa,
la fortalecen.
En la medida en que el órgano legislativo canalice mejor, o más ampliamente, las di-
versas y múltiples inquietudes de la comunidad, le dará a su quehacer más legitimi-
dad. De esta manera no solo estará expresando mayor fidelidad con el sentir social,
sino que también tendrá más fuerza para controlar los abusos de los otros órganos.
Gran número de textos la proclaman aunque no todas del mismo modo ni con los
mismos alcances.
Los textos de Córdoba (art.31), Salta (art.58), San Luis (art.97) y Tierra del Fuego (art.
207), son muy parecidos. La primera prevé la presentación de proyectos de ley y su
derogación, en cambio las segundas, aceptan tal iniciativa para proyectar las leyes.
Cosa semejante a la primera sucede con la Rioja (art.81).
Pero mientras las tres primeras no aceptan que sean materia de tal procedimiento, los
proyectos relativos a tratados, presupuestos, creación o derogación de tributos provin-
ciales, reforma de la Constitución, la de la Rioja no establece limitaciones. Por el con-
trario, dando un poder formidable al pueblo dispone que la "Cámara de Diputados está
obligada a considerar el proyecto", y que "cuando lo rechace o lo reforme sustancial-
mente, la iniciativa deberá someterse a consulta popular. Si el proyecto no es tratado
en el término de tres meses, el mismo quedará aprobado” En Tierra del Fuego el pro-
yecto tiene trámites preferenciales.
93
INICIATIVA POPULAR
“Se reconoce a los ciudadanos la iniciativa popular para la presentación de proyectos
de ley que deben ser elevados en las condiciones prescriptas por la ley.
La regla es que pueden ser objeto de iniciativa popular todos los proyectos de ley que
no sean materia de iniciativa exclusiva de los poderes del Estado: a modo de ejemplo
de una reglamentación de este derecho, trascribiremos la normativa de nuestro dere-
cho municipal.
REFERENDUM
El término referéndum, viene del siglo XVI y contiene una reminiscencia de los co-
mienzos estrictamente federales de los gobiernos de dos de los cantones actuales de
Suiza.
Estos cantones, en esa época, no formaban parte de la Constitución sino que eran
menores distritos aliados. En su interior en cambio, constituían federaciones de muni-
cipios. Los delegados que enviaban los municipios a la Asamblea Federal del distrito
debían dar cuenta de toda gestión importante a sus electores y reclamar instrucciones
acerca del sentido en que debían votar. Se llama este procedimiento: estar comisiona-
do a referéndum.
Apareció como una solución transaccional en una lucha desatada en Suiza en dos
cantones del mismo entre partidarios del sistema representativo y los de la democracia
directa o pura.
La Constitución Alemana
Francia
A partir del ascenso del general de Gauller al poder, el pueblo Francés fue convocado
a consultas en numerosas oportunidades. La consulta fue desfavorable a la propuesta
del General Gauller, que versaba sobre un proyecto de regionalización en Francia. El
94
presidente renunció a su cargo tal como lo había anunciado para el caso de un pro-
nunciamiento popular negativo.
Inglaterra
Fue un país renuente a esta práctica, sólo en los últimos años fue convocado el elec-
torado para pronunciarse sobre la conveniencia de ingresar a la Comunidad Económi-
ca Europea sin que tal consulta obligara al Parlamento a tomar la decisión final, no
obstante triunfó la tesis favorable al ingreso, que fue compartida por el Parlamento.
Uruguay
La decisión del electorado es obligatoria para todos los poderes públicos y, en su ca-
so, se promulga y se publica.
Las de Córdoba (art.32) y Catamarca son las más expuestas y dejan a la ley el camino
reglamentario. Por el contrario la de Salta es detallista. Todos prevén la institución
para casos de significativa importancia. La Constitución de Río Negro (art. 141) pre-
senta un caso curioso que podríamos llamar de consulta tácita. Se establece, que un
vez aprobado por la Cámara un proyecto de ley, "se difunde a la población de la pro-
vincia por los medios de comunicación a los efectos de conocer la opinión popular”.
Luego de ello, si no hay observaciones, (art. 142) se someterá a nueva votación en
Cámara. Por el art. 143 se excluye de este trámite a los proyectos que envíe el ejecu-
tivo con carácter de Urgencia.
PLEBISCITO
Aunque a veces suele confundírselo con el referéndum, sobre todo cuando éste se
aplica a reformas constitucionales o a leyes, el plebiscito al decir de Legón funciona
sin el concurso correlacionario de otros órganos del estado.
El referéndum juega siempre en relación con actos o decisiones de algún poder del
estado, el plebiscito es un acto extraordinario e independiente en el que se consulta al
electorado sobre una cuestión vital del Estado.
suma del poder público 1.835 y el plebiscito de 1984 referente al diferendo austral con
Chile del cual ya hablamos.
REVOCATORIA O RECALL
En el caso de funcionarios designados mediante elección popular, la revocatoria per-
mite su destitución cuando así lo solicita una fracción del cuerpo electoral y lo resuelve
una porción determinada de votantes. De esta manera, el funcionario es separado de
su cargo antes de terminar el período para el cual ha sido elegido.
Se aplica tanto a los miembros del Poder ejecutivo y legislativo como a los jueces
cuando son de origen electivo - jurados populares-.
La revocación popular tiene una figura propia en materia de leyes que se conoce habi-
tualmente con el nombre de veto popular, mediante el cual el electorado solicita que
se someta a su votación la validez de una norma normalmente promulgada, a efectos
de su aprobación total o parcial. Existe en la Constitución de Italia con el título de refe-
réndum.
Tendrán las mismas sanciones quienes, como consecuencia de estos actos, usurpa-
ren funciones previstas para las autoridades de esta Constitución o las de las provin-
cias, los que responderán civil y penalmente de sus actos. Las acciones respectivas
serán imprescriptibles.
Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los
actos de fuerza enunciados en este artículo.
Atentará asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito dolo-
so contra el Estado, quedando inhabilitado por el tiempo que las leyes determinen pa-
ra ocupar cargos o empleos públicos.
El Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el ejercicio de la función.
97
Artículo 37º.- Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos
con arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en conse-
cuencia. El sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio.
La igualdad real de oportunidad entre varones y mujeres para el acceso a cargos elec-
tivos y partidarios se garantiza por acciones positivas en la regulación de los partidos
políticos y en el régimen electoral.
Artículo 38º.- Los partidos políticos son instituciones fundamentalmente del sistema
democrático. Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto
a esta Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento democrático, la
representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a
cargos públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas.
Artículo 39º.- Los ciudadanos tienen el derecho de iniciativa para presentar proyectos
de ley en la Cámara de Diputados. El Congreso deberá darles expreso tratamiento
dentro del término de doce meses.
Artículo 41º.- Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado,
apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el
deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de
recomponer, según lo establezca la ley.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos
de protección y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aque-
llas alteren las jurisdicciones locales.
98
Artículo 43º.- Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo
siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, res-
trinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías
reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el Juez podrá de-
clarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a
ella referidos y de su finalidad, que consten en registro o bancos de datos públicos o
los privados, destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación,
para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquéllos. No
podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística.
- ”...o por iniciativa popular cuando reúna los requisitos legales” (art. 162 2do. aparta-
do).
- ”...y en el art. 164 2do. parte como consulta popular previa, para toda modificación a
la jurisdicción territorial de los municipios (art. 164 C.P. de Salta).
Debemos tener en cuenta que tanto el Referéndum "derecho del pueblo a participar en
la actividad constitucional, legislativa o administrativa, aceptando o rechazando, por
medio del sufragio las resoluciones de uno o varios órganos constituyentes, legislati-
vos o administrativos" (Linares Quintana) como la iniciativa que “a nivel comunal es el
derecho de un porcentaje del electorado de someter la consideración de los órganos
deliberantes comunales o directamente a la consulta, un proyecto de competencia
municipal” están regulados en el Cap. XIII “DERECHOS POPULARES DE LA CARTA
ORGANICA MUNICIPAL DE LA CIUDAD DE SALTA:
Artículo Nº 111.- INICIATIVA POPULAR: Los ciudadanos que representen como mí-
nimo el dos por ciento del electorado municipal, podrán presentar proyectos de orde-
nanzas, siempre que no importen derogación de tasas, derechos, aranceles, contribu-
ciones y gravámenes o dispongan la ejecución de gastos no previstos en el presu-
puesto.
Actividad Nº 16
- Referéndum:
- Plebiscito:
- Revocatoria:
- Iniciativa:
UNIDAD VII
ADMINISTRACION PÚBLICA - ECONOMIA Y FINANZAS
Dice Xifra Heras que la actividad teleológica del Estado discurre por tres vías: La inter-
vención: policial, defensa del orden y seguridad pública, el fomento: promover y esti-
mular la actividad de los particulares, el servicio público: prestación del Estado para
satisfacer necesidades públicas.
Pero Dromi manifiesta que lo órganos activos no sólo dicen sino que también contro-
lan, los órganos de consulta no sólo asesoran, sino que deciden (ej. dictámenes vincu-
lantes) etc. No hay un órgano específico para cada función, ni una función administra-
tiva específica para cada órgano.
También dice que la teoría de las potestades administrativas padece de los mismos
vicios que la clasificación anterior.
Se afirma que la administración pública cuenta con potestades para desarrollar su ac-
tividad y lograr sus fines y que no se debe confundir potestad con poder.
Marienhoff dice que las potestades constituyen un reflejo del poder pero no pueden
confundirse con poder. En cambio Dromi opina que las potestades no existen, que lo
que existe es el poder del estado, que es único y propio del orden estatal, que en su
actuar jurídico utiliza vías y procedimientos que el ordenamiento jurídico le autoriza:
acto, reglamento, etc. También enumeran algunos caracteres de las potestades: irre-
nunciables, imprescriptibles, inalienables. Pero el Poder también lo es.
Los principios jurídicos que rigen la actividad administrativa son los siguientes:
Gordillo define la competencia como “el conjunto de facultades que un órgano puede
legítimamente ejercer”. La competencia no puede existir sin una regla de derecho que
la regule; es improrrogable y corresponde al órgano institución y no al órgano indivi-
duo, de manera que este último no puede disponer de ella, sino que debe limitarse a
su ejercicio, en los términos de la norma respectiva.
Marienhoff dice que no se concibe una organización administrativa donde todos los
individuos tuviesen igual rango, lo cual impediría que algunos dieran órdenes, y otros
103
Este sistema se caracteriza también por la carencia de patrimonio propio ya que fun-
ciona con los recursos generales de la administración.
Hemos dicho que en cuento a la regulación normativa, la actividad puede ser reglada
o discrecional.
Dice Gordillo que las facultades de un órgano administrativo están regladas, cuando
un norma jurídica predetermina, concretamente, una conducta que el administrados
104
debe seguir. El orden jurídico establece ante tal o cual situación de hecho, qué es lo
que órgano debe hacer.
Las facultades del órgano son discrecionales cuando el ordenamiento jurídico le otor-
ga cierta libertad para elegir entre uno y otro curso de acción, para hacer una u otra
cosa, o hacerla de una u otra manera es decir, cuando el derecho no le ha impuesto
por anticipado el curso de acción a seguir. Dice Villegas Basavilbaso que "es la liber-
tad que el orden jurídico da a la administración para la elección oportuna y eficaz de
los medios y el momento de su actividad dentro de los fines de la ley”. Por supuesto,
tiene límites: la razonabilidad, la desviación de poder, la buena fe y límites técnicos.
Actividad Nº 17
1) Elabore un concepto sobre administración pública.
UNIDAD VIII
EL PODER LEGISLATIVO
- La Soberanía Nacional,
- La Independencia de las Naciones,
- El principio de las Nacionalidades.
Siendo para las tres de vital importancia el Poder Legislativo. En algunos países, esta
Cámara, en razón de su origen y carácter popular se llama Cámara Baja, a diferencia
del Senado que se llama Cámara Alta y que representa elementos constitutivos de la
organización nacional. Por caso el Senado Nacional Argentino, que representa las
provincias no puede llamarse propiamente así, a diferencia de los cuerpos que se han
formado como representantes de intereses tradicionales, culturales, éticos, morales,
como las universidades, como las Iglesias.
FUNCIÓN ESENCIAL
Una de las funciones primordiales del Poder Legislativo consiste en elaborar la ley, es
decir la norma general y obligatoria, con sanciones punitivas o sin ellas. El régimen de
obligatoriedad de la ley debe provenir de un precepto constitucional, pues éste no se
suple con la disposición del art. 1 del Código Civil, acertado para el sistema del mismo,
pero no para todas las leyes de diversos órdenes y jurisdiciones que existen en nues-
tro sistema federal.
Existen leyes políticas (electorales, administrativas, fiscales) que son de orden nacio-
nal y de orden provincial cuyo régimen y dominio de aplicación es especial y más limi-
tado que la ley civil. Las leyes electorales se aplican a los ciudadanos; las administra-
tivas y fiscales a los administrados y contribuyentes, respectivamente, sean ciudada-
nos o no, a los domiciliados y no a los transeúntes por la propia índole de las relacio-
nes o situaciones jurídicas que crean.
Pero la función de elaborar normas jurídicas no solo la ejerce la legislatura, sino que
ordinariamente la integra también el Poder Ejecutivo, sin perjuicio de las normas que
emanan de éste poder en forma de “reglamentos” o “decretos” y extraordinariamente
por el Poder Judicial y por la iniciativa popular.
Del mismo modo el Poder Legislativo realiza otras funciones, algunas de orden interno
o propias relativas a su autonomía funcional; y la esencial y dominante como es la
107
a) LEGISLACIÓN
b) COGOBIERNO
c) CONTROL
Composición:
Expresa el art. 90 de la Constitución de Salta: “La Legislatura está compuesta por una
Cámara de Diputados y otra de Senadores...”
CAMARA DE DIPUTADOS
Los Diputados son elegidos directamente por el pueblo y la cantidad varía según las
Constituciones Provinciales. Hay Constituciones en donde se establece un número
determinado de legisladores (Chubut con 27, San Juan con 30). Otras Provincias han
preferido establecer un número fijo pero posibilitando la ampliación por medio de una
Ley (Chaco).
Finalmente, otro grupo determina que el número será proporcional a los habitantes
con un mínimo y un máximo de integrantes. Así por ejemplo La Pampa establece un
número mínimo de 21 y un máximo de 30, y la Constitución de Salta en su ART. 91
establece que: “La Cámara de Diputados se compone de representantes elegidos di-
rectamente y a simple pluralidad de sufragios por el pueblo de los Departamentos. La
Ley Electoral determina el número de Diputados por Departamento de acuerdo con su
población establecida por el último Censo Nacional o Provincial. La composición de la
Cámara no puede exceder de sesenta miembros. Cada departamento está represen-
tado por un Diputado como mínimo....”. Esta regla nos permite inferir que se establece
un piso y techo.
Todas las Constituciones Provinciales han establecido como plazo del mandato legis-
lativo, es de 4 años y admiten expresa o implícitamente la reelección de sus miembros
a excepción de Tucumán.
El ART. 92 de la Constitución de Salta establece que: “El cargo de diputado dura cua-
tro años, pero la Cámara se renueva por mitad cada dos años y sus miembros son
reelegibles...”.
108
Hay provincias que establecen como requisito tener como mínimo 22 años mientras
que en otras la edad mínima es de 25.
Incompatibilidades
Lo que se pretende es evitar que el legislador entre en colisión con sus intereses parti-
culares y permitirle una dedicación plena.
Desafuero
ART. 96 (Const. de Salta): “Cuando se deduzca acusación por delitos comunes con-
tra los funcionarios acusables por la Cámara de Diputados, no puede procederse con-
tra su persona sin que se solicite por tribunal competente el allanamiento de la inmuni-
dad del acusado, a cuyo efecto se remitirán los antecedentes a aquella Cámara y no
podrá allanarse dicha inmunidad sino por dos tercios de votos de los miembros pre-
sentes.”
109
CAMARA DE SENADORES
También en esta materia se han adoptado criterios diversos entre las Provincias que
aún mantienen la Institución Senatorial.
ART. 97 (Const. de Salta): “El Senado se compone de tantos miembros cuantos sean
los Departamentos de la Provincia, correspondiendo un senador a cada Departamen-
to. Se elige también un senador suplente.
Son requisitos para ser Senador tener treinta años de edad y reunir las demás condi-
ciones necesarias para ser Diputado.”
Incompatibilidades
ART. 99 (Const. de Salta): “Son también aplicables al cargo de Senador, las incom-
patibilidades establecidas en el artículo 94.”
ART. 100 (Const. de Salta): “El cargo de Senador dura cuatro años, pero la Cámara
se renueva por mitad cada dos años.”
Atribuciones exclusivas
ART. 101 (Const. de Salta): “Es atribución exclusiva del Senado juzgar el juicio políti-
co a los acusados por la Cámara de Diputados, constituyéndose al efecto en tribunal,
presentando sus miembros nuevo juramento para este caso. Cuando el acusado fuere
el gobernador o vicegobernador de la Provincia, debe presidir el Senado el Presidente
de la Corte de Justicia, pero no tiene voto salvo en caso de empate.”
ART. 102: “En ningún caso el Juicio Político puede durar más de cuatro meses conta-
dos desde que la Cámara de Diputados declare haber lugar a su formación; puede
prorrogar sus sesiones para terminarlo dentro del plazo expresado. Vencido el término
mencionado sin haber recaído resolución, queda absuelto el acusado”.
ART. 103: “El fallo del Senado, en estos casos, no tiene más efecto que destituir al
acusado y aún declararlo incapaz de ocupar puestos de honor o a sueldo de la Provin-
cia. Ningún acusado puede ser declarado culpable sin una mayoría de los dos tercios
de votos de los miembros presentes. Debe votarse en estos casos nominalmente, y
registrarse en el acta de sesiones el voto de cada Senador”.
110
ART. 104: “El que sea condenado en esa forma queda sin embargo, sujeto a acusa-
ción, juicio y castigo por ante los tribunales”.
Presidencia y Vicepresidencia
ART. 108 - SESIONES ORDINARIAS: “Las Cámaras abren sus sesiones ordinarias
por si mismas el 1º de abril de cada año y las cierran el 30 de noviembre. Funcionan
en la Capital, pero pueden hacerlo por causas graves en otro punto del territorio de la
Provincia, previa resolución de ambas Cámaras.
ART. 110 - QUORUM: “Para funcionar se necesita una mayoría absoluta, pero un nú-
mero menor puede reunirse al solo efecto de acordar las medidas que estime necesa-
rias para compeler a los inasistentes.”
ART. 113 - ASISTENCIA DE LOS MINISTROS: “Los Ministros del Poder Ejecutivo
están facultados para asistir a las sesiones de cada Cámara, con voz pero sin voto.
Pueden ser acompañados por los Secretarios de Estado dependientes de su Ministe-
111
rio o por la máxima autoridad de los entes descentralizados, quienes asisten con voz
pero sin voto.
Los Ministros, Secretarios de Estado y las máximas autoridades de los entes descen-
tralizados deben comparecer ante la Cámara o sus comisiones, cuando son citados a
fin de suministrar informes.
ART. 114 - REGLAMENTO - MESA DIRECTIVA: “Cada Cámara, dicta y se rige por
un reglamento especial y nombra su mesa directiva.”
ART. 116 - SESIONES PÚBLICAS: “Las sesiones de ambas Cámaras son públicas y
sólo pueden hacerse secretas por asuntos graves y acuerdo de la mayoría.”
ART. 117 - INMUNIDAD DE OPINIÓN: “Los miembros de ambas Cámaras son invio-
lables por las opiniones que manifiesten y votos que emitan en el desempeño de su
cargo. No hay autoridad alguna que pueda procesarlos ni reconvenirlos en ningún
tiempo por tales causas.”
ART. 122 - INHABILIDADES: “No pueden ser elegidos legisladores los condenados
por sentencia, mientras dure la condena y la mitad más del tiempo de su duración; los
fallidos no rehabilitados; los afectados de incapacidad física o moral; ni los deudores
morosos del fisco provincial, después de sentencia judicial que los condene.”
do, cuando a su juicio el caso fuera grave y lo hallase conveniente, ordenar que el in-
culpado sea sometido a los tribunales ordinarios para su enjuiciamiento.”
Actividad Nº 18
CONSTITUCIÓN DE SALTA
ARTÍCULO DE DURACIÓN REQUISITOS PARA
CÁMARA FUNCIONES
REFERENCIA DEL CARGO SER ELECTO
DIPUTADOS
SENADORES
114
UNIDAD IX
EL PODER EJECUTIVO
El Poder Ejecutivo Provincial es unipersonal de igual manera que el Nacional. El vice-
gobernador y los ministros no pertenecen al órgano ejecutivo.
Si bien a los ministros les son delegadas potestades administrativas por el gobernador
y tienen injerencias en el despacho de los negocios de la provincia, de acuerdo a su
competencia según la ley respectiva, esto no altera la condición de unipersonal que
tiene el Poder Ejecutivo. El art. 141 inc. 7mo. de nuestra Constitución dice: “...Nombra
y remueve por sí solo a los ministros...”, como una de las atribuciones del gobernador;
pero a pesar de esto el refrendo es muy importante, al extremo que las decisiones
gubernamentales no tendrán validez sin el mismo (art. 144).
Formas de elección
En primer término ser argentino nativo o por opción, a diferencia únicamente de las
constituciones de Tucumán y Río Negro en las que se exige ser argentino, lo cual po-
dría interpretarse como la imposibilidad de ocupar estos cargos por ciudadanos natu-
ralizados.
El otro requisito es referido a la edad que es la de tener por lo menos 30 años (art. 138
inc.2), común a todas las constituciones provinciales, como así también a la Constitu-
ción Nacional para los cargos de Presidente, Vicepresidente y Senador. Esto está ba-
sado en la concepción clásica sustentada por Sarmiento, en el año 1878 en el Con-
115
greso Nacional, por la cual se sostenía que la madurez personal se alcanzaba aproxi-
madamente a esta edad.
En cuanto a este punto, todas las constituciones provinciales le han otorgado formal-
mente las jefaturas del estado, de la administración pública y de las fuerzas de seguri-
dad. Además, tácitamente, le dieron las más importantes de las jefaturas cuál es la de
gobierno.
Alberdi explica esta jefatura de gobierno diciendo que: “En cuanto a su energía y vigor
el Poder Ejecutivo debe tener todas las facultades, que hacen necesarios los antece-
dentes y las condiciones del país y la grandeza del fin para el que es instituido, de otro
modo habrá gobierno en el nombre, pero no en la realidad”.
Confirmado lo expresado por el art. 137 en el párrafo citado, el art. 141 inicia la enu-
meración de las atribuciones y deberes otorgados al gobernador o su reemplazante
legal, repitiendo en el inc. 1 que “Representa a la Provincia en todas sus relaciones
oficiales”.
El art. 137, en la parte final del segundo párrafo, se refiere a la jefatura de la adminis-
tración centralizada y descentralizada; de manera concordante, el inc. 2 del art. 141
indica como facultad del Poder Ejecutivo el ejercicio de la potestad de dirigir toda la
administración provincial.
Las funciones del Poder Ejecutivo se desarrollan por un período limitado y su duración
es de cuatro años, en todos los casos en nuestro Derecho Público Provincial.
Juan, pueden ser reelectos inmediatamente por un sólo período, después lo podrán
ser por períodos intermedios. Y pueden ser reelectos indefinidamente en La Rioja,
Catamarca y San Luis.
En el caso especial de Salta, es consultor oficial del ejecutivo cuando haya que dictar-
se un decreto de estado de necesidad y urgencia, ya que en virtud de su función de
Presidente del Senado debe participar junto con el Fiscal de Estado y el Presidente de
la Cámara de Diputados (art. 142).
La otra provincia que posee este trámite es SAN LUIS, denominado por su Constitu-
ción de urgente tratamiento. Aquí la Legislatura tiene un plazo de treinta días corri-
dos para expedirse quince, de los cuales corresponden a cada Cámara. El plazo se
cuenta a partir de su recepción, pudiendo ampliarse en cinco días más para cada Cá-
mara si se cuenta con la aprobación de sus miembros. Puede cambiarse su denomi-
nación de muy urgente por urgente o viceversa, si es aprobado por los dos tercios de
la Cámaras. Igual mayoría se requiere para dejar sin efecto este trámite especial.
Siendo dejado sin efecto, continúa el trámite ordinario.
Tres Constituciones, las de Santiago del Estero, San Juan y Córdoba, prevén la deri-
vación de los proyectos para su tratamiento y aprobación por las Comisiones inter-
nas de las Cámaras.
Por último, la Constitución de San Juan establece la aprobación ficta y una clasifica-
ción de las leyes en término de leyes decisionales, de programas legislativos, regla-
mentarias, medidas.
Como todos sabemos, por imperio del art. 99, inc. 3 de nuestra Constitución Nacional,
el Poder Ejecutivo Nacional está facultado para “dictar decretos sobre materia de
competencia legislativa”, denominados en nuestro Derecho Público Provincial como
Decretos o Reglamentos de Estado de Necesidad y Urgencia.
Lo cierto es que esta institución nace amparada por la incapacidad del Poder Legisla-
tivo para resolver exigencias normativas del Estado y un Poder Judicial entre tolerante
y objetivo en la interpretación de la realidad (mayor cantidad y velocidad de las comu-
nicaciones, aceleración de la dinámica social, etc.).
En este orden de ideas, quiero recordar algunas normas de nuestra Constitución Na-
cional y concordantes de nuestra Constitución Provincial, piedras angulares de nuestra
organización política, jurídica y social, que importan una contención o límite a esta
condicionada competencia legislativa del Poder Ejecutivo.
La norma del art. 16 de nuestra Carta Magna Nacional dispone: “La Nación Argentina
no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales
ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los
empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de
las cargas públicas”.
El art. 23 de nuestra Carta Magna Nacional reza: “En caso de conmoción interior o de
ataque exterior que pongan el peligro el ejercicio de esta Constitución y de las autori-
dades creadas por ella, se declarará en estado de sitio la provincia o territorio en don-
de exista la perturbación del orden, quedando suspendidas allí las garantías constitu-
cionales. Pero durante esta suspensión no podrá el presidente de la República conde-
nar por sí, ni aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso respecto de las personas,
a arrestarlas o trasladarlas de un punto a otro de la Nación, si ellas no prefiriesen salir
fuera del territorio argentino”.
Destaco los arts. 13, 16, 17, 73, 84 y ccdtes. de nuestra Constitución Provincial.
Sobre el Derecho a la Igualdad se pronunció: “La garantía de igualdad ante la ley radi-
ca en consagrar un trato legal, igualitario a quienes se hallan en una razonable igual-
dad de circunstancias”, “por lo que tal garantía no impide que el legislador contemple
en forma distinta situaciones que considere diferentes”, “en tanto dichas distinciones
no se formulan con criterios arbitrarios, de indebido favor o disfavor, privilegio o inferio-
ridad personal o de clase, o de ilegítima persecución”.
120
Atento a la especificidad del caso citado, por imperio de la hermenéutica jurídica pue-
do adherirme a la doctrina y jurisprudencia mayoritaria que sostiene la plena vigencia
del art. 31, 75 inc. 22 y ccdtes. de nuestra Constitución Nacional.
Art. 31: “Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten
por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la
Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ellas, no
obstante cualquiera disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones
provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después
del Pacto del 11 de noviembre de 1859”.
Art. 75, inc. 22: “Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones, con
las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados
y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes. La declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre;...”.
Actividad Nº 19
UNIDAD X
El art. 127 habla de los PROYECTOS DESECHADOS y dice: “Ningún proyecto de ley
desechado totalmente por una de las cámaras puede repetirse el mismo año. Pero si
solo es condicionado o corregido por la Cámara Revisora, vuelve a la de su origen, y
si en ésta se aprobasen las dicciones o correcciones por mayoría absoluta, pasa al
poder Ejecutivo. Si las adiciones o correcciones son desechados, vuelve por segunda
vez el proyecto a la Cámara Revisora, y si aquí fuese sancionado nuevamente por una
mayoría de dos terceras partes de sus miembros presentes, pasa el proyecto a la otra
cámara, y no se entiende que ésta reprueba dichas adiciones o correcciones si no
concurre para ello el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes.”
El art. 131 de la Constitución de Salta establece que: “Si un proyecto de ley observa-
do vuelve a ser sancionado en uno de los períodos subsiguientes, el Poder Ejecutivo
no puede observarlo de nuevo y está obligado a promulgarlo como ley.
En estos casos del que prevé el artículo el Poder Ejecutivo carece del poder de veto”.
EL VETO
En la provincia de Salta el art. 129 de la Constitución establece que: “SI ANTES DEL
VENCIMIENTO DE LOS DIEZ DIAS TIENE LUGAR LA CLAUSURA DE LAS SESIO-
NES DE LAS CAMARAS, EL PODER EJECUTIVO DEBE, DENTRO de dicho término,
devolver el Proyecto vetado a la Secretaría de la Cámara que lo haya remitido, sin
cuyo requisito no tiene efecto el veto.
El veto es una atribución que la constitución le acuerda al Poder Ejecutivo para recha-
zar total o parcialmente un proyecto de ley sancionado por la o las cámaras, según
corresponda.
Con respecto a la naturaleza jurídica del veto existen en la doctrina dos posiciones:
1) La primera teoría dice que el veto es una entidad legislativa que sería una instancia
más en el proceso de formación de las leyes.
2) La segunda teoría le asigna al veto una entidad política y dice que es la voluntad
del poder Ejecutivo de oponerse a la continuación del trámite del proyecto sancio-
nado.
Tipos de veto
VETO ABSOLUTO O
1)
SUSPENSIVO SIMPLE: es cuando el ejecutivo impide su sanción inme-
diata demorándola hasta un nuevo período legislativo
(este es el tipo más frecuente en nuestro orden Constitu-
cional).
La Constitución de Salta: recepta el veto suspensivo - simple - único y pueden ser total
o parcial (art. 141 inc. 4º y art. 128).
Sistema Bicameral
Los art. 112 y 113 agregan al tradicional sistema de la doble aprobación de las Cáma-
ras de los proyectos, la aprobación tácita. En el primer caso, si la Cámara revisora no
rechaza expresamente un proyecto aprobado por la de origen en el plazo de cuatro
meses desde que fue recibido para su aprobación. En el segundo, se dispone que
124
cada Cámara tenga treinta días para considerar las modificaciones propuestas por la
otra, teniéndose por aprobados si en dicho plazo no se pronunciare expresamente.
Se le otorga al Ejecutivo la potestad de fijar un término para que las cámaras se expi-
dan, bajo apercibimiento de que si dentro de ese plazo no lo hacen, el proyecto queda
aprobado. Queda la garantía en favor de la Cámara de que ésta pueda dejarlo sin
efecto, si así lo resuelve la mayoría de sus miembros.
Otra novedad destacable es la aprobación de los proyectos por las comisiones. Este
tipo de procedimiento legislativo debe ser complementado por una ley reglamentaria
que establezca qué tipo de disposiciones legales pueden ser sometidas al tratamiento
de la Comisión de la Cámara.
Sistema Unicameral
Las Constituciones de Jujuy (art. 118), la de San Juan (art. 158), la de la Rioja (art.
103), y la de Santiago del Estero (art. 116) disponen que tiene facultad de iniciativa de
leyes el Superior Tribunal de Justicia. Jujuy permite también la iniciativa popular. El
art. 121 ha establecido que el veto de una parte del proyecto, importa el veto sobre
todo y debe someterse a una nueva consideración por la Legislatura, excepto que se
trate del presupuesto general que cuando fuese observado por el Ejecutivo solo será
considerado en las partes vetadas, quedando en vigencia en sus restantes disposicio-
nes. La regla es el veto total, salvo en el caso del presupuesto. La Constitución de La
Rioja en el art. 104, dispone la promulgación parcial de las normas vetadas.
La Constitución de Santiago del Estero en el art. 118, establece la posibilidad del tra-
tamiento en comisiones de proyectos de leyes reglamentarias, procedimiento que
puede ser alterado mediante el voto de un cuarto de los miembros de la Cámara.
Art. 77: “Las leyes pueden tener principio en cualquiera de las Cámaras del Congreso,
por proyectos presentados por sus miembros o por el Poder Ejecutivo, salvo las ex-
cepciones que establece esta Constitución.”
Art. 78: “Aprobado un proyecto de ley por la Cámara de su origen, pasa para su discu-
sión a la otra Cámara. Aprobado por ambas, pasa al Poder Ejecutivo de la Nación pa-
ra su examen; y si también obtiene su aprobación, lo promulga como ley.”
125
Art- 79: “Cada Cámara, luego de aprobar un proyecto de ley en general, puede dele-
gar en sus comisiones la aprobación en particular del proyecto, con el voto de la ma-
yoría absoluta del total de sus miembros. La Cámara podrá, con igual número de vo-
tos, dejar sin efecto la delegación y retomar el trámite ordinario. La aprobación en co-
misión requerirá el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros. Una vez
aprobado el proyecto en comisión, se seguirá el trámite ordinario.”
Art. 80: “Se reputa aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto no devuelto en el
término de diez días útiles. Los proyectos desechados parcialmente no podrán ser
aprobados en la parte restante. Sin embargo, las partes no observadas solamente
podrán ser promulgadas si tienen autonomía normativa y su aprobación parcial no
altera el espíritu ni la unidad del proyecto sancionado por el Congreso. En este caso
será de aplicación el procedimiento previsto para los decretos de necesidad y urgen-
cia.”
Art. 81: “Ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las Cámaras podrá
repetirse en las sesiones de aquel año. Ninguna de las Cámaras puede desechar to-
talmente un proyecto que hubiera tenido origen en ella y luego hubiese sido adiciona-
do o enmendado por la Cámara revisora. Si el proyecto fuere objeto de adiciones o
correcciones por la Cámara revisora, deberá indicarse el resultado de la votación a fin
de establecer si tales adiciones o correcciones fueron realizadas por mayoría absoluta
de los presentes o por las dos terceras partes de los presentes. La Cámara de origen
podrá por mayoría absoluta de los presentes aprobar el proyecto con las adiciones o
correcciones introducidas o insistir en la redacción originaria, a menos que las adicio-
nes o correcciones las haya realizado la revisora por dos terceras partes de los pre-
sentes. En este último caso, el proyecto pasará al Poder Ejecutivo con las adiciones o
correcciones de la Cámara revisora, salvo que la Cámara de origen insista en su re-
dacción originaria con el voto de las dos terceras partes de los presentes. La Cámara
de origen no podrá introducir nuevas adiciones o correcciones a las realizadas por la
Cámara revisora.”
Art. 82: “La voluntad de cada Cámara debe manifestarse expresamente; se excluye,
en todos los casos, la sanción tácita o ficta.”
Art. 83: “Desechado en el todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve
con sus objeciones a la Cámara de su origen; ésta lo discute de nuevo, y si lo confirma
por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la Cámara de revisión. Si ambas
Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo
para su promulgación. Las votaciones de ambas Cámaras serán en este caso nomina-
les, por sí o por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes, como las
objeciones del Poder Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las
Cámaras difieren sobre las objeciones, el proyecto no podrá repetirse en las sesiones
de aquel año.”
Art. 84: “En la sanción de las leyes se usará de esta fórmula: El Senado y Cámara de
Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Congreso, ...decretan o sancionan con
fuerza de ley.”
126
Actividad Nº 20
JUICIO POLÍTICO
Introducción
En todo gobierno organizado de acuerdo con los principios de una república represen-
tativa, cimentado en un modo de vivir fundado en la libertad, la igualdad, el diálogo, el
respeto, en fin, todo aquello que Montesquieu denomina como la “Virtud Republicana”;
los funcionarios públicos sujetos al control popular, sobre quienes se habían deposita-
do la confianza y lo que es más grave la esperanza de un pueblo, violada por la co-
rrupción, el engaño y el fraude, son en consecuencia responsables por sus actos, no
solo desde el punto de vista civil o penal, sino más concretamente, desde el punto de
vista político. Y esa responsabilidad se materializa en un procedimiento de carácter
político, pues se sustancia en el seno del parlamento, órgano eminentemente repre-
sentativo.
Son sometidos a dicho procedimiento solamente aquellos funcionarios que la ley esta-
blece y mientras desempeñan sus funciones. Hay que agregar, además, como carac-
terística de este procedimiento, que puede concluir con la destitución del declarado
culpable a la que puede agregarse la inhabilitación.
Este procedimiento, denominado Juicio Político, ha sido definido como “el procedi-
miento dirigido a la revocación del mandato, pues tiene por objeto privar al funcionario
de su función pública, sin perjuicio de someterlo a la jurisdicción judicial, según sean
los hechos generadores de su responsabilidad jurídica”.
127
Es interesante destacar que todas las causas de juicio político son de responsabilidad,
como afirma Joaquín V. González, es decir: mal desempeño de su cargo, delitos en el
ejercicio de sus funciones y crímenes comunes, de acuerdo con la Constitución Na-
cional.
Summer sostiene que este procedimiento es político, con propósitos políticos, funda-
dos en culpas políticas, cuyas consideraciones incumben a un cuerpo y subordinado a
un juzgamiento tan sólo político. Su naturaleza es, evidentemente, política, en la me-
dida en que a través del mismo se busca determinar el grado de responsabilidad polí-
tica que le cabe a ciertos funcionarios por los hechos, actos u omisiones realizados
durante el período de su gestión y cuya valoración es esencialmente política.
Esta es la finalidad del control que se ejerce a través de este procedimiento, porque lo
que se persigue tutelar es la cosa pública, la dignidad del cargo, en fin, los intereses
públicos que se ponen en peligro por la falta de idoneidad, la ineptitud, la inmoralidad,
las conductas deshonrosas de aquellos que detentan las más altas magistraturas de
los poderes públicos.
Al tener como finalidad la separación del cargo del funcionario indigno, no es de apli-
cación éste procedimiento del control para los exfuncionarios, para quienes habrá que
pensar en algún sistema de enjuiciamiento específico para poder ser inhabilitado luego
de haber dejado la función.
La única Constitución que ha receptado entre sus artículos una solución para el caso,
es la de Tierra del Fuego que en su artículo 190 señala: “los funcionarios que ocupen
cargos electivos, así como los ministros, secretarios y subsecretarios, tanto provincia-
les como municipales y comunales, no podrán abandonar la Provincia hasta después
de cuatro meses de terminadas sus funciones salvo expresa autorización de la Legis-
latura Provincial o de los cuerpos deliberativos municipales; por estar sometidos a Jui-
cio de Residencia.
128
Introducción
A diferencia del sistema de control político que crea la Constitución Nacional, las cons-
tituciones provinciales han previsto dos procedimientos: El Juicio Político y El Jurado
de Enjuiciamiento; que aparentemente diferentes, tienen sin embargo, una misma na-
turaleza, un mismo fin y similares causales de responsabilidad, más allá de las particu-
laridades de cada uno de ellos.
Con pequeñas variantes terminológicas, las causales son similares, así por ejemplo,
en la Constitución de Salta:
Art. 95: “Delito en el ejercicio de sus funciones o falta de cumplimiento de los deberes
a su cargo”.
Art. 153: “...delito común, mala conducta, retardo de justicia, mal desempeño o falta de
cumplimiento de los deberes a su cargo”. (Solo para la Corte de Justicia).
129
En la Constitución de Salta
Procedimiento
La Constitución de Salta en su artículo 102, sostiene que: “en ningún caso el juicio
político puede durar más de cuatro meses, contados desde la fecha en que la Cámara
de Diputados declare haber lugar a su formación...”
Para la destitución, todas ellas exigen una mayoría especial agravada: “Ningún acusa-
do puede ser declarado culpable sin una mayoría de los dos tercios de votos de los
miembros presentes...”. Art. 103 de Salta, de igual manera Catamarca, Córdoba y San
Luis.
Las causales son similares a la de los sistemas bicamerales y los procedimientos re-
sultan de gran semejanza.
Constitución de Jujuy:
Constitución de la Rioja:
Art. 105: Inhabilidad sobreviniente física o mental, mal desempeño en sus funciones;
falta de cumplimiento de los deberes a su cargo y delitos comunes.
Jujuy:
Art. 135: Gobernador y Vicegobernador.
Art. 172: Miembros del Superior Tribunal de Justicia y Fiscal General.
Art. 197: Fiscal de Estado.
Art. 199: Miembros del Tribunal de Cuentas.
Art. 202: Contador y Tesorero.
La Rioja:
Art. 105: Gobernador, vicegobernador, Ministros del Poder Ejecutivo, miembros del
Tribunal Superior de Justicia, Procurador General, Jueces inferiores, miembros del
Ministerio Público, Fiscal de Estado y miembros del Tribunal de Cuentas.
Río Negro:
Art. 150: Gobernador, Vicegobernador y sus reemplazantes legales, Ministros del Po-
der Ejecutivo y miembros del Superior Tribunal de Justicia.
San Juan:
Procedimiento
ra, debiendo tener esta última un miembro más (Const. de Jujuy, Art. 204; La Rioja,
Art. 106 y Const. de San Juan, Art. 221). En la provincia de Santiago del Estero no se
produce esta difusión, sino que se designa una comisión de la Cámara como comisión
de Juicio Político, actuando el resto de la Cámara en el doble rol de acusadora y juz-
gadora.
Una vez recibidas las actuaciones, la Sala Acusadora debe decir si corresponde el
juzgamiento o no del acusado (la Constitución de Jujuy fija un plazo de 20 días de re-
cibidas las actuaciones). Si resuelve por la negativa, el procedimiento termina. Para
determinar si corresponde proseguir el juicio sosteniendo la actuación, se debe contar,
con el voto de mayoría agravada (2/3 del total de la Sala Acusadora, Const. de Jujuy,
art. 208). Por su parte las Constituciones de La Rioja y Río Negro requieren dos ter-
cios de los presentes en sesión.
Si la votación fuere afirmativa, la Sala Acusadora designa una comisión de Juicio Polí-
tico llevando la acusación ante el resto de la Cámara.
Una vez decidida la acusación, el acusado es suspendido en sus funciones por impe-
rio de la norma. Esta medida es facultativa de la Constitución de Jujuy, art. 208.
Luego se fija un plazo dentro del cual la Sala Juzgadora deberá pronunciarse, que es
de 30 días en Jujuy, en la Rioja, Río Negro y Santiago del Estero 90 días.
Para terminar podemos expresar que en todas las Constituciones analizadas, el sis-
tema no se ha modificado sustancialmente.
Actividad Nº 21
UNIDAD XI
Origen y evolución
El rey designó procuradores para que defendieran en los juicios sus intereses, o trata-
ran de asegurar la recaudación de multas impuestas a los delincuentes, esos procura-
dores transitorios luego fueron permanentes.
Ahora bien, el determinar si el Ministerio Público depende del Poder Ejecutivo o del
Poder Judicial, es un problema de política legislativa, por lo tanto debemos tener en
cuente la naturaleza, fines y efectos de las funciones más importantes que se le
acuerdan.
Organización
El Ministerio Público está integrado por el Procurador General de la Provincia, por dos
(2) Fiscales ante la Corte de Justicia, por los Fiscales de Cámara, por los Fiscales ante
los Jueces de Primera Instancia, los agentes Fiscales y los Defensores. (Arts. 2º de la
Ley Nº 6477/87 y 157 de la Constitución de la Provincia de Salta).
Senado para aquellas a las que la ley otorgue estabilidad relativa, no mayor a 6 años,
pudiendo ser designados nuevamente.
Tanto el Procurador General como los demás integrantes del Ministerio Público duran
seis años en el ejercicio de sus funciones, pudiendo ser designados nuevamente. En
cuanto al tiempo de duración en las funciones, la mayoría de las constituciones pro-
vinciales lo dejan librado a la ley, otras ponen plazo de ejercicio como las constitucio-
nes de Jujuy y Tucumán.
Remoción
Atribuciones y deberes
Con respecto a los derechos humanos en las cárceles y en cualquier otro estableci-
miento de reclusión es una atribución del Procurador General de la Provincia, realizar
en coordinación con la Corte de Justicia de la Provincia, cuatro veces al año, por lo
menos, visitas a cárceles y a todo otro establecimiento de corrección, detención, pri-
sión o reclusión, para verificar el correcto cumplimiento de las leyes y la garantía de
los derechos humanos. A este efecto, dictará un reglamento de visitas que contendrá
instrucciones respecto al modo de reactivarlas y su frecuencia, con el objeto de cum-
plir los fines perseguidos en la Constitución (art. 12 inc. 6º).
Es deber del Ministerio Público promover de oficio la acción, salvo que ésta dependa
de una instancia privada sin necesidad de acción extraña y siempre que aparezca co-
metido un delito. De acuerdo al principio de legalidad que disciplina su actuación inicial
y posterior, la acción penal debe ser ejercida cuando aparezca violada la ley y no pue-
de ser suspendida, interrumpida o hecha cesar más que en los casos establecidos en
la ley. La intervención del Ministerio Público en el Proceso no se funda en hacer valer
un interés propio sino que se inspira en el criterio objetivo de la justicia.
Inmunidades e incompatibilidades
Los miembros del Ministerio Público gozan de las mismas inmunidades y tienen las
mismas incompatibilidades que los jueces (art. 158 in fine de la Constitución Provin-
cial). No pueden realizar actividad política partidaria, ni profesión, empleo u actividad
lucrativa, salvo la docencia, las comisiones de carácter honorario, técnicas y transito-
rias que les encomienden los poderes públicos nacionales, provinciales o municipales,
y la defensa en juicio de derechos propios (art. 151 Const. Prov.).
El art. 154 establece que los jueces gozan de las mismas inmunidades que los miem-
bros del Poder Legislativo y su retribución no puede ser suspendida ni disminuida sino
por las leyes de carácter general extensivas a todos los poderes del estado. Ellas son:
la inmunidad de opinión art. 117 y la inmunidad de arresto art. 118.
135
Autonomía e independencia
Actividad Nº 22
1) Explique y ejemplifique el concepto de Orden Público.
TRIBUNAL DE CUENTAS
Introducción
Todo ello encaminado a los fines superiores de la búsqueda del Bien Común.
Para comenzar, podemos adelantar algunas definiciones. Para Pedro Frías, el Tribu-
nal de Cuentas se concibe como un órgano auxiliar del Estado con autarquía legal y
financiera cuyos miembros deben ser profesionales universitarios del Derecho, Cien-
cias Económicas o Administración Pública que, al menos en las provincias, deben es-
tar asimilados a los miembros del Tribunal Superior de Justicia en cuanto a su desig-
nación, enjuiciamiento, incompatibilidades y régimen previsional. Roberto Dromi lo
define como órgano extra poder vinculado con el órgano auxiliar del poder al que se le
ha confiado el control de la gestión de la Hacienda Pública, y que actúa con indepen-
dencia de los poderes del Estado en el cumplimiento de las potestades que le asigna-
ron. Casi todos los autores coinciden en ciertas aspiraciones para estos órganos:
137
Competencia
Atribuciones y deberes
Esta función de tutela de la hacienda pública debe ser ejercitada con verdadera inde-
pendencia funcional, y dada su función propia y autónoma, para lo cual se requiere
que la fuente normativa de atribución de ese derecho sea la Constitución. Dicha postu-
ra recibió la calurosa aprobación de todos los Congresos de la especialidad y es de
destacar el anteproyecto del Dr. Pedro Frías (La Falda - Primeras Jornadas de Actua-
lización Doctrinaria - 1975). Los aportes doctrinarios determinaron el contenido pre-
ceptivo que debía consagrarse en la Constitución, ya sea de la Nación o de las Pro-
vincias.
Solo quedan Corrientes y Tucumán con Tribunales de Cuentas sin base constitucional.
El número de miembros varía de acuerdo a las provincias. Desde 3 hasta 5 o 7 miem-
bros se dan en la generalidad. Asimismo, los sistemas de nombramiento: Cámara de
Senadores a propuesta del Ejecutivo; Asamblea Legislativa; propuestas del Poder
Ejecutivo y acuerdo Legislativo; por el Pueblo (Córdoba); Consejo de la Magistratura
con Poder Ejecutivo y Poder Legislativo.
Independencia Funcional
que no existen más cuestiones prejudiciales que las establecidas expresamente por la
Ley.
Es por eso que, dentro de lo que podríamos llamar modernización de los elementos
esenciales de la Administración Pública y dentro de ella en la administración del con-
tralor, bien podemos alcanzar otros objetivos que se relacionan no solamente con la
“legalidad” del gasto público sino también con su “eficiencia”, es decir, con el buen uso
del dinero de los contribuyentes.
FISCALIA DE ESTADO
Constitución Provincial
Art. 162 - FUNCIONES: “El Fiscal de Estado es el encargado de la defensa del patri-
monio del Fisco. Es parte legítima en los juicios administrativos y en todos aquellos en
que se afecten intereses y bienes de la Provincia.1
Solicita la declaración judicial de ineficacia de toda norma que perjudique los intereses
del Fisco.
Emite dictamen sobre las cuestiones que el Gobernador de la Provincia le someta con
respecto a los actos de su competencia.
El Fiscal de Estado debe reunir las mismas condiciones que los jueces de la Corte de
Justicia y tiene iguales inmunidades, incompatibilidades y prohibiciones. Es nombrado
por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado y queda sometido a juicio político.
Su gestión se extiende por todo el período del Gobernador que lo nombre o de su re-
emplazante legal.
Hay también procuradores fiscales encargados de intervenir en los juicios que afecten
intereses o bienes del Estado, que le sean encomendados por el Poder Ejecutivo, y
son nombrados y removidos por éste, a propuesta del Fiscal de Estado”.
142
Actividad Nº 23
UNIDAD XII
PODER JUDICIAL
Introducción
acción de acuerdo a lo establecido en el art. 75, y el art. 116 y ccdtes., enumera y limi-
ta las cuestiones que habrán de ser dirimidas por el Poder Judicial de la Nación.
El Problema de la Independencia
En lo que hace al derecho público provincial, la mayoría de las cartas locales contie-
nen preceptos expresos tendientes a afianzar la independencia de la magistratura, así
por ejemplo la de Neuquén, que en su art. 168 prescribe: “La potestad del Poder Judi-
cial es exclusiva y no podrá en ningún caso el Poder Legislativo o Ejecutivo ejercer
funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes ni revivir las fe-
necidas”. En igual sentido se pronuncian las constituciones de Catamarca (art, 151 inc.
1), Córdoba (art. 125), Corrientes (art. 140), Chaco (arts. 157 y 158), Jujuy (arts. 109 y
110), Salta (art. 147), etc.
145
Los constituyentes provinciales, casi sin excepción, han tratado de asegurar la impar-
cialidad de los jueces con la inclusión en los textos de las cartas locales de un régimen
de incompatibilidades como instrumento idóneo para poder garantizarlas.
La Inamovilidad
Joaquín V. González, afirma que este principio se propone asegurar a quienes ejercen
el Poder Judicial la subsistencia al abrigo de todos los cambios que el poder discrecio-
146
nal del Congreso o de las Legislaturas provinciales pudieran introducir al dictar la ley
de presupuesto, y conseguir así una sucesión de hombres ilustrados y honestos exen-
tos de pasión de lucro y de los poderosos impulsos de la necesidad, que los llevaría a
buscar ilegítimas ganancias o a descuidar las funciones públicas por los oficios priva-
dos.
Cesáreo Rodríguez Aguilera afirma, que la independencia económica no debe ser es-
timada tan solo como un derecho del Juez, sino como una exigencia social para la
más adecuada realización de la justicia, como un derecho de los ciudadanos para la
mejor garantía de sus libertades y de su seguridad jurídica.
Así la Carta de Catamarca, en su art. 197, dispone: “Los miembros del Poder Judicial
recibirán por sus servicios una compensación que determinará la ley, y no podrá ser
disminuida mientras permanecieran en sus funciones”.
Este tema ha sido objeto de numerosas propuestas por la Doctrina Nacional Especial.
La mayoría de ellas coinciden en rever el sistema de designación, al cual se adscriben
gran parte de las constituciones provinciales en cuanto él depende de los poderes po-
líticos.
Por razones metodológicas resulta necesario efectuar un análisis del tema, tal como
está tratado en el Derecho Público Provincial.
Las cartas estaduales que establecen el sistema bicameral, determinan que las desig-
naciones las hará el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado.
Dentro de este segundo sistema están las constituciones de Chubut, Neuquén, Río
Negro y Formosa.
Pedro J. Frías, prolongando la obra de Néstor Sagüés, expresa al respecto: “En cuan-
to a la actitud del órgano que selecciona y nombra, todos hemos imaginado siempre lo
que no conocemos, sino, a través de casos singulares: el órgano jurisdiccional está
presionado por el escalafón y el órgano político por las influencias, de ninguno está
ausente, aparte, las escasas normas constitucionales y legales, ni un sentido de justi-
cia, ni una valoración de idoneidad; pero esas buenas disposiciones son frágiles den-
tro del órgano político, en la trama contingente de las recomendaciones, de los intere-
ses creados y de la limitación de las candidaturas”.
Composición
Las constituciones provinciales, en lo que a este tema se refiere, han adoptado distin-
tos sistemas que permiten efectuar algunas diferenciaciones que hasta podrían partir
de la propia denominación de sus más altos tribunales.
3) Por último, las cartas que adoptan un sistema “mixto” que establece un número
mínimo cuya determinación final queda librada a la ley.
Algunos textos constitucionales disponen que los más altos órganos judiciales provin-
ciales, para el ejercicio de su competencia por vía recursiva, habrán de dividirse en
salas. Salta (art. 148). Esta previsión responde esencialmente a dos principios bási-
cos: el de especialización y el de división de trabajo, y tiene su fundamento constitu-
cional, lo que evita eventuales planteos de constitucionalidad, en caso de que dicha
división se efectúe por medio de la ley, como ocurre en el Tribunal de Justicia Superior
de la Provincia de Córdoba.
Competencias y Atribuciones
Las Constituciones provinciales, sin excepción, establecen en forma taxativa las com-
petencias y atribuciones de las Cortes o Tribunales Superiores.
Las cartas locales disciernen a los más altos tribunales provinciales competencias ex-
presas, en cuanto actúan como máximos órganos jurisdiccionales, y atributivas en la
medida en que les sean necesarias para el ejercicio del gobierno del Poder Judicial
que está a su cargo.
Competencias
ORIGINARIA:
ART. 149 - PUNTO II: “Le compete conocer y decidir en forma originaria:
ART. 149 - PUNTO III: “Le compete conocer y decidir por vía recursiva:
Las constituciones, sin variantes esenciales, otorgan a las cortes o tribunales superio-
res la tarea de ejercer el gobierno, a cuyo efecto los dotan de las siguientes
Atribuciones
Jury de enjuiciamiento
Todo Funcionario del Estado, se halla sometido al ordenamiento jurídico que le deter-
mina derechos y prerrogativas, y también obligaciones y deberes a cumplir y cuya
transgresión habrá de generarle una forma específica de responsabilidad.
CIVIL: El art. 1.112 del Código Civil, establece que será responsable por los hechos y
omisiones en el ejercicio de sus funciones, por no cumplir sino de manera irregular las
obligaciones a su cargo.
ejerce a título de derecho subjetivo propio, sino derecho público subjetivo en represen-
tación de la comunidad.
GOBERNADOR,
VICEGOBERNADOR,
Juicio Político para: MIEMBROS DE LAS CORTES DE JUSTICIA,
PROCURADOR GENERAL,
FISCAL DE ESTADO.
El Jury de Enjuiciamiento:
JUECES DE CAMARA,
JUECES DE PRIMERA INSTANCIA,
MIEMBROS DEL MINISTERIO PÚBLICO.
Con respecto a estos últimos, quedarían sujetos a jury de enjuiciamiento, siempre que
gocen de estabilidad relativa.
Según el art. 153 de la C. Provincial, las mismas que las previstas para los jueces de
la Corte, esto es:
1) Acusación: puede ser hecha por cualquiera del pueblo o por el Ministerio Público.
Sus miembros son elegidos cada dos años y pueden ser reelectos.
3) Duración: debe concluir dentro de los cuatro meses contados a partir de la interpo-
sición de la acusación, bajo sanción de caducidad. El no juzgamiento en tiempo por
causa imputable a los miembros del Tribunal, es causal de destitución e inhabilitación
para ocupar cargos públicos de los responsables. El Tribunal juzga en Juicio Público.
- Destituir al acusado,
- declararlo inhábil para ocupar cargo en la Provincia,
- en su caso, se remiten los antecedentes a la justicia ordinaria.
Una ley regula todo lo atinente al funcionamiento de este Tribunal, respetando bajo
pena de nulidad, las reglas precedentemente expuestas.
Los A.D.R.
A.D.R. son las siglas en inglés de los Métodos Alternativos para la Resolución de Con-
flictos. Estos métodos presentan todos características en común, como por ejemplo, la
formalidad es menor que en los procesos judiciales, permiten mayor participación de
las partes en la solución del conflicto y mayor control sobre los procesos.
EL URBANISMO
CONCEPTO Y SU PROBLEMÁTICA
Señalaba Linares Quintana que “el urbanismo, que en un principio fue encarnado co-
mo un mero asunto relativo al embellecimiento de las ciudades, ha ido ensanchando
su órbita, y hoy ya no se discute que la solución de los problemas que enfoca abarca
aspectos sociológicos, económico-políticos, jurídicos, arquitectónicos, sanitarios, etc.,
y se vincula estrechamente al bienestar de la población.”
El urbanismo es, ante todo una ciencia que se atiene al conocimiento de las cosas,
estudia metódicamente los hechos, investiga las causas primarias y luego, después de
un trabajo riguroso de análisis, trata en síntesis sucesivas determinar sin pretensión de
leyes, principios rectores. Sobre esta base pueden erigirse un arte aplicado que pasa
a la acción, a la creación de síntesis nuevas, materializado por un juego de deseos,
necesidades y satisfacciones (ideas y realidades donde se alberga el hombre y sus
manifestaciones sociales).
Cabe recordar que el vocablo urbanismo data del año 1910, fecha en que se dieron
cita en la capital inglesa los impulsores iniciales de la ciencia. La lista cuenta con
nombres ilustres, como los de Adam Bonnier, Geddes, Howard, Hénard, Stübren,
Unwin, entre otros. A propósito del florecimiento del urbanismo como ciencia y de los
urbanistas como sus cultores, Gastón Bardet escribió que tal acontecimiento fue “con-
152
La enseñanza del urbanismo recae sobre el ser mismo de la ciudad, cuya forma solo
es la exteriorización de la realidad. La ciudad- como asentamiento humano de densi-
dad considerable, integrada con una notoria complejidad creciente- es una de las insti-
tuciones que desde siempre constituye un fenómeno deslumbrante que a partir de la
instalación de la sociedad de consumo comienza a constituirse en la insatisfacción
creciente de las necesidades básicas de las mayorías que la componen. Si reparamos
en que la vida contemporánea es, esencialmente, vida en las ciudades, el objeto de
estudio de la ciencia que nos ocupa adquiere renovado interés.
Advierte el arquitecto Jorge Víctor Rivarola que la ciencia del derecho refleja fielmente
“las virtudes y los defectos de la especie humana, y en particular su versatilidad”. Esta
aseveración es altamente significativa para calificar el fenómeno sobre el cual apunta
el quehacer cada vez más laborioso del urbanismo. En efecto, las grandes concen-
traciones urbanas, con su enorme carga de conflictos, muestran como en una radio-
grafía las miserias y grandezas de los seres que la integran.
Con respecto al concepto de urbanismo, son múltiples las ensayadas, por ejemplo:
Alcides Greca dice que es: “la ciencia creada para ocuparse integralmente del conjun-
to de problemas que genera el vivir en la ciudad moderna y encontrarles adecuada
solución”.
Para Alcides Greca, el urbanismo es “la ciencia que procura la obtención de las mejo-
res condiciones de vida para las agrupaciones humanas”.
Luego nos propone establecer qué se ha de entender por urbanismo-ciencia y por ur-
banismo-técnica. Le atribuye al primero la clasificación sistemática de los problemas
específicos de las grandes ciudades contemporáneas y el planteo de las soluciones
adecuadas. Por su parte, el urbanismo-técnica le sirve de eficaz complemento al enca-
rar el caso concreto de cada urbanismo en particular- de cada problema urbanístico-
procurando su solución con atención de sus condicionamientos particulares, en espe-
cial aquellos de índole económica.
José Lo Valvo nos enfrenta con una caracterización de tipo analítico que promueve
diversas facetas de interés, a saber:
Bezerra Baltar caracteriza al urbanismo cual “una ciencia, una técnica y un arte al
mismo tiempo, cuyo objetivo es la organización del espacio urbano tendiendo a lograr
el bienestar colectivo a través de una legislación, de un planteamiento y de la ejecu-
ción de obras públicas que permitan el desempeño armónico y progresivo de las fun-
ciones urbanas elementales... Una ciencia capaz de definir ese objetivo, una técnica y
un arte capaz de realizarlo. Una disciplina de síntesis”:
Ricardo Pablo Reca Calvo, investigador platense, dice que “el urbanismo es un fenó-
meno colectivo, que integra en su estudio las distintas disciplinas que tienen que ver
con el comportamiento del hombre en su medio. Esa ciencia interdisciplinaria debe
expresarse en un orden jurídico, manifestarse en un cuerpo jurídico donde consagra
sus instituciones, pautas y principios. La normatización orgánica del hecho urbano en
su amplia consideración es lo que denominamos derecho urbano; como tal el derecho
urbano es una rama nueva, de constante estudio y evolución”.
Si bien la mayoría de los problemas urbanísticos son de la órbita natural del municipio,
existe una minoría de ellos que por su magnitud caen bajo la esfera de competencia
del Estado Federal o de los Estados miembros (v. gr. el problema habitacional).
En nuestros días, el término “ciudad” se concreta y define en gran medida por la exis-
tencia de las urbes populosas. Paradójicamente, allí mismo se nutre la miseria de su
grandeza, con la presencia del conjunto más heterogéneo de peligros para la plenitud
física y mental de la criatura humana, partiendo del verdadero flagelo que supone la
contaminación ambiental pasando por la alienante motivación de los ruidos molestos y
por la acechanza vertiginosa de su tránsito, para arribar a factores de disolución social
como por ejemplo: el tráfico y consumo de estupefacientes.
Este desarrollo insensato de las grandes urbes lleva incita su propia penalidad: debe-
rán redoblar su ya sobrecargada tarea para hacer llegar hasta sus prolongaciones to-
dos los servicios públicos y demás necesidades cubiertas en su perímetro original.
DERECHO Y URBANISMO
El urbanismo por sus características, importa un doble sentido: Jurídico y Social.
Así, tanto nuestra provincia como las otras, se ocupan del urbanismo en sus Constitu-
ciones en la parte relativa a las competencias del Municipio, lo cual no es mera coinci-
dencia, porque todo lo que se refiera al urbanismo y a sus planificaciones u ordena-
miento, compete especialmente al Municipio, quien es el encargado natural de mante-
ner el buen funcionamiento de la ciudad.
con la Nación y la Provincia para la preservación del medio ambiente y los recursos
naturales.
Otras Constituciones de nuestro país se han ocupado también del urbanismo, y lo han
plasmado de esta manera:
CONSTITUCIÓN DE JUJUY:
1) ...
CONSTITUCIÓN DE CÓRDOBA:
Competencia Material:
1) ...
Es por ello que vamos a considerar los temas básicos que hacen a la misma.
Idea desarrollada por el gran jurista alemán Rudolf Von Ihering. En su obra “Prehisto-
ria de los Indoeuropeos”, que ha sido el aporte de los campesinos el fundador de las
ciudades, a quienes luego se agregaron artesanos y comerciantes, todos en la bús-
queda de amparo frente a las acechanzas enemigas.
158
Criterio del español Adolfo Posada. Señalaba que la ciudad era la resultante de “un
fenómeno de cooperación defensiva y ofensiva para atender al cumplimiento general
de todos los fines de la vida humana”.
Zuccherino sostiene que, la ciudad es la resultante natural de una causa eficiente, que
no es otra que la tendencia, congénita en el hombre, de agruparse y de vivir en socie-
dad.
1) LOS PUEBLOS Y VILLAS: Son aquellos poblados que cuentan con una población
inferior a los 5.000 habitantes y en los cuales se presta servicios públicos municipa-
les.
2) LAS CIUDADES: Estamos frente a agrupamientos humanos con signos caracterís-
ticos de densidad, integración y complejidad en función de ser centros administrati-
vos, comerciales, educativo-culturales y sociales en general. Su densidad poblacio-
nal supera los 5.000 habitantes y se extiende hasta los 100.000.
3) LAS GRANDES CIUDADES: Su población oscila entre los 100.000 y 1.000.000 de
habitantes.
4) LAS CIUDADES-COLOSO: Presentan todas las patologías posibles generadas por
estallidos urbanos incontenibles, como por ejemplo: San Pablo y Buenos Aires. La
población excede el millón de almas.
d) PERÍODO CONTEMPORANEO.
Iniciado en 1950, se extiende hasta nuestros días. En este ciclo aparecen desarro-
lladas ideas capitales del urbanismo moderno, tales como la planificación, la zonifica-
ción y la angustiante cuestión ecológica.
160
El término “ciudad” se concreta en gran medida por vía de la presencia de las urbes
populosas. Paradójicamente, allí mismo se nutre la miseria de su grandeza con el con-
junto más heterogéneo de peligros para la plenitud física y mental de la criatura huma-
na, partiendo del verdadero flagelo que supone la contaminación ambiental, pasando
por los ruidos molestos y por la acechanza vertiginosa de su tránsito, para arribar a
factores de disolución social, como el tráfico y consumo de estupefacientes.
Adopción del sistema del municipio-distrito, como fórmula transaccional que permita
contemplar las realidades sobre las cuales toca legislar.
Dentro del proceso constituyente provincial, iniciado en la década del ’80, numerosas
Cartas Estaduales han consagrado la autonomía municipal absoluta, incluyendo el
reconocimiento de un disertido poder constituyente de tercer grado: v. gr. Catamarca,
Córdoba, La Rioja, Neuquén, Río Negro, han institucionalizado la autonomía municipal
concebida desde la perspectiva de la elección directa del intendente; (Salta, Arts. 170,
primera parte, y 174, Autonomía Condicionada); San Juan, entre otras. Algunas consti-
tuciones de han limitado a declarar sólo la autonomía; por ejemplo: Chaco (Art. 179) y
La Pampa (Art. 107).
Todo el desborde demográfico de las ciudades de nuestro tiempo, trae incita la posibi-
lidad del caos, lo que obliga a poner- por parte del gobierno municipal- en primera me-
dida una fuerte dosis de racionalidad en su quehacer.
Por ello, la Constitución de Salta (Art. 176 y ccdtes.) como la Constitución Correntina,
la Rionegrina, entre otras, otorgan al municipio atribuciones para proceder a la elabo-
ración de planes reguladores.
Es una tarea de análisis integral de las necesidades del núcleo urbano de la actualidad
y de planeamiento de su natural expansión futura.
“La planificación urbanística- enseña Martins- tiene por objeto establecer el trazado
urbano, la utilización del suelo, determinar zonas de viviendas y de establecimientos
industriales, áreas libres y espacios verdes, el sistema vial y la circulación, de modo de
lograr el mayor bienestar colectivo y la mayor funcionalidad del centro urbano”. En
estos momentos no podemos guiarnos por el empirismo organizador que convenía a
sociedades estables y que se renovaban según tradiciones bien establecidas. En las
condiciones modernas cada actividad, cada industria, cada institución, cada comuni-
dad tienen necesidad de un plan y de un programa de desarrollo.
Así, cuando el urbanista comience a organizar, a reunir sobre un plano y con un pro-
grama las necesidades de la ciudad, todas las agrupaciones interesadas y locales son
ya consultadas y coinciden con los planes de apreciación.
Hasta aquí hemos hecho una valoración carente de espíritu crítico, pues en el sistema
económico decadente, el objetivo único fue agrandar la ciudad o la región al estilo de
163
Nadie se imaginaba en subdividir los elementos como el tiempo, el espacio, los gru-
pos, etc. teniendo en cuenta las grandes cantidades y reubicándolas en la escala del
hombre.
Desde este punto de vista, el planeamiento no era más que un planeamiento de com-
plicidad con la concentración capitalista.
Esto supone una revisión de todos los valores corrientes de sistemas ya ineficaces o
caducos; pero sí conservar como constante los aspectos climáticos, geográficos, so-
ciales, etc.
Pero es necesario, por sobre todas las cosas, evitar el error de creer que determina-
das personas (funcionarios) apoyados en análisis pueden conocer y decidir sobre las
necesidades y su distribución. Lo esencial es partir de una escala de valores que res-
ponda a la realidad, y de esta manera satisfacer las relaciones verdaderas.
Esta tercera etapa se vincula con la intuición, con la imaginación creadora del urbanis-
ta, es como si expresáramos: “todo urbanista debe ser un artista cultivado”.
La confrontación con los cartogramas de encuestas reflejan las lecciones del pasado.
Ello se debe a que el arte urbano de nuestra época debe simbolizar una idea rectora,
una idea de fuerza, la idea de la época, como (prescindiendo) respondiendo a los
constantes cambios del todo ya ordenado.
La aplicación constante y continua del plan, es lo que constituye el planning, por esto
el plan solo cobra valor acompañado de su programa de aplicación, que debe ser:
a) programa de realización y
b) se debe indicar la evolución de cada actividad de superficie.
Como ya expusimos, el plan debe sufrir continuas adaptaciones, por ello esta última
fase consiste en hacer integrar el plan dentro de las formas caducas y en sustituir la
rutina y la anarquía.
Para ello, es necesario partir de los hechos y dejar que estos sugieran una adaptación.
Es por esto que los verdaderos planes son sobre todo instrumentos de educación para
la iniciativa privada, etc., y estos planes no pueden esperar su realización, pero sí,
deben tener como base las constantes geográficas, económicas, geológicas, etc.
Es por eso que debemos concluir que: “no debemos realizar planes de estructuración,
ellos deben realizarse a sí mismos”.
Es así como dejamos expuesto que las condiciones realizables del espacio, son una
total sumisión del autor al objeto.
En la Unión Soviética, la mano del hombre ha creado una nueva geografía. Ríos artifi-
ciales surcan las estepas y las regiones desérticas, aportándoles frescor y creando
oasis de vegetación donde las poblaciones se concentran.
Pero no son tales expolaciones ni tales migraciones las que convienen a Francia ur-
banizada y cultivada.
Todo lo expresado nos ayuda para poder exponer el llamado Plan Nacional de Urba-
nismo al cual deberán subordinarse.
Por otra parte, debemos destacar lo expresado por Bergson: “no es ampliando la ciu-
dad como llegaremos a la humanidad”. Es decir, que a través de impulsos sucesivos
transformaremos una sociedad cerrada en una sociedad abierta.
1) LA ESCALA PATRIARCAL: Grupo elemental donde los vecinos se ayudan entre sí,
manifestándose solidaridad fundamental por la proximidad de vida.
Frente a esto se presentan tres grados hipourbanos, luego dos grados hiperurbanos
desproporcionados. Según estos últimos, los primeros grados son incapaces de apor-
tar beneficios suficientemente ricos; los últimos, por el contrario, destruyen lo que ya
estaba aglutinado.
A) EN LA ESTRUCTURA RURAL:
B) EN LA ESTRUCTURA URBANA:
Ante la amplitud de temas, que por su objeto abarca el urbanismo, y ante la cantidad
de problemas que contempla, hemos creído conveniente abordar sólo aquellos que
por su importancia y urgencia consideramos primordiales. Ellos son:
SUS LIMITACIONES
De todo ello resulta que, ninguna política urbanística es viable sin adoptar previamente
un método para contener y condicionar la libertad plena de edificar en cualquier suelo
sin plan alguno y sin infraestructura urbanística (vías principales y secundarias, locali-
zación de centros de utilidad pública, ordenanzas de edificación, etc.).
PLANEAMIENTO
Cuando se trata de definir al planeamiento nos enfrentamos ante una situación inédita,
cual es que con muy pocos esfuerzos pueden encontrarse cerca de cincuenta defini-
ciones, así, la excesiva cantidad de definiciones es prueba evidente de la falta de un
consenso general.
Es el municipio quien mejor conoce las modalidades de la convivencia social, las ca-
rencias y potencialidades de su territorio y los problemas infraestructurales y de servi-
cios públicos, por lo cual sí bien cabe hablar de la conveniencia de un planeamiento
inter-municipal, la realidad suele mostrar especialmente en los municipios chicos un
serio déficit en materia de recursos técnicos y de especialización de recursos huma-
nos en materia de planeamiento. Las consecuencias que derivan de esta inferioridad
técnica del municipio es la avocación de esta competencia por parte de entes dotados
de mayor complejidad tecnológica, y en el caso argentino este ente es la provincia.
2) Centros de Población:
a) Áreas Urbanas:
b) Áreas Complementarias:
* Espacios edificatorios: aquellos de naturaleza privada que incluyen edificios para los
diferentes y múltiples usos urbanos posibles.
* Espacios circulatorios: incluyen las redes viales a diferentes niveles, los cursos de
aguas.
* Espacios aereatorios: públicos (parques, plazas, plazoletas), privados de uso público
(clubes deportivos, centros recreativos, etc.), privados (espacios parcelarios sujetos
a restricciones).
ZONIFICACIÓN
La zonificación es la ordenación que se realiza sobre un plano urbano con el fin de
asignar a cada función y a cada individuo su lugar adecuado. Tiene como base la ne-
cesaria discriminación de las diversas actividades urbanas, que exige cada una su
espacio particular, locales de vivienda, centros comerciales, industriales, solar o terre-
nos destinados a esparcimiento, etc.
169
Esta tarea de zonificación debe practicarse procurando respetar las siguientes pautas:
1) Zona Residencial: vivienda para una o dos familias, o vivienda para una o dos fami-
lias más apartamentos y hoteles.
2) Zona Comercial.
3) Zona Industrial: industria ligera (no producen olores ni sonidos desagradables); fá-
bricas seminocivas (producen humo, exceso de polvo y suciedad); industrias noci-
vas (plantas de fertilizantes).
PROGRAMA VIAL
Una cuestión dentro de los temas que componen la agenda del planeamiento munici-
pal se vincula con las características de la trama circulatoria, tanto en su faz interna
(vías ferroviarias, avenidas principales, avenidas, calles principales), como en su faz
externa (vía de red troncal, acceso urbano).
Sobre este tema importante de la planificación territorial, interesa remarcar tres cues-
tiones:
1) Señalamiento vial.
2) Estacionamiento de rodados.
3) Infraestructura vial y los peatones.
LOTEOS Y URBANIZACIONES
El proceso de crecimiento expansivo de las áreas edificadas en el país se ha desarro-
llado mucho hasta poco tiempo atrás, fuera de todo tipo de control público (normativo
y/o administrativo). Las posibilidades que brinda la geografía nacional, con sus exten-
sos espacios planos y llanos y la necesidad de obtener la vivienda económica por par-
te de vastos sectores de la población (los más carenciados), escapando así a la pre-
sión fiscal inmobiliaria del Estado, han sido factores propicios para el despliegue ilimi-
tado de propietarios de fondos improductivos, prohijados en más de una ocasión por la
actitud engañosa de rematadores y/o comisionistas.
170
Las consecuencias sociales de esta expansión incontrolada han sido nefastas, abar-
cando desde los casos de pérdida de la vivienda o imposibilidad de construir por de-
fecto de título hasta la propagación de verdaderos cinturones insalubres, por carecer
estas áreas loteadas de la infraestructura y el equipamiento imprescindible en cual-
quier solar que se precie de habitable, en estos casos las consecuencias humanas
generadas por la falta de previsión han sido irrecuperables y las secuelas socio-
económicas fueron y son soportadas por toda la comunidad, la que debe hacer frente
a nuevos problemas sanitarios (basurales, propagación de enfermedades infecto-
contagiosas, etc.) y, desde luego, económicos.
No obstante ello, todo este panorama tiende a mejorar y a título de ejemplo cítese en
el caso de la provincia de Salta, la Resolución 178 de la Secretaría de Obras Públicas
y Desarrollo Urbano, que ante la cantidad de proyectos de nuevas urbanizaciones y
las falencias de sus prestaciones, el errático control de las documentaciones corres-
pondientes y el inicio de obras sin contar con toda la documentación necesaria, tiende
a implementar un esquema de presentación más ordenado y a perfeccionar la evalua-
ción de las documentaciones y el control de la ejecución de todas las urbanizaciones
que se proyecten realizar en el ámbito del municipio de Salta.
EDIFICACION
Con el objeto de mantener la armonía “hombre-entorno” en la ciudad y asegurar con-
diciones básicas de habitabilidad que resguarden el decoro y la dignidad del ser hu-
mano, el municipio contemporáneo asume la tarea de reglamentar y controlar los nive-
les mínimos para la construcción y estado de los edificios, teniendo en cuenta factores
tales como: iluminación, ventilación, calefacción, higiene, tipos de materiales de cons-
trucción y protección.
Cabe hacer una brevísima referencia en cuanto a los contenidos típicos de un regla-
mento de edificación municipal y señalar en este sentido que el mismo se refiere a:
Los distintos reglamentos han intentado distintas clasificaciones de los edificios, pero
al respecto podemos señalar lo más frecuente y que atiende a la clasificación de los
edificios según usos, de tal modo que puede hablarse de:
EDIFICIOS RESIDENCIALES
Comprende este grupo todo edificio destinado a la vivienda familiar o colectiva. Incluye
entre otros los siguientes:
a) Viviendas individuales,
b) viviendas colectivas (departamentos de propiedad horizontal),
c) internados,
171
d) conventos,
e) comedores colectivos,
f) fraternidades,
g) hoteles, moteles, pensiones, hospedajes, monasterios y similares.
EDIFICIOS INSTITUCIONALES
Comprende este grupo los edificios destinados a albergar personas con fines de trata-
miento médico, correccional, penal y otros cuidados, tratamientos o detenciones. In-
cluye entre otros los siguientes:
Se clasificará dentro de este tipo de todo edificio o parte del mismo destinado a la
reunión de personas con fines cívicos, políticos, educacionales, culturales, religiosos,
sociales, recreación u otras actividades similares, incluye entre otros, anfiteatros,
acuarios, galerías de arte, auditorios, salones de banquetes, bolsas de comercio, igle-
sias, salas de conciertos, salas de bailes, exposiciones, gimnasios, salón de conferen-
cias, cines, museos, estaciones de pasajeros, planetarios, teatros, local de recreo,
restaurantes, estadio cubierto, pileta de natación, etc..
Cuando un local destinado a reunión tenga una capacidad de hasta 100 personas y
forme parte de otro edificio de mayor capacidad que 100 personas y, que tenga otro
destino el local de reunión, se clasificará dentro del edificio total.
EDIFICIOS EDUCACIONALES
Se clasificará en este grupo a los edificios o parte de los mismos dedicados a la ense-
ñanza primaria, secundaria y especial o superior, comprende entre otros a los siguien-
tes: escuelas primarias, secundarias, jardines de infantes, guarderías, preescolares,
escuelas especializadas, academias en general, liceos, universidades, escuelas de
post-grado, etc.
EDIFICIOS DE OFICINAS
Se clasificará dentro de este grupo todo edificio o parte del mismo destinado a la reali-
zación de transacciones o tramitaciones, ejercicio de las profesiones y de otras activi-
dades similares que no impliquen el almacenamiento de mercaderías, excepto las des-
tinadas a una exposición accidental, incluye entre otros: edificios de administración
pública, bancos, cooperativas, compañías de seguros, oficinas, escritorios, estudios,
estudios de radio y/o televisión.
172
EDIFICIOS COMERCIALES
Se clasificarán dentro de este grupo a todo edificio o parte del mismo destinado a la
venta de artículos en general, alimentos o mercaderías incluyendo pequeño almace-
namiento de tales elementos, comprende entre otros: mercados, despensas, tiendas,
etc.
EDIFICIOS INDUSTRIALES
Se clasificarán dentro de este grupo a los edificios o parte de ellos dedicados princi-
palmente a la manufacturación de productos, en los cuales cinco o más personas es-
tán ocupadas en la fabricación, transformación y procesamiento de productos o mate-
riales, incluye entre otros: fábricas en general, plantas de montaje, usinas, molinos,
frigoríficos, etc..
Se clasificarán dentro de este grupo a todo edificio o parte del mismo destinado prin-
cipalmente para el almacenamiento de alimentos, materias primas, mercaderías, pro-
ductos, etc., comprende entre otros depósitos en general, guardacoches, colectivos,
hangares, cámaras de frío, etc.
B) CIRCULACION Y TRANSPORTE
Para Martins, la planificación urbanística tiene por objeto establecer el trazado urbano,
la utilización del suelo, determinar zonas de vivienda y de establecimiento industrial,
áreas libres y espacios verdes, el sistema vial y la circulación, de modo de lograr el
mayor bienestar colectivo y la mayor funcionalidad del centro urbano.
El problema del transporte surge a fines de la década del ’60, con el gran crecimiento
del parque automotor. Nuestro país está muy lejos de darle una solución eficaz e in-
mediata, ya que por ejemplo: no existe la carrera de Ingeniería de Tránsito que es un
postrado de 2 años que realizan los Ingenieros Civiles.
173
Transitar significa ir o pasar de un punto a otro por vías o pasajes públicos. Y el trans-
porte es el medio al servicio del mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes.
Definidos estos conceptos, vamos a realizar un breve análisis de los elementos del
tránsito.
HOMO AMBULATOR:
1) DEL PEATON: El peatón (“que camina”, que “anda a pie”) es quien “padece” con
mayor grado de indefensión un desorden del que es también causante.
En la consideración de las infracciones del peatón (las más comunes son “el tránsi-
to fuera de las aceras o paseos públicos o lugares destinados a ese uso” y “el cruce
de la calzada por lugares no permitidos o no acatando las señales mecánicas o de
los agentes del tránsito”), la autoridad de control debe enfrentarse con dos proble-
mas hasta hoy casi insolubles.
Tal actitud carece de lógica, puesto que al controlante debe garantizársele el “dere-
cho a los medios” que en este caso es el documento.
2) DEL CONDUCTOR: La ley lo define como aquella persona que dirige o se halla a
cargo del manejo directo del vehículo durante su utilización en la vía pública.
VEHICULO:
La ley lo define como el medio por el que toda persona o cosa puede ser transportada
por la calzada.
Pero como el Derecho no puede apoyarse mucho tiempo en sofismas, este mito útil,
deberá ser abandonado. El vehículo per se no es “una cosa peligrosa”, o no lo es me-
nos que el camino o el conductor (que aislado en su cabina tiende a desinteresarse
del entorno vial y social), de la misma manera que un arma de fuego guardada en un
cajón es menos ofensiva que un hombre exaltado y mucho menos riesgosa que un
peatón mal instruido.
174
PROBLEMAS:
SOLUCIONES:
Como vemos, todos los problemas nos muestran la necesidad de la educación vial
para lograr una conciencia vial en el peatón y en el conductor, ya sea de bicicleta, mo-
to, auto o vehículo de transporte. Y también en la comunidad y en los que la dirigen,
para que de ellos surjan soluciones válidas. Sobre el tema, el Art. 9, Título III del Re-
glamento Nacional de Tránsito, dispone:
ARTÍCULO 9: “Educación Vial: Para el correcto uso de la vía pública debe cumplimen-
tarse lo siguiente: a) la educación vial será incluida como tema a tratar en la enseñan-
za preescolar y como materia obligatoria en los niveles primarios y secundarios; b) se
procurará, en la enseñanza técnica y universitaria, instituir orientación o especialida-
des que capaciten para servir a los distintos fines del presente decreto; c) se difundi-
rán y aplicarán permanentemente medidas adecuadas para la prevención de acciden-
tes; d) se destinarán predios especialmente para la enseñanza práctica de la conduc-
ción; e) se prohíbe la publicidad laudatoria, en todas sus formas, de conducta contraria
a los fines del presente decreto.” (Decreto Nº 692/92).
Los planificadores del transporte urbano de los países avanzados han puesto énfasis,
durante los últimos años, en el logro de una mejor utilización de la infraestructura de
transporte existente y el uso más racional de los recursos energéticos, y la reversión
del proceso de deterioro de los servicios de transporte público de pasajeros. En este
marco, la mejora de los transportes públicos juega un papel decisivo, y dentro de ésta
se destacan las técnicas dirigidas a otorgar tratamiento preferencial al autotransporte
177
Las ventajas relativas del autotransporte público, respecto del automóvil particular, han
llevado a otorgarle prioridades en el uso de las vías urbanas: el autotransporte público
permite el uso más eficiente del espacio vial, en términos de pasajeros por unidad de
superficie; disminuye la contaminación ambiental, en términos de emisión de contami-
nantes y de consumo de combustible por pasajero transportado y, hace posible una
mejor y menos costosa movilidad para los sectores de la comunidad más numerosos.
Con las medidas de trato preferencial del autotransporte público, se busca frenar y
revertir la tendencia de derivación de viajes del medio público al privado.
La expresión “reducción del tránsito” alude a los procedimientos que tienen por finali-
dad disminuir los volúmenes de tránsito respecto de los niveles que alcanzarían si no
se ejerciera acción correctiva alguna. En particular, se trata de reducir la utilización del
automóvil privado en la realización de los viajes cotidianos hogar-trabajo, modalidad
de viaje que genera los problemas de congestión en los períodos de pico y obliga a
destinar grandes superficies en las áreas centrales, para el estacionamiento de los
vehículos.
1) A CORTO PLAZO los beneficios son: menos congestión, menos ruido, menos con-
taminación, menos accidentes, menos demanda de espacio para estacionamiento.
2) A LARGO PLAZO los beneficios son: menos inversiones en infraestructura vial,
menos costos de mantenimiento vial, menos provisión de espacio para estaciona-
178
miento, mejor transporte público, menor deterioro del entorno, ahorro de recursos
naturales no renovables.
Las políticas de reducción del tránsito pueden llevarse a la práctica aplicando medidas
diversas, que suelen clasificarse según sean de:
Abarca los métodos dirigidos a desalentar el uso del automóvil. Ejemplo: fijación de
precios, en relación con la hora y el lugar en que se utiliza o estaciona el vehículo; los
subsidios al transporte público.
Se refiere a los métodos que buscan la reducción del tránsito en el marco del planea-
miento urbano, haciendo mínimo el número y la longitud de los viajes, por medio de un
adecuado ordenamiento del espacio.
C) ESPACIOS VERDES
CLASIFICACIÓN:
FUNCIÓN:
Las plantas, como los seres humanos, “respiran” a través de las estomas. Algunos
compuesto gaseosos presentes en el aire, al penetrar a través de los estomas pueden
producir daños en la estructura interna de las hojas. Entre los gases más tóxicos se
encuentra el dióxido de azufre (SO), el ácido fluorhídrico (HF), ácido clorhídrico (HCI).
179
La mayor parte de los vehículos que circulan por el centro a una velocidad de 20 a 60
km/hs, sobrepasan los 80 decibelios. Los más grandes motores productores de ruidos,
camiones pesados y colectivos, producen 100 decibelios. Los ruidos tolerados por el
oído humano se sitúan alrededor de los 80 decibelios. Una pantalla vegetal tupida,
proporciona 8 a 10 decibelios de atenuación por metro de espesor. Por otra parte, dis-
puestos en cortina en las veredas de las casas, constituyen una pantalla acústica para
los habitantes de los inmuebles.
CONCEPTO:
Por lo antedicho, podríamos dividir los problemas del ambiente en: naturales y de ori-
gen humano.
180
Dentro de los primeros ubicamos a las inundaciones, las sequías, maremotos, erup-
ciones volcánicas, sismos, deslizamientos y aluviones, huracanes y tifones. La lista
podría ampliarse, pero será redundante a los efectos de graficación expuestos.
Por su parte, los problemas ambientales de origen humano, muchos más vastos en
escala y consecuencias, distan quizás, del impacto ambiental inmediato que sí tienen
los mencionados, pero a la postre el costo es inconmensurablemente más alto. Dentro
de las situaciones creadas por el hombre, podemos contar con la alteración de los
sistemas hídricos, cambios climáticos, deterioro de la vegetación, depredación de la
fauna, disminución de la bio-diversidad (extinción de especies), caza furtiva, defores-
tación, destrucción de la capa de ozono, utilización intensiva de napas fósiles, lluvias
ácidas, entre otras.
CONTAMINACIÓN ATMOSFERICA:
Consiste en la presencia, dentro del aire que forma la atmósfera, de diversos com-
puestos químicos, que si bien han existido como componentes naturales de él, sus
concentraciones se han visto incrementadas por la acción antropogénica. Principal-
mente partículas en suspensión, a saber: bióxido de azufre, monóxido de carbono,
hidrocarburos, óxidos de nitrógeno.
Los efectos más graves de este calentamiento global estimado entre 1,5º y 4,5º pa-
ra el 2030, podrían ser el derretimiento de los hielos polares, glaciares, ascenso
consecuente del nivel de los mares, con la consiguiente inundación de muchas zo-
nas costeras y sequías por descompensación en otras zonas, lo que acarrearía un
corrimiento de grandes zonas agroclimáticas a nivel mundial.
Los científicos afirman que la capa de ozono que protege el planeta de los rayos
solares, está desapareciendo más rápido de lo previsto; y esto se refleja en el in-
cremento de las patologías y alteraciones ya mencionadas.
Los recursos hídricos se han ido alterando, perdiendo sus elementos constitutivos, no
sólo para satisfacer necesidades primarias, sino también para producir otros satisfac-
torios.
CAUSAS:
Las CAUSAS de la contaminación del medio acuático son: descargas de aguas resi-
duales de los centros de población; aguas residuales provenientes de la industria;
aguas residuales provenientes de los campos agrícolas; descarga de hidrocarburos
provenientes de buques y embarcaciones.
Esta ha aumentado considerablemente en las últimas tres décadas a causa del incre-
mento de desechos sólidos, líquidos y gaseosos emanados de la mayor producción
industrial.
DESECHOS SOLIDOS:
Dentro del abanico de soluciones que requiere una política ambiental de reordena-
miento, la cuestión de los desechos sólidos es primordial, a la vez que compleja. La
irreductibilidad de muchos materiales, como el plástico, el alto grado de toxicidad de
algunos desechos, o bien la combinación de ambas condiciones, como es el caso de
los desechos nucleares, hace que el problema se torne de difícil solución.
RESIDUOS DOMICILIARIOS:
Comparados con las ciudades de los países industrializados, los centros urbanos ar-
gentinos se caracterizan por una baja producción de basura domiciliaria per cápita.
Sin embargo, a diferencia de esos países, donde el creciente “stock” de basura es un
peligroso condicionante de la actividad urbana, en la Argentina el problema no pasa
por la cantidad de basura producida, sino por la ineficiencia de los mecanismos de
recolección y disposición final de los residuos.
Tal vez nos resulte extraño, pero el medio ambiente se contamina por el exceso de
ruido, que puede afectar al oído humano, además de causar fatiga mental de impor-
tancia.
El ruido continuo de las calles, las fábricas y otros, puede llegar a dañar permanente-
mente el sentido del oído.
RUIDOS
DEFINICIONES:
2) Ruido: sonido inarticulado y confuso más o menos fuerte. Señal acústica indeseada.
EPIDEMIOLOGIA:
reflejo motivado simplemente por la necesidad de hacernos oír, con lo cual se fatigan y
deterioran las cuerdas vocales.
En Francia, han concluido por establecer que a partir de 80 decibeles y hasta el tope
de 120 llamado “umbral del dolor”, el ruido altera y modifica la tensión arterial, el ritmo
cardíaco, agrava la arteroesclerosis y disminuye el rendimiento intelectual. Puede pro-
vocar vértigos, pérdida del sentido del oído, despertar agresividad criminal en perso-
nas que carecen de instintos agresivos y hasta ha conducido al suicidio.
El sonido no sólo ingresa en el organismo por vía aérea, a través del oído, ya que a
valores muy altos (sonoros), el sonido penetra por vía ósea: cráneo, columna, huesos
de las extremidades.
JURISPRUDENCIA:
Ruido: riesgo creado por la cosa. Si bien el ruido en sí no es cosa, integra su noción si
se lo considera como el riesgo creado por la cosa (máquina) en funcionamiento, por lo
que el ruido no puede ser separado de la máquina que lo produce y la integra mientras
se encuentra en funcionamiento.
La Dra. Zeballos de Sisto, ilustra comparativamente sobre los niveles de ruido emitidos
por distintas fuentes, tal como son percibidos por el oído y su incidencia en la conduc-
ta humana.
184
Posibilidad
Sensación Ruidos exte- Ruidos de vehícu-
de conversa- Nº ¿ Ruidos interiores
auditiva riores los
ción
Umbral de Laboratorio de acústi-
0
audición ca
Silencio Laboratorio de acústi-
Cuchichear 5
inhabitual ca
Estudio de registro
10
Cabina de sonido
FUENTES:
a) Fuentes estáticas:
Unifamiliar aislada
contigua
Vivienda
condominio
Multifamiliar torre
monoblock
oficinas
negocios
bancos
Comercios hoteles y moteles
talleres
fábricas
estudios (T.V., Radio)
museos
Culturales auditorios
teatros
cines
clubes
iglesias
Sociales gimnasios
deportes
estadios
hospitales
186
b) Fuentes Dinámicas:
individuales
vehículos terrestres colectivos
carga
Ambientes pasajeros
Abiertos o aeronaves militares
Cerrados carga
elevados
de rieles superficiales
subterráneos
naves
INTRODUCCION:
La ciudad de Salta fue fundada en el año 1582 e integraba la red estratégica de fun-
daciones en el camino del Alto Perú, llegando a ser capital de Intendencia.
El patrimonio cultural está compuesto de bienes, y éstos pueden ser de dos tipos: bie-
nes culturales muebles e inmuebles.
Lo que a nosotros nos interesa en este momento son los bienes culturales inmuebles,
es decir, aquellos que estén físicamente unidos al suelo que lo contiene, como ser
áreas urbanas de interés por su función, morfología o estética, monumentos históricos,
sitios arqueológicos o sectores de la ciudad o edificios puntuales con interés artístico
arquitectónico o histórico.
La destrucción de los valores que afirman a una comunidad que utiliza lo arquitectóni-
co-urbano como reflejo de su propia memoria colectiva, significa olvidar y rechazar su
propio origen con la consiguiente pérdida de identidad, hacia un camino de desperso-
nalización física.
Más allá de las normas jurídicas que tienden a la protección y preservación de los va-
lores arquitectónicos-urbanos de una ciudad o un pueblo, está la conciencia de cada
ciudadano de ser parte “y dueño” del patrimonio cultural, y la obligación de la comuni-
dad de legarle a las futuras generaciones. Cada generación es responsable de trans-
mitir los valores que la caracterizan en las condiciones que sean individualizados.
¿Qué se entiende por centro y qué se entiende por histórico? El centro histórico se
distingue de otros distritos urbanos por haber sido el área donde se concentraron ori-
ginariamente las funciones centrales de la ciudad, desarrollada en el sitio de su funda-
ción o en su vecindad.
En el Coloquio de Quito (1977) fueron definidos los Centros Históricos como “aquellos
asentamientos humanos vivos, fuertemente condicionados por una estructura física
proveniente del pasado, reconocibles como representativos de la evolución de un
pueblo”. La característica fundamental de los centros históricos, es la de estar habita-
dos. Excluye, por lo tanto, las áreas abandonadas y los conjuntos de ruinas y monu-
mentos arqueológicos, porque en ellos no se desarrolla una vida socialmente organi-
zada de modo continuo. El centro histórico no está constituido solamente por la heren-
cia material y física- edificios, calles, plazas, fuentes, arcos, esculturas, farolas- sino
que incluye lo que se conserva del paisaje natural y, por supuesto, a la población, sus
hábitos y costumbres, el trabajo, las relaciones económicas y sociales, las creencias y
los rituales urbanos.
Definiremos como problemas del medio ambiente urbano a los producidos por la falta
o la inadecuada distribución de uno o varios recursos que son esenciales para la salud
humana o para la reproducción de la ciudad. Se incluyen también los que impiden la
reproducción de los recursos físicos naturales del entorno de la ciudad, tales como los
bosques, la fauna o la tierra agrícola. Son, por ejemplo, problemas del medio ambiente
urbano: los provocados por la falta o la deficiencia en los sistemas de provisión y dis-
tribución de agua potable o por su inadecuada calidad; los derivados de la destrucción
de edificios que constituyen parte del sedimento material histórico de la ciudad.
Entre los recursos urbanos disponibles, el parque físico existente de la ciudad, es decir
sus edificios, calles, plazas, monumentos y casas, son también un capital y un patri-
monio de la sociedad. Los problemas que afectan a este patrimonio cultural, su dete-
rioro, destrucción o descaracterización, son también problemas del medio ambiente
urbano. Su desaparición o deterioro afecta tanto a la salud humana como a la repro-
ducción de la ciudad.
Lo que se debe buscar es el mejoramiento del medio ambiente urbano- viviendas, ca-
lles, barrios- con la recuperación de la historia y la afirmación de nuestra identidad.
No es simple conocer con cierta exactitud los problemas ambientales de los centros
históricos de las ciudades latinoamericanas. Rara vez los centros históricos han sido
objeto de investigaciones ambientales, económicas y sociales particularizadas.
Durante las últimas décadas el medio ambiente de la mayoría de los centros históricos
de las ciudades latinoamericanas se ha deteriorado seriamente, tanto en los aspectos
urbanos y edilicios, como en los sociales y económicos.
190
En una ciudad que ha crecido 17 veces, en cuanto a la ocupación del suelo urbano, en
las tres últimas décadas, y en relación al final del siglo pasado; es evidente que la ex-
plosión urbana ha “colapsado” el Centro Histórico, cuya centralidad no compite con
ninguna otra situación urbana, aumentando por el contrario su atracción en forma cre-
ciente.
Se han ocupado gradualmente los baldíos, en la mayoría de los casos se han cons-
truido sobre fachada a escasa profundidad y con playa de estacionamiento en el resto
del predio, fruto de la aplicación de una ordenanza.
El creciente deterioro de los espacios verdes públicos, del área, en especial del par-
que, continuamente invadido por otros usos. Cabe agregar la falta de preservación y
reforestación en avenidas de gran identidad, como Avenida Belgrano, Paseo Güemes
(ceibos) y Avenida Sarmiento (lapachos y tarcos). Si agregamos a esto la desaparición
191
DESTRUCCIÓN TIPOLÓGICA
En ambas, el primer paso dado por el cambio de uso es la mayor ocupación, ya sea
de patios o bien la anexión de nuevas construcciones ocupando el terreno libre del
predio.
CIRCULACIÓN Y ESTACIONAMIENTO
Desplazamiento del poblador tradicional del centro hacia los barrios residenciales,
aumento de la venta de viviendas que antes eran de alquiler.
Los índices de FOT y FOS propuestos en la Ordenanza 3116/80, vigente hasta el ’86,
frenaba con equilibrio estas apetencias, pero cedió a la especulación en el uso del
suelo urbano con la modificación de la Ordenanza, alterando así valores humanísticos
esenciales de la propuesta del ’80.
Las mayores inversiones en el área están orientadas de modo casi exclusivo a la vi-
vienda colectiva de alta densidad, con comercio en planta baja o galerías comerciales
y el “hotel cinco estrellas”.
No hay una política decidida y un ejercicio real del poder municipal, con propuestas
para nuevas inversiones que estimulen un crecimiento en equilibrio.
A NIVEL MUNICIPAL
MEDIDAS:
A NIVEL PROVINCIAL
La Constitución Provincial, en su Art. 51, tercer párrafo, dice: “El acervo histórico, ar-
queológico, artístico y documental forma parte del patrimonio cultural de la Provincia y
está bajo la guarda del Estado”. En cuanto a quién compete la preservación del patri-
monio histórico y arquitectónico, nuestra Constitución Salteña es clara y al respecto en
el Art. 170, establece: “Compete a los Municipios, sin perjuicio de las facultades pro-
vinciales, con arreglo a las Cartas Orgánicas y Leyes de Municipalidades: ... 7) La pre-
servación del patrimonio histórico y arquitectónico local. 8) Lo relativo a urbanismo,
higiene, salubridad y moralidad...”. Esta misma, es un reflejo del principio federal por el
cual los municipios se reservan los poderes no delegados al gobierno provincial. Y
decimos esto partiendo de la base de que los municipios son autónomos y autárqui-
cos. Descendiendo un peldaño en la pirámide legal encontramos que nuestra Carta
Orgánica Municipal también hace referencia al tema como en su Art. 7, inc. c; en el
Art. 89, incs. b y f, como así también en el Capítulo 10 (ver Anexos).
194
Un problema que se nos presenta es el del uso del suelo y a partir de aquí, las limita-
ciones que sufre el dominio privado en aras del interés público. La experiencia de los
países desarrollados permite verificar que la función legislativa del urbanismo plantea
una nueva concepción del derecho de propiedad, en términos generales y de la pro-
piedad urbana, en particular. Martín Mateo, al respecto, expresa: “En suma, la propie-
dad legislada urbanísticamente puede conectarse con la función social que se viene
asignando a la propiedad privada, hoy regulada en la mayoría de las constituciones
occidentales”. Y, regulada especialmente en nuestra Carta Orgánica en el Art. 93, que
dice: “El ejercicio del derecho de propiedad encuentra sus limitaciones en la función
social que debe cumplir”. Ello determina por su titular la adopción de conductas positi-
vas. Obligándose frente a la Administración, al ejercicio de su derecho en la forma que
exigen los públicos intereses, que junto con los intereses privados se dan cita en este
instituto jurídico.
Es necesario aquí ver un poco más de cerca el tema de las limitaciones al dominio y
hacer una aclaración. En principio, parece innegable que es el municipio quien tiene
competencia para establecer las restricciones al dominio y que la mayoría de las res-
tricciones al dominio fundadas en un interés público están reguladas por el Derecho
Administrativo (Art. 2611 C.C.). Es así que, el dominio puede estar limitado por razo-
nes de interés público y la limitación puede apuntar a cada uno de los caracteres del
dominio:
1) al carácter absoluto,
2) al carácter exclusivo o
3) al carácter perpetuo.
Estas restricciones son generales: las sufren todos los inmuebles que se encuentran
en igual situación, por ejemplo: todos los inmuebles ubicados en un sector del centro
histórico, deben respetar la altura exigida en la Ordenanza 4286/85, Art. 9 (hasta 9
metros de altura). (Ver Anexo 6). No dan derecho a indemnización porque es una limi-
tación genérica. Además la limitación debe ser razonable.
195
Con este sistema, por lo general, al intentar el Estado preservar su patrimonio arqui-
tectónico, debe prestar atención sólo al caso particular, y así se llega a la incon-
veniente situación de tener que caer en la servidumbre en la expropiación de la mayo-
ría de los edificios de valor, cosa que resultaría por demás oneroso.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de formular una ley, en donde se im-
ponga una restricción al derecho del dominio sobre un conjunto de inmuebles, que han
sido considerados de valor patrimonial y que hacen a la identidad de todos los indivi-
duos que habitan una ciudad. La escala de valoración puede ser tal, que el conjunto
puede tener una importancia a nivel municipal, provincial o nacional y de allí su consi-
deración como de “interés público a preservar” un conjunto, área o pueblo determina-
do. Esta determinación implica un inventario (por ejemplo Ordenanza 4286/85, ver
Anexo), o caracterización del conjunto a preservar.
De esta manera quedarían protegidos dichos inmuebles y el interés del Estado que se
vería envuelto en una gravosa erogación y en la imposibilidad de expropiar y luego
mantener y restaurar dichos inmuebles.
liberal clásica,
DOCTRINA totalitaria y
social iglesia,
constitucional
JURISPRUDENCIA
Así, el Art. 2611 del Código Civil dice: “... las restricciones impuestas al dominio priva-
do sólo en el interés público son regidas por el derecho administrativo”.
A su vez, Otto Mayer, ha expresado que la limitación que tenía en mira atemperar lo
absoluto del derecho de propiedad, es la “restricción administrativa” y el “principio de
razonabilidad” es el límite insalvable al poder reglamentario del Estado.
Así surge cuando la Corte en numerosos casos resolvió: “Las restricciones impuestas
al dominio privado sólo en interés público no pueden entenderse ni ejercitarse en detri-
mento de las garantías consagradas por la Constitución Nacional respecto de la pro-
piedad privada. La apertura de calles destruyendo alambrados de propiedad privada
particular sin haber adquirido previamente el dominio, importan un despojo, pese a lo
establecido en el Art. 2812 del Código Civil y en los Códigos Rurales de Provincia”.
(Fallos 95-102 in re “Casal v. Pcia. de Buenos Aires”, 7/6/1902; 113-34 “Cabrera v.
Pcia. de Buenos Aires”, 10/3/1910; 41-307 “O’Connor v. Pcia. de Entre Ríos”,
10/6/1924; 153-231 “Antonovich v. Pcia. de Santa Fe”, 3/12/1928).
En esa oportunidad la Corte sentó estos principios: “La realización de obras para el
correcto cumplimiento de las funciones estatales atinentes al poder de policía no obsta
a la responsabilidad del Estado, si con aquellas se priva a un tercero de su propiedad
o se la lesiona en sus atributos esenciales pero no procede reconocer derecho a re-
sarcimiento cuando se trata de meras restricciones administrativas, en las que la pro-
piedad no sufre una reducción en su carácter absoluto en tanto sólo consisten en la
fijación de límites al ejercicio normal u ordinario del derecho de propiedad.
197
La obligación legal de no edificar a mayor altura que la señalada por la autoridad ad-
ministrativa, fundada en motivos de interés general constituye una mera restricción
impuesta a la propiedad privada que encuentra justificación jurídica en el poder de
policía local y no es indemnizable, ya que se trata simplemente de una carga general
impuesta a todos los propietarios por razones de planeamiento urbano.
Resulta también aplicable al criterio de proporcionalidad que debe perseguir toda in-
tervención urbanística de protección y renovación del patrimonio, el Fallo de la Corte
Suprema en la Causa “Martínez, Víctor José c/ Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires” con fecha 15 de septiembre de 1988. El mismo: “... deja sin efecto la sentencia
que hizo lugar al reclamo de daños y perjuicios, considerando que la prohibición de
edificar y de refaccionar desvirtuaba el derecho de propiedad, si no se ha acreditado
que tales restricciones afecten de modo inmediato ese derecho, en cuanto inmueble y
en el sector restante...”.
Siguiendo esa misma línea, la sentencia del día 9 de mayo de 1989, que recayó en la
causa “Beccar, Manuel de Jesús c/ Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires”, ex-
presa: “Corresponde dejar sin efecto la sentencia que hizo lugar a la demanda de da-
ños y perjuicios derivados de la construcción de una autopista que disminuyó el valor
venal de la propiedad del actor, si el perjuicio alegado constituirá una privación al pro-
pietario de ventajas de las que gozaba, tales como un emplazamiento favorable o la
posibilidad de acceder libremente a una calle sin necesidad de tener que realizar un
desvío, lo que no resulta indemnizable: Art. 2620 del Código Civil”.
COLOFON
Debemos tener en cuenta que ésta no es una materia propia de los ingenieros o arqui-
tectos, sino que en este tema es necesario una labor interdisciplinaria en la que parti-
cipen, además, abogados, sociólogos, organismos gubernamentales, no gubernamen-
tales, como por ejemplo: uniones vecinales, teniendo en cuenta el derecho de iniciati-
va consagrado en la Constitución Provincial y Carta Orgánica Municipal de la Ciudad
de Salta, y además creemos que es necesaria la ayuda de organismos nacionales, de
otras provincias e internacionales que ya tienen una vasta experiencia en el tema.
El urbanismo debe perseguir la mejor calidad de vida de las personas que habitan en
una ciudad y las legislaciones deben tener en cuenta esto.
198
Cuando se estudia la problemática de una ciudad hay que hacerlo desde diferentes
aspectos y deben participar en ello diferentes sectores de la población.
Los planes directores tienen una visión estética muy dirigida y parcial de la realidad. Y,
en Salta todavía está vigente esta concepción anacrónica y superada en otros países
que imposibilita mejorar equilibradamente la calidad de vida de las personas.
ANEXO I
MÓDULO COMPLEMENTARIO DE URBANISMO
ANEXO 1
ANEXO 2
RESOLUCION Nº 178.
Ref. Expte. Nº 89.571/91.
Secretaría de Obras Públicas y Desarrollo Urbano.
ANEXO 3
ANEXO 4
ORDENANZA Nº 7215
Ref. Expte. Nº 2131/94 - Cº 135.
Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta.
ANEXO 5
ANEXO 6
ORDENANZA Nº 4286/85
Ref. Expte. Nº 24331/84
Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
GENERAL:
PARTICULAR:
B) Tránsito:
* Civilidad, Edición Especial, Año XIII, Junio ’93.
* Reglamento Nacional de Tránsito.
* Código de Tránsito de la Ciudad de Salta.
C) Espacios Verdes:
* “Espacios Verdes en la ciudad de Salta”, Tesis de Licencia: Lic. en Geografía
Adriana Raskovsky.
* Decretos 555 y 592.
D) Contaminación:
* “Delitos Ecológicos” de Mauricio Libster.
* Civilidad, Edición Especial, Año XIII, Junio ’93 y Nsº 15, 19 y 20.
E) Centro Histórico:
* “Medio Ambiente y Urbanización. Centros Históricos. Política Urbana”, Nº 38, Año
9, Marzo ’92.
* Conferencia “Importancia del Centro Histórico de Salta”, dictada por el Arq. Mario
Lazarovich.
* Ordenanzas 3116/82 y 4286/85.
* Civilidad, Nº 11, Págs. 26 a 41.
203
UNIDAD I
(Para agregar a los puntos ya estructurados)
1.1. Introducción
Esa compleja realidad política se manifiesta en una triple vertiente de acciones y rela-
ciones: la interior de cada estado provincial, la que surge de las relaciones de las pro-
vincias entre sí y la de éstas con el estado nacional.
1.2. Método
Este método integral nos permite reconocer y rechazar toda pretensión de normativi-
dad que ignore la clave histórica de nuestro ser nacional y la mutabilidad y contingen-
cia de los hechos socio-políticos, núcleo del objeto del Derecho Constitucional y, por lo
tanto, del Derecho Público Provincial.
1.3. Fuentes
Nuestra realidad constituyente, fruto del proceso histórico iniciado en 1810, es la reali-
dad originaria que genera el Derecho Público Provincial. Es su fuente primigenia y la
que será “reconocida” en el texto constitucional de 1853. A ella confluyen y de ella
derivan todas las demás fuentes tanto materiales como formales.
a) “Derecho”, primer término de su denominación, esto es: la ciencia práctica que tiene
por fin imperar los comportamientos ordenándolos jurídicamente al logro del bien
común nacional del que participa el bien común provincial en carácter de bien pro-
pio.
b) “Público”: porque las provincias, protagonistas del proceso histórico fundante de
nuestra nación, son sujetos de derecho que ejercen el gobierno con título de autori-
dad, tanto local como nacional.
c) y “Provincial”: porque cada estado de provincia configura un ámbito autonómico de
poder político que al manifestarse, ya sea confrontando, compartiendo o delegando
facultades al gobierno federal, genera con las demás provincias y con la Nación la
vida de nuestro régimen representativo, republicano, federal, según lo establece la
Constitución Nacional.
Por todo ello, con la sanción de la suprema fuente formal nacional se concreta de mo-
do expreso la organización jurídica de la realidad histórica de nuestro ser nacional, de
la cual abrevan las respectivas constituciones provinciales (arts. 5 y 121 C.N.), los tra-
tados internacionales (art. 27 C.N.), los tratados interprovinciales (art. 125 C.N.), las
leyes nacionales dictadas “en consecuencia” de la Constitución (arts. 28 y 31 C.N.) y
la costumbre jurídica (art. 75 inc. 12 C.N. y art. 17 Código Civil).
Todas ellas, junto con los principios generales del derecho y la doctrina, constituyen
fuentes formales fruto de la incorporación y expresión fiel de las fuentes materiales.
1.4. Concepto
El Derecho Público Provincial Argentino es el que, dentro del Derecho Público Nacio-
nal, tiene por objeto estudiar las acciones y relaciones entre los diversos órdenes jurí-
dico-políticos del Estado Federal, regular su dinámica, organizar sus gobiernos, reco-
nocer y garantizar a sus habitantes como sujetos simultáneos de la Nación, Provincias
y Municipios, un régimen constitucional de libertad (Arias de Ronchietto- Castorina de
Tarquini).
205
UNIDAD VII
Guía conceptual y normativa de la presente unidad.
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
La Acción de Amparo
PROCEDIMIENTO
Salta
LEGITIMACIÓN
Activa
- Directamente afectado.
- Defensor del pueblo.
- Asociaciones.
- C.P., art. 90 y 91.
- C.N., “Toda persona...”
- Acción de Amparo.
- Decisión, acto y omisión.
- Arbitrariedad o ilegalidad.
- Actos judiciales NO.
- Restrictivos o negatorios.
- Garantías y derechos explícitos e implícitos de la constitución.
- Lesión o amenaza.
- Acción de Amparo.
- Medio judicial más idóneo.
- Acto u omisión.
- Lesión, restricción o amenaza.
- Arbitrariedad o ilegalidad manifiesta.
- derechos o garantías reconocidos.
JURISPRUDENCIA
A
- Intolerancia de vías ordinarias (demostración).
- Ilegalidad o arbitrariedad manifiesta.
- Daño concreto y grave sólo reparable o evitable por esa vía de urgencia.
- remedio extraordinario y, por ende, excepcional.
B
- La existencia de remedios administrativos no obsta.
- La procedencia del amparo (la C.N. sólo dice “medio judicial”).
- No basta la existencia de otras vías, debe ser “más idónea”.
- Es posible declarar la inconstitucionalidad de normas.
Habeas data
El habeas data, que no tiene añeja prosapia, es una de las garantías constitucionales
más modernas, aunque se la denomine mitad en latín y mitad en inglés. Su nombre se
ha tomado parcialmente del antiguo instituto del habeas, en el cual el primer vocablo
significa “conserva o guarda tu...” y del inglés “data”, sustantivo plural que significa
207
La acción de habeas data se define como el derecho que asiste a toda persona, ya
sea identificada o identificable, a solicitar judicialmente la exhibición de los registros
públicos o privados, en los cuales están incluidos sus datos personales o los de su
grupo familiar, para tomar conocimiento de su exactitud; a requerir la rectificación, la
supresión de datos inexactos u obsoletos o que impliquen discriminación.
Esta garantía ha cobrado gran importancia en la actualidad con el auge de los bancos
informáticos de datos a los cuales se puede acceder fácilmente de muy diversos y
sofisticados modos, lo cual multiplica la posibilidad de propagar datos personales, cu-
ya difusión pudiera perjudicar a su titular, agraviando su derecho a la intimidad.
Cada persona es un plexo de diversos vínculos y relaciones con otras personas: na-
cionalidad, sexo, antepasados, estado civil, nombre, situación económica y financiera,
profesión, religión, etc. Todos estos datos volcados en un registro informático podrían
servir para la discriminación y para otros objetivos no menos ilícitos.
En conclusión, podemos decir que las reformas constitucionales, tanto a nivel nacional
como provincial, han contemplado la nueva problemática surgida a raíz de los conflic-
tos que se suscitan entre los derechos a la privacidad y los derechos a la información,
acrecentada a su vez por los avances de la informática y los excesos en que even-
tualmente se puede incurrir con su utilización.
La acción de habeas data, constituye el remedio judicial para la protección de los de-
rechos de los individuos que se ven conculcados o amenazados mediante el mal uso
de la información de datos relativos a su persona, de modo tal que brinde un remedio
rápido y eficaz a fin de fundamentar con precisión su hipotético agravio y exigir su su-
presión, rectificación, actualización o confidencialidad, según el caso.
El habeas data, pretende dar una respuesta transaccional a los derechos constitucio-
nales de registrantes y registrados, atendiendo a las cuestiones de fondo -los dere-
chos de cada uno de aquellos- y de forma- el tipo de procedimiento para asegurar ta-
les derechos.
Clases
a) Exhibitorio: responde a la pregunta ¿qué se registró? y tiene por fin tomar conoci-
miento de los datos referidos a la persona que articula el habeas data.
208
b) Finalista: su meta es saber para qué y para quién se registran los datos. Emerge
igualmente del art. 43 de la C.N., ya que la misma programa la acción, además de
para tomar conocimiento de datos, para conocer la finalidad de ellos.
c) Autoral: no es tan habitual en la Doctrina ni en el Derecho Comparado. Su propósi-
to es inquirir acerca de quién obtuvo los datos que obran en el registro. Puede, en-
tonces, auscultar acerca del productor, del gestor y del distribuidor de datos.
Habeas Data Aditivo: Su propósito es agregar más datos a los que deberían constar
en el respectivo banco o sede. El caso más común, es poner al día la información
atrasada (vgr., si alguien aparece como deudor, habiendo satisfecho la obligación), en
tal sentido está previsto, en el art. 43 de la C.N., como mecanismo para actualizar in-
formación. Es un habeas data por omisión.
Habeas Data Rectificador: Apunta a corregir errores en los registros del caso, esto
es, sanear datos falsos. También está contemplado expresamente en el art. 43 de la
C.N.
Habeas Data Reservador: Si la divulgación del dato puede causar daño, se ordena al
titular del registro que lo mantenga en sigilo, para su uso personal exclusivo; no obs-
tante, si media un interés público en la transmisión de esos datos, tal interés puede
vencer la valla que significa el perjuicio por la difusión (por ejemplo: la comunicación
de antecedentes penales).
Habeas Data Mixto: Un habeas data puede ser mixto en el sentido de comprender un
objeto, simplemente, exhibitorio o pretender también actualizar, rectificar, reservar o
excluir datos concernientes a la información que obre en su registro.
ANTECEDENTES
- Legislación Comparada (Brasil “Ley 828/84”, EEUU “Privacy Act”, Inglaterra “Data
Protection Act”, España “Lortad”).
CONSTITUCION NACIONAL
- Objetivos.
- Principios generales.
- Derecho de los titulares de datos.
- Obligaciones de los responsables de datos.
- Sanciones penales.
Los datos sensibles son los datos personales que revelan origen racial y étnico, opi-
niones políticas, convicciones religiosas, filosóficas o morales, afiliación sindical e in-
formación referente a la salud o a la vida sexual.
PRINCIPIOS GENERALES
Legitimación Activa
- Afectado.
- Tutores, curadores y los sucesores, hasta el segundo grado.
- Apoderados.
- Se prevé una intimación prejudicial, con un plazo de 5 días para que el demandado
responda.
- Demanda y medidas preventivas (bloqueo de datos o consignación de existencia de
juicio).
- Requerimiento, del Juez al banco de datos, de la remisión de la información de que
se trate y la explicación de porqué se incluyó la información, dentro de un plazo no
mayor a 5 días.
- Recibido el informe, el actor tiene 3 días para ampliar el objeto de la demanda solici-
tando la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de los datos.
- Traslado de la ampliación al banco de datos demandado.
- Sentencia, que se comunicará al control.
Conclusiones de interés
Bancos de datos privados sin destino principal de proveer informes como legiti-
mados pasivos:
El derecho a la privacidad:
- “Menem c. Ed. Perfil”: el derecho al olvido implica eliminar los datos que no resultan
indispensables para los fines perseguidos.
- CNCiv. M, 28/11/95, “Groppa c. Veraz”: se deben eliminar los datos con antigüedad
de 10 años.
- Constitución de Salta, art. 89: posibilidad de eliminar datos obsoletos.
- Ley 25.326, art. 26: 5 años para información crediticia.
- CN, art. 75, inc. 12: Atribuciones del Congreso para dictar la legislación de fondo vs.
Reserva de potestades provinciales (art. 125).
- La Ley 25.326 es de orden público y de aplicación en todo el territorio provincial.
- El Habeas Data como garantía constitucional “ampliable” por los gobiernos locales.
Responsabilidad por Daños: “Los daños que puedan causar a los interesados es
una cuestión que habilitará a los mismos a ejercer una pretensión preventiva o resarci-
toria (Art. 505, C.C. y 165 CPCC)”.
C.S. Salta, noviembre-2-1998, “Rocco, Juan c/ Banco Mayo Coop. Ltda.”, NOA, 1999-
234.
HABEAS CORPUS
Néstor Pedro Sagüés dedica su libro de Habeas Corpus de la siguiente manera: “A
todos aquellos que, en cualquier lugar se encuentran detenidos sin orden escrita de
autoridad competente”.
El habeas corpus como simple pero vital procedimiento con rango constitucional, des-
de 1994, es de gran importancia en un Estado de Derecho y el gran mandamiento de
las libertades de occidente. La importancia del habeas data deriva del bien jurídico que
sustancialmente tutela, es decir, la libertad ambulatoria; el habeas corpus es una es-
pecie de garantía fundante, en el sentido de que posibilita, merced a la obtención de la
libertad corporal, la práctica de las restantes libertades humanas.
Habeas Corpus por Mora en la Traslación: con el fin de lograr la liberación del preso,
cuando el magistrado de otra jurisdicción que solicitó la captura no la confirma, o no
envía la comisión de búsqueda.
La mayor parte de las constituciones locales han previsto normas concretas, como ser
las constituciones de:
forma y los jueces deben declarar su admisibilidad de oficio. La procedencia del ha-
beas corpus implica el inmediato cese de la amenaza, de las restricciones de la liber-
tad ambulatoria o del agravamiento ilegítimo de las condiciones de una detención.
Son aplicable las mismas disposiciones previstas para la acción de amparo”.
- Salta, art. 90: “Cualquier persona puede deducir la acción o interponer el habeas
corpus en el interés de un tercero sin que sea exigible la acreditación de representa-
ción de ningún tipo”.
Cualquier reglamentación legal del habeas corpus, en el plano federal o local provin-
cial, no puede alterar la garantía constitucional, según lo indica el art. 28.
La Ley 23.098 es una norma especial en materia del habeas corpus, siguió el camino
de otras normas regulatorias, como la Ley 267 de La Pampa o de la Ley 3.665 de San
Luis.
Lo que cabe preguntarse es, cuál es la situación de ésta ley ante el nuevo art. 43 de la
constitución. En principio, no hay oposición alguna, ya que la Ley 23.098 fue fuente del
art. 43, sin embargo, hay ciertos desencuentros con el precepto constitucional:
a) La Ley no fue pensada para habilitar el habeas corpus contra actos de particulares,
si puede comprenderse tal posibilidad en el art. 43.
b) La Ley 23.098 no ha asumido debidamente el diligenciamiento del habeas corpus
para el caso de los desaparecidos, si legisla explícitamente el art. 43 de la C.N.
En resumen, puede decirse que habrá que realizar una interpretación armonizante de
la ley con la cláusula constitucional.
La Ley 23.098 cuenta con 28 artículos, más uno de forma, que se desarrolla a lo largo
de tres capítulos; según Sagüés, no peca de excesivo reglamentarismo y su arquitec-
tura interna es bueno. Aunque contiene una laguna muy significativa, puesto que no
indica cuáles son las normas supletorias a ella, los vacíos de la ley pueden ocasionar
ciertos trastornos procesales, solubles recurriendo primero a la autointegración; es
decir, a lo establecido por el Derecho Positivo para situaciones análogas. En ese caso,
parece oportuno hacer uso de la Ley 16.986, puesto que el habeas corpus es en de-
finitiva una subespecie del amparo, que se diferencia del amparo general sólo en
función del bien litigioso tutelado.
214
UNIDAD XV
La presente Unidad ha sido desarrollada in extenso.
EL DERECHO MUNICIPAL
Según José María Hernández, Derecho Municipal es la parte del Derecho Público que
estudia lo relativo al municipio y señala luego que: es el derecho de la ciudad y trata
del enfoque de la ciencia jurídica destinada a investigar el origen histórico, la naturale-
za, definición, elementos y fines de la institución municipal así como su inserción en el
Estado.
1) TESIS NEGADORAS: que ubican al derecho municipal como un simple capítulo del
derecho administrativo, del derecho constitucional, del derecho público provincial o
del derecho político.
a) El derecho municipal como parte del derecho administrativo: Dentro de esta co-
rriente se destaca el profesor Bielsa, quien impugna la existencia de un derecho
municipal de características tales que admitan caratularlo como autónomo. Se
trataría de pautas de derecho administrativo que se tornan aplicables en el ámbi-
to municipal. Surgiría un capítulo del derecho indicado con la denominación de
derecho administrativo municipal.
b) El derecho municipal como integrante del derecho constitucional: El primero se
funda en que las cartas constitucionales contienen, de ordinario, disposiciones
sobre la materia municipal. El restante parte de considerar que estudiando el es-
quema institucional en conjunto, necesariamente se examina la temática munici-
palista.
c) El derecho municipal como contenido del derecho público provincial: Solo puede
sostenerse válidamente en el marco de un Estado Federal. El derecho municipal
operaría como sector especializado.
d) El derecho municipal como integrante del derecho político: se basa en que el de-
recho municipal, en virtud de sus antecedentes de carácter universal por la natu-
raleza de sus relaciones de carácter político y por las proyecciones que puede
alcanzar, bien merece ser considerado como una de las tantas ramas que inte-
gran el derecho político.
2) TESIS AFIRMATIVA: El maestro Adolfo Korn Villafañe (creador de la Escuela de La
Plata) entendía que el Derecho Municipal se presentaba como una rama autónoma
del Derecho Público Político provisto de instituciones y disposiciones propias.
215
Finalmente, Zuccherino postula la tesis integradora que sostiene que el Derecho Mu-
nicipal se integra sin perder la conducta autónoma junto a la materia provincial al solo
efecto docente. Todo lo que implica el reconocimiento de que entre ambos derechos
autónomos, existe una interrelación evidente. Son dos derechos en igualdad de condi-
ciones que se integran en lo docente y al solo efecto de una división armónica de am-
bos.
Autonomía Científica
2.- Método es toda herramienta mental válida encaminada a encontrar la verdad. Te-
nemos los siguientes métodos:
a) Método exegético, que se propone el estudio de la disciplina mediante la glosa
de los textos de derecho positivo que conforman su contenido.
b) Método histórico político.
c) Método jurídico-científico, que propugna una estructuración integrada por ele-
mentos políticos, jurídicos e históricos.
d) Método pluralista, (posición de Zuccherino) que propicia la integración de ele-
mentos políticos- jurídicos, históricos, económicos y sociales en general; a los
fines de permitir un más acabado examen del derecho municipal, encubriendo
así su teoría y la práctica general de sus instituciones.
Son las causales que originan la presencia del derecho genéricamente hablando. Se
clasifican en:
1.- Normativas:
yen la forma general de manifestación de las autoridades municipales dentro del de-
partamento ejecutivo, hacen uso de ellas tanto su titular como los funcionarios de je-
rarquía inferior.
• Jurisprudencia: es fuente de derecho en la medida que el juez o el intérprete acuden
a fallos anteriores buscando en ellos objetivar el sentido jurídico de su caso.
2.- Informativas:
MUNICIPIO: Concepto
TEORÍAS:
a) Teoría del Municipio Partido: que se desarrolla sobra la base territorial que adquiere
en su mayor parte los caracteres de rural. En la ciudad principal se instala el muni-
cipio y en los núcleos de población restantes funciona una delegación municipal.
b) Teoría del Municipio Ciudad: que significa la idea antitética con referencia a la tesis
del municipio partido y representa la de mayor pureza técnica. Propone limitar la
base territorial municipal al ejido urbano o hasta el lugar adonde lleguen los servi-
cios públicos prestados por el municipio. Comprende a lo urbano y a lo suburbano.
c) Teoría del Municipio Distrito: Desarrollada en la Constitución de Santa Fe de 1921,
tiene la ventaja de ajustarse a la realidad geográfica espacial para la cual se debe
legislar. Propugna integrar lo urbano lo suburbano y lo rural, dentro de la base terri-
torial municipal mediante la aplicación de un original sistema.
2.- POBLACIÓN: es un ingrediente capital sin el cual se hace imposible todo atisbo de
comunidad humana y naturalmente ello incluye a la de tipo municipal. Tiene el incenti-
vo de haber sido reiteradamente elegido como base para la clasificación de los muni-
cipios en categorías. Es la base para la clasificación de los municipios en categorías.
Es la base humana indispensable y esencial sobre la cual se asienta la institución mu-
nicipal.
LOS CUASIMUNICIPIOS
LA DESCENTRALIZACIÓN POLÍTICA
ORGANIZACIÓN GUBERNATIVA
ORDENAMIENTO JURIDICO
De un análisis de la historia y del derecho comparado, resultan como posibles siste-
mas de ordenamiento jurídico, los siguientes:
Facultades de normación
IDONEIDAD TÉCNICA
Llegamos al último elemento basal del municipio. Se trata de comprender, de una vez
y para siempre, que la multiplicidad, vastedad y complejidad que supone una adminis-
220
En nuestro país la personalidad jurídica del municipio fue reconocida en el Código Civil
en el art. 33 y conforme a la distinción del codificador entre personas de existencia
necesaria y de existencia posible k, fue incluida en la primera clase. La reforma de la
Ley 17711 modificó dicha distinción por la de personas jurídicas públicas y privadas,
correspondiendo también al municipio el primer carácter.
Antes, se había sostenido la teoría de la doble personalidad del municipio. Greca de-
cía que el municipio, como el Estado-Nación y el Estado-Provincia, puede actuar den-
tro de nuestro régimen legal como persona de derecho público dando origen a actos
obligatorios revestidos de imperium o como simple persona jurídica sometida a las
normas de derecho privado.
Previo a ello, se hace necesario precisar distintos conceptos utilizados para caracteri-
zar la Naturaleza Jurídica del Municipio.
Hay distintos conceptos utilizados para caracterizar la naturaleza jurídica del munici-
pio.
Para evitar equívocos o confusiones verbales, que suelen originar seudodisputas entre
los juristas, trataremos de caracterizar sucintamente algunos conceptos fundamenta-
les en esta materia de la naturaleza jurídica del municipio. Así, tenemos:
La doctrina más autorizada, conviene en señalar que uno de los elementos del Estado
es el Poder, que supone energía, competencia o capacidad para alcanzar un fin, o sea
que se trata de una actividad, en consecuencia, dentro de un Estado y que puede ha-
ber diversos poderes según la organización dada.
La Soberanía es una cualidad del poder y, señalar el carácter formal de ella, dice Jelli-
nek: “La evolución histórica de la soberanía nos demuestra que ésta significó la nega-
221
ción de toda subordinación o limitación del Estado por cualquier otro poder. Poder So-
berano de un Estado es, por lo tanto, aquel poder que no reconoce ningún otro supe-
rior a sí; es, por consiguiente, el predominante en su vida exterior; esto es, en la rela-
ción del Estado Soberano con otros estados, en tanto que la primera cualidad se echa
de ver, singularmente considerándolo en su vida interior, en su relación con la perso-
nalidad que encierra dentro de sí”.
En consecuencia, pueden haber estados que no sean soberanos porque tienen todos
los elementos para caracterizarlos, o sea territorio, población y poder; pero carece de
este atributo soberano que es propio de uno de los elementos: el poder.
Kelsen, llega a iguales conclusiones: “El estado es un orden supremo, que no tiene
sobre sí ningún orden superior, puesto que la validez del orden jurídico estatal no deri-
va de ninguna norma supraestatal”.
Este tema de la soberanía guarda relación con la naturaleza jurídica del municipio,
porque alguna vez, en expresa o tácita adhesión a la teoría pluralizante de la sobera-
nía, se ha hecho referencia en congresos municipales al ejercicio de la soberanía por
el municipio.
AUTONOMÍA: La autonomía es una voz que proviene del griego y significa “la posibi-
lidad de darse la propia ley”.
Otra acepción es: “potestad que dentro del Estado pueden gozar municipios, provin-
cias, regiones y otras entidades de él, para regir intereses peculiares de su vida inte-
rior, mediante normas y órganos de gobierno propios” (Diccionario de la lengua espa-
ñola).
AUTARQUÍA: La autarquía es una voz que proviene, también, del griego y significa
“mismo mando”, o sea, “el mando de sí mismo” (Diccionario de la Lengua Española).
Con el transcurso del tiempo, esta palabra comienza a ser utilizada por los administra-
tivistas italianos, a fines del siglo pasado y comienzos de éste, pero con un sentido
totalmente diverso.
Esto mismo es reconocido por el propio Bielsa que, siguiendo a dichos autores y en
particular a Orlando y Ferraris, denomina entidad autárquica a “toda persona jurídica-
pública que, dentro de los límites del derecho objetivo y con capacidad para adminis-
trar, es considerada respecto del Estado como uno de sus órganos, porque el fin de la
entidad autárquica es la realización de sus propios intereses que son también intere-
ses del Estado”.
AUTARCIA: La autarcía es una voz que, también, proviene del griego e importa ser
“suficiente uno mismo”, o sea “bastarse a uno mismo”.
Más allá de aquel significado, para la doctrina importa la “idea de autosuficiencia eco-
nómica”, como lo dice Miguel S. Marienhoff.
1.- Tesis que considera que el Art. 5 de la C.N. trae aparejada la Autonomía Mu-
nicipal (Fías, Vanossi, Sánchez Viamonte, Bidart Campos, Hernández, etc.).
También expresa, en el título “Poder Municipal”, los primeros elementos del mu-
nicipio son las familias que viven unidas en un mismo principio de vida civil o
sea reconoce el origen natural. Se refiere a que eran elegibles y electores todos
y solo los padres de familia y jefes o representantes legítimos de familia. Tiene
una prolija enumeración de atribuciones.
- Las ciudades, villas y localidades con más de 200 habitantes, tendrán derecho
a la constitución de autoridades comunales para desempeñar funciones de po-
licía de seguridad, justicia, paz, vialidad, higiene, asistencia social, etc.
- Que las autoridades superiores de la comuna serán siempre electivas.
- También, que las comunas serán autónomas en el desempeño de sus funcio-
nes propias, pudiendo establecer impuestos, etc.
Son atribuciones:
Todos estos antecedentes que han sido evaluados por los sostenedores que
consideran al municipio como una entidad autónoma de índole política, si bien
extensos, nos permiten comprender y desentrañar la naturaleza autónoma del
municipio.
2.- Tesis Que Considera Al Municipio Como Una Entidad Autárquica Territorial
(Bielsa, Marienhoff, Fiorini, Diez y otros).
- Caso “Castro, María c/ Provincia de Buenos Aires de 1902” (fallos, t. 94, p. 421; t.
114, p. 282). Los partidarios de esta idea expresan además que los municipios
carecen de facultad para dictar su propia carta orgánica y están sometidos a un
“control”, lo que es propio de la autarquía.
- Caso “Ferrocarril del Sud c/ Municipalidad de La Plata” (fallos, t. 113, p. 282; t.
123, p. 313). Donde la Corte de Justicia de la Nación expresó que las municipali-
dades no son más que delegaciones de los poderes provinciales, circunscriptas a
fines y límites administrativos que la Constitución ha previsto como entidades del
Régimen Provincial y sujetas a su propia legislación.
En esta línea de pensamientos dijo, más adelante la Corte, que las municipalida-
des no son entidades autónomas, ni bases del gobierno representativo, republi-
cano federal (fallos, t. 194, p. 111).
Por ello, Bidart Campos expresó, con justa razón, que nuestra Corte se ha encar-
gado de difundir una jurisprudencia reñida con la técnica comunal de la libertad.
3.- Tesis Intermedia Que Sostiene Que El Art. 5 De La C.N. No Obliga A Las Pro-
vincias A Asegurar Un Régimen Municipal Autónomo O Autárquico, Sino Que
Deja Esta Caracterización Al Arbitrio De La Constitución Provincial (Joaquín
V. González, Bianchi, Castorina de Tarquini y otros).
Efectuada por el Dr. Antonio María Hernández, quien considera sobre esta norma fun-
damental, lo siguiente:
Así, Bidart Campos dice que ese origen constitucional, excluye la tesis tantas veces
enunciada, incluso por la Corte de Justicia de la Nación en su jurisprudencia de que
los municipios sean poderes delegados por las provincias.
En cuestión, adquiere singular relieve pues no solo se vincula con la naturaleza del
municipio, sino con otros aspectos como el poder tributario o el poder de policía, que
en virtud del art. 5 decimos que esos poderes tienen un carácter originario y no dele-
gado.
En esta línea, se inscriben Chubut (1957), Misiones (1958), Neuquén (1957), Río Ne-
gro (1957). Este proceso fue continuado con la reforma de dos constituciones de pro-
vincias históricas: Santiago del Estero en 1960 y Catamarca en 1966.
Otras constituciones han sido menos profundas en sus cambios, limitándonos a recep-
tar la autonomía municipal relativa o restringida, como las de Chaco (1957), Formosa
(1957), La Pampa (1960) y Santa Cruz (1957).
El más alto tribunal, abandonó la tesis que servía de fundamento a quienes abogaban
por la autarquía y, al contrario, admitió la autonomía municipal en él.
Caso “Rivademar Angela D.B. Galván de c/ Municipalidad de Rosario”. (La Ley, 1989,
C., p. 47 y ss.) fallado el 21/03/1989, por el Presidente de la Corte, Dr. José Severo
Caballero y los Ministros, Dres. Augusto Belluscio, Carlos Fayt, Enrique Petracchi y
Jorge Bacqué.
En primer lugar, como bien señala la Procuradora Fiscal en su dictamen, ella de nin-
gún modo podría ser afirmada con carácter uniforme para todo el territorio de la Na-
ción, ya que a partir de 1957, diversas constituciones provinciales han consagrado el
criterio de la autonomía de los municipios, que puede ser plena, cuando se los faculta
a dictar sus propias cartas orgánicas, o semiplena cuando no alcanza esa atribución.
Por otra parte, aun prescindiendo de las prescripciones concretas de las constitucio-
nes provinciales vigentes, debe reconocerse que mal se avienen con el concepto de
autarquía diversos caracteres de los municipios tales como: su origen constitucional
frente al meramente legal de las entidades autárquicas; la existencia de una base so-
229
“9”: Que sin embargo, aun cuando no se reconozca que la autonomía de los munici-
pios cuente con base constitucional, tampoco puede prescindirse de que la necesaria
existencia de un régimen municipal impuesta por el art. 5 de la Constitución, determina
que las leyes provinciales no solo no puedan legítimamente omitir establecerlos, sino
que tampoco puedan privarlos de las atribuciones mínimas necesarias para el desem-
peño de su cometido, entre las cuales resulta esencial la de fijar la planta de su perso-
nal, designarlo y removerlo. Fácil es advertir que si se encuentran sujetos en estos
aspectos a las decisiones de una autoridad extraña, aunque se trate de la provincial,
ésta podría impedirles el cumplimiento de sus funciones negándoles el personal nece-
sario para llevarlas a cabo, o causar el desorden administrativo o la ruina económica
imponiéndoles un número excesivo de empleados o remuneraciones que sus recursos
no permiten afrontar.
En primer lugar, diremos que al no poder modificarse el art. 5 de la C.N. por cuanto la
ley declarativa de la necesidad de la reforma 24309 impedía la reforma de los prime-
ros treinta y cinco artículos, se dispuso con acertado criterio en la inclusión de la auto-
nomía municipal mediante el cambio del art. 106. Dicha norma, con la actual numera-
ción, complementa al art. 5 y en consecuencia se ha prescripto que para el ejercicio de
poder constituyente por las provincias, uno de los requisitos establecidos es el de ase-
gurar un régimen municipal autonómico.
Reiteramos lo que dijimos con respecto al término “asegurando” que hace referencia a
lo que está, que existe e importa el reconocimiento del municipio como institución na-
tural y necesaria, basada en las relaciones de vecindad. Fijó la Convención con clari-
dad, alejando toda posibilidad de dudas- la obligación que deben cumplir las provin-
cias de asegurar sus regímenes municipales en forma autonómica. No existe ninguna
230
El Régimen Municipal Argentino es autónomo, pero conque alcance la C.N. solo decla-
ra la autonomía, dejando a cada provincia que delinee su alcance y contenido en el
orden institucional, político, administrativo, económico y financiero.
* Absoluta o Plena:
1.- Institucional
2.- Política
3.- Económica Financiera
4.- Administrativo Funcional
* Relativa o Semiplena:
No son municipios de convención aquella que comprende solo tres aspectos (2-3-4),
son entidades municipales que carecen de autonomía institucional.
Para una mayor comprensión, haremos un análisis sobre el significado del alcance y
contenido de la autonomía en cada uno de sus órdenes.
INSTITUCIONAL
Con relación a este aspecto de la autonomía municipal, para que tengan autonomía
municipal plena o autonomía municipal semiplena, reiterando lo ya expresado. Por
otra parte, un buen régimen municipal debe tener presente las distintas infraestructu-
ras psicológicas sobre las que se asientan los municipios y, en consecuencia, es difícil
que los más pequeños puedan afrontar la sanción de su propia Carta Orgánica.
Pero además de ello, si tenemos presente el elemento poblacional del estado local (o
sea el municipio) vemos que las provincias presentan distintas bases y son diferentes
los criterios y las cifras para el reconocimiento de la institución municipal.
El tercer párrafo de este art. 174 ha acarreado distintas posturas desde diversos sec-
tores de nuestra doctrina provincial.
Así, el Dr. Luis Alberto Martínez, titular de la Cátedra de Derecho Público Provincial y
Municipal, dijo, en su trabajo “La Autonomía Municipal. Una promesa incumplida”
(Doctrina Jurídica):
“Haciendo una remisión a los arts. 128 y cc. de la C.P. (hoy 130 y cc.) se pueden afir-
mar que la labor de los Convencionales Municipales puede ser observada hasta por el
voto del Gobernador. Con esto quiero resaltar el poco énfasis que los constituyentes
provinciales han puesto en este pequeño pero definitorio concepto introducido en este
precepto constitucional cuando dice... su previa aprobación por Ley de la Provincia a
los efectos de su compatibilización.
Por último, me hago la siguiente pregunta: en qué se diferencian las Cartas Orgánicas
Municipales para aquellos centros poblacionales con más de 10.000 habitantes de la
Ley de Municipalidades que debe dictar la Legislatura Provincial para aquellos otros
municipios que cuentan con menos de esa cantidad de habitantes.
una ley especial (última parte del art. 168 C.P., hoy art. 174) se contemplen sus situa-
ciones particulares.
Dicho de otra forma, lo único que se ha logrado es crear un complejo sistema para la
creación de una Ley de Municipalidades.
Esta híbrida fórmula constitucional está destinada, seguramente, a traer serios conflic-
tos en cuanto a la interpretación de su efectivo alcance jurídico.
Por su parte, el Dr. Omar Carranza, que fuera profesor de la Universidad Católica, en
su trabajo “Aspectos Fundamentales del Régimen Municipal Salteño”, expuestos en
Doctrina Jurídica y con relación a este tercer párrafo del art. 174 de la Constitución
Provincial, dice:
“Es condición de eficacia de las Cartas Municipales y de sus reformas, su previa apro-
bación por ley de la provincia a los efectos de su compatibilización... La Legislatura
debe expedirse en un plazo máximo de 120 días, transcurridos los cuales sin que lo
hiciera, quedan automáticamente aprobadas... Ello comporta una especie de control
constitucional previo”, como condición de eficacia de las Cartas Municipales y sus re-
formas.
POLITICO
Sobre este orden o aspecto político de la autonomía municipal, luego de asegurar los
principios republicanos, las provincias pueden establecer un muy amplio alcance y
contenido en esta materia. Señalemos que pueden existir diferentes formas de go-
bierno local, sistemas de opción para que cada municipio resuelva al respecto, distin-
tos sistemas electorales, mayor o menor participación ciudadana, etc.
ADMINISTRATIVO
ECONÓMICO
Desde el año 1985 hemos visto el ciclo reformas de numerosas constituciones provin-
ciales, donde la gran mayoría reconoce autonomía plena para sus municipios.
La reforma de nuestra propia Constitución Provincial, en el año 1986, fue una de las
primeras de ese ciclo de reformas que asumió el desafío de reconocer la autonomía
de sus municipios. Su Preámbulo ya expresaba con claridad “instituir la autonomía
235
municipal”. Podemos recordar que hasta ese año los intendentes eran elegidos por el
gobernador de la provincia y todas las instituciones municipales, como sus facultades
y deberes, incluso sus recursos financieros eran determinados por la Ley Orgánica de
Municipalidades.
El art. 164 de la C.P. (hoy 170) al referirse a la naturaleza del municipio salteño, decía:
“Todo centro poblacional que cuente con el número mínimo de novecientos habitantes,
constituye un municipio encargado del gobierno y administración de sus intereses y
servicios”.
Es decir que, ello nos muestra un enfoque tibio de su naturaleza que no alcanza a for-
talecer su esencia de institución natural y necesaria, basada en las relaciones de ve-
cindad, con carácter esencialmente político y no simplemente administrativo y con fi-
nalidades de bien común de la sociedad local.
Así, en la Doctrina, el Dr. Antonio M. Hernández, definía al municipio diciendo: “El mu-
nicipio es la sociedad organizada políticamente en una extensión territorial determina-
da, con necesarias relaciones de vecindad, sobre una base de capacidad económica
para satisfacer los gastos del gobierno propio y con personalidad jurídica pública esta-
tal”.
Por ello apoyamos la tesis de que el municipio es una entidad natural, y, previo a toda
legislación positiva, impide que la institución municipal sea una simple creación de la
ley, solo es reconocida por los cuerpos legales. La idea se vincula con el origen socio-
lógico del instituto municipal. Si bien es cierto que para su efectiva existencia requiere
de una ley, o sea dar un paso legal sociológicamente consideramos al Municipio como
una organización espontánea, pues así lo experimenta el hecho natural de vecinos
que se van nucleando en terrenos próximos y que ante sus necesidades comunes,
necesitan organizarse para convivir. De allí que una ley no lo crea, sino que debe re-
conocer.
Art. 170 de la C.P.: “Esta Constitución reconoce al municipio como una co-
munidad natural que asentada sobre un territorio y unida por relaciones de
vecindad y arraigo, tiende a la búsqueda del bien común local. Los Munici-
pios gozan de autonomía, economía financiera y administrativa...”.
EN EL ÁMBITO UNIVERSAL
1. Tesis del origen egipcio de la estructura municipal: idea minoritaria (Salvador Anto-
nio Leal Osorio).
2. Tesis del origen griego: adhesión al maestro cubano Adriano Carmona Romay,
quien ubica el origen en Atenas y en tiempos de Clístenes, figura a la cual le adju-
dica la creación de los demos.
3. Tesis del origen románico: es la mayoritaria en la doctrina.
4. Tesis de Francisco Ramos Mejías: afirmó que ya los fenicios, al introducir en la Pe-
nínsula Ibérica un gobierno basado en cuerpos colectivos, dejaron lugar a la liber-
tades municipales y, agregó, que los griegos, variando el tipo de organización polí-
tica dada a España desde la tribu hasta la ciudad, acogieron la institución munici-
pal.
5. El gran municipalista, hispano Adolfo Posada, ha sintetizado el perfil del municipio
romano al considerarlo dotado de: a) un territorio fijado, b) una población cuyo re-
presentante era la asamblea general, c) una organización encarnada por la curia o
cuerpo deliberativo y d) el culto a los dioses.
La coronación de esta evolución iba a estar dotada por la Lex Julia Municipalis (año 45
a. C.), vendría a completar el esquema la Constitución dictada en el año 217 por el
Emperador Antonio Caracalla por medio de la cual se afirmarían las autonomías loca-
les.
ÁMBITO NACIONAL
Tenemos los alcaldes (de primer y segundo voto), el fiel ejecutor (encargado de la vigi-
lancia de precios y comercios), el alférez real (se ocupaba de la custodia, paseo y
guarda del estandarte real), el síndico procurador (representaba a la ciudad en el ca-
bildo) y el alguacil mayor (procedía a ejecutar los mandamientos).
Este período que se extendió desde la instalación de la institución hasta 1852, puede
ser dividido en sucesivas etapas:
Otras constituciones han sido menos profundas en sus cambios, limitándose a recep-
tar la autonomía municipal relativa o restringida. Por ejemplo: Chaco (1957), Formosa
(1957), La Pampa (1960) y Santa Cruz (1957).
La Constitución de Salta
En su sección tercera, dedica un capítulo al Régimen Municipal, desde los arts. 170 al
183.
Art. 170: “Para constituir un nuevo Municipio se requiere una población permanente de
mil quinientos habitantes y una ley a tal efecto. Los municipios existentes a la fecha de
sanción de esta constitución continúan revistiendo el carácter de tales.
Art. 171: establece como se integra el gobierno de los municipios. “El gobierno de los
municipios se compone de:
Cuando los municipios superen los 50.000 habitantes, el número de miembros de los
concejos puede reajustarse por la Legislatura, aumentándose la base poblacional para
su elección, pero nunca disminuyéndola.
Art. 172: establece las condiciones de elegibilidad y la duración de los concejales y del
intendente". Para ser concejal se requiere:
Para ser Intendente se debe tener veinticinco años de edad como mínimo, ser nativo
del Municipio o tener dos años de residencia inmediata anterior a él y las demás con-
diciones para ser concejal. Los Intendentes duran cuatro años en sus cargos y los
Concejales dos años. Todos son reelegibles”.
238
Art. 174: “Los Municipios de más de diez mil habitantes dictan su Carta Municipal, co-
mo la expresión de la voluntad del pueblo, en un todo de acuerdo con las disposicio-
nes de esta constitución. A tal efecto, convocan a una Convención Municipal. Los
Miembros de la misma son electos por el sistema proporcional que fije la Ley Electoral
y su número excede del doble de la composición del Concejo Deliberante. Para
desempeñarse como Convencional, deben reunirse los mismos requisitos exigidos
para ser Concejal.
Los municipios de diez mil habitantes o menos, se rigen por las disposiciones de la
Ley de Municipalidades. Sin perjuicio de ello, a pedido de cada Municipio, se contem-
plan sus situaciones particulares por una ley especial que se dicte a tal efecto.
Capítulo Segundo: Trata sobre las funciones municipales. Así, considera que son
deberes y atribuciones de la Municipalidad la de gobernar y administrar los asuntos
públicos e intereses locales, fomentar y promover la actividad deportiva y recreativa de
la población, cooperar con la provincia o la nación en la asistencia social, salud públi-
ca, preservación del medio ambiente y recursos naturales, fomentar la educación y la
cultura, promover la construcción de viviendas, asegurar la preservación del patrimo-
nio histórico, cultural y arquitectónico, determinar las normas relativas al urbanismo,
higiene, salubridad y moralidad como así también promover la provisión de gas, agua
potable, electricidad, alumbrado público, ejercer el poder de policía, promover la reali-
zación de obras públicas, fomentar la actividad turística.
Capítulo Segundo: Trata sobre las Municipalidades y establece las categorías. Habrá,
así, Municipalidades de primera categoría en los municipios cuya población sea de
más de diez mil habitantes, y de segunda categoría en los que la población exceda de
cinco mil habitantes. Las Municipalidades de primera y segunda categoría, se com-
pondrán de un Concejo Deliberante y de un Intendente.
Capítulo Cuarto: Trata sobre las Atribuciones de los Concejos Deliberantes. El art. 20
dice que los Concejos Deliberantes dictarán su reglamento interno para asegurar su
mejor funcionamiento y se enumeran sus atribuciones.
Capítulo Quinto: Se refiere a los Intendentes y sus atribuciones como así también a
sus deberes.
1.- Democracia Directa o Pura: Es el gobierno directo del pueblo; es decir, éste sin
mandatarios ni representante y por sí mismo, se da sus leyes fundamentales y ordina-
rias y ejerce las funciones del Estado. Esta tuvo vigencia en pequeñas organizaciones
políticas de la antigüedad en la “ágora” ateniense y en el “forum” romano, en las cua-
les el pueblo intervenía directamente en las funciones públicas. Actualmente esta for-
ma de democracia solo se conserva en las Asambleas populares que se reúnen perió-
dicamente en algunas comarcas suizas.
moderno, tornan imposible la práctica de esta forma de democracia, razón por la cual
ha caído en desuso en el mundo contemporáneo.
3.- Democracia Semidirecta: Esta forma de democracia surge como medio para re-
mediar las falencias que se le atribuyen a la Democracia Indirecta o Representativa,
ya que los órganos representativos muchas veces no constituyen fiel expresión de la
voluntad popular.
De esta manera se amplia y profundiza la participación del pueblo mediante esta De-
mocracia Semidirecta. Este adquiere relevancia en EEUU a principios del Siglo XX y
en Europa después de la Primera Guerra Mundial.
a) Referéndum
b) Plebiscito
c) Iniciativa Popular
d) Consulta Popular
e) Revocatoria o recall
f) Asamblea de Hombres Libres.
REFERENDUM
Según Linares Quintana, el referéndum puede ser definido como el derecho del pueblo
a participar de la actividad constitucional, legislativa o administrativa, aceptando o re-
chazando por medio del sufragio las resoluciones de una o varios órganos: constitu-
yente, legislativo o administrativo.
Xifra Heras, opina que no resulta fácil una distinción general y científica entre referén-
dum y plebiscito, no solo por los puntos o zonas de contacto, sino por la diversidad de
significaciones que se atribuyen al término plebiscito.
La decisión del electorado es obligatoria para todos los poderes públicos y, en su ca-
so, se promulga y se publica.
También, es necesario destacar la primera parte de la norma del art. 2 de la C.P.: “La
soberanía reside en el pueblo, quien la ejerce a través de sus representantes y demás
autoridades legítimamente constituidas y por sí, de acuerdo con las formas de partici-
pación que la presente constitución establece”.
Se desprende de esta norma la recepción del principio del sistema de gobierno repre-
sentativo (art. 1 del C. Provincial y art. 5 de la C. Nacional) pero a su vez, está admi-
tiendo y recepcionando las formas de democracia semidirecta, como medio para com-
plementar y perfeccionar el sistema representativo.
c) Que la decisión del electorado corresponda a la mayoría absoluta de los votos váli-
dos emitidos.
Del análisis de esta norma surge que, a nivel municipal, es facultativo del poder muni-
cipal poner a consideración del electorado municipal cuestiones de gobierno, o bien el
mantenimiento, reforma o derogación de normas jurídicas, de significativa importancia,
siempre que esas cuestiones no recaigan sobre las materias expresamente prohibidas
que son: cuestiones presupuestarias, tributarias o de gracia. La norma también regla-
menta los requisitos formales requeridos para la validez y eficacia del referéndum y,
una vez que el cuerpo electoral se pronuncia mediante referéndum, siendo la decisión
la que corresponda a la mayoría absoluta de los votos válidos emitidos, dicha decisión
se convierte en vinculante para los poderes públicos municipales, de manera que es-
tos no podrán adoptar una conducta o decisión contraria al sentido de la mayoría ab-
soluta de los votos válidos emitidos.
Pero, si bien esta norma en términos generales facultan a los poderes municipales a
someter ciertas cuestiones a referéndum, advertimos que en la Carta Orgánica Muni-
cipal, el art. 99, sobre radicación de plantas nucleares establece: “Será causa de refe-
réndum popular, la radicación de plantas de energía nuclear. Idéntico mecanismo se
adoptará ante la eliminación de residuos radiactivos, cuando puedan afectar los in-
tereses y seguridad pública del municipio y sus habitantes”.
• Art. 119: “Toda modificación sobre la jurisdicción territorial de los municipios se dis-
pone por ley, previa consulta popular del cuerpo electoral municipal y se realizará en
247
Iniciativa popular
De esta norma solo nos interesa dejar destacado que la ley reglamentaria de este de-
recho a nivel provincial, tampoco fue sancionada aún. Por tanto, no tenemos a nivel
provincial ningún antecedente de ejercicio de este derecho.
Encontramos aquí una fundamental diferencia del derecho a iniciativa popular munici-
pal, en relación con este derecho a nivel nacional y provincial nuestro, dado que por
las normas del art. 39, última parte de la Constitución Nacional y art. 59, última parte
de la Constitución Provincial, queda excluido este derecho en los proyectos de reforma
de la Constitución Nacional y Provincial, respectivamente.
Pero, a nivel municipal salteño, se lo habilita a este derecho para instar el dictado o
reforma de la Carta Municipal, de manera que el electorado municipal puede, por el
ejercicio de este derecho, actuar como promotores de la actividad constituyente muni-
cipal, o poder constituyente de tercer grado, sin perjuicio que una vez promovido el
dictado o la reforma de la Carta Orgánica Municipal por iniciativa popular municipal, se
debe cumplir con las etapas constitucionalmente plasmada de:
• Art. 111: “Los ciudadanos que representen como mínimo el 2% del electorado muni-
cipal, podrán presentar proyectos de ordenanzas, siempre que no importen deroga-
ción de tasas, derechos, aranceles, contribuciones, gravámenes o dispongan la eje-
cución de gastos no previstos en el presupuesto”.
• Art. 112: “El Concejo Deliberante aprobará o rechazará el proyecto de iniciativa en el
plazo de 90 días desde su presentación. En caso contrario, no podrá dar por con-
cluido el período de sesiones ordinarias”.
Revocatoria o Recall
En términos generales puede definirse como el derecho reservado a una fracción del
cuerpo electoral, para someter a votación de este la destitución de los funcionarios
sometidos a revocatoria.
En los casos anteriores, ya sea por medio de elecciones, de partidos políticos o de los
institutos de democracia semidirecta, se trata de la participación estrictamente política
en el orden local. Pero también existe otro tipo de participación que es complementaria
de la anterior y que apunta a los aspectos cotidianos de la vida de los hombres.
249
No cabe dudar que en los grandes centros urbanos, efectúan una invalorable labor de
mediación entre las autoridades del gobierno comunal y los vecinos de los barrios ale-
jados, que muchas veces son los que más necesitan de la acción municipal, para sa-
tisfacer la prestación de mínimos y elementales servicios públicos.
Cabe afirmar, en cuanto a las funciones de estos centros, que en general ejercen un
estimable grado de participación y de gestión en la vida comunal, mediante el control
de los servicios públicos locales, formulación de planes, ejecución de obras, emisión
de opiniones, etc.
A pesar de lo que puedan establecer las legislaciones, para nosotros en modo alguno
deben interferir en las funciones del gobierno comunal, que corresponden exclusiva-
mente a quienes ostentan el mandato popular. Se trata pues de un medio más para
estimular la vida cívica y la participación vecinal, de tanta importancia en el orden lo-
cal.
COMPETENCIA MUNICIPAL
Concepto de competencia
En Derecho Público, expresó Enrique Sayagues Laso, la competencia pude definirse
como la aptitud de obrar de las personas públicas o de sus órganos.
Principios de la competencia
a) Debe surgir de una norma expresa, lo que se relaciona con la especialidad de las
personas públicas y constituye la principal diferencia con las personas del Derecho
Privado.
b) Es improrrogable, porque está establecida en interés público y surge de una norma
estatal y no de la voluntad de los administradores ni de la voluntad del órgano en
cuestión.
c) Pertenece al órgano y no a la persona física titular de él.
250
a) El territorio, que es el ámbito espacial en que accionan las personas públicas y sus
órganos.
b) La materia, pues cada persona pública tiene a su cargo determinadas actividades o
tareas.
c) Los poderes jurídicos, que corresponden a las personas jurídicas y a sus órganos
para actuar en la materia y límites fijados, y que son potestades de legislación, de
administración o jurisdiccionales y aún potestad constituyente.
No se debe confundir la competencia de las personas públicas con las de sus órga-
nos, como por ejemplo la del Estado y sus llamados poderes o de la municipalidad y
sus respectivos departamentos.
Además del Estado, existen otros entes territoriales o institucionales que también tie-
nen competencia y que están originados por el fenómeno de la descentralización de
innegable presencia en la realidad contemporánea.
Otra clasificación corresponde a Rafael Entrena Cuesta y divide las competencias en:
- Indistintas: Si bien pueden ser ejercidas por el municipio como ente público por lo
que tienen carácter municipal pueden ser también desarrolladas por el Estado o la
Provincia independiente de aquel.
- Mixtas: Simultáneamente atribuidas al municipio y a otro ente y sólo pueden ser eje-
cutadas por ambos conjuntamente.
Estas teorías históricas y jusnaturalistas, fueron refutadas por autores como Jellinek y
Kelsen, que negaron la posibilidad de la existencia de soberanía para el municipio ya
que por el carácter de indivisibilidad de aquella, solo corresponde al Estado y por
Markl y Entrena Cuesta, que partiendo de la anterior aseveración, sostuvieron que
todos los entes tienen sólo las competencias asignadas por el derecho estatal, en vir-
tud de leyes que tienen presentes motivos de oportunidad y conveniencia.
Edilicias
De Vecindad De Sanidad
o Poder de Policía
De Actividad Policiales
de Policía de Costumbres
La Comunidad
De Asistencia Social
Educacionales
Culturales
Organización de Poderes
Políticas Estado Nacional
Relaciones Políticas
De Autoridad Estado Provincial
o Administrativas
De Gestión De Derecho Público
Jurídicas
Como Personas Jurídicas
Financieras
252
También así lo disponen casi todas las constituciones provinciales argentinas, como lo
vimos y lo consagró la Constitución Nacional en el Art. 123.
Con relación a la competencia material propia, aplicando la clasificación del Dr. Mo-
rán, observamos:
Existe un alejamiento entre norma y realidad, ya que la primera legisla en general una
municipalidad autónoma, verdadero gobierno local con su esfera de competencia y
base de nuestra descentralización política, mientras que los comportamientos institu-
cionales muestran una realidad distinta.
Asimismo, advertimos que se vehiculizó a los municipios por empresas estatales fede-
rales o reparticiones provinciales, para la prestación de determinados servicios o para
la realización de ciertas obras públicas que eran de competencia de estas entidades.
Compete a los Municipios, sin perjuicio de las facultades provinciales, con arreglo a las
Cartas Orgánicas y Leyes de Municipalidades:
1. Darse su propia organización normativa, económica, administrativa y financiera.
2. Aprobar su presupuesto, el que deberá ser elaborado dentro de un marco de dis-
ciplina fiscal, conforme a los principios de esta Constitución.
3. Establecer, por Ordenanzas, tasas y tarifas.
4. Recaudar e invertir sus recursos. Dar a publicidad, por lo menos trimestralmente,
el estado de sus ingresos y egresos y una memoria sobre la labor desarrollada,
dentro de los setenta días de vencido el ejercicio.
5. Contraer empréstitos con fines determinados, con la aprobación de los dos tercios
de votos de la totalidad de los miembros del Concejo Deliberante. En ningún caso
el servicio para el pago de empréstitos puede exceder la cuarta parte de las rentas
municipales, ni la previsión financiera para tal objeto aplicarse a otros fines.
6. Prestar los servicios públicos locales por sí o por concesión.
7. La regulación de los cementerios y los servicios fúnebres.
8. La preservación del patrimonio histórico y arquitectónico local.
9. Lo relativo a urbanismo, higiene, salubridad y moralidad, como así también a la
protección y promoción del medio ambiente, paisaje, equilibrio ecológico y polu-
ción ambiental, tendiendo al desarrollo sostenible.
10. La recreación, deporte, esparcimiento y espectáculos públicos.
11. La realización de obras públicas.
12. El fomento de la educación, la cultura y el turismo.
13. La promoción en todos los niveles de la vida del Municipio de distintas formas y
canales de participación de los vecinos, entidades intermedias y gobierno munici-
pal.
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