Tesis “La educación con sentido comunitario: reflexiones en torno a la formación del

profesorado”
El texto de Alma Ramírez plantea el papel de los docentes en el contexto de la educación
comunitaria, de esta forma, muestra cómo el profesorado se plantea en un principio como
un actor flexible dentro del ámbito escolar pues se entiende que bajo este enfoque, la
escuela no se presenta de la forma tradicional, como una transmisión de conocimientos y
que limita su acción a las aulas e instituciones, sino que debe ser abordada como un agente
íntimamente relacionado a las organizaciones sociales y sus realidades, de este modo, los
procesos educativos que se dan en esta se llevan a cabo mediante una articulación y un el
establecimiento de un dialogo entre estudiantes, docentes, directivos, familias y demás
personas presentes en la toma de decisiones que afecten a la comunidad. Esta relación
fomenta la participación de diferentes sujetos y organizaciones como gobiernos,
académicos y la sociedad en general, así, a través de este dialogo se entiende la escuela
como un sistema en el que sus participantes internos están relacionados entre sí y a la vez
con su entorno.

En este sentido, se plantea la comunidad como un aspecto fundamental para cumplir los
objetivos de la educación: formar para vivir y convivir; a este respecto, la comunidad es
entendida como todos aquellos vínculos de proximidad, emotividad, empoderamiento,
participación y reciprocidad entre sujetos, así, la comunidad se organiza con el fin de
construir un bienestar común por medio de la pluralidad, el respeto y solidaridad.

Así pues, los procesos educativos comunitarios también se ven atravesados por las
dinámicas colaborativas, pues se ponen como meta responder y aportar a las necesidades
sociales que tiene su entorno desde la formación y el desarrollo de las habilidades
individuales, es por eso que esta escuela se configura a través de los procesos participativos
entre los diferentes agentes que la conforman y las dinámicas de inclusión e igualdad, pues
está orientada a transformar las condiciones imperantes que segregan e impiden la
participación de todos dentro de la comunidad, pues se debe pasar de una mirada pasiva
frente a las problemáticas presentes en el contexto e incorporar los sentires comunitarios a
la escuela.
En este orden de ideas, al contemplar una educación que se construye desde las
subjetividades de todos los actores que la componen, el maestro debe romper con su rol
tradicional que lo expone como un transmisor de conocimientos y abordar una posición
también de aprendiz, pues debe construir su trabajo desde la escucha de ideas,
conocimientos y metodologías que le brindan los demás agentes no solo de la escuela sino
de toda la comunidad. Este proceso de influencias del entorno por parte del docente, debe
responder a un constante ejercicio de análisis tanto del contexto social en el que se
desenvuelve como de su propio trabajo a través de la autocrítica. Así, se lleva a una
reflexión sobre la formación de maestros, pues esta debe estar encaminada una labor que a
través del conocimiento de su área pueda incentivarse el desarrollo del individuo y de la
colectividad.