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Documento interno de la OMS para uso exclusivo en investigación; no citar ni distribuir

GUÍAS PARA EL DIAGNÓSTICO CIE-11

Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, 2020


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ÍNDICE

Pág.

ESQUIZOFRENIA Y OTROS TRASTORNOS PSICÓTICOS PRIMARIOS 3

TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO 28

TRASTORNOS DE ANSIEDAD Y RELACIONADOS CON EL MIEDO 60

TRASTORNOS OBSESIVO-COMPULSIVOS Y TRASTORNOS 78


RELACIONADOS

TRASTORNOS ASOCIADOS ESPECÍFICAMENTE CON EL ESTRÉS 102

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD Y RASGOS RELACIONADOS 112

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ESQUIZOFRENIA Y OTROS TRASTORNOS PSICÓTICOS PRIMARIOS.

Introducción
La esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios se caracterizan por distorsiones
significativas en el juicio de realidad y por alteraciones en el comportamiento que se
manifiestan a través de síntomas tales como delirios, alucinaciones, trastorno formal del
pensamiento (que suele manifestarse como lenguaje desorganizado), comportamiento
desorganizado, alteraciones psicomotoras y síntomas negativos como el afecto embotado o
aplanado que no ocurre de forma primaria como resultado del uso de sustancias u otra condición
médica no clasificada como trastornos mentales y del comportamiento. En el contexto del
trastorno esquizotípico, los síntomas pueden estar sustancialmente atenuados de forma tal que
pueden ser caracterizados como excéntricos o peculiares más que abiertamente psicóticos.
Aunque los síntomas psicóticos pueden presentarse también en trastornos de otras secciones de
la clasificación de trastornos mentales y del comportamiento, estos síntomas abarcan las
características determinantes de los trastornos de esta sección. Si bien experiencias como éstas
pueden presentarse en un continuum y pueden encontrarse a lo largo de la población, los
trastornos de este grupo representan patrones de comportamiento que ocurren con la frecuencia
e intensidad suficiente para alejarse de las normas culturales y/o subculturales esperadas.

Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios incluye los siguientes:


7A50 Esquizofrenia
7A51 Trastorno esquizoafectivo
7A53 Trastorno psicótico agudo y transitorio
7A52 Trastorno esquizotípico
7A54 Trastorno delirante
7A5Y Otro trastorno psicótico primario

Las categorías en el grupo de esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios no deben


ser empleadas para clasificar inquietudes o conductas comunes en naturaleza o grado o que son
sancionados culturalmente. Muchas prácticas religiosas o culturales a lo largo del mundo
incorporan experiencias cualitativamente similares en naturaleza a los síntomas descritos aquí,
y no deben ser consideradas patológicas.

7A50 Esquizofrenia
Características esenciales (requeridas):
• Al menos dos de los siguientes síntomas (comunicados por el paciente o bien por
observación del clínico u otros informantes), durante la mayor parte del tiempo por un
período de 1 mes o más. Al menos uno de los síntomas calificados debe estar incluido en
los incisos de la (a) a la (d) de la siguiente lista:
a) Delirios persistentes (p. ej., delirios de grandiosidad, delirios de referencia, delirios
de persecución).
b) Alucinaciones persistentes (más comúnmente auditivas, aunque pueden ser de
cualquier modalidad sensorial).
c) Pensamiento desorganizado (trastorno formal del pensamiento) (p. ej.,
tangencialidad y asociaciones laxas, lenguaje circunstancial, neologismos). Cuando
es grave, el lenguaje de la persona puede ser tan incoherente que es incomprensible
(“ensalada de palabras/ “jergafasia”).
d) Experiencias de influencia, pasividad o control (p. ej., la experiencia de que los
pensamientos o acciones no son generados por la persona, sino que son insertados

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o retirados de la mente por otros, o que los pensamientos están siendo difundidos a
otros). Nota: las explicaciones delirantes para este fenómeno se considerarán como
prueba de que se cumple el punto (a) anterior.
e) Síntomas negativos como aplanamiento afectivo, alogia o pobreza del habla, abulia,
asociabilidad y anhedonia. Nota: Debe quedar claro que estos síntomas no son
secundarios a un trastorno del estado de ánimo, sustancias o medicación.
f) Comportamiento notoriamente desorganizado que puede ser observado en
cualquier actividad intencionada/dirigida a metas (p. ej., comportamientos que
parecen bizarras o sin propósito, respuestas emocionales impredecibles o
inapropiadas que interfieren con la organización del comportamiento).
g) Alteraciones psicomotoras tales como inquietud o agitación catatónica, posturas
anormales, flexibilidad cérea, negativismo, mutismo o estupor.
• Los síntomas no son una manifestación de otra condición de salud (p. ej., tumor cerebral)
y no se deben al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso (p.
ej., corticosteroides), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia (p. ej.,
abstinencia de alcohol).

Calificadores del curso de la esquizofrenia


Los siguientes calificadores deben ser utilizados para identificar el curso de la esquizofrenia,
incluyendo si la persona actualmente cumple los requisitos de la definición de esquizofrenia o
si está en remisión parcial o total. Los calificadores del curso también se utilizan para indicar
si el episodio actual es el primer episodio de esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo, si ha
habido varios de estos episodios o si los síntomas han sido continuos durante un periodo
prolongado de tiempo.

7A50.1 Esquizofrenia, primer episodio


El calificador del primer episodio sólo debe aplicarse cuando el episodio actual o más reciente
es la primera manifestación que cumple con todos los requisitos de la definición de
esquizofrenia, en términos de síntomas y duración. Si ha habido un episodio de esquizofrenia o
trastorno esquizoafectivo previo, debe utilizarse el calificador de ‘episodios múltiples’.

7A50.11 Esquizofrenia, primer episodio, actualmente sintomático


Se cumplen todos los requisitos de la definición de esquizofrenia en términos de
síntomas y duración, o se han cumplido en el último mes.
Nota: Si la duración del episodio es mayor a un año, el calificador ‘continuo’ se puede
utilizar, dependiendo de la situación clínica.

7A50.12 Esquizofrenia, primer episodio, en remisión parcial


No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes, pero algunos síntomas significativos permanecen, y pueden o no estar
asociados con el deterioro funcional.

7A50.13 Esquizofrenia, primer episodio, en remisión total


No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes y no permanecen síntomas clínicamente significativos.

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7A50.2 Esquizofrenia, episodios múltiples


El calificador de episodios múltiples debe ser aplicado cuando ha habido mínimo dos episodios
que cumplen con todos los requisitos de la definición de la esquizofrenia o del trastorno
esquizoafectivo en términos de síntomas y duración, con un periodo de remisión parcial o total
con duración de al menos tres meses entre episodios, y el episodio actual o más reciente es de
esquizofrenia. Durante el periodo de remisión los requisitos de la definición de esquizofrenia
se cumplen parcialmente o están ausentes.

7A50.21 Esquizofrenia, episodios múltiples, actualmente sintomática


Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de esquizofrenia en
términos de síntomas y duración, o se han cumplido en el último mes.

7A50.22 Esquizofrenia, episodios múltiples, en remisión parcial


No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes, pero algunos síntomas significativos permanecen y pueden o no estar
asociados con el deterioro funcional.

7A50.23 Esquizofrenia, episodios múltiples, en remisión total


No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes y no permanecen síntomas clínicamente significativos.

7A50.3 Esquizofrenia, continua

El calificador de continuo debe ser aplicado cuando los síntomas que cumplen todos los
requisitos de la definición de esquizofrenia han estado presentes durante casi todo el curso de
la enfermedad, por un periodo de al menos un año, siendo los períodos con síntomas
subumbrales muy breves en relación a todo el curso.

Límites con otros trastornos y la normalidad:

• Límites con la normalidad: Los síntomas psicóticos o las experiencias subjetivas


inusuales pueden presentarse en la población general, pero usualmente son de naturaleza
fugaz y no se acompañan de otros síntomas de esquizofrenia o de un deterioro en el
funcionamiento psicosocial. En la esquizofrenia, están presentes múltiples síntomas
persistentes y generalmente están acompañados por deterioro en el funcionamiento
cognitivo y otros problemas psicosociales.
• Límite con trastorno esquizoafectivo: Los síntomas del estado de ánimo con frecuencia
están presentes en la esquizofrenia, pero no son lo suficientemente numerosos o graves
para cumplir con los requisitos de la definición de un episodio depresivo moderado o grave
o un episodio maníaco o mixto, o los síntomas psicóticos y del estado de ánimo no están
presentes simultáneamente por un periodo de al menos un mes. En cambio, en el trastorno
esquizoafectivo, los síntomas psicóticos que cumplen los requisitos de la definición de la
esquizofrenia ocurren simultáneamente con los síntomas del estado de ánimo que cumplen
con los requisitos de un episodio depresivo moderado o grave, un episodio maníaco o un
episodio mixto, y la duración de los episodios sintomáticos es de al menos un mes tanto
para los síntomas psicóticos como los síntomas del estado de ánimo. Los diagnósticos de
esquizofrenia y trastorno esquizoafectivo tienen previstos ser aplicados para el periodo
actual de la enfermedad. Por lo tanto, una persona que tenía un episodio previo de trastorno

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esquizoafectivo podría calificar para un diagnóstico de esquizofrenia en el episodio actual,


si los síntomas del estado de ánimo no están presentes en ese momento. En otras palabras,
un diagnóstico previo de trastorno esquizoafectivo no excluye un diagnóstico de
esquizofrenia y viceversa.
• Límite con el trastorno psicótico agudo y transitorio: Los síntomas psicóticos en la
esquizofrenia duran al menos un mes en forma plena y florida. Por el contrario, los
síntomas en el trastorno psicótico agudo y transitorio, tienden a fluctuar rápidamente en
intensidad y tipo a lo largo del tiempo, de tal forma, que el contenido y foco de los delirios
o alucinaciones cambia con frecuencia, incluso diariamente. Estos cambios rápidos son
inusuales en la esquizofrenia. Los síntomas negativos pueden estar presentes en la
esquizofrenia, pero no se presentan en el trastorno psicótico agudo y transitorio. La
duración del trastorno psicótico agudo y transitorio no sobrepasa los 3 meses y muy
frecuentemente, dura de algunos días a un mes, en comparación con el curso prolongado
típico de la esquizofrenia.
• Límite con trastorno delirante: Tanto la esquizofrenia como el trastorno delirante pueden
caracterizarse por delirios persistentes. Si otras características que cumplen los requisitos
para el diagnóstico de la esquizofrenia (p. ej., alucinaciones persistentes, pensamiento
desorganizado, experiencias de influencia, pasividad o control, síntomas negativos,
conducta psicomotora desorganizada o anormal) están presentes, se debe asignar el
diagnóstico de esquizofrenia en lugar del diagnóstico de trastorno delirante. Sin embargo,
las alucinaciones que son consistentes con el contenido de los delirios y no ocurren de
forma persistente (p. ej., con frecuencia regular durante un mes o más) son más
consistentes con el diagnóstico de trastorno delirante que con el de esquizofrenia. El
trastorno delirante se caracteriza por una personalidad relativamente
conservada/preservada y menor deterioro y disfunción en el funcionamiento social y
laboral, en comparación con la esquizofrenia, y los individuos con trastorno delirante
tienden a presentarlo por primera vez a una edad más tardía.
• Límite con el trastorno esquizotípico: El trastorno esquizotípico se caracteriza por un
patrón persistente de lenguaje inusual, percepciones, creencias y conductas semejantes a
formas atenuadas de los síntomas que definen la esquizofrenia. La diferencia entre la
esquizofrenia y el trastorno esquizotípico se basa enteramente en la intensidad de los
síntomas—es decir, la esquizofrenia se diagnostica si los síntomas son lo suficientemente
intensos para cumplir los requisitos para el diagnóstico.
• Límite con trastorno bipolar tipo I: Los síntomas psicóticos pueden ocurrir durante
episodios maníacos o mixtos en el trastorno bipolar tipo I. Aunque se sabe que todos los
tipos de síntomas psicóticos ocurren en los episodios maníacos o mixtos, los más comunes
son los delirios de grandeza (ser elegido por Dios, tener poderes o habilidades especiales),
y delirios persecutorios o auto-referenciales (conspiración en contra del individuo por su
identidad especial o habilidades). También pueden ocurrir experiencias de pasividad,
influencia o control (p. ej., inserción de pensamiento, retirada de pensamiento, o difusión
del pensamiento) durante los episodios maniacos o mixtos. Las alucinaciones son menos
frecuentes y comúnmente aparecen junto con los delirios de persecución o de referencia.
Éstas generalmente son auditivas (p. ej., voces adulatorias), y con menor frecuencia son
visuales (p. ej., visiones de deidades), somáticas o táctiles. Sin embargo, en un episodio
maniaco o mixto con síntomas psicóticos, los síntomas psicóticos se limitan al episodio
del estado de ánimo. La esquizofrenia se distingue del trastorno bipolar tipo I por la
aparición de síntomas psicóticos y otros síntomas que cumplen los requisitos de la
definición de esquizofrenia durante periodos sin síntomas del estado de ánimo que
cumplen los requisitos para la definición de un episodio maniaco o mixto. Si los requisitos

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diagnósticos para la esquizofrenia y el trastorno bipolar tipo I se cumplen el mismo tiempo


y tanto los síntomas psicóticos como los del estado de ánimo duran al menos un mes, el
trastorno esquizoafectivo es el diagnóstico apropiado.
• Límite con trastorno depresivo episodio único y trastorno depresivo recurrente: Los
síntomas psicóticos también pueden aparecer durante episodios moderados o graves en un
trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo recurrente. Los delirios durante
los episodios depresivos pueden parecerse a los delirios observados en la esquizofrenia y
por lo general son persecutorios o autoreferenciales (p. ej., ser perseguido por las
autoridades por crímenes imaginarios). También es sabido que aparecen delirios de culpa
(p. ej., auto culparse falsamente de las faltas cometidas), de pobreza (p. ej., estar en
quiebra) o de desastre inminente (p. ej., percibido como provocado por el individuo), así
como los delirios somáticos (p. ej., haber contraído una enfermedad grave) y los delirios
nihilistas (p. ej., creer que los órganos del cuerpo no existen). Las experiencias de
pasividad, influencia o control (p. ej., inserción de pensamiento, retirada de pensamiento,
o difusión del pensamiento) pueden ocurrir en episodios depresivos moderados o graves.
Las alucinaciones por lo general son transitorias y raramente ocurren en ausencia de
delirios. Las alucinaciones auditivas (p. ej., voces despectivas o acusatorias que atacan al
individuo por debilidades o pecados imaginarios) son más comunes que las visuales (p.
ej., visiones de muerte y destrucción), o las alucinaciones olfatorias (p. ej., olor de carne
en descomposición). Sin embargo, en un episodio moderado o grave con síntomas
psicóticos, los síntomas psicóticos se limitan al episodio del estado de ánimo. La
esquizofrenia se distingue de un trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo
recurrente por la aparición de síntomas psicóticos y otros síntomas que cumplen los
requisitos diagnósticos de la esquizofrenia durante periodos sin síntomas del estado de
ánimo que cumplen los requisitos diagnósticos de un episodio depresivo moderado o
grave. Si los requisitos diagnósticos tanto para la esquizofrenia como para un episodio
depresivo moderado o grave se cumplen simultáneamente y, tanto los síntomas psicóticos,
como los del estado de ánimo duran al menos un mes, el trastorno esquizoafectivo es el
diagnóstico apropiado.
• Límite con trastorno por estrés post traumático y trastorno por estrés post traumático
complejo: En el trastorno por estrés postraumático (TEPT) y TEPT complejo, pueden
presentarse flashbacks graves que implican una pérdida completa de consciencia del
entorno actual, las imágenes intrusivas o recuerdos pueden tener cualidad alucinatoria, y
la hipervigilancia puede alcanzar dimensiones que pueden parecer paranoides. Sin
embargo, el diagnóstico de TEPT requiere del antecedente de exposición a un evento o
situación (ya sea de corta o larga duración) de naturaleza extremadamente amenazante o
impactante, y el TEPT complejo requiere de antecedente de exposición a un evento o serie
de eventos de naturaleza extrema y prolongada o repetitiva que se experimenta como en
extrema amenazante u horrorosa y, de la cual, es difícil o imposible escapar. Tanto el
TEPT como el TEPT complejo es necesario volver a experimentar el evento traumático en
el presente, en el cual, el evento no solamente es recordado, sino que se experimenta como
algo que ocurre de nuevo en el aquí y el ahora, y la pérdida de consciencia y experiencias
alucinatorias similares ocurren dentro de estos contextos específicos. Volver a
experimentar los eventos traumáticos no es un rasgo característico de la esquizofrenia. Sin
embargo, la esquizofrenia y el TEPT o TEPT complejo pueden ocurrir simultáneamente,
y ambos diagnósticos pueden ser asignados si se cumplen todos los requisitos diagnósticos
de cada uno.

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Características adicionales:

• El inicio puede ser agudo con un comportamiento significativamente alterado dentro de


unos días o insidioso con desarrollo gradual de signos y síntomas.
• Una fase prodrómica con frecuencia precede al inicio de los síntomas psicóticos durante
semanas o meses. Las manifestaciones características de esta fase con frecuencia incluyen
pérdida de interés en actividades laborales o sociales, descuido de la apariencia/higiene
personal, inversión del ciclo de sueño y síntomas psicóticos atenuados, acompañados por
ansiedad/agitación o diversos grados de depresión.
• Entre los episodios agudos puede haber fases residuales, que son similares
fenomenológicamente a la fase prodrómica.
• Con frecuencia, la esquizofrenia se asocia a un malestar o deterioro significativo en las
áreas personal, familiar, social, educativa, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento. Sin embargo, el malestar o deterioro no son requisitos para el diagnóstico
de esquizofrenia.

7A51 Trastorno esquizoafectivo

Características esenciales (requeridas):

• Todos los requisitos para el diagnóstico de esquizofrenia (ver 7A50) se cumplen


simultáneamente con síntomas del estado de ánimo que cumplen con los requisitos de la
definición de un episodio depresivo moderado o grave, un episodio maníaco o un episodio
mixto. Nota: Debido al solapamiento sintomático, los síntomas que son característicos
tanto de la esquizofrenia como de los episodios de alteración del estado de ánimo (p. ej.,
síntomas negativos, agitación, inquietud) no deben ser considerados como parte de los dos
síntomas que se califican para cumplir con los requisitos diagnósticos de la esquizofrenia.
• El inicio de los síntomas psicóticos y síntomas del estado de ánimo es simultáneo o uno
aparece pocos días después del otro.
• La duración de los episodios sintomáticos es de al menos un mes tanto para los síntomas
psicóticos como para los síntomas del estado de ánimo.
• Los síntomas no son una manifestación de otra condición de salud (p. ej., tumor cerebral)
y no se deben al efecto de una sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso (p. ej.,
corticosteroides), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia (p. ej., abstinencia
al alcohol).

Calificadores del curso del trastorno esquizoafectivo

Los siguientes calificadores deben ser utilizados para identificar el curso del trastorno
esquizoafectivo, incluyendo si la persona actualmente cumple los requisitos de la definición de
trastorno esquizoafectivo o si está en remisión parcial o total. Los calificadores del curso
también se utilizan para indicar si el episodio actual es el primer episodio de trastorno
esquizoafectivo o de la esquizofrenia, si ha habido varios de estos episodios o si los síntomas
han sido continuos durante un periodo prolongado de tiempo.

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7A51.1 Trastorno esquizoafectivo, primer episodio

El calificador del primer episodio sólo debe aplicarse cuando el episodio actual o más reciente
es la primera manifestación que cumple con todos los requisitos de la definición de trastorno
esquizoafectivo, en términos de síntomas y duración. Si ha habido un episodio de trastorno
esquizoafectivo o de esquizofrenia previo, debe utilizarse el calificador de ‘episodios
múltiples’.

7A51.11 Trastorno esquizoafectivo, primer episodio, actualmente sintomático

Se cumplen todos los requisitos de la definición del trastorno esquizoafectivo en


términos de síntomas y duración, o se han cumplido en el último mes.
Nota: Si la duración del episodio es mayor a un año, el calificador ‘continuo’ se puede
utilizar, dependiendo de la situación clínica.

7A51.12 Trastorno esquizoafectivo, primer episodio, en remisión parcial

No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes, pero algunos síntomas clínicamente significativos permanecen, y pueden o no
estar asociados con el deterioro funcional.

7A51.13 Trastorno esquizoafectivo, primer episodio, en remisión total

No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes y no permanecen síntomas clínicamente significativos.

7A51.2 Trastorno esquizoafectivo, episodios múltiples

El calificador de episodios múltiples debe ser aplicado cuando ha habido mínimo dos episodios
que cumplen con todos los requisitos de la definición de trastorno esquizoafectivo o
esquizofrenia en términos de síntomas y duración, con un periodo de remisión parcial o total
con duración de al menos tres meses entre episodios, y el episodio actual o más reciente es de
trastorno esquizoafectivo. Durante el periodo de remisión, los requisitos por definición del
trastorno esquizoafectivo se cumplen parcialmente o están ausentes.

7A51.21 Trastorno esquizoafectivo, episodios múltiples, actualmente sintomático

Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de trastorno


esquizoafectivo en términos de síntomas y duración, o se han cumplido en el último
mes.
7A51.22 Trastorno esquizoafectivo, episodios múltiples, en remisión parcial

No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes, pero algunos síntomas significativos permanecen, y pueden o no estar
asociados con el deterioro funcional.

7A51.23 Trastorno esquizoafectivo, episodios múltiples, en remisión total

No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos

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un mes y no permanecen síntomas clínicamente significativos.

7A51.3 Trastorno esquizoafectivo, continuo

El calificador de continuo debe ser aplicado cuando los síntomas que cumplen todos los
requisitos de la definición del trastorno esquizoafectivo han estado presentes durante casi todo
el curso de la enfermedad, por un periodo de al menos un año, siendo los períodos con síntomas
subumbrales muy breves en relación a todo el curso.

Límites con otros trastornos y la normalidad:

• Límites con la normalidad: Los síntomas psicóticos o las experiencias subjetivas inusuales
pueden presentarse en la población general, pero suelen ser de naturaleza fugaz y no se
acompañan de otros síntomas de esquizofrenia o de un deterioro en el funcionamiento
psicosocial. En el trastorno esquizoafectivo, estos síntomas son persistentes, se acompañan
de otros síntomas requeridos para el diagnóstico y están generalmente acompañados por
deterioro en el funcionamiento cognitivo y otros problemas psicosociales.
• Límite con el trastorno psicótico agudo y transitorio: En el trastorno esquizoafectivo, los
síntomas psicóticos duran al menos un mes en forma plena y florida. Por el contrario, en
el trastorno psicótico agudo y transitorio, los criterios diagnósticos para la esquizofrenia o
episodio depresivo, maníaco o mixto no se cumplen. Además, los síntomas en el trastorno
psicótico agudo y transitorio tienden a fluctuar rápidamente en intensidad y tipo a lo largo
del tiempo, de tal forma que el contenido y foco de los delirios o alucinaciones cambia con
frecuencia, incluso diariamente. Los síntomas negativos pueden estar presentes en el
trastorno esquizoafectivo, pero no se presentan en el trastorno psicótico agudo y transitorio.
La duración del trastorno psicótico agudo y transitorio no excede los 3 meses, y con
frecuencia dura de algunos días a un mes, en comparación con el típico curso prolongado
del trastorno esquizoafectivo.
• Límite con la esquizofrenia con síntomas depresivos y/o maníacos: En el trastorno
esquizoafectivo, los síntomas psicóticos que cumplen los requisitos de la definición de
esquizofrenia aparecen simultáneamente con los síntomas del estado de ánimo que
cumplen los requisitos de la definición de un episodio depresivo moderado o grave, un
episodio maníaco o un episodio mixto y duran al menos un mes. Por el contrario, en la
esquizofrenia, los síntomas del estado de ánimo comórbidos, si los hubiera, o bien no
persisten por un período mayor a un mes o no son de suficientemente graves para cumplir
los requisitos de un episodio depresivo moderado o grave, un episodio maníaco o un
episodio mixto.
• Límite con esquizofrenia y otros episodios de alteración del estado de ánimo con
síntomas psicóticos: El trastorno esquizoafectivo, la esquizofrenia, los episodios maniacos
y los episodios mixtos tienen la intención de describir el período actual de la enfermedad.
Por tanto, es posible que el individuo cumpla con todos los requisitos diagnósticos para
cada uno de ellos, en diferentes periodos de la enfermedad. Esta conceptualización es
diferente a la de manuales de diagnóstico anteriores en los cuales, el diagnóstico de
trastorno esquizoafectivo se consideró longitudinal (es decir, una vez que los síntomas se
cumplían, la persona conservaba el diagnóstico para todos los periodos futuros de la
enfermedad, independientemente de la presentación de los síntomas). El cambio de
diagnóstico de un individuo con el tiempo no pretende la inestabilidad diagnóstica (es
decir, un cambio en la esencia diagnóstica del problema de la persona); más bien, el

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cambio pretende reflejar la presentación del episodio actual y su particular combinación de


síntomas psicóticos y síntomas del estado de ánimo para facilitar la descripción exacta y
selección del tratamiento.
• Límite con trastornos del estado de ánimo con síntomas psicóticos: En el trastorno
esquizoafectivo, la duración y los criterios de los síntomas para la esquizofrenia se cumplen
plenamente durante un episodio depresivo moderado o grave, un episodio maníaco o un
episodio mixto. En el trastorno depresivo con síntomas psicóticos o el trastorno bipolar con
síntomas psicóticos, los síntomas se presentan simultáneamente con los episodios de
alteración del estado de ánimo pero no cumplen los requisitos para la definición de
esquizofrenia (p. ej., alucinaciones sin ningún otro síntoma psicótico).

Características adicionales:

• El inicio del trastorno esquizoafectivo puede ser agudo, con una alteración aparente a los
pocos días o insidioso, con desarrollo gradual de signos y síntomas.
• A menudo hay una historia de episodios de alteración del estado de ánimo y un diagnóstico
previo de trastorno depresivo o trastorno bipolar en individuos con trastorno
esquizoafectivo.
• Una fase prodrómica con frecuencia precede al inicio de los síntomas psicóticos durante
semanas o meses. Las manifestaciones características de esta fase incluyen frecuentemente
pérdida de interés en actividades laborales o sociales, descuido de la apariencia/higiene
personal, inversión del ciclo de sueño y síntomas psicóticos atenuados, acompañados por
ansiedad/agitación o diversos grados de depresión.
• Un curso episódico con períodos de remisión es el patrón de progresión más común del
trastorno.
• El trastorno esquizoafectivo con frecuencia se asocia a un malestar o deterioro significativo
en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento. Sin embargo, el malestar o deterioro no son requisitos para el diagnóstico
de trastorno esquizoafectivo.

7A53Trastorno psicótico agudo y transitorio

Características esenciales (requeridas):

• Inicio agudo de síntomas psicóticos, que pueden incluir delirios, alucinaciones, y


desorganización del proceso de pensamiento, que surgen sin un pródromo, progresando de
un estado no-psicótico a un claro estado psicótico en un período de dos semanas. También
pueden presentarse alteraciones psicomotoras, incluyendo catatonia.
• Los síntomas cambian rápidamente, tanto en su naturaleza como en su intensidad. Estos
cambios pueden ocurrir de un día a otro, o incluso durante un mismo día.
• Ausencia de síntomas negativos (p. ej., aplanamiento afectivo, alogia o escasez de habla,
abulia, asociabilidad, anhedonia) durante el episodio psicótico.
• La duración de los síntomas no excede los 3 meses y comúnmente duran de unos cuantos
días a 1 mes.
• Los síntomas no son una manifestación de otra condición de salud (p. ej., tumor cerebral)
y no se deben al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso central
(p. ej., corticosteroides), incluyendo efectos de un síndrome de abstinencia (p. ej.,

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abstinencia al alcohol).

Calificadores del curso del trastorno psicótico agudo y transitorio

Los siguientes calificadores deben ser utilizados para identificar el curso del trastorno psicótico
agudo y transitorio, incluyendo si la persona actualmente cumple los requisitos para la
definición del trastorno o está en remisión parcial o total. Si no ha habido episodios previos del
trastorno psicótico agudo y transitorio, se debe de utilizar el calificador de episodio único
correspondiente. Si ha habido más de uno de estos episodios, el calificador de episodios
múltiples correspondiente se debe de utilizar.

7A53.1 Trastorno psicótico agudo y transitorio, episodio único

El calificador de episodio único sólo debe aplicarse cuando el episodio actual o más reciente es
la primera manifestación del trastorno psicótico agudo y transitorio que cumple con todos los
requisitos de la definición del trastorno.

7A53.11 Trastorno psicótico agudo y transitorio, episodio único, actualmente


sintomático

Se cumplen todos los requisitos para la definición del trastorno psicótico agudo y
transitorio en términos de síntomas y duración, o se han cumplido en el último mes.

7A53.12 Trastorno psicótico agudo y transitorio, episodio único, en remisión


parcial

No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno durante al
menos un mes, pero algunos síntomas clínicamente significativos permanecen y
pueden o no estar asociados con el deterioro funcional.

7A53.13 Trastorno psicótico agudo y transitorio, episodio único, en remisión total

No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno durante al
menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente significativos.

7A53.2 Trastorno psicótico agudo y transitorio, episodios múltiples

El calificador de episodios múltiples debe ser aplicado cuando ha habido mínimo dos episodios
que cumplen con todos los requisitos para la definición del trastorno psicótico agudo y
transitorio en términos de síntomas y duración, con un periodode remisión parcial o total con
duración de al menos tres meses entre episodios. Durante el periodo de remisión, los requisitos
de la definición del trastorno psicótico agudo y transitorio se cumplen parcialmente o están
ausentes.

7A53.21 Trastorno psicótico agudo y transitorio, episodios múltiples,


actualmente sintomático

Se cumplen actualmente todos los requisitos de la definición del trastorno psicótico


agudo y transitorio en términos de síntomas y duración, o se han cumplido en el último

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mes.

7A53.22 Trastorno psicótico agudo y transitorio, episodios múltiples, en remisión


parcial

No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno psicótico
agudo y transitorio durante al menos un mes, pero algunos síntomas significativos
permanecen, y pueden o no estar asociados con el deterioro funcional.

7A53.23 Trastorno psicótico agudo y transitorio, episodios múltiples, en remisión


total

No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno psicótico
agudo y transitorio durante al menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente
significativos.

Límites con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con la normalidad: Las experiencias aisladas subjetivas e inusuales, tales como
experiencias que se asemejan a las alucinaciones y los delirios, se reportan en la población
general. Sin embargo, en el TPAT, los síntomas progresan rápidamente a psicosis franca,
siendo usualmente polimórficos, fluctuando en cualidad e intensidad (p. ej., tener síntomas
que van y vienen en una sucesión relativamente rápida o la naturaleza de un síntoma cambia
en el tiempo, como el foco o la naturaleza de la creencia delirante), y usualmente remiten
completamente en algunas semanas.
• Límite con esquizofrenia y trastorno esquizoafectivo: Los síntomas psicóticos en la
esquizofrenia y el trastorno esquizoafectivo duran al menos un mes en forma plena y
florida, y tienden a ser más estables o fijos (p. ej., tener el mismo delirio por un período de
meses). En contraste, los síntomas en el trastorno psicótico agudo y transitorio, tienden a
fluctuar rápidamente en intensidad y tipo en el tiempo, de tal forma que el contenido y foco
de los delirios o alucinaciones cambia con frecuencia, incluso diariamente. Los síntomas
negativos pueden estar presentes en la esquizofrenia y el trastorno esquizoafectivo, pero no
se presentan en el TPAT. La duración del trastorno psicótico agudo y transitorio no excede
los 3 meses, y con frecuencia dura desde algunos días a un mes, en comparación con el
curso más prolongado típico de la esquizofrenia o el trastorno esquizoafectivo. Finalmente,
en contraste con la esquizofrenia donde el inicio es a menudo precedido por antecedentes
de pobre ajuste premórbido, en el TPAT los síntomas progresan rápidamente sin
antecedentes previos de un pobre ajuste premórbido.
• Límite con delirium: En el delirium, la persona presenta obnubilación fluctuante del estado
de consciencia (p. ej., reducción en la capacidad para dirigir, focalizar, sostener y cambiar
la atención) y lucidez (p. ej., reducida orientación hacia el ambiente). En contraste, en el
TPAT, la persona mantiene un nivel regular de alerta y un sentido de consciencia
relativamente claro, a pesar de los estados transitorios de perplejidad y deterioro de la
atención y concentración.
• Límite con trastorno depresivo y bipolar: Los trastornos depresivos y Bipolares se
caracterizan por una alteración predominante del ánimo que persiste durante al menos
varios días y a menudo más prolongadamente. Aún cuando los síntomas del estado de
ánimo pueden ocurrir en el TPAT, estos son transitorios y no cumplen con el requerimiento

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de duración o de síntomas asociados para calificar la duración requerida o los síntomas


asociados para calificar como un episodio depresivo, maníaco o mixto.
• Límite con Reacción a Estrés Agudo y Trastornos Disociativos: Tanto el TPAT como la
reacción aguda por estrés y algunos trastornos disociativos tienen un inicio agudo, con
frecuencia en respuesta a una experiencia de vida estresante, y que se resuelve en días o
semanas. La diferencia es que el TPAT, por definición, incluye síntomas psicóticos como
alucinaciones o delirios que no ocurren en el trastorno por estrés o disociativo.

Características adicionales:

• El inicio del trastorno se asocia usualmente con un rápido deterioro en el funcionamiento


social y laboral. Tras la remisión, la persona por lo general, es capaz de recuperar su nivel
premórbido de funcionamiento.
• Con frecuencia existen otros síntomas como alteración del estado de ánimo, estados
transitorios de perplejidad o confusión, o deterioro en la atención y concentración.
• El estrés agudo anterior al inicio del TPAT puede ser reportado, pero no es esencial para el
diagnóstico.

7A52 Trastorno esquizotípico

Características esenciales (requeridas):

• Patrón persistente de lenguaje inusual, percepciones, creencias y conductas que no son de


suficiente intensidad para cumplir con los requisitos para la definición de esquizofrenia,
trastorno esquizoafectivo o trastorno delirante. El patrón incluye varios de los siguientes
síntomas:
o Restricción afectiva, por lo que el individuo puede parecer frío y distante;
o Comportamiento o apariencia extraña, excéntrica, inusual o peculiar, y que es
inconsistente con las normas culturales o subculturales;
o Pobre comunicación con otros y una tendencia hacia el aislamiento social;
o Creencias inusuales, pensamiento mágico o ideación paranoide que influyen en el
comportamiento de la persona de forma tal que este es inconsistente con las normas
subculturales, pero sin alcanzar los requisitos para la definición de un delirio;
o Distorsiones perceptivas inusuales como ilusiones corporales, despersonalización,
desrealización o alucinaciones;
o Suspicacia o ideas paranoides;
o episodios psicóticos transitorios ocasionales con ilusiones intensas, alucinaciones
auditivas o de otro tipo e ideas semejantes a los delirios;
o Pensamiento vago, circunstancial, metafórico, sobre-elaborado o estereotipado, que
se manifiesta en un lenguaje extraño sin incoherencia flagrante;
o Rumiación obsesiva sin la sensación de que la obsesión es extraña o no deseada, con
frecuencia de contenido dismórfico corporal, sexual o agresivo.
• Nunca ha cumplido los requerimientos diagnósticos para esquizofrenia, trastorno
esquizoafectivo o trastorno delirante. Esto es, se pueden presentar delirios transitorios,
incluyendo delirios de la experiencia personal, alucinaciones, o trastorno formal del
pensamiento, pero que no duran más allá de un mes.
• Los síntomas han estado presentes, continua o episódicamente, por al menos 2 años.

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• Los síntomas originan malestar o deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa,
laboral u otras áreas importantes de funcionamiento.
• Los síntomas no son una manifestación de otro trastorno o enfermedad que se clasifica
fuera del capítulo de trastornos mentales y del comportamiento (p. ej., tumor cerebral) y
no son debidos al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso (p.
ej., corticosteroides), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia (p. ej.,
abstinencia de alcohol).

Límites con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con la normalidad: El umbral entre los síntomas del trastorno esquizotípico y los
comportamientos e ideas extravagantes, excéntricas o inusuales en individuos sin un
trastorno diagnosticable es en ocasiones difícil de determinar, especialmente porque
algunas personas en la población general muestran conductas excéntricas y reportan
experiencias inusuales o similares a las psicóticas sin un aparente deterioro en su
funcionamiento. El trastorno esquizotípico sólo debe ser diagnosticado si el individuo
experimenta malestar o deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral
u otras áreas importantes de funcionamiento en relación con sus síntomas.
• Límite con esquizofrenia: En las fases prodrómica y residual de la Esquizofrenia, el
individuo puede experimentar extensos períodos con distorsiones perceptuales, creencias
inusuales, discurso extraño o disgregado, aislamiento social, y otros síntomas que son
característicos del trastorno esquizotípico. El diagnóstico de esquizofrenia, sin embargo,
requiere de un período de al menos un mes con síntomas psicóticos, en contraste con el
trastorno esquizotípico, el cual requiere cualquier síntoma similar a la psicosis que no
cumple con los requerimientos de gravedad o duración para el diagnóstico de
esquizofrenia. Más aún, en los individuos con trastorno esquizotípico, el patrón inusual del
discurso, percepciones, creencias y conductas tiende a ser estable en el tiempo –incluso
durante años-, en contraste con el cuadro de evolución sintomática de la esquizofrenia, ya
sea en la fase prodrómica o residual.
• Límite con trastornos del espectro autista: Las dificultades interpersonales observadas en
el trastorno esquizotípico pueden compartir algunas características con el trastorno del
espectro autista, tales como la pobre interacción social recíproca o el aislamiento social.
Sin embargo, el trastorno esquizotípico no incluye patrones restringidos, repetitivos y
estereotipados de comportamiento, intereses o actividades.
• Límite con trastorno de la personalidad: El trastorno de la personalidad se define como
una alteración duradera en la forma en la que el individuo interpreta y se experimenta a sí
mismo, a otros, y al mundo, que da como resultado patrones desadaptados de expresión
emocional y comportamiento, y que produce problemas significativos en el
funcionamiento que son particularmente evidentes en las relaciones interpersonales. Los
individuos con trastorno esquizotípico no deben recibir un diagnóstico adicional de
Trastorno de la Personalidad basado en las alteraciones en el funcionamiento y en las
relaciones interpersonales que son enteramente consecuencia de los síntomas del trastorno
esquizotípico. Sin embargo, si se presentan características adicionales de la personalidad
que se juzgan como fuente de problemas significativos en el funcionamiento interpersonal,
podría ser apropiado un diagnóstico adicional de trastorno de la personalidad.

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Características adicionales:

• El Trastorno esquizotípico comienza generalmente en la adolescencia tardía o adultez


temprana, sin un comienzo definido. El trastorno puede persistir durante años con
fluctuaciones en la intensidad y expresión de los síntomas pero raramente evoluciona hacia
una esquizofrenia evidente.
El trastorno esquizotípico es más común en los familiares biológicos de personas con el
diagnóstico de esquizofrenia y se considera que es parte del espectro de la psicopatología
asociada con la esquizofrenia. El tener un familiar de primer grado con un diagnóstico del
espectro de la esquizofrenia brinda un peso adicional al diagnóstico de trastorno
esquizotípico pero no es un requisito si el individuo experimenta malestar o deterioro en el
funcionamiento psicosocial asociado a sus síntomas.

7A54Trastorno delirante

Características esenciales (requeridas):

• Desarrollo de un delirio o conjunto de delirios relacionados durante al menos tres meses


(por lo general mucho más tiempo), que ocurren en ausencia de un episodio depresivo o
maníaco.
• Los delirios son variables en contenido entre los individuos, mientras que muestran una
notable estabilidad en cada individuo, aunque pueden evolucionar con el tiempo. Las
formas de delirios más comunes incluyen contenidos persecutorios, somáticos (p. ej.,
creencia de que los órganos se están pudriendo o que no funcionan a pesar de un examen
médico normal), grandiosidad (p. ej., creencia de que la persona es muy importante),
celotipia y erotomanía (la creencia de que otra persona, generalmente un extraño famoso o
de alto estatus, está enamorado de la persona que experimenta el delirio).
• Ausencia de alucinaciones claras y persistentes, síntomas negativos, o experiencias de
influencia, pasividad o control. Sin embargo, en algunos casos, se presentan alucinaciones
específicas relacionadas con el contenido de los delirios, como alucinaciones táctiles por
el delirio de haber sido infectado por parásitos o insectos.
• Además de las acciones y actitudes relacionadas directamente con el sistema delirante, no
están relativamente afectados el afecto, el discurso y la conducta.
• Los síntomas no son una manifestación de otro trastorno o enfermedad que se clasifica
fuera del capítulo de trastornos mentales y del comportamiento (p. ej., tumor cerebral) y
no son debidos al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso (p.
ej., corticosteroides), incluyendo efectos del síndrome de un síndrome de abstinencia (p.
ej., abstinencia de alcohol).

Calificadores del curso del trastorno delirante

Los siguientes calificadores deben ser utilizados para identificar si el individuo actualmente
cumple los requisitos para la definición del trastorno delirante o si está en remisión parcial o
total.

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7A54.1 Trastorno delirante, actualmente sintomático

Se cumplen todos los requisitos para la definición del trastorno delirante en términos de
síntomas y duración, o se han cumplido en el último mes.

7A54.2 Trastorno delirante, en remisión parcial

No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno delirante durante al
menos un mes, pero algunos síntomas clínicamente significativos permanecen y pueden o no
estar asociados con el deterioro funcional.

7A54.3 Trastorno delirante, en remisión total

No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno delirante durante al
menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente significativos.

Límites con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con la normalidad: En la población general se ha observado un continuum entre


las creencias delirantes, las creencias delirantes atenuadas, las ideas sobrevaloradas y las
creencias inusuales o excéntricas. Estas creencias pueden ser más comunes entre personas
bajo condiciones de adversidad. Las personas con trastorno delirante pueden manifestar un
mayor malestar psicológico, mayor preocupación, y mayor grado de convicción en
comparación con personas de la población general que tienen creencias de naturaleza
similar alas creencias que podrían ser caracterizadas como delirantes.
• Límite con esquizofrenia: Tanto la esquizofrenia como el trastorno delirante pueden estar
caracterizados por delirios persistentes. Si están presentes otras características que cumplen
los requerimientos para el diagnóstico de esquizofrenia (p. ej., alucinaciones persistentes,
pensamiento desorganizado, síntomas negativos, conducta psicomotora desorganizada o
anormal, o experiencias de influencia, pasividad o control), el diagnóstico de esquizofrenia
debe hacerse en lugar del diagnóstico de trastorno delirante. Sin embargo, si las
alucinaciones son concordantes con el contenido de los delirios y no ocurren
persistentemente (p. ej., con frecuencia regular por un mes o más) son consistentes con el
diagnóstico de trastorno delirante más que el de esquizofrenia. El trastorno delirante tiende
a aparecer a una edad más tardía que la esquizofrenia y se caracteriza por una personalidad
relativamente preservada, y un menor deterioro e incapacidad en el funcionamiento social
y laboral.
• Límite con trastornos del estado de ánimo; El trastorno depresivo con síntomas psicóticos
y el trastorno bipolar con síntomas psicóticos se caracterizan por delirios que se presentan
durante el curso del episodio de alteración del estado de ánimo. Aunque los síntomas
anímicos, especialmente la depresión, pueden ocurrir en el trastorno delirante, el
diagnóstico de trastorno delirante requiere de periodos en que la persona experimente los
delirios en ausencia de cualquier alteración del estado de ánimo
• Límite con demencia: Los delirios, especialmente los de persecución, pueden ocurrir como
un síntoma de demencia, particularmente entre los adultos mayores. Tales delirios se
diferencian del trastorno delirante en que tienen su inicio durante la demencia y son, por
definición, debidos a otra condición médica o uso prolongado de sustancias. Por el
contrario, los delirios en el trastorno delirante deben haber tenido su inicio antes de la
aparición de la demencia. En los casos en que la demencia se ha desarrollado en una

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persona con un diagnóstico establecido de trastorno delirante, ambos diagnósticos pueden


ser asignados.
• Límite con delirium Los delirios también pueden ser una característica prominente del
delirium. En el delirium, sin embargo, el individuo también tiene una obnubilación
fluctuante de conciencia (p. ej., reducción en la capacidad para dirigir, focalizar, sostener
y cambiar la atención) y lucidez (p. ej., orientación hacia el ambiente reducida). En
contraste, en el trastorno delirante, la persona mantiene un nivel regular de alerta y claro
sentido de la conciencia.
• Límite con trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno dismórfico corporal,
hipocondriasis, trastorno de referencia olfatorio, anorexia nerviosa: Diversos trastornos
mentales y del comportamiento de la CIE-11 (p. ej., trastorno obsesivo-compulsivo,
trastorno dismórfico corporal, hipocondria, trastorno de referencia olfatoria, anorexia
nerviosa) pueden implicar una preocupación recurrente con una creencia que es
demostrablemente falsa o que no se comparte con otros (p. ej., que lavarse las manos como
ritual protege del daño a sus seres queridos, que una parte del propio cuerpo es defectuosa,
que uno tiene una enfermedad médica seria, que uno emite un mal olor, que uno tiene
sobrepeso) que puede aparecer por momentos delirante en cuanto a intensidad, en el
contexto de otras características clínicas de ese trastorno. No debe realizarse un diagnóstico
adicional de trastorno delirante si la creencia ocurre completamente en el contexto de
episodios sintomáticos de alguno de estos otros diagnósticos y es plenamente consistente
con sus otras características clínicas.

Características adicionales:

• Los delirios pueden ir acompañados de acciones directamente relacionadas con el


contenido de los delirios, por ejemplo, acosar a la persona amada en el contexto de la
erotomanía o presentar demandas contra aquellos que se cree están persiguiendo a la
persona.
• El trastorno delirante suele tener un inicio más tardío y síntomas más estables que otros
trastornos psicóticos con síntomas delirantes.
• En raras ocasiones, el trastorno delirante ocurre al mismo tiempo (o estrechamente
relacionado en el tiempo) en dos personas que tienen un fuerte vínculo emocional o
situacional. Esta condición se designa a menudo como trastorno delirante compartido o
inducido o “folie-à-deux”.En tales casos, una persona normalmente adopta la creencia
delirante de la otra persona, y los delirios pueden remitir en la persona menos dominante
cuando los dos individuos se separan.

7A5YOtro trastorno psicótico primario


Características esenciales (requeridas):
• Se presentan síntomas psicóticos (p. ej., delirios, alucinaciones, trastorno formal del
pensamiento, comportamiento notoriamente desorganizado o catatónico) pero no cumplen
las pautas para el diagnóstico (en gravedad, frecuencia, o duración) para cualquier otro
trastorno psicótico específico.
• Los síntomas no son una manifestación de otro trastorno o enfermedad que se clasifica
fuera del capítulo de trastornos mentales y del comportamiento (p. ej., tumor cerebral) y
no son debidos al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso (p.
ej., corticosteroides), incluyendo los efectos del síndrome de un síndrome de abstinencia
(p. ej., abstinencia de alcohol).

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Calificadores del curso de otro trastorno psicótico primario

Los siguientes calificadores deben ser utilizados para identificar el curso de otro trastorno
psicótico primario, incluyendo si la persona actualmente se encuentra sintomática o está en
remisión parcial o total. Si no ha habido episodios previos, el calificador de episodio único
correspondiente se debe de utilizar. Si ha habido más de uno de estos episodios, el calificador
de episodios múltiples correspondiente se debe de utilizar.

7A5Y.1Otro trastorno psicótico primario, episodio único

El calificador de episodio único debe aplicarse cuando el episodio actual o más reciente es el
primero que cumple con los requisitos de la definición de otro trastorno psicótico primario.

7A5Y.11 Otro trastorno psicótico primario, episodio único, actualmente


sintomático

Se cumplen todos los requisitos para la definición de otro trastorno psicótico primario,
o se han cumplido en el último mes.

7A5Y.12 Otro trastorno psicótico primario, episodio único, en remisión parcial

No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno durante al
menos un mes, pero algunos síntomas clínicamente significativos permanecen y
pueden o no estar asociados con el deterioro funcional.

7A5Y.13 Otro trastorno psicótico primario, episodio único, en remisión total

No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno durante al
menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente significativos.

7A5Y.2 Otro trastorno psicótico primario, episodios múltiples

El calificador de episodios múltiples debe ser aplicado cuando ha habido mínimo dos episodios
que cumplen con todos los requisitos para la definición de otro trastorno psicótico primario,
con un periodo de remisión parcial o total con duración de al menos tres meses entre episodios.
Durante el periodo de remisión, los requisitos de la definición de otro trastorno psicótico
primario se cumplen parcialmente o están ausentes.

7A5Y.21 Otro trastorno psicótico primario, episodios múltiples, actualmente


sintomático

Se cumplen actualmente todos los requisitos de la definición de otro trastorno psicótico


primario, o se han cumplido en el último mes.

7A5Y.22 Otro trastorno psicótico primario, episodios múltiples, en remisión


parcial

No se han cumplido todos los requisitos para la definición de otro trastorno psicótico
primario durante al menos un mes, pero algunos síntomas significativos permanecen,

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y pueden o no estar asociados con el deterioro funcional.

7A5Y.23 Otro trastorno psicótico primario, episodios múltiples, en remisión total

No se han cumplido todos los requisitos para la definición de otro trastorno psicótico
primario durante al menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente
significativos.

Escalas de calificadores de síntomas para la esquizofrenia


y otros trastornos psicóticos primarios

La CIE-11 incluye la opción para establecer el nivel de gravedad de seis áreas sintomáticas para
los trastornos incluidos en esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios (con la
excepción del trastorno esquizotípico). Estas áreas (síntomas positivos, síntomas negativos,
síntomas del estado de ánimo depresivos, síntomas del estado de ánimo maníacos, síntomas
psicomotores y síntomas cognitivos), incluidos en un formato de calificadores de síntomas,
pueden ser evaluados como ausente, leve, moderado o grave, de acuerdo con la guía que se
muestra en la siguiente tabla. La información adicional que brindan estas escalas tiene por
objeto ayudar a comunicar la presentación del paciente a otros profesionales, así como en la
conceptualización del caso y la selección del tratamiento.
Enlos casos en que varios síntomas estén incluidos en un área particular, la calificación debe
reflejar el síntoma más grave dentro del área. Por ejemplo, las alucinaciones y los delirios
forman parte del área de síntomas positivos. Una persona puede experimentar alucinaciones
que generan un mínimo malestar (indicativo de síntomas positivos leves) y delirios que afectan
el comportamiento de la persona pero no hasta el punto de deteriorar su funcionamiento
(indicativo de síntomas positivos moderados). En este caso, los síntomas positivos de la persona
deben ser calificados como moderados. Considere que las personas con trastornos psicóticos
usualmente no se presentan con todos los síntomas que conforman cada una de las áreas de
evaluación. Por ejemplo, en la dimensión de síntomas positivos, la persona puede presentar
sólo alucinaciones, sólo delirios, ambas o ninguno. Las descripciones correspondientes a cada
calificación pretenden transmitir ejemplos de las presentaciones de los síntomas que pudieran
justificar la calificación en un nivel particular de gravedad; no se pretende que sean empleados
como criterios requeridos para establecer el diagnóstico.
Tenga en cuenta que las calificaciones de leve, moderado y grave para los síntomas del estado
de ánimo depresivos no son equivalentes a los requerimientos diagnósticos correspondientes al
episodio depresivo leve, moderado o grave. En otras palabras, una calificación de leve en el
área de síntomas del estado de ánimo depresivos en la escala de calificadores para los trastornos
psicóticos no indica que el individuo cumple los requerimientos para episodio depresivo leve.
Lo mismo se aplica para el área de síntomas del estado de ánimo maníacos. La puntuación de
los síntomas del estado de ánimo depresivos y maníacos en las escalas de calificadores indica
la gravedad del estado de ánimo depresivo, elevado o irritable, y no incluye otros síntomas del
trastorno del estado de ánimo (p. ej., alteraciones del sueño, anhedonia, cambios en el apetito)
que forman parte de las guías diagnósticas para tales episodios de alteración del estado de
ánimo.
Las puntuaciones de las escalas de calificadores de síntomas están diseñadas para caracterizar
la presentación clínica actual de los individuos diagnosticados con esquizofrenia y otros
trastornos psicóticos primarios, y no deben ser usadas en personas que no tengan estos
diagnósticos. Deben emplearse tantas escalas de calificadores de síntomas como sean
necesarias para describir de forma precisa la presentación clínica del individuo. Los síntomas

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directamente atribuibles a las consecuencias de una condición médica comórbida o lesión no


clasificada dentro de los trastornos mentales y del comportamiento (p. ej., tumor cerebral o
lesión traumática cerebral), o por el efecto fisiológico directo del consumo de sustancias o
medicamentos, incluyendo el síndrome de abstinencia, no deben ser valorados en las escalas
de calificadores. Sin embargo, en individuos con esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, la
etiología específica de los síntomas es a menudo poco clara (p. ej., si un síntoma del estado de
ánimo se debe al trastorno psicótico o es el resultado del consumo de sustancias). En estos
casos, el síntoma de interés debe ser considerado en la calificación del área hasta que se
clarifique que la patogénesis del síntoma no se relaciona con el trastorno psicótico.

Guía general para la evaluación de la gravedad


Gravedad Puntos de referencia

0 Síntoma ausente No se presentan síntomas del área respectiva

1 Presente, pero leve Se presentan uno o dos de los síntomas del área. El
funcionamiento cotidiano no se encuentra afectado por estos
síntomas, o se ve afectado de forma mínima. No hay
consecuencias negativas sociales o personales significativas
producto del síntoma. Los síntomas pueden ser intermitentes y
mostrar fluctuaciones en la gravedad, y puede haber períodos
durante los cuales no se presentan síntomas. En comparación con
personas con síntomas similares, la gravedad de los síntomas de
esta área se encuentra en el tercio más leve.

2 Presente y moderado Se presentan varios síntomas (p. ej., tres o cuatro) del área, o uno
o dos pueden mostrar un nivel sustancial de impacto. El
funcionamiento cotidiano puede estar moderadamente afectado
por los síntomas. Hay consecuencias sociales o personales
negativas de los síntomas, pero éstas no son graves. La mayoría
de los síntomas se presentan la mayor parte del tiempo. En
comparación con personas con síntomas similares, la gravedad
de los síntomas de esta área se encuentra en el tercio medio.

3 Presente y grave Se presentan muchos (p. ej., cinco o más) síntomas del área, o un
número menor de síntomas que tienen un nivel de impacto grave
y persistente (p. ej., son intensos y frecuentes o constantes). El
funcionamiento cotidiano se encuentra deteriorado de forma
persistente debido a los síntomas. Hay consecuencias sociales o
personales negativas graves. En comparación con personas con
síntomas similares, la gravedad de los síntomas de esta área se
encuentra en el tercio de mayor gravedad.

9 No es posible calificar
con base en la
información
disponible

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Descripciones de las áreas individuales y ejemplos


Síntomas positivos
Este calificador puede ser utilizado junto con un diagnóstico del grupo de la esquizofrenia y
otros trastornos psicóticos primarios para indicar el grado en que los síntomas psicóticos
positivos son una parte importante de la presentación clínica actual. Los síntomas positivos
incluyen delirios, alucinaciones (comúnmente alucinaciones verbales o auditivas),
pensamiento desorganizado (trastorno formal del pensamiento como la pérdida de
asociaciones, descarrilamiento, o incoherencia), comportamiento desorganizado
(comportamiento que parece extraño, sin sentido y no dirigido a un objetivo), y experiencias
de pasividad y control (la experiencia de que los sentimientos, impulsos o pensamientos
propios están bajo el control de una fuerza externa). El comportamiento psicomotor anormal
(p. ej., agitación catatónica o inquietud, flexibilidad cérea, negativismo), no está incluido en
esta dimensión pero se califica más adelante en el apartado de síntomas psicomotores.
0 Síntoma ausente
1 Presente, pero leve Ejemplo de síntomas: (no todos son requeridos):
Delirios: La persona cree en el delirio (no puede ponerse a
prueba de realidad), pero no siente la presión de actuar en función
de éste y el delirio conduce a un malestar mínimo.
Alucinaciones: Las alucinaciones son recurrentes pero
relativamente infrecuentes, y la persona expresa mínimo
malestar relacionado con su contenido.
Experiencias de pasividad y control: Algunas distorsiones de
la experiencia propia, como el sentir que los pensamientos no son
propios, pero éstos son relativamente infrecuentes y existe un
mínimo malestar asociado.
Pensamiento desorganizado: Algunos procesos de pensamiento
circunstancial o tangencial, pero en su mayor parte el individuo
es capaz de transmitir el punto que desea en su comunicación.
Comportamiento desorganizado: Episodios poco frecuentes de
comportamiento sin sentido que no está dirigido a un objetivo y
que causa un mínimo deterioro en el funcionamiento.
2 Presente y moderado Ejemplo de síntomas: (no todos son requeridos):
Delirios: El comportamiento de la persona está claramente
afectado por la creencia delirante, pero la respuesta conductual
no deteriora de forma significativa el funcionamiento (p. ej., una
persona con delirios de persecución está atenta de su entorno
pero continúa saliendo al exterior).
Alucinaciones: Las alucinaciones son relativamente frecuentes
y por momentos pueden originar malestar, pero son toleradas
frente a los demás y no preocupan de forma persistente a la
persona. El contenido de las alucinaciones puede instar a la
acción, pero la persona responde de manera inconsistente o en
ocasiones, y estas acciones no ponen a la persona o a otros en
riesgo de hacer daño.
Experiencias de pasividad y control: Las distorsiones de la
experiencia propia son relativamente frecuentes y conducen a un
comportamiento dirigido a protegerse de la alteración de los
pensamientos (p. ej., rituales supersticiosos), o hay marcado
malestar.

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Pensamiento desorganizado: Evidencia de frecuentes procesos


de pensamiento circunstancial o tangencial que dificulta la
capacidad del individuo para transmitir el punto que desea en su
comunicación.
Comportamiento desorganizado: Frecuentes episodios de
comportamiento sin sentido que no está dirigido a un objetivo y
que causa cierto deterioro en el funcionamiento.
3 Presente y grave Ejemplo de síntomas: (no todos son requeridos):
Delirios: La persona está preocupada por creencias delirantes
que dictan muchas de sus acciones y deterioran su
funcionamiento de forma significativa (p. ej., una persona con
delirios de persecución se niega a comer la mayor parte de los
alimentos debido a que está convencida de que la comida ha sido
envenenada).
Alucinaciones: La persona está marcadamente alterada o
preocupada por alucinaciones frecuentes, o se presentan
alucinaciones recurrentes que instan a un comportamiento
potencialmente dañino al que la persona se siente obligada a
actuar.
Experiencias de pasividad y control: Las distorsiones de la
experiencia propia originan un marcado malestar e impactan de
forma significativa el comportamiento del individuo (p. ej.,
portar un sombrero hecho de papel aluminio para prevenir la
transmisión de pensamiento).
Pensamiento desorganizado: La pérdida de asociaciones en los
procesos de pensamiento es tan grave que el lenguaje es casi
incoherente.
Comportamiento desorganizado: El comportamiento sin
sentido que no está dirigido a un objetivo domina el repertorio
conductual del individuo y causa un grave deterioro en el
funcionamiento.
9 No es posible calificar
con base en la
información disponible
Síntomas negativos
Este calificador puede ser utilizado junto con un diagnóstico del grupo de la esquizofrenia y
otros trastornos psicóticos primarios para indicar el grado en que los síntomas psicóticos
negativos son una parte importante de la presentación clínica actual. Los síntomas negativos
incluyen el afecto restringido, embotado o aplanado; alogia o bloqueos en el lenguaje,
avolición (pérdida general de la voluntad, o falta de motivación para perseguir metas
significativas); aislamiento social (participación reducida o ausente para relacionarse con
otros y en el interés por la interacción social) y anhedonia (incapacidad para experimentar
placer por actividades que normalmente eran placenteras). Para que puedan ser considerados
síntomas psicóticos negativos, los síntomas relevantes no deben ser atribuibles a una
depresión o a un entorno poco estimulante, ni ser la consecuencia directa de un síntoma
positivo (p. ej., delirios de persecución que causan que la persona se aísle socialmente debido
al temor a ser dañado), ni ser atribuible al efecto fisiológico directo de sustancias o
medicamentos, incluyendo síntomas de abstinencia. La catatonia, incluyendo el mutismo
catatónico, debe ser considerada en la evaluación del apartado de los síntomas psicomotores

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más que en este apartado.


0 Síntoma ausente
1 Presente, pero leve Ejemplo de síntomas: (no todos son requeridos):
Afecto o expresión afectiva embotada con cambios afectivos
sutiles y detectables. Limitada capacidad para iniciar
conversación pero responde a las preguntas. Poco interés en
acontecimientos externos, pero es capaz de motivarse para iniciar
actividades básicas cotidianas o completar una tarea cuando se le
solicita.
2 Presente y moderado Ejemplo de Síntomas: (no todos son requeridos):
Expresión emocional aplanada, mínima capacidad para iniciar
una conversación con algún objetivo distinto al de señalar sus
deseos o necesidades inmediatas, pero da respuestas concisas a
las preguntas que se le hacen. La falta de voluntad conduce al
descuido de la higiene o actividades requeridas, las cuales puede
completar cuando se le incita continuamente.
3 Presente y grave Ejemplo de síntomas: (no todos son requeridos):
La persona reporta sentirse vacía o robótica la mayor parte del
tiempo. Por lo general, no inicia la conversación, incluso para
indicar sus necesidades y deseos inmediatos. La persona no es
capaz de iniciar alguna conducta aún cuando se le incite
continuamente, lo que origina un grave descuido del auto-
cuidado hasta el punto de que pone a la persona en riesgo de
dañarse (por ej., inconstancia en la toma de medicamentos
vitales).
9 No es posible calificar
con base en la
información disponible
Síntomas del estado de ánimo depresivos
Este calificador puede ser utilizado junto con un diagnóstico del grupo de la esquizofrenia y
otros trastornos psicóticos primarios para indicar el grado en que los síntomas del estado de
ánimo depresivos son una parte importante de la presentación clínica actual. Este calificador
hace referencia solamente a síntomas del estado de ánimo depresivos según lo reporte el
individuo (sentirse triste, deprimido) o manifestado como signos (p. ej., lloroso, de apariencia
oprimida). La gravedad de síntomas asociados no-anímicos de un episodio depresivo (p. ej.,
anhedonia, cambios en el sueño o el apetito) no debe ser considerada al calificar esta área,
con excepción de la ideación suicida que forma parte de la calificación moderada y grave de
los síntomas depresivos (véase más adelante). Este calificador puede ser usado
independientemente si los síntomas depresivos cumplen o no los criterios diagnósticos para
un trastorno depresivo independiente.
0 Síntoma ausente
1 Presente, pero leve La persona expresa un estado de ánimo deprimido, pero existen
períodos intermitentes de alivio. Los síntomas depresivos
impactan en el funcionamiento personal, social o laboral, pero no
de forma considerable.
2 Presente y moderado El estado de ánimo deprimido está presente continuamente
aunque su intensidad varía. Puede haber ideación suicida junto
con el estado de ánimo deprimido cuando éste es más intenso.

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Los síntomas depresivos originan dificultades considerables en


el funcionamiento personal, social o laboral.
3 Presente y grave La intensidad del estado de ánimo deprimido es agobiante para
la persona. El nivel de gravedad puede ser observado por intensa
ideación suicida o intentos suicidas. Los síntomas depresivos
afectan gravemente el funcionamiento personal, social y laboral
hasta el punto que la persona es incapaz de funcionar, excepto en
un grado muy limitado.
9 No es posible calificar
con base en la
información disponible

Síntomas del estado de ánimo maníacos


Este calificador puede ser utilizado junto con un diagnóstico del grupo de la esquizofrenia y
otros trastornos psicóticos primarios para indicar el grado en que los síntomas del estado de
ánimo maníacos son una parte importante de la presentación clínica actual, cuando esto
representa un cambio significativo del estado de ánimo y el nivel de energía subjetivo
característico de la persona. Este calificador hace referencia a estados de ánimo elevados,
eufóricos, irritables o expansivos, incluyendo cambios rápidos entre diferentes estados de
ánimo (es decir, , labilidad emocional) También incluye aumento de la experiencia subjetiva
de energía, que puede estar acompañado por aumento de actividad dirigida a un objetivo. La
gravedad de síntomas asociados no-anímicos de un episodio maníaco o hipomaníaco (p ej.,
disminución de la necesidad de dormir, distractibilidad) no debe ser considerada al calificar
esta área. El incremento en la actividad psicomotora no dirigida a un objetivo debe ser
considerado en la evaluación del apartado de los síntomas psicomotores más que en este
apartado. Este calificador puede ser usado independientemente de si los síntomas maníacos
cumplen o no los criterios diagnósticos para un episodio maniaco. .
0 Síntoma ausente
1 Presente, pero leve Elevación hipomaníaca del estado de ánimo o incremento de la
irritabilidad. Los síntomas hipomaníacos no causan un marcado
deterioro en el funcionamiento personal, social o laboral.
2 Presente y moderado Marcada elevación del estado de ánimo, irritabilidad y/o del nivel
subjetivo de energía. Los síntomas maníacos originan
dificultades considerables en el funcionamiento personal, social
o laboral.

3 Presente y grave Elevación del estado de ánimo o irritabilidad extremos que da


lugar a un comportamiento arriesgado, peligroso o
marcadamente inapropiado hasta el punto de requerir supervisión
intensiva.
9 No es posible calificar
con base en la
información disponible

Síntomas psicomotores
Este calificador puede ser utilizado junto con un diagnóstico del grupo de la esquizofrenia y
otros trastornos psicóticos primarios para indicar el grado en que los síntomas psicomotores
son una parte importante de la presentación clínica actual. Los síntomas psicomotores

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incluyen la agitación psicomotora o incremento en la actividad motriz, por lo general se


manifiesta por conductas sin propósito, como estar inquieto, cambiando de lugar,
jugueteando, incapacidad para permanecer sentado o estar quieto, retorciéndose las manos,
estereotipias, muecas, etc. Los síntomas psicomotores también incluyen el retraso
psicomotor (enlentecimiento generalizado visible de los movimientos y el habla), así como
los síntomas catatónicos como agitación extrema con actividad motora sin propósito al punto
del agotamiento negativismo, mutismo o estupor. Para que pueda ser considerado un síntoma
psicomotor de este calificaodor, los síntomas no deben ser atribuibles a un trastorno
neurológico o del neurodesarrollo o al efecto fisiológico directo de sustancias o
medicamentos, incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia. Si el síndrome
completo de catatonia está presente, el diagnostico de catatonia también debe asignarse.
0 Síntoma ausente
1 Presente, pero leve La mayor parte del tiempo, la persona exhibe un nivel normal de
actividad, pero existen algunos períodos de excitación o
enlentecimiento psicomotor. Los síntomas psicomotores no
interfieren de forma significativa con el funcionamiento
personal, social o laboral.
2 Presente y moderado Frecuentes períodos de marcada agitación o retraso psicomotor,
pero los síntomas psicomotores no son continuos. Los síntomas
psicomotores interfieren significativamente con el
funcionamiento personal, social o laboral.
3 Presente y grave Agitación o retraso psicomotor graves y casi continuos,
incluyendo catatonia plena (p. ej., estupor, flexibilidad cérea,
catalepsia, rigidez). La agitación o retraso es lo suficientemente
grave para ser potencialmente dañino para la persona u otros (p.
ej., agitación hasta el punto del agotamiento físico grave, estupor
que impide a la persona alimentarse por sí misma).
9 No es posible calificar
con base en la
información disponible

Síntomas cognitivos
Esta área de calificación puede ser utilizada junto con un diagnóstico del grupo de la
esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios para indicar el grado en que el deterioro
cognitivo es una parte importante de la presentación clínica actual. Las alteraciones pueden
presentarse en cualquiera de los siguientes dominios cognitivos: velocidad de procesamiento,
atención /concentración, orientación, juicio, abstracción, aprendizaje verbal o visual, o
memoria de trabajo. El deterioro cognitivo no debe ser atribuible a un trastorno del
neurodesarrollo, o a delirium o a otro trastorno neurocognitivo, o a los efectos directos de
sustancias o medicamentos sobre el sistema nervioso central incluyendo los efectos de un
síndrome de abstinencia. De forma ideal, el uso de esta descripción debe basarse en los
resultados de evaluaciones neuropsicológicas validadas y estandarizadas localmente, sin
embargo, estas evaluaciones no están disponibles en todos los contextos clínicos, y no se
requieren para calificar esta área.
0 Síntoma ausente
1 Presente, pero leve La persona tiene dificultades menores en la cognición (p. ej.,
dificultad para recordar durante la entrevista, cambios en la
concentración, muestra cierta desorientación en el tiempo pero

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no personal o de lugar). El funcionamiento cotidiano no está


afectado por estas dificultades.
2 Presente y moderado La persona muestra claras dificultades en la cognición (p. ej.,
deterioro o inconsistencias en el recuerdo de algunos datos
autobiográficos, no puede realizar algunas operaciones básicas
que se espera que la persona logre de acuerdo con su nivel
educativo y funcionamiento intelectual, como tareas de cálculo
simples, alteraciones de la orientación en el tiempo y lugar pero
intacta para la persona, dificultad para aprender o retener nueva
información). Como resultado, el funcionamiento cotidiano se ve
afectado pero sólo se requiere de mínima ayuda externa.
3 Presente y grave La persona muestra marcadas dificultades en la cognición
(graves déficits en la memoria verbal u otras tareas cognitivas
adecuadas a su nivel educativo y de funcionamiento intelectual,
dificultad sustancial en la concentración y atención a lo que el
evaluador pregunta durante la entrevista, dificultad para la
formulación de planes para lograr un objetivo específico,
incapacidad para considerar soluciones alternativas a problemas,
orientación marcadamente alterada). Estos problemas interfieren
gravemente con el funcionamiento cotidiano hasta el punto de
necesitar considerable ayuda externa.
9 No es posible calificar
con base en la
información disponible

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TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO

Los trastornos del estado de ánimo se refieren a una agrupación superior de trastornos
depresivos y trastornos bipolares. Los trastornos del estado de ánimo se definen de acuerdo a
determinados tipos de episodios de alteración del estado de ánimo y su patrón en a lo largo del
tiempo. Los principales tipos de episodios de alteración del estado de ánimo son:

• Episodio depresivo
• Episodio maníaco
• Episodio mixto
• Episodio hipomaníaco

Los episodios de alteración del estado de ánimo no son entidades diagnosticables


independientemente, por lo tanto, no tienen sus propios códigos diagnósticos. Por el contrario,
los episodios de alteración del estado de ánimo constituyen los componentes de los trastornos
depresivos, los trastornos bipolares y trastornos relacionados.

Las siguientes secciones describen en primer lugar, las características de los episodios de
alteración del estado de ánimo, seguidas por las guías diagnósticas de los Trastornos del estado
de ánimo, incluyendo los trastornos depresivos y trastornos bipolares relacionados.

Los trastornos depresivos incluyen los siguientes:

7A70 Trastorno depresivo episodio único


7A71 Trastorno depresivo recurrente
7A72 Trastorno distímico

7A73 Trastorno mixto de depresión y de ansiedad también se incluye en la sección de


trastornos depresivos, aunque también comparte características con los trastornos de
ansiedad y trastornos relacionados con el miedo.

Trastornos bipolares y trastornos relacionados incluyen los siguientes:

7A60 Trastorno bipolar tipo I


7A61 Trastorno bipolar tipo II
7A62 Trastorno ciclotímico

También se proporciona la siguiente categoría de trastornos del estado de ánimo que no


coincide con las descripciones para cualquiera de las categorías anteriores:

7A9Y Otro trastorno del estado de ánimo

Episodio Depresivo

Características esenciales (requeridas):

• La presencia simultánea de al menos cinco de los siguientes síntomas característicos que se

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producen la mayor parte del día, casi todos los días, durante un período de al menos dos
semanas. Al menos uno de los síntomas del grupo afectivo debe estar presente. La
evaluación de la presencia o ausencia de síntomas debe hacerse en relación con el
funcionamiento típico del individuo.

Grupo Afectivo:
o Estado de ánimo depresivo referido por el individuo (p.ej., sentirse decaído, triste) o
manifestado como signo (p.ej., lloroso, apariencia de abatimiento). En niños y
adolescentes el estado de ánimo depresivo puede manifestarse como irritabilidad.
o Marcada disminución del interés o placer por actividades, especialmente aquellas que
normalmente eran agradables para el individuo. Estas últimas pueden incluir una
reducción en el deseo sexual.

Grupo Cognitivo-Conductual:
o Reducción en la capacidad para concentrarse o para mantener la atención en
actividades o una marcada indecisión.
o Creencias de baja autoestima o culpa excesiva o inapropiada que pueden ser
claramente delirantes. Este elemento no debe considerarse presente si la culpa o el
autorreproche es exclusivamente acerca de estar deprimido.
o Desesperanza acerca del futuro.
o Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo el miedo a morir), ideación suicida
recurrente (con o sin un plan específico) o evidencia de intento suicida.

Grupo Neurovegetativo:
o Alteración significativa del sueño (retraso en el inicio del dormir, aumento en la
frecuencia de despertares durante la noche o despertar temprano) o sueño excesivo.
o Cambios significativos en el apetito (disminución o aumento) o cambios
significativos en el peso (ganancia o pérdida).
o Signos de agitación o retardo psicomotor (observable por otros, no sólo las
sensaciones subjetivas de inquietud o lentitud).
o Reducción de la energía, fatiga, o marcado cansancio tras el desgaste producido por
un mínimo esfuerzo.

• La alteración del estado de ánimo es de una gravedad suficiente como para causar un
marcado deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral, u otras áreas
importantes del funcionamiento.
• Los síntomas no son una manifestación de otro trastorno o enfermedad (p.ej., un tumor
cerebral).
• Los síntomas no se deben al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema
nervioso (p.ej., benzodiacepinas), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia
(p.ej., abstinencia de estimulante).
• Los síntomas no se explican mejor por el duelo.

Límites con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con la normalidad: Cierto grado de estado de ánimo depresivo es una reacción
normal a eventos adversos serios y problemas de la vida (p.ej., divorcio, pérdida de trabajo),
y es frecuente en la comunidad. Un episodio depresivo se distingue de esta experiencia
común por la gravedad, rango y duración de los síntomas. Si las características esenciales

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de un episodio depresivo se cumplen, un episodio depresivo aún debe considerarse como


presente, incluso si se han identificado factores externos como desencadenantes del
episodio.
• Límite con el duelo normal: No debe considerarse la presencia de un episodio depresivo si
el individuo presenta síntomas normales de duelo, incluyendo un cierto nivel de síntomas
depresivos, y si el individuo ha experimentado un evento de pérdida significativa en los
últimos 6 meses, o más tiempo si un periodo más prolongado del duelo es consistente con
la respuesta normativa para el duelo dentro del contexto religioso y cultural del individuo.
Los individuos con antecedentes de trastornos depresivos pueden experimentar síntomas
depresivos durante el duelo, pero esto no necesariamente indica un mayor riesgo de
desarrollar posteriormente un trastorno depresivo. Sin embargo, un episodio depresivo
puede superponerse al duelo normal. La presencia de un episodio depresivo durante un
período de duelo debe ser sugerida por la persistencia de los síntomas depresivos constantes
después de un mes o más de la pérdida (es decir, no hay períodos de estado de ánimo
positivo o disfrute de actividades), por síntomas depresivos graves como las creencias
extremas de baja autoestima y culpabilidad no relacionado con la pérdida del ser querido,
presencia de síntomas psicóticos, ideación suicida, o retraso psicomotor. Es importante
considerar el antecedente de trastorno depresivo o trastorno bipolar para hacer esta
distinción.
• Límite con trastorno de duelo prolongado: El trastorno de duelo prolongado es una
respuesta persistente y generalizada al duelo tras la muerte de una pareja, padre, hijo o
persona cercana al afectado que persiste por un período de tiempo anormalmente largo
después de la pérdida (por ejemplo, por lo menos 6 meses)y se caracteriza por la añoranza
del fallecido o persistente preocupación por el difunto acompañado de dolor emocional
intenso (p. ej., tristeza, culpa, ira, negación, culpa, dificultad para aceptar la muerte,
sensación de haber perdido una parte de uno mismo, una incapacidad para experimentar
estado de ánimo positivo, entumecimiento emocional, dificultades para relacionarse con
actividades sociales o de otro tipo). Algunos síntomas comunes del trastorno de duelo
prolongado son similares a los observados en el episodio depresivo (p.ej., tristeza, pérdida
de interés en actividades, aislamiento social, sentimientos de culpa, ideación suicida). Sin
embargo, el trastorno de duelo prolongado se distingue del episodio depresivo porque los
síntomas se circunscriben y se focalizan específicamente en la pérdida de un ser querido,
mientras que los pensamientos depresivos y reacciones emocionales suelen abarcar
múltiples áreas de la vida. Además, otros síntomas comunes del trastorno de duelo
prolongado (p.ej., dificultad para aceptar la pérdida, dificultad para confiar en los demás,
sentirse amargado o enojado por la pérdida, sentir como si una parte de la persona ha
muerto) no son característicos de un episodio depresivo. El momento de la aparición de los
síntomas en relación con la pérdida y si hay antecedentes de un trastorno depresivo o
trastorno bipolar son importantes a considerar al hacer esta distinción.
• Límite con síndrome demencial: Los adultos mayores que experimentan un episodio
depresivo pueden presentar dificultades graves de la memoria y otros síntomas cognitivos
que pueden ser graves, por lo que es importante distinguir estos síntomas del síndrome
demencial. El síndrome demencial es una enfermedad crónica adquirida caracterizada por
el deterioro cognitivo significativo o deterioro del nivel previo de funcionamiento cognitivo
en dos o más dominios cognitivos (p.ej., memoria, atención, función ejecutiva, lenguaje,
cognición social, velocidad psicomotora, habilidades visuoperceptivas o visuoespaciales)
que es suficientemente grave como para interferir con el rendimiento o la independencia en
las actividades de la vida diaria. Si las dificultades de memoria y otros síntomas cognitivos
en adultos mayores ocurren exclusivamente en el contexto del episodio depresivo,

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generalmente no es apropiado un diagnóstico de síndrome demencial. Sin embargo, un


episodio depresivo puede superponerse al síndrome demencial (p.ej., cuando las
dificultades de memoria y otros síntomas cognitivos sustanciales son anteriores al inicio del
trastorno depresivo). El momento y la frecuencia de aparición de las dificultades de
memoria y otros síntomas cognitivos en relación con otros síntomas depresivos son
importantes a considerar al hacer esta distinción.

Características adicionales:

• En algunos individuos, el componente anímico de un episodio depresivo puede ser


principalmente experimentado y expresado como irritabilidad o como una ausencia de la
experiencia emocional (p. ej., "vacío"). En algunos contextos culturales, los cambios en el
estado de ánimose expresan más fácilmente en forma de síntomas corporales (p.ej., dolor,
fatiga, debilidad)en lugar de síntomas psicológicos. Estas variantes en la expresión del
componente anímico de un episodio depresivo deben evaluarse en relación con el
funcionamiento típico del individuo y por su aparición simultánea con la disminución del
interés o placer y otros síntomas depresivos.
• En algunos individuos, particularmente aquellos que experimentan sintomatología
depresiva más grave, pueden ser renuentes a describir ciertas experiencias (p.ej., síntomas
psicóticos) o incapacidad para detallarlo (p.ej., debido a síntomas de agitación o retardo
psicomotor).En tales casos, los signos observados por el clínico o reportados por un
informante pueden ayudar a determinar el estatus del diagnóstico y la gravedad del
episodio.
• Los episodios depresivos pueden asociarse con un incremento en el consumo de alcohol y
otras sustancias, exacerbación de síntomas psicológicos pre-existentes (p.ej., fobias o
síntomas obsesivos), o mediante preocupaciones somáticas.

Gravedad y calificadores de los síntomas psicóticos:

La gravedad de los episodios depresivos actuales debe ser clasificada en función del número y
la gravedad de los síntomas, así como el impacto que tiene la alteración del estado de ánimo
sen el funcionamiento del individuo.

Además, los episodios depresivos moderados y graves se clasifican en función de la presencia


de síntomas psicóticos durante el episodio (es decir, delirios o alucinaciones). (Por definición,
un episodio depresivo con síntomas psicóticos no se considera como leve).

Los delirios durante los episodios depresivos graves suelen ser persecutorios o de auto-
referencia (p. ej., ser perseguido por las autoridades debido a crímenes imaginarios). También
se presentan los delirios de culpa (p.ej., culparse falsamente por malas acciones), de pobreza
(p.ej., de estar en quiebra) y de desastres inminentes (percibidos como haber sido provocados
por el paciente), así como los somáticos (p.ej., de haber contraído alguna enfermedad grave) o
delirios nihilistas (p.ej., creer que los órganos del cuerpo no existen). Los delirios relacionados
con experiencias de influencia, pasividad y control (p. ej., la experiencia de que los
pensamientos o acciones no son generados por la persona, están siendo colocados en la mente
de uno o retirados de la mente de los demás, o que los pensamientos están siendo difundidos a
los demás) también pueden presentarse, pero son menos comunes que en la esquizofrenia y el
trastorno esquizoafectivo. Las alucinaciones auditivas (p. ej., voces peyorativas o acusatorias
que reprenden al paciente por debilidades o pecados imaginarios) son más comunes que las

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visuales (p.ej., visiones de muerte o destrucción), o las alucinaciones olfatorias (p.ej., el olor a
carne podrida).

Los síntomas psicóticos a menudo son sutiles y el límite entre los síntomas psicóticos y las
rumiaciones depresivas persistentes o preocupaciones sostenidas no siempre son claros. Los
síntomas psicóticos pueden variar en intensidad en el transcurso de un episodio depresivo o
incluso en el transcurso del día. Los síntomas psicóticos pueden ser ocultados por los individuos
que experimentan un episodio depresivo.

• Episodio depresivo leve:


o Ninguno de los síntomas de un episodio depresivo debe estar presente en un grado
intenso.
o La persona está usualmente angustiada por los síntomas y tiene algunas dificultades
para continuar funcionando en el ámbito personal, familiar, social, educativo,
laboral, u otras áreas importantes del funcionamiento.
o No hay delirios o alucinaciones durante el episodio.

• Episodio depresivo, moderado sin síntomas psicóticos:


o Varios síntomas de un episodio depresivo están presentes en un grado notable o
están presentes un gran número de síntomas depresivos de menor gravedad global.
o El individuo normalmente tiene una dificultad considerable para funcionar en el
ámbito personal, familiar, social, educativo, laboral, u otras áreas importantes del
funcionamiento.
o No hay delirios o alucinaciones durante el episodio.

• Episodio depresivo, moderado con síntomas psicóticos:


o Varios síntomas de un episodio depresivo están presentes en un grado notable o
están presentes un gran número de síntomas depresivos de menor gravedad global.
o El individuo normalmente tiene una dificultad considerable para funcionar en el
ámbito personal, familiar, social, educativo, laboral, u otras áreas importantes del
funcionamiento.
o Hay delirios o alucinaciones durante el episodio.

• Episodio depresivo grave sin síntomas psicóticos:


o Muchos o la mayoría de los síntomas de un episodio depresivo están presentes en
un grado notable o un menor número de síntomas están presentes y se manifiestan
en un grado intenso.
o El individuo es incapaz de funcionar en el ámbito personal, familiar, social,
educativo, laboral, u otras áreas importantes del funcionamiento, excepto en un
grado muy limitado.
o No hay delirios o alucinaciones durante el episodio.

• Episodio depresivo grave, con síntomas psicóticos:


o Muchos o la mayoría de los síntomas de un episodio depresivo están presentes en
un grado notable o un menor número de síntomas están presentes y se manifiestan
en un grado intenso.
o El individuo es incapaz de funcionar en el ámbito personal, familiar, social,
educativo, laboral, u otras áreas importantes del funcionamiento, excepto en un
grado muy limitado.

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o Hay delirios o alucinaciones durante el episodio.

Episodio maníaco
Características esenciales (requeridas):

• Las dos características siguientes se presentan simultáneamente y persisten al menos la


mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos una semana, a menos que se
acorten por una intervención terapéutica (ver a continuación).

o Un estado anímico extremo caracterizado por euforia, irritabilidad o expansividad


que supone un cambio significativo del estado de ánimo típico del individuo. Los
individuos comúnmente exhiben cambios rápidos entre los diferentes estados de
ánimo (p.ej., labilidad del estado de ánimo).
o Incremento en la actividad o experiencia subjetiva de incremento de energía que
representa un cambio significativo respecto al nivel habitual del individuo.

• Varios de los siguientes síntomas, que representan un cambio significativo respecto al


comportamiento o estado subjetivo usual del individuo:

o Discurso rápido o sensación de presión interna por hablar más (p.ej., el individuo
habla tan rápido que es difícil de interrumpir o reporta una presión interna por
hablar más de lo usual).
o Fuga de ideas o experiencia de pensamientos rápidos o acelerados (p.ej., el discurso
salta rápidamente y, en algunos casos, sin lógica, de una idea a la siguiente; la
persona reporta que sus pensamientos son rápidos o incluso acelerados y tiene
dificultades para permanecer en el tema).
o Autoestima aumentada o grandiosidad (p.ej., el individuo cree que puede lograr
tareas más allá de sus capacidades o que está a punto de hacerse famoso). En las
presentaciones psicóticas de la manía, esto puede manifestarse como delirios de
grandeza.
o Disminución en la necesidad de dormir (p.ej., la persona reporta sentirse descansada
con tan solo dos o tres horas de sueño). Esto difiere del insomnio, en donde el
individuo quiere dormir pero no puede.
o Distraibilidad (p.ej., la persona no puede mantenerse en una tarea, debido a que su
atención gira hacia estímulos ambientales menores o irrelevantes o, de tal manera,
que durante una conversación está claramente distraída por los ruidos o situaciones
externas).
o Comportamiento impulsivo o temerario (p.ej., el individuo busca llevar a cabo
actividades placenteras sin tener en cuenta las potenciales consecuencias negativas
o toma decisiones importantes en ausencia de una planificación adecuada).
o Incremento en el deseo sexual, sociabilidad o actividad dirigida a una meta.

• La alteración del ánimo es lo suficientemente grave como para causar un marcado


deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral, u otras áreas
importantes del funcionamiento.
• Los síntomas no son una manifestación de otra condición de salud (p.ej., tumor cerebral)
• Los síntomas no se deben al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema
nervioso central (p.ej. cocaína, anfetaminas), incluyendo los efectos de un síndrome de
abstinencia.

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Límites con otros trastornos y la normalidad:

• Límites con la normalidad: Los períodos con afecto eufórico o irritable que son
enteramente apropiados para el contexto (p.ej., euforia tras ganar la lotería) no cumplen los
requisitos para un episodio maníaco.

Características adicionales:

• Los episodios maníacos pueden o no incluir síntomas psicóticos. Una amplia variedad de
síntomas psicóticos pueden ocurrir en la manía, entre los más comunes están los delirios
de grandeza (p.ej., ser elegido por Dios, tener poderes o habilidades especiales), de
persecución y de auto-referencia (p.ej., se conspira contra la persona porque tiene una
identidad o habilidades especiales). También pueden presentarse experiencias de
pasividad, influencia o control (p.ej., la experiencia de que los pensamientos no son
generados por la persona, sino que son insertados o retirados de la mente por otros, o que
los pensamientos están siendo difundidos a otros). Las alucinaciones son menos frecuentes
y comúnmente se acompañan por delirios de persecución o referencia. Por lo general son
auditivas (p.ej. voces que adulan), o con menor frecuencia visuales (p.ej., visión de
deidades), somáticas, o táctiles.
• Algunos pacientes pueden presentar síntomas o deterioro en su funcionamiento lo
suficientemente graves como para requerir intervención inmediata (p.ej., tratamiento con
medicamentos estabilizadores del estado de ánimo). Como resultado, sus síntomas pueden
no cumplir con los requerimientos diagnósticos de una duración de al menos una semana,
ya que se acortan por el tratamiento. En tales casos, aún debe considerarse como un
episodio maníaco.
• Un síndrome maníaco que surge durante un tratamiento antidepresivo (p.ej., medicación,
terapia electroconvulsiva, luminoterapia, simulación magnética transcraneal) y que
perdura más allá de los efectos fisiológicos conocidos del tratamiento, se codifica como
episodio maníaco.

Episodio Mixto

Características esenciales (requeridas):

• Presencia de síntomas maníacos y depresivos prominentes consistentes con lo observado en


los episodios maníacos y episodios depresivos que ocurren de forma simultánea o alternan
rápidamente (día a día o dentro del mismo día) por un período de al menos dos semanas.
• La alteración del estado de ánimo es lo suficientemente grave como para causar un marcado
deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral, u otras áreas importantes
del funcionamiento.
• Los síntomas no son una manifestación de otra condición de salud (p.ej., tumor cerebral).
• Los síntomas no se deben al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema
nervioso central (p.ej., benzodiacepinas), incluyendo los efectos de un síndrome de
abstinencia.

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Características adicionales:

• Cuando los síntomas depresivos predominan en un episodio mixto, los síntomas comunes
de manía (de la otra polaridad) son irritabilidad, pensamientos acelerados y amontonados,
aumento del habla y agitación psicomotora.
• Cuando los síntomas maníacos predominan en el episodio mixto, los síntomas depresivos
comunes (de la otra polaridad) son estado de ánimo disfórico, expresión de creencias de
inutilidad, desesperanza e ideación suicida.
• En un episodio mixto inestable en el que los síntomas depresivos y maniacos alternan
rápidamente, estas fluctuaciones pueden observarse en el estado de ánimo (p. ej., entre la
euforia y la tristeza o disforia), la reactividad emocional (p. ej., entre el afecto aplanado y
la intensa o exagerada reactividad a estímulos emocionales), impulso (p.ej., períodos
alternados de aumento y disminución de la actividad psicomotora, expresión verbal, deseo
sexual, o el apetito), y el funcionamiento cognitivo (p.ej., los períodos de activación y la
inhibición o ralentización de pensamientos, atención y memoria).
• Los delirios y alucinaciones características tanto de los episodios depresivos como de los
maníacos (ver arriba) pueden ocurrir en episodios mixtos.
• Un síndrome mixto que surge durante un tratamiento antidepresivo (p.ej., medicación,
terapia electroconvulsiva, luminoterapia, simulación magnética transcraneal) y que
perdura más allá de los efectos fisiológicos conocidos del tratamiento, se codifica como
episodio mixto.

Episodio Hipomaníaco:
Características esenciales (requeridas):

• Las dos características siguientes se presentan simultáneamente y persisten al menos la


mayor parte del día, casi todos los días, durante varios días:

o Persistente elevación del estado de ánimo leve o incremento de la irritabilidad que


supone un cambio significativo del estado de ánimo típico del individuo (p. ej., el
cambio es evidente para las personas que conocen bien al individuo). Esto no
incluye períodos de estado de ánimo elevado o irritable que son acordes al contexto
(p. ej., elevado estado de ánimo después de una graduación académica o
relacionado con el enamoramiento). Suelen ocurrir cambios rápidos entre los
diferentes estados de ánimo (p.ej., labilidad del estado de ánimo).
o Incremento en la actividad o experiencia subjetiva de incremento de energía que
representa un cambio significativo respecto al nivel habitual del individuo.

• Además, varios de los siguientes síntomas que representan un cambio significativo


respecto al comportamiento o estado subjetivo usual del individuo (p. ej., el cambio es
evidente para las personas que conocen bien al individuo):

o Discurso rápido o sensación de presión interna por hablar más (p.ej., el individuo
habla tan rápido que es difícil de interrumpir o reporta una presión interna por
hablar más de lo usual).
o Fuga de ideas o experiencia de pensamientos rápidos o acelerados (p.ej., el discurso
salta rápidamente y, en algunos casos, sin lógica, de una idea a la siguiente; la
persona reporta que sus pensamientos son rápidos o incluso acelerados y tiene

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dificultades para permanecer en el tema).


o Autoestima aumentada o grandiosidad (p.ej., el individuo cree que puede lograr
tareas más allá de sus capacidades o que está a punto de hacerse famoso). En las
presentaciones psicóticas de la manía, esto puede manifestarse como delirios de
grandeza.
o Disminución en la necesidad de dormir (p.ej., la persona reporta sentirse descansada
con tan solo dos o tres horas de sueño). Esto difiere del insomnio, en donde el
individuo quiere dormir pero no puede.
o Distraibilidad (p.ej., la persona no puede mantenerse en una tarea, debido a que su
atención gira hacia estímulos ambientales menores o irrelevantes o, de tal manera
que durante una conversación está claramente distraída por los ruidos o situaciones
externas).
o Comportamiento impulsivo o temerario (p.ej., el individuo busca llevar a cabo
actividades placenteras sin tener en cuenta las potenciales consecuencias negativas
o toma decisiones importantes en ausencia de una planificación adecuada).
o Incremento en el deseo sexual, sociabilidad o actividad dirigida a una meta.

• La alteración del estado de ánimo no es lo suficientemente grave como para causar un


marcado deterioro en el funcionamiento laboral o en las actividades sociales usuales o las
relaciones con otras personas, no requiere hospitalización y no se acompañan por delirios
o alucinaciones.
• Los síntomas no son una manifestación de otra condición de salud (p.ej., tumor cerebral)
• Los síntomas no se deben al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema
nervioso central (p.ej. cocaína, anfetaminas), incluyendo los efectos de un síndrome de
abstinencia (p.ej., abstinencia de estimulante).

Límites con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con la normalidad: Los episodios hipomaníacos suelen ser difíciles de distinguir
entre los períodos normales de elevación del estado de ánimo, por ejemplo, relacionado
con los acontecimientos vitales positivos, sobre todo teniendo en cuenta que los episodios
hipomaniacos no están asociados con un deterioro funcional significativo. Para poder
considerar un episodio hipomaníaco los síntomas deben implicar un cambio significativo
respecto al estado de ánimo y comportamiento usual del individuo.
• Límite con la normalidad: La aparición de uno o más episodios hipomaníacos en
ausencia de antecedentes de otros tipos de episodios de alteración del estado de ánimo (es
decir, maníaco, depresivo o episodios mixtos) no es una base suficiente para el
diagnóstico de un trastorno del estado de ánimo.
• Límite con episodio maníaco: Los síntomas de los episodios hipomaníacos pueden ser
cualitativamente similares a los episodios maníacos. En un episodio maníaco, los
síntomas son lo suficientemente graves para causar un marcado deterioro en las áreas
personal, familiar, social, educativa, laboral, u otras áreas importantes del
funcionamiento. Si los síntomas son los suficientemente graves para requerir un
tratamiento intensivo (p. ej., hospitalización) para prevenir la posibilidad de causarse
daño a sí mismo o a otros, o si se presentan síntomas psicóticos, el episodio debe
considerarse maníaco en lugar de hipomaníaco.

Características adicionales:

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• Un síndrome de hipomanía que surge durante un tratamiento antidepresivo (p.ej.,


medicación, terapia electroconvulsiva, luminoterapia, simulación magnética transcraneal)
y que perdura más allá de los efectos fisiológicos conocidos del tratamiento, se codifica
como episodio hipomaníaco.

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Las descripciones del trastorno

TRASTORNOS DEPRESIVOS

Los trastornos depresivos se caracterizan por el estado de ánimo depresivo (p.ej., triste,
irritable, vacío) o pérdida de placer acompañada por otros síntomas cognitivos, del
comportamiento o neurovegetativos que afectan significativamente la capacidad del individuo
para funcionar. Un trastorno depresivo no debe diagnosticarse en aquellos individuos que han
experimentado alguna vez un episodio maniaco, mixto o hipomaníaco, lo cual, indicaría la
presencia de un trastorno bipolar.

7A70 Trastorno depresivo episodio único

Características esenciales (requeridas):

• Presencia o antecedentes de un trastorno depresivo episodio único (véase características


esenciales descritas arriba).
• No hay antecedentes de episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos, lo cual, indicaría
la presencia de un trastorno bipolar.

Calificadores de gravedad, síntomas psicóticos, y remisión:

El episodio depresivo en el trastorno depresivo episodio único debe clasificarse de acuerdo con
la gravedad del episodio o con el grado de remisión. Los episodios moderados y graves también
deben clasificarse de acuerdo con la presencia o ausencia de síntomas psicóticos. (Véanse las
descripciones de gravedad del episodio y síntomas psicóticos en el apartado de episodio
depresivo descrito arriba). Las categorías disponibles son las siguientes:

7A70.1 Trastorno depresivo episodio único, leve


7A70.2 Trastorno depresivo episodio único, moderado, sin síntomas psicóticos
7A70.3 Trastorno depresivo episodio único, moderado, con síntomas psicóticos
7A70.4 Trastorno depresivo episodio único, grave, sin síntomas psicóticos
7A70.5 Trastorno depresivo episodio único, grave, con síntomas psicóticos
7A70.6 Trastorno depresivo episodio único, actualmente en remisión parcial
7A70.7 Trastorno depresivo episodio único, actualmente en remisión total

7A70.1 Trastorno depresivo episodio único, leve

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


leve (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo.

7A70.2 Trastorno depresivo episodio único, moderado, sin síntomas psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


moderado (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo.

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7A70.3 Trastorno depresivo episodio único, moderado, con síntomas psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


moderado (véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo.

7A70.4 Trastorno depresivo episodio único, grave, sin síntomas psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


grave (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo.

7A70.5 Trastorno depresivo episodio único, grave, con síntomas psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


grave (véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo.

7A70.6 Trastorno depresivo episodio único, actualmente en remisión parcial

• Ya no se cumplen por completo los requisitos de la definición de un episodio depresivo,


pero sigue habiendo algunos síntomas depresivos significativos.

7A70.7 Trastorno depresivo episodio único, actualmente en remisión total

• Actualmente ya no hay síntomas depresivos significativos.

7A71 Trastorno depresivo recurrente

Características esenciales (requeridas):

• Antecedentes de al menos dos episodios depresivos (véase características esenciales


descritas arriba) que pueden incluir un episodio actual, separados por varios meses sin
alteración significativa del estado de ánimo.
• No hay antecedentes de episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos, lo cual, indicaría
la presencia de un trastorno bipolar.

Calificadores de gravedad, síntomas psicóticos, y remisión:

El episodio depresivo en el contexto del trastorno depresivo recurrente puede clasificarse de


acuerdo con la gravedad del episodio actual o con el grado de remisión. Los actuales episodios
moderados y graves también deben clasificarse de acuerdo con la presencia o ausencia de
síntomas psicóticos. (Véanse las descripciones de gravedad del episodio y síntomas psicóticos
en el apartado de episodio depresivo descrito arriba). Las categorías disponibles son las
siguientes:

7A71.1 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual leve


7A71.2 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual moderado, sin síntomas

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psicóticos
7A71.3 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual moderado, con síntomas
psicóticos
7A71.4 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual grave, sin síntomas psicóticos
7A71.5 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual grave, con síntomas psicóticos
7A71.6 Trastorno depresivo recurrente, actualmente en remisión parcial
7A71.7 Trastorno depresivo recurrente, actualmente en remisión total

7A71.1 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual, leve

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


leve (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A71.2 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual, moderado, sin síntomas


psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


moderado (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A71.3 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual, moderado, con síntomas


psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


moderado (véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A71.4 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual, grave, sin síntomas psicóticos
• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo
grave (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A71.5 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual, grave, con síntomas


psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


grave (véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A71.6 Trastorno depresivo recurrente, actualmente en remisión parcial

• Ya no se cumplen por completo los requisitos de la definición de un episodio depresivo,


pero sigue habiendo algunos síntomas depresivos significativos.

7A71.7 Trastorno depresivo recurrente, actualmente en remisión total

• Actualmente ya no hay síntomas depresivos significativos.

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Calificadores adicionales para los trastornos depresivos de episodio único y recurrentes

Los calificadores adicionales pueden ser aplicados para describir un episodio depresivo actual
en el contexto del trastorno depresivo episodio único o en el trastorno depresivo recurrente.
Estos calificadores indican otras características importantes de la presentación clínica o del
curso, inicio y patrón de los episodios depresivos. Estos calificadores no son mutuamente
excluyentes y se pueden añadir todos los que sean aplicables. (Cabe señalar que estos mismos
calificadores pueden también ser aplicados para los episodios depresivos actuales en el contexto
del trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II.

Los calificadores disponibles son los siguientes:

o Con síntomas de ansiedad prominentes (7A7x.x1)

Este calificador puede ser aplicado si el episodio depresivo está acompañado de


síntomas de ansiedad prominentes (p. ej., sentirse nervioso, ansioso o al límite, no ser
capaz de controlar los pensamientos preocupantes, miedo a que algo terrible vaya a
suceder, tener problemas para relajarse, ataques de pánico, tensión motora, síntomas
autonómicos). Cuando se cumplen los requisitos de la definición, tanto para un episodio
depresivo como para un trastorno de ansiedad y trastorno relacionado con el miedo, el
trastorno de ansiedad y trastorno relacionado con el miedo también debe diagnosticarse.

o Con melancolía (7A7x.x2)

Este calificador puede ser aplicado si el individuo está experimentando un episodio


depresivo actual y el episodio se caracteriza por varios de los siguientes síntomas:

• Pérdida de interés o placer en la mayoría de las actividades que habitualmente


disfrutaba (es decir, la anhedonia generalizada).
• Falta de reactividad emocional al entorno y eventos normalmente placenteros (es
decir, el estado de ánimo no se eleva ni siquiera transitoriamente con la exposición).
• Insomnio terminal, es decir, despertar por la mañana dos horas o más antes de la
hora habitual.
• Empeoramiento de los síntomas depresivos por la mañana.
• Marcado retardo psicomotor o agitación.
• Pérdida marcada de apetito o pérdida de peso.

o Episodio actual perinatal (7A7x.x3)

• Este calificador puede ser aplicado a un episodio depresivo actual en el contexto


del trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo recurrente si el
episodio tiene su inicio durante el embarazo o después de varios meses posteriores
al parto.
• Este calificador no debe utilizarse para describir los síntomas depresivos leves y
transitorios que no cumplen con los requisitos de la definición de un episodio
depresivo que pueden ocurrir después del parto (la llamada tristeza puerperal,
postparto o “baby-blues”).

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o Con patrones estacionales (7A7x.x4)

• Este calificador puede ser aplicado en el trastorno depresivo recurrente si ha habido


un patrón estacional regular en el inicio y la remisión de los episodios depresivos.
• Este calificador no se puede aplicar en el trastorno depresivo episodio único.
• Un predominio de episodios depresivos debe corresponder con el patrón estacional
tal y como se documenta en la historia del paciente.
• El patrón estacional puede diferenciarse de un episodio que coincide con una
estación en particular pero se relaciona principalmente con un factor de estrés
psicológico que ocurre regularmente en esa época del año (p. ej. el desempleo
estacional). Si los episodios en el pasado han sido en algunas ocasiones estacionales
y en otras no, este calificador debe utilizarse únicamente si el patrón estacional ha
sido predominante.

Límite con otros trastornos y la normalidad para el trastorno depresivo episodio único y el
trastorno depresivo recurrente:

• Límite con la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios: La presentación


no se explica mejor por un diagnóstico de esquizofrenia u otro trastorno psicótico
primario. Los individuos con un trastorno depresivo episodio único o trastorno
depresivo recurrente pueden presentar síntomas psicóticos pero únicamente durante los
episodios depresivos. Por el contrario, los individuos con un diagnóstico de
esquizofrenia u otro trastorno psicótico primario pueden experimentar síntomas
depresivos significativos durante los episodios psicóticos. En estos casos, si los
síntomas depresivos no cumplen con los requisitos diagnósticos de un episodio
depresivo, el calificador "con síntomas depresivos prominentes" puede aplicarse para el
diagnóstico de trastorno psicótico. Si se cumplen al mismo tiempo o con pocos días de
diferencia todos los requisitos de diagnóstico, tanto para un episodio depresivo como
para la esquizofrenia, debe asignarse el diagnóstico de trastorno esquizoafectivo en
lugar de trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo recurrente. Sin
embargo, un diagnóstico de trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo
recurrente pueden ocurrir a la par con un diagnóstico de esquizofrenia y otros trastornos
psicóticos primarios, y ambos diagnósticos pueden ser asignados si se cumplen todos
los requisitos diagnósticos para ambos trastornos y se presentan síntomas psicóticos
fuera de los episodios depresivos.
• Límite con trastorno mixto de depresión y ansiedad: Los individuos que presentan la
mayoría de los días tanto síntomas depresivos como de ansiedad en un período de dos
semanas o más, sin ninguno de los perfiles de síntomas, considerados por separado,
siendo lo suficientemente graves, numerosos o duraderos para justificar el diagnóstico
de trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo recurrente o de un trastorno
de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo pueden ser diagnosticados con el
trastorno mixto de depresión y ansiedad.
• Límite con trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo: Los
síntomas de ansiedad, incluyendo los ataques de pánico, son comunes en el trastorno
depresivo episodio único y trastorno depresivo recurrente, y en algunos individuos
puede ser un aspecto prominente de la presentación clínica. En algunos casos, el
calificador "con síntomas de ansiedad prominente" puede ser aplicado al diagnóstico.

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Si los síntomas de ansiedad cumplen con los requisitos de diagnóstico para un trastorno
de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo, también debe asignarse el
diagnóstico perteneciente al grupo de trastornos de ansiedad y trastornos relacionados
con el miedo. Si los ataques de pánico ocurren enteramente en el contexto de la ansiedad
asociada con episodios depresivos en el trastorno depresivo episodio único o el trastorno
depresivo recurrente, deben ser designados adecuadamente utilizando el calificador de
"con síntomas de ansiedad prominentes". Sin embargo, si los ataques de pánico ocurren
también fuera de los episodios depresivos, debe considerarse un diagnóstico por
separado de trastorno de pánico.
• Límite con trastorno de ansiedad generalizada: el trastorno de ansiedad generalizada
y el trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo recurrente pueden
compartir diversas características, tales como los síntomas somáticos de ansiedad,
dificultad para concentrarse, interrupción del sueño y sentimientos de temor asociados
con pensamientos pesimistas. El trastorno depresivo episodio único o trastorno
depresivo recurrente se distinguen por la presencia de bajo estado de ánimo o pérdida
de placer en actividades que previamente disfrutaba y otros síntomas característicos de
un episodio depresivo (p. ej. cambios en el apetito, sentimientos de inutilidad,
pensamientos recurrentes de muerte). En el trastorno de ansiedad generalizada, los
individuos se centran en las consecuencias potencialmente negativas que pueden ocurrir
en una variedad de aspectos cotidianos (p. ej. familia, finanzas, trabajo), más que en
pensamientos de inutilidad o desesperanza. Las rumiaciones suelen ocurrir en el
contexto del trastorno depresivo episodio único o el trastorno depresivo recurrente, pero
a diferencia del trastorno de ansiedad generalizada, no están acompañados por
preocupación persistente y aprensión acerca de varios aspectos cotidianos. El trastorno
de ansiedad generalizada puede ocurrir a la par con un trastorno depresivo episodio
único o trastorno depresivo recurrente, pero deben ser diagnosticados únicamente si los
requisitos de la definición para el trastorno de ansiedad generalizada se cumplen
previamente al inicio de o después de la remisión completa de un episodio depresivo.
• Límite con el insomnio: Los individuos que experimentan insomnio pueden también
reportar estado de ánimo depresivo y quizá desarrollar otros síntomas depresivos. Sin
embargo, la amplitud y la gravedad de los síntomas generalmente no son suficientes
para cumplir con los requisitos diagnósticos del trastorno depresivo episodio único o
trastorno depresivo recurrente.
• Límite con trastorno de adaptación: El trastorno de adaptación se caracteriza por una
reacción desadaptada de un factor de estrés psicosocial identificable y puede incluir
síntomas depresivos (p. ej., rumiaciones) pero no incluye los suficientes síntomas ni la
gravedad para cumplir los requisitos de un episodio depresivo. Si la reacción
desadaptada cumple con los requisitos de la definición del trastorno depresivo episodio
único o trastorno depresivo recurrente, incluso bajo la presencia de un factor de estrés
psicosocial identificable, se debe diagnosticar el trastorno depresivo episodio único o
trastorno depresivo recurrente en lugar de trastorno de adaptación.
• Límite con el trastorno negativista desafiante:Es común, particularmente en niños y
adolescentes, manifestaciones de desobediencia y síntomas de irritabilidad/ira que
surgen como parte de un trastorno del estado de ánimo. En concreto, la desobediencia
puede ser el resultado de una serie de síntomas depresivos (p.ej., disminución del interés
o placer en actividades, dificultad de concentración, desesperanza, retardo psicomotor,
disminución de energía). El trastorno negativista desafiante es a menudo comórbido con
los trastornos del estado de ánimo, y la irritabilidad/ira puede ser un síntoma común en
estos trastornos. Cuando los problemas de conducta tienen lugar principalmente en el

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contexto de un episodio depresivo, no debe asignarse un diagnóstico independiente de


trastorno negativista desafiante. Sin embargo, ambos diagnósticos pueden darse si se
cumplen los requisitos completos para ambos trastornos y se observan problemas de
conducta asociados con el trastorno negativista desafiante al margen de la aparición de
episodios depresivos.
• Límite con el síndrome del estado de ánimo secundario: Un síndrome depresivo que
es una manifestación de otra condición de salud puede ser diagnosticado como síndrome
del estado de ánimo secundario en lugar de trastorno depresivo episodio único o
trastorno depresivo recurrente.
• Límite con trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias: Un síndrome
depresivo debido a los efectos de una sustancia o medicamento en el sistema nervioso
central (p.ej., benzodiacepinas), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia
(p.ej., abstinencia de estimulantes) puede ser diagnosticado como trastorno del estado
de ánimo inducido por sustancias en lugar de trastorno depresivo episodio único o
trastorno depresivo recurrente.

Características adicionales:

• El riesgo de suicidio es significativamente mayor entre los individuos diagnosticados


con trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo recurrente que en la
población en general.
• Los ataques de pánico recurrentes en el trastorno depresivo episodio único o trastorno
depresivo recurrente puede ser indicativo de mayor gravedad, peor respuesta al
tratamiento y mayor riesgo de suicidio.
• La presencia de síndrome de demencia o trastorno del desarrollo intelectual no descarta
el diagnóstico de trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo recurrente,
pero las dificultades de comunicación pueden hacer que sea necesario depender más de
lo habitual de las observaciones realizadas por los médicos o informantes colaterales
informados para hacer el diagnóstico. Los síntomas observables incluyen retraso
psicomotor, pérdida de apetito y de peso, y trastornos del sueño.
• Existe un mayor riesgo de trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo
recurrente en individuos con antecedentes familiares de trastorno depresivo episodio
único o trastorno depresivo recurrente.
• La aparición simultánea con otros trastornos mentales y del comportamiento es común,
incluyendo los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo, trastornos
de angustia corporal, trastorno obsesivo compulsivo y trastornos relacionados, trastorno
negativista desafiante, trastornos debido al uso de sustancias, trastornos de la ingesta y
alimentarios y trastornos de personalidad.

7A72 Trastorno distímico

Características esenciales (requeridas):

• Estado de ánimo deprimido persistente (es decir, con una duración de 2 años o más),
durante la mayor parte del día, la mayoría de los días, reportado por el individuo (es
decir, sentirse deprimido o triste) u observado (es decir, lloroso o con aspecto abatido).
• El estado de ánimo deprimido se acompaña de síntomas característicos adicionales

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como:
o Una notable disminución del interés o placer en las actividades
o Energía reducida o fatiga
o Reducción de la capacidad para concentrarse o indecisión
o Sentimientos de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada
o Desesperanza acerca del futuro
o Pensamientos recurrentes de muerte
o Alteración del sueño o sueño excesivo
o Disminución o aumento del apetito
o Agitación o retardo psicomotor(a)
• Durante los primeros 2 años del trastorno, el número y la duración de los síntomas no
son suficientes para cumplir con los requisitos de la definición de un episodio depresivo.
• Aunque los intervalos breves libres de síntomas durante el período del estado de ánimo
persistentemente deprimido son consistentes con el diagnóstico, nunca ha habido ningún
periodo libre de síntomas prolongado (por ejemplo, que dura varios meses) desde el
inicio del trastorno.
• Los síntomas depresivos provocan una considerable angustia subjetiva o deterioro
significativo en las áreas de la vida personal, familiar, social, educativa, laboral o otras
áreas importantes del funcionamiento.
• No hay antecedentes de episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos, lo cual, indicarían
la presencia de un trastorno bipolar o trastorno relacionado.

Límites con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con la normalidad: En algunas ocasiones, el estado de ánimo deprimido es una


reacción normal a diversos eventos vitales adversos y problemas, y suele ser común en
la comunidad. El trastorno distímico se distingue de estas experiencias comunes por la
gravedad, el rango y duración de los síntomas. La evaluación de la presencia o ausencia
de signos o síntomas debe hacerse en relación con el funcionamiento típico de la
persona.
• Límite con el trastorno depresivo episodio único y trastorno depresivo recurrente: El
trastorno distímico se distingue del trastorno depresivo episodio único y del trastorno
depresivo recurrente por el número de síntomas y el curso del trastorno. El trastorno
distímico es una condición crónica y persistente, pero esencialmente subumbral; durante
el periodo inicial de dos años necesario para establecer el diagnóstico, el número y la
duración de los síntomas no son suficientes para cumplir con los requisitos de la
definición de un episodio depresivo, como se requiere para un diagnóstico de trastorno
depresivo episodio único o de trastorno depresivo recurrente. Después del periodo
inicial, si el número y la gravedad de los síntomas alcanza el umbral diagnóstico para
un episodio depresivo, en el contexto de un trastorno distímico en curso, tanto un
trastorno distímico como un trastorno depresivo, ya sea episodio único o recurrente,
pueden ser diagnosticados. A diferencia del trastorno distímico, el trastorno depresivo
recurrente es de naturaleza episódica. Sin embargo, los largos períodos de síntomas
depresivos subumbrales, que ocurran después de los episodios depresivos, cuando no
ha habido un período inicial de 2 años de síntomas subumbrales,se diagnostican mejor
como untrastorno depresivo episodio único en remisión parcial o un trastorno depresivo
recurrente en remisión parcial.

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• Límite con trastorno bipolar y trastornos relacionados: Los individuos con un patrón
de síntomas depresivos que se asemejan al trastorno distímico, que tienen antecedentes
de episodios maníacos o mixtos pueden diagnosticarse como trastorno bipolar tipo I. Un
patrón de inestabilidad del estado de ánimo crónica que se caracteriza por períodos de
sintomatología depresiva que no es suficientemente grave o prolongada para cumplir
con los requisitos de la definición de un episodio depresivo, así como períodos de
sintomatología hipomaníaca, pueden ser diagnosticados como trastorno ciclotímico.
• Límite con la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios: Los síntomas no
se explican mejor por la esquizofrenia, el trastorno esquizoafectivo u otro trastorno
psicótico primario. Los síntomas depresivos son comunes en los trastornos psicóticos y
únicamente deben diagnosticarse como trastorno distímico si persisten por varios años
después de un episodio psicótico activo.
• Límite con el trastorno de ansiedad generalizada: El trastorno de ansiedad
generalizada y el trastorno distímico pueden compartir diversas características, tales
como síntomas somáticos de ansiedad, dificultad de concentración, alteración del sueño
y sentimientos de miedo asociados con pensamientos pesimistas. El trastorno distímico
se distingue por la presencia de bajo estado de ánimo o pérdida de placer en actividades
que previamente disfrutaba y otros síntomas característicos de un trastorno distímico (p.
ej., cambios en el apetito, sentimientos de inutilidad, pensamientos recurrentes de
muerte). En el trastorno de ansiedad generalizada, los individuos se centran en
consecuencias potencialmente negativas que pueden ocurrir en una variedad de aspectos
cotidianos (p. ej., familia, finanzas, trabajo), más que en pensamientos de inutilidad o
desesperanza. Las rumiaciones suelen ocurrir en el contexto de un trastorno distímico,
pero a diferencia del trastorno de ansiedad generalizada, no están acompañados por
preocupación persistente y aprensión acerca de varios aspectos cotidianos. El trastorno
de ansiedad generalizada puede ocurrir a la par con el trastorno distímico, pero deben
ser diagnosticados únicamente si los requisitos de la definición para el trastorno de
ansiedad generalizada se cumplen previamente al inicio del trastorno distímico.
• Límite con el síndrome del estado de ánimo secundario: Un síndrome depresivo
crónico que es una manifestación de otra condición de salud puede ser diagnosticado
como síndrome del estado de ánimo secundario en lugar de trastorno distímico.
• Límite con trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias: Un síndrome
depresivo crónico debido a los efectos de una sustancia o medicamento en el sistema
nervioso central (p.ej., benzodiacepinas), incluyendo los efectos de un síndrome de
abstinencia (p.ej., abstinencia de estimulantes) puede ser diagnosticado como trastorno
del estado de ánimo inducido por sustancias en lugar de trastorno distímico.

Características adicionales:

• El riesgo de suicidio es significativamente mayor entre los individuos diagnosticados


con trastorno distímico que en la población en general.
• Existe un mayor riesgo de trastorno distímico en individuos con antecedentes familiares
de trastornos del estado de ánimo.
• La aparición simultánea con otros trastornos mentales y del comportamiento es común,
incluyendo los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo, trastornos
de angustia corporal, trastorno obsesivo compulsivo y trastornos relacionados, trastorno
negativista desafiante, trastornos debido al uso de sustancias, trastornos de la ingesta y
alimentarios y trastornos de personalidad.

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• En los niños, puede ser apropiado asignar el diagnóstico de trastorno distímico después
de un período inicial de síntomas relativamente más breve (por ejemplo, 1 año).

7A73 Trastorno mixto de depresión y ansiedad

Características esenciales (requeridas):

• La presencia de síntomas tanto de depresión como de ansiedad durante la mayor parte


del tiempo, durante un período de dos semanas o más.
• Ni los síntomas depresivos ni los síntomas de ansiedad, considerados por separado, son
lo suficientemente graves, numerosos o duraderos para justificar el diagnóstico de otro
trastorno depresivo o un trastorno de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo.
• Los síntomas depresivos incluyen estado de ánimo deprimido o notable disminución del
interés o placer en actividades, especialmente aquellas que normalmente disfrutaba el
individuo.
• Hay múltiples síntomas de ansiedad, que pueden incluir sentirse nervioso, ansioso o al
límite, no ser capaz de controlar los pensamientos de preocupación, miedo a que algo
terrible vaya a suceder, tener problemas para relajarse, ataques de pánico, tensión
motora, síntomas autonómicos simpáticos.
• No hay antecedentes de episodios maníacos o mixtos, lo cual, podría indicar la presencia
de un trastorno bipolar.
• Los síntomas provocan una angustia subjetiva considerable o deterioro significativo en
el ámbito personal, familiar, social, educativo, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento.

Límite con la normalidad y otros trastornos:

• Límite con la normalidad: Si la inquietud o preocupación excesiva es el único síntoma


de ansiedad (es decir, no están presentes síntomas autonómicos simpáticos u otros
síntomas de ansiedad), un diagnóstico de trastorno mixto de depresión y ansiedad no es
adecuado.
• Límite con trastornos depresivos: Si los síntomas de depresión y/o ansiedad cumplen
con los requisitos de la definición para un episodio depresivo o un trastorno de ansiedad
o trastorno relacionado con el miedo, entonces, el trastorno depresivo o el trastorno de
ansiedad y trastorno relacionado con el miedo deben ser diagnosticados en lugar del
trastorno mixto de depresión y ansiedad. Si es adecuado, el calificador de síntomas de
ansiedad prominentes puede aplicarse para los diagnósticos de trastornos depresivos.
• Límite con el trastorno bipolar y trastornos relacionados: Los trastornos mixtos de
depresión y ansiedad no deben diagnosticarse si hay presencia actual o previa de
episodios maníacos o mixtos, lo que indicaría la presencia de un trastorno bipolar.
• Límite con trastorno de adaptación: Si el inicio de los síntomas sucede en estrecha
relación con cambios vitales significativos o eventos vitales estresantes, generalmente
es más adecuado el diagnóstico de trastorno de adaptación que de trastorno mixto de
depresión y ansiedad.

© Departamento de salud mental y abuso de sustancias de la OMS, 2016


Documento interno de la OMS para uso exclusivo de investigación; no citar ni distribuir 48

Características adicionales:

• Los individuos con esta mezcla de síntomas comparativamente leves de depresión y


ansiedad son vistos con frecuencia en servicios de atención primaria, pero existen
muchos más casos entre la población en general que no llegan nunca a la atención
clínica.

TRASTORNOS BIPOLARES Y TRASTORNOS RELACIONADOS:


Los trastornos bipolares y trastornos relacionados son trastornos del estado de ánimo
episódicos definidos por la aparición de episodios o síntomas maníacos, mixtos o
hipomaníacos. Por lo general, suelen alternarse a lo largo del curso de estos trastornos con
episodios depresivos o períodos de síntomas de depresión.

7A60 Trastorno Bipolar Tipo I

Características esenciales:

• Antecedentes de al menos un episodio maníaco o mixto (ver las características


esenciales de episodios de alteración del estado de ánimo descritas arriba). Aunque un
solo episodio maníaco o mixto es suficiente para el diagnóstico de trastorno bipolar de
tipo I, el curso típico del trastorno se caracteriza por episodios recurrentes de depresión
y manía o mixtos. A pesar de que algunos episodios pueden ser hipomaníacos, debe de
haber antecedentes de al menos un episodio maníaco o mixto.

Calificadores del tipo de episodio del estado de ánimo actual, síntomas psicóticos, gravedad
del episodio depresivo actual y remisión:

El tipo de episodio del estado de ánimo actual, así como la gravedad y la presencia o ausencia
de síntomas psicóticos en los episodios depresivos actuales y el grado de remisión, deben
clasificarse en el trastorno bipolar tipo I. (Véanse las descripciones de episodio depresivo y
síntomas psicóticos descritos arriba). Las categorías disponibles son las siguientes:

7A60.1 Trastorno bipolar tipo I, episodio maniaco actual, sin síntomas psicóticos
7A60.2 Trastorno bipolar tipo I, episodio maniaco actual, con síntomas psicóticos
7A60.3 Trastorno bipolar tipo I, episodio hipomaniaco actual
7A60.4 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, leve
7A60.5 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, moderado, sin síntomas
psicóticos
7A60.6 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, moderado, con síntomas
psicóticos
7A60.7 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, grave, sin síntomas
psicóticos
7A60.8 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, grave, con síntomas
psicóticos
7A60.9 Trastorno bipolar tipo I, episodio mixto actual, sin síntomas psicóticos
7A60.A Trastorno bipolar tipo I, episodio mixto actual, con síntomas psicóticos
7A60.B Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión parcial, episodio más reciente
maníaco o hipomaníaco

© Departamento de salud mental y abuso de sustancias de la OMS, 2016


Documento interno de la OMS para uso exclusivo de investigación; no citar ni distribuir 49

7A60.C Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión parcial, episodio más reciente
depresivo
7A60.D Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión parcial, episodio más reciente
mixto
7A60.ETrastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión total

7A60.1 Trastorno bipolar tipo I, episodio maniaco actual, sin síntomas psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio maníaco


(véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio maníaco actual.

7A60.2 Trastorno bipolar tipo I, episodio maniaco actual, con síntomas psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio maníaco


(véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio maníaco actual.

7A60.3 Trastorno bipolar tipo I, episodio hipomaniaco actual

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio


hipomaníaco (véase más arriba).

7A60.4 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, leve

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


leve (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A60.5 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, moderado, sin síntomas
psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


moderado (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A60.6 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, moderado, con síntomas
psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


moderado (véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A60.7 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, grave, sin síntomas
psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


grave (véase más arriba).

© Departamento de salud mental y abuso de sustancias de la OMS, 2016


Documento interno de la OMS para uso exclusivo de investigación; no citar ni distribuir 50

• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A60.8 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, grave, con síntomas
psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


grave (véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A60.9 Trastorno bipolar tipo I, episodio mixto actual, sin síntomas psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio mixto


(véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio mixto actual.

7A60.A Trastorno bipolar tipo I, episodio mixto actual, con síntomas psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio mixto


(véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio mixto actual.

7A60.B Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión parcial, episodio más


reciente maníaco o hipomaníaco

• El episodio más reciente fue un episodio maníaco o hipomaníaco


• Ya no se cumplen por completo los requisitos de la definición de un episodio maníaco
o hipomaníaco, pero sigue habiendo algunos síntomas maníacos o hipomaníacos
significativos.

7A60.C Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión parcial, episodio más


reciente depresivo

• El episodio más reciente fue un episodio depresivo.


• Ya no se cumplen por completo los requisitos de la definición de un episodio
depresivo, pero sigue habiendo algunos síntomas depresivos significativos.

7A60.D Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión parcial, episodio más


reciente mixto

• El episodio más reciente fue un episodio mixto.


• Ya no se cumplen por completo los requisitos de la definición de un episodio mixto,
pero sigue habiendo algunos síntomas anímicos significativos.

7A60.E Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión total

• Actualmente ya no hay síntomas anímicos significativos.

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7A61 Trastorno bipolar tipo II

Características esenciales:

• Antecedentes de al menos un episodio hipomaníaco y al menos un episodio depresivo


(ver las características esenciales de episodios de alteración del estado de ánimo
descritas arriba). El curso típico del trastorno se caracteriza por episodios depresivos e
hipomaníacos recurrentes.

Calificadores del tipo de episodio del estado de ánimo actual, gravedad y síntomas psicóticos
en el episodio depresivo actual y remisión:

El tipo de episodio del estado de ánimo actual, así como la gravedad y la presencia o ausencia
de síntomas psicóticos en el episodio depresivo actual y el grado de remisión, deben clasificarse
en el trastorno bipolar tipo II. (Véanse las descripciones de episodio depresivo y síntomas
psicóticos descritos arriba). Las categorías disponibles son las siguientes:

7A61.1 Trastorno bipolar Tipo II, episodio hipomaníaco actual


7A61.2 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, leve
7A61.3 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, moderado sin síntomas
psicóticos
7A61.4 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, moderado con síntomas
psicóticos
7A61.5 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, grave sin síntomas
psicóticos
7A61.6 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, grave con síntomas
psicóticos
7A61.7 Trastorno bipolar Tipo II, actualmente en remisión parcial, episodio más
reciente hipomaníaco
7A61.8 Trastorno bipolar Tipo II, actualmente en remisión parcial, episodio más
reciente depresivo
7A61.9 Trastorno bipolar Tipo II, actualmente en remisión total

7A61.1Trastorno bipolar Tipo II, episodio hipomaníaco actual

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio


hipomaníaco (véase más arriba).

7A61.2 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, leve

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


leve (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A61.3 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, moderado sin síntomas
psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


moderado (véase más arriba).

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Documento interno de la OMS para uso exclusivo de investigación; no citar ni distribuir 52

• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A61.4 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, moderado con síntomas
psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


moderado (véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A61.5 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, grave sin síntomas
psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


grave (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A61.6 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, grave con síntomas
psicóticos

• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo


grave (véase más arriba).
• Hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.

7A61.7 Trastorno bipolar Tipo II, actualmente en remisión parcial, episodio más
reciente hipomaníaco

• El episodio más reciente fue un episodio hipomaníaco


• Ya no se cumplen por completo los requisitos de la definición de un episodio
hipomaníaco, pero sigue habiendo algunos síntomas hipomaníacos significativos.

7A61.8 Trastorno bipolar Tipo II, actualmente en remisión parcial, episodio más
reciente depresivo

• El episodio más reciente fue un episodio depresivo.


• Ya no se cumplen por completo los requisitos de la definición de un episodio depresivo,
pero sigue habiendo algunos síntomas depresivos significativos.

7A61.9 Trastorno bipolar Tipo II, actualmente en remisión total

• Actualmente ya no hay síntomas anímicos significativos.

Calificadores adicionales para los episodios de alteración del estado de ánimo en los
trastornos bipolares I y trastornos bipolares II:

Los calificadores adicionales pueden ser aplicados para describir un episodio del estado de
ánimo actual en el contexto del trastorno bipolar tipo I (episodios depresivos, maníacos, mixtos
o hipomaníacos) y el trastorno bipolar II (episodios depresivos o hipomaníacos). Estos
calificadores indican otras características importantes de la presentación clínica o del curso,

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inicio y patrón de los episodios de alteración del estado de ánimo. Estos calificadores no son
mutuamente excluyentes y se pueden añadir todos los que sean aplicables. (Cabe señalar que
estos mismos calificadores, con excepción del calificador de ciclos rápidos, pueden también ser
aplicados para los episodios depresivos actuales en el contexto del trastorno depresivo. El
calificador de ciclos rápidos es específico del trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo
II).

Los calificadores disponibles son los siguientes:

o Con síntomas de ansiedad prominentes (7A7x.x1)

Este calificador puede ser aplicado si el episodio depresivo, maníaco, mixto o


hipomaníaco está acompañado de síntomas de ansiedad prominentes (p. ej., sentirse
nervioso, ansioso o al límite, no ser capaz de controlar los pensamientos de
preocupación, miedo a que algo terrible vaya a suceder, tener problemas para relajarse,
ataques de pánico, tensión motora, síntomas autonómicos). Cuando se cumplen los
requisitos de la definición, tanto para un episodio depresivo como para un trastorno de
ansiedad y trastorno relacionado con el miedo, el trastorno de ansiedad y trastorno
relacionado con el miedo también debe diagnosticarse.

o Con melancolía (7A7x.x2)

Este calificador puede ser aplicado si el individuo está experimentando un episodio


depresivo actual y el episodio se caracteriza por varios de los siguientes síntomas:

• Pérdida de interés o placer en la mayoría de las actividades que habitualmente


disfrutaba (es decir, la anhedonia generalizada).
• Falta de reactividad emocional al entorno y eventos normalmente placenteros (es
decir, el estado de ánimo no se eleva ni siquiera transitoriamente con la exposición).
• Insomnio terminal, es decir, despertar por la mañana dos horas o más antes de la
hora habitual.
• Empeoramiento de los síntomas depresivos por la mañana.
• Marcado retardo psicomotor o agitación.
• Pérdida marcada de apetito o pérdida de peso.

o Episodio actual perinatal (7A7x.x3)

• Este calificador puede ser aplicado a un episodio depresivo, maníaco, mixto o


hipomaníaco actual en el contexto del trastorno bipolar tipo I o el trastorno bipolar
tipo II, si el episodio tiene su inicio durante el embarazo o después de varios meses
posteriores al parto.
• Este calificador no debe utilizarse para describir los síntomas depresivos leves y
transitorios que no cumplen con los requisitos de la definición de un episodio
depresivo que pueden ocurrir después del parto (la llamada tristeza puerperal,
postparto o “baby-blues”).

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o Con patrones estacionales (7A7x.x4)

• Este calificador puede ser aplicado en el trastorno bipolar tipo I o el trastorno


bipolar tipo II si ha habido un patrón estacional regular en el inicio y la remisión de
los episodios depresivos, maníacos, mixtos o hipomaníacos.
• Un predominio de episodios depresivos, maníacos, mixtos o hipomaníacos debe
corresponder con el patrón estacional tal y como se documenta en la historia del
paciente.
• El patrón estacional puede diferenciarse de un episodio que coincide con una
estación en particular pero se relaciona principalmente con un factor de estrés
psicológico que ocurre regularmente en esa época del año (p. ej., el desempleo
estacional). Si los episodios en el pasado han sido en algunas ocasiones estacionales
y en otras no, este calificador debe utilizarse únicamente si el patrón estacional ha
sido predominante.

o Ciclos rápidos (7A6x.x5)

• Este calificador puede ser aplicado si el trastorno bipolar tipo I o el trastorno bipolar
tipo II se caracteriza por una alta frecuencia de episodios de alteración del estado
de ánimo (al menos cuatro) en el transcurso de los últimos 12 meses. Puede haber
un cambio desde una polaridad del estado de ánimo a la otra, o los episodios de
alteración del estado de ánimo pueden estar delimitados por un período de remisión.
• En individuos con una alta frecuencia de episodios de alteración del estado de
ánimo, algunos pueden ser más cortos que los usualmente observados en el
trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II. En particular, los períodos
depresivos pueden durar sólo unos días. Sin embargo, si los síntomas de depresión
o manía se alternan muy rápidamente (es decir, de un día a otro o dentro del mismo
día), un episodio mixto puede diagnosticarse en lugar de ciclos rápidos.
• Los ciclos rápidos pueden producir en cualquier momento durante el curso del
trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II y pueden representar un patrón
transitorio.
• En las pacientes mujeres, se debe establecer que no hay relación entre los cambios
rápidos del patrón y el ciclo menstrual, en cuyo caso, un diagnóstico de trastorno
disfórico premenstrual sería más apropiado.

Límites con otros trastornos y la normalidad para trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar
tipo II:

• Límite con la normalidad: La presencia o antecedentes de episodios hipomaníacos en


la ausencia de antecedentes de al menos un episodio depresivo no es base suficiente para
un presunto diagnóstico de trastorno bipolar II.
• Límite con trastorno ciclotímico: En el trastorno ciclotímico, el número, gravedad y/o
duración de los síntomas depresivos no deben haber cumplido nunca con el umbral
requerido para el episodio depresivo y no debe de haber evidencia de antecedentes de
episodios mixtos o maníacos.
• Límite con la esquizofrenia y otros trastorno psicóticos primarios: La presentación no
se explica mejor por un diagnóstico de esquizofrenia u otro trastorno psicótico primario.

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Los individuos con trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II pueden presentar
síntomas psicóticos durante los episodios depresivos y los individuos con trastorno
bipolar I pueden presentar síntomas psicóticos durante los episodio maníacos o mixtos,
pero estos síntomas suceden únicamente durante los episodios de alteración del estado
de ánimo. Por el contrario, los individuos con un diagnóstico de esquizofrenia u otro
trastorno psicótico primario pueden experimentar síntomas depresivos o maníacos
significativos durante los episodios psicóticos. En estos casos, si los síntomas no
cumplen con los requisitos diagnósticos del episodio depresivo, maníaco o mixto, el
calificador de “con síntomas depresivos prominentes” y/o “con síntomas maníacos
prominentes” pueden aplicarse para el diagnóstico del trastorno psicótico. Si se cumplen
todos los requisitos diagnósticos simultáneamente o con pocos días entre cada uno, tanto
para el episodio depresivo, maníaco o mixto, como para la esquizofrenia, el diagnóstico
de trastorno esquizoafectivo debe ser asignado en lugar del de trastorno bipolar tipo I o
trastorno bipolar tipo II. Un episodio hipomaníaco superpuesto a una esquizofrenia no
califica para el diagnóstico de trastorno esquizoafectivo. Sin embargo, un diagnóstico
de trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II puede presentarse a la par con un
diagnóstico de esquizofrenia u otro trastorno psicótico primario, y ambos diagnósticos
pueden ser asignados si se cumplen todos los requisitos diagnósticos para ambos
trastornos y los síntomas psicóticos se presentan fuera de los episodios de alteración del
estado de ánimo.
• Límite con trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo: Los
síntomas de ansiedad, incluyendo los ataques de pánico, son comunes en el trastorno
bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II, y en algunos individuos pueden ser un aspecto
importante de la presentación clínica. En esos casos, el calificador “con síntomas de
ansiedad prominentes” debe ser aplicado para el diagnóstico. Si los síntomas de
ansiedad cumplen con los requisitos de la definición de un trastorno de ansiedad y
trastornos relacionados con el miedo, el diagnóstico adecuado del grupo de trastornos
de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo también debe asignarse. Si los
ataques de pánico suceden completamente en el contexto de una ansiedad asociada con
episodio depresivo, hipomaníaco, maníaco o mixto en el trastorno bipolar tipo I y
trastorno bipolar tipo II, deben ser asignados adecuadamente utilizando el calificador
“con síntomas de ansiedad prominentes”. Sin embargo, si el ataque de pánico también
se producen fuera de los episodios sintomáticos del estado de ánimo, se debe considerar
por separado un diagnóstico de trastorno de pánico.
• Límite con los trastornos de personalidad: Los individuos con un trastorno de
personalidad pueden presentar impulsividad o inestabilidad del estado de ánimo, pero
un trastorno de personalidad no incluye episodios depresivos, hipomaníacos, maníaco o
mixtos. Sin embargo, es relativamente común que el trastorno de personalidad y el
trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II aparezcan simultáneamente. Los
síntomas de personalidad deben ser evaluados fuera del contexto del episodio del estado
de ánimo para evitar mezclar los síntomas de un episodio del estado de ánimo con rasgos
de personalidad, pero ambos diagnósticos pueden ser asignados si los requisitos de la
definición para ambos diagnósticos se cumple en su totalidad.
• Límite con trastornos del estado de ánimo inducidos por sustancias: Un síndrome
depresivo, hipomaníaco, maníaco o mixto debido a los efectos de una sustancia o
medicamento diferente a la medicación antidepresiva en el sistema nervioso central (p.
ej., cocaína, anfetaminas), incluyendo el síndrome de abstinencia, debe ser
diagnosticado como trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias en lugar de
trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II. La presencia de una alteración del

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estado de ánimo debe asignarse una vez que los efectos fisiológicos de la sustancia
hayan disminuido.
• Límite con trastorno negativista desafiante: Es común que surja como parte de un
trastorno del estado de ánimo, particularmente en niños, debido a los patrones de
desobediencia y los síntomas de irritabilidad/ira. En particular, la desobediencia puede
provocar numerosos síntomas de depresión (p. ej., disminución del interés o placer en
actividades, dificultades para concentrarse, desesperanza, retardo psicomotor,
disminución de la energía). Durante los episodios hipomaníacos o maníacos, los
individuos son menos propensos a seguir la normas y cumplir con directrices. El
trastorno negativista desafiante suele ser comórbido con trastornos del estado de ánimo,
y la irritabilidad/ira pueden ser síntomas comunes en estos trastornos. Cuando se
producen principalmente problemas del comportamiento en el contexto de episodios
hipomaníacos, maníacos, depresivos o mixtos, debe asignarse por separado un
diagnóstico de trastorno negativista desafiante. Sin embargo, ambos diagnósticos
pueden asignarse si todos los requisitos para la definición de ambos trastornos se
cumplen o los problemas de comportamiento asociados con el trastorno negativista
desafiante se observan fuera de la aparición del episodio del estado de ánimo.
• Límite con otro trastorno: La irritabilidad es un síntoma que también puede observarse
en otros trastornos (p.ej., trastorno depresivo, trastorno de ansiedad generalizada). Con
el fin de atribuir estos síntomas a un episodio de manía, hipomanía o mixto, el clínico
debe establecer el patrón episódico de los síntomas y la aparición simultánea con otros
síntomas.
• Límite con TDAH: Aunque un episodio maníaco, hipomaníaco o mixto puede incluir
síntomas característicos del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
(TDAH), tales como distracción, hiperactividad e impulsividad, el trastorno bipolar tipo
I y el trastorno bipolar tipo II se distinguen del TDAH por su naturaleza episódica y
porque van acompañados de estado de ánimo elevado eufórico o irritable. El TDAH y
el trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II pueden presentarse simultáneamente
y, cuando esto ocurre, los síntomas de TDAH tienden a empeorar durante los episodios
hipomaníaco, maníaco o mixtos.
• Límite con síndrome secundario del estado de ánimo: Un síndrome depresivo,
hipomaníaco, maníaco o mixto que es una manifestación de otra condición de salud,
debe diagnosticarse como un síndrome secundario del estado de ánimo en lugar de un
trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II.

Características adicionales:

• En combinación con antecedentes de uno o más episodios depresivos, un episodio


mixto, maníaco o hipomaníaco provocado por tratamiento antidepresivo (medicación,
terapia electro convulsiva, fototerapia, simulación magnética transcraneal), es motivo
de un diagnóstico de trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II.
• Los períodos inter-episódicos pueden caracterizarse por remisión completa de los
síntomas o por la presencia de síntomas hipomaníacos, maníacos, mixtos y/o depresivos
residuales, en cuyo caso, un calificador de “remisión parcial” debe ser aplicado.
• El riesgo de suicidio es significativamente mayor entre los individuos diagnosticados
con trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II que entre la población en general,
particularmente durante los episodios depresivos y mixtos y entre los individuos con
ciclos rápidos.

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• Los ataques de pánico recurrentes en el trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo
II suelen ser indicativos de mayor gravedad, peor respuesta al tratamiento y mayor
riesgo de suicidio.
• La historia familiar es un factor importante a considerar porque la heredabilidad de los
trastornos bipolares, según lo sugerido por estudios en gemelos, es la más alta de todos
los trastornos psiquiátricos.
• Cuando los individuos con trastorno bipolar tipo II buscan atención en servicios
clínicos, lo hacen invariablemente durante los episodios depresivos, ya que los
individuos que presentan un episodio hipomaníaco suelen tener una experiencia
subjetiva de mejor funcionamiento (p. ej., mayor productividad y creatividad en el
trabajo), y, por lo mismo, raramente buscan atención clínica durante estos episodios.
Por lo tanto, los episodios hipomaníacos generalmente deben ser evaluados
retrospectivamente en los individuos que presentan depresión.
• Los individuos que se diagnostican inicialmente con trastorno bipolar tipo II tienen alto
riesgo de presentar un episodio maníaco o mixto a lo largo de su vida. Si esto ocurre, el
diagnóstico debe ser cambiado por trastorno bipolar tipo I.
• Los pacientes diagnosticados con trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II
tienen alto riesgo de desarrollar una serie de condiciones de salud que afectan el sistema
cardiovascular (p.ej., hipertensión) y el metabolismo (p. ej., hiperglucemia), algunos de
los cuales, se deben a los efectos del uso crónico de medicamentos para trastornos
bipolares.
• Los individuos con trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II presentan altos
índices de presentarse junto con otros trastornos mentales y del comportamiento, más
comúnmente con los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo, así
como con trastornos debido al uso de sustancias.

7A62 Trastorno ciclotímico

Características esenciales:

• En el transcurso de al menos 2 años, durante la mayor parte del tiempo, numerosos


períodos de inestabilidad del estado de ánimo que incluyen períodos de:
o Sintomatología hipomaniaca que puede o no ser lo suficientemente grave o
prolongada para cumplir con los requisitos completos de la definición de un
episodio hipomaníaco.
o Sintomatología depresiva que no es lo suficientemente grave o prolongada para
cumplir con los requisitos completos de un episodio depresivo.
• Los síntomas del estado de ánimo provocan un considerable malestar subjetivo o
deterioro significativo en el área personal, familiar, social, educativo, laboral u otras
áreas importantes del funcionamiento.
• No hay antecedentes de episodios maníacos o mixtos.

Límites con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: el trastorno ciclotímico se distingue de variaciones normales
del estado de ánimo por una historia de malestar o dificultades en el funcionamiento debido
a las repetidas apariciones de alteración del estado de ánimo.
• Límite con el trastorno depresivo episodio único y trastorno depresivo recurrente: Si el

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número y la gravedad de los síntomas alcanzan el umbral de diagnóstico para el trastorno


depresivo episodio único o trastorno depresivo recurrente en el contexto de un trastorno
ciclotímico en curso y el individuo no tiene antecedentes de episodios hipomaníacos, tanto
el trastorno depresivo como el trastorno ciclotímico deben ser diagnosticados.
• Límite con trastorno bipolar tipo II: si el número y la gravedad de los síntomas alcanzan
el umbral de diagnóstico para el trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo
recurrente en el contexto de un trastorno ciclotímico en curso y el individuo tiene
antecedentes de episodios hipomaníacos pero no tiene antecedentes de episodios maníacos
o mixtos, el diagnostico debe ser cambiado por trastorno bipolar tipo II.
• Límite con el trastorno bipolar tipo I: Si el número y la gravedad de los síntomas alcanzan
el umbral para el diagnóstico de un episodio maníaco o un episodio mixto en el contexto
de un trastorno ciclotímico en curso, el diagnóstico debe ser cambiado por trastorno bipolar
tipo I.
• Límite con la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios: Los individuos con
trastorno ciclotímico generalmente no presentan los síntomas psicóticos que se observan
en la esquizofrenia, el trastorno esquizoafectivo u otros trastornos psicóticos primarios.
• Límite con trastorno de personalidad: Los individuos con trastorno de personalidad
pueden presentar impulsividad o inestabilidad emocional pero los trastornos de
personalidad no incluyen episodios hipomaníacos. Sin embargo, los trastornos de
personalidad y el trastorno ciclotímico pueden presentarse simultáneamente. Los trastornos
de personalidad deben ser evaluados fuera del contexto de un episodio del estado de ánimo
para evitar confundir los síntomas de un episodio del estado de ánimo con rasgos de
personalidad, aunque ambos diagnósticos pueden ser asignados si los requisitos de la
definición para ambos diagnósticos se cumplen por completo.
• Límite con trastorno negativista desafiante: Es común que surja como parte de un
trastorno del estado de ánimo, particularmente en niños, debido a los patrones de
incumplimiento y los síntomas de irritabilidad/ira. En particular, el incumplimiento puede
provocar numerosos síntomas de depresión (p. ej., disminución del interés o placer en
actividades, dificultades para concentrarse, desesperanza, retardo psicomotor, disminución
de la energía). Durante los episodios hipomaníacos o maníacos, los individuos son menos
propensos a seguir la normas y cumplir con directrices. El trastorno negativista desafiante
suele ser comórbido con trastornos del estado de ánimo, y la irritabilidad/ira pueden ser
síntomas comunes en estos trastornos. Cuando se producen principalmente problemas del
comportamiento en el contexto de alteración del estado de ánimo, debe asignarse por
separado un diagnóstico de trastorno negativista desafiante. Sin embargo, ambos
diagnósticos pueden asignarse si todos los requisitos para la definición de ambos trastornos
se cumplen o los problemas de comportamiento asociados con el trastorno negativista
desafiante se observan fuera de la aparición del episodio del estado de ánimo.
• Límite con TDAH: Aunque los episodios hipomaníacos pueden incluir síntomas
característicos del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), tales como
distracción, hiperactividad e impulsividad, los episodios hipomaníacos se distinguen del
TDAH por su naturaleza episódica y porque van acompañados de estado de ánimo elevado
eufórico o irritable. El TDAH y el trastorno ciclotímico pueden presentarse
simultáneamente y, cuando esto ocurre, los síntomas de TDAH tienden a empeorar durante
los episodios hipomaníacos.
• Límite con síndrome secundario del estado de ánimo: Una inestabilidad emocional
crónica que es una manifestación de otra condición de salud, debe diagnosticarse como un
síndrome secundario del estado de ánimo en lugar de un trastorno ciclotímico.

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• Límite con trastornos del estado de ánimo inducidos por sustancias: Una inestabilidad
emocional crónica debida a los efectos de una sustancia o medicamento en el sistema
nervioso central (p. ej., benzodiacepinas), incluyendo el síndrome de abstinencia (p.ej.,
abstinencia de estimulantes), debe ser diagnosticado como trastorno del estado de ánimo
inducido por sustancias en lugar de trastorno ciclotímico.

Características adicionales:
• Los individuos inicialmente diagnosticados con trastorno ciclotímico tienen alto riesgo a
desarrollar trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II a lo largo de su vida.

La siguiente categoría puede utilizarse para otros trastornos del estado de ánimo que no
correspondan a las descripciones para cualquiera de las categorías descritas anteriormente:

7A9Y Otro trastorno del estado de ánimo

Característicasesenciales:

• La presentación clínica no satisface los requisitos de definición de ningún otro trastorno


del grupo de trastornos del estado de ánimo.
• Los síntomas no se explican mejor por otro trastorno mental y del comportamiento
(p.ej., un trastorno psicótico, un trastorno de ansiedad o trastorno relacionado con el
miedo, o un trastorno relacionado específicamente con el estrés).
• La presentación clínica se considera que es un trastorno mental y del comportamiento
que comparte características clínicas primarias con otros trastornos del estado de ánimo
(p. ej., varios síntomas que ocurren juntos, tales como el estado de ánimo deprimido o
elevado, aumento o disminución en la participación en actividades placenteras, aumento
o disminución de los niveles de energía, trastornos en el sueño ola alimentación, etc.).
• Los síntomas y comportamientos no son apropiados para el desarrollo, sancionados
culturalmente o son una manifestación de otra condición de salud (p. ej., tumor
cerebral).
• Los síntomas causan un malestar o deterioro significativos en el área personal, familiar,
social, educativa, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

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TRASTORNOS DE ANSIEDAD Y RELACIONADOS CON EL MIEDO


Los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo se caracterizan por miedo y
ansiedad excesivos, y alteraciones del comportamiento relacionadas, así como por la
presentación de síntomas lo suficientemente graves como para ocasionar malestar o deterioro
del funcionamiento significativos. El miedo y la ansiedad son fenómenos estrechamente
relacionados. El miedo es una reacción a una amenaza inminente percibida en el presente,
mientras que la ansiedad está más orientada hacia el futuro, en referencia a la percepción de
una amenaza anticipada. Una de las principales formas en las que los diferentes trastornos de
ansiedad y trastornos relacionados con el miedo se distinguen de otros es el foco de la
aprensión, es decir, el estímulo o situación que desencadena el miedo o la ansiedad. El foco de
la aprensión puede ser muy específico, como en la fobia específica o se refiere a una clase
amplia de situaciones como en el trastorno de ansiedad generalizada. La presentación clínica
de los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo generalmente incluye
cogniciones específicas asociadas que pueden ayudar a diferenciar entre los trastornos
aclarando el foco de la aprensión.
Los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo incluyen los siguientes:
7B00 Trastorno de ansiedad generalizada
7B01 Trastorno de pánico
7B02 Agorafobia
7B03 Fobia específica
7B04 Trastorno de ansiedad social
7B05 Trastorno de ansiedad por separación
7A13 Mutismo selectivo
7B0Y Otros trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo

7B00 Trastorno de ansiedad generalizada


Características esenciales (requeridas):
• Síntomas pronunciados de ansiedad acompañados de cualquiera de los siguientes:
o Aprensión general que no se limita a cualquier circunstancia ambiental particular (es
decir, “ansiedad flotante-libre”); o
o Preocupación (expectativa aprensiva) sobre los sucesos adversos que puedan ocurrir
en varios aspectos diferentes de la vida cotidiana (ej., trabajo, finanzas, salud,
familia).
• La ansiedad y la aprensión general o la preocupación se acompañan de síntomas adicionales,
tales como:
o Tensión muscular o inquietud motora.
o Hiperactividad autonómica simpática, tal y como se evidencia por frecuentes
síntomas gastrointestinales como náuseas y/o malestar abdominal, palpitaciones
cardíacas, sudoración, temblor, estremecimientos, y/o boca seca.
o Experiencia subjetiva de nerviosismo, inquietud o de estar “al límite”.
o Dificultades para mantener la concentración.
o Irritabilidad.
o Alteraciones del sueño (dificultad para iniciar o mantener el sueño, o sueño
insatisfactorio o no reparador).
• Los síntomas no son transitorios y persisten al menos varios meses, la mayoría de los días.
• Los síntomas no son una manifestación de una enfermedad médica (p.ej., hipotiroidismo),
no se deben al efecto directo de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso
central (p.ej., café, cocaína), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia (p.ej.,
alcohol, benzodiacepinas), y no se explica mejor por otro trastorno mental y del

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comportamiento (p.ej., trastorno depresivo).


• Los síntomas son lo suficientemente graves como para ocasionar malestar significativo al
experimentar los síntomas de ansiedad persistente u ocasionar deterioro significativo en el
ámbito personal, familiar, social, educativo, ocupacional o de otras áreas importantes del
funcionamiento.

Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: La ansiedad y la preocupación son estados
emocionales/cognitivos normales que suceden habitualmente cuando las personas se
encuentran bajo estrés. En niveles óptimos, la ansiedad y la preocupación pueden ayudar a
dirigir los esfuerzos en la solución de problemas, centrar la atención de forma adaptativa e
incrementar el estado de alerta. La ansiedad y la preocupación normales suelen estar lo
suficientemente auto-reguladas como para no interferir con el funcionamiento u ocasionar
malestar significativo. Por el contrario, la ansiedad y la preocupación características del
trastorno de ansiedad generalizada son excesivas, persistentes, intensas, y pueden tener un
impacto negativo en el funcionamiento. Las personas bajo circunstancias exageradamente
estresantes (p. ej., vivir en una zona de guerra) pueden experimentar una ansiedad y
preocupación intensas e invalidantes que son apropiadas en tales circunstancias ambientales,
y esas experiencias no deberían considerarse como sintomáticas del trastorno de ansiedad
generalizada si ocurren exclusivamente en dichas circunstancias.
• Límite con los trastornos depresivos: El trastorno de ansiedad generalizada y los trastornos
depresivos pueden compartir varias características como los síntomas somáticos de la
ansiedad, dificultades para concentrarse, alteración del sueño y sentimientos de temor
asociados a pensamientos pesimistas. Los trastornos depresivos se distinguen por la
presencia de estado de ánimo bajo o pérdida de placer en actividades que previamente se
consideraban placenteras y otros síntomas característicos de los trastornos depresivos (p. ej.,
cambios en el apetito, sentimientos de inutilidad, ideación suicida). El trastorno de ansiedad
generalizada puede coexistir con los trastornos depresivos, pero sólo debería diagnosticarse
si los requisitos de la definición del trastorno de ansiedad generalizada se cumplen antes del
inicio o con posterioridad a la remisión completa de un episodio depresivo.
• Límite con el trastorno de adaptación: El trastorno de adaptación implica reacciones
desadaptadas a un factor estresante psicosocial identificable o múltiples factores de estrés
caracterizados por la preocupación por el factor estresante o sus consecuencias. Las
reacciones pueden incluir preocupación excesiva, pensamientos recurrentes y molestos sobre
el factor estresante o cavilaciones constantes sobre sus implicaciones. El trastorno de
adaptación se centra en el factor estresante identificable o sus consecuencias, mientras que
en el trastorno de ansiedad generalizada, la preocupación abarca típicamente a múltiples
áreas de la vida cotidiana y puede incluir preocupaciones hipotéticas (p. ej., que puede
ocurrir un suceso negativo). A diferencia de las personas con trastorno de ansiedad
generalizada, las personas con trastorno de adaptación suelen tener un funcionamiento
normal antes de la aparición del(los) factor(es) estresante(s). Los síntomas del trastorno de
adaptación generalmente se resuelven en 6 meses.
• Límite con trastornos de ansiedad social: En el Trastorno de ansiedad social, los síntomas
son en respuesta a situaciones sociales temidas (p. ej., hablar en público, iniciar una
conversación) y las preocupaciones acerca de ser evaluado negativamente por los demás.
Las personas con trastorno de ansiedad generalizada pueden preocuparse por las
consecuencias de un mal desempeño o por fracasar en una evaluación, pero no están
exclusivamente preocupados ante la evaluación de los demás.

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• Límite con el trastorno de pánico: El trastorno de pánico se caracteriza por episodios de


miedo o ansiedad intensos, recurrentes, inesperados y auto limitados. El trastorno de
ansiedad generalizado se distingue por una sensación de aprensión crónica más persistente
y menos circunscrita, por lo general, asociada con la preocupación acerca de una variedad
de sucesos vitales cotidianos. Las personas con trastorno de ansiedad generalizada pueden
experimentar ataques de pánico que se desencadenan por preocupaciones concretas. En tales
casos, podría establecerse un diagnóstico adicional de trastorno de pánico, únicamente si la
persona ha experimentado también ataques de pánico sin una provocación específica (es
decir, ataques de pánico inesperados). Además, algunas personas con trastorno de pánico
pueden experimentar ansiedad y preocupación entre los ataques de pánico. Si el foco de la
ansiedad y la preocupación se limita al temor de tener un ataque de pánico o las posibles
implicaciones de los ataques de pánico (p. ej., que la persona puede estar sufriendo una
enfermedad cardiovascular), no se justifica el diagnóstico adicional de trastorno de ansiedad
generalizada. Sin embargo, si la persona por lo general está más ansiosa por una serie de
acontecimientos vitales, además de experimentar ataques de pánico no provocados, puede
ser apropiado un diagnóstico adicional de trastorno de ansiedad generalizada.
• Límite con el trastorno por estrés postraumático: Las personas con trastorno por estrés
postraumático desarrollan hipervigilancia como consecuencia de la exposición a un factor
estresante traumático y pueden volverse aprensivos por el hecho de que ellos u otras personas
cercanas puedan estar bajo una amenaza inminente, ya sea en situaciones concretas o de
forma más general. Las personas con trastorno por estrés postraumático pueden
experimentar ansiedad desencadenada por recuerdos del suceso traumático (p. ej., miedo y
evitación de un lugar donde la persona fue atacada). En cambio, la ansiedad y la
preocupación en personas con trastorno de ansiedad generalizada se dirigen hacia la
posibilidad de una variedad de sucesos adversos en una variedad de ámbitos de la vida (p.
ej., salud, finanzas, trabajo).
• Límite con el trastorno obsesivo-compulsivo: En el trastorno obsesivo-compulsivo el foco
de la aprensión se refiere a pensamientos intrusivos y no deseados, impulsos, o imágenes
(obsesiones), mientras que en el trastorno de ansiedad generalizada la atención se centra en
los acontecimientos de la vida diaria. A diferencia de las obsesiones en el trastorno obsesivo-
compulsivo, que habitualmente son experimentados como no deseadas e intrusivas, las
personas con trastorno de ansiedad generalizada experimentan su preocupación como una
estrategia útil para prevenir los acontecimientos negativos.
• Límite con el trastorno de ansiedad por separación: Las personas con trastorno de ansiedad
generalizada pueden preocuparse por la salud y seguridad de las figuras de apego, como en
el trastorno de ansiedad por separación, pero su preocupación se extiende también a otros
aspectos de los acontecimientos de la vida cotidiana.
• Límite con hipocondría y trastorno de angustia corporal: En la hipocondría y el trastorno
de angustia corporal, las personas se preocupan por síntomas físicos reales o percibidos y su
potencial importancia para su salud. Las personas con trastorno de ansiedad generalizada
experimentan síntomas somáticos asociados con ansiedad y pueden preocuparse por su salud
pero su preocupación se extiende a otros aspectos de la vida cotidiana.

Características adicionales:
• Algunas personas con trastorno de ansiedad generalizada pueden comunicar únicamente una
ansiedad somática crónica y un sentimiento inespecífico de temor sin ser capaces de articular
el contenido específico de su preocupación.
• Los cambios en el comportamiento como la evitación, las necesidades frecuentes de

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tranquilización (especialmente en niños), y la postergación pueden estar presentes. Estos


comportamientos normalmente representan un esfuerzo para reducir la aprensión o prevenir
que ocurran sucesos indeseables.

7B01 Trastorno de Pánico


Características esenciales (requeridas):
• Ataques de pánico inesperados y recurrentes que no se restringen a los estímulos o
situaciones particulares. Los ataques de pánico son episodios discretos de miedo intenso o
aprensión también caracterizados por la aparición rápida y simultánea de varios síntomas
característicos. Estos síntomas pueden incluir, pero no se limitan a los siguientes:
o Palpitaciones o aumento del ritmo cardíaco
o Sudoración
o Temblor
o Sensaciones de falta de aliento
o Sensaciones de asfixia
o Dolor en el pecho
o Náuseas o molestias abdominales
o Sensaciones de mareo o aturdimiento
o Escalofríos o sofocos
o Hormigueo o falta de sensibilidad en las extremidades (es decir, parestesias)
o Despersonalización o desrealización
o Temor a perder el control o volverse loco
o Temor a la muerte inminente
• Los ataques de pánico están seguidos por inquietud persistente o preocupación (p.ej., durante
varias semanas) acerca de su recurrencia o su significado negativo percibido (p.ej., de que
los síntomas fisiológicos pueden ser los de un infarto de miocardio) o comportamientos
destinados a evitar su repetición (p.ej., salir de casa únicamente acompañado de alguien de
confianza).
• Los síntomas no son una manifestación de una enfermedad médica (p.ej., feocromocitoma),
no se deben al efecto directo de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso
central (p.ej., café, cocaína), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia (p.ej.,
alcohol, benzodiacepinas), no se explica mejor por otro trastorno mental y del
comportamiento (p.ej., trastorno obsesivo-compulsivo, con ataques de pánico).
• Los síntomas son lo suficientemente graves como para ocasionar deterioro significativo en
el ámbito personal, familiar, social, educativo, ocupacional, o de otras áreas importantes de
funcionamiento.
• Los ataques de pánico pueden ocurrir en otros trastornos de ansiedad y trastornos
relacionados con el miedo, así como en otros trastornos mentales y del comportamiento y,
por lo tanto, la presencia de ataques de pánico no es por sí misma suficiente para asignar un
diagnóstico de trastorno de pánico.

Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: Los ataques de pánico son comunes en la población en general,
en particular en respuesta a acontecimientos de la vida que provocan ansiedad. Los ataques
de pánico en respuesta a las amenazas reales a la integridad física o psicológica del individuo
se consideran parte de la continuidad normativa de reacciones y un diagnóstico no se justifica
en tales casos. El trastorno de pánico se distingue de las reacciones normales de miedo por

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la recurrencia frecuente de los ataques de pánico, preocupación o inquietud persistente de


los ataques de pánico o su significado o las alteraciones en el comportamiento (p.ej.,
evitación), y el deterioro significativo asociado en el funcionamiento.
• Límite con la normalidad: La aparición repentina, la rápida elevación, la naturaleza
inesperada y la intensa gravedad de los ataques de pánico es lo que los distingue de la
ansiedad ligada a situaciones normales que pueden experimentarse en la vida cotidiana (p.ej.,
durante las transiciones vitales como mudarse a una nueva ciudad).
• Límite con los trastornos de ansiedad y otros trastornos mentales y del comportamiento:
Los ataques de pánico pueden tener lugar en el contexto de una variedad de otros trastornos
mentales y del comportamiento, particularmente en los trastornos de ansiedad y trastornos
relacionados con el miedo, trastornos asociados específicamente con el estrés, y trastorno
obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados. Cuando los ataques de pánico se producen
en el contexto de estos trastornos, generalmente son parte de una respuesta de ansiedad
intensa a estímulos angustiantes internos o externos que representa un foco de aprensión en
ese trastorno (p.ej., un objeto o situación particular en la fobia específica, la evaluación
negativa en el trastorno de ansiedad social, el ser contaminado por gérmenes en el trastorno
obsesivo-compulsivo, tener una enfermedad grave en la hipocondría, recuerdos de un suceso
traumático en el trastorno por estrés postraumático). Si los ataques de pánico se limitan a
este tipo de situaciones en el contexto de otro trastorno, un diagnóstico por separado de
trastorno de pánico no está justificado. Si algunos ataques de pánico en el curso del trastorno
han sido inesperados y no exclusivamente en respuesta a estímulos asociados con el foco de
aprensión relacionado con otro trastorno, puede asignarse un diagnóstico adicional de
trastorno de pánico.
• Límite con la agorafobia: La imprevisibilidad percibida de los ataques de pánico a menudo
refleja la fase temprana de la enfermedad. Sin embargo, con el tiempo, con la recurrencia de
los ataques de pánico en situaciones específicas, las personas a menudo desarrollan ansiedad
anticipatoria de tener ataques de pánico en esas situaciones o pueden experimentar ataques
de pánico desencadenados por la exposición a las mismas. Es común que los individuos
desarrollen con el tiempo algún grado de síntomas de agorafobia en el contexto de un
trastorno de pánico. Si la persona desarrolla temores semejantes al pánico u otros síntomas
incapacitantes o embarazosos que ocurren en situaciones diversas y, como resultado, evitan
activamente estas situaciones, requieren de la presencia de un acompañante o las soportan
únicamente a base de un temor intenso o ansiedad, y se cumplen los requisitos de definición
de agorafobia, un diagnóstico adicional de agorafobia puede asignarse.
• Límite con la hipocondría: Las personas con hipocondría a menudo malinterpretan los
síntomas corporales como evidencia de que pueden tener una o más enfermedades que
amenazan la vida. Aunque las personas con trastorno de pánico también pueden exhibir
preocupaciones acerca de que las manifestaciones físicas de ansiedad son indicadoras de
enfermedades que amenazan la vida (p.ej., infarto de miocardio), estos síntomas típicamente
suelen ocurrir en medio de un ataque de pánico. Las personas con trastorno de pánico están
más preocupadas por la recurrencia de los ataques de pánico o de los síntomas angustiosos
similares, son menos propensos a informar de preocupaciones somáticas atribuibles a los
síntomas corporales diferentes de los asociados con la ansiedad y tienden menos a realizar
comportamientos repetitivos y excesivos relacionados con la salud. Sin embargo, los ataques
de pánico pueden ocurrir en la hipocondría y, aunque estén asociados exclusivamente a los
temores de padecer una enfermedad que amenace la vida, no se justifica un diagnóstico
adicional de trastorno de pánico. Sin embargo, los dos trastornos pueden coexistir, si hay
ataques de pánico persistentes y repetitivos que no se dan en respuesta a preocupaciones
relacionadas con la enfermedad, deberían asignarse ambos diagnósticos.

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• Límite con los trastornos depresivos y el trastorno mixto de depresión y de ansiedad: Los
ataques de pánico pueden ocurrir en los trastornos depresivos, particularmente en aquellos
con síntomas de ansiedad prominentes así como en el trastorno mixto de depresión y de
ansiedad, y pueden desencadenarse por las rumiaciones depresivas. Si los ataques de pánico
inesperados tienen lugar en el contexto de estos trastornos y la principal preocupación es
acerca de la peligrosidad percibida de los síntomas semejantes al pánico, un diagnóstico
adicional de trastorno de pánico puede ser apropiado.

Características adicionales:
• Los ataques de pánico individuales generalmente sólo duran unos minutos, aunque algunos
puede durar más tiempo. La frecuencia y gravedad de los ataques de pánico varían
ampliamente (p.ej., de varias veces al día a unas pocas al mes) en la propia persona y entre
personas.
• Los ataques con síntomas limitados (es decir, ataques que son similares a los ataques de
pánico, excepto que se acompañan de sólo unos pocos síntomas propios de los ataques de
pánico sin el pico de intensidad de síntomas característico) son comunes en personas con
trastorno de pánico, particularmente con estrategias comportamentales (p.ej., evitación) que
se usan para reducir los síntomas de ansiedad. Sin embargo, con el fin de calificar un
diagnóstico de trastorno de pánico, tiene que haber una historia de ataques de pánico
recurrentes que cumplan con los requisitos completos de la definición.
• Algunas personas con trastorno de pánico experimentan ataques nocturnos, es decir, se
despiertan del sueño en un estado de pánico.
• Aunque el patrón de síntomas (p.ej., principalmente respiratorio, nocturno, etc.), la gravedad
de la ansiedad y el grado de comportamientos de evitación son variables, el trastorno de
pánico es uno de los trastornos de ansiedad de mayor afectación. Las personas a menudo se
presentan repetidamente en las unidades de urgencias y pueden someterse a una serie de
exploraciones médicas especiales innecesarias y costosas a pesar de los repetidos resultados
negativos.

7B02 Agorafobia
Características esenciales (requeridas):
• Miedo o ansiedad pronunciados y excesivos que suceden en o por anticipación de múltiples
situaciones donde escapar puede ser difícil o no es posible recibir ayuda, tales como el uso
de transporte público, estar en multitudes, estar solo fuera de casa, en tiendas, teatros o
esperar en una cola.
• La persona está constantemente temerosa o ansiosa por estas situaciones debido al sentido
de peligro o el miedo a efectos específicos negativos como ataques de pánico, síntomas de
pánico, u otros incapacitantes (p.ej. desmayarse) o síntomas físicos embarazosos (p.ej.,
incontinencia).
• Las situaciones son activamente evitadas, se introducen en las mismas únicamente bajo
circunstancias específicas (p.ej., con la presencia de un acompañante), o bien, se
experimentan con temor o ansiedad intensos.
• Los síntomas no son transitorios, es decir, persisten durante un prolongado periodo de tiempo
(p.ej., al menos varios meses).
• Los síntomas son lo suficientemente graves como para ocasionar malestar significativo al
experimentar los síntomas de ansiedad persistente u ocasionar deterioro significativo en el
ámbito personal, familiar, social, educativo, ocupacional, o de otras áreas importantes de
funcionamiento.

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Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: Las personas pueden exhibir comportamientos de evitación
transitorios en el contexto del desarrollo normal o en periodos de mayor estrés. Estos
comportamientos se distinguen de la agorafobia porque están limitados en duración y no
conllevan un impacto significativo en el funcionamiento.
• Límite con la normalidad: Las personas con otras enfermedades médicas pueden mostrar
evitación debido a preocupaciones razonables sobre estar incapacitado (p.ej., limitaciones
de la movilidad en una persona con una enfermedad neurológica) o sentirse avergonzado
(p.ej., diarrea en una persona con la enfermedad de Crohn). La agorafobia sólo debería
diagnosticarse si el miedo o la ansiedad y la evitación resulta de un mayor deterioro en el
funcionamiento en comparación con otras personas que tienen una condición médica similar.
• Límite con la fobia específica: La fobia específica se distingue de la agorafobia porque
implica temor en situaciones circunscritas o estímulos propios (p.ej., alturas, animales,
sangre o heridas) más que miedo o ansiedad de efectos inminentes percibidos como
peligrosos (p.ej., ataques de pánico, síntomas de pánico, incapacidad o síntomas físicos
embarazosos) que se prevé que puedan ocurrir en múltiples situaciones donde obtener ayuda
o escapar podría resultar difícil.
• Límite con el trastorno de ansiedad social: En el trastorno de ansiedad social, los síntomas
son en respuesta a situaciones sociales temidas (p.ej., hablar en público, iniciar una
conversación) y el foco primario de la aprensión es ser evaluado negativamente por los
demás.
• Límite con el trastorno por estrés postraumático: En el trastorno de estrés postraumático,
la persona evita deliberadamente recuerdos que puedan producir una re-experimentación
del(de los) suceso(s) traumático(s). En contraste, las situaciones son evitadas en la
agorafobia por el miedo o la ansiedad de efectos inminentes percibidos como peligrosos
(p.ej., ataques de pánico, síntomas de pánico, incapacidad o síntomas físicos embarazosos)
que se prevé que puedan ocurrir en múltiples situaciones donde obtener ayuda o escapar
podría resultar difícil.
• Límite con el trastorno de ansiedad por separación: Similar a la agorafobia, las personas
con trastorno de ansiedad por separación evitan situaciones pero, en cambio, lo hacen para
prevenir o limitar el estar lejos de las personas a las que están vinculados (p.ej., padres,
esposa o hijos) por temor a perderlos.
• Límite con el trastorno de ansiedad generalizada: Las personas con trastorno de ansiedad
generalizada pueden evitar situaciones, pero lo hacen para evitar las consecuencias negativas
temidas de situaciones de la vida cotidiana (p.ej., evitar ir con la familia de viaje debido a
las preocupaciones de que un miembro de la familia enferme) más que por el temor o
ansiedad de efectos inminentes percibidos como peligrosos (p.ej., ataques de pánico,
síntomas de pánico, incapacidad o síntomas físicos embarazosos) que se prevé que puedan
ocurrir en múltiples situaciones donde obtener ayuda o escapar podría resultar difícil.
• Límite con trastorno de pánico: También es común que las personas con trastorno de pánico
desarrollen en algún grado síntomas agorafóbicos con el tiempo. Si el individuo experimenta
ataques de pánico recurrentes inesperados que no se limitan a situaciones o estímulos
particulares y los síntomas de agorafobia no cumplen todos los requisitos diagnósticos de
agorafobia, el trastorno de pánico es el diagnóstico apropiado. En cambio, muchos
individuos con agorafobia han experimentado ataques de pánico recurrentes. Si una persona
con agorafobia experimenta ataques de pánico exclusivamente en el contexto de múltiples
situaciones agorafóbicas sin la presencia de ataques de pánico inesperados, un diagnostico
adicional de trastorno de pánico no está justificado. Si también se producen los ataques de

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pánico inesperados y se cumplen todos los demás requisitos diagnósticos de trastorno de


pánico y de agorafobia, ambos diagnósticos se pueden asignar.
• Límite con los trastornos depresivos: En los trastornos depresivos, las personas pueden
evitar diversas situaciones pero lo hacen debido a la pérdida de interés en actividades que
fueron agradables anteriormente o debido a la falta de energía, más que por el miedo o la
ansiedad de efectos inminentes percibidos como peligrosos (p.ej., ataques de pánico,
síntomas de pánico, incapacidad, o síntomas físicos embarazosos) que se prevé que puedan
ocurrir en múltiples situaciones donde obtener ayuda o escapar podría resultar difícil.
• Límite con espectro de la esquizofrenia y trastornos psicóticos: Las personas con trastornos
del espectro de la esquizofrenia y trastornos psicóticos primarios pueden evitar situaciones
como consecuencia de delirios de persecución o paranoides, más que por miedo o ansiedad
de efectos inminentes percibidos como peligrosos (p.ej., ataques de pánico, síntomas de
pánico, incapacidad o síntomas físicos embarazosos) que se prevé que pueden ocurrir en
múltiples situaciones donde obtener ayuda o escapar podría resultar difícil.

Características adicionales:
• Las experiencias temidas por las personas con agorafobia incluyen cualquiera de los
síntomas de un ataque de pánico como es descrito en el trastorno de pánico (p.ej.,
palpitaciones o aumento del ritmo cardíaco, dolor en el pecho, sensaciones de mareo o
aturdimiento) u otros síntomas que pueden ser incapacitantes, aterradores, difíciles de
manejar, o embarazosos (p. ej., incontinencia, cambios en la visión, vómitos). A menudo es
importante establecer específicamente la naturaleza del resultado temido en agorafobia, ya
que esto puede brindar información para la elección concreta de las estrategias de
tratamiento.
• Es común que las personas con agorafobia tengan una historia de ataques de pánico, aunque
pueden no cumplir los requisitos diagnósticos para el trastorno de pánico o incluso no tener
ataques de pánico en absoluto ya que evitan situaciones en las que los ataques de pánico
puedan ocurrir. Establecer que el foco de aprehensión de un individuo está relacionado
específicamente con la experimentación de los síntomas corporales de un ataque de pánico
sería importante al considerar la posibilidad de añadir componentes del tratamiento de
trastorno de pánico (p. ej., exposición interoceptiva) al tratamiento de agorafobia, aun
cuando no hay un diagnóstico actual relacionado con el pánico.
• Las personas con agorafobia pueden emplear una variedad de estrategias conductuales
diferentes si se requieren para poder adentrarse en las situaciones temidas. Uno de estos
comportamientos de “seguridad” es requerir la presencia de un acompañante. Otras
estrategias pueden incluir, ir a ciertos lugares únicamente en ciertos momentos del día o
llevar objetos concretos (p. ej., medicaciones, toallas), ante el caso del efecto negativo
temido. Estas estrategias pueden cambiar en el curso del trastorno y de una ocasión a otra.
Por ejemplo, en diferentes ocasiones, en la misma situación, una persona puede insistir en
tener un acompañante, soportar la situación con malestar o usar diferentes comportamientos
de seguridad para afrontar su ansiedad.
• Aunque el patrón de síntomas, la gravedad de la ansiedad y la extensión de la evitación son
variables, la agorafobia es uno de los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el
miedo más incapacitantes, en la medida en que algunas personas llegan a estar
completamente encerrados en sus domicilios, lo que tiene un impacto en las oportunidades
de empleo, búsqueda de atención médica y la capacidad para formar y mantener relaciones
con los demás.

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7B03 Fobia específica


Características esenciales (requeridas):
• Miedo o ansiedad pronunciados y excesivos que suceden cuando hay exposición a uno o
más objetos o situaciones específicos (p.ej., cercanía de cierto tipo de animales, alturas,
espacios cerrados, ver sangre o heridas), y que es desproporcionado con respecto al peligro
real que representa el objeto o situación específicos.
• El objeto o situación fóbicos son evitados activamente o bien soportados con un intenso
miedo o ansiedad.
• Un patrón de miedo, ansiedad o evitación relacionado con objetos o situaciones específicos
que no son transitorios, es decir, persiste por un periodo de tiempo prolongado (p.ej., al
menos varios meses).
• Los síntomas no se explican mejor por otro trastorno mental y del comportamiento (p.ej.,
trastorno de ansiedad social)
• Los síntomas son lo suficientemente graves como para ocasionar malestar significativo al
experimentar los síntomas de ansiedad persistente u ocasionar deterioro significativo en el
ámbito personal, familiar, social, educativo, ocupacional o de otras áreas importantes del
funcionamiento.

Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: En niños y adolescentes, algunos miedos pueden formar parte
del desarrollo normal (p.ej., un niño que tiene miedo de los perros). La fobia específica sólo
debería diagnosticarse si el miedo o la ansiedad son excesivos en comparación con la de
otros individuos en un nivel de desarrollo similar.
• Límite con la agorafobia: La fobia específica se distingue de la agorafobia porque se refiere
a miedos de situaciones circunscritas o estímulos (p.ej., alturas, animales, sangre-heridas)
más que miedo o ansiedad de efectos inminentes percibidos como peligrosos (p.ej., ataques
de pánico, síntomas de pánico, incapacidad o síntomas físicos embarazosos) que se prevé
que puedan ocurrir en múltiples situaciones donde obtener ayuda o escapar podría resultar
difícil.
• Límite con el trastorno de pánico: El trastorno de pánico está caracterizado por ataques de
pánico recurrentes, inesperados y auto limitados que ocurren en múltiples situaciones. En
cambio, si los ataques de pánico se producen en la fobia específica, son el resultado de un
miedo o ansiedad excesivos por encontrar o anticipar el encuentro ante un objeto específico
o situación más que miedo o ansiedad por los síntomas de ansiedad en sí mismos.
• Límite con el trastorno de ansiedad social: En el trastorno de ansiedad social, el miedo y la
evitación se desencadenan por las situaciones sociales (p.ej., hablar en público, iniciar una
conversación) y el foco de aprensión primario está en ser evaluado negativamente por los
demás, mientras que en la fobia específica, el miedo y la evitación son en respuesta a otros
objetos o situaciones concretos.
• Límite con trastorno obsesivo compulsivo: En el trastorno obsesivo-compulsivo, las
personas pueden evitar estímulos específicos o situaciones relacionadas con obsesiones o
compulsiones (p.ej., evitar situaciones “contaminantes “en alguien con compulsión de
lavarse las manos) mientras que en la fobia específica, se evitan objetos o situaciones por el
miedo asociado con ellos y no por obsesiones o compulsiones.
• Límite con hipocondría: En la hipocondría, las personas pueden evitar consultas médicas u
hospitales debido al miedo que exacerbe su preocupación por tener una enfermedad grave.
En cambio, en la fobia específica el miedo y evitación se relacionan con el objeto específico
o situación.

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• Límite con trastornos de la conducta alimentaria: Las personas con trastorno de la conducta
alimentaria exhiben conductas alimentarias anormales y/o preocupación por la comida así
como preocupación por el peso corporal prominente y forma, y pueden evitar la comida por
miedo a que lleve al aumento de peso o debido a sus cualidades sensoriales específicas. En
algunas fobias específicas, las personas pueden evitar estímulos o el consumo de alimentos,
pero la evitación se relaciona con el efecto directo anticipado del estímulo fóbico (p.ej.,
comer puede conducir a asfixia o vómito) y no debido a cualidades sensoriales o de
contenido calórico de los alimentos.

Características adicionales:
• La fobia específica abarca los temores de un grupo amplio y heterogéneo de estímulos
fóbicos. Los más comunes son animales concretos (fobia a los animales), alturas (acrofobia),
espacios cerrados (claustrofobia), a la visión de sangre o heridas (fobia de sangre-heridas),
a volar, conducir, las tormentas, la oscuridad y los procedimientos médicos/dentales. Las
reacciones de las personas a los estímulos fóbicos pueden ir desde los sentimientos de asco
y repulsión (a menudo sucede en las fobias a los animales o las fobias de sangre-herida),
anticipación de un peligro o daño (común entre la mayor parte de los tipos de fobia
específica), y síntomas físicos como desmayos (más común en respuesta a la sangre o
heridas).
• La mayoría de las personas diagnosticadas de fobia específica reportan miedo a diversos
objetos o situaciones. Un diagnóstico único de fobia específica se asigna con independencia
del número de objetos o situaciones temidas. A diferencia de la mayoría de los estímulos
fóbicos, cuya presentación o anticipación habitualmente da lugar a una activación fisiológica
significativa, las personas que temen la visión de sangre, procedimientos médicos invasivos
o heridas, pueden experimentar una respuesta vasovagal que puede resultar en un desmayo.
• Algunas personas con fobia específica pueden referir un antecedente de haber observado a
otra persona (p.ej., un cuidador) reaccionar con miedo o ansiedad cuando se enfrentaba a un
objeto o situación, resultando un aprendizaje vicario de una respuesta de miedo al objeto o
situación, o por una experiencia directa negativa con un objeto o situación (p.ej., haber sido
mordido por un perro). Sin embargo, las experiencias negativas previas (directas o vicarias)
no son necesarias para el desarrollo del trastorno.
• Algunas personas informanque su miedo o ansiedad por un objeto o situación no es excesivo.
En tales casos, los clínicos deben considerar si el miedo manifestado, la ansiedad o el
comportamiento de evitación es desproporcionado con respecto al riesgo de daño razonable
tomando en consideración tanto las normas culturales aceptadas así como las condiciones
ambientales específicas a las que la persona está habitualmente sometido (p.ej., el miedo a
la oscuridad puede estar justificado en un vecindario donde los asaltos durante la noche son
frecuentes).

7B04Trastorno de ansiedad social


Características esenciales (requeridas):
• Temor marcado y excesivo o ansiedad que sucede consistentemente en una o más
situaciones sociales tales como las interacciones sociales (p. ej., tener una conversación),
ser observado (p. ej., comiendo o bebiendo) o haciendo algo frente a otros (p. ej., dando un
discurso/charla).
• El individuo se preocupa de actuar de una manera o muestra síntomas de ansiedad que serán
evaluados negativamente por los demás (es decir, ser humillante, vergonzoso, llevar al

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rechazo o ser ofensivo).


• Las situaciones sociales relevantes son consistentemente evitadas o soportadas con un temor
o ansiedad intensos.
• Los síntomas no son transitorios, es decir, persisten por un periodo de tiempo prolongado
(es decir, más de varios meses).
• Los síntomas no se explican mejor por otro trastorno mental y del comportamiento (p.ej.,
agorafobia)
• Los síntomas son lo suficientemente graves como para ocasionar malestar significativo al
experimentar los síntomas de ansiedad persistente u ocasionar deterioro significativo en el
ámbito personal, familiar, social, educativo, ocupacional o de otras áreas importantes de
funcionamiento.

Límites con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: El trastorno de ansiedad social puede distinguirse de los miedos
normales del desarrollo (p. ej., ansiedad ante extraños en la infancia) por ser reacciones de
temor y ansiedad que son claramente excesivos, interfieren en el funcionamiento y persisten
a lo largo del tiempo (ej., permaneciendo más de varios meses).
• Límite con la normalidad: Muchos individuos experimentan miedo en situaciones sociales
(ej., es común que las personas experimenten ansiedad al hablar en público) o que
manifiesten timidez como un rasgo normal de la personalidad. El trastorno de ansiedad
social sólo debería considerarse en los casos en los que el individuo comunica miedo social
y evitación que son claramente excesivos en cuanto a lo que se considera normativo para
un contexto cultural determinado y ocasiona un malestar significativo o deterioro.
• Límite con otros trastornos mentales y del comportamiento o un trastorno o enfermedad
clasificados en otro lugar: Los individuos con ciertas enfermedades médicas (p.ej.,
enfermedad de parkinson), así como aquellos con otros trastornos mentales y del
comportamiento (p.ej., esquizofrenia), pueden mostrar evitación de las situaciones sociales
por las preocupaciones de que los demás evaluarán negativamente sus síntomas (p. ej.,
temblor, comportamiento inusual). Un diagnóstico adicional de trastorno de ansiedad social
sólo debería asignarse si se cumplen todos los requisitos del diagnóstico teniendo en cuenta
que es normal para las personas con síntomas visibles de una enfermedad médica
experimentar preocupaciones acerca de cómo los demás perciben sus síntomas. Por lo
general, los individuos con enfermedades médicas se adaptan a las preocupaciones
relacionadas con sus síntomas manifiestos y no muestran temores excesivos persistentes o
ansiedad en situaciones sociales.
• Límite con la agorafobia: El miedo o la ansiedad en la agorafobia se centra en efectos
inminentes percibidos como peligrosos (p.ej., ataques de pánico, síntomas de pánico,
incapacidad o síntomas físicos embarazosos) que se prevé que puedan ocurrir en múltiples
situaciones donde obtener ayuda o escapar podría resultar difícil, más que en la
preocupación de que los demás lo están evaluando negativamente. A diferencia del trastorno
de ansiedad social, la vergüenza en la agorafobia es secundaria a las preocupaciones de que
escapar y obtener ayuda puede no ser posible, y podrían darse los síntomas (p.ej., diarrea
en un lugar público).
• Límite con el trastorno de pánico: El trastorno de pánico está caracterizado por ataques de
pánico recurrentes, inesperados, y autolimitados, que tienen lugar en múltiples situaciones,
mientras que cuando ocurren los ataques de pánico en el trastorno de ansiedad social, se
restringen a situaciones sociales. Sin embargo, el trastorno de pánico y el trastorno de
ansiedad social son habitualmente comórbidos y, pueden diagnosticarse a la vez, si los

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requisitos de definición para ambos trastornos se cumplen.


• Límite con la fobia específica: La fobia específica puede diferenciarse del trastorno de
ansiedad social porque, en general, los miedos son a situaciones o estímulos concretos (p.ej.,
alturas, animales, sangre-herida) y no a contextos sociales.
• Límite con el trastorno de ansiedad generalizada: El trastorno de ansiedad generalizada
puede diferenciarse del trastorno de ansiedad social porque la atención principal es una
preocupación acerca de las consecuencias negativas que acontecen en múltiples situaciones
cotidianas (p. ej., trabajo, relaciones, finanzas), más que preocupaciones restringidas a que
el propio comportamiento o la apariencia sean negativamente evaluados en situaciones
sociales.
• Límite con trastorno dismórfico corporal: En el trastorno dismórfico corporal las personas
se preocupan por un defecto físico percibido que a menudo es imperceptible o muy menor
desde el punto de vista de otras personas. Estos individuos pueden preocuparse por los
juicios negativos que tienen otras personas del defecto percibido. Sin embargo, a diferencia
del trastorno de ansiedad social, sus preocupaciones se limitan a cómo otras personas
evaluarán el defecto percibido en lugar de otros aspectos de su comportamiento o apariencia
a través de contextos sociales.
• Límite con trastorno del espectro autista: Tanto las personas con trastorno del espectro
autista como con trastorno de ansiedad social pueden parecer socialmente retraidos. Sin
embargo, aquellos con trastorno del espectro autista pueden diferenciarse por la presencia
de déficits de la comunicación social y, por lo general, una falta de interés en las
interacciones sociales.
• Límite con el mutismo selectivo:El mutismo selectivo se caracteriza por un fracaso para
hablar en situaciones específicas mientras que el trastorno de ansiedad social, el miedo y la
ansiedad dan lugar a la evitación de contextos sociales múltiples. Si los requisitos para la
definición de ambos trastornos se cumplen, pueden diagnosticarse a la vez.
• Límite con los trastornos depresivos: Las creencias de inadecuación social, rechazo y
fracaso son comunes en los trastornos depresivos y pueden estar asociadas a la evitación de
situaciones sociales. Sin embargo, a diferencia del trastorno de ansiedad social, estos
síntomas tienen lugar casi exclusivamente durante un episodio depresivo.

Características adicionales:
• Los individuos con trastorno de ansiedad social pueden comunicar preocupaciones por
síntomas físicos, tales como rubor, sudoración o temblor, más que atribuir inicialmente el
temor a la evaluación negativa.
• El trastorno de ansiedad social es altamente comórbido con otros trastornos de ansiedad así
como con los trastornos depresivos.
• Los individuos con trastorno de ansiedad social están en riesgo elevado de desarrollar
trastornos por consumo de sustancias y puede surgir como consecuencia del consumo con
el propósito de atenuar los síntomas de ansiedad en situaciones sociales.
• Las personas con trastorno de ansiedad social pueden no apreciar que sus miedos o ansiedad
en respuesta a situaciones sociales sean excesivos. En tal caso, el juicio clínico debería
aplicarse para determinar si el temor comunicado, la ansiedad y/o el comportamiento de
evitación es desproporcionado con relación a lo que amerita la situación social, tomando en
consideración tanto la aceptación de las normas culturales como las condiciones
ambientales específicas a las que la persona está normalmente sometida (p. ej., el temor a
la interacción con iguales puede ser apropiado si la persona está siendo acosada).

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7B05 Trastorno de ansiedad por separación


Características esenciales (requeridas):
• Temor marcado y excesivo o ansiedad por la separación de aquellas personas a las que el
individuo está vinculado (es decir, con las que tiene un vínculo emocional profundo). En
niños y jóvenes, las figuras de apego son típicamente los padres, cuidadores y otros
miembros familiares. En adultos, el trastorno de ansiedad por separación se enfoca
comúnmente en una pareja o los hijos. Las manifestaciones de miedo o ansiedad
relacionados con la separación dependen del nivel de desarrollo de la persona, pero pueden
incluir:
- Pensamientos persistentes de que algo malo o algún otro suceso adverso (p. ej., ser
secuestrado) provocará la separación.
- Renuencia o negativa a ir a la escuela o al trabajo.
- Malestar excesivo y recurrente (p.ej., rabietas, aislamiento social) relacionado con
ser separado de las figuras de apego.
- Renuencia o rechazo a irse a dormir sin estar cerca de la figura de apego.
- Pesadillas recurrentes acerca de la separación.
- Síntomas físicos tales como náuseas, vómitos, dolor estomacal, dolor de cabeza, en
ocasiones que implican una separación de las figuras de apego, tales como salir de
casa para ir a la escuela o al trabajo.
• Los síntomas no son transitorios, es decir, persisten por un periodo de tiempo prolongado
(p.ej., al menos varios meses).
• Los síntomas no se explican mejor por otro trastorno mental y del comportamiento (p.ej.,
agorafobia)
• Los síntomas son lo suficientemente graves como para ocasionar malestar significativo al
experimentar los síntomas de ansiedad persistente u ocasionar deterioro significativo en el
ámbito personal, familiar, social, educativo, ocupacional o de otras áreas importantes del
funcionamiento.

Límites con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: Muchas situaciones de separación están asociadas con otros
estresores potenciales o son fuentes habituales de ansiedad (p. ej., dejar la casa para empezar
a trabajar o asistir a la universidad en una ciudad nueva). El trastorno de ansiedad por
separación se distingue sobre la base de que el foco de la aprensión es la separación de
figuras de apego clave, más que en otros aspectos de la adaptación a circunstancias nuevas.
• Límite con la normalidad: El apego fuerte a los seres queridos es una parte de la vida
normal y saludable, y la separación de estas personas puede asociarse con tristeza o ansiedad
transitorias. Los niños preescolares pueden mostrar un nivel moderado e incluso mayor de
ansiedad de separación real o temida de personas a las que están vinculadas. Estas
reacciones son consideradas evolutivamente apropiadas y diferenciadas del trastorno de
ansiedad por separación sobre la base de la persistencia de los síntomas (p. ej., una duración
de varios meses) ante separaciones repetidas, evidencia de preocupaciones excesivas sobre
el bienestar de las figuras de apego, evitación persistente y malestar significativo o deterioro
del funcionamiento como una consecuencia de los síntomas.
• Límite con la normalidad: Entre los niños y jóvenes, el rechazo a la escuela sucede
comúnmente y puede estar basada en una ansiedad transitoria por la separación de un ser
querido o ser sintomático de un trastorno de ansiedad por separación. Sin embargo,
especialmente en la adolescencia, la ansiedad por las clases o la negativa a ir a clase no está
relacionado típicamente con el miedo de separación sino más bien con otros factores como

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el absentismo escolar, el rechazo de iguales o el acoso.


• Límite con la agorafobia: En la agorafobia, las personas evitan una variedad de situaciones
incluyendo salir de casa solas, pero el miedo o la ansiedad se centra en la posibilidad de que
no haya ayuda disponible en caso de pánico u otros síntomas incapacitantes o embarazosos,
en lugar de las preocupaciones por la separación de las figuras claves de apego.
• Límite con el trastorno de pánico: El trastorno de pánico se caracteriza por ataques de
pánico recurrentes, inesperados, y autolimitados, que se dan en múltiples situaciones.
Cuando los ataques de pánico ocurren en el trastorno de ansiedad por separación, se limitan
a situaciones en las que la persona se enfrenta con o anticipa la separación de una figura de
apego clave.
• Límite con el trastorno de ansiedad social: En el trastorno de ansiedad social, la evitación
de situaciones sociales es en respuesta al miedo o la ansiedad de ser evaluado negativamente
por los demás, en lugar de preocupaciones por separarse de figuras claves de apego.
• Límite con el trastorno por estrés postraumático: En el trastorno por estrés postraumático
las personas tienen un antecedente de exposición a un suceso traumático que ha podido
suponer la pérdida de una figura de apego clave. Sin embargo, el foco de la aprensión está
en volver a experimentar de modo intrusivo el suceso traumático de la memoria y la
evitación de los estímulos asociados, en lugar de en las preocupaciones por la futura pérdida
o por el daño que puede ocurrirle a una figura de apego clave. Sin embargo, el trastorno por
separación en vez del trastorno por estrés postraumático, puede ocurrir después de la
experiencia de un suceso traumático y, si se cumplen todos los requisitos de la definición,
puede asignarse el diagnóstico.
• Límite con el trastorno de ansiedad generalizada: Las personas con trastorno de ansiedad
generalizada experimentan preocupación crónica y excesiva sobre una variedad de sucesos
de la vida cotidiana que pueden incluir preocupación por la seguridad de las figuras de
apego claves. Sin embargo, estas cavilaciones ocurren sin las preocupaciones con respecto
a otros dominios de la vida cotidiana.
• Límite con los trastornos depresivos: Las creencias de inadecuación social, rechazo y
fracaso son comunes en los trastornos depresivos y pueden estar asociadas a la evitación de
abandonar el hogar y separarse de sus seres queridos. Sin embargo, a diferencia del trastorno
de ansiedad por separación, estos síntomas ocurren casi exclusivamente durante un episodio
depresivo.
• Límite con los trastornos de conducta disruptiva y disocial: Las personas con trastorno
oposicionista desafiante (TOD) pueden exhibir comportamientos similares a los observados
en el trastorno de ansiedad por separación tales como ira, irritabilidad, y estallidos en
rabietas y/o comportamientos desafiantes y obstinados (p. ej., negarse a salir de casa o ir a
la escuela). Sin embargo, en el trastorno de ansiedad por separación esto sucede
exclusivamente como resultado de una separación anticipada o real de una figura de apego
clave. La negativa a la escuela o el absentismo pueden darse en el contexto de un trastorno
de conducta pero el comportamiento no está relacionado con las preocupaciones por el
bienestar de las figuras de apego clave.
• Límite con el trastorno de la personalidad: El miedo al abandono o la dependencia de otros
puede suceder como síntomas de un patrón de comportamiento desadaptado y duradero
asociado con un trastorno de la personalidad. Estos síntomas tienden a darse con otros
trastornos más amplios de funcionamiento interpersonal, regulación emocional, así como
formación y definición de la identidad. Los trastornos de la personalidad pueden coexistir
con el trastorno de ansiedad por separación y, si está presente, pueden diagnosticarse por
separado.

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Características adicionales:
• El trastorno de ansiedad por separación frecuentemente es comórbido con otros trastornos
mentales y del comportamiento. En niños y jóvenes, las comorbilidades comunes incluyen
el trastorno de ansiedad generalizada y la fobia específica. En adultos, las comorbilidades
frecuentes incluyen los trastornos del estado de ánimo y trastornos de ansiedad y trastornos
relacionados con el miedo, trastorno por estrés postraumático y trastornos de la
personalidad.
• Aunque el trastorno de ansiedad por separación puede presentar un curso permanente con
inicio en la infancia, una proporción significativa de los individuos adultos con trastorno de
ansiedad por separación no recuerdan un inicio en la infancia. El trastorno de ansiedad por
separación en la infancia está frecuentemente asociado con un estilo de crianza que
interfiere con el desarrollo de la autonomía y el autodominio esperable para el contexto
cultural de esa persona (p.ej., los padres que no permiten que los niños participen de manera
independiente en actividades básicas de la vida diaria como vestirse o bañarse).

7A13 Mutismo selectivo


Características esenciales (requeridas):
• Selectividad consistente al hablar, de manera que un niño demuestra competencia lingüística
adecuada en situaciones sociales concretas, normalmente en casa, pero es sistemáticamente
incapaz de hablar con los demás, por lo general en la escuela.
• La duración de la alteración es de al menos un mes y no se limita al primer mes de escuela.
• La alteración no se debe a una falta de conocimientos o a la comodidad con el lenguaje
hablado exigido en la situación social.
• Los síntomas no se explican mejor por un trastorno del neurodesarrollo (p. ej., trastorno del
espectro autista, trastorno del desarrollo del lenguaje) u otro trastorno mental y del
comportamiento (p.ej., trastorno psicótico)
• La selectividad del lenguaje es lo suficientemente grave como para interferir con los logros
educativos o con la comunicación social, o está asociado con deterioro significativo en otras
áreas del funcionamiento.

Límites con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: La renuencia transitoria a hablar en el momento de comenzar la
escuela es un hecho común. El mutismo selectivo sólo debe diagnosticarse si los síntomas
persisten más allá del primer mes de escolarización. Los hijos de inmigrantes que no están
familiarizados o están incómodos con la lengua oficial de su nuevo país de acogida, pueden
rehusarse a hablar con extraños en su entorno durante un determinado periodo de tiempo.
Esto también sucede con los niños de minorías lingüísticas. El mutismo selectivo no debe
diagnosticarse en tales casos.
• Límite con trastornos del desarrollo de la comunicación: El mutismo selectivo se distingue
de la gama de los trastornos del desarrollo del habla y el lenguaje (es decir, trastornos del
lenguaje o trastornos de la fluidez del habla) que implican deterioro en el lenguaje expresivo
en todas las situaciones sociales. Aunque algunos niños con mutismo selectivo muestran
dificultades del lenguaje expresivo o problemas fonológicos, éstos suelen ser sutiles y el
funcionamiento se encuentra por lo general en el rango normal. El mutismo selectivo puede
darse en presencia de los trastornos del desarrollo del habla y el lenguaje y ambos pueden
diagnosticarse si está justificado.
• Límite con el trastorno del espectro autista y los trastornos del desarrollo intelectual:
Algunas personas afectadas por el trastorno del espectro autista o trastornos del desarrollo

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intelectual muestran deterioro en el lenguaje y la comunicación social. Sin embargo, a


diferencia del mutismo selectivo, cuando el deterioro del lenguaje y la comunicación están
presentes en el trastorno del espectro autista o trastornos del desarrollo intelectual, son
apreciables a lo largo de los ambientes y las situaciones sociales.
• Límite con espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos: Las personas con
esquizofrenia o trastornos psicóticos pueden exhibir trastornos del habla y comunicación
social en función de los síntomas del pensamiento desordenado. A diferencia de las personas
con mutismo selectivo, aquellos con comunicación perturbada en contexto de los trastornos
psicóticos presentan problemas similares al discurso en todas las situaciones sociales.
• Límite con el trastorno de ansiedad social: El mutismo selectivo se caracteriza por la
incapacidad para hablar en situaciones específicas, mientras que en el trastorno de ansiedad
social el temor y la ansiedad proceden de la evitación de múltiples contextos sociales. Si los
requisitos para la definición de ambos trastornos se cumplen, ambos pueden diagnosticarse.

Características adicionales:
• Los síntomas del mutismo selectivo pueden interferir en la propia evaluación del lenguaje
expresivo. Sin embargo, muchos niños afectados cooperan con las pruebas de lenguaje
receptivo si la comunicación se limita a la realización de órdenes o señalar imágenes, lo que
puede proporcionar información valiosa acerca de los niveles de lenguaje general del niño.
Además, las comunicaciones de los informantes que conocen bien al niño (p.ej., los padres
o cuidadores) pueden ser necesarias para establecer que el niño puede hablar en ciertas
situaciones sociales.
• El mutismo selectivo a menudo se considera una variante del trastorno de ansiedad social
porque las personas afectadas experimentan ansiedad en situaciones sociales y cuando
pueden expresarse, indican que temen ser evaluados negativamente, en particular, por su
habla. Sin embargo, a diferencia del trastorno de ansiedad social, los niños con mutismo
selectivo son más propensos a desarrollar estas dificultades en una edad de inicio más
temprana (en la mayoría de los casos antes de los 5 años de edad, pero sólo son aparentes
cuando comienza la escuela), tienen más probabilidades de haber asociado alteraciones
sutiles del lenguaje y exhiben comportamiento oposicionista en respuesta a pedirle que
hable en las situaciones temidas.
• La comorbilidad con los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo
(particularmente el trastorno de ansiedad social, trastorno de ansiedad por separación, y
fobias específicas) es muy elevada entre las personas con mutismo selectivo.
• El mutismo selectivo está asociado con deterioro grave en el funcionamiento académico y
social que puede manifestarse como incapacidad para terminar las tareas escolares
esperadas, no conseguir cubrir las necesidades personales, incapacidad para iniciar o dar
reciprocidad a las interacciones sociales con los iguales y/o de convertirse en objeto de
acoso.
• La ansiedad social, aislamiento y evitación en el mutismo selectivo puede relacionarse con
factores temperamentales como la inhibición comportamental y la afectividad negativa.

7B0Y Otro trastorno de ansiedad o trastornos relacionados con el miedo


Características esenciales (requeridas):
• La presentación clínica no satisface los requisitos de la definición de cualquier trastorno
agrupado entre los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo.
• Los síntomas no se explican mejor por otro trastorno mental y del comportamiento (p.ej.,

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trastorno psicótico, trastorno del estado de ánimo, obsesivo-compulsivo u otro


relacionado).
• La presentación clínica es considerada como un trastorno mental y del comportamiento que
comparte características clínicas primarias con otros trastornos de ansiedad y trastornos
relacionados con el miedo (p.ej., síntomas fisiológicos de activación excesiva, aprensión y
conducta de evitación).
• Los síntomas no son evolutivamente apropiados.
• Los síntomas son excesivos con respecto a lo que es normativo para el contexto cultural
específico de la persona.
• Los síntomas y comportamientos no se explican por otra condición médica que no está
clasificada como trastornos mentales y del comportamiento.
• Los síntomas ocasionan malestar significativo o deterioro significativo en el ámbito
personal, familiar, social, educativo, laboral o de otras áreas importantes del
funcionamiento.

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Calificador para trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo

Con ataques de pánico


Este calificador puede aplicarse para indicar la presencia actual de ataques de pánico recurrentes
que se manifiestan en el contexto de los trastornos mentales y del comportamiento, así como
otras condiciones de salud. El calificador “con ataques de pánico” no debe ser asignado cuando
los ataques de pánico pueden ser explicados por un diagnóstico de trastorno de pánico. Los
ataques de pánico recurrentes que ocurren en el contexto de los trastornos mentales y del
comportamiento pueden ser indicativos de una mayor gravedad de la psicopatología, una peor
respuesta al tratamiento y un mayor riesgo de suicidio en el contexto de lostrastornos del estado
de ánimo.
Cuando ocurren ataques de pánico en el contexto de otros trastornos de ansiedad y trastornos
relacionados con el miedo, se conceptualizan como episodios de ansiedad severa que ocurren
específicamente en respuesta a la exposición a o anticipación a la exposición al estímulo temido
o estímulos (es decir, refleja el foco de aprensión específica del trastorno). Por ejemplo, los
ataques de pánico pueden ocurrir en el trastorno de ansiedad por separación durante la
separación de un cuidador o pareja, cuando se expone a la situación o estímulo fóbico en la
fobia específica, al entrar en situaciones sociales o pronunciar discursos públicos en el trastorno
de ansiedad, etc. Si los ataques de pánico se limitan a este tipo de situaciones, el calificador
“con ataques de pánico” debe ser utilizado en lugar de un diagnóstico coexistente adicional de
trastorno de pánico. Si algunos ataques de pánico durante el curso del trastorno han sido
inesperados y no exclusivamente en respuesta al estímulo asociado con el foco de aprehensión
relacionado con el trastorno relevante, un diagnóstico separado de trastorno de pánico debe
asignarse. En esos casos, no es necesario aplicar el calificador “con ataques de pánico“.
Para los trastornos de ansiedad o trastornos relacionados con el miedo, la aplicación del
calificador “con ataques de pánico” produce las siguientes categorías. (El calificador ‘con
ataques de pánico’ no se aplica a mutistmo selectivo.)
7B00.1 Trastorno de ansiedad generalizada con ataques de pánico
7B01.1 Agorafobia con ataques de pánico
7B03.1 Fobia específica con ataques de pánico
7B04.1 Trastorno de ansiedad social con ataques de pánico
7B05.1 Trastorno de ansiedad de separación con ataques de pánico
7B0Y.1 Otro trastorno de ansiedad o relacionado con el miedo con ataques de
pánico

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TRASTORNOS OBSESIVO-COMPULSIVOS Y TRASTORNOS RELACIONADOS

Los Trastornos Obsesivo-Compulsivos y Trastornos Relacionados son un grupo de trastornos


caracterizados por pensamientos y comportamientos repetitivos. Aunque estos trastornos se
relacionan con algunas características de algunos trastornos de otras agrupaciones (por ejemplo.
trastornos de ansiedad), los trastornos incluidos en la agrupación de Trastornos Obsesivo-
Compulsivos y Trastornos Relacionados tienen similitudes en los validadores de diagnósticos
clave y con frecuencia se presentan simultáneamente, lo cual, puede estar relacionado, en parte,
a factores genéticos compartidos. Los fenómenos cognitivos como las obsesiones, los
pensamientos intrusivos y las preocupaciones son fundamentales para un subconjunto de estas
condiciones (es decir, el trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno dismórfico corporal,
hipocondría, trastorno de referencia olfatoria) y van acompañadas de comportamientos
repetitivos relacionados. El trastorno por acumulación no se asocia con pensamientos intrusivos
no deseados, sino que más bien se caracteriza por una necesidad compulsiva de acumular
posesiones y un malestar relacionado con deshacerse de ellas. También se incluyen en esta
agrupación los trastornos del comportamiento repetitivo enfocados en el cuerpo, que se
caracterizan principalmente por acciones recurrentes y habituales dirigidas al integumento (por
ejemplo, jaloneos del cabello, dañarse la piel) y carecen de un aspecto cognitivo prominente.
El grupo de Trastornos Obsesivo-Compulsivos y Trastornos Relacionados incluyen los
siguientes:
6B20 Trastorno obsesivo-compulsivo
6B21 Trastorno dismórfico corporal
6B22 Trastorno de referencia olfatoria
6B23 Hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud)
6B24 Trastorno por acumulación
6B25 Trastornos de comportamiento repetitivo enfocados en el cuerpo
6B25.1 Tricotilomanía (trastorno de arrancarse el cabello)
6B25.2 Trastorno de excoriación (dañarse la piel)
6B2Y Otros trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados

El nivel de introspección que un individuo tiene con respecto a las creencias específicas del
trastorno varía y puede especificarse para aquellos trastornos obsesivo-compulsivos y
trastornos relacionados en los cuales los fenómenos cognitivos son un aspecto clave de la
fenomenología clínica. Estos incluyen: trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno dismórfico
corporal, trastorno de referencia olfatoria, hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) y
trastorno por acumulación.
Además, el síndrome de Tourette, clasificado en el grupo de tics primarios en el capítulo sobre
las enfermedades del sistema nervioso, está entrecruzado aquí y se proporciona la
correspondiente guía diagnóstica. El síndrome de Tourette está enlistado en esta sección debido
a su alta comorbilidad, asociación familiar y fenomenología análoga (es decir, impulsos
premonitorios y comportamientos repetitivos) con el trastorno obsesivo-compulsivo.

6B20 Trastorno obsesivo-compulsivo


Características esenciales (requeridas):
• Presencia de obsesiones y/o compulsiones.
o Las obsesiones son pensamientos repetitivos y persistentes (por ejemplo, de
contaminación), imágenes (por ejemplo, escenas violentas) o impulsos/urgencia
(por ejemplo, de apuñalar a alguien), que se experimentan como intrusivos, no
deseados y se asocian comúnmente con ansiedad. El individuo intenta ignorar o

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suprimir las obsesiones o neutralizarlas por medio de la realización de


compulsiones.
o Las compulsiones (o rituales) son comportamientos repetitivos que incluyen actos
mentales repetitivos que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una
obsesión, de acuerdo con reglas rígidas o para lograr una sensación de “plenitud”.
Ejemplos de comportamientos manifiestos incluyen lavarse repetidamente,
comprobar y ordenar objetos. Ejemplos de actos mentales análogos incluyen repetir
mentalmente frases específicas con el fin de prevenir consecuencias negativas,
revisar un recuerdo para asegurarse de que uno no ha causado daño y contar objetos
mentalmente.
• Las obsesiones y compulsiones consumen mucho tiempo (por ejemplo, más de una hora al
día).
• Los síntomas no son una manifestación de otra condición de salud (por ejemplo, accidente
cerebrovascular isquémico de los ganglios basales), no son debidos al efecto de una
sustancia o medicación en el sistema nervioso central (por ejemplo, anfetaminas),
incluyendo efectos de abstinencia y no se explican mejor por otro trastorno mental y del
comportamiento.
• Los síntomas ocasionan malestar o deterioro significativos del funcionamiento en las áreas
personal, familiar, social, académica, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Calificador de introspección (insight):


El grado de introspección que tienen los individuos con trastorno obsesivo-compulsivo sobre
la exactitud de las creencias que subyacen a sus síntomas obsesivo-compulsivos es variable.
Aunque muchos pueden reconocer que sus pensamientos o comportamientos son falsos o
excesivos, algunos no, y las creencias de una pequeña minoría de individuos con trastorno
obsesivo-compulsivo pueden a veces parecer delirantes en el grado de convicción o rigidez en
que se sostienen estas creencias (por ejemplo, una persona está convencida de que se enfermará
gravemente si no mantiene sus rituales de lavado). La percepción puede variar incluso en
períodos cortos de tiempo, por ejemplo, dependiendo del nivel de ansiedad o malestar actual, y
debe evaluarse con respecto a un período de tiempo que sea suficiente para permitir dicha
fluctuación (por ejemplo, unos días o una semana). El grado de introspección que exhibe un
individuo en el contexto del trastorno obsesivo-compulsivo puede especificarse de la siguiente
manera:
• Con grado de introspección adecuado: La mayoría de las veces, el individuo puede
considerar la posibilidad de que las creencias específicas de su trastorno pueden o no ser
ciertas y están dispuestos a aceptar una explicación alternativa para su experiencia. Este
nivel de calificador puede aplicarse si, en ciertos momentos específicos (por ejemplo,
cuando está sumamente ansioso), el individuo no demuestra ninguna introspección.
• Con poco o ausente grado de introspección: Durante todo o casi todo el tiempo el
individuo está convencido de que las creencias específicas del trastorno son ciertas y no
puede aceptar una explicación alternativa de su experiencia. La falta de introspección
exhibida por el individuo no varía marcadamente como una función del nivel de ansiedad.

Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: Los pensamientos intrusivos, imágenes e impulsos, así como los
comportamientos repetitivos son comunes en la población general (por ejemplo,
pensamientos de hacer daño a un ser querido, comprobar que la puerta está cerrada). El
trastorno obsesivo-compulsivo sólo debe diagnosticarse cuando las obsesiones y

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compulsiones consuman mucho tiempo (por ejemplo, supone más de una hora al día) y
causen malestar significativo o provoquen deterioro en el funcionamiento.
• Límite con otros trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados: Los
pensamientos recurrentes y los comportamientos repetitivos ocurren en el trastorno
obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados, pero los focos de aprensión y las formas de
comportamientos repetitivos son diferentes para cada entidad diagnóstica. En el trastorno
dismórfico corporal los pensamientos intrusivos y los comportamientos repetitivos se
limitan a las preocupaciones sobre la apariencia física. En la tricotilomanía o el trastorno de
excoriación los comportamientos repetitivos se limitan a arrancarse el cabello o dañar la
piel, respectivamente, y se presentan en ausencia de obsesiones. Los síntomas del trastorno
por acumulación incluyen acumulación excesiva y dificultad para desprenderse o separarse
de las posesiones, así como un marcado malestar relacionado con deshacerse de estos
objetos. Los comportamientos de acumulación pueden ser un síntoma del trastorno
obsesivo-compulsivo, pero se distingue del trastorno por acumulación porque el objetivo es
neutralizar o reducir el malestar concomitante y la ansiedad derivada del contenido
obsesivo, ya sea de contenido agresivo (por ejemplo, temor de hacer daño a los demás),
sexual/religioso (por ejemplo, temor de blasfemar o hacer algo irrespetuoso),
contaminación (por ejemplo, miedo a la propagación de enfermedades infecciosas), o
simetría/orden (por ejemplo, sentimientos de insuficiencia). Sin embargo, los trastornos
obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados pueden ocurrir simultáneamente y, si es
necesario, se pueden asignar múltiples diagnósticos de esta agrupación.
• Límite con hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) y trastorno de angustia
corporal: La hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) se caracteriza por la
preocupación persistente o el temor sobre la posibilidad de tener una o más enfermedades
graves, progresivas o que ponen en peligro la vida. El Trastorno de angustia corporal se
caracteriza por la presencia de síntomas corporales que son molestos para el individuo y la
atención excesiva se dirige hacia los síntomas. Aunque las obsesiones en el trastorno
obsesivo-compulsivo pueden estar relacionadas con la salud, cuando suceden, tienden a
centrarse más en la contaminación potencial que en los síntomas no diagnosticados de una
enfermedad en particular y están acompañadas de otras obsesiones que no están
relacionadas con la salud.
• Límite con síndrome de Tourette y otros trastornos de tics: Un tic es un movimiento motor
o vocalización repentino, rápido, recurrente, no rítmico (por ejemplo, parpadeo ocular,
movimiento de la garganta). El trastorno obsesivo-compulsivo puede diferenciarse de los
trastornos de tics porque, a diferencia de las compulsiones, los tics parecen no ser
intencionales por naturaleza y claramente utilizan un grupo muscular discreto. Sin embargo,
puede ser difícil distinguir entre tics complejos y compulsiones asociadas con el trastorno
obsesivo-compulsivo. Aunque los tics (tanto complejos como simples) son precedidos por
impulsos sensoriales premonitorios que disminuyen a medida que los tics ocurren, los tics
no están dirigidos a neutralizar cogniciones antecesoras (por ejemplo, obsesiones) o reducir
la excitación fisiológica (por ejemplo, ansiedad). Muchas personas presentan síntomas tanto
de trastorno obsesivo-compulsivo como de trastornos de tics, por ejemplo, el síndrome de
Tourette. Ambos diagnósticos pueden asignarse si se cumplen los requisitos de diagnóstico
para cada uno de ellos.
• Límite con trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo: Los
pensamientos recurrentes, los comportamientos de evitación y búsqueda de alivio
comúnmente observadas en el trastorno obsesivo-compulsivo también ocurren en los
trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo. Sin embargo, a diferencia de
la ansiedad y los trastornos relacionados con el miedo, las obsesiones en el trastorno

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obsesivo-compulsivo se consideran intrusivas, pueden involucrar contenido extraño o


irracional (por ejemplo, imágenes intrusivas de herir a un amigo) y suelen ir acompañadas
de compulsiones. El trastorno obsesivo-compulsivo se distingue además porque no se
caracteriza por los mismos focos de aprensión que caracterizan la ansiedad y los trastornos
relacionados con el miedo. Por ejemplo, en el trastorno de ansiedad generalizada, los
pensamientos recurrentes o las preocupaciones se centran en eventos negativos que podrían
ocurrir en diferentes aspectos de la vida cotidiana (por ejemplo, trabajo, finanzas, salud,
familia). En el trastorno de ansiedad social, los síntomas son en respuesta a situaciones
sociales temidas (por ejemplo, hablar en público, iniciar una conversación) y las
preocupaciones son en relación a ser evaluado negativamente por otros. En la fobia
específica, los síntomas se limitan a uno o pocos objetos o situaciones fóbicas circunscritas
(por ejemplo, el temor y la evitación de los animales) y las preocupaciones son sobre el
daño percibido que podría surgir si se expone a estos estímulos (por ejemplo, ser mordido
por un animal).
• Límite con trastorno de pánico: El trastorno de pánico se caracteriza por episodios
recurrentes, inesperados y auto-limitados de intenso temor o aprensión, con síntomas
somáticos prominentes y sentimientos de catástrofe inminente (por ejemplo, desmayos,
tener un accidente cerebrovascular, ataques cardíacos o morir) con una sensación de
inmediatez de la amenaza. Algunas personas con trastorno obsesivo-compulsivo
experimentan ataques de pánico que son desencadenados por estímulos temerosos
asociados con obsesiones y compulsiones o cuando el individuo no puede promulgar
compulsiones neutralizantes. El calificador "con ataques de pánico" puede aplicarse al
trastorno obsesivo-compulsivo cuando los ataques de pánico recurrentes forman parte de la
presentación clínica. Si los ataques de pánico recurrentes se explican completamente por el
trastorno obsesivo-compulsivo, no se debe asignar un diagnóstico adicional de trastorno de
pánico. Sin embargo, si ambos trastornos están presentes pueden asignarse ambos
diagnósticos.
• Límite con el trastorno por estrés postraumático: En el trastorno por estrés postraumático,
los síntomas se limitan a estímulos asociados o que funcionan como recordatorios de un
evento traumático (por ejemplo, miedo y evitación de un lugar donde un individuo fue
asaltado) y los pensamientos e imágenes intrusivos se asocian con el evento traumático.
• Límite con trastornos depresivos: Diferenciar la rumiación que ocurre en el contexto de los
trastornos depresivos de las obsesiones y actos mentales compulsivos característicos del
trastorno obsesivo-compulsivo es un reto. Sin embargo, puede ser útil considerar que las
rumiaciones son normalmente congruentes con el afecto negativo y reflejan la cognición
depresiva (por ejemplo, autocrítica, culpa, fracaso, arrepentimiento, pesimismo,
desesperanza). A diferencia de las obsesiones, las rumiaciones no suelen ser experimentadas
como intrusivas, ni están vinculadas a comportamientos compulsivos. A diferencia de las
rumiaciones, los actos mentales compulsivos se realizan normalmente con la intención de
reducir el malestar o el riesgo de daño. Las personas con trastornos depresivos experimentan
un bajo estado de ánimo y/o una falta de interés en las actividades placenteras, que no son
características diagnósticas del trastorno obsesivo-compulsivo. Sin embargo, los trastornos
depresivos y el trastorno obsesivo-compulsivo pueden ocurrir simultáneamente y ambos
diagnósticos pueden ser asignados si están justificados.
• Límite con trastorno del espectro autista: Los pensamientos repetitivos persistentes, las
imágenes o los impulsos (es decir, obsesiones) y/o comportamientos repetitivos (es decir,
las compulsiones) característicos del trastorno obsesivo-compulsivo pueden ser difíciles de
distinguir de los patrones de comportamiento, intereses o actividades restringidos/as,
repetitivos/as e inflexibles que son características del Trastorno del Espectro Autista (TEA).

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Sin embargo, a diferencia del TEA, las personas con trastorno obsesivo-compulsivo se
sienten impulsadas a realizar comportamientos repetitivos en respuesta a una obsesión, de
acuerdo con reglas rígidas, para reducir la ansiedad o para lograr un sentido de "plenitud".
El trastorno obsesivo-compulsivo también se puede distinguir del TEA porque las
dificultades para iniciar y mantener la comunicación social, así como las interacciones
sociales recíprocas no son características del trastorno obsesivo-compulsivo.
• Límite con trastorno de movimiento estereotipado: Un movimiento estereotipado es un
comportamiento motor no funcional repetitivo, aparentemente impulsado (por ejemplo,
golpear la cabeza, balancear el cuerpo, morderse). Estos movimientos son generalmente
menos complejos que las compulsiones y no están dirigidos a neutralizar las obsesiones.
• Límite con trastornos alimentarios: El trastorno obsesivo-compulsivo se puede distinguir
de la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón porque las obsesiones
y las compulsiones no se limitan a las preocupaciones de ser o tener sobrepeso y no se
acompañan de distorsiones de la imagen corporal.
• Límite con trastorno delirante y otros trastornos psicóticos primarios: Algunos individuos
con trastorno obsesivo-compulsivo carecen de introspección sobre la irracionalidad de sus
pensamientos y comportamientos de tal manera que las convicciones de la veracidad de sus
obsesiones, así como la fuerza de las creencias sobre la conexión entre compulsiones y
obsesiones pueden a veces parecer delirantes en el grado de convicción y rigidez con que
se mantienen estas creencias (ver calificadores de introspección). Si estas creencias se
limitan al temor o a la convicción de que los pensamientos intrusivos, imágenes o impulsos
son verdaderos o que las compulsiones están conectadas de manera realista con el contenido
obsesivo en un individuo sin antecedentes de otros delirios, es decir, estas creencias ocurren
enteramente en el contexto de los episodios sintomáticos del trastorno obsesivo-compulsivo
y son totalmente consistentes con las otras características clínicas del trastorno, el TOC
debe ser diagnosticado en lugar del trastorno delirante. Los individuos con trastorno
obsesivo-compulsivo no presentan otras características psicóticas (por ejemplo,
alucinaciones o trastorno formal del pensamiento).
• Límite con trastornos debido al uso de sustancias y trastornos del control de impulsos:
Algunos comportamientos pueden ser descritos por personas y, a veces, por profesionales
de la salud como "compulsivos", incluyendo el comportamiento sexual, los juegos de azar
y el consumo de sustancias. Al diferenciar estos comportamientos de las compulsiones
características del trastorno obsesivo-compulsivo, resulta útil considerar que las
compulsiones en el trastorno obsesivo-compulsivo generalmente carecen de una motivación
racional (por ejemplo, contar repetidamente hasta diez para prevenir lastimar a un ser
querido) y, rara vez, se reportan como placenteras, a pesar de que pueden reducir la ansiedad
o el malestar. Los comportamientos tales como el comportamiento sexual, los juegos de
azar y el abuso de sustancias que pueden describirse como "compulsivos" no suelen ser
precedidos por pensamientos intrusivos indeseados característicos de las obsesiones,
aunque a menudo son precedidos por pensamientos acerca de involucrarse en el
comportamiento relevante.
• Límite con trastornos de la personalidad con características anancásticas prominentes:
Los trastornos de la personalidad con características anancásticas prominentes implican un
patrón inadaptado persistente y generalizado de perfeccionismo excesivo y rígido control.
Los individuos con trastornos de personalidad con características anancásticas prominentes
no experimentan pensamientos intrusivos, imágenes o impulsos característicos del trastorno
obsesivo-compulsivo ni realizan comportamientos repetitivos que responden a estos
pensamientos intrusivos. Si un individuo manifiesta síntomas tanto de trastorno obsesivo-
compulsivo como de un trastorno de la personalidad con características anancásticas

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prominentes, ambos diagnósticos pueden ser asignados.

Características adicionales:
• El contenido de las obsesiones y compulsiones varía entre los individuos y se pueden
agrupar en diferentes temas o dimensiones de síntomas, incluyendo: limpieza (por ejemplo,
obsesiones de contaminación y compulsiones de limpieza); simetría (por ejemplo,
obsesiones de simetría y compulsiones de repetición, orden y conteo); pensamientos
prohibidos o tabúes (por ejemplo, obsesiones agresivas, sexuales y religiosas) y
compulsiones relacionadas. Algunos individuos tienen dificultad para deshacerse de objetos
y los acumulan (acumulación) como consecuencia de las obsesiones típicas, tales como el
miedo de perjudicar a los demás (ver límite con otro trastorno obsesivo-compulsivo y
trastornos relacionados, en trastorno de acumulación). Los individuos por lo general,
manifiestan síntomas en más de una dimensión.
• Las compulsiones o bien no están conectadas de forma realista con el suceso temido (por
ejemplo, la organización de los objetos de forma simétrica para prevenir el daño de un ser
querido), o son claramente excesivas (por ejemplo, ducharse a diario durante horas para
prevenir enfermedades). Aunque las compulsiones no se llevan a cabo para obtener placer,
su ejecución puede proporcionar un alivio temporal de la ansiedad o malestar o lograr
temporalmente un sentido de plenitud.
• Los individuos con trastorno obsesivo-compulsivo experimentan una gama de afectos
cuando se enfrentan a situaciones que provocan las obsesiones y las compulsiones. Estos
afectos pueden incluir ansiedad marcada y/o ataques de pánico, sentimientos fuertes de
disgusto, y/o sensación angustiosa de “insuficiencia” o de inquietud hasta que las cosas se
ven, se aprecian, o suenan perfectamente ‘bien’.
• Los individuos con trastorno obsesivo-compulsivo con frecuencia evitan a las personas,
lugares y cosas que desencadenan las obsesiones y las compulsiones.
• Las creencias comunes en el trastorno obsesivo-compulsivo incluyen un sentido exagerado
de la responsabilidad, sobreestimación de la amenaza, perfeccionismo, intolerancia a la
incertidumbre, y sobrevaloración del poder de los pensamientos (por ejemplo, la creencia
de que tener un pensamiento prohibido es tan malo como llevarlo a cabo).
• La gravedad de la sintomatología del trastorno obsesivo-compulsivo varía de tal manera
que algunos individuos invierten pocas horas al día obsesionados o actuando
compulsivamente, mientras que otros tienen constantes pensamientos intrusivos o
compulsiones que pueden ser incapacitantes.

6B21 Trastorno dismórfico corporal


Características esenciales (requeridas):
• Preocupación persistente por uno o más defectos percibidos o imperfecciones en la
apariencia o fealdad en general, ya sea imperceptible o ligeramente perceptible por los
demás.
• Autoconciencia excesiva sobre el/los defecto/s o imperfección/es percibido/s, a menudo
incluyendo ideas de autoreferencia (es decir, la convicción de que la gente se está dando
cuenta, juzgan, o hablan acerca de el/los defecto/s o imperfección/es percibido/s).
• La preocupación está acompañada por cualquiera de los siguientes síntomas:
o Comportamientos repetitivos y excesivos, tales como examinar repetidamente la
apariencia o la gravedad del/los defecto/s o imperfección/es percibido/s (por
ejemplo, comprobando en superficies reflectantes o comparando la característica
relevante con la de los demás);

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o Intentos excesivos de camuflar o alterar el defecto percibido (por ejemplo, formas


de vestimenta específicas y elaboradas, someterse a procedimientos quirúrgicos
cosméticos innecesarios o no recomendados);
o Notable evitación de situaciones sociales o desencadenantes que incrementan el
malestar acerca del/los defecto/s o imperfección/es percibido/s (por ejemplo,
superficies reflectantes, vestidores, piscinas).
• La preocupación y las respuestas conductuales que la acompañan ocupan mucho tiempo
(por ejemplo, más de 1 hora al día).
• Los síntomas ocasionan malestar o deterioro significativos del funcionamiento en las áreas
personal, familiar, social, académica, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Calificador de introspección (insight):


El grado de introspección que tienen los individuos con trastorno dismórfico corporal sobre la
exactitud de las creencias que subyacen a sus síntomas es variable. Aunque muchos pueden
reconocer que sus pensamientos o comportamientos son falsos o excesivos, algunos no, y las
creencias de algunos individuos con trastorno dismórfico corporal pueden, en ocasiones,
parecer delirantes en el grado de convicción o de rigidez con que se sostienen estas creencias
(por ejemplo, un individuo está convencido de que es horriblemente feo). La introspección
puede variar sustancialmente incluso en períodos cortos de tiempo, por ejemplo, dependiendo
del nivel de ansiedad o malestar actual, y debe evaluarse con respecto a un período de tiempo
que sea suficiente para permitir dicha fluctuación (por ejemplo, unos días o una semana). El
grado de introspección que un individuo exhibe en el contexto del trastorno dismórfico
corporal se puede especificar de la siguiente manera:
1. Con grado de introspección adecuado: La mayoría de las veces, el individuo puede
considerar la posibilidad de que las creencias específicas de su trastorno pueden o no ser
ciertas y están dispuestos a aceptar una explicación alternativa para su experiencia. Este
nivel de calificador puede aplicarse si, en ciertos momentos específicos (por ejemplo,
cuando está sumamente ansioso), el individuo no demuestra ninguna introspección.

2. Con poco o ausente grado de introspección: Durante todo o casi todo el tiempo el
individuo está convencido de que las creencias específicas del trastorno son ciertas y no
puede aceptar una explicación alternativa de su experiencia. La falta de introspección
exhibida por el individuo no varía marcadamente como una función del nivel de ansiedad.

Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la Normalidad: Las preocupaciones por la imagen corporal son comunes en
muchas culturas, especialmente durante la adolescencia. El trastorno dismórfico corporal se
distingue de la insatisfacción del cuerpo o las inquietudes por la imagen corporal por el
grado de preocupación, la frecuencia con que se realizan los comportamientos recurrentes
relacionados, así como por el grado de malestar o interferencia de las experiencias
individuales como consecuencia de estos síntomas.
• Límite con otras condiciones de salud y efectos de sustancias o medicamentos: Los
síntomas no son una manifestación de otra condición de salud, no se deben al efecto de una
sustancia o medicación en el sistema nervioso central, incluyendo los efectos de abstinencia.
• Límite con otros trastornos obsesivo-compulsivos y relacionados: Los pensamientos
recurrentes y los comportamientos repetitivos ocurren en otros trastornos obsesivo-
compulsivos y trastornos relacionados pero los focos de aprensión y la forma de
comportamientos repetitivos son distintos para cada entidad diagnóstica. En el trastorno
obsesivo-compulsivo, los pensamientos intrusivos y los comportamientos repetitivos no se

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limitan a las preocupaciones sobre la apariencia, sino que abarcan una variedad de
obsesiones (por ejemplo, de contaminación, de causar daño) y compulsiones (por ejemplo,
lavado excesivo, conteo, comprobación) con el fin de neutralizar estas obsesiones. En el
trastorno de referencia olfatoria, los individuos se preocupan exclusivamente por emitir un
olor corporal percibido repugnante u ofensivo. Sin embargo, los trastornos obsesivo-
compulsivos y trastornos relacionados pueden ocurrir simultáneamente y los diagnósticos
múltiples de esta agrupación pueden ser asignados si están justificados.
• Límite con hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) y trastorno de angustia
corporal: La hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) se caracteriza por la
preocupación persistente o el temor sobre la posibilidad de tener una o más enfermedades
graves, progresivas o que ponen en peligro la vida. El trastorno de angustia corporal se
caracteriza por la presencia de síntomas corporales que son angustiantes para el individuo
y la atención excesiva se dirige hacia esos síntomas. A diferencia del trastorno dismórfico
corporal, los individuos con estas condiciones no están preocupados por imperfecciones o
defectos percibidos en áreas de su cuerpo donde perciben o experimentan síntomas.
• Límite con tricotilomanía y trastorno de excoriación: Dañarse la piel y arrancarse el
cabello pueden aparecer como síntomas del trastorno dismórfico corporal cuando hay una
preocupación por la apariencia defectuosa de la piel o el cabello y el objetivo es mejorar su
apariencia. Por el contrario, cuando el comportamiento es repetitivo y centrado en el cuerpo
sin una relación clara con un defecto percibido en la piel o el cabello, entonces es mejor
clasificarlo como tricotilomanía o trastorno de excoriación.
• Límite con trastorno de ansiedad generalizada: En el Trastorno de Ansiedad Generalizada
(TAG), los pensamientos recurrentes o las preocupaciones se centran en los posibles
resultados negativos que pueden ocurrir en una variedad de aspectos cotidianos de la vida
(por ejemplo, familia, finanzas, trabajo). Aunque algunos individuos con TAG pueden
preocuparse excesivamente sobre su apariencia, sus preocupaciones se producen junto con
preocupaciones sobre otros aspectos de la vida, son raramente delirantes y generalmente no
van acompañadas de comportamientos recurrentes de comprobación asociados al trastorno
dismórfico corporal.
• Límite con trastorno de ansiedad social: En el trastorno de ansiedad social, los síntomas
son en respuesta a situaciones sociales temidas y la principal preocupación es el
comportamiento propio de la persona o las manifestaciones de ansiedad (por ejemplo, el
temor a ruborizarse) al ser evaluado negativamente por los demás. Por el contrario, los
individuos con trastorno dismórfico corporal creen que su apariencia o alguna característica
específica de su apariencia (por ejemplo, la creencia de que la piel está permanentemente
enrojecida) resulta inaceptable. Algunos individuos con trastorno dismórfico corporal
experimentan ansiedad significativa en situaciones sociales y temen ser vistos como feos y,
por tanto, ser rechazados. Si sus preocupaciones son más amplias que la focalización
exclusiva en el/los defecto/s o imperfección/es percibido/s y están presentes otros síntomas
del trastorno de ansiedad social, ambas condiciones pueden diagnosticarse.
• Límite con trastornos del estado de ánimo: Los individuos que experimentan un episodio
depresivo con características psicóticas pueden ocasionalmente preocuparse por
imperfecciones o defectos físicos percibidos, que pueden distinguirse del trastorno
dismórfico corporal sobre la base de la ausencia de tales síntomas fuera del episodio del
estado de ánimo. Sin embargo, los individuos con antecedentes de trastorno dismórfico
corporal a menudo experimentan simultáneamente síntomas depresivos como consecuencia
del malestar y el deterioro de los síntomas del trastorno dismórfico corporal. Si los síntomas
depresivos consistentes con un trastorno del estado de ánimo están presentes en un
individuo con trastorno dismórfico corporal, pueden asignarse ambos diagnósticos.

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• Límite con trastornos alimentarios: El trastorno dismórfico corporal puede diferenciarse


de la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón porque las
preocupaciones en el trastorno dismórfico corporal no se limitan a las preocupaciones sobre
la imagen corporal (es decir, el bajo peso corporal idealizado). Más bien, las preocupaciones
pueden abarcar una variedad de aspectos idealizados de la apariencia. Algunos individuos
con trastorno dismórfico corporal presentan dismorfia muscular, de modo que están
preocupados por no ser suficientemente musculosos o delgados y, en respuesta, pueden
presentar comportamientos alimenticios inusuales (por ejemplo, consumo excesivo de
proteína) o realizar ejercicio excesivo (por ejemplo, levantamiento de pesas). En estos
casos, los comportamientos relacionados con la dieta y el ejercicio están motivados por el
deseo de ser más musculosos en vez de alcanzar o mantener un bajo peso corporal. Sin
embargo, si la idealización de bajo peso corporal es fundamental para la presentación clínica
y el peso corporal es suficientemente bajo (es decir, un IMC inferior a 18,5 kg/m2 en adultos
y un IMC para la edad inferior al quinto percentil en niños y adolescentes), debe asignarse
un diagnóstico de anorexia nerviosa en lugar del de un trastorno dismórfico corporal.
• Límite con trastorno delirante y otros trastornos psicóticos primarios: Muchas personas
con trastorno dismórfico corporal carecen de introspección sobre la irracionalidad de sus
pensamientos y comportamientos hasta tal punto que las convicciones de que su apariencia
es defectuosa pueden parecer a veces delirantes en el grado de convicción o por la rigidez
con la cual se mantienen estas creencias (ver calificadores de introspección). Si estas
creencias se limitan al miedo o convicción de tener una apariencia defectuosa o una
imperfección corporal sin antecedentes de otros delirios, es decir, que estas creencias
ocurren únicamente en el contexto de episodios sintomáticos del trastorno dismórfico
corporal y son totalmente coherentes con las otras características clínicas del trastorno, debe
diagnosticarse el trastorno dismórfico corporal en lugar de trastorno delirante. Los
individuos con trastorno dismórfico corporal no presentan otras características de psicosis
(por ejemplo, alucinaciones o trastorno formal del pensamiento).
• Límite con incongruencia de género en la adolescencia y la adultez y con incongruencia
de género en la niñez: La incongruencia de género en la adolescencia y la adultez así como
la incongruencia de género en la niñez se distinguen del trastorno dismórfico corporal
porque en estas condiciones la preocupación con aspectos de apariencia corporal no es
delirante y se centra exclusivamente en la experiencia del individuo de una marcada
incongruencia entre la experiencia o expresión de su género y su sexo biológico. Una
consecuencia común es que los individuos indican claramente un deseo de alterar sus
características sexuales primarias y secundarias para que coincidan con la experiencia o
expresión de su género.

Características adicionales:
• Cualquier parte del cuerpo puede ser percibida como el centro del/los defecto/s o
imperfección/es, pero la zona más común es la cara (especialmente la piel, la nariz, el
cabello, los ojos, los dientes, los labios, la barbilla o el aspecto de la cara en su conjunto).
Sin embargo, con frecuencia se perciben múltiples defectos. Por lo general, la característica
central se considera como defectuosa, imperfecta, asimétrica, demasiado grande/pequeña o
desproporcionada, o las quejas pueden ser por el adelgazamiento del cabello, acné, arrugas,
cicatrices, marcas vasculares, palidez o enrojecimiento de tez o insuficiencia muscular. A
veces la preocupación es vaga o consiste en una percepción global de fealdad o de que algo
“no está bien” o es demasiado masculino/femenino.
• La dismorfia muscular puede poner a los individuos afectados, generalmente varones, en
mayor riesgo de complicaciones que requieren atención médica (por ejemplo, desgarres

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musculares, efectos secundarios del uso de esteroides).


• Existe un alto riesgo de suicidio en adolescentes y adultos con trastorno dismórfico corporal,
sobre todo cuando hay comorbilidad con sintomatología depresiva. Debido a la baja tasa de
intentos suicidas y suicidios consumados, es difícil predecir los comportamientos suicidas.
Los factores a considerar en la evaluación del riesgo incluyen las tentativas previas, la falta
de apoyos psicosociales percibidos, la percepción de pesadez y la desesperanza. También
es importante considerar que la identificación del trastorno dismórfico corporal puede ser
especialmente difícil por el incremento de la presencia de vergüenza y de estigma percibido
entre los pacientes afectados que, con frecuencia, les lleva a ocultar sus dificultades o a
presentarse con síntomas de trastornos depresivos, trastorno de ansiedad social o trastorno
obsesivo-compulsivo en lugar del trastorno dismórfico corporal.
• El diagnóstico del trastorno dismórfico corporal depende de la observación directa o del
examen físico del/los defecto/s o imperfección/es corporal/es percibido/s. Si esto no es
posible porque es inapropiado o porque el paciente se niega a eliminar su camuflaje,
entonces puede ser difícil hacer un juicio acerca de lo notorio o anormal del defecto
percibido. En tales casos, puede requerirse corroborar la evidencia con un informante o un
médico que haya realizado un examen físico del individuo.
• En algunos casos, los individuos pueden estar persistentemente preocupados por uno o más
defectos o imperfecciones en la apariencia o fealdad en general de otra persona,
generalmente un niño o una pareja que es imperceptible o apenas perceptible por los demás.
Este fenómeno se denomina a menudo trastorno dismórfico corporal por poder. Si se
cumplen los otros requisitos para el trastorno en referencia a las imperfecciones o los
defectos corporales percibidos de la otra persona (por ejemplo, autoconciencia excesiva,
examen o control repetitivo y excesivo, camuflaje marcado o alteración de la percepción,
evitación de situaciones o desencadenantes sociales relevantes, malestar o deterioro
funcional), se puede asignar un diagnóstico de trastorno dismórfico corporal al individuo
que experimenta la preocupación.

6B22 Trastorno de referencia olfatoria


Características esenciales (requeridas):
• Preocupación persistente por la emisión percibida de un olor repugnante o mal olor corporal
o mal aliento (por ejemplo, halitosis), ya sea imperceptible o ligeramente perceptible por
los demás, de tal manera que las preocupaciones del individuo son claramente
desproporcionadas con respecto al olor, si lo hay.
• Autoconciencia excesiva sobre un olor percibido, a menudo incluyendo ideas de
autoreferencia (es decir, la convicción de que las personas se dan cuenta, juzgan o hablan
acerca del olor).
• La preocupación viene acompañada por cualquiera de las siguientes síntomas:
o Comportamientos repetitivos y excesivos, tales como verificar continuamente el
olor corporal o comprobar la procedencia percibida del olor (por ejemplo, la ropa),
su ropa, o buscar continuamente reconfirmación;
o Constantes intentos de camuflar, alterar o prevenir el olor percibido (por ejemplo,
usando perfume o desodorante, bañarse repetidamente, cepillarse los dientes o
cambiarse de ropa, evitar ingerir ciertos alimentos);
o Notables intentos de evitar situaciones sociales o desencadenantes que incrementan
el malestar por el olor repugnante o el mal olor corporal percibido (por ejemplo, el
transporte público u otras situaciones que implican proximidad con otras personas).

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• La preocupación y las respuestas conductuales que la acompañan consumen mucho tiempo


(por ejemplo, más de 1 hora por día).
• Los síntomas ocasionan malestar significativo o deterioro significativo en las áreas
personal, familiar, social, académica, laboral, u otras áreas importantes del funcionamiento.

Calificador de introspección (insight):


El grado de introspección que tienen los individuos con trastorno de referencia olfatoria sobre
la exactitud de las creencias que subyacen a sus síntomas es variable. Aunque muchos pueden
reconocer que sus pensamientos o comportamientos son falsos o excesivos, algunos no, y las
creencias de algunos individuos con trastorno de referencia olfatoria pueden en algunas
ocasiones parecer delirantes en el grado de convicción o de fijeza con que se sostienen estas
creencias (por ejemplo, un individuo está convencido de que está emitiendo un mal olor). La
introspección puede variar notablemente incluso en períodos cortos de tiempo, por ejemplo
dependiendo del nivel de ansiedad o malestar actual, y debe evaluarse con respecto a un
período de tiempo que sea suficiente para permitir dicha fluctuación (por ejemplo, unos días o
una semana). El grado de introspección que un individuo exhibe en el contexto del trastorno
de referencia olfatoria puede especificarse de la siguiente manera:
1. Con grado de introspección adecuado: La mayoría de las veces, el individuo puede
considerar la posibilidad de que las creencias específicas de su trastorno pueden o no ser
ciertas y están dispuestos a aceptar una explicación alternativa para su experiencia. Este
nivel de calificador puede aplicarse si, en ciertos momentos específicos (por ejemplo,
cuando está sumamente ansioso), el individuo no demuestra ninguna introspección.
2. Con poco o ausente grado de introspección: Durante todo o casi todo el tiempo el
individuo está convencido de que las creencias específicas del trastorno son ciertas y no
puede aceptar una explicación alternativa de su experiencia. La falta de introspección
exhibida por el individuo no varía marcadamente como una función del nivel de ansiedad.

Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: El miedo a emitir olores desagradables es, en cierta medida,
común en muchas culturas. Sin embargo, el trastorno de referencia olfatoria puede
distinguirse de las preocupaciones normales por el grado de afectación, la frecuencia con
que se llevan a cabo comportamientos recurrentes relacionados, así como el grado de
malestar o interferencia de las experiencias individuales como consecuencia de estos
síntomas.
• Límite con otras condiciones de salud y efectos de sustancia o medicamentos: Los
síntomas no son una manifestación de otra condición de salud, no se deben al efecto de una
sustancia o medicación en el sistema nervioso central, incluyendo los efectos de abstinencia.
• Límite con trastorno obsesivo-compulsivo: Los pensamientos recurrentes y los
comportamientos repetitivos ocurren en el trastorno obsesivo-compulsivo. Sin embargo, en
el trastorno de referencia olfatoria, los pensamientos intrusivos y los comportamientos
repetitivos se limitan a las preocupaciones sobre el cuerpo o el aliento. Si los pensamientos
obsesivos y los comportamientos compulsivos no se limitan a las preocupaciones sobre la
emisión de un olor, ambos trastornos pueden ser diagnosticados.
• Límite con trastorno de ansiedad social: En el trastorno de ansiedad social los síntomas
responden a situaciones sociales temidas y la principal preocupación es el comportamiento
propio de la persona o las manifestaciones de ansiedad (por ejemplo, temor de que su sudor
sea observable) al ser evaluado negativamente por los demás. Por el contrario, los
individuos con trastorno de referencia olfatoria creen que están emitiendo un olor

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desagradable (por ejemplo, creen que su sudor huele mal). Algunos individuos con trastorno
de referencia olfatoria experimentan ansiedad significativa en situaciones sociales y temen
ser rechazados por su desagradable olor percibido. Si sus preocupaciones son más amplias
que la focalización exclusiva en su desagradable olor percibido y están presentes otros
síntomas del trastorno de ansiedad social, ambas condiciones pueden ser diagnosticadas.
• Límite con trastornos del estado de ánimo: En trastornos depresivos con síntomas
psicóticos, se pueden producir delirios somáticos relacionados con un olor percibido (por
ejemplo, que su carne se pudre y tiene un olor fétido), pero normalmente son parte integral
de una serie de preocupaciones o delirios (por ejemplo, relacionados con culpa, nihilismo,
pobreza, etc.) y se presentan junto con otros síntomas depresivos (por ejemplo, pérdida de
interés en actividades placenteras, tendencias suicidas, alteraciones del sueño, pérdida o
aumento de peso, etc.). Sin embargo, ambos trastornos pueden presentarse simultáneamente
y ambos diagnósticos pueden asignarse si están justificados.
• Límite con trastorno delirante y otros trastornos psicóticos primarios: Muchas personas
con trastorno de referencia olfatoria carecen de introspección sobre la irracionalidad de sus
pensamientos y comportamientos hasta el punto de que las convicciones de que están
emitiendo un olor desagradable pueden a veces parecer delirantes por el grado de
convicción o de rigidez con la cual se sostienen estas creencias (ver calificadores de
introspección). Si estas creencias se limitan al miedo o a la convicción de emitir un olor
desagradable en un individuo sin antecedentes de otros delirios, es decir, estas creencias se
producen únicamente en el contexto de los episodios sintomáticos del trastorno de
referencia olfatoria y son totalmente consistentes con las características clínicas del
trastorno, el trastorno de referencia olfatoria debe ser diagnosticado en lugar de un trastorno
delirante. Los individuos con trastorno de referencia olfatoria no presentan otras
características de psicosis (por ejemplo, alucinaciones o trastorno formal del pensamiento).

Características adicionales:
• El diagnóstico de trastorno de referencia olfatoria depende, en parte, en determinar la
evidencia de que exista el olor que el paciente está comunicando. Ciertas condiciones
médicas y dentales pueden estar relacionadas con olores desagradables (por ejemplo,
enfermedad peridontal, trimetilaminuria), y estas causas subyacentes deben ser descartadas,
particularmente si el olor es detectable aunque sea leve. Sin embargo, el olor percibido
puede variar en intensidad o el individuo puede ser incapaz o no estar dispuesto a eliminar
los olores camuflados (por ejemplo, perfume), lo cual, puede dificultar hacer un juicio sobre
la percepción del olor. En tales casos, puede requerirse evidencia corroborativa de un
informante o un médico que haya realizado un examen físico al individuo.

6B23 Hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud)


Características esenciales (requeridas):
• Preocupación persistente o temor acerca de la posibilidad de tener una o más enfermedades
graves, progresivas o potencialmente mortales. La preocupación está acompañada por:
o Comportamientos repetitivos y excesivos relacionados con la salud, tales como
examinar continuamente el cuerpo en busca de evidencia de una enfermedad, pasar
grandes cantidades de tiempo buscando información acerca de la enfermedad
temida, buscar repetidamente reconfirmación (por ejemplo, solicitar múltiples
consultas médicas); o
o Comportamiento desadaptado de evitación relacionado con la salud (por ejemplo,
evitar consultas médicas).
• La preocupación y las respuestas conductuales que la acompañan consumen mucho tiempo

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(por ejemplo, más de 1 hora al día).


• Los síntomas ocasionan malestar significativo o deterioro significativo en las áreas
personal, familiar, social, académica, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Calificador de introspección (insight):


El grado de conocimiento que tienen los individuos con hipocondria (trastorno de ansiedad por
la salud) sobre la exactitud de las creencias que subyacen a sus preocupaciones de salud es
variable. Aunque muchos pueden reconocer que sus pensamientos o comportamientos son
falsos o excesivos, algunos no, y las creencias de una pequeña minoría de individuos con
hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) pueden a veces parecer delirantes en el grado
de convicción o rigidez con que se sostienen estas creencias (por ejemplo, un individuo está
convencido de que tiene una enfermedad terminal). La introspección puede variar
sustancialmente incluso en períodos cortos de tiempo, por ejemplo dependiendo del nivel de
ansiedad o malestar actual, y debe evaluarse con respecto a un período de tiempo que sea
suficiente para permitir dicha fluctuación (por ejemplo, unos días o una semana). El grado de
introspección que un individuo exhibe en el contexto de la hipocondría (trastorno de ansiedad
por la salud) se puede especificar de la siguiente manera:
1. Con grado de introspección adecuado: La mayoría de las veces, el individuo puede
considerar la posibilidad de que las creencias específicas de su trastorno pueden o no ser
ciertas y están dispuestos a aceptar una explicación alternativa para su experiencia. Este
nivel de calificador puede aplicarse si, en ciertos momentos específicos (por ejemplo,
cuando está sumamente ansioso), el individuo no demuestra ninguna introspección.

2. Con poco o ausente grado de introspección: Durante todo o casi todo el tiempo el
individuo está convencido de que las creencias específicas del trastorno son ciertas y no
puede aceptar una explicación alternativa de su experiencia. La falta de introspección
exhibida por el individuo no varía marcadamente como una función del nivel de ansiedad.

Límite con Otros Trastornos y la Normalidad:


• Límite con la normalidad: La preocupación o el temor no es simplemente una inquietud
razonable relacionada con una situación circunscrita (por ejemplo, esperar los resultados de
unas pruebas para una enfermedad grave) y persiste o reaparece a pesar de una evaluación
médica adecuada y de asegurarles tranquilidad.
• Límite con preocupaciones normales sobre otras condiciones de salud: Si una condición
médica crónica o aguda está presente o si el individuo está en alto riesgo de desarrollar una
condición médica (por ejemplo, debido a un alto riesgo genético, una exposición reciente a
una enfermedad contagiosa), las preocupaciones relacionadas con tales condiciones son
comunes y se debe de considerar un umbral alto para el diagnóstico de hipocondría
(trastorno de ansiedad por la salud). El diagnóstico de hipocondría (trastorno de ansiedad
por la salud) sólo debe asignarse únicamente si el grado de preocupación y los
comportamientos repetitivos relacionados con la salud o la evitación son claramente
excesivos y desproporcionados.
• Límite con otros trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados: Los
pensamientos recurrentes y los comportamientos repetitivos se presentan en otros trastornos
obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados pero los focos de aprensión y la forma de
comportamientos repetitivos son distintos para cada entidad diagnóstica. En el trastorno
obsesivo-compulsivo, los pensamientos intrusivos y los comportamientos repetitivos no se

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limitan a preocupaciones por la salud, sino que más bien abarcan una variedad de obsesiones
(por ejemplo, de contaminación, de causar daño) y compulsiones (por ejemplo, lavarse en
exceso, conteo, comprobación), con el fin de neutralizar estas obsesiones. En el trastorno
dismórfico corporal, las preocupaciones se refieren a defectos percibidos en el aspecto o
la/s característica/s física/s, mientras que en el trastorno de referencia olfatoria los
individuos se preocupan exclusivamente por la emisión percibida de un olor repugnante o
mal olor corporal. Sin embargo, los trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos
relacionados puede presentarse simultáneamente y se pueden asignar múltiples diagnósticos
de esta agrupación si están justificados.
• Límite con trastorno de ansiedad generalizada: Los individuos con Trastorno de Ansiedad
Generalizada (TAG) pueden tener preocupaciones sobre su salud, pero también albergan
otra variedad de preocupaciones acerca de aspectos de la vida cotidiana (por ejemplo,
trabajo, finanzas, salud, familia) y, a diferencia de la hipocondría (trastorno de ansiedad por
la salud), generalmente no hay una preocupación persistente por que la enfermedad perdure
a pesar de la evaluación médica y de asegurarles tranquilidad.
• Límite con trastorno de pánico: El trastorno de pánico se caracteriza por episodios
recurrentes, inesperados y auto-limitados de intenso temor o aprensión, con síntomas
somáticos prominentes y sentimientos de catástrofe inminente (por ejemplo, desmayos,
tener un accidente cardiovascular, ataques cardíacos o morirse) con un sentido de la
inmediatez de la amenaza. Los individuos con trastorno de pánico a menudo se preocupan
de que los síntomas somáticos que experimentan durante los ataques de pánico sean la
evidencia de una enfermedad médica grave (por ejemplo, enfermedad cardiovascular) y, en
estos casos, un diagnóstico adicional de hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) no
debe asignarse. Sin embargo, si los individuos con trastorno de pánico pueden desarrollar
preocupaciones sobre su salud que no están relacionados con los síntomas somáticos de los
ataques de pánico, ambos diagnósticos pueden ser asignados. El calificador 'con ataques de
pánico' puede aplicarse a la hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) cuando los
ataques de pánico recurrentes forman parte de la presentación clínica. Si los ataques de
pánico recurrentes se explican en su totalidad por la hipocondría (trastorno de ansiedad por
la salud) en respuesta a estímulos relacionados con la salud (por ejemplo, la aparición de un
nuevo síntoma o la exposición a información sobre salud) un diagnóstico adicional de
trastorno de pánico no debe ser asignado. No obstante, ambos diagnósticos pueden
asignarse si se cumplen los requisitos de diagnóstico para cada uno.
• Límite con trastorno de angustia corporal: El trastorno de angustia corporal se caracteriza
por la presencia de síntomas somáticos angustiantes que generan una atención excesiva por
parte del individuo, por ejemplo, insisten en la gravedad de los síntomas y acuden en
repetidas ocasiones a consultas médicas. Mientras que algunas personas con hipocondria
(trastorno de ansiedad por la salud) pueden experimentar síntomas corporales que causan
malestar y para los que pueden buscar atención médica, su principal preocupación es el
temor de que los síntomas sean indicativos de una enfermedad grave, progresiva o
potencialmente mortal. Por el contrario, los individuos con trastorno de angustia corporal
suelen estar preocupados por los síntomas somáticos en sí mismos y el impacto que tienen
en sus vidas, y, aunque pueden buscar atención médica que puede ayudar a determinar la
causa de sus síntomas, su finalidad no es negar la creencia de que tienen una enfermedad
médica grave, sino obtener alivio de los síntomas.
• Límite con los trastornos depresivos: En los trastornos depresivos las preocupaciones
hipocondríacas o los delirios somáticos pueden estar presentes pero, por lo general, forman
una parte integral de una gama de preocupaciones o delirios (por ejemplo, relacionados con
culpa, nihilismo, pobreza, etc.) y ocurren junto con otros síntomas depresivos (por ejemplo,

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pérdida de interés en actividades placenteras, tendencias suicidas, alteraciones del sueño,


pérdida o aumento de peso, etc.). Sin embargo, ambos trastornos pueden presentarse
simultáneamente y pueden asignarse ambos diagnósticos si está justificado.
• Límite con trastorno delirante y otros trastornos psicóticos: En ocasiones, algunos
individuos con hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) carecen de introspección
acerca de la irracionalidad de sus pensamientos y comportamientos de tal manera que la
convicción de tener una enfermedad médica, en ocasiones, puede parecer delirante en el
grado de convicción o de rigidez con el cual se sostienen estas creencias (ver calificadores
de introspección). Si estas creencias se limitan al miedo o convicción de tener una
enfermedad en un individuo sin antecedentes de otros delirios, es decir, que estas creencias
se producen únicamente en el contexto de episodios sintomáticos de hipocondría (trastorno
de ansiedad por la salud) y son totalmente consistentes con las otras características clínicas
del trastorno, debe diagnosticarse hipocondría en lugar de trastorno delirante. Los delirios
somáticos característicos de algunas expresiones del trastorno delirante tienden a ser menos
médicamente plausibles (por ejemplo, que un órgano se esté pudriendo) y, en general, no
se centran en la creencia de que se tiene una enfermedad específica. Los individuos con
hipocondría no presentan otras características de psicosis (por ejemplo, alucinaciones o
trastorno formal del pensamiento).

Características adicionales:
• Los individuos con hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) con frecuencia hacen
malinterpretaciones catastróficas de signos o síntomas corporales, incluyendo sensaciones
normales o comunes (por ejemplo, preocupándose de que un dolor de cabeza por tensión
sea indicativo de un tumor cerebral).
• Los individuos con hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) generalmente tienen un
nivel elevado de ansiedad relacionado con su salud, a menudo están hipervigilantes con
respecto a las sensaciones y síntomas somáticos y pueden llegar a alarmarse fácilmente por
su estado de salud personal, de manera que la experiencia de ansiedad, incluyendo los
ataques de pánico, puede ser una característica importante de su presentación.
• Los individuos con hipocondría pueden someterse a exploraciones médicas y pruebas
diagnósticas repetidas e innecesarias, con el deterioro de la relación médico-paciente, y el
frecuente “ir de doctor en doctor”.
• Los individuos con hipocondría pueden alarmarse por su salud cuando alguien que conocen
enferma, cuando leen o escuchan acerca de la enfermedad, o en respuesta a estresores
vitales. La preocupación es a menudo el tema central de la conversación con los demás.

M5 Trastorno por acumulación


Características esenciales (requeridas):
• Acumulación de posesiones debido a la adquisición excesiva o a la dificultad de deshacerse
de objetos, independientemente de su valor real.
o La adquisición excesiva se caracteriza por impulsos repetitivos y/o
comportamientos relacionados con la acumulación o compra de objetos.
o La dificultad para deshacerse de las posesiones se caracteriza por una necesidad
percibida de guardar los objetos y la angustia asociada a deshacerse de ellos.
• La acumulación de posesiones da como resultado que los espacios de vivienda se vuelvan
desordenados, hasta el punto de que su uso o seguridad se vean comprometidos.
• Los síntomas provocan un malestar significativo o un deterioro significativo en las áreas
personal, familiar, social, académica, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

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Calificador de introspección (insight):


El grado en que los individuos con trastorno por acumulación reconocen que las creencias y los
comportamientos relacionados con la acumulación (relativos a la adquisición excesiva, la
dificultad de descartar o el desorden) son problemáticos, es variable. Por ejemplo, algunos
pueden reconocer que su espacio de vivienda presenta un riesgo, que muchos de los artículos
que guardan son sin valor y que es poco probable que puedan ser útiles en el futuro, o que su
malestar asociado con deshacerse de objetos no es racional. Otros están convencidos de que sus
creencias y comportamientos relacionados con la acumulación no son problemáticos, a pesar
de exista una evidencia de lo contrario. Las creencias de algunos pueden a veces parecer
delirantes en el grado de introspección o la rigidez con que estas creencias se mantienen (por
ejemplo, un individuo que insiste en que las cosas que objetivamente tienen poco o ningún valor
son crucialmente importantes para guardar o niega que exista algún problema con su espacio
vital). La introspección puede variar sustancialmente incluso en períodos cortos de tiempo, por
ejemplo dependiendo del nivel de ansiedad o malestar actual o, por ejemplo, cuando un
miembro de la familia u otra persona obliga al individuo a desechar los objetos. El grado de
introspección que un individuo puede tener en el contexto del trastorno por acumulación se
puede especificar de la siguiente manera:
1. Con grado de introspección adecuado: La mayoría de las veces, el individuo puede
considerar la posibilidad de que las creencias específicas de su trastorno pueden o no ser
ciertas y están dispuestos a aceptar una explicación alternativa para su experiencia. Este
nivel de calificador puede aplicarse si, en ciertos momentos específicos (por ejemplo,
cuando está sumamente ansioso), el individuo no demuestra ninguna introspección.
2. Con poco o ausente grado de introspección: Durante todo o casi todo el tiempo el
individuo está convencido de que las creencias específicas del trastorno son ciertas y no
puede aceptar una explicación alternativa de su experiencia. La falta de introspección
exhibida por el individuo no varía marcadamente como una función del nivel de ansiedad.

Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con normalidad: Los coleccionistas adquieren muchos objetos, a los cuales indican
que están apegados y son reacios a desechar. Sin embargo, también son más específicos en
sus adquisiciones (por ejemplo, limitan sus adquisiciones a una gama concreta de objetos),
más selectivos (por ejemplo, planifican y compran sólo objetos predeterminados), tienden
a organizar sus posesiones y son menos propensos a acumularlos de una forma excesiva.
• Límite con el síndrome de demencia: Los síntomas no son una manifestación de un
síndrome de demencia, en el cual, algunos pacientes acumulan objetos como resultado de
un déficit neurocognitivo progresivo. A diferencia del trastorno por acumulación, los
pacientes con síndrome de demencia, muestran poco interés en la acumulación de los
objetos o poco malestar al deshacerse de los mismos. Además, el comportamiento de
recolección en el síndrome de demencia puede acompañarse de cambios graves en la
personalidad y el comportamiento, como la apatía, indiscreciones sexuales y estereotipias
motoras.
• Límite con el síndrome de Prader-Willi: El síndrome de Prader-Willi se asocia con un
aumento en el impulso de comer y una serie de síntomas compulsivos, incluyendo el
almacenamiento de alimentos. La presencia de estatura baja, hipogonadismo, falta de
crecimiento, hipotonía y antecedentes de dificultad alimenticia en el período neonatal son
útiles para el diagnóstico diferencial con el trastorno de acumulación.
• Límite con trastorno obsesivo-compulsivo: Los individuos afectados por el Trastorno
Obsesivo-Compulsivo (TOC) pueden acumular cantidades excesivas de objetos (es decir,
acumulación compulsiva). Sin embargo, a diferencia del trastorno por acumulación, el

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comportamiento se realiza con el fin de neutralizar o reducir el malestar concomitante y la


ansiedad derivada del contenido obsesivo como temas de agresión (por ejemplo, temor de
dañar a los demás), sexual/religiosos (por ejemplo, temor de blasfemar o hacer algo
irrespetuoso), de contaminación (por ejemplo, miedo a propagar enfermedades infecciosas),
o de simetría/orden (por ejemplo, sentimientos de insuficiencia). Además, incluso en
individuos afectados por TOC con poca o ausente introspección, el comportamiento
generalmente no es deseado y es molesto, mientras que en el trastorno por acumulación
puede asociarse con placer o disfrute. Sin embargo, ambos trastornos pueden presentarse
simultáneamente, especialmente en varones y pueden asignarse ambos diagnósticos si está
justificado.
• Límite con trastornos del estado de ánimo: A diferencia de los individuos con trastorno
por acumulación, aquellos con trastornos del estado de ánimo pueden mostrar una
acumulación secundaria a la sintomatología depresiva o maníaca. En el caso de los
trastornos depresivos, la disminución de energía, la falta de iniciativa o apatía pueden llevar
a la acumulación de objetos, lo cual, a diferencia del trastorno por acumulación, se hace sin
intención o propósito. Además, los individuos con trastornos depresivos pueden ser
indiferentes a la acumulación de objetos y no mostrar malestar asociado a tener que
desecharlos. En el caso de los trastornos bipolares, la acumulación de objetos puede ser
secundaria a las compras excesivas que pueden suceder durante los episodios de manía. Sin
embargo, quienes tienen trastornos bipolares no presentan problemas para deshacerse o
desprenderse de las posesiones y, muy rara vez, los episodios maníacos duran lo suficiente
como para permitir que llegue a desarrollarse un desorden sustancial en el hogar.
• Límite con trastornos alimentarios: Algunos individuos con diagnóstico de trastornos
alimentarios pueden acumular grandes cantidades de comida que les permite darse
atracones en situaciones concretas (por ejemplo, mientras están solo/as en casa). Sin
embargo, a diferencia del trastorno por acumulación, el propósito de la acumulación está
limitado al consumo de los alimentos. Las preocupaciones por engordar así como las
distorsiones de la imagen corporal no están presentes en el trastorno por acumulación.
• Límite con trastorno delirante y otros trastornos psicóticos: En la esquizofrenia y otros
trastornos psicóticos, puede haber acumulación de objetos, pero generalmente es provocada
por los delirios. Algunos individuos con trastorno por acumulación a veces carecen de
introspección acerca de la irracionalidad de sus pensamientos y comportamientos hasta el
grado de que las convicciones acerca de la importancia de adquirir y conservar los objetos,
en ocasiones, pueden parecer delirantes (ver calificadores de introspección). Si estas
creencias se limitan al temor por desprenderse de los objetos o a la convicción de que los
objetos tienen una importancia especial a pesar de la evidencia objetiva de lo contrario, y
no hay antecedentes de otros delirios, es decir, que estas creencias se producen en su
totalidad en el contexto de episodios sintomáticos del trastorno por acumulación y son
plenamente consistentes con las demás características clínicas del trastorno, debe
diagnosticarse trastorno por acumulación en lugar de trastorno delirante. Los individuos
con trastorno por acumulación no presentan otros síntomas psicóticos (por ejemplo,
alucinaciones o trastornos formales del pensamiento).
• Límite con el trastorno del espectro autista: El trastorno del espectro autista se caracteriza
por intereses restringidos que pueden resultar en la acumulación de objetos. Sin embargo,
las personas con trastornos del espectro autista muestran otros síntomas que generalmente
están ausentes en los individuos con trastorno por acumulación, incluyendo deficiencias en
el lenguaje funcional y déficits persistentes en la comunicación social.
• Límite con cleptomanía (robo patológico): La cleptomanía es un trastorno caracterizado
por el fracaso repetido de resistir a los impulsos de robar objetos que no son adquiridos para

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uso personal o ganancia monetaria. Este comportamiento suele ir acompañado de una


creciente sensación de tensión anterior, y una sensación de gratificación durante e
inmediatamente después del acto. Aunque las personas con diagnóstico de cleptomanía
pueden acumular objetos robados, a diferencia del trastorno por acumulación, no
experimentan un apego excesivo a estos objetos y al desorden.

Características adicionales:
• Generalmente, los objetos se acumulan debido a su importancia emocional (por ejemplo, se
asocian con un evento significativo, persona, lugar o momento), características
instrumentales (por ejemplo, utilidad percibida) o valor intrínseco (por ejemplo, cualidades
estéticas percibidas).
• Algunas veces los impulsos repetitivos o los comportamientos relacionados con la compra,
el robo o la acumulación de objetos, incluyendo aquellos que son gratuitos, no son
fácilmente reconocibles en la evaluación del individuo, en tales casos, los antecedentes
vitales y/o la evitación actual de ciertas señales relacionadas con esos impulsos o
comportamientos sugieren el diagnóstico.
• Un diagnóstico de trastorno por acumulación puede aún estar justificado si las áreas de la
vida son ordenadas por medio de la intervención de terceros (por ejemplo, miembros de la
familia, asistentes de limpieza, autoridades).
• Los pacientes pueden no ser capaces de encontrar cosas importantes (por ejemplo, facturas,
formatos impresos de impuestos), circular con facilidad en su casa, e incluso salir de su
domicilio en caso de una emergencia. La capacidad para preparar comida, utilizar los
lavabos o los electrodomésticos (por ejemplo, un refrigerador, una estufa, o una lavadora),
o los muebles (por ejemplo, sofás, sillas, camas, mesas) también puede verse comprometida.
• Los individuos con trastorno por acumulación pueden experimentar una serie de problemas
médicos crónicos, como obesidad y pueden estar expuestos a diversos riesgos ambientales,
a menudo causados por su comportamiento acumulador, incluyendo riesgo de incendio,
lesiones por caídas, contaminación por descomposición de los alimentos perecederos, y
alergias por contacto con polvo, polen, y bacterias.

6B25 Trastornos del comportamiento repetitivo enfocados en el cuerpo


Los trastornos del comportamiento repetitivo enfocados en el cuerpo se caracterizan por
acciones recurrentes y habituales dirigidas hacia el tegumento (por ejemplo, jalones del cabello,
dañarse la piel, morderse los labios), típicamente acompañadas de intentos fallidos de disminuir
o detener el comportamiento implicado y que conducen a secuelas dermatológicas, pérdida del
cabello, lesiones cutáneas, abrasiones labiales). El comportamiento puede ocurrir en episodios
breves dispersos a lo largo del día o en períodos menos frecuentes pero más sostenidos. Los
síntomas provocan un malestar significativo o un deterioro significativo en las áreas personal,
familiar, social, académica, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
6B25.1 Tricotilomanía (trastorno de arrancarse el cabello)
Características esenciales (requeridas):
• Recurrentes jaloneos/tirones del propio cabello.
• Intentos fallidos de detener/disminuir arrancarse el cabello.
• Pérdida de cabello significativo como consecuencia del comportamiento de jaloneo/tirones.
• Los síntomas provocan malestar significativo o un deterioro significativo en las áreas
personal, familiar, social, académica, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

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Límite con otros trastornos y normalidad:


• Límite con la normalidad: Arrancarse ocasionalmente el cabello por una cana o por un pelo
fuera de lugar es normal y la mayoría de la gente lo hace en algún momento de sus vidas.
Muchas personas también retuercen y juegan con su cabello, mientras que otros pueden
morder o romper su cabello en lugar de arrancarlo. Estos comportamientos no son
suficientes para hacer un diagnóstico de tricotilomanía. La tricotilomanía implica arrancarse
recurrentemente el cabello y se asocia con un malestar significativo o un deterioro
significativo que no suceden en los jaloneos o tirones ocasionales y normales.
• Límite con condiciones de salud clasificadas en otra parte y trastornos debidos al uso de
sustancias: Los síntomas no son una manifestación de otro problema de salud (por ejemplo,
inflamación de los folículos pilosos). La biopsia cutánea o la dermoscopía son capaces de
diferenciar a los individuos con tricotilomanía de aquellos con trastornos dermatológicos.
Aunque la conducta de arrancarse el cabello puede ser exacerbada por ciertas sustancias
(por ejemplo, anfetaminas), no hay evidencia de que las sustancias puedan ser la causa
principal del jaloneo recurrente del cabello.
• Límite con otros trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados: Los
comportamientos repetitivos observados en tricotilomanía ocurren en otros trastornos
obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados, pero están generalmente relacionados con
focos específicos de aprensión y están asociados con una intención distinta en cada entidad
diagnóstica. Los individuos diagnosticados con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
pueden involucrarse en el comportamiento de arrancar el cabello (por ejemplo, como un
ritual de simetría destinado a "equilibrar" su cabello). Además, los individuos con TOC, a
menudo exhiben otros rituales de simetría junto con obsesiones identificables y
compulsiones no relacionadas con arrancarse el cabello. No obstante, la comorbilidad con
TOC es común y si ambos trastornos están presentes, ambos diagnósticos pueden ser
asignados. El trastorno dismórfico corporal puede estar asociado con la eliminación del
vello corporal que el individuo percibe como feo o que parece anormal.
• Límite con trastorno de movimiento estereotipado: Un movimiento estereotipado es un
comportamiento motor no funcional repetitivo, aparentemente impulsado (por ejemplo,
golpear la cabeza, balancear el cuerpo, morderse). Estos comportamientos rara vez incluyen
jaloneos del cabello, pero si lo hacen, el comportamiento tiende a estar compuesto de
movimientos coordinados que presentan patrones y son predecibles. Por otra parte, los
movimientos estereotipados son más propensos a presentarse desde edades tempranas (es
decir, menos de 2 años de edad), mientras que la tricotilomanía, por lo general, tiene un
inicio en la adolescencia temprana.
• Límite con la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios: Los individuos con
esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios pueden quitarse el cabello en respuesta
a un delirio o alucinación. Los individuos con tricotilomanía no informan jaloneos
secundarios a delirios o alucinaciones.

Características adicionales:
• Se pueden arrancar el cabello de cualquier parte del cuerpo donde crece el cabello. Sin
embargo, los sitios más comunes son el cuero cabelludo, las cejas y los párpados. Es menos
frecuente que se reporte en las áreas axilares, faciales, púbicas y perirectales. Los patrones
de pérdida de cabello son variables con algunas áreas de alopecia completa y otras con
adelgazamiento de la densidad del cabello.
• Los individuos con tricotilomanía pueden arrancarse el cabello siguiendo un patrón
ampliamente distribuido (es decir, arrancando cabellos individualmente de toda una zona)

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de tal manera que la pérdida del cabello no es claramente visible. Además, los individuos
pueden intentar ocultar o camuflar la pérdida del cabello (por ejemplo, usando maquillaje,
pañuelos o pelucas). Por lo tanto, una evaluación cuidadosa incluyendo la información de
fuentes colaterales puede ser necesaria para determinar la presencia de sintomatología de
tricotilomanía.
• Arrancarse el cabello puede ocurrir en breves episodios esparcidos a lo largo del día o en
períodos menos frecuentes pero más sostenidos que pueden continuar durante horas.
También puede durar meses o años antes de acudir a una atención clínica.
• La tricotilomanía a menudo se presenta con rituales alrededor del cabello, como
examinaciones visuales o táctiles del cabello o manipulación vía oral después de haberlo
arrancado. Los individuos que comúnmente se tragan o comen el cabello que se han
arrancado (tricofagia) pueden experimentar síntomas gastrointestinales serios e incluso
mortales, dependiendo del volumen de cabello consumido.
• El comportamiento de arrancarse el cabello está asociado con una variedad de efectos
reportados incluyendo la regulación del afecto y la excitación, la reducción de la tensión y
la promoción del placer, lo que presumiblemente refuerza estos comportamientos. Sin
embargo, como consecuencia de arrancarse el cabello, muchas personas informan una
variedad de efectos negativos como una sensación de pérdida de control o vergüenza. Los
individuos con tricotilomanía reportan diferentes grados de conciencia de su
comportamiento de arrancarse el cabello.
• El trastorno por excoriación (dañarse la piel) es una condición común que ocurre en
individuos con tricotilomanía. La tricotilomanía se presenta comúnmente con síntomas
depresivos y de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo y otros comportamientos
repetitivos enfocados en el cuerpo (por ejemplo, morderse las uñas).

6B25.2 Trastorno de excoriación (dañarse la piel)


Características esenciales (requeridas):
• Dañarse recurrentemente la piel.
• Intentos fallidos de detener o disminuir el daño de la piel.
• Lesiones cutáneas significativas como resultado del comportamiento de dañarse.
• Los síntomas provocan un malestar significativo o un deterioro significativo en las áreas
personal, familiar, social, académica, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con la normalidad: Dañarse ocasionalmente la piel (por ejemplo, costras, cutículas
o acné) es normal y la mayoría de la gente lo hace en algún momento de su vida. Algunas
personas muerden sus cutículas o la piel circundante. Estos comportamientos no son
suficientes para asignar un diagnóstico de trastorno de excoriación. El Trastorno de
excoriación implica dañarse recurrentemente y se asocia con un malestar o deterioro
significativos que no están presentes en el daño cutáneo ocasional y normal.
• Límite con condiciones de salud clasificadas en otra parte y trastornos debidos al uso de
sustancias: Los síntomas no son una manifestación de otro problema de salud (por ejemplo,
sarna). Sin embargo, dañarse la piel puede ocurrir posteriormente o empeorarse por la
presencia de otra condición (por ejemplo, acné) y un diagnóstico de trastorno de excoriación
se puede asignar en esta circunstancia si se cumplen los requisitos de diagnóstico. El daño
de la piel puede también ser consecuencia del uso o mal uso de estimulantes (por ejemplo,
cocaína, metanfetamina, estimulantes de prescripción), pero el trastorno de excoriación no
debe ser diagnosticado si el daño de la piel ocurre exclusivamente en este contexto.

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Documento interno de la OMS para uso exclusivo de investigación; no citar ni distribuir 98

• Límite con el síndrome de Prader-Willi: Los individuos con síndrome de Prader-Willi


pueden tener un inicio temprano de dañar la piel más consistente con un trastorno de
movimiento estereotipado. Prader-Willi suele asociarse con una constelación de otros
síntomas como el trastorno del desarrollo intelectual leve o moderado, hipotonía neonatal e
infantil, problemas de alimentación y un bajo aumento de peso en la infancia seguida de
hiperfagia y obesidad mórbida en la infancia.
• Límite con otros trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados: Los
comportamientos repetitivos observados en el trastorno de excoriación ocurren en otros
trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados, pero generalmente están
relacionados con focos específicos de aprensión y están asociados con una intención distinta
en cada entidad diagnóstica. Los individuos diagnosticados con Trastorno Obsesivo
Compulsivo (TOC) pueden presentar el comportamiento de dañarse la piel (por ejemplo,
cuando experimentan obsesiones por contaminación asociadas con comportamientos
destinados a dañar la piel para eliminar la contaminación). Las obsesiones no preceden al
daño de la piel en el trastorno de excoriación y las personas con TOC, a menudo, muestran
otras compulsiones que no están relacionadas con dañar la piel. No obstante, la
comorbilidad con TOC es común y si ambos trastornos están presentes ambos se pueden
diagnosticar. El trastorno dismórfico corporal puede estar asociado con dañarse como un
medio para mejorar la apariencia del individuo "eliminando" el acné u otros defectos
percibidos de la piel que el individuo cree que son feos o que parecen anormales. Las
personas con trastorno de excoriación no se dañan la piel con el único propósito de corregir
un defecto percibido en la apariencia.
• Límite con trastorno de movimiento estereotipado: Un movimiento estereotipado es un
comportamiento repetitivo motor no funcional, aparentemente impulsado (por ejemplo,
golpear la cabeza, balancear el cuerpo, morderse). Estos comportamientos rara vez incluyen
dañarse la piel como comportamiento, pero si lo hacen, el comportamiento tiende a estar
compuesto de movimientos coordinados con patrones y que son predecibles. Además, es
más probable que los movimientos estereotipados se presenten a edades tempranas (es decir,
menos de 2 años de edad), mientras que el trastorno por excoriación suele tener un inicio
más tardío.
• Límite con la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios: Los individuos con
esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios pueden dañar su piel en respuesta a un
delirio o alucinación. Las personas con trastorno de excoriación no informan daño de la piel
secundario a delirios o alucinaciones.
• Límites con conductas auto-lesivas y auto-mutilantes: A diferencia de los
comportamientos auto-lesivos y auto-mutiladores, los comportamientos de dañarse la piel
característicos del trastorno de excoriación no se realizan con el propósito expreso de
autolesionarse.

Características adicionales:
• La tricotilomanía (trastorno de arrancarse el cabello) es una condición comórbida frecuente
en individuos con trastorno de excoriación. Además, el trastorno de excoriación
comúnmente aparece junto con síntomas depresivos y de ansiedad, de trastorno obsesivo-
compulsivo y otros comportamientos repetitivos enfocados en el cuerpo (por ejemplo,
morderse las uñas).
• Las zonas más comúnmente elegidas para dañarse son la cara, los brazos y las manos, pero
muchos individuos eligen múltiples partes del cuerpo. Los individuos pueden elegir la piel
sana, las irregularidades menores de la piel, lesiones tales como espinillas o callos, o costras.

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La mayoría de las personas se dañan con sus uñas, aunque una minoría sustancial utiliza
pinzas, cuchillos u otros objetos. Las características esenciales hacen hincapié en que el
daño de la piel debe conducir a lesiones cutáneas. Sin embargo, los individuos con este
trastorno a menudo intentan ocultar o camuflar la evidencia de daño en la piel (por ejemplo,
usando maquillaje o vestimenta). Por lo tanto, una evaluación cuidadosa incluyendo
información de fuentes colaterales puede ser necesaria para determinar la presencia de
sintomatología del trastorno de excoriación.
• Las personas con trastorno de excoriación (dañarse la piel) a menudo pasan cantidades
significativas de tiempo con ese comportamiento, a veces varias horas cada día. El daño de
la piel puede durar meses o años antes de acudir a una atención clínica.
• El trastorno de excoriación (dañarse la piel) a menudo se presenta con rituales alrededor de
la piel como examinaciones visuales o táctiles, manipulaciones vía oral o comerse la piel o
la costra después de haberse dañado.
• El comportamiento de dañarse la piel se asocia con una variedad de efectos reportados,
incluyendo la regulación del afecto y la excitación, la reducción de la tensión y la promoción
del placer, que presumiblemente refuerzan estos comportamientos. Sin embargo, después
del daño de la piel, muchas personas informan una variedad de efectos negativos, como una
sensación de pérdida de control o vergüenza. Los individuos con trastorno de excoriación
(dañarse la piel) reportan diferentes grados de conciencia de su comportamiento de dañar la
piel.

6A2Y Otro trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno relacionado


Características esenciales (requeridas):
• La presentación clínica no cumple con los requisitos de la definición de cualquier otro
trastorno de la agrupación de los trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados.
• Los síntomas no se explican mejor por otro Trastorno Mental y del Comportamiento (por
ejemplo, un trastorno psicótico, del estado de ánimo o de ansiedad).
• Se considera que los síntomas constituyen un trastorno mental y del comportamiento que
comparte características clínicas primarias con otros trastornos obsesivo-compulsivos y
trastornos relacionados (por ejemplo, obsesiones, pensamientos intrusivos y
preocupaciones, compulsiones, acciones recurrentes y habituales dirigidas al integumento).
• Los síntomas y comportamientos no son apropiados en el desarrollo o culturalmente
sancionados.
• Los síntomas y comportamientos no se explican por otra condición de salud no clasificada
dentro de los trastornos mentales y del comportamiento.
• Los síntomas ocasionan malestar significativo o deterioro significativo en las áreas
personal, familiar, social, académico, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Calificador
Con ataques de pánico
Este calificador puede utilizarse para indicar la presencia actual de ataques de pánico
recurrentes que se manifiestan en el contexto de los Trastornos Mentales y de Comportamiento,
así como otras condiciones de salud. El calificador 'con ataques de pánico' no debe ser asignado
cuando los ataques de pánico pueden ser explicados completamente por el diagnóstico de
trastorno de pánico. Los ataques de pánico recurrentes que se presentan en el contexto de los
Trastornos Mentales y del Comportamiento pueden ser indicativos de una mayor gravedad de
la psicopatología, una menor respuesta al tratamiento y un mayor riesgo de suicidio en el
contexto de los trastornos del estado de ánimo.

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Cuando los ataques de pánico se presentan en el contexto de otros trastornos obsesivo-


compulsivos y trastornos relacionados, se conceptualizan como episodios de ansiedad grave
que se presentan específicamente en respuesta a la exposición o anticipación de la exposición
al estímulo o estímulos temidos. El calificador sólo se puede utilizar en aquellos trastornos con
un componente cognitivo, es decir, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno dismórfico
corporal, el trastorno de referencia olfatoria, hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) y
el trastorno por acumulación. Por ejemplo, los ataques de pánico pueden aparecer en el trastorno
obsesivo compulsivo cuando se exponen a la suciedad si el individuo tiene miedo a la
contaminación, cuando una persona descubre que tienen un nuevo síntoma en la hipocondría,
cuando un individuo con trastorno dismórfico corporal entra en una situación social donde una
parte del cuerpo puede ser examinada por los demás, etc. Si los ataques de pánico se limitan a
este tipo de situaciones y son en este sentido "esperados" o explicados por el otro trastorno, el
calificador "con ataques de pánico" debe ser utilizado en lugar de un diagnóstico adicional
comórbido de trastorno de pánico. Sin embargo, si se prevén ataques de pánico esperados y
ataques de pánico inesperados que no están restringidos a estímulos o situaciones particulares
y se cumplen todos los demás requisitos diagnósticos, se puede asignar un diagnóstico adicional
de trastorno de pánico.
Para los trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados, la aplicación del
calificador "con ataques de pánico" genera las siguientes categorías. (El calificador 'con ataques
de pánico' no se utiliza para los trastornos de conducta repetitiva enfocados en el cuerpo).
6B20.1 Trastorno obsesivo compulsivo con ataques de pánico
6B21.1 Trastorno dismórfico corporal con ataques de pánico
6B22.1 Trastorno de referencia olfatoria con ataques de pánico
6B23.1 Hipocondria (trastorno de ansiedad por la salud) con ataques de pánico
6B24.1 Trastorno por acumulación con ataques de pánico
6B2Y.1 Otro trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados con ataques de pánico

8A05.11 Síndrome de Tourette


Características esenciales (requeridas):
• La presencia de tics motores y tics fónicos pueden o no manifestarse simultánea o
continuamente durante el curso sintomático.
• Los tics motores y fónicos se definen como movimientos repentinos, rápidos, no rítmicos y
recurrentes o vocalizaciones, respectivamente.
• Los tics motores y fónicos han estado presentes durante al menos un año.
• Los síntomas no son una manifestación de otra condición de salud (por ejemplo, enfermedad
de Huntington) y no se deben al efecto de una sustancia o medicación en el sistema nervioso
central (por ejemplo, anfetamina), incluyendo efectos de abstinencia (por ejemplo,
benzodiazepinas).

Límite con otros trastornos y la normalidad:


• Límite con normalidad: Los tics (por ejemplo, parpadeo ocular, aclarar la garganta, etc.)
son comunes durante el período de desarrollo, pero se distinguen del síndrome de Tourette
porque generalmente involucran tics fónicos o motores en lugar de ambos y por su
naturaleza transitoria.
• Límite con otros trastornos crónicos del tic en el desarrollo: Las presentaciones que
involucran solamente tics motores o fónicos pueden ser diagnosticadas como trastorno de
tic motor crónico o trastorno tónico fónico crónico, respectivamente.
• Límite con trastorno obsesivo compulsivo: Los movimientos repetitivos o recurrentes o

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vocalizaciones también pueden ser síntomas del trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC).


Los tics pueden distinguirse del TOC porque no parecen intencionales en la naturaleza y
claramente utilizan un grupo muscular discreto. Sin embargo, puede ser difícil distinguir
entre tics complejos y compulsiones asociadas con un TOC. Aunque los tics (tanto
complejos como simples) son precedidos por impulsos sensoriales premonitorios que
disminuyen a medida que los tics ocurren, los tics no están dirigidos a neutralizar las
cogniciones precedentes (por ejemplo, obsesiones) o reducir la excitación fisiológica (por
ejemplo, ansiedad). Muchas personas presentan síntomas de TOC y Síndrome de Tourette,
y ambos diagnósticos pueden justificarse.
• Límite con el trastorno del espectro autista: El trastorno del espectro autista se asocia con
la presencia de una serie de patrones de comportamiento restringidos, repetitivos e
inflexibles que pueden parecerse a los tics pero se distinguen porque tienden a ser más
estereotipados, no se caracterizan por sensibilidad premonitoria impulsiva, y son
experimentados por el individuo como tranquilizadores.
• Límite con trastorno de movimiento estereotipado: Un movimiento estereotipado es un
comportamiento motor repetitivo, aparentemente impulsado, no funcional (por ejemplo,
golpear la cabeza, balancear el cuerpo, morderse). Estos comportamientos tienden a estar
compuestos de movimientos coordinados con patrones y son predecibles y pueden ser
interrumpidos con distracción. El trastorno del movimiento estereotipado se distingue aún
más del síndrome de Tourette porque los síntomas tienden a surgir a una edad más temprana,
duran más de lo que dura un típico tic, carecen de un impulso sensorial premonitorio y
pueden ser experimentados como gratificantes.
• Límites con conductas auto-lesivas y auto-mutilantes: Con suficiente fuerza y repetición,
los tics pueden conducir a una auto-lesión. Sin embargo, a diferencia de las conductas auto-
lesivas y auto-mutilantes, el síndrome de Tourette no está asociado con la intención de
causar una auto-lesión.

Características adicionales:
• El síndrome de Tourette suele tener su inicio en la primera infancia, pero también puede
iniciar en adultos. El inicio en el adulto suele asociarse con estrés psicosocial grave.
• En la infancia, el síndrome de Tourette normalmente comienza con episodios transitorios
de tics motores simples como parpadeo en los ojos o sacudidas en la cabeza. Estos síntomas
pueden aumentar y disminuir, pero con el tiempo se vuelven más persistentes y pueden ir
acompañados de efectos perjudiciales para las áreas personal, familiar, social, académica,
laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
• El trastorno por déficit de atención e hiperactividad y los comportamientos asociados
frecuentemente aparecen simultáneamente con el síndrome de Tourette y pueden abarcar
desde la impulsividad, la desinhibición, la ansiedad hasta el comportamiento inmaduro.
• El inicio de los tics fónicos suele aparecer de 1 a 2 años después del inicio de los tics
motores. Inicialmente, los tics fónicos tienden a ser de carácter simple (por ejemplo, sonidos
de la garganta, gruñidos o chirridos), pero posteriormente pueden desarrollarse
gradualmente hasta llegar a convertirse en síntomas vocales más complejos que incluyen la
repetición del habla propia o ajena u oraciones obscenas (es decir, coprolalia). A veces, esta
última está asociada con la ecopraxia gestual, que también puede ser de naturaleza obscena
(es decir, copropraxia).
• Los tics motores y fónicos pueden ser suprimidos voluntariamente por períodos cortos de
tiempo, pueden exacerbarse por el estrés y pueden disminuir durante el sueño o durante
períodos de actividad agradable y dirigida.

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TRASTORNOS ASOCIADOS ESPECÍFICAMENTE CON EL ESTRÉS

Los trastornos asociados específicamente con el estrés están directamente relacionados con la
exposición a un acontecimiento traumático o estresante, o a una serie de tales eventos o
experiencias adversas. Para cada uno de los trastornos de este grupo se requiere, aunque no es
suficiente, la presencia de un factor estresante identificable como factor causal. Aunque no
todas las personas expuestas a un mismo factor estresante desarrollarán un trastorno, los
trastornos de este grupo no se habrían presentado sin la ocurrencia del factor estresante. Los
acontecimientos estresantes que causan algunos trastornos de este grupo se ubican en el rango
normal de experiencias vitales (por ejemplo, un divorcio, problemas socio-económicos, muerte
de un ser querido). Otros trastornos requieren la ocurrencia de acontecimientos traumáticos
sumamente estresantes de naturaleza extremadamente amenazante o impactante para
manifestarse (es decir, acontecimientos potencialmente traumáticos). En todos los trastornos
de este grupo, lo que distingue a un trastorno de otro es la naturaleza, el patrón, y la duración
de los síntomas que aparecen como respuesta al acontecimiento estresante, junto con el
deterioro del funcionamiento asociado.

Los trastornos asociados específicamente con el estrés incluyen:

7B20 Trastorno por estrés postraumático


7B21 Trastorno por estrés postraumático complejo
7B22 Trastorno de duelo prolongado
7B23 Trastorno de adaptación
7B2Y Otro trastorno específicamente asociado con el estrés

Las categorías del grupo de Trastornos asociados específicamente con el estrés no deben
utilizarse para la clasificación de reacciones normales a acontecimientos recientes estresantes
o traumáticos.

Para contribuir al diagnóstico diferencial aquí se enlista también:

7B26 Reacción a estrés agudo

Las reacciones normales a acontecimientos traumáticos recientes pueden clasificarse como


reacción a estrés agudo. La reacción a estrés agudo no se considera un trastorno mental o del
comportamiento, sino que aparece en la sección de la CIE-11 que enlista las razones para la
búsqueda de atención sanitaria que no son enfermedades o trastornos.

7B20 Trastorno por Estrés Postraumático (TPEP)

Características esenciales (requeridas):

• Exposición a un acontecimiento o situación (ya sea de corta o larga duración) de naturaleza


extremadamente amenazante o impactante. Estos acontecimientos incluyen, entre otros, la
experiencia directa dedesastres naturales o causados por el hombre, guerras, accidentes
graves, tortura, violencia sexual, terrorismo, agresión, o enfermedad aguda potencialmente
mortal (como un ataque al corazón); ser testigo del daño, de la amenaza de muerte o de la
muerte real de otras personas de forma repentina, inesperada o violenta; o aprender dela

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muerte súbita, inesperada o violenta de un ser querido.


• Tras el acontecimiento o situación traumática, el desarrollo de un síndrome característico
con duración de al menos varias semanas incluye tres elementos básicos.
1. Re-experimentación del evento traumático en el presente, en donde el(los) evento(s) no
sólo se recuerda(n) sino que se experimenta(n) como algo que está ocurriendo de nuevo
en el aquí y el ahora. Esto suele ocurrir en forma de imágenes o recuerdos vívidos e
intrusivos; flashbacks (escenas retrospectivas), etc., que pueden variar desde leves (hay
una sensación transitoria de que el acontecimiento está sucediendo de nuevo en el
presente) a graves (hay pérdida total de conciencia del entorno actual); o sueños o
pesadillas repetitivas cuyos temas están relacionados con el(los) acontecimiento(s)
traumático(s). Esta re-experimentación se acompaña generalmente de emociones
intensas o abrumadoras, como miedo o terror, además de sensaciones físicas. La re-
experimentación en el presente también puede involucrar el sentirse abrumado o
inmerso en las mismas emociones intensas que se vivieron durante el evento traumático,
lo que puede ocurrir en respuesta a los recordatorios del evento. El solo hecho de
reflexionar o rumiar sobre el(los) evento(s) y recordar los sentimientos que uno
experimentó en ese tiempo no es suficiente para constituirla re-experimentación.
2. Evitación deliberada de cualquier cosa que pueda producir re-experimentación del
evento traumático. Esto puede implicar tanto la evitación activa de pensamientos y
recuerdos relevantes (evitación interna), como evitación de personas, conversaciones,
actividades o situaciones que le recuerden el acontecimiento (evitación externa). En
casos extremos, la persona puede cambiar su entorno (p. ej., mudarse a una ciudad
diferente o cambiar de trabajo) para evitar estos recuerdos.
3. Percepciones persistentes de una amenaza actual exagerada, tal como se describe para
los estados de hipervigilancia o reacciones de sobresalto exageradas ante eventos como
ruidos inesperados. Las personas que mantienen este estado de alerta constante se
protegen contra todo peligro y sienten que ellos mismos u otras personas cercanas a
ellos se encuentran en peligro inminente ya sea debido a situaciones específicas o de
forma generalizada. Pueden adoptar nuevos comportamientos enfocados a garantizar su
seguridadd (p. ej., no sentarse con la espalda hacia la puerta, revisar el espejo retrovisor
constantemente).
• El trastorno causa un deterioro importante del funcionamiento personal, familiar, social,
académico, laboral o en otras áreas importantes. Si el funcionamiento se mantiene, es solo
ante esfuerzos significativos adicionales.

Límite entre otros trastornos y la normalidad:

• Límite con la normalidad: Los antecedentes de exposición a un evento o situación de una


naturaleza extremadamente amenazante o impactante no indica por sí mismo la presencia
de TPET. Muchas personas experimentan estos factores estresantes sin desarrollar un
trastorno. Más bien, la presentación debe cumplir con los requisitos diagnósticos del
trastorno descritos anteriormente.
• Límite con reacción a estrés agudo: Las reacciones agudas normales ante eventos
traumáticos pueden mostrar todos los síntomas de TPEP incluyendo la re-experimentación,
pero éstas comienzan a desaparecer con bastante rapidez (p. ej., durante la semana después
de que haya pasado o terminado el evento o la situación amenazante o 1 mes en el caso de
factores estresantes continuos). Si la intervención clínica se justifica en estas situaciones,
la asignación de la categoría de reacción a estrés agudo del capítulo sobre factores que
influyen en el estado de salud y encuentros con los servicios de salud(es decir, una categoría

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que no es un trastorno)es generalmente más apropiada.


• Límite con trastorno de adaptación: En el trastorno de adaptación el factor estresante
puede ser de cualquier gravedad o tipo y no es necesariamente de una naturaleza
extremadamente amenazante o impactante. Una respuesta a un evento o situación menos
grave que, por otra parte, cumple los requisitos síntomaticos de TEPT pero cuya duración
es mayor que la de la reacción a estrés agudo, debe ser diagnosticada como trastorno de
adaptación. Además, muchas personas que experimentan eventos de naturaleza
extremadamente amenazantes o impactantes desarrollan síntomas que no cumplen todos
los requisitos sintomáticos del TEPT. Estas reacciones, generalmente se diagnostican mejor
como trastorno de adaptación.
• Límite con TEPT complejo: Mientras que los requisitos diagnósticos del trastorno por
estrés postraumático complejo incluyen todas las características esenciales del TEPT, el
diagnóstico de TEPT complejo también requiere características adicionales como
problemas graves en la regulación del afecto, creencias negativas persistentes de uno
mismo y dificultades persistentes para mantener relaciones.
• Límite con otros trastornos mentales y del comportamiento: Es usual que otros trastornos
mentales, a parte de o además del TPEP, desarrollen como consecuencia de un evento o
situación (ya sea de corta o larga duración) de una naturaleza extremadamente amenazante
o impactante. Por lo tanto, el antecedente a una exposición a un evento potencialmente
traumatico no indica por sí mismo la presencia de un TEPT. Los trastornos depresivos,
trastornos de ansiedad, trastornos debido al consumo de sustancias, y trastornos
disociativos ocurren como consecuencia de experiencias potencialmente traumáticas, a
menudo en ausencia del TEPT. Si se cumplen todos los requisitos diagnósticos tanto para
el TEPT como para otro trastorno fuera del grupo de los trastornos asociados
específicamente con el estrés, pueden asignarse ambos diagnósticos.
• Límite con fobia específica: En algunos casos, una fobia específica situacional o
condicionada puede surgir después de la exposición a un evento traumático.El TPEP y las
fobias pueden distinguirse sobre todo por la ausencia de la re-experimentación. A pesar de
que en las respuestas fóbicas puede haber potentes recuerdos del evento, en respuesta a lo
cual, el individuo experimenta ansiedad, los recuerdos son experimentados como
pertenecientes al pasado.
• Límite con trastorno de pánico: En el TPEP, los ataques de pánico pueden ser
desencadenados por recuerdos del evento traumático o en el contexto de la re-
experimentación. La presencia de ataques de pánico que se producen en su totalidad en el
contexto de los recordatorios de eventos o la re-experimentación no garantiza un
diagnóstico adicional o separado de trastorno de pánico. Sin embargo, si los ataques de
pánico inesperados (es decir, aquellos que se producen “de la nada”) también están
presentes, un diagnóstico adicional de trastorno de pánico es adecuado.
• Límite con episodio depresivo: En un episodio depresivo los recuerdos intrusivos no se
experimentan como algo que ocurre de nuevo en el presente sino que pertenecen al pasado
y usualmente están acompañados por rumiación. Sin embrago, los episodios depresivos
suelen presentarse simultáneamente con el TPEP; si los requisitos para la definición de
ambos trastornos se cumplen, debe asignarse un diagnóstico adicional de trastorno del
estado de ánimo.
• Límite con esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios: Algunos individuos con
TEPT experimentan graves flashbacks que incluyen una completa pérdida de consciencia
del entorno presente, acompañado por imágenes intrusivas o recuerdos que pueden tener
una cualidad alucinante o hipervigilancia que puede alcanzar proporciones que parecen ser

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paranoides. Si tales síntomas se producen enteramente dentro del contexto de la re-


experimentación y la hipervigilancia asociada con el TEPT, no deben considerarse como
evidencia de un trastorno psicótico. Sin embargo, el TEPT puede ocurrir simultáneamente
con la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios, y ambos diagnósticos pueden
ser asignados si se cumplen todos los requisitos diagnósticos para cada uno.

Características adicionales:

• Los síntomas comunes de TEPT pueden incluir también disforia general, síntomas
disociativos, quejas somáticas, pensamientos y comportamientos suicidas, aislamiento
social, consumo excesivo de alcohol o drogas para evitar la re-experimentación del evento
traumático o el manejo de las reacciones emocionales y síntomas de ansiedad (incluyendo
pánico y obsesiones/compulsiones) en respuesta a los recuerdos o remembranzas del
trauma.
• La experiencia emocional de las personas con TEPT generalmente incluyen ira, vergüenza,
tristeza, humillación o culpa, incluyendo la culpa del superviviente.

7B21 Trastorno por estrés postraumático complejo

Características esenciales (requeridas):

• Antecedentes de exposición a un evento o serie de eventos de carácter extremo y


prolongado o repetitivo que puede ser experimentada como extremadamente amenazante o
impactante donde escapar es difícil o imposible. Estos eventos incluyen, pero no están
limitados a tortura, campos de concentración, esclavitud, campañas de genocidio y otras
formas de violencia organizada, violencia doméstica prolongada y el abuso sexual o físico
repetido durante la infancia.
• Antecedentes de los siguientes tres elementos principales de TEPT que se hayan
manifestado durante o después del evento traumático (por lo general en el primer mes, pero
casi siempre en el transcurso de algunos meses) y que hayan persistido al menos durante
varias semanas:
1. Re-experimentación del evento traumático en el presente, en donde el(los) evento(s) no
sólo se recuerda(n) sino que se experimenta(n) como algo que está ocurriendo de nuevo
en el aquí y el ahora. Esto suele ocurrir en forma de imágenes o recuerdos vívidos e
intrusivos; flashbacks (escenas retrospectivas) que pueden variar desde leves (hay una
sensación transitoria de que el acontecimiento está sucediendo de nuevo en el presente)
a graves (hay pérdida total de conciencia del entorno actual); o sueños o pesadillas
repetitivas cuyos temas están relacionados con el(los) acontecimiento(s) traumático(s).
Esta re-experimentación se acompaña generalmente de emociones intensas o
abrumadoras como miedo o terror, además de sensaciones físicas.
2. Evitación deliberada de cualquier cosa que pueda producir re-experimentación del
evento traumático. Esto puede implicar tanto la evitación activa de pensamientos y
recuerdos relevantes (evitación interna) o evitación de personas, conversaciones,
actividades o situaciones que le recuerden el acontecimiento (evitación externa). En
casos extremos, la persona puede cambiar su entorno (p. ej., mudarse a una ciudad
diferente o cambiar de trabajo) para evitar estos recuerdos.
3. Percepciones persistentes de una amenaza actual exagerada, tal como se describe para
los estados de hipervigilancia o reacciones de sobresalto exageradas ante eventos como

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ruidos inesperados. Las personas que mantienen este estado de alerta constante se
protegen contra todo peligro y sienten que ellos mismos u otras personas cercanas a
ellos se encuentran en peligro inminente, ya sea debido a situaciones específicas o de
forma generalizada. Pueden adoptar nuevos comportamientos enfocados a garantizar su
seguridadd (p. ej., no sentarse con la espalda hacia la puerta, revisar el espejo retrovisor
todo constantamente). En el TPEP complejo, a diferencia del TPEP, la reacción de
sobresalto en algunos casos puede disminuir en lugar de aumentar.
• Problemas graves y generalizados de regulación afectiva. Algunos ejemplos incluyen
reacciones emocionales exageradas ante factores estresantes menores, arrebatos violentos,
conducta temeraria o autodestructiva, síntomas disociativos en situaciones de estrés, y
ausencia total de emociones, particularmente la incapacidad de experimentar placer o
emociones positivas.
• Constante percepción de sí mismo como alguien que no vale nada, que es poca cosa,
sentimientos de fracaso e inutilidad, acompañados de sentimientos profundos y
generalizados de vergüenza, culpa o fracaso asociados con el factor estresante. Por ejemplo,
la persona puede sentirse culpable por no haber escapado o por haber sucumbido a la
circunstancia adversa o por no haber podido evitar el sufrimiento de otros.
• Problemas persistentes para establecer y mantener relaciones sanas y sentirse vinculado de
forma estrecha con otros. La persona puede evitar minimizar la importancia de o mostrar
poco interés en las relaciones y en las actividades sociales en general. Otra posibilidad es
que la persona pueda sostener relaciones intensas ocasionales pero le resulta difícil
mantenerlas.
• El trastorno causa un deterioro importante del funcionamiento personal, familiar, social,
académico, laboral o en otras áreas importantes. Si el funcionamiento se mantiene, es solo
ante esfuerzos significativos adicionales.

Límite con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con la normalidad: Antecedentes de exposición a un factor estresante de carácter


extremo y prolongado o repetitivo donde escapar es difícil o imposible no indica por sí
mismo la presencia de un TEPT complejo. Muchas personas experimentan estos factores
estresantes sin desarrollar un trastorno. Más bien, la presentación debe cumplir con los
requisitos diagnósticos del trastorno descritos anteriormente.
• Límite con otros trastornos mentales y del comportamiento: Debido a que los requisitos
diagnósticos del trastorno por estrés postraumático complejo incluyen todas las
características esenciales del TEPT, la orientación proporcionada en la sección de ‘límite
con otros trastornos y la normalidad’ para TEPT también se aplica al TEPT complejo.
• Límite con trastorno de la personalidad: El trastorno de la personalidad es una alteración
generalizada en la forma en que un individuo experimenta y piensa sobre sí mismo, otros
y el mundo, manifestado en patrones desadaptativos de la cognición, la experiencia
emocional, la expresión emocional y el comportamiento. Los patrones desadaptativos son
relativamente inflexibles y están asociados con problemas significativos en el
funcionamiento psicosocial que son especialmente evidentes en las relaciones
interpersonales y se manifiestan a través de una gama de situaciones personales y sociales
(es decir, no se limita a relaciones o situaciones específicas), son relativamente estables en
el tiempo y de larga duración. Considerando esta amplia definición y los requisitos de los
síntomas persistentes relacionados con la disregulación del afecto, la visión distorsionada
de sí mimo y la dificultad para mantener relaciones en el TEPT complejo, muchos

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individuos con TEPT complejo también pueden cumplir los requisitos diagnósticos del
trastorno de la personalidad. La utilidad de asignar un diagnóstico adicional de trastorno
de la personalidad en estos casos depende de la situación clínica específica.
Características adicionales:

Pueden presentarse pensamientos y comportamientos suicidas, abuso de sustancias, grado


significativo de depresión, episodios psicóticos y quejas somáticas.

7B22 Trastorno por duelo prolongado

Características esenciales (requeridas):

• Antecedente de duelo tras la muerte de una pareja, padre, hijo u otra persona cercana.
• Una reacción persistente y generalizada de duelo caracterizada por nostalgia por el difunto
o preocupación persistente por el difunto acompañada de dolor emocional intenso. Esto se
puede manifestar por experiencias como tristeza, culpa, enojo, negación, reproches,
dificultad para aceptar la muerte, sentir que se ha perdido una parte de uno mismo,
incapacidad para experimentar estados de ánimo positivos, entumecimiento emocional y
dificultad para involucrarse en actividades sociales u otras actividades.
• La respuesta de dolor generalizada ha persistido durante un periodo de tiempo
anormalmente largo después de la pérdida, notablemente más largo de lo normal en
situaciones de duelo dentro del contexto religioso y cultural de la persona. No se considera
que cubran este requisito las respuestas de duelo dentro de 6 meses de la pérdida o por
periodos más largos en algunos contextos culturales.
• El trastorno causa un deterioro importante del funcionamiento personal, familiar, social,
académico, laboral o en otras áreas importantes. Si el funcionamiento se mantiene, es solo
ante esfuerzos significativos adicionales.

Límite con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con duelo normal: Las personas que presentan reacciones de duelo que están dentro
de un periodo normativo de acuerdo a su contexto cultural y religioso no deben ser
diagnosticadas con un trastorno por duelo prolongado. A menudo es importante considerar
si otras personas que comparten la perspectiva cultural o religiosa de la persona afligida
(p.ej., familia, amigos, comunidad) consideran la respuesta a la pérdida o la duración de la
reacción como anormal.
• Límite con episodio depresivo: Algunos síntomas comunes del trastorno por duelo
prolongado son similares a los observados en un episodio depresivo (p.ej., tristeza, pérdida
de interés en las actividades, aislamiento social, sentimientos de culpa, ideación suicida).
Sin embargo, el trastorno por duelo prolongado se distingue del episodio depresivo porque
los síntomas se centran específicamente en la pérdida del ser querido, mientras que los
pensamientos depresivos y las reacciones emocionales por lo general abarcan múltiples
áreas de la vida. Además, otros síntomas comunes del trastorno por duelo prolongado (p.ej.,
dificultad para aceptar la pérdida, sentir rabia por la pérdida, sensación de que ha muerto
una parte de la persona) no son característicos de un episodio depresivo. Para hacer esta
distinción es importante considerar el momento de aparición de los síntomas en relación a
la pérdida y si existen antecedentes previos de trastorno depresivo o trastorno bipolar.

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• Límite con TEPT: Las personas que experimentan duelo como resultado de la traumatica
muerte de un ser querido pueden desarrollar tanto TEPT como trastorno por duelo
prolongado. Volver a experimentar el evento o situación asociada con la muerte, en donde
el(los) evento(s) no solo se recuerda(n) sino que es(son) experimentado(s) como que está(n)
ocurriendo en el aquí y en el ahora, no es una característica del trastorno por duelo
prolongado.

Características adicionales:

• La preocupación persistente puede manifestarse por la preocupación por las circunstancias


de la muerte o por conductas tales como la preservación de todas las pertenencias de la
persona que murió exactamente como antes de la muerte. También puede haber
fluctuaciones entre la preocupación excesiva y la evitación de las cosas que le recuerdan a
la persona.
• Otros factores del trastorno por duelo prolongado pueden incluir problemas para afrontar
la vida sin el ser querido, dificultades para tener recuerdos positivos de la persona fallecida,
dificultad para integrarse en actividades sociales o de otro tipo, dificultad para confiar en
otros, aislamiento social y la sensación de que la vida no tiene sentido.
• Puede presentarse aumento en el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias, así como
pensamientos y comportamientos suicidas.

7B23 Trastorno de adaptación

Características esenciales (requeridas):

• Una reacción desadaptativa ante uno o múltiples factores estresantes psicosociales


identificables (p. ej., un único acontecimiento estresante, una dificultad psicosocial actual
o una combinación de situaciones vitales estresantes) que por lo general surge durante el
primer mes tras la ocurrencia del factor estresante. Algunos ejemplos incluyen divorcio o
pérdida de una relación, pérdida de un trabajo, diagnóstico de una enfermedad, inicio
reciente de una discapacidad y conflictos en el hogar o en el trabajo.
• La reacción al estrés se caracteriza porque la persona se centra excesivamente en el factor
estresante o en sus consecuencias, incluyendo preocupación excesiva, pensamientos
recurrentes y angustiantes sobre el acontecimiento o rumiación constante sobre sus
consecuencias.
• La falta de adaptación al estrés provoca un deterioro importante del funcionamiento
personal, familiar, social, académico, laboral o en otras áreas importantes. Si el
funcionamiento se mantiene, es solo ante esfuerzos significativos adicionales.
• Una vez que el factor estresante y sus consecuencias han terminado, los síntomas se
resuelven dentro de seis meses.
• Los síntomas no son de suficiente especificidad o gravedad para justificar el diagnóstico de
otro trastorno mental y del comportamiento (p. ej., trastorno por estrés postraumático, un
trastorno depresivo o un trastorno de ansiedad).

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Límite con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con la normalidad: El trastorno de adaptación representa una reacción


desadaptativa y una falta de adaptación a un factor estresante que se asocia con una
preocupación significativa y causa un deterioro importante en el área personal, familiar,
social, académico, laboral o en otras áreas importantes del funcionamiento. Las reacciones
emocionales a eventos vitales negativos que no cumplen con estos requisitos no deben ser
diagnosticadas como trastorno de adaptación. Las respuestas agudas a eventos traumáticos
que se consideran normales dada la gravedad del factor estresante pueden ser
diagnosticadas como reacción a estrés agudo.
• Límite con otros trastornos mentales y del comportamiento: Es usual que los trastornos
mentales y del comportamiento se activen o se exacerben por experiencias vitales
estresantes. Si los requisitos de la definición de otro trastorno se cumplen, ese trastorno
debe ser diagnosticado en lugar de trastorno de adaptación.
• Límite con otros trastornos mentales y del comportamiento: Si los síntomas persisten más
de 6 meses después de haber finalizado el factor estresante, por lo general es conveniente
cambiar el diagnóstico.
• Límite con TEPT:En el trastorno de adaptación, el factor estresante puede ser de cualquier
gravedad o de cualquier tipo y no es necesariamente de naturaleza extremadamente
amenazante o impactante. Una respuesta a un evento o situación menos grave que por otra
parte cumple los requisitos sintomáticos para TEPT debe ser diagnosticada como trastorno
de adaptación. Además, muchas personas que han experimentado un evento
extremadamente amenazante o impactante desarrollan en su secuela trastorno de
adaptación y no TEPT. La distinción debe hacerse en función de si se cumplen todos los
requisitos sintomáticos para cada trastorno y no únicamente en función del tipo de factor
estresante.

Características adicionales:

• Los síntomas de preocupación tienden a empeorar con cualquier recordatorio del factor
estresante, dando lugar a que la persona evite los estímulos, pensamientos, sentimientos o
conversaciones asociadas con el factor estresante con el fin de evitar la preocupación o el
sufrimiento.
• Los síntomas psicológicos adicionales del trastorno de adaptación pueden ser síntomas
depresivos o de ansiedad, así como síntomas impulsivos “externalizantes”, particularmente
el aumento de consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias.
• Las personas con trastorno de adaptación normalmente se recuperan cuando se elimina el
factor estresante, cuando se proporciona el apoyo suficiente o cuando la persona desarrolla
mecanismos o estrategias adicionales para afrontarlo.

7B2Y Otro trastorno específicamente asociado con el estrés

Un diagnóstico de otro trastorno específicamente asociado con el estrés debe emplearse sólo
en casos en los que:
• Los síntomas clínicos no cumplen con los requisitos de la definición de alguno de los otros
trastornos de esta sección, o de la reacción a estrés agudo;
• Los síntomas no se explican mejor por otro trastorno mental y del comportamiento (p.ej.,
un trastorno depresivo o trastorno de ansiedad);

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• El cuadro clínico se considera un trastorno mental y del comportamiento que ocurre en


asociación específica con un factor estresante identificable;
• Los síntomas provocan un deterioro importante del funcionamiento personal, familiar,
social, académico, laboral o en otras áreas importantes del funcionamiento. Si el
funcionamiento se mantiene, es solo ante esfuerzos significativos adicionales.

7B26Reacción aestrés agudo

NOTA: La reacción aestrés agudo no se considera un trastorno mental o del comportamiento,


sino que aparece en la sección de la CIE-11 que enlista las razones para la búsqueda de atención
sanitaria que no son enfermedades o trastornos. Aparece en esta sección para contribuir al
diagnóstico diferencial.

Características esenciales (requeridas):

• Exposición a un acontecimiento o situación (ya sea de corta o larga duración) de naturaleza


extremadamente peligrosa o impactante. Estos acontecimientos incluyen, entre otros,
experiencia directa de desastres naturales o causados por el hombre, guerras, accidentes
graves, tortura, violencia sexual, terrorismo, agresión, o enfermedad aguda potencialmente
mortal (como un ataque al corazón); ser testigo del daño, de la amenaza de muerte o de la
muerte real de otras personas de forma repentina, inesperada o violenta; o aprender acerca
de la muerte súbita, inesperada o violenta de un ser querido.
• La reacción ante el factor estresante es considerada normal dada la gravedad del mismo.
La reacción ante el factor estresante puede incluir síntomas transitorios emocionales
somáticos, cognitivos o conductuales, tales como aturdimiento, confusión, tristeza,
ansiedad, ira, desesperanza, hiperactividad, inactividad, aislamiento social, o letargo.
Normalmente se presentan signos autonómicos de ansiedad (p. ej., taquicardia, sudoración,
sofocos) y constituyen las características más comunes.
• Los síntomas suelen manifestarse en cuestión de horas o días después del evento estresante
y, por lo general, tienden a remitir unos cuantos días después del evento o después de que
la situación amenazante ha sido eliminada, si esto es posible. En los casos en que el factor
estresante continúa o su eliminación no es posible, los síntomas pueden persistir pero por
lo general se reducen en gran medida aproximadamente en el transcurso de un mes a medida
que la persona se adapta a la nueva situación.

Límite con otros trastornos y la normalidad:

• Límite con trastorno de adaptación y trastorno por estrés postraumático: Si los síntomas
no han comenzado a disminuir a la semana de haber desaparecido el factor estresante (o en
el transcurso de un mes, aproximadamente, en el caso de factores estresantes), debe
considerarse un diagnóstico de trastorno de adaptación o trastorno por estrés postraumático,
dependiendo de la naturaleza de los síntomas.
• Límite con otros trastornos mentales y del comportamiento: Los síntomas no reúnen los
requisitos que definen un trastorno mental como el trastorno por estrés postraumático,
trastorno psicótico agudo y transitorio, trastorno de adaptación o trastorno depresivo.

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Características adicionales:

• La reacción a estrés agudo en individuos que buscan ayuda se presenta por lo general,
aunque no siempre, acompañada de un considerable malestar subjetivo y/o interfiere con
el funcionamiento personal.

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TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD Y RASGOS RELACIONADOS

La personalidad se refiere a la forma característica en que un individuo se comporta,


experimenta la vida, se percibe e interpreta a sí mismo y a otras personas, eventos y situaciones.
El trastorno de la personalidad es una marcada alteración en el funcionamiento de la
personalidad, que casi siempre se asocia con una perturbación personal y social considerable.
Las principales manifestaciones del trastorno de la personalidad son el deterioro en el
funcionamiento o aspectos del yo (por ejemplo, la identidad, la autoestima, la capacidad de
autodirección) y/o problemas en el funcionamiento interpersonal (por ejemplo, desarrollar y
mantener relaciones cercanas y mutuamente satisfactorias, comprender las perspectivas de los
demás, manejar el conflicto en las relaciones interpersonales). El deterioro en el funcionamiento
de uno mismo y/o el funcionamiento interpersonal se manifiesta a partir de patrones
inadaptados (por ejemplo, inflexibles o mal regulados) de la cognición, la experiencia
emocional, la expresión emocional y el comportamiento.

Las siguientes guías diagnósticas para los trastornos de la personalidad incluyen, en primer
lugar, un conjunto de características esenciales que deben estar presentes para diagnosticar el
trastorno de la personalidad. Una vez que se ha establecido el diagnóstico de un trastorno de la
personalidad, se debe describir en función de su nivel de gravedad:

6D30.0 Trastorno de Personalidad leve


6D30.1 Trastorno de Personalidad moderado
6D30.2 Trastorno de Personalidad grave

La determinación de la gravedad del trastorno de la personalidad se basa en: 1) el grado y la


generalización de las alteraciones en el funcionamiento del yo; 2) el grado y la generalización
de la disfunción interpersonal; 3) la generalización, la gravedad y la cronicidad de las
manifestaciones emocionales, cognitivas y conductuales de la personalidad disfuncional; y 4)
la medida en que la alteración de la personalidad se asocia con la angustia psicológica o un
deterioro significativo en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento. En las siguientes secciones se proporciona una guía detallada
para establecer la gravedad del trastorno de la personalidad.

En esta agrupación de problemas también se incluye:

QE50.7 Dificultades de la personalidad

Las dificultades de la personalidad no se consideran un trastorno mental, pero aparecen en la


categoría de problemas relacionados con las interacciones interpersonales en el capítulo de
factores que influyen en el estado de salud o contacto con los servicios de salud. Las dificultades
de la personalidad se refieren a las características pronunciadas de la personalidad que pueden
afectar el tratamiento o el acceso a los servicios de salud, pero no alcanzan el nivel de gravedad
que amerite un diagnóstico de trastorno de la personalidad. Se caracterizan por dificultades de
larga data (por ejemplo, al menos 2 años), en la forma en que la persona experimenta y piensa sobre
sí misma, sobre los demás y sobre el mundo.

El trastorno de la personalidad y las dificultades de la personalidad se pueden describir con más


detalle utilizando cinco calificadores de dominio de rasgos. Estos dominios de rasgos describen
las características de la personalidad del individuo que son más pronunciados y que contribuyen

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a la alteración de la personalidad. Para describir el funcionamiento de la personalidad se deben


indicar todos los calificadores que sean necesarios.
Los calificadores de dominio de rasgos que se pueden registrar incluyen los siguientes:

6D31.0 Afecto negativo


6D31.1 Desapego
6D31.2 Comportamiento disocial
6D31.3 Desinhibición
6D31.4 Características anancásticas

En las siguientes secciones se proporciona una orientación más detallada sobre las
características de la personalidad reflejadas en los calificadores de dominio de rasgos.

Si lo desea, el especialista también puede agregar un calificador adicional para 'patrón límite':

6D31.5 Patrón límite

El calificador de patrón límite se ha incluido para mejorar la utilidad clínica de la clasificación


del trastorno de la personalidad. Específicamente, el uso de este calificador puede facilitar la
identificación de individuos que pueden responder a ciertos tratamientos psicoterapéuticos.

Una descripción completa de un caso particular de trastorno de la personalidad incluye la


clasificación del nivel de gravedad y la generalización de los calificadores de dominio de rasgos
que corresponden (por ejemplo, trastorno de la personalidad leve con afecto negativo y
características anancásticas, o trastorno de la personalidad grave con comportamiento disocial
y desinhibición). El calificador de patrón límite se considera opcional, pero, si se usa, debe
hacerse idealmente en combinación con los calificadores del dominio del rasgo (por ejemplo,
trastorno de la personalidad moderado con afecto negativo, comportamiento disocial y
desinhibición, patrón límite).

6D30 Trastorno de la personalidad (requisitos generales para el diagnóstico)

Características esenciales:

• Una alteración duradera caracterizada por problemas en el funcionamiento de los aspectos


del yo (por ejemplo, la identidad, la autoestima, la precisión de la autopercepción,
autodirección) y/o disfunción interpersonal (por ejemplo, en la capacidad para desarrollar y
mantener relaciones cercanas y mutuamente satisfactorias, o en la capacidad para
comprender las perspectivas de los demás y manejar el conflicto en las relaciones).
• La alteración ha persistido durante un período de tiempo prolongado (por ejemplo, con una
duración de 2 años o más).
• La alteración se manifiesta en patrones de cognición, experiencia emocional, expresión
emocional y comportamiento que son inadaptados (por ejemplo, inflexibles o mal
regulados).
• La alteración se manifiesta a través de una variedad de situaciones personales y sociales (es
decir, no está limitada a relaciones específicas o roles sociales), aunque puede ser
consistentemente evocada por ciertas circunstancias particulares y no por otras.
• Los patrones de comportamiento que caracterizan la alteración no son apropiados para el

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desarrollo y no pueden explicarse por factores sociales o culturales, incluido el conflicto


sociopolítico.
• Los síntomas no se deben a los efectos directos de un medicamento o sustancia, incluidos
los efectos de abstinencia a las mismos, y no se explican mejor por otro trastorno mental y
del comportamiento, una enfermedad del sistema nervioso u otra condición de salud.
• La alteración está asociada con un malestar considerable o un deterioro significativo en las
áreas personal, familiar, social, educativa, laboral u otras áreas importantes de
funcionamiento.

Gravedad del trastorno de la personalidad

Las áreas del funcionamiento de la personalidad que se muestran en la Tabla A deben ser
consideradas al establecer la gravedad de las personas que cumplen con los requisitos generales
de diagnóstico para un trastorno de la personalidad.

Tabla A. Aspectos del funcionamiento de la personalidad que contribuyen en la


determinación de la gravedad de los trastornos de la personalidad

• Grado y generalización de las alteraciones en el funcionamiento de los aspectos del yo:


− Estabilidad y coherencia del sentido de identidad (por ejemplo, el grado en que la identidad
o el sentido del yo es variable e inconsistente o demasiado rígido y fijo).
− Capacidad para mantener un sentido general de autoestima positivo y estable.
− Precisión en la visión de las características, fortalezas y limitaciones de uno mismo.
− Capacidad de autodirección (capacidad de planificar, elegir e implementar objetivos
apropiados).
• Grado y generalización de la disfunción interpersonal en varios contextos y relaciones (por
ejemplo, relaciones románticas, escolares/laborales, padres-hijos, familiares, amistosas, entre
pares):
− Interés en entablar relaciones con otros.
− Capacidad para comprender y apreciar las perspectivas de los demás.
− Capacidad para desarrollar y mantener relaciones cercanas y mutuamente satisfactorias.
− Capacidad para manejar conflictos en las relaciones.
• Generalización, gravedad y cronicidad de las manifestaciones emocionales, cognitivas y
conductuales de la disfunción de la personalidad:
Manifestaciones emocionales:
− Rango e idoneidad de la experiencia y expresión emocional.
− Tendencia a ser emocionalmente hiper reactivo o poco reactivo.
− Capacidad de reconocer y admitir las emociones no deseadas (por ejemplo, enojo, tristeza).
Manifestaciones cognitivas:
− Precisión de las apreciaciones situacionales e interpersonales, especialmente bajo estrés.
− Capacidad para tomar decisiones apropiadas en situaciones de incertidumbre.
− Estabilidad y flexibilidad apropiadas del sistema de creencias.
Manifestaciones conductuales:
− Flexibilidad en el control de los impulsos y modulación del comportamiento de acuerdo con
la situación y considerando las consecuencias.
− Pertinencia de las respuestas conductuales a las emociones intensas y circunstancias
estresantes (por ejemplo (de no pertinencia), propensión a autolesionarse o violencia).

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• El grado en que las disfunciones en las áreas mencionadas anteriormente están asociadas con
malestar psicológico o deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral u otras
áreas importantes de funcionamiento.

6D30.0 Trastorno de la personalidad leve

Características esenciales:

• Se cumplen todos los requisitos generales de diagnóstico para el trastorno de la personalidad.


• Las alteraciones afectan algunas áreas del funcionamiento de la personalidad, pero no otras
(por ejemplo, problemas con la autodirección, en ausencia de problemas con la estabilidad y
coherencia de identidad o autoestima, ver Tabla A), y pueden no ser aparentes en algunos
contextos.
• Existen problemas en muchas relaciones interpersonales y/o en el desempeño de roles
ocupacionales y sociales esperados, pero se mantienen algunas relaciones y/o se llevan a cabo
algunos roles.
• Las manifestaciones específicas de los trastornos de personalidad generalmente son de
gravedad leve (ver ejemplos en la siguiente sección).
• El trastorno de la personalidad leve generalmente no está asociado con daños sustanciales a
uno mismo o a los demás.
• El trastorno de la personalidad leve puede asociarse con un malestar importante o con
deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral u otras áreas importantes de
funcionamiento que están limitadas a áreas circunscritas (por ejemplo, relaciones románticas,
empleo) o están presentes en múltiples áreas, pero de manera leve.

Ejemplos de alteraciones específicas de la personalidad en el trastorno de la personalidad


leve:

Nota: Esta lista de ejemplos no es exhaustiva y no pretende insinuar que todos los puntos estarán
presentes en una sola persona.

• El sentido del yo del individuo puede ser algo contradictorio e inconsistente con la forma en
que los demás los ven.
• El individuo tiene dificultad para recuperarse del daño a su autoestima.
• La capacidad del individuo para establecer objetivos apropiados y trabajar para lograrlos se
ve comprometida.
• El individuo tiene dificultad para manejar incluso pequeñas adversidades.
• El individuo puede tener conflictos con supervisores y compañeros de trabajo, pero
generalmente puede ser capaz de mantener un empleo.
• Las limitaciones del individuo en la capacidad de comprender y apreciar las perspectivas de
los demás crean dificultades para desarrollar relaciones cercanas y mutuamente satisfactorias.
• Puede haber distanciamiento en algunas relaciones, pero éstas se caracterizan más
comúnmente por conflictos menores intermitentes o frecuentes que no son tan graves como
para causar una alteración grave y prolongada.
• Alternativamente, las relaciones pueden caracterizarse por la dependencia y la evitación de
conflictos, al ceder ante los demás, incluso generando un costo para ellos mismos.
Bajo estrés, puede haber algunas distorsiones en las apreciaciones situacionales e
interpersonales del individuo, pero las pruebas de realidad permanecen intactas.

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6D30.1 Trastorno de la personalidad moderado

Características esenciales:

• Se cumplen todos los requisitos generales de diagnóstico para el trastorno de la personalidad.


• Las alteraciones afectan múltiples áreas del funcionamiento de la personalidad (por ejemplo,
identidad o sentido del yo, capacidad para formar relaciones íntimas, capacidad para controlar
impulsos y modular el comportamiento, ver Tabla A). Sin embargo, algunas áreas del
funcionamiento de la personalidad pueden verse relativamente menos afectadas.
• Existen problemas notables en la mayoría de las relaciones interpersonales y, hasta cierto
punto, se ve comprometido el desempeño de la mayoría de los roles sociales y ocupacionales
esperados. Es probable que las relaciones se caractericen por conflictos, evasión, aislamiento
extrema dependencia (por ejemplo, pocas amistades duraderas, conflicto persistente en las
relaciones laborales y, como consecuencia, problemas ocupacionales, relaciones románticas
caracterizadas por una grave disfunción o una sumisión inapropiada).
• Las manifestaciones específicas de las alteraciones de la personalidad son generalmente de
gravedad moderada (ver ejemplos en la siguiente sección).
• El trastorno de la personalidad moderado a veces se asocia con un importante daño a uno
mismo o a los demás.
• El trastorno de la personalidad moderado está asociado con un importante deterioro en las
áreas del funcionamiento personal, familiar, social, educativo, laboral u otras áreas importantes
del funcionamiento, aunque se puede mantener el funcionamiento en áreas específicas.

Ejemplos de alteraciones específicas de la personalidad en el trastorno de la personalidad


moderado:

Nota: Esta lista de ejemplos no es exhaustiva y no pretende insinuar que todos los puntos estarán
presentes en una sola persona.

• El sentido del yo del individuo puede ser algo contradictorio e inconsistente con la forma en
que los demás lo ven.
• El individuo tiene una dificultad considerable para mantener una autoestima positiva o,
alternativamente, tiene una auto-visión irrealmente positiva que no se modifica ante la
evidencia de lo contrario.
• El individuo muestra una pobre regulación emocional frente a las adversidades, a menudo se
enoja mucho y se rinde fácilmente. Alternativamente, el individuo puede persistir
irrazonablemente en la búsqueda de objetivos que no tienen ninguna posibilidad de éxito.
• El individuo puede mostrar poco interés genuino o realizar pocos esfuerzos para mantener un
empleo.
• Las principales limitaciones en la capacidad de comprender y apreciar las perspectivas de los
demás dificultan el desarrollo de relaciones cercanas y mutuamente satisfactorias.
• Los problemas en las relaciones existentes son comunes y persistentes; puede involucrar
conflictos frecuentes, graves y volátiles; y comúnmente son bastante unilaterales (por ejemplo,
sumamente dominantes o altamente sumisos).
• Bajo estrés, existen marcadas distorsiones en las apreciaciones situacionales e interpersonales
del individuo. Puede haber estados disociativos leves o creencias y percepciones similares a las
psicóticas (por ejemplo, ideas paranoides).

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6D30.2 Trastorno de la personalidad grave

Características esenciales:

• Se cumplen todos los requisitos generales de diagnóstico para el trastorno de personalidad.


• Existen alteraciones graves en el funcionamiento del yo (por ejemplo, el sentido del yo puede
ser tan inestable que los individuos informan que no tienen una noción clara de quiénes son o
que tienen una noción de sí mismos tan rígida que se rehúsan a participar en todas o en casi
todas las situaciones; la visión de sí mismos puede caracterizarse por autodesprecio o
grandiosidad y excentricidad, ver Tabla A).
• Los problemas en el funcionamiento interpersonal afectan gravemente y prácticamente todas
las relaciones. Además, la capacidad y la disposición para realizar los roles sociales y
ocupacionales esperados están ausentes o se encuentran gravemente comprometidos.
• Las manifestaciones específicas de la alteración de la personalidad son graves (ver ejemplos
en la siguiente sección) y afectan la mayoría, si no es que todas las áreas de funcionamiento de
la personalidad.
• El trastorno de la personalidad grave a menudo se asocia con daño a uno mismo o a los demás.
• El trastorno de la personalidad grave está asociado con un deterioro grave en todas o casi todas
las áreas de la vida, incluidas las áreas del funcionamiento personal, familiar, social, educativo,
laboral y otras áreas importantes del funcionamiento.

Ejemplos de perturbaciones específicas de personalidad en el trastorno de personalidad grave:

Nota: Esta lista de ejemplos no es exhaustiva y no pretende sugerir que todos los puntos estarán
presentes en una sola persona.

• La auto visión del individuo es muy poco realista y normalmente es altamente inestable o
internamente contradictoria.
• El individuo tiene graves dificultades con la regulación de la autoestima, la experiencia y la
expresión emocional, y los impulsos, así como con otros aspectos del comportamiento (por
ejemplo, perseverancia, indecisión).
• El individuo es en gran medida incapaz de establecer y perseguir objetivos realistas.
• Las relaciones interpersonales del individuo, si las hay, carecen de reciprocidad; son poco
profundas, extremadamente unilaterales, inestables y/o altamente conflictivas, muchas veces
incluso hasta el punto de la violencia. Las relaciones familiares están ausentes (a pesar de tener
parientes vivos) o están dañadas por un conflicto importante.
• El individuo tiene una dificultad extrema para reconocer emociones no deseadas (por ejemplo,
no reconoce ni acepta experimentar enojo, tristeza u otra emoción).
• El individuo no desea o no puede mantener un trabajo regular debido a la falta de interés o
esfuerzo, bajo rendimiento (por ejemplo, no completa asignaciones o desempeña roles
esperados, es poco fiable), dificultades interpersonales o comportamiento inapropiado (por
ejemplo, ataques de mal genio, insubordinación).
• Bajo estrés, existen distorsiones extremas en las percepciones situacionales e interpersonales
del individuo. A menudo hay estados disociativos o creencias o percepciones de tipo psicótico
(por ejemplo, reacciones paranoides extremas).

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Calificadores de dominio de rasgo

Los calificadores de dominio de rasgos se pueden utilizar en los trastornos de la personalidad


para describir las características de la personalidad del individuo que son más pronunciadas y
que contribuyen a la alteración de la personalidad.

Los dominios de rasgos son continuos en las características de la personalidad de los individuos
que no tienen un trastorno de la personalidad. Los dominios de rasgos no son categorías
diagnósticas, sino que representan un conjunto de dimensiones que se corresponden con la
estructura subyacente de la personalidad.

Para describir el funcionamiento de la personalidad se deben indicar todos los calificadores que
sean necesarios. Las personas con trastornos de la personalidad más graves tienden a tener un
mayor número de dominios de rasgos prominentes. Sin embargo, una persona puede tener un
trastorno de la personalidad grave y manifestar un único dominio de rasgo prominente (por
ejemplo, desapego).

Los calificadores de dominio de rasgos que se pueden registrar incluyen los siguientes:

6D31.0 Afecto negativo

La característica principal del dominio de rasgo de afecto negativo es la tendencia a


experimentar una amplia gama de emociones negativas. Las manifestaciones comunes del
afecto negativo, aunque no necesariamente se presentan todas las características en un individuo
en un momento dado, incluyen lo siguiente:

• Experimentar una amplia gama de emociones negativas con una frecuencia e intensidad
desproporcionadas a la situación.
Las emociones negativas comunes incluyen, entre otras, ansiedad, preocupación, depresión,
vulnerabilidad, miedo, ira, hostilidad, culpa y vergüenza. Las emociones negativas particulares
que son más características de cualquier persona varían entre los individuos y dependen en gran
medida de sus demás rasgos. Por ejemplo, las personas con alto comportamiento disocial tienen
más probabilidades de experimentar emociones negativas "externalizadas" (por ejemplo, enojo,
hostilidad, desprecio), mientras que las personas con desapego son más propensas a
experimentar emociones negativas "internalizadas" (por ejemplo, ansiedad, depresión,
pesimismo, culpabilidad).

• Labilidad emocional y regulación deficiente de las emociones.


Los individuos que tienen un afecto negativo son exageradamente reactivos con sus propias
cogniciones negativas y con los eventos externos. Pueden sentirse afectados por sus propios
procesos de pensamiento, como rumiar sobre sus defectos o errores del pasado, amenazas,
insultos reales o percibidos, o sobre problemas futuros potenciales. Son excesivamente
reactivos a las amenazas o críticas externas, los problemas y las adversidades. Tienen baja
tolerancia a la frustración y se vuelven visiblemente molestos incluso por problemas menores.
A menudo experimentan y muestran múltiples emociones simultáneas u oscilan entre una
variedad de emociones en un corto período de tiempo. Cuando están molestos tienen dificultad
para recuperar la compostura y deben confiar en los demás o abandonar la situación para
calmarse.

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• Actitudes negativistas.
Las personas con afecto negativo marcado generalmente rechazan las sugerencias o consejos
de los demás, argumentando que sería demasiado complicado o difícil representar dichas ideas;
o que las acciones sugeridas no conducirían a los resultados deseados o tendrían una alta
probabilidad de generar consecuencias negativas. La forma de rechazo depende en gran medida
de los otros rasgos del individuo. Por ejemplo, los que presentan mucho desapego son más
propensos a culparse a sí mismos por las posibles dificultades o malos resultados, mientras que
aquellos con alto comportamiento disocial son más propensos a culpar a los demás por ofrecer
esas malas ideas.

• Baja autoestima y confianza en sí mismo.


Las personas con alto nivel de afecto negativo pueden mostrar baja autoestima y confianza en
sí mismas de diferentes maneras: evitación de situaciones y actividades que se juzgan
demasiado difíciles (por ejemplo, intelectualmente, físicamente, socialmente,
interpersonalmente, emocionalmente, etc.), incluso a pesar de que exista evidencia de lo
contrario; dependencia que puede manifestarse en la frecuente confianza hacia otros para
obtener consejos, instrucciones y otros tipos de ayuda; envidia de las habilidades e indicadores
de éxito de los demás; y, en casos más graves de baja autoestima, creerse inútil, devaluarse, ser
incapaz de lograr algo valiosos, creencias que pueden estar asociadas con ideas o
comportamientos suicidas.

• Desconfianza.
Interpersonalmente, esto se manifiesta normalmente como una sospecha de que los demás
tienen mala intención, y que las observaciones neutrales o incluso benignas y los
comportamientos positivos son amenazas ocultas, desaires o insultos. Las personas con afecto
negativo tienden a guardar rencor y ser implacables incluso durante largos periodos de tiempo.
En situaciones no interpersonales, esta desconfianza usualmente toma la forma de amargura y
cinismo (por ejemplo, la creencia de que el ‘sistema está manipulado’).

6D31.1 Desapego

La característica principal del dominio de rasgo de desapego es la tendencia a mantener una


distancia interpersonal (distanciamiento social) y emocional (distanciamiento emocional). Las
manifestaciones comunes de desapego, aunque no necesariamente se presentan todas las
características en un individuo en un momento dado, incluyen lo siguiente:

• Desapego social.
El desapego social se caracteriza por la evitación de las interacciones sociales y la intimidad, y
la falta de amistades. Las personas con alto nivel de desapego no disfrutan las interacciones
sociales y evitan en la medida de lo posible todo tipo de contacto y situaciones sociales. Se
involucran en pocas o ninguna "pequeñas charla/s", incluso si es iniciada por otros (por ejemplo,
en los mostradores a la salida de una tienda), buscan empleos que no involucran interacciones
con otros e incluso rechazan promociones si implica una mayor interacción con los demás.
Tienen pocas o ninguna amistad o conocidos casuales. Sus interacciones con los miembros de
la familia tienden a ser mínimas y superficiales. Rara vez mantienen relaciones íntimas y no
están particularmente interesadas en las relaciones sexuales.

• Desapego emocional.
El desapego emocional se caracteriza por la reserva, la distancia y la expresión y experiencia

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emocionales limitadas. Los individuos con alto nivel de desapego se mantienen distantes, en la
medida de lo posible, incluso en situaciones sociales obligatorias. Por lo general, son distantes
y responden a los intentos directos de participación social sólo de manera breve y de forma tal
que desalientan futuras conversaciones. El desapego emocional también abarca la
inexpresividad emocional, tanto verbal como no verbal. Las personas que presentan un gran
desapego no hablan de sus sentimientos y es difícil discernir qué están sintiendo a partir de sus
comportamientos. En casos extremos, hay una falta de experiencia emocional en sí misma y no
son reactivos a los eventos negativos o positivos, con una capacidad limitada para disfrutar.

6D31.2 Comportamiento disocial

La característica principal del dominio de rasgo comportamiento disocial es la indiferencia por


los derechos y sentimientos de los demás, que abarca tanto el egocentrismo como la falta de
empatía. Las manifestaciones comunes de comportamiento disocial, aunque no necesariamente
se presenten todas las características en un individuo en un momento dado, incluyen lo
siguiente:

• El egocentrismo.
El egocentrismo en personas con alto grado de comportamiento disocial se manifiesta en un
sentido de autorización, creyendo y actuando como si se merecieran, sin justificación adicional,
lo que quieran, preferentemente por encima de lo que otros quieran o necesiten, y que este
'hecho' sea obvio a otros. El egocentrismo se manifiesta de manera activa/consciente y
pasiva/inconsciente. Las manifestaciones activas/conscientes de egocentrismo incluyen la
expectativa de la admiración de los demás, las conductas de búsqueda de atención para asegurar
ser el centro de atención de los demás, y los comportamientos negativos (por ejemplo, enojo,
berrinches, denigrar a los demás) cuando la admiración y la atención que el individuo espera
no se logra. Normalmente, tales individuos creen que tienen muchas cualidades admirables, que
sus logros son sobresalientes, que tienen o lograrán grandeza, y que otros deben admirarlos.
Las manifestaciones pasivas/inconscientes del egocentrismo reflejan una especie de poca
consciencia de que otros individuos importan tanto como uno mismo. En esta forma de
comportamiento disocial, la preocupación de los individuos es con sus propias necesidades,
deseos y consuelo, y los de los demás simplemente no se toman en cuenta.

•Falta de empatía.
La falta de empatía se manifiesta como la indiferencia hacia la forma en que las acciones de
uno incomodan a los demás o los perjudican de algún modo (por ejemplo, emocionalmente,
socialmente, financieramente, físicamente, etc.). Como resultado, las personas con
comportamiento disocial marcado a menudo son engañosas y manipuladoras, explotan a las
personas y las situaciones para obtener lo que quieren y creen que merecen. Esto puede incluir
ser malo y físicamente agresivo. En extremo, este aspecto del comportamiento disocial puede
manifestarse como insensibilidad ante el sufrimiento de los demás y crueldad para la obtención
de metas, de modo que dichos individuos pueden ser físicamente violentos con poca o ninguna
provocación e incluso pueden sentir placer infligiendo dolor y daño. Hay que tener en cuenta
que este aspecto del comportamiento disocial cuando es muy marcado no implica
necesariamente que los individuos no comprendan cognitivamente los sentimientos de los
demás, simplemente no se preocupan por ellos y, en cambio, es probable que usen esta
comprensión para explotar a los demás.

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6D31.3 Desinhibición

La característica central del dominio del rasgo de desinhibición es la tendencia a actuar


precipitadamente ante estímulos externos o internos inmediatos (es decir, sensaciones,
emociones, pensamientos), sin considerar las posibles consecuencias negativas. Las
manifestaciones comunes de desinhibición, aunque no necesariamente se presenten todas las
características en un individuo en un momento dado, incluyen lo siguiente:

• Impulsividad.
Las personas con alta desinhibición tienden a actuar con base en lo que es atractivo en este
momento, sin considerar las consecuencias negativas incluyendo ponerse a sí mismo o a otros
en riesgo físico. Tienen dificultades para retrasar la recompensa o la satisfacción y tienden a
buscar placeres inmediatos o beneficios potenciales disponibles a corto plazo. De esta manera,
el rasgo está fuertemente asociado a conductas tales como el uso de sustancias, el juego y la
actividad sexual no planificada.

• Distracción.
Las personas con alta desinhibición también tienen dificultades para mantenerse enfocadas en
tareas importantes y necesarias que requieren un esfuerzo sostenido. Se aburren rápidamente o
se frustran con tareas difíciles, rutinarias o tediosas, y se distraen fácilmente con estímulos
externos, como las conversaciones de los demás. Incluso en ausencia de distracciones, tienen
dificultades para mantener su atención centrada y persistir en las tareas, y tienden a explorar el
entorno en busca de opciones más agradables.

• Irresponsabilidad.
Las personas con alta desinhibición no son confiables y carecen de un sentido de
responsabilidad por sus acciones. Como resultado, a menudo no completan las asignaciones de
trabajo ni realizan los deberes esperados; no cumplen con los plazos, no cumplen los
compromisos y las promesas, y llegan tarde o faltan a citas y reuniones formales e informales
porque se permiten involucrarse en algo más atractivo que les haya llamado la atención.

• Imprudencia.
Los individuos con alta desinhibición carecen de un sentido apropiado de precaución. Tienden
a sobreestimar sus habilidades y, con frecuencia, hacen cosas que están más allá de sus
capacidades, sin considerar los posibles riesgos de seguridad. Las personas con alto nivel de
desinhibición pueden involucrarse en deportes peligrosos o manejar imprudentemente, o
realizar otras actividades sin suficiente preparación o entrenamiento, poniéndose o poniendo a
otros en peligro físico.

• Falta de planificación.
Las personas con alta desinhibición prefieren las actividades espontáneas por encima de las
planificadas, dejando sus opciones abiertas por si surge una oportunidad atractiva. Tienden a
enfocarse en sentimientos, sensaciones y pensamientos inmediatos, con relativamente poca
atención en los objetivos a largo plazo o incluso a corto plazo. Cuando hacen planes, a menudo
no logran cumplirlos, por lo que rara vez son capaces de alcanzar objetivos ni a largo plazo ni
a corto plazo.

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6D31.4 Características anancásticas

El dominio de rasgo de características anancásticas se distingue principalmente por un enfoque


rígido y estrecho en el estándar de perfección y de lo correcto e incorrecto, así como por el
control del comportamiento de uno mismo, de los demás de las situaciones para garantizar la
conformidad con estos estándares. Las manifestaciones comunes de las características
anancásticas, aunque no necesariamente se presenten todas las características en un individuo
en un momento dado, incluyen lo siguiente:

• Perfeccionismo.
El perfeccionismo se manifiesta en la preocupación por las reglas sociales, las obligaciones y
las normas del bien y el mal; la atención escrupulosa al detalle; las rutinas diarias rígidas y
sistemáticas; la sobre programación y planificación; y el énfasis en la organización, el orden y
la pulcritud. Las personas con altos niveles de características anancásticas tienen un sentido
personal de perfección e imperfección muy claro y detallado que se extiende más allá de los
estándares de la comunidad para abarcar las nociones idiosincrásicas del individuo de lo que es
perfecto y correcto. Ellos creen firmemente que todos deben seguir todas las reglas con
exactitud y cumplir con todas las obligaciones. Las personas con características anancásticas
marcadas pueden rehacer el trabajo de otros porque no cumple con sus estándares de perfección.
Tienen dificultades en las relaciones interpersonales porque mantienen a los demás bajo los
mismos estándares que ellos y son inflexibles en sus puntos de vista.

• Limitación emocional y de comportamiento.


La restricción emocional y de comportamiento se manifiesta por un control rígido de la
expresión emocional, obstinación e inflexibilidad, evitación del riesgo, perseverancia y
deliberación. Las personas con rasgos anancásticos prominentes controlan estrictamente su
propia expresión emocional y desaprueban las muestras de emociones de los demás. Son
inflexibles y carecen de espontaneidad, insisten obstinadamente en seguir los horarios
establecidos y cumplir los planes. Su evitación de riesgos incluye tanto la negativa a participar
en actividades obviamente riesgosas como una preocupación más general por evitar posibles
consecuencias negativas de cualquier actividad. A menudo persisten y tienen dificultad para
desvincularse de las tareas porque aún no son perfectas hasta el último detalle. Son altamente
deliberativos y tienen dificultades para tomar decisiones debido a la preocupación de que no
hayan considerado todos los aspectos y todas las alternativas para garantizar que se tome la
decisión correcta.

6D31.5 Patrón límite

Nota: El calificador de patrón límite se ha incluido para mejorar la utilidad clínica de la


clasificación del trastorno de la personalidad. No está claro si proporcionará información que
no sea redundante con los calificadores de dominio de rasgos. Sin embargo, el uso de este
calificador puede facilitar la identificación de individuos que pueden responder a ciertos
tratamientos psicoterapéuticos.

El calificador de patrón límite se puede aplicar a individuos cuya alteración de la personalidad


se caracteriza por un patrón generalizado de inestabilidad de las relaciones interpersonales, la
autoimagen y los afectos, así como por una marcada impulsividad, según lo indicado por cinco
(o más) de los siguientes puntos:

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• Esfuerzos frenéticos para evitar el abandono real o imaginario.


• Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas, que pueden caracterizarse por
oscilaciones entre la idealización y la devaluación, normalmente asociadas tanto con un fuerte
deseo, como con el miedo a la cercanía y la intimidad.
• Alteración de la identidad que se manifiestan en una autoimagen o sentido del yo marcada y
persistentemente inestables.
• Una tendencia a actuar precipitadamente en estados de gran afectividad negativa o positiva,
lo que lleva a comportamientos potencialmente dañinos para sí mismos (por ejemplo,
comportamiento sexual riesgoso, manejo imprudente, uso excesivo de alcohol o sustancias,
atracones de comida).
• Episodios recurrentes de autolesiones (por ejemplo, intentos o gestos de suicidio,
automutilación).
• Inestabilidad emocional debido a una marcada reactividad emocional. Las fluctuaciones del
estado de ánimo se pueden desencadenar internamente (por ejemplo, por nuestros propios
pensamientos) o por eventos externos. Como consecuencia, el individuo experimenta estados
de ánimo disfórico intensos que generalmente duran unas horas, pero pueden durar hasta varios
días.
• Sentimientos crónicos de vacío.
• Ira intensa inapropiada o dificultad para controlarla que se manifiesta frecuentemente en
enfados o ira desproporcionados e inapropiados (por ejemplo, gritar, tirar o romper cosas,
participar en peleas físicas).
• Síntomas disociativos transitorios o características de tipo psicótico (por ejemplo,
alucinaciones breves, paranoia) en situaciones de estrés intenso.

Otras manifestaciones del patrón límite, aunque no necesariamente se presenten todas las
características en un individuo en un momento dado, incluyen lo siguiente:

• Una visión del yo como inadecuado, malo, culpable, repugnante y despreciable.


• Una experiencia del yo como profundamente diferente y aislada de otras personas, una
sensación dolorosa de alienación y soledad persistente.
• Propensión a la hipersensibilidad al rechazo, problemas para establecer y mantener niveles
consistentes y apropiados de confianza en las relaciones interpersonales, frecuente
malinterpretación de las señales sociales.

Características adicionales de los trastornos de la personalidad:

• El Trastorno de Personalidad tiende a surgir cuando las experiencias de vida del individuo
proporcionan un apoyo insuficiente para el desarrollo normal de la personalidad, a pesar del
temperamento de la persona (el aspecto de la personalidad que se considera innato, que refleja
procesos genéticos y neurobiológicos básicos). Por lo tanto, la adversidad en etapas tempranas
de la vida es un factor de riesgo para el desarrollo posterior del trastorno de la personalidad, al
igual que lo es para muchos otros trastornos mentales. Sin embargo, no es determinante. Es
decir, el temperamento de algunos individuos permite que haya un desarrollo normal de la
personalidad a pesar de que exista un ambiente extremadamente adverso en etapas tempranas.
No obstante, en el contexto en el que existen antecedentes de adversidad en etapas tempranas
junto con dificultades conductuales, emocionales y/o interpersonales indica que debe
considerarse un diagnóstico de Trastorno de Personalidad.

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• El trastorno de la personalidad a menudo complica y alarga el tratamiento de otros síndromes


clínicos. Por lo tanto, una respuesta deficiente o incompleta al tratamiento estándar de, por
ejemplo, trastornos depresivos y de ansiedad, puede sugerir la presencia de un trastorno de la
personalidad. Asimismo, un deterioro funcional persistente después de la resolución de los
síntomas clínicos tratados puede sugerir la presencia de un trastorno de la personalidad.

• El grado en que los individuos y quienes los rodean concuerdan en que los comportamientos
individuales reflejan un rasgo particular, varía considerablemente. Si existe una discrepancia
marcada entre la auto descripción de un individuo y los tipos de comportamientos
problemáticos que se exhiben, a menudo es útil entrevistar a alguien que conoce bien a la
persona. Las diferencias marcadas entre la auto descripción del individuo y la descripción de
un tercero pueden sugerir un Trastorno de Personalidad.

Límite con la normalidad (umbral):

• La personalidad se refiere a la manera en que un individuo se comporta, experimenta la vida


y se percibe e interpreta a sí mismo, a otras personas, eventos y situaciones. La personalidad se
manifiesta más directamente en el modo en que piensan y sienten los individuos sobre sí
mismos y sus relaciones interpersonales, en la forma en que se comportan en respuesta a esos
pensamientos, sentimientos y a los comportamientos de los demás, y al modo en que reaccionan
a los acontecimientos de sus vidas y los cambios en su entorno. Una característica importante
de las personas sin trastorno de personalidad es que son lo suficiente flexibles para reaccionar
adecuadamente y adaptarse a los comportamientos de otras personas, los acontecimientos de la
vida y los cambios en el entorno. En el trastorno de la personalidad, los patrones de cognición,
experiencia y expresión emocional, y comportamiento son tan desadaptativos (por ejemplo,
inflexibles o mal regulados) que provocan un malestar considerable o un deterioro significativo
en las áreas del funcionamiento personal, familiar, social, educativa, laboral u otras áreas
importantes de funcionamiento.
• Para ser diagnosticado, el trastorno de la personalidad debe manifestarse en una serie de
situaciones personales y sociales durante un período prolongado de tiempo (por ejemplo,
durante 2 años o más). Los patrones de comportamiento que son evidentes únicamente en el
contexto de relaciones específicas, roles sociales o circunstancias ambientales o que se han
mantenido por un período de tiempo más corto, no tienen una base suficiente para asignar un
diagnóstico de trastorno de la personalidad. En cambio, se debe considerar la posibilidad de que
tales patrones de comportamiento sean una respuesta a las circunstancias ambientales. En tales
casos, una intervención centrada en la relación relevante o en el entorno (por ejemplo, con la
familia o la escuela) puede ser más apropiada que asignar un diagnóstico de trastorno de la
personalidad.
• El trastorno de la personalidad no debe diagnosticarse si los patrones de conducta que
caracterizan la alteración de la personalidad son apropiados desde el punto de vista del
desarrollo (por ejemplo, problemas relacionados con el establecimiento de una identidad
independiente en la adolescencia) o pueden explicarse principalmente por factores sociales o
culturales, incluido el conflicto sociopolítico.

Límites con otros trastornos y condiciones (diagnóstico diferencial):

• Límite con trastornos mentales persistentes:


Una serie de trastornos mentales persistentes y duraderos (por ejemplo, los trastornos del
espectro autista, el trastorno esquizotípico, el trastorno distímico, el trastorno ciclotímico, el

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trastorno de ansiedad por separación, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno por estrés
postraumático complejo, el trastorno de identidad disociativo) se caracterizan por las
perturbaciones duraderas en la cognición, la experiencia emocional y el comportamiento que
son inadaptados, se manifiestan en una variedad de situaciones personales y sociales, y que
están asociadas con problemas de deterioro significativo en el funcionamiento de los aspectos
del yo (por ejemplo, autoestima, autodirección) ), y/o una disfunción interpersonal (por
ejemplo, la capacidad de desarrollar y mantener relaciones cercanas y mutuamente
satisfactorias, la capacidad de comprender las perspectivas de los demás y gestionar el conflicto
en las relaciones). Con base en esto, las personas con estos trastornos también pueden cumplir
los requisitos para la definición del trastorno de la personalidad. Generalmente, las personas
con esos trastornos no deberían recibir un diagnóstico adicional de trastorno de la personalidad,
a menos que se presenten las características de la personalidad que ocasionen problemas
significativos en el funcionamiento de los aspectos del yo y/o del funcionamiento interpersonal.
Cabe mencionar que, incluso en ausencia de estas características adicionales, puede haber
situaciones específicas en las que se justifique un diagnóstico adicional de trastorno de la
personalidad (por ejemplo, elegibilidad para las formas de tratamiento clínicamente indicadas
para los trastornos de la personalidad).

• Límite con el trastorno de conducta disocial con emociones prosociales limitadas:


El trastorno de conducta disocial con emociones prosociales limitadas se caracteriza por un
patrón de comportamiento repetitivo y persistente en el cual, se violan los derechos básicos de
otros, o importantes normas sociales, reglas o leyes propias de la edad, así como empatía o
sensibilidad limitadas o ausentes, remordimiento, vergüenza o culpa limitadas o ausentes. El
trastorno de conducta disocial con emociones prosociales limitadas tiene características en
común con el trastorno de la personalidad con comportamiento disocial, que se caracteriza por
la indiferencia egocéntrica hacia los derechos y sentimientos de los demás, el egocentrismo y
la falta de empatía. Se justifica un diagnóstico adicional de trastorno de la personalidad en un
individuo con trastorno de conducta disocial sólo si existen características de personalidad
adicionales que generan problemas significativos en el funcionamiento de los aspectos del yo
o del funcionamiento interpersonal.

• Límite con cambio de personalidad secundaria:


El cambio de personalidad secundaria es una perturbación persistente de la personalidad que
representa un cambio del patrón de personalidad anterior característico como consecuencia
fisiopatológica directa de un trastorno de salud no clasificado en los trastornos mentales,
conductuales y del neurodesarrollo, y con evidencia en los antecedentes, exámenes físicos o
resultados de laboratorio. El trastorno de la personalidad no debe diagnosticarse si los síntomas
se deben a otra condición de salud.

• Límite con trastornos debidos al uso de sustancias:


Los trastornos debidos al consumo de sustancias a menudo tienen efectos generalizados sobre
el funcionamiento del yo y el funcionamiento interpersonal. Por ejemplo, pueden generar
problemas de autodirección, autoestima, dificultades y conflictos en la relación,
comportamiento disocial relacionado con la obtención o uso de drogas y una amplia gama de
otras características que se observan comúnmente en personas con un trastorno de la
personalidad. Si la alteración de la personalidad se explica en su totalidad por un trastorno
debido al uso de sustancias, no se debe asignar un diagnóstico de trastorno de la personalidad.
Sin embargo, si la alteración de la personalidad no se explica completamente por el trastorno
debido al uso de sustancias (por ejemplo, si la alteración de la personalidad precedió al inicio

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del consumo de sustancias) o si hay características de un trastorno de la personalidad que no se


explican por el uso de sustancias (por ejemplo, perfeccionismo), se puede asignar un
diagnóstico adicional de trastorno de la personalidad.

Características del curso:

• Las manifestaciones de la alteración de la personalidad tienden a aparecer primero en la


infancia, aumentan durante la adolescencia y continúan manifestándose en la edad adulta,
aunque es posible que las personas no busquen atención clínica hasta después de un tiempo. Se
debe tener precaución al asignar el diagnóstico a niños porque su personalidad aún se está
desarrollando.
• Las manifestaciones conductuales de ciertos rasgos (comportamiento disocial, desinhibición)
tienden a disminuir en el transcurso de la edad adulta, mientras que otros rasgos (desapego,
características anancásticas) son menos propensos a hacerlo. En ambos casos, el deterioro
funcional en diversas áreas de la vida (por ejemplo, el empleo, las relaciones interpersonales)
de las personas con trastornos de la personalidad tiende a persistir.
• El trastorno de la personalidad es relativamente estable después de los inicios de la edad
adulta, pero puede cambiar de tal manera que una persona que tuvo un trastorno de la
personalidad durante la edad adulta ya no cumpla con los requisitos de diagnóstico antes de la
edad madura.
• Es mucho menos común que una persona que anteriormente no presentaba un trastorno de la
personalidad diagnosticable desarrolle uno más adelante en la vida. La aparición de un trastorno
de la personalidad en adultos mayores puede estar relacionada con la pérdida de apoyos sociales
que previamente habían ayudado a compensar la alteración de la personalidad.
• Cuando hay un cambio en la personalidad durante la edad adulta media o más adelante en la
vida, en ausencia de cambios en el entorno del individuo, la posibilidad de que el cambio se
deba a una afección médica subyacente (es decir, cambio de personalidad secundaria) o a un
trastorno no reconocido debido al uso de sustancias se debe de considerar seriamente.

Presentaciones en el desarrollo:

• El Trastorno de Personalidad no suele diagnosticarse en niños preadolescentes. En el


transcurso de su desarrollo, los niños integran el conocimiento y la experiencia sobre ellos
mismos y otras personas en una identidad y sentido de sí mismos coherentes, así como en estilos
individuales de interacción con los demás. La velocidad a la que se produce esta integración
varía sustancialmente de un niño a otro y dentro de los propios individuos a lo largo del tiempo.
Por lo tanto, es muy difícil determinar si un niño preadolescente tiene problemas de
funcionamiento en los aspectos del yo, como la identidad, la autoestima, la precisión de la
autoevaluación y la autodirección, ya que estas funciones no están completamente
desarrolladas. Esto también se aplica a las funciones interpersonales, como la capacidad de
comprender las perspectivas de los demás y manejar el conflicto en las relaciones.

• Sin embargo, los rasgos inadaptados prominentes pueden observarse en niños preadolescentes
y pueden ser precursores de un trastorno de la personalidad en la adolescencia y la edad adulta.
Por ejemplo, las diferencias individuales en el afecto negativo y desinhibición, así como
características más específicas como la falta de empatía (un aspecto del comportamiento
disocial) y perfeccionismo (un aspecto de las características anancásticas) pueden observarse
en niños muy pequeños.

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• Las características del trastorno de la personalidad se manifiestan de manera similar en la


adolescencia y en la edad adulta. Sin embargo, al evaluar a un adolescente, es importante
considerar el desarrollo normal de los patrones de comportamiento relevantes. Por ejemplo, la
conducta de riesgo, la autolesión y el malhumor son más comunes durante la adolescencia que
entre los adultos, por lo tanto, los umbrales para evaluar si tales patrones de comportamiento
son indicativos de un trastorno de la personalidad o de elevaciones en los dominios de rasgo
como la desinhibición y el afecto negativo entre los adolescentes, deberían ser
correspondientemente mayores. También se debe considerar la amplia variabilidad en el
desarrollo adolescente normal, que puede afectar la expresión de estos comportamientos o
características.

Características relacionadas con el género:

La evidencia disponible indica que la distribución por género del trastorno de la personalidad
es aproximadamente igual. Sin embargo, existen diferencias de género significativas en la
expresión conductual del trastorno de la personalidad y en los dominios de rasgo asociados.
Específicamente, las elevaciones en el comportamiento disocial y la desinhibición son más
comunes entre los hombres, mientras que las elevaciones en el afecto negativo son más
comunes entre las mujeres.

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