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Introducción
La esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios se caracterizan por distorsiones
significativas en el juicio de realidad y por alteraciones en el comportamiento que se
manifiestan a través de síntomas tales como delirios, alucinaciones, trastorno formal del
pensamiento (que suele manifestarse como lenguaje desorganizado), comportamiento
desorganizado, alteraciones psicomotoras y síntomas negativos como el afecto embotado o
aplanado que no ocurre de forma primaria como resultado del uso de sustancias u otra condición
médica no clasificada como trastornos mentales y del comportamiento. En el contexto del
trastorno esquizotípico, los síntomas pueden estar sustancialmente atenuados de forma tal que
pueden ser caracterizados como excéntricos o peculiares más que abiertamente psicóticos.
Aunque los síntomas psicóticos pueden presentarse también en trastornos de otras secciones de
la clasificación de trastornos mentales y del comportamiento, estos síntomas abarcan las
características determinantes de los trastornos de esta sección. Si bien experiencias como éstas
pueden presentarse en un continuum y pueden encontrarse a lo largo de la población, los
trastornos de este grupo representan patrones de comportamiento que ocurren con la frecuencia
e intensidad suficiente para alejarse de las normas culturales y/o subculturales esperadas.
7A50 Esquizofrenia
Características esenciales (requeridas):
• Al menos dos de los siguientes síntomas (comunicados por el paciente o bien por
observación del clínico u otros informantes), durante la mayor parte del tiempo por un
período de 1 mes o más. Al menos uno de los síntomas calificados debe estar incluido en
los incisos de la (a) a la (d) de la siguiente lista:
a) Delirios persistentes (p. ej., delirios de grandiosidad, delirios de referencia, delirios
de persecución).
b) Alucinaciones persistentes (más comúnmente auditivas, aunque pueden ser de
cualquier modalidad sensorial).
c) Pensamiento desorganizado (trastorno formal del pensamiento) (p. ej.,
tangencialidad y asociaciones laxas, lenguaje circunstancial, neologismos). Cuando
es grave, el lenguaje de la persona puede ser tan incoherente que es incomprensible
(“ensalada de palabras/ “jergafasia”).
d) Experiencias de influencia, pasividad o control (p. ej., la experiencia de que los
pensamientos o acciones no son generados por la persona, sino que son insertados
o retirados de la mente por otros, o que los pensamientos están siendo difundidos a
otros). Nota: las explicaciones delirantes para este fenómeno se considerarán como
prueba de que se cumple el punto (a) anterior.
e) Síntomas negativos como aplanamiento afectivo, alogia o pobreza del habla, abulia,
asociabilidad y anhedonia. Nota: Debe quedar claro que estos síntomas no son
secundarios a un trastorno del estado de ánimo, sustancias o medicación.
f) Comportamiento notoriamente desorganizado que puede ser observado en
cualquier actividad intencionada/dirigida a metas (p. ej., comportamientos que
parecen bizarras o sin propósito, respuestas emocionales impredecibles o
inapropiadas que interfieren con la organización del comportamiento).
g) Alteraciones psicomotoras tales como inquietud o agitación catatónica, posturas
anormales, flexibilidad cérea, negativismo, mutismo o estupor.
• Los síntomas no son una manifestación de otra condición de salud (p. ej., tumor cerebral)
y no se deben al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso (p.
ej., corticosteroides), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia (p. ej.,
abstinencia de alcohol).
El calificador de continuo debe ser aplicado cuando los síntomas que cumplen todos los
requisitos de la definición de esquizofrenia han estado presentes durante casi todo el curso de
la enfermedad, por un periodo de al menos un año, siendo los períodos con síntomas
subumbrales muy breves en relación a todo el curso.
Características adicionales:
Los siguientes calificadores deben ser utilizados para identificar el curso del trastorno
esquizoafectivo, incluyendo si la persona actualmente cumple los requisitos de la definición de
trastorno esquizoafectivo o si está en remisión parcial o total. Los calificadores del curso
también se utilizan para indicar si el episodio actual es el primer episodio de trastorno
esquizoafectivo o de la esquizofrenia, si ha habido varios de estos episodios o si los síntomas
han sido continuos durante un periodo prolongado de tiempo.
El calificador del primer episodio sólo debe aplicarse cuando el episodio actual o más reciente
es la primera manifestación que cumple con todos los requisitos de la definición de trastorno
esquizoafectivo, en términos de síntomas y duración. Si ha habido un episodio de trastorno
esquizoafectivo o de esquizofrenia previo, debe utilizarse el calificador de ‘episodios
múltiples’.
No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes, pero algunos síntomas clínicamente significativos permanecen, y pueden o no
estar asociados con el deterioro funcional.
No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes y no permanecen síntomas clínicamente significativos.
El calificador de episodios múltiples debe ser aplicado cuando ha habido mínimo dos episodios
que cumplen con todos los requisitos de la definición de trastorno esquizoafectivo o
esquizofrenia en términos de síntomas y duración, con un periodo de remisión parcial o total
con duración de al menos tres meses entre episodios, y el episodio actual o más reciente es de
trastorno esquizoafectivo. Durante el periodo de remisión, los requisitos por definición del
trastorno esquizoafectivo se cumplen parcialmente o están ausentes.
No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
un mes, pero algunos síntomas significativos permanecen, y pueden o no estar
asociados con el deterioro funcional.
No se han cumplido todos los requisitos de la definición del trastorno durante al menos
El calificador de continuo debe ser aplicado cuando los síntomas que cumplen todos los
requisitos de la definición del trastorno esquizoafectivo han estado presentes durante casi todo
el curso de la enfermedad, por un periodo de al menos un año, siendo los períodos con síntomas
subumbrales muy breves en relación a todo el curso.
• Límites con la normalidad: Los síntomas psicóticos o las experiencias subjetivas inusuales
pueden presentarse en la población general, pero suelen ser de naturaleza fugaz y no se
acompañan de otros síntomas de esquizofrenia o de un deterioro en el funcionamiento
psicosocial. En el trastorno esquizoafectivo, estos síntomas son persistentes, se acompañan
de otros síntomas requeridos para el diagnóstico y están generalmente acompañados por
deterioro en el funcionamiento cognitivo y otros problemas psicosociales.
• Límite con el trastorno psicótico agudo y transitorio: En el trastorno esquizoafectivo, los
síntomas psicóticos duran al menos un mes en forma plena y florida. Por el contrario, en
el trastorno psicótico agudo y transitorio, los criterios diagnósticos para la esquizofrenia o
episodio depresivo, maníaco o mixto no se cumplen. Además, los síntomas en el trastorno
psicótico agudo y transitorio tienden a fluctuar rápidamente en intensidad y tipo a lo largo
del tiempo, de tal forma que el contenido y foco de los delirios o alucinaciones cambia con
frecuencia, incluso diariamente. Los síntomas negativos pueden estar presentes en el
trastorno esquizoafectivo, pero no se presentan en el trastorno psicótico agudo y transitorio.
La duración del trastorno psicótico agudo y transitorio no excede los 3 meses, y con
frecuencia dura de algunos días a un mes, en comparación con el típico curso prolongado
del trastorno esquizoafectivo.
• Límite con la esquizofrenia con síntomas depresivos y/o maníacos: En el trastorno
esquizoafectivo, los síntomas psicóticos que cumplen los requisitos de la definición de
esquizofrenia aparecen simultáneamente con los síntomas del estado de ánimo que
cumplen los requisitos de la definición de un episodio depresivo moderado o grave, un
episodio maníaco o un episodio mixto y duran al menos un mes. Por el contrario, en la
esquizofrenia, los síntomas del estado de ánimo comórbidos, si los hubiera, o bien no
persisten por un período mayor a un mes o no son de suficientemente graves para cumplir
los requisitos de un episodio depresivo moderado o grave, un episodio maníaco o un
episodio mixto.
• Límite con esquizofrenia y otros episodios de alteración del estado de ánimo con
síntomas psicóticos: El trastorno esquizoafectivo, la esquizofrenia, los episodios maniacos
y los episodios mixtos tienen la intención de describir el período actual de la enfermedad.
Por tanto, es posible que el individuo cumpla con todos los requisitos diagnósticos para
cada uno de ellos, en diferentes periodos de la enfermedad. Esta conceptualización es
diferente a la de manuales de diagnóstico anteriores en los cuales, el diagnóstico de
trastorno esquizoafectivo se consideró longitudinal (es decir, una vez que los síntomas se
cumplían, la persona conservaba el diagnóstico para todos los periodos futuros de la
enfermedad, independientemente de la presentación de los síntomas). El cambio de
diagnóstico de un individuo con el tiempo no pretende la inestabilidad diagnóstica (es
decir, un cambio en la esencia diagnóstica del problema de la persona); más bien, el
Características adicionales:
• El inicio del trastorno esquizoafectivo puede ser agudo, con una alteración aparente a los
pocos días o insidioso, con desarrollo gradual de signos y síntomas.
• A menudo hay una historia de episodios de alteración del estado de ánimo y un diagnóstico
previo de trastorno depresivo o trastorno bipolar en individuos con trastorno
esquizoafectivo.
• Una fase prodrómica con frecuencia precede al inicio de los síntomas psicóticos durante
semanas o meses. Las manifestaciones características de esta fase incluyen frecuentemente
pérdida de interés en actividades laborales o sociales, descuido de la apariencia/higiene
personal, inversión del ciclo de sueño y síntomas psicóticos atenuados, acompañados por
ansiedad/agitación o diversos grados de depresión.
• Un curso episódico con períodos de remisión es el patrón de progresión más común del
trastorno.
• El trastorno esquizoafectivo con frecuencia se asocia a un malestar o deterioro significativo
en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento. Sin embargo, el malestar o deterioro no son requisitos para el diagnóstico
de trastorno esquizoafectivo.
abstinencia al alcohol).
Los siguientes calificadores deben ser utilizados para identificar el curso del trastorno psicótico
agudo y transitorio, incluyendo si la persona actualmente cumple los requisitos para la
definición del trastorno o está en remisión parcial o total. Si no ha habido episodios previos del
trastorno psicótico agudo y transitorio, se debe de utilizar el calificador de episodio único
correspondiente. Si ha habido más de uno de estos episodios, el calificador de episodios
múltiples correspondiente se debe de utilizar.
El calificador de episodio único sólo debe aplicarse cuando el episodio actual o más reciente es
la primera manifestación del trastorno psicótico agudo y transitorio que cumple con todos los
requisitos de la definición del trastorno.
Se cumplen todos los requisitos para la definición del trastorno psicótico agudo y
transitorio en términos de síntomas y duración, o se han cumplido en el último mes.
No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno durante al
menos un mes, pero algunos síntomas clínicamente significativos permanecen y
pueden o no estar asociados con el deterioro funcional.
No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno durante al
menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente significativos.
El calificador de episodios múltiples debe ser aplicado cuando ha habido mínimo dos episodios
que cumplen con todos los requisitos para la definición del trastorno psicótico agudo y
transitorio en términos de síntomas y duración, con un periodode remisión parcial o total con
duración de al menos tres meses entre episodios. Durante el periodo de remisión, los requisitos
de la definición del trastorno psicótico agudo y transitorio se cumplen parcialmente o están
ausentes.
mes.
No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno psicótico
agudo y transitorio durante al menos un mes, pero algunos síntomas significativos
permanecen, y pueden o no estar asociados con el deterioro funcional.
No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno psicótico
agudo y transitorio durante al menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente
significativos.
• Límite con la normalidad: Las experiencias aisladas subjetivas e inusuales, tales como
experiencias que se asemejan a las alucinaciones y los delirios, se reportan en la población
general. Sin embargo, en el TPAT, los síntomas progresan rápidamente a psicosis franca,
siendo usualmente polimórficos, fluctuando en cualidad e intensidad (p. ej., tener síntomas
que van y vienen en una sucesión relativamente rápida o la naturaleza de un síntoma cambia
en el tiempo, como el foco o la naturaleza de la creencia delirante), y usualmente remiten
completamente en algunas semanas.
• Límite con esquizofrenia y trastorno esquizoafectivo: Los síntomas psicóticos en la
esquizofrenia y el trastorno esquizoafectivo duran al menos un mes en forma plena y
florida, y tienden a ser más estables o fijos (p. ej., tener el mismo delirio por un período de
meses). En contraste, los síntomas en el trastorno psicótico agudo y transitorio, tienden a
fluctuar rápidamente en intensidad y tipo en el tiempo, de tal forma que el contenido y foco
de los delirios o alucinaciones cambia con frecuencia, incluso diariamente. Los síntomas
negativos pueden estar presentes en la esquizofrenia y el trastorno esquizoafectivo, pero no
se presentan en el TPAT. La duración del trastorno psicótico agudo y transitorio no excede
los 3 meses, y con frecuencia dura desde algunos días a un mes, en comparación con el
curso más prolongado típico de la esquizofrenia o el trastorno esquizoafectivo. Finalmente,
en contraste con la esquizofrenia donde el inicio es a menudo precedido por antecedentes
de pobre ajuste premórbido, en el TPAT los síntomas progresan rápidamente sin
antecedentes previos de un pobre ajuste premórbido.
• Límite con delirium: En el delirium, la persona presenta obnubilación fluctuante del estado
de consciencia (p. ej., reducción en la capacidad para dirigir, focalizar, sostener y cambiar
la atención) y lucidez (p. ej., reducida orientación hacia el ambiente). En contraste, en el
TPAT, la persona mantiene un nivel regular de alerta y un sentido de consciencia
relativamente claro, a pesar de los estados transitorios de perplejidad y deterioro de la
atención y concentración.
• Límite con trastorno depresivo y bipolar: Los trastornos depresivos y Bipolares se
caracterizan por una alteración predominante del ánimo que persiste durante al menos
varios días y a menudo más prolongadamente. Aún cuando los síntomas del estado de
ánimo pueden ocurrir en el TPAT, estos son transitorios y no cumplen con el requerimiento
Características adicionales:
• Los síntomas originan malestar o deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa,
laboral u otras áreas importantes de funcionamiento.
• Los síntomas no son una manifestación de otro trastorno o enfermedad que se clasifica
fuera del capítulo de trastornos mentales y del comportamiento (p. ej., tumor cerebral) y
no son debidos al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema nervioso (p.
ej., corticosteroides), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia (p. ej.,
abstinencia de alcohol).
• Límite con la normalidad: El umbral entre los síntomas del trastorno esquizotípico y los
comportamientos e ideas extravagantes, excéntricas o inusuales en individuos sin un
trastorno diagnosticable es en ocasiones difícil de determinar, especialmente porque
algunas personas en la población general muestran conductas excéntricas y reportan
experiencias inusuales o similares a las psicóticas sin un aparente deterioro en su
funcionamiento. El trastorno esquizotípico sólo debe ser diagnosticado si el individuo
experimenta malestar o deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral
u otras áreas importantes de funcionamiento en relación con sus síntomas.
• Límite con esquizofrenia: En las fases prodrómica y residual de la Esquizofrenia, el
individuo puede experimentar extensos períodos con distorsiones perceptuales, creencias
inusuales, discurso extraño o disgregado, aislamiento social, y otros síntomas que son
característicos del trastorno esquizotípico. El diagnóstico de esquizofrenia, sin embargo,
requiere de un período de al menos un mes con síntomas psicóticos, en contraste con el
trastorno esquizotípico, el cual requiere cualquier síntoma similar a la psicosis que no
cumple con los requerimientos de gravedad o duración para el diagnóstico de
esquizofrenia. Más aún, en los individuos con trastorno esquizotípico, el patrón inusual del
discurso, percepciones, creencias y conductas tiende a ser estable en el tiempo –incluso
durante años-, en contraste con el cuadro de evolución sintomática de la esquizofrenia, ya
sea en la fase prodrómica o residual.
• Límite con trastornos del espectro autista: Las dificultades interpersonales observadas en
el trastorno esquizotípico pueden compartir algunas características con el trastorno del
espectro autista, tales como la pobre interacción social recíproca o el aislamiento social.
Sin embargo, el trastorno esquizotípico no incluye patrones restringidos, repetitivos y
estereotipados de comportamiento, intereses o actividades.
• Límite con trastorno de la personalidad: El trastorno de la personalidad se define como
una alteración duradera en la forma en la que el individuo interpreta y se experimenta a sí
mismo, a otros, y al mundo, que da como resultado patrones desadaptados de expresión
emocional y comportamiento, y que produce problemas significativos en el
funcionamiento que son particularmente evidentes en las relaciones interpersonales. Los
individuos con trastorno esquizotípico no deben recibir un diagnóstico adicional de
Trastorno de la Personalidad basado en las alteraciones en el funcionamiento y en las
relaciones interpersonales que son enteramente consecuencia de los síntomas del trastorno
esquizotípico. Sin embargo, si se presentan características adicionales de la personalidad
que se juzgan como fuente de problemas significativos en el funcionamiento interpersonal,
podría ser apropiado un diagnóstico adicional de trastorno de la personalidad.
Características adicionales:
7A54Trastorno delirante
Los siguientes calificadores deben ser utilizados para identificar si el individuo actualmente
cumple los requisitos para la definición del trastorno delirante o si está en remisión parcial o
total.
Se cumplen todos los requisitos para la definición del trastorno delirante en términos de
síntomas y duración, o se han cumplido en el último mes.
No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno delirante durante al
menos un mes, pero algunos síntomas clínicamente significativos permanecen y pueden o no
estar asociados con el deterioro funcional.
No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno delirante durante al
menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente significativos.
Características adicionales:
Los siguientes calificadores deben ser utilizados para identificar el curso de otro trastorno
psicótico primario, incluyendo si la persona actualmente se encuentra sintomática o está en
remisión parcial o total. Si no ha habido episodios previos, el calificador de episodio único
correspondiente se debe de utilizar. Si ha habido más de uno de estos episodios, el calificador
de episodios múltiples correspondiente se debe de utilizar.
El calificador de episodio único debe aplicarse cuando el episodio actual o más reciente es el
primero que cumple con los requisitos de la definición de otro trastorno psicótico primario.
Se cumplen todos los requisitos para la definición de otro trastorno psicótico primario,
o se han cumplido en el último mes.
No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno durante al
menos un mes, pero algunos síntomas clínicamente significativos permanecen y
pueden o no estar asociados con el deterioro funcional.
No se han cumplido todos los requisitos para la definición del trastorno durante al
menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente significativos.
El calificador de episodios múltiples debe ser aplicado cuando ha habido mínimo dos episodios
que cumplen con todos los requisitos para la definición de otro trastorno psicótico primario,
con un periodo de remisión parcial o total con duración de al menos tres meses entre episodios.
Durante el periodo de remisión, los requisitos de la definición de otro trastorno psicótico
primario se cumplen parcialmente o están ausentes.
No se han cumplido todos los requisitos para la definición de otro trastorno psicótico
primario durante al menos un mes, pero algunos síntomas significativos permanecen,
No se han cumplido todos los requisitos para la definición de otro trastorno psicótico
primario durante al menos un mes, y no permanecen síntomas clínicamente
significativos.
La CIE-11 incluye la opción para establecer el nivel de gravedad de seis áreas sintomáticas para
los trastornos incluidos en esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios (con la
excepción del trastorno esquizotípico). Estas áreas (síntomas positivos, síntomas negativos,
síntomas del estado de ánimo depresivos, síntomas del estado de ánimo maníacos, síntomas
psicomotores y síntomas cognitivos), incluidos en un formato de calificadores de síntomas,
pueden ser evaluados como ausente, leve, moderado o grave, de acuerdo con la guía que se
muestra en la siguiente tabla. La información adicional que brindan estas escalas tiene por
objeto ayudar a comunicar la presentación del paciente a otros profesionales, así como en la
conceptualización del caso y la selección del tratamiento.
Enlos casos en que varios síntomas estén incluidos en un área particular, la calificación debe
reflejar el síntoma más grave dentro del área. Por ejemplo, las alucinaciones y los delirios
forman parte del área de síntomas positivos. Una persona puede experimentar alucinaciones
que generan un mínimo malestar (indicativo de síntomas positivos leves) y delirios que afectan
el comportamiento de la persona pero no hasta el punto de deteriorar su funcionamiento
(indicativo de síntomas positivos moderados). En este caso, los síntomas positivos de la persona
deben ser calificados como moderados. Considere que las personas con trastornos psicóticos
usualmente no se presentan con todos los síntomas que conforman cada una de las áreas de
evaluación. Por ejemplo, en la dimensión de síntomas positivos, la persona puede presentar
sólo alucinaciones, sólo delirios, ambas o ninguno. Las descripciones correspondientes a cada
calificación pretenden transmitir ejemplos de las presentaciones de los síntomas que pudieran
justificar la calificación en un nivel particular de gravedad; no se pretende que sean empleados
como criterios requeridos para establecer el diagnóstico.
Tenga en cuenta que las calificaciones de leve, moderado y grave para los síntomas del estado
de ánimo depresivos no son equivalentes a los requerimientos diagnósticos correspondientes al
episodio depresivo leve, moderado o grave. En otras palabras, una calificación de leve en el
área de síntomas del estado de ánimo depresivos en la escala de calificadores para los trastornos
psicóticos no indica que el individuo cumple los requerimientos para episodio depresivo leve.
Lo mismo se aplica para el área de síntomas del estado de ánimo maníacos. La puntuación de
los síntomas del estado de ánimo depresivos y maníacos en las escalas de calificadores indica
la gravedad del estado de ánimo depresivo, elevado o irritable, y no incluye otros síntomas del
trastorno del estado de ánimo (p. ej., alteraciones del sueño, anhedonia, cambios en el apetito)
que forman parte de las guías diagnósticas para tales episodios de alteración del estado de
ánimo.
Las puntuaciones de las escalas de calificadores de síntomas están diseñadas para caracterizar
la presentación clínica actual de los individuos diagnosticados con esquizofrenia y otros
trastornos psicóticos primarios, y no deben ser usadas en personas que no tengan estos
diagnósticos. Deben emplearse tantas escalas de calificadores de síntomas como sean
necesarias para describir de forma precisa la presentación clínica del individuo. Los síntomas
1 Presente, pero leve Se presentan uno o dos de los síntomas del área. El
funcionamiento cotidiano no se encuentra afectado por estos
síntomas, o se ve afectado de forma mínima. No hay
consecuencias negativas sociales o personales significativas
producto del síntoma. Los síntomas pueden ser intermitentes y
mostrar fluctuaciones en la gravedad, y puede haber períodos
durante los cuales no se presentan síntomas. En comparación con
personas con síntomas similares, la gravedad de los síntomas de
esta área se encuentra en el tercio más leve.
2 Presente y moderado Se presentan varios síntomas (p. ej., tres o cuatro) del área, o uno
o dos pueden mostrar un nivel sustancial de impacto. El
funcionamiento cotidiano puede estar moderadamente afectado
por los síntomas. Hay consecuencias sociales o personales
negativas de los síntomas, pero éstas no son graves. La mayoría
de los síntomas se presentan la mayor parte del tiempo. En
comparación con personas con síntomas similares, la gravedad
de los síntomas de esta área se encuentra en el tercio medio.
3 Presente y grave Se presentan muchos (p. ej., cinco o más) síntomas del área, o un
número menor de síntomas que tienen un nivel de impacto grave
y persistente (p. ej., son intensos y frecuentes o constantes). El
funcionamiento cotidiano se encuentra deteriorado de forma
persistente debido a los síntomas. Hay consecuencias sociales o
personales negativas graves. En comparación con personas con
síntomas similares, la gravedad de los síntomas de esta área se
encuentra en el tercio de mayor gravedad.
9 No es posible calificar
con base en la
información
disponible
Síntomas psicomotores
Este calificador puede ser utilizado junto con un diagnóstico del grupo de la esquizofrenia y
otros trastornos psicóticos primarios para indicar el grado en que los síntomas psicomotores
son una parte importante de la presentación clínica actual. Los síntomas psicomotores
Síntomas cognitivos
Esta área de calificación puede ser utilizada junto con un diagnóstico del grupo de la
esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios para indicar el grado en que el deterioro
cognitivo es una parte importante de la presentación clínica actual. Las alteraciones pueden
presentarse en cualquiera de los siguientes dominios cognitivos: velocidad de procesamiento,
atención /concentración, orientación, juicio, abstracción, aprendizaje verbal o visual, o
memoria de trabajo. El deterioro cognitivo no debe ser atribuible a un trastorno del
neurodesarrollo, o a delirium o a otro trastorno neurocognitivo, o a los efectos directos de
sustancias o medicamentos sobre el sistema nervioso central incluyendo los efectos de un
síndrome de abstinencia. De forma ideal, el uso de esta descripción debe basarse en los
resultados de evaluaciones neuropsicológicas validadas y estandarizadas localmente, sin
embargo, estas evaluaciones no están disponibles en todos los contextos clínicos, y no se
requieren para calificar esta área.
0 Síntoma ausente
1 Presente, pero leve La persona tiene dificultades menores en la cognición (p. ej.,
dificultad para recordar durante la entrevista, cambios en la
concentración, muestra cierta desorientación en el tiempo pero
Los trastornos del estado de ánimo se refieren a una agrupación superior de trastornos
depresivos y trastornos bipolares. Los trastornos del estado de ánimo se definen de acuerdo a
determinados tipos de episodios de alteración del estado de ánimo y su patrón en a lo largo del
tiempo. Los principales tipos de episodios de alteración del estado de ánimo son:
• Episodio depresivo
• Episodio maníaco
• Episodio mixto
• Episodio hipomaníaco
Las siguientes secciones describen en primer lugar, las características de los episodios de
alteración del estado de ánimo, seguidas por las guías diagnósticas de los Trastornos del estado
de ánimo, incluyendo los trastornos depresivos y trastornos bipolares relacionados.
Episodio Depresivo
producen la mayor parte del día, casi todos los días, durante un período de al menos dos
semanas. Al menos uno de los síntomas del grupo afectivo debe estar presente. La
evaluación de la presencia o ausencia de síntomas debe hacerse en relación con el
funcionamiento típico del individuo.
Grupo Afectivo:
o Estado de ánimo depresivo referido por el individuo (p.ej., sentirse decaído, triste) o
manifestado como signo (p.ej., lloroso, apariencia de abatimiento). En niños y
adolescentes el estado de ánimo depresivo puede manifestarse como irritabilidad.
o Marcada disminución del interés o placer por actividades, especialmente aquellas que
normalmente eran agradables para el individuo. Estas últimas pueden incluir una
reducción en el deseo sexual.
Grupo Cognitivo-Conductual:
o Reducción en la capacidad para concentrarse o para mantener la atención en
actividades o una marcada indecisión.
o Creencias de baja autoestima o culpa excesiva o inapropiada que pueden ser
claramente delirantes. Este elemento no debe considerarse presente si la culpa o el
autorreproche es exclusivamente acerca de estar deprimido.
o Desesperanza acerca del futuro.
o Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo el miedo a morir), ideación suicida
recurrente (con o sin un plan específico) o evidencia de intento suicida.
Grupo Neurovegetativo:
o Alteración significativa del sueño (retraso en el inicio del dormir, aumento en la
frecuencia de despertares durante la noche o despertar temprano) o sueño excesivo.
o Cambios significativos en el apetito (disminución o aumento) o cambios
significativos en el peso (ganancia o pérdida).
o Signos de agitación o retardo psicomotor (observable por otros, no sólo las
sensaciones subjetivas de inquietud o lentitud).
o Reducción de la energía, fatiga, o marcado cansancio tras el desgaste producido por
un mínimo esfuerzo.
• La alteración del estado de ánimo es de una gravedad suficiente como para causar un
marcado deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral, u otras áreas
importantes del funcionamiento.
• Los síntomas no son una manifestación de otro trastorno o enfermedad (p.ej., un tumor
cerebral).
• Los síntomas no se deben al efecto de alguna sustancia o medicamento sobre el sistema
nervioso (p.ej., benzodiacepinas), incluyendo los efectos de un síndrome de abstinencia
(p.ej., abstinencia de estimulante).
• Los síntomas no se explican mejor por el duelo.
• Límite con la normalidad: Cierto grado de estado de ánimo depresivo es una reacción
normal a eventos adversos serios y problemas de la vida (p.ej., divorcio, pérdida de trabajo),
y es frecuente en la comunidad. Un episodio depresivo se distingue de esta experiencia
común por la gravedad, rango y duración de los síntomas. Si las características esenciales
Características adicionales:
La gravedad de los episodios depresivos actuales debe ser clasificada en función del número y
la gravedad de los síntomas, así como el impacto que tiene la alteración del estado de ánimo
sen el funcionamiento del individuo.
Los delirios durante los episodios depresivos graves suelen ser persecutorios o de auto-
referencia (p. ej., ser perseguido por las autoridades debido a crímenes imaginarios). También
se presentan los delirios de culpa (p.ej., culparse falsamente por malas acciones), de pobreza
(p.ej., de estar en quiebra) y de desastres inminentes (percibidos como haber sido provocados
por el paciente), así como los somáticos (p.ej., de haber contraído alguna enfermedad grave) o
delirios nihilistas (p.ej., creer que los órganos del cuerpo no existen). Los delirios relacionados
con experiencias de influencia, pasividad y control (p. ej., la experiencia de que los
pensamientos o acciones no son generados por la persona, están siendo colocados en la mente
de uno o retirados de la mente de los demás, o que los pensamientos están siendo difundidos a
los demás) también pueden presentarse, pero son menos comunes que en la esquizofrenia y el
trastorno esquizoafectivo. Las alucinaciones auditivas (p. ej., voces peyorativas o acusatorias
que reprenden al paciente por debilidades o pecados imaginarios) son más comunes que las
visuales (p.ej., visiones de muerte o destrucción), o las alucinaciones olfatorias (p.ej., el olor a
carne podrida).
Los síntomas psicóticos a menudo son sutiles y el límite entre los síntomas psicóticos y las
rumiaciones depresivas persistentes o preocupaciones sostenidas no siempre son claros. Los
síntomas psicóticos pueden variar en intensidad en el transcurso de un episodio depresivo o
incluso en el transcurso del día. Los síntomas psicóticos pueden ser ocultados por los individuos
que experimentan un episodio depresivo.
Episodio maníaco
Características esenciales (requeridas):
o Discurso rápido o sensación de presión interna por hablar más (p.ej., el individuo
habla tan rápido que es difícil de interrumpir o reporta una presión interna por
hablar más de lo usual).
o Fuga de ideas o experiencia de pensamientos rápidos o acelerados (p.ej., el discurso
salta rápidamente y, en algunos casos, sin lógica, de una idea a la siguiente; la
persona reporta que sus pensamientos son rápidos o incluso acelerados y tiene
dificultades para permanecer en el tema).
o Autoestima aumentada o grandiosidad (p.ej., el individuo cree que puede lograr
tareas más allá de sus capacidades o que está a punto de hacerse famoso). En las
presentaciones psicóticas de la manía, esto puede manifestarse como delirios de
grandeza.
o Disminución en la necesidad de dormir (p.ej., la persona reporta sentirse descansada
con tan solo dos o tres horas de sueño). Esto difiere del insomnio, en donde el
individuo quiere dormir pero no puede.
o Distraibilidad (p.ej., la persona no puede mantenerse en una tarea, debido a que su
atención gira hacia estímulos ambientales menores o irrelevantes o, de tal manera,
que durante una conversación está claramente distraída por los ruidos o situaciones
externas).
o Comportamiento impulsivo o temerario (p.ej., el individuo busca llevar a cabo
actividades placenteras sin tener en cuenta las potenciales consecuencias negativas
o toma decisiones importantes en ausencia de una planificación adecuada).
o Incremento en el deseo sexual, sociabilidad o actividad dirigida a una meta.
• Límites con la normalidad: Los períodos con afecto eufórico o irritable que son
enteramente apropiados para el contexto (p.ej., euforia tras ganar la lotería) no cumplen los
requisitos para un episodio maníaco.
Características adicionales:
• Los episodios maníacos pueden o no incluir síntomas psicóticos. Una amplia variedad de
síntomas psicóticos pueden ocurrir en la manía, entre los más comunes están los delirios
de grandeza (p.ej., ser elegido por Dios, tener poderes o habilidades especiales), de
persecución y de auto-referencia (p.ej., se conspira contra la persona porque tiene una
identidad o habilidades especiales). También pueden presentarse experiencias de
pasividad, influencia o control (p.ej., la experiencia de que los pensamientos no son
generados por la persona, sino que son insertados o retirados de la mente por otros, o que
los pensamientos están siendo difundidos a otros). Las alucinaciones son menos frecuentes
y comúnmente se acompañan por delirios de persecución o referencia. Por lo general son
auditivas (p.ej. voces que adulan), o con menor frecuencia visuales (p.ej., visión de
deidades), somáticas, o táctiles.
• Algunos pacientes pueden presentar síntomas o deterioro en su funcionamiento lo
suficientemente graves como para requerir intervención inmediata (p.ej., tratamiento con
medicamentos estabilizadores del estado de ánimo). Como resultado, sus síntomas pueden
no cumplir con los requerimientos diagnósticos de una duración de al menos una semana,
ya que se acortan por el tratamiento. En tales casos, aún debe considerarse como un
episodio maníaco.
• Un síndrome maníaco que surge durante un tratamiento antidepresivo (p.ej., medicación,
terapia electroconvulsiva, luminoterapia, simulación magnética transcraneal) y que
perdura más allá de los efectos fisiológicos conocidos del tratamiento, se codifica como
episodio maníaco.
Episodio Mixto
Características adicionales:
• Cuando los síntomas depresivos predominan en un episodio mixto, los síntomas comunes
de manía (de la otra polaridad) son irritabilidad, pensamientos acelerados y amontonados,
aumento del habla y agitación psicomotora.
• Cuando los síntomas maníacos predominan en el episodio mixto, los síntomas depresivos
comunes (de la otra polaridad) son estado de ánimo disfórico, expresión de creencias de
inutilidad, desesperanza e ideación suicida.
• En un episodio mixto inestable en el que los síntomas depresivos y maniacos alternan
rápidamente, estas fluctuaciones pueden observarse en el estado de ánimo (p. ej., entre la
euforia y la tristeza o disforia), la reactividad emocional (p. ej., entre el afecto aplanado y
la intensa o exagerada reactividad a estímulos emocionales), impulso (p.ej., períodos
alternados de aumento y disminución de la actividad psicomotora, expresión verbal, deseo
sexual, o el apetito), y el funcionamiento cognitivo (p.ej., los períodos de activación y la
inhibición o ralentización de pensamientos, atención y memoria).
• Los delirios y alucinaciones características tanto de los episodios depresivos como de los
maníacos (ver arriba) pueden ocurrir en episodios mixtos.
• Un síndrome mixto que surge durante un tratamiento antidepresivo (p.ej., medicación,
terapia electroconvulsiva, luminoterapia, simulación magnética transcraneal) y que
perdura más allá de los efectos fisiológicos conocidos del tratamiento, se codifica como
episodio mixto.
Episodio Hipomaníaco:
Características esenciales (requeridas):
o Discurso rápido o sensación de presión interna por hablar más (p.ej., el individuo
habla tan rápido que es difícil de interrumpir o reporta una presión interna por
hablar más de lo usual).
o Fuga de ideas o experiencia de pensamientos rápidos o acelerados (p.ej., el discurso
salta rápidamente y, en algunos casos, sin lógica, de una idea a la siguiente; la
persona reporta que sus pensamientos son rápidos o incluso acelerados y tiene
• Límite con la normalidad: Los episodios hipomaníacos suelen ser difíciles de distinguir
entre los períodos normales de elevación del estado de ánimo, por ejemplo, relacionado
con los acontecimientos vitales positivos, sobre todo teniendo en cuenta que los episodios
hipomaniacos no están asociados con un deterioro funcional significativo. Para poder
considerar un episodio hipomaníaco los síntomas deben implicar un cambio significativo
respecto al estado de ánimo y comportamiento usual del individuo.
• Límite con la normalidad: La aparición de uno o más episodios hipomaníacos en
ausencia de antecedentes de otros tipos de episodios de alteración del estado de ánimo (es
decir, maníaco, depresivo o episodios mixtos) no es una base suficiente para el
diagnóstico de un trastorno del estado de ánimo.
• Límite con episodio maníaco: Los síntomas de los episodios hipomaníacos pueden ser
cualitativamente similares a los episodios maníacos. En un episodio maníaco, los
síntomas son lo suficientemente graves para causar un marcado deterioro en las áreas
personal, familiar, social, educativa, laboral, u otras áreas importantes del
funcionamiento. Si los síntomas son los suficientemente graves para requerir un
tratamiento intensivo (p. ej., hospitalización) para prevenir la posibilidad de causarse
daño a sí mismo o a otros, o si se presentan síntomas psicóticos, el episodio debe
considerarse maníaco en lugar de hipomaníaco.
Características adicionales:
TRASTORNOS DEPRESIVOS
Los trastornos depresivos se caracterizan por el estado de ánimo depresivo (p.ej., triste,
irritable, vacío) o pérdida de placer acompañada por otros síntomas cognitivos, del
comportamiento o neurovegetativos que afectan significativamente la capacidad del individuo
para funcionar. Un trastorno depresivo no debe diagnosticarse en aquellos individuos que han
experimentado alguna vez un episodio maniaco, mixto o hipomaníaco, lo cual, indicaría la
presencia de un trastorno bipolar.
El episodio depresivo en el trastorno depresivo episodio único debe clasificarse de acuerdo con
la gravedad del episodio o con el grado de remisión. Los episodios moderados y graves también
deben clasificarse de acuerdo con la presencia o ausencia de síntomas psicóticos. (Véanse las
descripciones de gravedad del episodio y síntomas psicóticos en el apartado de episodio
depresivo descrito arriba). Las categorías disponibles son las siguientes:
psicóticos
7A71.3 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual moderado, con síntomas
psicóticos
7A71.4 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual grave, sin síntomas psicóticos
7A71.5 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual grave, con síntomas psicóticos
7A71.6 Trastorno depresivo recurrente, actualmente en remisión parcial
7A71.7 Trastorno depresivo recurrente, actualmente en remisión total
7A71.4 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual, grave, sin síntomas psicóticos
• Actualmente se cumplen todos los requisitos de la definición de un episodio depresivo
grave (véase más arriba).
• No hay delirios o alucinaciones durante el episodio depresivo actual.
Los calificadores adicionales pueden ser aplicados para describir un episodio depresivo actual
en el contexto del trastorno depresivo episodio único o en el trastorno depresivo recurrente.
Estos calificadores indican otras características importantes de la presentación clínica o del
curso, inicio y patrón de los episodios depresivos. Estos calificadores no son mutuamente
excluyentes y se pueden añadir todos los que sean aplicables. (Cabe señalar que estos mismos
calificadores pueden también ser aplicados para los episodios depresivos actuales en el contexto
del trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II.
Límite con otros trastornos y la normalidad para el trastorno depresivo episodio único y el
trastorno depresivo recurrente:
Si los síntomas de ansiedad cumplen con los requisitos de diagnóstico para un trastorno
de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo, también debe asignarse el
diagnóstico perteneciente al grupo de trastornos de ansiedad y trastornos relacionados
con el miedo. Si los ataques de pánico ocurren enteramente en el contexto de la ansiedad
asociada con episodios depresivos en el trastorno depresivo episodio único o el trastorno
depresivo recurrente, deben ser designados adecuadamente utilizando el calificador de
"con síntomas de ansiedad prominentes". Sin embargo, si los ataques de pánico ocurren
también fuera de los episodios depresivos, debe considerarse un diagnóstico por
separado de trastorno de pánico.
• Límite con trastorno de ansiedad generalizada: el trastorno de ansiedad generalizada
y el trastorno depresivo episodio único o trastorno depresivo recurrente pueden
compartir diversas características, tales como los síntomas somáticos de ansiedad,
dificultad para concentrarse, interrupción del sueño y sentimientos de temor asociados
con pensamientos pesimistas. El trastorno depresivo episodio único o trastorno
depresivo recurrente se distinguen por la presencia de bajo estado de ánimo o pérdida
de placer en actividades que previamente disfrutaba y otros síntomas característicos de
un episodio depresivo (p. ej. cambios en el apetito, sentimientos de inutilidad,
pensamientos recurrentes de muerte). En el trastorno de ansiedad generalizada, los
individuos se centran en las consecuencias potencialmente negativas que pueden ocurrir
en una variedad de aspectos cotidianos (p. ej. familia, finanzas, trabajo), más que en
pensamientos de inutilidad o desesperanza. Las rumiaciones suelen ocurrir en el
contexto del trastorno depresivo episodio único o el trastorno depresivo recurrente, pero
a diferencia del trastorno de ansiedad generalizada, no están acompañados por
preocupación persistente y aprensión acerca de varios aspectos cotidianos. El trastorno
de ansiedad generalizada puede ocurrir a la par con un trastorno depresivo episodio
único o trastorno depresivo recurrente, pero deben ser diagnosticados únicamente si los
requisitos de la definición para el trastorno de ansiedad generalizada se cumplen
previamente al inicio de o después de la remisión completa de un episodio depresivo.
• Límite con el insomnio: Los individuos que experimentan insomnio pueden también
reportar estado de ánimo depresivo y quizá desarrollar otros síntomas depresivos. Sin
embargo, la amplitud y la gravedad de los síntomas generalmente no son suficientes
para cumplir con los requisitos diagnósticos del trastorno depresivo episodio único o
trastorno depresivo recurrente.
• Límite con trastorno de adaptación: El trastorno de adaptación se caracteriza por una
reacción desadaptada de un factor de estrés psicosocial identificable y puede incluir
síntomas depresivos (p. ej., rumiaciones) pero no incluye los suficientes síntomas ni la
gravedad para cumplir los requisitos de un episodio depresivo. Si la reacción
desadaptada cumple con los requisitos de la definición del trastorno depresivo episodio
único o trastorno depresivo recurrente, incluso bajo la presencia de un factor de estrés
psicosocial identificable, se debe diagnosticar el trastorno depresivo episodio único o
trastorno depresivo recurrente en lugar de trastorno de adaptación.
• Límite con el trastorno negativista desafiante:Es común, particularmente en niños y
adolescentes, manifestaciones de desobediencia y síntomas de irritabilidad/ira que
surgen como parte de un trastorno del estado de ánimo. En concreto, la desobediencia
puede ser el resultado de una serie de síntomas depresivos (p.ej., disminución del interés
o placer en actividades, dificultad de concentración, desesperanza, retardo psicomotor,
disminución de energía). El trastorno negativista desafiante es a menudo comórbido con
los trastornos del estado de ánimo, y la irritabilidad/ira puede ser un síntoma común en
estos trastornos. Cuando los problemas de conducta tienen lugar principalmente en el
Características adicionales:
• Estado de ánimo deprimido persistente (es decir, con una duración de 2 años o más),
durante la mayor parte del día, la mayoría de los días, reportado por el individuo (es
decir, sentirse deprimido o triste) u observado (es decir, lloroso o con aspecto abatido).
• El estado de ánimo deprimido se acompaña de síntomas característicos adicionales
como:
o Una notable disminución del interés o placer en las actividades
o Energía reducida o fatiga
o Reducción de la capacidad para concentrarse o indecisión
o Sentimientos de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada
o Desesperanza acerca del futuro
o Pensamientos recurrentes de muerte
o Alteración del sueño o sueño excesivo
o Disminución o aumento del apetito
o Agitación o retardo psicomotor(a)
• Durante los primeros 2 años del trastorno, el número y la duración de los síntomas no
son suficientes para cumplir con los requisitos de la definición de un episodio depresivo.
• Aunque los intervalos breves libres de síntomas durante el período del estado de ánimo
persistentemente deprimido son consistentes con el diagnóstico, nunca ha habido ningún
periodo libre de síntomas prolongado (por ejemplo, que dura varios meses) desde el
inicio del trastorno.
• Los síntomas depresivos provocan una considerable angustia subjetiva o deterioro
significativo en las áreas de la vida personal, familiar, social, educativa, laboral o otras
áreas importantes del funcionamiento.
• No hay antecedentes de episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos, lo cual, indicarían
la presencia de un trastorno bipolar o trastorno relacionado.
• Límite con trastorno bipolar y trastornos relacionados: Los individuos con un patrón
de síntomas depresivos que se asemejan al trastorno distímico, que tienen antecedentes
de episodios maníacos o mixtos pueden diagnosticarse como trastorno bipolar tipo I. Un
patrón de inestabilidad del estado de ánimo crónica que se caracteriza por períodos de
sintomatología depresiva que no es suficientemente grave o prolongada para cumplir
con los requisitos de la definición de un episodio depresivo, así como períodos de
sintomatología hipomaníaca, pueden ser diagnosticados como trastorno ciclotímico.
• Límite con la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos primarios: Los síntomas no
se explican mejor por la esquizofrenia, el trastorno esquizoafectivo u otro trastorno
psicótico primario. Los síntomas depresivos son comunes en los trastornos psicóticos y
únicamente deben diagnosticarse como trastorno distímico si persisten por varios años
después de un episodio psicótico activo.
• Límite con el trastorno de ansiedad generalizada: El trastorno de ansiedad
generalizada y el trastorno distímico pueden compartir diversas características, tales
como síntomas somáticos de ansiedad, dificultad de concentración, alteración del sueño
y sentimientos de miedo asociados con pensamientos pesimistas. El trastorno distímico
se distingue por la presencia de bajo estado de ánimo o pérdida de placer en actividades
que previamente disfrutaba y otros síntomas característicos de un trastorno distímico (p.
ej., cambios en el apetito, sentimientos de inutilidad, pensamientos recurrentes de
muerte). En el trastorno de ansiedad generalizada, los individuos se centran en
consecuencias potencialmente negativas que pueden ocurrir en una variedad de aspectos
cotidianos (p. ej., familia, finanzas, trabajo), más que en pensamientos de inutilidad o
desesperanza. Las rumiaciones suelen ocurrir en el contexto de un trastorno distímico,
pero a diferencia del trastorno de ansiedad generalizada, no están acompañados por
preocupación persistente y aprensión acerca de varios aspectos cotidianos. El trastorno
de ansiedad generalizada puede ocurrir a la par con el trastorno distímico, pero deben
ser diagnosticados únicamente si los requisitos de la definición para el trastorno de
ansiedad generalizada se cumplen previamente al inicio del trastorno distímico.
• Límite con el síndrome del estado de ánimo secundario: Un síndrome depresivo
crónico que es una manifestación de otra condición de salud puede ser diagnosticado
como síndrome del estado de ánimo secundario en lugar de trastorno distímico.
• Límite con trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias: Un síndrome
depresivo crónico debido a los efectos de una sustancia o medicamento en el sistema
nervioso central (p.ej., benzodiacepinas), incluyendo los efectos de un síndrome de
abstinencia (p.ej., abstinencia de estimulantes) puede ser diagnosticado como trastorno
del estado de ánimo inducido por sustancias en lugar de trastorno distímico.
Características adicionales:
• En los niños, puede ser apropiado asignar el diagnóstico de trastorno distímico después
de un período inicial de síntomas relativamente más breve (por ejemplo, 1 año).
Características adicionales:
Características esenciales:
Calificadores del tipo de episodio del estado de ánimo actual, síntomas psicóticos, gravedad
del episodio depresivo actual y remisión:
El tipo de episodio del estado de ánimo actual, así como la gravedad y la presencia o ausencia
de síntomas psicóticos en los episodios depresivos actuales y el grado de remisión, deben
clasificarse en el trastorno bipolar tipo I. (Véanse las descripciones de episodio depresivo y
síntomas psicóticos descritos arriba). Las categorías disponibles son las siguientes:
7A60.1 Trastorno bipolar tipo I, episodio maniaco actual, sin síntomas psicóticos
7A60.2 Trastorno bipolar tipo I, episodio maniaco actual, con síntomas psicóticos
7A60.3 Trastorno bipolar tipo I, episodio hipomaniaco actual
7A60.4 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, leve
7A60.5 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, moderado, sin síntomas
psicóticos
7A60.6 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, moderado, con síntomas
psicóticos
7A60.7 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, grave, sin síntomas
psicóticos
7A60.8 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, grave, con síntomas
psicóticos
7A60.9 Trastorno bipolar tipo I, episodio mixto actual, sin síntomas psicóticos
7A60.A Trastorno bipolar tipo I, episodio mixto actual, con síntomas psicóticos
7A60.B Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión parcial, episodio más reciente
maníaco o hipomaníaco
7A60.C Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión parcial, episodio más reciente
depresivo
7A60.D Trastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión parcial, episodio más reciente
mixto
7A60.ETrastorno bipolar tipo I, actualmente en remisión total
7A60.1 Trastorno bipolar tipo I, episodio maniaco actual, sin síntomas psicóticos
7A60.2 Trastorno bipolar tipo I, episodio maniaco actual, con síntomas psicóticos
7A60.5 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, moderado, sin síntomas
psicóticos
7A60.6 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, moderado, con síntomas
psicóticos
7A60.7 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, grave, sin síntomas
psicóticos
7A60.8 Trastorno bipolar tipo I, episodio depresivo actual, grave, con síntomas
psicóticos
7A60.9 Trastorno bipolar tipo I, episodio mixto actual, sin síntomas psicóticos
7A60.A Trastorno bipolar tipo I, episodio mixto actual, con síntomas psicóticos
Características esenciales:
Calificadores del tipo de episodio del estado de ánimo actual, gravedad y síntomas psicóticos
en el episodio depresivo actual y remisión:
El tipo de episodio del estado de ánimo actual, así como la gravedad y la presencia o ausencia
de síntomas psicóticos en el episodio depresivo actual y el grado de remisión, deben clasificarse
en el trastorno bipolar tipo II. (Véanse las descripciones de episodio depresivo y síntomas
psicóticos descritos arriba). Las categorías disponibles son las siguientes:
7A61.3 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, moderado sin síntomas
psicóticos
7A61.4 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, moderado con síntomas
psicóticos
7A61.5 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, grave sin síntomas
psicóticos
7A61.6 Trastorno bipolar Tipo II, episodio depresivo actual, grave con síntomas
psicóticos
7A61.7 Trastorno bipolar Tipo II, actualmente en remisión parcial, episodio más
reciente hipomaníaco
7A61.8 Trastorno bipolar Tipo II, actualmente en remisión parcial, episodio más
reciente depresivo
Calificadores adicionales para los episodios de alteración del estado de ánimo en los
trastornos bipolares I y trastornos bipolares II:
Los calificadores adicionales pueden ser aplicados para describir un episodio del estado de
ánimo actual en el contexto del trastorno bipolar tipo I (episodios depresivos, maníacos, mixtos
o hipomaníacos) y el trastorno bipolar II (episodios depresivos o hipomaníacos). Estos
calificadores indican otras características importantes de la presentación clínica o del curso,
inicio y patrón de los episodios de alteración del estado de ánimo. Estos calificadores no son
mutuamente excluyentes y se pueden añadir todos los que sean aplicables. (Cabe señalar que
estos mismos calificadores, con excepción del calificador de ciclos rápidos, pueden también ser
aplicados para los episodios depresivos actuales en el contexto del trastorno depresivo. El
calificador de ciclos rápidos es específico del trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo
II).
• Este calificador puede ser aplicado si el trastorno bipolar tipo I o el trastorno bipolar
tipo II se caracteriza por una alta frecuencia de episodios de alteración del estado
de ánimo (al menos cuatro) en el transcurso de los últimos 12 meses. Puede haber
un cambio desde una polaridad del estado de ánimo a la otra, o los episodios de
alteración del estado de ánimo pueden estar delimitados por un período de remisión.
• En individuos con una alta frecuencia de episodios de alteración del estado de
ánimo, algunos pueden ser más cortos que los usualmente observados en el
trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II. En particular, los períodos
depresivos pueden durar sólo unos días. Sin embargo, si los síntomas de depresión
o manía se alternan muy rápidamente (es decir, de un día a otro o dentro del mismo
día), un episodio mixto puede diagnosticarse en lugar de ciclos rápidos.
• Los ciclos rápidos pueden producir en cualquier momento durante el curso del
trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II y pueden representar un patrón
transitorio.
• En las pacientes mujeres, se debe establecer que no hay relación entre los cambios
rápidos del patrón y el ciclo menstrual, en cuyo caso, un diagnóstico de trastorno
disfórico premenstrual sería más apropiado.
Límites con otros trastornos y la normalidad para trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar
tipo II:
Los individuos con trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II pueden presentar
síntomas psicóticos durante los episodios depresivos y los individuos con trastorno
bipolar I pueden presentar síntomas psicóticos durante los episodio maníacos o mixtos,
pero estos síntomas suceden únicamente durante los episodios de alteración del estado
de ánimo. Por el contrario, los individuos con un diagnóstico de esquizofrenia u otro
trastorno psicótico primario pueden experimentar síntomas depresivos o maníacos
significativos durante los episodios psicóticos. En estos casos, si los síntomas no
cumplen con los requisitos diagnósticos del episodio depresivo, maníaco o mixto, el
calificador de “con síntomas depresivos prominentes” y/o “con síntomas maníacos
prominentes” pueden aplicarse para el diagnóstico del trastorno psicótico. Si se cumplen
todos los requisitos diagnósticos simultáneamente o con pocos días entre cada uno, tanto
para el episodio depresivo, maníaco o mixto, como para la esquizofrenia, el diagnóstico
de trastorno esquizoafectivo debe ser asignado en lugar del de trastorno bipolar tipo I o
trastorno bipolar tipo II. Un episodio hipomaníaco superpuesto a una esquizofrenia no
califica para el diagnóstico de trastorno esquizoafectivo. Sin embargo, un diagnóstico
de trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II puede presentarse a la par con un
diagnóstico de esquizofrenia u otro trastorno psicótico primario, y ambos diagnósticos
pueden ser asignados si se cumplen todos los requisitos diagnósticos para ambos
trastornos y los síntomas psicóticos se presentan fuera de los episodios de alteración del
estado de ánimo.
• Límite con trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo: Los
síntomas de ansiedad, incluyendo los ataques de pánico, son comunes en el trastorno
bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II, y en algunos individuos pueden ser un aspecto
importante de la presentación clínica. En esos casos, el calificador “con síntomas de
ansiedad prominentes” debe ser aplicado para el diagnóstico. Si los síntomas de
ansiedad cumplen con los requisitos de la definición de un trastorno de ansiedad y
trastornos relacionados con el miedo, el diagnóstico adecuado del grupo de trastornos
de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo también debe asignarse. Si los
ataques de pánico suceden completamente en el contexto de una ansiedad asociada con
episodio depresivo, hipomaníaco, maníaco o mixto en el trastorno bipolar tipo I y
trastorno bipolar tipo II, deben ser asignados adecuadamente utilizando el calificador
“con síntomas de ansiedad prominentes”. Sin embargo, si el ataque de pánico también
se producen fuera de los episodios sintomáticos del estado de ánimo, se debe considerar
por separado un diagnóstico de trastorno de pánico.
• Límite con los trastornos de personalidad: Los individuos con un trastorno de
personalidad pueden presentar impulsividad o inestabilidad del estado de ánimo, pero
un trastorno de personalidad no incluye episodios depresivos, hipomaníacos, maníaco o
mixtos. Sin embargo, es relativamente común que el trastorno de personalidad y el
trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II aparezcan simultáneamente. Los
síntomas de personalidad deben ser evaluados fuera del contexto del episodio del estado
de ánimo para evitar mezclar los síntomas de un episodio del estado de ánimo con rasgos
de personalidad, pero ambos diagnósticos pueden ser asignados si los requisitos de la
definición para ambos diagnósticos se cumple en su totalidad.
• Límite con trastornos del estado de ánimo inducidos por sustancias: Un síndrome
depresivo, hipomaníaco, maníaco o mixto debido a los efectos de una sustancia o
medicamento diferente a la medicación antidepresiva en el sistema nervioso central (p.
ej., cocaína, anfetaminas), incluyendo el síndrome de abstinencia, debe ser
diagnosticado como trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias en lugar de
trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II. La presencia de una alteración del
estado de ánimo debe asignarse una vez que los efectos fisiológicos de la sustancia
hayan disminuido.
• Límite con trastorno negativista desafiante: Es común que surja como parte de un
trastorno del estado de ánimo, particularmente en niños, debido a los patrones de
desobediencia y los síntomas de irritabilidad/ira. En particular, la desobediencia puede
provocar numerosos síntomas de depresión (p. ej., disminución del interés o placer en
actividades, dificultades para concentrarse, desesperanza, retardo psicomotor,
disminución de la energía). Durante los episodios hipomaníacos o maníacos, los
individuos son menos propensos a seguir la normas y cumplir con directrices. El
trastorno negativista desafiante suele ser comórbido con trastornos del estado de ánimo,
y la irritabilidad/ira pueden ser síntomas comunes en estos trastornos. Cuando se
producen principalmente problemas del comportamiento en el contexto de episodios
hipomaníacos, maníacos, depresivos o mixtos, debe asignarse por separado un
diagnóstico de trastorno negativista desafiante. Sin embargo, ambos diagnósticos
pueden asignarse si todos los requisitos para la definición de ambos trastornos se
cumplen o los problemas de comportamiento asociados con el trastorno negativista
desafiante se observan fuera de la aparición del episodio del estado de ánimo.
• Límite con otro trastorno: La irritabilidad es un síntoma que también puede observarse
en otros trastornos (p.ej., trastorno depresivo, trastorno de ansiedad generalizada). Con
el fin de atribuir estos síntomas a un episodio de manía, hipomanía o mixto, el clínico
debe establecer el patrón episódico de los síntomas y la aparición simultánea con otros
síntomas.
• Límite con TDAH: Aunque un episodio maníaco, hipomaníaco o mixto puede incluir
síntomas característicos del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
(TDAH), tales como distracción, hiperactividad e impulsividad, el trastorno bipolar tipo
I y el trastorno bipolar tipo II se distinguen del TDAH por su naturaleza episódica y
porque van acompañados de estado de ánimo elevado eufórico o irritable. El TDAH y
el trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II pueden presentarse simultáneamente
y, cuando esto ocurre, los síntomas de TDAH tienden a empeorar durante los episodios
hipomaníaco, maníaco o mixtos.
• Límite con síndrome secundario del estado de ánimo: Un síndrome depresivo,
hipomaníaco, maníaco o mixto que es una manifestación de otra condición de salud,
debe diagnosticarse como un síndrome secundario del estado de ánimo en lugar de un
trastorno bipolar tipo I o trastorno bipolar tipo II.
Características adicionales:
• Los ataques de pánico recurrentes en el trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo
II suelen ser indicativos de mayor gravedad, peor respuesta al tratamiento y mayor
riesgo de suicidio.
• La historia familiar es un factor importante a considerar porque la heredabilidad de los
trastornos bipolares, según lo sugerido por estudios en gemelos, es la más alta de todos
los trastornos psiquiátricos.
• Cuando los individuos con trastorno bipolar tipo II buscan atención en servicios
clínicos, lo hacen invariablemente durante los episodios depresivos, ya que los
individuos que presentan un episodio hipomaníaco suelen tener una experiencia
subjetiva de mejor funcionamiento (p. ej., mayor productividad y creatividad en el
trabajo), y, por lo mismo, raramente buscan atención clínica durante estos episodios.
Por lo tanto, los episodios hipomaníacos generalmente deben ser evaluados
retrospectivamente en los individuos que presentan depresión.
• Los individuos que se diagnostican inicialmente con trastorno bipolar tipo II tienen alto
riesgo de presentar un episodio maníaco o mixto a lo largo de su vida. Si esto ocurre, el
diagnóstico debe ser cambiado por trastorno bipolar tipo I.
• Los pacientes diagnosticados con trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II
tienen alto riesgo de desarrollar una serie de condiciones de salud que afectan el sistema
cardiovascular (p.ej., hipertensión) y el metabolismo (p. ej., hiperglucemia), algunos de
los cuales, se deben a los efectos del uso crónico de medicamentos para trastornos
bipolares.
• Los individuos con trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II presentan altos
índices de presentarse junto con otros trastornos mentales y del comportamiento, más
comúnmente con los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo, así
como con trastornos debido al uso de sustancias.
Características esenciales:
• Límite con trastornos del estado de ánimo inducidos por sustancias: Una inestabilidad
emocional crónica debida a los efectos de una sustancia o medicamento en el sistema
nervioso central (p. ej., benzodiacepinas), incluyendo el síndrome de abstinencia (p.ej.,
abstinencia de estimulantes), debe ser diagnosticado como trastorno del estado de ánimo
inducido por sustancias en lugar de trastorno ciclotímico.
Características adicionales:
• Los individuos inicialmente diagnosticados con trastorno ciclotímico tienen alto riesgo a
desarrollar trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II a lo largo de su vida.
La siguiente categoría puede utilizarse para otros trastornos del estado de ánimo que no
correspondan a las descripciones para cualquiera de las categorías descritas anteriormente:
Característicasesenciales:
Características adicionales:
• Algunas personas con trastorno de ansiedad generalizada pueden comunicar únicamente una
ansiedad somática crónica y un sentimiento inespecífico de temor sin ser capaces de articular
el contenido específico de su preocupación.
• Los cambios en el comportamiento como la evitación, las necesidades frecuentes de
• Límite con los trastornos depresivos y el trastorno mixto de depresión y de ansiedad: Los
ataques de pánico pueden ocurrir en los trastornos depresivos, particularmente en aquellos
con síntomas de ansiedad prominentes así como en el trastorno mixto de depresión y de
ansiedad, y pueden desencadenarse por las rumiaciones depresivas. Si los ataques de pánico
inesperados tienen lugar en el contexto de estos trastornos y la principal preocupación es
acerca de la peligrosidad percibida de los síntomas semejantes al pánico, un diagnóstico
adicional de trastorno de pánico puede ser apropiado.
Características adicionales:
• Los ataques de pánico individuales generalmente sólo duran unos minutos, aunque algunos
puede durar más tiempo. La frecuencia y gravedad de los ataques de pánico varían
ampliamente (p.ej., de varias veces al día a unas pocas al mes) en la propia persona y entre
personas.
• Los ataques con síntomas limitados (es decir, ataques que son similares a los ataques de
pánico, excepto que se acompañan de sólo unos pocos síntomas propios de los ataques de
pánico sin el pico de intensidad de síntomas característico) son comunes en personas con
trastorno de pánico, particularmente con estrategias comportamentales (p.ej., evitación) que
se usan para reducir los síntomas de ansiedad. Sin embargo, con el fin de calificar un
diagnóstico de trastorno de pánico, tiene que haber una historia de ataques de pánico
recurrentes que cumplan con los requisitos completos de la definición.
• Algunas personas con trastorno de pánico experimentan ataques nocturnos, es decir, se
despiertan del sueño en un estado de pánico.
• Aunque el patrón de síntomas (p.ej., principalmente respiratorio, nocturno, etc.), la gravedad
de la ansiedad y el grado de comportamientos de evitación son variables, el trastorno de
pánico es uno de los trastornos de ansiedad de mayor afectación. Las personas a menudo se
presentan repetidamente en las unidades de urgencias y pueden someterse a una serie de
exploraciones médicas especiales innecesarias y costosas a pesar de los repetidos resultados
negativos.
7B02 Agorafobia
Características esenciales (requeridas):
• Miedo o ansiedad pronunciados y excesivos que suceden en o por anticipación de múltiples
situaciones donde escapar puede ser difícil o no es posible recibir ayuda, tales como el uso
de transporte público, estar en multitudes, estar solo fuera de casa, en tiendas, teatros o
esperar en una cola.
• La persona está constantemente temerosa o ansiosa por estas situaciones debido al sentido
de peligro o el miedo a efectos específicos negativos como ataques de pánico, síntomas de
pánico, u otros incapacitantes (p.ej. desmayarse) o síntomas físicos embarazosos (p.ej.,
incontinencia).
• Las situaciones son activamente evitadas, se introducen en las mismas únicamente bajo
circunstancias específicas (p.ej., con la presencia de un acompañante), o bien, se
experimentan con temor o ansiedad intensos.
• Los síntomas no son transitorios, es decir, persisten durante un prolongado periodo de tiempo
(p.ej., al menos varios meses).
• Los síntomas son lo suficientemente graves como para ocasionar malestar significativo al
experimentar los síntomas de ansiedad persistente u ocasionar deterioro significativo en el
ámbito personal, familiar, social, educativo, ocupacional, o de otras áreas importantes de
funcionamiento.
Características adicionales:
• Las experiencias temidas por las personas con agorafobia incluyen cualquiera de los
síntomas de un ataque de pánico como es descrito en el trastorno de pánico (p.ej.,
palpitaciones o aumento del ritmo cardíaco, dolor en el pecho, sensaciones de mareo o
aturdimiento) u otros síntomas que pueden ser incapacitantes, aterradores, difíciles de
manejar, o embarazosos (p. ej., incontinencia, cambios en la visión, vómitos). A menudo es
importante establecer específicamente la naturaleza del resultado temido en agorafobia, ya
que esto puede brindar información para la elección concreta de las estrategias de
tratamiento.
• Es común que las personas con agorafobia tengan una historia de ataques de pánico, aunque
pueden no cumplir los requisitos diagnósticos para el trastorno de pánico o incluso no tener
ataques de pánico en absoluto ya que evitan situaciones en las que los ataques de pánico
puedan ocurrir. Establecer que el foco de aprehensión de un individuo está relacionado
específicamente con la experimentación de los síntomas corporales de un ataque de pánico
sería importante al considerar la posibilidad de añadir componentes del tratamiento de
trastorno de pánico (p. ej., exposición interoceptiva) al tratamiento de agorafobia, aun
cuando no hay un diagnóstico actual relacionado con el pánico.
• Las personas con agorafobia pueden emplear una variedad de estrategias conductuales
diferentes si se requieren para poder adentrarse en las situaciones temidas. Uno de estos
comportamientos de “seguridad” es requerir la presencia de un acompañante. Otras
estrategias pueden incluir, ir a ciertos lugares únicamente en ciertos momentos del día o
llevar objetos concretos (p. ej., medicaciones, toallas), ante el caso del efecto negativo
temido. Estas estrategias pueden cambiar en el curso del trastorno y de una ocasión a otra.
Por ejemplo, en diferentes ocasiones, en la misma situación, una persona puede insistir en
tener un acompañante, soportar la situación con malestar o usar diferentes comportamientos
de seguridad para afrontar su ansiedad.
• Aunque el patrón de síntomas, la gravedad de la ansiedad y la extensión de la evitación son
variables, la agorafobia es uno de los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el
miedo más incapacitantes, en la medida en que algunas personas llegan a estar
completamente encerrados en sus domicilios, lo que tiene un impacto en las oportunidades
de empleo, búsqueda de atención médica y la capacidad para formar y mantener relaciones
con los demás.
• Límite con trastornos de la conducta alimentaria: Las personas con trastorno de la conducta
alimentaria exhiben conductas alimentarias anormales y/o preocupación por la comida así
como preocupación por el peso corporal prominente y forma, y pueden evitar la comida por
miedo a que lleve al aumento de peso o debido a sus cualidades sensoriales específicas. En
algunas fobias específicas, las personas pueden evitar estímulos o el consumo de alimentos,
pero la evitación se relaciona con el efecto directo anticipado del estímulo fóbico (p.ej.,
comer puede conducir a asfixia o vómito) y no debido a cualidades sensoriales o de
contenido calórico de los alimentos.
Características adicionales:
• La fobia específica abarca los temores de un grupo amplio y heterogéneo de estímulos
fóbicos. Los más comunes son animales concretos (fobia a los animales), alturas (acrofobia),
espacios cerrados (claustrofobia), a la visión de sangre o heridas (fobia de sangre-heridas),
a volar, conducir, las tormentas, la oscuridad y los procedimientos médicos/dentales. Las
reacciones de las personas a los estímulos fóbicos pueden ir desde los sentimientos de asco
y repulsión (a menudo sucede en las fobias a los animales o las fobias de sangre-herida),
anticipación de un peligro o daño (común entre la mayor parte de los tipos de fobia
específica), y síntomas físicos como desmayos (más común en respuesta a la sangre o
heridas).
• La mayoría de las personas diagnosticadas de fobia específica reportan miedo a diversos
objetos o situaciones. Un diagnóstico único de fobia específica se asigna con independencia
del número de objetos o situaciones temidas. A diferencia de la mayoría de los estímulos
fóbicos, cuya presentación o anticipación habitualmente da lugar a una activación fisiológica
significativa, las personas que temen la visión de sangre, procedimientos médicos invasivos
o heridas, pueden experimentar una respuesta vasovagal que puede resultar en un desmayo.
• Algunas personas con fobia específica pueden referir un antecedente de haber observado a
otra persona (p.ej., un cuidador) reaccionar con miedo o ansiedad cuando se enfrentaba a un
objeto o situación, resultando un aprendizaje vicario de una respuesta de miedo al objeto o
situación, o por una experiencia directa negativa con un objeto o situación (p.ej., haber sido
mordido por un perro). Sin embargo, las experiencias negativas previas (directas o vicarias)
no son necesarias para el desarrollo del trastorno.
• Algunas personas informanque su miedo o ansiedad por un objeto o situación no es excesivo.
En tales casos, los clínicos deben considerar si el miedo manifestado, la ansiedad o el
comportamiento de evitación es desproporcionado con respecto al riesgo de daño razonable
tomando en consideración tanto las normas culturales aceptadas así como las condiciones
ambientales específicas a las que la persona está habitualmente sometido (p.ej., el miedo a
la oscuridad puede estar justificado en un vecindario donde los asaltos durante la noche son
frecuentes).
Características adicionales:
• Los individuos con trastorno de ansiedad social pueden comunicar preocupaciones por
síntomas físicos, tales como rubor, sudoración o temblor, más que atribuir inicialmente el
temor a la evaluación negativa.
• El trastorno de ansiedad social es altamente comórbido con otros trastornos de ansiedad así
como con los trastornos depresivos.
• Los individuos con trastorno de ansiedad social están en riesgo elevado de desarrollar
trastornos por consumo de sustancias y puede surgir como consecuencia del consumo con
el propósito de atenuar los síntomas de ansiedad en situaciones sociales.
• Las personas con trastorno de ansiedad social pueden no apreciar que sus miedos o ansiedad
en respuesta a situaciones sociales sean excesivos. En tal caso, el juicio clínico debería
aplicarse para determinar si el temor comunicado, la ansiedad y/o el comportamiento de
evitación es desproporcionado con relación a lo que amerita la situación social, tomando en
consideración tanto la aceptación de las normas culturales como las condiciones
ambientales específicas a las que la persona está normalmente sometida (p. ej., el temor a
la interacción con iguales puede ser apropiado si la persona está siendo acosada).
Características adicionales:
• El trastorno de ansiedad por separación frecuentemente es comórbido con otros trastornos
mentales y del comportamiento. En niños y jóvenes, las comorbilidades comunes incluyen
el trastorno de ansiedad generalizada y la fobia específica. En adultos, las comorbilidades
frecuentes incluyen los trastornos del estado de ánimo y trastornos de ansiedad y trastornos
relacionados con el miedo, trastorno por estrés postraumático y trastornos de la
personalidad.
• Aunque el trastorno de ansiedad por separación puede presentar un curso permanente con
inicio en la infancia, una proporción significativa de los individuos adultos con trastorno de
ansiedad por separación no recuerdan un inicio en la infancia. El trastorno de ansiedad por
separación en la infancia está frecuentemente asociado con un estilo de crianza que
interfiere con el desarrollo de la autonomía y el autodominio esperable para el contexto
cultural de esa persona (p.ej., los padres que no permiten que los niños participen de manera
independiente en actividades básicas de la vida diaria como vestirse o bañarse).
Características adicionales:
• Los síntomas del mutismo selectivo pueden interferir en la propia evaluación del lenguaje
expresivo. Sin embargo, muchos niños afectados cooperan con las pruebas de lenguaje
receptivo si la comunicación se limita a la realización de órdenes o señalar imágenes, lo que
puede proporcionar información valiosa acerca de los niveles de lenguaje general del niño.
Además, las comunicaciones de los informantes que conocen bien al niño (p.ej., los padres
o cuidadores) pueden ser necesarias para establecer que el niño puede hablar en ciertas
situaciones sociales.
• El mutismo selectivo a menudo se considera una variante del trastorno de ansiedad social
porque las personas afectadas experimentan ansiedad en situaciones sociales y cuando
pueden expresarse, indican que temen ser evaluados negativamente, en particular, por su
habla. Sin embargo, a diferencia del trastorno de ansiedad social, los niños con mutismo
selectivo son más propensos a desarrollar estas dificultades en una edad de inicio más
temprana (en la mayoría de los casos antes de los 5 años de edad, pero sólo son aparentes
cuando comienza la escuela), tienen más probabilidades de haber asociado alteraciones
sutiles del lenguaje y exhiben comportamiento oposicionista en respuesta a pedirle que
hable en las situaciones temidas.
• La comorbilidad con los trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo
(particularmente el trastorno de ansiedad social, trastorno de ansiedad por separación, y
fobias específicas) es muy elevada entre las personas con mutismo selectivo.
• El mutismo selectivo está asociado con deterioro grave en el funcionamiento académico y
social que puede manifestarse como incapacidad para terminar las tareas escolares
esperadas, no conseguir cubrir las necesidades personales, incapacidad para iniciar o dar
reciprocidad a las interacciones sociales con los iguales y/o de convertirse en objeto de
acoso.
• La ansiedad social, aislamiento y evitación en el mutismo selectivo puede relacionarse con
factores temperamentales como la inhibición comportamental y la afectividad negativa.
El nivel de introspección que un individuo tiene con respecto a las creencias específicas del
trastorno varía y puede especificarse para aquellos trastornos obsesivo-compulsivos y
trastornos relacionados en los cuales los fenómenos cognitivos son un aspecto clave de la
fenomenología clínica. Estos incluyen: trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno dismórfico
corporal, trastorno de referencia olfatoria, hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) y
trastorno por acumulación.
Además, el síndrome de Tourette, clasificado en el grupo de tics primarios en el capítulo sobre
las enfermedades del sistema nervioso, está entrecruzado aquí y se proporciona la
correspondiente guía diagnóstica. El síndrome de Tourette está enlistado en esta sección debido
a su alta comorbilidad, asociación familiar y fenomenología análoga (es decir, impulsos
premonitorios y comportamientos repetitivos) con el trastorno obsesivo-compulsivo.
compulsiones consuman mucho tiempo (por ejemplo, supone más de una hora al día) y
causen malestar significativo o provoquen deterioro en el funcionamiento.
• Límite con otros trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados: Los
pensamientos recurrentes y los comportamientos repetitivos ocurren en el trastorno
obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados, pero los focos de aprensión y las formas de
comportamientos repetitivos son diferentes para cada entidad diagnóstica. En el trastorno
dismórfico corporal los pensamientos intrusivos y los comportamientos repetitivos se
limitan a las preocupaciones sobre la apariencia física. En la tricotilomanía o el trastorno de
excoriación los comportamientos repetitivos se limitan a arrancarse el cabello o dañar la
piel, respectivamente, y se presentan en ausencia de obsesiones. Los síntomas del trastorno
por acumulación incluyen acumulación excesiva y dificultad para desprenderse o separarse
de las posesiones, así como un marcado malestar relacionado con deshacerse de estos
objetos. Los comportamientos de acumulación pueden ser un síntoma del trastorno
obsesivo-compulsivo, pero se distingue del trastorno por acumulación porque el objetivo es
neutralizar o reducir el malestar concomitante y la ansiedad derivada del contenido
obsesivo, ya sea de contenido agresivo (por ejemplo, temor de hacer daño a los demás),
sexual/religioso (por ejemplo, temor de blasfemar o hacer algo irrespetuoso),
contaminación (por ejemplo, miedo a la propagación de enfermedades infecciosas), o
simetría/orden (por ejemplo, sentimientos de insuficiencia). Sin embargo, los trastornos
obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados pueden ocurrir simultáneamente y, si es
necesario, se pueden asignar múltiples diagnósticos de esta agrupación.
• Límite con hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) y trastorno de angustia
corporal: La hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) se caracteriza por la
preocupación persistente o el temor sobre la posibilidad de tener una o más enfermedades
graves, progresivas o que ponen en peligro la vida. El Trastorno de angustia corporal se
caracteriza por la presencia de síntomas corporales que son molestos para el individuo y la
atención excesiva se dirige hacia los síntomas. Aunque las obsesiones en el trastorno
obsesivo-compulsivo pueden estar relacionadas con la salud, cuando suceden, tienden a
centrarse más en la contaminación potencial que en los síntomas no diagnosticados de una
enfermedad en particular y están acompañadas de otras obsesiones que no están
relacionadas con la salud.
• Límite con síndrome de Tourette y otros trastornos de tics: Un tic es un movimiento motor
o vocalización repentino, rápido, recurrente, no rítmico (por ejemplo, parpadeo ocular,
movimiento de la garganta). El trastorno obsesivo-compulsivo puede diferenciarse de los
trastornos de tics porque, a diferencia de las compulsiones, los tics parecen no ser
intencionales por naturaleza y claramente utilizan un grupo muscular discreto. Sin embargo,
puede ser difícil distinguir entre tics complejos y compulsiones asociadas con el trastorno
obsesivo-compulsivo. Aunque los tics (tanto complejos como simples) son precedidos por
impulsos sensoriales premonitorios que disminuyen a medida que los tics ocurren, los tics
no están dirigidos a neutralizar cogniciones antecesoras (por ejemplo, obsesiones) o reducir
la excitación fisiológica (por ejemplo, ansiedad). Muchas personas presentan síntomas tanto
de trastorno obsesivo-compulsivo como de trastornos de tics, por ejemplo, el síndrome de
Tourette. Ambos diagnósticos pueden asignarse si se cumplen los requisitos de diagnóstico
para cada uno de ellos.
• Límite con trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo: Los
pensamientos recurrentes, los comportamientos de evitación y búsqueda de alivio
comúnmente observadas en el trastorno obsesivo-compulsivo también ocurren en los
trastornos de ansiedad y trastornos relacionados con el miedo. Sin embargo, a diferencia de
la ansiedad y los trastornos relacionados con el miedo, las obsesiones en el trastorno
Sin embargo, a diferencia del TEA, las personas con trastorno obsesivo-compulsivo se
sienten impulsadas a realizar comportamientos repetitivos en respuesta a una obsesión, de
acuerdo con reglas rígidas, para reducir la ansiedad o para lograr un sentido de "plenitud".
El trastorno obsesivo-compulsivo también se puede distinguir del TEA porque las
dificultades para iniciar y mantener la comunicación social, así como las interacciones
sociales recíprocas no son características del trastorno obsesivo-compulsivo.
• Límite con trastorno de movimiento estereotipado: Un movimiento estereotipado es un
comportamiento motor no funcional repetitivo, aparentemente impulsado (por ejemplo,
golpear la cabeza, balancear el cuerpo, morderse). Estos movimientos son generalmente
menos complejos que las compulsiones y no están dirigidos a neutralizar las obsesiones.
• Límite con trastornos alimentarios: El trastorno obsesivo-compulsivo se puede distinguir
de la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón porque las obsesiones
y las compulsiones no se limitan a las preocupaciones de ser o tener sobrepeso y no se
acompañan de distorsiones de la imagen corporal.
• Límite con trastorno delirante y otros trastornos psicóticos primarios: Algunos individuos
con trastorno obsesivo-compulsivo carecen de introspección sobre la irracionalidad de sus
pensamientos y comportamientos de tal manera que las convicciones de la veracidad de sus
obsesiones, así como la fuerza de las creencias sobre la conexión entre compulsiones y
obsesiones pueden a veces parecer delirantes en el grado de convicción y rigidez con que
se mantienen estas creencias (ver calificadores de introspección). Si estas creencias se
limitan al temor o a la convicción de que los pensamientos intrusivos, imágenes o impulsos
son verdaderos o que las compulsiones están conectadas de manera realista con el contenido
obsesivo en un individuo sin antecedentes de otros delirios, es decir, estas creencias ocurren
enteramente en el contexto de los episodios sintomáticos del trastorno obsesivo-compulsivo
y son totalmente consistentes con las otras características clínicas del trastorno, el TOC
debe ser diagnosticado en lugar del trastorno delirante. Los individuos con trastorno
obsesivo-compulsivo no presentan otras características psicóticas (por ejemplo,
alucinaciones o trastorno formal del pensamiento).
• Límite con trastornos debido al uso de sustancias y trastornos del control de impulsos:
Algunos comportamientos pueden ser descritos por personas y, a veces, por profesionales
de la salud como "compulsivos", incluyendo el comportamiento sexual, los juegos de azar
y el consumo de sustancias. Al diferenciar estos comportamientos de las compulsiones
características del trastorno obsesivo-compulsivo, resulta útil considerar que las
compulsiones en el trastorno obsesivo-compulsivo generalmente carecen de una motivación
racional (por ejemplo, contar repetidamente hasta diez para prevenir lastimar a un ser
querido) y, rara vez, se reportan como placenteras, a pesar de que pueden reducir la ansiedad
o el malestar. Los comportamientos tales como el comportamiento sexual, los juegos de
azar y el abuso de sustancias que pueden describirse como "compulsivos" no suelen ser
precedidos por pensamientos intrusivos indeseados característicos de las obsesiones,
aunque a menudo son precedidos por pensamientos acerca de involucrarse en el
comportamiento relevante.
• Límite con trastornos de la personalidad con características anancásticas prominentes:
Los trastornos de la personalidad con características anancásticas prominentes implican un
patrón inadaptado persistente y generalizado de perfeccionismo excesivo y rígido control.
Los individuos con trastornos de personalidad con características anancásticas prominentes
no experimentan pensamientos intrusivos, imágenes o impulsos característicos del trastorno
obsesivo-compulsivo ni realizan comportamientos repetitivos que responden a estos
pensamientos intrusivos. Si un individuo manifiesta síntomas tanto de trastorno obsesivo-
compulsivo como de un trastorno de la personalidad con características anancásticas
Características adicionales:
• El contenido de las obsesiones y compulsiones varía entre los individuos y se pueden
agrupar en diferentes temas o dimensiones de síntomas, incluyendo: limpieza (por ejemplo,
obsesiones de contaminación y compulsiones de limpieza); simetría (por ejemplo,
obsesiones de simetría y compulsiones de repetición, orden y conteo); pensamientos
prohibidos o tabúes (por ejemplo, obsesiones agresivas, sexuales y religiosas) y
compulsiones relacionadas. Algunos individuos tienen dificultad para deshacerse de objetos
y los acumulan (acumulación) como consecuencia de las obsesiones típicas, tales como el
miedo de perjudicar a los demás (ver límite con otro trastorno obsesivo-compulsivo y
trastornos relacionados, en trastorno de acumulación). Los individuos por lo general,
manifiestan síntomas en más de una dimensión.
• Las compulsiones o bien no están conectadas de forma realista con el suceso temido (por
ejemplo, la organización de los objetos de forma simétrica para prevenir el daño de un ser
querido), o son claramente excesivas (por ejemplo, ducharse a diario durante horas para
prevenir enfermedades). Aunque las compulsiones no se llevan a cabo para obtener placer,
su ejecución puede proporcionar un alivio temporal de la ansiedad o malestar o lograr
temporalmente un sentido de plenitud.
• Los individuos con trastorno obsesivo-compulsivo experimentan una gama de afectos
cuando se enfrentan a situaciones que provocan las obsesiones y las compulsiones. Estos
afectos pueden incluir ansiedad marcada y/o ataques de pánico, sentimientos fuertes de
disgusto, y/o sensación angustiosa de “insuficiencia” o de inquietud hasta que las cosas se
ven, se aprecian, o suenan perfectamente ‘bien’.
• Los individuos con trastorno obsesivo-compulsivo con frecuencia evitan a las personas,
lugares y cosas que desencadenan las obsesiones y las compulsiones.
• Las creencias comunes en el trastorno obsesivo-compulsivo incluyen un sentido exagerado
de la responsabilidad, sobreestimación de la amenaza, perfeccionismo, intolerancia a la
incertidumbre, y sobrevaloración del poder de los pensamientos (por ejemplo, la creencia
de que tener un pensamiento prohibido es tan malo como llevarlo a cabo).
• La gravedad de la sintomatología del trastorno obsesivo-compulsivo varía de tal manera
que algunos individuos invierten pocas horas al día obsesionados o actuando
compulsivamente, mientras que otros tienen constantes pensamientos intrusivos o
compulsiones que pueden ser incapacitantes.
2. Con poco o ausente grado de introspección: Durante todo o casi todo el tiempo el
individuo está convencido de que las creencias específicas del trastorno son ciertas y no
puede aceptar una explicación alternativa de su experiencia. La falta de introspección
exhibida por el individuo no varía marcadamente como una función del nivel de ansiedad.
limitan a las preocupaciones sobre la apariencia, sino que abarcan una variedad de
obsesiones (por ejemplo, de contaminación, de causar daño) y compulsiones (por ejemplo,
lavado excesivo, conteo, comprobación) con el fin de neutralizar estas obsesiones. En el
trastorno de referencia olfatoria, los individuos se preocupan exclusivamente por emitir un
olor corporal percibido repugnante u ofensivo. Sin embargo, los trastornos obsesivo-
compulsivos y trastornos relacionados pueden ocurrir simultáneamente y los diagnósticos
múltiples de esta agrupación pueden ser asignados si están justificados.
• Límite con hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) y trastorno de angustia
corporal: La hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) se caracteriza por la
preocupación persistente o el temor sobre la posibilidad de tener una o más enfermedades
graves, progresivas o que ponen en peligro la vida. El trastorno de angustia corporal se
caracteriza por la presencia de síntomas corporales que son angustiantes para el individuo
y la atención excesiva se dirige hacia esos síntomas. A diferencia del trastorno dismórfico
corporal, los individuos con estas condiciones no están preocupados por imperfecciones o
defectos percibidos en áreas de su cuerpo donde perciben o experimentan síntomas.
• Límite con tricotilomanía y trastorno de excoriación: Dañarse la piel y arrancarse el
cabello pueden aparecer como síntomas del trastorno dismórfico corporal cuando hay una
preocupación por la apariencia defectuosa de la piel o el cabello y el objetivo es mejorar su
apariencia. Por el contrario, cuando el comportamiento es repetitivo y centrado en el cuerpo
sin una relación clara con un defecto percibido en la piel o el cabello, entonces es mejor
clasificarlo como tricotilomanía o trastorno de excoriación.
• Límite con trastorno de ansiedad generalizada: En el Trastorno de Ansiedad Generalizada
(TAG), los pensamientos recurrentes o las preocupaciones se centran en los posibles
resultados negativos que pueden ocurrir en una variedad de aspectos cotidianos de la vida
(por ejemplo, familia, finanzas, trabajo). Aunque algunos individuos con TAG pueden
preocuparse excesivamente sobre su apariencia, sus preocupaciones se producen junto con
preocupaciones sobre otros aspectos de la vida, son raramente delirantes y generalmente no
van acompañadas de comportamientos recurrentes de comprobación asociados al trastorno
dismórfico corporal.
• Límite con trastorno de ansiedad social: En el trastorno de ansiedad social, los síntomas
son en respuesta a situaciones sociales temidas y la principal preocupación es el
comportamiento propio de la persona o las manifestaciones de ansiedad (por ejemplo, el
temor a ruborizarse) al ser evaluado negativamente por los demás. Por el contrario, los
individuos con trastorno dismórfico corporal creen que su apariencia o alguna característica
específica de su apariencia (por ejemplo, la creencia de que la piel está permanentemente
enrojecida) resulta inaceptable. Algunos individuos con trastorno dismórfico corporal
experimentan ansiedad significativa en situaciones sociales y temen ser vistos como feos y,
por tanto, ser rechazados. Si sus preocupaciones son más amplias que la focalización
exclusiva en el/los defecto/s o imperfección/es percibido/s y están presentes otros síntomas
del trastorno de ansiedad social, ambas condiciones pueden diagnosticarse.
• Límite con trastornos del estado de ánimo: Los individuos que experimentan un episodio
depresivo con características psicóticas pueden ocasionalmente preocuparse por
imperfecciones o defectos físicos percibidos, que pueden distinguirse del trastorno
dismórfico corporal sobre la base de la ausencia de tales síntomas fuera del episodio del
estado de ánimo. Sin embargo, los individuos con antecedentes de trastorno dismórfico
corporal a menudo experimentan simultáneamente síntomas depresivos como consecuencia
del malestar y el deterioro de los síntomas del trastorno dismórfico corporal. Si los síntomas
depresivos consistentes con un trastorno del estado de ánimo están presentes en un
individuo con trastorno dismórfico corporal, pueden asignarse ambos diagnósticos.
Características adicionales:
• Cualquier parte del cuerpo puede ser percibida como el centro del/los defecto/s o
imperfección/es, pero la zona más común es la cara (especialmente la piel, la nariz, el
cabello, los ojos, los dientes, los labios, la barbilla o el aspecto de la cara en su conjunto).
Sin embargo, con frecuencia se perciben múltiples defectos. Por lo general, la característica
central se considera como defectuosa, imperfecta, asimétrica, demasiado grande/pequeña o
desproporcionada, o las quejas pueden ser por el adelgazamiento del cabello, acné, arrugas,
cicatrices, marcas vasculares, palidez o enrojecimiento de tez o insuficiencia muscular. A
veces la preocupación es vaga o consiste en una percepción global de fealdad o de que algo
“no está bien” o es demasiado masculino/femenino.
• La dismorfia muscular puede poner a los individuos afectados, generalmente varones, en
mayor riesgo de complicaciones que requieren atención médica (por ejemplo, desgarres
desagradable (por ejemplo, creen que su sudor huele mal). Algunos individuos con trastorno
de referencia olfatoria experimentan ansiedad significativa en situaciones sociales y temen
ser rechazados por su desagradable olor percibido. Si sus preocupaciones son más amplias
que la focalización exclusiva en su desagradable olor percibido y están presentes otros
síntomas del trastorno de ansiedad social, ambas condiciones pueden ser diagnosticadas.
• Límite con trastornos del estado de ánimo: En trastornos depresivos con síntomas
psicóticos, se pueden producir delirios somáticos relacionados con un olor percibido (por
ejemplo, que su carne se pudre y tiene un olor fétido), pero normalmente son parte integral
de una serie de preocupaciones o delirios (por ejemplo, relacionados con culpa, nihilismo,
pobreza, etc.) y se presentan junto con otros síntomas depresivos (por ejemplo, pérdida de
interés en actividades placenteras, tendencias suicidas, alteraciones del sueño, pérdida o
aumento de peso, etc.). Sin embargo, ambos trastornos pueden presentarse simultáneamente
y ambos diagnósticos pueden asignarse si están justificados.
• Límite con trastorno delirante y otros trastornos psicóticos primarios: Muchas personas
con trastorno de referencia olfatoria carecen de introspección sobre la irracionalidad de sus
pensamientos y comportamientos hasta el punto de que las convicciones de que están
emitiendo un olor desagradable pueden a veces parecer delirantes por el grado de
convicción o de rigidez con la cual se sostienen estas creencias (ver calificadores de
introspección). Si estas creencias se limitan al miedo o a la convicción de emitir un olor
desagradable en un individuo sin antecedentes de otros delirios, es decir, estas creencias se
producen únicamente en el contexto de los episodios sintomáticos del trastorno de
referencia olfatoria y son totalmente consistentes con las características clínicas del
trastorno, el trastorno de referencia olfatoria debe ser diagnosticado en lugar de un trastorno
delirante. Los individuos con trastorno de referencia olfatoria no presentan otras
características de psicosis (por ejemplo, alucinaciones o trastorno formal del pensamiento).
Características adicionales:
• El diagnóstico de trastorno de referencia olfatoria depende, en parte, en determinar la
evidencia de que exista el olor que el paciente está comunicando. Ciertas condiciones
médicas y dentales pueden estar relacionadas con olores desagradables (por ejemplo,
enfermedad peridontal, trimetilaminuria), y estas causas subyacentes deben ser descartadas,
particularmente si el olor es detectable aunque sea leve. Sin embargo, el olor percibido
puede variar en intensidad o el individuo puede ser incapaz o no estar dispuesto a eliminar
los olores camuflados (por ejemplo, perfume), lo cual, puede dificultar hacer un juicio sobre
la percepción del olor. En tales casos, puede requerirse evidencia corroborativa de un
informante o un médico que haya realizado un examen físico al individuo.
2. Con poco o ausente grado de introspección: Durante todo o casi todo el tiempo el
individuo está convencido de que las creencias específicas del trastorno son ciertas y no
puede aceptar una explicación alternativa de su experiencia. La falta de introspección
exhibida por el individuo no varía marcadamente como una función del nivel de ansiedad.
limitan a preocupaciones por la salud, sino que más bien abarcan una variedad de obsesiones
(por ejemplo, de contaminación, de causar daño) y compulsiones (por ejemplo, lavarse en
exceso, conteo, comprobación), con el fin de neutralizar estas obsesiones. En el trastorno
dismórfico corporal, las preocupaciones se refieren a defectos percibidos en el aspecto o
la/s característica/s física/s, mientras que en el trastorno de referencia olfatoria los
individuos se preocupan exclusivamente por la emisión percibida de un olor repugnante o
mal olor corporal. Sin embargo, los trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos
relacionados puede presentarse simultáneamente y se pueden asignar múltiples diagnósticos
de esta agrupación si están justificados.
• Límite con trastorno de ansiedad generalizada: Los individuos con Trastorno de Ansiedad
Generalizada (TAG) pueden tener preocupaciones sobre su salud, pero también albergan
otra variedad de preocupaciones acerca de aspectos de la vida cotidiana (por ejemplo,
trabajo, finanzas, salud, familia) y, a diferencia de la hipocondría (trastorno de ansiedad por
la salud), generalmente no hay una preocupación persistente por que la enfermedad perdure
a pesar de la evaluación médica y de asegurarles tranquilidad.
• Límite con trastorno de pánico: El trastorno de pánico se caracteriza por episodios
recurrentes, inesperados y auto-limitados de intenso temor o aprensión, con síntomas
somáticos prominentes y sentimientos de catástrofe inminente (por ejemplo, desmayos,
tener un accidente cardiovascular, ataques cardíacos o morirse) con un sentido de la
inmediatez de la amenaza. Los individuos con trastorno de pánico a menudo se preocupan
de que los síntomas somáticos que experimentan durante los ataques de pánico sean la
evidencia de una enfermedad médica grave (por ejemplo, enfermedad cardiovascular) y, en
estos casos, un diagnóstico adicional de hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) no
debe asignarse. Sin embargo, si los individuos con trastorno de pánico pueden desarrollar
preocupaciones sobre su salud que no están relacionados con los síntomas somáticos de los
ataques de pánico, ambos diagnósticos pueden ser asignados. El calificador 'con ataques de
pánico' puede aplicarse a la hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) cuando los
ataques de pánico recurrentes forman parte de la presentación clínica. Si los ataques de
pánico recurrentes se explican en su totalidad por la hipocondría (trastorno de ansiedad por
la salud) en respuesta a estímulos relacionados con la salud (por ejemplo, la aparición de un
nuevo síntoma o la exposición a información sobre salud) un diagnóstico adicional de
trastorno de pánico no debe ser asignado. No obstante, ambos diagnósticos pueden
asignarse si se cumplen los requisitos de diagnóstico para cada uno.
• Límite con trastorno de angustia corporal: El trastorno de angustia corporal se caracteriza
por la presencia de síntomas somáticos angustiantes que generan una atención excesiva por
parte del individuo, por ejemplo, insisten en la gravedad de los síntomas y acuden en
repetidas ocasiones a consultas médicas. Mientras que algunas personas con hipocondria
(trastorno de ansiedad por la salud) pueden experimentar síntomas corporales que causan
malestar y para los que pueden buscar atención médica, su principal preocupación es el
temor de que los síntomas sean indicativos de una enfermedad grave, progresiva o
potencialmente mortal. Por el contrario, los individuos con trastorno de angustia corporal
suelen estar preocupados por los síntomas somáticos en sí mismos y el impacto que tienen
en sus vidas, y, aunque pueden buscar atención médica que puede ayudar a determinar la
causa de sus síntomas, su finalidad no es negar la creencia de que tienen una enfermedad
médica grave, sino obtener alivio de los síntomas.
• Límite con los trastornos depresivos: En los trastornos depresivos las preocupaciones
hipocondríacas o los delirios somáticos pueden estar presentes pero, por lo general, forman
una parte integral de una gama de preocupaciones o delirios (por ejemplo, relacionados con
culpa, nihilismo, pobreza, etc.) y ocurren junto con otros síntomas depresivos (por ejemplo,
Características adicionales:
• Los individuos con hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) con frecuencia hacen
malinterpretaciones catastróficas de signos o síntomas corporales, incluyendo sensaciones
normales o comunes (por ejemplo, preocupándose de que un dolor de cabeza por tensión
sea indicativo de un tumor cerebral).
• Los individuos con hipocondría (trastorno de ansiedad por la salud) generalmente tienen un
nivel elevado de ansiedad relacionado con su salud, a menudo están hipervigilantes con
respecto a las sensaciones y síntomas somáticos y pueden llegar a alarmarse fácilmente por
su estado de salud personal, de manera que la experiencia de ansiedad, incluyendo los
ataques de pánico, puede ser una característica importante de su presentación.
• Los individuos con hipocondría pueden someterse a exploraciones médicas y pruebas
diagnósticas repetidas e innecesarias, con el deterioro de la relación médico-paciente, y el
frecuente “ir de doctor en doctor”.
• Los individuos con hipocondría pueden alarmarse por su salud cuando alguien que conocen
enferma, cuando leen o escuchan acerca de la enfermedad, o en respuesta a estresores
vitales. La preocupación es a menudo el tema central de la conversación con los demás.
Características adicionales:
• Generalmente, los objetos se acumulan debido a su importancia emocional (por ejemplo, se
asocian con un evento significativo, persona, lugar o momento), características
instrumentales (por ejemplo, utilidad percibida) o valor intrínseco (por ejemplo, cualidades
estéticas percibidas).
• Algunas veces los impulsos repetitivos o los comportamientos relacionados con la compra,
el robo o la acumulación de objetos, incluyendo aquellos que son gratuitos, no son
fácilmente reconocibles en la evaluación del individuo, en tales casos, los antecedentes
vitales y/o la evitación actual de ciertas señales relacionadas con esos impulsos o
comportamientos sugieren el diagnóstico.
• Un diagnóstico de trastorno por acumulación puede aún estar justificado si las áreas de la
vida son ordenadas por medio de la intervención de terceros (por ejemplo, miembros de la
familia, asistentes de limpieza, autoridades).
• Los pacientes pueden no ser capaces de encontrar cosas importantes (por ejemplo, facturas,
formatos impresos de impuestos), circular con facilidad en su casa, e incluso salir de su
domicilio en caso de una emergencia. La capacidad para preparar comida, utilizar los
lavabos o los electrodomésticos (por ejemplo, un refrigerador, una estufa, o una lavadora),
o los muebles (por ejemplo, sofás, sillas, camas, mesas) también puede verse comprometida.
• Los individuos con trastorno por acumulación pueden experimentar una serie de problemas
médicos crónicos, como obesidad y pueden estar expuestos a diversos riesgos ambientales,
a menudo causados por su comportamiento acumulador, incluyendo riesgo de incendio,
lesiones por caídas, contaminación por descomposición de los alimentos perecederos, y
alergias por contacto con polvo, polen, y bacterias.
Características adicionales:
• Se pueden arrancar el cabello de cualquier parte del cuerpo donde crece el cabello. Sin
embargo, los sitios más comunes son el cuero cabelludo, las cejas y los párpados. Es menos
frecuente que se reporte en las áreas axilares, faciales, púbicas y perirectales. Los patrones
de pérdida de cabello son variables con algunas áreas de alopecia completa y otras con
adelgazamiento de la densidad del cabello.
• Los individuos con tricotilomanía pueden arrancarse el cabello siguiendo un patrón
ampliamente distribuido (es decir, arrancando cabellos individualmente de toda una zona)
de tal manera que la pérdida del cabello no es claramente visible. Además, los individuos
pueden intentar ocultar o camuflar la pérdida del cabello (por ejemplo, usando maquillaje,
pañuelos o pelucas). Por lo tanto, una evaluación cuidadosa incluyendo la información de
fuentes colaterales puede ser necesaria para determinar la presencia de sintomatología de
tricotilomanía.
• Arrancarse el cabello puede ocurrir en breves episodios esparcidos a lo largo del día o en
períodos menos frecuentes pero más sostenidos que pueden continuar durante horas.
También puede durar meses o años antes de acudir a una atención clínica.
• La tricotilomanía a menudo se presenta con rituales alrededor del cabello, como
examinaciones visuales o táctiles del cabello o manipulación vía oral después de haberlo
arrancado. Los individuos que comúnmente se tragan o comen el cabello que se han
arrancado (tricofagia) pueden experimentar síntomas gastrointestinales serios e incluso
mortales, dependiendo del volumen de cabello consumido.
• El comportamiento de arrancarse el cabello está asociado con una variedad de efectos
reportados incluyendo la regulación del afecto y la excitación, la reducción de la tensión y
la promoción del placer, lo que presumiblemente refuerza estos comportamientos. Sin
embargo, como consecuencia de arrancarse el cabello, muchas personas informan una
variedad de efectos negativos como una sensación de pérdida de control o vergüenza. Los
individuos con tricotilomanía reportan diferentes grados de conciencia de su
comportamiento de arrancarse el cabello.
• El trastorno por excoriación (dañarse la piel) es una condición común que ocurre en
individuos con tricotilomanía. La tricotilomanía se presenta comúnmente con síntomas
depresivos y de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo y otros comportamientos
repetitivos enfocados en el cuerpo (por ejemplo, morderse las uñas).
Características adicionales:
• La tricotilomanía (trastorno de arrancarse el cabello) es una condición comórbida frecuente
en individuos con trastorno de excoriación. Además, el trastorno de excoriación
comúnmente aparece junto con síntomas depresivos y de ansiedad, de trastorno obsesivo-
compulsivo y otros comportamientos repetitivos enfocados en el cuerpo (por ejemplo,
morderse las uñas).
• Las zonas más comúnmente elegidas para dañarse son la cara, los brazos y las manos, pero
muchos individuos eligen múltiples partes del cuerpo. Los individuos pueden elegir la piel
sana, las irregularidades menores de la piel, lesiones tales como espinillas o callos, o costras.
La mayoría de las personas se dañan con sus uñas, aunque una minoría sustancial utiliza
pinzas, cuchillos u otros objetos. Las características esenciales hacen hincapié en que el
daño de la piel debe conducir a lesiones cutáneas. Sin embargo, los individuos con este
trastorno a menudo intentan ocultar o camuflar la evidencia de daño en la piel (por ejemplo,
usando maquillaje o vestimenta). Por lo tanto, una evaluación cuidadosa incluyendo
información de fuentes colaterales puede ser necesaria para determinar la presencia de
sintomatología del trastorno de excoriación.
• Las personas con trastorno de excoriación (dañarse la piel) a menudo pasan cantidades
significativas de tiempo con ese comportamiento, a veces varias horas cada día. El daño de
la piel puede durar meses o años antes de acudir a una atención clínica.
• El trastorno de excoriación (dañarse la piel) a menudo se presenta con rituales alrededor de
la piel como examinaciones visuales o táctiles, manipulaciones vía oral o comerse la piel o
la costra después de haberse dañado.
• El comportamiento de dañarse la piel se asocia con una variedad de efectos reportados,
incluyendo la regulación del afecto y la excitación, la reducción de la tensión y la promoción
del placer, que presumiblemente refuerzan estos comportamientos. Sin embargo, después
del daño de la piel, muchas personas informan una variedad de efectos negativos, como una
sensación de pérdida de control o vergüenza. Los individuos con trastorno de excoriación
(dañarse la piel) reportan diferentes grados de conciencia de su comportamiento de dañar la
piel.
Calificador
Con ataques de pánico
Este calificador puede utilizarse para indicar la presencia actual de ataques de pánico
recurrentes que se manifiestan en el contexto de los Trastornos Mentales y de Comportamiento,
así como otras condiciones de salud. El calificador 'con ataques de pánico' no debe ser asignado
cuando los ataques de pánico pueden ser explicados completamente por el diagnóstico de
trastorno de pánico. Los ataques de pánico recurrentes que se presentan en el contexto de los
Trastornos Mentales y del Comportamiento pueden ser indicativos de una mayor gravedad de
la psicopatología, una menor respuesta al tratamiento y un mayor riesgo de suicidio en el
contexto de los trastornos del estado de ánimo.
Características adicionales:
• El síndrome de Tourette suele tener su inicio en la primera infancia, pero también puede
iniciar en adultos. El inicio en el adulto suele asociarse con estrés psicosocial grave.
• En la infancia, el síndrome de Tourette normalmente comienza con episodios transitorios
de tics motores simples como parpadeo en los ojos o sacudidas en la cabeza. Estos síntomas
pueden aumentar y disminuir, pero con el tiempo se vuelven más persistentes y pueden ir
acompañados de efectos perjudiciales para las áreas personal, familiar, social, académica,
laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
• El trastorno por déficit de atención e hiperactividad y los comportamientos asociados
frecuentemente aparecen simultáneamente con el síndrome de Tourette y pueden abarcar
desde la impulsividad, la desinhibición, la ansiedad hasta el comportamiento inmaduro.
• El inicio de los tics fónicos suele aparecer de 1 a 2 años después del inicio de los tics
motores. Inicialmente, los tics fónicos tienden a ser de carácter simple (por ejemplo, sonidos
de la garganta, gruñidos o chirridos), pero posteriormente pueden desarrollarse
gradualmente hasta llegar a convertirse en síntomas vocales más complejos que incluyen la
repetición del habla propia o ajena u oraciones obscenas (es decir, coprolalia). A veces, esta
última está asociada con la ecopraxia gestual, que también puede ser de naturaleza obscena
(es decir, copropraxia).
• Los tics motores y fónicos pueden ser suprimidos voluntariamente por períodos cortos de
tiempo, pueden exacerbarse por el estrés y pueden disminuir durante el sueño o durante
períodos de actividad agradable y dirigida.
Los trastornos asociados específicamente con el estrés están directamente relacionados con la
exposición a un acontecimiento traumático o estresante, o a una serie de tales eventos o
experiencias adversas. Para cada uno de los trastornos de este grupo se requiere, aunque no es
suficiente, la presencia de un factor estresante identificable como factor causal. Aunque no
todas las personas expuestas a un mismo factor estresante desarrollarán un trastorno, los
trastornos de este grupo no se habrían presentado sin la ocurrencia del factor estresante. Los
acontecimientos estresantes que causan algunos trastornos de este grupo se ubican en el rango
normal de experiencias vitales (por ejemplo, un divorcio, problemas socio-económicos, muerte
de un ser querido). Otros trastornos requieren la ocurrencia de acontecimientos traumáticos
sumamente estresantes de naturaleza extremadamente amenazante o impactante para
manifestarse (es decir, acontecimientos potencialmente traumáticos). En todos los trastornos
de este grupo, lo que distingue a un trastorno de otro es la naturaleza, el patrón, y la duración
de los síntomas que aparecen como respuesta al acontecimiento estresante, junto con el
deterioro del funcionamiento asociado.
Las categorías del grupo de Trastornos asociados específicamente con el estrés no deben
utilizarse para la clasificación de reacciones normales a acontecimientos recientes estresantes
o traumáticos.
Características adicionales:
• Los síntomas comunes de TEPT pueden incluir también disforia general, síntomas
disociativos, quejas somáticas, pensamientos y comportamientos suicidas, aislamiento
social, consumo excesivo de alcohol o drogas para evitar la re-experimentación del evento
traumático o el manejo de las reacciones emocionales y síntomas de ansiedad (incluyendo
pánico y obsesiones/compulsiones) en respuesta a los recuerdos o remembranzas del
trauma.
• La experiencia emocional de las personas con TEPT generalmente incluyen ira, vergüenza,
tristeza, humillación o culpa, incluyendo la culpa del superviviente.
ruidos inesperados. Las personas que mantienen este estado de alerta constante se
protegen contra todo peligro y sienten que ellos mismos u otras personas cercanas a
ellos se encuentran en peligro inminente, ya sea debido a situaciones específicas o de
forma generalizada. Pueden adoptar nuevos comportamientos enfocados a garantizar su
seguridadd (p. ej., no sentarse con la espalda hacia la puerta, revisar el espejo retrovisor
todo constantamente). En el TPEP complejo, a diferencia del TPEP, la reacción de
sobresalto en algunos casos puede disminuir en lugar de aumentar.
• Problemas graves y generalizados de regulación afectiva. Algunos ejemplos incluyen
reacciones emocionales exageradas ante factores estresantes menores, arrebatos violentos,
conducta temeraria o autodestructiva, síntomas disociativos en situaciones de estrés, y
ausencia total de emociones, particularmente la incapacidad de experimentar placer o
emociones positivas.
• Constante percepción de sí mismo como alguien que no vale nada, que es poca cosa,
sentimientos de fracaso e inutilidad, acompañados de sentimientos profundos y
generalizados de vergüenza, culpa o fracaso asociados con el factor estresante. Por ejemplo,
la persona puede sentirse culpable por no haber escapado o por haber sucumbido a la
circunstancia adversa o por no haber podido evitar el sufrimiento de otros.
• Problemas persistentes para establecer y mantener relaciones sanas y sentirse vinculado de
forma estrecha con otros. La persona puede evitar minimizar la importancia de o mostrar
poco interés en las relaciones y en las actividades sociales en general. Otra posibilidad es
que la persona pueda sostener relaciones intensas ocasionales pero le resulta difícil
mantenerlas.
• El trastorno causa un deterioro importante del funcionamiento personal, familiar, social,
académico, laboral o en otras áreas importantes. Si el funcionamiento se mantiene, es solo
ante esfuerzos significativos adicionales.
individuos con TEPT complejo también pueden cumplir los requisitos diagnósticos del
trastorno de la personalidad. La utilidad de asignar un diagnóstico adicional de trastorno
de la personalidad en estos casos depende de la situación clínica específica.
Características adicionales:
• Antecedente de duelo tras la muerte de una pareja, padre, hijo u otra persona cercana.
• Una reacción persistente y generalizada de duelo caracterizada por nostalgia por el difunto
o preocupación persistente por el difunto acompañada de dolor emocional intenso. Esto se
puede manifestar por experiencias como tristeza, culpa, enojo, negación, reproches,
dificultad para aceptar la muerte, sentir que se ha perdido una parte de uno mismo,
incapacidad para experimentar estados de ánimo positivos, entumecimiento emocional y
dificultad para involucrarse en actividades sociales u otras actividades.
• La respuesta de dolor generalizada ha persistido durante un periodo de tiempo
anormalmente largo después de la pérdida, notablemente más largo de lo normal en
situaciones de duelo dentro del contexto religioso y cultural de la persona. No se considera
que cubran este requisito las respuestas de duelo dentro de 6 meses de la pérdida o por
periodos más largos en algunos contextos culturales.
• El trastorno causa un deterioro importante del funcionamiento personal, familiar, social,
académico, laboral o en otras áreas importantes. Si el funcionamiento se mantiene, es solo
ante esfuerzos significativos adicionales.
• Límite con duelo normal: Las personas que presentan reacciones de duelo que están dentro
de un periodo normativo de acuerdo a su contexto cultural y religioso no deben ser
diagnosticadas con un trastorno por duelo prolongado. A menudo es importante considerar
si otras personas que comparten la perspectiva cultural o religiosa de la persona afligida
(p.ej., familia, amigos, comunidad) consideran la respuesta a la pérdida o la duración de la
reacción como anormal.
• Límite con episodio depresivo: Algunos síntomas comunes del trastorno por duelo
prolongado son similares a los observados en un episodio depresivo (p.ej., tristeza, pérdida
de interés en las actividades, aislamiento social, sentimientos de culpa, ideación suicida).
Sin embargo, el trastorno por duelo prolongado se distingue del episodio depresivo porque
los síntomas se centran específicamente en la pérdida del ser querido, mientras que los
pensamientos depresivos y las reacciones emocionales por lo general abarcan múltiples
áreas de la vida. Además, otros síntomas comunes del trastorno por duelo prolongado (p.ej.,
dificultad para aceptar la pérdida, sentir rabia por la pérdida, sensación de que ha muerto
una parte de la persona) no son característicos de un episodio depresivo. Para hacer esta
distinción es importante considerar el momento de aparición de los síntomas en relación a
la pérdida y si existen antecedentes previos de trastorno depresivo o trastorno bipolar.
• Límite con TEPT: Las personas que experimentan duelo como resultado de la traumatica
muerte de un ser querido pueden desarrollar tanto TEPT como trastorno por duelo
prolongado. Volver a experimentar el evento o situación asociada con la muerte, en donde
el(los) evento(s) no solo se recuerda(n) sino que es(son) experimentado(s) como que está(n)
ocurriendo en el aquí y en el ahora, no es una característica del trastorno por duelo
prolongado.
Características adicionales:
Características adicionales:
• Los síntomas de preocupación tienden a empeorar con cualquier recordatorio del factor
estresante, dando lugar a que la persona evite los estímulos, pensamientos, sentimientos o
conversaciones asociadas con el factor estresante con el fin de evitar la preocupación o el
sufrimiento.
• Los síntomas psicológicos adicionales del trastorno de adaptación pueden ser síntomas
depresivos o de ansiedad, así como síntomas impulsivos “externalizantes”, particularmente
el aumento de consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias.
• Las personas con trastorno de adaptación normalmente se recuperan cuando se elimina el
factor estresante, cuando se proporciona el apoyo suficiente o cuando la persona desarrolla
mecanismos o estrategias adicionales para afrontarlo.
Un diagnóstico de otro trastorno específicamente asociado con el estrés debe emplearse sólo
en casos en los que:
• Los síntomas clínicos no cumplen con los requisitos de la definición de alguno de los otros
trastornos de esta sección, o de la reacción a estrés agudo;
• Los síntomas no se explican mejor por otro trastorno mental y del comportamiento (p.ej.,
un trastorno depresivo o trastorno de ansiedad);
• Límite con trastorno de adaptación y trastorno por estrés postraumático: Si los síntomas
no han comenzado a disminuir a la semana de haber desaparecido el factor estresante (o en
el transcurso de un mes, aproximadamente, en el caso de factores estresantes), debe
considerarse un diagnóstico de trastorno de adaptación o trastorno por estrés postraumático,
dependiendo de la naturaleza de los síntomas.
• Límite con otros trastornos mentales y del comportamiento: Los síntomas no reúnen los
requisitos que definen un trastorno mental como el trastorno por estrés postraumático,
trastorno psicótico agudo y transitorio, trastorno de adaptación o trastorno depresivo.
Características adicionales:
• La reacción a estrés agudo en individuos que buscan ayuda se presenta por lo general,
aunque no siempre, acompañada de un considerable malestar subjetivo y/o interfiere con
el funcionamiento personal.
Las siguientes guías diagnósticas para los trastornos de la personalidad incluyen, en primer
lugar, un conjunto de características esenciales que deben estar presentes para diagnosticar el
trastorno de la personalidad. Una vez que se ha establecido el diagnóstico de un trastorno de la
personalidad, se debe describir en función de su nivel de gravedad:
En las siguientes secciones se proporciona una orientación más detallada sobre las
características de la personalidad reflejadas en los calificadores de dominio de rasgos.
Si lo desea, el especialista también puede agregar un calificador adicional para 'patrón límite':
Características esenciales:
Las áreas del funcionamiento de la personalidad que se muestran en la Tabla A deben ser
consideradas al establecer la gravedad de las personas que cumplen con los requisitos generales
de diagnóstico para un trastorno de la personalidad.
• El grado en que las disfunciones en las áreas mencionadas anteriormente están asociadas con
malestar psicológico o deterioro en las áreas personal, familiar, social, educativa, laboral u otras
áreas importantes de funcionamiento.
Características esenciales:
Nota: Esta lista de ejemplos no es exhaustiva y no pretende insinuar que todos los puntos estarán
presentes en una sola persona.
• El sentido del yo del individuo puede ser algo contradictorio e inconsistente con la forma en
que los demás los ven.
• El individuo tiene dificultad para recuperarse del daño a su autoestima.
• La capacidad del individuo para establecer objetivos apropiados y trabajar para lograrlos se
ve comprometida.
• El individuo tiene dificultad para manejar incluso pequeñas adversidades.
• El individuo puede tener conflictos con supervisores y compañeros de trabajo, pero
generalmente puede ser capaz de mantener un empleo.
• Las limitaciones del individuo en la capacidad de comprender y apreciar las perspectivas de
los demás crean dificultades para desarrollar relaciones cercanas y mutuamente satisfactorias.
• Puede haber distanciamiento en algunas relaciones, pero éstas se caracterizan más
comúnmente por conflictos menores intermitentes o frecuentes que no son tan graves como
para causar una alteración grave y prolongada.
• Alternativamente, las relaciones pueden caracterizarse por la dependencia y la evitación de
conflictos, al ceder ante los demás, incluso generando un costo para ellos mismos.
Bajo estrés, puede haber algunas distorsiones en las apreciaciones situacionales e
interpersonales del individuo, pero las pruebas de realidad permanecen intactas.
Características esenciales:
Nota: Esta lista de ejemplos no es exhaustiva y no pretende insinuar que todos los puntos estarán
presentes en una sola persona.
• El sentido del yo del individuo puede ser algo contradictorio e inconsistente con la forma en
que los demás lo ven.
• El individuo tiene una dificultad considerable para mantener una autoestima positiva o,
alternativamente, tiene una auto-visión irrealmente positiva que no se modifica ante la
evidencia de lo contrario.
• El individuo muestra una pobre regulación emocional frente a las adversidades, a menudo se
enoja mucho y se rinde fácilmente. Alternativamente, el individuo puede persistir
irrazonablemente en la búsqueda de objetivos que no tienen ninguna posibilidad de éxito.
• El individuo puede mostrar poco interés genuino o realizar pocos esfuerzos para mantener un
empleo.
• Las principales limitaciones en la capacidad de comprender y apreciar las perspectivas de los
demás dificultan el desarrollo de relaciones cercanas y mutuamente satisfactorias.
• Los problemas en las relaciones existentes son comunes y persistentes; puede involucrar
conflictos frecuentes, graves y volátiles; y comúnmente son bastante unilaterales (por ejemplo,
sumamente dominantes o altamente sumisos).
• Bajo estrés, existen marcadas distorsiones en las apreciaciones situacionales e interpersonales
del individuo. Puede haber estados disociativos leves o creencias y percepciones similares a las
psicóticas (por ejemplo, ideas paranoides).
Características esenciales:
Nota: Esta lista de ejemplos no es exhaustiva y no pretende sugerir que todos los puntos estarán
presentes en una sola persona.
• La auto visión del individuo es muy poco realista y normalmente es altamente inestable o
internamente contradictoria.
• El individuo tiene graves dificultades con la regulación de la autoestima, la experiencia y la
expresión emocional, y los impulsos, así como con otros aspectos del comportamiento (por
ejemplo, perseverancia, indecisión).
• El individuo es en gran medida incapaz de establecer y perseguir objetivos realistas.
• Las relaciones interpersonales del individuo, si las hay, carecen de reciprocidad; son poco
profundas, extremadamente unilaterales, inestables y/o altamente conflictivas, muchas veces
incluso hasta el punto de la violencia. Las relaciones familiares están ausentes (a pesar de tener
parientes vivos) o están dañadas por un conflicto importante.
• El individuo tiene una dificultad extrema para reconocer emociones no deseadas (por ejemplo,
no reconoce ni acepta experimentar enojo, tristeza u otra emoción).
• El individuo no desea o no puede mantener un trabajo regular debido a la falta de interés o
esfuerzo, bajo rendimiento (por ejemplo, no completa asignaciones o desempeña roles
esperados, es poco fiable), dificultades interpersonales o comportamiento inapropiado (por
ejemplo, ataques de mal genio, insubordinación).
• Bajo estrés, existen distorsiones extremas en las percepciones situacionales e interpersonales
del individuo. A menudo hay estados disociativos o creencias o percepciones de tipo psicótico
(por ejemplo, reacciones paranoides extremas).
Los dominios de rasgos son continuos en las características de la personalidad de los individuos
que no tienen un trastorno de la personalidad. Los dominios de rasgos no son categorías
diagnósticas, sino que representan un conjunto de dimensiones que se corresponden con la
estructura subyacente de la personalidad.
Para describir el funcionamiento de la personalidad se deben indicar todos los calificadores que
sean necesarios. Las personas con trastornos de la personalidad más graves tienden a tener un
mayor número de dominios de rasgos prominentes. Sin embargo, una persona puede tener un
trastorno de la personalidad grave y manifestar un único dominio de rasgo prominente (por
ejemplo, desapego).
Los calificadores de dominio de rasgos que se pueden registrar incluyen los siguientes:
• Experimentar una amplia gama de emociones negativas con una frecuencia e intensidad
desproporcionadas a la situación.
Las emociones negativas comunes incluyen, entre otras, ansiedad, preocupación, depresión,
vulnerabilidad, miedo, ira, hostilidad, culpa y vergüenza. Las emociones negativas particulares
que son más características de cualquier persona varían entre los individuos y dependen en gran
medida de sus demás rasgos. Por ejemplo, las personas con alto comportamiento disocial tienen
más probabilidades de experimentar emociones negativas "externalizadas" (por ejemplo, enojo,
hostilidad, desprecio), mientras que las personas con desapego son más propensas a
experimentar emociones negativas "internalizadas" (por ejemplo, ansiedad, depresión,
pesimismo, culpabilidad).
• Actitudes negativistas.
Las personas con afecto negativo marcado generalmente rechazan las sugerencias o consejos
de los demás, argumentando que sería demasiado complicado o difícil representar dichas ideas;
o que las acciones sugeridas no conducirían a los resultados deseados o tendrían una alta
probabilidad de generar consecuencias negativas. La forma de rechazo depende en gran medida
de los otros rasgos del individuo. Por ejemplo, los que presentan mucho desapego son más
propensos a culparse a sí mismos por las posibles dificultades o malos resultados, mientras que
aquellos con alto comportamiento disocial son más propensos a culpar a los demás por ofrecer
esas malas ideas.
• Desconfianza.
Interpersonalmente, esto se manifiesta normalmente como una sospecha de que los demás
tienen mala intención, y que las observaciones neutrales o incluso benignas y los
comportamientos positivos son amenazas ocultas, desaires o insultos. Las personas con afecto
negativo tienden a guardar rencor y ser implacables incluso durante largos periodos de tiempo.
En situaciones no interpersonales, esta desconfianza usualmente toma la forma de amargura y
cinismo (por ejemplo, la creencia de que el ‘sistema está manipulado’).
6D31.1 Desapego
• Desapego social.
El desapego social se caracteriza por la evitación de las interacciones sociales y la intimidad, y
la falta de amistades. Las personas con alto nivel de desapego no disfrutan las interacciones
sociales y evitan en la medida de lo posible todo tipo de contacto y situaciones sociales. Se
involucran en pocas o ninguna "pequeñas charla/s", incluso si es iniciada por otros (por ejemplo,
en los mostradores a la salida de una tienda), buscan empleos que no involucran interacciones
con otros e incluso rechazan promociones si implica una mayor interacción con los demás.
Tienen pocas o ninguna amistad o conocidos casuales. Sus interacciones con los miembros de
la familia tienden a ser mínimas y superficiales. Rara vez mantienen relaciones íntimas y no
están particularmente interesadas en las relaciones sexuales.
• Desapego emocional.
El desapego emocional se caracteriza por la reserva, la distancia y la expresión y experiencia
emocionales limitadas. Los individuos con alto nivel de desapego se mantienen distantes, en la
medida de lo posible, incluso en situaciones sociales obligatorias. Por lo general, son distantes
y responden a los intentos directos de participación social sólo de manera breve y de forma tal
que desalientan futuras conversaciones. El desapego emocional también abarca la
inexpresividad emocional, tanto verbal como no verbal. Las personas que presentan un gran
desapego no hablan de sus sentimientos y es difícil discernir qué están sintiendo a partir de sus
comportamientos. En casos extremos, hay una falta de experiencia emocional en sí misma y no
son reactivos a los eventos negativos o positivos, con una capacidad limitada para disfrutar.
• El egocentrismo.
El egocentrismo en personas con alto grado de comportamiento disocial se manifiesta en un
sentido de autorización, creyendo y actuando como si se merecieran, sin justificación adicional,
lo que quieran, preferentemente por encima de lo que otros quieran o necesiten, y que este
'hecho' sea obvio a otros. El egocentrismo se manifiesta de manera activa/consciente y
pasiva/inconsciente. Las manifestaciones activas/conscientes de egocentrismo incluyen la
expectativa de la admiración de los demás, las conductas de búsqueda de atención para asegurar
ser el centro de atención de los demás, y los comportamientos negativos (por ejemplo, enojo,
berrinches, denigrar a los demás) cuando la admiración y la atención que el individuo espera
no se logra. Normalmente, tales individuos creen que tienen muchas cualidades admirables, que
sus logros son sobresalientes, que tienen o lograrán grandeza, y que otros deben admirarlos.
Las manifestaciones pasivas/inconscientes del egocentrismo reflejan una especie de poca
consciencia de que otros individuos importan tanto como uno mismo. En esta forma de
comportamiento disocial, la preocupación de los individuos es con sus propias necesidades,
deseos y consuelo, y los de los demás simplemente no se toman en cuenta.
•Falta de empatía.
La falta de empatía se manifiesta como la indiferencia hacia la forma en que las acciones de
uno incomodan a los demás o los perjudican de algún modo (por ejemplo, emocionalmente,
socialmente, financieramente, físicamente, etc.). Como resultado, las personas con
comportamiento disocial marcado a menudo son engañosas y manipuladoras, explotan a las
personas y las situaciones para obtener lo que quieren y creen que merecen. Esto puede incluir
ser malo y físicamente agresivo. En extremo, este aspecto del comportamiento disocial puede
manifestarse como insensibilidad ante el sufrimiento de los demás y crueldad para la obtención
de metas, de modo que dichos individuos pueden ser físicamente violentos con poca o ninguna
provocación e incluso pueden sentir placer infligiendo dolor y daño. Hay que tener en cuenta
que este aspecto del comportamiento disocial cuando es muy marcado no implica
necesariamente que los individuos no comprendan cognitivamente los sentimientos de los
demás, simplemente no se preocupan por ellos y, en cambio, es probable que usen esta
comprensión para explotar a los demás.
6D31.3 Desinhibición
• Impulsividad.
Las personas con alta desinhibición tienden a actuar con base en lo que es atractivo en este
momento, sin considerar las consecuencias negativas incluyendo ponerse a sí mismo o a otros
en riesgo físico. Tienen dificultades para retrasar la recompensa o la satisfacción y tienden a
buscar placeres inmediatos o beneficios potenciales disponibles a corto plazo. De esta manera,
el rasgo está fuertemente asociado a conductas tales como el uso de sustancias, el juego y la
actividad sexual no planificada.
• Distracción.
Las personas con alta desinhibición también tienen dificultades para mantenerse enfocadas en
tareas importantes y necesarias que requieren un esfuerzo sostenido. Se aburren rápidamente o
se frustran con tareas difíciles, rutinarias o tediosas, y se distraen fácilmente con estímulos
externos, como las conversaciones de los demás. Incluso en ausencia de distracciones, tienen
dificultades para mantener su atención centrada y persistir en las tareas, y tienden a explorar el
entorno en busca de opciones más agradables.
• Irresponsabilidad.
Las personas con alta desinhibición no son confiables y carecen de un sentido de
responsabilidad por sus acciones. Como resultado, a menudo no completan las asignaciones de
trabajo ni realizan los deberes esperados; no cumplen con los plazos, no cumplen los
compromisos y las promesas, y llegan tarde o faltan a citas y reuniones formales e informales
porque se permiten involucrarse en algo más atractivo que les haya llamado la atención.
• Imprudencia.
Los individuos con alta desinhibición carecen de un sentido apropiado de precaución. Tienden
a sobreestimar sus habilidades y, con frecuencia, hacen cosas que están más allá de sus
capacidades, sin considerar los posibles riesgos de seguridad. Las personas con alto nivel de
desinhibición pueden involucrarse en deportes peligrosos o manejar imprudentemente, o
realizar otras actividades sin suficiente preparación o entrenamiento, poniéndose o poniendo a
otros en peligro físico.
• Falta de planificación.
Las personas con alta desinhibición prefieren las actividades espontáneas por encima de las
planificadas, dejando sus opciones abiertas por si surge una oportunidad atractiva. Tienden a
enfocarse en sentimientos, sensaciones y pensamientos inmediatos, con relativamente poca
atención en los objetivos a largo plazo o incluso a corto plazo. Cuando hacen planes, a menudo
no logran cumplirlos, por lo que rara vez son capaces de alcanzar objetivos ni a largo plazo ni
a corto plazo.
• Perfeccionismo.
El perfeccionismo se manifiesta en la preocupación por las reglas sociales, las obligaciones y
las normas del bien y el mal; la atención escrupulosa al detalle; las rutinas diarias rígidas y
sistemáticas; la sobre programación y planificación; y el énfasis en la organización, el orden y
la pulcritud. Las personas con altos niveles de características anancásticas tienen un sentido
personal de perfección e imperfección muy claro y detallado que se extiende más allá de los
estándares de la comunidad para abarcar las nociones idiosincrásicas del individuo de lo que es
perfecto y correcto. Ellos creen firmemente que todos deben seguir todas las reglas con
exactitud y cumplir con todas las obligaciones. Las personas con características anancásticas
marcadas pueden rehacer el trabajo de otros porque no cumple con sus estándares de perfección.
Tienen dificultades en las relaciones interpersonales porque mantienen a los demás bajo los
mismos estándares que ellos y son inflexibles en sus puntos de vista.
Otras manifestaciones del patrón límite, aunque no necesariamente se presenten todas las
características en un individuo en un momento dado, incluyen lo siguiente:
• El Trastorno de Personalidad tiende a surgir cuando las experiencias de vida del individuo
proporcionan un apoyo insuficiente para el desarrollo normal de la personalidad, a pesar del
temperamento de la persona (el aspecto de la personalidad que se considera innato, que refleja
procesos genéticos y neurobiológicos básicos). Por lo tanto, la adversidad en etapas tempranas
de la vida es un factor de riesgo para el desarrollo posterior del trastorno de la personalidad, al
igual que lo es para muchos otros trastornos mentales. Sin embargo, no es determinante. Es
decir, el temperamento de algunos individuos permite que haya un desarrollo normal de la
personalidad a pesar de que exista un ambiente extremadamente adverso en etapas tempranas.
No obstante, en el contexto en el que existen antecedentes de adversidad en etapas tempranas
junto con dificultades conductuales, emocionales y/o interpersonales indica que debe
considerarse un diagnóstico de Trastorno de Personalidad.
• El grado en que los individuos y quienes los rodean concuerdan en que los comportamientos
individuales reflejan un rasgo particular, varía considerablemente. Si existe una discrepancia
marcada entre la auto descripción de un individuo y los tipos de comportamientos
problemáticos que se exhiben, a menudo es útil entrevistar a alguien que conoce bien a la
persona. Las diferencias marcadas entre la auto descripción del individuo y la descripción de
un tercero pueden sugerir un Trastorno de Personalidad.
trastorno de ansiedad por separación, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno por estrés
postraumático complejo, el trastorno de identidad disociativo) se caracterizan por las
perturbaciones duraderas en la cognición, la experiencia emocional y el comportamiento que
son inadaptados, se manifiestan en una variedad de situaciones personales y sociales, y que
están asociadas con problemas de deterioro significativo en el funcionamiento de los aspectos
del yo (por ejemplo, autoestima, autodirección) ), y/o una disfunción interpersonal (por
ejemplo, la capacidad de desarrollar y mantener relaciones cercanas y mutuamente
satisfactorias, la capacidad de comprender las perspectivas de los demás y gestionar el conflicto
en las relaciones). Con base en esto, las personas con estos trastornos también pueden cumplir
los requisitos para la definición del trastorno de la personalidad. Generalmente, las personas
con esos trastornos no deberían recibir un diagnóstico adicional de trastorno de la personalidad,
a menos que se presenten las características de la personalidad que ocasionen problemas
significativos en el funcionamiento de los aspectos del yo y/o del funcionamiento interpersonal.
Cabe mencionar que, incluso en ausencia de estas características adicionales, puede haber
situaciones específicas en las que se justifique un diagnóstico adicional de trastorno de la
personalidad (por ejemplo, elegibilidad para las formas de tratamiento clínicamente indicadas
para los trastornos de la personalidad).
Presentaciones en el desarrollo:
• Sin embargo, los rasgos inadaptados prominentes pueden observarse en niños preadolescentes
y pueden ser precursores de un trastorno de la personalidad en la adolescencia y la edad adulta.
Por ejemplo, las diferencias individuales en el afecto negativo y desinhibición, así como
características más específicas como la falta de empatía (un aspecto del comportamiento
disocial) y perfeccionismo (un aspecto de las características anancásticas) pueden observarse
en niños muy pequeños.
La evidencia disponible indica que la distribución por género del trastorno de la personalidad
es aproximadamente igual. Sin embargo, existen diferencias de género significativas en la
expresión conductual del trastorno de la personalidad y en los dominios de rasgo asociados.
Específicamente, las elevaciones en el comportamiento disocial y la desinhibición son más
comunes entre los hombres, mientras que las elevaciones en el afecto negativo son más
comunes entre las mujeres.