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Esta historia cuenta como los Israelitas lograron escapar del pueblo de Egipto. Guiados por
Moisés, el pueblo de Israel huyo del faraón. El pueblo buscaba su liberación a través de Moisés,
quien los condujo hacia la Tierra prometida. Este suceso es considerado como el comienzo del
pueblo de Israel.
El pueblo de Egipto cruzo el desierto siguiendo la guía de Moisés hasta llegar a las orillas del
Mar Rojo. El Faraón se dio cuenta de que había dejado partir un pueblo de esclavos que le
para obligarles a regresar a Egipto. Se puso al frente de un ejército con sus mejores oficiales. El
faraón inicio la persecución. El ruido que hacían los carruajes y el polvo que levantaban se podía
eran guerreros expertos. Clamaron a Dios y se quejaron ante Moisés por haberlos sacado a morir
en el desierto. El mar Rojo les impedía seguir y le cuestionaron a Moisés por que los había
sacado de Egipto para dejarlos morir a manos del ejército. Moisés les dijo que no temieran, que
se quedaran tranquilos e inmediatamente verían qué Dios les ayudaría. Extendió una mano y un
viento fuerte empezó a soplar abriendo el mar y separando las aguas, dejando un camino seco. El
pueblo pudo cruzarlo a pie, sin mojarse. El ejército del Faraón los siguió, tratando de seguir el
camino seco del mar. Cuando los israelitas acabaron de pasar a la otra orilla Moisés extendió de
nuevo la mano, el viento paro y las aguas volvieron a su nivel muriendo en ellas el Faraón y
todos sus soldados. El pueblo de Israel lo presenció desde la otra orilla del mar Rojo.
Esta historia nos enseña cómo debemos confiar en Dios y tener fe sobre todas las cosas. Tal vez
Moisés no sabía exactamente cómo Dios los salvaría, pero por fe sabía que lo iba a hacer. Estaba
seguro que el propósito de salir de Israel no era morir en el desierto. Moisés le dijo al pueblo de
Israel que Dios haría el milagro, y que todo lo que ellos debían hacer era permanecer quietos.
Moisés se puso a orar y clamo a Dios en ese momento y Dios le respondió. Debemos estar
seguros que en nuestros momentos de dificultad Dios escuchara nuestras oraciones y que según
salvo al pueblo de Israel concediéndoles el milagro de dividir un mar en dos así nos protegerá y