Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La historia de los judíos en Egipto comienza con José, hijo de Jacob. Tras
provocar la envidia de sus hermanos, éstos lo acaban vendiendo a unos
mercaderes que lo llevan a Egipto. Allí, un golpe de suerte lo convierte en visir del
faraón. En cumplimiento de su cargo, José crea reservas de grano que salvan a
los egipcios de una hambruna. En cambio, la familia de José es víctima de la
sequía y acude a Egipto a comprar grano. José concede el perdón a sus
hermanos y los invita a establecerse con él, dando inicio a la presencia judía en
Egipto.
LOS hombres que ves aquí están obligando a la gente a trabajar. ¡Mira al que está
golpeando a un trabajador con un látigo! Los trabajadores son de la familia de
Jacob, y se les llama israelitas. Y los que los obligan a trabajar son egipcios. Los
israelitas han llegado a ser sus esclavos. ¿Cómo pasó esto?
Por muchos años la gran familia de Jacob vivió en paz en Egipto. José, que era el
hombre más importante de Egipto después de Faraón el rey, los cuidaba. Pero
entonces José murió. Y un nuevo Faraón, a quien no le gustaban los israelitas,
llegó a ser rey en Egipto.
De modo que este Faraón malo esclavizó a los israelitas. Y puso a cargo de ellos
a hombres que eran viles y crueles. Estos obligaron a los israelitas a trabajar duro
haciendo ciudades para Faraón. Pero los israelitas seguían haciéndose muchos.
Después de un tiempo los egipcios temieron que los israelitas llegaran a ser
demasiados y se hicieran muy fuertes.
¿Sabes lo que hizo Faraón? Habló a las mujeres que ayudaban a las madres
israelitas cuando ellas daban a luz, y dijo: ‘Tienen que matar a todo varoncito que
nazca.’ Pero estas mujeres eran buenas, y no mataban a los nenes.
Por eso Faraón dio este mandato a todo su pueblo: ‘A todos los varoncitos
israelitas, mátenlos. Dejen vivir solo a las niñitas.’ ¿No era terrible que se mandara
eso? Veamos cómo se salvó a un varoncito.
Éxodo 1:6-22.
Entrada de los israelitas a Canaán
Las primeras huellas de la existencia de Jericó datan de los años 10 a 9 mil antes
de Jesucristo. Según el relato bíblico, hacia el año 1250 antes de Cristo, ésta fue
la primera ciudad de la "Tierra Prometida" conquistada por los hebreos.
La Biblia dice que los israelitas llegan a Canaán guiados por Moisés a través del
desierto. Pero se da la enojosa situación de que la Tierra Prometida está habitada
por gente que parece no estar dispuesta a cederla así nomás.
Una avanzada de doce hombres, entre los que se encuentran Josué y Caleb,
explora la región y vuelve con frutos que demuestran la tentadora fertilidad de
esas tierras pero también dan testimonio de la fuerza de sus habitantes. Son
"gigantes", dicen. Cunde el pánico ante esta descripción. Josué y Caleb conservan
la calma y la confianza: "Dios nos ayudará, lo ha prometido". Los demás se
lamentan de haber salido de Egipto. Por esta actitud, dice la Biblia, serán
castigados: Dios demora la entrada a Canaán y deben permanecer más tiempo en
el desierto.
La leyenda dice que durante siete días consecutivos, los israelitas, conducidos por
Josué, dieron una vuelta a la muralla de Jericó acompañados por los sacerdotes
que hacían sonar trompetas, mientras los habitantes de la ciudad se burlaban de
este ridículo método de conquista. Pero el séptimo día, las vueltas fueron siete en
total y la muralla se derrumbó. Sólo quedó en pie el trozo al que estaba adosada la
casa de Rahab de cuya ventana colgaba la cuerda roja…