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Unidad 10

la tierra prometida.
El libro de josué.
Los jueces

EN LA ILUSTRACIÓN, SANSÓN Y DALILA. ANDREA DEL


CASTAGNO. EL ARTISTA HA RECOGIDO EL MOMENTO EN QUE
DALILA, DESPUÉS DE HABER CONSEGUIDO QUE SANSÓN LE
REVELARA EL SECRETO DE SU FUERZA, LE CORTA EL PELO PARA
HACERSELA PERDER Y ENTREGARLO A SUS ENEMIGOS.

LOS ISRAELITAS CRUZARON EL RÍO JORDÁN Y OCUPARON LENTAMENTE LA TIERRA DE LA PROMESA.


EN MOMENTOS DE PELIGRO CLAMABAN AL SEÑOR Y ÉSTE HACÍA SURGIR ENTRE ELLOS A LOS
JUECES O JEFES-SALVADORES.

Esquema
ESTE ES EL ESQUEMA QUE SIGUE EL TEXTO.
LÉELO ANTES DE PONERTE A ESTUDIAR.

1. ISRAEL LLEGA A LA TIERRA PROMETIDA


2. EL PAÍS DE CANAÁN
3. LA CONQUISTA DE CANAÁN
4. LA ASAMBLEA DE SIQUÉN
5. EL RETO DE UN NUEVO ESTILO DE VIDA
6. LOS JUECES DE ISRAEL
7. LA HISTORIA DE GEDEÓN
8. SAMUEL, EL ÚLTIMO JUEZ DE ISRAEL
9. EN EL UMBRAL DE UNA NUEVA ERA

PRIMER CUATRIMESTRE - UNIDAD 10 PÁGINA 101


bibliografía
LA UNIDAD HA SIDO CONFECCIONADA
USANDO LAS OBRAS CITADAS MÁS ABAJO.

Este pedazo de la historia de la salvación está relatado en los libros de Josué, Jueces y 1 de
Samuel.

para estudiar
LEE EL TEXTO, HAZ UN ESQUEMA
Y ANOTA LAS DUDAS QUE TE SURJAN.

1. ISRAEL LLEGA A LA TIERRA PROMETIDA

La larga travesía del desierto duró muchos años, unos cuarenta, hasta llegar a los llanos de
Moab, al este del río Jordán. A la otra orilla del río se extendía el país de Canaán, la Tierra Prometida.
La tierra que un día —hacía ya muchos siglos— Dios prometió a Abraham dar a sus descendientes.
Moisés, que había conducido al pueblo por el desierto, murió poco antes de entrar en ella. A
su muerte, Josué lo reemplaza al frente de las tribus del pueblo de Israel. Todo esto sucede alrededor
del año 1200 antes de Cristo.
«Después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, Dios dijo a Josué: Moisés mi siervo ha
muerto. Anda, pasa el Jordán con todo este pueblo hacia el país que yo doy a los israelitas... Como
estuve con Moisés, estaré contigo. ¡Ánimo, sé valiente! Cumple la ley que te mandó Moisés, sin
apartarte de ella: así tendrás éxito en todas tus empresas242.
Josué, hijo de Num, había sido, desde muchos años antes, íntimo colaborador y brazo derecho
del caudillo israelita. Pero ahora quedaba solo. Se enfrentaba con la tarea, nada fácil, de atravesar el
Jordán y establecerse con aquellas tribus, acostumbradas ya a la vida nómada, en una tierra que
habitaban otros pueblos, lógicamente adversos a dejarse invadir.

2. EL PAÍS DE CANAÁN

¿Qué clase de país era Canaán? ¿Quiénes eran sus habitantes y cómo vivían? Desde luego, la
inmensa mayoría eran de raza semita, pero se trataba de una mezcla de gentes y pueblos que habían
ido llegando al país en épocas distintas y que, aunque recibieron el nombre general de canaanitas o
cananeos, no constituían un solo pueblo, sino que se hallaban desperdigados en grupos, sin
organización ni unidad, por lo general en ciudades amuralladas y bajo el mando de reyezuelos locales.
Había también algunos núcleos aislados de población hitita, aquella raza en un tiempo poderosa. A
éstos se añadieron también otros hombres de raza no semita, guerreros de tez clara, procedentes de
Creta, que llegaron por el mar y se establecieron en la costa. Fueron los filisteos muy superiores a los
israelitas, no sólo en organización, sino también en cultura, industria y comercio, por lo que
constituyeron los más temibles enemigos del pueblo judío durante la conquista, como podemos
comprobar leyendo los relatos bíblicos. Y es curioso que fueran estos hombres, no semitas, los que
impusieron su propio nombre a la región y la llamaron «Filistina», Palestina.
Aparte de los. filisteos, el nivel cultural de los demás habitantes del país no parece que fuera
muy elevado. Sus murallas, ciudadelas y túneles abiertos, así como el emplazamiento de sus ciudades,
indican que constantemente debían defenderse contra intentos de dominio o de invasión. Es lógico que

242
Jos 1,7.

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no se dedicaran a cultivar el arte, ni la literatura. Gracias a la arqueología, lo que sí conocemos son sus
prácticas religiosas. Sabemos que cada santuario, generalmente situado en las cumbres de las
montañas, tenía su dios Baal de piedra y que, ante él y ante la imagen de la diosa Astarté, celebraban
un culto a la vez cruel y sensual, con sangrientos sacrificios humanos —generalmente de niños— y
grandes orgías. Imploraban de sus dioses la fecundidad de sus ganados así com la abundancia de
cosechas.
En medio de esta amalgama de gentes, de mentalidad religiosa mucho más primitiva, debía
instalarse el pueblo de Israel, con su fe en Yahveh, el Dios invisible y único que no podía ser
representado. Y que era tan distinto de los otros dioses, que sólo exigía un sincero deseo de cumplir
su ley243.

3. LA CONQUISTA DE CANAÁN

El libro que nos cuenta la entrada del


pueblo de Israel en Canaán y la conquista del país
es el Libro de Josué. Cuando lo leemos nos da la
impresión de una gesta bélica: el pueblo capita-
neado por Josué va conquistando una tras otra las
principales ciudades, hasta hacerse amo y señor
del territorio, aniquilando a los antiguos poblado-
res. Una campaña fulgurante.
Pero parece que la realidad fue más
compleja y menos espectacular: la entrada del
pueblo de Israel en Canaán fue más bien la lenta
inmigración de un pueblo que va instalándose en
un nuevo territorio. Evidentemente no faltaron
roces y tensiones entre los antiguos pobladores y
los recién llegados.
El tono espectacular que el libro da a la
narración de la conquista se debe a que el narra-
dor quiere destacar la transcendencia que aque-
llos hechos tenían para el pueblo. El tono prodi-
gioso de muchos de los relatos de la conquista
nos da a entender que el pueblo veía detrás de
aquellos hechos la mano de su Dios: entrando en
el país de Canaán y tomando posesión de él, se
estaban cumpliendo las promesas de Yahveh a
sus antepasados.
El pueblo atraviesa el Jordán a pie enjuto. EL REPARTO DE LA TIERRA PROMETIDA ENTRE LAS DOCE TRIBUS.
Los sacerdotes llevan procesionalmente el Arca de
la Alianza —un cofre que guarda el mayor tesoro
que el pueblo de Israel posee: las tablas de la Ley— y todo el pueblo atraviesa el río detrás de ellos.
El paso del río, última frontera después de la estancia en el desierto, es la señal del principio de la
conquista.
La ciudad de Jericó, temible baluarte y clave de ingreso en la tierra prometida, la ciudad más
antigua del mundo (VII milenio antes de Cristo), es la primera en caer ante el embate de los israelitas.
Sus murallas se desplomaron y el pueblo entró victorioso. De los datos arqueológicos se desprende
que por aquella época la ciudad estaba ya probablemente destruida; no obstante, la conquista se
describe como un acto divino, pues sólo después de una solemne procesión semanal se desploman
los muros y se resquebrajan244. Y aunque, según sostienen algunos, fuera un terremoto el que la
destruyó, a los ojos de los hebreos habría sido siempre una intervención divina la que resolvió el
principal obstáculo para la entrada en la tierra de Canaán.
Después caerá la ciudad de Ai. El avance sigue hacia el sur del país y, más tarde, hacia el norte.

243
Jos 1,8.
244
Jos 6.

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El pueblo se va estableciendo en el país conquistado. Las diversas tribus se reparten el territorio y se
instalan en distintas zonas del país.
Los israelitas triunfaron, sí; se dividieron por tribus la tierra «de la leche y la miel» (Jos 13-19),
y se instalaron en ella. Pero la conquista fue lenta y penosa y duró muchos años. Por otra parte, no
olvidemos que el pueblo, aunque unido por una misma creencia y una misma ley, no era aún una
nación propiamente dicha, sino un conjunto de tribus, cada una de las cuales realizaba incursiones por
su cuenta. Retrocedía en los terrenos llanos por la superioridad de los carros de combate de sus
enemigos, o resultaba victoriosa en las montañas y en los bosques, siempre preferidos por los
guerrilleros. Lo que es indudable es que, a través de todas las vicisitudes, los sostenía, como los había
sostenido para salir de Egipto y para atravesar el desierto, su fe en la ayuda de Dios.
Porque, aunque posteriormente los israelitas cayeron bajo la fascinación de los baales
cananeos, la Biblia nos dice que «el pueblo sirvió a Yahveh toda la vida de Josué...»245. A éste, Dios
había dirigido unas palabras ya clásicas, a las puertas de lo que había de ser su futura patria: «Contigo
está Yahveh, tu Dios...»246.
Esta promesa, no por ser clásica para los caudillos de Israel, había dejado de infundir confianza
y valor a todos. Y en efecto, gradualmente, muy gradualmente, los hebreos fueron instalándose en los
antiguos dominios cananeos.
Es éste un período oscuro en la historia de Israel. La cronología que sobre él encontramos en
la Biblia es muy vaga y no sabemos exactamente en qué fecha comenzó ni cuánto duró. Por otra parte,
nos encontramos con que las tribus israelitas estaban en una situación muy precaria. Y esto, no sólo
por sus constantes luchas contra cananeos y filisteos, sino, sobre todo, porque la fe judía cayó a su
nivel más bajo, ya que la convivencia con los cultos y los ritos paganos acabó por enfriar su entusiasmo
por Yahveh. Y Yahveh era más difícil de contentar, porque exigía, no un corazón sacrificado en un horno
de fuego, como Moboch, sino un corazón sin odio, sin crueldad y sin mentira.

4. LA ASAMBLEA DE SIQUÉN

Acabada la conquista, todo Israel se reúne en el santuario de Siquén, en el centro de la tierra


prometida, para celebrar un acto solemne de alianza con el Señor salvador. Este rito se describe en el
capítulo 24 del libro de Josué. Después de recitar el llamado «credo histórico»247, en vivo diálogo entre
Josué y la asamblea, todo el pueblo se comprometa a servir sólo al Señor, es decir, a adherirse sólo
a él, a creer sólo en él, a adorarle sólo a él, evitando toda idolatría248. En efecto, el verbo «servir»
aparece en el fragmento catorce veces, dos veces siete (y el siete es el número de la perfección y de
la plenitud).

5. EL RETO DE UN NUEVO ESTILO DE VIDA

Las doce tribus de Israel —las familias descendientes de los doce hijos de Jacob— se
instalan en diferentes zonas del país. Al principio el pueblo se organiza de acuerdo con el sistema
de clanes o tribus. Cada tribu lleva una vida bastante independiente de las demás.
Sin embargo, se sienten unidas por vínculos de parentesco, por el pasado común que han
vivido y por la misma fe en Yahveh, el Dios de sus padres, que los ha sacado de Egipto y los ha
conducido a aquella tierra.
La conciencia de pertenecer a un mismo pueblo se despertará especialmente en los
momentos de peligro. Cuando una tribu se encuentre amenazada, todas las otras se sentirán
obligadas a acudir en su ayuda.
El Arca de la Alianza que se encuentra en Silo, en el centro del país, les recuerda el pasado
común y les ayuda a mantener vivos los lazos religiosos que los unen.

245
Jue 2,7.
246
Jos 1,9.
247
Jos 24,1-13.
248
Jos 24,14-24.

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Lenta y progresivamente las tribus de Israel se van adaptando a las formas de vida
sedentaria, tan diversa de la que habían llevado en la travesía del desierto. Buscan nuevas formas
de organización y establecen nuevas leyes.
Esta adaptación no siempre fue fácil. Israel convive con los cananeos que tienen una
cultura propia y una civilización bastante más evolucionada que la suya.
El culto y la religiosidad de los cananeos eran atractivos y brillantes. El pueblo de Israel
quedó deslumbrado ante aquella fastuosidad y cedió a la tentación.
Era difícil mantener la propia fe —tan austera y exigente— frente a una religiosidad mucho
más pomposa y cómoda. El pueblo de Israel se desvió hacia la idolatría, rompiendo la promesa
que había hecho en el Sinaí de adorar a Yahveh como a su único Dios y Señor.

6. LOS JUECES DE ISRAEL

El período que sigue a la conquista es un período de transición, de transformación. El


nomadismo ha quedado atrás. Hay que adaptarse a la vida sedentaria, hay que abandonar las
tiendas, hay que cultivar el suelo que se ha conquistado. Hay que coexistir al lado de los
cananeos. Y hay que permanecer fiel a Yahveh. Aquí es donde se encuentra la mayor dificultad.
No es que ahora los israelitas abandonen totalmente a su Dios. No. Es que se creen en la
obligación de honrar también a los dioses locales249, sin duda, no sólo porque sus ritos les atraen,
sino también para obtener su favor y su benevolencia.
A la muerte de Josué, la división de las tribus se hace efectiva. Cada una de ellas parte
para su porción de tierra y lucha aisladamente por defenderla, primero contra los cananeos, y
después contra, los filisteos y los madianitas, amalecitas, etc., que constantemente penetran por
el oeste y por el sur para realizar incursiones de ataque. En esta situación, es evidente que no
pueden tener todavía un jefe común. Y por eso, esporádicamente y allá donde surgía la
necesidad, aparecen unos hombres dotados de especial valor o fuerza o sabiduría, que, durante
un tiempo, eran caudillos de una o de varias tribus y las liberaban de sus enemigos. Una vez
conseguido esto, cesaban en su cargo, pero seguían gozando de un gran respeto general. A
veces incluso, había varios al mismo tiempo, porque, como hemos dicho, su autoridad nunca se
extendía a todo Israel. A estos personajes los conocemos tradicionalmente con el nombre de los
Jueces. Y su historia
está recogida en el libro
de lleva el mismo nom-
bre. Quizá el nombre
genérico que se les ha
asignado no es dema-
siado coherente, por-
que no se dedicaban a
hacer juicios, sino que
eran caudillos carismá-
ticos. Tal cosa ocurre
por una mal traducción
del hebreo. «Shafat»
significa juzgar, pero
también significa go-
bernar.
De algunos de
los jueces, el libro ho-
mónimo nos ofrece po-
cos datos, en ocasiones
QUIZÁS DE TODOS LOS JUECES EL MÁS REPRESENTADO ICOCONGRÁFICAMENTE A LO LARGO DE LA HISTORIA HA una simple mención;
SIDO SANSÓN. AQUÍ TIENES UN BAJORRELIEVE EN EL QUE SE LO VE DESPEDAZANDO AL EL LEÓN (JUE 14,5). por eso los llamamos

249
Jue 10, 6.

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«jueces menores». De otros se nos cuenta algo más; éstos son conocidos como «jueces
mayores». Los jueces mayores son los verdaderos protagonistas de las pintorescas narraciones
del libro de los jueces. A menudo su característica era la de ser marginales: Débora era mujer;
Gedeón era «de la familia más pobre de la tribu de Manasés» y «el más pequeño de la casa de su
padre»250; Jefté era hijo de una prostituta y llevaba vida de bandido; Sansón era un tipo violento
y propenso a ceder ante mujeres extranjeras. Con estas biografías poco ejemplares se quiere
exaltar el primado de Dios en la guía y salvación de su pueblo. Por otra parte, la lección del menor
en constante en la Biblia: piénsese en Jacob respecto de Esaú, en David respecto a Goliat, en
Israel frente a los grande pueblos de la antigüedad.
El libro tiene un muy marcado sentido religioso. Todos los relatos siguen un mismo
esquema que subraya la idea de la llamada «teoría de la retribución» (Dios está con los que le son
fieles y castiga a los que se olvidan de él). Este es el esquema:
a) El pueblo vive una situación desesperada como castigo de su infidelidad a la Alianza.
b) El pueblo en peligro dama a Yahveh
c) Dios suscita un libertador y salva a su pueblo.
d) Una vez salvado del peligro y con el paso de los años, el pueblo cae de nuevo en la
idolatría.
La de los jueces es una lucha guiada por Dios y su motivación religiosa siempre se coloca
en primer plano. Si al relatar las gestas de los jueces se destacan las cualidades de estos hombres
(astucia, fuerza, valentía...), la cualidad que más se subraya es siempre la fidelidad a Dios y a su
Alianza.

7. LA HISTORIA DE GEDEÓN

Aquí resumimos las gestas de uno de estos jueces de Israel: Gedeón. En aquel tiempo el
pueblo estaba atemorizado por las incursiones de unos nómadas del desierto, llamados
madianitas, que devastaban las cosechas y robaban los rebaños. Gedeón siente que Dios lo llama
a liberar al pueblo del temible enemigo. Movido por el Espíritu de Dios que se apodera de él,
destruye el altar y las imágenes de los ídolos que había construido su propio padre y reúne un
ejército de voluntarios de diversas tribus de Israel.
Despide a los que no ve bastante valientes y decididos y con un ejército de sólo trescientos
hombres se dispone a hacer frente a los madianitas. Valiéndose de una estrategia llena de
astucia, en un ataque nocturno y por sorpresa, obtiene una sonada victoria que deshace
completamente al enemigo.
El prestigio de Gedeón crece enormemente y el pueblo quiere proclamarlo rey y caudillo
único. Gedeón rechaza la propuesta.
«Los israelitas dijeron a Gedeón: “Tú serás nuestro jefe, y después tu hijo y tu
nieto, porque nos has salvado de los madianitas”. Gedeón les respondió: “Ni yo ni
mi hijo seremos vuestro jefe. Vuestro jefe será el Señor”.»251
Tras la muerte de Gedeón el pueblo cae nuevamente en la idolatría mostrando así su
ingratitud a Yahveh que los había salvado de los enemigos. Será necesaria una nueva amenaza
que ponga en peligro sus vidas para que se acuerden de invocar a su Dios. Y nuevamente Dios
les perdonará suscitando un nuevo juez, lleno de su espíritu, que en su nombre los conducirá a
la victoria.

8. SAMUEL: EL ÚLTIMO JUEZ DE ISRAEL

El último y el mayor de los jueces de Israel es Samuel (siglo X a. C.). Su nombre significa
Lo-había-pedido-a-Dios.

250
Jue 6,15.
251
Jue 8,22-23.

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Ana, su madre, no tenía hijos. Angustiada, suplica a Dios que le conceda uno y le promete
consagrarlo a Dios. Cuando nace el niño le pone este nombre tan significativo y al acabar de
criarlo lo lleva al santuario de Silo para consagrarlo a Dios bajo la custodia del sacerdote Elí. La
plegaria de Ana al hacer el ofrecimiento de su hijo a Dios es muy hermosa y está cargada de
auténtico sentimiento religioso:
«Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta por Dios, mi boca se ríe
de mis enemigos, porque celebro tu salvación. Se rompen los arcos de los
valientes mientras los cobardes se ciñen de valor. El Señor da la riqueza y la
pobreza, el Señor humilla y enaltece. Él levanta del polvo al desvalido, alza de la
basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono
de gloria»252.
De esta forma, ya desde pequeño, Samuel es educado en la pureza de la fe israelita y
aprende a escuchar la palabra de Dios. Dios se manifestó misteriosamente a Samuel, desde sus
años de juventud, y ello hizo que su prestigio llegara a ser muy grande entre los israelitas, que,
en toda ocasión importante, recurrían a él, solicitando su consejo y oración.
Como juez y profeta, Samuel velará por mantener firme la fidelidad del pueblo a la Ley y
lo tendrá que animar y guiar en tiempos bien difíciles.
«Samuel fue juez de Israel toda su vida. E iba todos los años y giraba visita por
Betel, Guilgal y Mispá, gobernando a Israel en todos esos lugares. Luego tornaba
a Ramí, donde tenía su casa y allí gobernaba a Israel»253.
El pueblo lo veneró y le obedeció, fue intermediario entre Dios y los hombres, ungió a dos
reyes (Saúl y David); y hasta sus enemigos, los filisteos, respetaron su aureola de hombre santo.

9. EN EL UMBRAL DE UNA NUEVA ERA

Cuando Samuel era ya muy viejo, el pueblo le pidió que les nombrara un rey. Buscaban así una
mayor cohesión entre todas las tribus, bajo una autoridad única reconocida por todos. La monarquía,
con su ejército regular, les permitirá hacer frente con mayor eficacia a las amenazas exteriores. Muchos
de los pueblos vecinos tienen ya sus reyes e Israel decide imitarlos.
Samuel ve los peligros que se esconden detrás de esta petición del pueblo. El peligro de que
el rey gobierne despóticamente. Y sobre todo, el peligro de que el pueblo olvide que su único Señor
es el Dios del Sinaí. No es un rey, les dice, sino la fidelidad a la Alianza lo que garantizará la paz
verdadera y la victoria frente a los enemigos. La salvación del pueblo no está en el poder de un ejército.
«Si respetáis al Señor y le servís, si le obedecéis y no os rebeláis contra sus mandatos, vosotros
y el rey que reine sobre vosotros viviréis. Pero si no obedecéis al Señor y os rebeláis contra sus
mandatos, el Señor descargará la mano sobre vosotros y vuestro rey, hasta destruiros»254.
Después de advertir al pueblo, Samuel le concede lo que pide: Samuel unge a Saúl como
primer rey de Israel. La instauración de la monarquía inaugura una nueva etapa de la larga historia de
Israel. Ungido el rey, Samuel, ya muy anciano, se despide del pueblo con la satisfacción de quien ha
cumplido con toda honradez y fidelidad la tarea que se le había confiado. Así lo reconoce públicamente
el pueblo entero.

252
1S 2,1-9.
253
1S 7,15ss.
254
1S 12,14-15.

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resumen
AQUÍ TIENES EL RESUMEN DEL TEMA
QUE HEMOS DESARROLLADO EN LAS PÁGINAS PRECEDENTES.

Después de la muerte de Moisés, Josué fue el caudillo que recibió de Dios el encargo de
ì llevar a su pueblo a la tierra prometida. La entrada, conquista y asentamiento del pueblo de
Dios en la tierra de Canaán lo tenemos relatado en el libro de Josué. Este libro
escrito en un tono espectacular y grandioso, no pretende decir a pie juntillas como fueron los
acontecimientos históricos de aquel entonces, sino subrayar la idea de que Dios estaba con el
pueblo y que así lo percibió el pueblo de Dios.

Aunque habitualmente hablamos del pueblo de Dios (como en el párrafo anterior), la verdad
í es que toda aquella gente salida de Egipto y que había caminado durante años por el desierto
estaba reunida en tribus, que se asentaron en la tierra prometida tomando posesión de territorios
diversos. A la muerte de Josué esa división y asentamiento de las tribus se hizo efectiva.

El libro de los Jueces nos habla de la época siguiente a la de Josué. Los jueces eran caudillos
î carismáticos suscitados para librar a un pueblo que está pasando, no sin dificultades, de la
vida nómada a la sedentaria. Subraya sobe todo la idea de que Dios se pone a favor del pueblo
cuando éste lo invoca, confía en él y cumple su Ley.

ïElTestamento,
último juez de Israel será Samuel. Este personaje, una de las figuras señeras del Antiguo
sirve de transición entre la época de los jueces y la de la monarquía.

datos cronológicos
UNA BREVE REFERENCIA A LA ÉPOCA EN LA QUE OCURRIERON LOS HECHOS
Y A LA ÉPOCA EN LA QUE SE ESCRIBIERON LOS LIBROS QUE LOS NARRAN.

1. Los acontecimientos narrados en el libro de Josué ocurrieron entre los años 1220-
6 1200 a.C., aproximadamente.

2. Los acontecimientos narrados en el libro de los Jueces tuvieron lugar entre los
años1200-1025 a.C., aproximadamente.

3. El comienzo de la actividad de Samuel tuvo lugar en torno al año 1040 a.C.

Los libros de Josué, Jueces y 1 de Samuel (juntamente con 2 de Samuel y 1 y 2 de


? Reyes)forman parte de la llamada Historia deuteronomista. Esta obra conjunta fue
escrita por uno o varios autores pertenecientes a una escuela teológica llamada
deuteronomista, porque en ella nació el Deuteronomio. La Historia deuteronomista fue
escrita, al menos en su última edición, en torno al 550 a.C.

PÁGINA 108 ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - DIÓCESIS DE JAÉN


para reflexionar
ESTE MATERIAL TE AYUDARÁ
A ENTENDER MEJOR Y A PROFUNDIZAR EL TEMA.

Dios es misericordioso y liberador.


1 Comparación de dos cantos bíblicos de mujeres a Dios.

CÁNTICO DE ANA, MADRE DE SAMUEL CÁNTICO DE MARÍA, MADRE DE JESÚS


(1S 2,1-10) (Lc 1,46-55)

Mi corazón se regocija por el Señor, Proclama mi alma la grandeza del Señor,


mi poder se exalta por Dios; se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
mi boca se ríe de mis enemigos, porque ha mirado
porque gozo con tu salvación. la humillación de su esclava.
No hay santo como el Señor, Desde ahora me felicitarán
no hay roca como nuestro Dios. todas las generaciones,
No multipliquen discursos altivos, porque el Poderoso
no echen por la boca arrogancias, ha hecho obras grandes por mí:
porque el Señor es un Dios que sabe; su nombre es santo
él es quien pesa las acciones. y su misericordia llega a sus fieles
Se rompen los arcos de los valientes, de generación en generación.
mientras lo cobardes se ciñen de valor; Él hace proezas con su brazo,
los hartos se contratan por el pan, dispersa a los soberbios de corazón,
mientras los hambrientos derriba del trono a los poderosos
no tienen ya que trabajar; y enaltece a los humildes,
la mujer estéril da a luz siete hijos, a los hambrientos los colma de bienes
mientras la madre de muchos se marchita. y a los ricos los despide vacíos.
El Señor da la muerte y la vida, Auxilia a Israel, su siervo,
hunde en el abismo y levanta; acordándose de la misericordia
da la pobreza y la riqueza, como lo había prometido a nuestros padres
humilla y enaltece. en favor de Abraham
Él levanta del polvo al desvalido, y su descendencia por siempre.
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria;
pues del Señor son los pilares de la tierra,
y sobre ellos afianzó el orbe.
Él guarda los pasos de sus amigos,
mientras los malvados
perecen en las tinieblas,
porque el hombre no triunfa por su fuerza.
El Señor desbarata a sus contrarios,
el Altísimo truena desde el cielo,
el Señor juzga hasta el confín de la tierra.

PRIMER CUATRIMESTRE - UNIDAD 10 PÁGINA 109


Él da fuerza a su Rey,
exalta el poder de su Ungido.

para escribir
SIGUE LAS INSTRUCCIONES
Y ESCRIBE TU REFLEXIÓN EN EL CUADERNO DE TRABAJO.

Define estos términos, usando tus propias palabras:


1 a) Tierra prometida
b) Tierra «que mana leche y miel»
c) Josué
d) Asamblea de Siquén
e) Jueces

Lee en tu Biblia Jos 24,1-13. ¿Por qué piensas que se le ha llamado a este texto el
2 «credo histórico»? ¿Qué diferencias encuentras entre este credo y los credos que
normalmente rezamos los cristianos (aparte de que los nuestros hacen referencia a
Cristo, porque son cristianos, y aquél no, porque es un credo judío)?

Mira la introducción de tu Biblia al libro de los Jueces. Busca allí e indica cuáles son los
3 jueces mayores y cuales los menores.

Lee en tu Biblia la historia de Gedeón (Jue 6,123; 7,1-22). Haz un resumen de lo que
4 has leído. Para ello te pueden ayudar las siguientes preguntas:
a) ¿Cuál era la situación de opresión que sufrían los israelitas?
b) ¿Quién era Gedeón? ¿Qué hacía cunado lo llamó Dios? ¿Qué le pidió Dios?
c) ¿Qué le dice Dios a Gedeón cuando éste reúne a mucha gente para luchar? ¿Cómo
hace Gedeón la selección?
d) ¿Cuál fue el sueño de los dos centinelas madianitas? ¿Por qué aparece un pan de
cebada y no un pan de trigo?
e) ¿En qué consistió la estrategia usada por Gedeón y su gente? ¿Cuál fue el resultado?
¿Qué enseñanza encierra esta victoria?

Después de leer los dos cánticos del Para reflexionar 1, contesta:


5 a) ¿Qué tienen en común estos dos cánticos?
b) ¿En qué se diferencian?
c) ¿Te da la impresión de que Lucas estaba leyendo el cántico de Ana cuando escribió
el de María en su evangelio? ¿Por qué?

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