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Colera

Es una enfermedad infecciosa, causada por una infección intestinal con Vibrio cholerae,
que se caracteriza por una diarrea acuosa masiva y deshidratación grave que puede
evolucionar a conmoción y muerte en ausencia de tratamiento.
Es considerada una de las enfermedades más antiguas del hombre. se encuentran
antecedentes escritos en China, India y la Grecia Clásica. Los datos sobre la ocurrencia
de cólera no estuvieron disponibles hasta 1817 en que aconteció la primera pandemia
documentada en Asia y que se extendió a Turquía y los países árabes.   Hoy se habla de 8
pandemias que han ocurrido a causa de la colera.
Los contaminados puede tardar entre 12 horas y 5 días. puede afectar a niños y adultos y
puede ser letal en cuestión de horas si no se trata.
La mayoría de las personas infectadas por V. cholerae no presentan síntomas; sin
embargo, la bacteria está presente en sus heces desde los primeros días hasta el décimo
día de la infección y vuelve al medio ambiente, con el riesgo de infectar a otras personas.
La mayoría de los casos sintomáticos tienen síntomas leves o moderados, y solo una
minoría presenta diarrea acuosa aguda con deshidratación grave.
Existen muchos grupos de V. cholerae, pero solo dos el O1 y el O139 causan brotes. El
O1 ha sido el causante de todos los brotes recientes. El O139, que se identificó por vez
primera en Bangladesh en 1992, causó brotes en el pasado, pero recientemente solo se
ha identificado en casos esporádicos y siempre en Asia. El cólera puede ser endémico o
epidémico. Se consideran endémicas las zonas en que, en los últimos 3 años, haya
habido casos confirmados de cólera con evidencia de transmisión local, lo que significa
que los casos no son importados de otros lugares. Los brotes/epidemias de cólera pueden
producirse tanto en países endémicos como en países donde habitualmente no haya
cólera., un brote puede ser estacional o esporádico y representar un número de casos
superior al esperado.
En un país donde habitualmente no haya cólera, un brote se define por la aparición de al
menos un caso confirmado de cólera con evidencia de transmisión local en una zona
donde habitualmente no haya cólera. La transmisión del cólera está estrechamente ligada
a un acceso insuficiente a agua salubre y a instalaciones de saneamiento. Las zonas de
riesgo típicas son las barriadas periurbanas y los campos de desplazados internos o de
refugiados. Las consecuencias de una crisis humanitaria como la interrupción de los
sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento o el desplazamiento de poblaciones a
campos inadecuados y superpoblados pueden aumentar el riesgo de transmisión del
cólera si la bacteria ya está presente o se introduce.
El número de casos de cólera notificados a la OMS ha seguido siendo elevado en los
últimos años. A lo largo de 2019 se notificaron 923 037 casos en 31 países, de los que
1911 fueron mortales. La discrepancia entre estas cifras y la carga estimada de morbilidad
se explica por el hecho de que muchos casos no se registran debido a las limitaciones de
los sistemas de vigilancia y al temor a las repercusiones en el comercio y el turismo.
Las pruebas diagnósticas rápidas pueden facilitar la detección de los primeros casos y la
alerta temprana.
Métodos de diagnóstico: La solicitud de exámenes de laboratorio por una sospecha inicial
de cólera basada en el reconocimiento de las características clínicas típicas y el entorno
epidemiológico apropiado
Conducta ante un brote:
1.tratar los casos adecuadamente y a tiempo en centros específicos de tratamiento del
cólera.
2.ofrecer formación específica sobre el tratamiento de los casos, y en particular sobre
cómo evitar las infecciones nosocomiales
3. disponer de suministros médicos suficientes para el tratamiento de los casos
4. mejorar el acceso al agua, a un saneamiento eficaz, a la gestión adecuada de los
desechos y al control de los vectores
5. mejorar la higiene, y en particular de la higiene alimentaria y mejorar la comunicación y
la información de la población.
Primeros pasos para controlar un brote de cólera: cuando se recibe el primer informe de
un presunto caso de cólera, el primer paso es confirmar el brote. Posteriormente preparar
un inventario de los suministros esenciales disponibles; informar al público, a los distritos
vecinos y los medios de comunicación; impartir capacitación, establecer centros de
tratamiento temporales, documentar la epidemia; aplicar medidas para controlar la
propagación de la enfermedad (desinfección de las fuentes de agua, medidas relativas a
la inocuidad de los alimentos); realizar campañas de educación sanitaria; vigilar y evaluar
las medidas de control.
Tratamiento de los casos: el tratamiento eficiente radica en la rehidratación rápida
mediante la administración de sales de rehidratación oral (SRO) o líquidos intravenosos,
dependiendo de la gravedad del caso. La administración de SRO permite tratar
adecuadamente hasta un 80% de los casos. Los pacientes con deshidratación muy grave
se tratan con líquidos intravenosos, preferiblemente lactato de Ringer. A los casos graves
se les pueden administrar antibióticos apropiados para reducir la duración de la diarrea y
el volumen de líquidos de rehidratación necesarios, así como para acortar el periodo de
excreción de Vibrio cholerae. En los menores de 5 años la administración de suplementos
de zinc tiene una eficacia demostrada para acortar la duración de la diarrea y el número
de episodios diarreicos sucesivos.
Vacunas contra el cólera: la OMS nunca ha recomendado la vacuna parenteral por su
escasa eficacia protectora y la alta frecuencia de reacciones adversas graves. En la
actualidad existe una vacuna oral aprobada internacionalmente y adecuada para los
viajeros, pero sus existencias son limitadas
Recomendaciones de la OMS a los países vecinos no afectados: los países vecinos de
una zona afectada por el cólera deben poner en práctica como medidas mejorar su
preparación para responder rápidamente a los brotes y limitar sus consecuencias en caso
de que el cólera se propague dentro de sus fronteras; mejorar la vigilancia para obtener
mejores datos sobre la evaluación del riesgo y la detección temprana de los brotes, y en
particular establecer un sistema de vigilancia activa.
Bibliografía:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cholera
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-31942011000400025

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