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Universidad de Oriente

Núcleo de Anzoátegui
Departamento de Tecnología en Electrónica

Lámpa
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Incand
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es y
Profesora: Estudiante
Marlys Bucan Jorge Contreras
Ci: 27832197

Fluore
scente
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Abril 2019
INDICE
Lámpara Incandescente
 Definición
 Características de Duración
 Partes
Lámpara Fluorescente
 Definición
 Funcionamiento
 Ventajas y desventajas
 Tipos de Tubos Fluorescentes
 Conclusión
 Anexo

INTRODUCCIÓN

El fenómeno fluorescente se había conocido durante mucho tiempo, pero las primeras lámparas
fluorescentes se desarrollaron en Francia y Alemania en la década de los 30. En 1934 se desarrolló
la lámpara fluorescente en los Estados Unidos. Esta ofrecía una fuente de bajo consumo de
electricidad con una gran variedad de colores. La luz de las lámparas fluorescentes se debe a la
fluorescencia de ciertos químicos que se excitan por la presencia de energía ultravioleta.
La primer lámpara fluorescente era a base de un arco de mercurio de aproximadamente 15 watts
dentro de un tubo de vidrio revestido con sales minerales fluorescentes (fosforescentes). La
eficiencia y el color de la luz eran determinados por la presión de vapor y los químicos fosforescentes
utilizados. Las lámparas fluorescentes se introdujeron comercialmente en 1938, y su rápida
aceptación marcó un desarrollo importante en el campo de iluminación artificial. No fue hasta 1944
que las primeras instalaciones de alumbrado público con lámparas fluorescentes se hicieron.
A partir de la segunda guerra mundial se han desarrollado nuevas lámparas y numerosas
tecnologías que además de mejorar la eficiencia de la lámpara, las ha hecho más adecuadas a las
tareas del usuario y su aplicación. Entre los desarrollos a las lámparas fluorescentes, se incluyeron
las balastras de alta frecuencia que eliminan el parpadeo de la luz, y la lámpara fluorescente
compacta que ha logrado su aceptación en ambientes domésticos.
Lámpara incandescente. Se denomina lámpara incandescente, bombilla, lamparita o bombita de luz
al dispositivo que produce luz mediante el calentamiento por Efecto Joule de un filamento metálico,
hasta ponerlo al rojo blanco, mediante el paso de corriente eléctrica. Las lámparas incandescentes
fueron la primera forma de generar luz a partir de la energía eléctrica. Desde que fueran inventadas,
la tecnología ha cambiado mucho produciéndose sustanciosos avances en la cantidad de luz
producida, el consumo y la duración de las lámparas. Su principio de funcionamiento es simple, se
pasa una corriente eléctrica por un filamento hasta que este alcanza una temperatura tan alta que
emite radiaciones visibles por el ojo humano.

Características de Duración

La duración de una Lámpara viene determinada básicamente por la temperatura de trabajo del
filamento. Mientras más alta sea esta, mayor será el flujo luminoso pero también la velocidad de
evaporación del material que forma el filamento. Las partículas evaporadas, cuando entren en
contacto con las paredes se depositarán sobre estas, ennegreciendo la ampolla. De esta manera se
verá reducido el flujo luminoso por ensuciamiento de la ampolla. Pero, además, el filamento se habrá
vuelto más delgado por la evaporación del tungsteno que lo forma y se reducirá, en consecuencia, la
corriente eléctrica que pasa por él, la temperatura de trabajo y el flujo luminoso. Esto seguirá
ocurriendo hasta que finalmente se rompa el filamento. A este proceso se le conoce como
depreciación luminosa.

Partes de Una bombilla

Las lámparas incandescentes están formadas por un hilo de wolframio que se calienta por efecto
Joule alcanzando temperaturas tan elevadas que empieza a emitir luz visible. Para evitar que el
filamento se queme en contacto con el aire, se rodea con una ampolla de vidrio a la que se le ha
hecho el vacío o se ha rellenado con un gas. El conjunto se completa con unos elementos con
funciones de soporte y conducción de la corriente eléctrica y un casquillo normalizado que sirve para
conectar la lámpara a la luminaria.

Lámparas fluorescentes.
Denominadas en el comercio tubos fluorescentes. Consisten en unos tubos de vidrio con dos
electrodos en sus extremos, en cuyo interior hay pequeñas cantidades de argón y vapor de mercurio;
la superficie interna está revestida de sustancias fluorescentes (fósforos) que transforman las
radiaciones ultravioletas en rojas, por lo que la luz que emiten es blanca.

Lámparas fluorescentes
Una lámpara fluorescente es un cilindro de vidrio en cuyo interior se alojan una serie de materiales
que combinados producen luz. Cada componente es imprescindible para que la luz se produzca y
que la luz tenga un color determinado.
Los materiales usados son:
 Un cilindro de vidrio.
 Fósforo. El fósforo recubre el interior del cilindro de vidrio como una película blanquecina. Se
debe tener cuidado si se rompe la fluorescente ya que ese recubrimiento toma forma de polvo
blanquecino, como si fuera talco, y es tóxico. Por eso no se deben tirar las fluorescentes a la
basura si no reciclarlas de forma conveniente.
 Vapor de mercurio.
 Gases inertes como el Neón y el argón.

Funcionamiento
Para poner en funcionamiento una fluorescente hay que calentar unos filamentos de tungsteno
(como los de las bombillas) que se encuentran en ambos extremos del cilindro de vidrio. Estos
filamentos al calentarse desprenden electrones que ionizan (cargan eléctricamente) los gases inertes
(argón y neón) haciendo que entren en un estado de materia llamado plasma (existen 4 estados de
la materia, sólido, liquido, gaseoso y plasma). Cuando los gases se encuentran en su estado de
plasma se excitan los átomos de mercurio que producen una luz visible aunque la mayor parte se
muestra como luz ultravioleta, poco útil para nosotros. Sin embargo esta luz ultravioleta incide en el
fósforo que reacciona emitiendo luz visible. Según el tipo de luz deseada (más azul o más naranja)
se usará un tipo de recubrimiento de fósforo u otro.

Componentes eléctricos
Normalmente las lámparas fluorescentes se encuentran listas para montar, con todos sus
dispositivos ya interconectados y fijados en una base y sólo se debe hacer la conexión eléctrica
utilizando los siguientes materiales.
Cebador. El cebador genera el impulso eléctrico necesario para encender la fluorescente, después
de ese impulso y si ha logrado el objetivo de activar el proceso deja de funcionar. Por tanto su misión
es corta en el tiempo, pero vital. Sin cebador no hay posibilidad de iluminación fluorescente.
Reactancia. La reactancia tiene como fin controlar que la fluorescente no se destruya. Los gases
cuanto más calientes están menos resistencia eléctrica oponen con lo cual más intensidad absorben.
De este modo si se conectan directamente acabarían destruyéndose. La función de la reactancia es
no permitir más intensidad que la tolerada por la lámpara.
Condensador. En algunas instalaciones encontrarás condensadores. La función del condensador es
compensar el uso de las reactancias que usan un tipo de potencia llamada reactiva. La potencia
reactiva obliga a las compañías eléctricas a inversiones más grandes en materiales y suele estar
penalizada. Usando condensadores se disminuye esa potencia reactiva, con lo cual el consumo no
se penaliza. No necesariamente hay que tener condensadores en las fluorescentes.

Ventajas y desventajas de las luces fluorescentes


Ventajas
La ventaja primordial es el ahorro. Las fluorescentes necesitan menos potencia para iluminar el
mismo espacio.
No malgastan energía en calor, son frías al tacto.
Duran muchísimo más que las lámparas incandescentes tradicionales (bombillas).
Tienen diferentes tonalidades según el fin al que se destinen.
Las más importantes son:
Un consumo de corriente que puede ser hasta tres veces menor que la de una lámpara
incandescente.
Mejor respuesta de color. Es fácil observar que los colores son más fieles al verdadero.
La emisión de luz es de 4 a 6 veces mayor que la de una lámpara incandescente de la misma
potencia.
Provee una luz más uniforme y menos deslumbrante, porque el área de iluminación es mayor.
Calentamiento reducido.
La duración promedio de vida es de 7500 horas en condiciones normales.
Desventajas
El parpadeo. La emisión de luz no es continua y con el tiempo se puede observar un parpadeo que
puede producir dolor de cabeza. Esto es debido además de al propio desgaste del material a la
naturaleza de la corriente eléctrica alterna.
Encender y apagar demasiadas veces estas lámparas reduce su vida útil de forma considerable, por
eso no son propicias para espacios en los que se deba encender y apagar luces de forma continua.
Tienen un cierto retardo desde que se encienden hasta que entregan toda la potencia lumínica.

Tipos de tubo fluorescente


Los tubos fluorescentes se clasifican colocándoles la letra T seguida de un número. La letra indica la
clase de foco, en este caso es un tubo por ello se usa la letra T.
El numero indica el diámetro que tiene el tubo, por lo general se usa la pulgada como medida, que
equivale a 2,5 centímetros. En los tubos se indica una fracción que hace referencia a octavos de
pulgada. Por ejemplo: Un tubo T5 es igual a 5/8 de pulgada o 1.62 cm.

T12: Es el prototipo de los tubos fluorescentes, marcando una era nueva en lo que respecta a
iluminación. Se creó en 1930 y es el que más gusta a las fábricas y empresas. Con vida útil de veinte
mil horas y poca inversión en su instalación. Estos están siendo reemplazados por nuevas
tecnologías en tubos fluorescentes.
T8: Es el tubo fluorescente más popular, creado en 1981. Ha reemplazado al T12, ya que usa un
balastro electrónico y no magnético. Se puede conseguir con una longitud de 2,5 m.
T5: La clase de tubo más actual y funciona también con balastro electrónico. Con una vida útil
prolongada, menor voltaje y luz de mayor intensidad gracias a una nueva combinación de gases en
su interior.
Contenido de mercurio de las lámparas y tubos fluorescentes
Las lámparas y tubos fluorescentes contienen una pequeña cantidad de mercurio sellada en el tubo
de vidrio, cercana a 5 miligramos de mercurio en lámparas y entre 5 y 10 miligramos en tubos
(fuente).

Comparativamente los termómetros clínicos contienen hasta 1200- miligramos de mercurio –


equivalente al mercurio contenido en 240 lámparas fluorescentes.

El mercurio es una parte esencial de la lámpara fluorescente que permite que el tubo sea una fuente
eficiente de luz.

A medida que el tubo o lámpara que contiene vapor de mercurio se usa, parte del mercurio se va
adhiriendo a las partes de las lámpara, por lo que el mercurio elemental liberado a la atmósfera en
caso de rotura es menor comparado con un tubo lámpara nueva.
Muchos fabricantes están reduciendo el contenido de mercurio en las lámparas fluorescentes.
Gracias a los avances tecnológicos y al compromiso de la industria el promedio de mercurio
contenido en las lámparas fluorescentes es al menos un 20 % menor que en el pasado. Algunos
fabricantes han hecho reducciones mayores, reduciendo el contenido de mercurio entre 1.4 – 2.5
miligramos por lámpara.

Manejo recomendado
En caso doméstico:

Las lámparas agotadas deben desecharse dentro de la caja de la lámpara nueva o en su defecto en
una caja de cartón.
CONCLUSIÓN

La importancía del tubo fluorescente y los nuevos equipos electrónicos.


La gran mayoría de las oficinas tienen iluminación fluorescente lo que quiere decir que si esa
iluminación es calculada correctamente es perfecta. Pero cuál es el problema que tenemos con los
fluorescentes de toda la vida. Lo primero que nos encontramos es el consumo de las viejas
reactancias que antes no se tenían en cuenta pero que a día de hoy es muy importante ya que es
una energía que consumimos pero que no se aprovecha, dicha energía se llama energía reactiva.
Esto se puede remediar sustituyendo por unas que sean electrónicas con un consumo casi nulo.

Además del cambio de reactancias tenemos en el mercado unos fluorescentes que con menos
potencia nos da el mismo rendimiento lumínico y si a eso le unimos un buen mantenimiento, es decir
sustituir los tubos no solamente cuando se apaguen sino cuando su vida útil se acaba
conseguiremos hasta un 40% de ahorro de energía solo en iluminación.
Las bombillas están hechas de vidrio y metales que pueden reciclarse, y en el caso de las de bajo
consumo, también de mercurio, que debe recuperarse por ley para evitar su elevado poder
contaminante. Por ello, la esperada generalización de estas bombillas de ahorro en los próximos
años hace necesaria una mayor concienciación para reciclarlas y gestionar sus residuos
correctamente.

El cambio de lamparitas tradicionales (incandescentes) a luces fluorescentes es un cambio efectivo y


simple que cualquiera podría hacer. Este cambio reduce el gasto de electricidad en los hogares y la
emisión de gases de efecto invernadero. La iluminación representa un 20% promedio de los gastos
en energía de los hogares. Se calcula que el gasto de energía para la iluminación de hogares se
reduce en hasta un 75% en energía eléctrica cuando se cambian las lamparitas tradicionales
(incandescentes), son más caras pero duran cerca de 10 veces mas lo que es costo efectivo, y
proporcionan un rápido retorno a la inversión
Anexos

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