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Adquirir el conocimiento de los distintos tipos de lámparas existentes en el

mercado. Comprender sus características y principios de funcionamiento.


Conocer como eliminar el Efecto Estroboscópico. Formar criterios de selección.

Funcionamiento:
“Se me ocurrió que quizás se pudiera conseguir que en un filamento de carbón,
quedara derecho dentro de recipientes de vidrio o bulbos cerrados, como los que
estamos usando, y en el existiera un vacío elevado. Antes se habían hecho lámparas
parecidas, pero sin usar bombas de aire; y en octubre de 1879, preparamos algunos
con filamentos de papel e hilo de coser comunes carbonizados. El filamento de carbón
era colocado dentro de un receptáculo o bulbo de vidrio y se, conectaba con los
conductores mediante fusión. Dentro de todo el dispositivo se hacía el vacío hasta
cerca de una millonésima de atmósfera, mediante una bomba de Sprengel. Los
filamentos de carbón aunque muy frágiles (lo que era natural dadas su longitud y
pequeña masa) tenían una superficie menor y una resistencia mayor de le que
hubiéramos osado esperar. Virtualmente habíamos alcanzado la posición y las
condiciones de estabilidad deseadas para los filamentos de carbón”. En otras palabras
había nacido la lámpara de incandescencia. Palabras de Tomas Alva Edison; 19 de
octubre de 1879.-
Actualmente se emplea como filamento el tungsteno, produciendo la luz cuando este
es calentado a incandescencia (más de 2000 °C) por el flujo de corriente eléctrica;

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presenta antes de alcanzar la fusión un fenómeno de evaporación, consistente en un
desprendimiento de partículas que acelera la destrucción del filamento, en
consecuencia acortan la vida útil de las lámparas.

Comportamiento Térmico:
A mayor temperatura, mayor rendimiento pero disminuye la vida útil. Las lámparas
incandescentes pueden calentar y hacer arder a los materiales combustibles que se
ubiquen cerca de la misma. La posibilidad de una lámpara ocasione un incendio es
directamente proporcional a la temperatura que es capaz de producir, y, por supuesto,
al grado de combustibilidad de los elementos próximos. Una idea sobre este
importante punto nos la brinda la temperatura media sobre la superficie del vidrio de
las lámparas más comunes, tomando como base una temperatura ambiente de 2O °C
en una lámpara de 2OOW.

Fig. 14- A— L as t e mp e ra t u ra s su pe rf ic ia l es de un a lá mp ar a
I nc and e s ce nt e v a rí an d e a cu e rdo c on su po si c ión .

Hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos la temperatura del ambiente
es mucho más elevadas, en consecuencia también aumenta el de la lámpara.
También aumenta la temperatura del foco cuando éste funciona en una posición
distinta a la vertical normal (bulbo hacia abajo).
Rendimiento:
La eficiencia de una lámpara incandescente es del orden de 12 lm/W para potencias
de 40W, de 22 lm/W para l5OOW y la vida útil es de 1000 horas aproximadamente.
En forma generalizada;

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Tipos y Usos
Las lámparas incandescentes desde su creación y aplicación para la Iluminación
artificial, han alcanzado un extenso y variado campo de utilización cada vez mayor.
Aún en nuestros días, con el desarrollo y evolución con otros tipos de fuente luminosa
estas lámparas continúan siendo irremplazables en un sin número de iluminaciones.
La serie de lámparas comprenden varios tipos que se diferencian entre si por la
potencia, tensión nominal de utilización, tamaño y terminación de la ampolla, como
también por el casquillo utilizado.

Clasificación:
A) Incandescentes normales:
Clara: con potencia nominal comprendida entre 1W y 1OOOW siendo su
principal aplicación para la iluminación de carácter general.
Argenta: con potencia nominal comprendida entre 4OW y 2OOW tienen
ampolla con recubrimiento interior difusor que proporciona una luz suave y cálida, con
reducidas sombras y ausencia de deslumbramiento.

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Por estas características son muy indicadas para la iluminación en el hogar,
oficinas, tiendas, etc.
B) Incandescentes de construcción reforzada:
Con potencia nominal comprendida entre 4OW y l5OW se caracterizan por su
robusta construcción, muy resistentes a las vibraciones, sacudidas, trepidaciones,
etc.; razón por la que su uso se recomienda cuando existen factores adversos como
los señalados.
C) Incandescentes de bajo voltaje:
Con potencia nominal comprendida entre l5W y 1OOW y tensiones nominales
de 6V, l2V y 32V, fabricadas especialmente para la utilización en zonas rurales o
lugares aislados que sólo disponen de un suministro de energía eléctrica por medio
de baterías o grupos electrógenos.
D) Incandescente decorativa:
Las hay del tipo argenta k, vela balón, vela lisa, gota, perfume clara, perfume
satinada, de color; y sus usos son en la iluminación de carácter festivo (de interior o
exterior), tales como en exposiciones, ferias, vía pública, anuncios, etc.
E) Incandescentes de vidrio prensado:
Se caracterizan por su alta intensidad luminosa. Tienen ampolla de vidrio duro
prensado, con reflector interior de alto factor de reflexión y refractor frontal, con
diferentes terminaciones para lograr distintas formas de distribución luminosa (haz
concentrado, iluminaciones de carácter general, con niveles relativamente altos, tanto
en interiores (gimnasios, galerías, salas de exposición, iglesias, etc.) como en
exteriores (fachadas, monumentos parques, jardines, fuentes, etc.).
F) Incandescentes reflectores:
Tienen ampolla de vidrio soplado con un reflector interior por metalización al
alto vacío y frente de ampolla satinada. Tienen una distribución luminosa media, es
decir comprendida entre las denominadas de haz concentrado y difusoras. Los usos
son para vidrieras, escaparates, exhibidores, iluminación en hogares, restaurantes,
bares, hoteles, night clubes, tiendas, salones de exposición y venta, etc.
G) Incandescentes halojenadas:
Constan de un filamento de tungsteno que recorre la lámpara de un extremo a
otro; la conexión se hace sobre ambos extremos. El tubo exterior es de cuarzos para
soportar las altas temperaturas a que se ve sometido; la atmósfera interior es un
compuesto halogenado que tiene la propiedad de combinarse con el tungsteno
evaporado; esta combinación se deshace cuando el compuesto resultante toca el
filamento, restaurando el tungsteno en él.

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De esta manera se incrementó la vida útil de la lámpara, a la vez que se elimina
la depreciación producidas en las lámparas incandescentes normales por el depósito
del tungsteno sobre el interior de la ampolla.
Sus aplicaciones principales son en: interiores, para el alumbrado de grandes
áreas, comercios vidrieras, stands de exposiciones, espacios deportivos, piscinas, etc.
y en exteriores, áreas deportivas, estacionamientos, alumbrado de seguridad y
vigilancias, carga y descarga, etc.

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Teoría de Funcionamiento
La lámpara fluorescente es esencialmente una fuente de luz de descarga eléctrica, en
la cual la luz se produce por la fluorescencia o fosforescencia activada por la energía
ultravioleta de un arco de mercurio. Consiste en un bulbo tubular que tiene prensados
(sellados) en los extremos los electrodos, y en el interior vapor de mercurio a bajo
presión como soporte del arco con una pequeña cantidad de gas inerte (generalmente
de argón) para el arranque. Las paredes internas del bulbo están revestidas con
polvos fluorescentes.
Cuando se aplica la tensión conveniente o adecuada, un flujo de electrones
desplazándose a gran velocidad, es impulsado desde uno de los electrodos y atraído
por el otro. Las colisiones entre estos electrones y los átomos de mercurio que se
encuentran en su camino, producen un estado de excitación cuyo resultado es la
emisión de radiaciones, principalmente en la región ultravioleta de 2537 Angstroms.
Los polvos fluorescentes transforman esta energía ultravioleta en luz visible.
La lámpara fluorescente se diferencia de la de mercurio, principalmente en dos
aspectos; actúa a una presión de vapor mucho más baja, y está revestida de fósforo
que es activado solamente por la onda corta ultravioleta radiado por un arco de baja
presión. En una lámpara fluorescente, el 90 % de la luz se produce por fluorescencia.
El restante 10 % se produce por los líneas visibles del espectro del arco de mercurio.
En una lámpara típica de vapor de mercurio-fluorescente, la situación es virtualmente
opuesta, las líneas visibles del mercurio aportan un 90 % de la luz y la fluorescencia
del fósforo sólo un 10 % aproximadamente.

Construcción de la lámpara
El tipo de electrodo utilizado en la mayor parte de los lámparas fluorescentes es el de
hilo de Tungsteno bañado y doblemente espiralizado (“cátodo caliente”), recubierto
con una materia emisiva (óxidos de Bario, Estroncio y Calcio), que cuando se caliente
desprende electrones. El proceso se llama emisión termoiónica porque los electrones
son emitidos más como resultado del calor desarrollado que de la tensión aplicada.
Se crea una zona caliente en el cátodo, en el punto en que el arco de mercurio salta
y un continuo flujo de electrones se produce. Este tipo de operación es característico
de las que se llaman “lámpara de cátodo caliente”.

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Fósforos
Las materias fluorescentes y fosforescentes más utilizada en pinturas, tintes y
plásticos son excitadas por ondas largas ultravioletas alrededor de los 3650
Angstroms. Las lámparas fluorescentes emplean fósforos de otro tipo, seleccionados
porque son eficaces convertidores de la energía ultravioleta de onda corta de 2537
Angstroms en luz visible y porque son compuestos estables que mantienen su emisión
luminosa a un alto nivel a lo largo de la vida útil de la lámpara.
El color producido depende de la composición química de los fósforos. Los colores
“Blanca cálida normal” y “Blanca” se obtienen mediante variaciones de un sólo fósforo,
y la “Blanca fría normal”, “Alta eficacia”, “Blanca fría de lujo”, “Blanca cálida de lujo”,
“Luz de dio” y “Blanca suave”, mediante una mezcla de fósforos. Las lámparas verdes,
azules y rosa utilizan fósforos simples, mientras que las de color rojo y oro, tienen un
revestimiento coloreado que se aplica a la superficie interna del bulbo como
suplemento el fósforo.
Otro fósforo conocido como el 36OBL es una eficaz fuente de radiaciones próximos al
ultravioleta con su máxima emisión de energía de alrededor de los 3650 Angstroms;
las lámpara hechos con un fósforo producen una radiación visible mínimo y sólo se
aplican para activar materias fluorescentes y fosforescentes. En tanto las demás
lámparas 36OBL son similares a las lámparas fluorescentes normales.

Bulbos
Las lámpara fluorescentes, generalmente designadas como “tipo F”, se fabrican con
bulbos tubulares de un diámetro que va desde el T-5 (5/8 pulgadas, l6 mm), hasta el
T-17 (2 l/8 de pulgadas, 54 mm). En longitud total abarcan desde 152 hasta 2438 mm.
Las lámparas en forma circular llamadas “Circline” se pueden encontrar en tres
tamaños de diámetro exterior del círculo: 210, 305 y 406 mm.

Casquillos
Las lámparas con cátodos de precalentamiento o arranque rápido, requieren cuatro
contactos eléctricos, que en las lámparas lineales normales toman la forma de un
casquillo de doble clavillo en cada extremo.
Hay tres tipos normales de casquillos de doble clavillo o doble espiga; el miniatura, el
medio y el mogul. En las lámparas Circline los contactos están fijados juntos en un
casquillo de cuatro clavillos, situado entre los dos cátodos en los que se unen los
extremos de la lámpara.
Las lámparas de “Alta emisión” y de “Muy alta emisión” (funcionamiento basado en el
principio de arranque rápido), emplean los casquillos de tipo doble contacto “retraído”.

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Las lámparas del tipo de arranque instantáneo de 40 vatios tiene un casquillo medio
de dos espigas, pero contiene un elemento eléctrico que sirve de puente entre el par
de contactos de cada extremo, produciendo en realidad un sólo contacto en cada
extremo. Debido a ésta construcción estas lámparas no pueden funcionar en circuitos
de precalentamiento ni de arranque rápido.

Vida Útil de una Lámpara


El promedio de vida útil de una lámpara fluorescente en horas de trabajo está basada
en una gran cantidad de medidas de laboratorio hechos sobre grupos representativos
de lámparas en condiciones específicas de ensayo. Generalmente se obtendrá la vida
media de una lámpara normal en servicio, con equipos auxiliares correctos y tensión
y frecuencia adecuados. Cuando se experimenta sobre un gran grupo de lámparas,
se llegará a la conclusión de que los fallos ocurren de forma muy aproximado a la
curva de mortalidad adjunta, siendo la vida media el punto en el que aproximadamente
el 50 % de las lámparas se han inutilizado.
El fin normal de la vida de una lámpara fluorescente se alcanza cuando un uno de los
electrodos quede una cantidad tan pequeña de material de emisión de electrones que
impide la iniciación del arco. Algo del material de emisión se consume continuamente
mientras funciona la lámpara y también se consume otra cantidad por el impacto del
arco cada vez que la lámpara arranca. Por lo tanto, la vida de una lámpara resulta
afectada por el número de arranques.
Casi todas las lámparas fluorescentes tienen un promedio de vida útil de siete mil
quinientas horas a base de un ciclo de funcionamiento de tres horas por cada
arranque.
Cuando el material de emisión está agotado, las lámparas en un circuito precalentado
comenzarán a parpadear a medida que los electrodos se calienten, pero el arco,
aunque salta, no se mantiene.
Las lámparas de circuito de arranque instantáneo o rápido, cesarán simplemente de
lucir. Todas las lámparas fundidas deberán ser retiradas del circuito rápidamente, para
evitar que los elementos auxiliares se calienten en exceso.
Generalmente, el método más económico para el buen mantenimiento de una
instalación de lámparas fluorescentes es organizar un programa de sustitución por
grupos, es decir, el reemplazo sistemático de todos las lámparas el cabo de un tiempo
dado, aunque no se haya producido todavía un número alarmante de fallos. En
general, cuando en una fábrica u oficina se trabaja un turno de ocho horas, los

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lámparas deberían reemplazarse cada dos años; sí hay dos turnos diarios, cada
dieciocho meses, y si son tres turnos diarios, una vez al año.

Mantenimiento de la Emisión Luminosa


Una lámpara fluorescente decrece en emisión luminosa más rápidamente durante los
primeros cien horas de servicio que en el resto de su vida. Por esta razón, los
“Lúmenes Iniciales” dados en las tablas, para una lámpara fluorescente es el valor
obtenido tras las cien primeras horas de funcionamiento. La curva A de la figura
adjunta corresponde a la emisión luminosa de una lámpara Slimline de bulbo T-12
funcionando a 425 mA., o de una lámpara de “Precalentamiento-arranque rápido” de
40 vatios. La depreciación en la emisión luminosa, es debida principalmente a un
deterioro gradual del polvo de fósforo, y a un ennegrecimiento del interior del tubo.
Dicho ennegrecimiento se produce por la mezcla emisiva de los electrodos
depositados sobre la superficie interna del bulbo, por lo que el fenómeno es más
pronunciado en los extremos del tubo. Cuanto más pequeño sea el diámetro de la
lámpara y más próximos estén los electrodos a la pared del bulbo, mayor será el
ennegrecimiento.
Durante las últimas horas de vida de una lámpara, un depósito bastante denso, se
aprecia en el extremo de la lámpara, en el que el electrodo está desactivado. Este
efecto es especialmente visible, si se enciende y opaca la luz antes de ser sustituida.

CARACTERISTICAS Y USOS DE LAS LAMPARAS


EXISTENTES EN EL MERCADO
Color
La curva de distribución de energía espectral, de una lámpara fluorescente, muestra
un espectro continuo para la radiación producida por el fósforo, y unas bandas o líneas
representando la pequeña porción de la radiación procedente del arco de mercurio,
que no es absorbida por el fósforo. En realidad, las líneas de mercurio son
monocromáticas, y muy fuertes en intensidad, pero de una anchura estrechísima.
Como se puede ver en las curvas adjuntas, las líneas están representadas por bloques
de una anchura de 200 Angstroms, con la altura elegida para que el área del bloque
represente la cantidad total de energía en la línea espectral. Por razones de
simplicidad, se han omitido las líneas de las curvas relativas a la blanca de lujo.
La diversa variedad existente de lámparas “blancas” hace posible la elección de una
atmósfera “fría” o “cálida” para un interior determinado. Para dar la sensación de
atmósfera fría, se recomienda el uso de la “blanca fría”. La lámpara “luz de día”
también se recomienda a veces para ese caso.

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Cuando se desea una atmósfera cálida, se usa la “blanca cálida”. Este tono de luz es
el más apropiado para instalaciones combinando lámparas fluorescentes e
incandescentes, porque su color ambiente se parece mucho al de las incandescentes.
La lámpara “blanca” es intermedia en color, entre la “blanca fría” y la “blanca cálida”.
La lámpara “Alta Eficiencia” proporciona la más alta emisión luminosa de todas las
“blancas”; un 15 % más que la “Blanca fría” y un 36 % más que la “Luz de Día”. El
fósforo usado en las lámparas de alta eficiencia es una mezcla de tono “blanca” con
un componente verde, que es el que proporciona la mayor emisión luminosa, a la vez
que da a éstas un color ambiente blanco verdoso. Las lámparas “Alta eficiencia” se
proyectan principalmente para el uso en áreas industriales, tiendas de maquinarias,
almacenes y toda clase de espacios donde el objetivo principal es el máximo de luz al
mínimo costo.
Donde el color es de importancia capital, se recomienda el tono “Blanco fría de lujo” y
“Blanca cálida de lujo”. Estas tienen un tipo de fósforo adicional que añade el rojo a
su espectro. El tono que produce favorece el aspecto de las personas, y muestra
fielmente todos los colores de muebles, decoraciones, mercancías, y en fin, toda clase
de objetos de color.
Las lámparas fluorescentes azul, verde, oro, rosa y roja, producen luz coloreada de
alta eficacia para señales luminosas y aplicaciones decorativas.

Brillo
El brillo de las lámparas fluorescentes varía con el diámetro del bulbo y con la corriente
de carga. Sin embargo, todas las lámparas fluorescentes son fuentes luminosas de
bajo brillo comparadas con las lámparas de filamento incandescentes y con las de
mercurio, porque la superficie sobre la cual se genera la luz es mucho mayor.

Energía Luz/Calor
Las lámpara fluorescentes, debido fundamentalmente a su más alta eficacia, producen
luz con un acompañamiento de calor mucho menor que el de las lámparas de
filamento. Esto ocurre porque el calor total desarrollado por cualquier fuente de luz
está en proporción directa a su consumo de energía (un Vatio/hora de energía
consumido, produce 3,414 BTU de calor), y porque la lámpara fluorescente emite de
dos a tres veces la luz que produce la lámpara de filamento de la misma potencia, y
que genera igual potencial calórico.
Una diferencia más entre los dos tipos de lámparas es la forma en que cada una se
caliente. No sólo la lámpara fluorescente produce menor calor total para una cantidad
dada de luz, sino que produce menos de la mitad de calor, debido a la forma de

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energía radiante (calor radiado + luz); mientras que en las lámparas de filamento
alrededor de los 3/4 partes es energía radiante.
Así, para emisiones iguales de luz, el calor radiante generado por las lámparas
fluorescentes es aproximadamente l/5 del producido por las de filamento.
El calor por conducción y convección que completa la energía total absorbida por una
lámpara se disipa principalmente hacia arriba y contribuye mucho menos a la
sensación de calor que se deriva de la instalación de alumbrado.
En los casos en que el calor total sea un factor a considerar, como en el caso de
calcular la potencia de un aparato de aire acondicionado, la variable más importante
es naturalmente la potencia instalada que nos dará el calor radiante.
Por eso es necesario añadir a la potencia de las lámparas instaladas, la potencia
consumida por cualquier reactancia colocada dentro del área en cuestión.
Lámparas de vapor de mercurio
Están constituidas por un pequeño tubo de cuarzo que contiene vapor de mercurio a
alta presión y un gas inerte (argón), para facilitar la descarga. En ambos extremos se
hallan dispuestos los electrodos, dos de los cuales son principales y uno o dos son
auxiliares.
El tubo de cuarzo, llamado también tubo de descargase, se encierra en un globo de
vidrio para aislarlo del ambiente externo. Este globo, no solamente absorbe las
radiaciones ultravioletas (perjudiciales para los ojos que dan lugar a la formación de
ozono en el aire, sino que sirve también para mejorar la calidad de la luz siempre y
cuando está revestido internamente de polvo fluorescente.
La forma del globo, que recibe el nombre de isotérmica, ha sido estudiada a propósito
para que proporcione una distribución uniforme de la temperatura en toda su
superficie. Sin embargo también existen lámparas de forma cilíndrica.
El globo se fabrica con un vidrio de tipo duro a fin de que resista los saltos térmicos y
las salpicaduras.
Elementos constitutivos de una lámpara de vapor de mercurio y esquema de
conexionado: la reactancia está conectada en serie con la lámpara y el condensador
de corrección de fase en paralelo.
Las lámparas de vapor de mercurio pueden ser: con globo fluorescente; con reflector
incorporado; de luz mezcla y con halogenuros.

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Lámpara de vapor de mercurio con globo fluorescente:
La cara interna de la ampolla está revestida de vanadiato de itrio, activado con europio.
Dicha substancia fluorescente permite obtener un espectro luminoso compuesto,
principalmente, por radiaciones rojas y de gran longitud de onda.
Requieren el empleo de luminarias adecuadas.

Características de las lámparas con ampolla fluorescente


Potencia Potencia Flujo Eficiencia
Diámetro Longitud
nominal absorbida + luminoso luminosa
(mm) (mm)
(W) (W) (lm) (lm/W)
50 59 55 130 2000 34
80 89 70 156 3800 43
125 137 75 170 6300 46
250 266 90 226 13700 52
400 425 120 292 23100 54
700 735 150 343 40000 55
1000 1045 165 380 55000 53
2000 2070 185 420 130000 63
+ Incluidas las pérdidas en la reactancia.

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Lámpara de vapor de mercurio con ampolla fluorescente y reflector
incorporado:
La parte superior del globo está provista de una superficie reflectante que dirige el flujo
luminoso hacia abajo. Ofrecen la ventaja de requerir luminarias sencillas y
económicas.

Lámpara de vapor de mercurio de luz mezcla:


Proporcionan una luz mixta, mercurio-
incandescencia. Al tubo de descarga normal
se le ha añadido un filamento metálico
(conectado en serie) que ejecuta la doble
función de suministrar una radiación
luminosa de color rojo (típico de las lámparas
de incandescencia) y de servir como
resistencia de estabilización de la descarga.
Por dicha razón no hacen falta dispositivos
auxiliares de alimentación.
Sustituyen a las lámparas de incandescencia
normales (de elevada potencia) por la mayor
cantidad de flujo luminoso emitido, por la
mayor eficiencia luminosa y por tener una
vida media de más larga duración. La ampolla de este tipo de Lámparas es sensible
a las solicitudes térmicas.

Características de las Lámparas de luz mezcla


Potencia Flujo Eficiencia
Diámetro Longitud
nominal luminoso Luminosa
(mm) (mm)
(W) (lm) (lm/W)
160 87 187 3100 19
250 106 230 5600 22
500 130 275 14000 28
1000 160 315 32500 32

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Lámpara de vapor de mercurio con halogenuros
Añadiendo al mercurio algunos metales de forma de yoduros (sodio, indio, talio) se
obtiene un buen rendimiento cromático y elevada eficiencia luminosa (75-90 lm/W).
Estas lámparas, de reducidas dimensiones, permiten un buen control del flujo
luminoso.
Requieren dispositivos auxiliares para facilitar el arranque de la descarga (reactancia
y arrancador).
La posición de la lámpara para su funcionamiento varía con el tipo y la potencia de la
misma.

Características de las lámparas con halogenuros, de ampolla clara o


fluorescente
Flujo
Potencia
Potencia Eficienci
absorbid Diámetro Longitud luminosa
Ampolla nominal a
a (mm) (mm) (lm/W)
(W) luminoso
(W) +
(lm)
250 275 38 220 20000 74
clara 360 385 46 285 28000 73
2000 2070 100 430 190000 92
fluores- 250 275 90 226 18000 65
cente 360 385 120 292 26000 68
+ incluidas las pérdidas en la reactancia.

Áreas de utilización
Las lámparas de vapor de mercurio son utilizadas para la iluminación general de
grandes edificios industriales (talleres, almacenes, depósitos, etc.).
Para potencias hasta 250 W es recomendable montar las lámparas a una altura de 5
a 8 metros y de 8 a 20 metros para potencias mayores.

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Ventajas
Eficiencia luminosa óptima; luminancia de tipo medio (4-25 cd/cm2), rendimiento
cromático discreto o bueno (según los tipos); pequeño tamaño y buen promedio de
vida (6000-9000 horas). Para las lámparas con globo de vidrio no hay ninguna
limitación en cuanto a la posición de funcionamiento; para otros tipos de lámparas (por
ejemplo, con halogenuros) existen, en cambio, unas prescripciones particulares.
La gama de potencias en que se suministran es, respecto a las lámparas
fluorescentes, decididamente más elevada. En efecto, una lámpara de vapor de
mercurio de 400 W emite un flujo luminoso de 23000 lúmenes, que es
aproximadamente igual al de 7-8 lámparas fluorescentes tubulares de cátodo caliente,
de 40 W, ocupando un espacio extremadamente más reducido.

Desventajas
Empleo de equipo auxiliar para el arranque de la descarga. El encendido, no es
inmediato: requiere de 4 a 5 minutos para alcanzar la máxima emisión luminosa. Costo
elevado que, sin embargo se amortiza con el uso gracias a la buena eficiencia
luminosa y a la duración.
Si se ponen de nuevo en circuito, cuando todavía están calientes, el tiempo necesario
para que vuelvan a encenderse puede ser del orden de unos 6 minutos (incluso más
para las lámparas con halogenuros).

Advertencias
— Para evitar el efecto estroboscópico conéctense las lámparas a distintas fases
de la red de alimentación.
— El flujo luminoso máximo se alcanza varios minutos después del encendido.
Cuando se apaga la lámpara no es posible obtener de nuevo el encendido hasta
transcurrido unos minutos de enfriamiento.
— Las lámparas de luz mezcla no se pueden conectar a redes de alimentación
cuya tensión descienda por debajo del valor nominal pues se apagaran.
— Comprobar que las luminarias sean adecuadas para la dispersión del calor
producido por la fuente de luz y el sistema de encendido.
— No sustituir una lámpara por otra de mayor potencia en una luminaria prevista
para un determinado tipo de fuente de luz.

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Anomalías de las lámparas de vapor de mercurio

Inconvenientes Causas y remedios

Uso prolongado, superior a la duración media de la


lámpara.
Poca luz
Depósito de polvo y suciedad a un mantenimiento
insuficiente.

Posición de funcionamiento ¡incorrecta: atenerse


Rotura de la ampolla
escrupulosamente a las indicaciones del fabricante.

Contacto de la ampolla con paredes frías debido a un mal


montaje de la lámpara.

Solicitaciones y vibraciones mecánicas: montar la


luminancia sobre soportes antivibratorios.
Reactancia averiada o inadecuada: sustituirla.

Lámpara de vapor de sodio


— De baja presión
Están constituidas por un tubo doblado sobre si mismo en forma de U, relleno de una
mezcla de gases inertes (por ejemplo, neón) a la que se agrega una cierta cantidad
de sodio. Cuando la lámpara está fría, el sodio se deposita a lo largo del tubo en forma
de gotitas; bajo el efecto de la descarga el sodio pasa al estado gaseoso.
Fijados a los extremos del tubo se hallan los electrodos, revestidos de substancias
capaces de emitir electrones.
El tubo está dotado de prominencias que hacen la función de pequeños pozos para la
recorrida del sodio, así como de "puntos fríos" que neutralizan la tendencia del sodio,
durante la condensación, a dirigirse hacia la parte curva del tubo. Para reducir la
cantidad de calor transmitido al exterior, el tubo doblado en U está encerrado en una
ampolla de vidrio en la que se ha practicado el vacío.

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Áreas de utilización
Iluminación viaria (bifurcaciones y nudos de carreteras, túneles, pasos subterráneos)
y en general para indicar lugares peligrosos. Se emplean también para la iluminación
en fundiciones y acerías, donde interesa más la percepción de la forma que la de los
colores. Es aconsejable montar las lámparas a una altura de 8 a 15 metros, según sea
su potencia.
Ventajas
Eficiencia luminosa elevadísima y notable duración media de vida (6000 horas);
luminancia mediana (7,5-14 cd/cm2).

Desventajas
La luz emitida es monocromática (amarilla) y los colores de los cuerpos iluminados
resultan alterados: esta característica limita el área de utilización.
Es necesario recurrir a dispositivos auxiliares para el arranque de la descarga. Hasta
transcurridos 5-10 minutos desde la conexión inicial no se alcanza el 80 % de la
emisión máxima.
Características de las lámparas de sodio a baja presión

Potencia Potencia Flujo Eficiencia


Diámetro Longitud
nominal absorbida Luminoso luminosa
(mm) (mm)
(W) (W) + (lm) (lm/W)

35 56 51 310 4600 82

55 76 51 425 7600 100

90 113 65 528 12500 110

135 175 65 775 21500 123

180 220 65 1120 31000 140

200 235 45 1200 31000 132

+ Incluidas las pérdidas de la reactancia


Existen también lámparas a vapor de sodio a baja presión, de forma lineal. Los
accesorios para el encendido y la alimentación son similares a los de las lámparas
fluorescentes tubulares. Sin embargo no son muy utilizadas.

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De alta presión
Son lámparas en la que el contenido de sodio es muy elevado la luz que emiten,
calificada de blanco oro, permite un rendimiento cromático discreto.
Para la construcción del tubo de descarga se recurre a un óxido de aluminio
sintetizado que resiste las altas temperaturas y no es atacado por el socio.
En el tubo de descarga se introduce una amalgama de sodio (aleación de sodio y
mercurio), junto con un gas raro a baja presión que favorece el arranque de la
descarga. El tubo de descarga se coloca en una ampolla o tubo de vidrio duro, en el
que se practica el vacío para reducir la dispersión térmica y conseguir la máxima
eficiencia.
Para el arranque de la descarga se recurre a cebadores hechos mediante tiristores
que determinan la formación de picos de tensión muy elevados (del orden de los 3
KV) a través de los electrodos de la lámpara, y que se superponen a la tensión
suministrada por la reactancía. Una vez que la descarga se ha iniciado, el cebador se
desconecta automáticamente.
Existen, sin embargo, nuevos tipos de lámparas que no requieren el cebador
electrónico para el arranque y por lo tanto, se pueden alimentar con las mismas
reactancias que se emplean para las lámparas de vapor de mercurio. Esto permite
una rápida sustitución de estas últimas cuando se pretende elevar el nivel del

alambrado o ahorrar energía.

Areas de utilización
Para el alumbrado industrial (almacenes, naves industriales) y viario (zonas portuarias
y aeropuertos), así como iluminación de fachadas de edificios y monumentos.
Para la iluminación de interiores es aconsejable montar las lámparas a una altura de
6 a 10 metros para potencias de 250-400 W y 15 a 30 metros para potencias
superiores.

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Ventajas
Buena eficiencia luminosa; limitada depreciación del flujo luminoso; largo promedio de
vida (9000 horas); rendimiento cromático discreto; reducidas dimensiones.
No existe ninguna limitación en cuanto a la posición de funcionamiento Se pueden
emplear como opción alternativa de las lámparas de vapor de mercurio (de 250 W en
adelante) cuando se pretende reducir el número de centros luminosos (admitiendo
que la luminaria lo permita desde el punto de vista de la uniformidad). Realmente, una
lámpara de sodio a alta presión, de 400 W, emite 40000 lúmenes frente a los 23100
de una lámpara de vapor de mercurio de Igual potencia.

Desventajas
Empleo de dispositivos auxiliares para la alimentación.
Tarda varios minutos en alcanzar el 80 %, de la emisión luminosa. La luminancia es
más elevada que la de las lámparas de vapor de mercurio con ampollas fluorescentes
(300-600 cd/cm2). Costo superior al de una lámpara de vapor de mercurio de la misma
potencia (incluidos la reactancia y el cebador).

Características de las lámparas de sodio de alta presión


Potencia Eficienci
Tipo Potencia Flujo
a
absorbid Longitud Diámetro
de nominal luminoso
a (mm) (mm) luminosa
ampolla (W) (lm)
(W) + (lm/W)
cilín- 250 275 46 257 20000 73
drica 400 450 46 285 40000 89
clara 1000 1090 65 373 100000 92
difuso- 250 275 90 226 19000 69
ra elip- 400 450 120 292 38000 84
soidal 1000 1090 165 400 93000 86
+ Incluidas las pérdidas en la reactancia.

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Advertencias
— El empleo de la reactancia hace necesaria la corrección de la fase.
— Comprobar que la luminaria sea adecuada para la potencia de la lámpara, a fin de
que pueda disipar el calor producido por la fuente luminosa y los sistemas de
alimentación.
— No sustituir la lámpara por otra de mayor potencia en una luminaria prevista para
un determinado tipo de fuente de luz.
Anomalías de las lámparas de sodio
Inconvenientes Causas y remedios

Uso prolongado, superior a la duración media de


Poca luz, lámpara ennegrecida
la lámpara: sustituirla.

Funcionamiento prolongado de la lámpara en


una posición no admitida por el fabricante:
Rotura de la lámpara atenerse a las prescripciones de montaje (vale
solamente para las lámparas de sodio a baja
presión).

Solicitaciones y vibraciones mecánicas: montar


la luminaria sobre soportes antivibratorios.

Reactancia defectuosa o inadecuada para el


tipo de lámpara utilizado: sustituirla.

Luminarias
Se emplean para modificar la distribución del flujo luminoso emitido por las fuentes de
luz al objeto de dirigirlo en determinadas direcciones (reflectores) o para atenuar el
deslumbramiento, ocultando parcial o totalmente la visión de la lámpara (difusores).
Asimismo protegen a las lámparas de daños de origen mecánico o ambiental e
impiden al acceso a las partes sometidas a tensión evitando los contactos directos.
De acuerdo con lo anterior, las luminarias se clasifican por la distribución del flujo
luminoso, el tipo de protección contra los contactos directos y el tipo de protección
contra la penetración de líquidos y polvo.

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Clasificación de acuerdo a la forma de distribuir el flujo

Difusores
Están formados por envolventes opalinas de vidrio o material plástico en cuyo interior
se coloca la lámpara y son adecuados para la ejecución de sistemas de iluminación
semi-indirecta, difusa o semi-difusa, ya que el flujo luminoso se distribuye de un modo
casi uniforme en todas direcciones. Disminuyen la luminancia de la lámpara y, por lo
tanto, atenúan el deslumbramiento.
Parte del flujo luminoso emitido por la lámpara es absorbido por el material empleado
en la fabricación de la luminaria (vidrio esmerilado u opalino: 10-20 %); en los difusores
de tipo "lechoso" la absorción es elevada (30-40 %).
No son adecuados para grandes potencias: generalmente están previstos para
albergar lámparas de incandescencia de 40-200 W o lámparas fluorescentes tubulares
normales (lineales, circulares o en U).

Reflectores
Están formados por superficies especulares (aluminio pulido, vidrio plateado, plancha
de hierro esmaltada de blanco, etc.) que reflejan en determinadas direcciones la luz
emitida por la lámpara (en un haz ancho o estrecho según los tipos). Si su construcción
es racional se puede conseguir un elevado rendimiento.

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Los PROYECTORES entran en la categoría de los reflectores. Sirven para concentrar
la luz en una determinada dirección bien definida, generalmente sobre superficies
delimitadas.

Reflactores
Están construidos por recipientes de material transparente dotados de una profunda
cavidad y cuyo perfil y orientación han sido predeterminados a fin de modificar
notablemente la distribución del flujo luminoso. Disminuyen sensiblemente el
deslumbramiento.
Algunas luminarias pueden ser a la vez proyectores y refractores. Por ejemplo, el
"faro" de un automóvil está construido por un proyector (concentración de la luz) y un
refractor (pantalla frontal de vidrio prensado, dotado de acanaladuras prismáticas).

Const. de Luminarias
(Leyes relativas a Trans. de luz)

Reflección
Se produce cuando los rayos luminosos chocan con la superficie de un medio opaco.
Puede ser:
— Regular: cuando la superficie es especular (vidrio, aluminio brillante); el ángulo
de reflexión es igual al de incidencia.
— Difusa: cuando la superficie no es especular el rayo luminoso reflejado se
distribuye en múltiples rayos de mayor o menor intensidad que se desparraman en
diferentes direcciones.
— Mixta: es la combinación de los dos tipos precedentes, o sea: la luz reflejada
se distribuye en todas direcciones pero es más intensa en la dirección de la
reflexión especular.

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Transmisión
Cuando un rayo luminoso pasa de un medio transparente a otro de distinta
naturaleza (por ejemplo: aire-cristal y veceversa) sufre una desviación en su
trayectoria rectilínea: la magnitud de la desviación depende del ángulo de incidencia
del rayo sobre la superficie, de la clase de sustancia atravesada etc., puede ser:
— Directa: cuando las superficies dejan pasar gran parte del flujo luminoso (vidrio
o plástico transparente).
— Difusa: cuando a la salida del flujo luminoso se difunde en todas direcciones
(sup. traslúcidas).
— Mixta: cuando en la difusión del flujo existe una dirección preferente
(empleando vidrio esmerilado se puede entrever la fuente a través del medio).

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Refracción
Si el medio atravesado tiene forma prismática, el haz de luz es desviado de su
trayectoria original si la luz es "blanca" se descompone en los colores del arco iris.

Absorción
Al chocar con medios opacos, transparentes o traslúcidos, los rayos luminosos son
absorbidos en parte (transformándose en calor) y en parte son reflejados, transmitidos
o refractados.

Rendimiento de luminarias
El rendimiento (h) de una luminaria se deduce de la relación entre el flujo luminoso
que sale del aparato (8) y el emitido por la lámpara (8).
h = øa
øt

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El rendimiento depende de los materiales empleados en la construcción del aparato
(en particular, del poder reflectante propio de los materiales o de las pinturas
empleadas), de la forma del propio aparato y de los medios para apantallar la fuente
de luz.
Depende, además, de las condiciones de la instalación e incluso en algunos casos,
de la temperatura ambiente.
Otros factor que condiciona notablemente el rendimiento de las luminarias es el estado
de conservación de las características iniciales: un mal mantenimiento (por ejemplo,
falta de limpieza) hace que aquel decaiga sensiblemente. El diagrama demuestra de
que forma la eficiencia inicial de un aparato disminuye sensiblemente en el transcurso
de seis meses si no se procede a efectuar un mantenimiento periódico (por ej. cada
tres mese).

Curvas Fotométricas
Cada lámpara o luminaria se caracteriza por una distribución particular del flujo
luminoso.
Por ejemplo, la distribución del flujo luminoso de una lámpara normal de
incandescencia es la que indica la figura: obsérvese que la intensidad luminosa es
máxima entre los 30 y 60 grados respecto del eje y casi nula encima del casquillo.

Distribución del flujo luminoso de una Ejemplo de diagrama polar de


una lámpara de incandescencia luminaria
También las luminarias se caracterizan por un diagrama polar de la intensidad
luminosa (o curva fotométrica). Para trazar dichos diagramas se imagina la fuente
luminosa reducida a un punto y colocada en el centro del diagrama. A partir de dicho
punto se toman medidas de intensidad luminosa en un elevado número de direcciones
(desde 0 a 180 grados) y los valores obtenidos se trasladan al diagrama.

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Para simplificar, dicha curva se limita a sólo dos dimensiones, como si se hubiese
practicado una sección de la luminaria siguiendo su eje longitudinal.
Las curvas fotométricas se suelen trazar con referencia a un flujo luminoso de 1000
lm. a fin de poder efectuar comparaciones entre aparatos de diferente origen.

Curvas fotométricas de algunos tipos de aparatos.

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BIBLIOGRAFÍA:

 Carlos R. Miguel – FÍSICA Tercer año Escuelas de Educación Técnica.


 Universidad Tecnológica Nacional – Apuntes de Luminotecnia.
 Manual de Seguridad e Higiene en el Trabajo – I.A.S. 1980
 Manuales de Luminotecnia OSRAM – PHILIPHS – SIEMMENS, etc.
 Luminotecnia e Iluminación – Vittorio Re – Serie “El instalador cualificado”

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