Está en la página 1de 4

A lo largo de su libro, relata en detalle las desgarradoras experiencias que no solo le tocó

vivir a él, sino también a muchas personas que el destino trajo a ese lugar. Lo
impresionante del libro, además de las situaciones que describe, es cómo le encontró
sentido al sufrimiento, pero no solo para él, sino como un gran aporte a la Psicología a
través de la Logoterapia, extendiendo su ayuda a muchas personas,A través de la lectura
puedo comprobar que las personas son muy adaptables a las situaciones y pueden tolerar
condiciones muy locas. La primera parte del libro describe el impacto de encontrarse con
campos de concentración. Los esclavos básicamente no comían nada, un poco de sopa una
vez al día, un trozo de salchicha o un trozo de pan. Tuvieron que descansar juntos, 9
personas en cama con frazadas para todos. No tienen información de sus familiares, ni
siquiera saben si han muerto o no. Viven con el temor de que en cualquier momento puedan
matarlos. Sus necesidades son tan grandes que los sueños de los presos son comida, un
baño tibio o una cama cómoda. Sueñan con sus defectos. Me hace pensar que alguien ha
tenido cada uno de estos todos los días de su historia y dar por sentado, como respirar, a
menudo reduce el costo de lo que realmente tiene. Impresionante que alguien no valore
algo tan simple como poder ducharse, cepillarse los dientes o descansar en una cómoda
cama, conocer a su familia, desvestirse antes de acostarse. Para ellos, soñar es mejor que la
triste realidad que viven. Casi han perdido el apetito, están ansiosos por la hora de la
comida aunque sea bastante, pero se les antoja y la mantienen comiéndola a trago oa
bocados. Unos deciden comerse sus raciones de golpe para evitar robos, otros comen en
grandes cantidades y otros ahorran para prolongar el placer de comer algo. Otros están
contentos de estar enfermos mientras no tengan ese maltrato por el trabajo y aunque la
atención hospitalaria no sea la mejor y no tengan buenas dosis de medicina ni la mejor
atención, es mejor que estar afuera. Expuestos a agotar sus débiles cuerpos.

Tras la fase de shock vino la apatía como mecanismo de autodefensa. Que están contentos
con la vida que sufrieron. Lo más duro fue el amanecer, desafiando la verdad del campo de
concentración, salir de ese profundo sueño y volver a sentir el dolor de los pies doloridos al
tratar de ponerlos en los zapatos mojados. Algunos no podían usar sus zapatos en ese
momento porque sus pies estaban tan hinchados que no cabían en sus zapatos. Intentaron
evitar su realidad mientras dormían. Eran condiciones verdaderamente inhumanas, un dato
curioso es que los esclavos no tenían deseo sexual, posiblemente por la falta de ingesta de
alimentos, eran tan débiles que lo que menos creían era en el placer.
Una de las partes del libro que más me impactó fue el momento en que trató de olvidar su
realidad y cuando se sentía realmente solo, recordó la memoria y la imagen de su esposa.
En ese momento pudo comprender la magia del amor. Que el amor es el fin último del ser
humano y que sin él la vida no tiene sentido. Estoy de acuerdo en que la ausencia de
muchas cosas materiales, solo el saber que alguien te ama de cierta manera, trae un
sentimiento de plenitud, una felicidad indescriptible, una emoción incomparable. El
verdadero amor va más allá de la existencia física o no de la persona amada, la emoción se
interioriza y se sigue amando de lejos. Se conectó y habló con su esposa, esta fue su forma
de escapar de su triste realidad. La gente también usa el humor como una forma de escapar
de la realidad. Los presos hacían bromas sobre lo que les estaba pasando a ellos y a los
guardias, por lo que se olvidaron temporalmente de gran parte de su sufrimiento. Una de las
afirmaciones más llamativas de los creadores es que el sufrimiento, sea pequeño o grande,
ocupa a todos. Por mucho que sea el dolor, te atormentas a ti mismo, el sufrimiento no tiene
parámetros, continuamente puedes sufrir más, las emociones son las mismas. Es por eso
que los pequeños problemas y alegrías pueden abrumarnos y llevarnos al extremo de ambas
emociones. Después de estar tan llena, añoraba la intimidad, la soledad, estar conmigo
misma y con mis pensamientos. Nada ni nadie perturba sus pensamientos. Creo que esta era
una necesidad de todos los humanos, incluso en condiciones típicas, y una necesidad aún
mayor para ellos.Eran 'alguien' antes de llegar a los campos de concentración, cada uno
reconocido por lo que hacía, y ahora son solo números, ni siquiera nombres, solo números.
Además, las mismas condiciones de agresión continua a las que estaban expuestos los
predisponían a la hipersensibilidad hacia sus compañeros.

Después de la apatía venía la emoción de la ilusión del futuro, porque mantenían


constantemente la esperanza de salir de este lugar, de volver a ser libres. El prisionero que
había perdido la fe en el futuro, en su futuro, ya estaba muerto. La fe es el apoyo espiritual
tan necesario para cada persona. El estado de ánimo está íntimamente relacionado con la
salud del cuerpo, una persona que se queda triste seguramente se enfermará, en cambio una
persona optimista, feliz llena de protección su cuerpo humano, y su desempeño es mejor. El
poder de la mente es impresionantemente profundo, de modo que lo que sospechas puede
ser llevado a la verdad, como lo fue en la situación de un prisionero que soñó que el 31 de
marzo terminaría la guerra para él. Al ver pasar los días y no fingir que la guerra estaba
terminando, sintió una desilusión lo que provocó que su cuerpo bajara las defensas, esto
hizo que su cuerpo humano no pudiera soportar la patología que empeoró, y de hecho
murió el día que soñó. . le dijo que la guerra terminaría "para él" cuando muriera, como
resultado la guerra terminó para él. Era un juego mental. Esto también sucedió en las fiestas
navideñas, los presos tenían la esperanza de ser liberados en estas fechas, y cuando notaron
que no era así, se llenaron de desánimo. Las fiestas de fin de año son fiestas cargadas de
emociones, y si las expectativas no se cumplen, el corazón juega una mala pasada al
cerebro y envía señales al cuerpo humano. Tan pronto como hay frustración, cuando no hay
base para la vida, el cuerpo humano se desmorona y puede ser provocado por la muerte. Es
posible morir con el corazón roto porque se crea una sobrecarga tóxica de hormonas del
estrés, que se convierte en miocardiopatía por estrés, es decir, el corazón se enferma. Estas
personas sufren los mismos síntomas que una persona que ha tenido un infarto, con la única
diferencia de que cuando se les examina no encuentran daño en las arterias del corazón. Las
personas que se adaptan pueden recuperarse en poco tiempo sin daño permanente al
corazón, pero aquellos que no pueden recuperarse pueden estresar sus corazones hasta el
punto de la melancolía, la depresión e incluso la muerte.
Llegó el momento de la independencia, y cuando volvieron a ser libres, viendo las flores, el
campo, sintiendo el viento independiente, todo esto carecía de sentido y no despertaba en
ellos ningún sentimiento, porque estaban acostumbrados a vivir el camino, aunque sin
piedad, como habían vivido en los últimos años. Perdieron la función de ser felices,
tuvieron que volver a aprender a encontrar placer en la vida. Eran impersonales, se sentían
como en un sueño, como en tantos sueños que tenían, donde se creían liberados, se
encontraban con su familia y de repente el silbido los devolvía a la verdad, a la dura
realidad. Entonces, cuando volvieron a ser libres, no podían creerlo, en esta nueva
situación, sintieron la necesidad de mostrar su independencia y convertirse en opresores
después de ser reprimidos. Se justificaron en su propia experiencia, en su terrible paso por
el campo de concentración. Nadie debe dañar a los demás, argumentando que fueron
tratados de manera similar. Básicamente hablaron amargamente de sus experiencias, la
población mencionó frases que no querían escuchar, no se sentían comprendidas. Estaban
frustrados y necesitaban que los animaran a encontrar algo por lo que luchar en el futuro
que les hiciera soñar con el futuro. Era más fácil para aquellos que tenían “alguien
esperándolos” inculcar estas ganas de vivir, pero también había quienes no tenían a quién
ir, no tenían ganas de vivir. Su objetivo es que la persona encuentre significado o propósito
en su historia y se centre en el futuro en lugar del pasado. Esto responde por qué muchas
personas todavía están aburridas de la vida, y ese aburrimiento de toda la vida los lleva a la
terapia psicológica más que el estrés en sí. Esto deja un descanso para la persona que, si no
sabe aprovecharlo, se aburre, lo que lleva a que no le encuentre sentido a su historia, una de
las formas de encontrarle sentido a la vida es a través del amor, que es el medio último para
conocer a fondo a una persona. Otra forma de encontrar sentido a la vida es a través del
sufrimiento. Este amor ganado con esfuerzo lo puede entender muy bien una madre que lo
da todo por sus hijos, o cualquier persona que pueda contar su historia a un ser querido.
Conocer los detalles de lo que fue real, de lo que fue en el pasado, es terriblemente
doloroso, pero es maravilloso cómo una persona, habiendo sufrido tanto y perdido todo,
encuentra el sentido en su historia para entregarse a los demás a través de la logoterapia.
Una filosofía bastante interesante para encontrar la base de la vida, el sentido de la vida,
para ver el futuro y no detenerse en el pasado. La horrible experiencia de vivir como
prisionero en un campo de genocidio nazi definitivamente ha llevado a Viktor Frankl a
confirmar su teoría del significado de la vida. Al final de la Segunda Guerra Mundial,
Viktor Frankl comenzó a enseñar en la Universidad de Viena y también obtuvo una cátedra
en Logoterapia en la Universidad de San Diego. Dio conferencias en universidades de todo
el mundo, 29 de las cuales lo nombraron doctor honorario y recibió varios premios de todo
el mundo. Tan pronto como los pacientes llegaban a su consultorio, presas del dolor o la
pena, Viktor Frankl solía preguntarles: "¿Y por qué no te suicidaste?". Los pacientes
respondían que lo único que los mantenía con vida eran sus hijos, su pareja o ciertos
recuerdos. Estos hilos de vida fueron la base sobre la que Viktor Frankl comenzó a
construir un tejido emocional coherente y sólido que permitiera a estas personas encontrar
su propósito en la vida.

También podría gustarte