Está en la página 1de 16

El Régimen Portaliano: las bases de la República y el período Conservador

Fue una reacción muy clara contra los años 20, hay una gran desilusión por los
años anteriores. Hay una clara distancia hacia los exagerados principios
democráticos. Se quería un gobierno fuerte y firme para detener los excesos de la
democracia, lo que tampoco implicaba un apoyo a la monarquía.
La ley debía coincidir con la realidad y así podían ser aplicadas con estrictez.
En este sentido, el mejor exponente de estos ideales fue don Diego Portales
Palazuelos.

No es propiamente un militar, ni un político ni un jurista, aunque movió ejércitos,


condujo el gobierno y estudió derecho. Fue un comerciante con un asentado
sentido del realismo. Tras la temprana muerte de su mujer parte al Perú por
negocios. Desde allí le escribe a su socio José Manuel Cea una carta que es
considerada como un resumen de su preclara visión:

“A mí las cosas políticas no me interesan pero como buen ciudadano puedo


opinar con toda libertad y aún censurar los actos del gobierno. La Democracia,
que tanto pregonan los ilusos, es un absurdo en países como los americanos,
llenos de vicios y donde los ciudadanos carecen de toda virtud, como es necesario
para establecer una verdadera República. La monarquía tampoco es el ideal
americano: salimos de una terrible para volver a otra peor ¿y que ganamos? La
República es el sistema que hay que adoptar; ¿pero sabe cómo yo la entiendo
para estos países? Un gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean
modelos de virtud y patriotismo y así enderezar a los ciudadanos por el camino
del orden y de las virtudes. Cuando se hayan moralizado, venga el gobierno
completamente liberal, libre y lleno de ideales, donde tengan parte todos los
ciudadanos. Esto es lo que pienso y todo hombre de mediano criterio pensará
igual”.
Al regresar a Chile, tras la frustración de sus aspiraciones comerciales en el Perú,
se hará cargo a través de su sociedad "Portales, Cea y compañía" del Estanco,
monopolizando a nombre del gobierno la comercialización del tabaco, licores,
naipes y té, concesionado con el objeto de financiar el pago del empréstito
contraído en Londres por el gobierno de O’Higgins. Esta concesión fracasa en
gran medida por las circunstancias materiales y políticas del país que impiden
organizar de modo eficaz toda la cadena de distribución y recaudación de sus
productos. Esta situación lleva a Portales a involucrarse en la política, a buscar
una solución que permitiera organizar el país, y junto a él se agrupan varios
ciudadanos dando origen al bando de los estanqueros, que influyó poderosamente
en el bando conservador en los sucesos que desembocan en la Guerra Civil.
Durante ésta asume los Ministerios del Interior y de Guerra y Marina, y gracias a
su carácter fuerte, logra reencauzar las instituciones y dar forma al gobierno
republicano.

De su epistolario, podemos deducir lo siguiente:


 Idea de una autoridad fuerte y de una democracia progresiva. Partidario de
la República. La democracia debe postergarse porque Chile ha de ser preparada
en la virtud y para ello es necesario una autoridad fuerte que busque el Bien
Común. En este camino la población se iría formando, acercándose a la
democracia conforme crecería la virtud democrática.
 El Presidente de la República debía ser impersonal. Lo importante es la
autoridad del Presidente, la institución, no tal o cual persona que ocupe el cargo.
 Actitud de Portales ante el derecho. A los autores liberales les parece que a
Portales no le interesaba para nada el derecho, extraídas de cartas sacadas de
contexto. Sin embargo, se demuestra que Portales creía que el derecho era
fundamental para el gobierno. Impulsa la codificación, aunque no le gusta los
procedimientos de los juristas, pero exigía el cumplimiento riguroso de la ley.
Pero su concepción sobre la ley era distinta. Estas no podían cambiar la realidad,
como hasta entonces se creía, sino más bien había que modificar la situación,
reducir la burocracia, se persigue a los bandoleros, limpiar el sistema.. y luego y
muy en tercer lugar, venga la constitución. Las normas jurídicas eran obligatorias
para todos los ciudadanos, funcionarios, jueces... pero tenían que dejar cabida a
la discrecionalidad del Presidente de la República cuando así lo exigiera el Bien
Común. Esto tampoco era sinónimo de que la autoridad pudiera hacer cualquier
cosa, pues en última instancia estaba limitada por las normas morales del derecho
natural. La ley la hace uno fundado en la honradez.
 Fiscalización ordenada y legal de los actos de gobierno. Este gobierno tan
fuerte debe ser responsable de sus actos, reconociendo la labor de la oposición.
 Idea de sanciones rigurosas y de igualdad ante la ley. Cualquier persona
que violare el orden establecido debía ser castigado con todo el rigor de la ley y
frente a ello no debía distinguirse a nadie, todos son iguales.
 El ejército y las FFAA son esencialmente obedientes. No quiere más la
intervención de estos en política. Así encuadró su actuación dentro del marco
constitucional. Portales dio de baja a los oficiales liberales que no reconocían el
gobierno suyo. Organiza además las llamadas guardias cívicas, como contrapeso
al poder militar.
 Portales es un gran nacionalistas, y esto se manifestó en su actitud frente a
la doctrina Monroe, nacido por un temor de volver a ser ocupados por Europeos,
que para él no era sino un intento imperialista de ocupar económicamente toda
América. Esto también se manifestó en su oposición a la Confederación Perú-
Boliviana. Chile debía ser la potencia del Pacífico. Esta guerra no se apoyó hasta
la muerte de Portales.
 En relación al sistema de gobierno, Portales no quería una Monarquía
Absoluta, pero tampoco quería una democracia prematura, sino una República
Autoritaria y educadora. Tenía que ser aristocrática, debía reservarse el poder a
un grupo selecto, por sus virtudes y méritos, no por clase.
 Se apoya en la fuerza moral de la Iglesia; y en los propietarios
terratenientes, en su estabilidad.

La pregunta que los autores se hacen es donde radicó el éxito de Portales, cuál era
el resorte de esta máquina (idea tomada del Espíritu de la leyes de Montesquieu).
1. Alberto Edwards. La concepción de Portales consistía en restaurar una idea
nueva de puro vieja: Obediencia de los súbditos al rey de España durante la
Colonia. Eyzaguirre comparte esta idea, pero agrega que el Estado Portaliano
carecía de una base ética religiosa a diferencia de la monarquía.
2. Mario Góngora atribuyó el éxito de la fórmula Portaliana a una
condicionante sociológica, la distinción entre los buenos y los malos. Los
primeros son los juiciosos, patriotas. La aristocracia tradicional y los otros
merecían el garrote: Pipiolos.
3. Fernando Silva. El problema de Portales era como compatibilizar los
elementos positivos de la monarquía con los elementos republicanos. La
constitución y otras prácticas hicieron que el Ejecutivo reuniera un poder hasta
mayor que la del rey, pese a que en la forma se decía algo un poco distinto.
(separación de poderes...) Este autoritarismo no pretendía ser permanente, sino
que se encontraba en germen la idea del parlamentarismo, por el hecho que la
característica del autoritarismo es la unión entre el Ejecutivo y el Legislativo.
En conclusión, podemos decir que el éxito de la fórmula de Portales, radica en 2
elementos: realismo y tradición.

Constitución de 1833

En febrero de 1831 el Cabildo de Santiago pidió formalmente que se reformara la


constitución, y el Congreso recibió positivamente esta petición. En Junio de ese
año, don Manuel José Gandarillas propuso un proyecto para convocar a una
Asamblea Constituyente o Gran Convención, idea que se aprobó en octubre.
Los protagonistas de esta convención fueron don Mariano Egaña y Gandarillas.
El primero era un destacado jurista, formado y culto, de ideas conservadoras. El
segundo, era liberal moderado, periodista de gran talento, partidario de un
gobierno fuerte, pero republicano y democrático.
Gandarillas era partidario de reformar la constitución vigente. En cambio, Egaña,
quería un texto nuevo y de claro sesgo autoritario.

Egaña tuvo una destacada participación en la génesis de la Constitución de 1833


y en su redacción. Tradicionalmente se le ha catalogado como monárquico y
retrógrado, pero más bien representa una posición liberal-ilustrada: formó parte
de la Junta separatista de 1813 y fue desterrado a Juan Fernández durante la
Reconquista, participó de los ideales ilustrados. La causa de que tilden así puede
motivarse quizás en sus tendencias autoritarias, en ser partidario de una
democracia censitaria en vez de abierta y en su calidad de católico practicante.

Inicialmente tenía bastante animadversión a Portales por considerar que hizo


fracasar la concesión del Estanco, lo que llevó al Gobierno a incumplir el pago de
los dividendos adeudados a Inglaterra, motivo por el cual el Egaña mismo debió
ir a ese país a renegociar el empréstito. Pero coinciden en una serie de puntos que
los acercan con el tiempo: el Nacionalismo frente al americanismo de la época, la
necesidad de reaccionar frente al desorden y la anarquía y buscar una correcta
sujeción de las instituciones al Estado de Derecho, distinguir entre “buenos y
malos” ya que ambos culpan en buena parte de la anarquía que vivió el país a la
baja calidad moral de las personas a quienes correspondía ejercer funciones de
gobierno (usan esta distinción que tiene como sustrato filosófico a los pensadores
del s. XVIII, principalmente Montesquieu, que propugnaba que la virtud era el
“resorte” sin el cual no podía funcionar la “máquina” del gobierno republicano).
Respecto de temas constitucionales apoyaba inicialmente la Constitución
redactada por su padre en 1823 y piensa que para salir de la anarquía es necesario
restituirla a su ejercicio, aunque acepta la necesidad de reformarla. Por los años
que vivió en Inglaterra y los viajes que desde allí hizo a otras naciones europeas,
desarrollo una visión constitucional amplia, de corte liberal, cuyos fundamentos
le servirán para desarrollar sus posiciones en estas materias. Mira con simpatía la
Monarquía inglesa y de su planteamiento más liberal, en que el gobierno recae
sobre los ministros y el Parlamento, pero sin que le parezca el régimen
monárquico sea una solución adecuada para organizar Chile. También valora a
Napoleón y su manejo de la autoridad, que le permitió transformar los
fundamentos del antiguo régimen, pero sin compartir los excesos de la revolución
de hizo surgir a Napoleón. Veía en su autoridad un fundamento para el buen
funcionamiento de las leyes y la Constitución, y que hacía falta en Chile.

Egaña y Gandarillas redactaron cada uno un proyecto propio. El de Gandarillas


era más sencillo y se mostraba partidario de suprimir los fueros militares y
eclesiásticos; de acusar al Presidente de la República durante su mandato ante la
Cámara de Diputados, suprimir los mayorazgos.

El proyecto de Egaña fue más completo. El poder legislativo radicaría


conjuntamente en el Presidente y en las Cámaras. En cambio, el ejecutivo,
exclusivamente en el Presidente. Este administraría el estado, disolvería la
Cámara de Diputados, nombraría a su voluntad a las autoridades administrativas
, judiciales y eclesiásticas. Era el jefe de las FFAA. Consagraba el estado de sitio,
suspendiendo la vigencia de la constitución durante su establecimiento. Se
reconocía la Presidente un derecho a veto casi absoluto en materia de formación
de las leyes. Si un proyecto de ley era rechazado por el Presidente, no podía volver
a presentarse antes de 1 año y si el Parlamento insistía, tenía que hacerlo con
mayoría.
A mediados del ´32, la Comisión concluyó el proyecto, tomando elementos de
ambos personajes, entrando en vigencia en mayo de 1833.

Etapas de vigencia de la Constitución de 1833

En este nuevo período, llamado por algunos autores el Estado en Forma,


coincidirá con la dictación y vigencia de la Constitución de 1833. Una primera
apreciación más práctica que doctrinal es que bajo su imperio se organizó el país
por cauces legales y le dio un marco institucional que rigió por cerca de 90 años.
Durante 38 años no sufrió modificaciones. Luego han surgido diversas opiniones
sobre sus bondades y defectos: si permitió el progreso y la evolución tranquila del
país o fue un factor de retroceso .

Desde el punto de vista de la clasificación del sistema de gobierno impuesto por


ella, no se ajustó ni a un régimen parlamentario ni a uno presidencial: tenía
elementos de ambos. Del primero, la compatibilidad de los cargos parlamentarios
con los de Ministros de Estado, el mecanismo de las leyes periódicas y las
atribuciones legislativas del Presidente. Del presidencial, la irresponsabilidad del
Presidente y su facultad de nombrar y remover a sus Ministros. Al inicio de su
vigencia predominó el carácter presidencial, y tras las reformas que se hicieron a
la Carta, la balanza se inclinó al parlamentario.

Si se puede señalar que era de carácter aristocrático y autocrático: el gobierno se


generaba mediante un régimen censitario, el Senado y el Presidente se elegían por
votación indirecta y sólo los miembros del Senado tenían representación en la
Comisión Conservadora. Además, las atribuciones del Presidente, reforzadas por
la ley electoral, lo hicieron "el gran elector" durante los primeros 60 años de
vigencia de la Constitución.
En casi centenar de años en que rigió se pueden distinguir claramente tres periodos
y un quiebre institucional en 1891:

a. portaliano o de plena vigencia (1833 a 1861)

b. periodo liberal (1861 a 1891)

c. fase pseudo-parlamentaria (1891 a 1925)

Contenido original de la Constitución de 1833

La nueva Constitución tuvo una preparación distinta a la de los textos anteriores:


por primera vez es encargada por un Gobierno capaz de mantener la paz del país,
es elaborada sin prisas ni improvisaciones y su propósito no consiste en establecer
un gobierno ideal, sino en consolidar uno que ya existía desde 1830. Su misma
puesta en marcha no implicará transformaciones institucionales, salvo la
instalación del Consejo de Estado: no tendrá cambios en materias de religión,
territorio, poder judicial. La gran diferencia con el texto de 1828 será la
estructuración del gobierno: mantiene la dualidad Presidente-Parlamento, pero
buscara confirmar la preminencia presidencial adquirida en 1830. La relación
entre el Presidente –fuerte sin ser absoluto- y el Congreso, será la clave para
entender la configuración institucional del país, y la diferencia principal con la
Constitución de 1828, que contemplaba un gobernante débil.

Este período se caracteriza por la vigencia original del texto constitucional sin
ninguna reforma, salvo la ley interpretativa del Art. 5 que busca legitimar el culto
privado de todas las religiones . El Presidente de la República es el gran árbitro
de la política nacional, controla al Congreso y a los órganos del Estado y es
llamado el "gran elector". En estos años no existían los partidos políticos (se
comienzan a formar), hay estabilidad gubernativa (a pesar que hay dos breves
guerras civiles en el Gobierno de Manuel Montt) y un gran desarrollo económico,
comercial y educacional.

La Constitución del 1833 está encabezada de un preámbulo doctrinario del


Presidente José Joaquín Prieto, en el cual señala que se pretende romper con los
modelos teóricos impracticables y buscar un equilibrio entre la libertad y el orden:

“Despreciando teorías tan alucinadoras como impracticables, (los


constituyentes) sólo han fijado su atención en los medios de asegurar para
siempre el orden y la tranquilidad pública contra los riesgos y vaivenes de
partidos a que han estado expuestos. La reforma no es más que el modo de poner
fin a las revoluciones y disturbios a que daba origen el desarreglo del sistema
político en que nos colocó el triunfo de la Independencia nacional. Es el medio
de hacer efectiva la libertad nacional, que jamás podríamos obtener en su estado
verdadero, mientras no estuviesen deslindadas con exactitud las facultades del
gobierno y se hubiesen puesto diques a la licencia” .

A continuación se expresa que la Gran Convención ha sancionado y decretado la


reforma de la Constitución de 1828 adoptando de sus instituciones las que ha
creído conveniente para la prosperidad y buena administración del Estado,
modificando y suprimiendo otras, y añadiendo las que ha juzgado oportunas. Por
tanto, deja sin efecto la Constitución anterior y da lugar a un texto constitucional
nuevo.

CAPÍTULO I. Territorio.
Consta de un artículo, que trata de los límites territoriales (art. 1°). Mantiene las
mismas fronteras recogidas en las Constituciones de 1822, 1823 y 1828, aunque
con una redacción propia.
CAPÍTULO II. Principios doctrinales.
Señala que el Gobierno es popular representativo (art. 2°), que la República es
una e indivisible (art. 3°) y que la soberanía recae esencialmente en la Nación,
que delega su ejercicio en las autoridades que establece la Constitución (art. 4°).

CAPÍTULO III. Religión.


El art. 5° señala que la religión de la República de Chile es la Católica, Apostólica
y Romana, con exclusión del ejercicio público de cualquier otra. Esta redacción
es la misma usada en 1828 y será el último texto constitucional que consagra la
unión entre la Iglesia y el Estado.

CAPÍTULO IV. Nacionalidad y Ciudadanía.


1. Nacionalidad: en el art. 6° se consagran dos grandes fuentes:
• Fuentes Naturales: por nacimiento (ius solis) y también existe por
consanguinidad (ius sanguinis). En este último caso se contempla el beneficio
para hijos de funcionarios chilenos en el extranjero, y los hijos de padre o madre
chilenos por el hecho de avecindarse en Chile.
• Fuentes Legales: por residencia (los extranjeros que tengan alguna ciencia,
arte, industria o un capital que tengan 10 años de residencia en Chile, 6 si son
casados y tienen familia en Chile y 3 si son casados con chilena) o por
naturalización otorgada por ley a quienes hayan prestado grandes servicios a la
Patria. Por ejemplo Andrés Bello.

2. Ciudadanía: se establecía un sufragio censitario, cuyos requisitos son:


• ser chileno ( solo los varones)
• 25 años si son solteros y 21 si son casados
• que sepan leer y escribir (solo desde 1840, disposiciones transitorias, art.
1°)
• que tengan una propiedad inmueble o un capital o una industria o arte cuyo
monto es fijado por ley cada 10 años
Los ciudadanos para ejercer su derecho de sufragio debían estar inscritos en los
registros de electores de la municipalidad a la que pertenezca, y debe tener su
boleta de calificación 3 meses antes de la elección. Ésta será la herramienta usada
en los años siguientes para controlar las elecciones por el Ejecutivo.

CAPÍTULO V Derechos y Garantías Constitucionales


El Art. 12 consagra una serie de derechos que la Constitución asegura a todos los
habitantes de la República: la igualdad ante la ley, la admisión a todos empleos y
cargos públicos, la igual repartición de los impuestos y contribuciones, la libertad
personal (libertad de movimiento dentro del país, de salir del territorio y que nadie
puede ser preso, detenido o desterrado sino conforme a la ley), la inviolabilidad
de todas las propiedades, el derecho de petición y la libertad de emitir opinión por
la imprenta sin censura previa.

CAPÍTULO VI. Congreso Nacional


Aunque el Congreso tendrá menos peso frente a los poderes del Presidente, no por
eso deja de tener algunas atribuciones propias que no derivan de éste:
necesariamente debe concurrir en el proceso de dictación de leyes y en algunos
negocios administrativos. Además, tiene el deber constitucional de velar por la
legalidad de los actos gubernativos, atribución que ejerce a través de las
acusaciones constitucionales contra los Ministros de Estado, la fiscalización de la
Administración Pública y el uso de los recursos fiscales, y finalmente, por medio
de la aprobación de las Leyes Periódicas, necesarias al Ejecutivo para ejercer el
gobierno.

Se consagra un Congreso bicameral que está compuesto de:


- Cámara de Diputados: tiene una integración proporcional a la población de un
diputado por cada 20.000 "almas" y fracción superior a 10.000. Los diputados
tienen un mandato de tres años y se establecen una serie de inhabilidades para
postular al cargo (por ejemplo ser clérigo, juez de letras, intendente, extranjeros).
- Senado: se establece un número fijo de 20 senadores elegidos indirectamente
por electores. Duran 9 años y se renuevan por tercios cada 3. Para ser senador se
exigía tener al menos 36 años de edad.

Las sesiones ordinarias del Congreso van del 1° de junio al 1°de septiembre.
Durante el período de receso se establece una Comisión Conservadora de siete
Senadores, cuya principal misión era velar por la vigencia de la Constitución.
Durante este período el Congreso sólo podía sesionar cuando el Presidente lo
convocaba y en las materias que éste señalaba.

CAPÍTULO VII. Presidente de la República.

El Gobierno recae en el Presidente de la República quien será la principal figura


establecida en la Constitución, ya que no sólo tiene la misión del conducir el
gobierno, sino que principalmente está llamado a ser el portador de los intereses
permanentes de Estado. Se hace así una distinción entre algunos fines de carácter
nacional que todo Presidente debe cuidar, más allá de su tendencia política, de
otros que corresponden a objetivos más inmediatos de su mandato. Esta distinción
se refleja en el juramento que presta al asumir el cargo recogido en el artículo 80
de la Constitución: "Yo N. N. juro por Dios Nuestro Señor i estos Santos
Evanjelios que desempeñaré fielmente el cargo de Presidente de la República;
que observaré i protejeré la Relijión Católica, Apostólica, Romana; que
conservaré la integridad e independencia de la República, i que guardaré i haré
guardar la Constitución i las leyes. Así Dios me ayude, i sea en mi defensa, i si
no, me lo demande”.
Por tanto, cumple 2 roles: ser cabeza de la Administración Pública y del Gobierno
del país, y ser el Garante del orden institucional. Para esto está dotado de una
serie de atribuciones, que le dan un poder bastante superior al que tuvo la figura
del Gobernador-Capitán General-Presidente de la Real Audiencia indiana, un
poder casi similar a la de los Reyes bajo la monarquía borbónica. Al igual que
esta última figura, el Presidente de la República será un cargo impersonal, que
encarnara al primer servidor del Estado. Esta similitud con la figura del Rey se
traslucirá en símbolos externos como el sillón dorado y el dosel “del Estado” que
se usará para los actos oficiales.

Para cumplir este papel se establece que el Presidente será relegible por una vez
e irresponsable, pero para evitar abusos no será autosuficiente. Debe gobernar por
con la ayuda de Ministros, que sí serán responsables frente al Congreso, de un
Consejo de Estado y del Congreso. Goza de una amplia gama de atribuciones
ordinarias, que se extiende a todo cuánto tiene por objeto el orden público interior
y la seguridad exterior. Y cuenta con atribuciones especiales, como la de
suspender la vigencia de la Constitución mediante la declaración de Estado de
Sitio –para lo que requiere el acuerdo del Consejo de Estado– y usar de las
Facultades extraordinarias, con el concurso del Congreso.

Además, para cumplir su papel de garante le corresponde nombrar o intervenir


directamente en el nombramiento de todos los altos empleados de la
Administración, Gobierno y Hacienda, de los oficiales superiores de las Fuerzas
Armadas, Magistrados judiciales y Prelados eclesiásticos. Carece de potestad para
nombrar a los parlamentarios, pero no existe incompatibilidad entre los cargos
parlamentarios y los empleos de designación presidencial, salvo en el caso de
Intendentes y Gobernadores –por lo que muchos parlamentarios serán
dependientes del Presidente por sus otros empleos–, e interviene en las elecciones
parlamentarias a través de los mismos Intendentes y Gobernadores. Por tanto,
aunque en el texto constitucional no se mencione, en los hechos cuenta con
herramientas para dirigir toda la institucionalidad nacional, al mismo tiempo que
el Congreso cuenta también con facultades para coaccionarlo si incumpliera su
deber de garante.

Durará 5 años en su cargo con posibilidad de reelección inmediata. Debe ser


nacido en el territorio de Chile, tener 30 años y las calidades para ser miembro de
la Cámara de Diputados. Es elegido en votación indirecta por electores.

Tiene numerosas facultades (art. 82) entre las que destacan concurrir a la
formación de las leyes, velar por la pronta administración de justicia y por la
conducta ministerial de los jueces, nombrar con acuerdo del Consejo de Estado
los ministros, embajadores, autoridades de la Administración Pública, ministros
del Poder Judicial y presentar para los arzobispados, obispados y dignidades
eclesiásticas, así como ejercer otras atribuciones propias del Patronato. Además
tiene algunas de carácter extraordinario como declarar el Estado de Sitio en caso
de ataque exterior o de conmoción interior, en cuyo caso se suspende el imperio
de la Constitución (art. 161).

Para su asesoramiento la Constitución establece un Consejo de Estado, que tiene


antecedentes en el régimen monárquico y en la Constitución de 1823 (art. 102 a
107), integrado por los Ministros de Estado y algunos funcionarios designados
por el Ejecutivo, y que tenía importantes atribuciones de tipo consultivo y en el
nombramiento de las demás autoridades.

CAPITULO VIII. Administración de Justicia.


Radica en tribunales ordinarios encabezados por una Corte Suprema, Corte de
Apelaciones y Jueces Letrados, elegidos por el Presidente a propuesta del Consejo
de Estado. Establece también principios como la independencia (ni el Presidente
ni el Congreso pueden ejercer funciones judiciales ni avocarse causas pendientes),
la inamovilidad de estos mientras cuenten con su buen comportamiento, la
responsabilidad por los delitos que cometan en el ejercicio de sus funciones y la
supervigilancia de la Corte Suprema.

CAPÍTULO IX. Gobierno y Administración Interior


El territorio se divide en Provincias a cargo de un Intendente, nombrado por el
Presidente durando tres años en sus funciones, Las provincias se subdividen en
Departamentos a cargo de un Gobernador, nombrado por el Presidente de la
República a propuesta del intendente por 3 años. Éstas en Subdelegaciones cuya
principal autoridad es el Subdelegado y ellas a su vez en Distritos a cargo de
Inspectores de distrito. Cada funcionario a de ser de la confianza de su superior.
Las Municipalidades, que eran los órganos de administración local, estaban
integradas por regidores elegidos por la ciudadanía en votación directa con un
mandato de tres años y presidida por un alcalde en forma proporcional a la
población del departamento o del territorio señalado en la ley.

CAPITULO X Derechos Fundamentales


Trata de garantías a la seguridad personal y la propiedad. Tras declarar que no hay
esclavos en Chile, señala una serie de normas para asegurar el debido proceso (art.
133 y ss.) y establece una acción constitucional para su protegerlo (recurso de
amparo). En materias de propiedad establece la inviolabilidad del domicilio y de
la correspondencia, la libertad de trabajo o industria, la propiedad intelectual.

CAPÍTULO XI. Disposiciones Generales


Se establecen algunas normas sobre distintos temas, como por ejemplo la atención
preferente del gobierno a la educación pública, el carácter no deliberante de la
fuerza pública (su obediencia al Gobierno), la prohibición de atribuirse una
autoridad distinta de la establecida por la Constitución, los límites al Estado de
sitio.

CAPÍTULO XII. Reforma a la Constitución


La Constitución es aquella de las que pueden ser clasificadas como rígidas en
cuanto a su mecanismo de reforma. Se materializaba en dos legislaturas sucesivas:
en la primera debía establecerse la necesidad de reformar los artículos propuestos
por 2/3 de cada cámara, y en la segunda debía aprobarse. Esto significa que entre
la propuesta de una reforma constitucional y su concreción, transcurrían varios
años.

Otras características
No se suprimieron los fueros eclesiásticos ni los militares.
Se dio un gran énfasis a la educación pública, creándose una superintendencia de
educación pública.
Se estableció el servicio militar obligatorio, se declaró a las FFAA obedientes y
no deliberantes, a fin de evitar el caudillismo y la politización de las mismas.
Bajo el imperio de esta constitución, que en sus primeros 38 años no fue objeto
de reforma alguna, se organizó la República de Chile, a pesar de las opiniones
diversas que existan al respecto.

También podría gustarte