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9 de agosto de 2013 Brecha 27

Bolaño “y yo” en pantuflas


W i l f r i d o H C o r r a l sirven de plantilla a este libro fueron
obligatoriamente frívolas.
En retrospectiva aquellas preguntas
Más de un crítico ha creído que en eran inconsecuentes, y esporádicamen-
“Borges y yo” el maestro se refería a te Bolaño tenía que decir algo grave
él. En El hijo de Míster Playa. Una para mantener su respetabilidad co-
semblanza de Roberto Bolaño, Mó- mo el escritor de referencia del entre-
nica Maristain no ostenta esa ansiedad, siglo. Por otro lado, El hijo de Míster
pero su circunspección periodística Playa se autodestruye con explicacio-
la expone a otras expectativas: al pe- nes superfluas, resúmenes, autocitas y
rezoso reclamo de que no hay biogra- notas al pie, de hechos o personas co-
fías literarias latinoamericanas según nocidas, entre ellas precisar quién era
modelos angloamericanos; y a que un Manuel Rojas, o cuál fue la primera
autor tan eminente como Borges nun- novela del chileno. La acumulación de
ca tendrá la que merece. Al recurrir al esos tics empobrece y socava un enfo-
psicologismo y relativismo reinantes que inicialmente prometedor. Tampoco
Maristain muestra que la gran tormenta persuaden las disquisiciones en torno a
académica en torno a Bolaño contiene Bolaño y las mujeres en el ambiguo ca-
ardores poco convincentes por relacio- pítulo 14, “Bastante canijo (sic) con las
nar vida y obra. La autora parece pensar mujeres”, que requieren otro libro, pre-
en el espíritu de quien esté escribien- cisamente porque Maristain se esfuer-
do una biografía, autorizada o no, del za demasiado para justificar su historia
autor. Así, “semblanza” es un subtítulo no oficial, aun cuando Carmen Pérez de
apropiado para El hijo de Míster Playa Vega (“una de las mejores conocedo-
(Bolaño padre ganaba “todos los con- ras de la obra de Roberto”, cita Maris-
cursos de playa”), que convierte la ex- tain a Echevarría) le ofrece testimonios
pectativa de leer una vida en el enarde- fehacientes con gran decoro y dignidad
cer después de la tormenta. (págs 279-301).
El decimoséptimo de los 18 capí- Un mantra obvio que se debe aca-
tulos (más introducción sentimental; tar para encontrar los biografemas de
numeración mía) contiene varias fisu- un autor, vivo en muchos sentidos, está
ras conceptuales y estructurales típicas. manifestado por Cercas: “Lo que sobre
Dedicado a “Los bolañitos”, muestra la todo recuerdo son sus libros, son lo úni-
ausencia de ilación y selectividad que co que en definitiva importa, porque to-
le confiere al libro un carácter frag- do Bolaño está en ellos” (nota 105, én-
mentario, de recopilación esencialmen- fasis mío). Pero Maristain supedita ese
te subjetiva. A veces no se sabe, por la fuentes, y acude al protagonismo, chis- beneficio a frases triviales de sus in-
puntuación desatendida, la falta de cla- mes, frases hechas y dramatismo. No formantes, incluido Cercas, además de
ridad en el formato, o falta de contex- es curioso que la tan reciclada “última privilegiar las novelas extensas, cuando
to, con quién se dialoga o cómo se se- entrevista” –que añadió a Maristain a numerosos poemas de La universidad
leccionan testimonios representativos. cierta comercialización de Bolaño al desconocida tienen similar importan-
Para la pregunta “¿Gerona fue su eta- publicarla en la Playboy mexicana el cia autobiográfica. El hijo de Míster
pa de mayor pobreza?” Maristain esco- mes que falleció el autor– haya reapa- Playa no trasmite la complejidad con-
ge la respuesta “Bueno, no sé qué tan recido en La última entrevista a Ro- comitante de un autor que siempre da
pobre habrá sido en Barcelona, pero berto Bolaño, con el prólogo “Bolaño un paso fuera de la partitura; y en vez
la gente de esa época me cuenta que en México”, y un gancho no especifi- somete su existencia a una semblanza
Bolaño era pobre, pero también todos cado: “Esta es la primera vez que se sudamericana con anuencias al ámbito
eran pobres” (énfasis míos). Jorge Mo- publica la edición original” (¿?). Sí es mexicano, importante pero no definito-
rales, el encuestado, añade: “Era muy curioso que, al depender tanto de en- rio para entender a un autor más y más
sencillo arañar un poquito y encontrar trevistas, no haya una mención a las definido por su impacto internacional.
las huellas de Roberto Bolaño en esta escogidas magníficamente por Andrés En 1940 Alfonso Reyes advertía que
ciudad”. ¿Y si nunca has estado en Ge- Braithwaite en Bolaño por sí mismo el empeño de las nuevas biografías cán-
rona? (2006, 2011), y aunque Maristain em- didas de reducir al héroe a una irreali-
Maristain no es responsable de la plea una de ellas (refiriéndose a otra dad microscópica lo exhibe con dema-
imprecisión o parcialidad de tales co- fuente), no aprovecha la riqueza de los siada frecuencia en pantuflas; es decir,
mentarios, pero sí de aglomerarlos, y la comentarios de esa compilación, que como nunca o pocas veces lo vieron
excelente editorial Almadía de permi- también incluye la suya. sus contemporáneos. El hijo de Míster
tirlos. No se trata de ser exhaustivo con La historia que Maristain quiere re- Playa se nutre de esa falacia cuando,
un autor que sigue dejando mucho por construir es sincera, y sus informan- como decía Reyes, “¡lo propio de los
sondear, sino de emplear criterios más tes viables, pero cierto revanchismo grandes hombres es que nunca parece
El hijo de Míster Playa. Una semblanza
atinados. En “Los bolañitos” la luci- de Roberto Bolaño, de Mónica Maristain.
y la dependencia de “estudiosos” (hay que los estamos viendo, es que nunca
dez de Alejandro Zambra, actualmente México, Almadía, 2012, 362 págs. tanto valor en Bolaño que hace céle- vive uno a su lado!”. Las ficciones de
el mejor novelista-intérprete de Bola- bre al desconocido) socavan su narra- Bolaño confirman ese acierto, no es-
ño, merecía más espacio, y Juan Villo- ción, aliándola a comentarios categóri- ta relación utilitaria. Maristain es muy
ro y Sergio González Rodríguez tam- cos o interpretaciones descuidadas. No amena, bienintencionada, ha hecho la
bién. Pero el resto del libro se desvía despreciaba o lo ignoraba y que ahora obstante vale revisitar en el capítulo 6, mayoría de sus deberes, pero no ha sis-
hacia comentarios gratuitos como los escriben sobre él como si hubieran sido “Las escribidoras y los escribidores”, tematizado el gran relato que se podría
de Jorge Volpi, o enredados y tardíos de amigos íntimos”, sea parte de la nota anécdotas que en su momento aumen- desprender de tanto esfuerzo meritorio,
otros subidos al tren Bolaño. Si algunos 105 del libro. taron el morbo acrítico acerca del chi- con el resultado de que no hay mayo-
creían agotado lo que tenían que decir, El desarrollo de El hijo de Míster leno; o en el 11, la sensatez de Ignacio res revelaciones, sólo algunas verdades
Maristain tenía a la mano lo dicho, por- Playa no es rectilíneo; pero extrapolar Echevarría. Pero falta equilibrio, y si a medias. n
que ya los había entrevistado para La la vida de Bolaño requiere una disposi- del capítulo 15 al 17 hay una concen-
última entrevista a Roberto Bolaño ción que no tienen los capítulos 1 al 14, tración en la sustancial vida española
y otras charlas con grandes escrito- en principio dedicados más a la cante- de Bolaño, en el último, “Mario Santia- (N de R: Esta reseña debió formar parte de la co-
res (2010), y era asunto de entrelazarlo ra vital mexicana que a la chilena, y se go y el arte basura”, se vuelve a Méxi- bertura sobre el congreso que homenajeó, o inten-
bien (en las notas 37 y 40 la última par- ha insistido demasiado en la ausencia co, se pasa a Blanes, y se confunden tó homenajear, a Roberto Bolaño a los diez años
te del título se cambia a “grandes auto- de esas etapas en la exposición Archi- los testimonios, y los lectores. El con- de su muerte, apertura de Cultura en Brecha en el
tenido e implicación de varias pregun- número anterior, y como tal fue cedida al semana-
res”). Sorprende así que el comentario vo Bolaño 1977-2003 que cerró en ju- rio por su autor. Eso no fue posible por razones de
de Javier Cercas, “Recuerdo a toda la nio de 2013 en el cccb de Barcelona. tas hacen pensar en que las respuestas espacio, por lo que se publica hoy, con las corres-
gente que se burlaba de su obra o lo Maristain hace malabarismo con sus de Bolaño en la última entrevista que pondientes excusas a Wilfrido H Corral.)

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