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lo León, en el teatro Arlequín; J ulián dio Brook, Carla Ancira, Guillermo Orea luz que debía servir para guiar a un gru-
Soler la egunda, que tradujo fielmente yElmo Michel, en el Trianón; cada uno, po de personas perdIdas en el campo cu-
J osé Manuel Ramo . en el sitio COrre pondiente. Con el per- bierto de nieve; dos jóvene (J ohn on y
Interpreta en el teatro Arl~quín la pri- sonaje malévolo a cuestas, el actor José Claudia) se enamoran de un modo de -
mera figura femenina: la Bella Durmien- Solé, en el Arlequín, tiene que enfrentarse concertante, etc. El protagonista central
te, N adia Haro Oliva, con va riadas re- a Ignacio López Tar o, en el Trianón. también sufre una transformación: se tor-
cursos, en lo cuatro cuadros que COrres- La escenografía del teatro Arlequín traza- na más inteligente, y entonce de cubre
ponden a la proyección del amor de cada da sobriamente por Julio Prieto; la del que todo lo anterior se debe a que en
uno de los coroneles en las épocas prefe- Trianón, holgada y vi to a, por Jorge otro tiempo, en el hotel donde e enc~len­
ridas por ello y en el ambiente adecuado: Fernández. tl:a, se celebraba la fie ta Libcralia, de-
el i abelino inglés; la corte del Rey Sol. En el teatro ullivan, nuevamente de- dicada a Baco, y que con i tía, freudiana-
en Francia; la Ru ia zarista, y el de prin- corado y adaptado -esta vez, por el ar- mente, en exorcizar nuestros complejo.
cipios del siglo en N orleamérica. Elina quitecto Esteban Marco- se representa, En este argumento, como se ve los dio-
Colomer da al mi mo papel, en el Trianón, bajo la dirección de Salvador ovo, la ses griegos renacen, vuelven a 'tener in-
un tono más uniforme, a través de las obra de Marcelle Maurette: Anastasia, fluenc!a, la mitología devora las religione
mi mas etapas. traducida por José Ramí rez, con las ac- postenores.
Los coroneles -inglés, francé , ruso y trices Rosita Macedo y Anita Blanch y Con excepción del cuento central del
norteamericano- están respectivamente lo adore Ernesto Alonso, Fern:.-ndo libro -"Homenaje a Francisco Almey-
encomendados a los actores José Luis Mendoza y Nicolás Rodríguez, rn los pri- ra"- todas las narraciones están conce-
Jiménez, L. Beristáin, Carlos Riquelme y meros lugares. La escenografía es de An- bidas en la telaraña de una fértil imagina-
R. Ramírez, en el teatro Arlequín, y Clau- tonio López Mancera. ción. El cuento central tiene implicacione
políticas (en él se intenta ridiclllizar a
Perón y a su esposa) ; pero el "realismo"
de este cuento deja mucho que desear: los

LIBROS
personajes -poetas, literatos, "hombres
de bien"- se nos antojan, dentro del con-
texto de esta narración, un í es no es
idealizados.
Los cuentos de Bioy Casares tienen,
dentro de ~u estructura total imaginativa,
ADOLFO BIQY CASARES EN MEXICO 1m buen numero de detalles humorísticos
~lig~lOs qe atenc,ión'"Así como en "El per-
Por Enrique GONZALEZ ROJO Juno de la l1Ieve tenía frases como:
"creía, sin embargo, que poseer a todas
DOLFo BJOY CASARES es uno Je los es- Las otras obras de Bioy Casares no las mujeres era algo así como un deber
A critores argentinos contemporáneos han recibido una acogida' tan calurosa.
que mayor interés han despertado en Ni "Los que aman, odian" (escrita en
nacional, su deber nacional" o "Fui a "er
:¡ la silla. No recordaba cómo eran las si-
muchas de nuestros intelectuales. Antes, colaboración con su esposa Silvina acam- llas", de la misma manera, en estos cuen-
la figura de Jorge Luis Borges, con sus po), ni el cuento "El perjurio de la nie- tos, nos encontramos expresiones con si-
juegos de artificio y su virtuosismo espu- ve" (publicado en los "Cuadernos de la milar humorismo: "Quiero más esta ma-
moso había obscurecido en México la de Quimera"), ni "Plan de Evasión" (es- no que a todas las personas del mundo"
Bioy 'Casares. Borges se impuso defini- crita en 1945), ni tampoco "Seis proble- dice un enamorado oprimiendo los dedo~
tivamente al gusto de muchos lectores me- mas para don Isidro Parodi" (obra rea- de su amada.
xicanos tras de haber recorrido el difí- lizada en colaboración con Borges y pre- Pero, a pesar de todo, a pesar del inte-
cil sendero de ser poeta, ensayista y crí- sentada al público bajo el pseudónimo de rés que puedan despertar estos cuentos,
tico. Como cuentista, que es a lo que en H. Bustos Domecq), han cautivado de la trama que presentan no posee una uni-
los últimos años se ha dedicado de prefe- manera tan decisiva la mente del público dad compacta: hay muchas frases inútiles,
rencia, atrajo un buen público tanto en como lo ha hecho "La invención de Mo- muchos intersticios empolvados, mucn.::ls
nuestra patria como en otros países .por- rel". incidentes que distraen de la acción. Bioy
que, al decir de Raimundo Lida, "el poe- Con todos estos antecedentes era natu- Casares, en esta obra, ha reafirmado su
ta Borges, a veces áspero y desigual, el ral que nos interesara la publicación, rea- personalidad; pero, nuevamente y de ma-
ensayista Borges, generalmente fragmen- lizada en México, de un nuevo libro de nera más notoria tal vez, no se ha logrado
tario, el crítico Borges, que solía atraer Bioy Casares: "Historia Prodigiosa". Este ~cercar, ni con mucho, a la perfección que
demasiado sobre sí mismo la mirada del libro se halla formado por cinco cuentos IIlgenuamente le colgara Borges del cuello.
lector en vez de dirigirla hacia los libros donde reaparecen las consabidas in fluen-
que comentaba, se habían fundido y con- cias de Bioy Casares y de Borges: Franz
ciliado en el cuentista Borges, el más ad- Kafka, Marcel Schwob y, en general,
mirable hasta ahora". (Cuadernos Ame- toda la novela fantástica, (Wells, Lord EL PRIMER LIBRO
ricanos, marzo-abril de 1951.) Pues bien, Dunsany, Adam, Kapek, Huxley, etc.).
este Borges elevado por muchos críticos Un ejemplo notorio de influencia kafkia- DE FA ULKNER
a una celebridad internacional, prologó na en Bioy Casares podemos advertirlo
en 1940 una novela de su compañero en el segundo cuento de esta "Historia Por C. E. ZAVALETA
Adolfo Bioy Casares que llevaba el títu- Prodigiosa", "Clave para un amor", don-
lo de "La invención de Morel". El pró- de de manera similar a "Un artista del
logo a esta obra terminaba diciendo: "He trapecio" (cuento de Kafka traducido pre-
discutído con su autor los pormenores de cisamente por Borges), se pinta a un tra-
L ASdad,
MÁS de las veces el primer libro de
un novelista se publica en su moce-
y, en algunos casos, suele no
su trama, la he releído, no me parece una pecista que vive, literalmente, en su osci- ser una novela sino el manojo de poemas
impresión o una hipérbole calificarla de lante pedazo de madera. "Ante todo, dice de un aprendiz. Tite Ma1'ble Faun, volu-
perfecta." Este calificativo de "perfecta" Bioy Casares, se nace en el trapecio." men de poesías, se publicó en 1924' mas
sin más ni más, de trama sin defecto, de el :Faulkner narrador ahogaba desd'e en-
argumento concebido literalmente sin de- Tanto en el primer cuento (que da nom- tonces al Faulkner poeta y si éste llegó
fíciencías ni errores, este tutearse amiga- bre a todo el libro) como en el segundo, antes a las prensas sól'O fue porque un
blemente con la perfección, esta atribu- Bioy Casares gusta de presentarnos per- devoto amigo sufragó la edi'ción.
cíón que se aplica elegantemente sin tomar sonajes que creen anacrónicamente en la Sin embargo, apenas llegado a ueva
en cuenta su característico alejamiento mitología. El segundo cuento, sobre todo, Orleans, a princioios de 1925, Faulkner e
tantálico de todo lo meramente 'humano, usa este procedimiento. Aquí, un grupo dio maña para p~blicar trece estampas en
es, sorpresivamente, el juicio sincero, sin de personas se reúne en un hotel de va- prosa en la sección dominical del Times
"hipérbole", de un notable cuentista so- caciones: oyen una música extraña y se Picayune de la ciudad. Hace poco, once
bre el autor que comentamos. comportan de insólita manera: dejan a un de dichas estampas (publicadas de febre-
lado todos los prejuicios, echan a un ces- ro a mayo), han sido recogidas en un li-
* Adolfo Bioy Casares, Historia Pl·odigiosa. to las convenciones, se liberan. Una se- bro que, para los estudiosos de FauJkner,
Colección Literaria Obregón. México, D. F. ñora quiere inesperadamente matar a otra; se convierte en "el primero", debido a la
151 pp. un hombre apaga caprichosamente una antigüedad del texto y a su importancia
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para seguir la evolución del estilo. Y esta alegría de la salud, del olvido de la pro- madurez; pero 10 hizo con de ea velado
vez, olvidado el sacrificio de aquel ami- pia ausencia. Si dijo al comienzo de su y contenido de desplegar paso a pa o las
go, la edición ha estado en manos de la re- travesía: anomalías del protagonista. Señaló la cri-
vista Faullmer Studies, dedicada especial- minalidad y el homosexualismo con deta-
o te olvido. llado pormenor; luego, la terrible heren-
mente al autor. i Cómo pasa el tiempo! N o eres la olvidada costumbre
Treinta año después de editado ese volu- que determina un ge to cia que pesaba sobre él : herencia a la vez
men de poemas, Faulkner tiene una re- dulce. N o eres esa presencia orgánica y de ambiente. A í, Marcello e
vi ta consagrada a su obra y tan celosa sin tiempo, exhibía ante el lector como un mon trua
en la edición de sus libros.
soportada en los muebles, sin má virtud que su paciencia, u aplo~
sin mancha en los espejos.
Mirrors of Chartres Street (Espejos de mo, su ometimiento a una fatalidad que
la calle Cha rtres), es una colección de ahora, libre ya, se ufana! lo había convertido en lo que era. En u
'estampas cuyos personajes vio deambu- acto definitivo, Marcello había contribui-
lar Faulkner por las calles de Nueva Or- Todo lo tuyo olvido para que permanezcas do al ase inato de un enemigo político y
1eans. Ganado por la miseria y el anoni- vacía €n mi recuerdo. lo había hecho in remordimi nto alguno.
mato, su corazón amaba a los tahures, los Pero, al final del libro y tra. la e cena
pordioseros, los vagabundos. Les vaciaba Delgado no es anecdótico. Gusta de las forzada y arti ficiosa del reencuentro con
su ternura, y cuando escribía, inexperto palabras puras, los gesto elementales: el hombre que creyó haber matado en u
aún, no se decidía por el realismo sino por niñez, toda u vida se le vuelve un error
un. contrapunto entre la narración escue- Toda la ausencia es un retrato, un act gratuito, un simple fruto deÍ
un perfume, un poco de aire azar. Habí~ llegado, pues, al asesinato ( I
ta (o el diálogo plebeyo) y el comentario en la mano.
lí rico. De súbito, engastaba la prosa poé- de su enemigo antifascista) porque pen ó
Es el tiempo que huye o son las cosas
tica en medio del texto prosaico, y en vez o es el amor que muere
que había a.. esinado ya en su infancia y
de cuentos, los suyos eran aguafuertes que en la lenta caricia. que no podía luchar contra sí mismo d -
exhibían seres humanos bastos, unos "sal- Es todo lo que ha muerto, el tiempo viada como estaba (a í lo había c;·eído
vajes nobles". Aquí y allá hay un per- que reposa, el amor, en las manos sin fundamento) por una herencia pato~
sonaje (el negro de "Sunset", el idiota la muerta hermosura de la vida. lógica: su padre había sido encerrado en
de "Kingdom of God"), aprovechado en un manicomio. Se había aceptado tal cual
Y, sin embargo, cuando en la segunda supuso que él era y jamás se sirvió de su
obras futura~ (el negro, en el cuento "Ho-
jas Rojas", y el idiota en la novela El parte, es el día, la luz, el dios Pan el que voluntad para enmendarse. in embargo,
Sonido y la Furia). Y en fin, hay un jui- reina, a poco vuelven la sombra y la cer- todavía es capaz de un acto heroico y fi-
cio demasiado firme en el joven Faulk- teza de que "Si toda esperanza surge del nal. Durante la guerra, Roma es ganada
ner, de 27 años. Para él, todos los que pasado / l1ada en verdad poseo". Así, con por la fuerzas anti fasci taso El debe huir.
vivían "en la calle", los dejados de la es- "El extranjero", el poema patético y fi- !f uye en un coche, con su 111 U jer y 'ti hi-
peranza, habían sido hundidos por el mun- nal, el herido de amores escoge pensar en JO; pero no se esconde cuando un avión
los ametl:alla varias veces. Muere, se diría
do industrial, moderno, cuva indiferencia la muerte, si un nuevo amor no le llega.
su icidándose, y sacri fica con él a tod~
era inamovible. En cada a¿to de esta vida Hay en todo el libro influencias de bue- su familia.
infausta sólo cabía la añoranza de una nos poetas: Luis Cernuda, Pedro Salinas
viej,a e impersonal conciencia feliz; y A Moravia, como vemos, le interesó el
y Antonio Machado, los más visibles. De-
cuando el personaje olvidaba su desdicha personaje mismo, evitando deformaciones
clarándolo así, Delgado abre su volumen
y se sometía a ella, el autor doraba su his- que podrían haberse juzgado como naci-
con una hermosa elegía dedicada a Sali- das de su fobia antifascista. Sometido a
toria y rociaba la queja lírica sobre la pe- nas.
queña desgracia. reglas científicas que guiaban su análisis
C. E. Z. psicológico, delineó su personaje. De nue-
Con este libro, pasando, en una pági-
vo, fue un incansable analista, alguien que
na, del hecho crudo al intermezzo poético,
trazaba sus novelas con la visión, la sime-
Faulkner inicia el aprendizaje de la téc- VASCO PRATOLINI, Un héroe de nuestro
tna y el pormenor con que un arquitecto
nica del "silencio", de la "contención del tiempo. (Buenos Aires. Editorial Losa-
da, 1954.) levanta un gigantesco edificio sin olvidar·
argumento" : calla gran parte de la acción,
se de nada. Su labia antifascista la ex-
se deleita en lo que es inmóvil y sube (o De hecho, Un héroe de nuestro tiempo hibió de modo escueto, sincero, nada eu-
desciende )la espiral inacabable de la hace pensar en El Conformista, de Alber- cendido; aunque, también la aprovechó a
conciencia de su personaje. Así, llena sus to Moravia, novela traducida al castella- fin de retomar y ahondar la crudeza de
páginas de sombras y lampos. Si sacó di- no hace algún tiempo. Moravia, ya famo- otras novelas suyas, sobre todo, en las es-
cha técnica de los mani fiestas del Vorti- so en plena postguerra, y Vasco Prato- cenas sexuales y en todas aque"'as donde
cisma, escuela vulgarizada entonces por lini, son dos de los novelistas italianos se mani festasen los impulsos mórbidos.
Wyndham Lewis y Ezra Pound, o si re- contemporáneos que han ganado para su Trató a 1al ello como a un enfermo y le
cibió de Sherwood Anderson la confusa país la atención de todo el mundo. Y al preocupó que el lector supiese, de modo
decisión de defender el reino de "las ver- menos, por una vez, ambos escritores lI1directo, que era un ser equivocado. Por
dades", amenazado por el mundo indus- (antifascistas) han coincidido eligiendo vez primera, Moravia dejaba de explicar-
trial, sólo se sabrá después, cuando publi- un mismo personaje (fascista, inescrupu- lo todo. (Acápite.) Si mal no recuerdo;
que sus primeras novelas y las páginas de loso), a fin de disecarlo con el bisturí del 1:.1 Con.formista se publicó en 1952. Tres
sombras y lampos se sucedan para siem- años antes, Pratolini había publicado Un
cirujano, y denigrarlo después.
pre. héroe de mtcstro tic11'tjJo. Aquí el persona-
Si Moravia es minucioso, afecto a un
\VASHINGTON DELGADO, Formas de la análisis psicologista y freudiano del per- je fascista era un muchacho cuyas emo-
ausencia. (Poemas.) Lima. Letras Pe- sonaj e -análisis repleto, a veces, de co- cione no tenían origen señalado por el
ruanas, 1955. rn~ntarios líl'icos-, Pratolini es un expo- novelista. Era un fanático y había Jleva-
sitor rudo, directo, cuya pasión por el rea- do su fanatismo a todas sus relaciones
Recorclad el título y el autor de este
lismo le obliga a no decir ni explicarlo sociales. Había crecido demasiado l:ápido.
pequeño libro. Es la primera obra de un
todo, como hace Moravia. Este, en El Su adolescencia estaba colmada de im-
excelente poeta j oven cuya inspi ración no
Conformista, se despojó del viento lírico pulsos irresponsables y de una cierta
es menor que sus recursos técnicos. So-
que envolvía el mundo real de Agostino o crueldad de in far '.:ia. Sand ri no (así se
brio, enemigo del desborde, ingresa en el
Lucas (el mozalbete de La desobedien- llama) pretendía saber más ele la vida que
viejo terreno del amor que ya no es más,
de la ausencia que crece como un follaje. cia) ; aun la franqueza de La romana fue Virginia (una añosa viuda); hizo de ella
T oda la lucha habida por raza fa rse de abandonada, elígiendo, en cambio, la frial- su amante y le robó el cariño y la bolsa.
los rezagos de la amada y solazarse en los dad, o más bien, la indiferencia. Siguien- Jugó con la mujer. Se deleitó con no ser
"bienes" de su ausencia, se resuelve en do cánones freudianos y deterministas, normal. Sólo aguardó la ocasión de hacer
un desfile de victorias frustradas, recaí- nos dio en esa novela la biografía de Mar- revivir a su partido, derrotado por la vic-
das en el recuerdo, consuelos en la luz y cello Clerici y puso en la infancia el ori- toria aliada. Pero, inconsciente como era,
la sombra, hasta calcinarse en la soledad gen de todas las aberraciones. Tan sólo se llegó al punto en que, deseando salvarse,
de un verano simbólico, y después, en la decidió por el objetivismp al narrar su descubriendo que el amor y la salud es-
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taban en muchacha de su edad, creyó que circunda al autor, las primeras logran los nando: añadiendo datos cada vez más
ya era demasiado tarde. Virginia le per- mejores momentos del poema. Los juegos, claros, eliminando super ticiones y pre-
donó todo y se cogió de él como de una el sentido de justicia y la palabra mágica parando a las generaciones para el Ad-
tabla de salvación. Entonces, para reco- de la niñez se cristalizan en el mundo del venimiento del Hombre-Dios en el que
brar su libertad, e vio obligado a matar- adulto. habrían de cumplir e la Ley y lo Pro-
la. o imaginó otra liberación; la mató feta .
C. V.
en la última página del libro y su porve- Mucho es 10 que e ha escrito obre
nir mismo dejó de existir. A í, de mu- Israel y en nuestros días asombra la vi-
B. K. RATTEY. Los HEBREOS. Breviarios del
chacho, concluyó y fracasó u vid.a. Una talidad con que se ha con ervado en la
Fondo de Cultura Económica. Núm. 111. hi toria a travé de persecucione y ma-
existencia desviada por el fanatIsmo y
180 pp. tanzas. Pero si hemos de buscar el origen
contrahecha por una precocidad enfer-
mIza. Dos objetvios principales tienen este de su vitalidad y de su entido hi tórico,
libro: ofrecer una ucinta historia del es precisamente en la Biblia donde lo en-
Pratolini, al igual que Moravia, no
puebll()l de Israel y ervir de introducción contraremos. Fueron depositario de la
acentúa su ojeriza por el per onaje. El fe que cambiaría al mundo y 10 dividiría
suyo es un realismo más directo, más vi- y guía para una lectura de la Biblia. Y
ambos objetivos tienen una finalidad man- en dos etapas cuya cumbr central e
tal que el de Moravia; está menos lleno Cristo. Y este breviario e in duda in-
de "teoría", de explicaciones o comenta- comunada, que e la de analizar a través
del libro Sagrado del cristianismo y el dispensable para los que se preocupen
rios sobre los hechos. Aun su crudeza es por los problemaJS históricos y 10 pro-
nada más que vida. Es un poeta de la des- judaísmo, I'a Revelación paula't'ina de Dios
en la Historia. b\lemas religio os, por su claridad expo-
nudez y guarda en su pecho la virtud del sitiva y su labor sintética y de interpre-
amor hacia la juventud y la existencia hu- La obra está dividida en doce capí-
tación.
tulos, de los cuales los dos primeros están
mana.
dedicados a exponer, tanto una revisión M. M. S.
He aquí, en suma, dos novelas "polí- de la's viscisitudes de la Biblia, como. la
ticas". Ganado como está nuestro siglo geografía de la Tierra Prometida al Pue- Josefina Muriel. HOSPITALES DE LA NUEVA
por el maremagnum de las luchas sociales, hlo Escogido. ESPAÑA. Tomo l. Fundaciones del S.
los novelistas que aborden dichos temas Los siguientes capítulos estudian eV XVI.) Publicaciones del Instituto de His-
deben aprender de MOl'avia y Pratolini la desarrollo de la nación judía y su fe re- toria. Núm. 35. Imprenta de la Univer-
mesura al descubrir personajes de ideolo- ligiosa, desde Moisés hasta Herod.es. sidad. 290 pp.
gía opuesta a la del autor. Sobre todo Inútil, por conocida, es destacar la 111-
Hluencia que l'a Biblia ha tenido en la for- Una de '!as actividades sin duda posi-
(parecen decir ellos), no hay que mentir;
mación de la CU'ltura de occidente, ya que tivas de la colonización de España en tie-
luchar sí a través de la literatura en con- rras americanas, fué la fundación de Ins-
ésta es imposible de comprenderse sin una
tra de l~s partidos que nos disgusten; justa valoración de los aportes proporcio- tituciones Hospitalarias, tradicionales en
pero, luego, el novelista debe pensar en nados por la religión cristaina, fusión del Europa casi desde los albores del Cristia-
crear una obra de arte y no un libelo. pensamiento hebreo con la cultura griega. nismo. La religión predicada por Cristo
y sus Apó toles estaba afirmada sobre
e. E. Z. En un principio llena de super~ticio­
un sentimiento desconocido en la Anti-
nes, de ideas primitivas acerca de Dios,
la religión y la Ley de Moisés van evo- güedad: la caridad, entendida como amor,
RALPH E. WARNER, Bibliografía de Ig- nO' en su desvirtuado sentido de limosna.
lucionando a través de la Historia hasta
nacio Manuel Altmnirano. Imprenta lograr una depuración absoluta mediante A través de la Edad Media, a causa de
Universitaria. México, 1955. 224 pp. paulatinas revelaciones que preparan el las pestes, de las enfermedades endémi-
advenimiento del Señor que se hizo lla- cas, del hambre, la guerra continua, las
De singular importancia es esta biblio-
mar el Hijo de Dios, el Redentor anun- Cruzadas -tan perniciosas en muchos
grafía (el único antecedente serio .es el sentidos- y parale'lamente a tales moti-
de Heliodoro Valle) para el estudIO de ciado por los profetas para la salud del
mundo. vos y acontecimientos, 'e fueron desarro-
Altamirano, cuya obra en su mayor par- llando los hospital,es y hospederías para
En este libro se nos Nama la atención
te se encuentra dispersa en revistas y los sin hogar y los peregrinos. A pesar
sobre la poca importancia que siempre
sueltos. Las fichas, además de los datos de l'a corrupción burocrática del clero,
tuvo para los historiadores judíos la exac- individual tanto como insti'tucional, el es-
puramente bibliográficos, ofrecen muchas titud cronO'lógica de los acontecimentos.
noticias que aclaran puntos oscuros sobre píritu cTistiano alimentó a hombres ge-
Lo importante para ellos es lo trascen- nerosos preocupados por sus hermanos
la identidad de los trabajos de Altamira- dental, los hechos esenciales y substan- en fe y en humanidad, que fueron los que
no. La obra se agrupa por materias: car- ciales, como los pactos de Israel con Ya- erigieron las grandes instituciones a que
tas, discursos, prólogos, etc., y cada sec- vé, las manifestaciones de 6U poder sobre nos referimos. "Hoy el turismo levanta
ción sigue un orden alfabético. los puehl'Os "gentiles", y la continua pro- hoteles; entonces la fe levantaba las hos-
c. V. mesa ratificada paso a paso por los pro- pederías gratuitas y los hospitales."
fetas del advenimiento del Salvador. Les La señora Muriel, en este magnífico
FERNANDO SÁNCHEZ MAYANS, Poemas. importaban "las lecciones religiosas que estudio, nos presenta un panor~ma ~,e­
Los Presentes, 27. México, 1955,48 pp. podían entresacarse de la historia". neral, breve y jugoso, de la sltuaclOn
Libre de prejuicios, la autora, ma'estra histórica de la Edad Media europea que
Paralela a una aspiración de pureza ar- en teología, interpreta los hechos de la dió origen a la fundación de los hospi-
tística se encuentra un afán de limpieza Biblia no en su sentido literal -por ejem- 'ta'les, en cuyo espíritu fueron t~mbién
espiritual. Se alternan las metáforas tra- plo el derrumbe de los muros de Jericó concebidos 1'os de la Nueva Espana. En
dicionales y las personales. Paisaje signi- ante Josué- tSino en un sentido muchas este volumen primero, hace una res.eña
ficativo, evoca estados de ánimo. Música veces figurativo y metafórico. Sin em- monográfica de aproximadamente 25 1I1S-
en ordina, rima interior y asonante, ali- bargo, está siempre atenta a 10 que es tituciones hospitalarias y fundaciones rea-
teración. El sentimiento predominante eS verdaderamente esencial en la religión re- l-izadas durante el siglo XVI. Coinci en-
el dolor de un ir.somnio lúcido que con- velada, como serían las relaciones cons- tement,e con los centras de mayor pobla-
quista la noche y se traduce en melanco- tantes de Dios y su pueblo por medio de ción V mayor actividad evangelizadora
lía serena. los enviados por El elegidos. surgi~ron los hospitales. Así, se desarro-
c. V. Escrito con hábil estilo, con amenidad llan con más actividad en el México Cen-
y profundidad, nos va guiando a través tral y en el occidente de la Repúblic~.
EDUARDO LIZALDE, La mala hora. Los de las complicadas sendas bíblicas y po- En Michoacán, por ejemplo, no habla
Presentes. México, 1956. 64 pp. niendo delante de nosotros escalas para menos de cien hospitales para indios en
la mejor comprensión de este pueblo, esta tanto que en la Ciudad de México sólo
Por el camino del realismo poético pre- religión y esta filosofía de la hi·storia. El existía uno.
tende originalidad y claridad de expre- Dios, Yavé, que se mani fiesta a su pue- Si en el aspecto económico-social fué
sión. El sentimiento se desborda cantan- blo y a los hombres todos, con di feren- negativa la in fluencia cri stianizadora que
do la injusticia social que sufre el pueblo. tes espíritus o "estados de ánimo", o co- predicaba la resignaóón con la etSperan.za
Las vivencias provienen en su mayoría de mo Juez Terrible o como Padre Amoroso, de una vida futura, olvidando que el mls-
la infancia y la inmediata realidad que se va paulatinamente revelando e il'umi- mo Tomás de Aquino indica que "para el

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