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La mirada mental - Riviere

Desde hace poco, los psicólogos evolucionistas empezaron a preguntarse por el conjunto de
capacidades básicas para las relaciones interpersonales, dando cuenta de lo fascinante del
desarrollo del hombre, la búsqueda de la naturaleza humana se instala desde hace mucho:
el hombre, como mixto, un ser social. Que se comunica mediante congéneres simbólicos,
capaz de compartir bienes tangibles o no con los otros, también cooperar, transmite lo que
conoce a partir de la experiencia mediante la expresión y comunicación: acumula
experiencia y conocimiento: cultura. En tanto somos altruista: respalda el sacrificio por el
otro= primera cara
2da cara: el hombre es malévolo y astuto: como decía Aristóteles es un ser político: en
cuanto astucia, sagaz y engañoso: lo respecta al político en el manejo del estado, y lo otro
respecto (más cercano: política pequeña) la anticipación a las conductas, las creencias
sobre los pensamientos y los deseos de los otros: naturaleza del hombre
En tanto el hombre es al mismo tiempo este y bestia, Maquiavelo lo decía, somos tan
simples y se someten hasta el punto a las necesidades presentes que el que engaña
encontrará siempre a quien engañar, llevamos ese instinto propio en nosotros que es lo que
nos hace propiamente humano, por ende podemos decir que los que mejor han sabido
hacer mejor la zorra, , ser grandes simuladores y disimuladores, fueron los mejores librados,
por tanto es algo simple, no obstante estudios demuestran que tan simplicidad no es en sí,
se ha imprimido en los humanos cierta inteligencia maquiavélica, podemos definirla como
(inteligencia social), por ej una manada con 3 machos algas, habrá uno que reinará, y una
buena estrategia como dice Maquiavelo es el divide y vencerás, donde hace que los otros
dependan de él no obstante es una imagen en si camuflada, no es mostrarse como el más
fuerte, ni el que más sabe, si no el más eficaz y adaptativo, ello no solo se da en los
animales también lo viven los humanos, “una intuición primitiva” del mundo mental de sus
congéneres
La teoría de la mente se refiere a un subsistema cognitivo que le permite a un individuo la
capacidad de atribuir mente a sí mismo y a otros (animal mentalista), y a en qué momento
desarrollamos esta concepción de que otra persona tiene mente igual que yo.
Da cuenta de la habilidad de las personas para explicar, predecir, interpretar y manipular su
propia conducta y la de los demás en términos mentales tales como el de creencia, deseo,
pensamiento, percepción, recuerdo etc. Favorece la comprensión del engaño y la mentira y
además le sirve al individuo para mentir y engañar. Permite también usar estrategias
sociales gracias a que posibilita ‘’ponerte en el lugar de otro’’., la conducta humana se da en
sentido no del lenguaje conductual o de la fisiología, sino en término de estados mentales
(creencias y deseos), son independientes del estatuto científico, por lo que es algo natural
para así interpretar las interacciones humanas
La psicología científica, se torna a usar conceptos de la psico natural cotidiana, y entender
así las acciones de los hombres en todas las culturas (interioridad humana) el hombre tiene
un sistema conceptual específico: en post de la interacción y la comunicación
(cooperativas) y de pautas elaboradas de mentira y engaño (relaciones competitivas).
Mente: propio de mí y los otros: defino mi vida mental y la de los otros, conceptualizando las
acciones humanas significativas como acciones intencionales y así puedo predecir la
conducta de los otros y saber cómo actuar en cada momento
Psicología evolutiva contemporáneo: hay un subsistema cognitivo que es soporte a la
interacciones humanas = teoría de la mente, tenemos destrezas maquiavélicas: naturaleza
bifronte del humano
La teoría de la mente en antropoides y las hazañas de Sarah:
El término de ‘’Teoría de la Mente’’ fue propuesto por Premack y Woodruff (1974), cuando
intentan resolver algunas cuestiones generadas por el estudio de chimpancés. Esta
chimpancé fue muy importante para psico ya que objeto de un sistema de signos
Le plantean a Sarah (la chimpancé) una tarea que consistía en ver en un video una serie de
escenas donde un hombre se encontraba en situaciones problemáticas. Luego de cada
escena se mostraban a Sarah cuatro fotografías, y tenía que elegir entre ellas aquella que
contenía la solución correcta al problema.
Se demostró que Sarah era capaz de darle una solución correcta a la tarea planteada. Para
Premack y Woodruff lo importante no era que solo Sarah resolviera los problemas, sino el
hecho de que se daba cuenta de que el personaje tenía un problema, le atribuía la intención
o el deseo de solucionarlo, predecía lo que tenía que hacer para resolverlo. Esto implica la
capacidad de atribuir mente ya que desea solucionar el problema. En ese sentido, toda
atribución es mente, independientemente de que esa actividad se haga explícita o se refleje
en el lenguaje. Aunque hay que saber diferenciar entre saber algo y saber que se sabe algo
(lo que hace psico evolutiva desde lo cognitivo). Es probable que los chimpancés atribuyan
mente pero nada indica que sepan que lo hacen. Se puede decir que quizá el chimpancé
tiene una ‘’teoría implícita’’ de la mente.
En tanto los seres con mente tiene estados= no son directamente observables (implican
inferencias, no lectura empírica) y sirven para predecir la conducta de aquellos organismos a
los que se les atribuye: son por eso teóricos: fn predictiva, en relación con la naturaleza del
fn de la naturaleza, de ahí la teoría de la mente.
Mente: un modo de actividad teórica.
Teoría de la mente y el engaño táctico:
Dennet estableció dos criterios fundamentales para justificar la atribución de mente al
chimpancé:
•El organismo que posee una teoría de la mente tiene que ser capaz de tener creencias
sobre las creencias de otros distinguiéndola de las propias.
•Debe ser capaz de hacer o predecir algo en función de esas creencias atribuidas y
diferenciadas del propio sujeto.
El mejor ejemplo para comprobar estos criterios es el engaño. En ciertas situaciones de
engaño, el individuo sabe que el otro tiene una representación errónea de la situación y la
utiliza para beneficio propio.
Teoría de la mente: el engaño como criterio principal
Woodfruff y Premack hicieron frente a esta cuestión y realizaron otro experimento con
cuatro chimpancés que contaban con información. Sobre la localización de comida, pero no
tenían acceso físico a ella. En unos casos entraba en la sala una persona que cooperaba
con los chimpancé acercándole la comida y en otros una persona que resultaba un
competidor para ellos ya que se quedaba con la comida. En este experimento dos los
chimpancés desarrollaron cierta capacidad de ocultar la información al competitivo y
esconder la comida, incluso en los otros dos, los animales se hacían señas para indicar a
este donde no estaba la comida, (la ocultaban) y entonces quedó demostrado
experimentalmente que los chimpancés usan una capacidad de engaño que parece implicar
el uso de estrategias mentalistas, en tanto dicha conducta funcional resaltaba una
discriminación adaptiva “ocultar la comida”. Sin embargo, el engaño está en cierto modo
extendido por toda la naturaleza. Otro ej fue el de godwall y de Wall donde quedo
comprobado cierta capacidad de engaño en los chimpancés, que parece indicar una cierta
competencia de atribuir mente. Hasta las hormigas engañan, es tanto todos tienen teoría de
la mente?, y si, hay actividad mentalista según, en los monos es una pauta inventada, en las
hormigas que lo hacen desde lo que son para producir el engaño, es algo genético, de
naturaleza inflexible, predeterminada y no intencionada, que la diferencia de los humanos y
los monos Mitchell, ha diferenciado varios niveles de engaño en la naturaleza, donde se
hallan cambios morfológicos pre programado e inflexible como los que se producen en
algunas plantas engañando a algunos insectos.
2do engaño, es el de exigen percepciones y acciones
3er: engaños que se pueden modificar por aprendizaje, a pesar de estar programadas: el
canto de las aves
4to: Sólo las formas de engaño táctico, que se acompañan de notas de conciencia, pro
positividad, intencionalidad y flexibilidad, permiten atribuir una teoría de la mente: un
sistema de conceptual, de engaño y de cooperación ( ventaja adaptativa para aquellos que
tienen más desarrollado la teoría de la mente), son: inherentes, , creativos, generalización y
otorga ventaja adaptativa mayor en tanto relación con otras especies( transformación del
mundo tecnológico y engaño inventivo: amenaza ecológica) y con su misma especie
(capacidad de los más listos para reproducirse)
Algunos investigadores señalaron que las habilidades mentalistas del chimpancé no lleguen
a tanto como para suponer que poseen creencia. Muchas de las conductas observadas
podrán explicarse como pautas de manipulación de comportamientos o de estados
atencionales y perceptivos, además que los animales engañaban después de meses de
entrenamiento, QUE PUDIERON HABER
DADO LUGAR A CONDUCTAS DE ASOCIACIÓN EMPÍRICA, MÁS QUE EL USO V DE TDLM.
Otra cuestión importante es que los chimpancés no emplean formas de comunicación que
presupongan la noción de que los otros son seres con una mente, capaces de tener
experiencias y no solo de ser agentes de conducta. En el hombre estas formas de
comunicación son dominantes. Y resulta difícil creer que poseen entonces teoría de la
mente cuando no la usan con funciones de cooperación comunicativa.
Por todas estas cuestiones, los investigadores se han dirigido al niño normal para estudiar el
desarrollo de la teoría de la mente.
O sea, en conclusión: Se hicieron experimentos en los chimpancé para comprobar si
realmente tenían teoría de la mente, pero dps se dieron cuenta de que es muy difícil que la
tengan ya que no poseen un sistema de comunicación, no intercambian palabras por lo que
buscaron centrarse en las personas, que si lo aplican (fn declarativa), empezando con los
niños.
EL hombre dentro de su propia superioridad entendía que un animal no podía conceptualizar
su inteligencia
El experimento de la ‘’falsa creencia’’ y la teoría de la mente en el niño
Estudiar la teoría de la mente en el hombre es mucho más sencilla que en el chimpancé ya
que el hombre puede atribuir creencias y deseos o predecir conductas a partir del lenguaje.
No obstante puede ser engañosa , ya que en organismo muy peques no hay lenguaje.
Wimmer y Perner, idearon una tarea para determinar el momento de desarrollo de la Teoría
de la Mente: El paradigma de la falsa creencia, que consiste en una historia que se le va
contando al niño al tiempo que se representa mediante muñecas y maquetas.
Hay dos niños en una habitación, Pedro y Juan. Pedro tiene una cesta y una bolita que mete
dentro de la cesta. Juan sólo tiene una caja. Pedro sale de la habitación y Juan aprovecha
para quitarle la bolita y ponerla en su caja. Ahora viene la pregunta crítica para el niño:
¿Dónde va a buscar Pedro la bolita cuando vuelva? Para poder responder correctamente el
niño debe darse cuenta de que Pedro tiene una creencia falsa respecto de la situación,
distinguiéndola de su propia creencia (verdadera) acerca de donde está en realidad la bolita.
A esa capacidad se la ha considerado como
el supuesto básico de la Teoría de la Mente. Pylyshyn llamó metarrepresentación a esa
competencia. La discriminación explícita de que alguien esta engañado presupone por un
parte, la diferenciación entre los estados mentales propios y ajenos y por otra, alguna
conciencia de las representaciones mentales de las puede predicarse la verdad o falsedad.
Por lo tanto el procedimiento experimental de Wimmer y Perner era un test para determinar
la presencia o no de una teoría de la mente en el niño.
¿En qué momento los niños demuestran poseer teoría de la mente?
Entre los cuatro y cinco años los niños desarrollan un sistema conceptual completo que lo
utilizan para dar razón de su propia conducta y la ajena, y que incluye la noción básica de
creencia falsa.
Llegan a diferenciar sus propios estados mentales de los de otras personas y son capaces
de definir la creencia en función de las fuentes de acceso informativo que la producen.
Además de predecir bien las conductas equivocadas de otros, son capaces de atribuir y
atribuirse correctamente a las creencias falsas. También predicen las emociones de las
personas teniendo en cuenta sus deseos y desarrollan estrategias para producir engaño.
Por el contrario, la mayoría de los niños de menor edad al no poseer teoría de la mente,
cometen el error de creer que el niño va a buscar el objeto donde realmente está, es decir, se
basan en lo que ellos mismos saben sobre la situación real y no en lo que el personaje
conoce.
Entre los 4 y 5 los niños desarrollan un sistema conceptual completo, del que sirve para dar
razón de sus propias conductas y de la ajena, que incluye la noción de la falsa creencia
De este modo la capacidad mentalista infantil como una destreza lógica o teoríca, los niños
usarían la cadena de acceso informativo al mundo--- creencia--- conducta para predecir así
la conducta de la falsa creencia
En tanto parece que el sujeto debe inducir creencias falsas, con el fin de manejar una
situación, y que ello debe implicar el empleo pragmático de una lógica mentalista y
representacional, por ende el estudio del engaño en el niño tiene sig en la tdlm
El engaño Táctico en el niño sería la forma en que el conocimiento está contenido en
nuestra mente.
Los niños de tres y cuatro años, a diferencia de los de cinco, tienen dificultades para engañar
ya que no comprenden la mente como un sistema representacional por lo que no pueden
comprender la ''clave'' del engaño, es decir, la capacidad de manipular las representaciones
mentales. Son muchos más capaces de emplear el sabotaje que el engaño.
El engaño táctico además de implicar tener mente, requiere mentalizar sobre la mente, este
proceso no tiene por qué ser consciente, lo que implica un grado de recursividad aún mayor,
ni accesible al sujeto que lo realiza (esto de poder interpretar el comportamiento propio o el
de otros a través de la atribución de estados mentales) y junto con la mentira tiene efectos
muy variados en relación con sus destinatarios, no es lo mismo engañar a un niño que a un
adulto, a un experto que a un novato.
Estas consideraciones dan cuenta de que el momento crítico de desarrollo del engaño
debería coincidir con el de la comprensión de la falsa creencia.
Peskin llevó a cabo una serie de experimentos con niños de entre tres y cinco años y con los
resultados pudo diferenciar tres momentos evolutivos en el desarrollo del engaño táctico:

•El primero de desarrolla hacia los tres años, en que los niños parecen ser incapaces de
emplearlo, a pesar de que ello tenga un costo.

•El segundo momento, hacia los cuatro años en que se da una transición. Acá los niños no

suelen emplear desde el principio estrategias de engaño táctico, pero en muchos casos

pueden llegar a elaborarlas en función de la experiencia

•El tercer momento, es una fase en la que el engaño se utiliza con más facilidad y naturali-

dad.

•A edades mayores se produce una evolución que daría finalmente a la capacidad de tener

en cuenta que los otros pueden tener en cuenta la propia perspectiva, esa competencia

recursiva, la destreza de representar-se en la representarse del otro: algo eficaz en la del

engaño metalista.

La etapa de transición corresponde entonces con la de la falsa creencia. Entre los cuatro y
cinco años, en situaciones experimentales los niños reflejan una capacidad de engañar que
no muestran a edades menores. Los menores de cuatro años y medio ofrecen cierta
ingenuidad que hace imposible manipular estados representacionales de otros en beneficio
propio. No es que no quieran impedir la conducta de sus competidores (es más lo intentan
hacer mediante el sabotaje) sino que no son capaces de hacerlo ya que no pueden modificar
la información de sus competidores para impedir o equivocar sus conductas.

De esta forma, los datos analizados constituyen un argumento en favor de que los
desarrollos del engaño y de la falsa creencia son indicadores coincidentes y resultantes de
la de elaboración de un sistema conceptual inferencial completo de la teoría de la mente,
que sirve para predecir y explicar la conducta ajena como para dar cuenta de la propia.
Tom: aparte de lo ya dicho arriba no solo sirve para reconocer el engaño sino también para
engañar mejor, y también comunicarse con los otros, usando procesos de adaptación a los
procesos mentales de los otros, esta teoría es una adaptación a exigencias de relación
intraespecífica: sobre todo para predecir la conducta de los otros y de otras especies:
explicar la naturaleza en General.: el humano como eficaz en las en las interacciones
intraespecifica
En cambio, el niño de cinco años es capaz de manejar la información que proporciona o no a
un competidor para crear en este una creencia falsa que le lleve a una conducta equivocada,
pero beneficiosa para él. De nuevo la compresión de la falsa creencia, se convierte en la
clave explicativa del desarrollo del engaño.
Sin embargo, existen ciertas contradicciones respecto de esta teoría. Uno de los críticos es
Chandler, quien considera a la teoria de la mente como una capacidad '' en bloque'', cuyo
desarrollo se daría a ''todo o nada''. Su evolución es gradual desde la infancia hasta la
adolescencia y el carácter crítico de los cuatro años y medio no es más que un artefacto.
Esto ocurre así ya que tanto en las tareas de falsa creencia como en las de engaño, se sitúa
al niño en una condición experimental en la se le exige ''ser espectador'' de una historia y
responder a ella. Los niños de dos o tres años no ofrecen una imagen verdadera de sí
mismos en ese tipo de situaciones. Al usarlas, tiende a confundir sus (in)capacidades
mentalistas con otras dificultades.
Para darle sentido a esta crítica, llevo a cabo un experimento en el que una muñeca que deja
huellas al andar tiene que ocultar un tesoro a un competidor. Para ocultarlo, la muñeca
puede seleccionar uno de entre cuatro recipientes. El niño debe llevar la muñeca (con el
tesoro) hasta uno de ellos y gestionar que no se conozca el itinerario. Para ello puede utilizar
una esponja para borrar las huellas, e incluso marcar huellas nuevas hasta uno de los
recipientes en que no está el objeto.
En este procedimiento los niños recibían un ''pre entrenamiento'' antes de los ensayos de
prueba.
Como resultado, los niños de dos años y medio parecían ser capaces de usar las mismas
estrategias empleadas por los niños de tres y cuatro años.
Este experimento resultó muy criticado y Chandler nuevamente realiza otro experimento
pero esta vez sin tantas ayudas y con más exigencias. Los resultados fueron los mismos
que en el experimento anterior. Chandler entonces sostiene la hipótesis de que las destrezas
mentalistas de los niños son precoces, sufren desarrollos menores a lo largo de todo el
desarrollo preoperatorio y se corresponden con las estructuras cognitivas generales
desarrolladas en ese período.

Su conclusión es que los niños menores de cuatros años pueden mostrar pautas de
''engaño'' o broma relativamente elaboradas. También existe una relación coherente entre el
desarrollo del engaño y la predicción de conductas equivocadas en situaciones de falsa
creencia. A pesar de todo, los datos de Chandler no son suficientes como para poner en
duda que los cuatro-cinco años también son un momento crítico para el desarrollo de
pautas mentalistas de engaño.

El desarrollo de la Teoría de la Mente y el papel facilitador del engaño en las tareas de falsa
creencia
Las ''tareas de segundo orden'' son aquellas en las que el niño debe inferir la creencia (falsa)
de un personaje acerca de la que posee otro. Sería ''representarse una representación acerca
de una representación''
Ejemplo: El personaje A, cambiaba de un recipiente a otro un objeto guardado antes por otro
personaje B sin que éste lo viera. La clave es que el personaje ''equivocado'' no ha visto el
cambio y entonces tiene una falsa creencia acerca de la situación.
Ahora introducimos una variación: el personaje B, que primero guardo el objeto y luego se
fue de la habitación en que se había realizado el cambio, mira por la ventana y ve lo que
hace el otro.
Ahora no tiene una creencia falsa, sino verdadera acera de la situación. Pero A no sabe que
B vio que cambiaba de lugar el objeto y A tiene la falsa acerca de la creencia de B. De este
experimento se le pueden hacer dos preguntas críticas al niño: ¿Dónde cree B que está el
objeto?/ ¿Dónde lo buscara?, y otra de falsa creencia de segundo orden: ¿Dónde cree A que
B buscará el objeto/ o creerá que estará?
Esta última pregunta es contestada por niños de síes años y medio.
Sin embargo aparece aquí una anomalía: los niños de 4 a 6 años respondían peor a la
pregunta simple sobre la creencia verdadera en la tarea de la ventana, que a la pregunta
clásica sobre la falsa tarea. Esto es así ya que la rpta a la pregunta sobre lo que hará alguien
que ha visto un cambio, en una situación previamente establecida, no implica teoría de la
mente, mientras que en la otra sí. ¿Por qué entonces es más difícil responder a la pregunta
sobre una creencia verdadera que a una hecha sobre una falsa?? Para responder esta
cuestión Riviere y Núñez elaboraron un experimento: Tanto el personaje que salía como el
que se quedaba podía tener una buena o mala (podía engañar) intención. Se demostró que
la intención de engaño del personaje que hace el cambio facilita la resolución de la tarea
clásica de teoría de la mente de primer orden y se la de segundo.
Las intenciones de engaño son cognitivamente muy importantes para los niños en cuyas
tareas.
Por eso, en la tarea de la ventana tienden a ''olvidar'' que B vio el cambio de situación y
preservan el inflo sobre la intención que tenía A de ''engañar'' a B.

La comprensión del engaño sería una elaboración de la Teoría de la Mente en vez de ser
solo una consecuencia de esa elaboración. El engaño tiene un efecto facilitador y
sistemático.

Teoría de la mente, comunicación y un poco de filosofía: Sin embargo, la tdlm no sirve solo
para engañar o reconocer el engaño, sino que tiene un gran valor cooperativo.
Bennet lleva a cabo un análisis sobre la Tdlm y la plantea como el fundamento de las
destrezas pragmáticas que permiten la cooperación y comunicación del hombre, teniendo
en cuenta que estas formas de comunicación se guían por principio de relevancia que lleva
a los interlocutores a tratar de producir impacto cognitivo muy alto sobre los compañeros de
interacción empleando un mínimo de recursos, que no es posible sin una actividad
mentalista. O sea si se quiere ser significativo en la comunicación, los interlocutores tienen
que adaptarse a los estados mentales inferidos de sus compañeros de interacción, a sus
deseos, creencias, representaciones y esquemas que varían continuamente en la
interlocución. De esta forma, la Tdlm es la capacidad cognitiva que hace posible estas
adaptaciones, está encargada de enfrentarse a otras mentes tan complejas como la propia.
De estas reflexiones decimos que la imagen basada en el engaño no refleja las actividades
de mentalización tales como se expresan en situaciones comunicativas cotidianas.
El engaño solo es eficaz si es utilizado con moderación, distinto de las actividades
comunicativas que se producen constantemente en las personas.
¿Cuándo los niños dan cuenta de que mentalizan en la comunicación?
A partir de los 12 a 18 meses comienzan con actos de comunicación que parecen tener
desde muy tempranamente (un núcleo mentalista). Son actos en los que se comparte con
otras experiencias acerca de los objetos denominados protodeclarativos y se manifiestan
por eje al señalar con el dedo expresando emociones y miradas con los compañeros de
interacción y a los objetos mismos.
Los protodeclarativos anteriores al lenguaje aun no son expresiones de creencias ni
tampoco son verdaderos o falsos ya que no realizan funciones de predicación, pero los
primeros declarativos del niño poseen creencia y pueden ser verdaderos o falsos porque
aunque no saben que mentalizan pueden aplicar una mentalización implícita y rudimentaria.
Entre los cuatro y cinco años, los niños desarrollan mucho su capacidad de adaptarse a las
necesidades de los demás, comunicarse con ellos acerca de referentes y usar
correctamente las formas del lenguaje.
Entonces la conclusión de todo esto es que la Tdlm está al servicio tanto de las
interacciones competitivas como de las comunicativas. Sirve como justificación de las
destrezas pragmáticas que permiten un empleo del lenguaje más específico. Y el empleo de
la tdlm es muy necesario para funciones ostensivas o declarativas, que son específicas del
hombre. Por último, la tdlm no tiene en sí misma una naturaleza lingüística y puede ser
atribuida a organismos no lingüísticos como los antropoides superiores.

Teoría de la Mente y el Autismo

Sin una teoría de la mente, la mente de los otros sería como una puerta cerrada, carecería de
sentido transmitir creencias, narrar, describir etc. Las conversaciones entre las personas
resultarían inalcanzables o muy difíciles de seguir. El comportamiento de las personas sería
imprevisible para la persona sin tdlm. Una consecuencia importante entonces, sería la falta
de sentido de la mayor parte de las acciones humanas, propias y ajenas.

Estas personas además nos parecerían ingenuas y carentes de malicia, serían incapaces de
engañar estratégicamente o de darse cuenta cuando alguien es engañado o engaña.
En síntesis: Las personas sin tdlm tendrían serias deficiencias sociales y comunicativas que
harían notar el valor social de la competencia ausente.
El autismo infantil es un claro ejemplo de aquellas personas que no poseen teoría de la
mente, ya que presentan un trastorno de desarrollo que imposibilita poseerla.
El niño en el espectro autista seguramente tiene sentimientos y piensa de alguna manera,
pero generalmente su mente no se ocupa de atender y captar los sentimientos de los
personas. Es por ello que las personas con autismo se describen como carentes de
relaciones recíprocas o empáticas.

Entonces:

•Puede decirse que el niño/a con autismo no es consciente de los estados mentales de las
personas, es decir; de sus deseos, creencias, pensamientos y sentimientos.

•Las personas con autismo se desarrollan sin esta habilidad básica para leer las intenciones
de los demás.

•Algunas personas dentro del espectro autista desarrollan parcialmente una teoría de la
mente, pero por lo general no la aplican, y ésta suele ser más lenta y fría que en las personas
comunes. Al socializar, esto se traduce en una falta de sentido común y en una ingenuidad
para entender a las personas.

•Es posible que un adulto en el espectro autista desarrolle cierto grado de teoría de la mente,
pero no le será fácil descifrar la mente y los comportamientos de los seres humanos. La
toma de perspectiva es un fenómeno compartido: la capacidad de un maestro de incorporar
la perspectiva del estudiante es crucial para su éxito.
•Los niños con autismo tienen una dificultad significativa para entender la perspectiva de
otras personas, por lo que no establecen una relación de empatía con los sentimientos de
los demás.
•Los déficits de teoría de la mente en el espectro autista interfieren con la capacidad de
analizar las situaciones sociales.
•En general, las personas con TEA tienen dificultad para entender y explicar la conducta y
los sentimientos de la gente a su alrededor.
En el ejemplo de Juan y Pedro de las canicas, un niño con autismo, va a decir que Pedro
buscará la canica en la caja porque no entiende que Pedro piense aún que la canica está en
el cesto donde la había dejado, no comprende que sus acciones están basadas en un
pensamiento equivocado, no entiende que los demás tienen sus propios pensamientos
(estados mentales) que pueden ser diferentes de la realidad y que pueden diferir de los
propios.
Se desarrolló una nueva investigación en la que se debía ordenar historietas. Estas historias
podrían ser de tres tipos:
➢Historietas mecánicas: exigían establecer un nexo físico entre los sujetos. (un hombre se
acerca a una piedra, luego la golpea y la piedra rueda por el precipicio).
➢Historietas comportamentales: Un panadero prepara la masa para un pastel, la lleva a
horno y luego saca el pastel.
➢Historietas intencionales: Obligan a comprender nexos intencionales, es decir, a entender
la conducta de alguien en función de su estado mental. (Un personaje deja un osito en el
suelo para cortar una flor, otro personaje se lleva el osito, y el primero se sorprende por no
encontrar el osito que creía que estaba a su lado).
En este experimento, los autistas resolvían mejor que los niños normales o con síndrome de
Down las historietas mecánicas e iguales que los normales los comportamientos mentales.
Sin embargo, su rendimiento en la ordenación de las historietas intencionales era muy bajo
al de los otros grupos.
El resultado de este experimento entonces supone que cuando las historietas exigen una
actividad mentalista, los autistas muestran una incapacidad que no hacer referencia a
ordenar las historietas sino a la exigencia de inferir estados mentales. Por otra parte, otro
dato importante es que a pesar de que las historietas mentalistas no eran más simples que
las otras, los niños normales las resolvían mejor. Los niños normales están ‘’cognitivamente
primados’’ para interacción, o sea, el sistema cognitivo de los niños normales hacia los
cuatro años y medio no se corresponde con los que tienen otros subsistemas conceptuales,
por esa misma edad.
Lo que sabemos del autismo nos lleva a ‘’extrañarnos’’ sobre el niño normal. Las carencias
mentalistas de los autistas resaltan su eficiencia y capacidad como teóricos de la mente
(niños normales).
Riviere llevara a cabo un experimento para estudiar tanto a los niños normales como a los
autistas. Se comparaban las respuestas de 11 niños autistas de edades mentales
superiores a 5 años con las de 11 años niños normales de 5 años. Se les pasaba la tarea
clásica de las canicas y tareas de perspectiva viso espacial y otras diseñadas para
determinar la competencia preoperatoria en tareas que implicaban conservación y
reversibilidad.
Había un grupo de autistas que resolvía bien la tarea de falsa creencia de primer orden, pero
eran solo aquellos que resolvían también bien las tareas operatorias. Por lo cual había una
relación de contingencia entre el nivel operatorio y la actividad mentalista en autistas, pero
no en normales. En relación a esto, son los autistas los que parecen actuar de una forma
lógica en la tarea de la falsa creencia, lo ‘’raro’’ es lo que pasa en los niños normales. En los
normales, hacia los cinco años, cuando aún están lejos de resolver tareas operatorias, ya
resuelven bien la tarea de falsa creencia. Actúan como si tuvieran una especie de
subsistema mental que les permite pensar sobre la mente con mayor capacidad relativa de
los que pueden pensar sobre el mundo físico.
Mientras que los niños normales parecen poseer mecanismos mentales distintos para tratar
con dominios diferentes, los autistas sufren de una enfermedad de indiferenciación, es decir,
no se diferencia en ellos ese sistema específico que permite a los otros definir mundos
mentales y entenderlos.
Nuestro cerebro infantil está equipado con mecanismos que facilitan el aprendizaje de las
señales sociales, pero si estos mecanismos fallan por casualidad o descuido, entonces
todas esas diferentes clases de pensamientos se fundirían en una sola y el niño enfrentaría
la imposibilidad de realizar la tarea de formular principios aplicables a todos los terrenos, es
esta la razón por la que cada niño debe aprender reglas distintas para ámbitos físico y psico,
esto podría ser una explicación de los desórdenes de los niños autistas, los niños normales
tenemos los mecanismos mentales distintos para tratar con dominios diferentes, como el
físico y el mental, los autistas sufren de una indiferenciación, este usa mecanismo no
especializados en lo social, inteligencia fría, se pueden a llegar a comunicar, por medio de un
tono imperativo y no declarativo, tiene problemas en mentalizar , puede comunicar sus
deseos ni necesidades tratando de cambiar el mundo físico para satisfacer aquellos y estas,
dice agua en vez de sed , se le dificulta ese cambio dinámico de las de las mentes en los
interlocutores a la hora de conversar, con baja intensidad intersubjetiva, no verbos mentales
ni experiencia interna, alteraciones en el uso de las formas deícticas y en la tarea de
comunicación inferencial.. quieren cambiar el mundo y no la mente, carencia de pautas
protodeclarativas y declarativas por imperativas: a partir de aquí puedo formular el autismo
de los 18 a 4 y 5 años
Los autista inteligentes suelen emplear esquemas de conversación de E-R, preguntas
simples de ¿?,, en tanto R que ya conocen o R irrelevantes, no sostienen la mirada y no tienen
fin de info del lenguaje. Además, estos autistas inteligentes tienen alteraciones
pragmáticas-prosódicas: dificultad para diferenciar info que son dadas y cuales son nuevas
para sus interlocutores, tienden a monólogos repetitivos. emplean un lenguaje literal y
comprender lit las cosas, no existe la discriminación del doble sentido que se enlaza con el
engaño:
ingenuidad autista. Para los autistas en la tarea de relacionar una metáfora o entender un
chiste. Los autistas en cuanto un déficit de la teoría cognitivo específico de la teoría de la
mente, y sirvió en post para entender la tdlm y sus bases cognitivas,
La teoría del autismo explicaría por qué son muy bajas las semejanzas entre pautas
comunicativas y destrezas sensoriales motoras en niños normales, mientras que son muy
altas las similitudes entre comunicación intencional y destrezas sensoriales motoras frías
en autistas cuya mental se sitúan por debajo de los 18 meses. Para poder comunicarse, los
autistas tendrían que emplear sus capacidades cognitivas frías dependiendo de su nivel.
Ello no debería dar lugar a una incomunicación completa pero si a una deficiencia del
lenguaje y comunicación.
Ellos no emplean pautas declarativas. No intentan modificar mundos mentales cuando se
comunican. Les resulta muy difícil adaptarse a los cambios dinámicos de las mentes de las
demás personas en las conversaciones. Además al no saber los estados mentales del otro,
dirían cosas irracionales o irrelevantes. Su mayor ‘fallo’ es la carencia de pautas
protodeclarativas y declarativas frente a las formas de comunicación cuya meta es cambiar
el mundo y no la mente.
Hay algunos autistas ‘’inteligentes’’ pero tienen muchas dificultades para diferenciar por
ejemplo que info es dada y cual es nueva para sus interlocutores, por lo que tienden a
producir monólogos repetitivos y limitados. Se refieren a la comprensión de enunciados con
doble sentido, tales como los irónicos o sarcásticos. Comprenden literalmente las cosas.
El descubrimiento de que los autistas presentan un déficit cognitivo especifico de la teoría
de la mente no solo ha sido importante para comprender el autismo, sino también para
entender lo que es la tdlm y cuáles son sus bases cognitivas.

Los estudios de Ángel Riviere sobre el desarrollo de los símbolos y del lenguaje.

Riviere critica a Piaget, debido a que explica que el último no tiene en cuenta lo de afuera. No
le critica la teoría, sino que dice que Piaget se olvida “del otro” en todo el desarrollo. Riviere,
para hablar de la aparición del símbolo, dice que un niño va a representar porque tiene la
capacidad de comunicarse. “Un hombre aislado no produce símbolos porque no tiene la
necesidad de comunicarse”.
Riviere destaca dos tipos de comportamientos gestuales en el niño prelingüístico:
- Protoimperativos: el niño emplea al adulto para obtener determinados objetos.
- Protodeclarativos. El niño utiliza los objetos para obtener la atención del adulto, con el fin
de compartir la experiencia.
El modelo de suspensión es elaborado por Riviere a lo largo de sus investigaciones y
desarrollos teóricos. La idea central del modelo es describir cuatro etapas que permiten ver
el proceso semiótico para elaborar las primeras formas comunicativas.

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