Está en la página 1de 2

ARGUMENTACIÓN PARA LA REVISIÓN DE LA MEDIDA DE COERCIÓN:

Se ha solicitado la Revisión de la Medida de Coerción fundamentado en los Artículos 12, 14 de la


Constitución Política de la República de Guatemala y 276 y 277 del Código Procesal Penal y conforme
a los siguientes argumentos:

1.- Se ha mantenido la medida de coerción de Prisión Preventiva a mi patrocinado… porque se ha


estimado que no se ha superado el Peligro Procesal de Obstaculización a la Averiguación de la Verdad,
que no es mas que el aseguramiento de la Plataforma Probatoria. Sin embargo durante todo este tiempo
que lleva mi patrocinado en Prisión Preventiva no ha evidenciado o realizado actos tendientes a
obstaculizar la labor Investigativa del Ministerio Público, ni mucho menos a entorpecerla o destruir
medios de prueba que pudieran estar a su alcance, es más las supuestas personas en las que podía
influir mi patrocinado en su declaración unas ya fueron juzgadas y otras rindieron declaración ante el
Ministerio Público de tal suerte que es imposible influir ya en su testimonio, por lo que el peligro
procesal ha desaparecido por lo tanto han variado las circunstancias primitivas que motivaron a
mantener la prisión preventiva de mi patrocinado. Hay que tomar en cuenta también lo que al respecto
expresa Alberto Binder con relación a que “el entorpecimiento de la investigación no puede
constituir un fundamento para el encarcelamiento de una persona, porque el Estado cuenta con
innumerables medios para evitar la eventual acción del imputado. Es difícil de creer que el
imputado puede producir por si mismo más daño a la investigación que el que puede evitar el
Estado con todo su aparato de investigación: la policía, los fiscales, la propia justicia”.

2.- Es preciso mencionar los principios aprobados por el VIII Congreso de las Naciones Unidas sobre
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, en el año 1990 en donde se estableció en el
párrafo 2.b lo siguiente: “ Solo se ordenará la prisión preventiva cuando existan razones fundadas
para creer que las personas que se trata han participado en la comisión de un presunto delito y se
tema que intentarán sustraerse o que cometerán otros delitos graves, o exista el peligro de que se
entorpezca seriamente la administración de justicia si se les deja en libertad”. Así mismo la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha señalado respecto del peligro de entorpecimiento,
“que se requiere que tal peligro sea concreto y no abstracto (informe 2/91 párrafo 33). El
Tribunal Europeo de Derechos Humanos es más especifico, pues señala que “el contenido del
peligro de entorpecimiento de la actividad probatoria ha de derivar de la realización por parte
del imputado de conductas determinadas que desvelen su intención de suprimir prueba (STEDH,
asunto Wenhoff, de 27 de junio de 1968, párrafo 14)”. Situaciones que en ningún momento ha
evidenciado el Ministerio Público por parte de mi patrocinado.

3.- En lo concerniente a la obstaculización de la actividad probatoria, debemos precisar que ha


sido generalmente considerada como una finalidad justificadora de la prisión preventiva
compatible con el respeto del principio de presunción de inocencia, siempre y cuando sea evidente
una conducta activa del imputado tendiente a la alteración de las pruebas, entorpeciendo así el
cumplimento de la finalidad del proceso que es la averiguación de la verdad, en tal sentido sí se
justificaría la naturaleza cautelar de la medida. Sin embargo hay que enfatizar la excepcionalidad del
alcance de ésta causal de peligrosismo procesal, vinculado claramente su utilización con el peligro de
actos concretos y dolosos del imputado destinados a atentar contra el desarrollo de la actividad
investigativa y probatoria. El solo desarrollo de la investigación no puede autorizar a restringir o privar
de libertad al imputado para facilitar esta labor, sino que para hacerlo se requieren antecedentes
específicos que hagan sospechar su intención de intentar impedir el normal desenvolvimiento del
proceso, en este sentido debe tenerse en cuenta las características personales del sindicado quien es un
profesional de reconocida trayectoria, no ha cometido hechos ilícitos, es persona de la tercera edad y
sobre todo actitudes propias con relación al hecho que se le imputa en relación a que no alteró en
ningún momento el origen del bien objeto de su detención. Tampoco es posible decretar medidas
cautelares para proteger la investigación cuando los actos que se sospecha pudiera desarrollar el
imputado puedan quedar abarcados dentro de su derecho a la defensa material. En este orden de ideas
ya no es procesalmente necesario mantener la Prisión Preventiva de mi Patrocinado toda vez que las
circunstancias primitivas han variado significativamente, al haber solucionado su situación jurídica los
testigos que suponía el Ministerio Público podrían influenciarse así como que también el Ente
Acusador ya cuenta con sus declaraciones testimoniales, Por lo que resulta pertinente declarar con
lugar la revisión de la medida de coerción, sustituyendo la Prisión Preventiva por una medida
sustitutiva de conformidad con el Artículo 264 del Código Procesal Penal.

También podría gustarte