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 Archivos de Medicina Física y Rehabilitación
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Archivos de Medicina Física y Rehabilitación 2020; 101: 1662-4
EDITORIAL
Los efectos a largo plazo del COVID-19 en la evaluación y el
tratamiento de la disfagia
Miedo al síndrome viral síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 ( SARS-CoV-2)
denominado COVID-19 (es decir, enfermedad por coronavirus 2019) 1 es real. Mandatos
gubernamentales destinados a reducir la tasa de transmisión, como distanciamiento social ( leído auscultación cervical, 30-33 y frecuencia de deglución. 34-37 Todavía en gran parte en desarrollo y
como físico
distanciamiento), comunidad bloqueos, y publicmasking, son las únicas opciones disponibles para la
contención. 2-4 Esta nuevo normal, en medio de la constante amenaza del COVID-19, ha provocado un
trastorno en la atención de rehabilitación, lo que nos ha obligado a repensar la forma en que lo
entregamos.
Procedimientos de generación de aerosoles D vulnerabilidades
Z oportunidades
El virus está con nosotros y probablemente seguirá siéndolo, incluso cuando se hayan eliminado los
métodos más estrictos de mitigación de enfermedades. Los profesionales de la rehabilitación
trabajan físicamente cerca de los pacientes, también de los cuidadores. Profesionales de la salud
que se ganan la vida evaluando y tratando la orofaringe, nasofaringe, laringe y las vías respiratorias
superiores e inferiores, la anatomía epicentros del virus SARS-CoV-2, comparten la responsabilidad
de un compromiso clínico constructivo. Específicas para la evaluación de la disfagia, las regiones
geográficas muy afectadas tienen un uso limitado de los estándares de oro. D estudio de deglución
por videofluoroscopia (VFSS) y evaluación endoscópica flexible de la deglución (FEES). Las
regiones menos afectadas han adaptado la práctica para abordar los problemas de seguridad. Bajo
el régimen actual, guiado por sociedades profesionales hasta departamentos de médicos, VFSS y
FEES se consideran: (1) procedimientos de generación de aerosoles 5-7 y 2) electivo procedimientos
(definidos como ninguno emergente ni urgente para atención médica 7-9 ). La ironía es que los
pacientes con COVID-19, especialmente aquellos postextubación por ventilación mecánica en
unidades de cuidados intensivos, pueden estar entre los que más necesitan estos procedimientos. 10 , 11
Además, si tomamos la perspectiva de que todos los pacientes con una vía aérea potencialmente
comprometida (es decir, vulnerable) pueden ser portadores del SARS-CoV-2 (es decir, la persona
bajo investigación 12 ), determinando un tragar seguro de alimentos y líquidos puede ser menos
relevante que cuantificar el grado de riesgo de las vías respiratorias. Teniendo esto en cuenta, VFSS
y FEES son insuficientes e inseguras. Estamos atrapados en un desfase clínico en el tiempo,
evaluando a los pacientes con poco más que exámenes clínicos. ¿Cómo reanudamos las
evaluaciones de la protección de las vías respiratorias y la deglución en este mundo posterior al
COVID-19?
Podríamos considerar la estratificación del riesgo de la vulnerabilidad de las vías
respiratorias con imágenes no invasivas y métricas no invasivas. Las evaluaciones podrían
incluir características de la deglución como la estructura y dinámica de la laringe, la deformación
lingual durante la deglución, el compromiso de las vías respiratorias durante la deglución y la
eficacia de la fisiología de la deglución. Entre los métodos que abordan estas características
0003-9993 / 20 / $ 36 - vea el documento preliminar 2020 por el Congreso Americano de Medicina de Rehabilitación
https://doi.org/10.1016/j.apmr.2020.05.006
son imágenes no invasivas, 13 , 14 fuerza o somatosensorial
pruebas, 15-19 síntomas informados por el paciente, 20-24 acelerometría, 25-29
lo que muchos podrían considerar no está listo para el horario estelar, ninguno de estos
métodos ha sido probado de manera sustancial en el ámbito clínico. Se necesita caracterizar
la patología en todo el espectro de enfermedades, distinguir la aspiración a macroescala de la
microescala y la evaluación cuantitativa de la vulnerabilidad de las vías respiratorias y su
riesgo de neumonía utilizando herramientas con métricas traducibles y reproducibles a los
resultados clínicos. D ahora mas que nunca.
Debemos adoptar las pruebas no invasivas de la seguridad de la deglución y las vías
respiratorias. La combinación de un historial médico detallado, un inventario validado de síntomas
notificados por el paciente y un examen de los nervios craneales son un buen comienzo, pero con una
fiabilidad variable. 38 pero esto no puede ser todo lo que hay. Necesitamos trabajar de manera
constructiva con la industria y los organismos reguladores para desarrollar y probar invenciones para
la atención de rutina basada en valores. La atención de la salud, especialmente la rehabilitación, es
dinámica. Esto requiere un compromiso continuo con terceros pagadores, incluidos los gobiernos
estatales y federales, para dar la bienvenida y responder a estos cambios. Es necesario sofocar el
escepticismo y la renuencia cuando la innovación y la incorporación deben ser temas omnipresentes.
“Siempre lo hemos hecho así” nunca fue una ideología aceptable.
Dirigir diferentes recursos de manera diferente
Las visitas ambulatorias se han restringido severamente, reorientando los recursos para abordar
las demandas de hospitalización por cuidados agudos. Esto continuará durante algún tiempo
después La curva se ha aplanado. En los meses y años siguientes, cuando se restablezcan los
suministros y se reanude el personal lo de siempre, Nos esforzaremos por superar la carga
económica de esta tragedia médica. Los paquetes de estímulo para las personas no harán mella
en las facturas médicas que muchos miles de pacientes enfrentan después de la hospitalización
y necesitan rehabilitación. La carga de la rehabilitación está solo al principio, muy por detrás de
la avalancha de hospitalizaciones que ascienden hasta el 31% en los Estados Unidos. 39-42 Peor
aún, la economía de la rehabilitación es de gran alcance, afectando a muchas profesiones y
pacientes, todos sin un final a la vista. 43 , 44 Los accidentes cerebrovasculares, por ejemplo, no se
han detenido desde que comenzó la pandemia; más bien, han aumentado. 45 , 46 La disfagia no es
diferente, 47 sin importar la amenaza constante de invasión de las vías respiratorias en el
contexto de debilidad tanto por el SARS-CoV-2 como por la hospitalización por cuidados
agudos. Los pacientes necesitan seguimiento, pero debemos mitigar los desafíos de tratar a los
pacientes cuando el contacto físico puede ser perjudicial para todos los involucrados. Se
necesitan creatividad e ingenio para satisfacer las necesidades de los pacientes. Ingrese a
telesalud.
Desde el escritorio del editor
Varias aplicaciones, incluidos los sistemas de registros médicos electrónicos y las
plataformas de videoconferencia, se están utilizando para brindar atención médica, muchas
mucho antes del brote de SARS-CoV-2. Los métodos remotos para evaluar o tratar la disfagia
tienen casi 20 años. 48-50 Dichos métodos pueden no estar estandarizados o implementados
generalmente en entornos clínicos debido a deficiencias tecnológicas, falta de capacitación y
problemas relacionados con la facturación y el reembolso. Además, la telesalud puede no ser
una panacea ni utilizarse para todas las poblaciones de pacientes. 51-53 A pesar de estas
aparentes limitaciones, los pacientes aún pueden realizar un seguimiento con los proveedores
y al menos recibir atención limitada donde, de otro modo, se les negaría la atención hasta que
los sistemas de reentrada y las vías clínicas estén más establecidos.
En el momento de la impresión, específicamente en los Estados Unidos, Medi-
C X son requisitos eximidos temporalmente en 42 CFR X 484.55 (a) (2) y
484.55 (b) (3), que permite a los patólogos del habla y el lenguaje
evaluar y tratar la producción y fluidez del habla, la comprensión del lenguaje y la voz (CPT
92507-08, 92521-24), 54 , 55 aún evaluaciones clínicas de deglución (CPT 92610) y tratamiento
de deglución (CPT 92526) permanecen sin cubrir. 54 , 55 Beneficiarios de Medicare, 64 millones
en 2019, 56 tienen una elección forzada: (1) sufren de disfagia mientras esperan Recuperacion
espontanea y temer el peor de los casos de ser reingresado con neumonía debido a un
deterioro de la seguridad de las vías respiratorias, o (2) pagar de su bolsillo los servicios de
telesalud que D actualmente D no será reembolsado, lo que ejerce una mayor presión sobre la
economía personal y todavía riesgo de reingreso hospitalario con neumonía debido al
deterioro de la seguridad de las vías respiratorias. Todas estas limitaciones ahora pueden
reconsiderarse. Las tecnologías portátiles permiten a los médicos evaluar de forma remota el
rendimiento fisiológico minuto a minuto (p. Ej., Frecuencia de deglución) o controlar los
componentes fisicoquímicos del aire exhalado como una métrica de aspiración. Estas
tecnologías para la disfagia no son realidades clínicas; telesalud es lo mejor que tenemos.
Al final, distinguir entre práctica clínica e innovación es una elección falsa. Los
médicos son responsables de enfrentar el desafío de COVID-19 identificando nuevos
métodos dondequiera que existan. Los investigadores deben esforzarse por encontrar
una relevancia clínica que coincida con sus innovaciones. El SARS-CoV-2 ha dictado
que quienes manejan la disfagia deben evolucionar. Y así lo haremos.
Reconocimiento
Agradecemos a Michael A. Crary, PhD, por su ayuda con este editorial.
Martin B. Brodsky, PhD, ScM
Departamento de Medicina Física y Rehabilitación
Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins
Resultados después del grupo de investigación de enfermedades críticas y cirugía
Universidad Johns Hopkins
Baltimore, MD
División de Medicina Pulmonar y Cuidados Intensivos
Universidad Johns Hopkins
Baltimore, MD.
Richard J. Gilbert, MD
Laboratorio de Arquitectura Biológica
Servicio de investigación, Providence VAMC
Escuela de Medicina Warren Alpert
Universidad de Brown
Providence, RI.
Divulgaciones: ninguna.
www.archives-pmr.org
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