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EVALUACIÓN MÉDICA Y CONDUCTUAL

Los primeros minutos, días y semanas después del nacimiento son cruciales para el
desarrollo. Es importante saber cuánto antes si el bebé tiene algún problema que
requiera cuidados especiales. La escala de Apgar Transcurridos uno a cinco
minutos tras el parto, se valora a los bebés con la escala de Apgar (tabla 4-1). Debe
su nombre a quien la ideó, la doctora Virginia Apgar (1953), que ayuda a recordar
sus cinco subpruebas: Apariencia (color), Pulso (frecuencia cardiaca), Gestos
(irritabilidad refleja), Actividad (tono muscular), y Respiración. El recién nacido se
califica con 0, 1 o 2 en cada subprueba, hasta una calificación máxima de 10.
Valoración del estado neurológico: La escala de Brazelton La escala de valoración
del comportamiento neonatal de Brazelton (Brazelton Neonatal Behavioral
Assessment Scale, NBAS) sirve para que padres, médicos e investigadores valoren
las respuestas de los neonatos a su entorno físico y social, para identificar la
fortaleza y posibles vulnerabilidades del funcionamiento neurológico y pronosticar el
desarrollo futuro. Exploración neonatal de condiciones médicas Los niños que
heredan el trastorno
Enzimática fenilcetonuria (PKU)sufrirán retraso mental si no se les proporciona una
dieta especial desde los primeras tres a seis semanas. Las exploraciones realizadas
a poco de nacer revelan éste y otras alteraciones tratables. Realizar una exploración
de rutina de todos los recién nacidos en busca de condiciones raras como
fenilcetonuria (un caso en 15 000 nacimientos), hipotiroidismo congénito (uno en 3
600 a 5 000) galactosemia (uno en 60 000 o en 80 000) y otros todavía más raros
resulta costoso. Sin embargo, el costo de examinar a miles de recién nacidos para
detectar un caso de una enfermedad rara puede ser menor que el costo de cuidar
toda la vida a una persona con retraso mental. En la actualidad, con análisis de
sangre más complejos, en una sola muestra sanguínea es posible detectar 20 o
más trastornos, por lo que, en gran parte de Estados Unidos, así como en muchos
otros países desarrollados, se han ampliado los programas de exploración
obligatoria (Howell, 2006).
ESTADOS DE ALERTA
Los bebés tienen un reloj interno que regula sus ciclos diarios de hambre, sueño y
eliminación y quizá sus estados de ánimo. Estos ciclos periódicos de vigilia, sueño y
actividad, que rigen los estados de alerta de un bebe, o sea su grado de
alertamiento (tabla 4.2), parecen ser innatos y muy individuales. Los cambios de
estado son coordinados por numerosas zonas encefálicas y acompañados por
cambios en el funcionamiento de casi todos los órganos y sistemas corporales
(Ingersoll y Thoman, 1999). Casi todos los bebés duermen alrededor de 75% de su
tiempo hasta 18 horas al día.
Complicaciones del nacimiento
“Ha de ser un niño”, dicen algunas madres cuando el trabajo de parto y el parto se
alargan y dificultan. Este viejo dicho tiene alguna verdad: los partos de varones
tienen más probabilidades de complicarse que los de niñas, en parte porque son
más grandes (Bekedam, Engels bel, Mol, Buitendijk y van de Pal-de Bruin, 2002;
Erogan, Geary, O'Donnell y Keane, 2003). La gran mayoría de los partos culminan
con el nacimiento de niños sanos, pero algunos, tristemente, algunos no. Unos
nacen antes de tiempo o demasiado pequeños, otros se quedan en el vientre
demasiado tiempo y otros nacen muertos o mueren a poco tiempo de nacer.
Los niños pequeños para la edad gestacional, que pueden ser prematuros o no,
pesan menos que 90% de los bebés de la misma edad gestacional. Su lento
crecimiento es resultado de una mala nutrición prenatal.
Entre 1990 y 2006 se observó un incremento de 20% en los nacimientos prematuros
tardíos. Los bebés en esta situación, nacidos entre las semanas 34 y 36 de
gestación, suelen pesar más y les suele ir mejor que a los que nacen en un
momento más temprano del embarazo, pero en comparación con los bebés a
término, corren un mayor riesgo de muerte temprana o de efectos adversos (Martin,
Hamilton et al., 2006, 2007, 2009; Mathews y Mac Dormán, 2008) como problemas
respiratorios, hospitalización y lesiones cerebrales. La razón del aumento en esta
tasa puede deberse a que se recurre más a la inducción del parto y a cesáreas
antes de las 40 semanas de edad gestacional normal (Martin, Niemeyer, Osterman
y Shepherd, 2009). Quién tiene probabilidades de dar a luz un bebé de bajo peso
Los factores que aumentan la probabilidad de que una mujer tenga un bebé de bajo
peso son: 1) los factores demográficos y socioeconómicos, como ser afroamericana,
menor de 17 o mayor de 40 años, pobre, soltera o tener baja escolaridad; haber
nacido en ciertas regiones, como en las planicies o los estados del Sur de Estados
Unidos (Thompson, Goodman, Chang y Stukel, 2005); 2) los factores médicos que
afectan el embarazo, como no haber tenido hijos o haber tenido más de cuatro, ser
baja o delgada, haber tenido previamente hijos de bajo peso al nacer o varios
abortos espontáneos, haber sido de bajo peso al nacer, tener variantes genéticas
particulares asociadas a un mayor riesgo.
Tratamiento inmediato y resultados El temor más apremiante respecto de los bebés
muy pequeños es que mueran en la infancia. Como su sistema inmune no está
completamente desarrollado, son más vulnerables a contraer infecciones, que se
han relacionado con lentitud de crecimiento y retrasos del desarrollo. El cuidado de
canguro es un método basado en el contacto con la piel. Este enfoque, que implica
colocar al neonato boca abajo entre los pechos de la madre durante alrededor de
una hora ayuda a los prematuros (y los bebés a término) a hacer el ajuste de la vida
fetal a la maraña de estímulos sensoriales del mundo exterior.

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