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En esta corta y efímera mirada sobre una posible relación entre un consumidor y un productor,
encontramos que el conocimiento del destinatario y la construcción misma del mensaje
representan un circuito donde intervienen numerosas disciplinas que tienen por objetivo que
la decodificación del mensaje ocurra del modo más eficiente posible. Y que, además, el
impacto que produce el contacto con el contenido del mensaje pueda introducir variables
emocionales en el momento preciso. Definir oportunamente el público objetivo, reconocerlo y
establecer autopistas digitales para contactarlo es el mayor desafío actual.
Observemos una situación habitual de marketing tradicional para comenzar a visualizar las
diferentes oportunidades y relaciones que se manifiestan en un contexto de marketing digital.
Si un emprendedor se encuentra dispuesto a explotar una franquicia de ropa para niños en un
centro comercial, seguramente deberá considerar ciertas variables que le ayudarán a optimizar
situaciones de conversión (es decir, de venta de productos) y diferentes fuentes de
conocimiento sobre su consumidor y el comportamiento de este. Por ejemplo, podrá
considerar cómo se encuentran distribuidos los locales dentro del centro comercial y evaluar la
proximidad o no de otros negocios dedicados al mismo rubro; también se podrá tener en
cuenta la distancia de los locales con la puerta principal de ingreso al establecimiento, por
ejemplo.
Teniendo en cuenta estas situaciones referidas al marketing tradicional, veamos ahora una
hipotética perfilación siguiendo el mismo objetivo de contacto comercial, pero utilizando
también el soporte de dispositivos digitales.
De acuerdo con lo afirmado, podemos encontrar, por ejemplo, el aporte oportuno de ciencias
como la psicología, la semiótica, la sociología, la psicolingüística y algunas otras que ofrecen
diferentes herramientas que optimizan y hacen más efectivos los objetivos de comunicación
que se pueden establecer en una campaña de marketing.
Para numerosos autores, referirse al marketing digital implica hacer referencia a una extensión
de conceptos aprendidos e implementados en el marketing tradicional. “El marketing digital
es la aplicación de las estrategias de comercialización llevadas a cabo en los medios digitales.
Todas las técnicas del mundo off-line son imitadas y traducidas a un nuevo mundo, el mundo
on line” (Sainz de Vicuña Ancín, 2016, p. 52).
Sin embargo, no todos los especialistas coinciden en este punto, ya que el universo digital nos
desafía con un volumen de información tal que el análisis de la mente humana solo puede
lograrse con la ayuda del big data y la inteligencia artificial.
Desde una mirada tradicionalista podríamos especular ‒dejando de lado las diferentes
oportunidades tecnológicas‒ con un negocio que se encuentra en determinado lugar y los
cálculos matemáticos que posibilitan una proyección de ventas en función al tránsito que se
registre por la puerta de este.
Todo este proceso al que hacemos referencia no introduce en ningún momento las nuevas
tecnologías y tampoco las herramientas más oportunas, que nos ayudarán a tener un contacto
y un conocimiento oportuno del destinatario. De esta manera, serán mucho más eficientes
nuestros aportes de valor agregado para nuestro receptor del mensaje.
Desde hace algunos años, la portabilidad digital que se registra por medio de los móviles y su
conexión a internet ha multiplicado la cantidad de información que podemos evaluar sobre
nuestros destinatarios objetivos, incluso antes de establecer un contacto de persona a persona
en un mostrador. Analizar, por ejemplo, los puntos de traslado vinculados con una posición en
Google Maps (como puede ser alguno de los aportes de Gmail) es de gran utilidad para las
estrategias de abordaje y conocimiento en las herramientas y apps de Google. Sin embargo,
este sería solo uno de los datos elementales que podríamos obtener antes de la elaboración de
un conocimiento específico sobre nuestro destinatario y la propuesta de una protopersona.
Naturalmente, nuestros móviles necesitan informar al sistema de antenas su posicionamiento
geográfico para un mejor servicio de telefonía y transmisión de datos; esta situación puede
combinarse con las diferentes aplicaciones que tenemos instaladas en nuestros celulares y, de
este modo, aportar una clara información sobre en qué medios de movilidad se traslada un
individuo (si se trata de un conductor, un ciclista, un acompañante en un vehículo o un
pasajero en un transporte urbano). Las calles y la velocidad de traslado son dos puntos de
información de gran importancia que aportan una clara definición de estos medios que nos
encontramos detallando.
Sin embargo, la cantidad de información con posibilidad de ser analizada por las nuevas
tecnologías y las nuevas conductas de los consumidores frente a las herramientas innovadoras
del branding moderno proponen un nuevo escenario que motiva la reconsideración de una
definición tan simple y que, al parecer, no incorpora nuevas tendencias. Los principios del
abordaje del mercado que se desprenden de las teorías del marketing tradicional continúan
vigentes en un escenario que incorpora nuevas velocidades de creación de marcas y de la
relación de estas con sus consumidores.
“En el ámbito digital aparecen nuevas herramientas como la inmediatez, las nuevas redes que
surgen día a día, y la posibilidad de mediciones reales de cada una de las estrategias
empleadas” (Sainz de Vicuña Ancín, J. M. 2016, p. 52). De este modo, el conocimiento en
profundidad del consumidor se convierte en una imperiosa necesidad, que se concreta no solo
con la interacción cotidiana de medios tecnológicos, sino también con la incorporación del big
data como pilar de conocimiento y de la inteligencia artificial como recurso incorporado en las
nuevas tendencias del marketing digital.
El propietario del local que tomamos de ejemplo anteriormente puede lograr estar presente
en el móvil y en cualquier dispositivo digital de su destinatario, utilizando, por ejemplo, una
herramienta publicitaria digital como Ads de Google. También puede utilizar otras
herramientas propias del mundo digital para conocer a su destinatario: por ejemplo,
conociendo las acciones de la competencia en el universo digital y el destinatario al que se
dirigen. Tengamos en cuenta, además, que el móvil es solo uno de los dispositivos que definen
o interaccionan con un ser digital en los tiempos actuales. La combinación de diversos
dispositivos puede aportarnos diferentes variables que definen el interés temático de un
usuario para conocer, por ejemplo, si se encuentra en sus planes adquirir ropa infantil o
manifestar interés por esa temática. Como observamos, nos encontramos abriendo las puertas
del ciberespacio en materia de conocimiento. Estos primeros pasos nos aportan algunos
interesantes indicadores.
Redes sociales
Realizar acciones en las redes sociales, donde se encuentra nuestro potencial consumidor,
también nos aporta un conocimiento profundo y temático.
Ahora bien, en cada uno de estos dispositivos interaccionan aplicaciones y redes sociales.
Diferentes entornos de documentación nos ayudan a obtener datos sobre el interés temático
de un usuario y de este modo optimizar el momento de contacto con una marca o el momento
en que debemos presentarnos, incluso si este momento se da cuando el individuo se
encuentra en tránsito, es decir, desplazándose de un lugar a otro. Los temas de conversación
en redes sociales o aplicaciones y la manifestación de opinión son también importantes datos
a tener en cuenta.
Antes de profundizar en los diferentes universos digitales nos detengamos por un minuto en la
importancia del dato, ya que la cantidad de información de la que se dispone en la actualidad
para el análisis en marketing digital no podría ser analizada y evaluada si no fuera por la
existencia de los mecanismos de big data y la intervención de la inteligencia artificial. Esto
permite que la información y los cruces de variables (que serían analizadas a lo largo de meses
si utilizáramos los mecanismos del marketing tradicional) puedan ser accionadas en cuestión
de segundos y reaccionar oportunamente a una hipotética situación de conversión comercial.
La identidad digital
La publicidad digital
Diferentes cambios tecnológicos han motivado marcados cambios en los patrones de conducta
generales de la sociedad a través de la historia de la humanidad. Estos cambios, en muchas
oportunidades, han tenido características revolucionarias y motivaron a que el individuo, como
miembro activo de una sociedad definida, deba cambiar el concepto con el que se observan
conductas consensuadas en distintos ámbitos de la vida cotidiana. Los cambios de mentalidad
sobre lo que ocurre en el entorno social de un individuo pueden ser ejemplificados claramente
con los distintos sucesos que han ocurrido en el desarrollo y evolución de la sociedad
industrial.
Paradigma
Por otro lado, encontramos también que los tiempos cambian para trasladarse de una ciudad a
otra y pueden surgir nuevos elementos que impacten de lleno en los conceptos económicos de
producción y distribución de bienes y servicios. Este ejemplo puede llegar a graficar una nueva
manera en el cambio de la mentalidad social respecto al entorno industrializado, pero desde
luego no es el único. La aparición del avión modificó sustancialmente la lectura de los tiempos
en los que se podía viajar de un continente a otro, pero también diferentes aspectos
relacionados con la tecnología militar, el dominio de ciertas áreas turísticas y la posibilidad de
concretar negocios internacionales desde otro punto de vista.
Evolución del automóvil
La aparición del teléfono como medio de comunicación puede ejemplificar también otro gran
momento de cambio en la mirada global sobre cómo nos comunicamos, hacia dónde enviamos
nuestros mensajes y cómo podemos considerar nuevos factores sobre la velocidad de la
información a través de todo el mundo. Todos estos aspectos incluyen no solo cambios en un
momento puntual, sino que se trata de una evolución sobre diferentes ciencias que
intervienen en la observación y construcción de las relaciones sociales. La psicología social, la
sociología, la semiótica y la antropología son solo algunas de las disciplinas que introducen un
análisis detallado y agresivo sobre los cambios que realiza el hombre con estos nuevos
artilugios sociales y las nuevas posibilidades de encontrar un camino hacia la evolución de sus
entornos.
Debemos considerar también el tiempo en el que se producen estos cambios sobre la mirada
del mundo y entender que no es necesario que un individuo sea un especialista ingeniero para
comprender los beneficios que pueden aportar el automóvil, el teléfono o el avión, en cuanto
se ve afectado en su vida misma y sus relaciones cercanas, incluso en lo que se refiere a un
entorno familiar.
Ahora bien, el entorno de un mindset digital ‒si volvemos a observar el negocio en el centro
comercial de la primera lectura‒ hace posible que podamos conocer las intenciones de nuestro
destinatario antes de que efectivamente se transformen en acciones: por ejemplo, que
nuestro destinatario se interese y adquiera un producto como ropa infantil.
Al referirnos a este último punto nos direccionamos hacia el estado final, pero que sin lugar a
dudas puede volver a cambiar, ya que, si se lo conceptualiza como una nueva tesis, puede
aparecer en un plazo determinado una nueva antítesis. Ahora bien, este proceso de cambio
puede tener cierto ejercicio y predicción según evolucionan determinados ciclos de evolución
tecnológica. Si bien actualmente no abordaremos los procesos de curvas, consideraremos que
podría ser un ejemplo en cuanto a la evolución de un ciclo tecnológico. Pero, volviendo a lo
que nos ocupa principalmente en este punto, el mindset digital, debemos intentar definirlo
para avanzar en nuestras conceptualizaciones y abordajes del marketing digital moderno.
Para transformar las maneras de acción e interacción social, es necesario comprender el poder
del universo digital y las diversas posibilidades que nos ofrece.
Mindset digital es un nuevo paradigma con una mirada que introduce aspectos relevantes
sobre relaciones de mercado, culturales y de innovación que se desarrollan en este marco
tecnológico.
El mindset digital se encuentra en todo el contexto social, partiendo desde el individuo, y
desde luego, también en la empresa. Se trata de un cambio que no es tecnológico sino de
mentalidad y que es de vital importancia para competir en un mundo conectado.
El ecosistema digital
El contexto de la vida cotidiana del destinatario objetivo hace que los momentos de mayor
efectividad en los contactos digitales sean conocidos por los estrategas, así como sus intereses.
El mundo digital evoluciona en el contexto social real. Por esa razón, es importante que cada
uno de los elementos que intervienen en una estrategia de comunicación digital establezca
empatía con el potencial consumidor.
Todas las relaciones que se producen en el ecosistema digital se establecen entre actores
sociales. Esto quiere decir que se dan entre todos aquellos que tienen una construcción
identitaria en las redes, una identidad virtual (empresas, grupos profesionales, individuos), y
que presentan y desarrollan interrelaciones como consumidores y productores. El punto de
contacto del destinatario objetivo se realiza, entonces, en un contexto de mercado multipunto.
No solo se produce la conversión de venta o de gestión comercial en el espacio digital.
También se trata de una movilización que puede acontecer en el mostrador o en cualquier
espacio físico. Incluso puede iniciarse en un espacio físico y concluir en el espacio virtual. Para
ello, el conocimiento del destinatario objetivo es fundamental.
Prepersona
Pensar en el destinatario con un conjunto de variables que lo definen es solo una parte de la
construcción del destinatario digital. Gracias a los diferentes elementos que intervienen en el
universo digital, la historia de un individuo se encuentra registrada en diferentes soportes y en
la utilización de estos. Por otra parte, al aceptar compartir agenda, información personal,
fotos, gustos, temas de interés, grupos de pertenencia, etcétera, el estratega puede
reconstruir con variables el destinatario promedio y desarrollar una prepersona o
protopersona para abordarla con los distintos equipos que integran un trabajo
de marketing digital. Esta construcción inicia en la definición de variables, pero también se
optimiza en la segmentación y en los distintos perfiles que definen las tendencias, las modas y
todo lo que hace que un consumidor se movilice por un interés en particular y no por otro.
Social media
El plan
Así, el plan es un vocablo que refiere a objetivos y decisiones de carácter general y global.
Cuando nos referimos al plan encontramos un esquema organizativo, donde comenzamos a
diferenciar los proyectos que componen el plan y las actividades necesarias para llevar
adelante esos proyectos. La finalidad del plan consiste en diseñar una línea de acción para
desarrollar uno o más objetivos, es decir que nos ayuda a delinear hacia dónde deseamos
conducirnos. Un programa, en sentido amplio, es el encargado de concretar las líneas definidas
en el plan. Por lo tanto, un plan está compuesto por varios programas (proyectos) que, a su
vez, contienen un conjunto organizado de acciones, actividades o servicios de similar
naturaleza.
El plan de social media está encargado de generar una identidad virtual que pueda convertirse
en una marca personal, institucional o de cualquier grupo de pertenencia y que construye
valores y temáticas de un interés profundo para un grupo social en particular. Ese es el
objetivo: construir una identidad y su reputación, asociar un nombre a objetivos específicos
hasta convertirlo en una marca y establecer relaciones entre la marca y los contenidos de una
propuesta para así posicionar la marca en el mercado laboral y profesional.
Tendencias
Las nuevas tendencias exigen la toma de decisiones en tiempo real. Frente a este nuevo
escenario, surgen herramientas que combinan el análisis predictivo con la capacidad de
identificar el mejor curso de acción. Esto se realiza para administrar nuevas conexiones entre
canales usando la generación de contenido en forma automática, las preguntas en lenguaje
natural y los asistentes personales digitales que, de la mano de la inteligencia artificial,
optimizan el contexto de relaciones entre los diferentes actores sociales.
El consumidor digital desarrolla conductas que giran alrededor de temas de interés y grupos de
pertenencia. Esta situación hace que los patrones de conducta que manifieste lo conviertan en
alguien con mayor o menor predisposición de consumo en determinados momentos de su
interacción con el ecosistema digital.
Pull and Bear es una empresa que durante 2018 y 2019 realizó distintas actividades
de marketing digital que se han extendido durante todo 2020. Esta empresa facilitó a sus
clientes que compartieran sus experiencias en el mundo offline al online. Es decir que no solo
motiva un contacto digital, sino que, entendiendo un mundo interconectado, también propone
una interacción cara a cara. La firma invitó a sus consumidores a que compartieran en las redes
sociales lo último que se hubiesen probado en sus tiendas, con el fin de viralizar los productos
y atraer a nuevos clientes potenciales.
La empresa británica Mattel: Pensó en hacer más amena la espera en la estación de tren
utilizando las pantallas gigantes de la estación en las que aparecían 7 letras e invitaban a los
viajeros a que buscaran una palabra con dichas letras y la tuitearon con un hashtag concreto.
Aquel que creara la palabra de mayor puntuación conseguía un premio. Esta estrategia de
blended marketing al incluir la técnica de gamificación permite una mayor implicación de los
usuarios en la actividad, consiguiendo de esta forma una mayor predisposición a participar en
el reto.
El advenimiento del marketing digital con fines de venta directa y sin intermediarios evidencia
el planteo de un nuevo paradigma en el mercado. No necesitamos trasladar al destinatario
hacia un lugar físico y, en caso de necesitarlo, contamos con innumerables herramientas que
nos permitirán conocer incluso sus medios de transporte, el tiempo de traslado que le tomara
llegar y cuándo es oportuno tomar contacto con él. Todo esto es posible mediante diferentes
herramientas, como el big data y la inteligencia artificial.
Las nuevas características del mercado proponen un estado multipunto para establecer el
contacto con el destinatario objetivo. Esto significa que no necesariamente perseguimos el
tránsito hacia un contacto de mostrador, sino que puede establecerse no solamente el
contacto sino también la situación de compra en cualquier momento del día, según cómo
acontezca el momento cero en el camino de la compra. Google denomina “momento cero” al
momento ideal en el contacto de nuestro destinatario a través de sus herramientas.
Un claro ejemplo de esto es el vertiginoso desarrollo del mercado digital chino, donde además
de superar los límites logísticos que rodean al envío de un producto también se desarrollan
nuevas situaciones para obtener confianza y familiaridad con la compra. Sitios web con
características regionales y redes sociales que recomiendan el producto de una manera
oportuna y que además brindan legitimación son solamente algunos de los recursos que se
encuentran utilizando las empresas que provienen del gigante asiático y que tienen por
objetivo el abordaje Internacional de sus productos. No es extraño que incluso con las barreras
arancelarias que se registran en algunos países latinoamericanos un ciudadano pueda comprar
elementos de bajo costo ‒como fundas de celular o lentes de sol‒ y recibirlos sin costo de
envío con una tardanza de aproximadamente 60 días. El impacto digital en el mercado global
es sin duda la punta de lanza de innumerables posibilidades de conocimiento del destinatario
que no solamente se refieren a la venta de productos, sino que además servicios de todo tipo
se encuentran abordando diferentes esquemas del mercado para sostener propuestas de
contacto que años atrás eran simplemente impensadas.
Blended marketing
Esta evolución del conocimiento del destinatario nos lleva a hacer referencia a las nuevas 4 P
del marketing: personalización, participación, par a par (peer to peer) y predicciones
modelizadas; además, muchos autores suman la quinta P en referencia a la gran P
de people (gente).
Las predicciones modelizadas aparecen con las posibilidades que dan las herramientas online
para analizar el comportamiento; se debe interpretar el gran volumen de información de
manera automática. Esto agiliza el conocimiento para poder tomar acciones que se aplican
sobre el comportamiento que se ha registrado del cliente.
El marketing digital se desarrolla sobre un conjunto de acciones de branding y no solo sobre
algunos productos. En la actualidad no basta con tener una web de consulta. Tampoco se
observa un usuario avanzado o tecnológico por usar e-mails y banners. Casi ninguna empresa
puede soslayar el marketing online; sin embargo, debemos tener en cuenta que
el marketing digital no es solo publicidad ni solo internet.
Debemos usar las nuevas herramientas de la forma adecuada para alcanzar los objetivos
comerciales de siempre.
La publicidad online se complementa con el mercadeo digital e incluye todos los formatos
de display (banners, take overs, etcétera), e-mail marketing y video (micro-spots, rich
media, etcétera). Por su parte, el marketing digital incluye todos los elementos de
publicidad online (comunicación) más todos aquellos relacionados con los demás elementos
del marketing (precio, promoción, canales, etcétera).
Esto incluye:
blogs;
cupones electrónicos;
podcasting;
marketplace;
comunidades virtuales.
En el tratamiento del producto, los nuevos canales digitales permiten una segmentación
extraordinariamente fina que permite ofrecer productos concretos a segmentos muy
específicos.
comunidades virtuales;
RSS (Really Simple Syndication) marketing.
cupones digitales;
e-merchandising;
mini-sites promocionales.
Sin duda, la publicidad digital es el área del e-marketing que cuenta con más herramientas. Las
herramientas más utilizadas son:
banners;
televisión digital;
avatar marketing;
publicidad contextual.
Una vez definidos los objetivos generales y digitales de marketing, llega el momento de
aplicarlos a aquellos targets que puedan ser alcanzados electrónicamente. De esa asignación
surgen subobjetivos tácticos.
La cuantificación del plan de marketing digital es necesaria para poder realizar una evaluación
conjunta del ROI. En el análisis de cada herramienta de e-marketing, se especifica cuáles son
las herramientas tradicionales que mejor se integran con este (o cuáles se sustituyen con
menor costo).