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Las normas internacionales del trabajo son instrumentos jurídicos elaborados por
los mandantes de la OIT, gobiernos, empleadores y trabajadores, el fin de este, es
establecer principios y derechos básicos en el trabajo y para regular otros ámbitos
del mundo laboral, estas normas adoptan la forma de convenios y
recomendaciones, a veces protocolos, la OIT también adopta otros instrumentos
jurídicos, como declaraciones y resoluciones que contienen manifiestos oficiales y
solemnes en que se reafirma la importancia que los mandantes tripartitos otorgan
a determinados principios y valores. La OIT ha publicado declaraciones
importantes que establecen orientaciones de políticas importantes, tanto para la
oficina de la OIT, como para los estados miembros, ejemplos de ello: la
declaración de 1998 sobre los derechos y principios fundamentales en el trabajo y
la declaración de 2008 sobre la justicia social para una globalización equitativa.
Las normas internacionales del trabajo cubren temas desde 1919, la OIT ha
adoptado 189 convenios, 204 recomendaciones y 6 protocolos, aunque algunos
de ellos han quedado obsoletos, en los últimos años la OIT ha revisado y ha
identificado 82 convenios y 87 recomendaciones actualizados. Son 8 convenios
fundamentales que exponen lo que da en la declaración de 1998 identificaba como
principios y derechos fundamentales en el trabajo, estos abordan el trabajo infantil,
convenios 138 y 182, el trabajo forzoso, convenios 29 y 105, el principio de no
discriminación, convenios 100 y 111 y la libertad sindical y de negociación
colectiva.
La OIT ha designado otros 4 convenios prioritarios o de gobernanza: inspección
del trabajo, la consulta tripartita y política de empleo.
Características:
Universalidad, flexibilidad, tripartismo, niveles mínimos. El convenio 138
proporciona un ejemplo de esta flexibilidad, en uno de sus artículos estipula que la
edad mínima para trabajar no debe ser inferior a la edad de finalización a la
escolaridad obligatoria y en ningún caso inferior a los 15 años.