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COMPARACIÓN DE LA LEY NOVENA DE 1989 Y LA LEY 388 DE 1997 RESPECTO

AL ENAJENAMIENTO VOLUNTARIO Y LA EXPROPIACIÓN

DOCENTE

GINA CATALINA HIGUERA

ESTUDIANTE

ANGIE TATIANA BECERRA MEJIA

COD. 202010311

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA

TUNJA
2023

En Colombia los lineamientos para el desarrollo de planes de desarrollo planes de desarrollo

municipal, son dictados por leyes que dispone el gobierno Nacional. Previamente la ley

dispuesta era la “Ley 9 de 1989”, sin embargo, esta fue derogada y actualizada

posteriormente con la “Ley 388 de 1997”. Uno de los capítulos de la primera de estas leyes es

el Capítulo III, De la adquisición de bienes por enajenación voluntaria y por expropiación, el

cual dicta y otorga el derecho a la Nación, las entidades territoriales las áreas metropolitanas

y asociaciones de municipios, a decretar la expropiación de inmuebles urbanos o suburbanos,

siempre y cuando la actividad a desarrollar en el predio sea una de las propuestas en el

artículo predecesor al presente. Algunos de los cuales se refieren a la ejecución de proyectos

de infraestructura social y vial, vivienda de interés social siempre y cuando el predio haya

sido destinado para este fin, proyectos de renovación urbana, distribución de servicios

públicos domiciliarios, etc.

Respecto a estos fines de determinación de posibilidad de enajenación o expropiación, existe

una notable diferencia entre el articulo 10 de la ley 9ª de 1989 y el articulo 58 de la ley 388

de 1997 que lo derogó, y que es el utilizado actualmente; tales como:

La expropiación para solución de vivienda VIS, la inclusión de legalización de títulos en

asentamientos humanos ilegales consolidados, así como la rehabilitación de inquilinatos y la

reubicación de asentamientos urbanos ubicados en zonas de alto riesgo, además de la

disposición de zonas destinadas a espacio público para e. Mientras que en la ley 9ª se tenía

únicamente en cuenta la expropiación para realización de proyectos de vivienda de interés

social.
Por otro lado, en la ley 388 se implementa el interés por la disposición o recuperación de

zonas de patrimonio cultural y natural, también se incluyen el paisajístico, ambiental,

histórico y arquitectónico, esta modificación nace debido a que en la ley predecesora no se

tenían en cuenta algunas de las consideraciones mencionadas.

Respecto a las entidades competentes para ejercer el instrumento de expropiación o

enajenación voluntaria, las leyes coinciden y presentan cambios mínimos respecto a sí, esto

debido a que las facultades necesarias de cada entidad se encuentran consignadas de una

forma clara y el instrumento puede ser usado por las misma siempre y cuando se cumpla con

alguna de las consideraciones consignadas en el artículo 58 de la ley 388 de 1989.

En cuanto a la conformidad de la expropiación con los planes de ordenamiento territorial.

Existe una única alteración al artículo original, y es respecto a las soluciones de expropiación

cuando se da en casos de emergencia debido a temas imprevistos, pues, anteriormente el

único caso con trato excepcional era aquel que pretendía dar solución a los problemas

urgentes de los asentamientos humano de interés social. Por el contrario, en la nueva ley, las

situaciones de emergencias pueden ser de cualquier tipo, no sin antes someterse a un proceso

de calificación como el establecido para la declaración de expropiaciones por vía

administrativa.

Respecto a los procesos de enajenación voluntaria o expropiación de bienes, se presentan

diferencias entre las dos leyes. La ley 388, dicta que desde el momento en el que se realiza la

oferta para la enajenación voluntaria, se dispone de treinta días hábiles para aceptar la

propuesta y evacuar el inmueble, por el contario se continuará con el proceso de

expropiación, mientas que en la ley 9ª se otorgaban dos meses para hacer efectiva la

evacuación. Sin embargo, existe la posibilidad de que el afectado llegue a un acuerdo luego
de ser expropiado, para continuar con la enajenación voluntaria, lo cual en la ley pasada debía

realizarse por medio de una demanda.

Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones respecto a las disposiciones antiguas y

actuales en cuanto a la enajenación voluntaria y expropiación. Se realizará un análisis

tomando como caso de estudio a la ciudad de Duitama, Boyacá, que compila y dispone estas

consideraciones en el P.O.T. del municipio.


Imagen 1. Terrenos prioritarios y zonas susceptibles para V.I.S.

De acuerdo con los planes acordados en P.O.T. de Duitama, en el área del cerro la milagrosa.

Conformada por los taludes de mayor pendiente de la ciudad, conformando una zona de alto

riesgo con terrenos de alta densidad, incluyendo los terrenos de la parte más alta del cerro

cuyo propietario es Empoduitama. Se propone adelantar un programa de reubicación de las


familias mediante la estructuración de un proyecto de vivienda de interés social. La zona de

ubicación actual de las familias se encuentra marcada en la imagen por medio de un círculo

punteado de color rojo.

Sin embargo, el área destinada en el plan de ordenamiento municipal (marcado en la imagen

por medio de un círculo punteado de color amarillo) para la zona de reubicación cuenta con

una gran cantidad de viviendas, para las cuales nunca se destinaron los recursos para el

proceso de enajenación voluntaria, esta situación continúa escalando, ya que la densidad en el

cerro la milagrosa sigue aumentando considerablemente, teniendo en cuenta que no debería

ser si quiera zona apta para la vivienda debido a su condición de alto riesgo.

CONCLUSIÓN

El proceso de enajenación voluntaria es una buena estrategia para garantizar el bien común y

el apto desarrollo de las ciudades en crecimiento, sin embargo en la nueva disposición de la

ley se otorga una menor cantidad de tiempo a las personas afectadas por este recurso para
garantizar la evacuación de su vivienda, lo cual, desde mi punto de vista es una acción

insensible y poco ética, teniendo en cuenta que en menos de dos meses es difícil para una

persona adaptarse y conseguir un nuevo espacio de vivienda y acomodarse a la nueva

situación financiera a la cual se enfrentará. En el caso en el que no se otorga la vivienda en el

tiempo acordado, el estado prosigue con el proceso de expropiación, o cual expone a los

ciudadanos afectados a una situación precaria y un estado de dignidad mínimo. Por otro lado,

teniendo en cuenta el caso de estudio propuesto en el anterior ensayo, es evidente que la

enajenación de algunas viviendas y predios representan el bienestar notable para habitantes

del municipio, los cuales este tiene a su cargo y responsabilidad, en este caso el recurso de

enajenación no se dispuso de manera correcta desde el principio y nunca se le dio fin a esta

propuesta.

La comparación de las leyes presenta una serie de cambios, la mayoría de las veces respecto a

temas administrativos, la ley 388 se presenta de una manera más concisa y clara y en muchas

ocasiones complementa algunos de los vació que la ley Novena dejó atrás, sin embargo, la

reforma no llega al punto de ser un cambio o regulación total del instrumento de enajenación

voluntaria o expropiación.

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