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Mi vínculo con Dios

II MOMENTO
Busco un lugar tranquilo, donde nada me distraiga...
El silencio y un lugar tranquilo nos permite disponernos a entrar dentro de sí
mism@s, es esta intimidad que también me encuentro con ese Otro
que me ama, y saber expresar lo que voy descubriendo en mi interior...

Concebimos que el sentido último de la vida de las personas se da en la


interioridad, en la lectura e interpretación que ella hace de la relación
personal con Dios desde el conocimiento de uno mismo, de la implicación con
el mundo y los demás y al mismo tiempo de la interrelación entre las tres.

Para quienes somos creyentes la experiencia de Dios nos posibilita la creación


de un nuevo estilo de relación interpersonal: Un vínculo fraterno, un lazo de
projimidad, una “Alianza” con el herman@. No simplemente hay que
considerar al otro como al “prójimo”, sino también “herman@” y -en algunos
casos- cuando lo elegimos y nos eligen también como “amigo”.

Te invitamos a orar este texto y mensaje que Dios dirige a su pueblo y


tratar de personalizarlo, como dirigido y comunicado para ti, en
particular. Y así disfrutarlo, preguntarme y reflexionar la calidad de
vínculo con Dios

Texto Bíblico
Oseas 11, 3 -4
Yo enseñé a andar a
Efraín y lo llevé en mis
brazos, y ellos sin darse
cuenta de que yo los
cuidaba. Con correas de
amor los atraía, con
cuerdas de cariño. Fui
para ellos como quien
alza una criatura a las
mejillas; me inclinaba y
les daba de comer.
Después de leer el texto bíblico realizo el relato de mi propia historia de
relación con el Dios de mi historia personal, siguiendo el texto yo soy Efraín
en esa historia personal con Dios... en este momento traigo a mi memoria
el recuerdo de lo que Dios me enseñó desde mi edad más temprana, lo que
su palabra o mensaje tenía fuerza en mi vida... como le llamaba, (Dios, Padre,
Señor, Jesús...). Cómo describo el vínculo más afectivo de mi relación con Dios.
.
Hoy me veo a mi mism@ en mi momento vital y existencial concreto y quizá
retomar el contexto de estos dos años anteriores y hacerme la pregunta
de ¿Cómo he resignificado mi vínculo con Dios en este tiempo de crisis?
Los vínculos de mi
vida...
I MOMENTO: :

Busco un lugar tranquilo, donde me ayude a estar conmig@ mism@...

Inicio este momento delante de la presencia de Dios que me abraza... dedico


este rato a mirarme desde los vínculos que hacen posible que mi vida tenga
sentido y plenitud...

El ser humano fue creado para establecer vínculos con todos los seres en un lazo
de comunión. Las relaciones interpersonales nacen de los vínculos más hondos:
“paternidad”, “maternidad”, “filiación”, “fraternidad”, "sororidad" “amistad”,
“matrimonio”, “comunidad”.

Soy la persona que soy por tantos vínculos con nombres propios como llenan mi
vida hoy, estableciendo lazos o configurando mi presente, haciéndome sentir
segur@, o frágil, o de todo un poco. Soy quien soy por la gente que me trata bien, y
también por quien me hace sufrir. Por quien me acepta con
mis luces y sombras, me contiene, me corrige y me motiva a seguir
viviendo...

Dibujo o plasmo gráficamente la red de mis vínculos

En algún espacio de esta hoja creo mi propia red con las personas
vinculadas a mi, las más significativas de mi vida, los vínculos que
nutren mi existencia...
Me coloco al centro de la red, desde allí voy conectando esos
nombres, los coloco según la proximidad relacional y mientras voy
haciéndolo pienso en la cercanía o distancia con esas personas,
los que recuerdas con frecuencia y aquellos otros en que raramente
te detienes ahora... y dedícales un breve momento, en la distancia.
Pide a Dios por ellos, que allá donde estén sus vidas sean bendecidas.
El desafío de cultivar
vínculos en comunidad...
III MOMENTO: :

En el cristianismo se encuentra una profunda vocación a la projimidad,


a la fraternidad y a la amistad. En el vínculo más plenamente humano,
el amor asume las características singulares de la relación de
solidaridad, fraternidad y amistad.
Dios se ha hecho hombre para tener con el ser humano un nuevo modo
de relación desde un estilo "fraterno". La fraternidad nos recuerda que
nuestro Dios es un Dios Encarnado, un Dios humano, que nace,
necesita crecer y expandir su humanidad.

Algunas frases de la Encíclica Fratelli Tutti, que nos


pueden desafiar:

Nadie puede pelear la vida aisladamente […] Se necesita una


comunidad que nos sostenga.

Los sueños se construyen juntos.

Estamos más solos que nunca en este mundo masificado que hace
prevalecer los intereses individuales y debilita la dimensión
comunitaria de la existencia.

Nos hemos empachado de conexiones y hemos perdido el sabor de la


fraternidad.

Nadie puede experimentar el valor de vivir sin rostros concretos a


quienes amar.

Cada uno de nosotros está llamado a ser un artesano de la paz,


uniendo y no dividiendo, extinguiendo el odio y no conservándolo,
abriendo las sendas del diálogo y no levantando muros.

Te invitamos a ir concretando la forma en que


cultivaremos los vínculos en nuestra comunidad...

Para ello puede ayudar las siguientes preguntas:


¿Cómo son los vínculos que he establecido
con las personas que trabajo en mi equipo o
departamento?
¿Con qué personas he hecho un camino en
este sentido?
¿Con quienes debo iniciar un camino de
revincularme o de cuidar de forma especial esta
relación apostando por la fraternidad. ?

Te proponemos escribir en la siguiente tabla


los nombres de cada una de las personas con las cuales
trabajas de cerca, cotidianamente... al lado intenta
describir con una palabra la calidad del vínculo que
estableces con esa persona ... al realizar el ejercicio
vuelve a las preguntas anteriores y marca con alguna
seña o signo el desafío que te supone este año con esa o
esas personas para cuidar los vínculos.

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