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BIOLOGIA
CELULAR Y
MOLECULAR
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3. MEMBRANAS CELULARES ■ 49
F1g. 3.2. Esquema que ilustra có- Fig. 3-3. Liposoma derivado del
mo se ordenan los fosfolípidos ordenamiento espontáneo de los
cuando se los coloca en una inter- fosfolípidos cuando se los coloca
fase de aceiLe y agua. en un medio acuoso.
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50 BIOLOGJA CELULAR Y MOLECULAR
Fig. 3-4. Bicapa lipídica arti- 3-3. los fosfohp1dos son los lip1dos más abundantes
ficial formada al colocarse de las membranas celulares
fosfolípidos e111re dos medios >
acuosos. Las membranas celulares están formadas por bicapas lipídicas simiJares a
las descritas en la sección anterior. En la figura 3-5 se muestran cuatro bica-
pas lipídicas tal como se observan con el microscopio electrónico.
Estas bicapas contienen fosfolípidos y colesterol, pero los primeros suelen
ser las moléculas lipídicas más abundantes.
Las estructuras de las distintas clases de fosfoüpidos presentes en las mem-
branas fueron descritas en el capítulo 2-7. Debe recordarse que las cadenas hi-
drocarbonadas de los ácidos grasos pueden estar saturadas o no (fig. 2-20). En
las cadenas saturadas los enlaces simples entre los carbonos les confieren a los
ácidos grasos una configuración extendida, lo que hace que éstos se hallen
perpendiculares respecto del plano de la bicapa lipídica y que en cada mono-
capa los fosfolípidos queden agrupados en conjuntos bastante compactos. En
cambio, los enlaces dobles de las cadenas no saturadas producen angulosida-
des en los ácidos grasos, lo cual separa a los fosfol:ípidos y le da a la bicapa
una configuración menos compacta (fig. 3-6).
El fosfolípido que predomina en las membranas celulares es la fosfatidil-
colina. Le siguen. en este orden, la fosfatidiletanolamina, la fosíatidilserina,
la esfingomielina y el fosfatidilinositol. Un derivado de este último, el fosfa-
tidílinositol 4,5-difosfato o PIP2 (fig. 2-16), cuando es hidrolizado genera dia-
cilglicerol (DAG) e inositol J,4,5-trifosfato (IP3), dos pequeñas moléculas im-
plicadas en la transmisión de señales intracelulares (caps. 11-14 y J 1- 17). Ea
cambio, cuando al PIP2 se Je añade un fosfato se convierte ea fosfatidilinosi-
tol 3,4.5-trifosfato o PIP3 (caps.11-14 y 11-20).
La membrana interna de la mitocoadria contiene un fosfolípido doble lla-
mado difosfatidilglicerol o cardiolipina (cap. 2-7) (fig. 2-17).
El colesterol es un componente cuantitativamente importante de las membra-
nas celulares, especialmente en la membrana plasmática. Debido a que es anfipá-
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3. MEMBRANAS CELULARES 51
tico, en cada monocapa se dispone entre los fosfolípidos, con el grupo OH del
C3' de su núcleo cíclico orientado hacia la solución acuosa (cap. 2-7) (fig. 3-7).
Ea ta membrana del retículo endopJasmático existe un lípido especial lla-
mado dolicol (figs. 2-24 y 7-15), necesario para la incorporación de los oli-
gosacáridos a las moléculas proteicas durante la formación de algunas glico-
proteínas (cap. 7-16).
Los distintos componentes lipfdicos se mantienen en la bicapa gracias a
sus inieracciones con e l medio acuoso y con los ácidos grasos de los fosfolí-
pidos vecinos, sin que se produzcan umones covalentes entre ellos.
Las dos capas de la bicapa lipídica no son idénticas en su composición.ra-
zón por la cual se dice que las membranas son asimétricas. La fosfatidiJeta•
nolamina. la fosfatidilserina y el fosfatidilinos-itol predominan ea la capa que Fig. 3-6. Esquemas que ilus-
está en contacto con el citosol, mientras que la fosfatidilcolina y la esfingo- tran cómo los dobles enlaces
en los ácidos grasos distan•
mielina predominan en la capa no citosólica (en la membrana plasmática. la cían n los fosfolípidos en las
que da al exterior; en un organoide, la que da a su cavidad). bicapas lipídicas.
La composición de las membranas celulares presenta diferencias cuantita-
tivas y cual itativas, según se imalice la membrana plasmática o la membrana
de algún organoide en particular. Por ejemplo, la membrana mitocoadrial in-
terna posee difosfatidilglicerol y la del retículo endoplasmático contiene do-
licol, lípidos que no existen en otras membranas. En cambio, el colesterol
abunda en la membrana plasmática y es muy escaso en la membrana interna
de la mitocondria. También existen diferencias en1re las membranas cuando
se las analiza en los distintos tipos celulares.
A temperaturas fisiológicas la bicapa lipídica se comporta como una es-
tructurn fluida. La fluidez aumenta cuando se eleva la proporción de ácidos
grasos cortos y no satw-ados en los fosfolípidos. Vtmos que la saturación de
los ácidos grasos hace que los fosfolípidos se agrupen en conjuntos más com-
pactos. lo cual Je confiere mayor ngidez a la bicapa. El colesterol produce
consecuencias similares. Fig. 3-7. Moléculas do colcs-
1erol emre los fosfolípidos de
Decir que la bicapa lipídica se comporta como una estructura fluida signi- las mernbranas celulares.
fica que sus componentes rotan en tomo de sus ejes y se desplazan libremen-
te por la superficie membranosa (fig. 3-8). Además de estos movimientos. los
lfpidos pueden pasar de una capa a la otra por un tipo de movimiento llama-
do "flip-flop" (por su semejanza con la conocida cabriola gimnástica). Este
último movimiento es poco común comparado con la rotación y el desplaza-
núento lateral.
En la sección 3-7 veremos que algunos lípidos membranosos se hallan
asociados con hidratos de carbono bajo la forma de glicolípidos.
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52 ■ BIOLOGIA CBLULAR Y MOLECULAR
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3. MEMBRANAS CELULARES 53
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54 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
Fig. 3-11. Linfocito trtllado unión de las células se consigue con Ja ayuda del virus Sendai inactivado o
con un anticuerpo fluorescente del polietilenglicol, cuyas propiedades fusógenas propician el contacto y la
que se unen receptores protei-
cos de la membnuu, plasmáti-
imegración de las membranas plasmáticas. Si previamente se marcan las cé-
ca Obsérvese el desplaza- lulas con sendos anlicuerpos fluorescemes de colores diferentes (como la
mienm de lo• receptores y su Ouoresceína, que es verde, y la rodamina. que es roja), luego de la fusión pue-
ngrupamicnt<l en un polu de la
céluln (el cercano al complejo
den reconocerse en la membrana plasmática del hcterocarión las partes apor-
de Golgi), donde pueden in- tadas por cada célula. No obstante, debido a que los receptores marcados se
gresar por cndociLosis . (De S. despl37..an por la membrana, pronto los dos colores se ent,-emezclan en toda
de Pretri~ y M. C . Ruff.)
la superficie de la célula.
En la figura 3-13 se representa el posible mecanismo molecular de fusión
de membranas. Cuando se hallan próximas entre sí y bajo la influencia de ele-
mentos fusógenos (en nuestro caso, el virus Sendai o el polieLilenglicol), se
suceden los siguientes fenómenos: l ) se despejan las proteínas mernbtanosas,
Jo que deja a las bicapas sin otro cipo de moléculas que los lípidos; 2) las bi-
capas establecen íntimo contacto a través de sus respectivas monocapas en-
frentadas; 3) dichas capas desaparecen y se desarrolla una interfase de estruc-
turas lipídicas hexagonales entre las dos monocapas restantes (esta interfase
parece ser esencial en todos los procesos de fusión de membranas); 4) final-
mente, la interfase desaparece y se completa la fusión. El mecanismo descri-
to se produce en rodas los procesos fisiológicos de fusión de membranas y en
ellos intervienen agentes fusógenos presentes en el citosol. Se describiráa
cuando analicemos la dinámica de las vesículas transportadoras en el sistema
de endomembranas (cap. 7-41) y la fusión del espermatozoide con el ovoci-
to durante la fecundación (cap. 19-19).
Otro método utilizado para estudiar el desplazamiento lateral de las pro-
teínas ea el plano de las membranas es la técnica de recuperación de la
fluorescencia después del fotoblanqueo, conocida con la sigla FRAP (por
fliwrescence recovery after photobleaching). Aquí ciertas proteínas mem-
branosas son marcadas con fluorocromos y un pequeño sector de la mem-
Fig. 3-U. Obtención de un he• brana es irradiado con rayos láser. Dicho sector se "blanquea", es decir, que-
Len,carión al unirse dos células
de espec ies diferentes median-
da sin fluorescencia. No obstante, pronto es invadido por proteínas fluores-
te el virus Se11duí inactivatlo. centes provenientes de las regiones no irradiadas. La velocidad de recupera-
Virus
+ --+ -+ -+
Senda/
..•
Célula humana Célula de ralón Heterocarión
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ción de la fluorescencia puede calcularse mediante un índice Uamado "coe- Fig. 3-13. Esquema que ilustra
ficiente de difusión". el posible mecanismo molecu-
lar responsable de la fusión de
dos membranas celulares. (De
3-7. Los hidratos de carbono de las membranas celulares R. Schaier y P. Overath.)
forman parte de glicolip1dos y de glicoproteinas
Las membranas celulares contienen entre 2 y 10% de hidratos de carbono.
Estos se hallan solamente en la superficie no citosólica de la bicapa lipídica,
unidos covalentemente a lípidos y a proteínas de la membrana, es decir, bajo
la forma de glicolípidos y glicoproteínas (fig. 3-14).
Los glicolípidos se clasifican en cerebrósidos y gangliósidos (cap. 2-7).
Los cerebrósidos se forman por la unión de una galactosa o de una glucosa
con la ceramida (fig. 2-21). La estructura de los gangli6sidos es similar, pe-
ro el hidrato de carbono no es ua monosacárido sino ua oligosacárido que
contiene uno a tres ácidos siálicos (fig. 2-22).
Por su lado, las glicoproteínas contienen oligosacáridos o polisacáridos.
Los oligosacáridos se hallan ligados a las proteínas a través de enlaces N-gli-
cosídicos u O-glicosídicos (cap. 2-6) (figs. 2-7 y 2-8). Habitualmente los monó-
meros que se localizan en la periferia de los oligosacáridos son ácidos siálicos.
Una proteína puede contener una o varias cadenas oligosacáridas (fig. 3-14).
Los polisacáridos ligados a proteínas son g/icosaminoglicanos (uno o va-
rios por proteína) y forman glicoproteínas llamadas proteoglicanos (cap. 2-6)
(figs. 2-10 y 2-11 ). En los capítulos 6-3 y 7- 18 se verá que muchos proteogli-
canos son transferidos hacia el medio extracelular, donde abundan. No obs-
tante, algunos regresan a la célula y se instalan en la membrana plasmática
como glicoproteínas periféricas. Así, puede decirse que estos proteoglicanos
son molécu las recuperadas por la célula.
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56 BIOLOCJIA CELULAR Y MOLECULAR
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3 . MEMBRANAS Cfil.ULARES ■ 57
Galactosa
• • brana plasmática del eritrocito . deter-
minantes de los grupos sanguíneos O,
Ay B.
N-Acetilglucosamina
N-Acetllgalactosamlna
Fucosa \ \
GRUPO SANGUINEO: o A B
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58 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
•••
•• •••
•••• Bicapa lipídica Csnal iónico Perrneasa Permeasa
•• •
•••• • •
t• •
_g¡
~
el
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-e: -E
g-
~uu
,.
l
i l nttm
IT~IT
UllUU [~UliU
n~TIIT
~~UY
Difusión
simple
Difusión
facilitada
Difusión
facilitada
•
Transporte
activo
Fig. 3-16. Distintos mecanis- El transporte activo tiene lugar exclusivamente a través de permeasas
mos y estructuras membrano- (fig. 3-16).
sas utilizados por los solutos
para atravesar las membranas
de la célula. 3-11 . El transporte pasivo de los solutos se produce por difusión
Cuando se disuelve un soluto en un solvente, las partículas del primero se
dispersan en forma progresiva por todo el solvente hasta quedar uniforme-
mente distribuidas. El movimiento del soluto -llamado difusión- se reali-
za desde los sitios en que se baila más concentrado hasta los de menor con-
centración. con una velocidad proporcional a la diferencia entre las concen-
traciones (fig. 3-J 7). Esta d iferencia se denomina gradiente de concentra-
ción. Si el soluto posee carga eléctrica, gravita además el gradiente de vol-
taje o potencial eléctrico que se esiablece entre los distintos puntos de la so-
lución. La s uma de los gradientes de concentración y de voltaje se conoce co-
mo gradiente electroquímico. La difusión a favor de tales gradientes es un
proceso que ocurre espontáneamente, sin gasto de energía, de ahí que lleve
el nombre de transporte pasivo.
• • • • •
• • • • •
• • • • •
Fig. 3-17. Difusión de una sustan- • • • • •
cia disuel ta en un solvente.
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3-13. La difusión facilitada se produce a través 8. Vm.n - - - - - - - - -:,.--- -7 ' - i - Difusión facilitada
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60 BLOLOG IA CELULAR Y MOLECULAR
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3 MEMBRANAS CeLULARES 61
Na• 12 145
K· 140 4
Mg'' 0,5 1,5
Ca1• < U,()005 l,5
H' pli 7,2 pH 7.4
c1- 10 110
HC03- 27 lO
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62 ll lOLOG IA CELULAR Y MOLECULAR
·, 1:[ •1:!1l•
Fig. 3-20. Esquemas que muestran los mecanis-
mos de pasaje de los iones a través de los cana-
les iónicos depenilientes de voltaje (arriba) y de
ligamJo (abajo).
•
salida. En un punto el conducto alcanza un diámetro muy pequeño: esta zo-
na le da Ja especificidad al canal, puesto que en ella se produce el reconoci-
miento del ion según su tamaño y su carga.
La pared del cilindro se forma con varias proteínas transmembranosas,
cuatro en los canales regulados por cambios de voltaje y cinco ea los cana-
les dependientes de ligando (fig. 3-21).
Los canales iónicos mejor estudiados son los de las células nerviosas; incluso
se han clonado los genes que codifican sus proteínas y analizado la secuencia de
sus nucleótidos. Ello pennitió establecer que son estructuras que se han conser-
vado con pocas modificaciones a través de Ja evolución, ya que e1'iste una nota-
ble homología en dichos canales en especies filogenéticamcnte muy distantes.
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64 BTOLOGJA CELULAR Y MOLECULAR
.
Fig. 3-24. Esquema que representa
a una pcrmcasa y el modo como la
au-aviesao los solutos.
Existen tres clases de permeasas (fig. 3-25): l) las que transfieren un solo
tipo de soluto; esta forma de transferencia se llama monotransporte (en in-
glés, tmipórt); 2) las que transportan dos tipos de solutos simultáneamente,
ambos en el mismo sentido; este mecanismo se denomina cotransporte
(sympon); 3) las que transfieren dos tipos de solutos en sentidos contrarios;
esta clase de transferencia recibe el nombre de contratransporte (antiport).
Debe señalarse que en el cotransporte y en el contratransporte las transferen-
cias de los dos solutos se hallan acopladas obligadamente, es decir, una no se
produce sin la otra.
Son ejemplos de difusión facilitada mediante permealias: 1) el monotrans-
porte de glucosa y el cotransporte de Na+ y glucosa en la membrana plasmá-
tica de las células de la mucosa intestinal (sección 3-21); 2) el contratrans-
porte de Na+ y H+ a través de la membrana plasmática de casi todos los tipos
de células; 3) el contratraasporte de c1- y HCO.,- por una permeasa de la
membrana plasmática de los eritrocitos, llamada banda 3 (cap. 5-36); 4) el
coatratransporte de ADP y ATP por la membrana interna de la mitocondria
(cap. 8-16) (fig. 8-10).
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J Ml;.MBRANAS CELULARES 65
• • ■
•
mMica. Cada ~ubunidad a posee una masa de al rededor de 100 kDa y atra- Fig. 3-25. Tipos de permeasas
viesa la membrana unas ocho veces. En cambio, cada subunidad f3 es una gli- segú,1 sean atravesadas por
uno o por do, w lutos y. en el
coproteína de unos 45 kDa que posee varia.~ cadenas oligosacáridas en el ex- segundo caso. la. direcciones
tremo que da :i la cara no ci1osólica de la membrana. Los lípidos de la bica- eo que lo hacen.
pa vecinos :i las cuatro cadenas polipeptíclicas influirían en el funcionamien-
to de la bomba, ya que ésta se inactiva cuando se la aísla y se extraen los lf.
pido~ que la acompañan.
Las subun1dades a tienen silio~ específicos para la fijación del Na• en sus
ex1remos cimsóhcos y siuos reservados para la unión del K en sus extremos
ex1emos. La~ transferencias de Na• hac1a el exterior y de K hacia el citosol
se ha ll an acop ladas: una no puede realizarse sin la otra. Como consecuencia,
el funcionamiento de la bomba provoca el mtercambio de Na• intracelu lar
por K• extracelular: ambos flujos se realizan en contra de sus respectivo~
gradientes.
El sistema necesita energía. que se obtiene de la hidrólbis del ATP. Para
ello, la Na•K•-ATPasa catal iza dicha hidrólisis mediante una reacció n que re-
quiere la presencia no sólo de Na• y de K• sino también de Mg1 • El ATP se
une a un sitio específico de la subunidad a en la cara citosólica de la mem-
brana y su hidrólisis se halla acoplada al transporte de los iones. Cada ATP
que se hidroilza posibilita el transporte Je tres Na• hac ia e l espacio ex tracc-
lular y de dos K hacia el citosol El resultado del funcionamiento de la bom-
ba puede resum1r.-.e mediante esta ecuación:
•• • •
••••
••••••
ñITtITñtrr
~ll~UliUU
••••••
•• •
•••••
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66 ■ IJl()LOGIA CELULAR Y MOLECULAR
LUZ DEL INTESTINO la Na•K+-ATPasa actúa como una ATP sintasa. No obstan-
te, normalmente la bomba actúa de acuerdo con la ecua-
ción antedicha: expele tres Na• por cada dos K• que ingre-
san (fig. 3-26). Ello crea la diferencia de voltaje (o el po-
tencial eléctrico) que existe entre ambos lados de la mem-
Unión oclusiva
brana plasmática, donde el lado citosólico es normalmen-
te electronegativo con respecto al lado extracelular (fig.
3-26). A las bombas que generan potenciales eléctricos de
membrana se las define como electrogéllicas.
Durante su funcionamiento, la Na•K+-ATPasa atra-
viesa ciclos de fosforilación y desfosforilación que de-
terminan cambios alternados en su forma. De los meca-
nismos propuestos para explicar cómo actúa la bomba,
el que más se ajusta a los resultados experimentales es el
siguiente:
1) En las subunidades a existen sitios de alta afinidad
Na"' • ■ K' Glucosa para tres Na•, un ATP y un Mgh, fácilmente acces ibles
desde la superficie cit0sólica de la membrana plasmática.
Fig. 3-27. Transpone trnosce- Cuando se produce la hidrólisis del ATP. se libera el ADP y el tercer fosfato es
lular de glucosa en el epiteUo transferido a un ácido aspártico de una de las subunidadcs a., lo cual propicia
lntestiual. A raíz de In prese11-
c1il de uniones oclusivas entre la fijación de tres Na+ en el interior del transportador.
lus células epiteliale; (cap. 2) Pronto se produce un cambio conformacioaal en la estructura de la per-
6-11), la glucosa débe atrave- measa. Como resuhado, los Na+ quedan expuestos hacia el lado exterior de la
SIIT lus célulit> para llegar a los
cupilnrcs sanguíneos situados célula. Además disminuye su afinidad por las subunidades a, por lo que los
debajo del epitelio. AuJ1que la Na• son liberados en el med io extracelular.
glucosa ingresa en la célula en 3) Entre tanto, dos K+ del líquido extracelular se unen a la permeasa y se
contra de su gradiente, lo ha-
ce pasivamente. Ello se debe fijan en sus sitios en las subunidades a. Esta unión provoca la liberación del
11 que enlnl junto CQn el Na- a fosfato ligado al transportador.
lmvés de una pcrmeasa co- 4) Tal desfosforilación hace que el transportador recupere su configura-
lntnsportudora pasiva. Sin
cmburgu, este transpone de ción original. por lo cual los K• quedan expuestos hacia el interior de lacé-
glucosa insume energía, ya lu la Dado que además disminuye su afinidad por las subunidades a, estos io-
que e l Na• debe ser expuJsado nes ingresan en el ciwsol, lo cual completa el ciclo.
hacio la mau·jz extraceluhtr
por el lado opuesto de la célu-
lil mediante una permeusn ttC· J-20. Algunos fármacos cardiotónicos inhiben la bomba de Na•K•
1iva. la bomba de Na•K•.
La Na•K•-ATPasa es inhibida por fármacos del tipo de la ouabafoa y la
digitoxi11a -ampliamente utilizados como cardiotónicos- , los cuales blo-
quean el contratransporte de Na• y K• en concentraciones de w-sM. Estas
sustancias actúan en la superficie de las células uniéndose a los sitios de las
subunidades ex reservados para los K•. La inhib ición de la bomba de Na•K+
se debe a que los cardiotónicos, al competir con el K+, impiden la libera-
ción del fosfato ligado a la subunidad a de l transportador. Como conse-
cuencia, el sistema se bloquea y disminuye la salida de Na+ al medio ex-
tracelular. Esto hace caer el rendimiento de un contratransportador pasivo
-el de Na+ y Ca2• - • mediante el cual ingresa Na• en Ja célula y sale Ca2•.
Dada la menor oferta de Na• desde el líquido extracelular, se inbibe su in-
tercambio con el Ca2•, que se retiene ea el citosol. La mayor concentración
de Ca 2• citosólico bace contraer a las células muscu lares cardíacas con más
fuerza (caps. 5-33 y 5-34).
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3. MEMBRANAS CELULA RES 67
71
La concentración de Ca2 + en el c itosol se UnKln oclusiva
\--, ]
plasmática como en la membrana del retícu-
lo endoplasmático (o del retículo sarcoplas-
mático, en la célula muscular) existen bom-
bas de Ca1• que transfieren el catión desde el co2 +H2 o \
ci1osol hacia e l espacio extracelu lar y hacia
el interíor del ci1ado retículo, respectivamen-
te. La bomba de Ca2+ posee sitios específicos
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68 BlOLOGlA CELULAR Y MOLECULAR
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3. MEMBRANAS CELULARES ■ 69
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70 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
i l
A
t t
cr cr
3-29. La pared celular contiene un reticulo microfibrilar
La estructura de la pared celular puede ser comparada con la de un plásti-
co reforzado con fibras de vidrio, ya que está constituida por un retícu lo mi-
crofibrilar incluido en una matriz de moléculas unidas entre sí.
Las microfibrillas de la pared celular están compuestas principalmente por
cel ulosa , el producto más abundante en la Tierra. Se trata de cadenas rectas
de polisacáridos formados por unidades de glucosa, ligadas por enlaces !31-4
(fig. 3-30). Estas son las cadenas de glucano, que mediante uniones de bidró-
geno intramoleculares e intermolecu.lares producen la unidad estructura.! o
microfibrilla, la cual tiene 25 nm de diámetro y está compuesta por casi
2.000 cadenas de glucaao. Las microfibrillas de celulosa se asocian entre sí
y componen un enrejado semicristalino, que se combina con proteínas y con
polisacáridos ao celulósicos para formar la pared celular.
La matriz de la pared celular contiene algunos polisacáridos y lignina, el
principal componente de la madera. Los polisacáridos más importantes son:
1) sustancias péctícas solubles en agua, que contienen galactosa, arabinosa y
ácido galacturónico, y 2) hemicelulosas, compuestas por glucosa. xi losa, ma-
nosa y ácido glucurónico. La lignina se encuentra sólo en las paredes de las
células maduras y está formada por un compuesto aromático derivado de la
polimerización de fenoles.
Algunas paredes celulares pueden tener sustancias cu liculares (ceras) y
depósitos minerales. como silicatos y carbonatos de sodio y de magnes io. En
los hongos y las levaduras la matriz de la pared celu.lar contiene qu itina, un
polímero de la glucosamina.
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i!-Glucosa
i / - -
Celulosa Fibrilla elemenlal Corte ltansversal Parte de una
(mlcela) de una mlctofibrilla macrofibrilla
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72 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Citosol 4
4-1. Introducción
En el capítulo J-3 se vio que las células eucariotas poseen algunas seme-
janzas con las procariotas. Así, el citosol -o matriz citoplasmática- de la
célula eucariota contiene muchos de los componentes que se encuentran en
el protoplasma de la bacteria. por ejemplo, complejos enzimáticos de diver-
so orden y molécu las de ARN ribosómico , mensajero y de transferencia. Las
diferencias entre ambos tipos celulares están dadas por la presencia en lacé-
lula eucariota de varias estructuras singulares, como el núcleo, el citoesque-
leto. los organoides que integran el sistema de endomembranas. las mltocoo-
drias, los cloroplastos (en la célula vegeta l) y los peroxisomas.
La célula cucarima se halla clividjda en numerosos compartimientos, en-
tre los cuales sobresale el núcleo. La parte de la célula que no corresponde al
núcleo -es decir, el ci toplasma- puede ser subdividida esquemáticamente
en dos espacios, el correspondiente al citosol y el encerrado en el interior de
los organoides. En este esquema, el citosol es considerado como el verdade-
ro medio interno celular, que se extiende desde la envoltura nuclear hasta la
membrana plasmática y que Jleua el espacio no ocupado por el sistema de en-
domembranas. las milocondrias y los perox1somas (fig. J-6).
Bn promedio, el ci1osol representa el 50% del volumen del citoplasma, ci-
fra que aumenta eo las células .:mbrionarias y en las menos diferenciadas.
BI pH del citosol es de 7.2.
L ERRNVPHGLFRVRUJ
74 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
4. CITOSOL 75
~{l ~
se generan gotas de grasa qu ~~mw, DE.) ntos importantes de la
leche. Durante la secreción mamaria, cada gota sale de la célula envuelta por
una fina capa de citosol rodeada por una fracción de la membrana plasmáti-
ca (secrecüJn apocrina) (fig. 4-2).
En algunos tipos celulares el citosol contiene pigmentos (sustancias con
color propio) que se elaboran ea la misma célula o provienen del exterior. El
más difundido es la lipofusci11a . de color marrón, compuesto por fosfolfpidos
combinados con proteínas. Debido a que aumenta con la edad, se lo conoce
como pigmento de desgaste (cap. 7-33).
Finalmente. en el citosol de algunas células hay cristales de proteínas, de
significado por lo general desconocido.
CITOSOL
l~ ~~ Rellculo eodoplasmatioo
Núcleo
o
Peroxfsoma
Fig. 4-3. Destinos de las proteínas
sinlctizadas en los ribosomas cito-
Mrtocondna sólicos.
ERRNVPHGLFRVRUJ
76 ■ BIOLOO IA CELULAR Y MOLECULAR
Chaperonina
ERRNVPHGLFRVRUJ
4. CITOSOL ■ 77
soma, cada proteína citosólica se asocia con sucesivas chaperonas hsp70, cu-
ya función es prevenir el p legamiento prematuro -a menudo errado- de los
tramos proteicos que van saliendo del ribosoma. Además evitan que la pro-
teína naciente se combine con moléculas inapropiadas. Cuando la proteína
termina de sintetizarse, se desprende del ribosoma y de las chaperonas hsp70,
concluye su plegamiento y se instala en el citosol. No obstante, si algunas de
sus partes no se plegaron o lo hicieron mal, ingresa temporalmente en una
chaperona hsp60, dentro de la cual -aislada de los demás componentes ci-
tosólicos - termina de plegarse o deshace su plegamiento inc01Tecto y se
pliega de nuevo. tratando de hacerlo sin errores.
Las prote/nas destinadas al sistema de endomembranas. a diferencia de las
citosólica~. debido a que a medida que salen del ribosoma ingresan en el re-
tículo endoplasmático. se pliegan en la cavidad de este organoide, que cuen-
ta con chaperonas hsp70 (cap. 7-J 2).
Respecto de la.~ proteínas destinadas a las mitocondrias. desde que salen
del ribosoma son asistidas por chaperonas hsp70 citosólicas. las cuales las
mantienen desplegadas hasta que llegan a su paradero. En el capítulo 8-28 se
verá que se pliegan después que se incorporan a las miLocondrias, en cuya
matriz hay chaperonas hsp70 y hsp60.
Opuestamente, las proteínas destinadas a los peroxisomas los abordan
después de haberse plegado en el citosol (cap. 10-5), de lo cual se deduce que
se pliegan con la asistencia de chaperonas hsp70 y hsp60 cirosóLicas y que los
peroxisomas carecen de chaperonas.
Lo mismo ocurre con las proteínas destinadas al núcleo, que tampoco posee
chaperonas. En el capíLulo 12-4 se analizará cómo estas proteínas - plegadas
en el citosol- atraviesan los poros de la envoltura nuclear, y en el capímlo 11-6
se verá que algunas lo hacen asociadas a chaperonas de la familia hsp90.
Debe agregarse que las chaperonas consumen energía derivada del ATP y
que pueden ser reutilizadas apenas concluyen sus funciones .
ERRNVPHGLFRVRUJ
78 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
Ollgopép\ldos r,.J
r-....,,...._,
~ f"'v
Ublqulllna
Pollpéptldos
PAOTEASOMA reguladores
l<'ig. 4-5. Oégrat.lación de pro- a la proteína que debe degradarse. Puesto que el proceso de transferencia en -
tcínmi en el proteasomll.
Lre lru, enzimas El y E2 se repite varias veces, la proteína queda conectada
con una corta cadena de ubiquiLinas.
De inmediato este complejo es reconocido por los polipépLidos regulado-
res de uno de los casquetes, los cuales separan a las ubiquitinas. deshacen el
plegamiento de la proteína y la introducen en la cavidad del proteasoma, don-
de es degradada por las proteasas. Se originan oligopéptidos cortos. los cua-
les salen de l proleasoma y se vuelcan en e l citosol.
El proceso descrito consume energía. Esta es cedida pOr moléculas de ATP. de
cuya hidrólisis se encargan seis ATPasas situadas en los casquetes del proteasorna.
Cuando finaliza la degradación de la proteína, el proteasoma y las ubiqui-
Linas quedan disponibles para su reutilización.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Citoesqueleto
Forma y motilidad 5
5-1. El ritocsqucleto está compuesto por tres tipos de filamentos
y nurnerosas proteínas accesorias
Las células eucariotas poseen un armazón proteico filamentoso desplega-
do por todo el c itosol, al que se Je ha dado el nombre de citoesqueleto. Está
integrado por tres clases de mamentos - los filamentos intermedios, los mi-
crotúbuJos y los filamentos de actina (fig. 5-1)- y un conjunto de p roteínas
accesorias, clasificadas como reguladoras, ligadoras y motoras.
Las protefoas reguladoras controlan el nacimiento. el alargamiento, e l
acortamiento y la desaparición de los tres filamentos principales del citoes-
queleto. Estos procesos se basan en las propiedades moleculares de los fi-
lamentos. puesio que son polímeros integrados por unidades monoméricas
-dispuestas linealmente- que pueden sumarse o restarse.
Las proteínas ligadoras conectan a los filamentos entre sí o con otros
componentes de la célula.
Las proteínas motoras sirven para trasladar macromoléculas y organoides
de un pun10 a otro del citoplasma. También hacen que dos filamentos conti-
guos y paralelos entre si se deslicen en direcciones opuestas, Jo cual consti-
tuye la base de la motilidad, la contracción y los cambios de forma de lacé-
lula. Esta propiedad le confiere una función adicional al citoesqueleto, la de
ser el "sistema muscular'' de la célula. es decir, la citomusculatura . El ejem-
plo más estructurado de interacción entre füamentos y proteínas motoras se
encuentra en la miofibrilla de la célula muscular esquelética, en la que com-
ponen un armazón macromolecular adaptado para la contractilidad.
El citoesqueleto da la forma -estable o cambiante - a las células, como
resultado de la interacción de los tres tipos de filamentos con distintas proteí-
nas accesorias.
En primer término serán analizados los filamentos intermedios, luego los
microtúbulos y finalmente los filamentos de actina, cada uno con sus respec-
tivas proteínas accesorias.
Mterotllbulos
ERRNVPHGLFRVRUJ
80 BIOLO(;IA CELULAR Y MOLECULAR
ALAMENTOS INTERMEDIOS
5-2. El diámetro de los filamentos intermedios es de 10 nm
En el citoesqueleto de la mayorfa de las célula~ existen filamentos de 10 nm
de diámetro; se denominan intermedios porque tienen un grosor menor que el
de los microtúbulos y mayor que el de los filamentos de actina (fig. 5-1).
La composición química de los filamentos intermedios es diversa. Por
esta causa, aunque también por su morfología y su distribución en las distin -
tas clases de células, se los agrupa en seis tipos, llamados: 1) lamino-filamen-
tos; 2) filamentos de queratina; 3) filamentos de vimentina; 4) filamentos de
desmina; 5) filamentos gliales, y 6) neuroíilamentos.
Todos los filamentos intermedios muestran la misma organización estruc-
tural. Se trata de polímeros lineales cuyos monómeros son proteínas que pre-
sentan una estructura en hélice o. fibrosa (fig. 5-2). Esto los diferencia de los
microtúbulos y los fi.lru:nentos de actina, que poseen monóroeros globu lares.
Las proteínas fibrosas están integradas por una sucesión de secuencias
idénticas de siete aminoácidos cada una ( ...abcdefgabcdefgabcdefg ... ), lo que
les permite combinarse entre sf lado con lado y componer dímeros lineales.
En virtud de que los dímeros vuelven a combinarse entre sí -también de a
dos, pero en forma desfasada y antiparaJela- se generan tetrámeros como los
ilustrados en la figura 5-2. A continuación, los tetrámeros se conecran por sus
extremos y dan Jugar a estructuras cilíndricas alargadas llamadas protofila-
me11tos. Los filamentos intermedios se forman con el concurso de cuatro pa-
res de protofilamentos, los cuales se adosan por sus lados y componen una
estructura fibrilar de 10 nm de grosor (fig. 5-2).
A pesar de las diferencias entre los monómeros de las distintas clases de
filamentos intermedios, casi todos se organizan de la forma en que se acaba
de describir. Los monómeros son codificados por multigenes que se expresan
de manera diferente en los distintos tipos de células. Más aún, a veces en una
línea celular se expresan sucesivamente varios de esos genes conforme avan-
za su diferenciación.
Los filamentos intermedios forman una red continua tendida entre la
membrana plasmática y la envoltura nuclear, alrededor de la cual componen
abcdefgabcdefgabcdefgabcdefgabcdefgabcdefgabcdefgabcdefg
Ji: e~
Monómero
l
: N ' 1 1 ' - - - - - - - - - - , r -C
1 Nt!:::======::::::::::Jr.C
.__ .
1
Dlmero
1 N - C 1
:~--:e
N-.s------------c l..X, Tetrámero
IC -JL. -ll,N :
'-------------------~
Ne, §i L"ri l§j §i L,N Protomamento
ERRNVPHGLFRVRUJ
S. CITOÉSQUE:LETO ■ 81
una malla filamentosa compacta (fig. S-3A). Otra malla como ésta cubre la
cara interna de la envoltura nuclear, de modo que se trata de filamentos in-
termedios que no se localizan en el citoplasma sino en el interior del núcleo.
La distribución de los filamentos intermedios puede apreciarse eo la figura
5-3B. que mues1ra a una célula epitelial tratada con anticuerpos antiquerati -
na fluorescentes.
Los filamentos intermedios con1ribuyen al mantenimiento de la forma
celular y estab lecen las posiciones de los organoides en el interior de lacé-
lula. No obstante, s u función principal es de índole mecánica, de ahí que se
encuentren mucho más desarrollados en las células sometidas a grandes
tensiones.
ERRNVPHGLFRVRUJ
82 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
MICROTUBULOS
5-4. El diámetro de los microtúbulos es de 25 nm
Los microtúbnlos son filamentos del citoesqueleto que se hallan en casi to-
das las células eucariotas y poseen un diámetro de 25 um (fig. 1-9). Se carac-
terizan por su aspecto tubular y porque son notablemente rectilíneos y unifor-
ERRNVPHGLFRVRUJ
5. CITOESQUl!LETO 83
mes. En los cortes lransversales presen tan una configuración anular, con una
pared de 6 nm de espesor y una luz central uniformemente clara (fig. 5-1).
De acuerdo con su localización, los núcrotúbulos se clasifican en: l) cito-
plasmáticos. presentes en la célula en interfase; 2) mitólicos , correspondien-
tes a las fibras del buso mitótico; 3) ciliares, localizados en el eje de los ci-
lios, y 4) centriolares, pertenecien tes a los centriolos y a los cuerpos basales.
Aunque todos los microtúbu los tienen las mismas características morfológi-
cas. difieren en unas pocas propiedades. Por ejemplo. los ciliares y los cen-
Lriolares son muy estables comparados con los citoplasmáticos y los mitóti-
cos, que cambian permanentemente de longitud.
Las proteínas accesorias de los microtúbulos (reguladoras. ligadoras y
motoras) reciben el nombre de MAP (por microtubule-associated proteins).
ERRNVPHGLFRVRUJ
1
84 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
+ --+
Protofílamenlo
Fig. S-S. Formación y organiza- Ad.emás de ser distintas, las dos subunidades de las tubulinas son muy afi-
ci\Sn estructur.il de los microtú- nes, lo cual permite que la subunidad a de cada tubulina pueda combinarse
bulos. Se ilustrJ el modo como
se comblnan las LubuLinas entre no sólo con la subunidad p del propio heterodímero. sino también -por me-
si pam formar la pared mbular, clic de su extremo libre- con la subunidad j3 de otra tubulina (fig. 5 -5). Por
incegmda por trece protofila- añadidura, los heterodímeros pueden unirse entre sí por sus flancos, y lo ha-
mentos.
cen de un modo tal que se cierran en círculo. Estas particularidades llevan a
la formación de una estructura tubular cuya pared parece estar integrada por
varios filamentos que recorren el eje longitudinal del microtúbulo , conocidos
como protofilamentos. Observado el microtúbulo en un corte transversal,
puede verse que contiene 13 protofüarnentos (fig. 5-5).
La figura 5-5 permite comprobar que existe un desfase entre las a -tubulinas y
las 13-tubulinas de los protofilamentos contiguos. Es por ello que en los cortes txans-
vei:sales de los microtúbulos no se observa una alternancia regalar entre las a-ru-
bulina~ y las j3-tubulinas sino dos o tres subunidades iguales contiguas (lig. 5-5).
Debido a la polaridad de las tubulinas, el propio microtúbulo resulta polariza-
do, ya que en uno de sus extremos quedan expuestas las subunidades a y en el
otro las subunidades f3. Los heterodímeros pueden agregarse (polimerizarse) o re-
tirarse (despolimerizarse) por ambos extremos. Como es obvio. durante la poli-
merización el microtúbulo se alarga, y durante la despolimerización se acorta.
Uno de los extremos del microtúbulo se llama más[+]; el otro. menos[-)
(fig. 5-6). Estas designaciones se deben a que por el extremo[+] el microtú-
bulo se alarga y se acorta más rápidamente que por e l extremo [-] (fig. 5-6).
[-) [+]
•••••• •••• •• ••••••••••••••••••••••••
- • e
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•
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5. CTTOESQUELETO ■ 85
(-]
7 [+]
_J
Fig. 5-?. Intercambio de las rubuli-
nas•GDP y de las LUbulinas-GTP
Tubullna-GOP
entre los microuíbulos y e l cirosol.
ERRNVPHGLFRVRUJ
86 BIOLOGIA CE!LlJLAR Y MOLECULAR
- Tubullna-GTP - Tubullna-GDP
ERRNVPHGLFRVRUJ
5. CITOE!SQUELBTO 87
+- Quinesina - - a . . . .
H [+)
dominio globular (o cabeza) y uno fibroso (o cola). El fibroso se conecta con Fig. 5- 11. Utilinción de lo,
el material a transportar y el globular se une al microtúbulo. microtúbulos como vías sobre
las cllllles se desplazan las
En la membrana de los organoides y de las vesículas transpo1tadoras se proteínas motoras dineína y
han identificado las proteínas transmembranosas quinectina y dinactina, quinesina para transporla.r
con las cuales se unen la quinesina y la dineína, respectivamente. matuiales entre t.lisLintos pun-
tos del cíLoplasma.
La energía consumida durante el transporte es aportada por el ATP, luego de
su hidrólisis por ATPasas presentes en las cabezas de las proteínas motoras. Se
ha calculado que la quinesioa se desplaza unos 8 nm por cada ATP hidrolizado.
Un ejemplo de 1ransporte mediante estas proteínas se observa en los me-
lanoci1os de la piel, cuyos gránu.los de melanina, ante determinados estlmu-
los, se deslizan a lo largo de los microtúbu los tanto centrípeta como centrífu-
gamen1c. Otro ejemplo corresponde a los axones, donde las quines in as con-
ducen molécula~ y vesículas desde el cuerpo neuronal hasta el terminal axó-
nico , y las dineínas las retoman.
Las neuronas contienen orra proteína motora ligada a los microtúbulos.
Se ll ama dínamina y, a d iferencia de la quinesina y la dineína, posee activi-
dad GTPasa. Además, como se verá ea el capílulo 7-37, en todos los tipos ce-
lulares la dinamina provoca el desprendimiento de las vesículas transportado-
ras que se generan mediante cubiertas de c latrina.
,-·-·-·--Q Oulneclina
!
Oulnes~ & . .
1-1 t
....................................
,, .............................. (+]
.,~ ............................
............~. . . . . . . . . . . . . .CI,
ERRNVPHGLFRVRUJ
88 BIO LOOIA C ELULAR Y MOLECULAR
5-11 . Los microtúbulos ciliares forman el eje de los cilios y los flagelos
Fíg. s. 1S.
Microtúbulos CI· Los cilios son apéndices delgados - de 0,25 µm de diámetro y varios mi·
liore~. Obsérvese su naci-
miento en el cuerpo basal o crones de largo - que surgen de la superficie de diversos tipos celulares (fig.
cinetosoma. 1-6). Los de mayor longitud se Uarnan flagelos. Cada uno está compuesto por
ERRNVPHGLFRVRUJ
5. CITOESQUELETO ■ 89
- - - --Nexlna
Doblete
Brazo
1'7.LJa-- - - Brazo
interno
Proteína
radial
Vaina
interna
Microtúoolo B - - - - - - - - - , . - - - - - - - - - Microtüoolo A
Doblete
Brazo
externo
Microtúbuto
central Vaina
Interna
Fig. S-16. Arriba. Esquema de un corte transversal del a.xonema que muestra la configuración 9 + 2 caracterfstica de los mi-
crot~bulos del cilio. La vista se dirige de la raíz a la punta del cilio. Debe resaltarse la disposición de los rnicrotúbulos perifé-
ricos, los cuales se hallan asociados entre sí de a pares. llamados dobletes. Obsérvense las distintas clases de proteínas ligado-
ras y cómo las proteínas motoras de dineína forman ..brazos" orieutados en la dirección de las agujas del reloj. Abajo. Micro-
grafía clectrónlca de un axonema revelado mediante ácido tánico. (De D. W. Fawcen.)
ERRNVPHGLFRVRUJ
90 B101.Q<JIA CELULAR Y MOLECUl,AR
Cada cilio nace en LLn cuerpo basal o cinetosoma (del griego ki11eetós, mo-
vible, y sóma, cuerpo), que es una estructura idéntica a un centrfolo del diplo-
soma. Los cuerpos basales y los centríolos serán analizados en la sección 5-14.
ERRNVPHGLFRVRUJ
5. CITOESQUE.LBTO ■ 91
una (sección 5-8). Las cola$ de la dineína ciliar están ancladas en el microtú-
bulo A de un doblete, miemras que las cabezas globulares -con sus respecti-
vas ATPasas- establecen uniones interrni1en1es con el microtúbulo B del do-
blele vecino. Así. las dinefnas forman puentes ínesLables entre los dobletes
contiguos.
Las dineínas se denonnnan iambién brazos internos y externos del axonema
(fig. 5-16) para indicar que algunas nacen ea el microtúbulo A en posiciones
más periférica:; respecto de otra.~. Si se mira al axonema desde la raíz del cilio,
dichos brazos se orientan en la dirección de la marcha de la~ agujas del reloj.
El movimiento ciliar se produce porque las cabezas de las dineínas reco-
rren un pequeño tramo del microtúbulo B hacia su extremo f-l (fig. 5-18)
(en la sección 5-8 señalarnos que esta clase de proteína motora se mueve
siempre en esa dirección). Debido a que los microtúbulos del axonema se
hallan fijos en sus posiciones dentro del cilio (mediante las proteínas Hgado-
ras) y sus extremos proximales están anclados en el cuerpo basal , el despla-
zanúento de las dineínas sobre el microtúbulo B bace que ambos dobletes se
curven, puesto que no pueden desplazarse linealmente en direcciones con-
trarias. Como ello ocurre con las dioeínas localizadas entTe varios de los
nueve dobletes. la suma de Fuerzas hace que todo el axonema se doble, lo
que genera el movimiento ciliar (fig 5-19). El desplazamiento de las dineí-
nas se produce corno consecuencia de la formación y la ruptura alternadas
de los puentes transversales de dineíaa. Este proceso requiere energía, que
es tomad,1 del ATP.
Durante el movimiento ciliar no todos los dobletes operan a la vez. Más
aún, se sospecha que los situados en un lado del axonema flexionan al cilio y Fig. 5-19. Movimiento ciliar.
Se produce ante la imp()sibili•
los del lado opuesto intervienen en el movimiento de retomo. dad del desliza,n iento de los
dobletes del axonema entre sí,
5-13. En el síndrome de Kartagcncr los cilios son por lo cual se doblan.
inmóviles
El sfodrome de Kartagen.er se debe a una o más
mutaciones de los genes que codifican a la dineína ci-
liar o a otras proteínas accesorias del axonema. Por
consecuencia, los cilios y los flage los son inmóviles,
lo que provoca cuadros de bronquitis crónicas y este•
rüidad en la mujer y en el varón (los cilios del árbo l
respiratorio y de las trompas uterinas y el flagelo de
los espermatozoides carecen de movimiento).
ERRNVPHGLFRVRUJ
92 BIOl,OGLA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
5 CITOESQUELETO 93
Vimos que cada cilio nace ele un cuerpo basal, el cual. como el cilio, se halla
perpendicular a la membrana plasmática (fig. 5-15). Cabe agregar que los micro-
rubulos A y B de los doblete.~ del c11Jo se conunúan con los m1crotúbulos A y B
de los lripletes del cuerpo basal. Se ignora el significado de los microtúbulos C
de los tripletcs y dónde se originan los microtúbulos centrales del axonema.
A menudo e l exlrerno libre del cuerpo basal muestra una raíz fibrilar cor-
ta que se interna e11 el citoplasma y que tiene por función sostener al cilio
Los cuerpos basales se diferencian de los centríolos del diplosoma por las
siguientes panicularidades: 1) los primeros se localizan cerca de la superlicie
celular {en la raíz de los ci lios) y los segundos cerca del núcleo (figs. 5-4A y
5-15). 2) los cuerpos basales no poseen la matriz centrosóm ica que envuelve
a los ccntríolos (fig. 5-23): 3) los cuerpos basales suelen estar formados por
una sola unidad mientras que los cenlriolos se presentan de a dos. ambos per-
pendiculares entre sí {fig. 5-23).
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94 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
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5 CITOESQUELETO 95
.
bles de la morfología de la parte periférica de la célula. Más aún. en la sec-
ción 5-32 veremos que forman el eje de las microveUosidades.
Acilna G
4--- -- - - • •
Farmina Fig. 5-26. Fom1ación y orgamza-
l
ción estrucmral del filamento de ac-
ti11a. Se ilusrrnn también la polime-
rización {alargamiento) y despoli-
1-1 l+J __.. ooo merización (acortamiento) del fila-
o--
O-+ -+-- 000 mento por sus dos extremos.
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96 BIOWGIA CELULAR Y MOLECULAR
Bomba de Na•K•
Fig. S-27. Esquema tle los fila-
mentos de acuna corticales en las nttHHffmflHí!llílfiffffmffff!lff ffffll1lflffffílH
células epiteliales, y de las proteí-
nas ligadoras que los sujetan a la
mn~YllllllMllMYm@Hmllü~H~MYllllll
membrana plasmática.
Actma
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5. C ITOESQUELETO 97
,
\ •••• g
- -Vesicula
lransportadora
Miosina 1
12 121 ■ r::::1-1
l+I -
,m11m1mnmmimmwm1rmri1mnw1m,1rm,u•1n•rm1
JU:uilll 1mUimil~~Ullllllll~~1W'1~':~f:&'fm1~1ic1¡lli!
Miosina 1
l+) IDl.i151:"1121! H II Qf& ii d-1
• .'!!- •
Mlosina V
Fig. 5-30. E-~quemas que ilustran el
(I] !lf 15 "6il liill "6il - 1-1 desplazamiento de las miosinas I. n
y V sobre los filamentos de actina.
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98 BIOLOGJA CELULAR Y MOLECULAR
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5. CITOESQUELETO 99
Debe agregarse que las fibras tensoras y los contactos focales se forman
mediante la inducción de la proteína Rho (por la letra griega p), que e.~ miem-
bro de una familia de GTPasas que actúan asociadas a las proteínas regula-
doras GEF y GAP, de cuyo análisis nos ocuparemos en el capítulo 7-38.
De igual modo que en Jas células epiteliales, las fibras tensoras sirven co-
mo vías para transportar organoides por el citoplasma. con in1ervención de la
miosina I y la miosina V (secciones 5-23 y 5-28).
Ca2•
/ l Gelsolina Q
Alamina
~ Fig- 5-32, Intervención de las pro-
,.. teínas filamina y getsolina en el
armado y el desarmado, respecti-
vamente. de los andamios de acti-
~~ na en la coneza de las células co-
oectivas.
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BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
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S. ClTOESQUELETO 101
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102 BIOLOOIA CoLULAR Y MOU,CULAR
' \
''
del tubo neural
' 'I , . En la sección 5-9 se anal izaron la función que desempeñan los micro-
túbulos durante el alargamiento del axón y la participación de la proteí-
na motora dinamina en la migración del cono de crecimiento.
''' t
Neuron>\
1
t r t
f
[f
5-29. Durante la histogéncsis del sistema nervioso central
algunas neuronas migran conducidas por las células
:t ,¡'\
gtiales radiales
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5. CITOESQUELETO 103
que como rayos recorren la pared del lUbo neural primitivo desde su luz cen-
tral hasta su superficie excerna.
No se conoce el mecanismo migratorio, aunque se ha descubierto una pro-
leína que permite el establecimiento de uniones intermitentes entre la mem-
brana plasmática de la neurona y la membrana plasmáLica de la célula glial
radial, imprescindibles para la reptación. La proteína se llama astrotactina
en virtud de que las célu las radiales se convierten en astrocitos una vez ter-
minada la migrnción.
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104 ■ Bl()LOC11A CELULAR Y MOLECULAR
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S. CITOESQUELETO ■ 105
Membrana
plasmática
Fig. 5-39. Fibrns del músculo estriado en las que se ilustran las miofibrillas con sus sarcómeros (obsérvense las bandas A e 1
y los discos Z). el retículo sarcoplasmático y In membrana plasmática . Los robulos T son invaginaciones de la membrana plas-
mático que se vinculan con el retículo sarcoplasmátíco. organizadas para conducir impulsos desde la superficie de la célu la al
iruerior de és1a, n fin de que LO<las la.~ miofibrillas se concraigan sincrónicamente.
,, • ,. t
,
,
.. ,, Fíg. 5-40. Arriba. Representación de
un corte loogimdinal del sarcómero.
.......
,., ....,,,,
t '
Abajo. Cortes transversales e.n la~
distintas regiones del sarcómcro. Ob-
/ sérvese que las bandas I tienen sólo
filamentos de actina. las bandas H,
'
2 L__~__J
- - + - - -- - A - - ----,f---
2
-----♦
sólo miosina Il, y las bandas A, fila-
mentos de ne tina y miosina a.
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106 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
Fig. 5-41. Micrograíla elec- versales se comprueba que la banda 1 conliene ún icamente filamentos de ac-
trón ica cJe cuatro miofibrrnru. tina, la banda H sólo fibras de miosina Il, y la banda A ambos componentes.
en las que se observan lo~ iar-
cómeros. con los di~cos Z y En la banda A cada fibra gruesa de mios ina aparece rodeada por seis filamen-
las bandas H. A e 1. Se aprecia tos de actina, y cada uno de éstos por tres fibras de mioslna; por consiguien-
tamhién el retículo sarcoplt\S- te , el número de filamentos de actina duplica al de fibras de miosina. Por otro
mático (RS) entre las mioíi-
bri llas. 60.000x . (Cortesía de lado, los cortes transversales a nivel de la línea M revelan la ex_istencia de
H Huxley.) puentes proteicos entre las fibras de miosina.
Es necesario describir cómo se asocian los monómeros de miosina II pa-
ra focmar las fibras gruesas interpuestas entre los filamentos de actina. Ca-
da una de estas fibras se halla integrada por numerosas molécu las de miosi-
na rr. cuya combinación da lugar a una estructura bipolar con forma de va-
ra (fig. 5-42). Esta exhibe una zona "lisa" en medio de dos regiones " rugo-
sas", que se ven así por la presencia de las cabezas de las miosinas ll, las
cuales se proyectan desde la fibra como si fueran brazos (la figura 5-43
muestra que la zona "lisa" corresponde a la banda H del músculo contraído).
En la figura 5-42 puede observarse que las cabezas de las miosinas Il están
opuestamente orientadas en las dos regiones rugosas , lo que le da a la fibra
gruesa su condición bipolar.
Las cabezas de las miosi nas íl surgen del eje fibroso a intervalos regula-
res de 7 nm y con una diferencia angular entre ellas de 60º , por lo que en con-
junto describen, a lo largo de dicho eje, una trayectoria helicoidal (fig. 5-42).
Debido a esta disposición. cada fibra de miosina ll interactúa simultáneamen-
te con los seis filamentos de actina que la rodean (fig. 5-40).
Los cambios que ocurren en el sarcómero durante la contracción de lacé-
lula muscular pueden observarse con los microscopios de fase y de interfe-
rencia (caps. 23-7 y 23-8). La banda A no se modifica. pero las hemibandas
I se acortan en fonna proporcional al grado de contracción. El acortam iento
de las bemibandas I se debe a que los discos Z se acercan mutuamente. Al ha-
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5. CITOESQUELETO 107
,
§ .MIIIMtt
1
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la'acln J; e
Contracción I• 1 ,
:L'
._,_ JJ
1 i
f: : ::::ía :Et1 1 Contracc~n maxima 1 :n.:¡°., J
Flg. 5-43. Izquierda. Esquemas que muesrrun, en un conjunto de seis sarcómeros. el mecanismo de relajac16n-comracci6n del
milscu_lo estriado. OUJ'ante In rehijación In bandas H·sc amplían. Durante la contracción los filamentos de accina se deslizan ha-
cia las !!neas M y el ancho de lus bandas H se reduce. Con la comracción máxima los extremos libres de los filamentos de ac-
tina pueden llegar hasw las líneas M. Derecha. Esquemas tridimensionales de un sarcómero del músculo estriado en esiados
de relajación , cot!U"accióo y contTacción máxima.
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108 BIOLOGIA CELULAR Y MOl..ECUI. AR
o ....-......._...
Tropomlosina
T
••
C
Troponinas
Actina
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5. C!TOESQUELETO 109
tos de actina en una posición tal que impide la unión de las cabezas de la mio- Fig, 5-46. Desplazamiento de
sina 11 con dichos fílamentos (fig. 5-46). Esa posición es controlada por la la troponúosi□ a ames dé la
unión de la cabeza de la mio-
troponina !, así llamada porque inhibe el corrimiento de la tropomiosina. sina 11 con el fi lamento de ac-
El aumento de Ca2• en el citosol hace que el ion se una a la troponina C tina (véase fig. 5-44B).
(ésta es semejante a la proteína calmodulioa, que analizaremos en el capítu-
lo 11-18). El complejo Ca2• -tropooina C bloquea la acción de la troponina I,
lo que pennite que la tropomiosina cambie de posición con respecto a los fi-
lamentos de acuna y las cabezas de la rniosina TT puedan unirse a ellos. La fi-
gura 5-46 muestra esa reacción; obsérvese a la molécula de troporniosina en
sus dos posiciones, correspondientes a los estados de relajación y de contrac-
ción del músculo.
En los discos Z se encuentra la proteína ligadora a-actinina. En ella sean-
clan 110 sólo los filamentos de actina sino también los de titina, una proteína
Ligadora que se extiende hasta el centro del sarcómero, es decir. hasta la línea
M (fig:. 5-47). La Litina desempeña dos funciones: mantiene a la fibra de mio-
sina a en su posición y, debido a que tiene un segmento que se comporta co-
mo un resorte. restablece la longitud de reposo de la célula durante la relaja-
ción muscular. La tiliaa es la proteína más grande detectada en el organismo
humano; pesa nada meaos que 3.000 kDa y está compuesta por una cadena
lineal de casi 27. 000 aminoácidos,
Cada filamento de actina se halla asociado a otra proteína gigante Uama-
da nebulina, que tiene por función detennlnar el largo del filamento durante
la miogénesis y conferirle rigidez (fig. 5-47).
Las miofibrillas se hallan unidas por sus lados mediante filamentos inter-
medios de desmina (sección 5-3). Gracias a ellos se evita la pérdida del ali-
neamiento de los sarcómeros en e l interior de las células musculares ante las
fuertes tensiones mecánicas a que están sometidas.
Finalmente, por debajo de la membrana plasmática la célula muscular
posee la proteína ligadora distrofina. Es semejante a la espect..rina (sección
5-32) y conecta a los fi lamentos de actina localizados en la periferia de lacé-
,z
1 _ _......,_ _ _ _ _ _ A
Actina
1
~ - --
Miosina 11
~1 -
M
--------1----
- ~
Tltlna
1
- s.
1 111 l
111
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110 BIOLOGJA CELULAR Y MOLECULAR
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5. CITOESQUBLETO 111
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~
'~o~~\.f..~
MATRIZ EXTRACELUI.AR
6-2. La matriz extracelular contiene elementos fluidos y fibrosos
Las funciones más importantes de la matriz extracelular son: l} rellenar
los espacios no ocupados por las células; 2) conferir a los tejidos resistencia
a la compresión y al estiramiento; 3) constituir el medio por donde llegan los
nutrientes y se eliminan los desechos celulares; 4) proveer a diversas clases
de células de puntos fijos donde aferrarse; 5) ser un vehículo por donde mi-
gran las células cuando se desplazan de un punto a otro del organismo; 6) ser
un medio por el que arriban a las células las sustancias inductoras (señales)
proven ientes de otras células (cap. 11-2).
Los componentes de la matriz extracelular pueden clasificarse en fluidos
y fibrosos. Los fluidos corresponden principalmente a glicosaminoglicanos y
proleoglicanos (cap. 2-6), míentras que los fibrosos se dividen en proteínas
estructurales (colágeno) y proteínas adhesivas (fibronectina, laminina).
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114 B10LOGJA CELULAR Y MOLECULAR
Acido
hialurónico
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6. UN ION DE 1.AS CELU LAS ENTRE sr Y CON LA MATRIZ EXTRACELLILAR 115
--:;, ~ - = - -Tropocolágeno--- - - -
Colágeno
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J16 ■ BfOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
J-----4-- - Placa
discoidal
lntegrlna
Lamlnina
Fig. 6-3. Representación c:squenul- Cola.geno IV
tica de un hemidcsmosoma.
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6 UNION DE LAS CELULAS ENTRE SI Y CON LA MATRIZ EXTRACELULAR 117
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118 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
~-
:=X:;-.-c¡nturon adhes(Vo
Desmosoma~ .,_--.. Surge de lo expuesto que antes de unirse en forma es-
table las células deben reconocerse y adherirse. Hoy se
acepta que estos tres procesos corresponden a etapas su-
cesivas de un mismo fenómeno . En las próximas seccio-
nes se verá que algunas uuiones estables contienen cadhe-
Unión comunlcante-d::: Hemidesmosome rinas. es decir. moléculas con propiedades idénticas a las
~
CAM dependientes de Ca2• que actúan durante el recono-
cimiento y la adhesión celuJar.
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6 . UNION DE LAS CELULAS ENTRE SI Y CON LA MATRIZ EXTRACELULAR ■ 119
o • o
º•
•
o
o
6- 11 . La unión oclusiva impide el pasaje de sustancias por Fig. 6-9. Unión oclusiva en
la que se veo tres hileras pro-
el espacio intercelular teicas paralelas eocre sf y los
La unión oclusiva (Uamada también unión estrecha o zonula occludens) puentes que las conectan .
Las hileras y los puentes se
adhiere fim1emente las membranas plasmáticas de las células epiteliales componen de ocludinas y
contiguas por medio de una franja de conex.ión no muy ancha, situada inme- claudinas.
diatamente por debajo de la superficie libre del epitelio
(fig. 6-7). Dado que en los epitelios cada célula se halla
rodeada por otras, en una célula individual la unión oclu-
siva compone un anillo que circunda sus paredes latera-
les (fig. 6-8).
A nivel de la unión oclusiva las membranas plasmáticas
de las célu las enfrentadas contienen, entre otras. dos clases
de proteínas integrales, llamadas ocludinas y c laudinas .
Como muestra la figura 6-9. se disponen de modo tal que
forman tres o más hileras paralelas a la superficie del epi-
telio. En cada hilera las ocludinas y las claud.inas están uni-
das entre sí como las cuentas de un collar. y cada proteína
se adhiere fianemente a otra similar de la membrana
opuesta, lo cual ocluye el espacio intercelular. En· la figura
6-9 puede verse que las hileras de ocludinas y claudinas
parecen "costuras" y que éstas se baUan interconectadas
pór puentes de igual composición.
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120 BIOLOOIA C ELULAR Y MOLEC UI..AR
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6. UNION DE LAS CEJ_ULAS ENTRE SI Y CON LA MATRIZ EXTRACELULAR ■ 121
,, __ _ FIJamentos
FIiamentos intermedios
de actina
'----<>---Cadherinas
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122 BIOLOGtA CELULAR Y MOLECULAR
En el capítulo 5-34 se vio que los discos intercalares que ligan a las célu-
las musculares cardíacas contienen desmosomas asociados con filamentos de
desmina.
Conexón
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r 6 , UNION DE LAS CELULAS ENTRE SI V CON LA MATRIZ EXTRACELULAR
cina, pero no las macromoléculas. Tales pasajes indican que existen acopla-
mientos metabólicos y eléctricos entre las células contiguas.
La eslrucLUra de los conexones es comparable a la de los cana les ióni-
cos descriptos en el capítulo 3 - 14. Debe recordarse que los canales depen-
dientes de voltaJe y de ligando están compuestos. respectivamente, por
cuatro y cinco proteínas transmembranosas. en lugar de las seis de los co-
nexones. Estos , como los canales iónicos, no son estructuras estáticas, ya
que tienen la capacidad de abrirse y de cerrarse. Comúnmente se hallan
abiertos , y se cierran cuando aumenta la concentración de Ca 2.. en el cito-
sol. La figura 6-12 muestra que el cierre obedece a un cambio de inclina-
ción de las conexinas.
Las conexina~ contienen cuatro dominios transmembranosos y sus extre-
mos amino y carboxilo se hallan orientados hacia el citosol. El dominio con-
uguo al extremo carboxilo tiene una función importante debido a que su fos-
Forüación modifica la posición de la conexina y lleva al cierre del conexón.
Dado que en una unión comunicante la clausura de un conexón se produ-
ce independientemente del otro, el cierre del canal puede ser consecuencia de
la clausura de uno de los conexones so lamente.
El cierre de las uniones comunicantes adquiere gran importancia en las
muertes celulares. no sólo en las programadas sino también en las accidenta-
les (cap. 22-4). Así, en las células moribundas se produce un aumento en la
concentración del Ca1' citosólico, que provoca el cierre de los cooexones pa-
ra que no pasen a las células vecinas elementos que puedan dañarlas.
A través de las uniones comunicantes circulan: 1) nutrientes; 2) desechos
metabólicos; 3) sustancias que actúan como señales. por ejemplo, los morfó-
genos durante la dLfcrenciación celular (cap. 21- 12) o las moléculas que sin-
cronizan el movimiento de los cilios en los epitelios (cap. 5-12); 4) potencia-
les eléctricos de acción. como los que se transmiten por los discos intercala-
res del músculo cardíaco para sincronizar las contracciones de sus célu las
(cap. 5-34), o entre las células musculares lisas de algunos órganos tubulares
(intestino, epidídimo) a fin de que sincronicen sus contracciones peri stálticas.
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124 BIOLOGlA CELULAR Y MOLECULAR
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Mitocondrias
Energía celular I 8
8-1. La mayor parte de la energía que usa la célula
es provista por el ATP
Las células necesitan energía para realizar casi todas sus actividades, al-
gunas de las cuales se ilustran en la figura 8-l. La energía es tomada de mo-
léculas de ATP. Estas, a pesar del insignificante espacio que ocupan, permi-
ten tener al alcance una grao cantidad de energía de fácil disponibilidad, de
modo que pueda ser utilizada tan pronto y donde se la necesite. La energía se
halla depositada en las uniones químicas entre los fosfatos del ATP -unio-
nes de alta energía-, aunque suele utilizarse solamente la que involucra al
fosfato terminal (figs. 2-3 y 8-2). Así. cuando el ATP se bjdroliza, junto con
la liberación de energía se genera ADP y Uñ fosfato (fig. 8-3). Como vemos,
el ADP se comporta como una pequeña "batería descargada". que al cargar-
se por la unión de un fosfato se conv ierte en ATP, la "batería cargada".
Las LtSinas generadoras de moléculas de ATP son las müocoodrias. que to-
man la energía depositada en las uniones covalentes de las moléculas de los
alimentos y la transfieren al ADP. Una vez formado, el ATP sale de la mito-
condria y se difunde por la célula, de modo que su energía puede ser usada
para las distintas actividades celulares. Al removerse la energía del ATP, se
reconMituye el ADP, que reingresa en las mitocondrias para rec ibir una nue- Fig. 8-1. Esquema que mues-
va ''carga" de energía. tra a la mitocondria como la
Las células poseen una enorme cantidad de rnitocondrias, cada una de las planta de producción energé-
tica de lo célula . El ATP pro-
cua les produce innumerables moléculas de ATP. Estas, como las mitocon- ducido se empica, entre otras.
drias , se localiwn cerca de los sitios de consumo. en las funciones i-ndicadas.
__)
---
da por los animales herbívoros, que a su vez sirven de ali-
mento -y fuente de energía- a los animales carnívoros.
La5 sustancias alimenticias se clasifican en hidratos de 02/
HIDRATOS OE CARBONO C02 • H20
carbono, grasas, proteínas. minerales y H20, a los cuales LIPIOOS
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166 BIOLOGlA CFJ.ULAR Y MOLECULAR
o o o o o o
11 11 11 11 11 11
R- 0 - P- O-P-O- P-0" ~ H10 ;=:=:::! R-0-P-O-P-O- • HO-P-0" +
1
o-
1
o·
1
o· 6- 6- 1
o-
ATP AOP PI
ERRNVPHGLFRVRUJ
8. MITOCONDRIAS 171
Las grasas aportan más energía que los hidratos de carbono por la canti-
dad de NADH y FADH2 suplementadas que se generan durante la i3-0JC.ida-
ci6n de los ácidos grasos, proporcionalmente mayor que las producidas por
la glucosa durante la glucólisis y la descarboxilación oJCidativa.
ERRNVPHGLFRVRUJ
172 BTOLOGIA CBLULAR Y MOLECULAR
8) Dos lipos de ARNr, los cuales forman ribosomas parecidos a los cito-
sólicos (fig. 8-9).
9) Veintidós tipos de ARNt para los veinte aminoácidos.
Membrana interna. La membrana interna desarrolla plegamientos hacía
la matriz que dan Jugar a las llamadas crestas mitocondriales, formadas con
el objeto de aumentar la superficie membranosa. El número y la forma de las
crestas varían en los distintos tipos celulares.
La membrana interna de las mitocondrias presenta un alto grado de espe-
cialización y las dos caras de su bícapa lipídica exhiben una marcada asime-
tría. En ella se localizan, entre otros, los siguientes elementos:
l) Un conjunto de moléculas que componen la cadena transportadora
de electrones (o cadena respiratoria) (figs. 8-5, 8-10 y 8-12). Existen innu-
merables copias de estos conjuntos en el plano de la bicapa lipídica. Cada uno
se compone de cuatro complejos proteicos relativamente grandes. llamados
NADH deshidrogeriasa (1), succinato deshidrogenasa (II), b-c 1 (fil) y cito-
cromo oxidasa (IV), entre los cuales se encuentran dos transportadores de
elecrrones pequeños, denominados ubiquinona y cilocromo c.
Debe sefialarse que la succinato deshidrogenasa es a la vez una de las enzimas
Fig. 8-8. Microgrnfía eleclfÓ- del ciclo de Krebs; funciona asociada a la coenzima FAD y ambas se localizan
ruca de In mitocondria. Obsér-
vense las cresta, (Cr), la ma-
en la membrana interna (figs. 8-5, 8-lO y 8-11). Además, que el citocromo c no
tn2 (Ma), el espacio tnter- es una proteína intrínseca de esta membrana sino una proteína periférica que
membra110s0 (füM). In mem- apunta al espacio intermembranoso (fig. 8-10). y que la ubiquinona es una molé-
bmna externa (ME) y lu mem-
cula no proteica que se aloja en la zona apolar de la bicapa lipíclica mediante su
brnna internn (MI). 207 .OOOx.
(Co11esía de G. B Palade.) cadena ele 10 isoprenos, que es hidrofóbica (caps. 2-7 y 3-2) (fig. 2-24}.
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8. MITOCONDRIAS ■ 173
- - - - - - - - - ADN
- - - - ATP slntasa
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174 ■ 8101.0QIA CELULAR Y MOLECULAR
Membrana Membrana
CITOSOL co, extema interna
ESPACIO INTERMEMBRANOSO
~
?? CJt
Pi+G~
• CH3-C-C-OH~ Ct¾-C-CoA/
? 7 / " , 2cp,-......- -- co2
NAO· NAOH 3NAD• 3NAOH FAO FADHz CoA
FADH,
Acido MATRIZ
graso
FAO
º•
Fig. 8• lO. Representación ¡¡ni• 8-13. la dl."~carboxilación oxidatíva del piruvato y la ¡3-oxidación
fica ck la mitocundria Se ilus- ~ ll 1c1do~ grasos ocurren ·n la matriz mitocondrial
tran las reacciones corres-pon•
tlien1es n la descnrbox ilac,611 Proveniente del cirosol, el píruvato ingresa en la matriz mitocondria l, don•
oxidativn {,·mf~l. ni ciclo de de por acción de la piruvato deshidrogenasa pierde un carbono y se convier-
Krcb, (rcij<J). a la l\,oxidac,ón
de lo, rtcidos gra~os (amarillo) te en el grupo acetilo de la acetil CoA (figs. 8·5, 8·7, 8·10y8-11). Recorde•
v a 111 fosforllaclón oxidauva mos que en esa conversión, además de CO 2• se genera energía suficiente pa•
(u¡1,/) La ace1il CoA dcnva ra formar una NADH. de modo que por cada molécula de glucosa se originan
1an1n de la descorbo,ulac,ón
oxid,11iva como de la ¡3-ox,da dos de estas coenz1mas.
ción de los ácido~ grasos y es A los acetilos generados a partir de los piruvatos deben sumarse los deri•
el punto de par1ida del ciclo de
vados de la 13•oxidac1ón de los ácidos grasos y del metabolismo de algunos
Krcb, /. NADH deshídrogc
nasa; //. Succinato deshtdro• amtnoáctdos (figs. 8•5 y 8-10).
gennsa (y FAD); Ubi, Ub, Cualquiera que sea su origen. el grupo acetilo de cada acetil CoA ingresa
quinona. lll, Complejo b-c 1: en el ciclo de K.rebs . Lo hace al combinarse con una molécula de 4 carbonos
Cit, C,tocromo e, 11'. Citocro-
mo oxidasa -el ácido Ollalacético-, con la que forma una molécula de 6 carbonos lla-
mada ácido cítrico, que da inicio y nombre al ciclo.
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8. MITOCONDRIAS 175
Aeido plrúvfco
CoA
ti H TOOH
Malato d8S111drog~en:~
COOH
' C=O
1
CH,
=1.
CH,-CO - S-CoA
CJ/Tl!IO
s1ntasa
COOH
1
CH,
1
Acetil CoA + CO 2
+ CoA
1 I HO-C-COOH
Acido mallco HOCI H COOH 1 ~ con/tasa
.d CH, H2 O
CH, ACI O !
i
I oxalacético COOH COOH
1-1 0 COOH Acido cítrico 6H
2 2
marasa 1
COOH C-COOH Acido aconítico
1 11
CH HC
Acidofumárico H! 6oOH
6oo H I Aconitasa
Succma/o
deshldrogenasa COOH
~ H2O
1
CH2
C OOH 1
1 HC-COOH Acido isocítrico
CH 2 1
Acido succínico 1 HOCH
CoA + CH, 1
6ooH
Ctltoglucaraw
desluarog,masa COOH
co. 1
_,--------,==""
COOI-I
COOH CH 2
1 1
CH, CH2 NAOH tt
1 CoA NAClli 1
CH 2 C= O
1 1
O=C-&-CoA COOH
Succinil COA Acido a,cetoglutárico
se inicia otro ciclo de Krebs, y así sucesivamente mientras haya 0 2 y acetilos Flg. 8-11. La descarboxila-
ción oxidariva y el ciclo de
disponibles. Krcbs (o ciclo del ácido cítri-
Al cumplirse cada vuelta del ciclo de Krebs, dos de los seis carbonos del co) en las mitocondrias. E~tán
ácido cítrico se liberan como C02 • Además se genera energía suficiente para representadas las reacciones,
las enzimas intervinientes y
folDlar un ATP, tres NADH y una FADH2. los productos de ambos pro-
Puesto que se necesitan dos vueltas del ciclo de Krebs para procesar a los cesos.
dos acetilos derivados de la glucólisis de una molécula de glucosa, cada uao
de estos monosacáridos da lugar a dos ATP, seis NADH y dos FADH2 • Debe
advertirse que el ATP se forma a partir de GTP, que es el nucleósido trifosfa-
to surgido del ciclo.
Como se aprecia en la figura 8-1 1, la enzima del ciclo de K.rebs encarga-
da de 1ransfedr el H 2 a la FAD es la succinato deshidrogenasa (vimos que la
enzima y la coenzima se localizan en la membrana m.itocondrial interna).
En la misma figura puede advertirse que junto a la primera y a la tercera
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176 BIOLOOIA CELULAR Y MOl.!lCULAR
MAmrz MITOCONDRIAL
AOP ATP
Hg. 8-12 Un sector de la m,- NADH surgidas del ciclo de Krcbs aparecen sendos H • pues los sustratos
tocondria ~uc mues1ra lo, oxidado~. a diferencia de lo que acontece en la glucólisis, en la descarboxila-
complejO\ pro1e1cos integrun-
lcs de In ct1d~na transporca- tión ox1da1iva y en la formación de la segunda NADH nacida del c iclo de
dora de electrones (o cadena Krebs, ceden un H en lugar de un H·
respiratoria) y la ATP ,inta,a . La~ molécula~ de CO1 fonnadas durante la descarboxilación oxidativa y
/. NADH desbidrogennsa,
//, Succinaco deshidrogcna,u el ciclo de Krebs pasan al citosol, de éste al espacio extracelular y finalmen-
(Y FAD1; 1/1, Complejo b·c 1: te a la sangre, que las transporta a los pulmones para su eliminación.
IV, Citocmmo oxidnsn.
8-1 :,. a.as ox1dac1unes de la tosfonlaccon oxidativa tienen lugar
l la membr. na interna de la m1tocondna
La energía comeruda en las NADH y en la FADH 2 formadas durante el ci-
clo de Krebs se transfiere al ATP después de una serie de procesos que co-
mienzan con la oxidación de ambas coenzimas.
Los átomos de hidrógeno liberados de las NADH y de la FADH 2 como
consecuencia de ambas oxidaciones se disocian en H• y e-, del modo expre-
sado en las siguientes ecuaciones:
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S. MITOCONDR IAS 177
ESPACIO INTERMEMBRANOSO W
H'
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J78 BIOLOO IA CELULAR Y MOLECULAR
CITOSOL MITOCONDRIA
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8. MITOCONDR IAS 179
CITOSOL MITOCONDRIA
Malato Malato
~
desn«Jrogen •
NAOH H"
Oxalacetato Oxalacelato
A.<¡:-,anaro nm
rrair fer SiJ
Aspartalo
l
Aspartato
•p raro amino-
"" ~8(8$8.
Fig. 8-15. Modo como actóa la lan-
zadera de matato-aspartato para
transportar a la mitocondria los
electrones de las NADH generadas
durante ta glucólisis.
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}80 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
lo que al cabo de las dos vueltas que se necesitan para metaboLizar a los dos
acetilos surgen 2 ATP, 6 NADH y 2 FADH1 . Dado que por cada NADH la
fosforilación ox.idativa genera 2,5 ATP, y por cada FADH2, 1,5 ATP, a los 2
ATP surgidos de las dos vueltas del ciclo de Krebs deben sumárseles los 15
ATP aportados por las 6 NADH más los 3 ATP aportados por las 2 FADH2,
lo que hace un total de 20 ATP.
Sumados a los 5 o 7 ATP de la glucólisis y a los 5 A1'P de la descarbox.i-
Jación ox.idativa, la ganancia de energfa por molécula de glucosa es de 30 o
32ATP.
Compárese esta producción con los exiguos 2 ATP generados en el citosol
y se tendrá una idea de la importancia de la mitocondria en la provisión de
energía para el funcionamiento de las células que consumen oxígeno.
Respecto de los ácidos grasos, si bien en su degradación no existen pro-
cesos equivalentes a la glucólisis y a la descarboxilación oxidativa (fig. 8-5),
aportan más energía que la glucosa debido a las NADH y las FADH2 suple-
mentarias producidas durante la f3-oxidación de sus cadenas (sección 8-8).
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8. MITOCONDRlAS ■ 181
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182 BIOLOGIA CBLUI.AR Y MOLE!C'UL.AR
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8. MlTOCONDRIAS 183
Membrana
del reliculo
( J\ Membráfla
mitocondrial
endoplasmálico CITOSOL externa
\__r /
1
Prolelna lnlercambladora
"descargada"
cual una de las cadenas hijas comienza a s intetizarse antes que la otra y lo ha-
ce a partir de un punto diferente del empleado por la segunda. Fig. 8-18. A. ADN circular de
3) Es muy pequeño, pues posee 37 genes solamente. En casi todos los ti- la mitocondria humana en el
pos celulares la suma de los ADN tomados de todas las mitocondrias repre- que se representan los 37 ge-
nes existentes en sus dos ca-
senta no más del 1% del ADN nuclear. denas . Se señalan los genes de
4) Posee muy pocas y a la vez muy cortas secuencias no génicas, es decir, los 22 ARN1 (rojo). de los 2
que no se transcriben. ARNr (marrón) y de los l3
ARNm. Escos últimos corres-
5) Genera 22 Lipos de ARNt, en lugar de los 31 que transcribe el ADN del ponden a dos subu,údades de
núcleo. la ATP sintasa (naranja) , a
6) Las dos clases de ARNr (12S y 16S) que codifica dan lugar a riboso- siete del complejo NADH
deshidrogenasa (verde). a una
roas que poseen un coeficiente de sedimentación de 55S, inferior al de los ri- del complejo b-c 1 (celeste) y a
bosomas de los procariotas (70S} y del citosol (80S). tres del complejo citocromo
7) En su código genético existen 4 codoncs cuyas instrucciones difieren oxidasa (violew). Puede verse
también el área donde se halla
de las de sus pares del ADN nuclear (cap. 13-4). Se trata de los codones eJ origen de replicación (gri-
AGA , AGG, AUA y UGA. En el ADN nuclear los dos primeros correspon- sado). B. ADN mitocondrial
den al aminoácido arginina, mientras que en el ADN mitocondrial se com- de una célula de rata observa-
do con la técnica de extendido
porcan como codones de terminación. En el ADN nuclear el codón AUA de- y sombreado metálico. (Cor-
termina a la isoleucina, y en el ADN müocondrial a la metionina. Ea el tesía de B. Stevens .)
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184 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
8. MITOCONDRlAS 185
Plegamiento
MATRIZ
figura 8-19. Una vez en la matriz mitocondrial, la proteína se pliega sin ayuda Fig. 8-20. Modo como ingre-
sa en la matúz mitocondrial
o con la asistencia de una chaperona de la familia hsp60 (cap. 4-5). una proteína procedente del
Las proteínas se incorporan a la mitocondria a través de los translocones citosol.
denominados con las siglas TOM y TIM (por cranslocase of the outer y of
the inner mitoc/1ondrial membrane), presentes en las membranas mitocon-
driales externa e interna, respectivamente (cap. 7-12). Como muestran las fi-
guras 8-19 y 8-20, para que la proteínas puedan ingresar es necesario que am-
bos translocones estén juntos y sus luces alineadas, lo que obliga a las mem-
branas externa e interna a acercarse mutuamente.
Todas las proteínas importadas desde el citosol incluyen en su extremo
amino un péptido señal que las conduce hasta la mitocondria y que es reco-
nocido por un receptor específico asociado al translocón externo (caps. 4-4 y
16-17) (tabla 4-1 y fig. 8-20). Si el paradero de la proteína es la matriz mito-
condrial. apenas atraviesa los translocones pierde el péptido señal y se libera
en su interior (el péptido señal es escindido por una proteasa de la matriz)
(fig. 8-20). En cambio, las proteínas destinadas a las membranas externa e in-
terna poseen señales adicionales. distintas entre sí, las cuales retienen a ara-
bos tipos de proteínas en la membrana que corresponde.
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186 0101..00IA CBLULAR Y MOLECULAR
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Cloroplastos
Energía celular IJ 9
9-1 Los pi astidos son los organoides mas característicos
de la célula vegetal
Los plástidos son organoides que se encuentran exclusivamente en las
célula~ vegetales. Los más comunes y de mayor importancia biológica son
los cloroplastos (fig. J-7), que junto con las mitocondrias constituyen las
maquinarias bioquínucas que se encargan de producir las transformaciones
energéticas necesarias para mantener las funciones de las células. En el ca-
so de los cloroplastos. atrapan la energía electromagnética derivada de la
luz solar y la convierten en energía química mediante un proceso llamado
fotosíntesis . Luego utilizan esa energía junto con el C0 2 atmosférico para
sintetizar varias clases de molécu las, algunas de las cuales sirven de ali-
mento para las mismas plantas y para los organismos heterótrofos herbívo-
ros (cap. J -4) (fig. 1-2).
Los cloroplastos se caracterizan por poseer pigmentos (clorofilas. carote-
noi<les) y. como se elijo, en ellos tiene lugar la fotosíntesis. Por este proceso
producen o,<ígeno y la mayor parte de la energía química utilizada por los or-
ganismos vivos. La vida se mantiene gracias a los cloroplastos. Sin ellos no
habría plantas ni ruúmales, ya que estos últimos se al imentan de lo produci-
do por los vegetales; así, puede decirse que cada molécula de oxígeno usada
en la respiración y cada átamo de carbono presente en sus cuerpos pasaron
alguna vez por un cloroplasto.
Además de los cloroplastos existen otros plástidos con pigmentos, agru-
pados bajo la denominación genérica de cromoplastos. En los pétalos. frutos
y raíces de ciertas plantas superiores hay cromoplastos amarillos o anaranja-
dos. En general, éstos tienen menor contenido de clorofila y por lo tanto me-
nor acLividad rot0sintética El color rojo del tomate maduro se debe a la pre-
sencia de cromoplastos cuyo pigmento rojo, llamado licopeno. pertenece al
grupo de lo, carotenoides. En las algas rojas existen cromoplastos que con-
tienen, además de clorofila a y carotenoides, un pigmento rojo y un pigmen-
to azul, la ficoeritrina y la ficocianina, respectivamente.
Las células vegetales contienen también pláslidos incoloros. Se denomi-
nan leucoplastos y se encuenLran tanto en las células embrionarias como en
las células de los órganos de las planeas que no reciben luz. Debe señalarse
que los p lásLidos de las células de los cotiledones y de los esbozos foliares
del tallo inicialmente son incoloros, pero más tarde comienzan a acumular
cloroITla y adquieren el color verde característico de los cloroplastos. Sin
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188 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
Membrana
externa
Membrana
Interna
Espacio lflacolcle
ERRNVPHGLFRVRUJ
9. CLOROPLASTOS ■ 189
En cloroplastos aislados de espinaca se han verificado cambios de forma Fig. 9-2. Micrografía electró-
nica del c loroplasto. Se trata
y volumen por acción de la luz. El volumen disminuye notablemente cuando
de un corte longitudinal que
son iluminados, aunque este efecto es reversible. muestra los grana y los tilo-
coides de la estroma (intergra-
9-3 La cstructura de los cloroplastos incluye la envoltura na). (Cortesía de M. Cresti y
M. Wurtz.)
la estroma y los tilacoides
EJ cloroplasto posee tres componentes principales: la envoltura, la estro-
ma y los tilacoides (fig. 9-1 ).
La envoltura de los cloroplastos presenta dos membranas -una externa
y otra interna- , a rravés de la.~ cuales se producen los intercambios molecu-
lares con el citosol. En el cloroplasto maduro - a diferencia de su predece-
sor- no se observa continuidad entre la membrana interna y los liJacoides.
Ambas membranas carecen de clorofila, pero tienen color amarillo por la pre-
sencia de pigmentos carotenoides. Contienen solamente el 2% de las proteí-
nas del cloroplasto.
La estroma representa la mayor pa11e del cloroplasto y en ella se encuen-
1ran inmersos los tilacoides. Está compuesta principalmente por proteínas.
Contiene ADN y también ARN. que intervienen en la síntesis de algunas de
las proteínas estructurales y enzimáticas del cloroplasto. Es en la esrrorna
donde se produce la fijación del CO2 -es decir, la producción de hidratos de
carbono- , así corno la síntesis de algunos ácidos grasos y proteínas.
Los tilacoides constituyen sacos aplanados agrupados como pilas de mo-
nedas. Cada pila de tilacoides recibe el nombre de granum (plural, grana) ,
y a los elementos individuales que fonnan las pilas se los llama tilacoides de
los grana o intergrana (figs. 9-1 y 9-2). Además. bay tilacoides que atravie-
san la eslToma y que conectan entre sí a dos grana; se los denomina tilacoides
de la estroma (figs. 9-1. 9-2 y 9-3). Empero, la descripción antedicha es en-
gañosa, pues en rigor existen tilacoides pequeños -que poseen un diámetro
promedio de l µm (la mayoría de los tilacoides de los grana)- y tilacoides
grandes y alargados. compartidos por dos grana. En éstos se distinguen tres
secmres: dos extremos que aparentan ser tilacoides de los grana. y un seg-
mento intermedio que corresponde al tilacoide de la estroma.
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190 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
FOTOSINTESIS
9-4. En la fotosíntesis la encrgia luminica se r:onv1e rle
en energía química
La fotosíntesis es una de las funciones biológicas fundamentales de las
células vegetales. Por medio de la clorofila contenida en los cloroplastos, los
vegetales verdes son capaces de absorber la energía que la lu2 solar emite co-
rno fotones y transformarla en energía química. Esta se acumula en las unio-
nes químicas entre los átomos de las moléculas alimenticias que se forman
con el concurso del CO2 atmosférico. En el capítulo 8-15 se analizó la fosfo-
rilación oxidativa que se cumple en la mitocoodria. mediante la cual se pro-
cesa la energía contenida en las sustancias alimenticias. La fotosúJtesis es, en
Fig. 9-3. Micrograña clectró· ciena medida, un proceso inverso. de modo que los cJoroplastos y la~ mito-
nicr,_ del cloroplus10 que condrias poseen muchas semejanzas esu·ucturales y l'unciooales.
mue::,Lnl dos grana y los tila~
En la fotosíntesis la reacción principal es:
c.:oides de la estroma que los
conectan. Las ílechas sefialan
In ca vidod del compartunien• n CO, + n H,O - luz-clorofila - (CHP)n + n 0 2 • ( 1)
to membranoso de los grana.
es decir. el espacio álncoide.
que consiste en la combinación de CO2 y A2O para formar hidratos de carbo-
240 .000x. (Cortesia de l. Nir
y D. C. Pease.) no con liberación de 0 2 •
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9. CLOROPLASTOS 191
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192 ■ BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
CH
CH-C/
' ' CH
complejos moleculares responsables de las
reacciones fotoquímicas
'
CH,
1
HC:
/ CH,
Así como en la membrana interna de las mitocondria~ hay
CH-CH 1 CH,,>O
1
cadenas transportadoras de e lectrones que dan lugar a la fos-
CH CH
focilación ox.idativa, en la membrana tilacoide de los cloro-
Clornfila a jl-Caroteno plastos tan1bién hay cadenas de complejos moleculares, que
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9. CLOROPLASTOS ■ 193
ATP
ESPACIO TILACOIDE
aquí son responsables de las reacciones fotoquímicas. Cada una de las cade- Fig. 9-6. Estrucrura molecu•
nas está integrada por los siguientes eslabones, los cuales serán mencionados lar de la membrana rilacoide.
La línea gruesa marca el fluJO
en el orden en que se activan (fig. 9-6). de elr:c1ro11es n lrnvés de uua
Fotosistema Ll Es un complejo molecular que posee dos sectores clara- cadena de complejos molecu-
mente definido~. la antena. que da bacia la estroma y se encarga de capturar lares. La energía lumínica es
caprada por el fo1osistcma a,
la lu,. y el centro de reacci6n , que da hacia el espacio tilacoide. La amena Se produce la fotólisis del
ha sido comparada con un embudo y su pared se compone de agregados de H,0 en el Interior del ti lacoi-
proteínas y pigmentos, especialmente de c lorofila a. clorofila b y carotenoi- de y los e lec1rone.s son lra,,s-
mitidl)S a la plasloquinonn
des. Por su parte, el centro de reacción contiene varias proteínas asociadas a (PQ). De allí pasan al comple-
moleculas de clorofila de tipo P.,.,. jo b-f >luego a la plas1ociani-
Complejo b-f Este complejo contiene una proteína de 17 kDa asociada a na (PC). Esta los transfiere al
folosi~lema 1, que absorbe
los citocromos by f. y una proteína con un centro Fe-S. luz. Luego los e lectrones son
Fotosislcma l . Es un complejo molecular que, como el fotosistema a. po- transponndo, a la ferredoxino
see una {I11jena captadora de energía lumínica. integrada por proteínas, clo- (Fd) y a la NADP reductasa.
que reduce la NADP' a
rofila a, clorofila by caroteno1des. y un centro de reacci6n. compuesto por NADPH La acumulación de
protefnas y moléculas de clorofila de tipo P700 protones (H') en el interior
NADP reductasa. Este complejo reduce a la NADP" tomada de la estl·o- del tilacoide crea un gradiente
con respecto u la estroma, Je
ma y la conviertl: en NADPH Los H+ necesarios para la reducción pertene- modo que los H+ salen a ira
cen a la estroma. vés de la ATP sintasa y se pro•
Como se observa en la figura 9-6, entre estos complejos se encuentran va- duce ATP. (Cortesía de L. Bo-
gorad; modificado.)
rias moléculas intermediarias: 1) la plastoquinona, entre el fotosistema TI y
el complejo b-f (equivale a la ubiquinona de las mitocondrias); 2) u1ia peque-
ña proteína llamada plastocianina. entre el complejo b-f y el fotosisterna 1. y
3) la ferredoxi na. entre el fotos1stema I y la NADP reductasa
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194 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
gía del elecLrón energizado es transferida por resonancia a uno de los electro-
nes de la clorofila P680 • localizada. como vimos. en el centro de reacción El
nuevo electrón energizado abandona el fotosistema 11 y pasa al siguiente esla-
bón de la cadena de reacciones fotoquímicas, la plastoquinona. Mientras tan-
to, mediante una reacción química no muy bien comprendida (en la que inter-
vienen átomos de manganeso), dos moléculas de H1 0 siiuadas en el espacio
ulacoide son escmdidas y generan 4 H•. 4 e· y una molécula de 0 1. Cada uno
de estos electrones pasa al centro de reacción del fotosistcma JI y reempla1a
al salido de la clorofila P680 , transferido como vimos a la plastoquinona.
A continuación, el e- pasa de la plastoquinona al complejo b-f. donde par-
te de su energía es utilizada para transportar un H' hacia el espacio tilacoide
en contra del gradiente electroquímico (este 1-1· se suma a los generados por
la escisión del HiO). El e·. con un potencial energético menor. pasa del com-
pleJo b-f a la plastocianina y de ésta aJ fotosistema l. Para explicar su desti-
no, veamos las reacciones que acontecen en e l fotosisrema J.
Por acción de la luz ocurren procesos equivalentes a los registrados en el fo-
tosistema Il. con las siguiente., particularidades 1 ) el e· energizado ea el centro
de reacción corresponde a la clorolila P700 (no a la P...o); 2) este e· es transferido
a la ferredoxina (no a la plastoquinoaa) y es reemplazado por el electrón de bajo
potencial energético proveniente de la plastocianina ( no de la escisión del H 20).
El e· transferido a la ferrcdoxina. que como acabamos de ver se ha revita-
lizado considerablemente, deja a esa molécula transportadora e ingresa en la
NADP reductasa. donde parte de su energía es utilizada para reducir una
NADP• a NADPH en la cara de la membrana tilacoide que da a la estroma.
En este proceso se utiliza un H' tomado de la estroma.
El último pa:;o de las reacciones fotoquímicas corresponde a la formación
de ATP a partir de ADP y fosfato. es decir, a la fotofosforilación. Esta tiene lu-
gar en la ATP ~intasa, que por su porción F0 permite e l traslado pasivo de los
u+ desde el espacio tilacoide hacia la estroma. Durante ese pasaje la energía
protonicomotora contenida en los H+ es cedida a la porción F1 de la ATP sinta-
,a. Finalmente. la ATP sinta~a uuJiza la eaerg,a para sinteuzar ATP (fig. 9-6).
Mediante la íotofosforilación lo., vegetales verdes pueden producir una canti-
dad de ATP 30 veces mayor que la obtenida en sus mitocondrias. Por otra parte,
las células vegetales poseen muchos más cloroplastos que mitocondrias.
Se requieren 8 fotones para liberar 2 moléculas de 0 2 (más 8 e- y 8 H•)
del H10. La energía de esos fotones, transferida a los e· . al alcanzar éstos la
NADP reduetasa genera 2 NADPH. mientras que el gradiente de H• -con-
secuencia también de la energía cedida por lo~ electrones- posibilita la sín-
tesis de 3 ATP
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9. CLOROPLASTOS ■ 195
Como puede observarse en la figura 9-7. la reacción inicial por la cual in-
gresan el CO2 y el H 2O al ciclo de Calvin es catalizada por la enzima ribulo-
sa l ,5-di fosfato carboxilasa. Se trata de una enzima de gran tamaño (500
kDa) que se calcula que representa aproximadamente la mitad de las proteí-
nas de la estroma.
Por la acción de esta enzima. 6 ribulosas 1,5-difosfato (son pentosas) se
combinan con 6 CO 2 y se producen 12 mo léculas de 3-fosfoglicerato. A con-
tinuación . estas 12 triosas son fosforiladas con fosfatos provistos por otros
tantosATP, lo cual genera 12 mo lécuJas de l,3-difosfoglicerato. Cada una de
estas moléculas, de eres carbonos, pierde un fósforo y tiene la capacidad de
aceptar H+ y e- de la NADPH , por lo que se convierte en 3-fosfogliceral-
dehfdo. Dos de las 12 moléculas de 3-fosfogliceraldehído abandonan el ciclo
y se convierten en la materia prima a partir de la cual -mediante enzimas
específicas- se sintetizan los monosacáridos, los ácidos grasos y los ami-
noácidos que fomtan las moléculas estructurales y alimenticias de la célula
vegetal. Por su parte, las restantes 10 moléculas de 3-fosfogliceraldehído son
reducidas a 6 molécu las de ribu losa l .5-difosfato. Estas son fosforiladas (coa
fosfatos aportados por otros tantos ATP) a 6 ribulosas 1,5-difosfato, con la~
cuales se micia -mientras haya CO,- otra vuelta del ciclo de Calvin.
luz
6 co, + 12 H,o- c.H,¡O. + 6 o, + 6 H,O,
que representa una acumulación de 686.000 calorías por mol. Esta energía es
proporcionada por 12 moléculas de NADPH y 18 de ATP. que contienen
750.00() calorías. Así, la eficiencia alcanzada por el ciclo fotosintético llega
al 90%.
3-Foefoglice-
raldehido
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l96 BIOI.OGIA CELUI.AR Y MOLbCUI.AR
Como hemos visto. los fotones absorbidos por la clorofila y otros pigmentos
primero son converudos en energía química bajo la forma de ATP y NADPH.
Durante esta fase fotoquímica el H10 pierde su 0 2, el cual se libera hacia la at-
mósfera como un producto secundario. La reducción del C02 se produce en la
oscundad (no necesariamente), siempre que haya ATP y NADPH. Los produc-
tos de esta fase son hexosas, a partir de las cuales, en otros lugares de la célula,
se generan diversas clases de hidratos de carbono, lípidos y prote(nas.
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9. CLOROPLASTOS ■ 197
das son expuestas a la luz, los tilacoides reaparecen y las membranas del ma-
terial prolamelar son utilizadas para su organización.
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198 IIIOLOOIA Ct;LULAR Y MOLECULAR
crrosoL
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Peroxisomas
Destoxificación celular 10
10-1 . Los peroxisomas contienen enzimas oxidativas
Los peroxisomas son organoides que se encuentran en todas las células; su
fom1a es ovoide y están limitados por una sola membrana (figs. 7-6 y 10-1). Po-
seen un diámetro medio de 0,6 µm , y su número varla entre 70 y 100 por célu-
la, aunque en las células hepáticas y renales suelen ser mucho más numerosos.
Los peroxisomas contienen cataJasa y enzímas oxidativas. Cumplen va-
riadas funciones metabó licas y su nombre se debe a que son capaces de for-
mar y descomponer peróxido de hidrógeno (H20 2). En conjunto, las enzimas
encontradas en los peroxisomas son alrededor de 40.
Existen muchas clases de peroxisomas. los cuales se diferencian entre sí
por la enúma o el conjwllo de enzimas presentes en su interior. Debe señalar-
se que cada tipo celu lar posee peroxisomas que contienen una enzima deter-
minada o una variedad particular de enzimas.
E□tre las enzimas oxidativas má~ comunes detectadas en los peroxisomas se
encuentran la o-aminoácido oxidasa. la urato ox.idasa y las responsables de la
~-oxidación de lo, ácidos grasos (cap. 8-8). Los pero:tisomas que contienen urato
oxidasa exhiben un pequeño cuerpo cristalino compuesto por múltiples cristalitos.
Con excepción de la catalasa -que convierte al H20 2 en H2 0 y 0 2 - . las
restantes enzimas oxidan a sus sustr.ltos , representados por aminoácidos , pu-
rtnas (adenina. guanina), w·atos, ácido úrico, ácidos grasos. etcétera.
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200 8101.00IA CELULAR Y MOLECULAR
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10. PEIWXISOMAS ■ 201
Parte del etanol ingerido con las bebidas alcohólicas es neutralizado por la
catalasa de los peroxisomas, que Jo oxida a acetaldehído.
k'"
viamente deben duplicarse las estructuras que integran el peroxisoma.
Así, la bicapa lipídica de su membrana crece por el agregado de fosfolípi-
dos extraídos del RE, los cuales son transferidos de una membrana a otra por
•
proteínas intercambiadoras (fig. 8-17).
Por su parte, las proteínas que se incorporan a la membrana o a la matriz
del peroxisoma provienen de ribosomas libres en el citosol, e ingresan en el
organo1de una vez que se han plegado (cap. 4-5). Son conducidas selectiva-
mente al peroxisoma porque poseen. cerca del extremo carboxilo, un péptido Flg. 10-2. Reproducción de
señal específico compuesto por tres aminoácidos (serina, lisina, leucina) lo~ peroxisooias.
(cap. 4-4) (Labia 4-1 ). El péplido señal es reconocido por un receptor protei-
co que reside en el citosol. el cual, a su vez, interactúa con w1a proteína es-
pecífica de la membrana del organoide.
Los canales de la membrana del peroxisoma que permiten el paso de las
proteínas no han sido identificados.
La mutación del gen que codifica la síntesis de una proteína pertenecien-
te a la membrana de los peroxisomas - involucrada aparentemente en la in-
corporación de las enzimas oxidativas a la matriz- genera un cuadro llama-
do síndrome de Zellweger. caracterizado por la presencia de peroxisomas
"vacíos". Los pacientes mueren antes del primer año de vida.
La diferencia con el ciclo de Krebs radica en que el ciclo del glioxilato requie-
re dos moléculas de acetil CoA y utiliza dos enzimas exclusivas, la isocitrato lia-
sa y la malato sintasa. Sus otras tres enzimas. la aconitasa. la malato deshidroge-
nasa y la citrato sintasa. corresponden también al ciclo de Krebs (fig.8-11).
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202 SIOLOOIA CELULAR Y MOLECUI-AR
CH, CH,-COOH
o-t- S-CoA tH,-COOH
AceUI CoA Succinato
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ERRNVPHGLFRVRUJ
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~/,111Lc1u o ~
~,(<,/
Comunicación intercelular y
transmisión intracelular
de señales 11
11-1. En los organismos pluricelulares las células son intcrdependientes
En los organismos multicelulares complejos, tanto la supervivencia de las
células como las actividades que éstas realizan dependen de estímulos exter-
nos provenientes de otra~ células.
La dependencia recíproca entre los distintos Lipos celulares responde a la
necesidad de adaptar la actividad de cada uno a los requerimientos globales
del organismo, que debe ser considerado como una unidad diseñada para fun-
cionar integradamente y no como una suma de células individuales. Así, en
un organismo multicelular cada célula depende de otras y a la vez las influ-
ye. Estas mterrelaciones celulares se producen desde las primeras etapas de l
desarrollo embrionario y persisten hasta el fin de la vida posnatal .
De acuerdo con la clase de estímulo emitido y el tipo de célula 4ue lo re-
cibe, ésta responde, entre otros. con alguno de los siguientes cambios: 1) se
mantiene viva o muere; 2) se diferencia; 3) se multiplica; 4) degrada o sinte-
tiza sustancias; 5) las secreta; 6) incorpora solutos o macromoléculas: 7) se
contrae; 8) se moviliza: 9) conduce estímulos eléctricos.
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204 BIOLO{;IA CELULAR Y MOLECULAR
o ....
INDUCTORA INDUCIDA
nein. separar) (fig. 11-lA).
A
•
,___Q A esta categoría pertenecen también las secre-
ciones neuroendocrinas, ya que la sustancia in-
ductora que sale del terminal axónico de la neu rona
debe volcarse en la sangre para poder llegar a la cé-
1 t
•JJ
lula inducida.
1Sa~ Las sustancias inductoras vehicuhzadas por la
Sustancia lncluc1ora sangre se denominan hormonas y son producidas
por las células de las glándulas de secreción interna
que integran el sistema endocrino.
Cuando la célula inductora se halla cerca de la cé-
B
@-·- lula inducida se dice que la inducción es paracrina
(del griego pará, contigüidad). Aquí la sustancia in-
ductora debe recorrer un corto trecho de la marrii ex-
cracelular para alcanzar a la célula blanco (fig. 11-1 B).
Un caso especial de cercanía entre la célula in-
ductora y la célula inducida se da en las sinaps is
nerviosas. En éstas el Lerminal axón ico de un a neu-
e rona (célula inductora) se halla junto a la membra-
na plasmática de otra neurona o de una célula mus-
cular o de una célula secretoria (células inducidas).
La sustancia liberJda por el terminal axónico de la
neurona inductora se llama neurotransmisor (fig.
11- 1C). Las sinapsi~ permiten e~tablecer una comu-
nicación casi instan1ánea entre la neurona inducto-
o ra y la célula inducida aun cuando ésta se halle muy
lejos del cuerpo de la primera.
Existe una clase de inducción en la que la sus-
tancia mductora es secretada y recibida por la pro-
pia célula. de modo que ésta se induce a sí misma.
Se llama autocrina (del góego a11u5s. por sí mis-
mo) y ocurre duran Le a lgunas respuestas inmunoló-
E gicas (fig. 11 -JD).
En otros casos la sustancia inductora es reteni-
da en la membrana plasmática de la célula induc-
Fig. 11-1. ro,ma. de mduc- tora y no se secreta Por lo tanto. para que la sustancia inductora pueda en-
cióo en lo, orgt1111smos pluri - trar en coniacto coa el receptor se necesita que la célula inductora se tras-
celulares. A. Secreción endo-
crina. B. Secreción paracñna. lade hasta el lugar de la célula inducida (fig. 1J -JE). Este tipo de inducción
C. Sinapsis nerviosa D. Se- se da. por ejemplo. durante algunas respuestas inmunológicas (cap. 22-5)
creción au1ocnna E. Por con• (fig 22-4). la fecundación (cap. 19-19) (figs. 19-22 y 19-23) y la reparación
1.1c10 directo.
de heridas.
Como se ve. pese a las diferencias entre las d istintas c lases de induccio-
nes. todas actúan en forma similar: una cé lula produce un intermediario qui-
mico que interactúa coa el receptor de otra célula, ea la cual se desencadena
una respuesta.
El carácter y la naturaleza de la respuesta dependen de la identidad de la
célula inducida. A veces una misma sustancia inductora produce respuestas
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11 . COMUNICACION INTERCELULAR Y TRANSMISJON INTRACELULAR DE SEÑALES 205
diferentes por parte de dos o más tipos de células blanco. Por ejemplo, en las
células musculares estriadas la adrenalina estimula la glucogenólisis, mien-
tras que en las células adiposas estimula la lipólisis. Otras veces, distintas sus-
tancias inductoras producidas por células inductoras diferentes generan una
sola clase de respuesta por parte de uno o de varios tipos de células blanco.
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206 BIOLOOIA CEiLULAR Y MOLECIJLAR
Sustancia
Inductora
NK,i
Reglón Región que se
acllvadora de asocia al gen
la transcnpc,Oo
8:e:
•'ig. 11-3. l:l.quema que ilu11rn los cuatro dominios presentes en un receptor ci10,6lico. Obsérvese In interac-
ción del receptor con la chaperona bsp90 y cómo se endereza ~u dominio tlexiblc.
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11 . COMUNICACION INTERCELULAR Y TRANSMISION INTRACELULAR DE SB!SALES ■ 207
o
Oxido nI1rIco
<N:CNH
()
"p
1
o
o
11
p o
~
P-0-C ~
<'Ú
N /NH, I
r-~Guanllmo
cldasn
N N~NH.
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,,
u o [) p
HO OH ·o-P- 0 OH
1
o GMPc
GTP
11-7 El óxido nitrico interactúa con una enzima citosólica Fig. U-4. 1'ransformaci6n del
GTP en GMPc al acmar el
Cuando es secretado por macrófagos, por las células endoteliales de los óxido ni1rico sobre la guanila-
vasos sanguíneos o por algunos tipos de neuronas. el óxido nítrico (NO) se Lo ciclasa.
comporta como una sustancia inductora.
En la célula inducida el NO interactúa con una enzima citosólica -más
específicamente con el grupo hem de la enzima guanilato ciclasa- , cuya ac-
tivación convierte al nucleótido guanosina trifosfato (GTP) en guanosina
monofosfato cíclico (GMPc) (fig. 11-4), que es el desencadenante de la res-
puesta celular. Debe señalarse que la acción del NO es muy breve, pues se
convierte en nitrato o en nitrito en menos de 10 segundos.
El NO secretado por las células endoteliales de los vasos sanguíneos tie-
ne como blanco a las células musculares lisas de los propios vasos (secreción
paracrina), que se relajan y producen vasodilatación. En algunos casos el pro-
ceso se inicia antes, cuando otra sustancia inductora -la acetilcolina-
emerge de los terminales axónicos que inervan a las células endoteliales e in-
teractúa con receptores localizados en sus membranas plasmáticas (fig. J 1-5).
Debido a ello las células endotelia!es producen óxido nítrico sintasa, una en-
zima que genera NO a partir del aminoácido arginina. Finalmente, el NO se-
cretado por la~ células endoteliales induce la relajación de las células muscu-
lares lisas de los vasos.
Un ejemplo de inducción de esta clase corresponde a la dilatación de los
vasos sanguíneos del pene durante la erección. La vasodilatación es inducida
por el NO que secretan las células endoteliales de los vasos penianos ante la
llegada de estímulos nerviosos especiales. Otro ejemplo corresponde a la ni-
troglicerina, que es un fármaco que se emplea para tratar las crisis de angi-
na de pecho. A poco de su administración, los vasos coronarios obstruidos
se dilatan por períodos relativamente prolongados debido a que la nitrogli-
cerina se convierte en NO ea forma lenta y gradual.
w
a: NOa n,asa
(!l
z
~
Arglnina NO
Fig. U-5. Formación de óxido aítri•
co (NO) en las células endoreliales
y su acción sobre las células muscu-
lares lisas de los vasos sanguíneos.
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208 ■ BIOLOG IA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
11. COMUNICACION INTERCBLULAR Y TRANSMISJON INTRACELULAR DE SEÑALl;,S ■ 209
ERRNVPHGLFRVRUJ
210 8101.0<ilA CELULAR Y MOLECULAR
Smad 1
inacttva
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11. COMUNICACION INTERCELULAR Y TRANSM ISION INTRACELULAR DE SEÑALES ■ 211
ERRNVPHGLFRVRUJ
212 ■ BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
~Q
mducídos activan a una enzima ajena a su~
nu léculas
Exis1en receptores que cuando son inducidos ac1ivan
r;.:i a una tirosina quinasa independien1c de sus moléculas.
INACTIVA
~ ~ ACTIVA
localizada en el cirosol (fig. 11 -1 2). Las sustancias induc-
toras más conocidas que se acoplan a estos receptores
son la hormona del crecimiento, la prolactina, la eritro-
poyetina (cap. 18-18), algunas citoquinas y los antíge-
p ~ nos cuando se unen a los linfocitos B o T.
La vía de señales que se origina en es10s receptores
Flg. 11-9. Acttvación e inacti- comienza cuando la sustancia inductora interactúa con las dos o las eres su-
VM:160 de la proteína Ras =· bunidades que in1egran el recep1or. Si bien en algunos receptores esas su-
d1an1e las proteínas Ge.F y
GAP, respec1iv11mc11tc. bunidades son iguales entre sí, en otros no lo son. Como muestra la ligura
l l-12, la llegada de la sustancia inductora reúne a las dos subunidades (o a
las tres), lo cual activa al receptor y origina una vía de señales que tiene la
propiedad de llegar al núcleo muy rápidamente, pues se vale de un escaso
número de moléculas intermediarias.
Una de las primeras moléculas de esta vía de señales es la tirosina quinasa
nombrada al comienzo de la sección. Entre las enzimas más difundidas de es-
te tipo se encuentra la lirosina quinasa JAK (por Janus kiTUJse). que nos servi-
rá de ejemplo.
As{, apenas se activan los dominios citosólicos de las subunidades del re-
ceptor, atraen a sendas JAK, las cuales se fosforilan recíprocamente y se ac-
tivan (fig. 11-12).
Luego las JAK fosforilan a los dominios citosólicos del receptor, que se
vuelven a ac1ivar y atraen a unas proteínas citosólicas llamadas STAT (por
signa/ rransducer and acrivarors oftranscription), las cuales son fosforila-
das por las JAK. Como se ve, las JAK primero se autofosforilan, luego fes-
Sus1ancia 1nduclora
Receptor
Fig. 11 -10. Recep1or membranoso cuyo domi - Fig. 11-11. Receptor membranoso cuyo domi-
nio c11osólico posee actJvidad de tirosina qui- nio citosólico posee actividad de 1irosina quina-
nasa El n:ceptor se compone de dos unidades sa. El receptor se compone de dos unidades
idénhcas. las cuales se reúnen con la llegada de 1dénlicas, las cuales se reúnen con la llegada de
la.~ dos subunidades de la sustancia inductora y las dos subunidades de la sustancia inductora y
forman un complejo homodimérico. Obsérvese forman un complejo bomodimérico. Obsérvese
que el receptor activa a la fosfolipasa C-y que el receptor se une a una fosíatidilinosi1ol
(PLC-y). REL. Retículo cndoplasmático liso. 3-quinasa (PI J.KJ y la activa .
ERRNVPHGLFRVRUJ
11 . COMUNICACION INTERCELULAR Y TRANSMISION INTRACELULAR DE SEÑALES 213
~ ~- ------<
f
Dlmerlzacl6n
N~cleo '
~ /)
íorilan a los dominios citosólicos del receptor y finalmente fosforilan a las
proteínas STAT.
Una vez fosforiladas, las STAT se dimerizan e ingresan en el núcleo (fig. l J.
12). donde se combinan con proteínas especiales y fonnan complejos que acti-
van a diversos lipos de genes. Estos - y sus productos- varían según las sustan-
cias inductoras y las células inducidas. Por ejemplo, la prolactinahace que las cé-
lulas de la glándula mamaria secreten leche: en cambio. otros inductores regulan
el dcsan-ollo embrionario, la proliferación de distintos tipos celulares, etc.
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2 14 BIOLOOIA Cl!LULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
11. COMUNICACION INTERCELULAR Y TRANSMISION INTRACELULAR DE SE!'lALES ■ 215
NH,
o p Q
o
p o p
p (Ó i:'M~1•~0S~
n o d °" ~ Mg,. ~ -+-
HO OH ' o P- 0 OH P
ATP 8 AMPc
H0-"1!
2
Fosfod1es1erasa
o
Fig. ll-15. Transformación del ATP en AMPc al actuar la pro-
n
!10-P
teína Gs sobre la adenilato ciclasa. Luego la fosfodies1erasa r
convierte al AMPc en AMP. o-
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216 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
11 COMUNICACION INTERCELULAR Y TRANSM ISION INTRACBLULAR ~~ ES 217
~1\0 P~IVAOA D
. {<,'f- ~(
cas fosforilan a dos enzimas ci Losólicas: la glucógeno fosforilasa quinasa y 1 ~ ~ü
glucógcnosintasa(fig. JJ-17).
La glucógeno fosforilasa quinasa se activa y fosforila a otra enzima. 1
.::, BIBLIOTECA r~I
glucógeno fosforilasa, que degrada al glucógeno mediante la Hberación pro- ~/,(¡ s~·
gres1va de sus monómeros. representados por molécu las de glucosa 1-fosfa- .!:_ C!~D/10 O€\.\:~
to (estimulación de la glucogenólisis). -
En cambio. la glucógeno sintasa se inhibe y deja de sintetizar glucógeno
a partir de moléculas de glucosa (detenc ión de la g lucogcnogénesis).
Como se ve, en las células musculares estriadas la acLivación del receptor
¡l¡-adrenérgico eleva la concentración de glucosa !-fosfato y de glucosa. Cabe
agregar que posterionneme estas dos hexosas se convierten en glucosa 6-fosfato
por acción de las en.-lÍmas fo..<;foglucomutasa y hexoquinasa, respectivamente.
Dado que para generar ATP el organismo consume g lucosa 6-fosfato
(caps. 8-6 y 8-7) (fig. 8-6). en situaciones de estrés recurre a ella en grandes
cantidades a fin de sostener la contracción muscular (cap. 5-33). Tal deman-
da hace que parte de la glucosa 6-fosfato requerida por los múscu los sea pro-
vista por el hígado. Para ello. a b·avés también del receptor ¡32 -adreoérgico,
la adrenalina induce al hepatocito a producir glucosa 6-fosfato mediante las
rnismas reacciones de las células musculares estriadas. Luego, una enzima
situada en la membrana del REL. la gh1cosa 6-fosfatasa, transforma a la
glucosa 6-fosfato en glucosa, que sale del llepatocito, pasa a la c irculación
sanguínea (cap. 7-27} y llega a las cé lulas musculares, donde la bexoquina-
Fig. U-17. Unidades regula-
sa la reconvierte en glucosa 6-fosfato con el fin de generar ATP (fig. 8-6). doras (R) y catalíiica~ (C) de
Otro ejemplo de res puesta inmediata mediada por la adrenalina ocurre en la quinasa A. Obsérvese la
w1ión del AMPc con las uni-
las célu las musculares lisas del tubo digestivo y los bronquios. En este caso
dades regu ladoras y cómo la.~
la adrenalina se acopla a un receptor diferente, llamado az-adrenérgico, que unidades catalíticas fosforilan
activa a la prote(na G;, la cual funciona de una manera distinta de la espera- a las enzimas citosólicas res-
ponsables de la glucogenótisis
da, puesto que no interviene su subunidad a -que según se vio inhibe a la
(A) y la glucogenogénesis (B)
adenilato cic lasa- sino su complejo ¡3y. Más aún. este complejo no se une a e ingresan en el núcleo para
una enzima sino a un canal de K• de la membrana plasmática, que se abre y fosforilar a la proleínn CREB.
A
Ouinasa A inactiva
:~~ :,.~
, , Glucogen0 tosforllasa
loacllva
,,
lGlucógeno ! 1Glucosa 1-P !
Gluoógeno sintasa 1 Glucógeno sintasa ]
1 acllv11 1 1 inactiva
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218 BJOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
11 COMUNICACION INTERCELULAR Y TRANSMISION INTRACELULAR D6 SEÑALES 219
membrana plasmática, ese canal se abre y el ion pasa a la luz del intestino en
fom1a masiva. La diarrea se debe a que el c1- arrastra al Na• y a que ambos
ione~ provocan la salida de grandes cantidades de agua.
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220 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
11-18. El IP3 abre los canales de Ca2+ situados en la membrana del RE,
y parte del Ca 1+ citosólico se une a la calmodulina,
que activa a la quinasa CaM
Apenas el PIP2 es fraccionado en DAG e IP3 por la PLC-t3 o la PLC-y, el
IPJ abandona la membrana plasmática y pasa al citosol. Pronto se une a ua
canal de Ca1+ dependiente de ligando situado en la membrana del REL. cuya
apenura permite que parte del Ca2• que se halla en ese organoide se transfie-
ra al citosol (cap. 7-26) (figs.1 1-!0, 11-19.19-22 y 19-23).
Nom1alroente, la concentración citosólica de Ca1• es muy baja (cerca de
10-7 M) , más de mil veces inferior a la concentración en el REL y en la matriz
extraeelular. Estímulos de distinta naturaleza elevan el ea2• en el citosol. que
puede proceder de fuera de la célula o de depósitos citoplasmáticos, como Jo son
Fig. ll-18. D1vis16n del PJP2 e l REL y las nútocondrias (caps. 7-26 y 8-22). Así, en respuestas que requieren
en IP 3 y DAG cuando nctúu la
un incremento rápido de la concentración de Ca'?+ en e l citosol. el ion se movili-
proteína Gq sobre '" fosfc>h-
pasa C-f:l, za desde el exterior o desde los organoides mencionados (normalmente lo hace
pa •·
desde el REL) debido a la apertura rransitoria de canales de Ca1• situados en la
b, membrana plasmática o en Ja membrana de esos organoides.
•', OP-OQ0!-1
i"Tolefna G,,
OH PO'"
\
1 •
HD OH 1
o
r
o1
Fosfoflpssa e-~ ,
CH,-rH-rH,
o1 o1
C=O C= O
+
·',or-0001-1
HO OH
1 1
CH-CH-CH
1
1 1 J
(yH,), ~H,), o
o1 o1 CH;i CHJ Po;-
PIP2
T~º r=
(CH,), (CH,),
0
DAG 1P3
1 1
CH, CH,
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11 COM UNIC ACION INTERCELULAR Y TRANSMISION lNTRACELULAR DE SEÑALES ■ 221
En los capítulos 3-14 y 7-26 se dijo que los canales iónicos se abren por Fig. ll-19. Acción de la sub-
unidad o. de la proteína Gq so-
medio de un ligando (se acaba de ver que el IP3 Jo es) o por un cambio en el
bre la enzima fosfolipasa C-~
potencial eléctrico de la membrana (fig. 3-20). Un ejemplo de este último me- (PLC-{J).
canismo se da en las células musculares estriadas, en las cuales el Ca2+ sale del
retículo saccoplasmático a través de un canal iónico dependiente de voltaje.
Eo el citosol, e l Cal+ libre da lugar a una extensa variedad de respuestas
celulares. Por ejemplo, participa en el desarmado de los microtúbulos (cap.
5-7), i11terviene en la activación de la enzima glucógeno fosforilasa quinasa
en las células musco.lares estriadas y en las células hepáticas (sección l l-15)
(fi¡:. J l-J 7 A) , estimula la exocitosis de insulina en las células B de los islo-
tes de Langerhans (fig. 7-20) y de neurotransmisores en algunos terminales
axónicos (fig. 7-21 ), etcétera.
El Cal+ actúa también como segundo mensajero en distintas vías de seña-
les intracelulares, para lo cual se liga a una proteína llamada calmodulina
(figs. ll-10 y 11-19).
La parte media de esta proteína es alargada y cada uno de sus dos extremos,
que son globulares, posee dos Jugares de unión para el Cal+. La calmodulina se
activa sólo si se le unen los cuatro Ca2+ que es capaz de albergar.
Una vez formado , el complejo caz+-calmodnlina activa a la quinasa
CaM (por Ca 1+-calmodulin) , que luego de autofosforilarse fosforita a serinas
y treon i nas de otras quinasas citosólicas.
La quinasa CaM da origen a varias vías de señales intracelulares. Así, en
distintos tipos celulares inicia una cadena particular de activaciones derivada
de \a fosforilación de sucesivas quinasas, hasta que la última produce la res-
puesta celular. Otro ejemplo corresponde al cerebro, en algunas de cuyas neu-
ronas la quinasa CaM-ll se mantiene activa aún después de la caída del Cal+
citosóLico, de ahí que se estima que esa quinasa se relaciona con la memoria
y los procesos de aprendizaje.
En el capítulo 5-33 se vio que la calmodulina de la célula muscular estria-
da recibe e l nombre de troponina C. Además, se analizó la intervención del
complejo ea2+-troponina C durante la contracción muscular.
Por otro lado, el Ca2+ se une a la quinasa C y hace posible la vía de seña-
les intracelulares descrita en la próxima sección (figs. 11- 10 y 11-19).
Las señales intracelulares mediadas por el Ca2• concluyen cuando el ion
retorna al interior del REL o es extraído hacia Ia matriz extracelular por me-
dio de bombas de Ca2+ (caps. 3-23 y 7-26).
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222 ■ BIOLOG IA CELULAR Y MOLECULAR
....
.AD.I'
A
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11 COMUNICACION INTHRCBLULAR Y TRANSMISION INTRACELULAR DE SEÑALES 223
Apenas se activa, la quinasa C fosforila a serinas o a treoninas de proteí- Fig. 11-22. A lgunas imegrn-
ciones de iJls vías de señales
nas citosó licas y nucleares. las cuales varían en los distintos tipos de células.
que nacen de receptores con
Una <le las proteínas citosólicas es la glucógeno si.ntasa. que en la célula he- actividod de ürosioa quinasa o
pática es fosfori lada no sólo por la qui.nasa A sino también por la quinasa C. ele recepLores acoplados a pro-
Como se vio en la sección 11- 15. el fosfato le impide a la glucógeno sintasa 1eínas G. PLC-(3. fosfolipasa
C-f\; PlC-y, fosfolipasa C-y;
sintetizar glucógeno a partir de moléculas de glucosa (fig. J l - l 7B). AC. adenilalo ciclasa.
Otra proteína citosólica que fosforila la quinasa Ces la Raf, en cuyo caso
la vía de señales deriva en la activación de genes que inducen el crecimien to
y la diferenciación celular (secc ión J 1- 12) (tig.11-22).
Otros dos ejemplos en los que la enzima quinasa C fosforil a a proteínas
citosól icas se dan durante la fecundación, en las etapas mostradas en las fi-
guras 19-22 y J9-23.
Por su parte, las proteínas nucleares que se fosforilan mediante la quinasa C
son factores de transcripción que activan o reprimen a un grupo de genes re-
lacionados con la proliferación celular. La importancia de la quinasa C en el
conrrol de la proliferación celular se demostró al estudiarse la acción tumorí-
gena de los ésteres de forbol, los cuales poseen estructuras similares a la del
DAG y al igual que éste activan a la quinasa C. No obstante. debido a que no
se degradan -y, por lo tanto, no se interrumpe la actividad de la quinasa C- ,
promueven una proliferación celular sostenida, con la consiguiente forma-
ción de tumores.
Debe señalarse que eo algunas neuronas del cerebro la quinasa C no fos-
forila a proteínas del citosol ni del núcleo sino a canales iónicos de la mem-
brana plasmática, lo cual los abre. con la consiguiente alteración de la exci-
tabilidad de la membrana.
La quinasa C interrumpe su actividad cuando el DAG se hidroliza. Uno de
los productos de esa hidrólisis es el ácido araquidónico. que es un precursor
de diversos eicosanoides, entre los que se hallan las prostagla11di11as.
ERRNVPHGLFRVRUJ
224 BIOLOC:11\ CELULAR Y MOLF.:CULAR
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Núcleo 12
12-1 . El núcleo es uno de los compartimienlos esenciales
de la celula eucaríota
La presencia del núcleo es la principal caracterísLica que distingue a las
células eucariotas. El núcleo ocupa un 10% del volumen total de la célula y
en él se baila confinado el ADN, excepto el de las mitocondcias. Lo delimita
la carioteca o envoltura nuclear, compuesta pqr dos membranas concéntri-
cas que se continúan con la membrana del RE (fig. 12-1).
La carioteca posee numerosas perforaciones -U amadas poros- , que co-
munican el interior del núcleo con el citosol. Además se encuentra reforzada
por dos mallas de filamentos intermedios, una que se apoya sobre la superfi-
cie interna de la envoltura -la lámina nuclear vista en el capítulo 5-3- y
otrn que lo bace sobre la superficie externa (fig. 12-1).
En el compartimiento nuclear se localizan:
1) Cuarenta y seis cromosomas, cada uno formado por una sola molécu-
la de ADN combinada con numerosas proteínas.
2) Varias clases de ARN (mensajero, ribosómicos, de transferencia, pe-
queños), que se sintetizan en el núcleo al ser transcriptos sus genes. Estos
ARN salen del núcleo por los poros de la envoltura nuclear después de su
procesamiento (cap. 15).
3) El nucléolo. donde se localizan los genes de los ARNr y los ARNr re-
cién sintetizados.
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226 BIOLOOIA C'f'.1.ULAR Y MOLl:CULAR
4) Diversas proteínas, como las que regulan la acuvidad de los genes, las
que promueven el procesamiento de los ARN. las que se combinan con los
ARNr en el nucléolo. las ADN polimerasas, las ARN po limerasas, etc. Estas
proteínas son fabricadas en el citosol e ingresan en el núcleo por los poros de
la envoltura nuclear
5) Los elementos mencionados se hallan dispe rsos en la matriz nuclear o
nucleoplasma, cuya composición es escasamente conocida.
ENVOLTURA NUCLEAR
12-2. La envoltura nuclear está compuesta por dos membranas
concéntrica~ atravesadas por poros
Hemos dicho que la en voltura nu clear o carioteca está compuesta por
dos membranas concéntricas. Estas se unen a nivel de los poros, los cuales se
hallan distribuidos más o menos regularmente por toda la envoltura (figs.
12-l. 12-2 y 23-5)
El espacio entre la membrana externa y la membrana mterna -o espacio
per in uclear- se comunica con la cavidad del RE. La membrana externa se
continúa con la membrana del RE y es común que aparezca tachonada de ri-
bosomas (fig. 12-2) Las proteínas que ~e sintetizan en estos ribosomas se
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12. NUCLEO 227
Lémina nuclear
NUCLEO
CITOSOL
Espru:lo Prolelna
pennuclear de anclaje
Dlalragma
100 nm
l
Lámma nuclear
Fig. 12-4. Esquema del complejo del
NUCLEO
poro con sus distimos componentes.
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228 ■ BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
~ :a~--------~~~-- - - > ~~
t1 ',11/'
1 !
~ ¡ e=@:=====================~
NUCLEO
1
1
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1
1
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1 1
\,'-----------~ •-------)'',, .~
A
Fig.12-S. A. Pasaje de proteí- 12-3. los poros de la envoltura nuclear son estructuras complejas
nas desde el c itosol hasta el
núcleo a través del complejo Los 3.000 a 4.000 poros que posee la envoltura nuclear son mucho más
del poro. que simples canales entre el nucleoplasma y el citosol. En ellos existe un con-
junto de proteínas llamadas nucleoporinas, las cuales componen una estruc-
tura denominada complejo del poro que consta de los siguientes elementos
(figs. 12-3 y 12-4):
1) Ocho columnas proteicas que forman una pared cilíndrica en tomo a la
cual la membrana externa de la carioteca se continúa con la membrana inter-
na. En el lado citosólico los extremos de las columnas proteicas componen un
anillo o boca externa del poro nuclear. En el lado interno ocurre algo similar.
2) Proteínas de anclaje que amarran las columnas proteicas a la envoltu-
ra nuclear. Cada proteína se liga a una de las columnas, atraviesa la membra-
na de la envoltura y su extremo sobresale en el espacio peri nuclear.
3) Proteínas radiales que surgen de las columnas y se orientan hacia el
centro del poro. Dado que se acortan y se alargan. convierten al complejo del
poro en un diafragma.
4) Fibrillas proteicas que nacen de las bocas interna y extern a del com-
plejo y se proyectan hacia el nucJeoplasma y el c itosol , respectivamente.
Además, una fibra circular une entre sí los extremos distales de las fibrillas
que parten de la boca interna. Más adelante se verá que las :Eibri llas proteicas
intervienen en el pasaje de las proteínas a través del poro (fig. 12-6).
El complejo del poro mide alrededor de 30 nm de al LUra y 100 nm de diá-
metro. Sin embargo, las proteínas radiales reducen su orificio, cuyo d iámetro
fluctúa entre 9 y 25 nm. A través de é l pasan iones y moléculas pequeñas y
grandes en ambas direcciones.
Generalmente, los iones y las moléculas pequeñas se transfieren en forma
pasiva, sin gasto de energía. En cambio. las macromoléculas (proteínas y mo-
léculas de ARN), antes de pasar fuerzan el aconamiento de las proteínas ra-
diales, por lo que el complejo del poro se comporta como un diafragma q ue
adapta su abertura a las dimensiones de las molécu las que deben atravesarlo.
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12. N"UCLEO 229
•-.. . /. . ~-------+
'-,,I
LS <{] --------.. .,, \1
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1 1
1 1
CITOSOL
¡ 1
NUCLEO
l: 1
~ •--------;~--------- ~ ~l
~ ~ Protelna
B
12-4. El pasa¡c de macromoleculas a través del complejo Fig. 12-5. B. Pasaje de proteí-
drl poro es regulado nas desde el núcleo hasta el
citosol a través del complejo
La~ macromoléculas que ingresan en el núcleo son las proteínas reseñadas del poro.
en la sección 12-l y unos ARN pequeños que retornan al compartimiento nu-
élear después de haberlo abandonado temporalmente (cap. 15-12). En cam-
bio. las macromoléculas que salen del núcleo son proteínas envejecidas o que
dejaron de funcionar -ya que deben dirigirse al citosol a fin de ser destrui-
das por proteasomas- y diversos tipos de ARN combinados con proteínas.
Entrada de proteínas en el núcleo. A diferencia de las proteínas destina-
das a las mitocondrias y a los peroxi.somas -que como se vio en los capítu-
los 8-28 y 10-5 se pliegan después que ingresaron a esos organoides-, las
destinadas al núcleo ingresan estando plegadas, ya que adquieren sus estruc-
turas terciarias y cuaternarias en el cicosol, apenas terminan de s intetizarse
(cap. 4-5).
La entrada de las proteínas en el núcleo se realiza mediante un mecanis-
mo selectivo que permite el ingreso sólo de las apropiadas , las cuales poseen
un péptido señal específico que abre el camino para que puedan pasar por el
complejo del poro.
Los péplidos señal más estudiados se llaman NSL (por nuclear sigflal la-
calizatiofl) (cap. 4-4). Como muestra la figura 12-5A, no interactúan directa-
mente con el complejo del poro sino mediante una proteína heterodimérica
denominada importina. Debido a que existen distintos tipos de NSL para di-
ferentes grupos de proteínas destinadas al núcleo, cada tipo de NSL requiere
llfla ,mportina especial. Por otra parte, existen NSL que se unen a proteínas
distintas de las imporLi nas, entre las que se encuentran unas que se volverán
a mencionar más adelante, llamadas lransportinas.
El pasaje de una proteína desde el citosol al núcleo a través del complejo
del poro se produce en varias etapas. Son las siguientes y se ilustran en la fi-
gura 12-SA:
1) La proteína se une a la importina por medio del NSL y ambas molécu-
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230 BíOL.OOIA CELULAR Y MOLECULAR
las se colocan cerca del complejo del poro. Lo aLraviesan previo agranda-
miento de su diafragma, cuyo diámetro puede alcanzar los 25 nm.
2) El pasaje requiere que la importina sea guiada por las fib1illas protei-
cas externas e internas del comp lejo del poro, de la manera ilustrada en la fi-
gura 12-6.
3) Durante el pasaje se gasta un GTP. cuya h.idrólis is está a cargo de una
proteína llamada Ran (por Ras-related nuclear pmrein). Como se ve, se tra-
La de un transporte activo.
4) La Ran pertenece a Ja familia de GTPasas que actúan asociadas a las
proteínas reguladoras GEF y GAP. En los capítulos 7-38 y 11 - 12 se dijo que
cuando son influidas por la GEF, estas GTPasas intercambian el GDP inclui-
do en sus moléculas por un GTP. mientras que cuando son influidas por la
GAP hidrolizan el GTP a GDP y P (fig. 11 -9). La GEF y la GAP que se aso-
cian a la Ran se localizan en el núcleo y en el cicosol. respectivamente.
5) Como muestra la figura l2-5A. cuando el complejo importina-proteína
ingresa en el núcleo lo hace Lambiéa la Ran-GDP.
6) En el núcleo la GEF promueve el reemplazo del GDP de la Ran por un
GTP, tras lo cual la Ran-GTP se une al complejo importiaa-proteína.
7) Esa unión hace que la importina se independice de la proteína. que
queda retenida en el núcleo.
8) En cambio, la importiaa y la Ran-GTP permanecen unidas , aLraviesan
el complejo del poro y retornan aJ citosol.
9) En el citosol la GAP iriduce a la Rao a que hidrolice el GTP a GDP y P
-es aquí donde se gasta el GTP-, de Jo que resulta una Ran-GDP y su se-
paración de la importina.
10) Finalmente, Ja Ran-GDP y la importina libres pueden ser reutilizadas
para hacer ingresar nuevas proteínas en el núcleo.
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l2. NUCLEO ■ 231
Cabe señalar que ciertas proteínas destinadas al núcleo -en particular los
receptores de las hormonas es1eroideas-, después de sintetizarse permane-
cen en el citosol hasta la llegada de esas hormonas (fig. l l-2). Como se vio
en el capítulo 11-6, los receptores son retenidos porque se les unen chapero-
nas de la fam il ia hsp90 y adquieren formas que les impiden ingresar eo el nú-
cleo. Cuando Uegan las hormonas esteroideas, se separan las chaperonas y
cambian de forma los receptores, lo que les pem1ite atravesar los poros de la
envollura nuclear (fig. l 1-3).
Salida de proteínas y de moléculas de ARN. Las proteínas que salen del
núcleo dependen también de la Ran y de señales específicas para poder atra-
vesm· los poros de la envoltura nuclear. Los péptidos señal se denominan
NES (por nuclear export signa() y son reconocidos por proteínas equivalen-
tes a las importinas, llamadas exportinas. Además existen NES que son re-
conocidos por transportinas.
El pasaje de una proteína desde el núcleo al citosol a través del complejo
()el poro se produce en varias etapas. Son las siguientes y se ilustran en la fi-
gura 12-5B:
J) La proteína se une a la exportina por medio del NES. Simultáneamen-
te, la GEF remueve el GDP de una Ran-GDP y lo reemplaza por un GTP, de
modo que se forma una Ran-GTP.
2) La Ran-GTP se une a la proteína por meclio de la exportina.
3) Unidas entre sf, la Ran-GTP, la proteína y la exporti na se acercan al po-
ro nuclear y lo atrnviesan previo agrandamiento de su diafragma. cuyo diá-
metro puede alcanzar los 25 nm.
4) Al igual que la importina, durante el pasaje la exportina es guiada por
lns fibrillas proteicas del complejo del poro.
5) Al cabo del pasaje, inducida por la GAP, la Ran-GTP hidroliza el GTP
a GDP y P, de lo que resulla una Ran-GDP.
6) Ello hace que la Ran-GDP se independice de la exportina. la cual. a su
vez, se independiza de la proteína.
7) La proteína queda retenida en el citosol. En cambio, la Ran-GDP y la
exportina retoman al núcleo separadamente.
8) Finalmente, la Ran-GDP y la exportina lfüres pueden ser reutilizadas
para transferir nuevas proteínas hacia el citosol.
Respecto de las moléculas de ARN, salen del núcleo combinadas con pro-
teínas, aunque e~Lán impedidas de hacerlo si ao in.iciaroo o completaron sus
proccsantlentos (capítulo J 5). Su pasaje a través de los poros nucleares de-
pende de la Ran y de transport.inas que reconocen señales específicas en las
proteínas.
CROMOSOMAS
12-5. El material con el que estan formados los cromosomas
es la cromatina
Cada cromosoma está constituido por una larguísima molécula de ADN
asociada con diversas proteínas. Según el cromosoma, el ADN contiene en-
tre 50 y 250 mi llones de pares de bases. Las proteínas asociadas se clasifican
en dos grandes grupos: las histonas y un conjunto heterogéneo de proteínas
no histónicas.
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232 BJOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
~
Fig, 12-7. Esquema de un cromOISO•
ma. coo el ccntrómero, los telómeros
y algunos oñgcncs de replicación. 11 1 1 11
ERRNVPHGLFRVRUJ
•• 1 1 1
12. NUCLEO ■ 233
Uno de los mayores retos que enfrentan Jos biólogos moleculares es descifrar
las funcíones de las secuencias de ADN ajenas a los genes. Estudios recientes
sugieren que la mayoría de esas secuencias regulan la expresión genética, de
modo que actuarían sobre ciertos genes determinando cómo, cuándo y coa qué
duración deben e¡cpresarse.
Más de la mitad del ADN se halla representado por secuencias de nucleó-
tidos no repelidas (copias únicas) o que se repiten unas pocas veces. La
mayorfa de los genes se localizan en esta parte del ADN.
El resto del ADN corresponde a secuencias de aucleótidos que se repiten
muchas veces. Existen dos clases de este ADN repetitivo: e l dispuesto ea
tandas (en el cual el inicio de una repetición se hal la inmedíata1nente después
del final de la otra) y el disperso (cuyas copias ao se encueatraa agrupadas
sino dispersas en distintos puntos de los cromosomas).
ADN repetitivo dispuesto en tandas. A esta categoría pertenecen los
ADN satélites, los microsatélites y los minisatélites.
En los ADN satélites el largo de la secuencia repetida, el número de ve-
ces que se repite en cada tanda y el número de tandas varían. El ADN satéli-
te más destacado se localiza en los centrómeros, y por ello se encuentra en
todos los cromosoma.~ {fig. 12- 17). Incluye una secuencia repelida de 17 1 pa-
res de bases a la que se le ha dado el nombre de secuencia alfoi.de, que vaóa
muy poco en los distintos cromosomas. Otros ADN satélites se localizan en
el brazo largo del cromosoma Y y en la cromatina aledaña a los centrómeros
de los cromosomas l. 3. 9, 16 y 19 (más adelante se indicará el significado
de la numeración de los cromosomas).
Los microsatélites poseen secuencias de ADN repetidas mucho más cortas
que las de los ADN satélites. e igual que éstos están en todos los cromosomas.
Los min.isatélites también contienen secuencias de ADN cortas. A esta ca-
tegoría pertenece el ADN repetitívo de los telómeros (sección 12-6 y cap.
17-9) (rig. 17-12) y el ADN l1ipervariable, llamado así porque es distinto en
cada individuo. El ADN hipervariable se localiza principalmente en las pro-
ximidades de los cenlrómeros y, debido a que su herencia responde a las le-
yes mendelianas, la medicina forense recurre a é l cuando necesita realizar es-
tudios de paiemidad o de identidad de personas.
ADN repetitivo disperso. Existen dos clases de ADN repetitivo disperso ,
Uamadas SlNE y LTNE (por short y long interspread nuclear elements).
El SINE más estudiado corresponde a la familia Alu, cuyas copias -re-
partidas en todos los cromosomas- constituyen el 13% del genoma huma-
no. Cada copia tiene cerca de 300 nucleótidos y un sitio que puede ser corta-
do por la enzima de restricción Alu l (de alli el nombre de este ADN). Debi-
do a que las secuencias Alu poseen una extensa homología con la secuencia
del gen del ARNpc. se las asocia con este gen (caps. 13-2 , 13-11 y 14-18).
El LINE más común se conoce con la sigla Ll (por LTNE-1), cuyas copias
ocupan alrededor del 21 % del genoma humano. Su secuencia repetida es re-
lativamente larga y contiene dos genes, uno de los cuales codifica una pTotef-
na de unión y el otro una proteína enzimática bifuncional, pues actúa como
endonucleasa de restricción y como transcriptasa inversa (cap. 17-25).
Los ADN repetitivos dispersos Alu y Ll volverán a ser mencionados en el
capítulo 17-25, dedicado a los traasposones .
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234 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
Q, Q
Fig. U-8. Los cualfO pares de hl!,•
---
~ --. ~
é
~ Q, Q
tonas que componen el núcleo del
nucleosomu H2A H2B H3 H4
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12. NUCLEO ■ 235
Núcleo
B Nucleosoma C Cromatosoma
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236 ■ BIOLOOlA CELULAR Y MOLECULAR
asisten a las histonas para que se liguen entre sí. Se denominan pr oteína NJ
y nucleoplasmina. La primera asocia a la H3 con laH4; la segunda. a la H2A
con la H2B.
Los nucleosomas se hallan separados por tramos de ADN espaciadores
de longitud variable, que contienen entre 20 y 60 pares de nuclcótidos. Como
muestran las figuras l 2-9A, 12-1 O y 12-128, la alternancia de los nucleoso-
mas con los segmentos espaciadores le da a la cromatina la apariencia de un
collar de cuentas. Puesto que comúnmente un gen contiene unos 10.000 pa-
res de nucleótidos. posee alrededor de 50 nucleosomas separados por otros
tantos ADN espaciadores.
El tratamiento de la cromatina con enzimas que digieren el ADN (nuclea-
sas) provoca eones sólo en los ADN espaciadores. Si el tratamiento es mode-
rado, se independizan los cromatosomas, los cuales permanecen íntegros.
tanto sus histonas como el ADN asociado a ellas (fig. 12-9C). Pero c uando la
digesúón enzimática es intensa se obtienen nuclcosornas (fig. 12-9B).
Para que pueda ser contenida en el pequeño espacio que el núcleo le
ofrece, la cromatina de cada cromosoma debe experimentar nuevos y suce-
sivos grados de enroUamiento, cada vez mayores. Estos nuevos enrolla-
m1entos son inducidos por un complejo de proteínas nucleares llamadas
condensinas.
En primer ténnino, los cromatosomas se enrollan sobre sí mismos y dan
Fig. 12-11.A. Cromauna de 30
nm de diámetro (De F. Thoma, lugar a una estructura helico1dal llamada solenoide. de 30 nm de diámetro
T Koller y A. Klug.) B. Micro- (figs. 12-11 y l 2- l 2C). Como muestra la figura 12-11, es1e cnrollamienro de-
grufTu clcc1ró111ca ele una libra pende de las histonas Hl -dado que se unen entre sí- y cada vuelta del so-
tic cromauna de 30 nm de diá-
metro (Co~ía de J B. Rau- lenoide contiene seis nucleosomas.
ner y B. A. Hamkalo.) Debe señalarse que a intervalos más o menos regulares el enrollamiento
A B
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12. NUCLEO ■ 237
A 8 e o E
de las fibras de 30 nm se interrumpe, de modo que se observan -enue sec- Fig. 12-12. Sucesivos grados
tores de 30 nm- uamos de cromatina más delgada. En ellos el ADN se en- de enrollamiento que experi-
meata la cromatina.
cuentra asociado a proteínas no hisrónicas, en su mayoría reguladoras de la
actividad génica (cap. 14-5).
La cromatina se compacta 10davía más. Así, la fibra de 30 nm forma lazos
de variada longitud, los cuales nacen de un cordón proteico constituido por
proteínas no histónicas (figs. 12-12D y 12-13). Dado que el conjunto de cor-
dones proteicos compone una suerte de andamiaje. en los extremos de cada
lazo el ADN asociado al cordón proteico lleva e l nombre de SAR (por suif-
fuld associated regions). Los lazos se hallan firmemente unidos al cordón,
pero se ignora cómo se sujetan a él las SAR.
Se considera que cada lazo constituiría una unidad de replicación del ADN
(cap. 17-3) y, probablemente, una unidad de transcripción, es decir, un gen
(cap. 14- I 2).
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238 ■ BIOLOOIA CELULAR Y M01 l:.CULAR
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12. NUCLEO 239
.,.~
-~ ,
t·. .
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-.
•
de cariotipo (fig. 12-15). "' ~ l!
Las 46 unidades normalmente presentes en las células humanas consisten
en 23 pares de homólogos. Como vimos, 22 de ellos están presentes tanto en
,~ mujer como en el varón y reciben el nombre de autosomas. El par restan- Fig. 12-14. Micrografía elec-
te - que se conoce como par sexual- en la mujer se halla integrado por dos U'ónica de w1 cromosoma en
metafase. (Cortesía de E. J.
cromosomas idénticos, los cromosomas X, y en el varón por dos cromosomas Dupraw.)
bastante disímiles, pues uno de ellos es un cromosoma X y el otro es el pe-
queño cromosoma Y.
Los cromosomas metafásicos presentan una morfología característica. Es-
tán integrados por dos componentes filamen1osos -las cromátidas- unidos
por el centrómero (o constricción primaria).
Como se verá en el capítulo 18-9, el centrómero desempeña un papel
esencial en la separación de las cromátidas hermanas durante la anafase.
que sigue a la metafase. A consecuencia de tal separación. una vez segrega- Fig. 12-15. Cru-io1ipos huma-
nos normales . A. Masculino.
das en las res pectivas células hijas. cada una de las cromátidas se convier- B. Ferneniuo. (Cortesía de M.
te en tm cromosoma. Drets.)
) ( ( )/ )( J)
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240 B IOLOGIA CELULAR Y MOLECU LAR
Metacéntrico Submetacentrico
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12. NUCLEO ■ 241
2 3 4 5 6
7 X 8 9 10 11
12 13 14 15 16 17
p~:
q 1 '
• E,· 1
2
'')
18 19 20 21 22 y
Fig. 12-17. Represe,uacióo esquemática del cariotipo humano con bandeado, que muestra los 22 au-
tosomas y los cromosomas X e Y. p , brazo corto; q , brazo largo. Los sectores de heterocromatina
t·onstitutiva (incluidos los de los centrómeros) aparecen en color rojo. Los nwneros corresponden a
las regiones y las bandas . Los cromosomas 13, 14, 15. 2 1 y 22 contienen satéütes y constricciones
secundarias. En estas t1ltimas se localizan los genes del ARN'r 45$ ,
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242 BIOLOOIA CELULAR Y MOI. ECULAR
Bandeado G. Los cromosomas son tratados con tri psi na {para desnatura-
lizar sus proteínas) y teñidos con el colorante de Giemsa. Las bandas G. que
aparecen oscuras. contienen ADN ricos en pares de nucleótidos A-T
Bandeado Q. Si los cromosomas son tratados con q uinacrina desarrollan
un pall"Ón específico de bandas oscuras intercaladas con ouas brillantes (Q),
las cuales se identifican con la ayuda del microscopio de lluorescencia {cap.
23-25). Las bandas Q coinciden casi exactamente con las bandas G. por lo
que también son ricas en pares de nucleótidos A-T
Bandeado R. En este caso los cromosomas reciben calor antes de ser te-
ñidos con el colorante de Giemsa, lo que da un patrón de band as oscuras
(bandas R) y claras inverso al conseguido con los bandeados G y Q. El aná-
lisis molecular de las bandas R muestra una mayor proporción de pares de
nucleótidos G-C.
Bandeado C. Este método uñe de manera específica los tramos de croma-
tina que permanecen condensados en la interfase, por ejemplo. la heterocro-
matina constitutiva de los centr6meros.
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12 NUCLEO 243
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13 Genes
ADN ~
Trenscrlpl~
l Tra~pe,on
primario
l Prooes8m•oolo
ARNm ~
~~- l
~vcc,~
Protelna • ,..__
Fig. 13-1. Flujo de infonnación gen61ica en una
célula eucariota
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13. GENES ■ 245
(5') ATGGTTAAC ...... ..... , ......... CT CT AA (3') fig. 13-2. Transfere1Jcia de la infor-
ADN mación genética contenida en la se-
(3' } TACCAATTG .............................. GAGATT (5')
cuencia de nucleóúdos del ADN.
1
Transcripción
que pasa al ARNm (trtmscripción) y
de éste a la proteínH (traducción).
ARNm
+
(s· 1 ~~ ~ ......................... ~~ (3'l
+
(lnlc.)
1
Traducción
+
(Term.)
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246 RIOLOG IA CELULAR Y MOLt;.CUt, AR
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13. GENES 247
Segunda bese
Primera Tercera
b•se u e A G base
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248 ■ BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
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13. GBNES ■ 249
ERRNVPHGLFRVRUJ
250 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
5·
~---- 18$ 5.BS 28S
5'
Flg. 13-7. Suce,ión de copia.~ intrones. respectivamente (sección J3-3) La mayoría de los genes que codi-
del gen del ARNr 45S Obs4!r• fican ARNm contienen entre uno y 60 intrones. y son muy pocos los genes
vense lo, cspncindores que se
trwc~cnben {horra., daras I y que carecen de esta clase de secuencias.
lo~ 4ue no lo hocen (/fueas). La secuencia de terminaci611 no ha poclido ser identificada. No obstante, en
un sector previo a ella es común la presencia de la secuencia AATAAA, que es
necesaria para la conclusión de la síntesis del transcripto primario (cap. 15-4).
La inmensa mayoría de los genes que codifican ARNm están representa•
dos por copias únicas (más exactamente por dos copias, dada la condición di-
ploide de las céluJas somáticas). Una de las excepciones corresponde a los
genes que codifican a las cinco histonas (cap. 12-9). Los cinco genes se en-
cuentran en el cromosoma alineados uno tras otro. separados entre sí por tra-
mos de ADN que no se transcriben, llamados ADN espaciadores (fig. 13-6).
De este juego de cinco genes existen entre 20 y SO copias dispuestas en tán-
dem, separadas entre sí por nuevos ADN espaciadores.
Los ribosomas están formados por dos s11bunidades, cada una compues-
ta por ARN rlbosómicos combinados con proteínas. Los ARNr se identifi-
can teniendo en cuenta sus tamaños, expresados como coeficientes de sedi-
mentación (cap. l 6-9). Así. existen cuatro Li pos de ARNr. llamados 28S. 18S,
S,8S y SS (fig 15-9). Los tres primeros derivan de un rranscripto primario
común denominado ARNr 45S (fig. 15-9). Existen. por lo tanto, dos genes
codificadores de ARNr. el correspondiente al ARNr 45S (lig. l3-7) y el que
codifica al ARNr SS. Aquí no~ ocuparemos del primero.
La célula posee alrededor de 200 copias del gen del ARNr 45S. Se locali-
zan en las constricciones secundarias de los cromosomas 13. 14, 15. 21 y 22,
sillladas en el nucléolo. En promedio, cada constricción secundaria posee
unas 20 copias de l gen. Como se observa en las figuras 13-7 y 14-J 3, lasco-
pias del gen del ARNr 45S se hallan alineadas en tándem, separadas entre sí
por secuencia.~ espaciadoras de ADN que no se transcriben. En cada uno de
estos espaciadores se localizan el regulador y la mayor pane del promotor.
Veamos los elementos hallados en cada copia del gen (fig. 13-8):
AJ igual que los genes de los ARNm, el promotor de l gen del ARNr 45S
se encuentra "corriente arriba" respecto del extremo 5' del segmento codifi-
cador. Se trata de una secuencia de alrededor de 70 nucleótidos, 20 de los
cuales son además los 20 primeros nucleótidos del sector codificador. Por lo
tanto, leída en dirección 5'-3', la última parte del promotor es la pane ini-
cial del segme1110 codificador.
1
-----•
~-ig. LJ-8. Estructura general del
gca que cod1 ficu ni ARN r,bosó•
5'
-200
'
-100 -50
'
+20
•-~ ..... ·~---~~----
1
llllCO 45S. REGULADOR PROMOTOR CODIFICADOR
ERRNVPHGLFRVRUJ
13. GENES 251
s· ----
/ PROMOTOR\
gen qlle codifica al ARN ribosó-
mico 5S,
REGULAOOR ! - - - - - - - C O DIFICADOR - - - ------1
ERRNVPHGLFRVRUJ
252 1!101.0GIA CF.LULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
13. GENES 253
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ERRNVPHGLFRVRUJ
14 Transcripción del ADN
14-1 Defi111c1ón
Recibe el nombre de transcripción la síntesis de molécula., de ARN sobre la
base de moldes de ADN. La síntesis se produce por la unión entre sí de los nu-
cleótidos A. U, C y O, que se alinean siguiendo e l orden marcado por los nucleó-
t1dos complementarios del ADN. Esa cornplementaricdad determina que las ba-
se, A, U. C y G del ARN se apareen. respectivamente. con las bases T. A. G y C
del ADN. Como veremos. el apareamiento se logra mediante el establecimiento
de uniones transitonas (no covalentes) de la.-. bases del ADN con las bases del
ARN en formación. lo cual permite que se produzcan las verdaderas reacciones
sintéucas, es decir, la unión de los nucleótidos del ARN entre sí.
El enlace entre dos nucleótidos consecutivos corresponde a una unión fosfo-
diéster (fig. 14-1) Dado que en eUa un grupo fosfato liga el C5' de la ribosa de
un nucleótido con el C3' de la ribosa del nucleótido contiguo, la molécula de
ARN siempre resulta polarizada, con un fosfato en su extremo 5' y un hidroxi-
lo en su extremo 3' Las uniones fosfodiéster no se producen espontáneamente:
son ding¡das y catal.izadas por enz.unas específicas llamadas ARN polimerasas.
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCRIPCTON DEL ADN 255
-,.
3'
o
5'
A
FI
Fig. 14-l. Unión fosfodiéster entre los nucleótidos
del ARN durante la transcripción del ADN.
N t<
O-P-0"
t1
Tlmlna !·" AdenlnayO~H,
rHH HO \
o o o
1 11 O
O,-.P - 0 H O - P-O- P-0·
1 1 1
o .O•· o-
Guanina 1-•L....:C""n"'o:s::
ln:.::•= r k : : º ' JH,
lkHH HO 0 1◄
·O O O
, 1 n
P-O-P-O-P-0•
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AnPn1na , ••• [L...U
=.r:.::•::::
ci:.::
~l Vº ~ H,
IHHH
1 HO OH
3·
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P-O-P-O - P-0·
Citoslna ·1 ' 1 1 f
O O O· O-
Guan,na~I
CH,
HH HH
1 HO OH
~
3'
5'
ración de las dos cadenas del ADN en toda su extensión. Sólo se separa un
tramo de alrededor de l O pares de nucleótidos, lo cual, como muestra la figu-
ra 14-2, forma en el ADN una burbuja de transcripción que se desplaza a
medida que se ''leen.. sus nucleótidos.
Si bien se transcribe la cadena 3' -+5' del gen, convencionalmente se dice
que la transcripción avanza en dirección 5'-+3' porque el ARN sintetizado se
corresponde -en su polaridad y en la secuencia de sus nucleótidos (sustitu•
yendo el U por la T)- con Ja cadena no transcripta del ADN. Más aún. la se-
cuencia del gen se defwe por su cadena 5'-+31 (fig. 14-2).
ERRNVPHGLFRVRUJ
256 BIOLOOIA CELIJl.AR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCRIPCION DEL ADN ■ 257
A Regulador •
Promotor Codificador
sobre sí mismo para que interactúen
el regulador y el promotor, lo que
estinmla la transcripció□ del sector
codi:ficador del gen por la ARN po-
limerasa TI.
AAN pot,merasa 11
B
~d
• ---■1,
el ADN en dirección 5'-+3' y hace avanzar la burbuja. Lo logra porque sepa-
ra a los nucleót:idos en el lado frontal de la burbuja, en tanto que los de la re-
taguardia se vuelven a unir (fig. 14-2). Esto último es posible porque alli el
ADN se desliga de los ribonucleótidos. No obstame, el ARN -cada vez más
largo- sigue unido a la cadena molde de ADN por medio de los últimos ri-
bonucleótidos incorporados.
La transcripción concluye cuando la ARN polimerasa alcanza la secuencia
de terminación en e l extremo 3' del gen. Ea ese punto, la enzima se libera.
También lo hace el ARN, que adquiere el nombre de transcripto primario.
En el extremo 5', el primer nucleótido del ARN retiene los tres fosfatos,
mientras que en e l extremo 3' el último nucleótido presenta un grupo OH li-
bre (flg. 14-1).
ERRNVPHGLFRVRUJ
258 IIIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCRIPCION DEL ADN 259
se analiza cómo responden las células al ser influidas por otras, y en las si-
guientes secciones del presente capítulo se describen los mecanismos mole-
culares que llevan a la diferenciación celular. Finahnente, en los cap(ruJos IS,
16 y 21 se agregan datos que completan el panorama.
Los mecanismos celulares que determinan qué proteína ha de sintetizarse,
y en qué cantidad, operan en varios niveles, aunque los más importantes son
los que controlan la actividad transcripcional de los genes. No obstante, pue-
den producirse regulaciones después de sintelizado el ARN, durante el pro-
cesamieato del rranscripto primario. Incluso más tarde, mediante el control
de la exportación del ARNm al citoplasma o de su supervivencia en el cito-
sol (fig. 13-1 ). Finalmente. en algunos casos las reguJaciones ocurren duran-
te la inducción de los ARNm en proteínas o a n·avés de la degradación de las
segundas. El control de la actividad transcripcional de los genes se anaJizará
en la, siguientes secciones de este capítulo, y las regulaciones postranscrip-
cionalcs se estudiarán en los capítulos IS y 16.
Es oportuno señalar que el ARN de aproximadamente la mitad de los trans-
criptos primarios no completa su síntesis. Se ignora si esLo se debe a la existen-
cia de alteraciones en los procesos de transcripción o si se Lrata de un mecanis-
mo generalizado de regulación de la actividad génica que opera abortando la
transcripción antes que la polimerasa ll arribe a la señal de terminación.
Se conocen muy pocos casos de regulación génica derivados de la conclu•
sión prematura de 1.a rranscripción. Como veremos, los mecanismos prevale-
cientes operan en el comienzo de la síntesis de los ARNm, ya que actúan so-
bre las secuencias reguladoras de los genes. Estas secuencias son influidas
por factores de transcripción específicos, que ingresan en el núcleo para ac-
tivar o inhibir a los genes.
ERRNVPHGLFRVRUJ
260 BIOL001A CELUI.AR Y MOLECULAR
Una vei que los factores específicos se han unido a las secuencias regula-
doras. ¿cómo actúan sobre el promotor? (recuérdese que ambas partes del gen
suelen estar muy distanciadas). Simplemen1e. el gen se curva y forma una
horquilla. como muestra la figura 14-3. Obsérvese el modo como los facto-
res específicos unidos a las secuencias regu ladoras interactúan con los facto•
res basales situados en el promotor. Ello es posible porque los factores espe-
cíficos cuentan con dos dominios, uno que se conecta con el ADN regulador
y otro que lo hace con los factores basales. más precisamente, con las sub-
unidades TAF del factor TFilD.
Cuando el complejo queda integrado, los factores basales activan a la
ARN polimcrasa lI y ésta inicia la transcripción del gen. Por su parte, los fac-
tores específicos disponen el número de polimerasas que -una traS otra-
harán el trabajo. lo cual regula la cantidad de ARNm que se fabricará.
En las secciones 14-20 a 14-26 se analizan los mecanismos reguladores de
la actividad génica en las células procariotas.
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCRJPCJON DEI, ADN 261
..
.,~ I
,.1 \
ERRNVPHGLFRVRUJ
262 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
H
SURCO MENOR
f'ig. 14-5. Posic,nncs y combi- Otm. Algo semeJante ocurre con los pares G-C y C-G, en los cuales los áto-
nocmnes de los 61t11nos de oxí- mos forman las combinaciones N-0- H y H-0-N. respectivamente.
geno. hidrógeno y niJrógeno
e¡~ se haflan expuestos en el La información cifrada en el surco menor del ADN (fig. 2-4) es menos
"""' ll)Jlyor de la molécula de amplia que la del surco mayor, tal vez porque el menor resulta estrecho pa-
ADN n ni vd tle lo, pares de ra la entrada de algunos aminoácidos.
ba1es A·T, T·A, G-C y C-G,
Además de estas asociaciones específica~. entre los factores de transcrip-
ción y el ADN se producen uniones inespecíficas: en una de ellas participo el
esqueleto de fosfatos del ADN y, si bien no le confiere especificidad a la
unión, la estabiliza
Por lo general cada factor de transcripción entabla unos 20 contac1os con
el ADN, lo que significa que aprox imadamente 20 aminoácidos interactúan
con otros tantos pares de nucleótidos, sea en el promotor o en el regulador del
gen Dado que las combinaciones de pares de bases son cuatro (A-T, T-A.
G-C. C-G), pueden darse una~ 160.000 (20') posibilidades de combinaciones
1eóricas. can11dad desproporc1onadamente alta para el número de factores de
transcripción que ex,s1en en la célula.
ERRNVPHGLFRVRUJ
r metcía del ADN son condiciones necesaria~ para que los ami-
noácidos de los primeros puedan interactuar con las bases del
14. TRANSCRIPCION DELADN ■ 263
ERRNVPHGLFRVRUJ
264 BIOLOOIA CELULAR Y MOLllCUI-AR
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCRLPCION DELADN ■ 265
ERRNVPHGLFRVRUJ
266 BI0L0OIA CELULAR Y M0I.ECULAR
~l
~N-~ b
de las cadenas del ADN contiene el dinucleótido mC-G, la
opuesta exhibirá el dinucleótido G-mC. Como es obvio, la
mC del dinucleótido mC-G se aparea con la G del dinucleóti -
do G-mC, y la G con la mC.
1
Al igual que con la metilación de las histonas, existe una
Oloslna Metlcitosina
estrecha correlación entre el grado de metilac1ón de los genes
Flg. 14-10. Me1ilnció" de lrt y su inactividad transcripc1onal. No obstante, en la metilación del ADN influ-
~iwsinu (obsérvese el grupo ye menos su número que el lugar donde se localizan. En efecto, la metilación
C,H en la merilcilosina)
del ADN a nivel del promotor puede abolir la actividad de un gen. mientras
que muchas meulaciones en su región codificadora suelen no afectarla.
Recordemos que existen genes con promotores que presentan sectores
llamados regiones CG debido a que contienen una alta proporción de ese d i-
nucleótido (cap. 13-7). Concordantemente, en las células de la mujer, los
promotores de numerosos gene~ inactivos pertenecientes al cromosoma X
compactado presentan un alto grado de metilación en los dinucleótidos CG.
Como es lógico, un gen puede estar metilado en un tipo celular pero no en
01ro. Por ejemplo, el gen de la 13-globina se hall a metilado en las cél ulas que
no fabrican esa proteína y no en las células eritropoyéticas, donde la ~-globi-
na es producida en grandes cantidades.
En las sucesivas generaciones celulares. las células de los tejidos diferen-
ciados poseen en sus ADN un patrón de ci1osinas metiladas vinualmen1e
idéntico al de sus predecesoras. La herencia de las mC se debe a que duran-
te la replicación, luego de duplicarse las dos cadenas del ADN, las C de las
cadenas hijas las complementarias a las G de los dinucleólidos mC-G y
G-mC, exclusivamente- adquieren un grupo metilo. Esta metilación es diri-
gida por una enzima llamada metilasa de mantenimiento, que actúa apenas
se duplica el ADN (fig. 14- 11 ).
Contrariamente, en las células que se diferencian después de dividirse, los
patrones de metilac1ón se modifican Así, los genes inactivos -por lo tanto,
muy metilados- pierden parte de su metilación si se activan.
El mecanismo que modula el reemplazo de las mC por C -y viceversa-
y el modo como las primeras previenen la transcripción son temas que acu-
cian a los investigadores dedicados al estudio de la diferenciación celular.
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCRIPCION DELADN 267
qu irir el patrón de metilación de Jos genes con impronta paterna, los cuales
no se modifican. Obviamente, en las células germinativas femen inas debe
ocurrir lo contrario. Se ignora cómo en el testículo los genes con impronta
materna adquieren el patrón de me1ilación de sus homólogos paternos, y en
el ovario los genes con impron1a paterna adquieren el patrón de melilación de
sus homólogos maternos.
En el tesuculo la modificación se produce en la etapa perinatal y tiene Ju-
gar en la~ células predecesoras de los espermatogonios (cap. 19-3). En cam-
bio, en el ovario se produce durante la meiosis l. por lo que tiene lugar en el
ovocito l (cap. 19-4).
Debe señalarse que para que la embriogénesis sea normal, por cada par de
alelos con impronta se requiere que uno tenga la impronta paterna y el otro
la materna. Por consiguiente, si en una cé lula germinativa de uno de los pa-
dres se produce una falla en la reprograrnación de la impronta, el embrión
fonnado con .la participación de esa célula tendrá una proporción inadecuada
de alelos paternos y maternos y se desarrollará defectuosamente.
Reciben el nombre de clisomías uniparentales las afecciones congénitas
que se producen cuando Jos dos alelos de un gen con impronta poseen la im-
pronta del padre o la impronta de Ja madre y no cada alelo la impronta de uno
de los padres. Por ejemplo, una malformación congénita muy grave, el sín-
drome de Angelman. se debe a la presencia de dos alelos paternos o a la fal-
la del alelo materno de un gen con impronta perteneciente al cromosoma 15.
Su contrapartida es el síndrome de l'rader-Willl, en el cual esos alelos son
matemos. Debe señalarse que si bien ambos síndromes son consecuencia de
la aJ te ración de la impronta del mismo gen - la del alelo materno y la del ale-
lo paterno. respectivamente- , sus cuadros clínicos difieren entre sí.
~
__ /
..,__
CG
GC
1
CHJ
CH3
~ 1
CG
Ge
1 Fig. 14-ll. Metilación de citosioas
CHJ eras la replicación del ADN.
ERRNVPHGLFRVRUJ
268 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
5'
Promotor
i 5..§S
Fig. 14-13. En la parte superior de la figura se observa un extendido con once genes consecutivos del ARNr 45S. separados
por segmentos espaciadores que no se transcriben. En la parte media aparece uno de dichos genes con mayor aumemo, en ple-
no proceso de tnrnscripción; cooúene múltiples moléculas de ARNr 45S, lo que le otorga un aspecto de "árbol de navidad". En
la parte inferior se presenta un esquema del gen, con las partes correspondientes a los ARNr l 8S, 28S y 5,8S junto a los seg-
mentos espaciadores que se 1ranscriben. (Cortesía de U. Scbeer, M.F. Trendelemburg y W. W. Franke.)
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCRJPCJON DELADN ■ 269
5'
ERRNVPHGLFRVRUJ
270 BIOLO<llJI CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCRIPCION DEJ.ADN 271
Codificador
1111111111111111111111111111 1111111 1111111111111111111111111111.11111111111111111111111111111111111111111111111111111111
P. o 1 1T I cY"--+-- '!}--4
1
AANml
1
AANm lac
Fig. 14-16. Representación del ope•
rón lac, con el gen inhibidor i (que
1111111111111111111111111 111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111 codifica al ARNm del represor !ne),
ffi
Represor lac
00
j}Oalaclosidasa
Per?easa 8
Transacetllasa
can al ARNm policistrónico lac que
da lugar a las proteínas ~-galactosi-
dasa, penneasa y transacelilasa.
ERRNVPHGLFRVRUJ
272 810LOGIA CELULAR Y MOLECULAR
Cada subunidad del represor tiene un sitio de unión para la sustancia in-
ductora. Esta le provoca un cambio conformacional, y entonces el represor
abandona al operador. Como vemos, la presencia de la sustancia inductora
hace posible la transcripción del operón. El efecto de la presencia de la lac-
tosa -y, por lo tanto. de la alolactosa- en e l medio es espectacular. Mien-
tras que en ausencia de lactosa la E. co/i contiene en promedio sólo tres mo-
léculas de j3-galactosidasa, después de la inducción del operón lac pasa a te-
ner unas 3.000 moléculas. las cuales representan el 3% de sus proteínas.
Además esta adaptación es muy rápida, ya que la mayoría de los ARNm bac-
terianos, si bien se sintetizan a gran velocidad, tienen una vida media de
unos pocos minutos.
~
~83*
ARN polirnerasa
p o z y
11 1 111 1111 111111111111 111111111 1 11 11111 1111111 1 11111111111111
1 ♦
1- - Represor lac - ..!
(X) }
W Complejo sustancia Inductora
,. ·º
(alolactosa)-represor lac
Flg. 14-17. Regulación del operón lacen ausencia y en presencia de una sustancia inductora. En el primer caso el represor
lac -que es un tetnímero - se une al operador e interfiere la tntnscripción de los genes. La unión simuJ1ánea de la ARN po•
limeras a con el promotor y del represor con el operador es imposible, ya que la enzima es incapaz de unirse al promotor cuan-
do el represor ocupa el operador. En el segundo caso la sustancia inductora se une aJ represor y le produce un cambio con-
formacional q ue impide su unión con e l operador. De esta manera la ARN polimerasa q ueda en Libertad y puede activar la
transcripción de los genes. En la Escl1erichia colí la ARN polimerasa posee cinco subunidades: dos a (de 40 kDa cada una),
dos 13 (de 160 kDa cada una) y una o (de 95 kDa). Adviértase que una vez iniciada la transcripción la subunidad o se libera
del complejo.
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCR IPCION DEL AON ■ 273
p o
c.uucuuuc.1u "uuuuu,,uuuun1uuuu1111,uutuu111mun1uu11tcucuuut11ut1c~JiUirilu1utuuuucrnrucm,
Ull1UCCtuUCHtC"IUU l.ltlU.UlltUltU--'.lfilUClllJUqfWIUU..W:JtclltCCC&•tUIIIUSIUt~ i l l l l ! J t l l ll CtCflTill'4,al.t.lUCltf
Unión del Secuencia Secuencia Unión del
AMPc-CAP necesaria conservada represor lac
operador bloquea la unión de laARN polimerasa con el promotor. Así, los re- Fig. 14-18. Secuencia de nu-
presores funcionan de una manera muy simple: al estar unidos al operador cleótidos en el promotor y en el
operador del operón Jac. En el
impiden la fijación de laARN polimerasa al promotor. promotor aparece la secuencia
conservada TATG'ITG y una
14-24. La transcripción del operón lac está sujeta a un control secuencia necesaria, cuyas mu-
taciones afectan la transcripción
positivo por parte del AMP cíclico del gen. (De R. Dickson y col.)
El AMP dclico (AMPc) participa en la regulación de Ja transcripción de
los operones. Como se verá, su concentración en el protoplasma bacteriano
es controlada indirectamente por la glucosa.
La E. coli posee una protefna receptora para el AMPc llamada CAP (por
catabolite activator protein). Se trata de una proteína dimérica, que se une
al promotor del operón cuando se le asocia el AMPc. Ello b.ace que la ARN
polimerasa también se una al promotor (fig. 14- 18). Así, la ARN polimera-
sa reconoce al promotor siempre que el complejo AMPc-CAP se encuentre
en é l. Como vemos, en el operón tac, además del control negativo ejercido
por el represor lac, existe un control positivo mediado por el complejo
AMl'c-CAP.
El control posiLivo se registra en la expresión de muchos otros operones,
como los que intervienen en la utilización de la maltosa, la galactosa y la ara-
binosa. Sin embargo, este control no es necesario para la expresión de los ge-
oes que actúan duTante la utilización de la glucosa como alimento. Ello es im-
portante porque cuando las bacterias crecen en presencia de glucosa tienen
menos moléculas de AMPc que cuando lo hacen, poT ejemplo, en un medio
deo en lactosa, que como se sabe proporciona menos energía que la glucosa.
En consecuencia, si la E. coli se desarrolla en presencia de glucosa y lactosa,
usará sólo la primera. Este mecanismo le permite a la E. coli adaptarse a su
cambiante hábitat natural, el interior del intestino.
ERRNVPHGLFRVRUJ
274 AIOLOOlA CELULAR Y MOLECULAR
Fig. 14-19. Regulación por represión enzimálicn de la acliv1dnd del operón Trp de In Eschericlrin coli. Cuando In cantidad de
Lriptófano es sulicien1e. el represor Trp 1□hibe al operador. por lo que se suspende la sf11tesis del ARNm policistróoico Trp que
codifica a la, cinco enzimas requeridas para producir el aminoácido. Debe agregarse que el represor es inducido por el propio
Lriptófano. que cuando se halla en exceso acn!a como compresor. En cambio. cuando la bacteria es privada de uiptófano. ~s-
Le y el represor se separan del operudor y se reanuda la síntesis del ARNm Trp. (De K Beruand y col.)
ERRNVPHGLFRVRUJ
14. TRANSCRIPCION DELADN 275
:, ' \
troalimentación (feedback), el pro-
duelo final (Z) de una cadena meta-
bólica actaa como inhibidor alosté-
/ ________ -Activación
___,_ - - - - -por
-- precursor
- - - - - - - - - - - - --- '1
rico de la primera enzima de la ca-
/ 1 ', 1
1 dena. En la activación por precur-
1 ' 1
' E ♦ E,. E +E ' sor. el primer producto de la cadena
A~ B ---+ C ------+ X ~ Y ---+ Z (A) actúa como activador alostérico
de la última enzima de la cadena.
1
1
Enzima,; 1
t 1
1
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Procesamiento del ARN 15
15-1. Los ARN son procesados en el núcleo
Recibe el nombre de procesamiento del ARN el conjunto de modificaciones
que eKperimentan los transcriptos primarios para convertirse en ARN funcionales .
Vimos que algunos transcriptos primarios conlienen tramos de ARN sin
significado funcional aparente, como los íntrones en el ARNm y los espacia-
dores en el ARNr 45S. Un episodio saliente del procesamiento del ARN es la
remoc ión de esos segmentos no utilizables. Pero los transcriptos primarios
experimentan otros cambios. Dado que son diferentes en los distintos tipos de
ARN. los estudiaremos separadamente en el ARNm , en los ARNr 45S y SS,
en los ARNt y en Jos ARN pequeños.
ADN lntrón 2.
Transtipción
Procestiento
~ poli A
AANm C!Jl E,co=n~l....__ Exon 2 Exón 3
Trad{ccion
Proteirm H2 N •u• n 11 ••••u•• •••••n •••••u COOH
ERRNVPHGLFRVRUJ
278 13101.0<llA CELULAR Y \.IOLcCULAR
o)rl'" OH
·o-t=o
1
o
¡
ERRNVPHGLFRVRUJ
15. PROCESAMlENTO DELARN ■ 279
;;~
5'
llamada señal de poliadenilación, formada por los nucleótidos AAUAAA Fig. 15·3. Poliadenilación del
(cap. 13-7). Los factores se llaman CPSF (por cleavage and polyadenylarion extremo 3' del ARNm antes de
que teanine la trao.scripció11.
specijicity factor), CSTF (por cleavage stim.u/ationfactor), CFI y CFII (por N61ese que el e~tremo 5' del
c/eavagefactor). Uno de ellos -no se sabe cuál- corta el ARNm unos 20 ARNm ya posee el cap.
nucteóúdos después de la señal de poliadenilación, y el transcripto primario
se desconecta del ADN.
Llamativamente, el resto del gen se transcribe hasta la secuencia de termi-
nación (como se señaló en el capítulo 13-7. en los genes de los ARNm esta
secuencia no se conoce). El tramo adicional de ARNm que resulta de la con-
tinuación de la transcripción no tarda en ser degradado por fosfatasas y nu-
cleasas pues su extremo 5' carece de cap.
Volviendo al transcripLo primario, una enzima ll amada poli A polimerasa
agrega las 250 adeninas en su extremo 3' , de a una por vez. Para ello se re-
quiere la presencia del CPSF y de otro factor, el PABil (por poli A-binding
protein) . A diferencia de la ARN polimerasa ll, la poli A polimerasa no nece-
sila uo molde de ADN para realizar su trabajo.
La poli A es necesaria para proteger el extremo 3' del ARNm de la degra-
dación enzimática. y ayuda al ARNm a salir del núcleo.
El extremo 3' de los ARNm de las histo11as no se poliadeniJa. En cambio.
desarrolla una estructura que también protege a la molécula, consistente en
una secue11cia corta de aucleótidos que se pliega y forma un bucle (fig. 15-4).
ERRNVPHGLFRVRUJ
280 ■ BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
3•!s·
Punto de
ramlfii ción
l
Tramo de
plrlmidinas
Punto de
corte 3'
3•ls· 3'
nes, responsables de los cortes y
empalmes (splicing) eo el lr8ns- G GU YNYU (g). AG G
cri"pl0 primario. Exón 1 lntrón Exón 2
ERRNVPHGLFRVRUJ
15. PROCESAMIENTO DEL ARN ■ 281
Exón 1 Exón2
extremo 5' del intróo. Después del corte, el intrón se dobla sobre sí mismo y Fig.15-7.Remociónde un io-
trón y empalme de los exones
forma un lazo. vecinos por acción de las
Ello se debe a que la U6 - asistida por la U4- se combina con el extre- RNPpn U l, U2. U4, US y U6.
mo 5' (Libre) del iotrón e induce a la G de ese extremo a 1.igarse con Ja A del
punto de ramificación, previo contacto de la U6 y la U4 con la U2. La U6 ca-
taliza la formación de una unión fosfodiéster inusual, ya que el CS' de la G
no se liga al C3' de la A sino al C2'.
Dado que la A retiene en sus flancos a las dos uniones fosfodiéster origi-
nales, presenta tres de esas uniones y no dos . Por eso se Je ha dado el nom-
bre u.e punto de ramificación. Cuando esta etapa culmina, de un lado queda
el primer exón con su extremo 3' 1.ibre y del otro un lazo compuesto por el in-
trón y el exón siguiente (fig. 15-7).
La segunda etapa es dirigida por la U5 y también requiere energía. Dicha
ribonucleopro1eína, luego de combinarse con la AG del extremo 3' del intrón,
lo corta en el punto en que se une con el exón y empalma a este último con
el exón separado en la etapa anterior. El intrón removido. que persiste como
un lazo, es finalmente digerido.
Recientemente se han descubieno inrrones que se eliminan en forma similar
pero mediance otra.~ RNPpn (excepto la U5 , que participa). Estos intrones care-
cen del rramo rico en pirimidinas y en sus extremos S' y 3' contienen los dinu-
cleólidos AU y AC, en lugar de los GU y AG de los intrones convencionales.
Las RNPpn que reemplazan a las U 1, U2, U4 y U6 se denominan Ull,
UU, U4.,•• y U6,., ••. respec1ivamen1e (el subíndice "atac" hace referencia a
los dinucleótidos AT y AC en el ADN, que corresponden a los di nucleótidos
AU y AC en el ARN).
Para que Las RNPpn den lugar a los cortes y empalmes se necesita la pre-
sencia u.el cap en el extremo S' del transcripto primario. En cambio , puesto
que estas reacciones pueden producirse sin que se baya completado la sínte-
sis del transcripto, no exigen la pol.iadenilación de su extremo 3'.
En algunos ARNm los cortes y empalmes se completan en segundos, en
lllnto que en otros tienen una duración de más de 20 minutos. Debe señalar-
ERRNVPHGLFRVRUJ
282 81O1.OGIA CELULAR Y MOLECULAR
Gen de la
calctton•na
yel CGRP
5 Cak:1tonlna
E
r-----3•
Transcrlplo
primario s· CGRP 3'
A B e o E
1
r
ProcesamifMto
EN LA TIROIDES 7 EN EL HIPOTALAMO
ARNm s· ~
A B
1 Cak:lton,na
o
~ 3· s---1 A B
1 CGRP
E
~ 3·
e • e •
TradUccló" Traducción
+ +
Prehormonas HN- {
l caft,1on1na J -cooH H,N ~ COOH
ERRNVPHGLFRVRUJ
15 . PROCE'.SAMfENTO DEL ARN 283
ses de proteínas, aunque éstas se diferencian sólo por ser una más larga que
la olra. Ello es porque un factor regulatorio determina que el corte del ARN
en e l extremo 3' del transcripto primario -y por ende, el agregado de la poli
A- se realice en puntos diferentes de la molécula, lo que posibilita la gene-
ración de dos ARNm de dislinta longitud.
En el ejemplo citado, uno de los ARNm da lugar a una proteína que se
segrega (anticuerpo) y el otro a una proteína de mayor longitud, cuya parte
suplementaria sirve para anclar el anticuerpo a la membrana plasmática del
linfocito B. en la que cumple funciones de receptor (cap. 7-13).
Cortes y empalmes en lugares alternativos del transcripto primario.
Los cortes en el transcripto primario deben efectuarse con absoluta precisión,
pues bastaría que el punto de incisión se corriera un solo nucleótido para que
se alterasen los codones del ARNm y se inutilice su mensaje.
Por otro lado, la presencia de intrones conviene al transcripto primario en
una mo lécula sumamente versátil, que puede ser cortada y empalmada de
diferenLes maneras, y a raíz de ello pueden crearse diversas clases de ARNm.
Este hecho es posible porque -de acuerdo con sus necesidades- las células
regulan e l procesamiento de cada transcripto primario detemúnando qué
combinación de imrones debe ser removida y cuáles permanecerán como par-
tes de los ARNm definitivos.
Los cortes y empalmes alternativos son rnuy frecuentes, ya que la mayo-
ría de los transcriplos primarios son cortados y empalmados de manera dife-
rente en los distu1tos tipos de células. Veamos el siguiente ejemplo:
Las célu las parafoliculares de la tiroides y un tipo de neuronas del hipotálamo
producen, entre otros, un lranscripto pr.imariopráclicamente idéntico (fig. 15-8).
No obstante, los lugares del rranscripto en que tienen lugar los cortes y empalmes
varían, pues si bien varios exones son removidos en ambas células, no son los
mismos. Como resu lLado, en las células parafoliculares de la tiroides se origina el
ARNm de la hormona calcito11ina, y en las neuronas hipotalámicas elARNm de
la proteína CGRP (por calcitonin ge11erelated product).
Recientemenle se han descubierto seis proteínas, Uamadas ASF (por alter-
native splicing facrors), que intervienen en la selección de los Jugares de
coite alternativos. Debido a que sus dominios son ricos en serinas y argini-
aas , se conocen Lambién como proteínas SR (la figura 2-25 informa que esos
aminoácidos se identifican con las letras S y R, respectivamente).
Control de la salida de los ARNm al citosol. Se ha comprobado que cier-
tos ARNm no pasan al ciloplasma porque son previamente degradados en el
núcleo o porque es impedido su pasaje por los poros de la envoltura nuclear.
Esle mecanismo regulatorio se produce en las células que por causas funciona-
les deben prescindir de tales ARNm - y de sus correspondienteS proteínas-
después de haberlos siutetizado.
ERRNVPHGLFRVRUJ
284 BIOLOGIA Cf'l-ULAR Y MOLECULAR
l
[ '" a:
l
18S 5,8S 285
eliminar las secuencias espaciadoras de cada ARNr 45S (fig. 14-13) y ha-
cer que los ARNr 28S, 18S y 5, 8S queden como unidades independientes. El
origen de estos ARNr a partir de un mismo transcripto primario asegura su
producción equitativa. Las secuencias espaciadoras del transcripto primario
son digerida~ por enzimas apenas se separan de las secuencia~ utilizables.
Debe señalarse que las secuencias de los fururos ARNr 28S, 18S y 5.8S
se metilan antes de ser cortado el transcripto primario. Por ejemplo, 43 gru-
pos metilo se unen a las bases o a las ribosas de otros tantos nucleótidos del
AR.Nr 18S. Algo semejante ocurre con el ARNr 28S, aJ que se Je unen 74 gru -
pos metilo. Igual que la meti lación del ARNm (sección 15-6), es posible que
en el ARNr 45S los grupos metilo tengan por función proteger a Jos sectores
utilizables del transcripto primario.
El procesamiento del ARNr 45S incluye la fom1acíón de las dos su bunida-
des del ribosoma - la mayor y la menor- , cuya composición se describe en
el capítulo 16-9 (fig. 16-5). Para ello, los ARNr 28S. 18S y 5.&S (más el ARNr
5S) se ensamblan con varias proteínas. En este proceso interv ienen tres
RNPpno (cap. 13-2) llamadas U3, U8 y U22. Se sabe que algunas proteínas
ribosómicas se asocian al ARNr 45S mientras éste se si ntetiza, es decir, antes
de ser cortado y de ser separados sus tres componentes.
Los ARNr desarrollan asas en varios puntos de sus moléculas (fig. 15-J 1).
Esto asegura el establecimiento de sus configuraciones tridimensionales
normales, lo cual es imprescindible para que las proteínas ribosómicas se
ensamblen correctamente. Las asas se forman porque los ARNr contienen
secuencias de nucleót.idos complementarios que se aparean eotre sí (fig.
15-11 ). Debe agregarse que los tramos apareados forman dobles hé lices s i-
milares a la del ADN.
Finalmente, un grupo especial de RNPpno hace que algunas A, C, G y U
se conviertan en nucleótidos inusuales. Así, varias A, C y G se metilan - es
decir, se transfom1an en mA , mC y mG - y una parte de las U se convierten
en seudouridinas (1/J).
La enorme cantidad de ribosomas que necesita la célula es abastecida hol-
gadamente por las 200 copias del gen del ARNr 45S (y por las 2.000 copias
del gen del ARNr 5S). Además, la síntesis del ARNr 45S se realiza a una ve-
locidad constante. lo que sugiere la eidstencia de una baja regul ación trans-
cripcional. En efecto. se ha comprobado que el número de ribosomas que la
célula construye es regulado prillcipaJmente mediante el control del procesa-
rnienro del ARNr 45S.
ERRNVPHGLFRVRUJ
15. PROCESAMCENTO DEL ARN ■ 285
ERRNVPHGLFRVRUJ
286 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
15. PROCESAM IENTO DELARN ■ 287
dos a las Sm retornan al núcleo y se asocian con otras proteínas, esta vez es-
pecíficas para cada tipo de ARNpn. Debe señalarse que lo descrito hasta aquí
vale só lo para los ARNpn que intervienen en los cortes y empalmes de los
ARNm, pues del procesamiento de los restantes se conoce poco: por ejemplo.
que la trimetilación del extremo 5' de algunos de estos ARNpn no ocurre en
el citosol sino en el núcleo.
Antes de salir del núcleo, el ARNpc experimenta los siguientes cambios: 1)
varias secuencias complememarias de su molécula se aparean entre sí; 2) se aso-
cia con seis proteínas diferentes, lo que da lugar al complejo nucleoproteico
PRS (cap. 7-12). En la rigura 7- 10 se indican los pesos moleculares de las seis
prote(nas y se muestra cómo se asocian con el ARNpc y entre sí.
ERRNVPHGLFRVRUJ
288 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
(cap. 13-12) (fig. 13-12). Debido a que esas secuencias se aparean entre sí,
los transcriptos primarios - o pri-miARN- adquieren la forma de una hor-
quilla (fig. 15-12).
El pri-miARN es procesado en el interior del núcleo por la ribonucleasa
Drosha (por Drosophila). Esta enzima cercena gran parte de los extremos de
la horquilla (fig. 15-12) y la convierte en pre-miARN, que sale del núcleo con
la ayuda de una exportina (cap. 12-4) y se instala en el citosol.
Fig. IS-U. Transcripción del El pre-miARN posee unos 70 nuclétidos y es procesado por la ribonuclea-
gen tic un miARN y proce-
samiento de su trnnscripto pri-
sa Dicer (por e l verbo inglés to dice). Esta enzima suprime partes del pre-
mario (o pri-miARN). rniARN y genera un miARN doble que posee dos o tres nucléotidos libres en
6' J
• PLEGAMIENTO
Prl-mlARN
Pre-mlARN
s•~
• PROCESAMIENTO (1)
NUCLEO
• Exportma
•
ClTOSOL
.t!
Oicer
Pr►miARN 5'~:¡::[i~
mlARN doble
•
s· 1 1 ¡ t 1 1 1 ¡ J 3
3' 1 1 1 1 1 1 1 1 1 5'
PROCESAMIENTO {2]
miARN 3' 1 1 1 1
•J 1 1 1 1 5'
PROCESAMIENTO (3)
miARN-RISC 3 1 11 j
•
RISC
mlARN
1 ' ' 15
PROCESAMIENTO (4)
ERRNVPHGLFRVRUJ
J5. PROCESAMIENTO DEL ARN ■ 289
el extremo 3' de cada cadena (fig. J5-J 2). Por razones que veremos a conti-
nuación, una de las cadenas se Uama guía y la otra, pasajera.
El procesamiento se completa cuando el miARN doble se une al complejo
proteico RJSC (por RNA-induced sile11cing complex), que degrada a la cade-
na pasajera pero contint1a unido a la cadena guía. Esta última -un ARN sim-
ple de 21 a 26 nucleótidos de largo- adquiere el nombre de miARN y con el
RISC compone el complejo ribonucleoproteico miARN-RISC (fig. 15-12),
cuyas funciones se analizan en los capítulos 16-20, 23-44 y 23-45.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Traducción del ARNm
16 Síntesis de protemas
ERRNVPHGLFRVRUJ
16. TRAOUCCION DEL ARNm 291
lr lJ
GAG
cuc
GAG
cuu
i1{I"
CUA
U·GAU
CUG
Flg. 16-1 . Los dibujos ilustran
cuau-o de los seis codones que
codificM al aminoácido leuci-
na (leu). Los dos de la izquier-
da se aparean con un mismo
anticodón, al igual qae el par
de codones de la derceha. Ello
5•..L.L.1...3, 5'.J.....1..J_ 3 ARNm 5'..L..L....1-3 1 5J......L-L..3,
es posible porque la tercera ba-
se de los codones suele ser
16-2. Existen 31 tipos diferentes de ARNt "adaptable", es decir, puede
establecer uniones coo una ba-
Las moléculas inLermediarias entre los codones del ARNrn y los amino- se llO complementaria.
ácidos son los ARNt, los cuales tienen un dominio que se liga específicame11-
te a uno de los 20 aminoácidos y otro que lo hace. específicamente también,
con el codón apropiado. El segundo dominio consta de UL1a combinación de
tres nucleótidos - llamada anticodón - que es complementaria de la del co-
dón {fig. 16-1).
Cada Lipo de ARNL lleva antepuesto el nombre del aminoácido que trans-
porta. Por ejemplo, leucinil-ARNt para el aminoacil-ARNt de la leucina,
Lisi.ni1-ARNt para el de la lisina. fenilalanil-ARNt para el de la fenilalanina,
metionil-ARNL para el de la metionina. etcétera.
Por su lado , el ARNt unido al aminoácido compatible con él se designa
aminoacil-ARNtAA, en el que "AA" corresponde a la sigla del aminoácido.
Por ejemplo, leucinil-ARNtL•u, lisinil-ARNt'-Y', fenilalanil-ARNtPi>e, metioniJ-
ARNtM", etcétera.
Si bien teóricamente pueden existir 61 tipos de ARNt diferentes, sólo bay
31. El déficiL se resuelve por la capacidad que tienen algunos ARNt de reco-
nocer a más de Ul1 codón. Lo logran porque sus anticodones suelen poseer la
primera base "adaptable". es decir. que puede unirse con una base no com-
plementaria situada en ta tercera posición del codón (recuérdese la "degene-
ración" de esta base).
Así, la G en la pmnera posición del anticodón puede aparearse tanto con
uoa C -es to habitual - como con una U del codón (fig. 16- 1), Similarmen-
le. la U en la primera posición del anticodón puede hacerlo con una A - es
lo habitual- o con una G. Por ou·a parte. la inosina (1) -una de las bases
inusuales mencionadas en el capítulo 15-11 - se encuentra en la primera po-
sición del anticodón en varios ARNt y es capaz de aparearse con cualquier
base {excepto con una G) localizada en la tercera posición del codón.
5'
mG P P P :::¡;::::::JAJ~ ==============i;!la];C::::Jf::J~Q;~
l
'-----v---'
cap
Prole¡ne
ERRNVPHGLFRVRUJ
292 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
J6. TRADUCCION DELARNm ■ 293
5 Codón
AANm - - ,J ,
Antioodón A A mG
V U
A mC
,j,-A
Asa antioodón
mC-G
U-A
e-e
AG-C
Asa variable G mG G
mG C GAG A G
c"'rcucu~g 11 1 1 ~ AsaD
AsaT G 1 1 1 1 1 AmG e u e A G o
mA u e e A e A G u
A-U
A-U
U-A
U G
C-G
G-C
e-e s·
A
~ Exlremo aceptador
3' ~ l<ig. 16-3. Modelo en boja de trébol de los ARNL.
ERRNVPHGLFRVRUJ
294 UIOLOGIA CELULA.R Y MOL1'CULAR
-
1
Extremo
Extremo aceptador
acep1ador
Los otros brazos de la hoja de trébol presentan en sus partes dtstales se-
cuencias de 7 a 8 nucleótidos no apareados, con forma de asas, cuyas deno-
minaciones derivan de los nucleótidos que las caracterizan. Una de ellas, de-
bido a que posee el trinucleóttdo T\j)C, se conoce como asa T (en el capíru-
lo 15-11 se dijo que la letra T simboliza a la ribolimidina y la \ji a la seudo-
uridina). Otra, en virtud de que contiene dihidrouridina~ (éstas se identifican
con la letra D) se denomina asa D. La tercera contiene el Lrip lete de nucleó-
tidoi. del anticodón. por lo que se llama asa anticodón (obviamente, su com-
posición varia en los distintos tipos de ARNt)
Existe un asa adicional entre el asa T y el asa anticodóa. Debido a que su
longitud difiere en cada tipo de ARNt. recibe el nombre de asa var lable.
El plegamiento ulterior de los ARNt hace que dejen de parecerse a una
boja de trébol y adquieran la forma de la letra L. Se debe a que algunos nu-
cleótidos establecen aparcamientos inusua les entre sí, como por ejemplo la
combinación de un nucleóúdo con dos a la vez. La figura J6-4 muestra que
a1 cabo de este plegamiento el asa anticodón se halla en una de las puntas de
la L el extremo aceptador en la otra punta, y las asas O y T quedan juntas
en la zona de unión de ambos brazos.
ERRNVPHGLFRVRUJ
l6. TRADUCCION DEL ARNm ■ 295
amiooacil
AA-AMP + ARNt AA-ARNtM + AMP
sintetasa
Debe señalarse que la energía del ATP usada en la primera reacción queda de-
positada en la unión química entre el aminoácido y la A del trinucleótido CCA.
ERRNVPHGLFRVRUJ
296 BIOLOOIA Cl:.LULAR Y MOLECULAR
Fig. 16-S. Mol~culas que panicipnn 33 l)(Ole nas diferentes 60 protemn dlferenlea
en la lonnoc,611 de los ribosomns
~
cilOsólicos.
ARNr5,8S
e
Subunklad
menor
0Subunldad
mayo,
Ribosoma
ERRNVPHGLFRVRUJ
16. TRADUCCJON DELARNm ■ 297
-- o
NH,
tídicas. En cambio, la subunidad mayor cataliza dichas uniones y asiste a los fac-
/
N •
ERRNVPHGLFRVRUJ
298 BIOLOGIA CBLULAR Y MOLECULAR
5 3'
rrrn
cap AAAAA
PollA
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16. TRAD0CC!ON DELARNm ■ 299
3' 3'
5' 3'
rr,-r--,
AAAAA
ERRNVPHGLFRVRUJ
300 BIOLOOI/\ CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
16. TRADUCCION DEl.ARNm 301
ATP. Por lo tanto, la energía que emplea la subunidad mayor deJ ribosoma pa-
ra unir a los aminoácidos es aponada. en última instancia, por ese ATP.
El cálculo de la energía que se gasta por cada aminoácido que se incorpora a
uoa prnteína en fonuación muestra que la síntesis proteica es un proceso muy
costoso, ya que se requiere no sólo el ATP recién mencionado sino también los
dos GTP citados con anterioridad: el que se consume en el sitio A para que el ami-
noacil-ARNtAA se conecte con e l ARNm y el que se gasta en la translocación.
Como se dijo, con cada translocación el ribosoma se aleja del extremo 5'
del ARNm y se acerca al e)(trerno 3'. Cabe agregar que cuando el ribosoma
se halla a unos 30 codones del codón de iniciación, éste es abordado por un
segundo ribosoma y comienza la síntesis de una nueva copia de la proteína.
Puesto que ello se repite muchas veces. al cabo de un tiempo se encuentran
rnúlliples ribosomas a Jo largo de todo el ARNm, separados entre sí por pe-
ríodos de 30 codones (figs. 1-10, 7-4, 7-6. 16-7 y 16-8). En la sección 16- l l
se dijo que esa asociación recibe el nombre de polirribosoma.
ERRNVPHGLFRVRUJ
302 BIOLOOIA CBLULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
16. TRADUCCION DELARNm ■ 303
ERRNVPHGLFRVRUJ
304 BIOLOCIA CELULAR Y MOLECULAR
Aoonitasa
Pig. 16--11. Regulación de la tra•
ducción del ARNm de la ferritina. Hiern> inwllcienla cap UG- - -- - - - - - - ",AA.A
ERRNVPHGLFRVRUJ
16. TRADUCCION DELARNm ■ 305
-~UG@-s~
8
Tubutina suficiente cap ""a-s
➔@.4~
'-~➔fj~-~
-¡/
-N-uc-lea:AAA
Fig. 16-U. Regulación de la esta-
bilidad del ARNm de la tubulina.
ERRNVPHGLFRVRUJ
306 ■ 1!101.00IA CF.LULAR Y MOLECULAR
ARNmde
creolmionto
585
factor de c-ap-AUG - - - - - - ' l < -----AUAU--AAAA
ERRNVPHGLFRVRUJ
16. TRAOUCCION OELARNm 307
La supervivencia de los ARNm que codifican a las hiswnas depende del mo-
mento del ciclo en que se halla la célula (fig. J6-15). En la fase S la vida media
de estos ARNm es de una hora, pero cuando concluye la replicación del ADN
se reduce a unos pocos minutos . No se conoce el mecanismo por el cual la re-
plicación del ADN se vincula con la menor velocidad de la degradación de es-
tos ARNm. Sólo se sabe que su estabilidad es influida por una coita secuencia
de nucleólidos que forma w1 bucle en su extremo 3' (cap. 15-5) (fig. 15-4).
O,____~
Péptido
se~al
l Fig. 16-]6. Procesamiento de la proo-
piome.lanocortina en los distintos tipos
de células hipoñsarias que la elaboran.
ACTH, cortico1ropina; ~LPH. ~-lipo-
rropin•: y-LPH. y-lipotropina; a-MSH y
{3-MSH. hormonas estimulantes de los
melanocitos; {3-EP. ~-endoñina.
ERRNVPHGLFRVRUJ
308 8101.00IA CELULAR Y MOLECULAR
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Replicación del ADN
Mutación y reparación 17
REPLICACION DEL ADN
17-1 La replicación del ADN se produce en la interfase
Al cabo de la división celular las células hijas heredan la misma informa-
ción genética contenida en la célula progenitora. Como esa información se
halla en el ADN, cada una de las moléculas de ADN debe generar otra molé-
cul a de ADN idénLica a la originaria para que ambas sean repartidas en las
dos células bijas. Esta duplicación, merced a la cual el ADN se propaga en
las células de generación en generación, se denomina replicación.
La vida de las células que se dividen transita por dos etapas que se alternan
cíclicamente, conocidas con los nombres de interfase y mitosis (cap. l 8-2).
La interfase se subdivide en Lres períodos, llamados G I, S y 02 (fig. 17-1 ). En
la fase Gl tienen lugar las distintas actividades de la célula (secreción, con-
ducción, contracción. endocitosis, etc.). Le sigue la fase S, en cuyo transcur-
so se produce, además , la replicación del ADN. Luego Liene lugar la fase G2,
transición que se extiende hasta el inicio de la fase M -correspondiente a la
mitosis- , aJ cabo de la cual las moléculas de ADN duplicadas se segregan en
las células hijas.
Debe señalarse que desde la tem1inación de la fase S hasta que se segre-
gan en la mitosis, los ADN hijos derivados de un mismo ADN progenitor per-
manecen juntos, unidos a la altura del centrómero mediante un complejo de Fig. 1.7 -J. Ciclo vital de una
proteínas llamadas cohesinas (fig. 17-2). Mientras están unidos, esos ADN célula, que comprende la in-
llevan el nombre de cromátidas 1ierma11as. El centrómero se evidencia du- terfase y la mitosis. La prime-
ra incluye las fases O 1, S y
rante la mitosis. cuando la cromatina de ambas cromátidas alcanza el máxi- 02. La replicación del ADN
mo grado de compactación; desempeña una función crucial en la separación ocurre durante la fase S.
de las cromátidas hermanas, pues gracias a él cada célula hija
recibe una sola cromátida, que pasa a llamarse cromosoma des-
pués de la separación (cap. J 8-9) (fig. 17-2).
Para que puedan formarse dos moléculas de ADN a partir de s G2
una , primero tienen que separarse las dos cadenas de la doble
hélice del ADN progeni1or. pues se utilizan como moldes para la
construcción de sendas cadenas complementarias. Dado que las
cadenas recién sintetizadas no se separan de las respectivas ca-
denas molde, se forman dos nuevas dobles hélices de ADN idén- Gl
ticas a la anterior (fig. 17-3).
Hemos visto que el ADN no está solo sino combinado con
ERRNVPHGLFRVRUJ
310 RIOLOGIA CELULAR Y MOLl:CULAR
5·
ERRNVPHGLFRVRUJ
17 REPLICACION Dl::L ADN 311
--ADN pollmerasa
, OH
3
--ADN pollmerasa
5' P-P-e
.p
En símesis. a partir de una molécula doble de ADN se originan dos molé- Fig. 17-4. Acción de la AON
culas dobles de ADN -dos dobles hélices-, cada una compuesta por una polimerasa durante la replica-
ción del ADN. La enzima ubi•
cadena heredada del ADN progenitor y una cadena recién sintetizada. Dado ca en su lugar a ua oucleósido
que las moléculas de ADN recibidas por las células hijas contienen una cade- trifosfato y calaliza la unión
na original (preexistente) y una cadena nueva (recién sintetizada), se dice que fosfodiéster, con liberación de
un difosfato. Se observa que
el mecanismo de replicación del ADN es semiconservador (fig. l 7-5). la ADN polimerasa sólo pue-
de agregar nucleótidos ea la
17-3. La replicación se produce scctorialmcnte dirección 5'-3'.
Molécula
paterna
ERRNVPHGLFRVRUJ
312 BIOLOOlA CELULAR Y MOLECULAR
!
<:=====t:l==c:I=:::>
Fig. 17-6. Esquema que muestran-es
orígenes de replicación contiguos en
un sector de un cromosoma.
ERRNVPHGLFRVRUJ
17. REPLJCACION OELADN ■ 313
ADN múltiples orígenes de replicación, entre 20 y 80 por cada lazo de cro- Fig. 17-7. Un sector cromatl-
nico durante la replicación.
matina, es clecir, por cada uoidad de replicación. (Cortesía de S. L. McKnigbt y
Los orígenes de replicación se gestan al separarse localmente las dos ca- O. L . Miller Jr.)
denas del ADN (ftgs. 17-6 y 17-7). No surgen todos simultáneamente y su
aparición más temprana o más tardía depende del grado de enrollamiento y
de otras carncterfsticas de la cromatina en los Jugares donde se forman.
Los orígenes de replicación contienen tramos de ADN especiales, com-
puestos por cientos de nucleótidos. Aunque son diferentes entre sí. todos po-
seen ima secuencia común denominada ARS (por autonomous replication
sequence), de alredeclor de once nucleót.idos (cap. 12-6).
El ADN de los orígenes de replicación se halla asociado a un complejo de
seis proteínas llamado ORC (por origin recognirion complex). Este se une al
origen porque -como ocurre con los factores de transcripción- invade los
surcos del ADN y reconoce ciertas singularidades químicas en sus superficies
externas ( cap. J4-9).
El ORC es requerido durante la activación de los orígenes de replicación.
Aunque se ignora cómo actúa, se sabe que al comienzo de la fase S recluta a
otras proteínas -por ejemplo, las denominadas MCM (por minichromosome
maintemmce proteins) y Cdc6p (por ce// division cycle protei11)-, con las
cuales integra un complejo mayor llamado pre-RC (por pre-replicar ion com-
plex). Este cataliza el inicio de la replicación después de ser inducido por el
factor SPF ( por S-phase promoting factor), que como se verá en el capírulo
18-24 aparece en la célula al comienzo de la fase S.
Además de participar en la activación de los orígenes de replicación, el
ORC impide que el ADN se reduplique durante la fase G2, por lo que evita
que la célula comience la mitosis teniendo un número de moléculas de ADN
mayor que el normal (cap. 18-24).
ERRNVPHGLFRVRUJ
314 ■ BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
. . ----------3•
.....__ _ _ _ _ _ _ _ 5'
ERRNVPHGLFRVRUJ
17. REPLICACION DELADN 315
l
3'
3' 5'
3'
3' 5'
consLruyen pequeños tramos de ADN -llamados fragmentos de Okazaki- Fig. 17-9. Esquema que mues-
que se ligan enLre sí confonne se van formando (fig. 17-8). tra dos replicones contiguos y
los lugares donde se oiigina la
La figura 17-8 muestta cómo se sinteriza un fragmento de Okazaki. Pue- replicación. Asimismo mues-
de verse que se copia un segmento de la cadena progenitora relativamente tra el carácter bidireccional de
alejado de l ángulo de la horquilla, situado "por detrás" del que diera origen la replicación y los sectores
do11de el ADN se sintetiza en
al fragmento de Okazaki consuuido con anterioridad. Esto s ignifica que el forma continua y discontinua.
segmento de ADN progenitor más cercano a la horquilla permanece sin co-
piar, aunque a esa alrura la oua cadena progeni tora ya fue copiada por la ca-
dena continua. Es por ello que a esta última se la llama también adelantada.
y a la cLisconúnua, atrasada.
Se dice que la replicación del ADN es un proceso bidireccional no sólo
porque las dos cadenas se sinteLizan en direcciones opuestas, sino también
porque las dos horquillas avanzan en direcciones divergentes.
Además es asimétrica, ya que una misma cadena se replica en forma con-
tinua de un lado de la burbuja y en forma discontinua del otro lado (fig. 17-9).
En suma, cada burbuja presenta cuatro áreas generadoras de ADN, dos que
lo hacen de manera continua y dos de manera disconlinua, las primeras cruza-
da~ con las segundas (fig. 17-9). Como vimos, la sínlesis continua se produce
en dirección de las horquillas y la disconlinua en dirección contraria.
A continuación anal izaremos de qué modo se sinLetiza e l ADN en la cade-
na conlinua {adelantada) y en la cadena discontinua (an-asada). Por motivos
didácticos lo haremos en secciones separadas, aunque estos procesos - como
los yu expl icados y los que falta explicar- ocurren simultáneamente.
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316 ■ BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
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17. REPLICACION DELADN ■ 317
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318 RIOLOOLA CELLILAR Y MOLECULAR
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17. REPL!CACION DELADN ■ 319
3'
~
s • T AGGGTTAGGGTTAGGGTTAGGGTTAGGGTTAG - +
.r===-5•
3
, AATCCCAATCCC ~ A~CCCAAU9:"
5'
3
,~ Telome,asa ~
r s
~ /'Jf:'\. ,, TTAGGGTTAGGGTTAGGGTTAGGGTTAGGGTTAGGGTTAGGGTTAG
: "\;l(/ '-X AATCCCAATCCC +- AATCCCA CCCAAU CCC
5' 3' 5'3' 1 5'
Cebador
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320 ■ BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
muerte de las células. Así, la muerte sobreviene antes de que las células pier-
dan información genética.
En algunas células pertenecientes a las lineas gerrninativas del testículo y
el ovario (cap. 19-3) lo anterior no ocurre a pesar de que se dividen repetida-
mente. lo cual se debe a que contienen un complejo enzimático ribonucleo-
proteico diseñado para recuperar el ADN telomérico que pierden durante las
divisiones . Ese complejo se llama telomerasa y está integrado por varias
proteínas y un ARN de alrededor de 450 nucleótidos llamado ARNte (cap.
13-2), que incluye la secuencia AUCCCAAUC (fig. 17-12). Veamos cómo
actúa la telomerasa, adelantando que sus propiedades catalíticas derivan de
su fracción proteica.
En los telómeros la cadena 3'-+5' del ADN está compuesta por numerosas
secuencias AATCCC coosecurivas. las cuales,junto con sus complementarias
TTAGGG de la cadena 5'-3', se van perdiendo durante las sucesivas divisio-
nes celulares.
La recuperación de este ADN telomérico repetitivo (cap. 12-7) comienza
en un ciclo celular ulterior, cuando la secuencia AUCCCAAUC del ARN de
la telomerasa se une al extremo 3' de la cadena 5'-+ 3', colocándose en el la-
do de la cadena 3•...5• del modo ilustrado en la figura 17-12.
A partir de ese momento la cadena 5•-,.3• reúne los requisitos que le per-
miten crecer: tiene su propio extremo 3' libre y una secuencia de nucleótidos
que Je sirve de molde. la del ARN de la telomerasa. Puesto que a medida que
crece provoca el corrimiento de la telomerasa , el proceso se reltera varias ve-
ces. Concluye cuando la cadena 5'-+3' recupera su longitud y el telómero se
libera de la telomerasa.
Como se ve , la telomerasa es una ADN polirnerasa que copia una secuen-
cia de ARN. de modo que se comporta como una transcriptasa inversa (sec-
ción 17-25).
Resta describir cómo la cadena 3' -+5' recupera su longitud. Es restaurada
por la ADN polímerai;a a , que utiliza como molde el ADN 5'...3• rec ién sin-
tetizado y agrega los nucleótidos complementarios a partir del extremo 3' del
ARN de un cebador previamente fabricado por la enzima ADN primasa. Fi-
nalmente, el cebador es removido y la enzima ADN ligasa une el antiguo ex-
tremo 5' de la cadena con el extremo 3' del segmento recién formado.
Dado que no existe uo balance exacto entre las pérdidas teloméricas y sus
recuperaciones periódicas, la longitud de los telómeros varía en los d istintos
cromosomas.
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17. REPLICACION DELADN ■ 321
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322 BIOLO(JIA CELULAR Y MOl.l!CULAR
rasa (o topoisomerasa 11). Ambas utilizan energía y evitan las vueltas en ex-
ceso mediante un proceso que se cumple en tres pasos.
En el pnmer paso, la topoisomerasa I corta una de las cadenas de la do-
ble hélice; en el segundo, la cadena cortada gira en torno de su propio eje: en
el tercero. los extremos cortados se vuelven a unir
En cambio, la girasa no corta una sino las do~ cadenas del ADN. las cua-
les restablecen sus uniones después de haber girado.
Como se ve. ambas en.zimas se comportan como nucleasas (cortan al ADN
a nivel de las uruones fosfodiéster) y ADN ligasas (reconectan las piezas cor-
tadas después de haber rotado el ADN).
La girasa es una de las proteínas que integra el andamio proteico en el que
se sostienen lo~ lazos de cromatina de 30 nm (cap. 9-9): se asocia con el ADN
del lazo colocándose cerca de su~ ex tremos. donde co mpondría una suerte de
articulación giratoria similar a la mostrada en la figura 17-14. Con respecto a
la topo1somerasa I. exislirían varias en cada lazo, pues operarían entre las
burbujas de replicación.
La topoisomerasa I y la girasa se diferencian no sólo porque la primera cor-
ta una sola cadena del ADN y la segunda corta las dos. sino por la magnitud
de sus efectos, ya que el desenrollamiento que produce la topoisomerasa I es
de corto alcance y el de la girasa abarca una extensión de ADN mucho mayor.
Por otra parte. no se descarta que ambas enzimru; Mrvao para prevenir enredos
en las moléculas de cromatina fuera de la replicación, ya que podrían actuar
-recuniendo a una analogía imperfecca- como tijeras y manos que para desen-
redar un extenso hilo enmarañado lo cortan primero y lo anudan después.
1
ción del ADN afecta la replicación, ya que la heterocroma-
tina, a diferencia de la cucromatina (cap. 10-12), se repli-
ca muy tardíamente en la fase S.
Esta diferencia se aprecia cuando se compara la replica-
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17. REPLICACION DEL ADN 323
5' 3'
3' 5'
Origen
También hay diferencias en la replicación cuando se compara el ADN de Flg. 17-JS. Agregado de his-
las bandas R (ricas en G-C apareados) con el ADN de las bandas G y Q (ri- tonas nuevas durame la repli-
caci6o del ADN.
cas enA-T apareados) (fig. 12-17): las bandas R se replican dw-antc la prime-
ra mitad de la fase S y las bandas G y Q lo hacen durante la segunda mitad.
El significado de es1as bandas ha sido analizado en el capítu lo l2-l 3.
r.7:1 N1
lt@l•i!:l1J-------.,) 1N --~N~uc~le~o~~a~s~m~in~ª--~ •-
Flg. 17-16. Participacióo de la pro-
teína NI y de la nucleoplasmina en
NUCLEOSOMA' el armado de lo, nucleosomas.
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324 111 BIOLOGlA CELULAR Y MOLECULAR
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17. REPLICACION OBLADN ■ 325
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326 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
Uracilo Adenina
Oesam,nación
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17 REPLCCACION DELAON 327
17-21. la ADN polimerasa corrige los errores que ella misma comete
Durante la replicación del ADN, para que un nucleótido pueda ser agre-
gado en el extremo 3' de la cadena hija en crecimiento es imprescindible que
el nucleóLido incorporado precedentemente sea el que corresponde. Más
aún , si ta ADN polimerasa inserta en forma accidental un nucleótido inco-
rrecto , "percibe" el error y no agrega nuevos nucleótidos, de modo que el
crecimiento de la cadena se detiene transitoriamente. El error es resuelto por
la propia enzima mediante el ejercicio de una función adicional conocida co-
mo "'lectura de pruebas"
Así, la ADN polimerasa, ante la presencia de un nucleóúdo insertado in-
correctamente, retrocede y lo elimina. Para ello utiliza la actividad exonu-
cleoHtica 3'-+5' de una de sus subunidades. Una vez eliminado el nucleótido,
la síntesis del ADN progresa normalmente.
Como vemos, durante la replicación la ADN polimerasa controla los erro-
re.~ que ella misma comete y además los corrige. Sin embargo, dada la impor-
rnncia de la imegridad del ADN para la vida celular, si falla esta "lectura de
pruebas" se pone en marcha un segundo sistema de reparación que se cum-
ple de la manera descrita en ta próxima sección.
<;:GA T AACTAG
1 1 1 l 11 11J
GCTATTGATC
rrf\\l PTtr
~A
GCT/ n ~ATC
Tí Fig. 17-19. Formación de dímeros
; Lu.zUV de timina por acción de la luz ultra-
violeta.
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328 BIOLOGJA CELULAR Y MOLECULAR
Desa-1 1
mlnaclOn
ADN \
ghcosidasa~
2
~-~--
- X : J o d i e s1erasa
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17. RHPLICACION DELADN ■ 329
-
, - - ~i·....~---~,
\
1~ 11• 11 \ 1 1 1 1 11
illlliiii llii
I \
111 1 j t 111 el () t
1
::: '.:::: 1::: ;; : 1,!,'.r'
Fig. 17-22. Cortes espaciados en el
ADN efectuados por la 1ransposasa.
Obsérvese la inserción del transpo-
són y la reparación del ADN.
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330 B101.0CllA CELULAR Y MOLECULAR
sophi/a son causadas por transpo~ones que saltan dentro de un mismo gen.
En los vertebrados la mayoría de los rransposones tienen gran similitud
con el ARN de los retrov1rus Las semeJanzas son tan amplias que los retro-
virus pueden ser considerados transposones que aprendieron a saltar de Ltn a
célula eucariota a otra. Corresponde señalar que en el ciclo de los retrovirus
la mfonnación genética contenida en el ARN es copiada en sentido retrógra-
do (ARN- ADN) por una enzima llamada transcriptasa inversa, y que el
ADN resultante es insertado en el genoma de la célula infectada.
En el hombre los elementos transponibles más abundantes son versiones tnan-
cadas y mullldas de retrotransposones no virales. Estos transposones correspon-
den a los ADN repetitivos dispersos de las familias Alu y Ll. cuyas secuencias
consúruyen -como se mencionó en el capítulo 12-7- má~ de un tercio de todo
el genoma. No obstame. en los cromosomas humanos sólo una pequeña cantidad
de esta clase de transposones tiene Ia capacidad de moverse.
La mudanza de transposones puede acarrear consecuencias genéticas im-
portantes s1 se producen delcc1ones (cap. 20-1 O) en regiones de ADN no esen-
ciales flanqueadas por otr0s transposones similares, ya que la recombinación
enlre sus secuencias dentro de determinados intrones podría conducir a la apa-
rición de genes nuevos. Otro mecanismo capaz de crear genes nuevos deriva
de la transposición de exones, pues la combinación de sectores funcionales de
dos genes preeltistemes podría llevar a la formación de un tercer gen.
Lo mencionado en el párrafo anterior sugiere que la nexibilidad genómi-
ca introducida por los elementos Lransponibleb ha sido fundamental para la
evolución No obstante, la mayor(a de los genes nuevos han aparecido por el
mecanismo de duplicación genética (cap 20-JO) seguido por una mutación
en la segunda copia del gen Eso es lo que ha ocurrido con los genes de las
globinas a y 13, los cuales se fonnaron a pamr de un gen ancestral común.
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17. REPLICACION DELADN 331
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Mitosis
18 Control del cicJo celu lar
MITOSIS
• 8- Un nd1v1duo adult, slá formado por unas 10·- células
La capacidad de reproducirse es una propiedad fundamental de la célula.
Se puede tener una idea de la magnitud de la reproducción celular si se con-
sidera que un individuo adulto está formado por billones de células (10 13), to•
das denvadas de una sola. el cigoto. La multiplicación celular sigue siendo
notable aun en un ser adulto que ha dejado de crecer. Un ejemplo llamativo
lo dan los eritrocitos, cuya vida media es de sólo 120 días. Así. el organismo
debe producir unos 2,5 millones de eritrocitos por segundo para mantener su
número relativamente constante. Esa reproducción celular debe ser regulada
de manera perfecta para que la formación de nuevas células compense las
pérdidas y se mantenga el equilibrio.
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18. lvOTOSIS ■ 333
~
4c ~
2c
G1 ,<O~-G
-,--~
OUJ>licacf6n
del AON
MII0SIS
•1g. 18-1. Cambios en el conlérrido
del ADN nuclear durante L1s foses del
ciclo vital de la célula. La letra e re-
presenta la cantidad de ADN conlélli-
da en un juego haploide de 23 cromo-
somas. 2c. contenido doble de ADN.
.......--------TlemJ>O - - - - - - - - - - - + 4c. contenido cuádruple de ADN .
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334 IIIOLOO IA Chl.Ul, AR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
18. MITOS IS 335
-----
/é
- '-\ 1/_,.., ,.\!~//
JL~ ~lt-)
~~fti 1
~) \1~\ ,1>7¡~
PROFASE -
PROFASE
.,
PROMETAFASE
férica; además pierde sus contactos co11 las células vecinas o con la matriz ex- Fig. 18-3. Esquema general
Lracclular. Simultáneamente, el RE y el complejo de Golgi se fragmentan en de las fases de la mitosis.
vesículas pequeñas. Pero lo que más se destaca en el citoplasma es la forma-
ción del huso mitótico. Se trata de conjuntos de haces de microtúbulos que
surgen de ambos centrosomas. los cuales se alejan recíprocamente pues se
dirigen a los polos opuestos de la célula.
Más adelante veremos cómo -y en qué fases del ciclo celular- la célu-
la forma el segundo centrosoma. Como se señaló en el capítulo 5-5, el cen-
trosoma está integrado por la matriz centrosómica - que es el lugar de naci -
mienlo de los microtúbulos- y un par de centríolos. Desde los centTosomas
las fibras del huso irradian en todas las direcciones, pero las más llamaúvas
son aquellas que se extienden hacia el centro de la célula, donde dan Jugar a
asociaciones de importancia funcional.
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336 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
A
METAFASE j¡~
~/ ~0" Fíb<as del isler
B
ANAFASEA
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18. MITOSIS • 337
ERRNVPHGLFRVRUJ
338 SlOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
Procentriolo
-1
Fig. 18-5. Duplicación de los cemrío-
los ames del comienzo de la mitosis.
ERRNVPHGLFRVRUJ
18, MITOSIS 339
-
contra los cinetocoros. Esto ha permitido usarlos como marcadores para re-
conocer y estudiar a las proteínas cinetocóricas, especialmente las motoras de
las familias de la quinesina y la dineína y las que estabilizan la uruón del ci-
netocoro con la cromaúna del centrómero.
Los autoanticuerpos CREST permitieron detectar a las proteínas cinetocó-
ricas en todas las etapas del ciclo celular. aunque aparecen asociadas a los
centrómeros a partir de la fase S, que es cuando empezarían a formarse los
cinetocoros.
Con la ayuda de los autoanticuerpos CREST se localizaron los genes que
codifican a las proteínas cinetocóricas y se determinaron sus secuencias. Se
hallan en los propios centrómeros, entre el ADN repetitivo satélite que los ca-
racteriza. Así. además de estar compuestos por ese ADN - e! cual posee la
secuencia alfoide mencionada en el capítulo 12-7-, los centrómeros contie-
nen los genes de las proteínas cinetocóricas.
En los cinetocoros de los cromosomas humanos se han identificado, entre
otras, seis proteínas, denominadas CENP-A, CENP-B , CENP-C, CENP-D,
CENP-E y CENP-F (por centromere protein). La CENP-A y la CENP-B se
hallan asociadas a las fibras de cromatina que ingresan en la capa densa inter-
na del cinetocoro. Más aún, la CENP-A no es otra que Ja histona H3 -algo
modificada- de los nucleosomas de esas fibras. La CENP-C se encuentra en
la capa densa interna del cinetocoro. entre las fibras de cromatina que la unen
al centrómero. Respecto de la CENP-D, no se conocen su localización ni sus
funciones. Finalmente, tanto la CENP-E como la CENP-F se hallan en la ca-
pa densa externa del cinelocoro con el fin de reforzar el anclaje de los micro-
túbulos del buso mitótico. Puesto que la CENP-E es la quinesiaa menciona-
da anteriormente, se encuentra también en la cara externa del cínetocoro.
ERRNVPHGLFRVRUJ
-
J40 8101.00IA CELULAR Y MOLECULAR
cen las fibras del áster y las polares. aunque estas últimas no en toda su ex-
tensión. pues pemsten los tramos pectenecien1es al cuerpo intermedio (sec-
ción 18-11). Finalmente, antes de completarse la citocinesis. comienzan a
reaparecer los primeros microtúbulos interfásicos.
En el capítulo 5-6 se vio que los dos extremos de los microtúbulos mues-
tran polimerizaciones y despolimerizaciones diferentes. ya que en el extremo
[+J el crecimiento y el acortamiento son más rápidos que en el extremo (-1
(fig. 5-6). A diferencia de los citoplasmáticos. en los microtúbulos mitóticos
el extremo l-) no se halla bloqueado por la matriz centrosómica, de modo que
lo~ microlúbulos del huso pueden polimerizarse y despolimerizarse también
por ese extremo (cap. 5-10)
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18. MITOSIS 341
1~ ERRNVPHGLFRVRUJ
342 RIOLOGIA CFI.Ul.AR Y MOLl:i.CULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
18. MITOS IS 343
ERRNVPHGLFRVRUJ
344 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
Prolase Prometafase
~~ R~apolar
=--< ~
~ 1 Fl~a cmetocóóca
Melafase Anafase
ERRNVPHGLFRVRUJ
18. MITOSIS ■ 345
__________.__.,.
Cdc2
Punto de a,ranque
enom1e citoplasma se van repartiendo entre las sucesivas células hijas. Esta Fig.18-10. Diagrama que ilus-
forma de división concluye cuando en las células del blastocisto se recupe- tra los crunbios de concencra-
ción de las ciclinas GJ y mi16-
ra la relación nucleociwplasmática característica de las células somáLicas tica durante el ciclo celular. La
{caps. 1-14 y 21 -7). primera se asocia con la quina-
En el capítulo 17 vimos que el ADN y las moléculas que lo acompañan se s• Cdk2. con la que forma el
complejo SPF. En cambio. la
duplican durante la fase S del ciclo celular. La duplicación de los componen- segunda se asocia con la qui-
tes citoplasmáticos abarca las fases G 1, S y G2. nasa Cdc2 y da lugar aJ com-
En la célula ex isten mecanismos especiales para coordinar los procesos de plejo MPP.
síntesis en el núcleo y en e l ci toplasma y determinar el início y la conclusión
de las fases del ciclo celular. Las próximas secciones están destinadas al es-
tudio de esos mecanismos.
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346 lllüLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
18. MITOSIS ■ 347
o~
MPF durante el ciclo telular.
\! s
G2
[O M
G1
[ -----
Clcflna G1
Cdk2
l_ ERRNVPHGLFRVRUJ
348 ■ BIOLOCIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
18. MITOSIS 349
18- 29. La proteína P53 controla el estado del ADN antes de que
la célula ingrese en ta fase S
Antes de ingresar en la fase S Ja célu la controla el estado de sus molécu-
las de ADN. El control es ejercido por una proteína citoplasmática llamada
P53 (por su masa molecular, de 53 kDa), que es sintetizada por la propia cé-
lula en respuesta a la aparición de alteraciones en su ADN. El gen p53 que Ja
codifica pertenece a uaa categoría de genes conocidos como supresores de w-
mores, llamados así por causas que veremos más adelante.
La P53 se comporta como un factor de transcripción que promueve la ex-
pres ión del.os genes de otras proteínas reguladoras - llamadas P21 y P16- ,
que Lienen por misión bloquear la actividad de la Cdk2. Dado que este efec-
to se opone al de las ciclinas G 1, la célula no replica sus moléculas de ADN
y permanece en la fase Gl. Finalmente, si se comprueba que el daño en el
ADN es peligroso para las futura~ células hijas, la proteína P53 vuelve a ac-
tuar. pefO ahora para provocar la muerte de la célula y con ella Ja desapari-
ción del ADN dañado (cap. 22-6)
En lo que atañe a la proteína P2 I, si no resultara suficiente para bloquear a
la Cdk2. le queda otro recurso para impedir la mitosis: en el com ienzo de la
replicación del ADN se une a la abrazadera deslizante de PCNA (cap. 17-7) y
anula su función.
En la célula exfaten otras proteínas reguladoras de la proliferación celular.
como la proteína Rb (la sigla Rb deriva del tumor de la retina llamado reti-
nobla.~toma). Es codificada por el gen rb, que también es supresor de tumo-
res. La proteína Rb inhibe la proliferación celu lar cuando está fosfori lada. Lo
hace mediante e l bloqueo de Jos genes de ciertas proteínas necesari as para la
replicación.
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350 RIOL.OCIA Cl:.LULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
J8. MITOSIS 35)
ERRNVPHGLFRVRUJ
352 8101.00IA CELULAR Y MOLECULAR
Lo~ defectos en los dos alelos son variados, ya que pueden encontrarse ambos
mutados. ambos ausenteS (por deleción), uno mutado y uno ausente, e1cétera.
Otros genes supresores de 1umores son: 1) el gen mee (por m11tated irr co-
lon carcinoma), perteneciente al cromosoma 5; 2) el gen dcc (por de/eted irr
colon carci110111a), ubicado en el cromosoma 18; 3) el gen apc (por adenoma-
tous polyposfa o/the colon), locnlizado en el cromosoma 5 (no emparen1ado
con el complejo proteico APC visto en la sección 18-26). y 4) el gen wt (por
Wilms' kidney wmor). resideme en el cromosoma ll.
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J8. MITOSIS ■ 353
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Meiosis
19 Fecundación
MEIOSIS
19-1 . La meiosis y la reproducción sexual
La meiosis es un tipo especial de división celular. exclusiva de los orga-
nismo, que se reproducen sexualmente. En muchos protozoos, algas y hon-
gos. la reproducción es asexual. es decir. por div isión celular simple o mito-
sis. En este caso todos los descendientes tienen una herencia que proviene de
un solo antecesor. En cambio, en la mayoría de los organismos multicelula-
res (animales y vegetales) la reproducción se realiza por medio de gametos o
células sexuales generados por meiosis -espermatozoides y óvulos en los
animales-. los cuales se unen por un proceso denominado fecundación.
Ello da origen al cigoto o célula huevo. que porta el material hereditario de
los dos progenitores y se reproduce por mitosis basta formar un nuevo indi-
viduo multicelular.
Las figuras 1-12 y 19-1 muestran los fenómenos básicos de la mt!iosis (del
griego 111eio11111 , disminuir). El genoma humano posee 46 cromosomas (44 +
XY en el varón: 44 + XX en la mujer). Si la división fuese por mitosis. cada
gameto tendría 46 cromosomas y el cigoto 92. Dado que esto se repetiría en
las sucesivas generaciones. el número de cromosomas se duplicaría de gene-
ración en generación. La rneiosis es el mecanismo usado por los organismos
para evitar que ello suceda. Así, mediante dos divisiones celulares consecuti-
vas las células sexuales reducen a la mitad el número de sus cromosomas, con
generación de gametos baploides (cuatro espermatozoides en el varón: un
óvulo y cuerpos polares en la mujer). Los procesos que llevan a la producción
de gametos -llamados espermatogénesis y ovogénesis- Lienen lugar en las
gónadas. es decir, en los testículos y en los ovarios.
Debe advertirse que para entender los aspectos más importan tes de la ci-
togenética (capítulo 20) el lector debe tener una clara comprensión de la
meiosis, tanto de su dinámica estructural corno de su bioquímica.
En este capítulo describiremos la meiosis como un tipo especial de divi-
sión celular. En ella se producen: 1) la reducción del número de cromosomas
a la mitad; 2) la recombinación genética, es decir, el intercambio de segmen-
tos cromosómicos, y 3) la segregación al aza r de los cromosomas homólogos
paternos y matemos.
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19 . MEIOS IS 355
/ - ~ ,~
/
(~•• 11
~ \_
Espermatogonlos
I'
"'""'
¡ --/\ .,. . .,_ Mitosis /
8 / ~8
\
Ovogonlos
/ \
.,. ♦XT
_j \
_/
1 ("4-+•'I')
_j \__
M♦XY '1
0/ \ e e e
/\ /\ /\
80808888
1lll11 1 l
Espermatocitos 11 tH,11t
i \
( n+'f )
I\ Melos/s ti
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Q . ovoctto ll y
V pnmer cuerpo polar
1
/.•7
.¿ 1,/7 (!'•.,
~
9
/
<;? Cigotos o"
Se define como cromosomas homólogos a los dos cromosomas virtual- Fig. 19-1. Esquema de la es-
mente idénticos -uno aportado por el padre y el otro por la madre- que permatogénesis y la ovogéoe-
sis en la especie humana. Se
conviven en las células diploides. Debido a que en las células somáticas hu- observan tres d1 visiones mitó-
manas ex isten tlos juegos haploides de 23 pares de cromosomas cada uno 1icas sucesivas por parte de los
esperma1ogooios y los ovogo-
-un Juego haploide aportado por el esperrnat0zoide y otro aportado por el
nios. las respectivas divisio-
ovocito- . se dice que poseen 23 pares de homólogos (fig. 12-15). nes meióticas y la fecundación
del óvulo (22+X) por el esper•
19-2. Diferencias entre la mitosis y la meiosis ma102oide (22+X o 22+ n.
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356 ■ BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
Clgonema
Profase
Paqulnema
Oiplonema
Anafase 1
Interfase
ERRNVPHGLFRVRUJ
19. MEIOSIS 357
D D H H o
4c
z
o
<
CI>
"O
"O
"' 2c
"2
E
111
u
IC
G1 R G2 t G1 R t R t R t
Mitosis Meiosis 1 Interfase Meiosis 11 Mitosis Mitosis
f-- - -- - - - - -- Secuencia de las divisiones celulares -----------+
que la rneiosis es bastante larga (en el varón insume 24 días y en la mujer Fig. 19-3. Células germinati-
varios años). vas diploides (D) y haploides
(H') y cambios en el contenido
6) Otra diferencia fundamental es que en la mitosis el material genético del ADN nuclear durante las
pem1anece constante en las sucesivas generaciones de células hijas (a menos mitosis que preceden a las di-
que ocurran mutaciones génicas o aberraciones cromosómicas), mientras que visiones mcióticus, en el
transcurso de estas últimas, en
la meiosis genera una gran variabilidad genética. los gamelos. en e l cigoto y en
las dos primeras di visiones de
19 3. Oestr1ptí6,1 ger1eral de la r11eios1s segmentación. Espem, ntogo-
nios y ovogonios (marrón).
Como se observa en la figum 19-1, las divisiones meióticas comienzan des- Espem1atocitos I y ovocitos 1
pués de varjas divisiones mítóticas de los espermatogonios y los ovogonios. es (amarillo). Espcrmatocitos 11
y ovocitos n (OZJtl). Esperma-
decir, de las célula~ germinativas menos diferenciadas del tesúculo y el ovario. tozoides (rojo) (el óvulo no
Al término de las divisiones mitóticas, parte de los espermatogonios y de existe en la especie human:':!).
los ovogonios se diferencian, respectivamente, en espermatocitos I y en Cigoto (verde). Células um-
brion.irias derivadas de la pri-
ovocitos l. los cuales llevan a cabo la meiosis l. Como corolario de la pri- mern di visión de segmenta•
mera ilivisión meiótica se generan los espermatocitos Il y el ovocito ll, c ión (l'ioleta) . Faso G I del ci-
que son las células que realizan la meiosis JI. Finalmente, la segunda divi - clo cd<Llar (01). Pase G2
(02). Fase So duplicación del
sión meiótica culmina con la formación de las espermátides y del óvulo. ADN (S). Contenido simple
Debe agregarse que las espermáúdes se convierten en espermatozoides y de ADN (/e). Co111enido do-
que -por las causas que se señalan en la sección 19-15- en la mujer se le ble de ADN (2c). C-0ntenido
cuádruple de ADN (4c).
da el nombre de óvulo al ovocito Il.
La figura l 9-3 muestra las divisiones mítóticas y meióticas de las células
germina.ti vas, la formación del cigoto y las dos primeras div isiones de seg-
mentación (las características generales de las divisiones de segmentación se
estudian en los capítulos 18-22 y 21-7). Además, señala la condición haploi-
de o diploide y el contenido del ADN nuclear de las células que llevan a ca-
bo esos procesos, de cuyo análisis se ocupan las próximas secciones.
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358 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
Preleptonema
Leptonema
Cigonemo
Paquinema
Diplonema
MEIOSIS l Diacinesis
Prometafase I
Metafase 1
Anafase 1
Telofase 1
Interfase
Profase n
MElOSIS 11
{ Metafase n
Anafase D
Telofase n
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19. MEIOSIS 359
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360 BIOf.OGIA CELULAR Y MOLECULAR
A LEPTONEMA 8 PAQUINEMA
•• ,,
C OIPLONEMA TEMPRANO D OIPLONEMA TAROIO
ERRNVPHGLFRVRUJ
19. MEIOSJS 361
-Tf
+~ E OIACINESIS
-----
•·' ~
.,P ..._ '.,
~·
- ._ ,• --
~/
e "!la--
.--
'' F METAFASE 1
.. •
G ANAFASE JI
'
mosomas, pero no es así. ya que cada una de las unidades visibles se com-
pone de dos cromosomas independientes, si bien íntimamente apareados.
Por tal motivo, cada uno de los 23 pares de cromosomas recibe el nombre de
bivalente. Dado que cada conjunto está integrado por cuatro cromátidas , se
llama también tétrada (fig. 19-9).
Las dos cromátidas hermanas de cada cromosoma se hallan conectadas
por el centrómero, por lo que en un bivalente o tétrada existen dos centróme-
ros. uno por cromosoma. Igual que en la mitosis, cada centrómero contiene
dos cinetocoros. uno por cada cromátida hermana. Sin embargo, hasta la fi-
naLización de la meiosis T los cinetocoros hermanos se comportan como una
unidad (fig. 19-15).
A lo largo del bivalente,en el CS aparece una sucesión de nódulos densos
de alrededor de 100 nm de diámetro, denominados nódulos de recombina-
ción {fig. 19-7). Su n6mero y sus localizaciones coinciden con los sitios de
recombinación genética, lo que sugiere que a nivel de ellos ocurre el inter-
cambio de los segmentos de ADN entre las cromátidas homólogas.
Para que se produzca la recombinación, las moléculas de ADN de las cro-
mátidas homólogas deben situarse a una distancia de aproximadamente l nm
en el componente central del CS. Se cree que ese virtual contacto ocurre a ni-
ERRNVPHGLFRVRUJ
362 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
vel de los filamentos transversales que unen a los componentes laterales, por
los cuales las secuencias de nucleótidos homólogas se buscarían, hecho im-
prescindible para que tenga Jugar el intercambio de los segmentos de ADN.
El nódulo de recombinación podrfa considerarse la expresión morfológica de
ese intercambio. Más aún, el nódu lo serfa un complejo multiproteico que reú-
ne a las cromátidas paternas y maternas y produce los cortes y empalmes ne-
cesarios para la recombinación.
Entre las proteínas que actúan al comienzo de la recombinación se en-
cuentra la RadSl (por radiarion sensitive), cuya intervenc ión es esencial pa-
ra que se produzcan los cambios que se muestran en la figura 19-12, los cua-
les ocurrirían entre los pasos 2 y 3 del modelo de recombinación genética
ilustrado en la figura 19-10. Obsérvese cómo la cadena invasora se combina
con la doble hélice de la cromátida homóloga y da Jugar a una triple hélice
transitoria. Se considera que la cadena invasora se acomoda en el surco ma-
yor de la doble hélice y que sus bases se unen con las de la cromátida homó-
loga mediante puentes de bidrógeno inusuales.
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19. MEIOSIS 363
~ª
aún , la cantidad de qui asmas y sus ubicaciones suelen coincidir con
las de los nódulos de recombinación.
En la mujer el diplonema es un periodo extraordinariamente
largo. Todos los ovocitos l arriban a esta fase del ciclo celular an-
tes del séptimo mes de la vida intrauterina y permanecen así como
mínimo hasta la pubertad (sección 19-15). ~e==--- Componente
lateral
En el diplonema, diversos sectores de la cromatina experi-
mentan un fuerte desenrollamiento. Siruaciones extremas de es-
te fenómeno se observan en los peces. los anfibios, los reptiles y
las aves. en los que el desenro ll arniento es tan acentuado que los ~ ;5...- - Cromátida
(se muestra
bivalentes suelen asumir una configuración especial -emiten fi- sólo una
nas proyecciones laterales-. motivo por el cual se los llama de las dos
cromátidas
cromosomas plumulados o en cepillo (fig. 19-14). Estas pro- hermru,as)
yeccio11es son asas de cromatina muy desenrolladas, cuyo ADN
se transcribe a gran velocidad. Así. tal configuración cromosó-
mica expresa una intensa síntesis de ARN por parte de la célula, que es la Fig. 19-6. Esquema del comple-
jo sinaptonémico. con los com-
causa del enorme crecimiento que experimenta el ovocito antes de ser ex- ponentes laterales, los filamen•
pu lsado del ovario. los transversales y el compo·
En algunas de las clases zoológicas nombradas, a lo largo de los cromo- nenle central. Los filamentos
ll1lnsversales son dímeros pro-
somas pueden detectarse engrosamientos de cromatina dispuestos entre las
ieicos que nacen de los compo-
asas - ll amados cromómeros-. con un aspecto de collar de cuentas (fig. nentes laterales y se extienden
19-14). Los cromómeros corresponden a sectores de cromatina altamente hasta el plano sagital del com•
condensada. al contrario de la cromatina de las asas, que como acabamos de piejo. AlJJ sus exO'emos libres se
supé:rponen y dan lugar a la li•
ver se encuentra bastante desenrollada. Los cromómeros comienzan a verse oca de alta densidad electrónica
a partir del lcptonema. del componente central. donde
también existirían proteína~ lon-
gimdinales. La ilustración del
19-10. Durante la diaeinesis la cromatina se vuelve a condensar recuadro muestra que las dos
Durante la diacinesis (del griego diá, a través) la condensac ión de los cro- protefnas de los dímeros son n-
brosas, que están e.nttclazadas y
mosomas vue lve a acentuarse (fig. l9-4E). Las tétradas se distribuyen homo- que sus extremos globulares se
géneamente por todo el núcleo y el nucléolo desaparece. A excepción del as- hallan orientados como en el dí-
pecto de los cromosomas, este breve estadio muestra semejanzas con la pro- mero de la figura 5-2.
Nódulo de
recombinación
Cromáticlas
hermanas
Cromélldas
hermanas
Fig. 19-7. Visión tridimens ional
del complejo sinaptonémico, con
un nódulo de recombinación.
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364 l:IIOLOGlA CELULAR Y MOLECULAR
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19. MEIOSIS ■ 365
otros tramos ocurre entre las cromátidas del otro par. Por consecuencia, al se-
pararse por completo los cromosomas homólogos. en las células hijas las dos
cromátidas de cada cromosoma son mixtas, pues tienen segmentos cromosó-
micos tanto paternos como matemos (fig. 19-16).
Durante la lcloíase l los grupos c romosómicos haploidcs llegan a sus res-
pectivos polos y en tomo de ellos se construyen las envolturas nucleares.
5·- 3'
3 A a ll 5'
3
'" 5'
5 a b e d 3'
7
2
...e,_ B Q -
p
e b G g
3
:9-::x:
n b e d
& e e T
10
e b e D
A e e 1
6 ~ 11
n b o d a b e O
Hg. 19-10. Modelo teórico de recombmación genérico entre las cromáridas homólogas, 1. Apareamiento de las cromátidas.
Lo~ pares de !erras Aa. Bb. Ce y Dd s,mbolizan a los dos alelos de los cuatro genes representados (cap. 20-3). 2. Corte de las
dos cadenas de ADN de una de las cromábdas y ampliación de las separaciones mediante exonucleasas. Dado que éstas re-
mueven nuclcótidos en dirección 5' ...3•. se forma -en cada cadena conada- un exiremo 3' libre (no apareado). 3. Uno de
•~o~ extremos invade ln cromáuda homóloga y se colocu ca el lugar de una de sus cadenas. la que a su vez se desplaza bncin
el 1iti11 que deja vncante la cadena invasora. 4. Síntesis de ADN en las cadenas corradns, paru reconstruir los segmentos que
fnllM. lnLervienen polimerasas que usan a las dos cadenas de la cromálidn homóloga como moldes, por lo que los tramos que
faltan se sintelÍ7.lln por un mecanismo s1m1lar al de lo reparación del AON (cap. 17-22). Los pasos anreriores conducen a la
formación de dos enrrecruzam,entos o estructuras dt Ho//rday (llamadas así en homenaje al geneñsta Robín Holliday, quien
de$cribi6 esos entrecruzamientos en 1964). S. Cone de las dos cadenas a mvel de uno de los entrecruzamicnlOS (/ILchas).
6. Empalme lateral de las cadenas conndas en el paso untcnor. 7. Encorvadura de ambas cromátidas a la altura dd segundo
e111recruLam1ento y rotoción de 180° de una de las cromálidas. 8. Formación de una es1ruc1ura de Holliday iso~. 9. Cor-
re en una de las cadenas de cada cromúrido (/lechas) 10. Enderezamiento de las cromútidns. 11. Empalme laletal de las ca•
den a, cortadas en el paso 9.
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366 Jl iOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
CromáUda patema 19-12. Entre las dos divisiones meiótícas existe una interfase
11111 1 1
Cromálida materna
de corta duración
111111111110111111111 La telofa~e les seguida por la partición del citoplasma, y las dos células
J bijas pasan por un corto período de interfase en e l que no hay replicación del
.!.LClW ADN (no hay fase S). Por consiguiente , las células hijas derjvadas de la
meiosis I poseen un número haploide de cromosomas. cada uno de éstos
llllLWl 11 11 compuesto por dos cromátidas hermanas (figs. l 9-2 y l 9-3).
1111 TTJJilITJ
En el varón el resullado de la meiosis I es la formación de dos células hi-
ja~ iguales, denominadas espermatocitos II. En cambio, en la mujer. debido
1111111111111 a que el reparto del citoplasma del ovocito 1 es desigual, se forman dos célu•
1111111111111 ; las de tamaño muy diferente: el ovocito ll, que es relativamente voluminoso,
y el primer cuerpo polar. que es pequeño y desaparece (fig. J 9- 1).
Fig. 19-11. Modelo simplifica- Los espermatocitos II y el ovocito II comienzan ta mciosis Il, cuyas eta•
do de cortes y empalmes entre pas, como se verá a conlinuación. son similares a las de La mitosis.
las moléculas de ADN ele las
eromátidas homólogas durante
lu recornbuiac,ón genética. 19-1 3 En la divisió n meiólica II se separan las cromátidas hermanas
La profase Il es muy breve. aunque suficiente para permitir la reaparición
de las fibras del huso y la desaparición de la envoltura nuclear.
La metafase II lleva a los c romosomas al plano ecuatorial de la célula.
Las fibras del huso se conectan a los cinetocoros. los cuales se colocan como
en los cromosomas mitóticos. e~ decir, uno apuntando a ua polo y el otro al
polo opuesto (fig. 19-15).
En la anafase II. debido a la tracción que las fibras del huso ejercen so-
bre los cinetocoros, el centrómero se divide y las cromátidas hermanas de ca-
da cromosoma son separadas y traccionadas hacia los polos opuestos de la
célula (figs. 19-2, 19-4G y 19-15).
En la telofase Il cada uno de los polos de la célula recibe un juego haploide
de cromátidas, que pasan a llamarse cromosomas. La fonnación de una nueva
euvollura nuclear en tomo de cada conjunto cromosómico haploide - seguida
por la partición del citoplasma- pone fin a la meiosis (figs . 19·2 y 19-3).
Como se acaba de ver, la meiosis IJ se asemeja a la mitosis, excepto por·
que en la primera las células hijas reciben una sola copia de cada cromosoma
y no los dos homólogos.
Fig. 19-12. Formación de um, La figura J 9-1 muesb·a que en el varón el resultado de la meiosis (1 es la
triple hélice transitoria al co•
llUeozo de la recombinación
formación de dos células hijas iguales - denominadas espermátides- que
genétjcn, Tiene lugar entre los al cabo de un tiempo se diferencian en espermatozoides. En cambio, en la
pasos2y3de lafigura 19-10. mujer, debido a que el reparto del citoplasma del ovocito Il es desigual, se
forman dos células de tamaño muy diferente: el óvulo, que es voluminoso,
y el segundo cuerpo polar, que como el primer c uerpo polar es pequeño y
1111111111111 111111 desaparece.
En síntesis. La meíosís genera cuatro espermat0zoides a partir de cada es-
J permatocito I, y un solo óvulo a partir de cada ovocito l (fig. 19-1 ).
_1' ~
111111111111111II011 ¡ 19-14. Consecuencias genéticas de la meiosis
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19. MHIOSJS 367
nismo destinado a distribuir a l azar los genes paternos y maternos en los ga- Fig. 19-13. Micrografía elec-
trónica de un bivalente, y su
metos. tanto por la recombinación genética como por la segregación de los interpretación . Se obse.rvan
cromosomas homólogos. dos quiasmas y la posición de
En la ligura 19-17 pueden observarse las consecuencias genéticas de la meio- los centrómero, hermnnos.
que se bttllan unidos emre sí.
sis en una célula bipotética que contiene tres pares de cromosomas homólogos,
en tos cuales se produjeron una, dos y !res recombinaciones, respectivamente.
Las recombinaciones soo señaladas por los quiasmas. y se ve que han te-
nido lugar sólo en uno de los dos pares de cromátidas homólogas. No obstan-
te. corno se señaló en ta sección 19-11 . la recombinación se pmduce no entre
uno s ino entre tos dos pares de cromátidas homólogas. de modo que al con-
cluir la meiosis todos los cromosomas de los gametos presentan segmentos
maternos y paternos alternados (fig. 19-J 6).
La segregación al azar de los cromosomas paternos y matemos du rante
las anufases 1 y lI también contribuye a la diversidad genética de los game-
tos, pero en distinto grado. Esto no se aprecia en la figura 19-17, ya que
muestra el caso (teóricamente posib le) en que los cromosomas maternos y
paternos se segregan en bloque en ambas anafases. Dado que el varón posee
2'I pares de cromosomas homólogos en las células predecesoras de los game-
tos . la~ combinaciones de segregación posibles alcanzan el número de
&.388.608 {22.1}. A ellas deben sumarse las incontables posibilidades de segre-
gación de los genes mediante la recombinación_
En síntesis , al examinarse las consecuencias derivadas de la asociación de
ambos procesos - la recombinación genética y la segregación de los homó-
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368 BIOLOGIA CHLULAR Y MOLECULAR
Clnetocoro de una
de las cromátldas
hermanas
METAFASE 11 ANAFASE 11
logos- , se puede observar que cada uno de los gametos a los que da Jugar la
meiosis hereda conjuntos de genes diferen tes.
Accidentalmente, la segregación de los homólogos puede fallar, de mane-
ra que los dos homólogos de un par no se separan y pasan jw11os a una de las
células hijas. Este fenómeno - llamado no disyunción- puede ocurrir en la
anafase lo en la anafase TI de la meiosis (cap. 20-9) y por su causa uno de los
gametos contendrá un cromosoma de más (24) y el otro uno de menos (22). Si
uno de estos gametos participa en la fecundación. las cél ul as somáticas del
nuevo individuo poseerán un número anormal de cromosomas (47 y 45, res-
pectivamente). Estos cuadros llevan el nombre de aberraciones cromosómi-
cas numéricas. de las cuales el síndrome de Down es el ejemplo más cono-
cido. En el síndrome de Down las células contienen 47 cromosomas, ya que
existen tres unidades del cromosoma 21 en Jugar de dos (cap. 20- 13).
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19. MEIOSlS ■ 369
a b e
a b e a b e
1
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370 BIOLOGIA CEI.ULAR Y MOLECULAR
FECUNOACION
19- 17 Caractcnsticas de los gametos en el momento de la
fecundación
La fertilización del óvulo por el espermatozoide -o fecundación- es e l
paso que inic ia el proceso del desarrollo embrionario, y por ese motivo es
analizada en los libros de embriología. Aquí solamente ofreceremos una bre-
ve reseña de sus aspectos celulares y moleculares.
La fecundación suele producirse en el tercio externo de la trompa de Fa-
lopio, adonde arriba el ovocito TI -sin haber completado la meiosis Il- lue-
go de la ovulación (fig. 19-18).
El ovociJQ es una célula de tamaño sumamente grande, que posee aumerosí-
simas microvellosidades y se baila envuelta por la membrana pelúcida y las cé-
lulas foliculares de la corona radiada (fig. 19-18). La membrana pelúcida con-
tiene abundante cantidad de glicoprotefnas. entre las cuales se destacan la ZP2
y la ZP3 (por zona pe/lucida). Por su lado. las células de la corona radiada se
hallan unidas entre sí por un material cementante rico en ácido hialurónico.
El espermatozoide posee una cabeza, un cuello y una cola. La figura l9-19
muestra la cabeza y parte del cuello con sus respectivos componentes. En la ca-
beza debe resaltarse la presencia del acrosoma. un derivado Lisosómico que con-
tiene varias clases de enzimas lúdrolíticas, dos de las cuales, la hialurouidasa y
la acrosina, desempeñan importantes funciones durante la fecundación.
La.~ dos últimas etapas de la d.ifcrenciación de los espermatozoides -lla-
madas maduración y capacitación- tienen lugar en el epidídimo y en e l
tracto genital femenino. respectivamente. En su transcurso evo lucionan, a
Fig. 19-18. Corte fron111I dela nivel molecular, algunas caraccerísticas de los espermatozoides. imprescin-
trompa de Falopio, que mue.;,-
tru el encuentro de los eSP"r-
dibles para que uno de ellos pueda fecundar al ovocito TI y se forme la célu•
nrntozoides con el ovoeito IL la huevo o cigoto. Por ejemplo, durante la maduración los espermatozoides
son cubiertos por una proteína secretada en el ep idídi-
Trompa de Falopio
mo -la DEFB126 (por deferisin-betal26)-, que los
protege de la acción destructora del sistema inmuno-
lógico de la mujer desde e l momento en que ingresan
a la vagina hasta que arriban a las rrompas de Falopio.
Se ha comprobado que una de las principales causas
de infertilidad masculina obedece a la existencia de
defectos ea ambos alelos del gen de la proteína
DEFB126.
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1~. MEIOSIS ■ 371
- ··,,ll
ATP AM!'o
l
OuinasaA
l
Protema de 16 kOa
l
HIPERACTIVACION
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372 BlOLOOIA CELULAR Y MO!.E!CULAR
A B
Membrana pelúclda - -
Membrana pelúclda, - -----=- \
~·-~~~~~
e
Fig. 19-21. Fases de la fecun- alcanzar la membrana pelúcida avanzando entre las células foliculares (fig.
dación . A. Penetración de In 19-2 1A). Para ello construye una especie de túnel en el ácido bialurónico que
corona radiada. B. Reacción
acrosómica. C. Denudación.
las une, con la ayuda de pequeñas camidades de bialuronidasa que lleva en
D. Penem,ción de la mentbra- su membrana plasmática (esta enzima es químicamente idéntica a la conteni-
na pelúcida. E. Fus ión de las da en el acrosoma). La fuer2a mecánica derivada de los movimientos de hi-
membranas plasmruicas de los
game1os y reanudación de la
peractivación impulsa el avance del espennatozoide. Así, mientras la hlalu-
meiosis 11 por pane del ovoci- ronidasa digiere localmente el cemento intercelular, los movimientos de hi-
lo TI . F. Formación de los pro- peractivación hacen avanzar al espermatozoide. Es posible que este mecanis-
núcleos masculino y femeni-
110. G. Unión de los prnoú-
mo actúe como un fütro selectivo para que lleguen a la membrana pelúcida
cleo~ (singamia) . R. Metafase sólo los espermatozoides más aptos.
de la primera división mitótica 2) Reacción acrosómica. Cuando el espermatozoide alcanza la membra-
(nnfimixis). l. Comienzo de la
primera divis.ión de segmenta-
na pelúcida y se pone en contacto con ella, en su parte fron tal se desenca-
ción de la célula huevo. dena un proceso llamado reacción acrosómica. que da lugar a múltiples
áreas de fusión entre la membrana externa del acrosoma y la membrana
plasmática del gameto. Ello genera la formación de poros - por los que se
escapan las enzimas acrosómicas- y luego la desaparición de ambas
membranas (figs. l9-19 y 19-21BC). Por consecuencia, en la región fron-
ta l del espermatozoide .ea reemplazo de la desaparecida membrana plasmá-
tica queda expuesta al exterior una nueva membrana, la acrosómica interna
(fig. 19-21C). El mecanismo molecu lar que lleva a la reacción acrosómica
es el siguiente (fig. 19-22):
La ZP3 de la membrana pelúcida se acopla a un receptor de la membra-
na plasmática del espermatozoide, que activa a u.na proteína G. Esta hace lo
propio con la enzima fosfolipasa C, que genera inositol trifosfato (IP3) y dia-
cilglicerol (DAG) a partir de fosfatidilinositol difosfato (PIP2).
Como se vio en eJ capítulo 11-18, el TP3 abre canales de Ca2• en la mem-
brana del REL y permi te que el ion pase de ese organoide al citosol. Debido
a que en el espermatozoide la mayor parte del IP, se convierte en inositol te-
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19. MEIOSIS ■ 373
e
Pronúcleo masculino
Pronúclao remenino
Cuerpo polar 11
F G
o
MetafaS<l<le
la primera
división mei6tica
H
trafosfato (rP4 ) y a que éste abre canales de Ca2+- en la membrana plasmáti-
ca, el ion ingresa desde el exterior y se incrementa aún más su concentración
en el citosol. El pH citosólico también aumenta porque la entrada de Ca2•
desde el exterior se ha lla acoplada a la salida de H•.
Por su parte. el DAG activa a la quinasa C, que desencadena una sucesión
de fosforilacioncs en varias proteínas.
La figura 19-22 muestra la activación de las fosfolipasas A y D por medio
de la proteína G . Dado que la primera elimina un ácido graso de la fosfatid il-
colina y la segunda remueve la colina. generan lisofosfalidilcolina y ácido
fosfatídico (fig. 2-13), respectivamente.
Aunque no se ilustra en la figura 19-22, la proteína G activa también a la
enzima adenilato ciclasa. que forma AMPc a partir de ATP. A su vez, el AMPc
activa a la quinasa A. que fosforila a varias proteínas.
Fi.nalruente, todos los cambios mencionados hacen que se formen múlti-
ples áreas de fusión entre la membrana acrosómica externa y la membrana
plasmática del espermatozoide, y que esas fusiones den origen a orificios de
diámetros crecientes que eliminan a las membranas. En síntesis, dichos cam-
bios desencadenan la reacción acrosómica (figs. 19-19 y 19-21BC).
En los puntos que siguen se verá cómo la reacción acrosómica hace posi-
ble e l desprendimiento de la corona radiada del ovocito JI, el pasaje del es-
permatozoide a través de la membrana pelúcida y la fusión de las membranas
plasmáticas de los game1os.
3) Denudación. La denudación consiste en el desprendimiento de la co-
rona radiada del ovocito II. Las células foliculares de la corona son separa-
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1,,. BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
das por la hiaJuronidasa que sale de los acrosomas, ya que esta enzima hi-
droliza al ácido hialurónico que las mantiene unidas (fig. J9-21BC).
4) Penetraci611 de la membrana pellÍcida. Como se vio, la membrana acro-
sómica interna queda expuesta cuando desaparecen la membrana plasmática y
la membr',ma acrosómica externa de la cabeza del espermatozoide. Posee el re-
ceptor PIDO (por pos1erior heaá), que interactúa con la ZP2 de la membrana
pelúcida. Ello le permite al espermatozoide atravesar la membrana pelúcida en
busca de la membrana plasmática del ovocito II. Lo consigue merced a la acro-
sina. pues esta enzima hidroliza el material yue compone la membrana pelúci-
da y fabrica en ella un túnel que sigue una trayectoria diagonal (fig. 19-21D).
De igual manera que en la penetración de la corona radiada, el avance del
espermatozoide se debe a la fuerza mecánica generada por los movimientos
de lliperactivacióo. Esa fuerza es del orden de las 3.000 microdinas, sufi-
ciente para romper cualquier unión covalente.
Volviendo a la acrosina, no hidroliza masivamente a la membrana pelúci-
da. como cabría esperar de una enzima hidrolilica liberada abruptamente en
el medio. Dijimos que fabrica un Lúnel, lo cual se explica porque hidroliza pe-
queñas y sucesivas porciones de la membrana pelúcida por delante del esper-
matozoide. La hidrólisis controlada se debe a que la enzima se Libera como
ua precursor. la proacrosina, la cual, a medida que el PH20 interactúa con
nuevas ZP2 l1alladas en el camino. dll lugar, en dos pasos. a las formas acti-
vas de la enzima, la a -acrosina y la 13-acrosina. Como vemos, al igual que en
la penetración de la corona radiada, el espermatozoide realiza esta tarea deli-
Fig. 19-22. Mecanismo mole-
cular que desencadena la reac- cadamente y avanza por el derrotero que él mismo va creando.
ción acrosómica. PLC, PlA y 5) Fusi6n. Si bien la membrana pelúcida es atravesada por muchos esper-
PLD. íosfolipasas C, A y D. matozoides, sólo uno establece íntimo con tacto con el ovocito 11, al cabo de
rcspecuvamente: PC, fosfati-
dilcolma: AF. ácido fosfatídi-
lo cual cesan sus movimientos de hiperactivación. De inmediato. un sector de
co: LPC, lisofosfat1clilcolma. la membrana plasmática del espermatozoide se ad/riere firmemente a la
Membraf\a
pelúclda
del ovocito
REACCION ACROSOMICA
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19. MEIOSIS 375
membrana plasmática del ovocito IJ, para lo cual antes ambos gametos deben
reconocerse. Este suceso tiene lugar porque una proteína de la membrana del
espermatozoide -llamada Izumo por el santuario japonés dedicado al matri-
monio- interactúa con otra complemenLaria de la membrana del ovocito U
-designada Juno por la diosa romana de la maternidad - .
Una vez producido el reconocimiento -imposible si los gametos fueran de
especies diferenres- . las membranas adheridas se fusionan, por lo que entre
ambos citoplasmas se establece la continu idad que permite la incorporación del
contenido del espe1matozoide en el interior del ovocito ll (tig. 19-21E).
De parte del espeanatozoide. la membrana plasmática involucrada en la fu-
sión corresponde a la región ecuatorial de la cabeza (fig. l 9-19). De parte del
ovocito interviene cualt¡uier zona de su extensa superficie. excepto la aledaña
al núcleo (éste se halla detenido en la meiosis IT). Recordemo~ que la mem-
brana del ovocito posee numerosísimas microveUosidades, y es precisamente
con ellas que se íusiona la región ecuatorial de la cabeza del espermatozoide.
Una vez establecida la continuidad entre ambos citoplasmas. ingresan -en
el siguien te orden- la parte posterior de la cabeza, el cuello y la cola del es-
permatozoide. Luego lo hace la parte anterior de la cabeza, que es introduci-
da en el ovocito mediante un proceso que remeda una fagocitosis. El mate-
rial incorporado tiene wia evolución dispar. Asf, mientras el ADN y el cen-
lrfolo del espermatozoide sobreviven. las miwcondrias y las fibras axonémi-
cas no tardan en desaparecer.
La fusión de las membranas es mediada por proteínas fusógeoas presen-
tes en las dos bicapa$ lipídicas (cap. 7-41). Se han descubierto varias de es-
tas proteínas en la membrana del espermatozoide; por ejemplo, las denomi-
nadas DE y fe1tilina, halladas en la rata y en el cobayo, respectivamente. La
DE está in Legrada por dos proteínas de 37 kDa (D y E} , adquiridas durante el
paso del espermatozoide por el epidídimo. La fertilina Lambién está integra-
da por dos proteínas -ambas transmembranosas-, una que se liga a la pro-
tefna complemenLaria del ovocito y otra que es responsable de la fusión.
Se sabe muy poco sobre las proteínas fusógenas de la membrana plasmá-
1ica del ovocito; no se encontrarían en la región aledaña al núcleo. donde tam-
poco exisLen microvellosidades.
6} Bloqueo de la polispermia. Un solo espermatozoide debe fusionarse
con e l ovocito. Para que sea así, tras la fusión de los gametos se producen
cambios en algunas estructuras del ovocito, a fin de neutralizar la entrada de
nuevos espeanatozoides y evitar la polispermia. El origen de estos cambios
se encuentra en un proceso denominado reacción cortical, que consiste en la
exoci tosis de las enzimas hiclrolíticas contenidas en las numerosísimas vesí-
culas de secreción -llamadas gránulos corticales- que la célula huevo po-
see por debajo de su membrana plasmática. Como todas las vesículas de se-
creción, son generadas en el complejo de Golgi.
Entre las enzimas expulsadas desde los gránu los corticales se encuentra
una proteasa que modifica a la ZP3 e hidroliza a la ZP2. Tales cambios alte-
ran la estructura de la membrana pelúcida, lo que provoca la inmovilización
y la ulterior expulsión de los espermatozoides atrapados en ella.
Otro impedimen to para la polispermia reside en la membrana de la célula
huevo, que pierde la capacidad para fusionarse con las membranas de los
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376 BIOLOGJA CEL ULAR Y MOLECUL AR
EXOCITOSIS MEIOSISII
\ea•-
l
Proteinas
losloriladas
OVOCITO
1Wf
HllililHMUilllMililllMii!MMMUg~yllllll~
nnflnnnRnnRnnnRnnnnnnnnnn:~~ff:n
MMlillilllllYUUYUMUMUMMMllMilMMilti~~~~t;U
Suslancia Inductora
ESPERMATOZOIDE
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19. MEIOSIS 377
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378 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
<••¡
vital de unn planta fanerógama. Microsporoctto Megasporoclto (dlploide)
Mlcrosporos
(haploldes)
\ Megasporo
(haplolde)
)
·--\
I \ Tegumentos (diploides)
Embrión (dlplolde)
Semilla Megasporo
masculino o Endosperma (haploíde)
grano de polen lríploide)
(haplolde)
Gameto;/ilo
Tubo pollmco
-----~\.. --
\
r_;:..---,
femenino
BIBUOGRAFIA
BOnier G.V., Klcckner N. and Hunter N. (20041 Crossover/ some as a secretory lysosomt: new aud old evidence. Mol.
noncrossover differentiaLion. synaptonemal complex íor• Reprod Dev. 73: 1430.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Citogenética 20
ERRNVPHGLFRVRUJ
380 8101.0GTA CEl.Ul-AR Y MOLECULAR
licas de sus antepasados con una proporción del 75% para las semillas ama-
rillas y del 25% para las verdes, o sea, con una relación 3:1.
Mendel sostuvo que el color de las semillas era controlado por un '•factor"
que se transmitía a la descendencia por medio de los gametos, y que ese "fac-
tor" -conocido ahora como gen- podía transmitirse sin mezclarse con ottos
genes. Mendel enunció que los genes se separan en los híbridos F 1, entran en
gametos diferentes y se distribuyen en los híbridos F2 • A causa de ello, este
principio se denomina ley de la segregación de los genes.
Posteriormente observó que las plantas con serniJJas amarill as en la F2 po-
seen diferentes constituciones genéticas. Un tercio de este grupo siempre da
semillas amari llas en la generación F3 , pero los otros dos tercios originan
plantas con semillas amarillas y verdes en la proporción 3: l. El 25% de plan-
tlb de la F2 con semillas verdes, cuando se cruzan eutre sí, producen siempre
semillas verdes en la generación F3 . Ello demuestra que existen dos líneas pu-
ras para ese carácter.
Si en los cruzamientos se representa a los genes por med io de letras y se
designa con la A al gen para el carácter amarillo y con la a al gen para el ca-
rácter verde, se obtiene el siguiente resul tado:
Genel'ación F, IAA
(homocigota
'
2Aa
(heterncigoras)
ªª
1
(homocigota
domi11anrel recesiva)
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20 . CITOGENETICA 381
\ a a/
mente ex isten dos fenolipos en la F2: el color amarillo y
el color verde, tres amarilJas por cada verde. Sin embar-
go, hay tres genotipos - AA. Aa y aa-, en proporción
1:2: l. Esto significa que existen dos proporciones men-
delianas. la fenotípica (3: 1) y la genotípica (1:2: 1). El ¡ ~ ~
concepto de fenotipo se extiende a todas las expresiones
de los genes. tanto a las visibles (por ejemplo, el color de
!¡ ¡¡
~
~ ~
la piel, el color de los ojos. etc.) como a las que no se de-
tectan por la observación directa (por ejemplo, las distin-
~
tas clases de hemoglobina, los grupos sanguíneos, etc.).
Si se cruzan ciertas plantas que tienen flores rojas y
blancas , como la Mirabi/is jalapa. es posible encontrar en
1 ~¡
la F2 tres fenotipos y no dos: flores rojas, blancas y rosa-
das, que corresponden a los tres genotipos. Estos casos de
herencia intermedia se deben a que en los heterocigotos
(flores rosadas) la dominancia es incompleta. Aquí exis-
te. por lo tanto, una codominancia. Como vemos, no
siempre se cumple la regla de la dominancia y la recesi-
vidad. La codominancia es menos frecuente que la domi-
nancia y la recesividad completas. En la codominancia se
da un fenotipo con características intermedias respecto de
los fenotipos de los progenitores, aunque sin que se mez-
clen los alelos.
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382 BIOLOGIA CEl.Ul..AR Y MOLECULAR
Fig. 20.2. Cruzamiento de un coba- !PROGENITORES I Negro de pelo cOl'lo Pardo de pelo largo
yi, uegro de pelo corto (rasgos do-
minantes) con orro pardo de pelu Fenolipos e!
largo (1'8sgos recesivos). Obsérvese
que los genes se segregan indepen-
die111eme11Le. (De C. A . ViUée.) Genotipos
Espermatozoides Ovulos
B]
Fenotipos
Genotipos ~
~ Q;i ~
Fenotipos
~ ~ ~ ~
Nenro, corlo Neoro, corto Neoro corto N"""ro cor1o
Negros da pelo corto: 9
~ ~ !J& L
N...,.,fO 00110 Neato, &aroo Neoro, cono Neceo larao
Negros de pelo largo: 3
~ g;~ ~ ~
Nen:o, cono Neoro. corto Pardo. eono Pan:to, cono
Pardos de pelo corto: 3
•• ~ ~ tuii' ~
Pardos de pelo largo: t Negro, cono Negro, largo Pardo, cono Patdo, largo
ERRNVPHGLFRVRUJ
20. CITOGENETlCA 383
:ft:
y ab) localizados en ~endos cromosomas homólo-
gos. Dado que durante la meiosis no se ha produ-
cido ning,ma recombinación gérúca, se fomrnn dos
1
clases de gametos diferentes: AB y ab.
:tü:""
AQA/ atfa
~Is bub
/ \ / \
:t t j i:
ma, y su~ correspondientes recesivos - a y b- en el cromosoma homólo-
go. se obtienen. para esos genes. dos clases de gametos: AB y ab (y no los
cuatro esperados: AB, Ab, aB y ab)
La coexistencia de dos o más genes en el mismo cromosoma se denomi-
na ligamiento. La figura 20-3 ilustra el mecanismo de la meiosis y la forma-
ción de los gametos en esos casos.
~t: 1
A~ a
alAlb
AQ.A/
Sub
"" e;iia
B b
:t t: :t t:
y ab) localizados en sendos cromosomas homólo-
gos. Dado que durame la meiosis so ha producido
uno recombinación génica. se fo1m(ln cuatro clases
de grunctos diferentes: AB, 1\b, nB y ab.
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384 BlOLOGIA CELULAR Y MOLECUJ.AR
ABERRACIONES CROMOSOMICAS
20-7. Accide-ntalmente pueden producirse cambios en el cariotipo
El funcionamiento normal del sistema genético se mantiene por la constan-
cia del material hereditario en los cromosomas. En los capítulos 12-12 y 19-J se
dijo que las células somáticas tienen un número d iploide de cromosomas -dos
juegos haploides de 23 cromosomas cada uno- y se analizó el cario1jpo.
Accidentalmente pueden producirse cambios en el cariotipo, que tienen
diversas consecuencias genéticas. Así. los cromosomas pueden cambiar en su
número o sufrir al teraciones en sus estructuras. Tales cuadros se denominan.
respectivamente, aberraciones cromosómicas numéricas y aberraciones
cromosómicas estructurales.
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20. C ITOOEN ETIC A ■ 385
Poliploidfas
Triploidfa 3n (ABCD) (ABCD) (ABCD)
Tetrnploiclía 4n (ABCD) (A.BCD) (ABCD) (ABCD)
Aneuploidías
Monosomíu 2n- 1 (ABCD) (ABC)
Trisomía 2n -t l (ABCD) (ABCD) (B)
Tetrasomía 2n -t 2 (ABCD) (ABCD) (B) (B)
Doble trisomía 2n-tl-tl (ABCD) (ABCD} (AC)
Nulisomia 2n-2 (ABC) (ABC)
* Coo el propósito de simplificar, en es.te ejemplo se utilizan <1¡610 cuatro cromn$omas.
llamados A. B. C y D.
hermana. Ello da Jugar a una célula coa un cromosoma de meaos y a otra coa
uno de más (fig. 20-5). La no disyunc ión se produce generalmente en la
meiosis. pero también puede ocurrir en la mitosis.
La meiosis no disyuntiva da origen a un gameto aaeuploide que, cuando
se une a un gameto normal, forma un cigoco portador de una aneup loidía. Si
al gamelo aneuploide le falta un cromosoma, el cigoto resultará monosómico .
Si le sobra un cromosoma, e l cigoto será trisómico. Así, en los individuos
monosómicos se produce la pérdida de uno de los cromosomas, mientras que
en los 1risómicos hay un cromosoma de más (1abla 20-1).
La mitosis no disyuntiva puede ocurrir ea la división mitótica que prece.de a
la formac16n de los gametos o en las célu las derivadas de la división del cigoto.
En e l primer caso, los efectos son similares a los producidos por la meiosis no
disyunúva. En el segundo -dado que la no disyunción Llene lugar en los prime-
ros estadios del desarrollo embrionario - se oiigin an mosaicos, es decir, indivi-
duos que exhiben líneas celulares somáticas con cariotipos diferentes.
u
u
METAFASE
/ "'- ¡)>
..é 1i'>>
J
1
1
ANAFASE
<(.. 1 >
Fig. 20-5. No disyunción mitólica. Arriba . Meta-
rase normal. Abajo Izquierda. Anafase normal.
Abajo derecha. Anafasc no disyualiva (da lugar
1
' a una célula hija con una trisomía y a otra con uoa
Normal No disyunción monosom ía).
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~ , o w m A C"-"'" , "'"'cuc.,
Para comprender los mecanismos que dan lugar a las aberraciones cromo-
sómicas estructurales es necesario recordar que los cromosomas contienen
una sola molécula de ADN (cap. 12-1 ). En las aberraciones c romosómicas es-
Ln1cturales se produce una alteración en la composición o en la organización
de uno o má.~ cromosomas. Asf, la ruptura de uno de eUos puede conducir, se-
gún el caso. a la pérdida de un segmento cromosómico - fenómeno denomi-
nado deleción-. a la duplicación de un segmento, a la translocación de
segmentos e111re cromosomas no homólogos o a la inversión de un segmen-
to dentro del propio cromosoma. Estos defectos pueden ser detectados si se
analiza a los cromosomas en su estado de máxima cornpactación,es decir. en
la metafase (cap. 12-12) (fig. 12-15).
Deleción. La pérdida de material cromosómico puede ser tem,inal -en
un extremo del cromosoma- o intersticial - en un segmento intermedio del
cromosoma- (fig. 20-6A). En el primer caso la aberración es el resultado de
una sola rotura: en el segundo. de dos. Usualmente las delecione~ son letales
en la condición homocigota, lo cual indica que la mayoría de los genes son
imprescindibles para el desarrollo del organismo.
Duplicación En esta aberración un segmento cromosómico está represen-
tado más de una ve'!. en un mismo cromosoma (fig. 20-68). Las duplicacio-
nes producen efectos menos graves para los individuos que las deleciones.
Inversión. Aquí w1 segmento de un cromosoma se invierte 180º. Las in-
versiones se denominan pericéntricas cuando el segmen to afectado h1cluye al
centrórnero, y paracéntricas cuando no lo incluye (fig. 20-6C).
Normal
Intersticial
Oeleelón
{
Tenmnal
Ouplicación
Paracéntrica
lnversjón
{
Pericéntrica
AS C O EFG >I
Translocación + = F G H
• •
A B C O E
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20. CJTOGENETICA 387
,
Translocación. Esta aberración cromosómica se produce al romperse dos
c-romosomas no homólogos e intercambiarse sus segmentos (fig. 20-60). Cuan-
do la rotura se registra al lado del centrómero. ambos cromosomas pueden fu.
~ionarse y dar origen a un cromosoma metacéntrico más grande (fig. 20-6E). Es-
te proceso -denominado translocación robertsoniana- ha acontecido duran-
te la filogenia de muchas especies, en las cuales ban aparecido cromosomas nue-
vos pero su número se ha reducido.
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388 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
Mlometrlo - Placenta
~ .,. ,. -Y,✓ Deeldua
~ .,..::.-✓. /
Extracción
de liquido - - - - ~ ':i~~
C' \
amniótico
/ ~ Corion
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20. CITOOEJNETICA 389
Trisomía Tetrasom(a 2
XXX XXXY
Meta hembra Tipo Klinefelter
2n =47 2n =48
Tetrasomín Pentnsomía 3
xxxx XXXXY
Metahembr.t Tipo Klinefelter
2n =48 2n = 49
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390 BIOI..OCJIA CELULAR Y \.IOLECULAR
Mu1ere, XO / XY Tumer
XO I XXY Tumor -1+
XO I XXX Variable -/++
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20. CJTOGENETlCA 391
1 + 1 1 = 11 11 NORMAL
11 + 1 1 = 11 1 NO
SOBREVIVE
11 + 11 = 11 1 MONGOLICO
11 + 1 1 = ti h PORTADOR
SANO
GAMETOS DESCENDIEl'ITES
ERRNVPHGLFRVRUJ
392 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Diferenciación celular 21
21 - 1. lntrodu"c1ón
En la primera parte de este capítulo, después de exponer las característi-
cas generales de las diferenc iaciones celulares, analizaremos los posibles
mecanismos que generan las diferencias iniciales entre las células de los em-
briones más jóvenes. Luego veremos cómo se forma el cuerpo del embrión
y estud iaremos los mecanismos que dan lugar a las diferenciaciones celula-
res -y el modo como se mru1tienen- en las etapas ulteriores del desarro-
llo. Finalmente, nos ocuparemos de los genes responsables del estableci-
miento del plan corporal en la mosca Drosophila melanogaster y de sus po-
sibles equivalentes en los embriones de los vertebrados.
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394 BIOLOGJA CELULAR Y MOLECULAR
A Rana
La diferenciación celular no acarrea pérdida de información gené-
tica, de modo que en todas las células del organismo -cualquiera que
sea su estado de diferenciación- existen conjuntos de genes idénli-
cos, que son los mismos que se hallaban en la célul a buevo. Una prue-
Fi~- 21-l. Tnt~plan1e nuclear ba rigurosa de ello provino de experimentos de trasplante nuclear en huevos
en la rana Xn10¡1us lael'is. Se de la rana Xe11op11s. Se destruyeron sus núcleos coa luz ultravioleta y se les in-
eimaen núcleos de células del
imestino y se trasplan1an a
yectaron núcleos somáticos de células intestinales completamente diferencia-
huevos cuyos núcleos son pre- das. provenientes del mismo animal. Como se observa en la figura 21-1. los
viamente destruidos con rayos huevos que recibieron un núcleo de célula intestinal se desarrollaron hasta for-
ultrnvmletas. Pues10 que se
obtienen ranas nduhas, puede
mar ranas adultas normales, que ade1nás resultaron fértiles. Esto demuestra que
nfimtnrse que las células so- las células somáticas conservan codos los genes requeridos para completar el
mtiúcas contienen los genes ciclo vital de la nma, incluida la formación de sus células germinativas.
que se necesiwn para formar
un organismo completo.
El trasplame nuclear es posible también en mamíferos. En el ratón el pro-
cedimiento se basa en la introducción de un núcleo somálico de un embrión
temprano en un cigoto recientemente ferti lizado al que se le extraen con la
misma pipeta los pronúcleos femenino y mascu lino (fig. 21-2). Como es ló-
gico, la cría que resulta es genéticamente idéntica al embrión que aportó el
núcleo. Procedimientos similares permiten la clonación de manúferos de ma-
yor tamaño, aunque con ellos la cría se gesta a partir de un ovocito al que se
le extraen los cromosomas y se le introduce el núcleo diploide de una célula
somática tomada genera lmente de otro animal adulto.
~-
rnndo aportado por otra hembra. al del blastoclsto enel cigoto pronúcleos dergoto
que posterio1mente se le extraen los
pronúcleos masculino y femenino.
+- \
El embrión así obtenido se desarro-
llJl 111 ,,/,ro hasta el período de blas- ~-------"
1ocisto y se implanta en el útero de 1
una hembra seudopreñada, donde ._/
ERRNVPHGLFRVRUJ
21. DIFERENCIAClON CELULAR 395
•
inactivos de los primeros se reactivan. Debe recordarse que los eri- Virus Sendai
trocitos tienen una vida muy breve (cap. 18-1). Si bien en los ma- lnactlvadQs
+ •:•:~ +
míferos estas células pierden el núcleo cuando culmina su diferen- ·•:•
ciación. ello no ocurre en las aves, que lo retienen en forma inacti-
va. Así, los etitrocitos de pollo son células diferenciadas con un nú-
cleo muy condensado. que no sintetiza ADN ni ARN. El interés de
este heterocarión reside en que después de la fusión el núcleo del
eritrocito aumenta su volumen unas 20 veces , dispersa su cromati-
na. comienza a sintetizar ARN. forma un nucléolo y su ADN llega Heterocarlón
a replicarse. En consecuencia, es capaz de reanudar la síntesis de
ARN y de ADN a pesar de provenir de una célula en la que ambas +
actividades no se producen j amás. ··"<: :,,-- ·,
r ----....,o·-·" MITOSIS
La revelación más importante de este experimento de fusión ce- \:· - - ··)
lular es que la síntesis del ARN y del ADN en el núcleo es contro-
-~ > ·
lada por el citoplasma. Dicho de otro modo, sustancias presentes en
el c itoplasma ingresan en el núcleo e inducen la duplicación del
/ Células "
hijas
ADN y la producción de los ARN. hibndas
ERRNVPHGLFRVRUJ
396 BIOLOCIA CELULAR Y MOLECULAR
r.1\1 . ITT'\_-~
-D)J
\ •J 2 J -Blastomera~ pelúcida
A B e
Macizo
- -',-- celular- "'-'--
ERRNVPHGLFRVRUJ
21 . OIF'ERENCIACION CELUlAR 397
ERRNVPHGLFRVRUJ
398 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
ERRNVPHGLFRVRUJ
21. DIPERENCIACION CEI. Ul.AR 399
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400 ■ BlOLOOIA CBLULAR Y MOLECULAR
que llega a ellas. La calidad de la respuesta -en este caso, el tipo de drreren-
ciación- se debería a que en las células inducidas se activarfan genes distin-
tos cuando el morfógeno se halla por debajo o por encima de sucesivos um-
brales de concentración.
ERRNVPHGLFRVRUJ
21. DfFERENCIACION CELULA R ■ 401
neural, a los lados de la médula espinal quedan situados los somitas, cuyos blo-
ques le confieren al cuerpo una segunda metamerización (fig. 21-8).
Junto con el establecimiento del plan general del cuerpo comienzan a apa-
recer los esbozos y a diferenciarse las células y tejidos de prácticamente to-
dos los órganos corporales. El primer sistema orgánico que aparece -y fun-
ciona- es el cardiocirculatorio, cuya sangre en poco tiempo más ha de trans-
portar, entre otros elementos, a las sustancias inductoras de múltiples diferen-
ciaciones (sección 21-18).
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402 BIOLOGIA CeLULAR Y MOI.ECULAR
del tubo neural surge la vesícula óptica. que induce al ectodenno adyacente
para que se convierta en el cri~Lalino del ojo. Luego, el cristaHno y la vesí-
cula óptica inducen al mesodermo circundante para que se transfocme en la
coroides y la esclerótica. y así sucesivamente. Como se ve, después de ser
inducidos, los tejidos recién formados se comportaron como inductores.
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21 DlFERBNCIACION CELULAR 403
Polo animal
Medialuna dorsal
Polo vegetal
Blastocele
Cen1ro dorsal
BJastoporo incipiente
Centro ventral
Ectodermo
Blastocele
Endodenmo
Mesodenno
Labio dorsal
Blastoporo
Blastoporo
-~'
F. GASTRULA TARDIA
Intestino
Blastoporo
G.RENACUAJO
tino
!
V
Fig. 21-9. Llustraciones que muestran las etapas del desarrollo ~mbrionario de la rana Xe11op11s laevis. A. 8 y Cl
corresponden a visrns externas; C2. O , E. F y G. a cortes sagilales. Se destacan: la asimetría del ovocito (A); la
medialuna dorsal del huevo fertilizado, ea las antípodas del lugar de entrada del espermatozoide (B); el anillo
mesodérmico situado en la corteza de la blástula, eoln: el ectodermo y el endodermo (Cl ); e l blns1ocele en el polo
animal de lo blástula , cerca de los centros morfogenéticos dorsal y ventral (C2); el blastoporo en el lado dorsal
de la gástrula temprana (D); las localizaciones del ectodermo, el mesodermo y el endodermo en las gáscrulas
intermedia y tardía, tras los extensos desplazamientos celulares causados por la gastrulacióo (E. F'); los ejes ante•
roposlerior (A-P) y dorsoventral (D-V) del renacuajo (G),
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404 BIOLOGIA CELULAR Y MOLECULAR
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21. DIFERENCIACJON CELULAR 405
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406 BIOLOGIA CcLULAR Y MOLl::CULAR
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¡f/"~
4--·- -¡..o Pr{lVAOA D1:1.
~I)
L ERRNVPHGLFRVRUJ
408 Bl◊LOGIA CELULAR Y MOI. ECULAR
bajo ninguna condición, ni siquiera cuando son sometidas a las más comple-
jas manipulaciones experimentales (por lo menos, con los recursos actuales).
Esta característica biológica se conoce con el nombre de memoria celuJar.
Depende de la persistencia en la célula de las causas que contro lan la expre-
sión de los genes, es decir. de los factores de transcripción, de la metilación
del ADN y del grado de enrollamiento de la cromatina (caps. 12-6, 12-12 y
12-13). Estos mecanismos se manLienen a lo largo de toda la vida de las cé-
lulas mediante procesos biológicos no muy bieo comprendidos. Seguramen-
te están relacionados con sustancias citoplasmáticas específicas para cada ti-
po celular. Esta presunción es avalada por los experimentos de trasplante nu-
clear descritos en la sección 21-3, ya que en la célula trasp lantada no se ex-
presan los genes que estaban activos cuando el núcleo se hallaba en el cito-
plasma original y sí se expresan los que lo hacían en el núcleo eliminado.
Los estados de diferenciación pasan a las células hijas de generación en
generación hasta la última de las células descendientes. Esta herencia de la
memoria celular se debe a que, cuando el ADN se replica. los elementos
que controlan la expresión de los genes, más que mantenerse, también se du-
plican, de modo que en las células hijas aparecen los mismos factores de
transcripción, los mismos patrones de metilación del ADN y los mismos mo-
delos de condensación de la cromatina que en las células progenitoras (caps.
14-12 y 14-13).
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21. DIFERENCIACION CELULAR 409
se forma a partir de u.na larva); existen nueve pares colocados a los lados de
la línea media de la larva más uno impar situado en el extremo caudal (19 dis-
cos en total). Cada disco da origen a una de las estructuras exteriores de la
mosca. Así, de un par de discos surgen los ojos y las antenas. de otro la bo-
ca. de otro las alas y parte del tórax, de otros las patas unidas al resto del tó-
rax. de otros las estructuras que componen el abdomen. etc. Estas partes, ade-
cuadamente ensambladas. forman un cuerpo adulto tamb ién segmentado. co-
mo el de la larva.
Si bien desde el principio las células de todos los discos imaginales son
morfológicamente idénticas. ya está.n decerminadas, pues generan -cualquie-
ra que sea la manipulación experimental a que se las someta- sólo las estruc-
tura~ pertenecientes a sus segmentos de origen. En efecto, si se Lrasplanta un
par de discos imaginales a la posición de otro par, al formarse la mosca adul-
ta los discos injertados desarrollan las estructuras corresponclientes a sus em-
plazamientos originales, independientemente de su nueva localización.
El desarrollo del plan corporal que acabamos de describir se halla contro-
lado por una compleja red de genes regu ladores, que comienzan a ejercer sus
funciones apenas se forma la célula huevo. Los primeros en actuar son los lla-
mados genes de la polaridad de la célula huevo, que pertenecen a la madre;
tienen por misión establecer los ejes cefalocaudal, dorsovenLral y mediolate-
ral del cuerpo. Luego lo hacen tres conjuntos de genes agrupados bajo el
nombre de genes segmentarios; son los que dan lugar a la formación de los
segmentos larvarios. Finalmente actúan los denominados genes homeóücos,
de los cuales deriva la formac ión de los discos imaginales y. por consiguien-
te , el desarrollo de las estructuras exteriores de la mosca adul ta (ojos, ante-
nas, boca, alas. patas, tórax, abdomen. etcétera).
La polaridad del cuerpo se instala desde el comienzo del desarrollo embrio-
nario por la presencia de ciertas moléculas - heredadas del ovocito- que, co-
mo en éste antes de la fecundación, se concentran y distribuyen en forma de-
sigual en los distintos sectores de la célula huevo. Tras las divisiones de seg-
mentación esas moléculas son heredadas - también en forma desigual- por
las primeras células embrionarias, lo cual fija las polaridades espaciales del
futuro cuerpo larvario. E!s obvio que tales moléculas, al provenir del ovocito,
no son codificadas por genes del embrión sino por genes de la madre, concre-
tamente los genes de la polaridad de la célula huevo, pertenec ientes al ovo-
cito. En realidad algunos de estos genes con-espondeo a las células foliculares
que rodean al ovocito, las cuales -durante la permanencia del ovocito en el
ovario - sinteúzan las molécu las a que hacernos referencia (ARNm y proteí-
nas) y las vuelcan en el c itoplasma de la célula gemúnativa.
Dijimos que existen tres c la~es de genes segmentarios; se denominan
genes de hendidura, de regla par y de la polaridad de los segmentos. Se ex-
presan. en ese orden, aJ ser activados por señales posicionales establecida~
en las células embrionarias con anterioridad. De estos genes depende la for-
mación de los segmentos larvarios y, en e Uos, el desarrollo de detalles cada
vez más finos .
Por último se expresan los genes homeóticos. después de ser activados
por los productos de algunos genes que actuaron precedentemente. Definen
la formación de las partes adultas de la Drosopllila. Así, según los discos ima-
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410 BIOLOG IA CELULAR Y MOLECULAR
ginales en que se expresan. algunos fom1an la cabeza, otros los segmentos co-
rác ,cos. otros los segmentos abdominales. etc. Estos genes están alineados en
el cromosoma en el mismo orden que los segmentos corporaJes de la mosca,
comenzando por los que se expresan en la cabeza y cerminando con los que
lo hacen en la co la (fig. 21-12).
Los tres tipos de genes que participan en la construcción del plan corpo-
ral lo hacen mediante activaciones sucesivas en forma de cascada. de modo
que cada gen (por medio de la proteína que codifica) produce la diferencia-
ción que le compete y prepara al gen que habrá de activarse en el próximo
paso. Los episodios se suceden ordenadamente. no sólo en el tiempo (vimos
el orden con que se expresan los genes) sino también en el espacio. ya que
siempre ocurren en dirección cefalocaudal. Además. el producto de cada gen
influye sobre los genes que actuaron precedentemente, lo cual imprime en las
células de cada segmento u.n determinado e indeleble valor posicional. El
conjunto de estos valores, además de afianzar la organización del plan corpo-
ral, crea las bases para la aparición de las diferenciaciones futuras.
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22 Muerte celular
ERRNVPHGLFRVRUJ
22. MUBRTE CBLULAR 413
-
\
Cuerpo apoptósico
1
•
ERRNVPHGLFRVRUJ
pos apoptósicos por parte de un
macrófago.
414 B IOLOGIA CE:J.ULAR Y MOLECIJI.AR
Factor 1r6ftc0
14-3-3
-----
MME EIM MMI MM
~Bad
inactIVa PTPC
A
Flg. 22-2. A. Célula man1e111- Los factores tróficos más estudiados son las gücoproteínas CSF (por co-
da viva por In unión tlc un fac- lony-stim11/ating Jacwrs) y el grupo de sustancias llamadas oeurotrofmas.
tor trófico n su recepmr. PS. Las CSF estimulan la supervivencia, el crecimiento y la diferenciación de las
fosfatldilserinn: MME, mern-
brann mimcondrinl cxlema: células sanguíneas. En cambio. las neurotrofinas -unas sustancias que se-
MM/, membrana mitocontlrial cretan los tejidos inervados, a cuya familia pertenece el NGF visto en los ca-
imemn, EJM, espacio inter-
mernbmnoso: MM. matnz mi-
pítulos J 1-12 y 18-28- tienen por función mantener vivas a las neuronas y
tocondriul. estimular el crecimiento de sus axones.
La figu ra 22-2A muestra el modo en que los factores tróficos interactúan
con los receptores de las células inducidas, situados en la membrana plasmá-
tica. Cabe aclarar que si bien esa figura ilustra un factor trófico que interac-
túa con un receptor que posee actividad de tirosina quiaasa (cap. 11-12) (fig.
11 - 11), existen factores que interactúan con receptores acoplados a las pro-
Lefnas G 1, o G; (cap. 11-20) (fig.11-21).
En los capítulos 11-12. 11-14 y 11-20 se vio que cuando son activados.
esos receptores se unea y activan a distintas fosfatidilinositol 3-qninasas (PI
3-K). También se vio que con fosfatos de moléculas de ATP, las PI 3-K acti-
vadas fosforilan el inositol del fosfatidilinosirol 4,5-difosfato (PIP2 ) de la
membrana plasmática y lo convierten en fosfatidilinositol 3,4,5-trifosfato
(PíP3) (figs. 11-ll, 11-2 l y 11-22).
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22 MUERTE CELULA R 415
·~
Factor IJólioo
Receptor
Cílocromoc~ ~
unnuAp•l·I
Procaspasa 9 UIJ--+@ caspasa 9
l
~
Caspasa 3 Q .._ Procaspasa 3
B
A continuación. sin abandonar la membrana plasmática, un PIPJ se une a Fig. 22-2. B. Apoptosis produ•
la quinasa PDKl (por phosphatidylinositol depe11de11t-protein kinase) y otro cida por la supresión del fac-
tor Lrófico. PS, fosfoticlilseri na;
a la serina-treonina quinasa B, lo que hace que ambas enzimas queden pró- MME:, membrana mitOCOndrial
x.imas entre sí. externa; MM/, membrana mi·
La PDK I fosforila a la quinasa B. que se separa del PIP3 • se activa y fos- tocondtial interna; EIM. espa-
cio inte nuembranoso; MM,
forila a una proteína llamada Bad (por Bcl-2 anrago11iS1 of ce// dearlz). E ll o matrjz mitoc.-0nd1iaL
evirn que la Bad se active; ademá.~, hace que se combine con la proteína ci -
Losólica 14-3-3.
En la condición descrita la Bad se hal la separada de la Bcl-2 (por B cell
leukemia). una proteína perteneciente a la membrana mitocondrial externa
que deriva del protooncogén bcl-2. Debe agregarse que cuando no está u1úda
a la Bad. la Bcl-2 se halla activa e impide que la célula muera por apoptosis.
En breve se verá que prev iene la muerte celular porque mantiene cerrado un
canal de la membrana mitocondrial interna llamado PTPC (por permeabiliry
tra11sition pore cumplex).
Veamos cómo se desencadena la apoptosis. La figura 22-2B muestra que
en ausencia del factor trófico. la Bad pierde el fosfato, se activa, se desvin -
cula de la proteína 14-3-3 y se une a la Bcl-2 en el lado citosólico de la mem-
brana mitocoadrial externa.
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416 BIOLOOIA CELULAR Y MOLECULAR
l
00--•@
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Procaspaae 9 Caspasa 9
! APOPTOSIS 1
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22. MUERTE CELULAR ■ 417
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418 BIOI.OCilA CE.LL'LAR Y MOLECULAR
CELULA INFECTADA
OTUMOAAl
Caspasa a , - Procaspasa a
Procaspasa 9 rn-•@Caspasa 9
1
Caspasa 3 ,◄- Procaspasa 3
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