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Lecciones de Escuela Sabática SMI


“El Espíritu
Sábado, 4 de marzo de 2023
Contra
La carne”
Departamento de Educación UN
UNIC
ICOL
OL

Mansedumbre contra Orgullo


Mansedumbre Orgullo
Números 12:3 Éxodo 5:1-2; 7:13; 8:19,32;
Éxodo 2:11-15; 3:10-11; 4:1,10,12 14:4-8,10,17-28
Mateo 11:29
Hechos 7:23,30,36

Palabra clave: Sabiduria

Verdad central: “La sabiduría del mundo es insensatez ante Dios”

Objetivos:
- Comprender cual es la sabiduria que Dios aprecia
- Analizar como fue preparado Moisés para la misión que le fue encomendada
- Invitar a la iglesia a no poner la sabiduría humana por encima de la sabiduría divina

INTRODUCCIÓN
“Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio;
buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo
de Jehová” Sofonías 2:3.

“La mansedumbre y la humildad caracterizarán a todos los que son obedientes a la


ley de Dios, a todos los que llevan con sumisión el yugo de Cristo. Esas gracias
proporcionarán los resultados deseables de paz en el servicio de Dios...”
(A Fin de Conocerle, pág. 121).

La mancedumbre y
la humildad

Caracteristicas de los obedientes

Los que llevan


¿Quienes? con sumisión el
yugo de Cristo

Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


MANSEDUMBRE

1 ¿Cómo era el carácter de Moisés antes de su


conversión? ¿Dónde aprendió a ser manso?
Comentario Bíblico
Manso.
De una raíz que significa “humilde”, “sumiso”, “modesto”. La misma palabra se
traduce de varias maneras, como “pobres” (Job 24:4), “afligidos” (Salmos 9:12) y
Números 12:3. “humildes” (Proverbios 3:34; 16:19). El rasgo de carácter que aquí se describe como
humildad es esencial para ser dirigente en la causa de Dios. Moisés no era natural-
Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos mente humilde (Éxodo 2:11-14); desarrolló esa cualidad como resultado de los 40
los hombres que había sobre la tierra. años pasados en la dura escuela del desierto de Madián. Sólo un hombre humilde
sabe cómo ser sumiso ante Dios y ante sus subordinados y, al mismo tiempo, ser un
caudillo valiente y dinámico. No hay lugar en la obra de Dios para un dirigente que
cree tener la prerrogativa de dominar a sus colaboradores y ser su dictador. CBA

Comentario Bíblico
Crecido ya Moisés.
El Registro sagrado pasa por alto en silencio casi 30 años de la vida de Moisés. El
siguiente hecho que se registra es un incidente que sucedió cuando él tenía 40 años
(Hechos 7:23). Los años de su juventud fueron pasados bajo tutores reales que le
impartieron “toda la sabiduría de los egipcios” (Hechos 7:22). Parte de su educación
provino de los sacerdotes y parte de los comandantes del ejército. Tal era la educación
que comúnmente se daba a un príncipe real. Dado que Moisés “era poderoso en
sus palabras y obras” (Hechos 7:22), no estaría fuera de lugar suponer que dirigió
importantes expediciones militares a países extranjeros (ver PP 250). Con todo, no
llegó a ser egipcio de corazón. Su apariencia exterior, su vestimenta, su habla y su
Éxodo 2:11-15. comportamiento pueden haber sido completamente egipcios, pero permaneció
hebreo en carácter, religión y lealtad. Esto es claro por los sucesos narrados en
11. En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, Éxodo 2:11-13 (ver Hebreos 11:24).
salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y Salió.
observó a un egipcio que golpeaba a uno de los Moisés había llegado en su vida al punto cuando comprendió que debía
convertirse en egipcio, sin reserva alguna, o unirse con su despreciado
hebreos, sus hermanos. pueblo. Parece que antes de esto había hecho la decisión de “ser maltratado con
12. Entonces miró a todas partes, y viendo que no el pueblo de Dios” (Hebreos 11:25) y se consideró a sí mismo como el instrumento
parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. elegido para esa tarea (Hechos 7:23-25). Pensó que estaba listo, al fin, para
abandonar la corte con sus “deleites temporales del pecado”, abandonar la
13. Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que perspectiva de la sucesión al trono y avanzar osadamente para defender la causa
reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por de su pueblo oprimido (ver PP 251, 253). Por Hechos 7:23 es claro que Moisés fue a
qué golpeas a tu prójimo? la tierra de Gosén con el propósito de estudiar la situación y trazar planes. El que en
su mente hubiera renunciado a todo reclamo al trono de Egipto es una evidencia de
14. Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por que sus motivos no eran egoístas. Más bien fue impelido por un sincero amor a su
príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme pueblo y un odio hacia sus opresores, hecho que resalta por el término “hermanos”,
como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo mie usado dos veces en Éxodo 2:11.
Observó a un egipcio.
do, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. Era probablemente uno de los comisarios mencionados en el Éxodo 1:11 o uno
15. Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró de los supervisores empleados por ellos. Tales personas son representadas en los
matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de monumentos egipcios como armadas con largos garrotes de madera que usaban
a su antojo sobre la espalda de los holgazanes. Sin duda abusaban frecuentemente
Faraón, y habitó en la tierra de Madián. de su autoridad y, con toda seguridad, infligían castigos por la falta más pequeña
o aunque no hubiera ninguna. La autoridad con frecuencia degenera en tiranía y
cruel opresión, y, como ejemplo de tal abuso de poder, este incidente excitó la ira de
Moisés (Hechos 7:24).
Mató al egipcio.
Observando que no había testigos de su acto, mató al egipcio. El hecho de que
el supervisor continuara castigando al obrero hebreo cuando Moisés se aproximó,
muestra que los signatarios de mayor alcurnia generalmente aprobaban tales abusos
de autoridad de parte de sus subordinados. Lo que hizo Moisés no puede
disculparse, aun cuando fue movido por una justa indignación. Aunque hábil
militar, y popular en el ejército de Egipto (PP 252), le faltaban ciertas cualidades de
liderazgo esenciales para el servicio en la causa de Dios (PP 253).

Pr. Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


Al día siguiente.
Moisés esperaba que los hebreos lo aceptarían como jefe y lo apoyarían en una sublevación general contra los egipcios (PP 253). Aunque se les había revelado a los ancianos
de Israel que Moisés había de ser su libertador (PP 251), “ellos no lo habían entendido así” (Hechos 7:25). El hecho de que pasara más de un día entre su pueblo, sugiere que
ésta fue más que una visita casual. Su regreso a las proximidades del incidente sugiere que consideraba que el tiempo estaba maduro para una revolución.
¿Por qué golpeas?
La pelea de que fue testigo Moisés cuando hizo la segunda visita a los suyos era un cambio de golpes, por lo que él pensó que debía persuadir a los dos hombres a que se
abstuvieran de seguir luchando. Aquí Moisés, al interponerse, hizo lo que era correcto.
¿Quién te ha puesto a ti por príncipe?
No fue su intervención en ese momento lo que estuvo mal, sino su error del día anterior lo que hizo que Moisés fuera reprochado. No hay ningún asomo de autoridad
judicial en la mera pregunta “¿Por qué golpeas a tu prójimo?”, a menos que se la asociara con lo sucedido el día precedente. La violencia de un día había hecho ineficaz la
bondadosa persuasión del siguiente. La influencia para el bien que pudo haber ejercido Moisés sobre su pueblo, se perdió precisamente por el acto al que se sintió impelido
por su simpatía hacia los suyos.
Moisés, tuvo miedo.
Habiendo renunciado a su lealtad a Egipto por su acción del día anterior, y al ser rechazado ahora por su propio pueblo, quedó Moisés en una dificultad peligrosa. Estaba
solo y sin amigos.
Oyendo Faraón.
Si nuestra identificación de la hija de Faraón con Hatshepsut es correcta, lo anterior debe haber sucedido durante los últimos años de su regencia, cuando había aumentado
la autoridad de su sobrino, y poco antes de que éste la depusiera y ascendiera formalmente al trono como Tutmosis III. Lo que hizo Moisés fue correctamente interpretado
en la corte como un abierto desafío a Egipto y se supuso que se proponía ocupar el trono (PP 253). La suerte de la nación estaba claramente en juego, y Moisés fue
inmediatamente condenado a muerte. Durante casi 40 años Hatshepsut había defendido a Moisés en la corte, quizá a pesar de los recelos de parte de otros miembros de la
familia real, y al hacer arreglos para que él ascendiera al trono, sin duda tenía el plan de fortalecer el control de ella misma sobre la nación. Su súbita desaparición de la historia
por este tiempo podría deberse a la forma en que apoyaba a Moisés.
Moisés huyó.
Ciertamente no fue fácil la huida de Moisés. La frontera oriental de Egipto estaba protegida desde el mar Mediterráneo hasta el golfo de Suez por un sistema de torres
armadas, cada una a la vista de la siguiente. Un relato egipcio paralelo con la huida de Moisés -el relato de Sinué - muestra cuán difícil era huir al Asia. Sinué, un cortesano del
rey Amenemhet I, por alguna razón que nos es desconocida creyó que a la muerte del rey su propia vida estaba en peligro y, por lo tanto, huyó a Siria donde pasó muchos
años como exiliado. El da una vívida descripción de los peligros propios del cruce de la frontera. Agazapándose durante algún tiempo en un matorral para que no lo vieran
los centinelas, cruzó de noche. Al internarse en el desierto hubiera perecido de sed si no hubiera sido por algunos asiáticos que lo encontraron y le dieron agua y leche hervida
para beber. No tenemos un registro de las penurias que sufrió Moisés durante su huida, pero no sería raro que hubiera sido una prueba sumamente dura para uno que hasta
entonces sólo había conocido los lujos de la corte y no estaba familiarizado con una vida de privaciones.
La tierra de Madián.
Esta es una expresión algo vaga ya que los madianitas eran nómadas. Sus principales establecimientos parecen haber estado en el lado oriental del golfo de Akaba, donde
se han encontrado la mayoría de sus antiguas inscripciones. Pero de cuando en cuando efectuaban migraciones hacia el norte hasta los límites de Moab (Génesis 36:35;
Números 22:4,7), y hacia el oeste penetraban en la península del Sinaí, que parece haber sido “la tierra de Madián” a la cual huyó Moisés (Éxodo 3:1; PP 253). CBA

Comentario Bíblico
Llevad mi yugo.
Significa someterse a la disciplina y a la práctica de la manera de vivir de Cristo.
Originalmente el yugo era un instrumento útil cuyo propósito era posibilitar el
esfuerzo mancomunado, pero desde tiempos antiguos el “yugo” se transformó en
símbolo de sumisión, especialmente ante un conquistador. Algunos generales
victoriosos colocaban un yugo sobre dos lanzas y obligaban al ejército vencido a
marchar por debajo de él en señal de sumisión. En una de sus profecías simbólicas
Jeremías usó yugos para representar la sumisión a Babilonia (cf. Jeremías
27:1-11,17; 28:1-14).
El propósito del yugo no era hacer más pesado el trabajo del animal que lo llevaba,
sino más liviano; no más difícil, sino más fácil de llevar. De este modo se entiende
con claridad el sentido de la palabra “yugo”. Al referirse a su yugo, Cristo hablaba de
su manera de vivir. El yugo de Cristo no es otra cosa sino la voluntad divina resumida
Mateo 11:29. en la ley de Dios y magnificada en el Sermón del Monte (ver Isaías 42:21; DTG
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, 296). La figura que Cristo empleó aquí no era desconocida para sus oyentes, pues
que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis los rabinos también se referían a la Torah como a un “yugo”, no porque fuera una
carga, sino más bien una disciplina, una manera de vivir a la cual debían someterse
descanso para vuestras almas. los hombres (Mishnah Aboth 3. 5; Berakoth 2. 2).
Manso.
Gr. praús, “suave” o “manso”. Se decía que los animales domésticos eran praús;
sumisos e inofensivos. El que es manso no desea sino el bien para otros.
Humilde.
El que es de veras humilde, reconoce que depende enteramente de Dios y coloca
los deseos y las necesidades de su hermano antes que los propios. Por ser “manso
y humilde”, Cristo es un maestro comprensivo, y quienes aprenden de él también
serán mansos y humildes. Los así llamados cristianos que no han aprendido a ser
mansos y humildes, no han aprendido en la escuela de Cristo (Filipenses 2:2-8).
Hallaréis descanso.
Los que hallan el descanso del cual hablaba Cristo, andarán por las “sendas antiguas”
y orientarán su vida por “el buen camino” de lo que Dios escoja (Jeremías 6:16). CBA

Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


“Enclaustrado dentro de los baluartes que
formaban las montañas, Moisés estaba solo con
Dios. Los magníficos templos de Egipto ya no le
impresionaban con su falsedad y superstición.
En la solemne grandeza de las colinas sempiternas
Moisés
percibía la majestad del Altísimo, y por contraste,
comprendía cuán impotentes e insignificantes
De carácter impetuoso
eran los dioses de Egipto. Por doquiera veía
escrito el nombre del Creador. Moisés parecía - En la solemne gran-
deza de las colinas
encontrarse ante su presencia, eclipsado por su sempiternas
- En la austera sen-
poder. Allí fueron barridos su orgullo y su cillez de su vida del
Aprendió
confianza propia. En la austera sencillez de su a ser manso desierto
- Al conducir sus ga-
vida del desierto,
desierto desaparecieron los resultados nados por los montes
de la comodidad y el lujo de Egipto. Moisés desiertos y por los
verdes pastos de los
llegó a ser paciente, reverente y humilde, ‘muy valles
manso, más que todos los hombres que había
sobre la tierra’ (Números 12:3). Y sin embargo,
era fuerte en su fe en el poderoso Dios de Jacob”
(Patriarcas y Profetas, pág. 255).

La educación que Moisés recibiera en Egipto le ayudó en muchos aspectos; pero la preparación más provechosa
para su misión fue la que recibió mientras apacentaba el ganado. Moisés era de carácter impetuoso. En Egipto,
en su calidad de afortunado caudillo militar y favorito del rey y de la nación, se había acostumbrado a recibir
alabanza y adulación. Se había granjeado la simpatía del pueblo. Esperaba llevar a cabo con sus propias fuerzas
la obra de libertar a Israel. Muy diferentes fueron las lecciones que hubo de aprender como representante de
Dios. Al conducir sus ganados por los montes desiertos y por los verdes pastos de los valles, aprendió a tener
fe, mansedumbre, paciencia, humildad y a olvidarse de sí mismo. Aprendió a cuidar a seres débiles y enfermos,
a salir en busca de los descarriados, a ser paciente con los revoltosos, a proteger a los corderos y a nutrir a los
miembros del rebaño ya viejos y enclenques. CE 192,193

2 ¿Qué tres fases en la vida tuvo Moisés?


¿Qué aprendió en Egipto que desaprendió en la
escuela del desierto en Madián?
Comentario Bíblico
Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años.
El AT no da ninguna información precisa en cuanto a la edad que tenía en esta
Hechos 7:23, 30, 36. 1 ocasión. Se indica que Moisés tenía 80 años cuando fue enviado al Faraón
(Éxodo 7:7) y 120 cuando murió (Deuteronomio 34:7). La antigua tradición
23. Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, años
judía divide la vida de Moisés en tres períodos de cuarenta años cada uno (Midrash
le vino al corazón el visitar a sus hermanos, Rabbah). Esteban emplea una división similar:
los hijos de Israel. 2 (1) 40 años en Egipto,
30. Pasados cuarenta años,
años un ángel se le apareció (2) 40 años como pastor en el desierto,
(3) 40 años mientras condujo a su pueblo desde Egipto hasta las fronteras de
en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de Canaán.
una zarza. Visitar.
36. Este los sacó, habiendo hecho prodigios y señales Gr. episképtomai, “mirar”, con el sentido de preocuparse por el bienestar de una
persona, “vigilar” (cf. Éxodo 4:31; Lucas 7:16; Santiago 1:27). Moisés estaba
en tierra de Egipto, y en el Mar Rojo, y en el desierto empeñado en ayudar a sus compatriotas.
por cuarenta años. 3 Cuarenta años.
Sumando los 40 años de Hechos 7:23, se llega a los 80 que tenía Moisés cuando fue
llamado para liberar a Israel

Pr. Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


Un ángel.
La referencia que hace Esteban al episodio de Moisés junto a la zarza ardiente, fue indirectamente una respuesta a la acusación de que había hablado contra Moisés, pues le
atribuye el debido honor por haber tenido una experiencia personal con Dios.
Una zarza.
Gr. bátos, “espino”, “zarza”. Es imposible identificar con precisión esta planta.
Los sacó.
Moisés pudo hacerlo, pues disponía del poder de Dios.
Mar Rojo.
Este es el nombre que le daban los griegos al mar que los hebreos llamaban mar de las Cañas. No se sabe exactamente por qué recibía esos dos nombres.
Cuarenta años.
Cf. Números14:33; Deuteronomio 29:5. CBA

“Aún tenía que aprender la misma lección de fe que


se les había enseñado a Abrahán y a Jacob, es decir, a
no depender, para el cumplimiento de las promesas de
Dios, de la fuerza y sabiduría humanas, sino del poder
divino. Había otras lecciones que Moisés había de recibir
en medio de la soledad de las montañas. En la escuela
de la abnegación y las durezas había de aprender a ser
paciente y a temperar sus pasiones. Antes de poder
gobernar sabiamente, debía ser educado en la obediencia.
Antes de poder enseñar el conocimiento de la divina
voluntad a Israel, su propio corazón debía estar en
plena armonía con Dios. Mediante su propia experiencia
debía prepararse para ejercer un cuidado paternal sobre
todos los que necesitasen su ayuda. El ser humano se
habría evitado ese largo periodo de trabajo y obscuridad,
por considerarlo como una gran pérdida de tiempo.
Pero la Sabiduría infinita determinó que el que había
de ser el caudillo de su pueblo pasara cuarenta años Tres fases de su vida
haciendo el humilde trabajo de pastor. Así desarrolló
de Cuarenta años
hábitos de atento cuidado, olvido de sí mismo y tierna cada una
solicitud por su rebaño, que le prepararon para ser el
compasivo y paciente pastor de Israel. Ninguna ventaja 1. Siendo educado
como nieto del Faraon
que la educación o la cultura humanas pudiesen otorgar,
podría haber substituido a esta experiencia. 2. Desaprendiendo
“Moisés había aprendido muchas cosas que debía todo lo aprendido en
Egipto
olvidar. Las influencias que le habían rodeado en Egipto,
Egipto
el amor a su madre adoptiva, su propia elevada posición 3. Guiando al pueblo
de Israel por el desierto
como nieto del rey, el libertinaje que reinaba por
doquiera, el refinamiento, la sutileza y el misticismo
de una falsa religión, el esplendor del culto idólatra,
la solemne grandeza de la arquitectura y de la escultura;
todo esto había dejado una profunda impresión en
su mente entonces en desarrollo, y hasta cierto punto
había amoldado sus hábitos y su carácter. El tiempo,
el cambio de ambiente y la comunión con Dios podían
hacer desaparecer estas impresiones. Exigiría de parte
de Moisés mismo casi una lucha a muerte renunciar al
error y aceptar la verdad; pero Dios sería su ayudador
cuando el conflicto fuese demasiado severo para sus
fuerzas humanas” (Patriarcas y Profetas, págs. 225, 226).

Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


La educación recibida por Moisés, como nieto del rey, fue muy esmerada. No se descuidó detalle que pudiese
hacerle sabio en lo que consideraban los egipcios como sabiduría. Pero la parte más valiosa de la preparación de
Moisés para la obra de su vida fue la que recibió como pastor. Mientras apacentaba sus rebaños en los desiertos
de las montañas y las verdes dehesas de los valles, Dios le enseñó la más alta sabiduría. En la escuela de la
naturaleza, teniendo a Cristo como su maestro, aprendió lecciones de humildad, mansedumbre, fe y confianza
que vincularon su alma más estrechamente con Dios. En la soledad de las montañas aprendió lo que no había
podido impartirle toda su instrucción en el palacio del rey: una fe sencilla e inquebrantable, y una constante
confianza en el Señor...
Moisés había supuesto que su educación en la sabiduría de Egipto le habilitaba plenamente para sacar a Israel
de la servidumbre. ¿No era sabio en todas las cosas necesarias para un general de ejército? ¿No había tenido las
ventajas de las mejores escuelas del país? Sí, se sentía capaz de librar a su pueblo. Inició su obra procurando
obtener su favor al corregir sus males. Mató a un egipcio que abusaba de un israelita. En eso manifestó el
espíritu del que es homicida desde el principio, y demostró su incapacidad para representar al Dios de
misericordia, amor y ternura.
Moisés fracasó miserablemente en su primera tentativa, y, como muchos otros, perdió inmediatamente la
confianza en Dios y dio la espalda a la obra que le había sido señalada. Huyó de la ira de Faraón. Concluyó que
a causa del gran pecado que cometiera al quitar la vida al egipcio, Dios no le permitiría tener parte alguna en la
obra de librar a su pueblo de su cruel esclavitud. Pero el Señor permitió estas cosas a fin de poder enseñarle la
mansedumbre, la bondad y longanimidad que necesita poseer todo obrero del Maestro, a fin de tener éxito en su
causa...
Se le había enseñado a esperar adulación y alabanza por sus capacidades superiores; ahora debía aprender una
lección diferente. Como pastor, aprendió a cuidar de las ovejas afligidas y enfermas, a buscar pacientemente a la
extraviada, a ser longánime con la indisciplinada, a suplir con tierna solicitud las necesidades de los corderitos y
de las ovejas viejas y débiles. En su experiencia fue atraído más cerca del Príncipe de los pastores. Llegó a unirse
y absorberse en el Santo de Israel. Creía en el Dios grande. Se mantenía en comunión con el Padre por la oración
humilde. Miraba al Altísimo para obtener una educación en las cosas espirituales y el conocimiento de su deber
como fiel pastor. Su vida vino a estar tan estrechamente vinculada con el cielo que Dios conversaba con él cara a
cara, “como habla cualquiera a su compañero”. Éxodo 33:11.
Educado así, Moisés estuvo preparado para escuchar el llamamiento de Dios a cambiar el cayado de pastor por
la vara de autoridad; a dejar su rebaño de ovejas para asumir la dirección de un pueblo idólatra y rebelde. Pero
debía continuar dependiendo del Caudillo invisible. Como la vara era un instrumento dócil en su mano, así él
también había de serlo en la de Cristo. Había de ser el pastor del pueblo de Dios; y por su fe firme y su confianza
permanente en el Señor, muchas bendiciones iban a llegar a los hijos de Israel...
Fue la fe implícita en Dios la que hizo de Moisés lo que fue. Obraba de acuerdo con todo lo que el Señor le
ordenaba. Todo el saber de los sabios no podía hacer de Moisés un medio por el cual el Señor pudiera obrar, a
menos que perdiese su confianza propia, comprendiese su propia impotencia y pusiese su confianza en Dios; y a
menos que estuviese dispuesto a obedecer las órdenes de Dios, parecieran o no correctas a su razón humana...
No fueron las enseñanzas de las escuelas de Egipto lo que habilitó a Moisés para triunfar sobre sus enemigos,
sino su fe constante e inquebrantable, una fe que no vacilaba bajo las circunstancias más penosas. A la orden de
Dios, Moisés avanzaba, aunque aparentemente no había nada sobre qué asentar los pies. Más de un millón de
personas dependían de él, y las condujo hacia adelante paso a paso, día tras día. Dios permitió estas
peregrinaciones solitarias por el desierto para que sus hijos pudiesen obtener experiencia en soportar las
penurias, para que cuando estuvieran en peligro supieran que sólo en Dios hay alivio y liberación. Así podrían
aprender a conocerlo y confiar en él, y servirle con fe viva. CM 393,394

Pr. Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


¿Cómo se sintió Moisés cuando Dios le llamó desde
3 la zarza ardiente y le comisionó liberar a su pueblo
de Egipto? ¿Qué obstáculos vio tanto en el exterior
como en sí mismo?
Comentario Bíblico
¿Quién soy yo?
Un gran cambio se había efectuado en Moisés. Cuarenta años antes
voluntariamente se ofreció como libertador. Fue a sus hermanos y mató a
uno de sus opresores esperando que entendieran “que Dios les daría libertad
Éxodo 3:10-11 por mano suya” (Hechos 7:25). Sin embargo, en ese tiempo no estaba calificado
para la posición de liderazgo a la que aspiraba, ni los hijos de Israel estaban listos
10. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para la liberación. Los 40 años de Madián le habían enseñado humildad y lo
para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de habían imbuido de una desconfianza completa de sí mismo. El príncipe adoptivo
Israel. de la casa real de Egipto se había convertido en un pastor que se ocupaba en
una tarea despreciada por los egipcios (Génesis 46:34), y se sentía tan inseguro
11. Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy de sí mismo como para temer a Faraón. El, un despreciado pastor del desierto
yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos oriental, ¿qué influencia podría esperarse que tuviera sobre el poderoso rey de
de Israel? la nación más fuerte de la tierra? Además, ¿qué influencia tendría con su propio
pueblo? Lo habían rechazado cuando era poderoso, ¿aceptarían su liderazgo
siendo un fugitivo que volvía a aparecer? Pensamientos como éstos deben haber
cruzado por la mente de Moisés cuando le llegó el llamamiento de volver a
Egipto y libertar a su pueblo. Puede entenderse fácilmente su renuencia a aceptar
el llamamiento así como su desconfianza en sí mismo y en su pueblo. CBA

Comentario Bíblico
Ellos no me creerán.
La pregunta previa de Moisés, después de la promesa de Dios de dirección y
protección (Éxodo 3:13), había implicado disposición para ir y un deseo de
mayor información. Ahora parece que Moisés todavía se oponía mucho a la
idea de aceptar la comisión. Se ha procurado defenderlo explicando lo que él
quiso decir: “¿Qué sucedería si el pueblo no me creyera ... ?” Pero su declaración
es enfática y no puede ser traducida ni explicada en esa forma. Es concebible
Éxodo 4:1,10,12. que, desde que Jacob entró en Egipto más de dos siglos antes, ninguna
1. Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que revelación divina había sido impartida a Israel y, por lo tanto, fácilmente pudo
ellos no me creerán, ni oirán mi voz;
voz porque dirán: No haber surgido la duda en cuanto a la validez de la pretensión de Moisés de haber
recibido una comisión divina.
te ha aparecido Jehová. Nunca he sido hombre de fácil palabra.
10. Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca En vista de las promesas de Dios para facilitar su misión, parece injustificable
he sido hombre de fácil palabra,
palabra ni antes, ni desde que que aquel que había sido “poderoso en sus palabras y obras” (Hechos 7:22)
pretendiera tener dificultad para hablar. Su larga ausencia de Egipto y el hecho
tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y de que no había hablado el egipcio durante su permanencia en Madián sin duda
torpe de lengua. lo hicieron sentirse descalificado para ir delante de Faraón; pero debiera haber
12. Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré estado listo para confiar en Dios. Se ha sugerido que Moisés temía hablar en
hebreo porque había estado viviendo entre los medianitas. Pero ésta no puede
lo que hayas de hablar. haber sido la razón ya que las inscripciones madianitas difieren muy poco del
antiguo hebreo. La tradición judía de que Moisés tenía dificultad para
pronunciar ciertas letras hebreas tampoco tiene base.
Yo estaré con tu boca.
Dios pacientemente razonó con Moisés como con un amigo. El que había
hecho la boca del hombre ciertamente podía impartir la habilidad de hablar
con fluidez. CBA
“Moisés pensó en las dificultades que habría de encontrar, en la ceguedad, la ignorancia y la incre-
dulidad de su pueblo, entre el cual muchos casi no conocían a Dios. Dijo: ‘He aquí que llego yo a
los hijos de Israel, y les digo, el Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; si ellos me pre-
guntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿qué les responderé?’ La contestación fue: ‘YO SOY EL QUE SOY’.
‘Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros’.
“Se le ordenó a Moisés que reuniera primero a los ancianos de Israel, a los más nobles y rectos de
entre ellos, a los que habían lamentado durante mucho tiempo su servidumbre, y que les declarase
el mensaje de Dios, con la promesa de la liberación. Después había de ir con los ancianos ante el

Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


Llamado a ser el
libertador
rey, y decirle: ‘Jehová, el Dios de los Hebreos, Del pueblo de Israel
nos ha encontrado; por tanto nosotros iremos
ahora camino de tres días por el desierto, para Reacción Obstáculos
que sacrifiquemos a Jehová nuestro Dios’”
(Patriarcas y Profetas, pág. 228). Se sorprendió y
se asustó
-La incredulidad
del pueblo
- Su falta de
elocuencia

Sorprendido y asustado por este mandato, Moisés retrocedió y dijo: “¿Quién soy yo, para que vaya al faraón, y
saque de Egipto a los hijos de Israel?” La respuesta fué: “Yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he
enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte”.
Moisés pensó en las dificultades que habría de encontrar, en la ceguera, la ignorancia y la incredulidad de su
pueblo, entre el cual muchos casi no conocían a Dios...
Moisés veía ante sí mismo dificultades que le parecían insalvables. ¿Qué prueba podría dar a su pueblo de que
realmente iba como enviado de Dios? “Ellos no me creerán, ni oirán mi voz, pues dirán: “No se te ha aparecido
Jehová””. Entonces Dios le dio una evidencia que apelaba a sus propios sentidos. Le dijo que arrojara su vara al
suelo. Al hacerlo, “se convirtió en una culebra” (véase el Apéndice, nota 3), “y Moisés huía de ella”. Dios le ordenó
que la tomara, y en su mano “volvió a ser vara”. Le mandó que pusiera su mano en su seno. Obedeció y “vio que
su mano estaba leprosa como la nieve”. Cuando le dijo que volviera a ponerla en su seno, al sacarla encontró que
se había vuelto de nuevo como la otra. Mediante estas señales, el Señor aseguró a Moisés que su propio pueblo,
así como también el faraón, se convencerían de que Uno más poderoso que el rey de Egipto se manifestaba entre
ellos.
Pero el siervo de Dios todavía estaba anonadado por la obra extraña y maravillosa que se le pedía que hiciera.
Acongojado y temeroso, alegó como excusa su falta de elocuencia. Dijo: “¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de
fácil palabra, ni antes ni desde que tú hablas con tu siervo, porque soy tardo en el habla y torpe de lengua”. Había
estado tanto tiempo alejado de los egipcios que ya no tenía un conocimiento claro de su idioma ni lo usaba con
soltura como cuando estaba entre ellos.
El Señor le dijo: “¿Quién dio la boca al hombre? ¿No soy yo Jehová?” Y se le volvió a asegurar la ayuda divina:
“Ahora, pues, ve, que yo estaré en tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar”.
Pero Moisés insistió en que se escogiera a una persona más competente. Estas excusas procedían al principio de
su humildad y timidez; pero una vez que el Señor le hubo prometido quitar todas las dificultades y darle éxito,
toda evasiva o queja referente a su falta de preparación demostraba falta de confianza en Dios. Entrañaba un
temor de que Dios no tuviera capacidad para prepararlo para la gran obra a la cual lo había llamado, o que había
cometido un error en la selección del hombre.
Dios le indicó a Moisés que se uniera a su hermano mayor, Aarón, quien, debido a que había estado usando
diariamente la lengua egipcia, podía hablarla perfectamente. Se le dijo que Aarón vendría a su encuentro. Las
siguientes palabras del Señor fueron una orden perentoria: “Tú le hablarás y pondrás en su boca las palabras, y
yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer. Él hablará por ti al pueblo; será como tu
boca, y tú ocuparás para él el lugar de Dios. Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales”. Moisés
no pudo oponerse más; pues todo fundamento para las excusas había desaparecido.
El mandato divino halló a Moisés sin confianza en sí mismo, tardo para hablar y tímido. Estaba abrumado con el
sentimiento de su incapacidad para ser el portavoz de Dios ante Israel. Pero una vez aceptada la tarea, la empren-
dió de todo corazón, poniendo toda su confianza en el Señor. La grandeza de su misión exigía que ejercitara las
mejores facultades de su mente. Dios bendijo su pronta obediencia, y llegó a ser elocuente, confiado, sereno y
apto para la mayor obra jamás dada a hombre alguno. Este es un ejemplo de lo que hace Dios para fortalecer el
carácter de los que confían plenamente en él, y sin reserva alguna cumplen sus mandatos. PP 228-230.

Pr. Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


ORGULLO

4 ¿Cómo reaccionó el Faraón una y otra vez cuando


Dios envió las plagas sobre Egipto?
Comentario Bíblico
Entraron a la presencia de Faraón.
Después de que Moisés y Aarón habían sido aceptados por los ancianos de Israel
para que fueran sus dirigentes señalados por Dios, los dos hombres fueron a Faraón
y consiguieron una audiencia con el rey. Los registros antiguos destacan que no era
fácil que un plebeyo obtuviera una audiencia con el rey. La experiencia anterior
de Moisés en la corte, ahora le fue de provecho, pues sabía cómo llegar hasta el rey.
Éxodo 5:1-2 Fiesta.
1. Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Era razonable el pedido presentado delante de Faraón. Los israelitas no podían
Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: ofrecer sus sacrificios de animales en presencia de los egipcios sin provocar un
estallido de rencor religioso, puesto que entre los animales que habrían de ser
Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto. muertos había algunos que los egipcios consideraban sagrados y, por lo tanto, no
2. Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo debían ser muertos por ningún motivo. Para evitar este peligro, la fiesta de los
oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, israelitas debía celebrarse más allá de los límites de Egipto, en el desierto.
¿Quién es Jehová?
ni tampoco dejaré ir a Israel. O Faraón ignoraba el nombre del Dios de los israelitas, o bien simuló ignorarlo.
No importa cuál fuera el caso, se sentía superior a cualquier Dios extranjero.
¿Acaso su padre y su abuelo no habían oprimido a los israelitas sin la
interferencia de su Dios? ¿Por qué debía molestarse en tomar en cuenta a un
Dios tan obviamente desinteresado en los asuntos de su propio pueblo y,
aparentemente, incapaz de ayudarlo? CBA
Comentario Bíblico
El corazón de Faraón se endureció.
Literalmente, “el corazón de Faraón fue duro”. El milagro no impresionó su
obstinado corazón. Hasta donde él pudiera ver, Moisés y Aarón habían hecho poco
Éxodo 7:13 más de lo que sus propios magos podían hacer.
Y el corazón de Faraón se endureció,
endureció y no los escuchó, Como Jehová lo había dicho.
Dios había advertido previamente a Moisés del resultado de su entrevista con
como Jehová lo había dicho. Faraón para que Moisés no se desanimara por la actitud del rey. Mientras que
Moisés sabía de antemano exactamente lo que podía esperar, Faraón no sabía nada
sino lo que Moisés le decía. Esa situación le daba a Moisés una clara ventaja sobre
Faraón. CBA
Comentario Bíblico
Dedo de Dios es éste.
Los magos reconocieron su propia impotencia más de lo que lo hacen muchos
comentadores modernos, quienes piensan que los magos pudieron haber imitado
la tercera plaga tan fácilmente como las dos anteriores, si lo hubieran querido. Al
Éxodo 8:19,32 atribuir esta plaga al poder de Aquel con cuyas obras no podían competir, sin
19. Entonces los hechiceros dijeron a Faraón: Dedo de quererlo los magos unieron sus fuerzas con Moisés Y Aarón. Con cuánta
Dios es éste. Mas el corazón de Faraón se endureció,
endureció y frecuencia los opositores de Cristo entre los fariseos y aun los posesos del
demonio testificaron del poder sobrenatural de él (Juan 11:47,48; Lucas 8:28).
no los escuchó, como Jehová lo había dicho. Con cuánta frecuencia la verdad, inconscientemente, es expresada por aquellos
32. Más Faraón endureció aun esta vez su corazón, y cuyas inclinaciones naturales los inducen a oponerse a ella.
no dejó ir al pueblo. El corazón de Faraón se endureció.
Los magos reconocieron la inutilidad de hacer más tentativas de oponerse a
Dios, pero Faraón se mantuvo firme. El orgullo le impidió reconocer la derrota.
Su corazón fue inexorable. CBA

“Aunque por sus crímenes, este arrogante tirano había perdido todo derecho a la misericordia de
Dios, se le había preservado la vida para que mediante su terquedad el Señor manifestara sus
maravillas en la tierra de Egipto…
“Faraón recordó entonces que una vez había exclamado: ‘¿Quién es Jehová, para que yo oiga su
voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel’ (Éxo. 5:2). Ahora, su
orgullo, que una vez osara levantarse contra el cielo, estaba humillado hasta el polvo; ‘hizo llamar
a Moisés y a Aarón de noche, y díjoles: Salid de en medio de mi pueblo vosotros, y los hijos de
Israel; e id, servid a Jehová, como habéis dicho’” (Patriarcas y Profetas, págs. 241, 252).
Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)
Faraón vio al Espíritu de Dios obrando poderosamente;
vio los milagros realizados por el Señor mediante su
siervo; pero rehusó obedecer la orden de Dios. El rey
rebelde había preguntado orgullosamente: “¿Quién es
Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel?” ...
Éxodo 5:2. Y a medida que los juicios de Dios caían
con más poder sobre él, más persistía en su necia
resistencia. Al rechazar la luz del cielo, su corazón se Orgullo
endureció y se hizo insensible. La providencia de Dios
estaba revelando su poder, y estas manifestaciones, al Del Faraón
no ser aceptadas, eran el medio de endurecer el corazón y su corazón se
Rechazó
de Faraón hacia una luz mayor. Los que exaltan sus la luz del cielo
endureció y se
hizo insensible
propias ideas por sobre la voluntad claramente especificada
de Dios, están diciendo como lo hizo Faraón: “¿Quién
es Jehová, para que yo oiga su voz?”
voz? Cada rechazo de
la luz endurece el corazón y oscurece el entendimiento
y de esta manera los hombres encuentran más y más
difícil distinguir entre lo correcto y lo incorrecto y se
vuelven más audaces en resistir la voluntad de Dios. CV 88.

¿Qué le hizo cambiar de opinión una vez que


5 permitió que los israelitas salieran de Egipto con
sus familias y posesiones?
Comentario Bíblico
¿Cómo hemos hecho esto?
Indudablemente Faraón tenía el propósito de que su permiso se limitara a un viaje
de tres días en el desierto oriental egipcio. Cuando resultó evidente que los israelitas
avanzaban rápidamente por el desierto hacia el mar Rojo, Faraón salió a perseguirlos
(PP 289). Un corto alivio del sufrimiento le había dado tiempo para reponerse de los
horrores de la décima plaga, y ahora se arrepintió de su acto apresurado. Dado que
Éxodo 14:4-8. ninguna otra calamidad siguió a la muerte de los primogénitos, los egipcios pueden
4. Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los haber pensado que se había quebrantado el poder del Dios de los hebreos y que
ellos, una vez más, eran los señores de su tierra y amos de la situación. La pérdida
siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y de un gran cuerpo de obreros trastornaría la economía del país y traería penalidades
sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicie- sobre los que quedaban.
ron así. Seiscientos carros escogidos.
Durante la decimoctava dinastía, los carros llegaron a ser un equipo acostumbrado
5. Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; del ejército egipcio. De allí en adelante, los reyes siempre salían a la guerra en carros.
y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra Hasta el día de hoy se han conservado dos carros reales de la decimoctava dinastía,
el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber y de este modo se conoce bien su construcción. Eran abiertos por la parte de atrás,
y consistían en una tabla levantada, semicircular, circuida por un borde que se
dejado ir a Israel, para que no nos sirva? elevaba formando una graciosa curva hasta la altura de aproximadamente 75 cm
6. Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo; por encima de la tabla erecta, Los carros tenían dos ruedas v una espiga y eran
7. y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los tirados por dos caballitos. Generalmente eran ocupados por dos hombres,
un guerrero y el que manejaba el carro.
carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos. Capitanes.
8. Y endureció Jehová el corazón de Faraón rey de “Tres guerreros” (BJ). En hebreo, así como en otros idiomas semíticos, la
Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos expresión “tres guerreros” probablemente significa “el tercero en el carro”. En Asiria
se convirtió en el término técnico usado para el conductor del carro. Pero en hebreo
de Israel habían salido con mano poderosa. la palabra parece haber sido un sinónimo de “guerrero distinguido” [o “capitán”]
(ver 2 Reyes 9:25; etc.). Puesto que regularmente aparecen dos hombres en los carros
egipcios, parecería que la palabra traducida aquí “capitán” debiera traducirse
“guerrero distinguido”. Los 600 carros escogidos, con sus ocupantes,
probablemente pertenecían a la escolta real, y podían estar listos para la acción en
cualquier momento, tal como en el caso de la persecución de los israelitas.

Pr. Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


Endureció Jehová.
Un hecho significativo mencionado tres veces (Éxodo 14:4,8,17) en relación con la persecución de los israelitas que emprendió Faraón.
Con mano poderosa.
Esto es, triunfantes sobre los egipcios perseguidores. La BJ traduce “con gesto jubiloso”. CBA

“El pueblo deploró su locura de haber atribuido Se arrepintió


la muerte de los primogénitos al poder de Dios.
Los grandes hombres, reponiéndose de sus De haber dejado
salir a los Israelistas
temores, explicaron las plagas por causas
naturales. ‘¿Cómo hemos hecho esto de haber Sus conse- No quisieron
dejado ir a Israel, para que no nos sirva?’ era su jeros y dirigentes admitir que
explicaron las habían expe-
amargo clamor” plagas por causas rimentado el
(Patriarcas y Profetas, pág. 255). naturales juicio de Dios

Desde el rey sentado en su trono hasta el súbdito más humilde, experimentaron aflicción y luto. Después de eso
Faraón ordenó la salida de Israel; pero después que los egipcios hubieron enterrado a sus muertos, él se arrepintió
de haberlos dejado salir. Sus consejeros y dirigentes trataron de explicar el origen de su aflicción. No quisieron
admitir que habían experimentado el juicio de Dios, de modo que salieron en persecución de los hijos de Israel.
1TI 240

¿Qué hicieron los egipcios y cómo reaccionaron los


6 israelitas cuando el ejército de Faraón los atacó por la
retaguardia?
Comentario Bíblico
Temieron en gran manera.
Para los ojos humanos su situación parecía desesperada. Encerrados al este
por el mar, al sur por una escabrosa montaña, al oeste por desiertos montañosos
Éxodo 14:10, 17-20. y al norte por los egipcios perseguidores, probablemente llegaron a la conclusión
10. Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de de que su escape era imposible. Además estaban desarmados y sin preparación
Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios para el combate. En última instancia, no habían aprendido todavía a poner su
confianza en el poder y en la protección de Dios.
venían tras ellos;
ellos por lo que los hijos de Israel temieron Clamaron a Jehová.
en gran manera, y clamaron a Jehová. Si su oración hubiese sido acompañada por la fe, el Éxodo 14:11 no registraría
17. Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios su murmuración contra Moisés. Algunos comentadores han sugerido que los
más piadosos entre los israelitas clamaron a Dios (Éxodo 14:10) mientras que los
para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en irreligiosos murmuraron contra Moisés (Éxodo 14:11).
todo su ejército, en sus carros y en su caballería; Yo endureceré.
18. y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me Sólo aquí se declara que Dios endurecería el corazón de los egipcios, indu-
dablemente en la misma forma en que había endurecido el corazón de Faraón.
glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a Siguiendo sus mandatos, se habían hecho participantes de su culpa (cf.
caballo. Apocalipsis 18:4). Sin duda los egipcios ansiosamente anticipaban la
19. Y el ángel de Dios que iba delante del campamento recuperación de su tesoro perdido y una sangrienta represión para cualquiera
que se resistiera a ser capturado (Éxodo 12:35; 15:9). Teniendo en cuenta
de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la las circunstancias, la naturaleza humana reaccionaría haciéndolos fríos y
columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se despiadados.
puso a sus espaldas, Para que los sigan.
El sentido común, basado en la experiencia previa, debería haber hecho que los
20. e iba entre el campamento de los egipcios y el egipcios fueran precavidos antes de meterse en una aventura tan peligrosa como
campamento de Israel; y era nube y tinieblas para la de seguir a los hebreos a través del mar. Su necedad y sed de sangre los im-
aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda pulsaron a meterse en el peligro (ver Romanos 1:21,22), Acciones precipitadas
por lo general caracterizan a los que deliberadamente desprecian la dirección del
aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros. Espíritu de Dios. Sin tomar en cuenta los castigos de Dios tan recientemente ex-
perimentados, infatuados de confianza propia, desafiaron hasta el fin al Dios de
Israel (2 Tesalonicenses 2:9-12; Apocalipsis 17:14; 19:19; 20:7-9).

Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


El ángel de Dios.
La Presencia divina manifestada en la columna de nube es llamada “Jehová” en Éxodo 14:24 y en el pasaje de Éxodo 13:21, pero aquí, “el ángel de Dios” (ver PP 382).
De la misma manera, Aquel que se apareció a Moisés en la zarza ardiente es llamado tanto “Dios” como “el Ángel de Jehová” (Éxodo 3:2-6).
Iba entre.
Indudablemente los egipcios llegaron a la proximidad del campamento de los israelitas al terminar un largo día de marcha (PP 290). Como un impenetrable muro de
neblina que avanzaba del mar, la columna nebulosa se colocó entre los perseguidos y los perseguidores, obligando a estos últimos a detenerse. Convencidos de que los
hebreos no podían escapar, los egipcios pospusieron el ataque hasta el día siguiente (Éxodo 14:23,24; 3TS 226; PP 290).
Era nube.
La expresión “para aquéllos”, si bien es cierto que no está en el hebreo sino que ha sido usada por los traductores de la VVR, indudablemente se justifica por el contexto
(ver también PP 291). La noche transcurrió aprisa intensificando la impenetrable muralla de oscuridad proporcionada por la nube. Mientras tanto, del lado que daba
a los israelitas la columna presentaba la apariencia de una antorcha brillante que alumbraba todo el campamento y hacía tan fácil prepararse para la marcha como si
hubiera sido de día. Así pudieron reunirse los rebaños, pudieron cargarse las bestias de carga y se dispusieron en orden de marcha las diversas tribus y familias (ver PP
286). Tan sólo esperaban la orden de partir. CBA

“Los hebreos estaban acampados junto al mar,


cuyas aguas presentaban una barrera aparentemente
infranqueable ante ellos, mientras que por el
sur una montaña escabrosa obstruía su avance.
De pronto, divisaron a lo lejos las relucientes
armaduras y el movimiento de los carros, que
anunciaban la vanguardia de un gran ejército.
A medida que las fuerzas se acercaban, se veía
a las huestes de Egipto en plena persecución. El
terror se apoderó del corazón de los israelitas. Terror
Algunos clamaron al Señor, pero la mayor parte
de ellos se apresuraron a presentar sus quejas Se apodero de los israelitas
a Moisés:
Moisés ‘¿No había sepulcros en Egipto, que al ver el ejercito de los egip-
cios que venian tras ellos
nos has sacado para que muramos en el desierto?
1. los que
¿Por qué lo has hecho así con nosotros, que clamaron a
nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te Dos Dios
clases de
hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir personas 2. Los que se
quejaron ante
a los egipcios? Que mejor nos fuera servir a los Moisés
Egipcios, que morir nosotros en el desierto.’…
“En su providencia Dios mandó a los hebreos
que se detuvieran frente a la montaña junto al
mar, a fin de manifestar su poder al liberarlos y
humillar señaladamente el orgullo de sus opresores.
Hubiera podido salvarlos de cualquier otra forma,
pero escogió este procedimiento para acrisolar
la fe del pueblo y fortalecer su confianza en él.”
él.
(Patriarcas y Profetas, págs. 256, 260).

El pueblo estaba cansado y atemorizado; sin embargo, si hubieran retrocedido cuando Moisés les ordenó avanzar, Dios no
les habría abierto el camino. Fue por la fe como “pasaron el mar Bermejo como por tierra seca”. Hebreos 11:29. Al avanzar
hasta el agua misma, demostraron creer la palabra de Dios dicha por Moisés. Hicieron todo lo que estaba a su alcance, y
entonces el Poderoso de Israel dividió la mar para abrir sendero para sus pies.
En esto se enseña una gran lección para todos los tiempos. A menudo la vida cristiana está acosada de peligros, y se hace
difícil cumplir el deber. La imaginación concibe la ruina inminente delante, y la esclavitud o la muerte detrás. No obstante
la voz de Dios dice claramente: “Avanza”. Debemos obedecer este mandato aunque nuestros ojos no puedan penetrar las
tinieblas, y aunque sintamos las olas frías a nuestros pies. Los obstáculos que impiden nuestro progreso no desaparecerán
jamás ante un espíritu que se detiene y duda. Los que postergan la obediencia hasta que toda sombra de incertidumbre
desaparezca y no haya ningún riesgo de fracaso o derrota no obedecerán nunca. La incredulidad nos susurra: “Esperemos
que se quiten los obstáculos y podamos ver claramente nuestro camino”: pero la fe nos impele valientemente a avanzar
esperándolo todo y creyéndolo todo. CV 92

Pr. Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


7 ¿Qué gran milagro realizó Dios por su pueblo,
demostrando su poder y enseñándoles a
confiar?
Comentario Bíblico
Recio viento oriental.
La palabra traducida “viento oriental” puede aplicarse a cualquier clase de
viento proveniente de una dirección oriental -en términos generales desde el
sudeste hasta el noreste-, puesto que los hebreos usaban términos específicos
sólo para los cuatro puntos cardinales. Aun ahora la marea menguante del
golfo de Suez se vigoriza con un fuerte viento noreste. Los informes indican
que, antes de la construcción del canal de Suez, parte del golfo que está al
norte de la ciudad de Suez a veces quedaba completamente en seco durante
la marca menguante, debido a un fuerte viento noreste. Como resultado, se
podía ir en vehículo a través del golfo o vadearlo a pie. Sin embargo, una
Éxodo 14:21-28. baja marca robustecida por un viento este no puede explicar la forma en que
21. Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo quedó en seco el mar que aquí se describe, porque en un caso tal toda el agua
es impelida hacia el sur, no en dos direcciones opuestas como lo indica el Re-
Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental gistro sagrado. Una separación tal de las aguas sólo podía ser producida por
toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas un milagro (ver PP 291). Se desconoce el punto exacto del cruce.
quedaron divididas. Las aguas como muro.
No se conoce la profundidad de las aguas en el sendero “en seco” abierto
22. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio en el mar. Por esta razón no es claro si las aguas tomaron la posición de un
del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su “muro” literal, es decir perpendicular, o si el término “muro” se usa en sentido
derecha y a su izquierda. figurado para referirse al hecho de que los israelitas estaban protegidos de un
ataque “a su derecha y a su izquierda”. Las palabras de la inspiración pueden
23. Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos interpretarse de ambas formas (ver Exo_14:21; PP 291), quizá, con preferen-
hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus cia, de la primera (3TS 226, 227).
carros y su gente de a caballo. Siguiéndolos los egipcios.
Cuando los israelitas dejaron la orilla occidental del mar Rojo, siguió la
24. Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová nube y permitió que vieran los egipcios que los hebreos habían escapado. Los
miró el campamento de los egipcios desde la columna egipcios avanzaron inmediatamente a la orilla del mar, y encontrando que
de fuego y nube, y trastornó el campamento de los el pasaje todavía estaba seco, entraron rápidamente y avanzaron en ardiente
persecución. Tan sólo cuando toda la hueste egipcia estuvo en el medio del
egipcios, mar, la columna de nube se convirtió para ellos en una columna de fuego y les
25. y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó reveló su ubicación precaria (1T 265; 1JT 453).
gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos A la vigilia de la mañana.
La “vigilia de la mañana” de los hebreos duraba aproximadamente desde las
de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos 3 de la mañana hasta la salida del sol, la que, en ese momento del año, tendría
contra los egipcios. lugar aproximadamente a las 5:45 hrs.
26. Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el Jehová miró.
En el Psa_77:17-19 se da una descripción de lo que sucedió en este momen-
mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, to. Un súbito aguacero fue acompañado de relámpagos y truenos. Avanzan-
sobre sus carros, y sobre su caballería. do por el lecho del mar Rojo, cuyas aguas amontonadas ahora podían ver a
27. Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cada lado, los egipcios deben haber estado aterrorizados (ver también Josefo,
Antigüedades ii. 16. 3).
cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y Quitó las ruedas de sus carros.
los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová La palabra aquí traducida “quitó” también puede traducirse “trastornó”, lo
derribó a los egipcios en medio del mar. que quizá significa que las ruedas se hundieron en la arena hasta los ejes para
ser sacadas otra vez sólo con dificultad y para hundirse nuevamente unos po-
28. Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la cos metros más allá. La BJ traduce: “Trastornó las ruedas de sus carros”.
caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado Los egipcios todavía pudieron manejar sus carros pero “con gran dificultad”
tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. (BJ). Esto implicaría que, aunque no se perdieron las ruedas, no funsionaban
debidamente (1JT 453).
Jehová pelea.
La oscuridad sobrenatural que al principio los había separado de los israe-
litas (Exo_14:20), la misteriosa apertura de un sendero a través del mar Rojo,
la fuerte tormenta de truenos y finalmente la marcha dificultosa, hicieron que
los egipcios comprendieran tardíamente que el Dios de los hebreos estaba
ayudando activamente a su 580 pueblo obstruyendo con eficacia su propio
avance. Convencidos de que no valía la pena perseverar en una misión sin
duda condenada al fracaso, comenzaron su retirada.
El mar se volvió.

Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


Cuando Moisés otra vez extendió su vara sobre el mar, cesó de soplar el viento este y volvieron las aguas (Exo_14:21). Parece que el retorno de las aguas
fue tanto el resultado del soplar del viento como lo había sido la apertura de un sendero (ver Exo_15:10). Un fuerte viento oeste que súbitamente comenzó a
soplar en vez del viento este del Exo_14:21 puede haber apresurado el proceso. Cuando los egipcios huían, fueron alcanzados por las olas embravecidas que se
precipitaban de cada lado.
Todo el ejército de Faraón.
Es decir, todos los que se pusieron en marcha a través del mar, en persecución de los hebreos. Algunos comentadores han razonado que puede haber habido
secciones del ejército de Faraón que permanecieron en la orilla occidental y que, por lo tanto, no fueron destruidas. La expresión “los carros y la caballería, y
todo el ejército” no apoya la opinión de muchos comentadores de que sólo los carros habían entrado en el mar y que la infantería había quedado detrás. Elena
G. de White parece indicar que fue aniquilada la hueste entera de los egipcios (PP 291; 1T 265). CBA

“Faraón reunió sus fuerzas, y tomo seiscientos


carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y
capitanes y soldados de caballería e infantería.
El rey mismo, rodeado por los grandes de su reino,
encabezaba el ejército. Para obtener el favor de
los dioses y asegurar así el éxito de su empresa,
los sacerdotes también los acompañaban. El rey
estaba decidido a intimidar a los israelitas mediante
un gran despliegue de poder. Los egipcios temían
que su forzada sumisión al Dios de Israel los Milagro
expusiese a la burla de las otras naciones;
naciones pero
si ahora salían con gran demostración de poder de liberación
y traían de vuelta a los fugitivos, recuperarían
Pronto estu-
su prestigio y también el servicio de sus esclavos. bieron a salvo
Dios
“El pueblo estaba cansado y atemorizado; sin abrió camino
y sus enemi-
gos fueron
embargo, si hubieran retrocedido cuando Moisés destruidos
les ordenó avanzar, Dios no les habría abierto
el camino. Fue por la fe cómo ‘pasaron el mar
Bermejo como por tierra seca’ (Heb. 11:29.) Al
avanzar hasta el agua misma, demostraron creer
la palabra de Dios dicha por Moisés. Hicieron
todo lo que estaba a su alcance, y entonces el
Poderoso de Israel dividió la mar para abrir sendero
para sus pies”
(Patriarcas y Profetas, págs. 255, 294).

El monarca endureció su corazón y prosiguió, paso tras paso, en su camino de incredulidad, hasta que por todo el vasto
reino de Egipto perecieron los primogénitos, el orgullo de cada hogar. Después de esto, salió presuroso con su ejército en
persecución de Israel. Procuró traer de vuelta a un pueblo liberado por el brazo de la Omnipotencia. Pero estaba luchando
contra un Poder mayor que cualquier poder humano, y pereció con sus huestes en las aguas del mar Rojo (MS 126, 1901).

Cuando todo el ejército -”los carros y la caballería y todo el ejército de Faraón”- estuvo en el lecho mismo del mar, el Señor
dijo a Moisés: “Extiende tu mano sobre el mar”. Israel había pasado sin mojarse los pies, pero oía los gritos del ejército
perseguidor. Cuando Moisés extendió su vara sobre el mar, las aguas represadas que habían permanecido como una gran
muralla fluyeron en su curso natural. No escapó ni uno de todo ese vasto ejército de egipcios. Todos perecieron en su
determinación de cumplir su propia voluntad y rechazar los caminos de Dios. Esa ocasión señaló el fin de su tiempo de
gracia (MS 35, 1906).

Una sola noche les había traído completa liberación del más terrible peligro. Aquella vasta y desamparada muchedumbre
de esclavos no acostumbrados a la batalla, de mujeres, niños y ganado, que tenían el mar frente a ellos y los poderosos ejér-
citos de Egipto a sus espaldas, habían visto una senda abierta a través de las aguas, y sus enemigos derrotados en el momen-
to en que esperaban el triunfo. Jehová solo los había libertado, y a él elevaron con fervor sus corazones agradecidos. Sus
emociones encontraron expresión en cantos de alabanza. El Espíritu de Dios se posó sobre Moisés, el cual dirigió al pueblo
en un triunfante himno de acción de gracias, el más antiguo y uno de los más sublimes que el hombre conoce... CV 93

Pr. Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


ESTUDIO ADICIONAL
“La humildad y la reverencia deben caracterizar el comportamiento de
todos los que se allegan a la presencia de Dios. En el nombre de Jesús
podemos acercarnos a él con confianza, pero no debemos hacerlo con
la osadía de la presunción, como si el Señor estuviese al mismo nivel que
nosotros. Algunos se dirigen al Dios grande, todopoderoso y santo, que
habita en luz inaccesible, como si se dirigieran a un igual o a un inferior.
Hay quienes se comportan en la casa de Dios como no se atreverían a hacerlo
en la sala de audiencias de un soberano terrenal. Los tales debieran
recordar que están ante la vista de Aquel a quien los serafines adoran,
y ante quien los ángeles cubren su rostro. A Dios se le debe reverenciar
grandemente; todo el que verdaderamente reconozca su presencia se
inclinará humildemente ante él, y como Jacob cuando contempló la visión
de Dios, exclamará: ‘¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa
que casa de Dios, y puerta del cielo’ (Gén. 28:17)”
(Patriarcas y Profetas, pág. 228).

Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


Este material NO ha sido creado para
reemplazar la responsabilidad personal del
estudio de la lección de escuela sabática.
Es solo un aporte que puede enriquecer la
investigación del estudiante.

Pr. Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


Lecciones de Escuela Sabática SMI
Departamento de Educación UN
UNIC
ICOL
OL “El Espíritu
Contra
Bosquejo General La carne”
Paz contra ra - Lección 9. (4-marzo -2023)

Intro
La mancedumbre y
la humildad

Caracteristicas de los obedientes

Preg 1 Los que llevan Preg 4


¿Quienes? con sumisión el Orgullo
Moisés yugo de Cristo
Preg 5
De carácter impetuoso Del Faraón Se arrepintió
- En la solemne gran- y su corazón se
Rechazó endureció y se
deza de las colinas la luz del cielo De haber dejado
sempiternas hizo insensible salir a los Israelistas
- En la austera sen-
Aprendió cillez de su vida del Sus conse- No quisieron
a ser manso desierto Preg 3
jeros y dirigentes admitir que
- Al conducir sus ga- Llamado a ser el explicaron las habían expe-
nados por los montes plagas por causas rimentado el
desiertos y por los libertador Preg 6
naturales juicio de Dios
verdes pastos de los Terror
valles
Del pueblo de Israel
Preg 2 Se apodero de los israelitas
Tres fases de su vida Reacción Obstáculos al ver el ejercito de los egip-
cios que venian tras ellos
Preg 7
de Cuarenta años Se sorprendió y -La incredulidad 1. los que
cada una se asustó del pueblo clamaron a Milagro
- Su falta de Dos Dios
elocuencia clases de
1. Siendo educado personas 2. Los que se de liberación
como nieto del Faraon quejaron ante
Moisés
Pronto estu-
2. Desaprendiendo bieron a salvo
Dios y sus enemi-
todo lo aprendido en abrió camino
Egiptp gos fueron
destruidos
3. Guiando al pueblo

Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)


de Israel por el desierto
GUIA PARA MAESTROS

Estudio de la lección
• No se limite a la información que provee la lección. Buscque ayuda en diccionarios, diccionarios bíblicos,
comentarios, mapas, etc.
• El maestro siempre debe saber todas y cada una de las respuestas.
• El maestro debe siempre tener claro el tema a tratar.
• No conteste las preguntas como si fuera un cuestionario. La lección es un tema, y por lo tanto debemos
olvidarnos de las preguntas a la hora de estudiarla.
• Los textos de la lección deben analizarse, parafrasearse y escribirse completamente porque los detalles que
encontramos en ellos nos servirán para que al terminar la lección, podamos buscar la palabra clave.
• Se deben hallar la palabra clave tanto de los textos bíblicos como del Espíritu de Profecía.
• Como tema la lección debe estudiarse bajo la luz tanto del título de la cartilla como de la lección.
• Es más importante el contexto de la cartilla y de la lección que una sola pregunta. Esto nos ayudará a saber
cuál es la línea de la lección para mantenernos dentro del tema. Si no tenemos en cuenta eso, podemos salirnos
del tema al contestar esas preguntas que no tienen nada que ver con el contexto.
• Después de haberse estudiado con anterioridad, se debe repasar durante la semana para analizarla comparando
esa lección con la anterior y encontrar un análisis externo.
• Después de captar los puntos sobresalientes de la lección, la palabra clave y el tema en general, se puede variar el
orden de las preguntas, teniendo en cuenta el título y la mayoría de las preguntas.

Palabra clave
La palabra clave es aquella que mejor describe el tema de la lección y es la llave para no desviarse del tema
central. Por lo general se encuentra a lo largo de toda la lección, tanto en los textos bíblicos como en las notas, o
puede deducirse da las ideas centrales de los mismos.

Verdad central
Es importante para el maestro fijar una verdad central en cada lección. Teniendo el tema general de la cartilla y
la palabra clave de la lección debe escribir una frase que no sea muy larga y que sea facil de memorizar, la cual
encierre el tema central de la lección. Esta frase o verdad central le ayudará a no desviarse del hilo de la lección.
Durante la clase se debe repetirse a menudo y escribirse en el pizarron para que los alumnos puedan mantenerse
dentro del tema.

Objetivos
Despues de tener la palabra clave de la lección y haber planteado la verdad central de la misma, deben fijarse los
objetivos que persigue la lección. Estos objetivos deben descubrirse luego de haber estudiado cuidadosamente la
lección, teniendo en cuenta el tema general de la cartilla.
Los objetivos deben apuntar a tres areas importantes del ser: El área cognitiva o intelectual (Conocimientos,
hábitos intelectuales, habilidades intelectuales); el área afectiva o actitudinal (valores, actividades, emociones); y
el área procedimental o de acción (Hábitos, actos, habilidades).

Los objetivos están correctamente formulados cuando: Expresan los cambios deseados, Tienen en cuenta al
alumno, Apuntan a un solo cambio del alumno, Expresan la situación en la que el cambio se va a lograr o el
contenido que el alumno debe conocer, Son realistas, Son razonables en número, Están claramente expresados,
Son coherentes y tiene todos el mismo enfoque.

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Pr. Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)

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