Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Como hemos dicho a lo largo del curso, el centro de la ética es el hombre mismo,
más concretamente, el individuo. Pero éste no es un ser aislado; como individuo
cobra sentido dentro de una sociedad, como una especie entre otras especies y, lo
más importante (lo que genera la interconexión entre estos elementos vitales), como
humanidad que habita el planeta tierra.
1
Ética y desarrollo humano I
Ena Bella Armenta López / DGEP
Adecuación COVID-19
Al hablar pues, de una ética del género humano, no nos referimos a una ética
abstracta-academicista, que sólo reflexiona sobre el destino humano visto desde la
ética, sino que hacemos referencia a un planteamiento antropo-ético-político
comprometido con el equilibrio y desarrollo moral del género humano, esto es,
con el perfeccionamiento moral de ser humano en el horizonte mismo de la
humanidad, y sus vínculos con la naturaleza, la sociedad, la especie a la que
éste pertenece y el planeta tierra en el que habita. En este sentido, la ética del
género humano resulta ser compatible con los ideales de una ética planetaria o
macroética que necesitamos para el siglo XXI, recordando en esto, la advertencia
posmoderna de Lipovetsky: “el siglo XXI será ético o no será”.3
Para Edgar Morin, con los desafíos morales que plantea una ética planetaria para el
siglo XXI, implica que la “ciudadanía terrestre”4 (cada una de las naciones), se
comprometa y atienda en el mundo de la vida y no en el discurso, los nueve
mandamientos a seguir desde una ética planetaria respecto a la toma de conciencia
sobre:
1. La identidad humana común a través de las diversidades de individualidad, de
cultura, de lengua.
2. La comunidad de destino que une cada destino humano al del planeta, desde el
actuar cotidiano.
3. El que las relaciones entre humanos están devastadas por la incomprensión, y que
debemos educarnos en la comprensión no sólo hacia los allegados, sino hacia los
extranjeros y lejanos en nuestro planeta.
4. La finitud humana en el cosmos, concebir que, la humanidad debe definir los límites
de su expansión material y a la par emprender su desarrollo psíquico, moral, mental.
5. La ecológica condición terrena nuestra, que comprende nuestra relación vital con
la biosfera… La tierra es una totalidad compleja física-biológica-antropológica, en la
que la Vida es una emergencia de la historia de la Tierra y el hombre una emergencia
de la historia de la vida… La humanidad es una entidad planetaria y biosférica…
6. La necesidad vital del doble pilotaje del planeta: el pilotaje consciente y reflexivo de
la humanidad con el pilotaje ecoorganizador inconsciente de la naturaleza.
7. La cívica planetaria, de la responsabilidad y la solidaridad hacia los hijos de la Tierra.
2
Morin, Edgar. El método. Ética. Ed. Cátedra, Tomo 6, España, 2006, p. 180.
3
Lipovetsky, Gilles; Op. Cit.; p. 9.
4
Con este término, se refiere Morin a que las relaciones entre individuo y género humano, no son relaciones
que se dan de manera abstracta, sino siempre entre un individuo concreto, que es el “ciudadano terrestre”, y la
propia humanidad que él contribuye a construir a partir de que asume actos de responsabilidad y solidaridad,
situación que posibilita que se sienta y forme parte de una ciudadanía universal (Morin, Edgar. “Ética del futuro y
política” en Bindé, Jérome; Op. Cit.; pp. 291-292).
2
Ética y desarrollo humano I
Ena Bella Armenta López / DGEP
Adecuación COVID-19
5
Morin, Edgar; Op. Cit.; pp. 181-182
3
Ética y desarrollo humano I
Ena Bella Armenta López / DGEP
Adecuación COVID-19