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LIBERTAD E IDENTIDAD
Logoterapia y problemas de adicción
Sumário
Logoterapia y prevención de adicciones ..................................... 4
I. Encontrar un sentido en la vida .................................... 8
II. Tomar decisiones llenas de sentido ............................ 12
III. Mantener las decisiones llenas de sentido ............... 15
En Resumen ....................................................................... 17
¿De qué depende la dependencia? ......................................... 18
La búsqueda de identidad como proceso creativo................. 24
El autoolvido natural y abnegado ...................................... 26
El autoolvido embriagador ................................................ 28
El «salto» necesario ........................................................... 29
¿Qué papel (no) desempeña la educación? ............................... 31
Extracto de la introducción ................................................ 32
El factor «educación» ........................................................ 34
Relajación y fortalecimiento de la voluntad.......................... 37
Terapia clínica ................................................................... 40
Terapia ambulante en dos fases ......................................... 42
Un Ejemplo Ilustrativo ...................................................... 44
El ingrediente logoterapéutico ........................................... 47
Reflexiones sobre la asistencia a alcohólicos ........................... 51
La importancia de la autoestima ........................................... 54
¿Cómo sobreviven los familiares? ............................................ 62
I. Comprobar el contenido de la mochila .......................... 62
II. Poner provisiones en la mochila .................................... 65
III. Practicar el compañerismo de montaña...................... 66
IV. Trazar un plan de ruta................................................. 69
V. Permanecer en la cima ................................................... 71
Conclusión............................................................................. 75
4
En Resumen
Conclusión
22
El autoolvido embriagador
El «salto» necesario
Extracto de la introducción
El factor «educación»
Terapia clínica
Un Ejemplo Ilustrativo
Entre mis pacientes asistí una vez a una joven con cinco
hijos que, tras el ingreso de su marido en prisión, había caído en
un consumo abusivo de somníferos. Un día, los vecinos oyeron
gritar y llorar a los niños y llamaron a la policía, que forzó la
puerta y encontró a la mujer medio inconsciente
45
El ingrediente logoterapéutico
La importancia de la autoestima
La piedra 1
1
Tomado de Anthony de Mello, Warum der Vogel singt Ges- chchen fir das
richtige Leben
61
que ésta llegue o no. Conocí a una mujer que se pasó veinte años
temiendo enfermar de cáncer y al final murió de una simple
neumonía. Las dos décadas que precedieron al fatal desenlace de
su afección pulmonar las vivió de manera no menos fatal a causa
del atormentador miedo al cáncer. Una verdadera lástima. La
práctica psicoterapéutica nos enseña que el miedo anticipa- torio
a una desgracia es capaz de atraerla de una manera u otra. El
temor continuo induce a los factores desencadenantes de crisis
mentales y corporales a tener reacciones erróneas justamente
cuando lo importante es reaccionar de forma serena y juiciosa.
¿Cómo hay que poner coto al miedo? O: ¿cómo se echa
este lastre de la mochila? Para hacerlo, nuestro «guía de
montaña» particular, Viktor E. Frankl, formuló una singular
receta paradójica: debemos hacernos inatacables por nuestro
miedo. ¿Que el miedo nos amenaza con algo terrible? ¡Vale! ¡Que
se haga realidad la amenaza! ¿Qué puede pasar? Al fin y al cabo,
la vida humana es finita. No tenemos nada eterno que perder, ni
nuestros familiares tampoco. Quizás hasta tengamos algo que
ganar en lo relativo a cómo diseñamos nuestra propia finitud. La
mujer del miedo al cáncer citada antes perdió la vida de una
manera u otra; no fue de cáncer, pero sí de una pulmonía. Sin
embargo, perdió algo más, y por ello es una lástima: perdió
oportunidades en la vida que se podrían haber llenado con algo
más alegre y variopinto que la visión de un futuro amenazador. Y
todo lo que se pierde, se pierde para siempre, de la misma manera
que todo lo que se llena con alegría también es para siempre.
Por ello, arrebatemos a nuestro miedo su capacidad
amenazadora declarándonos (hipotéticamente) conformes con lo
peor que pueda suceder y así avanzaremos y haremos lo mejor de
cualquier cosa que suceda. Concretamente: pongamos a nuestro
familiar adicto en manos de su destino, entreguémoslo al más o
menos empinado tobogán de la muerte por el que se desliza.
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El dolor tiene mil caras. Una vez, una madre que había
perdido a su hijo un año antes me explicó con amargura que su
marido siempre lo había rechazado y que una muestra de ello,
entre otras cosas, era que nunca visitaba su tumba. La mujer decía
que ella iba al cementerio cada día. Dos semanas después hablé
con el marido. Cuando abordé el tema «hijo», el hombre me
reveló entre sollozos que era incapaz de estar junto a la tumba de
su descendiente fallecido. Sólo el hecho de pensarlo le provocaba
un nudo en la garganta...
Como decíamos, el dolor tiene mil caras, y para mitigarlo
no hay que verter sobre él ningún reproche cuya justificación sea,
además, extremadamente dudosa. Al contrario: siempre hay que
poner el consuelo y el compañerismo por delante. De la misma
manera que en la niebla o la tormenta los escaladores deben
tenderse la mano mutuamente, los familiares de adictos deben
hacer lo mismo: avanzar con paso firme a través del dolor sin
hablar de quién tiene la culpa.
V. Permanecer en la cima
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Conclusión