Está en la página 1de 11

Quiero volver a creer 3

4 clases de terrenos/corazones donde es sembrada la


palabra.

1.- JUNTO AL CAMINO

Mateo 13:19 NVI

19 Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la


entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en
su corazón. Ésta es la semilla sembrada junto al camino.

Marcos 4:15 RV60

15Y éstos son los de junto al camino: en quienes se


siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida
viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus
corazones.

A un lado del camino duro que estaba en medio del


campo, donde la tierra no había sido labrada

No sólo no pudo la simiente penetrar bajo la superficie de


la tierra, sino que “fué hollada”

La gran verdad enseñada aquí es, que los corazones


duros y no quebrantados no son terreno apto para recibir
la verdad salvadora.

No la toman como el medio usado por Dios para


restaurarlos a él mismo. La verdad no penetra, mas
queda suelta sobre la superficie del corazón, hasta que el
maligno, temeroso de perder una víctima, o como dice

Lucas 8:12 (RVR60): 12Y los de junto al camino son los


que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la
palabra, para que no crean y se salven.

halla algún tema frívolo (Que no concede a las cosas la


importancia que merecen, no las hace con la seriedad, el
sentimiento o el interés requeridos y solo piensa en el
aspecto divertido o lúdico de la vida.) por cuyo poder
más activo quita la atención de la persona, y la verdad del
evangelio desaparece. ¡Cuántos oidores de la Palabra
pueden ser descritos en esta forma tan dolorosa!

CUANDO ALGUIEN OYE LA PALABRA PERO NO LA


ENTIENDE. VIENE EL MALIGNO Y ARREBATA LO QUE
SE SEMBRO EN SU CORAZON. SEMILLA SEMBRADA
JUNTO AL CAMINO.

2.-TIERRA ROCOSA

Mateo 13: 20-21 NVI

20 El que recibió la semilla que cayó en terreno


pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente la
recibe con alegría; 21 pero como no tiene raíz, dura poco
tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa
de la palabra, en seguida se aparta de ella.

Marcos 4:16-17 RV60

16Estos son asimismo los que fueron sembrados en


pedregales: los que cuando han oído la palabra, al
momento la reciben con gozo; 17pero no tienen raíz en sí,
sino que son de corta duración, porque cuando viene la
tribulación o la persecución por causa de la palabra,
luego tropiezan.

El problema no es la tierra pedregosa, sino un terreno


donde una capa delgada de tierra.

La simiente brota inmediatamente debido a la poca


profundidad del suelo. Los rayos del sol pronto la
marchitan y queman, “porque no tiene raíz” y “porque no
tenía humedad”.

La verdad enseñada aquí es que los corazones


impresionados superficialmente son propensos a recibir
la verdad con prontitud, y aun con gozo

Lucas 8:13 (RVR60): 13Los de sobre la piedra son los que


habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos
no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo
de la prueba se apartan.

pero el calor quemante de las tribulaciones o


persecuciones a causa de la Palabra, o las pruebas que
su nueva profesión trae sobre ellos, pronto secan su
apetito por la verdad, y marchitan la promesa apresurada
de fruto que ellos mostraron. ¡Cuán frecuentes son
semejantes desengaños de un ministerio fiel y
despertador!

EL QUE RECIBIÓ LA SEMILLA QUE CAYÓ EN TERRENO


PEDREGOSO, ES EL QUE OYE LA PALABRA E
INMEDIATAMENTE LA RECIBE CON ALEGRIA.

PERO COMO NO TIENE RAÍZ DURA POCO TIEMPO.


CUANDO SURGEN PROBLEMAS, PERSECUCIÓN A
CAUSA DE LA PALABRA EN SEGUIDA SE APARTA DE
ELLA.

3.- ENTRE ESPINOS

Mateo 13:22 NVI

22 El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el


que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida
y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta
no llega a dar fruto.

Marcos 4:18-19 RV60

18Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los


que oyen la palabra, 19pero los afanes de este siglo, y el
engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas,
entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

Este es el caso del terreno que no ha sido completamente


limpiado de abrojos y espinas, los cuales, levantándose
por encima de la simiente buena, la “ahogaron”,
excluyendo la luz y el aire, y absorbiendo toda la
humedad y fertilidad del suelo. Por esto “ se hace
infructuosa”, crece, sí, pero su crecimiento es retardado,
y nunca madura. El mal aquí no consiste en un terreno
duro ni poco profundo, pues hay bastante blandura y
bastante profundidad, sino la existencia de algo que quita
toda la humedad y fertilidad y así hace morir de inanición
a la planta buena. ¿Qué son estos abrojos y espinas?

Primero se mencionan “los cuidados de este siglo”, o sea


la atención ansiosa e inflexible a los negocios de la vida
presente; en segundo lugar, “el engaño de las riquezas”,
refiriéndose a aquellas riquezas que son el fruto de los
“cuidados” terrenales; en tercer lugar, “los pasatiempos”
o “anhelos de esta vida”, los cuales podrán ser en sí
inocentes, y la prosperidad terrenal permite que sean
disfrutados. Pero éstos “ahogan”, o “estrangulan” la
palabra: atrayendo tanto la atención de uno, absorbiendo
tanto su interés, y consumiendo tanto su tiempo, que sólo
las heces o desperdicios de éstos quedan para las cosas
espirituales, y al fin toda la religión de tales personas
consiste de un formalismo desfallecido, apresurado y frío.

OYE LA PALABRA PERO LAS PREOCUPACIONES DE


ESTA VIDA Y EL ENGAÑO DE LAS RIQUEZAS LA
AHOGAN DE MODO QUE ESTA NO LLEGA A DAR
FRUTO.

4.- BUEN TERRENO

Mateo 13:23 NVI

23 Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno


es el que oye la palabra y la entiende. Éste sí produce una
cosecha al treinta, al sesenta y hasta al ciento por uno.

Marcos 4:20 RV60

20Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra:


los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta,
a sesenta, y a ciento por uno.

Lo bueno de esta tierra consiste en que sus cualidades


son precisamente todo to contrario a las poseídas por las
otras tres clases de suelo. Ellas son: su blandura y
suavidad en recibir y alimentar la simiente; su
profundidad, que permitía que echara raíces y no
perdiese la humedad pronto; su limpieza, que daba todo
su vigor y savia a la planta buena. En semejante terreno la
simiente “produce fruto” en diferentes grados de
profusión, según la medida en que el suelo posee esas
cualidades. De modo que

El corazón suave y tierno, conmovido a fondo por las


grandes verdades eternas, y celosamente guardado de
absorciones mundanas, es como el “corazón bueno y
recto” que “retiene”, es decir, “guarda” la simiente de la
palabra, y da su fruto según el grado de ternura o rectitud
de dicho corazón. Tales “llevan fruto en paciencia” (Lucas
8:15), o de continue, “soportando hasta el fin”, en
contraste con aquellos en quienes la palabra es
“ahogada”, y no da fruto a la perfección. Los “de a
treinta” se mencionan para señalar el grado más bajo de
fecundidad; los “de a ciento” el grado más alto, y los “de
a sesenta” los grados medianos. Así como la cosecha
“de a ciento”, aunque no es algo imposible (Génesis
26:12), es un rendimiento raro en la agricultura natural, así
como los más altos grados de fecundidad espiritual rara
vez se ven. Las palabras finales de esta parábola
introductoria parecen propuestas para llamar la atención
al carácter fundamental y universal de la misma.
9. Entonces les dijo: El que tiene oídos para oir, oiga.

OYE LA PALABRA Y LA ENTIENDE, ESTE PRODUCE


UNA COSECHA AL TREINTA, SETENTA, Y CIENTO POR
UNO….

Como podemos ver, no es suficiente con OÍR. TENEMOS


QUE ABRAZAR, ATESORAR, PROFUNDIZAR,
PERMANECER EN LA PALABRA…

Oseas 4:6 (RVR60): 6Mi pueblo fue destruido, porque le


faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque
olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus
hijos.

Su pueblo oyó… pero no profundizó, obedeció, vivió la


palabra.

Deuteronomio 30:14–20 (RVR60): 14Porque muy cerca


de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para
que la cumplas.
15Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la
muerte y el mal; 16porque yo te mando hoy que ames a
Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus
mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que
vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en
la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
17Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te
dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les
sirvieres, 18yo os protesto hoy que de cierto pereceréis;
no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais,
pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19A
los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra
vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la
bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que
vivas tú y tu descendencia; 20amando a Jehová tu Dios,
atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es
vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que
habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres,
Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.

No sirve de nada que tengamos la palabra en la boca y


en el corazón sino la cumplimos.

Amando a Jehová tu Dios, atendiendo a Su voz,


siguiéndole a El, porque El es vida para ti.

Deuteronomio 6:4–9 (RVR60): 4Oye, Israel: Jehová


nuestro Dios, Jehová uno es. 5Y amarás a Jehová tu Dios
de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus
fuerzas. 6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán
sobre tu corazón; 7y las repetirás a tus hijos, y hablarás
de ellas estando en tu casa, y andando por el camino,
y al acostarte, y cuando te levantes. 8Y las atarás
como una señal en tu mano, y estarán como frontales
entre tus ojos; 9y las escribirás en los postes de tu
casa, y en tus puertas.

Deuteronomio 29:29 (RVR60): 29Las cosas secretas


pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas
son para nosotros y para nuestros hijos para siempre,
para que cumplamos todas las palabras de esta ley.

Josué 1:7–8 (RVR60): 7Solamente esfuérzate y sé muy


valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que
mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a
diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas
las cosas que emprendas. 8Nunca se apartará de tu boca
este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás
en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que
en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu
camino, y todo te saldrá bien.

1º Reyes 2:2–4 (RVR60): esfuérzate, y sé hombre.


3Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en
sus caminos, y observando sus estatutos y
mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la
manera que está escrito en la ley de Moisés, para que
prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que
emprendas; 4para que confirme Jehová la palabra que
me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino,
andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y
de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono
de Israel.

Salmo 1:2–3 (RVR60): 2 Sino que en la ley de Jehová


está su delicia,

Y en su ley medita de día y de noche.

3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,

Que da su fruto en su tiempo,

Y su hoja no cae;

Y todo lo que hace, prosperará.

Santiago 1:22–25 (RVR60): 22Pero sed hacedores de la


palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a
vosotros mismos. 23Porque si alguno es oidor de la
palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al
hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego
olvida cómo era. 25Mas el que mira atentamente en la
perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no
siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste
será bienaventurado en lo que hace.

Santiago 2:17–18 (RVR60): 17Así también la fe, si no tiene


obras, es muerta en sí misma.

18Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras.


Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por
mis obras.

Santiago 2:19 (RVR60): 19Tú crees que Dios es uno; bien


haces. También los demonios creen, y tiemblan.

También podría gustarte