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Título XXIII

DE LA PERMUTA

Art. 1837.- Permuta o cambio es un contrato en que las partes se obligan


mutuamente a dar una especie o cuerpo cierto por otro.
Art. 1838.- El cambio se reputa perfecto por el mero consentimiento; excepto que
una de las cosas que se cambian o ambas sean bienes raíces o derechos de
sucesión hereditaria, en cuyo caso, para la perfección del contrato, será necesaria
escritura pública.
Art. 1839.- No pueden cambiarse las cosas que no pueden venderse. Ni son
hábiles para el contrato de permuta las personas que no son hábiles para el
contrato de venta.
Art. 1840.- Las disposiciones relativas a la compraventa se aplicarán a la permuta
en todo lo que no se opongan a la naturaleza de este contrato. Cada permutante
será considerado como vendedor de la cosa que da, y el justo precio de ella a la
fecha del contrato se mirará como el precio que paga por lo que recibe en cambio.

Título XXIV
DE LA CESIÓN DE DERECHOS

Parágrafo 1o.
DE LOS CRÉDITOS PERSONALES
Art. 1841.- La cesión de un crédito personal, a cualquier título que se haga, no
tendrá efecto entre el cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del título.
Art. 1842.- La cesión no surte efecto contra el deudor ni contra terceros, mientras
no ha sido notificada por el cesionario al deudor, o aceptada por éste.
Art. 1843.- La notificación debe hacerse con exhibición del título, que llevará
anotado el traspaso del derecho, con la designación del cesionario y bajo la firma
del cedente.
Art. 1844.- (Sustituido por el num. 23 de la Disposición Reformatoria Quinta del
Código s/n, R.O. 506-S, 22-V-2015).- En toda notificación de traspaso de un
crédito, que practique una o un notario público, se entregará al deudor la nota de
traspaso con la determinación del origen, la cantidad y la fecha del crédito. Si el
título fuere una escritura pública, se indicará, además, el protocolo en que se haya
otorgado y se anotará el traspaso al margen de la matriz, para que este sea válido.
La cesión de un crédito hipotecario no surtirá efecto alguno, si no se tomare razón
de ella, en la oficina de registro e inscripciones, al margen de la inscripción
hipotecaria.
Se cumplirá la exhibición prescrita en el artículo anterior, dejando, por veinticuatro
horas, el documento cedido, en la notaría que hiciere la notificación, para que
pueda examinarlo el deudor, si lo quisiere; lo cual será certificado por el notario.
Cuando se deba ceder y traspasar derechos o créditos para efecto de desarrollar
procesos de titularización realizados al amparo del Código Orgánico Monetario y
Financiero, en lo correspondiente al mercado de valores, cualquiera sea la
naturaleza de aquellos, sea para transferirlos al fideicomiso mercantil o patrimonio
de propósito exclusivo o para que este transfiera al originador o a terceros, no se
requerirá notificación alguna al deudor u obligado de tales derechos o créditos. Por
el traspaso de derechos o créditos en procesos de titularización, se transfiere de
pleno derecho y sin requisito o formalidad adicional, tanto el derecho o crédito
como las garantías constituidas sobre tales créditos. En caso de ser necesaria la
ejecución de la garantía, el traspaso del crédito y de la garantía, esta deberá ser
previamente inscrita en el registro correspondiente. En este caso, para la
anotación marginal de la cesión de las hipotecas o de cualquier otra garantía real
que asegure el crédito y que requiera la solemnidad de inscripción en un registro
público, no se requerirá de la formalidad de la notificación o aceptación del deudor.
Art. 1845.- La aceptación consistirá en un hecho que la suponga, como la Litis
contestación con el cesionario, un principio de pago al cesionario, etc.
Art. 1846.- Al no haber la notificación o aceptación sobredichas, podrá el deudor
pagar al cedente, o embargarse el crédito por acreedores del cedente; y en
general, se considerará existir el crédito en manos del cedente, respecto del
deudor y terceros.
Art. 1847.- La cesión de un crédito comprende sus fianzas, privilegios e hipotecas;
pero no traspasa las excepciones personales del cedente.
Art. 1848.- El que cede un crédito a título oneroso se hace responsable de la
existencia del crédito al tiempo de la cesión, esto es, de que verdaderamente le
pertenecía en ese tiempo; pero no se hace responsable de la solvencia del
deudor, si no se compromete expresamente a ello; ni en tal caso, se entenderá
que se hace responsable de la solvencia futura, sino sólo de la presente, salvo
que se comprenda expresamente la primera; ni se extenderá la responsabilidad
sino hasta el monto del precio o emolumento que hubiere reportado de la cesión, a
menos que expresamente se haya estipulado otra cosa.
Art. 1849.- Las disposiciones de este Título no se aplicarán a las letras de cambio,
pagarés a la orden, acciones al portador y otras especies de transmisión que se
rigen por el Código de Comercio o por leyes especiales.

Parágrafo 2o.
DEL DERECHO DE HERENCIA

Art. 1850.- El que cede a título oneroso un derecho de herencia o legado, sin
especificar los efectos de que se compone, no se hace responsable sino de su
calidad de heredero o de legatario.
Art. 1851.- Si el heredero se hubiere aprovechado de los frutos, o percibido
créditos, o vendidos efectos hereditarios, estará obligado a reembolsar su valor al
cesionario.

El cesionario, por su parte, estará obligado a indemnizar al cedente los costos


necesarios o prudenciales que éste haya hecho en razón de la herencia.

Cediéndose una cuota hereditaria, se entiende cederse al mismo tiempo las


cuotas hereditarias que por el derecho de acrecer sobrevengan a ella, salvo que
se haya estipulado otra cosa.

Se aplicarán las mismas reglas al legatario.

Parágrafo 3o.
DE LOS DERECHOS LITIGIOSOS
Art. 1852.- Se cede un derecho litigioso cuando el objeto directo de la cesión es el
evento incierto de la litis, del cual no se hace responsable el cedente. Se entiende
litigioso un derecho, para los efectos de los siguientes artículos, desde que se cita
judicialmente la demanda.
Art. 1853.- Es indiferente que la cesión haya sido a título de venta o de permuta, y
que sea el cedente o el cesionario el que persigue el derecho.
Art. 1854.- El deudor no estará obligado a pagar al cesionario sino el valor de lo
que éste haya dado por el derecho cedido, con los intereses desde la fecha en
que se haya notificado la cesión al deudor.
Se exceptúan de la disposición de este artículo las cesiones enteramente
gratuitas, las que se hagan por el ministerio de la justicia, y las que van
comprendidas en la enajenación de una cosa de que el derecho litigioso forma una
parte o accesión.
Exceptúense asimismo las cesiones hechas:
1.- A un coheredero o copropietario por un coheredero o copropietario de un
derecho que es común a los dos;
2.- A un acreedor, en pago de lo que le debe el cedente; y,

3.- Al que goza de un inmueble, como poseedor de buena fe, usufructuario o


arrendatario, cuando el derecho cedido es necesario para el goce tranquilo y
seguro del inmueble.
Art. 1855.- El deudor no puede oponer al cesionario el beneficio que por el artículo
precedente se le concede, después de transcurridos nueve días desde la
notificación del decreto en que se manda ejecutar la sentencia.

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