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Violencias estructurales en el arte LGBTQ+

Fernanda Otero Ríos

Palabras clave: violencia estructural, arte LGBTQ+, homofobia, transfobia, estructura


patriarcal

En primer lugar, es importante pensar que, aunque el arte, en general, sea una
práctica de creatividad, diversidad y libertad de expresión, por muchos años las
producciones artísticas consideradas importantes en el mundo occidental fueron
solamente las que pertenecían a las personas que obedecían al patrón social del
hombre europeo y catolico. Sin embargo, hay que llamar la atención para casos en que
incluso este arte de la sociedad patriarcal paradójicamente parecía representar valores
y deseos homosexuales, así como recuerda Tejo (2018, p. 238-239) sobre el caso del
arte clásico griego:

La cultura griega albergaba los valores de potencia, poder e inteligencia en las


figuras del héroe o el atleta, convirtiendo al cuerpo del varón en objeto de deseo
y en modelo de perfección. Estos valores se repiten en el tiempo siendo
especialmente significativos grandes nombres como Donatello, Leonardo da
Vinci, Miguel Ángel o Jacques-Louis David. Todos ellos cultivan con pasión esa
vuelta a un sensual desnudo masculino fruto de una adoración obsesiva al
cuerpo y de un velado deseo del hombre hacia el hombre transparentando [...]

Las sociedades latinoamericanas también se han constituido de modelos


patriarcales, así que lo que manifiesta una orientación distinta de la heterosexualidad
acaba por verse marginalizado. De ahí, la historia de la comunidad LGBTQ+ se traduce
en una historia de lucha por derechos y libertad. En este sentido, es importante
considerar el arte como una herramienta de esta lucha. Muchos pensadores a lo largo
del tiempo han reflexionado sobre la función social del arte, como una manera de
reforzar prejuicios, estereotipos y violencias existentes en la sociedad o, por otro lado,
como una herramienta de transformación, deconstrucción y representación de una
sociedad más justa e igualitaria. Por lo tanto, el arte puede ser considerado un gran
medio de activismo.
Violencias estructurales en el arte LGBTQ+

En el caso del arte mexicano, por ejemplo, la pintora Frida Kahlo se destaca
como uno de los nombres más importantes. Frida Kahlo además de ser una gran
influencia para las mujeres y para el movimiento feminista, también fue una mujer
bisexual, así que también sea una figura importante en el arte LGBTQ+, aunque su
sexualidad no fuera tema central en sus obras. Por otro lado, en el arte queer
contemporáneo en México, en los últimos años, se destacan producciones artísticas
que tienen un carácter más “reivindicativo”, aunque tengan sus raíces en los años 60 y
70:

Las y los artistas LGBT en México desde hace muchos años han desarrollado lo
que se denomina arte activista, con el objeto de contribuir a la reflexión en torno
a nuestra presencia social, como para el fomento de una cultura de respeto y
abrir la posibilidad de contribuir en un relacionamiento armónico entre los
distintos grupos sociales. (Careaga, 2020, p. 8)

Podemos hablar de violencias contra la población LGBTQ+ como violencias


estructurales, pues, según La Parra, D. Y Tortosa, JM (2003, p. 60) " [tienen] como
causa los procesos de estructuración social (desde los que se producen a escala de
sistema-mundo, hasta los que se producen en el interior de las familias o en las
interacciones interindividuales)", además, esas violencias muchas veces no se suceden
de forma directa: "no necesita de ninguna forma de violencia directa para que tenga
efectos negativos sobre las oportunidades de supervivencia, bienestar, identidad y/o
libertad de las personas (GALTUNG, 1996)." (2003, p. 60). No obstante, el arte, con su
capacidad de representación y atractivo estético, permite acercar grupos y realidades
distintas, naturalizando la diversidad, incluso la diversidad sexual y de género.
Violencias estructurales en el arte LGBTQ+

La violencia estructural en la comunidad LGBTQIA+

Según La Parra y Tortosa (2003), el término violencia estructural se aplica a estas


situaciones de deterioro de la satisfacción de las necesidades humanas básicas
(supervivencia, bienestar, identidad o libertad) debido a procesos de estratificación
social, es decir, formas que no requieren violencia directa. El término violencia
estructural se refiere a un conflicto (generalmente caracterizado por género, raza, clase,
nacionalidad, edad u otro) que existe entre dos o más grupos en una sociedad en la
que es probable que la distribución, adquisición o uso de derechos se resuelva
sistemáticamente problemas que benefician a uno a expensas del otro.

El uso del término violencia estructural es para reconocer que existe un conflicto en el
uso de los recursos materiales y sociales, y como tal, es útil entiéndalo y relacionelo
con manifestaciones de violencia directa (cuando uno de los grupos quiere usar la
fuerza para cambiar o fortalecer su posición en una situación de conflicto) o violencia
cultural (legitimar las otras dos formas de violencia, por ejemplo, racismo, sexismo,
clasismo o eurocentrismo).

Ernesto Hernández inició sus investigaciones sobre el parentesco y las relaciones


paternofiliales entre 2002 y 2009, cuando su tesis doctoral finaliza con: "Trato en
Ausencia: Paternidad y Presencia en Comunidades Transnacionales Mixtecas". En ese
momento, su interés se centró en las formas en que Mistec ejercía el poder patriarcal.
Los estudios han encontrado que entre los padres inmigrantes Mistec que están
intermitente o permanentemente separados de familiares, esposas e hijos, rara vez
ignoran sus amplias obligaciones con sus familias y comunidades (Hernández, 2008).

Su investigación muestra que los padres mixtecos están lejos de recrear algunos de los
estereotipos negativos que los estudios de género comúnmente atribuyen a los
hombres, ya que sus roles no se limitan a la fertilidad: también son proveedores,
educadores, esposos, hermanos, hijos y miembros de una comunidad que exigen
sacrificios y cumplen sus compromisos a través de redes de parentesco, sus
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conexiones afiliaciones y alianzas (Hernández, 2010). Por lo tanto, existe una


necesidad urgente de que los académicos de género entiendan que toda construcción y
relación de género son basados en parentesco.

Dijo que era imposible que alguien tratara de entender las relaciones de género sin
ignorar la estructura y las relaciones. El parentesco, como desigualdad, dominación o
exclusión, no surge de la nada, sino entre hombres y mujeres Los hombres están
sujetos a estructuras sociales que crean relaciones diferenciadas y desiguales, por lo
que también ve la necesidad de investigar no solo La desventaja que representa ser
mujer también analiza conceptos de masculinidad en relación con la construcción de la
identidad masculina, y las formas en que conceptos como macho, hombría, virilidad etc.
se expresan y definen en la sociedad .(Hernández, 2011)

Siguiendo la línea iniciada por Stanley Brandes, Ernesto entendió que la feminidad y la
masculinidad están integrados en las relaciones, de modo que todas las relaciones
entre hombres y mujeres, incluidas las relaciones de poder, también se reproducen en
el marco intencional de ambas partes. El estudio de los padres lo llevó a cuestionar las
teorías de género mecanicistamente centradas, simplificando así el discurso de las
mujeres como víctimas y los hombres como victimarios el modo de producción
capitalista y las políticas neoliberales. De hecho, no es el capitalismo o el
neoliberalismo lo que causa la desigualdad.

Nunca ha habido una sociedad igualitaria. Todas las sociedades humanas están
organizadas por una estructura de parentesco, con padres, madres, hijos, abuelos, tíos,
cada uno con una jerarquía y cada uno asignado a un rol y tarea diferente.

Debido a la falta de investigaciones sobre la carga social de ser hombre, se propuso


estudiar la reproducción de la violencia en entornos masculinos, porque los hombres, al
igual que las mujeres, viven en un mundo de desigualdad y violencia, pero se les resta
importancia, asumiendo que es la creación de estas vidas condición de la persona
misma.
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(…)

La Arte Queer Mexicana

En el texto de Rangel (2020), lo cual aborda sobre la producción del arte


contemporáneo queer en México, la autora dice que se agrega el campo cultural porque
en él se desarrolla todo evento social, más específicamente, se refiere a la cultura
mexicana. Debido a las condiciones del estado poscolonial, el rango racial se ha
incrementado. Podemos pensar que, así como hay una cultura mexicana, también hay
una “raza mexicana”. En el contexto del sistema capitalista, que es uno de los
principales ejecutores de la opresión del disenso sexual y de género, la inclusión de la
esfera económica también es relevante ya que los fundamentos de la teoría feminista y
queer se basan en el neomarxismo dentro del arte contemporáneo queer.

Por último, pero no menos importante, está el área de las políticas públicas. Las
comunidades queer son entendidas como aquellas que tienen necesidades y
demandas por sus derechos y garantías, que a su vez son vistas como disidentes.

Considerando la investigación económica neomarxista, podemos categorizar a los


grupos queer mexicanos como grupos de trabajadores con características comunes, lo
que a su vez puede ayudar a determinar a qué mercados laborales pertenecen y/o
pueden ejercer, en qué condiciones se desarrollan y cuáles son las políticas públicas.
que se está desarrollando en México para abordar y contrarrestar las condiciones
discriminatorias.

La lista de políticas públicas al servicio (o, en su caso, interpretación al servicio) de la


comunidad LGBTTTIQ+ en México es interminable, aunque parcial. Se puede observar
que existe muy poca política pública en México en materia de derechos y eliminación
de la no discriminación y disidencia de género. Si bien se ha trabajado en el desarrollo
de nuevas políticas públicas, esto no es suficiente para cubrir todas las necesidades.
Porque, como se discutió en secciones anteriores, estas comunidades disidentes de
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género y orientación sexual sufren más de un tipo de discriminación y/o falta de respeto
a sus derechos y garantías individuales o comunitarias. El liberalismo queer puede
identificarse por la intersección de la cultura con lo queer y la economía.

El arte contemporáneo social queer, por otro lado, es un arte que necesariamente
trabaja con la comunidad queer disidente, ya sea que la obra se exhiba o no en
espacios de exhibición institucionalmente legitimados del arte mexicano.

Por ejemplo, en 2015, la Fundación Jumex realizó una exposición llamada In


GirumImus Nocte Et Consumimur Igni en el Museo Jumex de la Ciudad de México. Esta
exposición está curada por la Colección Jumex. Susana Vargas es la más analítica y la
menos romántica, y la cito:

¿Qué hace queer a una obra de arte? ¿Es, acaso, que el autor se identifique a sí mismo como
queer?, ¿que el tema sea intencionalmente queer?, ¿que el espectador la interprete como queer?
O ¿es, acaso, que la obra de arte logre desestabilizar ciertos cánones normativos? Lo queer se
puede entender como un acto preformativo, un discurso, una práctica, un movimiento social o
una metodología que tiene el potencial de liberar las situaciones binarias mediante el cambio
consciente de la posición del sujeto. En América Latina, lo queer también se puede utilizar para
desafiar los patrones de la colonización anglo-norteamericana y el legado de la cultura
pigmentocrática. Con esto en mente, las obras de arte aquí presentadas se han seleccionado
para crear tensión entre la (auto) representación, la personificación, la sexualidad y la política,
con lo que se abren nuevos medios de interpretación.”

Entender el arte contemporáneo como un proceso cognitivo, lo queer como una


traducción cultural que debe encajar en un contexto latinoamericano y lo queer como el
desmantelamiento de nociones sociales preconcebidas.

Se espera que habilite un pensamiento interdisciplinario y holístico que contribuya a la


comprensión de todas las intersecciones que se han dado en este país y todo lo que
está ocurriendo en la comunidad queer, posibilitando distinguir estas comunidades no
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solo sufren de cierto tipo de violencia, sino que en más de una ocasión se vuelven lo
inferior de lo inferior y viven la violencia múltiple y transgénero.

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