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Alomdra Batista Castillo

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Angel Guillermo Peralta Castillo
FOTOGRAFIA

Joseph nicephore niepce el pionero de la fotografía olvidado y


Daguerre y el robo del invento a la fotografía

A principios del siglo XIX, en el año 1824, el francés Nicéphore Niepce obtuvo unas primeras
imágenes fotográficas que resultaron relativamente permanentes.

La fotografía de Niepce más antigua que se conserva es una reproducción de la imagen


conocida como Vista desde la ventana en Le Gras, obtenida en 1826 con la utilización de una
cámara oscura y una placa de peltre recubierta en betún.

Cuando Niepce comenzó a investigar, necesitaba un poco más de ocho horas de exposición, a
la luz del sol, para obtener sus imágenes.

En 1827, Niepce se pone en contacto con Daguerre, quien se interesa por su invento e insiste
en un acuerdo de trabajo para que le revele su procedimiento, el cual logra firmar con Niepce
poco antes de su muerte en 1833.

Desde entonces, Louis Jacques Mandé Daguerre continuó sus experimentaciones, regresando
al uso de las sales de plata que habían sido desestimadas por Niépce. Daguerre utiliza los
problemas económicos que ha heredado el hijo de su colega para cambiar el contrato firmado.
El nombre de Daguerre aparecerá antes que el de Niépce en la invención del proceso
fotográfico y a cambio los derechos de explotación le serán reconocidos al hijo. En una
modificación posterior, el nombre del borgoñés desaparece por completo del papel mediando
una promesa similar.

Daguerre era un hábil diseñador y pintor de escenarios teatrales y ya había tenido mucho éxito
en París con sus espectáculos de luz y sombra llamados Dioramas, en los que combinaba
pinturas, luces, y accesorios teatrales para crear la ilusión de una realidad fantástica y en
movimiento, que asombraba al público.

Se cree que la idea de Daguerre, un hábil empresario, era utilizar la fotografía para lograr más
realismo en sus espectáculos.
Entre los años 1836 y 1838 Daguerre realizó numerosos ensayos previos sin divulgarlos.

En abril de 1838, obtuvo la conocida vista titulada Boulevard du Temple, con una exposición de
10 minutos. Esta imagen está considerada la primera fotografía en la que aparece una
persona: un cliente de un lustrabotas, en el ángulo inferior izquierdo. Anteriormente Daguerre
había tomado otras vistas de París y realizados bodegones.

Se había resuelto el problema de la fijación de imágenes y aumentado la sensibilidad de las


placas, lo que reducía los tiempos de exposición.

Daguerre, sin embargo, no encontraba un método de ganar dinero con su creación y


mantener al mismo tiempo su control sobre ella, por lo que no divulgaba su invento.

Buscando asesoramiento, se entrevista con el diputado Arago y este le sugiere ofrecer la


patente al estado y se encarga de presentar proyecto.

En 1839 se hace público con apoyo del Estado Francés y gran despliegue de prensa, el
proceso para la obtención de fotografías sobre una superficie de plata pulida, a la que se
denomina daguerrotipo.

El Estado compraba a Daguerre la patente del invento para liberarla y le otorga una pensión
vitalicia.

Muchos periódicos publicaron la noticia y el método a seguir en todos los continentes a partir
de un manual escrito por Daguerre. Se desató un verdadero furor por el daguerrotipo.

Las primeras cámaras comerciales fabricadas siguiendo las recomendaciones de Daguerre


fueron la fabricada por su cuñado Alphonse Giroux y los hermanos Susse.

Muchos pintores de retratos, y también comerciantes y aventureros comenzaron a ofrecer


daguerrotipos en forma comercial con gran éxito.

Los llamados “retratos al daguerrotipo" empezaron a divulgarse entre la clase burguesa de la


Revolución industrial, por ser mucho más baratos que los pintados, lo que dio un gran impulso
y popularidad a esta nueva técnica.

Pocos años después, ya se hacían daguerrotipos en casi todo el mundo.

El daguerrotipo estaba orientado principalmente a la realización de retratos y puso al alcance


de la burguesía que surgía en las grandes ciudades de todo el mundo la posibilidad de
retratarse, algo que estaba hasta ese momento reservado a personas de la realeza, nobles y
eclesiásticos de alto rango que podían costear los honorarios de un pintor.

A partir de sus invenciones, la humanidad podía detener el paso del tiempo y conservar la
emoción de ver un rostro querido en un pequeño rectángulo de metal.

Esto era sólo el comienzo.

En 1839, Louis Daguerre presentó el daguerrotipo en medio de una demostración sensacional


para la época, cuando el invento se dio a conocer tras el último cambio de contrato. Mejoró el
proceso de Niépce utilizando cobre plateado como sustrato y vapor de mercurio para
aumentar la sensibilidad de las placas.
Sólo en París se produjeron medio millón de daguerrotipos. Pronto, el inventor lanzará la
primera cámara que viene con un manual de instrucciones completo. El apoyo del invento por
parte del estado francés fue decisivo para su difusión.
Poco a poco fueron surgiendo otros métodos basados en los mismos principios. El primero de
ellos fue el calotipo en 1840, inmediatamente después. El responsable fue el británico William
Fox Talbot, quien creó un sistema basado en negativos que permitía hacer reproducciones
baratas en papel salado.
En la década de 1850 aparecieron otros procesos que competían con el daguerrotipo. El
ambrotipo patentado en EE. UU., que graba una imagen positiva en el vidrio, comienza a
reemplazar el invento de Daguerre, ya que es más barato, aunque de calidad inferior. Aunque
la popularización de la fotografía irá acompañada de la hojalata, cuyo soporte es el hierro o el
acero. Este será un método de promoción de la profesión de fotógrafo viajero.

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