Benemérita Universidad Autónoma de

Puebla
Pensamiento Histórico III
Radiando al Pacífico
Artículos por el doctor: John Saxe-Fernández
Fuente: La Jornada

Equipo 1:
Daniel Hernández Sánchez
Brenda Sangrador Romero
Ramiro Montaño Olguín
Gerardo Andrade Méndez
José Raúl Cárdenas Arnaiz
Este ha sido un artículo muy interesante para analizar, donde podemos generar un debate
moral sobre las acciones que se toman en el área de la energía nuclear y la
nucleoelectricidad, donde todo queda en manos de los grandes líderes de las naciones sobre
todo. Además de todos los efectos inmediatos y posteriores que emergerían de una supuesta
guerra de esta magnitud, donde sin duda el más perjudicado obviando la humanidad, sería
el planeta entero.

Debido al contexto bélico actual entre Rusia y Ucrania, surge la posibilidad del uso
de armas nucleares, debido a declaraciones de altos mandos como Vladimir Putin o el
mismo Joe Biden, que sin ir más allá, han amenazado a que si alguno de los países es
atacado, ellos responderán. Esto supone una situación totalmente crítica en todos los
sentidos. Mientras que organizaciones como la OTAN, o la ONU, se contradicen en sus
objetivos de paz global.

El entrar a una guerra nuclear sería algo totalmente ilógico teniendo en cuenta el
poder nuclear de países como Rusia, China o Estados Unidos, debido a que el
presupuesto, inversión y el avance tecnológico que se ha desarrollado en este ámbito
nuclear es totalmente exagerado, con muy poco se podría prácticamente destruir el planeta,
y lo más triste serían las causas que son innecesarias, iniciadas por problemas menores, el
alto ego de presidentes como Putin y la realidad es que parece más un juego de niños que el
futuro de la humanidad.

Si estos sucesos llegan a suceder sería una catástrofe global que iría más allá de un
problema social, incluso económico, y obviamente ambiental, donde los hechos históricos
como el accidente de Fukushima o el uso de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki
nos llevan a un presente donde las zonas afectadas claramente no se han recuperado, todo lo
contrario, siendo éstas zonas de riesgo, además de las emisiones de gases de efecto
invernadero como el dióxido de carbono y el metano han afectado directamente la capa de
ozono.

Es muy irónico como las mismas naciones que luchan por cuidar al planeta lo
destruyen sin piedad alguna, y sobre todo tener en cuenta toda la tensión internacional en
la actualidad, todo esto nos genera el pensar en la posibilidad de entrar a una “segunda
parte” de la Guerra Fría, pero realmente nos preguntamos si esta vez sería “fría”, porque la
realidad es que el poder nuclear es tan grande que en una guerra nuclear nadie saldría
ganando y como dice el artículo “Una guerra nuclear tiene un principio pero no un fin” y no
debería ser una opción bajo ninguna circunstancia.