Monje, María Belén. Proyecto de Vida Del Adulto Mayor. Construcción e Importancia Del Proyecto de Vida Integrador Del Adulto Mayor.

Universidad Católica de Santiago del Estero
¿Proyecto de Vida
del Adulto Mayor?
Construcción e Importancia del
Proyecto de Vida integrador en el
Adulto Mayor
Monje, María Belén
2015
Directora: Lic. Yanacón, Lorena

Co-Director: Dr. López, Jorge.
¿Proyecto de Vida Integrador del Adulto Mayor?
“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”
Indicé
Tema----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 3
Introducción-------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 3
Fundamentación:------------------------------------------------------------------------------------------------------- 4
Antecedentes:----------------------------------------------------------------------------------------------------------- 6
Planteo del problema:----------------------------------------------------------------------------------------------- 10
Objetivos de Investigación:--------------------------------------------------------------------------------------- 15
Marco teórico:---------------------------------------------------------------------------------------------------------- 17
Conceptualización del Proyecto de Vida Integrador del Adulto Mayor:------------------------19
Proyecto de vida como expresión de la identidad social e individual del adulto mayor:
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 21
Proyecto de vida integrador y las incidencias teóricas de la vejez y el envejecimiento
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 25
Proyecto de vida y el viejismo y viejismo implícito----------------------------------------------------31
Proyecto de vida integrador y la noción de situación social de desarrollo:-------------------32
Proyecto de vida y la perspectiva del tiempo en el adulto mayor:-------------------------------33
Proyecto de vida y sus dimensiones fundamentales:------------------------------------------------35
Descripción del Entorno:------------------------------------------------------------------------------------------- 39
Estrategia Metodológica:------------------------------------------------------------------------------------------ 42
Cronograma de Actividades----------------------------------------------------------------------------------- 45
Bibliografía:------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 46
Anexo--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 50
2
Tema: Construcción e Importancia del Proyecto de Vida Integrador

desde la perspectiva del Adulto Mayor de 65 a 75 años de edad, de la ciudad
Capital en la Provincia de Santiago del Estero, en el año 2016.
Introducción:
Este trabajo ha de abordar como tema central de investigación “la
construcción e importancia del proyecto de vida integrador del

adulto mayor”. Para ello se ha de utilizar los lineamientos teóricos de
psicología social-critica, psicogerentología, psicología positiva, a partir de un
marco Integrador.
El interés por esta temática, se debe a que cada vez son más adultos
mayores que llegan a edades avanzadas con sus facultades intactas (OMS,
2002). Este incremento poblacional, impulsa diversos cambios en la mirada de
los estilos y condiciones de vida de las personas mayores (Iacub, 2011).
Posibilitando a su vez, una nueva perspectiva que supera la idea hegemónica
de lo patológico y deficitario, posicionando a los adultos mayores como
protagonistas de nuevas realidades sociales, como sujetos con pleno ejercicios
de sus derechos y facultades. (cita)
Esta nueva perspectiva, posibilita la aparición del Proyecto de Vida
Integrador, que en palabras de D’angelo Hernández (1998), es la facultad
que tienen todos los seres humanos de dar sentido de pertenencia y

continuidad a su vida, en sus direcciones vitales, comprender todas
las actividades sociales de la persona (trabajo, profesión, familia,
tiempo libre, actividad cultural, etc.), atravesado siempre por
condiciones sociales, culturales, históricas y políticos .
Entre los aspectos constitutivos del proyecto vida integrador, que se ha
de abordar aquellos que recaen en las ideas socioculturales que delimitan la
aparición o no de dicho proyecto, las posibilidades y recursos para su
construcción, las dimensiones centrales en las que se ha fijado metas para su
realización.
3
Fundamentación:
El interés académico y profesional de esta investigación reside en
descubrir y explorar el Proyecto de vida integrador de los adultos mayores, de
la ciudad Capital, de la Provincia de Santiago del Estero.
Se ve necesario aportar conocimientos desde la psicología sobre esta
temática, con un marco integrador (psicología social-critica, psicogerentología,
psicología positiva).Esto se debe a que el “Proyecto de Vida”, para D’angelo
Hernández (1992), es parte de una categoría ineludible para la comprensión
del ser humano en su posibilidad de desarrollo, fundamental en todas las
etapas de su vida, y se halla entrecruzada por múltiples dimensiones.
Con los resultados de esta investigación, se busca hacer un aporte, a la
creación e implementación de programas de promoción de la salud mental para
las personas mayores. que reconozca el sentido y coherencia del Proyecto de
Vida del Adulto mayor. Por otro lado, ha de reconocer la posibilidad de los
adultos mayores para manifestarse como seres integrales de proyecciones,
sueños y metas. Atenuando a su vez los estigmas que se generan respecto a
su construcción, de acuerdo al marco social y cultural en el que se hallen
inmersos.
D’angelo Hernández (1994) postula que el proyecto de vida es la
facultad que tienen todos los seres humanos de dar sentido de pertenencia y
continuidad a su existencia bajo su propia voluntad y responsabilidad, y al igual
que la vejez están atravesados y condicionados socialmente. El proyecto de
vida y el envejecimiento, para Iacub (2011) son procesos que conllevan un
balance interno, posibilitando la reconstrucción de la identidad retomando y
reordenando la secuencia de la vida personal, en buscan siempre de la
autorrealización en todas las esferas de la vida (personal, profesional, familiar y
social). Por lo cual el estudio de este proyecto de vida, nos permitirá un
acercamiento personal a como sobrellevan las personas mayores, los múltiples
cambios del envejecimiento en el contexto socio-histórico en donde se hayan
inscriptos. Así mismo, este proyecto, también manifiesta, como el adulto mayor
4
ponen en juego sus potencialidades en la construcción de este proyecto en la

complejidad de la cotidianidad, comprendiendo experiencias y realidades que
movilizan su construcción y reformulación (Aimar, 2010).
El poder reconocer estas nuevas posibilidades para el adulto mayor,
surge en la nueva tendencia social y demográfica, que se ha desarrollado
teóricamente en las investigaciones de las últimas década sobre el
envejecimiento y la vejez, que los sitúa como una circunstancia ineludible, que
nos presenta la tarea de integrar nuevas maneras de vivir esta etapa como un
proceso activo y creativo (Cordero Bogantes, 2014). Esta concepción modifica
la noción de edad que iba acompañada de aquellos pensamientos e ideas que
respaldan el envejecimiento como una representación homogénea rodeada de
prejuicios y mitos que ya no se cumplen (Salmerón Aroca, 2012).
En este contexto que configura una nueva visión de vejez, se ha de
postular la importancia del Proyectos de vida, que D’angelo Hernández (1997),
la ha definido como una categoría interpretativa, que no solo da cuenta de un
enfoque Integrativo (bases filosóficas, biopsicosociales y sociopolíticas, de
carácter humanista, constructivista, social y liberadora); sino que además este
proyecto de vida integrador nos presenta las direccionalidades esenciales en
que se construye y re significa la identidad del hombre envejeciente tanto en
sus características psicológicas y sociales (Villarini, 2000).
Al tomar el proyecto de vida como una categoría integral, responde así
mismo, a un marco mundial restitución de derechos humanos de los adultos
mayores. Estos derechos se hayan respaldados por múltiples organizaciones
internacionales, que en Argentina están amparados constitucionalmente
(aunque en forma no especifica), en el cual se promulga y respalda la libertad,
dignidad e integridad de los adultos mayores buscando no solo su protección
sino su realización personal.
5
Antecedentes:
Para la elaboración de este trabajo, se ha recurrido previamente a la
revisión de tesis, artículos de diversas universidades y centros de investigación
prestigiosos tanto de Argentina, como de otros países.
Es necesario señalar que, hasta el día de la fecha, solo se ha
encontrado una investigación en la provincia de Santiago del Estero en relación
a la temática elegida, pero que difiere tanto en la perspectiva como en las
variables estudiadas en este proyecto.
 La jubilación y su significación en el Proyecto vital del adulto mayor.
Este trabajo se presenta como antecedente en la Universidad Católica
de Santiago del Estero, a cargo de Figueroa, Yessica en el 2012, en el marco
de un trabajo integrador final. Esta tesis presenta una investigación sobre la
vejez considerándola como un desafío y un cambio, entre los cuales ha de
destacar el análisis y la articulación de la jubilación, como un hecho social que
genera efectos a nivel no solo social sino subjetivo, en el devenir de la re-
definición del proyecto vital del adulto mayor.
La investigación se da en un diseño metodológico cualitativo, para
interpretar los sentidos y significados atribuidos a la jubilación y el cambio de
roles vitales atribuidos en el desarrollo de la vida. Ha utilizando como muestra a
8 sujetos de más de 60 años de distintos sexos, jubilados de diversas
profesiones o trabajos en Santiago del Estero, que no hayan superado los 10
años de jubilados, con un muestreo intencional, utilizando entrevistas semi-
dirigidas para recabar la información.
Los resultados arrojan la idea de una interacción entre diversos
aspectos que interactúan en el proceso de jubilación, que adquiere diversas
6
significaciones de acuerdo a cada sujeto. En la muestra evaluada predominan

los resultados positivos acerca de la jubilación, en términos de descanso y
nuevos comienzos, una reorganización y una nueva realidad. En este sentido
la jubilación implica retirarse de la actividad laboral sin replegar el deseo, la
continuidad del ser y la autonomía en donde se remarca solo en una
entrevista en cuanto la importancia de planificar un proyecto de vida antes de
jubilarse.
 Proyecto de vida en el adulto mayor:
MsC. Elena Jiménez Betancourt, (2008) en el Policlínico Docente “José
Martí” bajo el titulo Proyecto de vida del adulto mayor, realizado en Santiago de
Cuba, ha desarrollado su investigación en base a un error generalizado con el
que viven muchas personas, entre ellas muchos ancianos, de creer que la
vejez es un periodo necesario y fatalmente de declinación, deterioro y caos sin
sentido.
Justificó la ejecución del estudio presentando a los adultos mayores
como una población en constante aumento, definiendo Proyecto de vida desde
la teoría de D’angelo Hernández.
Este Trabajo postula además la importancia de establecer y concretar
proyectos de vida en esta etapa del desarrollo, pues conduce a una mejor
calidad de vida y, con ello, al disfrute de una longevidad satisfactoria.
Realizo un estudio descriptivo que incluyo a 307 mayores,
pertenecientes al Grupo Básico de trabajo “c” del Policlínico Docente de
Santiago de Cuba en el periodo de enero-julio del 2007, con vista a indagar
sobre la presencia de proyectos de vida o no, su orientación en los ancianos
que los habían construido y los factores determinantes en la construcción o no
de esas aspiraciones.
Para obtener el dato primario se aplicó una entrevista de forma
individual, a través de la cual se recogieron las variables de interés para la
investigación.
En los resultados se observo que, 253 adultos mayores que no tenían
estructurado su proyecto de vida, se identificaron como determinantes
7
principales los aspectos socioculturales en 243 y familiares en 205, sin valores

significativos entre hombres y mujeres.
 Estudio exploratorio sobre el Proyecto de Vida en el Adulto Mayor:
En el 2006 Zamora Hernández, Edith, realizo en el Universidad

Autónoma del Estado de México, un estudio exploratorio sobre el proyecto de
vida en el adulto mayor, publicado en el la revista Psicología y salud, en enero-
julio, volumen 16, numero 001.
Los objetivos principales de este estudio fueron los de investigar las
ideas generales que tiene la población investigada sobre lo que es un proyecto
de vida, el conocimiento del concepto, la existencia de dicho proyecto, su
importancia, los factores que el concepto incluye, las características actuales
de la población que influyen en que tenga o no un proyecto de vida y si
desempeña la salud un papel importante en el, entre otros. Los principales
resultados indican un desconocimiento del concepto, la falta de planeación del
futuro y una considerable influencia que el estado de salud, los ingresos
económicos, la escolaridad, los planes posteriores, la satisfacción en la vida y
el nivel socioeconómico tienen sobre el poseer o no tal proyecto de vida. Se
señalan una serie de propuestas o sugerencias encaminadas a que los adultos
mayores planeen un futuro que beneficie su salud integral.
Este estudio conto con la participación de 235 personas mayores de 50
años y miembros de diversas instituciones.
El instrumento utilizado para la medición fue un cuestionario de 94
preguntas elaborado ex profeso por el equipo de investigación y en el que se
incluyeron cuestiones relativas a datos generales y socioeconómicos,
información sobre rasgos típicos de la persona, ideales, conductas sanitarias y
proyecto de vida. Realizándose un estudio piloto para detectar posibles errores
u omisiones del instrumento de medición y hacer las modificaciones
pertinentes. Aplicándose el mismo de manera individual.
 Modalidades Actuales del Envejecer y Proyecto de Vida:
Se presenta el proyecto de la mano de Petriz, Graciela; Delucca, Edith;

Bravetti, Graciela; Canal, Mariana; Gadea, Soledad; Rinaldi, Nicolás;
8
Bourgardt, Andrés; Urtubey, Elisa. Este fue presentado en la Universidad

Nacional de La Plata, en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación en el año 2006, estado en un proceso de elaboración de resultados
a la actual fecha.
Partiendo de un marco teórico que revisa los aportes actuales sobre
envejecimiento, refiere a las nuevas modalidades del envejecer, al efecto que
los cambios en la subjetividad, producen en la formulación del proyecto de vida
para este tiempo que los sorprende por su extensión y por las posibilidades de
realización que les abre. Se parte de la presente indagación del supuesto
provisorio que: “La participación en Proyectos Educativos para Mayores es un
recurso facilitador para la formulación de proyectos de vida sustentables, con
aportes novedosos, creativos y productivos que favorecen la satisfacción vital
de los mayores, en pro de longevidad saludable.”
Esta investigación aspira a: identificar las características de los
proyectos de vida, los referentes que los sustentan; las elecciones más
frecuentes; reconocer los modos de su realización y contrastar con los datos
surgidos entre envejecentes argentinos y los inmigrantes españoles.
La metodología propuesta es mixta, apelando al relato de vida para la
recolección de datos, siendo esta fundamentalmente cualitativa y apuntara a
dar una descripción, explicación e interpretación del mismo. El relato sobre la
vida constituye un texto vivo, interpretativo, enunciado por un sujeto que apela
a su memoria para referirse al tiempo pasado, en simultaneo lo subjetiva dando
significación y valoración, por lo que resulta la herramienta que lo conduce a la
formulación de sus planes futuros. Se mantiene la mirada psicoanalítica, sus
desarrollos y ampliaciones hacia lo social, fundamentalmente en conceptos
como imaginario social, imaginario radical (Castoriadis, 1975). Se exploraron
los proyectos que los envejecentes actuales de la cuidad de La Plata (y Gran
Plata) realizan y que dirección le imprimen a los mismos.
9
Planteo del problema:

La importancia y posibilidades de construcción de un Proyecto de Vida
Integrador del adulto mayor de Santiago del Estero, Capital, se da en el marco
de un acelerado y progresivo envejecimiento de la población, fenómeno del
cual no existe precedente en la historia (Ramírez, 2008). Este envejecimiento
poblacional puede atribuirse a los notorios avances demográficos, científicos, y
tecnológicos, que se han dado en el siglo XX ayudando al incremento de la
población anciana, y contribuyendo al aumento de 20 años en la esperanza de
vida o “plus de vida”, de las personas mayores (OMS, 2002). En la ciudad
Capital, de Santiago del Estero, esta esperanza de vida se promedia en 77 a
80 años en los hombres y de 80 a 85 años en las mujeres, extendiéndose en
algunos casos a más de los 95 años (INDEC, 2010). Esto ha permitido a la los
adultos mayores renovar el sentido de su vida, delimitando las direcciones
vitales para su existencia, permitiendo así la aparición de dicho proyecto,
indispensable para el bienestar y satisfacción de su existencia (Flores, 2011)
Los datos expuestos, concuerdan con los arrojados por el Fondo de
población de las Naciones Unidas (2013), en donde se señala que en el caso
de América latina, a diferencia de los países más desarrollados se envejece a
un ritmo más acelerado, se calcula que el número de adultos mayores
actualmente es de 65, 1 millones (un 10% de la población total), el mismo se
triplicaría y llegaría a los 187 millones en aproximadamente 38 años. Además,
cabe señalar que hoy en día Argentina representa el 3º lugar de los países más
envejecidos de Latino América, con una población estimada de 43.192.493
habitantes de los cuales el 15% supera los 65 años de edad (INDEC 2010).
Para Iacub (2015) una gran proporción de estos adultos mayores en
Argentina, y en nuestra provincia, llegan a edades avanzadas, con sus
10
facultades intactas y con posibilidades de realizar nuevos emprendimientos de

acuerdo a sus deseos e intereses.
Este nuevo panorama poblacional, presenta una singularidad que
constituye un enorme desafío tanto para sus protagonistas como para la
sociedad, al mismo tiempo que ha incrementado el esfuerzo por situar al
envejecimiento y la vejez, con sus diferentes temáticas, entre las que se ha de
resaltar el proyecto de vida integrador, como un objeto de estudio. En
consecuencia numerosos autores han desarrollado diversas investigaciones y
teorías, que se hallan dentro de las más variadas ramas de la ciencia,
(Medicina, Psicología, Sociología, Antropología etc.) señalando la necesidad
de un abordaje desde un enfoque multidisciplinar y complejo, de aquellos
factores intervinientes en la vejez y el envejecimiento. Este abordaje
multidisciplinar ha permitido desplazar el foco de aquellas teorías que han
contribuido a una visión rígida y de supuestos universales sobre la manera en
la que ha de ocurrir la vejez, tiñéndolo en algunas oportunidades con
características negativas. En esta visión rígida de ciertas características de la
vejez, es en donde Iacub (2001), señala como en ocasiones los adultos
mayores limitan su atención a ámbitos determinados, como es el caso de
aquellos que entran en el círculo vicioso de enfermedad y cuidado excesivo
del cuerpo, descuidando sus proyectos de vida o limitando su construcción en
esta etapa del ciclo vital.
Por lo cual este nuevo modo de abordaje de la vejez, y sus proyectos de
vida, da cuenta de los múltiples recursos y potencialidades de los que
disponen las personas mayores y amplían las posibilidades de diseñar
estrategias de intervención, orientadas tanto al tratamiento y asistencia, como
a la prevención y promoción de la salud (Arias, 2011). Así se responde al
deseo de transmitir una imagen desenfadada y entusiasta de las personas
mayores, mediante estudios científicos de las fortalezas y virtudes humanas
(Sheldon & King, 2001), del funcionamiento psíquico óptimo (Linley, Joseph,
Harrington & Wood, 2006) o del bienestar subjetivo (Diener, 2000); intentando
dejar de lado los modelos de déficit y deterioro de la visión actual del
envejecimiento.
11
No obstante, las ideas negativas de la vejez continúan, y suelen ser

predominantes en la sociedad, asociadas por lo general a rasgos deficitarios y
peyorativos abocados a las áreas que van desde el deterioro de la salud
mental y física, perdida de la motivación y de los intereses o proyectos vitales
(Ramírez, 2008). Estas representaciones a su vez generan miedo y
discriminación hacia los viejos y la propia idea de envejecer, denominado por
Butler (1969, citado en Iacub, 2011) viejismo, influyendo en algunos casos de
manera negativa a la imagen que los adultos mayores poseen en de sí
mismos, de sus deseo y capacidades, entorpeciendo la aparición de nuevos
proyectos de vida, al produciendo profecías de auto cumplimiento, al aceptar
estas características como inevitables e irreparables (Salvarezza, 2013).
Hay que mencionar además que las conceptualizaciones de vejez,
envejecimiento y sus transformaciones, toman fundamental trascendencia no
solo por la significación demográfica, la relevancia social y científica que
cobra, sino también por el impacto que produce en lo que será el objeto de
estudio de este trabajo, que es el Proyecto de vida integral del adulto mayor.
Por lo tanto, a manera instrumental se ve necesario definir la vejez como
un etapa más en el ciclo evolutivo, y al envejecimiento como un proceso
progresivo del organismo que tiene lugar en todos los individuos, desde el
momento mismo del nacimiento, afectado por cambios biológicos, sociales,
psicológicos o existenciales a los que el individuo se haya expuesto a lo largo
de su vida. Beauvoir (1970, citado en Iacub, 2011) ah de remarcar el peso de
la cultura y el sentido existencial a lo largo de todo el proceso de
envejecimiento y vejez, en el cual se va modificando la relación del sujeto con
su tiempo, por lo tanto con su mundo y su historia. Señalando así, que el
envejecimiento y la vejez son convenciones socialmente aceptadas, donde su
condición no le es puesta por su edad, sino por la sociedad a la que
pertenece, ofreciendo referentes socioculturales a los adultos mayores que
influyen en que tenga o no un proyecto de vida (Hernández Zamora, 2006).
Sin embargo, a los fines de este trabajo, se hace necesario delimitar el
inicio de la vejez en nuestra sociedad, alrededor de los 60-65 años de edad
aproximadamente, coincidiendo con la etapa de jubilación. Esta etapa que
12
marca el inicio de los denominados viejos-jóvenes extendidos hasta los 75

años de edad, y los viejos-viejos que abarcan desde los 75 en adelante
(Erickson 1963; Zepellin, Sills y Heath, 1986; Papalia y Wendkos 2001). Se ha
de tomar esta franja etaria para esta investigación, debido a que Iacub (2001),
ha de señalar, que es el momento en el cual, los adultos mayores se abren a
la posibilidad de nuevas búsquedas, que requieren de un ingenio personal,
para crear o reinventar nuevas dimensiones en la vida.
Es así, que el proyecto de vida tanto como la vejez y el envejecimiento
genera una relectura sobre la identidad del adulto mayor, que tensiona y pone
en cuestión al sí mismo incrementando, modificando, adaptando sus
capacidades aplicadas a nuevos proyectos, permitiendo una búsqueda y una
reelaboración hacia nuevos horizontes futuros (Iacub, 2011; Salvarezza,
2013).
Como resultado de esto, D' Angelo Hernández (1996) postula la
importancia de estudiar el proyecto de vida como categoría interpretativa
básica de la identidad individual-social, abarcando todas las complejidades y
multiplicidades de las interacciones psicológicas-sociales de una persona.
Por lo cual, esta noción de proyecto de vida integrador que plantea D'
Angelo Hernández (1996; 1998), implica estar siempre matizada por diversas
polaridades que expresan las direccionalidades esenciales del desarrollo de
una persona, en cuanto a sus posibilidades de existencia (estancamiento-
autodesarrollo), sus posibilidades y recursos para su realización (potencial-
actuante), grado de autonomía y autoexpresión en su construcción
(autonomía-heterotomía), entre otros.
El proyecto de vida tiene, así mismo la facultad de poseer un carácter
anticipatorio, modelador y organizativo de las actividades y comportamientos
principales del individuo, que expresan la apertura de las personas hacia el
dominio de su futuro y de sí mismo, articulado siempre en una dinámica
temporal del sujeto (pasado-presente-futuro) y contextualizados además en
sus aspectos sociales, históricos y culturales. (D' Angelo Hernández, 1998).
Esta propiedad de anticipación conlleva a una incertidumbre, una
actualización, reajuste o reestructuración constante de las características
13
internas- externas, vistas bajo la situación social de desarrollo ( Bozhovich,

1976, citado en D’angelo Hernández, 1998) que han de servir para fijar cual
podrían ser las metas u objetivos a concretar, en busca siempre de la auto
realización de sus potencialidades en todas las dimensiones de su vida,
(personal, social, familiar, profesional, temporal), a través de la programación
de tareas, metas vitales, planes y acciones para su ejecución.
Es por esto que el proyecto de vida integrador que el adulto mayor
puede fijar para sí, es una capacidad que poseemos todos los seres humanos
para hacer a voluntad consciente un bosquejo o plan de nosotros mismos,
bajo la facultad critica-reflexiva-creativo, y de cómo nos gustaría ser en un
futuro, con el fin de dar sentido y significado a la vida. En donde a su vez se
juega uno de los principales prejuicios que hay sobre la vejez: que los viejos
no son capaces de adaptarse a los cambios, los adultos mayores ya no son
útiles y carecen de participación social importante, de motivación y de
intereses vitales para modificar o estructurar proyectos nuevos (Flores, 2011).
Del mismo modo Iacub (2011) ha de agregar que al contrario de la idea
común que se posee de las personas mayores no suelen presentar deterioros
cognitivos graves al llegar a edades avanzadas, ni necesidad de internación
(Iacub, 2011). Una idea que persiste a pesar de que solo el 1,5% de la
población total de Adultos mayores en Argentina se encuentra
institucionalizada y situación de dependencia, acudiendo solo a instituciones
que brindan servicios para dicha población con fines recreativos y de
socialización (Iacub, 2011).
Por ello desde los aportes de la psicología social-critica, la
psicogerentología, y la psicología positiva, a partir de un marco integrador,
nos servirán para dar cuenta del desafío que le plantea la longevidad o “plus
de vida” al adulto mayor (impensado en el momento de formulación de su
primer proyecto). Este “plus de vida”, constituye una oportunidad novedosa
para el sujeto envejeciente de encontrar nuevas representaciones como
soportes para la revisión de sí, y su posibilidad de anticiparse a una nueva
imagen, y un nuevo proyecto en su devenir; en donde se deja de contar los
años vividos y comienza a hacer planes para los años que todavía le restan
14
por vivir y que desea aprovechar intensamente, a través de la construcción de

un Proyecto de Vida Integrador.
Por lo cual, debido a las transformaciones socio demográfico, con sus
aspectos sociales, culturales e históricos, sumado a las ideas tanto positivas
como negativas que se manejan en nuestra sociedad sobre los adultos
mayores, que determinan la constitución, roles y tareas de los mismos, en el
paso de esta etapa del ciclo vital, en esta investigación se ha de profundizar:
La construcción e importancia del Proyecto de vida integrador desde la
perspectiva de los adultos mayores de 65 a 75 años de edad en la Ciudad
Capital, de la provincia de Santiago del Estero, en el año 2016.
En relación con el cual han surgido los siguientes interrogantes:
¿Cuál es la importancia de la construcción de un Proyecto de Vida
Integrador desde la perspectiva del adulto mayor de 65 a 75 años de edad, de
la ciudad Capital en la Provincia de Santiago del Estero?
¿Cuáles son las ideas socio-culturales de vejez y envejecimiento que se
hayan presentes en el adulto mayor de 65 a 75 años de edad en la
construcción de su Proyecto de Vida Integrador, de la ciudad Capital en la
Provincia de Santiago del Estero?
¿Sobre qué dimensiones (personal, social, familiar, profesional), ha
orientado sus metas el adulto mayor de 65 a 75 años de edad en la
construcción de su Proyecto de Vida Integrador, de la ciudad Capital en la
Provincia de Santiago del Estero?
¿Cuáles son las posibilidades y recursos (potencial-actuante) con los
que cuenta el adulto mayor de 65 a 75 años de edad, para la construcción de
su Proyecto de Vida Integrador, de la ciudad Capital, en la Provincia de
Santiago del Estero?
15
Objetivos de Investigación:
Objetivo General:
 Interpretar la importancia de construcción de un Proyecto de vida

Integrador desde la perspectiva del Adulto Mayor de 65 a 75 años de
edad de la ciudad Capital, en la Provincia de Santiago del Estero,
durante el año 2016.
Objetivos Específicos:
 Identificar los referentes socioculturales de vejez y envejecimiento que

se haya presentes en la construcción de un Proyecto de Vida Integrador
en el adulto mayor de 65 a 75 años de edad, de la ciudad Capital, en la
Provincia de Santiago del Estero.
 Describir las dimensiones que orientan la construcción de un Proyecto
de Vida Integrador en el adulto mayor de 65 a 75 años de edad, de la
ciudad Capital, en la Provincia de Santiago del Estero.
 Analizar los recursos y posibilidades (potencial-actuante) con los que
cuenta el adulto mayor de 65 a 75 años de edad para la construcción de
su Proyecto de Vida Integrador de la ciudad Capital, en la Provincia de
Santiago del Estero.
16
Marco teórico:
El proyecto de vida integrador del adulto mayor, es un objeto de estudio
complejo que requiere de una articulación teórica, que se ha de precisar en
los aportes de la psicología social-critica, la psicogerentología, y la psicología
positiva. Esta articulación permite puntualizar en esta investigación, el
desarrollo teórico de aquellas conceptualizaciones que han determinado la
construcción e importancia de un proyecto de vida en el adulto mayor, como
expresión de la identidad social e individual de este. Así mismo posibilita
establecer como las teorías de esta etapa del ciclo vital, junto con las ideas
socioculturales que se tiene del adulto mayor, expresadas bajo los términos
viejismo y viejismo implícito delimitan la construcción de un proyecto de vida.
Finalmente, esta delimitación permite demarcar también, características
propias del proyecto de vida integrador, tales como la situación social de
desarrollo, las perspectivas temporales futuras y las dimensiones que lo
componen.
Se debe agregar además, la existencia de dos enfoques bajo los cuales
se interpreta a los adultos mayores y sus posibilidades de construcción de un
proyecto de vida. Este trabajo se adscribe en aquella perspectiva de
crecimiento personal, en la cual se resalta las valoraciones subjetivas,
existenciales, sociales, ambientales culturales, que determinan y dan
significado a los innegables cambios morfológicos/ biológicos, como todas
aquellas características y acontecimientos propios y distintivos en esta etapa
llena de posibilidades, desafíos y nuevos roles (Castro, Gonzales y Herranza
Aguayo, 2009). Por lo que el sentido bio-psico-social, en un individuo
envejeciente es sujeto incuestionable de conocimiento psicológico
(Antequera- Jurado; Blanco Picada, 1994; citado en Salvarezza 2013). Sin
embargo no se desconoce, la presencia de un segundo enfoque que
17
determina una perspectiva de disminución que rodean de imágenes negativas

esta etapa, y que se ha considerado hegemónica durante mucho tiempo
(Moñivas, 1998).
El planteo de estas perspectivas son importantes, en la medida que
configuran atributos, características y significados en la forma de vivenciar
dicho periodo permitiendo o no la aparición de un proyecto de vida integrador
(Iacub, 2011)
Esta perspectiva de crecimiento personal, surge por la importancia de
resaltar otros aspectos de esta etapa vital, que superan y van más allá de las
características de déficit, deterioros, improductividad y pasividad que se
marcan como ineludibles desde una perspectiva de disminución progresiva
(Moñivas, 1998). Perspectiva que para Salvarezza (1973), predomino e impulso
la falta de interés y profundización sobre la vejez y sus aristas, entre las que se
resalta el proyecto de vida integrador como posibilidad e interés del adulto
mayor, debido a que la psicología y la psiquiatría clásica centralizaron sus
estudios, siguiendo el modelo medico, solo en los aspectos patológicos y el
biológicos de esta etapa. Salvarezza (2013), señala, las desventajas de ver la
vejez basado solo en el modelo medico, o la llamada “biomedicalizacion de la
vejez”, ya que genera interpretaciones, desde una connotación patología o
anormal de todos los ámbitos de la vida del adulto mayor.
El cambiar e incorporar progresivamente un enfoque de crecimiento
personal en el adulto mayor se ve impulsado por uno de los rasgos más
característicos de la sociedad actual, que es el incremento de la población
anciana. Esta característica ha inducido cambios en la política Latino
Americanas y de Argentina, que llevan a iniciar nuevas estrategias integrativas
para esta población, buscando participación ciudadana, salud, buen trato,
intimidad, educación, trabajo, autorrealización y dignidad.
Estos cambios políticos promueven a su vez, el reajuste permanente de
la concepción de vejez- envejecimiento, en el que se busca realzar la figura del
adulto mayor como participantes activos en el desarrollo de la sociedad,
produce un gran impacto en la vida cotidiana de estos (ONU, 2007). Esta idea
de participación activa abre la pregunta a la implicancia que tendrá en la
18
cotidianeidad del adulto mayor. Constituyéndose así la problemática de la vejez

como un asunto de reintegración social, ya que generalmente la participación
de los adultos mayores quedaba limitada al espacio privado o redes familiares
(Ramírez, 2008).
Es a partir de esta situación de búsqueda de reinserción del adulto
mayor, se ofrecen nuevas oportunidades para la "participación activa" de esta
generación, en la economía y en la sociedad en general, en donde se los ha
comenzado a considerar diversas estrategias asociativas para su integración
(Ramírez, 2008). Una posibilidad de integración y participación seria la
oportunidad de elaborar y platearse planes, desafíos o proyectos de vida a
futuro, brindándoles las posibilidades y espacios para concretarlos (FIAPAM,
2015).
Conceptualización del Proyecto de Vida Integrador del Adulto Mayor:

En relación a este cambio de enfoque, Ramírez (2008), delimitara que
los adultos mayores desde las organizaciones e instituciones que promueven
sus espacios, son considerados como sujetos de derechos, y no como objeto
de asistencia y cuidado. Los mismos gozan de plenos derechos civiles (libertad
de pensamientos e igualdad ante la ley y propiedad), políticos (Derecho de
sufragio y libertad de expresión), sociales (trabajo, salud, educación y
protección familiar), como también derechos de cuarta generación (como son
ecología, biotecnología e información) (Ramírez, 2008).
Iacub (2015), señala que la posibilidad de construcción de un proyecto
de vida, se presenta como una forma de expresión de los componentes o
potencialidades del adulto mayor en esta nueva idea social. Esta permite poner
en marcha una idea de un “viejo” en pleno ejercicio de sus derechos y
facultades.
Esta proyección de vida del adulto mayor, indica Hernández Zamora
(2006) permite construir un panorama futuro, de acuerdo con las posibilidades
actuales del individuo en un tiempo y espacio, que está delimitado siempre por
el ciclo vital en el que se encuentra la persona, en el caso de la vejez tomara
características particulares. Los momentos o crisis propios de la vejez,
afectaran de manera cualitativa al adulto mayor, reconstruyendo una
19
personalidad e identidad de manera gradual o paulatina, al igual que su

proyecto de vida, (Domínguez García, 2002) (Hernández Zamora, 2006). Esta
formación constante de dicho proyecto, le da posibilidad al ser humano de no
elegir otra cosa que a sí mismo, con libertad de consciencia absoluta, teniendo
solo un límite que es la muerte (Hernández Zamora, 2006).
Frente a la necesidad de obtener una categoría abarcadora de la
multiplicidad y complejidad de las interacciones psicológicas y sociales, como
expresión de identidad y personalidad, de los sujetos en sus etapas vitales,
surge el concepto de proyecto de vida propuesto por D’angelo Hernández
(1986-2007) definido como:
La formación psicológica de la personalidad integradora de sus

direcciones vitales principales implica, de una parte, las
relaciones de todas las actividades sociales de la persona
(trabajo, profesión, familia, tiempo libre, actividad cultural,
sociopolítica, relaciones interpersonales de amistad y amorosas,
organizacionales, etc.); de otra, es la expresión del
funcionamiento de diferentes mecanismos y formaciones
psicológicas que integran todo el campo de la experiencia
personal. El Proyecto de Vida se distingue por su carácter
anticipatorio, modelador y organizador de las actividades
principales y el comportamiento del individuo, que contribuye a
delinear los rasgos de su estilo de vida personal y los modos de
existencia característicos de su vida cotidiana en la sociedad.
(D’angelo Hernández, s/f: 4)
D’angelo Hernández (1994), plantea que el proyecto de vida es un

modelo ideal en el cual, el individuo quiere o espera ser o hacer, en donde
analiza y articula el proceso complejo proceso de construcción de la
personalidad y de la identidad social e individual. La misma toma forma
concreta en la disposición real de sus posibilidades internas y externas, que se
desarrollada desde los primeros años de vida, delimitando una relación con el
20
mundo y consigo mismo (D’angelo Hernández, 1994). Agregando que

establece una perspectiva o dinámica temporal, y posibilidades de desarrollo
futuro de las esferas de la vida que el sujeto considera esenciales (D’angelo
Hernández, 1994).
La construcción de un proyecto de vida, para D’angelo Hernández
(1994) contiene intereses implícitos, aspiraciones, capacidades, limitaciones,
posibilidades, en la cual el individuo pueda elegir objetivos y metas en libertad
de consciencia absoluta, con responsabilidad y dignidad, que mostrara las
direccionalidades esenciales para sí. Esta tendencia o guía agrega D’angelo
Hernández (1994), le posibilita al sujeto regular su comportamiento de manera
consciente, intencional e independiente, adquiriendo autorregulación en los
procesos y estructuras psicológicas para determinar y organizar de manera
voluntaria y reflexiva sus acciones y motivación para alcanzar sus metas. Así
mismo para Iacub (2011) esta capacidad de autorrealización del adulto mayor,
le otorga un empoderamiento del sí mismo, trascendiendo como ser, mediante
planificación de acciones en un contexto propio.
El proyecto de vida surge del enfrentamiento y experimentación de la
historia personal del sujeto y el contexto donde sus acciones tomaran lugar, por
lo que es necesario describir las consideraciones bio-psico-sociales que
constituyen la vejez y envejecimiento por su peso a la hora de hablar de la
constitución de un proyecto de vida (Domínguez García, 2007). Esto se debe a
que le manera de interpretar dichos cambios producidos en el sujeto
envejeciente y su entorno, permitirá la readaptación a las zonas internas-
externas que conforman la subjetividad e identidad y su componentes
Integrativo la personalidad, que tiene como máxima expresión el proyecto de
vida (Hernández Zamora, 2006).
Proyecto de vida como expresión de la identidad social e individual del

adulto mayor:
El concepto de proyecto de vida como categoría integradora, permite
determinar e interpretar cómo se configuran las identidades individuales, en un
marco de formación de identidad social (D’angelo Hernández, 1986). La
21
formación de la identidad surge para D’angelo Hernández (s/f) del dilema entre
la singularidad del propio ser, y la similitud con sus pares.
Acorde con este dilema se ha de plantear, que por un lado se encuentra,
un individuo que será entendido como un organismo biológico independiente,
con experiencias subjetivas de un ser único, con un relato para referirse a sí
mismo, determinando su existencia y excluyéndole de otras realidades.
(Fernández, 2011) Y por otro a un ser social, del cual D’angelo Hernández
(2002), ah de señalar como un individuo que dentro de sus peculiaridades,
nunca esta encapsulado en su propio ser y su existencia depende de su
constitución como ser social o colectivo. Esta colectividad y el sentido otorgado
a sus miembros trazaran una línea definitoria de vida cotidiana, marcando
ciertos aspectos esenciales para la vida el sujeto. Constituyendo así la
identidad (personal, grupal, cultural, nacional) como un concepto
multidimensional que refiere múltiples aspectos de la realidad social,
institucional, material y espiritual. Siguiendo esta línea, dentro de los límites de
la investigación se ha de entender, entonces:
La configuración de la identidad, ya ahora en un sentido

psicosocial, es necesaria pensarla en relación siempre de los
contextos donde la multiplicidad de interacciones mantienen al
sujeto, o a una cultura, en permanente agitación y cambio, lo
cual nos permite cuestionar homogeneidades solitarias, como
ser cauto con lo idéntico. (Iacub, s/f, Psicología de la Mediana
edad y la vejez: 11).
En el caso del adulto mayor, va a poner en cuestión al sí mismo, a su

saber como persona en el pasado, con sus cualidades y virtudes, pero al
mismo tiempo se va a reconocer como cambiado o diferente, en relación a las
representaciones y lo que significa tener cierta edad (Iacub, 2011). El resultado
de este dilema, va a producir un nuevo tipo de organización, integrando
significaciones sociales y personales, dando coherencia al ser, y dotándolo de
sentido, en el cual incrementara inseguridades, cambiara mecanismos de
22
control, demandando nuevas formas de adaptación y modificando proyectos

(Iacub, 2011).
Al mismo tiempo, es fundamental añadir, que esta configuración
identitarias del adulto mayor, que han de estar presente desde los primeros
años de vida, es un proceso complejo de construcción de persona humana en
su doble dimensión, vista en la unidad del nivel de personalidad y de persona
propiamente dicha (D’angelo Hernández, 1996).
D’angelo Hernández ha de definir por un lado a la personalidad como un
concepto inherente a la identidad, una noción que designa:
El espacio de interacción entre procesos y estructuras

psicológicas constituidas en subsistemas reguladores, a manera
de configuraciones individualizadas. De esta forma, sería la
noción Integrativo apropiada para un análisis funcional-
estructural de esos procesos en estrecha vinculación con sus
contenidos referidos a las actividades sociales del individuo.
(D’angelo Hernández s/f: 2-3)
Por otro lado se ha de definir persona concreta como, una parte

constitutiva de esa personalidad e identidad, en la cual
Individuo humano concreto que funciona en un contexto

sociocultural específico de normas, valores y un sistema de
instituciones y esferas de actividad social, en los que asume
responsabilidades y determinados roles ejecutados desde su
posición social , contrae compromisos ciudadanos que definen
su expresión ética, sus demandas, retos y principios, realiza sus
proyectos de vida y mantiene estilos de vida específicos en las
diversas relaciones sociales, en una sociedad, país y momento
histórico precisos, con implicaciones específicas para asumir
elecciones vitales y proyectarlas en acciones sociales. (D’angelo
Hernández, s/f: 3)
23
Es así que tanto personalidad como persona concreta confluyen en la

consideración del individuo concreto como ser social, con un modo de
funcionamiento matizado entre los polos de mediocridad o plenitud,
estancamiento o desarrollo, destructividad o constructividad., en donde el
proyecto de vida será una expresión armónica de la identidad del sujeto,
consigo mismo y con el entorno en el que lleva a cabo su acción. (D’angelo
Hernández, 1998).
Estas condiciones mostraran a su vez que el proyecto de vida individual
es un proyecto de vida social, por estar siempre entrelazado y contenido en las
relaciones individuales y sus interacciones sociales que delimitaran su
construcción. (D’angelo Hernández, 1998).
Es por esto que el proyecto de vida no puede separarse jamás del
sentido de la vida, y sus direcciones, valores, metas, que le da la sociedad a
cada persona o grupo social, de acuerdo a los ámbitos cotidianos en los que se
desenvuelve (D’angelo Hernández, 2002).
De la misma manera las aspiraciones y expectativas en relación a los
valores asumidos y sus posibilidades reales de concreción, se ven
acompañadas de interrelaciones y aspectos físicos, emocionales, intelectuales,
espirituales, que se configuran bajo el prisma critico-reflexivo-creativo.
(D’angelo Hernández, 1994).
Cuando el adulto mayor no es capaz de poder hacer esta critica
mencionada sobre sus pensamientos, valores, potencialidades, ya sea por los
condicionamientos sociales, propios o auto asumidos como sucede en el caso
de los adultos mayores, el proyecto de vida no se puede realizar eficientemente
o incluso no llega a planificarse (Iacub, 2011). Esta falta de ideación o
autoexpresión sobre un proyecto de vida lleva al sujeto a perder la capacidad
de superación positiva de conflictos cotidianos, crisis personales, sociales
inherentes, no llegando a su desarrollo humano integral, mostrando la falta en
el sujeto de tomar experiencias anteriores, para volcarlas a la actualidad y su
devenir (D’angelo Hernández, 1994)
24
Proyecto de vida integrador y las incidencias teóricas de la vejez y el

envejecimiento
Como se ha mencionado anteriormente la identidad, junto con las
implicancias psicológicas que envuelven al adulto mayor, se han de configurar
por medio de las diferentes concepciones, significados y sentidos, tanto
positivos como negativos, que se manejan en el contexto en el cual su vida se
desarrolla. (Iacub, s/f Psicología de la Mediana edad y la vejez) Por lo cual, es
necesario recorrer las diferentes concepciones históricas y contextuales que se
le han conferido a este adulto, hasta nuestros días.
Estos componentes atribuidos al individuo envejeciente le otorga al
proyecto de vida una delimitación no solo por su realidad personal, sino
también colectiva (visión de la sociedad), reconfigurando dinámicamente en el
adulto mayor, los planos de auto regulación por las limitaciones socioculturales,
temporales, históricos y socioeconómicos (Iacub, 2015).
En relación a esto Iacub (2011), va a definir al envejecimiento como un
proceso complejo e individualizado marcado por cambios biológicos,
psicológicos, sociales, de lenguaje y grupos de pertenecía, que supone:
Que el sujeto toma las características asociadas a la vejez.

Estás resultan variables y se relacionan con la diversidad
cultural, histórica, generacional, subjetiva, razón por la cual los
signos del proceso de envejecimiento, previos a la edad de
comienzo de la vejez, podrán ser significados de manera tan
disimiles como clasificaciones existentes sobre la vejez,
incluyendo tanto el deterioro como la maduración y la sabiduría.
(Iacub, 2011: 37)
A lo que Fernández Ballesteros (1996) va a agregar que es natural,

programado, dinámico y continuo, que sucede en la vida de toda persona.
Superando visiones reduccionistas decrementales, que se guían por el proceso
evolutivo-involutivo (Iacub, 2015).
25
Aragó (en Peñaloza y Rojas, 2005) suma además aquellos factores no

lineales y diferenciales de acuerdo a los rasgos de cada individuo tales como
por ejemplo el efecto de “cohorte” o generacional, es decir, el conjunto de
circunstancias sociales e histórico- culturales que contextualizan la vida y el
proceso de envejecimiento del individuo. La manera personal de cada individuo
de experienciar los distintos acontecimientos de la vida. Factores sociales
como estilos educativos, condiciones económicas, sexo, posibilidades de
participación e inserción social, etc. También influyen en el estilo de
envejecimiento
Rasgos importantes a la hora de determinar cómo encara el
envejecimiento cada ser humano, de la misma manera que puede encarar un
proyecto en esta etapa (Iacub, 2015).
Otro rasgo a considerar dentro del envejecimiento es el papel de la
edad, ya que cuanto más desarrollada la sociedad mas importante es la
significación atribuida a la misma, conformando un esquema social, que
determina roles y características, habilitando usos de poderes, trabajos,
saberes, etc. (Ramírez, 2008). Aunque algunas visiones ponen énfasis en esta
dimensión, marcando el inicio de la vejez, esta no es condición necesaria ni
suficiente para afirmar las ideas asociadas al adulto mayor, que hacen hincapié
en la falta de productividad, interés y motivación, ya que la esencia del ser
humano es atemporal, ya que siempre es posible encontrar un proyecto que
guie el deseo (Iacub, 2015).
Con estas consideraciones sobre el envejecimiento, es de suma
importancia entender que la vejez no es una enfermedad, y que hay tantos
tipos de envejecimientos, como sujetos en el mundo.
Por otro lado, encontramos el termino vejez definido por Iacub (2011),
como una etapa más en el ciclo vital, desde un modo instrumental es producido
por un corte en lo social, asociado a su vez a un modo normativo, marcando el
inicio de esta etapa a los 65 años de edad, con el fin de la actividad laboral.
Esta referencia si bien no es universal, se ha de presentar en todos los pueblos
(Iacub, 2011).
26
Esto permite ver también el carácter de la construcción sociocultural del

término, y el sentido existencial del mismo, sumado a su carácter normativo,
indicando la modificación del sujeto en relación de su tiempo. Para lo cual
Simone de Beauvoir (1970, citado en Iacub, 2011) va a postular que la vejez
es:
Como todas las situaciones humanas, tienen una dimensión

existencial: modifica la relación del individuo con el tiempo por lo
tanto con su mundo y su propia historia. Por otra parte el
hombre no vive jamás en estado de naturaleza; en su vejez
como en cualquier edad, su condición le es impuesta por la
sociedad a la que pertenece. (Iacub, 2011: 39)
Las conceptualizaciones sobre la vejez, atribuyen un significado a los

cambios innegables que rodean a esta etapa. Estos cambios son los que se
despliegan en los ámbitos biológicos/físicos, con pérdida de silueta debido a la
acumulación de grasa en ciertas áreas (vientre, caderas), la perdida de
hidratación y elasticidad en la piel, se arruga, las venas sobresalen, los
cabellos se encanecen y se hacen escasos, etc. Del mismo modo de acuerdo
al cuidado del cuerpo, puede ir acompañado de una reducción progresiva de
las funciones sensoriales, fisiológicas, metabólicas, respiratorias,
cardiovasculares, digestivas, endocrinas, óseas, etc.
Los cambios sociales, que se dan en la estructura familiar, al producirse
en la mediana edad la partida de los hijos del hogar, cambio en los roles
laborales del paso de activo a pasivo, al producirse la jubilación, que marca el
eje en el actividad diaria, funciona como estatus, ingresos, sociabilidad, puede
favorecer a la oportunidad de retomar nuevas oportunidades de descansar y
ocupar su tiempo en otras actividades de interés, reorganizando su identidad. Y
por último los psicológicos, que se produce por el efecto de los cambios
anteriores, que pueden ser asimilados de manera positiva como negativa, al
cambiar la independencia-interdependencia-dependencia; las sensaciones de
bienestar, autoestima, capacidades de control.
27
Al poder dar cuenta de delimitaciones sociales del término vejez,

podemos agregar que a lo largo de los años esta franja etaria ah recibido
diferentes nominaciones. Estas nominaciones que actualmente coexisten entre
sí, marcan un tiempo y una cultura, referenciando una lengua cargada de
significaciones propias y dinámicas, entre las que se sobresalen viejo, tercera
edad, adulto mayor, entre otras (Iacub, 2011).
La palabra viejo, que proviene del latín “vetulus” que significa cierta
edad, que el latín común se denomino “vetus”. Termino se comienza a usar a
finales del siglo XIII, y su verbo “envejecer” a finales del siglo XV. La palabra
anciano data de la primera mitad del siglo XIII, hace referencia al proverbio
romance anzi o “antes”. Es una palabra que marca la relación del sujeto con el
tiempo, con su grupo social, enriqueciendo el valor de lo antiguo (Iacub, 2011).
El termino tercera edad propia del siglo XX y asociada a las políticas
sociales y a la jubilación. Surge en Francia al tiempo de instaurarse la jubilación
universal, cambiando profundamente el cambio del rol de este grupo etario,
marcada por la forma en la que devienen sus ingresos. En la cual pasan de un
rol activo para obtener sus ingresos, a uno pasivo en el cual reciben aquel
dinero depositado durante su vida laboral (Iacub, 2011).
Por su parte, “adultos mayores” y “personas de edad”, son utilizados por
organismos internacionales, para designar a un sujeto con menos diferencias
con el adulto más joven, aportando nuevos significados en los cuales se
destacan la autonomía, derechos, principios, etc., reivindicando con ello un
nuevo estatus dentro del contexto social actual. El término Adulto mayor
estableció por la OMS y la ONU en el año 1996, aprobada por una asamblea
general, para referirse a las personas de más de 60 años. Por su parte
“personas de edad” se aprobó en el 1990, al proclamarse en Octubre el día
Internacional de las personas de edad (Iacub, 2011).
Otra consideración a tener en cuenta, son las teorías y perspectivas, que
explicaron como el individuo cambia, adapta o acomoda su identidad en
relación al proceso de envejecimiento, delimitando la idea de las personas
mayores en relación a sus posibilidades de un proyecto de vida (Iacub, s/f,
Psicología de la Mediana edad y vejez).
28
Tal es el caso de aquellas teorías o perspectivas que muestras una idea

deficitaria de las personas mayores, como la teoría de la desvinculación
presentada por Cummings y Henry (1961, citado en Iacub 2011), en la que se
resalta una pérdida gradual de roles y capacidades sensorio motrices,
produciendo un aumento de la conciencia de que el futuro es limitado y que la
muerte no es solo inevitable, sino que está cerca, impidiendo la aparición de
proyectos por parte de los adultos mayores.
En contra posición a esta visión deficitaria, haremos hincapié en las
teorías que le otorgan mayor importancia a los contactos sociales, y a la
relación entre el sentido otorgado por los adultos mayores al realizar
actividades planeadas en un futuro mediato o inmediato, con el impacto que
dichas actividades generan en el modo de verse a sí mismo.
Resaltamos así, la idea establecida por la teoría de la continuidad
(Cartensen 1992, 1995, 1998, citado en Iacub, 2011), que ha de postular que la
personalidad del adulto mayor permanece intacta, donde los individuos solo
utilizan diversas estrategias de adaptación para prolongar las experiencias,
proyectos, contactos sociales, y hábitos del pasado, frente a las nuevas
circunstancias que surgen al envejecer.
En relación a esta prolongación o continuidad de sueños, proyectos y
redes sociales, que los adultos mayores cometan, la teoría de la selectividad
socioemocional (Gubrium, 1972-1973 1972; 1973, citado en Iacub, s/f,
Psicología de la Mediana edad y vejez), ha de postular que los cambios en las
mismas son de tipo motivacional, relacionada con el tiempo que las personas
mayores perciben por delante. En base a esto las metas fijadas, estarán
dotadas de una carga emocional, al preferir interactuar y realizar actividades
con quienes mantiene relaciones más estrechas.
Entre las teorías más importantes y determinantes en la visión de los
adultos mayores, este trabajo privilegia la teoría del ciclo vital (Neugarten,
citado en Iacub, s/f, Psicología de la Mediana edad y la vejez), que rompe con
los modelos decrementales de la vejez, ya que propone a cada etapa de la vida
como una crisis, que produce pérdidas y ganancias, que le darán al sujeto la
resolución para afrontar nuevas etapas o dejara a los sujetos con limitaciones.
29
Tiene tres primeros postulados en los que hace referencias a los factores y
sistemas en los que interviene en sujeto, ellos son multidimensionalidad,
multidireccionalidad. Por otro lado los postulados de continuidad y
discontinuidad, hacen referencias a las rupturas que afectan a la historia
personal de los sujetos, que dan cuenta de la construcción de la vida individual.
No restan importancia a los efectos genéticos, pero le otorgan más importancia
a las variaciones del entorno sociocultural, que pueden promover o no la
aparición de un proyecto de vida en los adultos mayores. (Iacub, s/f, Psicología
de la Mediana edad y la vejez)
Todos estos términos y teorías marcan una forma y estilos de vida
atribuidas a los adultos mayores tanto por sí mismo, como por los demás.
Determinaran disposiciones de tiempo libre, roles más amplios, y en el caso de
la jubilación una disposición económica, que le permite o no una mayor
autonomía, en una etapa que brinda la posibilidad de nuevos proyectos (Iacub,
2015).
Pero a pesar de estos cambios, el ser humano es mucho más que eso
no se agota en su ubicación social, ni en los aspectos biológicos que lo
componen, que incluso van mucho más allá de la edad que tengan. Si no la
vejez implica desgastes lógicos que son necesarios, pero que no condicionan
al sujeto en este estado, ya que la esencia del sujeto es atemporal, por que el
ser en su psiquis no envejece (Zarebski, 1994).
Proyecto de vida y el viejismo y viejismo implícito

Las ideas o representación que la sociedad y que la propia persona le
otorgue a su vejez, marcaran el sentido otorgado a la su propia vida
delimitando su proyecto, en el marco del discurso hegemónico (Iacub, 2001)
Es así que se percibe en los adultos mayores un viejismo implícito, unido
a la visión social o viejismo, que afectan el desenvolvimiento de sus
actividades. La palabra viejismo es una traducción de Salvarezza, del termino
de Butler (1969, citado en Iacub, 2011) ageism que permitió reformular y
agrupar el conjunto de juicios negativos como positivos sobre la vejez,
producida por la alteración de los sentidos y creencias sobre los
30
comportamientos e ideas que los individuos hacen por su pertenencia a un

grupo social.
Dentro de los juicios más frecuentes, se haya representaciones
generalizadas, sobre la igualdad de condiciones, atributos, características o
conductas (tanto positivos como negativos) que comparten las personas
mayores. Este es el caso de creer, que son personas enfermas, con deterioro
mental, rigidez de pensamiento, falta de compromiso, dependencia y
problemas sociales y económicos (Thornton, 2002). Es decir, podría
considerarse que la mayor parte de las ideas o representaciones sociales de la
vejez abarcan áreas como el deterioro de la salud física y mental, la pérdida de
la motivación y de los intereses vitales, son improductivos, incapaces de
aprender e inflexibles (Iacub, 2011).
Para Levy y Banaji (2004, citado en Iacub, 2011) estas ideas que operan
de la vejez, operan sin ser advertidas, es decir, son implícitos, y se pueden
hallar en todos los grupos sociales, tanto en los jóvenes como en los viejos.
El problema de las imágenes negativas de la vejez, para Salvarezza
(2013) es que al llegar a cierta edad, todos los temas considerados en relación
a la vejez producen un efecto cascada, en el que se pasa de discriminadores a
discriminados. Este efecto genera una profecía de auto cumplimiento, en donde
las ideas negativas son consideradas como inevitables e irreparables,
cambiando la personalidad y afectando las potencialidades de construcción de
un proyecto.
En este ámbito surgen le idea del empoderamiento, como una alternativa
al desempoderamiento que alberga esta idea de dependencia de los mayores
(Iacub, 2010), El desempoderamiento hace referencia a identificar a los
mayores con debilidades, improductividad, discapacidad, minando lenta y
progresivamente la idea de sí, es decir, su autonomía y auto concepto (Iacub,
2011). En donde incluso aquellos tiene expectativas positivas de sí mismos, al
verse enfrentados con los estereotipos negativos ven amenazadas sus
potencialidades e integridad personal, poniendo en riesgo la realización de su
Proyecto de Vida Integrador (Iacub, 2011).
31
Por el contrario el empoderamiento es un término, acuñado por Iacub

(2011), que apunta al potenciamiento o capacitación de la persona mayor. Este
concepto “centraliza dos aspectos centrales, el mejorar la capacidad para la
apropiación de un poder, en la modificación de la representación de un sujeto y
en el efecto que tiene en el auto concepto.” (Iacub, 2011: 78).
Para Iacub (2011: 79) este concepto también refleja un “nuevo modelo
político de confrontación social basado en el potenciamiento de grupos que
carecían de poder, promoviendo la revisión y transformación de los códigos
culturales y de nuevas prácticas sociales propias de sociedades culturales.”
Es la reconstrucción de un discurso, desde otra ideología, permitiendo
que se remuevan aquellos conceptos negativos de la vejez, “reconstruyendo
identidades, de una sensación de mayor capacidad y competencia para
promover cambios en lo personal y en lo social.” (Iacub, 2011: 79)
Proyecto de vida integrador y la noción de situación social de desarrollo:
La situación social de desarrollo ofrece para D’angelo Hernández (1994,
1998) una posibilidad de comprensión de la formación del proyecto de vida
integrador, ya que articula las dimensiones o sustentos psicológicos- sociales.
D’angelo Hernández (s/f) la define como “las estructuras psicológicas que
expresan las direcciones esenciales de la persona, en el contexto social de
relaciones materiales y espirituales de existencia, que determinan su posición y
ubicación subjetiva en una sociedad concreta.”
Es fundamental en la medida que el proyecto de vida, estará
determinado en su naturaleza y origen, no solo por la situación social concreta
que se le otorga, sino también por la definición del lugar, tarea que el mismo
considere tener de acuerdo a la etapa vital que viva, en este caso la vejez
(D’angelo Hernández, 1998).
La noción de Situación social de desarrollo (SSD), ofrece una posibilidad
de comprensión de la formación del PV a partir de la “posición externa” del
individuo y la configuración de su experiencia personal (posición interna), en la
que se estructuran los siguientes componentes en sus dinámicas propias: las
posibilidades o recursos disponibles de la persona, el sistema de necesidades,
objetivos, aspiraciones, las orientaciones (o actitudes) y valores vitales de la
32
persona. Estas consideraciones internas se hayan enmarcadas en un contexto

social múltiple y concreto (posición externa), que necesita ser considerado en
todas sus especificidades y relaciones, así como en su dinámica, en las que se
encuentran peculiaridades históricas, nacionales, de clase, etc., en las que se
inserta el individuo, sino por el tipo de sus interacciones con los otros y las
exigencias que se le plantean, confiriéndole una ubicación o posición real en
esa red de relaciones. (D’angelo Hernández, 1998).
Proyecto de vida y la perspectiva del tiempo en el adulto mayor:

El proyecto de vida como categoría básica de interpretación de la
identidad social e individual del sujeto envejeciente, no se concibe sin una
articulación temporal, permitiendo formas de pensarse en relación a un pasado,
un presente y sus posibilidades de construcción de horizontes futuros.
En este ámbito toma lugar el concepto el modo de empleo del tiempo,
como una característica cualitativa, o una estructura temporal de la actividad
general del ser humano. El modo en que el individuo emplea su tiempo y sus
aspiraciones -en este sentido,-para el futuro, pone de manifiesto la interacción
de sus estilos de vida y sus sentidos vitales con las posibilidades y exigencias
que le presentan sus condiciones de vida concretas en la sociedad.
En la estimación que el adulto mayor haga de su tiempo, anticipa,
modela y organiza jerárquicamente el grado de importancia de cada actividad a
realizar en el futuro mediato o inmediato.
La construcción del futuro personal surgirá por situaciones de
contradicción, conflicto, reajuste y valoración, reflejando las motivaciones o
planes específicos en cada esfera de la vida, manteniendo las dimensiones de
identidad personal e idealización futura, en relación evaluación negativa o
positiva que haga del mismo (D’angelo Hernández, 1998)
El estudio de las formas de empleo del tiempo dirá D’angelo Hernández
(1998), revela el grado de armonía o desbalance, de las actividades a realizar
seleccionadas por el sujeto. Estas actividades postula D’angelo Hernández
(1998) podrán ser de carácter auto asignado, entendidas como aquellas que se
relacionan con su esfera vocacional o de intereses. Luego estas las actividades
que se realizan por obligación o por imposición, y no se sientes propias. Y por
33
último las de carácter valorativo-social, que son aquellas que la sociedad

determina como ideales, pero que siempre tendrán una adecuación de sentido
personal para el individuo.
Por lo cual, esta noción de proyecto de vida integrador que plantea D'
Angelo Hernández (1996; 1998), implica estar siempre matizada por diversas
polaridades que expresan las direccionalidades esenciales del desarrollo de
una persona, en cuanto a sus posibilidades de existencia (estancamiento-
autodesarrollo), sus posibilidades y recursos para su realización ( potencial-
actuante), un nivel de realismo (realismo-ir realismo), grado de integración con
la realidad(integración- desajuste), grado de autonomía y autoexpresión en su
construcción (autonomía-heterotomía), evaluación y toma de decisiones.
Proyecto de vida y sus dimensiones fundamentales:

Como señala D´ Angelo (s/f: 4) “la formación para el desarrollo integral
de los proyectos de vida supone, efectivamente, la interrelación de los aspectos
físicos, emocionales, intelectuales, sociales y espirituales del individuo en la
perspectiva de la configuración del campo de las situaciones vitales bajo el
prisma crítico-reflexivo-creativo de su acción en las diferentes esferas de la
vida social”.
El proyecto futuro, esta conformados por ciertos segmentos que son
fijados como metas a alcanzar, que se insertan y toman como una perspectiva
de vida, desempeñando una importante función dinamizadora del
comportamiento (Nuttin, 1967, citado en D’angelo Hernández, 2002)
Dimensión personal: Esta esfera surge por el juego de autonomía
personal, capacidad de decisión sobre la praxis social, o el problema de
alienación social frente a las propias posibilidades de realización. Es una
categoría que encierra varios aspectos afectivos o emocionales, la parte
intelectual, sexual, física, espiritual, que ayudan a equilibrar la conducta
humana.
El aspecto físico e intelectual del adulto mayor al momento de organizar
un proyecto de vida, está altamente comprometido, es más, en algunos casos
es el principal obstáculo social para su concreción, por las connotaciones
negativas que lo rodean (Iacub, 2011). El cuidado físico abarca desde el
34
cuidado o presentación externa, una correcta alimentación, descanso, higiene,

ejercicio, manejo de estrés, etc. Este aspecto resulta así limitante, a la hora
construir un proyecto de vida, debido a la asociación de vejez y enfermedad, y
sus repercusiones que resulto en el empobrecimiento del proyecto de vida a
una práctica de cuidados físicos.
Sin embargo, hay que en esta etapa de la vida, al igual que en otras, el
aspecto físico e intelectual requiere una inversión de tiempo que genera un
impacto positivo o negativo en el concepto de sí mismo (autoestima-
autoconfianza) (Ríos Muñoz, 2013).
Esta lectura medicalizada del cuidado del cuerpo, postula Iacub (2011),
ha sesgado así mismo los aspectos sexuales o eróticos de las personas
mayores, mostrando una idea de limitaciones frente a los placeres. En donde
se cree erróneamente que los adultos mayores ya no gozan de la compañía de
una pareja, por que poseen una imagen fuertemente deserotizada,
demandados socialmente a controlar sus deseos más que a otras edades
(Iacub, 2011).
Contrario a esta idea, Iacub (2001), señala que el buscar una pareja o
enamorarse de grandes es posible, y posibilita no solo una compañía, sino
también un sentimiento de sentirse querido, cuidado y deseado,
posicionándose ante la familia de un modo diferente, manteniendo mayor
autonomía.
Otro de los rasgo destacado en esta dimensión son los aspectos
espirituales, por lo general siempre están relegadas a un segundo nivel, pero
esta es una prioridad que se debe tener en cuenta para la formulación de un
proyecto de vida (Ríos Muñoz, 2013).
La formación espiritual lleva necesariamente a la formación ética,
morales, estéticos y religiosos. Esta dimensión del hombre, que se expresa por
la necesidad y por la apertura a cumplir valores universales, a creencias,
doctrinas, ritos, convicciones para un que se dé un sentido total y profundo a la
experiencia de la propia vida y desde ella a la del mundo, a la historia y a la
cultura. Con la vivencia de la dimensión en mención se da el sentido a la
historia personal y social y por ende el destino humano en la historia, como
35
también le surgen interrogantes tales como el sentido del amor, el dolor y de la

muerte (Ríos Muñoz, 2013)
La dimensión espiritual se hace presente en los contenidos de la
conciencia moral, es la intimidad humana, es decir, su interioridad, que
repercutirá en la psicología del sujeto. Se trata del mundo interior de la
persona, donde a veces el ser humano se siente muy bien y otras veces muy
mal. Las grandes satisfacciones o insatisfacciones acontecen en este mundo
interior, y se proyectan en el mundo externo.
Al abarcar estos aspectos de la dimensión personal, se ve que el ser
humano en cuanto ser libre, en relación con los elementos que lo componen,
tiene proyectos de vida personales, que caracterizan y perfilan su ser. Esta
caracterización por sus valoraciones propias, lo distingue y diferencia de los
otros, su proyecto entendido así, será único, intransferible, que reflejara su
personalidad.
Dimensión social: La dimensión social de los proyecto de vida, es un
aspecto que se viene desarrollando a lo largo del trabajo. La misma señala la
naturaleza social del ser humano, en donde estructurara vínculos en la
interacción con otros, formara diversos grupos de pertenencia, de los cuales
asumirá y buscara cumplir ciertas normas, leyes, pautas y estilos de vida
socialmente aceptables, en un determinado tiempo histórico y cultural (Giraldo
1981, citado en Ríos Muñoz, 2013). En este proceso de socialización, D’angelo
Hernández (1999) refiere que, prepararse para la vida significa, es asumirla en
su complejidad y diversidad, en la capacidad de mantener los rumbos o
direcciones esenciales en que se conectan los dramas vitales y sociales, con
flexibilidad y apertura a las nuevas alternativa; por tanto, creativamente. Por lo
cual, la elaboración de proyectos de vida personales serán siempre
sustentados reflexivamente en lo social, con una coherencia ético-valorativa y
abierta creativamente a nuevas posibilidades, dentro de los parámetros de un
contexto particular. En el caso de los adultos mayores, las nuevas
conceptualizaciones de esta etapa del desarrollo, junto con la promoción de
sus derechos permitirá la apertura de estos sujetos hacia nuevos horizontes
impensados en otras épocas (Iacub, 2001).
36
Tal es el caso de los voluntariados, o la participación en actividades de

diversas instituciones, en los cuales se habilita un espacio para los adultos
mayores para el intercambio, participación de los mismos con la comunidad,
posibilitando el desarrollo, formación de estos, y ampliación de la red de apoyo,
limitada anteriormente a la intimidad familiar.
Dimensión familiar: Dentro de los grupos de pertenencia que componen
el ámbito social, la familia es el factor más influyente a tener en cuenta en la
construcción del proyecto de vida integrador.
La familia tiene una gran responsabilidad en la socialización, en el
establecimiento de los valores, tradiciones sociales, religiosas y políticas. Las
reglas que el sujeto aprenda en el marco familiar, posicionara a los miembros
que la componen en un rol, y delineara sus actos, para determinar el lugar de
unos frentes a otros. Estos roles pueden ser implícitas o explicitas delimitando
la actuación socialmente esperada de los viejos.
La familia facilitara para el adulto mayor, el cuidado y desarrollo físico,
brindara apoyo para resolver situaciones conflictivas y adaptarse a las nuevas
etapas, promoviendo la autonomía o dependencia en el desempeño de sus
actividades diarias (Salvarezza, 2013).
Sin embargo los modelos familiares han cambiado, los que se
caracterizaban por la convivencia de 3 o 4 generaciones se ha desdibujado,
dando lugar a una mayor independencia entre sus pares, cambiando los roles
que antes ocupaban los adultos mayores, como es el caso de la abuelidad
(Iacub, 2001).
Para Iacub (2001) los adultos mayores ya no llegan a esta etapa,
buscando la idea de una vida hogareña o de tomar el rol de ocuparse
principalmente de sus nietos, como una función ineludible. La abuelidad ha
cambiado, y no todos los adultos mayores, desean sacrificar sus actividades
por una actividad que no sienten del todo propia (Iacub, 2001). Este proyecto
de ser abuelos, se ve ahora como una complementariedad, que es gozada,
pero sin el descuido de aprovechar otras oportunidades, llevando a la familia a
una nueva forma (Iacub, 2001).
37
Dimensión educacional formal e informal: Esta dimensión, surgirá como

anhelo a conquista de un lugar donde desempeñar metas educativas, o bien
laborales explotando al máximo sus potencialidades (Ríos Muñoz, 2013)
Es considerado como resultado de la interacción de otras esferas, es
multidimensional por que conjuga lo social, las motivaciones personales y las
orientaciones familiares, a la hora de fijar una meta. Suele ser un recorte
artificial de un proyecto general, porque se lo ve como una necesidad para
adquirir o impulsar algún otro aspecto de interés personal (Ríos Muñoz, 2013)
La participación y educación de los adultos mayores, señala Yuri-
Urbano (2008), es un fenómeno emergente, en el que hay una progresiva
implementación del circuito de oferta académica, junto con lo recreativo o de
animación socio-cultural.
Está incorporación progresiva en el caso del adulto mayor, sirve frente al
desamparo del fin de la vida laboral, iniciada por la jubilación, esta experiencia
adquiere significaciones positivas o negativas de acuerdo a cada persona,
entre las primeras se encuentran, una mayor libertad y nuevas opciones en
otros emprendimientos o proyectos; y la segunda corresponde a la idea de
menor ingreso salarial, una pérdida de contacto, etc. (Kalish, 1983). Es así que
la posibilidad de encarar nuevos proyectos en estas áreas, le brinda al adulto
mayor nuevos soportes de identidad, e intercambio y socialización a través de
experiencias concretas, que creía terminadas, saliendo del aislamiento y
buscando apoyo en otros pares (Yuri-Urbano, s/f)
En este ámbito tanto para aquellos que han pertenecido al sistema
formal de trabajo, como a los que no, se ha de renovar el sentido de nuevas
metas en su vida, desterrando la idea de que la perdida de facultades mentales
de los adultos mayores (Peñalosa, 2005). Las facultades mentales de las
personas de más 60 no se pierden, sino que sus funciones intelectuales se
transforman, con posibilidad de adaptación a nuevos desafíos. Casi el 40% de
los adultos mayores llegan a los 90 años, con total lucidez para una
preparación académica y con posibilidades de buscar nuevos ejercicios
profesionales (Peñalosa, 2005). De esta manera, tanto aquellos que nunca han
pertenecido al sistema formal, como los que han cumplido esa meta
38
profesional, pueden llevar una vida productiva concretando diferentes intereses

y motivaciones (Peñalosa, 2005). Por lo cual es hora de tomar conciencia y
brindar oportunidades para la realización de sus proyectos, ya que el área
profesional o laboral, permite fortalecer destrezas, y fomentar un sentimiento de
integración económica y social (Peñalosa, 2005).
39
Descripción del Entorno:

Esta investigación se ha de llevar a cabo en el departamento Capital de
la provincia de Santiago del estero, en donde se ha de tomar como referencia
dos organizaciones de adultos mayores, en nuestro país dichas organizaciones
datan desde 1921, con la formación de los primeros centros de jubilados. Las
organizaciones seleccionadas corresponden al Centro de Jubilados del B°
Cabildo, y el Club de Abuelos de Santiago del Estero. Se ha de seleccionar
estas instituciones, debido a facilidad que produce este recorte, para la
extracción de la muestra de esta investigación. Los datos expuestos en esta
descripción han sido extraídos mediante entrevistas a los encargados de
dichas instituciones.
En primer lugar el Centro de Jubilados del B° Cabildo, una institución
privada que funciona en la calle república del Líbano N° 2355, hace más de 20
años. Esta institución, fue creada por diversas comisiones directivas de adultos
mayores responsables de una organización voluntaria, tiene una estructura
legal, regida por estatutos que pautan si funcionamiento, cuenta con diversos
vínculos con otras organizaciones de adultos mayores de la ciudad Capital. Su
creación y mantenimiento, se posibilita debido a los recursos aportados por los
socios, junto con la colaboración en los últimos años de las políticas
gubernamentales y nacionales, basadas en la idea de un envejecimiento
saludable y participativo.
Al día de la fecha acuden al Centro de Jubilados del B° Cabildo,
alrededor de 500 personas mayores de 60 años, pertenecientes tanto al barrio
en donde se halla ubicada dicha institución, como adultos mayores residentes
de barrios cercanos.
Brinda actividades y talleres de lunes a viernes, que permiten la
expresión de los adultos mayores en todos sus niveles (trabajo, seguridad,
aprendizaje, ocio). Tal es el caso de clases de folclore, gimnasia, yoga, tango,
coro, italiano, entre otros; contando además con coordinación de diversos
viajes recreativos a diversos destinos.
Otra de las Organizaciones a la cual se acudirá, será El Club de abuelos
de Santiago del Estero, es una institución ubicada en la calle Urquiza S/N, de la
40
cuidad Capital de Santiago del Estero. Es una organización creada hace 29

años, dependiente tanto de la Municipalidad de la Capital, como del PAMI,
entre otros. El Club de abuelos, funciona como un área de participación y
recreación social de los adultos mayores, de todos los sectores de la Capital de
Dentro del club se desarrollan talleres de diverso índole, como nutrición,
pintura, gimnasia, yoga, memoria, coro, folclore, entre otros; y cuatro
actividades que hacen exclusivamente al servicio de la salud como Reiki,
reflexología, masajes y pedicura. Así mismo organizan traslados a diferentes
puntos del país, con el objeto de intercambiar experiencias en congresos,
jornadas dedicadas a los adultos mayores, así como también viajes recreativos
para sus socios. Cuenta con aproximadamente con más de 200 miembros
estables, que recurren a realizar dichos talles y actividades, frecuentemente de
lunes a viernes
Esta institución, no busca que las personas mayores “maten el tiempo”
(Presidente del Club de abuelos, 2015), si no que tiene como meta, que los
adultos mayores puedan seguir desarrollándose desde sus intereses como
personas activas, tanto física como intelectualmente, optimizando la calidad de
vida de los mismos.
Ambas instituciones postulan el incremento del número de miembros
que participan y se acercan en estas instituciones, se haya relacionado con la
promoción de los derechos de los adultos mayores, promovido por las
organizaciones responsables, que buscan fomentar la capacitación popular y
académica, mediante acciones de participación voluntaria, cursos, talleres, etc.
Generando espacios de encuentro, para que mantener la libertad, autonomía,
autorrealización de los adultos mayores, generando nuevos intereses para la
elaboración de nuevos planes, y planteando nuevos desafíos.
41
Estrategia Metodológica:
Esta investigación se sostiene desde un enfoque cualitativo,
seleccionado por su característica no lineal, flexible, que busca comprender
una realidad, profundizando experiencias, perspectivas, y puntos de vista que
los participantes perciben subjetivamente (Sampieri, 1997).
Tal es el caso del proyecto de vida integrador del adulto mayor de la
provincia de Santiago del estero, capital, en el cual la investigación cualitativa,
permitirá, además, delimitar el contexto particular en el que se construyen, en
relación a un pasado, presente, y posibilidades de realización futura.
Además este estudio seguirá un diseño transversal, de tipo no
experimental, debido a que se recolectaran los datos en un único tiempo, para
analizar y describir variables sin una manipulación intencional de las mismas
(Sampieri, 1997).
El tipo de estudio seleccionado por la situación actual de la temática en
la Provincia de Santiago del estero, Capital, y los objetivos y fines de la
investigación, es descriptivo-exploratorio. Exploratorio por que el Proyecto de
Vida Integrador de los adultos mayores, es un tema poco abordado, solo se ha
encontrado una investigación en la provincia en relación al proyecto de vida,
pero que no contempla las misma asociación de variables, así como también,
difiere en la perspectiva de investigación (Sampieri, 1997)
Es una investigación descriptiva, en la medida que ayuda a detallar las
características elegidas para la construcción del construcción del Proyecto de
vida Integrador de los Adultos mayores, tanto en sus dimensiones centrales,
ideas sociales que se hayan presentes en los adultos mayores en la
construcción de dicho proyecto, así como también posibilidades y recursos
para la realización del mismo (Sampieri, 1997).
Dentro de la metodología cualitativa, se considero apropiada la
perspectiva fenomenológica, que permite ver percepciones subjetivas de cada
participante en las condiciones particulares en donde se encuentran (Taylor y
Bogdan, 1987)
Selección de Muestra:
42
Se ha de delimitar la población de nuestra investigación en:

Los Adultos mayores de 65 a 75 años de edad, de ambos sexos, no
institucionalizados, de la ciudad Capital, en la provincia de Santiago del Estero,
en el año 2016.
En cuanto a la muestra, en la investigación cualitativa, toma
características específicas, ya que a diferencia de las muestras probabilísticas,
el tamaño de la misma no es definitoria, conforme al avance el estudio puede ir
agregando o afinando otro tipo de unidades, puesto que es un proceso
dinámico y está sujeto al desarrollo del estudio (Sampieri, 1997)
Por lo cual, la muestra en esta investigación es de tipo intencional o por
conveniencia, no probabilística, ya que se selecciono los elementos
significativos a juicio del investigador.
La muestra está compuesta así, por 15 adultos mayores de 65 a 75 años
de edad, del Centro de Jubilados B° Cabildo, y Club de abuelos de Santiago
del Estero, de La Provincia de Santiago del Estero, Capital, en el año 2016.
Se ha recurrido tanto al Centro de Jubilados B° Cabildo, debido a que
los responsables de la institución, han facilitado el acceso a la misma para
extraer los sujetos la muestra. Además cabe agregar, que las instituciones
elegidas, destacando el Club de Abuelos, por su articulación son diferentes
centros e instituciones, que por diversas necesidades y servicios prestados,
convocan por un número importante de adultos mayores provenientes de
diferentes puntos de la ciudad Capital.
El criterio de inclusión en dicha muestra será, que los sujetos se
encuentren comprendidos, en la franja etaria de 65 a 75 años de edad. Edades
seleccionadas para esta investigación, debido a lo señalado en el planteo de
investigación, como el momento en el cual, los adultos mayores se abren a la
posibilidad de nuevas búsquedas, que requieren de un ingenio personal, para
crear o reinventar nuevas dimensiones en la vida. Los sujetos además, no
deben estar institucionalizados, deben realizar actividades en las instituciones
mencionadas, y ser residentes de la Ciudad Capital, de la provincia de
La unidad de análisis de esta investigación, se han de precisar en:
43
Cada Adulto mayor de 65 a 75 años de edad, de ambos sexos, no

institucionalizados, que acudan al Centro de Jubilados B° Cabildo y el Club de
Abuelos, de la Provincia de Santiago del Estero, Capital en el año 2016.
Estrategia y Técnica de recolección y análisis de datos:

Se ha de recurrir a la perspectiva fenomenología, como fundamento de
la investigación cualitativa para el análisis de los datos extraídos (Taylor y
Bogdan, 1987). Esto se debe a que se busca interpretar y abordar la realidad
partiendo del marco de referencia interno del individuo, teniendo como punto de
apoyo para esta interpretación la perspectiva teórica expuesta en el
planteamiento de la problemática (Taylor y Bogdan, 1987). Se ha de
puntualizar las percepciones subjetivas de los participantes, junto a las
perspectivas construidas colectivamente del proyecto de vida del adulto mayor,
en donde las condiciones sociales, determinan las características del mismo.
De esta manera se ha de contextualizar las experiencias en términos de su
temporalidad (tiempo en que sucede), espacio (lugar en el cual se lleva a
cabo), corporalidad (las personas físicas que la vivieron) y el contexto
relacional (los lazos que se generaron durante las experiencias) (Taylor y
Bogdan, 1987).
Dentro de las herramientas que ofrece la investigación cualitativa, se ha
seleccionado la entrevista como técnica de recolección de datos. La entrevista,
es una de las técnicas más usadas en la investigación cualitativa, pero también
es un procedimiento muy usado por psiquiatras, psicólogos y otros
profesionales, lo que la hace idónea para su aplicación en esta investigación.
La entrevista como técnica, está orientada a obtener información de
forma oral y personalizada sobre acontecimientos vividos y aspectos subjetivos
de los informantes en relación a la situación estudiada. Con esta técnica, se
busca generar conocimientos capturando de manera completa motivos,
significados y razones subyacentes, al alentar la producción de experiencias
personales, mediante el discurso.
Considerando los diferentes tipos de entrevistas, se concluyo que la
entrevista semi-estructurada individual y grupal, es la más adecuada para
44
abordar el objeto de estudio propuesto. Este tipo de entrevista, está basada en

un guion flexible para recoger temas que se deben tratar a lo largo de la
entrevista, permitiendo la introducción de nuevas preguntas para obtener
mayor precisión u información del objeto de estudio.
En el ámbito del tema determinado en la entrevista semi-estructurada, el
investigador puede plantear la entrevista como la desee, posibilitando obtener
el testimonio de los adultos mayores y la construcción de su proyecto de vida
integrador. Al efectuar las preguntas en forma abierta, se crean oportunas y
hacerlo en los términos que estime convenientes, se busca explicar su
significado, pedir al entrevistado aclaraciones cuando no entienda algún punto
y que profundice en algún extremo cuando le parezca necesario, establecer un
estilo propio y personal de conversación de este grupo social.
Cronograma de Actividades
Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril
Revisión de
x x x x
Bibliografía
Selección de
x x x
muestra
Recolección
x x x
de datos
Organización
y análisis de x x x
datos
Elaboración
de
x x
conclusiones
preliminares
Elaboración y
entrega de
x x x
Trabajo final
de Grado
45
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investigación. La búsqueda de significados. 1° Ed. Editorial Paidós Ibérica, S.A.
Barcelona, Buenos Aires.
 Thornton, J. E. (2002). Myths of aging or ageist stereotypes. Educational Gerontology.
 Villarini A...- 2000 Desarrollo de la sensibilidad estética. -Revista Crecemos, Año5
No.1, Puerto Rico.
 Yuri, J; Urbano, C. Rodini, L. s/f. La educación como recurso de integración social de
los adultos mayores.
 Yuri, J., Urbano, C. (2008). Condiciones y capacidades de los educadores de adultos
mayores. La visión de los participantes. Revista Argentina de Sociología. Año 6 No. 10
ISSN 1667-9261. Pp-184-198
 Zeppelin, H., Sills, R. A., & Heath, M. W. (1987). Is age becom-ing irrelevant? An
exploratory study of perceived age norms. International Journal of Aging and Human
Development, 24, 241-256.
49
Anexo:
Modelo Guía de Entrevista:
Fecha:.../…/…
Nombre: Sexo:
Edad: Ocupación:
Nivel de Instrucción: Grupo Familiar Conviviente:
Áreas: *
 Perspectivas de la vejez.*
¿Qué es para usted ser viejo? ¿Cuál cree usted que son las ideas con
las que la sociedad identifica a la vejez? ¿Usted siente propias alguna
de esas ideas? ¿Para usted cuando empieza la vejez?
 Importancia del Proyecto de Vida en los adultos mayores. *
¿Considera que es importante para los adultos mayores tener planes
para el futuro? ¿Qué significaría para usted tener un plan para el futuro?
¿Actualmente qué planes tiene? ¿Qué cosas a favor tiene para armar un
plan a futuro? ¿Qué cosas en contra tiene para armar un plan a futuro?
 Dimensiones centrales en la construcción del proyecto de vida
integrador: (dimensión familiar, educativa, personal, social.)*
¿Qué significar para usted venir a esta institución? ¿Cómo se siente
realizando las actividades que la institución ofrece? Aparte de las
actividades que hace, ¿Qué otras actividades le gustaría realizar?
 Posibilidades y recursos para construir un proyecto de vida integrador. *
¿Siente usted que puede elegir vivir su vida de la manera que quiera?
¿Siente que hay limitaciones externas para armar su proyecto? ¿Más
que en otros momentos de su vida?
¿Siente limitaciones personales para armar su proyecto? ¿Más que en
otros momentos de su vida?
*Preguntas sujetas a modificación, de acuerdo a la dinámica de la

entrevista.
50

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Universidad Católica de Santiago del Estero

Directora: Lic. Yanacón, Lorena

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

Tema: Construcción e Importancia del Proyecto de Vida Integrador

construcción e importancia del proyecto de vida integrador del

que tienen todos los seres humanos de dar sentido de pertenencia y

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

ponen en juego sus potencialidades en la construcción de este proyecto en la

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

significaciones de acuerdo a cada sujeto. En la muestra evaluada predominan

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

principales los aspectos socioculturales en 243 y familiares en 205, sin valores

En el 2006 Zamora Hernández, Edith, realizo en el Universidad

 Modalidades Actuales del Envejecer y Proyecto de Vida:

Se presenta el proyecto de la mano de Petriz, Graciela; Delucca, Edith;

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

Bourgardt, Andrés; Urtubey, Elisa. Este fue presentado en la Universidad

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

Planteo del problema:

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

facultades intactas y con posibilidades de realizar nuevos emprendimientos de

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

No obstante, las ideas negativas de la vejez continúan, y suelen ser

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

marca el inicio de los denominados viejos-jóvenes extendidos hasta los 75

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

internas- externas, vistas bajo la situación social de desarrollo ( Bozhovich,

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

por vivir y que desea aprovechar intensamente, a través de la construcción de

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

 Interpretar la importancia de construcción de un Proyecto de vida

 Identificar los referentes socioculturales de vejez y envejecimiento que

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

determina una perspectiva de disminución que rodean de imágenes negativas

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

cotidianeidad del adulto mayor. Constituyéndose así la problemática de la vejez

Conceptualización del Proyecto de Vida Integrador del Adulto Mayor:

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

personalidad e identidad de manera gradual o paulatina, al igual que su

La formación psicológica de la personalidad integradora de sus

D’angelo Hernández (1994), plantea que el proyecto de vida es un

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

mundo y consigo mismo (D’angelo Hernández, 1994). Agregando que

Proyecto de vida como expresión de la identidad social e individual del

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

La configuración de la identidad, ya ahora en un sentido

En el caso del adulto mayor, va a poner en cuestión al sí mismo, a su

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

control, demandando nuevas formas de adaptación y modificando proyectos

El espacio de interacción entre procesos y estructuras

Por otro lado se ha de definir persona concreta como, una parte

Individuo humano concreto que funciona en un contexto

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

Es así que tanto personalidad como persona concreta confluyen en la

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”

Proyecto de vida integrador y las incidencias teóricas de la vejez y el

Que el sujeto toma las características asociadas a la vejez.

A lo que Fernández Ballesteros (1996) va a agregar que es natural,

“Construcción e Importancia del Proyecto de vida Integrador en el Adulto Mayor”