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TOMÁS DE AQUINO

2. ESQUEMA DE LA FILOSOFÍA TOMISTA.

La filosofía de Tomás de Aquino la dividimos en “órdenes” (“órdenes” es un término típico de la


Edad Media para referirse a partes de un sistema, de algo bien ordenado y estructurado). Tomás
de Aquino (al igual que Aristóteles) quiere que la filosofía realice un mapa completo de todo lo que
existe, y de todo lo que existe implica también a Dios (no olvidemos que Tomás de Aquino es
cristiano, y estamos en el siglo XIII, en plena Edad Media), por ello según él todo lo que existe
podemos dividirlo en dos grandes “órdenes”:

ORDEN SOBRENATURAL (aquí se encuentra todo lo que no pertenece a la realidad “mundana”,


a esta realidad en la que vivimos): en este orden se encuentran la GRACIA y la FE. Este orden lo
podemos dividir a su vez en otros dos:

ORDEN NATURAL (es el formado por todo lo que podemos encontrar en esta realidad sensible,
finita en la que se desarrolla nuestra existencia): en este orden se encuentran la NATURALEZA y
la RAZÓN. Este orden lo podemos dividir a su vez en otros dos:

- Orden físico (en él se encuentran todo lo que forma parte de la naturaleza física de este realidad
en la que vivimos, y se corresponde con la física de Aristóteles, es decir, se trata de ver nuestra
realidad desde el punto de vista únicamente físico o material). Aquí sigue a Aristóteles y, por
ejemplo, nos dice que la naturaleza funciona gracias a los tipos de causas aristotélicas (formal,
material, eficiente y final), y que el cambio se explica por el paso de la potencia al acto.
- Orden metafísico (se trata de analizar esta misma realidad, pero ya no desde el punto de vista
físico o material, al detalle, sino desde un punto de vista universal, tomando una perspectiva
general, sin analizar los detalles de la realidad sino cómo es en general). Nos dice que la realidad
está formada por entes, lo-que-es, es decir, por “existentes” que son de diferente manera. Cada
ente, cada cosa que es, esta compuesta de SER y de ESENCIA; “ser” significa estar-ahí, existir,
es lo que le sucede algo cuando decimos que “existe”, que “es algo”. Pero no se es en general
sino que se es de una manera particular (no es lo mismo un ser humano que un árbol, un
bolígrafo, etc.), por eso cada ente tiene también una esencia, es decir, un modo o manera
determinada de ser. El ser es la materia, por decirlo así, puro existir, y la esencia es la forma de
esa materia, la manera en que una cosa es.
El orden metafísico se puede dividir a su ves en dos órdenes:

El orden ontológico (éste está formado por todos los entes FINITOS, es decir, por todo lo que
existe pero que es finito).

El orden teológico está formado por el único ente que es INFINITO, es decir, Dios. Dios está
formado también, como todos los entes, por ser y esencia. Pero mientras que en los entes finitos
podemos distinguir entre ambos, de hecho hemos explicado qué es el ser y qué la esencia, en el
caso de Dios ser y esencia no pueden distinguirse, son lo mismo ser y esencia: esto significa que
en Dios la existencia no es un añadido, no es una suma sino que existir forma parte de su
esencia, es una característica suya, no algo accidental o añadido como en nosotros, por ejemplo,
que existimos y podemos dejar de hacerlo, o podríamos no haber nacido. En el caso de Dios no
es así, por eso es Dios, infinito y eterno). Las cinco demostraciones d ella existencia de Dios [el
texto que vamos a analizar] pertenece a este orden, porque corresponde aquí demostrar su
existencia.

3. LAS DEMOSTRACIONES DE LA EXISTENCIA DE DIOS Y SU ESTRUCTURA LÓGICA [tema]

A. Introducción
Antes de analizar las cinco demostraciones hay que hacer una serie de comentarios. En primer
lugar es evidente que Tomás de Aquino es un filósofo de la Edad Media, de modo que el problema
de la existencia de Dios y su naturaleza es un tema nuevo en la filosofía. Para entender mejor las
demostraciones de Dios, vamos a analizar dos cuestiones importantes:

a) Entre la muchas influencias en la filosofía de Tomás de Aquino, la más importante es la de


Aristóteles. Tomás de Aquino recoge la filosofía aristotélica y la a insertar dentro del cristianismo,
es decir, utiliza la filosofía de Aristóteles para dar una estructura a la teología cristiana, para que
ésta no sea un discurso desordenado sino bien estructurado y con una base filosófica. Por
ejemplo, cuando Tomás de Aquino nos explica que en Dios ser y esencia de incluyen, no son
cosas separadas, nos lo explica usando conceptos aristotélicos. Nos dice que ser es materia (sin
forma, materia en general) y que esencia es forma (una manera determinada de ser); incluso nos
dice que ser es en acto (existir aquí y ahora, existir realizado o cumplido) y esencia es en potencia
(la esencia hace que un acto de existir, un ser que existe, lo sea de una manera determinada).
Esto también lo veremos en las cinco demostraciones d ella existencia de Dios, así como el uso
de los principios básicos de lógica que Aristóteles estableció siglos antes.

b) Otro elemento importante para comprender las demostraciones de Tomás de Aquino es el


denominado debate entre fe y razón. En este sentido, en la época de Tomás Aquino existían dos
posiciones al respecto: la posición oficial de la Iglesia cristiana era conocida como FIDEISMO, es
decir, se consideraba que la razón, la reflexión llevaba a la duda, es decir, si usamos nuestra
razón al final pondremos en duda los principios de la religión e incluso la existencia de Dios; por el
contrario, lo que hay que tener es FE, creer en la existencia de Dios y en los dictados de su
Iglesia, creer y no pensar; por ejemplo, Tertuliano (filósofo romano cristiano) afirmaba que “hay
que creer incluso lo absurdo”, es decir, hay que tener fe y no preguntarse sobre lo que se cree,
aunque pueda parecer imposible o absurdo. La otra posición es la de la tradición filosófica
escéptica, es decir, la tradición del pensamiento racional, de reflexionar sobre todos los aspectos
de la realidad y de la existencia, para ponerlas en duda.
Pues bien, Tomás de Aquino va a adoptar una posición intermedia entre ambas postura, va a
intentar reconciliar la razón y la fe, mostrando que no son incompatibles, como afirmaba un
filósofo árabe muy admirado por Tomás de Aquino: Averroes y su teoría de la doble verdad.
Averroes era el médica del califa de Córdova, de modo que era una “hombre de ciencia”, curioso y
que quería comprender la realidad; pero también era un buen creyente, también tenía fe en Dios.
¿Cómo resolvió esto Averroes? Para él tanto la razón como la fe dicen la verdad, es decir, son
correctas y verdaderas sis intenciones; lo que sucede es que la razón y la fe “hablan” de forma
distinta acerca de la misma verdad: la fe se expresa metafóricamente, nos habla “al corazón” por
decirlo así, mientras que la razón lo hace usando argumentos y razonamientos. Hasta aquí
Averroes. Tomás de Aquino conoce este teoría de Averroes pero no está de acuerdo en su
solución. Para Tomás de Aquino las verdades de las que trata, fe y razón son distintas: la razón se
ocupa de las verdades que pueden ser demostradas, que forman parte de esta realidad finita e
imperfecta; y la fe trata sobre verdades reveladas, sobre los misterios de la religión (como la
Trinidad, por ejemplo) que la razón no puede explicar porque están más allá de esta realidad finita
(pertenecen al orden sobrenatural). Para Tomás de Aquino fe y razón son distintas porque se
ocupan de realidades distintas (orden sobrenatural y orden natural respectivamente), pero ambas
son necesarias porque las necesitamos a ambas, y desde luego para Tomás de Aquino no están
en contradicción, sino que se complementan; incluso Tomás de Aquino afirma que la FE es un
“ACTO DE ASENTIMIENTO CON COGITACIÓN”, es decir, incluso la fe no está reñida con el
pensamiento (“cogitación”) sino que ambos son momentos necesarios para creer, y la mejor
prueba de ello son las cinco demostraciones RACIONALES de la EXISTENCIA de DIOS.

c) Otros filósofos cristianos también intentaron demostrar la existencia de Dios. El más importante
es San Anselmo y su famoso “argumento ontológico”: según San Anselmo de la mismo idea de
Dios se deduce su existencia, es decir, si yo poseo la idea de un ser perfecto (Dios), esta idea no
he podido crearla yo porque soy un ser finito e imperfecto (lo perfecto no puede proceder de lo
imperfecto), tampoco puede haber surgido de la nada, de repente (esto es imposible), luego la
conclusión es que alguien ha colocado esa idea en mi mente, y quién va a ser sino Dios mismo,
luego Dios existe. Como vemos, en esta demostración se pasa (como dirá siglos después Kant)
del pensamiento a la realidad, es decir, de la existencia de una idea acerca de un ser a la
existencia de ese ser en la realidad. Esta demostración era considerada un gran ejemplo de cómo
la razón apoya y demuestra las verdades de la fe.

B. Las cinco demostraciones

[Esto lo vamos a hacer en clase, para leerlas y analizarlas tranquilamente]

CONTEXTUALIZACIÓN

1. BIOGRAFÍA

2. OBRAS

La gran obra de Tomás de Aquino es la Suma de teología, compuesta de varios tomos y que
Tomás de Aquino escribió durante gran parte de su vida, dejándola inconclusa a su muerte. Pero
también escribió otras obras importantes como la Suma contra los gentiles o un tratado sobre Los
pecados capitales, y varias obras en las que comenta y explica la filosofía de Aristóteles.

3. INFLUENCIAS

3.1. Influencias de otros autores sobre Tomás de Aquino

Se dice que la filosofía de Tomás de Aquino es sincrética, es decir, que reúne tradiciones e
influencias muy diferentes:

a) La filosofía griega y, como ya sabemos, especialmente la filosofía de Aristóteles, que Tomás


de Aquino conocía a la perfección. Ya hemos visto cómo la estructura profunda de su
pensamiento está formada por la filosofía aristotélica, por su lenguaje y sus conceptos (acto,
potencia, ser, esencia, la teoría de las causas), y por su intención de abarcar la totalidad de la
realidad, es decir, que la filosofía abarque toda la realidad, incluso a Dios (en el caso de Tomás de
Aquino).

b) También recoge influencias de la tradición romana, de Cicerón y sobre todo de Séneca, ya que
debió leerlos y conocerlos bien a lo largo de sus estudios.

c) También influye en él la tradición árabe; como ya hemos visto Tomás de Aquino conoce la
filosofía de Averroes, pero no sólo en lo que se refiere a la denominada “teoría de la doble verdad”
(sobre la relación entre fe y razón), sino que Averroes fue traductor al árabe de las obras de
Aristóteles y realizó numerosos comentarios y estudios sobre ella, y aunque Tomás de Aquino no
leyera árabe sí leyó algunos de esos comentarios que fueron traducidos al latín, y que Tomás de
Aquino seguro estudió.

d) También influyo en Tomás de Aquino la filosofía del judío Maimónides, sobre todos su obra
Guía de perplejos, una obra que trata de mostrar que no hay contradicción entre fe y razón, que
una no anula o pone en duda a la otra sino ambas son necesarias y complementarias (como
vemos esto influyo en la propia posición de Tomás de Aquino). Hay un dato curioso: Averroes era
musulmán, médico y seguidor de Aristóteles; Maimónides, judío, médico también y también
admirador de la filosofía de Aristóteles.
e) Evidentemente, Tomás de Aquino es un filósofo cristiano (el más importante junto a San
Agustín), de modo que la influencia más poderosa es la del mensaje cristiano, el contenido de la
fe cristiana.

3.2. Influencias de Tomás de Aquino sobre otros autores

a) Durante la Edad Media existía la necesidad de crear una estructura o una base filosófica al
mensaje de salvación de Jesús, es decir, crear una doctrina cristiana y con ello una teología
perfectamente fundamentada en un discurso filosófico. Para ello, unos usaron la filosofía platónica
(como Plotino o San Agustín), y otros la filosofía aristotélica, como Tomás de Aquino. Este debate
interno de la Iglesia cristiana acaba con la prohibición que en el siglo XIII realiza el arzobispo de
Canterbury de exponer, difundir o defender la filosofía de Aristóteles. Aunque ya hemos visto
cómo Tomás de Aquino demostró perfectamente la coincidencia entre Aristóteles y la doctrina
cristiana. Pero esta prohibición no afectó a Tomás de Aquino, ya que su filosofía se convirtió
pronto en la filosofía que se explicaba y estudiaba en todas la universidades medievales.

b) Tal vez la influencia más clara de Tomás de Aquino sea sobre el filósofo español del siglo XVI,
Francisco Suárez, que escribió unas Disputaciones metafísicas, una obra que se usaba como
manual de estudio en las universidades, y que no es sino un estudio y exposición de la filosofía de
Tomás de Aquino.

c) En el siglo veinte, Max Scheler elaboró una teoría sobre los valores morales (axiología) en la
que recupera algunos aspectos de la filosofía de Tomás de Aquino, especialmente su teoría
moral, pero prácticamente su influencia en el siglo veinte es escasa, salvo en aquellos filósofos
cristianos que tienen a Tomás de Aquino como referencia fundamental (como el mismo Max
Scheler o el francés Mournier).

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