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ORDEN NATURAL (es el formado por todo lo que podemos encontrar en esta realidad sensible,
finita en la que se desarrolla nuestra existencia): en este orden se encuentran la NATURALEZA y
la RAZÓN. Este orden lo podemos dividir a su vez en otros dos:
- Orden físico (en él se encuentran todo lo que forma parte de la naturaleza física de este realidad
en la que vivimos, y se corresponde con la física de Aristóteles, es decir, se trata de ver nuestra
realidad desde el punto de vista únicamente físico o material). Aquí sigue a Aristóteles y, por
ejemplo, nos dice que la naturaleza funciona gracias a los tipos de causas aristotélicas (formal,
material, eficiente y final), y que el cambio se explica por el paso de la potencia al acto.
- Orden metafísico (se trata de analizar esta misma realidad, pero ya no desde el punto de vista
físico o material, al detalle, sino desde un punto de vista universal, tomando una perspectiva
general, sin analizar los detalles de la realidad sino cómo es en general). Nos dice que la realidad
está formada por entes, lo-que-es, es decir, por “existentes” que son de diferente manera. Cada
ente, cada cosa que es, esta compuesta de SER y de ESENCIA; “ser” significa estar-ahí, existir,
es lo que le sucede algo cuando decimos que “existe”, que “es algo”. Pero no se es en general
sino que se es de una manera particular (no es lo mismo un ser humano que un árbol, un
bolígrafo, etc.), por eso cada ente tiene también una esencia, es decir, un modo o manera
determinada de ser. El ser es la materia, por decirlo así, puro existir, y la esencia es la forma de
esa materia, la manera en que una cosa es.
El orden metafísico se puede dividir a su ves en dos órdenes:
El orden ontológico (éste está formado por todos los entes FINITOS, es decir, por todo lo que
existe pero que es finito).
El orden teológico está formado por el único ente que es INFINITO, es decir, Dios. Dios está
formado también, como todos los entes, por ser y esencia. Pero mientras que en los entes finitos
podemos distinguir entre ambos, de hecho hemos explicado qué es el ser y qué la esencia, en el
caso de Dios ser y esencia no pueden distinguirse, son lo mismo ser y esencia: esto significa que
en Dios la existencia no es un añadido, no es una suma sino que existir forma parte de su
esencia, es una característica suya, no algo accidental o añadido como en nosotros, por ejemplo,
que existimos y podemos dejar de hacerlo, o podríamos no haber nacido. En el caso de Dios no
es así, por eso es Dios, infinito y eterno). Las cinco demostraciones d ella existencia de Dios [el
texto que vamos a analizar] pertenece a este orden, porque corresponde aquí demostrar su
existencia.
A. Introducción
Antes de analizar las cinco demostraciones hay que hacer una serie de comentarios. En primer
lugar es evidente que Tomás de Aquino es un filósofo de la Edad Media, de modo que el problema
de la existencia de Dios y su naturaleza es un tema nuevo en la filosofía. Para entender mejor las
demostraciones de Dios, vamos a analizar dos cuestiones importantes:
c) Otros filósofos cristianos también intentaron demostrar la existencia de Dios. El más importante
es San Anselmo y su famoso “argumento ontológico”: según San Anselmo de la mismo idea de
Dios se deduce su existencia, es decir, si yo poseo la idea de un ser perfecto (Dios), esta idea no
he podido crearla yo porque soy un ser finito e imperfecto (lo perfecto no puede proceder de lo
imperfecto), tampoco puede haber surgido de la nada, de repente (esto es imposible), luego la
conclusión es que alguien ha colocado esa idea en mi mente, y quién va a ser sino Dios mismo,
luego Dios existe. Como vemos, en esta demostración se pasa (como dirá siglos después Kant)
del pensamiento a la realidad, es decir, de la existencia de una idea acerca de un ser a la
existencia de ese ser en la realidad. Esta demostración era considerada un gran ejemplo de cómo
la razón apoya y demuestra las verdades de la fe.
CONTEXTUALIZACIÓN
1. BIOGRAFÍA
2. OBRAS
La gran obra de Tomás de Aquino es la Suma de teología, compuesta de varios tomos y que
Tomás de Aquino escribió durante gran parte de su vida, dejándola inconclusa a su muerte. Pero
también escribió otras obras importantes como la Suma contra los gentiles o un tratado sobre Los
pecados capitales, y varias obras en las que comenta y explica la filosofía de Aristóteles.
3. INFLUENCIAS
Se dice que la filosofía de Tomás de Aquino es sincrética, es decir, que reúne tradiciones e
influencias muy diferentes:
b) También recoge influencias de la tradición romana, de Cicerón y sobre todo de Séneca, ya que
debió leerlos y conocerlos bien a lo largo de sus estudios.
c) También influye en él la tradición árabe; como ya hemos visto Tomás de Aquino conoce la
filosofía de Averroes, pero no sólo en lo que se refiere a la denominada “teoría de la doble verdad”
(sobre la relación entre fe y razón), sino que Averroes fue traductor al árabe de las obras de
Aristóteles y realizó numerosos comentarios y estudios sobre ella, y aunque Tomás de Aquino no
leyera árabe sí leyó algunos de esos comentarios que fueron traducidos al latín, y que Tomás de
Aquino seguro estudió.
d) También influyo en Tomás de Aquino la filosofía del judío Maimónides, sobre todos su obra
Guía de perplejos, una obra que trata de mostrar que no hay contradicción entre fe y razón, que
una no anula o pone en duda a la otra sino ambas son necesarias y complementarias (como
vemos esto influyo en la propia posición de Tomás de Aquino). Hay un dato curioso: Averroes era
musulmán, médico y seguidor de Aristóteles; Maimónides, judío, médico también y también
admirador de la filosofía de Aristóteles.
e) Evidentemente, Tomás de Aquino es un filósofo cristiano (el más importante junto a San
Agustín), de modo que la influencia más poderosa es la del mensaje cristiano, el contenido de la
fe cristiana.
a) Durante la Edad Media existía la necesidad de crear una estructura o una base filosófica al
mensaje de salvación de Jesús, es decir, crear una doctrina cristiana y con ello una teología
perfectamente fundamentada en un discurso filosófico. Para ello, unos usaron la filosofía platónica
(como Plotino o San Agustín), y otros la filosofía aristotélica, como Tomás de Aquino. Este debate
interno de la Iglesia cristiana acaba con la prohibición que en el siglo XIII realiza el arzobispo de
Canterbury de exponer, difundir o defender la filosofía de Aristóteles. Aunque ya hemos visto
cómo Tomás de Aquino demostró perfectamente la coincidencia entre Aristóteles y la doctrina
cristiana. Pero esta prohibición no afectó a Tomás de Aquino, ya que su filosofía se convirtió
pronto en la filosofía que se explicaba y estudiaba en todas la universidades medievales.
b) Tal vez la influencia más clara de Tomás de Aquino sea sobre el filósofo español del siglo XVI,
Francisco Suárez, que escribió unas Disputaciones metafísicas, una obra que se usaba como
manual de estudio en las universidades, y que no es sino un estudio y exposición de la filosofía de
Tomás de Aquino.
c) En el siglo veinte, Max Scheler elaboró una teoría sobre los valores morales (axiología) en la
que recupera algunos aspectos de la filosofía de Tomás de Aquino, especialmente su teoría
moral, pero prácticamente su influencia en el siglo veinte es escasa, salvo en aquellos filósofos
cristianos que tienen a Tomás de Aquino como referencia fundamental (como el mismo Max
Scheler o el francés Mournier).