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Todo esto sucedió un frío día de invierno en las vacaciones de Navidad.

Como siempre, vamos a


pasar la nochevieja al pueblo (Padilla de Arriba) y allí, mis hermanos y yo nos juntamos con los
amigos. El sábado por la mañana, estábamos todos juntos dando una vuelta por el pueblo, cuando
vimos a Juan, un niño del pueblo, que estaba llorando, por lo que le preguntamos qué le pasaba y
nos dijo que su gato había desaparecido y que no sabía nada de él desde la noche anterior. Sin
pensarlo dos veces, mis amigos y yo decidimos ayudarle y empezamos a preguntar a gente del
pueblo si había visto al gato, se lo describimos y le enseñamos alguna foto que nos había dado Juan,
a lo que casi todos a los que preguntamos nos decían que ellos no le habían visto, hasta que al
llamar a la casa de un vecino nos dijo que le había visto hace poco más de tres horas, subiendo
hacía el barrio de arriba y nos dijo que por ahí normalmente había muchos gatos, así que por si
acaso fuimos a ver si es que el gato estaba por esa zona pero no, no había ni rastro de ese gato, ya se
nos hizo un poco así que todos nos fuimos hacía nuestras casas a cenar y a descansar. A la mañana
siguiente seguimos con la búsqueda, fuimos por casi todo el pueblo, estuvimos buscando al gato por
casi cuatro horas hasta que cada uno se fue a su casa a comer, despues, de a ver comido, todos nos
juntamos y hicimos un plan nos separamos por parejas y cada pareja iría por una parte del pueblo
para conseguir encontrar de una vez al gato, aunque no había ni rastro del gato, aún así nosotros no
nos daríamos por vencidos, aunque despues de una larga busqueda seguiamos sin encontrarle ya se
nos iban las esperanzas de encontrar al gato, aunque llegó un momento en el que nos dimos cuenta
de que había varios lugares en los que no habiamos mirado y que había muchísimas posibilidades
de que el gato se encontrará allí por lo que primero fuimos a la calle de las bodegas porque nadie
había buscado allí, en esa calle no estaba por lo que continuamos nuestro recorrido hacia donde se
encuentran los montones de paja, le seguíamos buscando pero no le encontrabamos ya solo nos
quedaba una opción, que era que esté en alguna nave la opción en la que menos confiabamos, aún
así todos fuimos corriendo hacia varias naves ya que en mi pueblo hay muchas, miramos por un par
de ellas hasta que resulta que el gato estaba en la nave de Jorge, en la cuál estaban dentro el gato
que había desaparecido, una gata y unos gatitos que parecía que acababan de nacer, ahora todo nos
cuadraba la gata acababa de parir y el gato estaba cuidando a sus gatitos, nada más conocer el
paradero de el gato desaparecido se lo comunicamos a sus dueños, los cuales se pusieron muy
contentos, y nosotros tambien nos pusimos muy contentos por haber ayudado a los dueños a
encontrar al gato, ahora todos nos acordamos de nuestra aventura vivida estas Navidades.

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