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El sistema de suspensión viene siendo de los elementos más importantes que conforman la
motocicleta, debiendo trabajar de forma impecable para ser el encargado de absorber todos
los desperfectos que se encuentren en el terreno o carretera que transitamos. Con un
funcionamiento adecuado lograremos sortear los hundimientos y las elevaciones conservando
siempre la estabilidad que es tan importante; en fin el comportamiento total de la moto se va
a determinar gracias a este sistema y con esto la seguridad de quien la conduce. Por tratarse
de una parte tan importante la misma debe ser revisada exhaustivamente al momento de
adquirir una motocicleta usada.
Normalmente las motocicletas cuentan con un sistema de suspensión compuesto por una
horquilla en la parte delantera, formada por dos barras; y un solo amortiguador para la parte
posterior de la misma. Partiendo de esto se pueden ver distintos diseños que cambian de
acuerdo al año y la marca, sistemas como el basculante delantero o los clásicos
amortiguadores traseros dobles son una de las variantes que podemos conseguir recorriendo
el mundo de las dos ruedas.
Para los conductores que ya tienen un mayor conocimiento en cómo funcionan las
suspensiones y su tipo de comportamiento en los diferentes tipos de carretera, se pueden
arriesgar un poco en cuanto al ajuste de estas.
La motocicleta típica cuenta con una horquilla en la rueda frontal y un brazo oscilante con
uno o dos amortiguadores para la parte trasera.
Teóricamente, las ruedas (masa no suspendida) no debieran nunca despegarse del suelo
manteniendo la adherencia y la estabilidad, mientras el chasis (masa suspendida) debería
mantenerse equilibrado para garantizar la estabilidad.
El resorte o espiral:
El resorte, también conocido como muelle, se encuentra formado por un espiral de acero
enrollado y se clasifican de acuerdo con su velocidad de respuesta (una medida de la fuerza
requerida para comprimir el resorte y se expresa en libras por pulgada). Por ejemplo, un
resorte con una velocidad de 100 lbs / pulgada requerirá 100 lbs para comprimirlo una
pulgada; cada pulgada adicional de compresión requeriría 100 libras de fuerza extra; a este
tipo de muelle se le conoce como resorte de velocidad lineal. También podemos encontrar
resortes de velocidad progresiva, básicamente es un solo espiral con diferentes niveles de
compresión y resistencia, lo cual permite responder a múltiples velocidades, de esta manera la
velocidad inicial puede ser de 60 lb / pulgada, posteriormente para comprimir cada pulgada
subsiguiente, será necesario aplicar mayor fuerza (por ejemplo: 75 libras más para la segunda,
100 libras más para la tercera y así sucesivamente). La principal ventaja de este tipo de
resortes es que ofrecen suficientemente flexibilidad para absorber las pequeñas
irregularidades, mismo tiempo que son lo bastantemente firmes como para asimilar un gran
golpe y/o mantener la estabilidad en las aceleraciones, frenadas y el paso por curva.
La precarga varía una serie de parámetros geométricos de la moto y el reparto de masas entre
ejes y por ende, influye muchísimo en su comportamiento dinámico; sin embargo, la precarga
no endurece los muelles ya que no es lo mismo fuerza inicial que constante elástica o
gradiente.
Una precarga muy suave permitirá que la horquilla se comprima demasiado durante una
maniobra de frenado, lo cual genera una pérdida de armonía en el movimiento a la hora de
aplicar el freno o el acelerador; por otra parte, una precarga demasiado rígida afectara la
comodidad, el suave andar de la moto, así como los movimientos que puede realizar para
adaptarse a la carretera. Al comprimir o descomprimir un poco los resortes posteriores, se
puede ajustar perfectamente la precarga para adaptarse a las condiciones para que coincidan
con las necesidades y gustos del piloto y las condiciones en que usará la motocicleta, cuando
viaja solo, acompañado o con equipaje.
Las suspensiones reciben este nombre porque mantienen el chasis suspendido sobre las
ruedas y sirven para mantener constante la puesta a punto de la motocicleta.
Suspensión delantera:
La suspensión delantera, también conocida como telescópica, está conformada por dos tubos
unidos en la zona superior a una tija o ‘araña’, la cual a su vez es el punto de sujeción con el
chasis de la motocicleta; estas barras se insertan en un par de tubos más grandes en la parte
inferior que están conectados al eje de la rueda, trabajan de manera similar al alargamiento de
un telescopio, de allí su nombre. Este tipo de suspensión es el más comúnmente empleado en
la mayoría de motocicletas, sobre todo en las de bajo cubicaje. En el interior, encontramos un
resorte y el fluido hidráulico, además de una serie de válvulas que gestionan el flujo de aceite,
con la finalidad de controlado adecuadamente los movimientos de compresión y rebote.
Convencionales: en este tipo de suspensión cuentan con un muelle y el pistón con sus
orificios fijos o regulables.
De cartucho: es una evolución del anterior sistema, y es como disponer de ‘un amortiguador
dentro del amortiguador’. La principal ventaja del cartucho es su circuito de alta velocidad,
cuando por ejemplo cogemos un bache rápido que el sistema de amortiguación no puede
absorber debido a que el aceite no puede pasar tan rápido por los orificios del pistón, el
cartucho entra en acción abriendo un paso que permite liberar la presión, manteniendo en
todo momento el control.
Las suspensiones telescópicas están diseñadas para que los resortes mantengan la altura
determinada entre el chasis y el suelo. La precarga es un rango de ajuste que permite que
dicha altura sea constante, aun cuando el piloto esté sobre la motocicleta. Los modelos más
recientes de suspensiones telescópicas, y las versiones premium, permiten ajustes en
precarga, compresión y rebote, otras ofrecen manejo independiente de estas funciones en
cada botella.
Suspensión trasera:
En sus inicios, la suspensión trasera se conocía como ‘Hard Tail’ ya que hacía parte integral del
cuadro de la moto. Con el paso del tiempo se desarrolló el brazo oscilante el cual bien puede
sostener el eje de la rueda desde ambos lados o desde un solo lado, como en los modelos
deportivos modernos. Sin embargo, este tipo de sistema aumenta el peso de la masa no
suspendida de la moto. Los brazos basculantes convencionales (dobles), frecuentemente
cuentan con dos amortiguadores de tipo Coil Over, que también pueden ser ajustados en la
precarga compresión y rebote, dependiendo de la sofisticación del sistema. En diseños
deportivos y motos de competencia, es mucho más común ver un solo amortiguador central (o
en algunos casos descentrado), el cual usualmente cuenta con una carrera más larga y mayor
rigidez.