Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
- ROL MINISTERIAL -
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en los cielos y en la tierra. Por
tanto, id, y HACED DISCÍPULOS a todas las naciones, BAUTIZÁNDOLOS en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; ENSEÑANDOLES que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amen” (Mt.
28.18-20)
PLANTEAMIENTO.
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los
años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento…” (Ec. 12)
El filósofo griego Heráclito dijo en alguna ocasión, “Ningún hombre puede cruzar el mismo
río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos”. Y esto es cierto, cada día
variamos en razón de nuestra forma de ser y de pensar; cada momento que pasa no somos los
mismos que éramos antes.
QUIEN SOY.
“Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies…” (Mt. 9.38)
Para poder cumplir eficientemente con mi lugar en el ministerio de jóvenes debo ser capaz
de definir cuál es mi lugar y las funciones que debo de llevar a cabo. La pregunta “¿Qué es un
master?” Se vuelve relevante en este punto y es que si no sabemos cuál es nuestro rol ministerial
es fácil extraviarnos del objetivo, además de que diseñar estrategias de trabajo pasa a segundo
término pues no sabemos a dónde nos dirigimos.
Dentro de la estructura de Impacto Juvenil son los Masters el primer eslabón de enlace
con la comunidad de jóvenes cristianos de nuestra congregación. Deben encargarse de hacer
discípulos, brindarles las herramientas que les permitan realizar su búsqueda personal de la
voluntad de Dios y enseñarles los aspectos necesarios para su crecimiento espiritual.
La labor del master se lleva a cabo a través de un enfoque holístico y relacional. Es decir,
no se concentra exclusivamente en el tiempo por grupos pequeños que se establezca por la
dirección del ministerio sino que se involucra con ellos transversalmente a través de todos los
proyectos, momentos de servicio y relaciones más allá del templo.
El principal error del master es querer influir en su grupo pequeño cuando solo se ocupa
de ellos cada vez que tiene tiempo por grupos. Nadie puede influir en la vida de otro sin pasar
tiempo juntos. El master debe mentorear a los jóvenes de su grupo. Esto es, debe trabajar para
formar el carácter del aprendiz y encargarse de brindar consejos, información y guía en beneficio
del desarrollo de la vida espiritual de la persona. Se encarga de que la persona amplíe su potencial
de adentro hacia afuera.
ASPECTOS ESENCIALES.
“Porque ¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos,
a ver si tiene lo que necesita para acabarla?...” (Lc.14.28)
Y es que la única manera de influir en los demás es a través de una relación significativa
basada en la comunicación asertiva. Las personas pueden deslumbrarse de tus habilidades para
hablar, de tu conocimiento bíblico, la forma de ejecutar un instrumento, cuantos idiomas sabes y
cosas por el estilo; pero es solo hasta que sepan que ellos son importantes para ti que te abrirán
su corazón para que puedas influir sobre ellos.
Consideremos este pilar como el primer paso para establecer los otros dos. Si cuando
llegas al servicio juvenil cada semana lo que más te interesa es acercarte a tus amigos o novio/a
para platicar con ellos, estas dejando de lado esta gran área de oportunidad y cuando quieras
motivar a alguna de las personas que está a tu cargo en algún sentido te será imposible lograrlo.
- Relación significativa con Cristo. “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cisto…” (Ef.
4.13)
Dentro del ministerio nuestro principal propósito es hacer discípulos juveniles y enseñarles
todas las cosas que el Señor nos ha mandado. Todo parte de este propósito. Queremos que las
personas que asisten puedan encontrar en Impacto Juvenil las herramientas necesarias para
desarrollar una comunión personal con Cristo, desde herramientas prácticas para su tiempo
devocional hasta saber enfrentar las batallas espirituales que se pueden presentar a lo largo de la
vida.
- Toma de decisiones sabias. “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la
multitud de consejeros hay seguridad…” (Pv. 11.14)
Como dijimos al principio es en la juventud que se toman las decisiones más importantes
de la vida: ¿Qué voy a estudiar? ¿A qué me voy a dedicar? ¿Con quién me casaré? ¿Tendré hijos?
Pero es también en esta etapa en la que se toman decisiones más triviales pero que pueden tener
un impacto significativo en mi futuro. ¿Les hago caso a mis amigos que me invitan a tomar?
¿Probaré esta droga que me ofrecieron en la escuela? ¿Les mentiré a mis padres e iré a este lugar
donde me invitaron? Estas decisiones también son importantes y queremos estar ahí para los
jóvenes cuando tengan que enfrentarse a ellas.
Una persona que elija, por ejemplo, por las drogas antes de una vida sin ellas afectará su
futuro pues tendrá que enfrentar la batalla de las adicciones. Nosotros tenemos la oportunidad de
estar en esos momentos, debemos procurar llevarles un consejo sabio y remitirlos a las instancias
correspondientes para un seguimiento adecuado.
Si establezco todas mis estrategias de crecimiento y seguimiento sobre estos tres pilares
puedo estar seguro que alcanzaré las metas que me proponga y dejaré un legado de bendición en
Impacto Juvenil.
En un sentido bíblico el discipulado al estilo de Jesús tiene todo que ver con la mentoría. Él
era master en hacer esto ya que el mentoreo es algo personalizado, no se trata solo de velar por
que todos estén bien, sino que al estilo de Jesús tiene que ver con la formación de otros líderes,
Marcos 3:14 dice “y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar” y
en los cuatro evangelios notamos que Jesús paso la mayor parte de su tiempo con los doce y más
profundamente con solamente tres de sus discípulos, que eran Pedro, Jacobo y Juan, que luego en
el libro de los Hechos notamos que son los que quedaron en el liderazgo de la iglesia cuando Jesús
se fue, así que debemos entender que el mentoreo y el discipulado tienen que ver con la
multiplicación de líderes.
CARACTERISTICAS.
“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel…” (1 Cor.4.2)
En este punto vamos a reflexionar acerca de las características propias de la persona que
desea o funge como Master y no tanto de las herramientas y procesos que deba realizar. Es decir,
aquí se trata más del “qué soy” en lugar del “qué hago”.
Si a través de la siguiente reflexión consideras que hay algunos aspectos en los que te
quedas corto no te sientas mal sino tómalo como un área de oportunidad que se presenta ante ti e
insiste en avanzar hasta lograr ese objetivo.
VIDA LIMPIA. “Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas será un vaso de honra,
santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra” (2. Tim. 2.21). La vida limpia nos
prepara para toda buena obra; la palabra de Dios nos equipa para toda buena obra. Al referirnos a
la vida limpia nos estamos refiriendo a vivir en santidad, pero también a no involucrarnos con
cuestiones que, aun cuando no las consideremos como pecado, afecten nuestra relación con Dios.
Además de esto, vivir de esta manera nos permite actuar en congruencia entre lo que decimos y lo
que hacemos, así aplicamos autoridad a nuestras palabras.
CONOCIMIENTO DE DIOS. “La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida”
(Salm0 19.7). La Palabra de Dios “llena nuestros tanques” y revive nuestras almas. La Biblia resulta
un instrumento imprescindible para nuestro crecimiento espiritual. Al sumergirnos en la Palabra
de Dios, comenzamos a adquirir la mente de Cristo y aprendemos qué es llevar una vida de
discípulo. (2 Tim. 3.14-17). Una de las cosas más fructíferas que podemos hacer es
comprometernos personalmente a tener un estudio regular y sistemático de la Biblia. La Palabra
de Dios es la que nos equipa para el ministerio. La gente viene a nosotros porque quieren la
perspectiva de Dios sobre la vida, no nuestras opiniones. El conocimiento de Dios nos asegurará
que cualquier consejo que demos se base más en lo que Dios dice y menos en lo que a mí me
parece.
Las personas somos seres relacionales, necesitamos sentir que los demás se interesan en
nosotros para compartir parte de nuestra vida. Al platicar con alguien atiende genuinamente lo
que te dice, has preguntas relacionadas con su situación y míralo a los ojos para crear conexión.
Elimina el celular de tus conversaciones personales y pon tu atención a la persona que está
frente a ti.
VALORA A LAS PERSONAS. Si realmente deseas elevar tu nivel de influencia frente a otros
agrega valor a sus vidas. Cree en ellos, rétalos en cosas por hacer y verás cómo te muestran lo
mejor de sí mismos. Todos tenemos potencial es cuestión de desarrollarlo.
VISIÓN. ¿Hasta dónde quieres llegar? ¿Cuántas vidas quieres impactar? Estoy seguro que
hay una generación que anhela la presencia del Señor, con gran necesidad de Dios. Debemos ver
con los ojos de la fe a muchos jóvenes venir al Señor y cambiar sus vidas por medio del mensaje
del evangelio
Te invito a reflexionar en la sesión de hoy y tomar una decisión de bendición que haga
bien a los demás.