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El hombre no solo es materia, es también espíritu, no es solo para este mundo, es para lo eterno.
La justicia exige eternidad: todo lo bueno hecho en esta vida será recompensado después de la
muerte, y se deberá dar cuentas de todo lo malo hecho, justicia divina
La importancia de hablas de las postrimerías: Hoy en día no se piensa en el fin de nuestra vida,
puede tornarse un tabú o tema muy sensible cuando es una realidad innegable
Cuando no se tiene razones para morir, no se tiene razones para vivir: se vive desenfrenadamente.
Quien comprende la trascendencia después de la muerte, y sabe que es un paso a la vida eterna,
tiene razones para vivir, aunque todo se vea desolador.
Es tomar plena conciencia del hoy y saber como mejorar para un mañana, en esta vida nos la
jugamos toda, la salvación o la condenación eterna.
Santa Teresa de Jesús: Ven, muerte, tan escondida que no te sienta venir, porque el gozo de morir
no me vuelva dar la vida”
Definición: CIC 997, 624, 650, 1005- Es la separación del alma y el cuerpo; es el final de la vida
terrena.
Hablar del cuerpo y alma no es dualidad, Dios no ha dotado de cuerpo y alma, tanto que creemos
en la resurrección de la carne. Somos una unidad sustancial de cuerpo y alma
Morir en pecado mortal significa condenarse para siempre- si te acuestas en pecado mortal,
mañana, ¿dónde puedes despertar?
Ap 14, 13– Cuán diferente es la muerte del Santo. No se trata aquí de un desprecio de la vida
terrena sino de un inmenso deseo de encontrarse con Dios.
El juicio
Al momento de expirar, contemplaremos la película de nuestra vida pero con la mirada de Dios.