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VENERABLE MAESTRO LAKHSMI:

ENCARNACIÓN DEL SABAOTH-MOISÉS

Admitamos que cierta persona, al referirse al Venerable Maestro


Lakhsmi, se haya dejado decir que al Maestro se le puede dar un
estrecho abrazo, porque “ al fin y al cabo es un hombre”. En las próximas
líneas demostraremos que una descripción más acertada del Venerable
Maestro Lakhsmi viene siendo la siguiente:

“El Venerable Maestro Lakhsmi es un DIOS en la Tierra.”

Empezaremos por decir que en el ejemplar que conservamos de la


PISTIS SOPHIA DEVELADO, capítulo 64, páginas 303 y 304, se nos avisa
que:

“Cuando resplandece Lucifer en nosotros,


se convierte en nuestro Moisés particular, individual.”

Moisés es, pues, Lucifer blanqueado.

Hay iniciados que han encarnado al Cristo Íntimo pero que no han
logrado encarnar su Lucifer Íntimo, su Moisés Íntimo.

En la página 304 de la obra recién citada el Venerable Maestro


Samael Aun Weor nos dice que:

“Lucifer, integrado con el Cristo Íntimo,


resplandece en Sabaoth, el Hombre Solar.”

Lucifer es el desdoblamiento del Cristo Íntimo, de modo que


cuando Lucifer se integra con el Cristo Íntimo se convierte en
Sabaoth.

Continuando con su discurso esotérico el Maestro Samael nos


explica que:

“El Sabaoth Celestial cristaliza en el Sabaoth-Hombre


gracias al Moisés Íntimo.”

“Sabaoth-Moisés se integran totalmente.”


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“Sabaoth es el DIOS INTERNO que debe cristalizar en la persona


humana gracias a los buenos oficios de Lucifer”.

De lo expuesto se infiere que puesto que el Venerable Maestro


Lakhsmi encarnó al Cristo y encarnó al Divino Daimon, su Lucifer
particular, entonces encarnó a su DIOS INTERNO, lo cual implica que ese
Bendito Ser es un DIOS en la Tierra, un Sabaoth-Hombre, un Sabaoth-
Moisés.

De ahí que, como afirmábamos en anteriores líneas, lo lógico sea


decir:

“El Venerable Maestro Lakhsmi es un DIOS en la Tierra.”

O, si se prefiere:

“El Venerable Maestro Lakhsmi es Sabaoth-Moisés”

Finalmente, si insistimos en referirnos al Venerable Maestro Lakhsmi


como un “hombre” podríamos utilizar tal calificativo, siempre y cuando lo
escribiésemos con H (hache mayúscula). Diríamos entonces:

“El Venerable Maestro Lakhsmi es un Sabaoth-Hombre.”

En pocas horas comenzará la Convivencia de agosto del año 2004.


Conviene recordar que cuando nos encontremos en presencia de ese
Bendito y Glorioso Ser, seamos tan reverentes como nos fuese posible,
porque como hemos dejado indicado, no se trata de una persona común y
corriente. Su cuerpo físico no deja entrever la majestad de la Divinidad
que alberga y ello podría inducirnos a imaginarnos a nosotros, personas
no logradas, lunares, que Él es un simple humanoide.

Queridos Hermanos, no encontramos más que decir, así que le


pondremos punto final a este escrito, empleando para ello el saludo de
despedida del Venerable Maestro Lakhsmi:

“Que la Paz más profunda reine en vuestros corazones.”

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