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Este documento discute quién tiene el control de nuestras vidas: la carne o el Espíritu Santo. Explica que cuando la carne está al mando nos lleva por un camino de muerte, mientras que cuando el Espíritu Santo guía nuestra vida nos lleva por un camino de victoria y frutos que agradan a Dios. Alenta a los lectores a entregar el control de su vida al Espíritu Santo para experimentar una vida guiada a la vida eterna en lugar de la condenación.
Este documento discute quién tiene el control de nuestras vidas: la carne o el Espíritu Santo. Explica que cuando la carne está al mando nos lleva por un camino de muerte, mientras que cuando el Espíritu Santo guía nuestra vida nos lleva por un camino de victoria y frutos que agradan a Dios. Alenta a los lectores a entregar el control de su vida al Espíritu Santo para experimentar una vida guiada a la vida eterna en lugar de la condenación.
Este documento discute quién tiene el control de nuestras vidas: la carne o el Espíritu Santo. Explica que cuando la carne está al mando nos lleva por un camino de muerte, mientras que cuando el Espíritu Santo guía nuestra vida nos lleva por un camino de victoria y frutos que agradan a Dios. Alenta a los lectores a entregar el control de su vida al Espíritu Santo para experimentar una vida guiada a la vida eterna en lugar de la condenación.
Lección Nº 4 Enero 2023 . ¿Quién tiene el timón de tu vida?
Texto bíblico: Romanos 8: 5 - 13
Introducción. El apóstol Pablo muestra en el capítulo 7 de Romanos la verdadera lucha que tenia entre la carne y el espíritu, él quería cumplir con los mandamientos de Dios y no podía, quería agradar a Dios pero no podía, a tal punto que el expresa: Miserable de mi, ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Romanos 7: 24. El era muy religioso y quería vivir conforme a la voluntad de Dios, pero todo le salía mal, terminaba haciendo lo que no quería hacer. Romanos 7: 15 - 23 Esto era porque lo quería hacer con sus criterios mentales, racionales, y a través de una estructura religiosa, él quería agradar a Dios pero esa no era la manera para lograrlo,. Había otro camino. Desarrollo. 1. El camino de la carne. En el capitulo siete de Romanos Pablo muestra que los que viven en los criterios carnales son los que piensan y practican todo lo que está alejado de Dios, de la vida del Espíritu Santo y de la vida de la fe. Cuando la naturaleza pecaminosa que está en nosotros tiene el control de nuestros pensamientos, nos pasamos pensando en las cosas que pertenecen a la carne, y nuestro andar y vivir están conectados con esos pensamientos, estos pensamientos son los que nos llevan hacer las cosas que desagradan a Dios. Cuando el timón de mi vida lo tiene la carne, me llevará por un camino que termina en la muerte, porque la mente carnal es enemiga de Dios y el ocuparme de la carne es muerte. 2. Un nuevo camino. En el capitulo ocho de Romanos, el apóstol Pablo introduce algo que no estaba en el capitulo siete, lo primero que dice es: Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que andan en el Espíritu Santo y no en la carne. Ahora se da cuenta que hay una posibilidad de no sentirse condenado como él se sentía condenado por no poder hacer la obra de Dios, como la Biblia lo reclama. Dios abrió un nuevo camino para que el hombre pueda vivir agradándole. 3. El camino del Espíritu Santo. La ley del Espíritu es la que me hace pensar conforme al Espíritu Santo y por consecuencia me hace vivir y actuar conforme a Dios, darle el timón de mi vida al Espíritu Santo es lo que agrada a Dios. Cuando el Espíritu Santo gobierna nuestras vidas nos hace producir frutos gloriosos, ahora es el Espíritu de Dios que vive dentro nuestro que nos llevará por un camino que termina en vida. No es con nuestras fuerzas, es con las fuerzas y el poder de Dios. Conclusión. La pregunta hoy es: ¿Quién tiene el timón de tu vida? Como cambia la vida al pasar del capítulo siete al capítulo ocho de Romanos. En el capitulo siete la carne tiene el timón y la experiencia era un continuo fracaso, una vida derrotada, miserable y un final de muerte. En el capitulo ocho el timón lo tiene el Espíritu Santo, y vemos a un hombre ayudado en sus debilidades, viviendo en victoria, agradando al Señor. Si nos miramos al espejo y nos decimos: No podemos con nuestra vida, tenemos que saber que Jesús nos abrió un camino nuevo, un camino de vida, con una nueva ley, la del Espíritu que nos llevará a la vida eterna. Entrégale el timón de tu vida al Señor Jesucristo.