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TEMA 17. BIOLOGÍA DE LOS MICROORGANISMOS Y MICROBIOLOGÍA APLICADA.

1. Microbiología. Concepto de microorganismo.


Los microorganismos o microbios son organismos de pequeño tamaño, observables únicamente
con la ayuda del microscopio. La Microbiología es la rama de la Biología que se encarga del
estudio de los microorganismos.

2. Criterios de clasificación de los microorganismos.


Actualmente se acepta una clasificación de todos los seres vivos en cinco grandes reinos que
consideran las relaciones evolutivas. Dentro de esta clasificación, encontramos microorganismos
en el:
- Reino moneras, en el que se incluyen las bacterias y las cianobacterias, ambos con un
modelo de organización celular procariota.
- Reino protistas, que agrupa a las algas y a los protozoos, ambos eucariotas.
- Reino hongos o fungi, también de organización eucariota, donde se sitúan las levaduras,
los mohos y los hongos propiamente dichos.

CLASES DE MICROORGANISMOS
a) Microorganismos con organización Procariotas Bacterias (R. moneras)
celular. Cianobacterias (R. moneras)
- Poseen membrana celular Eucariotas Protozoos (R. protistas)
- Tienen como ácidos nucleicos Algas (R. protistas)
tanto ADN como ARN. Hongos (R. hongos)
Levaduras (R. hongos)
Mohos (R. hongos)

Se incluyen también los virus, priones y viroides dentro de los microorganismos como formas
acelulares.

b) Microorganismos sin organización celular Virus


- No poseen membranas Viroides
- Nunca están presentes los dos ácidos Priones
nucleicos juntos (ADN o ARN).
- Son parásitos estrictos de los que tienen
organización celular, pues carecen de
metabolismo.

Pueden hacerse otras clasificaciones de los seres microscópicos, además de la taxonómica,


siguiendo múltiples criterios: tipo de nutrición, relación con otras especies, utilidad para los seres
humanos, papel que juegan en los ecosistemas, etc.

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En cuanto al modo de nutrición, sabemos que solo hay dos tipos posibles: los organismos
autótrofos y los heterótrofos. Entre los primeros, los hay que aprovechan la luz como fuente de
energía (fotosintéticos) y los que utilizan la energía desprendida en ciertas reacciones químicas de
substancias del medio (quimiosintéticos).

Desde el punto de vista ecológico, como integrantes de las cadenas tróficas, hay que decir que
básicamente vamos a encontrar microbios pertenecientes al primer eslabón y en los últimos. Esto
significa que los va a haber:
- Productores, que son los seres que se encuentran en la base de las pirámides
alimentarias, siendo indispensables para iniciar el flujo de materia y energía en los
ecosistemas. Nuevamente se trata de los organismos foto y quimiosintéticos.
- Descomponedores y transformadores son los que cierran el ciclo de la materia y
pertenecen a los grupos de las bacterias y de los hongos. Desde el punto de vista
nutricional, son heterótrofos y pueden considerarse consumidores muy especializados.

Si tenemos en cuenta las relaciones que pueden mantener con otras especies, así como el
modo en que consiguen el alimento, se clasifican en:
- Microorganismos mutualistas y simbiontes: son aquellos que viven asociados a otros
seres vivos, beneficiándose ambos en la relación que mantienen, por ejemplo, algas que
viven con hongos formando líquenes. La distinción entre la simbiosis y el mutualismo radica
en el hecho de que, en el primer caso, ambas especies se necesitan obligatoriamente para
sobrevivir, mientras que en el mutualismo, las especies involucradas viven perfectamente
sin llegar a esos límites de dependencia.
- Microorganismos comensales: viven junto, sobre o dentro de otros organismos sin
causarles perjuicio, pero beneficiándose ellos. Por ejemplo, las bacterias de nuestra piel.
- Microorganismos parásitos: establecen una relación en la que se benefician causando un
perjuicio al hospedador. Son organismos de nutrición heterótrofa y pueden producir
enfermedades.
- Ciertos microbios se alimentan activamente capturando a otros microorganismos. Por
ejemplo, el protozoo paramecio se alimenta de bacterias. En este caso debería ser llamado
“depredador” pero, sin embargo, se dice que es un ser de “vida libre”.
- Los organismos que siendo heterótrofos descomponen materia orgánica muerta, y son
responsables de su descomposición reciben el nombre de saprofitos.

Una última clasificación, basada en la utilidad para los humanos diferencia entre:
- Microorganismos inocuos o inofensivos, que en definitiva no nos afectan ni positiva ni
negativamente.

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- Microorganismos perjudiciales, entre los que encontramos organismos que nos dañan
indirectamente al descomponer nuestros alimentos, por ejemplo, y los que nos dañan
directamente produciendo enfermedades y que denominamos organismos patógenos.
- Microorganismos beneficiosos que son todos aquellos que pueden sernos de alguna
utilidad. Existen multitud de ellos, se emplean en la industria alimentaria y son la base de la
Biotecnología.

3. Bacterias.
3.1. Clasificación, morfología, fisiología y ecología de las bacterias.
Agrupa a un conjunto muy variado de sustrato y las protege de agresiones externas
microorganismos unicelulares procariotas (placa dental por ejemplo). Los tipos más
cuyo tamaño oscila entre 0,3 y 10 µm. Están frecuentes son los siguientes: Cocos; bacilos;
adaptados a vivir en cualquier tipo de espirilos; vibrios; espiroquetas; bacterias con
ambiente terrestre o acuático ya que utilizan apéndices; bacterias filamentosas.
todas las formas de nutrición conocidas:
autótrofas (fotosintética y quimiosintética)
además de heterótrofas (saprófitas,
simbióticas o parásitas). El papel ecológico de
las bacterias resulta esencial en el
mantenimiento de los ciclos biogeoquímicos y
en el reciclaje de la materia.

Las bacterias son organismos unicelulares


aunque dependiendo del medio donde estén
creciendo pueden unirse unas a otras
formando colonias y películas inmersas en
una especie de baba pegajosa que las fija al

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3.2. Características estructurales.
Basándose en los estudias realizados por microscopía electrónica, técnicas de marcaje con
isótopos, centrifugación etc. se han observado las siguientes estructuras: cápsula bacteriana, pared
bacteriana, membrana celular, citoplasma, pili sexuales, flagelos, mesosomas, nucleoide.

La pared bacteriana es la envoltura que le da consistencia a la célula, protegiéndola de posibles


roturas osmóticas. Su componente esencial son los peptidoglicanos o mureina que rodea a la
bacteria. Dependiendo de si la bacteria es Gram+ o Gram- tienen elementos diferentes.

La membrana es muy parecida a la membrana plasmática de las células eucariotas, puede


plegarse hacia el interior formando unas estructuras denominadas mesosomas, donde se pueden
encontrar los enzimas responsables de las fermentaciones, de la síntesis de su ADN y de las
proteínas necesarias.

En su composición química del citoplasma aparecen los siguientes compuestos: agua, proteínas y
ácidos nucléicos en la región del nucleoide. No presenta citoesqueleto y se observan ribosomas e
inclusiones de diversa naturaleza. Los ribosomas son 70S, pueden estar formando polirribosomas
y lógicamente relacionadas con la síntesis de proteínas. Las inclusiones son generalmente son
depósitos de sustancias de reserva (lípidos y ploisacáridos),

En la región del nucleoide se aprecia el cromosoma bacteriano circular asociado a proteínas no


histónicas. Los plásmidos son elementos extracromosómicos de doble cadena de ADN que
pueden estar integrados o no en el cromosoma bacteriano. En el trasiego de genes entre dos
bacterias a través de los “pili” pueden intercambiar estos plásmidos haciendo que la bacteria
receptora adquiera algún tipo de ventaja evolutiva.

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La cápsula es una capa pegajosa o viscosa compuesta por N-acetilglucosamina, fructosa, manosa
y otros azúcares. Les confiere a las bacterias una gran resistencia al ataque de linfocitos, siempre
que esta cápsula sea suficientemente gruesa.

En algunas bacterias se han descrito prolongaciones o apéndices en la superficie celular


denominados finbrias, pili y flagelos. Las fimbrias son filamentos huecos y cortos por los que se
adhieren a sustratos sólidos como las rocas y tejidos del hospedador. Los “pili” sexuales son más
largos y anchos que las fimbrias, también son filamentos huecos; las bacterias intercambian genes
por el túnel que forman los “pili” fusionado que pueden unir las bacterias entre sí. Los flagelos son
apéndices largos, delgados y de mayor longitud que la propia bacteria; suelen estar localizado en
uno de los polos de la bacteria o en ambos pero nunca rodeando a la bacteria. Tienen una evidente
función locomotora.

3.3. Características funcionales.


3.3.1. Reproducción.
Las bacterias se reproducen por bipartición asexualmente: Se duplica su ADN gracias a la
polimerasa asociada a los mesosomas. La pared crece hasta que se forma un tabique transversal;
el material genético se separa en dos agrupándose en dos bloques que separan los tabiques
formados por los mesosomas. Posteriormente las dos bacterias se separan.

3.3.2. Tipos de nutrición.


Según la fuente de energía y la fuente de carbono que usan las bacterias se observan:
Dependiendo de la energía:
Quimiotrofos: Que oxidan compuestos químicos:
- Quimiorganotrofos que usan compuestos orgánicos.
- Quimiolitotrofos usan compuestos inorgánicos.
Fotótrofas: Usan la luz como fuente de energía.
Dependiendo de la fuente de carbono:
- Autótrofos: Usan el CO2 como fuente de carbono.
- Hetrótrofas: Usan carbono de compuestos orgánicos.

4. Virus.
Todos los virus son formas acelulares microscópicas y están constituidos por un fragmento de
ácido nucleico rodeado por una cubierta proteica. Aunque son formas muy sencillas, cada virus
posee su propia información genética en forma de ADN o ARN, nunca los dos tipos juntos.
Algunos autores no lo consideran formas vivas ya que necesitan obligatoriamente una célula
hospedadora para poder completar su ciclo vital. Desde esta perspectiva, los virus son siempre
parásitos obligados, alternando una fase extracelular inerte y una fase intracelular activa.

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Precisamente, dependiendo de la célula que parasite se podría clasificar a los virus en: parásitos
de bacterias (bacteriófagos), parásitos de plantas y parásitos de animales. Características típicas
de los virus son su pequeño tamaño (0.02 a 0.3 µm de diámetro) y su simplicidad estructural.

4.1. Composición y estructura.


La partícula vírica o virión está constituida por un fragmento de ácido nucleico encerrado en una
cubierta proteica denominada cápsida. Algunos están recubiertos por una envoltura membranosa
lipídica que procede de la última célula hospedadora que parasitó (virus con envuelta). Otros sin
embargo no poseen esta cubierta (virus desnudos).

El ácido nucleico de un virus puede ser ADN o ARN, mono o bicatenario. Este genoma puede
observarse en forma circular o fragmentada (caso de la gripe).

La cápsida está compuesta por subunidades denominadas capsómeros (subunidades


estructurales compuestas a su vez por varias unidades proteicas). Las proteínas de la cápsula se
organizan alrededor del ácido nucleico de tal manera que la nucleocápsida presenta una
determinada estructura que caracteriza la morfología y simetría del virión. Así pues podemos
clasificar a los virus dependiendo de esa simetría en:

4.2. Ciclos de vida: lítico y lisogénico.


Mientras el virus es extracelular no es capaz de reproducirse, por lo tanto es necesario que el virión
penetre en una célula hospedadora para que comience su ciclo reproductivo y que aparezcan
nuevos virus. Este es el denominado ciclo lítico. Sin embargo existen virus que al penetrar en las
células hospedadoras, permanecen en ellas sin que aparezcan nuevas partículas víricas, estos
virus siguen un ciclo lisogénico.

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CICLO LÍTICO:
Todos los virus que siguen este tipo de ciclo presentan en su ciclo vital una serie de etapas
comunes:

1- Entrada de los virus en las células hospedadoras:


Mediante receptores específicos presentes en la membrana de la célula parasitada y la cápsida se
produce el fenómeno de la adsorción. En la fase de penetración, los bacteriófagos y ciertos tipos de
virus animales se inyecta el ácido nucleico viral hacia el interior de la célula hospedadora. En otros
tipos de virus se hace mediante endocitosis. Los virus con envuelta pueden pasar por fusión de su
envuelta con la membrana de la célula hospedadora. Posteriormente, los virus que han entrado
completos en las células hospedadoras, el ácido nucleico se libera mediante la rotura de la cápsida
(descapsidación).

2- Replicación y síntesis de los componentes vírales:


Una vez liberado el ácido nucleico en el citoplasma de la célula hospedadora, se produce la
replicación de los componentes vírales. La maquinaria metabólica de la célula huésped se pone a
disposición de los genes virales para la síntesis de las estructuras virales.

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- Se sintetizan proteínas del virus de replicación, proteínas estructurales de la cápsula y proteínas
que intervienen en los procesos de maduración y liberación de nuevos viriones. Estos procesos se
hacen en el citoplasma de la célula hospedadora.
- Se replica el ácido nucleico viral en el citoplasma de la célula hospedadora (bacteriófagos, virus
animales, virus vegetales con ARN excepto los retrovirus como el virus del sida. También puede
replicarse el ARN viral en el núcleo de la célula hospedadora (virus con ADN tanto animales como
vegetales).
Los retrovirus, como el VIH, causante del síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA),
poseen dos copias de ARN monocatenario, que se replican de una forma inusual gracias a la
retrotranscriptasa o transcriptasa inversa que dirige la síntesis del ADN a partir del ARN viral.

3- Maduración:
Una vez sintetizados los componentes de los nuevos viriones, las cápsidas se ensamblan con el
ácido nucleico.

4- Liberación:
Cuando concluye el ciclo de multiplicación los nuevos viriones salen de la célula, provocando la
lisis celular o por gemación. Mientras se van liberando los virus con envoltura adquieren su
membrana a partir de la membrana celular del hospedador gracias a la actividad de proteínas
sintetizadas por el virus.

CICLO LISOGÉNICO:
Lo hacen los virus que infectan a las bacterias inductores (físicos y químicos que dañan el
que son virus complejos denominados fagos ADN) provocan la liberación del ácido
que no tienen envuelta. Su material genético nucleico del virus que determinará la
puede ser ARN o ADN. En este ciclo se aparición de un nuevo ciclo lítico.
pueden observar las típicas fases de
adsorción, penetración, ensamblaje y
liberación mediante lisis de células
hospedadoras o por gemación.

Los virus denominados atemperados como el


fagoque infecta a Escherichia coli, pueden
incorporar su genoma al genoma bacteriano
(estado de profago). A partir de este momento
el genoma viral se duplicará junto a la
bacteria de una forma indefinida. En un
momento determinado y gracias a agentes

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5. Partículas infectivas subvirales: viroides y priones.
Los viroides son agentes o partículas infectivas que causan enfermedades a las plantas (no se ha
descubierto ningún viroide que afecte al ser humano o a otros animales). Los viroides, al igual que
los priones o los virus, no se consideran seres vivos. Están formados exclusivamente por una
cadena circular, sencilla, de ARN de pequeño tamaño. Los viroides no codifican proteínas de
ninguna clase. Esa es la principal diferencia con los virus.

Los priones son agentes o partículas infectivas formados por una proteína denominada proteína
del prion alterada que produce enfermedades degenerativas en el sistema nervioso tanto en
humanos, como en otros mamíferos, denominadas en conjunto encefalopatías espongiformes
transmisibles. Las más conocidas son la tembladera o scrapie que afecta a ovejas y cabras, y la
encefalopatía espongiforme bovina o enfermedad de las vacas locas, que afecta al ganado bovino
y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que afecta a los humanos. Rompen con el concepto de
enfermedad infecciosa porque no son seres vivos como bacterias, hongos o protozoos, ni
organismos como virus. Son simplemente proteínas, pero con capacidad infectiva, que se pueden
transmitir de un individuo a otro y que, sin reproducirse (no hay material genético), sí aumenta su
número al “contagiar” a las proteínas del prion normales con las que se pone en contacto.

6. Microorganismos eucarióticos. Principales características de algas, protozoos y hongos.


6.1. Protozoos.
Agrupa a un conjunto de organismos eucariotas, unicelulares y microscópicos. Son organismos
microscópicos unicelulares de vida libre que viven en agua dulce o salada. Pueden ser simbiontes,
parásitos o comensales. Pueden ser flagelados, ciliados, rizópodos o esporozoos.

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6.2. Algas.
Son organismos eucariotas, autótrofos y fotolitotrofos que dependen del agua. Realizan
fotosíntesis oxigénica. Forman parte del fitoplancton y se pueden encontrar sobre cualquier
superficie húmeda. También forman asociaciones simbióticas con los hongos (líquenes). Todos
poseen pigmentos. Pueden ser unicelulares o pluricelulares.

6.3. Hongos.
Son heterótrofos unicelulares o pluricelulares siempre sin clorofila. Se reproducen tanto
sexualmente como asexualmente, presentando alternancia de generaciones. Tienen una pared
celular rígida compuesta por polisacáridos (quitina, glucanos etc.). Viven en ambientes muy
diversos, aunque la mayoría son terrestres y son muy importantes en la mineralización de la
materia orgánica. Pueden vivir en simbiosis con algas dando los líquenes y también pueden
asociarse a células de las raíces de metafitas formando las micorrizas. Dependiendo de su
morfología se han descrito tres grupos principales de hongos: hongos filamentosos, mucosos, y
levaduras.

7. Métodos de estudio de los microorganismos. Esterilización y pasteurización.


7.1. Métodos de estudio.
El estudio de los microorganismos tiene dos objetivos principales: el aislamiento de un microbio
concreto y el cultivo del mismo en el laboratorio para poder identificarlo.

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Para cultivar microorganismos se necesitan medios de cultivo adecuados. Un medio de cultivo es
una solución nutritiva que permite el crecimiento de los microorganismos. Los medios de cultivo
deben contener macronutrientes: incluyen una fuente de carbono, nitrógeno, fósforo, azufre y
oxígeno (solo los aerobios) y micronutrientes: diversos iones y factores de crecimiento (vitaminas)
que se necesitan en cantidades mínimas y, por supuesto, agua. Los medios de cultivo pueden ser
medios líquidos, que se preparan en matraces o tubos de ensayo y medios sólidos, que se
preparan en placas de Petri, agregando agar, un polisacárido procedente de un alga, que da al
medio una consistencia gelatinosa. Una vez preparados los medios se procede a inocular o
sembrar el microorganismo. Los recipientes y materiales que vayan a ser utilizados deben ser
limpiados y esterilizados cuidadosamente y después de introducir el microorganismo deseado,
debe quedar protegido de la contaminación externa. El inóculo o material microbiano, se introduce,
generalmente, con un hilo de metal o asa de siembra, que se esteriliza antes y después de su uso.
La siembra en medio sólido se hace introduciendo el asa en el medio de cultivo y realizando estrías
paralelas sobre la placa de agar.

Aunque se encuentren en el medio todos los nutrientes necesarios, el crecimiento microbiano


depende de otras condiciones como son el ph, la temperatura, la salinidad, el oxígeno, el dióxido
de carbono o la luz.

La observación de las bacterias al microscopio (morfología microscópica) es insuficiente para


identificar la mayoría de ellas y por eso hay que recurrir a pruebas indirectas. La primera de ellas
suele ser una tinción, denominada tinción de Gram que permite diferenciarlas en uno de dos
grandes grupos: gram positiva o gram negativa. Tras ello puede observarse (morfología
macroscópica) el desarrollo de las colonias sembradas en las placas de Petri. Su forma, color,
aspecto, incluso olor, pueden facilitar la identificación. En caso de no ser suficiente, hay que recurrir
a pruebas bioquímicas basándonos en que algunas especies poseen enzimas capaces de
catalizar reacciones específicas.

7.2. Esterilización y pasteurización.


La desinfección es el proceso mediante el cual se eliminan los microbios patógenos reconocidos,
pero no necesariamente todas las formas de vida microbianas.

La esterilización es la eliminación o muerte de todos los microorganismos que contiene un objeto


o sustancia. Tanto en su forma activa como latente (esporas bacterianas). La esterilización
absoluta no es fácil de conseguir si se trata de sustancias, por ejemplo, alimentos, ya que se
alteran los mismos.

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Los agentes que matan microbios son denominados microbicidas o germicidas. Y se emplean
términos como bactericidas si el agente específicamente destruye bacterias y fungicidas si mata
hongos.

Existen muchas formas de esterilizar para eliminar microbios. Diferenciamos entre métodos
químicos y métodos físicos y, dentro de estos últimos destacamos los térmicos. La elección de un
método u otro tiene que ver con el objeto o material a desinfectar y/o esterilizar: alimentos, material
médico, quirófanos, tejidos vivos, etc.

Los métodos químicos consisten en la aplicación de sustancias germicidas. Las más empleadas
según los materiales a esterilizar son el agua oxigenada, algunos tipos de alcoholes, el fenol, el
formol y el óxido de etileno.

Entre los métodos físicos, que no utilizan sustancias químicas, se emplean:


- las radiaciones, que pueden ser ionizantes (rayos X) o no ionizantes, destacando la
radiación ultravioleta o las microondas;
- si se desea esterilizar un líquido, se pueden emplear filtros de poro tan pequeño que no
pueden ser atravesados ni por virus;
- tratamientos térmicos: destaca la utilización del calor húmedo y para ello se emplea un
aparato llamado autoclave (es una olla exprés de gran tamaño).

Para conservar alimentos se emplea un método térmico denominado pasteurización o


pasterización. Existen varias modalidades:
- Proceso tradicional de pasteurización (proceso VAT). El proceso consiste en calentar los
alimentos en un recipiente estando a 63 °C durante 30 minutos, para luego dejar enfriar
lentamente.
- Proceso de alta temperatura y corto tiempo (HTST). Este método es el empleado antes de
su envasado en líquidos como la leche, los zumos de fruta, la cerveza, etc. Expone al
alimento a altas temperaturas durante un período breve: 72ºC durante 15 segundos.
- Proceso UHT o de muy alta temperatura. El proceso UHT es de flujo continuo y mantiene la
leche a una temperatura superior más alta que la empleada en el proceso HTST, y puede
rondar los 138 °C durante un período de al menos dos segundos. Debido a este muy breve
periodo de exposición, se produce una mínima degradación del alimento. Así es como viene
tratada la leche de “tetrabrick” que habitualmente consumimos.
- Uperización o uperisación. Se trata de someter el producto, generalmente leche, a una
temperatura de entre 140ºC y 150ºC durante unos pocos segundos, pero inyectándole
vapor, lo que hará que el aumento de la temperatura sea prácticamente instantáneo.

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