Está en la página 1de 3

218 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

percute la extremidad superior del peroné, se produce la Reflejo bicipital. Con el antebrazo del paciente
contracción del bíceps crural (reflejo peroneofemoral poste­ descansando sobre el del médico, cuya mano toma el
rior de Guillain y Barré). codo, y percutiendo el tendón del bíceps en el pliegue,
Reflejo perióstico tibia!. Se percute la cara interna de se obtiene la flexión del antebrazo sobre el brazo. Es­
la libia. Respuesta: rotación y aducción del miembro. te reflejo tiene su centro en C5 (fig. 9-9). Una variante
para su obtención es la técnica de Wartenberg, quien
Reflejos profundos de los miembros percute sobre la falange distal del dedo pulgar coloca­
superiores do sobre el tendón del bíceps.
Reflejos tricipital y olecraneano. Se toma el
Reflejo estilorradial. Para producir este reflejo se brazo con una mano a nivel del codo y se deja caer
coloca el miembro superior con el antebrazo en fle­ el antebrazo en ángulo recto con el brazo. Se percu­
xión sobre el brazo, de manera que descanse por el te el tendón del tríceps, cuidando de no percutir el
borde cubital del antebrazo sobre la palma de la ma­ olécranon (fig. 9-1 0). Si el paciente está acostado,
no del médico que, entonces, percute la apófisis esti­ se flexiona el antebrazo en ángulo recto con el bra­
loides del radio. Respuesta principal: flexión del ante­ zo, sujetando la muñeca y percutiendo. Respuesta:
brazo. Respuestas accesorias: ligera supinación y extensión del antebrazo sobre el brazo (reflejo trici­
flexión de los dedos. Su centro está en el 6º segmen­ pital, C7). Si se percute el olécranon la respuesta es
to cervical (C6) (fig. 9-7). la flexión del antebrazo sobre el brazo (reflejo ole­
Reflejo cubitopronador. Con el miembro superior craneano, C5).
en la misma posición se percute la apófisis estiloides
del cúbito. Respuesta: pronación del antebrazo con li­ Reflejo del pectoral mayor. Percutiendo la masa del
gera aducción. El centro de este reflejo se halla en CB pectoral mayor se produce la aducción del brazo.
(fig. 9-8). Este reflejo no es reconocido por las escue­ Reflejo epicondileo. Flexión del antebrazo y de los de­
las anglosajonas de neurología. dos con ligera supinación, percutiendo el epicóndilo.
Reflejo flexor de los dedos. Colocando el ante­ Reflejo carpometacárpico (Bechterew). Flexión de los
brazo en supinación, descansando por el dorso de la dedos percutiendo el dorso del carpo.
mano sobre la palma del médico, se percuten los ten­ Reflejo del pisiforme. La presión sobre el pisiforme
dones flexores. Respuesta: flexión de los dedos. Este produce la contracción del cutáneo palmar en la eminencia
reflejo tiene su centro en C7 yCB. hipotenar, originando pliegues en la piel.

Flg. 9-7. Reflejo estilorradial. Fig. 9-9. Reflejo bicipital.

Fig. 9-8. Reflejo cubitopronador. Fig. 9-1 O. Reflejo lricipital.

booksmedicos.org
9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 219

Reflejos profundos del tronco Regís/ro gráfico y electromiográfico de los reflejos


profundos. Por medio de un dispositivo adecuado es
Reflejo medio pubiano (Guíl/aín y Alajouaníne). posible registrar gráficamente los reflejos profundos u
Se debe colocar al enfermo con los muslos separados osteotendinosos, observándose entonces los diferen­
y las piernas algo flexionadas. Se percute entonces tes tiempos del reflejo. El trazado se compone de: 1 º ,
sobre la sínfisis pubiana. La respuesta es doble: una una pequeña oscilación que traduce la percusión del
superior consistente en la contracción de los múscu­ hueso o tendón; 2º , a la pequeña oscilación sigue una
los abdominales y otra inferior consistente en la apro­ oscilación brúsca e intensa, que constituye el compo­
ximación de los dos muslos por la contracción de los nen/e clónico de la respuesta muscular; entre esta os­
aductores de ambos miembros. A veces se produce la cilación y la pequeña existe un espacio muerto de du­
contracción del pectoral mayor, lo que es signo de hi­ ración muy breve (período latente); 3º , a la segunda
perreflexia profunda. El centro corresponde a los seg­ oscilación sigue una oscilaeión amplia, que se va ate­
mentos comprendidos entre el 1 0º dorsal (D10) y 1 º nuando progresivamente: es el componente tónico de
o 2º lumbar (L 1-L2). la respuesta (fig. 9-13).

Reflejos abdominales profundos. Se coloca la mano


en forma paralela a la pared abdominal; se flexionarán los
dedos entre la primera y segunda falange, apoyando el ex­
tremo de los mismos sobre el borde externo del recto ante­
rior. Se percute a nivel del sitio de flexión de las falanges,
produciéndose la contracción de los músculos abdominales
y la desviación del ombligo hacia el lado estimulado. Puede
ser apenas visible en personas normales.
Reflejo medíoesternal (Guillain y Alajouanine). Percu­
tiendo la parte media del cuerpo del esternón se produce la
contracción de los dos pectorales, y en algunas ocasiones
también la de los músculos de la pared abdominal. Fig. 9-11. Reflejo maseterino.

Reflejos profundos de la cabeza

Reflejo nasopalpebral (Guíllain). La percusión de


la piel de la región frontal sobre la línea media entre
ambas arcadas superciliares, habiendo previamente
el paciente entrecerrado suavemente los ojos, produ­
ce la contracción del orbicular de los párpados de am­
bos lados. La vía del reflejo es trigeminofacial. Su cen�
tro está, pues, en la protuberancia.
Reflejo superciliar (Mac Carthy). Percutiendo la
arcada superciliar, estando el enfermo con los párpa­ Fig. 9-12. Reflejo maseterino.
dos entornados, se produce la contracción del orbicu­
lar de los párpados del mismo lado. Vía trigeminofa­
cial y centro de integración protuberancia!.
Reflejo maseterino. Enfermo con la boca entre­
abierta (figs. 9-11 y 9-12); se percute con el martillo
directamente el mentón o se coloca el pulgar de la
mano izquierda transversalmente sobre el mismo
mentón, bien apoyado contra la mandíbula, y se per­
cute sobre él en dirección descendente. También se
puede introducir una cuchara en la boca, apoyar su Fíg. 9-13. Electromiograma de un reflejo rotuliano normal. a,
mango en la arcada dentaria y percutir sobre dicho oscilación correspondiente a la sacudida percutoria; b, dos
mango. La respuesta es la elevación de la mandíbu­ ondas rápidas correspondientes al componente clónico de la
respuesta. Entre a y b, tiempo latente (muy breve); e, d, e, onda
la. La vía del reflejo es trigeminotrigeminal con centro amplia, con calda lenta y progresiva, correspondiente al compo­
en la protuberancia. nente tónico de la respuesta.

booksmedicos.org
220 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Reflejos superficiales o cutáneos y mucosos Reflejos superficiales de la cabeza

Estos reflejos se exploran a continuación de los pro­ Reflejos córneo y conjuntiva!. Paciente en posi­
fundos. El estímulo de una región determinada del tegu­ ción de mirada lateral extrema. El estímulo de la cór­
mento o de la mucosa provoca la contracción refleja de nea o de la conjuntiva bulbar del sector temporal del
un músculo o grupo muscular subyacente. Jendrassik ojo, dirigido hacia adentro, con un pequeño trozo de
los ubicaba en el grupo de los "reflejos cerebrales", es algodón, provoca la contracción del orbicular de los
decir de reflejos complejos cuyo centro no está en la mé­ párpados. La vía de estos reflejos es trigeminofacial y
dula sino en el encéfalo. Apoyaba esta hipótesis el pe­ el centro de integración protuberancia!.
ríodo de latencia largo de estos reflejos y su abolición o
disminución en la hemiplejía. Sin embargo, las observa­ Reflejo nasal o estornutatorio. Se estimulan las fosas
ciones durante la guerra de 1914-1918 de casos de sec­ nasales con una gasa o algodón. Se provoca estornudo
ción medular mostrando su conservación por debajo del acompañado de lagrimeo. Se puede también provocar con
nivel de la lesión, probaban su origen espinal. estímulos químicos.
Sahli sugirió una hipótesis integradora de estos
conceptos: los reflejos superficiales, considerados por Reflejo faríngeo o nauseoso. Estimulando con un
Jend.rassik como cerebrales, son en realidad cerebro­ bajalenguas la pared posterior de la faringe, se obser­
nucleares o cerebromedulares y poseen dos arcos o va su contracción y náuseas. Su arco reflejo se inte­
circuitos: uno inferior, corto, con centro de integración gra con los pares craneanos glosofaríngeo (IX) y va­
en la médula o en los núcleos grises bulboprotuberan­ go (X) (nivel bulbar).
ciales, y otro superior, largo, con centro en el cerebro. Reflejo velopalatino. Excitando el borde libre del
En circunstancias normales, para que el reflejo tenga paladar blando con un bajalenguas, se observa su
lugar, es necesaria la estimulación del arco cerebral, elevación que normalmente es uniforme, con conser­
el que, a su vez, estimula al arco medular, producién­ vación de la posición mediana de la úvula. Suele de­
dose entonces el reflejo. El efecto del arco cerebral sencadenarse también respuesta nauseosa con esta
sobre el medular se ejercería probablemente por la maniobra. Su arco reflejo se integra con los mismos·
vía piramidal. Es por ello que en la hemiplejía capsu­ pares craneanos que el faríngeo.
lar, al interrumpirse la vía de asociación del arco supe­
rior con el inferior, los reflejos cutáneos dejan de pro­ Reflejos superficiales del tronco
ducirse en el lado paralizado. Siguiendo esta hipótesis,
si se produce una sección medular el arco cerebral Reflejos cutáneos abdominales. Se estimula la
queda también interrumpido y los reflejos cutáneos piel del abdomen, desde afuera hacia adentro, con
deberían desaparecer, pero esto no es lo que sucede. un escarbadientes, la uña o el mango del martillo de
Para explicar esta contradicción, Sahli arguye que la reflejos, en forma perpendicular a la línea media, en.
lesión transversal impide el flujo de estímulos sensiti­ la región supraumbilical, umbilical e infraumbilical.
vos a través de la médula y que éstos se suman has­ La respuesta consiste en una desviación del ombligo
ta alcanzar el umbral de descarga refleja, siguiendo la hacia el lado estimulado (fig. 9-14). Los reflejos se
dirección del arco reflejo inferior. De este modo, los re­ llaman abdominal superior, medio e inferior, o epi­
flejos que normalmente siguen un trayecto cerebroes­ gástrico , umbilical e hipogástrico, respectivamente.
pinal son ahora puramente espinales. Corresponden: el superior a D7, el medio a D9 y el
Exploración de los reflejos superficiales. El exa­ inferior a D11 .
men se realiza en general con el mismo cuidado indi­
cado para los reflejos profundos. Se utiliza, para esti­ Reflejos superficiales de los miembros
mular la piel o la mucosa, la uña o yema del dedo, un inferiores
lápiz, un escarbadientes o el mango del martillo de re­
flejos, ejerciendo mayor o menor presión, rozando, Reflejo cremasteriano y reflejo homólogo en la
friccionando o pellizcando. Conviene emplear estos mujer. Excitando en el hombre la cara interna del
estímulos diversos, pues cuando la excitabilidad refle­ muslo, en su parte superior, ya sea deslizando un es­
ja está disminuida, no es raro que sólo uno u otro de carbadientes desde abajo hacia arriba o comprimien­
tales procedimientos permita obtener el reflejo. En do la masa de los aductores, se contrae el cremáster
ciertos casos, para lograr la respuesta, el estímulo tie­ del mismo lado (elevación del testículo y contracción
ne que actuar un tiempo más prolongado o repetida­ del oblicuo mayor). Debe cuidarse de no tomar como
mente: la respuesta se debe, entonces, a los fenóme­ reflejo las contracciones del darlos. Con esta misma
nos fisiológicos de facilitación o suma de estímulos. técnica se observa en la mujer la contracción del obli-

booksmedicos.org

También podría gustarte